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La consecuencia de la crisis
Tras la caída de la Bolsa, miles de personas y empresas se quedaron sin posibilidad de pagar sus deudas.
Esto provocó que muchos bancos, al no poder cobrar los créditos que otorgaron, se declararan en quiebra y
cerraran. Hacia 1932, más de cinco mil bancos habían quebrado en Estados Unidos. Como una reacción en
cadena, la crisis bancaria originó que muchas empresas tuvieran que cerrar o reducir su producción porque el
nivel de consumo disminuyó drásticamente. En 1932, tres años después del crac, la producción mundial
había descendido casi en un 40 %, en tanto que el comercio internacional se redujo a un tercio. Esto produjo
una gran crisis social, pues dejó a millones de trabajadores desempleados y, en muchos casos, sin vivienda.
En el ámbito urbano, el valor de los ingresos de los trabajadores urbanos asalariados se redujo a casi la
mitad, o millones perdieron sus empleos ante el cierre de bancos y fábricas. En el campo, la situación fue
igual de dramática, pues miles de agricultores abandonaron sus sembríos en búsqueda de empleo en las
grandes ciudades. La vida durante la Gran Depresión Durante los años de la depresión, los estadounidenses
tuvieron que soportar grandes penurias. El cine y la literatura han dejado testimonio de ello en novelas como
Las uvas de la ira (1940), de John Steinbeck, o películas como Esta es mi tierra (1976), que son un retrato de
los padecimientos de esa época. Crisis económica y extremismo político Los graves efectos de la crisis en el
nivel de vida de los europeos causaron la pérdida de confianza de la población en la democracia y los
partidos tradicionales, a los que consideraban responsables de la situación. En este ambiente, los partidos
extremistas ganaron apoyo y muchos otros se radicalizaron. Ante ello, las clases sociales reaccionaron de
distinta manera:
• Los obreros y campesinos, que sufrían gravemente los efectos de la crisis, aumentaron su apoyo a los
partidos comunistas. La URSS, cuya economía crecía enormemente bajo un modelo comunista, se convirtió
para ellos en el ejemplo que debían seguir.
• Las clases medias y la burguesía comenzaron a apoyar a los partidos de extrema derecha, pues
consideraban que los partidos moderados eran incapaces de sacar a sus países de la crisis y evitar así una
revolución comunista. En casi todos ellos se desarrollaron partidos de tipo fascista, que tuvieron mayor o
menor éxito. Las democracias Proteccionistas Con el fin de contrarrestar el avance de las ideologías
totalitarias entre sus ciudadanos, las democracias euro- peas establecieron políticas económicas
proteccionistas, lo que permitió la recuperación industrial.
• En Gran Bretaña se formó un Gobierno nacional en el que estaban representados tanto conservadores
como laboristas. Este Gobierno logró contener la crisis a través del abandono del librecambismo. En 1932 se
impusieron aranceles que gravaban las importaciones entre el 15 y el 30 %. Además, mediante los acuerdos
de Ottawa, Gran Bretaña y un conjunto de sus colonias establecieron un mercado imperial protegido. Estas
políticas permitieron, hacia 1937, que la economía británica se recuperase.

• Francia fue el país industrializado menos afectado por la crisis. Entre 1932 y 1935, la producción industrial
se redujo solo en un 27 % con relación a 1929, y el desempleo fue moderado. Pero la llegada del Frente
Popular al gobierno en 1936 produjo cambios importantes. Así, el socialista León Blum, inspirándose en el
New Deal, promovió un programa de recuperación del poder adquisitivo como paso previo a la reactivación.
Sus puntos clave fueron los acuerdos de Matignon de 1936: aumento de salarios entre el 10 y el 15 %,
reducción de la se mana laboral a cuarenta horas, vacaciones anuales pagadas de quince días,
institucionalización de los convenios colectivos. Además, se devaluó el franco para fomentar las
exportaciones.
La Alemania Nazi: Autarquía económica y Expansionismo Político
La crisis capitalista golpeó duramente la economía alemana. En 1931, el sistema bancario se desplomó y se
registró un elevado nivel de desempleo. Ante ello, el programa de reactivación económica de Hitler buscó
lograr la autarquía para conseguir cierta independencia frente al mercado mundial. El Estado asumió un rol
protagónico en el manejo de la economía: mediante impuestos y préstamos pagaba a los proveedores e
indirectamente absorbía el desempleo. De esta manera, el desempleo disminuyó paulatinamente hasta
alcanzar en 1939 el empleo pleno. El Estado también reguló el comercio exterior al establecer acuerdos
bilaterales que le permitieran alcanzar un equilibrio entre las exportaciones y las importaciones. De ese modo,
se crearon muchas industrias nuevas –que empezaron a fabricar artículos que antes se importaban de otros
países– y se invirtió mucho en las industrias relacionadas con lo bélico (armamento, química,
siderometalurgia, etc.). En el ámbito político, el rearme estaba muy relacionado con la política expansionista
del Estado nazi. Este expansionismo tenía como bases ideológicas el pan- germanismo –todas las
poblaciones de origen alemán debían unirse en un solo Estado– y la teoría del espacio vital. De esa manera,
bajo el lema “Un pueblo, un imperio, un Führer”, Alemania anexó Austria (Anschluss) en marzo de 1938, y en
octubre del mismo año, la región de los Sudetes, en Checoslovaquia.

¿Qué provoco la caída de la bolsa de valores de New York? ¿De qué manera se manifestó
la crisis del 1929? ¿Por qué los campesinos y obreros empezaron a apoyar a los partidos
políticos comunistas? ¿En qué consiste un Estado autárquico?

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