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1 INTRODUCCIÓN

1.1 Planteamiento del problema

El cáncer de mama es aquel que se presenta con mayor en las mujeres de


nuestro medio, a favor de esta problemática se realizara una investigación que
tendrá como objetivo; Determinar la atención de enfermería en el manejo
pacientes con cáncer de mama en el los hospitales de Centla, Tab.

En Centla, Tabasco en la actualidad se ha venido incrementando el cáncer de


mama en mujeres jóvenes de 22 a 59 años de edad, las mismas que reciben
quimioterapia, radioterapia, cirugía (sea conservadora o total) y siendo la
enfermera la responsable directa de estos tratamientos sobre todo de la
administración de la quimioterapia , incluyendo en la atención integral a la paciente
,familia antes durante y después de su tratamiento a así evitar que la paciente se
deprima, brindando apoyo su terapia ya reinserción de su vida cotidiana para
lograr un eficaz tratamiento la cuales han recibido su quimioterapia, radioterapia ,
cirugía (sea conservadora o total),la enfermera es la mejor capacitada para el
manejo integral de la paciente y la familia
Sin embargo existe incumplimiento del proceso de atención de enfermería ya que
no existe funciones estandarizadas en las acciones comprendidas en los
tratamientos de los pacientes con la debida evaluación lo cuales se relacionan a
ciertos actores como son las características mismas del personal, el tiempo y el
número de personas para el número de pacientes y procedimientos diarios y
procedimientos diarios lo que genera el aumento de molestias sobre todo en las
usuarias siendo este un problema.

Motivo por el cual considero importante la realización de la siguiente investigación


sobre todo para enfatizar en los puntos de mayor debilidad en relación a la
atención y mejorar la calidad del trabajo de enfermería.
1.2 JUSTIFICACIÓN

El CaMa es un problema de salud pública a nivel mundial; afecta tanto a países


desarrollados como a países en vías de desarrollo, constituyéndose como el tipo
de cáncer más común entre las mujeres, por lo que es una prioridad en salud.
Cada año en el mundo, un millón de cánceres de mama son descubiertos y
alrededor de 400 000 mujeres mueren. Se ha estimado que una mujer muere de
CaMa, cada 53 minutos y cada 30 minutos se diagnostica; afectando cada vez con
más frecuencia, a mujeres jóvenes, es decir, con edades comprendidas entre los
40 y 45 años, presentando un alto impacto en la estructura familiar. En Centla,
Tabasco, el panorama epidemiológico de los dos principales cánceres femeninos
muestra dos tendencias muy claras. En 2006 la tasa de mortalidad por CaMa
superó a la de cáncer cervico-uterino por primera vez en la historia; la tasa
estandarizada de mortalidad por dicha causa ha ascendido, entre 1980 y 2009, en
un 45,3% al pasar de 11,7 a 17 muertes por cada 100 mil mujeres de 25 años en
adelante. La Organización Mundial de Salud recomienda que la prevención
primaria es fundamental en la lucha contra dicha enfermedad neoplásica, siendo la
educación en salud a la población un pilar importante para tomar conciencia de la
necesidad de evaluaciones médicas periódicas para un diagnóstico precoz. El
diagnóstico se basa en 3 aspectos fundamentales: el autoexamen mamario, la
exploración clínica y el empleo de medios diagnósticos como la mamografía. Es
importante tener en cuenta en los programas de detección oportuna de CaMa que
el autoexamen de mama es especialmente importante en la mujer joven
(diferencias en la densidad del tejido mamario hacen virtualmente inefectiva a la
mamografía en mujeres jóvenes), y la mamografía es el método de elección en
mujeres mayores de 50 años.
1.3 HIPÓTESIS

La proporción de acciones sobre detección oportuna de CaMa realizadas en la


UMF en mujeres mayores de 40 años es baja.

1.4 OBJETIVO

Identificar la proporción de acciones sobre detección oportuna de CaMa realizadas


en el año 2011 en una UMF en mujeres mayores de 40 años.

1.4.1 Objetivo específico

 Identificar cuál de las acciones para detección oportuna de CaMa


realizadas en una UMF en mujeres mayores de 40 años es la mayormente
realizada.
 Identificar cuál de las acciones sobre detección oportuna de CaMa
realizadas en una UMF en mujeres mayores de 40 años es la menormente
realizada.
 Identificar las acciones realizadas sobre detección oportuna de CaMa en
una UMF en mujeres mayores de 40 años de acuerdo al turno de consulta.
 Identificar cuál de las acciones sobre detección oportuna de CaMa
realizadas en el año 2011 en una UMF en mujeres mayores de 40 años es
la mayormente realizada de acuerdo al turno de consulta.
2 Marco Teórico

2.1 CaMa

El CaMa es la proliferación acelerada, desordenada y no controlada de células con


genes mutados; los cuales actúan normalmente suprimiendo o estimulando la
continuidad del ciclo celular pertenecientes a distintos tejidos de una glándula
mamaria. La palabra cáncer es griega y significa cangrejo. Se dice que las formas
corrientes de cáncer avanzado adoptan una forma abigarrada y con ramificaciones
similares a las de un cangrejo marino, y de ahí se deriva su nombre. Los cánceres
o carcinomas de mama suponen más del 90 % de los tumores malignos de esta
localización.

Es una neoplasia maligna que tiene su origen en la proliferación acelerada e


incontrolada de células que tapizan, en 90 % de los casos, el interior de los
conductos que durante la lactancia llevan la leche desde los acinos glandulares,
donde se produce, hasta los conductos galactóforos, situados detrás de la areola y
el pezón, donde se acumula en espera de salir al exterior. El tipo de cáncer más
frecuente es epitelial y se origina en la unidad ductolobulillar terminal. El
carcinoma ductal infiltrante representa 85% de las neoplasias invasoras, seguido
del carcinoma lobulillar infiltrante, con 5 a 10% de los casos. Las variedades más
frecuentes son el carcinoma común, sólido, alveolar, tubulolobular y pleomórfico.
Los tipos histopatológicos menos comunes son el micropapilar y metaplásico, los
cuales implican peor pronóstico. (1,2)

Se han identificado en los últimos años después de muchos estudios que existen
acciones de prevención clasificada como primaria y secundaria; que son muy
importantes para identificar tempranamente signo y síntomas de CaMa estas son:
Capacitación para la autoexploración mamario: extendiéndose que es la
preparación que recibe la paciente en la consulta médica o en el consultorio de
medicina preventiva para desarrollar o adquirir conocimientos y habilidades de
cómo llevar a cabo por ella

Misma una revisión de la glándula mamaria orientada a identificar cualquier


anomalía presente como sospecha de patología. La exploración clínica específica:
es un examen minucioso y detallado de las glándulas mamarias realizado por
médico tratante o enfermera de medicina preventiva, con la finalidad de detectar
cambios anatómicos anormales en las glándulas mamarias. El envío a
mastografía: consiste en elaborar requisición por escrito de estudio paraclínico al
servicio de imagenología, específicamente orientado a visualización del tejido
mamario por imágenes radiológicas.

2.1.1 Concepto de la salud

A lo largo de los años, la preocupación por la salud se ha ido transformando, en


base del consenso cultural y social, y a su vez por los avances técnicos de cada
época (Moreno- Altamirano, 2007). En el pasado, los hombres se preocupaban de
la salud en clave de supervivencia, con el fin de ir evitando heridas que pusieran
en peligro la capacidad de desplazarse, teniendo en cuenta que eran grupos
nómadas. Posteriormente, la creencia en la voluntad de los dioses, el karma o el
destino como agentes reguladores de la salud, da comienzo a la concepción social
de la salud (Gargantilla, 2008).

Actualmente, todo lo relacionado con la salud ocupa lugar en la sociedad, y se


expresa con mayor o menor amplitud, como, por ejemplo, el interés por la
alimentación ecológica, la salud medioambiental, el ejercicio físico regular, la
modificación de ciertos hábitos tóxicos o la prevención de las enfermedades, entre
otros. Este interés por la salud y el bienestar puede incluir ciertos riesgos cuando
la población no cuenta con información sanitaria fiable. Sin embargo, una actitud
provisoria es necesaria para mantener un estado de salud óptimo en cada etapa
del ciclo vital. Por ello, es importante que la población se proponga defender el
mantenimiento y la mejora de su salud (Mira, 2005). En cuanto a la salud mental,
de igual forma se busca propiciar el cambio de perspectiva y el interés por
alcanzar el bienestar emocional (Talarn, 2007).

Se destacan dos definiciones de salud consideradas clásicas: una es la definición


propuesta por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 1948, que
señala que la salud es “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y
no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia” (OMS, 1948 p100). La otra
es la definición del XèCongrés de Metges i Biòlegs en el año 1976, que dice que la
salud es “aquella manera de vivir que es autónoma, que es solidaria y que es
gozosa” (Gol, 1977 p1036).

