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Gobierno de Bolivia garantiza

estabilidad de precios de los


combustibles
UCOM-MHE-16-08-2022.- El Estado Plurinacional de Bolivia es uno de los
pocos países de América —y del mundo— que mantiene estable los precios de
la gasolina, el diésel, el gas natural vehicular (GNV) y el gas licuado de petróleo
(GLP) que se comercializan en el mercado interno, pese al incremento del
precio internacional del petróleo crudo, ocasionado por el conflicto entre Rusia
y Ucrania. Esta medida de mantener los precios “congelados” es una política
del gobierno nacional, en el marco de su Modelo Económico Social Comunitario
Productivo, que permite reducir el riesgo de una ola de inflación que desataría
el incremento en el valor de los carburantes.

El sector energético es el motor de cualquier actividad de desarrollo en el


mundo. Por ello, la subvención al precio de los combustibles para su
comercialización en el mercado interno es la política con mayor impacto
positivo para las familias bolivianas.

Bolivia se caracteriza por ser un productor de gas, pero no así de petróleo. Por
tanto, debe importar diésel e insumos y aditivos para la gasolina. A causa del
conflicto Rusia-Ucrania, el costo de estos líquidos se incrementó
sustancialmente en el exterior, ocasionando que Bolivia importe estos
productos a un precio superior al de años anteriores. Sin embargo, al Modelo
Económico Social Comunitario Productivo, el Estado mantiene congelados los
precios en el mercado interno.

Desde hace más de 15 años, los bolivianos adquieren la gasolina especial a


Bs3,74 por litro (Bs/l), el diésel a Bs3,72 por litro, el metro cúbico de GNV a
Bs1,66 y una garrafa con GLP a Bs22,5; sin mencionar que el precio del gas
domiciliario es uno de los más baratos de la región, con un costo que oscila
entre los Bs10 y Bs12 al mes.
La estabilidad de estos precios fortalece la seguridad energética del país y da
certidumbre a los emprendimientos de los sectores públicos, privados e
industriales que requieren indispensablemente de los recursos energéticos.

Además, y no menos importante, el sostenimiento del precio de estos


hidrocarburos es un factor determinante para controlar la inflación. Un mínimo
incremento en el precio de los combustibles desataría la subida de precios del
transporte público, de los fertilizantes, de los alimentos y de casi todos los
productos y servicios en el país; y, posteriormente, aunque los combustibles
volvieran a su precio actual del mercado interno, no ocurriría lo mismo con los
productos y servicios.

Por tanto, la subida del costo de los carburantes no solo afectaría a los
conductores particulares, al transporte público, al agro o a la industria, sino que
tendría impacto directo en el bolsillo de cada ciudadano del país.

Abastecimiento garantizado

El 19 de enero de 2022, el presidente Luis Arce promulgó el Decreto Supremo


4661, que establece la reducción del gravamen arancelario a 0% para la
importación de petróleo crudo y que permite a Yacimientos Petrolíferos
Fiscales Bolivianos (YPFB) definir los volúmenes que se deban importar de ese
hidrocarburo en función a la necesidad del mercado interno y la capacidad de
procesamiento de las refinerías.

Con esta norma, el gobierno nacional, mediante el Ministerio de Hidrocarburos


y Energías y sus entidades bajo tuición: YPFB y la Agencia Nacional de
Hidrocarburos (ANH), garantiza el abastecimiento de carburantes para todos
los sectores en el país.

Cada año, el parque automotor incrementa y ocasiona una subida en la


demanda interna de combustibles. Sin embargo, esta situación no ha
representado problema alguno para el gobierno nacional, que ha sabido
anticiparse a posibles percances para que la oferta de los hidrocarburos se
haya mantenido estable, a diferencia de lo ocurrido durante el golpe de Estado
en 2020, cuando la población debía madrugar y hacer largas filas para
abastecerse de combustibles.

A fines de mayo de este 2022, el incumplimiento en la entrega de líquidos por


parte de una empresa peruana perjudicó la cadena de suministro para el
mercado occidental del país. Sumado a ello, una campaña de desinformación
por personas inescrupulosas sembró especulación en la población con el
precio de los combustibles. Sin embargo, esa situación fue subsanada en el
menor tiempo gracias a que la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales
Bolivianos (YPFB) gestionó los medios necesarios con otros proveedores e
incrementó en más del 100% la capacidad de las refinerías para estabilizar el
abastecimiento interno de combustibles.

Por otra parte, es necesario aclarar que el incremento en los recursos erogados
para la subvención de los combustibles no se debe a que el consumo interno se
haya disparado o a que haya una menor producción de líquidos en el país,
como algunos medios de comunicación han señalado malintencionadamente.
El aumento se debe por la subida de precios del petróleo, como se explicó
anteriormente.

Contexto internacional

El conflicto entre Rusia y Ucrania se desató en febrero de 2022, y a penas un


mes después los precios de los combustibles para el consumidor final se
incrementaron en los países de la región. Sin embargo, Bolivia supo controlar
este efecto para garantizar la estabilidad económica de la población, tal como
se describen en los siguientes gráficos:
Como se puede evidenciar, en Argentina se incrementó el precio del diésel en
un promedio de 54%, en Brasil este combustible prácticamente duplicó su
costo, en Chile se incrementó en un promedio de 79% y en Perú en un promedio
de 95%. Mientras que la gasolina especial, en Argentina se incrementó en un
promedio de 59%, en Brasil y Chile el precio se incrementó en más de 100% y en
Perú se incrementó en un promedio de 98%.

Al contrario de lo que ocurrió en estos países vecinos, Bolivia mantuvo fijos los
precios de los carburantes, en el marco de una política instruida por el
presidente Luis Arce para dar certidumbre y tranquilidad y avanzar hacia la
reactivación económica del pueblo boliviano.

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