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Ruth Bader Ginsburg: la gran disidente


Melissa S. Ayala García
(https://eljuegodelacorte.nexos.com.mx/author/melisa-s-ayala-garcia/)
Septiembre 21, 2020

La noche del viernes recibí un mensaje que confirmaba el tsunami de año


que ha sido para todos el 2020: Ruth Bader Ginsburg falleció.

Ginsburg fue —y seguirá siendo— una inspiración personal por lo que


adelanto que este texto carece de cualquier objetividad. Su labor como
litigante, feminista y abogada me implantó la idea que el derecho puede ser
empleado como herramienta de cambio social; idea que hasta la fecha buscó
que sea la guía de mi carrera como abogada.

Muchos podrían preguntarse por qué tantas y tantos nos unimos al duelo
colectivo que representa la muerte de una jueza estadounidense. Ruth Bader
Ginsburg en sus años de litigio, como directora del Proyecto de Derechos de

las Mujeres (Women’s Rights Project) de ACLU1 nos enseñó que cuando se
quiere desmantelar un sistema que fue construido por, y para otros, la
estrategia lo es todo.
En diversos casos que llevó a la Corte Suprema decidió, por ejemplo, usar la
palabra género en lugar de la palabra sexo con el objetivo de no distraer a los
jueces con la palabra sexo. Asimismo, representó a clientes hombres cuando
encontraba una ley que hacia una distinción con las mujeres y, por ende,
dicha discriminación les afectaba. Esta táctica buscaba demostrar que, como
hoy casi todas sabemos, los efectos nocivos de la discriminación nos afectan
a todas y todos.

Podría escribir páginas de la vida y obra de Ruth Joan Bader Ginsburg; sin
embargo, en este texto me enfocaré en el legado jurisprudencial que nos deja
y trataré de explicar por qué sus votos particulares la posicionaron como la
gran disidente.
Ruth Bader Ginsburg fotografiada en 1977 por Lynn Gilbert

(https://commons.wikimedia.org/wiki/File:RB_Ginsburg_1977_©Lynn_Gilbert.jpg) bajo licencia de Creative

Commons (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/deed.en).

La litigante

Sex, like race, is a visible, immutable characteristic


bearing no necessary relationship to ability.
Sex, like race, has been made the basis for unjustified,
 or at least unproved, assumptions concerning
 or at least unproved, assumptions concerning
an individual’s potential to perform or to contribute to society.2

Como primera directora del Proyecto de Derechos de las Mujeres convenció


a la Corte Suprema estadounidense de que las mujeres y los hombres,
quienes habían sido tratados de manera diferente por las propias leyes
durante mucho tiempo, debían ser tratados como iguales.

Su trabajo como litigante feminista que buscaba lograr la igualdad de género


es un ejemplo de cómo un trabajo gradual, cuidadoso y minucioso, puede
llegar a atraer a la lucha feminista a quienes aún no lo están. Su carrera
ilustra que uno puede ser radical y al mismo tiempo apostar por una
construcción gradual del cambio; de hecho, como argumentaba, esta puede
ser la única forma de lograr un cambio duradero, citando a la propia
Ginsburg su estrategia era “lucha por las cosas que te importan, pero hazlo
de una manera que lleve a otros a unirse a ti”.3

Hemos de recordar que su labor en ACLU se dio a principios de la década


de los 70, cuando la Corte Suprema estadounidense entendía las diferencias
basadas en el sexo como algo normal y natural. En el momento, existían
leyes que prohibían de manera expresa que las mujeres pudiéramos fungir
como abogadas o servir como integrante de un jurado.

Y aquí es donde entra la brillante estrategia de Ginsburg, dada lo


composición 100% masculina de la Corte, decidió que si quería tirar dicha
normativa lo más eficiente era presentar casos que en nombre de
demandantes hombres.
demandantes hombres.

Muchas leyes que hacían diferencias con base en el sexo aparentaban


favorecer a las mujeres sobre los hombres, por ejemplo, otorgando a las
viudas beneficios automáticos de seguridad social si su esposo fallecía, pero
los mismos beneficios a los viudos solo si demostraban que habían
dependido de su cónyuge.