Un aspecto interesante de la definición de salud por parte de la OMS, es que va


más allá de lo biológico, integrando las dimensiones psicológicas y sociales,
aspectos que las otras definiciones no tienen en cuenta. Por otro lado, la definición
de salud propuesta en el congreso de Perpiñán señala la capacidad de disfrutar de
la vida más allá de la enfermedad (Violant, Molina y Pastor, 2011).

Sin embargo, la definición de la OMS (1948) ha sido cuestionada por diferentes


razones, en primer lugar, porque se la considera utópica, al intentar hacer un
paralelismo entre bienestar y salud, por otro lado porque se la determina subjetiva,
ya que equipara bienestar y salud,

eludiendo estados de salud alterados que pueden ser compatibles con un estado
de bienestar, y por último, porque implica una visión estática y no dinámica de la
salud de un individuo, soslayando que existen diferentes grados o niveles de salud
(Gras y Molina, 2006; Girón Daviña, 2010).

La definición de Terris (1980) busca ir más allá, despuntando aquellos aspectos


cuestionados en la definición de salud de la OMS. Para el autor, salud y
enfermedad son estados que pueden coexistir. Resalta que la salud es un
continuo entre dos extremos: una subjetiva, asociada al bienestar, y otra objetiva,
asociada a la capacidad de funcionar. Por su parte, la enfermedad también lo
considera un continuo entre dos extremos: uno subjetivo, asociado al malestar, y
otro objetivo, asociado a la capacidad de funcionar. Cada uno de estos extremos
seguiría una escala de más a menos.

2.1.2 Psicología de la salud y su alcance

El cáncer es una enfermedad en la que diversos factores de riesgo actúan de


manera sinérgica contribuyendo a su desarrollo, uno de los factores a considerar
es el comportamental. Se estima que un 70% de los factores de riesgo que
favorecen la aparición de algún tipo de cáncer se relaciona con el estilo de vida de
la persona y causas ambientales (Amigo Vásquez, 2014). Por lo cual, cobra
relevancia conocer los aportes de la psicología de la salud, hacia la prevención y
abordaje del cáncer, siendo la disciplina específica de la psicología que se
interesa en los procesos de salud y enfermedad.

Podemos definir a la psicología de la salud como el conjunto de contribuciones


específicas, educacionales, científicas y profesionales de la disciplina de la
psicología a la promoción y mantenimiento de la salud, a la prevención y el
tratamiento de la enfermedad, la identificación de los correlatos etiológicos y
diagnósticos de la salud, de la enfermedad y de las disfunciones relacionadas, y al
análisis y mejoramiento del sistema de atención en salud y de las políticas de
salud (Matarazzo, 1980).

Los objetivos de la psicología de la salud pueden resumir en los siguientes puntos


(Gustave- Nicolas & Tarquinio, 2006):

a) Promoción de comportamientos y estilos de vida saludables.

b) Prevención y tratamiento de enfermedades.

c) Progresar en el manejo de los pacientes.


Es importante mencionar que, un ámbito de trabajo en el que se puede
desenvolver el psicólogo de la salud es lo que se conoce como psicooncología, la
misma tiene como referencia de que el factor comportamental cumple un rol
importante en la etiología, desarrollo y pronóstico del cáncer, por lo que la
intervención psicológica contribuye a la calidad de vida de estos pacientes (Díaz
Facio Lince, 2010).

El psicólogo en el área oncológica se desempeña fundamentalmente en tres


grandes áreas de trabajo: la prevención, la intervención terapéutica y la
rehabilitación, y por último los cuidados paliativos (Díaz Facio Lince, 2010). Es
posible observar que la psicooncología, persigue objetivos similares a la psicología
de la salud, ya que, ambas plantean como uno de sus objetivos la prevención de
la enfermedad, la cual es una característica particular de la psicología de la salud.

La psicología de la salud distingue tres tipos de prevención que tiene como


objetivo mejorar la salud (Vásquez, 2014):

a) Prevención Primaria: busca la transformación de los factores de riesgo.

b) Prevención Secundaria: se refiere a las intervenciones predestinadas a


detectar una enfermedad en un estado asintomático de su desarrollo, a fin de que
se retrase o detenga su progresión.

c) Prevención Terciaria: trata la rehabilitación de los pacientes y aquellas


intervenciones terapéuticas que se llevan a cabo una vez que ya está instalada la
enfermedad (Ogden, 2008).

2.1.3 Psicooncología

La psicooncología es referenciada como, una disciplina, una rama de la psicología


de la salud, una especialidad de la psicología, una subespecialidad de la
oncología o de forma transdisciplinar en el sentido de interdependencia de las
diversas disciplinas (Genové & Zapata, 2009).

Puede entenderse como una rama de la psicología de la salud, cuyo objetivo se


dirige, por un lado, a la prevención de conductas de riesgo para el desarrollo del
cáncer y una potenciación de factores de protección en la población, y por otro, al
soporte biopsicosocial de personas con diagnóstico oncológico, como a sus
figuras significativas y al equipo de salud encargado de su tratamiento, orientando
un incremento positivo de la calidad de vida (Rojas Jara y Gutiérrez Valdés, 2016).
Además, se entiende la psicooncología, como un punto de encuentro
transdisciplinar donde confluyen los saberes de diferentes disciplinas en un todo
equilibrado tomando las experiencias subjetivas de significar la muerte, el dolor,
como también, la esperanza, la vida y la toma de decisiones. Por último, la
psicooncología es un campo de investigación donde se enfatiza la sistematización
de datos, información, prácticas y experiencias que contribuyan a una mejora y
especialización de los fundamentos teórico-epistémicos y procedimientos técnico-
metodológicos que se desarrollan en el área (Rojas Jara y Gutiérrez Valdés,
2016).

En resumen, se considera la psicooncología como una especialidad interdisciplinar


de la psicología y las ciencias biomédicas especializado a la prevención,
diagnóstico, evaluación, tratamiento, rehabilitación, cuidados paliativos y etiología
del cáncer, además a la mejora de las competencias comunicativas y de
interacción sanitaria, y a su vez a la optimización de recursos oncológicos eficaces
y de calidad. Requiere de conocimientos teóricos y de práctica clínica, donde se
integran aspectos psicológicos y médicos, referentes a todos los tipos de cáncer y
sus fases, como así también los diferentes tratamientos, las características de los
recursos asistenciales, al mismo tiempo, tomando las variables personales de los
pacientes y sus redes de apoyo (Rojas Jara y Gutiérrez Valdés, 2016).

2.2 Calidad de vida


La CalV es la valoración de la situación de vida de una persona o un grupo
poblacional, incluye condiciones objetivas y subjetivas del estado físico,
psicológico y del entorno socio ambiental. El constructo se desarrolló a mediados
del siglo XX, principalmente en Estados Unidos, como respuesta a las limitaciones
de los indicadores económicos para reportar las condiciones de bienestar de la
población, los cambios sociales y el impacto de las políticas públicas (Bognar
2005, Urzúa y Caqueo-Urízar 2012).

Las críticas a la evaluación de la CalV se centran en su origen y relación con el


estado de bienestar, y en su uso como descriptor desde un enfoque causa-efecto,
que no toma en cuenta las múltiples interconexiones de la complejidad social,
ambiental y psicológica, justificando enfoques parciales para la intervención social
y psicológica (Armstrong y Caldwell 2004, Birnbacher 1999, Pinheiro et al. 2011).
Sin embargo, a nivel mundial existe una creciente tendencia por estudiar la CalV
de las personas en aras del bienestar en todos los ámbitos de la existencia
(Gasper 2007, Pennacchini et al. 2011).

Entendiendo bienestar como el estado del individuo con los demás y con el medio,
que surge cuando las personas y las comunidades satisfacen sus necesidades
básicas, y pueden actuar de manera significativa para alcanzar sus objetivos con
una CalV satisfactoria (Breslow et al. 2016).

La CalV ha sido abordada desde la economía, la medicina, la psicología, la


gestión social y la sociología. Su construcción es multidisciplinar y tanto su
definición como los indicadores que lo componen, dependen de los objetivos de
las diversas investigaciones, y de la concepción ontológica del bienestar según el
contexto social y el enfoque axiológico desde los cuáles se pretende evaluar
(Pinheiro et al. 2011, Prutkin 2002).

Este constructo evalúa diferentes dimensiones de la vida (Cardona A y Agudelo G


2005, Gasper 2010), a través de la aplicación de instrumentos de medición
psicométricos y/o sociométricos (Pinheiro et al. 2011, Prutkin 2002). Según los
indicadores evaluados: objetivos (condiciones y recursos) o subjetivos (evaluativo
sobre las condiciones propias); y con el tipo de evaluación: interna (percepción del
individuo) o externa (evaluador externo) (Erikson 1994). Se identifican dos campos
principales en los estudios de CalV: el de la teoría social, relacionado con la
evaluación de políticas públicas y bienestar social; y el de la teoría psicológica,
más utilizado en la valoración de resultados en salud y mejora de tratamientos en
enfermedades crónicas (Gasper 2010). Pese a la complejidad de abordar múltiples
dimensiones de la vida de las personas, en los últimos años se ha buscado
integrar ambos enfoques (Breslow et al. 2016, Cheung y Leung 2010).

