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Consecuencias post aborto

Si bien todas las formas de pérdida del embarazo pueden causar angustia emocional que puede tener un impacto en
la futura crianza de los hijos, las investigaciones disponibles indican que las respuestas emocionales después de un
aborto inducido quedan sin resolver con más probabilidad y persisten durante un período de tiempo más largo. 

Mientras que "la sociedad entiende que las mujeres que sufren un aborto no intencionado o dan un niño en
adopción pueden experimentar tristeza y dolor, el dolor tras un aborto provocado es sancionado socialmente,
porque el aborto no es reconocido por nuestra cultura como una experiencia humana de muerte", y normalmente
no se ofrece ayuda para hacer frente a la experiencia

"En muchos casos, las mujeres pueden reprimir los pensamientos y las emociones relacionadas con un aborto,
porque no han sido capaces de procesar y/o expresar abiertamente las emociones negativas", afirma Coleman,
agregando que la falta de reconocimiento y apoyo después de un aborto transmite el "mensaje encubierto de que
otros prefieren no escuchar lo que tenemos que decir, y esto hace difícil incluso identificar nuestras reacciones ante
la pérdida".

"La mejor evidencia acerca de los efectos negativos del aborto indica que un 20-30 por ciento experimentarán graves
problemas psicológicos", según Coleman. "Con 1,3 millones de abortos que se practican anualmente en EEUU, cada
año aparecen un mínimo de 130.000 nuevos casos de problemas de salud mental relacionados con el aborto." 

Estudios de mujeres con embarazos no deseados muestran que las mujeres que han abortado tienen un mayor
riesgo de depresión, consumo de drogas y ansiedad, y que las adolescentes que han abortado un embarazo no
deseado son más propensas a experimentar resultados negativos de salud mental que sus compañeras que llevaron
el embarazo a término. Además, un reciente estudio de Nueva Zelanda dirigido por un investigador abortista no ha
encontrado pruebas de que el aborto proporcione beneficio alguno a la salud mental a las mujeres incluso en los
casos de embarazo no planeado.

El documento describe una serie de formas en las que un aborto anterior puede afectar a la relación de una mujer
con sus hijos vivos: 

- Aumento de la depresión y la ansiedad. El aborto se ha relacionado con tasas más elevadas de depresión y
ansiedad materna antes y después del parto, que puede afectar la relación de la mujer con sus otros hijos. Además,
la depresión es un predictor común de maltrato infantil.

- Trastornos y perturbaciones del sueño. Las mujeres que han tenido un aborto tienen más probabilidades de sufrir
trastornos del sueño en comparación con las mujeres que llevan el embarazo a término, y una encuesta reveló que
muchas mujeres atribuyen los trastornos del sueño a un aborto anterior. Estos trastornos del sueño "pueden hacer
más complicada la alta demanda de energía requerida por la crianza de los hijos." 

- Consumo de drogas. Varios estudios concluyen que las mujeres que han abortado tienen más probabilidades de
comenzar a consumir drogas, y también son más propensas a fumar o consumir drogas o alcohol durante el
embarazo. Las madres que abusan de las drogas o el alcohol tienen más posibilidades de "llevar a cabo una crianza
autoritaria y prácticas punitivas," y el consumo de drogas por los padres aumenta el riesgo de que los niños sufran
maltrato o negligencia. 

- Maltrato de niños. El aborto se ha asociado con un menor apoyo emocional a los hijos y con un mayor riesgo de
maltrato y abandono infantil. Entre otros estudios, el Dr. Philip Ney, psiquiatra infantil de la Universidad de British
Columbia, descubrió que el aborto aumenta el maltrato a los otros hijos. De hecho, en Estados Unidos el maltrato
infantil ha aumentado un 1000 por cien desde que se legalizó el aborto. 

El aborto también se ha relacionado con mayores tasas de suicidio y con una amplia gama de trastornos de la salud
mental. Coleman también es la autora principal de un estudio publicado en la revista “The Journal of Child
Psychology and Psychiatry”  (Revista de Psicología y Psiquiatría Infantil), que concluye que los hijos de mujeres que
han tenido abortos tienen entornos domésticos con menos apoyo y más problemas de comportamiento que los
niños de las mujeres sin historial de abortos (2). 
  
Mientras que el estudio observa que no todas las mujeres experimentan problemas psicológicos después de un
aborto que afecten a sus relaciones personales, "algunas mujeres sufrirán secuelas en cuanto a la crianza de los
hijos". El documento señala la necesidad de una mejor revisión y toma de conciencia sobre los posibles problemas
psicológicos después de un aborto involuntario, adopción o aborto intencionado, y sobre la necesidad de más
estudios para examinar los efectos del aborto.

Según el Dr. David Reardon, co-autor del estudio y de un nuevo libro titulado Forbidden Grief: The Unspoken Pain of
Abortion, confirma lo que dicen las mujeres en la terapia post-aborto en este libro. “Los sentimientos sin resolver
acerca de un aborto anterior pueden, a menudo, impedir la creación de lazos afectivos con hijos posteriores
deseados... Algunas mujeres afirman volverse superprotectoras porque temen ser castigadas por su aborto en la
persona de su hijo, que pueda sufrir algún daño. Otras hablan de la necesidad de una distancia emocional de su bebé
porque los sentimientos intensos de años llevan también a sentimientos intensos de dolor y desesperación por los
hijos que no llegaron a nacer.”

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