Debido a que tales leyes dañaban directamente a los hombres, Ginsburg


pensó que era más probable que tuvieran impacto en una Corte compuesta
exclusivamente por hombres. El verdadero daño, dejaba en claro Ginsburg
cada que presentaba un caso, era que esas leyes reforzaban los estereotipos
sobre la dependencia, la fragilidad y la necesidad de protección de las
mujeres.

Podemos dividir en cinco categorías4 los casos que la gran Ruth Bader
Ginsburg litigó a favor de los derechos de las mujeres:

a) Casos donde se involucraban viudos.5 En estos casos, RBG representó


hombres viudos afectados por normas estatales o federales.

b) Casos de embarazo.6 En estos, las mujeres que RBG representaba


estaban siendo forzadas a escoger entre sus embarazos o sus empleos;
estas mujeres embarazadas también estaban siendo excluidas de seguros
por discapacidad y planes de pensión.
por discapacidad y planes de pensión.

c) De esterilización forzada de mujeres afroamericanas.7 En este caso una


adolescente afroamericana había sido esterilizada forzadamente a través
del programa estatal de eugenesia de Carolina del Norte, una práctica
ampliamente extendida y enfocada en mujeres afroamericanas.

d) Casos relativos a formar parte de un jurado.8 Los estados habían hecho


opcional el servicio de jurado para las mujeres, regla que los acusados de
delitos impugnaban por violar su derecho a un juicio justo y a la igualdad
de protección ante la ley. RBG tomó los casos porque consideraba que
fuese opcional para las mujeres formar parte de un jurado, implicaba que
ellas eran el centro del hogar y la vida familiar por lo que podían evitar
cumplir una obligación primordial de ciudadanía.

e) El caso de la distinción de edad para consumir cerveza.9 En este caso,


jóvenes que formaban parte de fraternidades en Oklahoma atacaban la
constitucionalidad de la norma estatal que permitía que las mujeres
compraran cerveza baja en alcohol a los 18 años, cuando los hombres
tenían que esperar hasta los 21. En este caso, la Corte Suprema
finalmente aplicó un escrutinio intermedio a las leyes que discriminaban
por razón de sexo.

Notorious RBG: la ministra


The Court deprives women of the right to make
an autonomous choice, even at the expense of their safety.
This way of thinking reflects ancient notions
about women’s place in the family and under the Constitution-
 ideas that have long since been discredited.10

Dentro de su labor como jueza Ruth Bader Ginsburg se caracterizó por


hacerle las preguntas correctas a los litigantes y por su habilidad para
escribir opiniones claras y concisas. Pero fueron sus votos disidentes los que
la hicieron convertirse en la figura jurídica más emblemática de nuestra
época.

A través de sus votos disidentes, RBG buscaba explicarle a la mayoría de los


jueces por qué consideraba que estaban equivocados con la esperanza de
que “si la corte tiene un punto ciego hoy sus ojos estarán abiertos mañana».
Sus votos particulares se caracterizaron por el análisis sesudo de las
opiniones mayoritarias indicando de manera certera los errores del fallo.
Algunos de sus votos más reacios, naturalmente, provienen de casos
relacionados con la discriminación por género. Uno de sus votos disidentes
más emblemáticos es el de Ledbetter v. Goodyear Tire & Rubber Co.11

En dicho caso, Lilly Ledbetter demandó en 1999 a su empleador, Goodyear


Tire & Rubber Company, por discriminación de género después de
descubrir que, a lo largo de sus 19 años de carrera en la empresa, había
recibido una compensación menor que sus pares masculinos. Ganó el caso
en un tribunal federal en 2003 y recibió $ 3.8 millones por pagos atrasados y
daños. Goodyear apeló y el caso finalmente llegó a la Corte Suprema.
En 2007, esta Corte determinó que debido a que el reclamo de Ledbetter se
hizo después de un período de 180 días, no podía demandar a su empleador
bajo el Título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964, es decir, por ser
discriminada por su sexo.