2.3 Calidad de vida relacionada con la salud

La CalV relacionada con la salud (CVRS) se refiere a la valoración de la relación


entre el estado percibido por un individuo, sobre su estado esperado, en que el
bienestar integral se ve afectado por un padecimiento médico y/o su tratamiento.
Como autoevaluación depende de los valores y creencias contextuales. Es decir,
que una persona en condiciones sociales desfavorables que atraviesa un
problema de salud y lo supera, generalmente tendrá una valoración de su CalV
superior a quienes, teniendo una mejor situación de vida, ésta se ve mermada
después de atravesar el mismo padecimiento (Litwin 2006).

Para los estudios de CVRS han sido centrales las definiciones de salud y de CalV
de la Organización Mundial de la Salud (OMS), donde la salud no es únicamente
ausencia de enfermedad sino el bienestar en todos los ámbitos de la vida
(Armstrong y Caldwell 2004, Pennacchini et al. 2011, Pinheiro et al. 2011,
Schwartzmann 2003, WHOQOL Group 1995, 1998); mientras que la CalV es una
medida de auto reporté centrada en la evaluación que una persona hace de su
nivel de bienestar y satisfacción. Se evalúa a través de seis áreas: psicológica,
física, grado de independencia, relaciones sociales, entorno y espiritualidad
(WHOQOL Group 1998).

Otras propuestas de CVRS señalan la importancia de las interrelaciones de los


múltiples factores, mencionando que, la CalV de una persona enferma resulta de
la interacción del tipo de enfermedad y su evolución, la personalidad del paciente,
el grado de cambio producido en su vida, el soporte social percibido y recibido y la
etapa de vida en que se produce la enfermedad (Schwartzman 2003).

Los estudios de CVRS por producirse, principalmente, en el ámbito de la


psicología y de la investigación del estado de salud en las ciencias médicas,
tienen como objetivos centrales conocer la percepción del paciente, sus deseos y
motivaciones en la toma de decisiones relacionadas con su salud y la evaluación
de la calidad en la asistencia sanitaria para promover el bienestar psicosocial
(Schwartzman 2003). También se considera que la investigación de la CVRS
puede contribuir a estimar la morbilidad subjetiva, a educar a pacientes y médicos
sobre los resultados globales de distintos tratamientos y comparar los resultados
entre tratamientos y poblaciones (Litwin 2006).

Este marco de análisis, generalmente, no integra el estudio de la interacción entre


las condiciones socioeconómicas y culturales extrínsecas a los resultados de la
asistencia sanitaria y las condiciones biopsíquica, ni evalúa la capacidad y
posibilidad de las personas de satisfacer necesidades para el mantenimiento de la
salud; es decir, no integra el estudio de los determinantes sociales de la salud
(Fernández et al. 2010, Linares y Pérez 2008, Sen 2002).

Por otro lado, para Gasper (2010), desde una posición integradora, la CalV es la
valoración de la situación de vida de una persona o un grupo poblacional que se
compone de diferentes aspectos: psicológicos, físicos, sociales, económicos y/o
ambientales; desde un enfoque subjetivo intrapersonal y/u objetivo de las
condiciones materiales. Según este autor, en el ámbito de la investigación, su
importancia radica en la posibilidad de definir los siguientes elementos: el foco de
atención, los valores utilizados, los instrumentos de investigación, los propósitos
del ejercicio investigativo, el punto de vista (subjetivo/objetivo) y el marco teórico.

2.4 Calidad de vida desde el enfoque de la ecología humana


Uno de los objetivos de la ecología humana es analizar y proponer alternativas
que mejoren las condiciones de vida de las poblaciones humanas, siendo su
objeto de estudio las interacciones entre los sistemas culturales, los ecosistemas y
la biología humana, interacciones que tendrán efectos positivos o negativos sobre
el bienestar de los sistemas socio ambientales (Dickinson 2004, Paredes et al.
2014).

Los estudios transdisciplinarios realizados desde el enfoque de la ecología


humana pueden unificar el estudio del estado funcional de las personas, con los
modos de vida y/o estilos de vida, las características del entorno socioambiental,
analizando sus determinantes a través de sistemas dinámicos, con miras a
contribuir en el bienestar y CalV de los grupos humanos (Paredes et al. 2014,
Eisenberg y Sartorius 1988).

Considerando que la salud es esencial para el bienestar integral de las personas,


así como una condición necesaria para tener acceso a distintas formas de vivir la
vida (Sen 2002), en esta investigación se manejará el concepto de CalV
diferenciándolo del enfoque clásico de la CVRS, tomando en cuenta que, en el
caso de enfermedades crónico- degenerativas, como el CaMa, todas las áreas de
la vida están o pueden estar afectadas por la salud (Fernández et al. 2010).

2.5 Cáncer de mama

El CaMa es una enfermedad en la cual las células de la mama se multiplican sin


control (neoplasia), puede diseminarse fuera de la mama (metástasis) a través de
los vasos sanguíneos y los vasos linfáticos; se clasifica según el tipo de células
que se vuelven cancerosas (Pollard 2008, SSA 2009). Es un problema que
atraviesa todos los ámbitos de vida de una persona, los factores de riesgo, los
tipos de cáncer, sus estadios y tratamientos, se enmarcan en contextos sociales
diferenciados para cada individuo(Palacio-Mejía et al. 2009)(Palacio-Mejía et al.
2009)(Palacio-Mejía et al. 2009)(Palacio-Mejía et al. 2009) (Palacio-Mejía,
Lazcano-Ponce et al. 2009). A nivel mundial, es considerado un problema de salud
pública de carácter epidemiológico, registrando implicaciones a largo plazo
(Nigeda 2009).

Los factores de riesgo se agrupan en cuatro categorías: a) biológicos: ser de sexo


femenino, mayor edad, antecedentes familiares, vida menstrual antes de los 12
años, menopausia posterior a los 52 años, presentar tejido mamario denso y
características de tipo genético (presencia de genes BRCA1 y BRCA2); b)
iatrogénicos y ambientales: exposición a radiaciones ionizantes, radioterapia en
tórax, uso de anticonceptivos y otros contaminantes del medio; c) asociados a la
historia reproductiva: no tener hijos, primer embarazo posterior a los treinta años
de edad, terapia hormonal relacionada a la menopausia; y d) asociados a los
estilos de vida: hábitos dietéticos con alto consumo de carbohidratos, grasas
saturadas y trans (alimentos industrializados, hidrogenados y/u horneados), bajo
consumo de fibra, obesidad, sedentarismo y tabaquismo (Cárdenas et al. 2013,
OMS 2017).

Los estadios de detección o etapas clínicas del CaMa dependen de su ubicación,


tamaño y niveles de propagación. El primero (0) refiere a un cáncer no invasivo,
del estadio uno (I) al tres (III) son cánceres invasivos, que se caracterizan por
presencia de células cancerígenas en los ganglios linfáticos a diferentes escalas;
en el estadio cuatro (IV) la neoplasia ha hecho metástasis (Cárdenas et al. 2017,
NCI 2017). De los estadios depende el tipo de tratamiento y se han asociado con
los niveles de sobrevivencia (Flores- Luna et al. 2008, Pereira 2001).

Los tratamientos se determinan según la EC diagnosticada y en el mejor de los


casos de la biología tumoral. Los de uso general son la tumorectomía, que es la
extirpación de una parte de la mama, la afectada por el tumor, cuando este no se
ha extendido al sistema linfático; la mastectomía, cirugía que extirpa el total de la
mama y según el caso parte de los ganglios linfáticos axilares; la radioterapia y los
tratamientos sistémicos como la quimioterapia y la hormonoterapia. Por último,
también se considera como un tipo de tratamiento los cuidados paliativos, para
personas que no podrán revertir el cáncer, principalmente EC IV (Cárdenas et al.
2017).
Como resultado del tratamiento puede haber remisión parcial: reducción de los
síntomas del CaMa, o remisión completa: no se encuentran signos de cáncer en
las pruebas (estudios por imágenes y examen físico). Este último también se
describe como “sin evidencia de cáncer (ASCO 2014, NCI 2017, Silva 2010). La
etapa posterior se conoce como de seguimiento o periodo libre de CaMa, se
recomiendan exámenes físicos, ejercicios, actividad física (AF) y control de peso
(Cárdenas et al. 2017, Runowicz et al. 2016).

