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En el año 1996 se publica la Ley N° 26566 del Régimen Laboral de los Jugadores de
Fútbol Profesional, estableciendo que el vínculo laboral de los jugadores de fútbol con
los clubes deportivos se debe sujetar a las normas regidas por la actividad privada (el
Texto Único Ordenado - TUO del Decreto Legislativo N° 728, Ley de Productividad y
Competitividad Laboral y sus normas complementarias, además de la aplicación
supletoria de las normas del Código Civil).
Por su parte (Weingarten, 2011), menciona que el contrato con el deportista es aquel en
el cual, este se pone servicio en forma exclusiva, su habilidad, destreza y energía física
para el ejercicio de determinado deporte, en forma profesional o habitual, por un plazo
determinado, a cambio de una remuneración convenida en dinero.
FORMALIDAD EN LA CONTRATACIÓN.
Debido a la relación laboral especial que tienen los jugadores y los clubes, los contratos
que realicen se deben celebrar por escrito para cumplir con las formalidades de
registrarlos en la FPF y el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE). El
reglamento de la FIFA en su artículo 4 señala también que los contratos de los
jugadores de fútbol profesional se deben realizar por escrito, para que sean usados como
medio probatorio en caso de que exista un conflicto de por medio.
Según (O'brien, 2018), sostiene que la Ley N° 26566 establece las condiciones de
trabajo de los futbolistas con los clubes, la defensa de sus derechos, como el de recibir
prestación médica y percibir pensiones, ya sea en el Sistema Nacional de Pensiones o el
Sistema Privado de Pensiones, así como la conducta que deben seguir.
No solo se trata de un simple juego, sino que, en el caso de los futbolistas, como con
cualquier otro trabajador, hay también múltiples obligaciones que cumplir como
beneficios durante su tiempo de servicios.
DERECHOS LABORALES
Ocupación efectiva.
Existe el día del jugador profesional (18 de julio), el cual debe ser considerado
feriado no laborable para ellos.
REMUNERACIÓN
Como todo trabajador, de igual modo tienen derechos sindicales o colectivos. La FPF
está obligada a realizar un encuentro anual en beneficio del sindicato de futbolistas,
existente desde casi el año 2000.
El tercer párrafo del artículo 1 de la ley refiere: Los futbolistas profesionales tienen
derecho a la seguridad social en el régimen de prestaciones de salud y en el de
pensiones, sea el SNP o el SPP. Los clubes están obligados a organizar y mantener un
servicio médico y social para atender a sus futbolistas. Estos deben estar siempre en los
lugares de concentración y en donde se desarrolle la actividad deportiva.
Los clubes, al igual que los empleadores comunes, deberán entregar una copia del
reglamento interno del club al futbolista, además de estar obligados a entregar lo propio
al sindicato de futbolistas; lo cual colisiona con la autonomía colectiva. Esta entrega es
un deber del régimen común, con lo que no entregar el reglamento interno podría
simplemente ser considerado una falta a nivel regulatorio por parte de los clubes de
fútbol, lo que trae como consecuencia que el futbolista desconozca las directrices de
este.
PERIODO DE PRUEBA
En palabras de (Lora, 2015) estos tipos de contratos son temporales, es decir pueden ser
por número específico de partidos o por torneos; sin embargo, el club también puede
extinguir el vínculo de forma unilateral, expresando los motivos o la causa justa de
despido, para lo cual se aplicará la ley laboral vigente en lo concerniente a las faltas
graves. A pesar de lo recién dicho, hay que tener en cuenta la llamada causa deportiva
justificada utilizada como causal de extinción del vínculo laboral.
JORNADA LABORAL
La jornada de trabajo a las que se encuentran sujetos los futbolistas tienen cierta
singularidad. Así, aun cuando se encuentren sujetos al régimen de la actividad privada
y, por tanto, corresponde que su jornada ordinaria de trabajo no exceda de 8 horas
diarias o 48 horas semanales, existen excepciones. A modo de ejemplo, podemos
mencionar las concentraciones de equipo realizadas antes de los partidos, algunas de las
cuales pueden extenderse hasta por 72 horas previas al día del encuentro a disputar.
SITUACIÓN QUE RESULTA NECESARIO MEJORAR
Las partes de este contrato son dos: el club empleador y el futbolista profesional, que
ocuparía el lugar del trabajador.
CLÁUSULA DE RESCISIÓN
La ley peruana sí regula la rescisión contractual por un acto unilateral del club, en que
se establece claramente que “para la terminación de la relación contractual por acto
unilateral del club, el futbolista tendrá derecho a una indemnización equivalente a una y
media (1.5) remuneración mensual por cada uno de los meses que le restan para el
vencimiento del plazo de vigencia del contrato, así como las cantidades que por
beneficios sociales regulados en las normas nacionales le correspondan”. Mientras que
en la legislación chilena prohíbe la rescisión unilateral sin causa justa.
Según (Ortiz, 2005), en caso se generen disputas de índole laboral entre los clubes
deportivos y los futbolistas profesionales, estos sólo podrán acudir a la Cámara de
Conciliación y Resolución de Disputas de la Federación Peruana de Fútbol (en adelante,
“CCRD”), más no a la jurisdicción ordinaria, según lo dispuesto por el artículo 13 del
Estatuto de la Federación Peruana de Futbol (en adelante, “FPF”) y el artículo 3 del
T.U.O. del Reglamento Interno de la CCRD. Lo que no deja de generar dudas sobre una
eventual afectación del derecho a la tutela jurisdiccional efectiva de los implicados.
Cabe agregar que los futbolistas profesionales y los clubes deportivos se encuentran
sometidos tanto a la normativa nacional –tal como la dispuesta por la FPF o, en materia
de convenios colectivos, al “Estatuto del Jugador”– como a la normativa internacional
emitida por organismos privados como la FIFA o la CONMEBOL tal como el
Reglamento sobre el Estatuto y Transferencia de Jugadores. Por ello, se pueden suscitar
controversias ante una eventual contradicción entre un grupo normativo y otro.
Ahora bien, habiendo expuesto las a grandes rasgos las particulares de la relación
laboral que mantienen los futbolistas profesionales con los clubes deportivos.
Según (Crespo, 2021), la contratación del menor de edad en el Perú pues dada las
condiciones de este sujeto, mayormente se encuentra en una situación de vulnerabilidad;
ante ello, nace la necesidad de proponer una mayor tutela en diferentes situaciones
deportivas por ejemplo cuando se pretenden sus servicios profesionales como jugador
para un club deportivo.
En nuestro país, solo existe la Ley del Régimen Laboral de los Jugadores de Fútbol
Profesional, la cual no hace mención a la situación de los menores de edad como
jugadores de fútbol profesional, mucho menos se refiere a situaciones tales como por su
formación académica, remuneración, jornada laboral, etc.
La ley Nº 30994 tiene por objeto establecer normas y medidas destinadas a facilitar la
formación, contribuir a la preparación y asegurar el retiro del deportista calificado de
alto nivel en condiciones dignas.
DE LA CONTRATACIÓN Y OTROS BENEFICIOS
El contrato laboral especial a ser suscrito, está sujeto a los alcances del Decreto
Legislativo 728.
El contrato especial para el deportista de alto nivel se regula según las disposiciones que
dicte el Poder Ejecutivo.
El Estado establece las condiciones y los requisitos para que los deportistas de alto nivel
gocen de una pensión acorde con el período de sus aportes, desde su formación hasta su
retiro.