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Clase 1
Clase 1
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en la base de la evolución técnica que caracteriza al mundo moderno, desde la
revolución industrial hasta nuestros tiempos.
La existencia histórica de la ciencia moderna es relativamente reciente y, en términos
generales, no se produjo más allá de los albores del capitalismo europeo de los siglos
XVII y XVIII.
En la segunda mitad del siglo XV comenzó la primera revolución científica que dio
inicio a las ciencias naturales modernas. Mas ésta revolución, que duró casi hasta el
siglo XVIII, no estuvo acompañada por una revolución similar en la técnica.
Las invenciones técnicas —aquellos instrumentos o procedimientos mediante los
cuales la humanidad se relaciona y transforma su medio y que no implican la
utilización de conocimientos científicos, a diferencia de los avances tecnológicos— se
debían por lo general a una larga búsqueda empírica, y los descubrimientos
esporádicos logrados por uno u otro científico individualmente no se ponían en
práctica durante mucho tiempo.
Al aparecer la gran producción maquinizada, se crearon las condiciones necesarias
para que la ciencia se convirtiera en un factor activo de la producción y se planteó
como su principal tarea el conocimiento de la transformación de la naturaleza.
En la época actual, a diferencia de la pasada, los logros de la ciencia se introducen en
la producción con una rapidez mayor, gracias a la disminución del tiempo que
transcurre entre los descubrimientos científicos y su utilización práctica. Tal revolución
abarcó simultáneamente la esfera de la ciencia y de la técnica; de ahí que se le
identifique como la Revolución Científico Técnica.1
ACTIVIDAD N° 1
Realice una línea de tiempo sobre la Historia de la Ciencia con los datos más
relevantes del fragmento anterior.
LA CIENCIA Y SU CLASIFICACION
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Cañedo Andalia, Rubén. “Breve historia del desarrollo de la ciencia”. ACIMED. 1996. Pág. 38-41
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independencia de sus resultados prácticos inmediatos; por otro lado, están quienes
conciben como meta principal de la investigación científica la explotación de la
naturaleza y el control de la vida mediante un sistema de "recetas" (industriales,
agrícolas, médicas, sociales, etc.) que dirigen adecuadamente la acción sobre la
realidad.
Aun en su apogeo, en el comienzo del siglo XX la ciencia académica - donde el fin
principal es la obtención de conocimientos acerca del mundo circundante -, no fue el
único modelo institucional de investigación. Desde mediados del siglo XIX se
desarrolló un modelo alternativo, en el cual los científicos se empleaban directamente
a tiempo completo en la investigación. Firmas industriales avanzadas, tales como las
de la manufactura química empleaban a menudo a personas con preparación científica
como administradores o controladores de los procesos. Sin embargo, en 1860, los
fabricantes de colorantes dieron un paso decisivo con el establecimiento de
laboratorios propios de la compañía, donde fueron empleados científicos académicos
plenamente calificados para emprender investigaciones independientes, en espera de
descubrir nuevos productos y procesos.
Obvio que la ciencia industrial era opuesta a la ciencia académica como forma
institucional. Aplicaba una sociología interna diferente, y distintos incentivos y
retribuciones para el individuo y cumplía desiguales funciones en la sociedad. Aunque
se involucró en la noción científica de la investigación y se nutrió, en gran parte, del
contenido de la ciencia académica, se diseñó con una concepción instrumental como
medio de obtener determinados fines prácticos.
En cualquier caso, nunca fue filosófica o psicológicamente convincente insistir en el
carácter fundamental de la investigación, en dependencia de los propósitos supuestos
para los cuales se emprendía. En la práctica, la ciencia se halla con regularidad en
función de la solución de problemas. Es difícil establecer si el problema a resolver es
una interrogante proveniente de un programa de investigación de una disciplina
académica, o si éste se escogió porque es relevante para solucionar alguna necesidad
práctica humana.2
ACTIVIDAD N° 2
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Cañedo Andalia, Rubén. “Breve historia del desarrollo de la ciencia”. ACIMED. 1996. Pag 38-41
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Una idea acerca de lo que es la ciencia:
En lugar de dar una definición de ciencia, en nuestra opinión, es más importante hacer
algunas caracterizaciones de ella, que al final puedan constituirse en elementos para
una definición.
Es la historia de la ciencia la que nos ilustra cómo los logros de la actividad científica
han sido consecuencia de los esfuerzos y contribuciones de la comunidad científica
como totalidad.
La ciencia es, pues, una empresa colectiva y los resultados científicos un logro
colectivo. Tratar de reducir la historia de la ciencia a una colección de anécdotas y la
ciencia misma a una serie de instituciones geniales y circunstancias fortuitas es
privarla de ese ingrediente que la ha hecho profundamente humana: una creación
social en la cual han primado las actividades de comunicación, discusión y
rectificación.
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Todos los hombres desarrollan opiniones sobre la naturaleza que los rodea. Además,
todos los hombres tienen opiniones sobre el conocimiento. El medio natural determina
en gran medida el modo de vivir de todos los hombres y forma sus opiniones sobre la
sociedad y sobre su manera de vivir. Así, al intentar explicar el cambio y desarrollo del
conocimiento, no se pueden separar las opiniones sobre el mundo y el hombre, de las
opiniones del conocimiento en las cuales están insertas las primeras.