En un estudio en México se encontró que la supervivencia global a 5 años es de


59.9 %, para el estadio clínico I es de 82 %, para el IIB de 70.4 %, para el IIA 65.3
%, para el IIIB 47.5 %, para el IIIA de 44.2 %, mientras que para el IV es de 15 %.
Las mujeres que más tiempo afrontarán las consecuencias del cáncer y su
tratamiento están en los grupos de edad de entre 25 a 44 años y de 45 a 49 años,
quienes en su mayoría son diagnosticadas en etapas tardías (Villarreal et al.
2015). Esta patología expone a la mujer a factores estresantes y amenaza su
integridad, requiriendo cuidados especiales (Cárdenas et al. 2017).

2.5.1 ¿Cómo se desarrolla un tumor de mama?

Asociación Española contra el Cáncer (2022) menciona lo siguiente:

El cuerpo humano está compuesto por un conjunto de órganos, que a su vez


están formados por células, que se dividen frecuentemente con el fin de
reemplazar a las células envejecidas o muertas. Este proceso está regulado por
varios mecanismos que indican a la célula cuándo comenzar a dividirse, cuándo
permanecer estable y también, cuando morir.

Si alguno de estos mecanismos se perturba, la célula no se repara y se perpetúa


acumulando con cada división más fallos (mutaciones). Estas mutaciones le
permitirán multiplicarse de forma descontrolada, evadiendo el sistema inmune.
Por lo que, se desarrolla un tumor maligno o cáncer, cuando las células logran
invadir los tejidos y órganos de alrededor (infiltración), trasladándose y
proliferando otras partes del organismo (metástasis).

2.5.2 Tipos de cáncer de mama

Se clasifica el cáncer de mama, teniendo en cuenta varias características: la


presencia de invasión o no, el tipo de célula del que deriva, los rasgos
inmunohistoquímicos y el grado de diferenciación celular (Asociación Española
contra el Cáncer, 2022).

Clasificación en función de la presencia o no de invasión:

• Carcinoma in situ: la proliferación celular maligna que ocurre en el interior


del conducto mamario. Sin invasión o infiltración del tejido que lo rodea.

• Carcinoma infiltrante: la proliferación celular maligna que traspasa el límite


anatómico del ducto o el lobulillo, invadiendo el tejido adyacente.

Clasificación histológica:

Se distingue los tumores en función del tipo célula del que deriva la enfermedad.
Existen muchos tipos histológicos pero los más frecuentes son:

• Carcinomas ductales: se originan en las células que recubren los conductos


galactóforos.

• Carcinomas lobulillares: se desarrolla en las células de los lobulillos


mamarios.

Clasificación por grado histológico:


El grado hace referencia al parecido que tienen las células del tumor con respecto
a las células normales y a su vez indican la velocidad con la que el cáncer puede
desarrollarse:

• Grado 1 o bien diferenciado: las células se parecen mucho a las células


normales y son tumores que crecen despacio.

• Grado 2 o moderadamente diferenciado: recogen cierta semejanza con las


células de origen, pero su crecimiento es más rápido que en el grado 1.

• Grado 3 o pobremente diferenciado: las células se parecen poco al tejido de


origen y crecen rápidamente.

Clasificación molecular:

Se obtiene del estudio de perfiles génicos, el mismo toma relevancia en las


decisiones terapéuticas.

En función de la presencia de receptores hormonales (receptor de estrógeno y


receptor de progesterona), presencia o no de la proteína HER2 e índice de
proliferación (Ki67), se pueden pensar los siguientes subrogados de cáncer de
mama:

• Luminal A: presenta alta expresión de receptores hormonales y un índice


bajo de proliferación. Se benefician de terapias hormonales.

• Luminal B: es similar al luminal A, pero con factor de riesgo como pérdida


parcial o completa, de expresión del receptor de progesterona y/o una alta
proliferación. En algunos casos, pueden tener también amplificada la proteína
HER2. Se beneficiarán tanto de terapias hormonales como de terapias anti-HER2.

• HER2 enriquecido: presenta negatividad para los receptores hormonales y


la proteína HER2 amplificada. Se trata con las terapias anti-HER2.
• Triple negativo: serán negativos tanto el receptor de estrógeno, receptor de
progesterona y la amplificación de HER2. Siendo la quimioterapia un tratamiento
eficaz para el mismo.

2.5.3 Signos y Síntomas

El siguiente apartado está basado en el Manual operativo de evaluación clínica


mamaria, procedente del Instituto Nacional del Cáncer, de Argentina (Viniegra y
Buffa, 2014).

Entre los síntomas más importantes se consideran, la tumoración mamaria o axilar


(es la manifestación y causa de consulta más frecuente), secreción por el pezón,
retracción del pezón o de la piel, otros cambios en la piel como la piel de naranja,
cambios recientes en el tamaño o forma de la mama, dolor mamario.

Tumor:

Es el principal signo presente en los cánceres, su ubicación más frecuente es en


los cuadrantes súpero-externos (CSE).

La Retracción:

Este signo puede darse con distinto valor en piel, pezón, glándula y plano
muscular. La retracción de piel se manifiesta como aplanamiento, deformación de
contornos y umbilicación, y es un fuerte indicador de malignidad. La presencia de
retracción de piel no implica invasión de piel, pero sí puede requerir la realización
de estudios complementarios para descartarla. La retracción de pezón acompaña
a otras patologías centrales benignas. En el cáncer de mama es un signo muy
tardío.

Lesión del pezón:

Debe investigarse toda erosión del extremo del pezón para descartar enfermedad
de Paget que, en etapas avanzadas, compromete la areola en forma de placa
superficial. La enfermedad de Paget de la mama es una neoplasia que representa
menos del 1% de los carcinomas mamarios. Clínicamente, se manifiesta como
una erupción eczematosa del complejo telo-areolar. Los eczemas afectan
inicialmente a la areola y luego al pezón.

Dolor:

Es un signo tardío y sólo presente en el 5% de las pacientes como síntoma inicial.

Igualmente, el síntoma no debe minimizarse ni ser interpretado como relevante (a


favor o en contra) en la evaluación de la sospecha clínica de una lesión.

Signos axilares:

Cuando el tumor supera la cápsula del ganglio e invade estructuras vecinas,


puede palparse un conglomerado ganglionar.

Signos supraclaviculares:

Las fosas supraclaviculares no presentan normalmente adenopatías palpables. El


solo hecho de palpar un ganglio en esta localización debe ser considerado
patológico.

Signos en ganglios de la cadena mamaria interna:

Las metástasis en esta localización son clínicamente evidenciables en forma


tardía. Se reconocen como una infiltración difusa de los tejidos blandos
paraesternales, con sobreelevación y eritema de la piel que ocupa más de un
espacio intercostal.

Signos tardíos:

Conjunto de signos y síntomas que muestran una lesión avanzada, que se


presentará en diferente grado según el progreso de la enfermedad.

3 Retracción fija del pezón.

4 Edema de piel.

5 Infiltración de piel.
6 Ulceración.

7 Nódulos satélites.

8 Piel de naranja: secundaria al bloqueo de los capilares dérmicos y


subdérmicos por células tumorales, lo que genera edema alrededor de los poros
pilosos y sebáceos. Su presencia implica invasión de piel.

2.5.4 Detección temprana

Mediante la mamografía se puede detectar el cáncer de mama cuando el nódulo


todavía no es palpable o lo es mínimamente. En estos casos es posible recurrir a
tratamientos menos agresivos que los que se realizan cuando el cáncer está más
avanzado. Por lo que se recomienda que todas las mujeres de 50 a 69 años se
realicen una mamografía cada dos años sumado a un examen físico de las
mamas por parte de un profesional de la salud.

Ya cuando el cáncer provoca síntomas y alteraciones de la mama detectables en


el examen físico, se pueden observar retracción del pezón, cambios en la textura y
el color de la piel, prurito o lesiones descamativas en el pezón, generalmente se
realiza una biopsia para definir el tratamiento, la misma consiste en la extracción
de células y tejidos, para verificar o descartar signos de cáncer.

Ante un diagnóstico confirmado de cáncer, se realizan estudios adicionales para


evaluar su extensión y decidir el mejor tratamiento (Instituto Nacional del Cáncer,
2022).

2.5.5 Tratamientos del cáncer de mama

La Asociación Española contra el Cáncer, (2022), informa lo siguiente:


El tratamiento del cáncer de mama vendrá determinado por el estadio del
diagnóstico, los subtipos de cáncer de mama y por ultimo las características de la
paciente.

El tratamiento es generalmente multidisciplinar, ya que suelen intervenir varios


especialistas (ginecólogos, cirujanos plásticos, médicos nucleares, oncólogos
radioterápicos y oncólogos médicos).

La toma de decisiones relativas al tratamiento se funda en las recomendaciones o


guías clínicas que establecen una orientación del mejor abordaje, no obstante, la
decisión sobre un plan de tratamiento debe ser individualizada en cada paciente y
consensuada entre todos los especialistas implicados.

Uno de los factores clave para determinar el tratamiento es la extensión de la


enfermedad, por lo que se aborda el plan de tratamiento en función de si la
enfermedad está localizada o extendida.