Al estar en contra de la mayoría, cabe mencionar compuesta sólo por


hombres, Ginsburg pronunció una mordaz disidencia. Acusó a los ministros
de ser indiferentes a la brecha salarial de género, señalándolos frontalmente
de no comprender o ser indiferentes a la forma insidiosa en que las mujeres
pueden ser víctimas de discriminación salarial. Señaló que la decisión
tomada por la mayoría aconseja demandar desde el principio cuando no se
está seguro si la disparidad salarial que se está comenzando a experimentar
es causada por discriminación. De manera incisiva, señaló que el Título VII
estaba destinado a regir las prácticas laborales del mundo real, un mundo
que al parecer la Corte desconocía o pretendía ignorar.

En otro caso, Burwell v. Hobby Lobby Stores12 resuelto en el 2014, la Suprema


Corte resolvió que el gobierno no puede exigir a ciertas empresas con fines
de lucro que paguen por tipos específicos de anticonceptivos, como los
anticonceptivos de emergencia, para sus empleadas.

En su voto, Ginsburg escribió que la Corte se había “aventurado en un


campo minado” y agregó que perjudicaría a las y los empleados “que no
comparten las creencias religiosas de sus empleadores”. Asimismo, señaló la
barrera que pueden representar los costos de ciertos antonceptivos como el
barrera que pueden representar los costos de ciertos antonceptivos como el
DIU, mismos que enfrentan muchas mujeres al intentar obtener acceso a
diferentes tipos de anticonceptivos indicando que “el costo de un DIU es
casi equivalente al pago de un mes a tiempo completo para los trabajadores
que ganan el salario mínimo”.

Por último, en Gonzales v. Carhart13 la mayoría encabezada por el juez


Kennedy emitió una decisión que podía interpretarse como un atentado a
todo lo que había litigado. Como la propia RBG señaló, la decisión tomada
por la mayoría se imaginó a la pobre mujercita, lamentando la elección de
abortar que tomó.14 En su disenso, RBG le recordó a Kennedy que en sus
propias decisiones anteriores sobre el aborto y los derechos de la
comunidad LGBTI había afirmado que la obligación de los jueces es definir
la libertad de todos, no imponer el código moral propio.

RBG logró un cambio real. Ingresó al mundo de los abogados en un


momento en que los hombres ejercían todo el poder político y económico y
las mujeres no éramos tomadas en serio en la profesión legal, y la
normatividad estaba repleta de leyes que establecían diferencias basadas en
el sexo. Nos dio un modelo a seguir y sobretodo nos ofreció esperanza en
una época en la que es de lo más necesaria.

Gracias por todo y por tanto RBG. Que su memoria nos guíe a continuar la
revolución feminista.

Melisa S. Ayala García. Abogada por el ITAM. LLM candidate ‘19 por
Melisa S. Ayala García. Abogada por el ITAM. LLM candidate ‘19 por
Harvard Law School. Confundadora de Nosotrxs. Twitter:
@melissaayala92 (https://twitter.com/melissaayala92)

1
American Civil Liberties Union- Unión Estadounidense por las Libertades
Civiles, una de las ONGs más importantes en Estados Unidos.

2
Dicho por Ruth Bader Ginsburg al presentar y defender el caso Frontiero
v. Richardson, 411 U.S. 677, ante la Suprema Corte estadounidense en 1973.

3 “Fight for the things that you care about, but do it in a way that will lead
others to join you”.

4
Esta clasifiación la hacen Irin Carmon y Shana Knizhnik en la página 74
del libro Notorious RBG.

5
Kahn v. Shevin (1974), Weinberger v. Wiesenfeld (1975) y Califano
v.Goldfarb (1977).

6
Struck v. Secretary of Defense (1972), LaFleur v. Cleveland Board of
Education (1974), Geduldig v. Aiello (1974), General Electric v. Gilbert
(1976).
7
Cox v. Stanton (1973).

8 Edwards v. Healy & Taylor v. Louisiana (1975) y Duren v. Missouri (1979).


9
Craig v. Boren (1976).

10
Parte del voto particular de Ruth Bader Ginsburg en Gonzales v. Carhart.

11
Ledbetter v. Goodyear Tire & Rubber Co., 550 U. S. 618 (2007).

12
Burwell v. Hobby Lobby Stores, Inc., 573 U.S. 682 (2014).

13 Gonzales v. Carhart, 550 U.S. 124 (2007)

14
Véase “The Place of Women on the Court
(https://www.nytimes.com/2009/07/12/magazine/12ginsburg-t.html)”.

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