La ciencia contemporánea crea una nueva naturaleza, en el hombre y fuera de él.
Estos dos aspectos: el de la actividad del investigador y sobre las cuales él no tiene el
control explican, por lo menos en parte, la simultaneidad con que diferentes grupos de
investigación llegan a los mismos resultados, aun sin estar en comunicación directa.
Hasta hace algún tiempo se reservaba el término conocimiento a cierto tipo de saber,
a aquel que cumplía con requisitos tales como la verificabilidad empírica, o que podía
expresarse de alguna manera lógica y sin contradicción interna y que a su vez
encajaba sin contradicciones dentro del contexto de otros conocimientos aceptados.
Hoy, por los trabajos tanto de la historia de la ciencia como de la construcción del
conocimiento en el niño se ha tenido que aceptar que tanto el conocimiento común
como el conocimiento científico son conocimientos y que posiblemente el proceso de
construcción de explicaciones en el niño o en personas carentes de escolaridad y los
procesos de construcción de conocimientos científicos propiamente dichos no son
diferentes en esencia, aunque difieran en cuanto a punto de partida y herramientas a
utilizar se refiere.
La característica de la ciencia plantea a los historiadores del pensamiento científico
una tarea diferente. No se trata ya de rastrear como se han logrado los
descubrimientos de las leyes de la naturaleza, sino de explorar como se ha pasado de
un modelo de explicación a otro: cuales han sido los obstáculos que han debido
sortearse y las circunstancias que lo han posibilitado.
Es común presumir que el camino que vincula los fenómenos con la teoría es el
inverso al que existe entre la teoría y los fenómenos. En otras palabras se afirma que
así como cuando desde la teoría se prevén o predicen resultados que pueden
contrastarse en forma directa también el camino entre los datos empíricos y la
construcción teórica debe ser rectilíneo o reglamentado de alguna manera.
Para que los datos tengan significado deben estar inspirados por una reflexión previa.
El solo hecho de buscar datos supone que tal recolección está calificada por una idea
anterior. Nadie busca por buscar, nadie observa por observar, sin saber qué observa.
Es por eso que antes de emprender una exploración debe planearse la actividad.3
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Segura, Dino de J, Molina A “Las ciencias naturales en la escuela” en Investigación en la escuela Nº 14,
1991. Pág. 19 a 32
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Metas en la enseñanza de las ciencias
Cuando se concibe a la ciencia como un conjunto de teorías válidas y se considera la
libertad de estas y su grado de elaboración, puede concluirse que la enseñanza de la
ciencia no es posible ni aun para adolescente, mucho menos para niños del nivel
primario.
Si por el contrario se considera que el conocimiento no es un estado sino un proceso
en el cual tienen especial importancia las actitudes frente al conocimiento, frente a las
formas de trabajo y frente a sí mismo como sujeto que elabora explicaciones, la
situación es muy diferente. Esta concepción está relacionada con la concepción de lo
que es una teoría científica: en ella los términos sólo ganan significado a partir de
“referentes” comprendidos o experimentados o mediante vínculos con términos que los
posean.
Enriquecer la experiencia
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Confianza en su racionalidad.
ACTIVIDAD N° 3
Enumere y explique las metas en la enseñanza de las ciencias según Segura y Molina.
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Segura, Dino de J, Molina A “Las ciencias naturales en la escuela” en Investigación en la escuela Nº 14,
1991. Pág. 19 a 32
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La mayoría de las personas tiene dificultades para comprender el contenido de las
teorías científicas fundamentales y lo que es más peliagudo, comprender cómo se
construyen esas teorías, cuáles son sus alcances y cuáles sus limitaciones. Para un
ciudadano en una democracia moderna, esta ingenuidad es mucho más peligrosa. La
alfabetización científica (entendida como la comprensión profunda de las
características y leyes básicas del mundo que nos rodea con el desarrollo de ciertas
capacidades relacionadas con el modo de hacer de la ciencia: el pensamiento crítico y
autónomo, la formulación de preguntas, la interpretación de evidencias, la construcción
de modelos explicativos y la argumentación, la contrastación y el debate como
herramientas para la búsqueda de consensos, por citar solo algunas que creemos
fundamentales), es una cuestión central para su supervivencia en una sociedad
dominada por la ciencia y sus productos. Pero no solo eso; como nuestro ministro de
Educación señala, la importancia de la ciencia es tal que ésta alfabetización es un
ingrediente indispensable para el mantenimiento de la democracia misma. Los
resultados de los últimos estudios acerca del conocimiento de los jóvenes argentinos
sobre ciencia, nos muestran que estamos en una situación complicada.
En la visión popular y naíf de la ciencia, los datos empíricos tienen una importancia
desmedida e incontrovertible .Y son, por supuesto, fuertes que el cúmulo de
especulaciones apiladas en una teoría
Las entidades teóricas, por más especulativas que parezcan, son la verdadera fuerza
de choque intelectual de la estructura científica, los datos empíricos no solo
interactúan de manera compleja con el aparato teórico sino que son interpretados y
adquieren significado en el contexto de ese “marco teórico” 5
ACTIVIDAD N° 4
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Gellon, Gabriel. “Peligrosa ingenuidad” en Historia de la ciencia: un recurso para enseñar. Revista
Monitor Nº 16. Pág. 32
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