2.5.6 Tratamiento de la enfermedad localizada:

En estos casos el tumor afecta a la mama y/o axila, pero aún no se han producido
metástasis. Por lo que el objetivo del tratamiento será siempre curativo y
habitualmente combinará varias terapias de forma secuencial, como cirugía,
radioterapia, quimioterapia, terapia biológica, terapia endocrina y técnicas de
reconstrucción mamaria.

Cirugía:

La cirugía es el tratamiento que se realiza frecuentemente para la enfermedad


localizada, a su vez se pueden distinguir dos tipos de cirugía: cirugía conservadora
y mastectomía.
• Cirugía conservadora: se realiza extirpación del tumor con un margen de
tejido mamario sano, relativamente amplio, manteniendo intacto el resto de la
mama.

• Mastectomía: se extirpa el tejido mamario, de igual forma el abordaje varía


en cada paciente, en función de la extensión local del tumor y la anatomía de la
mama.

Por otra parte, se encuentra la mastectomía profiláctica o preventiva, la cual


consiste en la extirpación de todo o la mayoría del tejido mamario, en una mama
sana para reducir el riesgo de desarrollar un cáncer de mama. Este tipo de
intervención está indicado en pacientes con riesgo más alto de desarrollar cáncer
de mama que el resto de las mujeres.

Radioterapia:

Consiste en la administración de radiaciones ionizantes sobre un campo de


irradiación administra tras la cirugía y la quimioterapia, con el objetivo de destruir
células tumorales y con el fin de disminuir las recaídas locales (en la zona
operada).

Terapia sistémica:

Comprende una serie de fármacos antineoplásicos que, a través de la sangre,


llegan a todos los órganos del cuerpo. Se pueden administrar por vía intravenosa,
vía subcutánea, intramuscular u oral y en función de su mecanismo de acción de
estos medicamentos nos podemos referir a quimioterapia, terapia dirigida, terapia
hormonal o endocrina, e inmunoterapia.

La quimioterapia agrupa una serie de fármacos que, por diversos mecanismos,


son capaces de destruir las células tumorales, hace que las mismas sean
vulnerables al tratamiento pues los fármacos de quimioterapia interrumpen el ciclo
de división celular.
La terapia dirigida comprende un grupo de fármacos que se diseñan para que
actúen de forma específica sobre una diana en la célula. Estas dianas o blancos
son imprescindibles para que la célula sobreviva.

La terapia hormonal o endocrina tiene como objetivo modular la baja de los niveles
de estrógeno en la mujer, a su vez son medicamentos que se administran por vía
oral tras la cirugía durante un periodo de tiempo de entre 5-10 años con la
intención de disminuir la probabilidad de una recaída.

La inmunoterapia comprende un grupo de fármacos que buscan estimular el


sistema inmune, con el fin de reparar los mecanismos silenciados por el tumor
para que los linfocitos, que son un grupo de células inmunes, puedan destruir
células tumorales.

2.5.7 Tratamiento de la enfermedad diseminada:

El tratamiento del cáncer de mama cuando existen metástasis se basará


fundamentalmente en terapias sistémicas (la terapia endocrina, la terapia
biológica, la inmunoterapia y la quimioterapia). No obstante, se apoyará en otras
terapias como la radioterapia y la cirugía en situaciones concretas.

2.5.8 Implicancias psicológicas al diagnóstico

La persona que recibe un diagnóstico oncológico se enfrenta a una situación


incómoda y ansiógena. Este sujeto es un ser humano que sufre intensamente y
que vivirá múltiples pérdidas y duelos por su salud, por su cuerpo, sus funciones,
su trabajo, su rol tanto familiar, social, laboral y también por su seguridad, ya que,
se pondrán en cuestionamiento su futuro y certezas que traían previo al
diagnóstico. Además, viene aparejado los tratamientos que consecuentemente
generan inhabilitaciones tanto físicas, sociales y psicológicas, por lo que
frecuentemente presentan pérdida de control y autonomía (Schavelzon, 2004).

El cáncer de mama con sus intervenciones médicas y la búsqueda de una


adaptación a la vida, suponen un impacto emocional acompañado de
consecuencias psicológicas y sociales, desconocidas para la persona afectada y
su familia (Lara, Martínez, Pandolfi, Penroz & Díaz, 2000).

El impacto que produce la palabra cáncer genera intensos estados emocionales,


en los que emergen sentimientos incontrolables, miedos e incontables preguntas,
por parte de la persona enferma. Por lo tanto, en estos momentos es cuando es
relevante la intervención psicológica, con el propósito de prevenir las alteraciones
sociales y psicológicas que pueden aparecer y permanecer en la persona afectada
(García, 2014).

Peñacoba y Moreno (1998) manifiesta que la intervención psicológica es


importante realizarla tanto en la paciente como en sus familiares, con el objetivo
de capacitar a la familia para dar cuidados emocionales de forma eficiente, a su
vez facilitar a la familia un soporte psicológico que evite su derrumbamiento,
generando prevención y tratamiento del duelo.

Además, orientar sobre la comunicación con la paciente, detectando indicadores


de estrés familiar, con el propósito de brindar apoyo psicoemocional a la paciente
y a su familia.

2.5.9 Factores de riesgo y prevención

El Instituto Nacional del Cáncer, (2022) reconoce que, aunque se desconozca las
causas de la enfermedad, hay algunos factores que aumentan el riesgo de
enfermar:

• Ser mayor de 50 años.

• Antecedentes de la persona de cáncer de mama o de enfermedad pre-


neoplásica de mama.
• Antecedentes familiares de cáncer de mama.

• Tratamiento previo con radioterapia dirigida al tórax.

• Terapia de reemplazo hormonal.

• Primera menstruación a edad temprana.

• Edad avanzada en el momento del primer parto o nunca haber tenido hijos.

A su vez la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (2020), calcula


la cantidad de casos de cáncer que son atribuibles a los principales factores de
riesgo conocidos para esta enfermedad y menciona la obesidad, infecciones y
consumo de alcohol, por lo que son factores que se pueden evitar para disminuir
el riesgo de tener cáncer de mama.

Por otra parte, es pertinente destacar que el cáncer de mama hereditario


representa alrededor del 5-10% de todos los casos de este tipo de cáncer
(Instituto Nacional del Cáncer, 2022).

2.6 Proceso salud-enfermedad-atención del cáncer de mama

Se entiende por proceso a una serie de acontecimientos y acciones que forman


parte de un mismo fenómeno (Nigenda et al. 2009). Los procesos biológicos
humanos asumen formas históricas específicas. Lo social es intrínseco al proceso
de salud-enfermedad y atribuye historicidad no sólo a los determinantes
estructurales (políticos, económicos y socioambientales) sino al proceso mismo, lo
que responde a las preguntas ¿de qué enfermar? ¿Cómo enfermar? y ¿cómo
recuperarse? (Breilh 2013, Eslava 2017, Gómez et al. 2007, Laurell 1994, Nigenda
et al. 2009).
En el estudio de los procesos de s/e/a se requiere conocer los determinantes
biopsíquicos, ambientales y del entorno social y cultural (Figura 1.1); expresados
en modos y estilos de vida, es decir, en la forma en que las personas se apropian
del entorno socioambiental (Eslava-Castañeda 2017, Laurell 1994). Los modos de
vida de grupos poblacionales, expresados en estilos de vida particulares, son
hábitos, formas de comunicación y de afrontar lo cotidiano, mediante la
organización en tiempo y espacio de subsistemas de actividades (Breilh 2013,
Rodríguez y Zaldívar 2001, Rojas y Estévez 2007).

Las condiciones de vida dadas, comúnmente, por vivienda, servicios de


infraestructura básica, tipo de alimentación y recreación, educación, seguridad
social y de salud, empleo, participación social y otros factores culturales como
valores y creencias; expresan las posibilidades que tienen las personas de
acceder a los beneficios del desarrollo social y a diferentes opciones de vida
(Gómez et al. 2007, Sen 2002). Las condiciones de vida pueden ser analizadas
mediante la estratificación en niveles socioeconómicos, los cuales, para su
análisis, requieren de un referente externo a la población de estudio (Díaz et al.
2015).

En México, para analizar las condiciones de vida, el Consejo Nacional de


Evaluación (CONEVAL) diseñó una metodología para evaluar de manera
multidimensional la pobreza, este concepto refiere a la situación en que las
personas no tienen acceso a las condiciones necesarias para decidir de manera
libre, informada y con igualdad de oportunidades sobre sus opciones vitales. En
esta metodología, el bienestar económico identifica a la población con ingreso per
cápita insuficiente para la adquisición de bienes y servicios básicos, y es evaluado
a través de la línea de pobreza por ingresos, que equivale al valor total de la
canasta alimentaria y de la canasta no alimentaria por persona al mes (CONEVAL
2018).

En la Figura 1.1 Se muestran los conceptos centrales del proceso s/e/a del cáncer
CaMa utilizados en este proyecto, así como su operacionalización.
Figura 1.1. Determinantes sociales de la salud en el proceso salud-enfermedad-
atención del cáncer de mama. El diagrama presenta las interrelaciones entre los
determinantes del proceso del CaMa: entorno socio ambiental, modos de vida y
persona biopsicosocial. Se muestran las categorías: factores socioeconómicos y
culturales, prácticas de autocuidado, y calidad de vida percibida (cuadros
resaltados); así como las variables que las componen y son de interés para el
presente análisis. Las cursivas indican información cualitativa de contexto que
media entre las distintas variables y hacen comprensivo el proceso del CaMa.
Elaboración propia.
2.7 Características del proceso del CaMa

El proceso s/e/e del CaMa (Figura 1.2) comienza antes del diagnóstico:
caracterizado por la condición biopsíquica (funcionamiento biológico y psico-
cognitivo frente al estado de salud) y sus dinámicas con relación a los
determinantes del entorno socio ambiental, es decir, por las características de la
persona como ser biopsicosocial. Durante esta etapa se ubica el momento de la
sospecha del CaMa, las dudas, la búsqueda de atención formal o informal, la
realización de pruebas para su detección, la confirmación de neoplasia maligna de
mama y la entrada (o no) a la unidad de salud para recibir tratamiento médico
(Nigenda et al. 2009).

A partir del diagnóstico comienza la etapa del tratamiento médico, generalmente


se presenta ansiedad, fatiga, dolor, miedo a la muerte y a la reincidencia del
CaMa; se abandona la vida cotidiana, teniendo que adaptar los estilos de vida a
modificaciones en lo familiar, laboral, económico y social; se afectan las relaciones
interpersonales y la participación social (Alcorso et al. 2005, Cordero et al. 2013,
Feuerstein et al. 2010, Knaul et al. 2009, Nigeda 2009, OPS 2011, Vargas y Pulido
2012). Se modifican las expectativas de vida a futuro sobre: maternidad,
sexualidad, imagen corporal, sensación de feminidad, aceptación por parte de la
pareja (Barroilhet et al. 2005, Ribeiro et al. 2009), particularmente en mujeres
jóvenes con diagnóstico antes de los 41 años (Hubbeling et al. 2018). También es
el inicio de la sobrevivencia al CaMa que durará hasta el final de la vida (ASCO
2014, Mayer et al. 2017).

Al finalizar el tratamiento primario y establecido el diagnóstico de remisión parcial


o total, comienza la etapa de vigilancia o seguimiento médico. Consiste en
exámenes físicos para detectar reincidencia del cáncer u otros problemas
funcionales; se recomienda acompañamiento psicológico, ejercicio, AF y control
de peso. Las citas de seguimiento son trimestrales o cuatrimestrales durante los
dos primeros años, del tercero al quinto años, semestrales, y posteriormente
anuales (Cárdenas et al. 2017). Durante esta etapa y el resto de la vida, los
efectos a largo plazo del CaMa y del tratamiento, pueden seguir manifestándose
en los niveles cognitivo, psicológico, espiritual, físico, social y económico
(Andritsch et al. 2007, ASCO 2014, Feuerstein et al. 2010, Londoño 2009, Park et
al. 2018).

Los principales efectos físicos y psicosociales en sobrevivientes a largo plazo


(posterior a cinco años de terminado el tratamiento primario) son: preocupaciones
de imagen corporal, linfedema, cardiotoxicidad, deterioro cognitivo, distrés,
depresión, ansiedad, fatiga, complicaciones de la salud ósea y del sistema
musculoesquelético, dolor y neuropatías, infertilidad, alteraciones de la salud
sexual, menopausia prematura y bochornos (Runowicz et al. 2016); por lo que la
vida de las mujeres sigue formando parte del proceso del CaMa.
Debido a la complejidad de abordar todos los factores de cada área, en el
presente estudio se estudiarán los estilos de vida a través de las prácticas de
autocuidado y las condiciones del entorno socioambiental a través de factores
socioeconómicos y culturales.

2.8 El cáncer de mama como problema de salud pública

En México, el CaMa es un problema prioritario de salud que afecta a todos los


estratos socioeconómicos. Esta patología expone a la mujer a numerosos factores
estresantes y amenaza su integridad; es una enfermedad crónica compleja que
requiere de cuidados especiales (Runowicz et al. 2016). Para 2015 el mayor
incremento en incidencia fue entre mujeres de 25 a 44 años (13/100,000 hab.) y
45 a 49años (50/100,000 hab.) (INEGI 2016). La edad promedio al momento
diagnóstico es de 52.2 años y en una tercera parte de los casos se detectan
comorbilidades (hipertensión, diabetes, fumadoras activas) (Cárdenas et al. 2017).

Respecto al tratamiento y seguimiento, se estima que del 40 al 45 % de la


población nacional tienen cubierto el costo de tratamiento por los sistemas de
seguridad social y que hubo un incremento del 80 % de egresos en el periodo de
1986-2003, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (Knaul et al.
2009). A partir de 2007 a través del Seguro Popular (SP) se dio cobertura a no
derechohabientes a través del programa de Gastos Catastróficos (Cárdenas et al.
2017).

La NOM-041-SSA2-2011 Para la prevención, diagnóstico, tratamiento, control y


vigilancia epidemiológica del cáncer de mama (DOF 2011), señala que el
tratamiento no se debe limitar al aspecto físico, sino que debe contemplar el
ámbito psicológico, contando con personal capacitado para dar consejería y
acompañamiento emocional al paciente y a los familiares; sin embargo, en su
esquema de seguimiento postratamiento, no se contempla este rubro (Cárdenas et
al. 2017). El modelo de atención al CaMa (2013-2018) se compone de acciones
para la detección, la evaluación diagnóstica, la evaluación de seguimiento, y para
los casos confirmados, el tratamiento en centros oncológicos. En la misma línea,
el Programa de Acción Específico: Prevención y Control del Cáncer de la Mujer
2013-2018 de la Secretaría de Salud (SSA), tiene como una de sus estrategias
nucleares: contribuir a la promoción de estilos de vida saludables, y en sus líneas
de acción, dar acompañamiento psicoemocional a las mujeres diagnosticadas. Sin
embargo, para 2017, no se habían reportado evaluaciones de resultados por
indicadores (Auditoría de Desempeño: 2017-5-12L00-07-0225-2018225-DS).

2.9 Dimensión sociocultural

El contexto socio histórico, como determinante de los procesos de s/e/a,


contribuye en la construcción de significados durante la experiencia del proceso
del CaMa. Las características culturales, sociales y ambientales, particulares de
cada persona, se manifiestan a través de diversos estilos de vida, definidos en
prácticas y hábitos (Rojas y Estévez 2007). Debido a la heterogeneidad
sociocultural de las mujeres diagnosticadas con CaMa, conocer los factores
socioculturales particulares que intervienen en el proceso del CaMa, puede
contribuir a priorizar las necesidades de atención integral, especialmente en
grupos vulnerables (Coreil et al. 2012, Die 2003, Lopes et al. 2018, Sen 2002).

Los factores socioculturales que se han asociado al CaMa se pueden entender,


con fines analíticos, a través de dos dimensiones que se traslapan entre sí (Figura
1.3). La dimensión de lo estructural sociohistórico que refiere a desigualdades
sociales y las barreras culturales (Nigenda et al. 2009); y la dimensión de los
estilos de vida, que engloba los significados y percepciones respecto a la vivencia
del CaMa (Luna y Sánchez 2014, Nigenda et al. 2009, Ortega y Pérez 2017) y las
adaptaciones personales y familiares a cada etapa del proceso (Londoño 2009,
Rodríguez y Rosello 2007, Schuartzmann 2003).
La detección tardía y la mortalidad en mujeres tiene como factor sociocultural las
desigualdades sociales y las barreras culturales, principalmente en mujeres de
zonas rurales y/o que pertenecen a algún grupo étnico, cuyo acceso a servicios de
salud es muy limitado, aunado a los distintos tipos de violencia estructural. La
detección de CaMa en mujeres con estas condiciones, pude disminuir el bienestar
y la CalV personal y familiar (Ortega y Pérez 2017).

La falta de infraestructura, el trato deshumanizado, el acceso a información, la


desinformación, los costos de los tratamientos y de traslado a las consultas
médicas, la distancia del lugar de residencia a las unidades médicas; las normas y
tabúes morales asociadas a los roles de género (esposa-madre-cuidadora), los
saberes y creencias sobre la salud y la enfermedad; la discriminación, el
abandono familiar y social a causa del CaMa, y las condiciones socioeconómicas
del núcleo familiar son factores que actúan como barreras a lo largo del proceso
s/e/a del CaMa (Nigenda et al. 2009).

El cáncer está íntimamente ligado con la idea de muerte, particularmente con


miedo a esta y a la posible reincidencia del cáncer (Cohee et al. 2017, Vargas y
Pulido 2012). Además, se ha documentado que mujeres con cánceres femeninos
pueden sentir culpa de no cumplir con las actividades atribuidas a su rol como
madre, esposa, jefa de familia o profesional (Luna y Sánchez 2014, Silva y Santos
2010).

Respecto al término “sobreviviente”, éste puede tener un significado positivo,


cuando las mujeres se ven a sí mismas como victoriosas por vencer al cáncer; en
otros casos puede ser negativo debido a que es asociado con un estado de
enfermedad permanente o que es percibido como un estigma social por mujeres
que quieren dejar al CaMa atrás en sus vidas (Kaiser 2008). Los significados
personales respecto al término son influidos por los diferentes discursos
socioculturales y se relacionan con las diversas formas de entender el bienestar
(Bell 2014, Dyer et al. 2015).

Los principales cambios físicos que estigmatizan a las mujeres con relación al
tratamiento médico son: la pérdida del cabello, afectando el estado emocional, la
capacidad de afrontamiento y la imagen que tienen de sí mismas; y, la extirpación
total o parcial de la mama, acentuando la idea de estar incompleta según los
cánones de belleza dominantes, cambios en su sexualidad y en sus relaciones de
pareja (Hubbeling et al. 2018, Nigenda et al. 2009). La carga social dificulta el
proceso de adaptación y reapropiación corporal, limitando en algunos casos, la
reintegración a una vida socialmente libre de cáncer. La capacidad de
afrontamiento a lo largo del proceso del CaMa no es estable y varía según la
perspectiva y la capacidad de adaptación de cada persona (Geyer et al. 2015).
Estudios de CalV señalan que la vida social, el cuidado personal y la recreación
son los tres parámetros que más influyen en la CalV, por lo que se sugiere la
inclusión de aspectos culturales y de las creencias sobre la causa del cáncer.
Además, se ha encontrado que el diagnóstico de CaMa y su asociación con un
impacto positivo en la CalV y la salud física pueden influir en la adopción de
comportamientos para la promoción de la salud en sobrevivientes a largo plazo
(Bouskill y Kramer 2016, Pandey 2000). Por otro lado, la baja escolaridad e
ingreso económico se han asociado con menores niveles de CalV en mujeres
latinoamericanas que han padecido CaMa (Salas y Grisales 2010, Lopes et al.
2018).

2.10 El autocuidado después de la remisión del cáncer de mama

El autocuidado entendido como el conjunto de actividades que una persona realiza


para mantener y promover su salud y bienestar integral, así como para
recuperarse y/o convivir con los efectos y limitaciones de las alteraciones de esta
(Orem 2005, Rego de Carvalho et al. 2012); forma parte del estilo de vida que, en
el proceso del CaMa, se modifica por la adaptación a nuevas rutinas y horarios
debido al tratamiento, y sus efectos a corto y largo plazo (Barroilhet et al. 2005).
Depende, en gran medida, del entorno sociocultural de cada persona, siendo
centrales, para el aprendizaje de prácticas de autocuidado, los programas de
salud pública y particularmente la información brindada durante la atención médica
(Cárdenas et al. 2017, Ortega y Pérez 2017).

Las prácticas diarias de autocuidado pueden mejorar el estado funcional,


regulando las funciones vitales, contribuyendo a generar hábitos saludables
mediante decisiones informadas. En México, las recomendaciones generales para
el cuidado personal durante la etapa de seguimiento son mantener niveles
adecuados de ejercicio, AF y control del peso (Cárdenas et al. 2017). Durante los
dos primeros años después de la cirugía hay riesgo de que se presente linfedema,
por lo que se recomienda a las sobrevivientes: auto observación, higiene de las
partes afectadas, AF, dieta y control de peso (Tsuchiya et al. 2018).

A nivel internacional se han establecido pautas de autocuidado para las


sobrevivientes de CaMa. Asociaciones internacionales de oncología recomiendan
que los médicos de atención primaria promuevan acciones de salud y
autocuidado, mediante la detección de necesidades de información, orientación,
prevención y control de obesidad, promoción de AF, orientación nutricional y de
consumo de tabaco (Tabla 1.1). Con la intención de que estas acciones influyan
en la adopción de prácticas saludables por parte de las sobrevivientes, lo cual, se
sugiere, puede tener un impacto positivo en la duración de la sobrevivencia y en la
CalV (Runowicz et al. 2016).

Se ha encontrado que pacientes que han finalizado el tratamiento neoplásico han


adoptado conductas saludables, modificando si dieta con mayor afinidad a
alimentos saludables (Solano-Santos 2015). Por otro lado, se ha observado que
los niveles altos de AF se asocian con disminución de fatiga en sobrevivientes a
largo plazo, así como en reducción de muerte por todas las causas (George et al.
2013, Lahart et al. 2015). Se sabe que la fatiga puede disminuir
considerablemente la CalV (Kluthcovsky y Urbanetz 2015).
Otros factores asociados a mejoras en la CalV y que se relacionan al autocuidado
son el apoyo social y la espiritualidad (Whitford y Olver 2012, Quispe et al. 2018,
Vachon 2008). Se ha encontrado que los niveles altos de apoyo social, entendido
como el soporte emocional, físico y económico, resultado de la interacción con
redes familiares, de amigos, laborales, religiosas y de atención en salud, se
asocian con una mejor asimilación de las prácticas de autocuidado en las
diferentes etapas del proceso del CaMa (Schneider et al. 2015), y con menos
efectos negativos como depresión (Katapodi et al. 2018).

La espiritualidad se define como el sentido subjetivo de conexión existencial1, que


incluye las creencias sobre la relación con los demás, la existencia de un poder
superior y las que posicionan al individuo en el mundo, conduciéndolo a prácticas
espirituales con relación al sentido y propósito en la vida (Braun 2017, White et al.
2011). La espiritualidad puede o no estar vinculada con la religiosidad, que hace
referencia a los sistemas de pensamiento y practica de las religiones. Mientras
que, el autocuidado espiritual es el conjunto de prácticas espirituales que las
personas realizan para promover su desarrollo personal y bienestar durante
periodos de salud y enfermedad (White et al. 2011).

En mujeres que atraviesan el proceso del CaMa se ha observado una asociación


de la espiritualidad con mejores prácticas de autocuidado (Park et al. 2018). En un
estudio cualitativo en mujeres con neoplasia maligna de mama se identificó que
las creencias espirituales proporcionan apoyo emocional, apoyo social y
significado sobre la vida y la enfermedad (Feher y Maly 1999).

Se recomienda que después de finalizado el tratamiento para CaMa la paciente


reciba información sobre las alteraciones corporales y sus cuidados, los efectos
secundarios del tratamiento y del cáncer, asesoría sobre el cambio de hábitos
para disminuir los factores de riesgo, y terapias integrativas, ya que se ha visto su
asociación con mejoras en la CalV (Greenlee et al. 2017, Lopes et al. 2018,
Pandey et al. 2000, Rego de Carvalho et al. 2012, Runowicz et al. 2016).

Conocer las prácticas de autocuidado de las mujeres en remisión del CaMa,


puede contribuir en la creación de programas integrales de atención en salud para
la sobrevivencia a largo plazo (Chopra y Kamal 2012, Gast 2017, Kern y Moro
2012, Muñoz 2009, Ortega y Pérez 2017).

No se han encontrado estudios en población mexicana sobre las prácticas de


autocuidado y su relación con la CalV durante el periodo de vigilancia médica;
tampoco evaluaciones de CalV considerando los determinantes socioculturales del
proceso del CaMa; ni sobre la relación entre la CalV y las posibilidades de las
mujeres de satisfacer sus necesidades de autocuidado durante esta importante
etapa. Por ello, se considera que los resultados de este estudio pueden generar
nuevas hipótesis de investigación y sus resultados, contribuir en el diseño de
estrategias y programas de atención integral y de salud pública.

CAPITULO III

3. MATERIAL Y MÉTODOS

3.1 DISEÑO DE ESTUDIO

Estudio transversal, observacional, comparativo.

3.2 UNIVERSO DE TRABAJO


Mujeres mayores de 40 años derechohabientes de la UMF 61.

3.3 DESCRIPCION DE LAS VARIABLES

VARIABLES

a).-Proporción realizada de acciones sobre detección oportuna de CaMa

Conceptualización

Para fines de este estudio denominamos Proporción realizada de acciones sobre


detección oportuna de CaMa al cociente de la relación entre el conjunto de
actividades enfocadas a detectar de manera oportuna datos de malignidad en las
glándulas mamarias en una determinada cantidad de pacientes con relación al
total de pacientes que han recibido consulta en la UMF, esas acciones serán: la
exploración clínica específica para CaMa a mujeres en edad de riesgo, a la
capacitación por médico tratante o envío a la capacitación de la autoexploración
por personal de medicina preventiva y el envío a la Mastografía; considerándose
que:

Capacitación para la autoexploración: es un proceso educativo a corto plazo que


recibe la paciente en la consulta médica o en el consultorio de medicina preventiva
para desarrollar o adquirir conocimientos y habilidades de cómo llevar a cabo por
ella misma una revisión de la glándula mamaria que tiene como objetivo identificar
alguna anormalidad anatómica en esa misma área.
Envío a mastografía: Es la acción preventiva que consiste en elaborar requisición
por escrito de estudio para- clínico al servicio de imagenología, específicamente
orientado a visualización por imágenes radiológicas del tejido mamario.
La exploración clínica especifica CaMa: Examen minucioso y detallado de las
glándulas mamarias realizado por médico tratante o enfermera de medicina
preventiva, con el fin de detectar cambios anatómicos anormales en las glándulas
mamarias.
Envío a Medicina Preventiva: Es la acción de remitir a la paciente al servicio de
Medicina Preventiva para realización de exploración mamario por personal de
enfermería; así como capacitación para realizarse la autoexploración.

Operacionalización.
Para fines de este estudio se consideró la proporción de detecciones de CaMa, a
los datos que se encontró en los expedientes de mujeres que recibieron consulta y
recibieron acciones de detección.

Tales datos se registraron en un instrumento diseñado ex profeso en donde se


señaló si hubo: Capacitación para la Autoexploración de mama, envío a
mastografía y la exploración clínica específica CaMa por médico tratante o por
enfermera de medicina preventiva con respuestas dicotómicas sí o no.

Tipo de variable: cualitativa

Tipo de escala: Nominal

Indicadores:

La exploración clínica especifica CaMa SI NO

Capacitación para la autoexploración SI NO

Envío a Medicina Preventiva SI NO

Envío a mastografía SI NO
b).-Mujeres mayores de 40 años

Conceptualización

Derechohabientes del sexo femenino que acude a la CE de la UMF 61 y que de


acuerdo a los datos de su número de afiliación cuente con 40 o más años de edad
cronológica en el año 2011 y documentado en el expediente correspondiente.

Operacionalización

Para fines de este estudio se consideró mujer mayor de 40 años a toda aquella
derechohabiente que en su expediente o número de afiliación hayan nacido del
año 1943 al año 1972.

Tipo de variable: cualitativa

Tipo de escala: Nominal

Indicadores: más de 40 años

3.4 SELECCIÓN DE LA MUESTRA. Se realizó una determinación estadística


para identificar un tamaño de muestra significativo, considerando el total de
mujeres mayores de 40 años de la pirámide poblacional de la Unidad de medicina
familiar número 61.

A) TAMAÑO DE LA MUESTRA
El muestreo de la selección de expedientes de las mujeres de 40 a 69 años; fue
realizado por estratos de acuerdo al número de consultorios de dos turnos de
atención: matutino y vespertino quedando 51% matutino y 50 % vespertino hasta
alcanzar el tamaño de la muestra.

3.5 CRITERIOS DE SELECCIÓN

 Expedientes de mujeres derechohabientes con edad de 40 a 69 años de edad


adscritas a la UMF 61 distribuidas administrativamente en 20 consultorios en turno
matutino y turno vespertino

a) CRITERIOS DE INCLUSIÓN

 Todos los expedientes de mujeres mayores de 40 años y menores de 69, que


acudieron a la consulta de medicina familiar de la UMF 61 en el período
comprendido de enero a diciembre del año 2011..

b) CRITERIOS DE NO INCLUSIÓN

 Expedientes de mujeres menores de 40 años y mayores de 69 años

c) CRITERIOS DE EXCLUSIÓN

 Expedientes seleccionados y con datos incompletos

3.6 PROCEDIMIENTO

Previa aprobación del comité local de investigación y de las autoridades


correspondientes se procedió a visitar el archivo clínico de la unidad para realizar
revisión de expedientes de pacientes que asistieron a la consulta de medicina
familiar en el período comprendido enero –diciembre del año 2011; el tamaño de
muestra fue determinado en forma estadística y una vez que se obtuvo la muestra
representativa de la población esta fue dividida en el total de consultorios de la
UMF donde se llevó a cabo el estudio seleccionados en orden consecutivo de
acuerdo a la fecha de consulta recibida y el período contemplado para el estudio;
en forma estratificada de acuerdo a 20 consultorios, de los cuales 10 son
atendidos por médicos del turno matutino y 10 atendidos por médicos del turno
vespertino; correspondiendo a cada consultorio, 11 expedientes promedio; los
expedientes fueron seleccionados de acuerdo a los criterios de inclusión. De cada
expediente se tomaron los siguientes datos: edad, ocupación, religión,
escolaridad, estado civil, antecedentes heredofamiliares relacionados con CaMa o
neoplasias malignas, antecedentes Gineco-obstetricos: menarca, gesta, lactancia,
número de hijos, abortos, síntomas climatéricos.

Uno de los investigadores, mediante una cartilla de vaciado de datos que contenía
en su primera parte variables socio demográficas, y en la segunda parte los datos
específicos que nos lleven a lograr el objetivo del estudio de la siguiente forma: el
total de la población estudio que reunió los criterios de inclusión y que recibieron
consulta en el periodo considerado en este estudio, se identificó mediante el
expediente mujeres derechohabientes que recibieron acciones de prevención con
dos opciones presente o ausente de los tres apartados siguientes 1 exploración en
consultorio y capacitación en consultorio de médico tratante; 2da opción envío a
consultorio de medicina preventiva para exploración y capacitación de
autoexploración; 3ra opción envío a mastografía por médico tratante y tenemos
como 4ta opción el que se haga exploración por médico tratante y envío a
medicina preventiva para capacitación de autoexploración. Una vez obtenido el
total de casos de la muestra representativa se determinó la proporción de
pacientes que recibieron las acciones y la suma total de presentes fue el dividendo
del total de la población para determinar en qué proporción se realizaron dichas
acciones.

3.7 ANÁLISIS ESTADÍSTICO:

Se llevó a cabo con la elaboración de una base de datos en el programa


estadístico SPSS y se procedió al análisis univariado con estadística descriptiva
de las variables demográficas, presentando resultados en promedios y
proporciones. El análisis comparativo se llevó a cabo con estadística inferencial,
confrontando los resultados obtenidos de la proporción de acciones de detección
entre el turno matutino y vespertino.

3.8 CONSIDERACIONES ÉTICAS

El presente estudio se apegó a lo dispuesto en el Reglamento de la Ley General


de Salud en Materia de Investigación para la salud. Se tomó en consideración lo
que establece el Titulo Segundo, Capítulo I, artículo 13,14 fracción I, se ajustó a
los principios éticos y científicos que lo justifiquen (SSA,1987).

Fracción V, se contará con el consentimiento informado y por escrito de cada


participante.

Fracción VI, se realizará por profesionales de la salud con conocimiento y


experiencia para cuidar la integridad del ser humano.

Fracción VII y VIII Se contará con la autorización del Comité de Ética e


Investigación del Hospital General de Zona No.8 Y se llevará a cabo con la
autorización del titular de atención de la salud y de conformidad con los artículos
31, 62, 69, 71,73 y 88 de éste reglamento.

El estudio se consideró de riesgo mínimo para los participantes, debido a que se


realizaron mediciones y comparaciones en el registro de datos demográficos y
clínicos según el artículo 17, fracción II.

Para que el consentimiento informado fuera considerado existente, el médico


tratante de las pacientes a las que se les atendió en consultorios de la UMF 61 y
responsable de las evidencias analizadas en los expedientes correspondientes
para fines de esta investigación, recibió una explicación clara y completa de los
objetivos que se persiguieron con esta investigación, de tal forma que pudiera
comprenderla, según el artículo 21, en sus fracciones I;II;III;IV;V;VI;VII;VIII y X de
la Declaración de Helsinki.(27,28)

De acuerdo a las características de la presente: investigación sobre evidencia


documental para alcanzar los objetivos de la misma; por lo que no se incluyó carta
de consentimiento informado, se contó además de la autorización del comité local
de investigación y con el permiso de las autoridades responsables del expediente
clínico de la unidad médica número 61 del IMSS tabasco.

CONCLUSIONES

Las acciones de prevención para la detección oportuna de CaMa, se realizan en


un porcentaje bajo en el consultorio de medicina familiar de la UMF; y la que más
se realiza en este grupo de estudio es exploración de mamas; el envío a
mastografía en el grupo de mujeres de 50 a 69 años se realizó solo en un 43%.
Así también se encontró que el turno matutino realiza más acciones preventivas
en comparación al turno vespertino.

Con los resultados de esta investigación concluimos que es necesario fortalecer


los programas de prevención en la fase de implementación, ya que está
determinado que las acciones de detección oportuna del CaMa tienen gran
impacto en la prevalencia del mismo así como en la mortalidad en la mujer por la
presencia de esta patología.

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