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CARLOS ARTURO GUARÍN JURADO

Magistrado ponente

SL761-2021
Radicación n.° 59400
Acta 07

Bogotá, D. C., ocho (8) de marzo de dos mil veintiuno


(2021).

Procede la Corporación a dar cumplimiento a lo


ordenado en la sentencia CC SU-143-2020, notificada el 12
de noviembre de igual anualidad, cuyo expediente arribó a la
Sala en febrero del corriente año, por medio de la cual, se
dispuso i) «[…] DEJAR SIN EFECTOS la sentencia de casación
proferida […] el 8 de agosto de 2018 (SL3280-2018)» y ii) «[…]
ORDENAR a […] la Sala de descongestión No. 2- de la Corte
Suprema de Justicia, proferir una nueva sentencia […]», con
fundamento en las siguientes directrices:

a) Analice el fondo de los argumentos presentados por el PAR


TELECOM en el cargo de casación sexto. En particular, la Sala
de Casación Laboral deberá (i) constatar si el Tribunal Superior
de Barranquilla incurrió en una violación indirecta de la ley
sustancial al no valorar los medios probatorios individualizados
por el PAR en el recurso de casación respecto de cada uno de los
demandantes que se encuentran en el segundo y tercer grupo;
(ii) resuelva si los ex trabajadores incluidos en estos grupos,
tenían o no derecho a recibir una “indemnización por la
protección legal del Retén Social, sustitutiva del reintegro” ; y (iii)

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con base en ello, decida si la sentencia del Tribunal Superior debe


o no ser casada. Respecto de los demandantes que están
incluidos en el primer grupo, la Sala de Casación Laboral, deberá
reproducir el contenido de la sentencia original proferida el 8 de
agosto de 2018.

b) Analice el fondo de los argumentos presentados por el PAR


TELECOM en los cargos de casación noveno y décimo. En
particular, la Sala de Casación Laboral deberá: (i) establecer si
los ex trabajadores de TELECOM a quienes el Tribunal Superior
de Barranquilla les reconoció el derecho a una pensión
anticipada de jubilación, cumplen con los requisitos establecidos
en el instructivo para dichos efectos, en particular, estar
cobijados por el régimen de transición de la Ley 100 de 1993; (ii)
verifique si las pensiones anticipadas fueron liquidadas de
acuerdo con lo que señalaba el instructivo y, (iii) con base en ello,
decida si las condenas ordenadas por el Tribunal Superior de
Barranquilla en el resolutivo cuarto de la sentencia recurrida
deben o no ser casadas;

c) Defectos que en sede de unificación no prosperaron. En


relación con las decisiones respecto de los cargos de casación
primero, segundo, tercero, cuarto, quinto, séptimo, octavo y
undécimo, la Sala de Casación Laboral, deberá reproducir el
contenido de la sentencia original proferida el 8 de agosto de
2018.

Decide la Sala el recurso de casación interpuesto por el


PATRIMONIO AUTÓNOMO DE REMANENTES TELECOM Y
TELEASOCIADAS EN LIQUIDACIÓN “PAR”, contra la
sentencia de la Sala Laboral del Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Barranquilla, del siete (7) de septiembre
de dos mil doce (2012), en el proceso que le instauraron a él
y a la FIDUCIARIA FIDUAGRARIA S. A. y FIDUCIARIA
POPULAR S. A., MARIO ORLANDO DURÁN MORALES,
GONZALO ENRIQUE TRIANA VERGARA, RICARDO DE
JESÚS MARCHENA MUÑOZ, LUIS RAFAEL MUÑOZ
MÁRMOL, JOSÉ RAFAEL GÓMEZ DE LA CRUZ, OSWALDO
DE JESÚS BELEÑO SILVA, JESÚS ANTONIO HERNÁNDEZ
RODRÍGUEZ, CARLOS ALBERTO PÉREZ MARTÍNEZ,

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GUSTAVO CANDELARIO ESCORCIA ESCORCIA, NÉSTOR


JULIO VARELA JIMÉNEZ, IVÁN ALCIDES VÁSQUEZ
ACEVEDO, PRISCILIANO ECHEVERRÍA CONSUEGRA,
DILIA ELENA ORTIZ MEJÍA, GABRIEL MOISÉS
CHARTUNI, NELSON ENRIQUE OVIEDO JIMÉNEZ,
MARTHA LUCÍA GUTIÉRREZ CONSUEGRA, JUDITH
MARÍA GONZALES SILGADO, LAYLA MARÍA GARZÓN
DIAB Y JORGE TADEO LOZANO RUEDA.

I. ANTECEDENTES

Mario Orlando Durán Morales, Gonzalo Enrique Triana


Vergara, Ricardo de Jesús Marchena Muñoz, Luis Rafael
Muñoz Mármol, José Rafael Gómez de la Cruz, Oswaldo de
Jesús Beleño Silva, Jesús Antonio Hernández Rodríguez,
Carlos Alberto Pérez Martínez, Gustavo Candelario Escorcia
Escorcia, Néstor Julio Varela Jiménez, Iván Alcides Vásquez
Acevedo, Prisciliano Echeverría Consuegra, Dilia Elena Ortiz
Mejía, Gabriel Moisés Chartuni, Nelson Enrique Oviedo
Jiménez, Martha Lucía Gutiérrez Consuegra, Judith María
Gonzales Silgado, Layla María Garzón Diab y Jorge Tadeo
Lozano Rueda, llamaron a juicio a Fiduagraria S. A.,
Fiduciaria Popular S. A. y al Patrimonio Autónomo de
Remanentes de Telecom -PAR-, con el fin de que se les
condenara a reconocerles la pensión anticipada de
jubilación, a partir del 25 de agosto de 2003, en cuantía
equivalente al 75 % de los factores legales y extralegales
devengados, entre el 1º de abril de 1994 y el 15 de abril de
2003, para cargos ordinarios, o entre el 16 de abril de 2002
y el 15 de abril de 2003, para cargos de excepción, hasta que

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se profiriera el reconocimiento de la pensión de jubilación de


régimen especial y/o de excepción de Telecom, a cargo de
Caprecom, junto con la indexación y los reajustes anuales.

En subsidio, suplicaron que se declarara su pertenencia


al retén social, por ostentar la calidad de padres o madres
cabeza de familia sin alternativa económica y, en
consecuencia, se condenara al pago de los salarios dejados
de devengar, los incrementos legales y extralegales, las
prestaciones e indemnizaciones compatibles con esa
protección; así como la solución de continuidad en la relación
laboral, desde el 31 de julio de 2003 hasta la fecha en que se
profiera la sentencia y se haga efectivo el pago; o la
reliquidación del auxilio de cesantía e indemnización por
despido sin justa causa, la indemnización moratoria o, en
defecto de ella, la indexación correspondiente (f.° 9 a 12,
cuaderno n.° 1).

Narraron, que estaban vinculados a Telecom, cuando se


transformó en empresa industrial y comercial del Estado;
que de acuerdo al artículo 10° del Decreto 1835 de 1994,
tienen derecho a que se les apliquen las normas pensionales,
prestacionales y las convenciones colectivas vigentes a ese
momento, celebradas entre la demandada y el Sindicato de
Trabajadores de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones
– SITTELECOM -, Sindicato de Industria de Trabajadores de
las Telecomunicaciones – ATT-, Asociación Nacional de
Profesionales de las Telecomunicaciones – ASITEL, y la Unión
Sindical de Trabajadores de las Comunicaciones – USTC-.

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Dijeron, que de conformidad con el Decreto 1615 de


2003, Telecom entró en liquidación; que el 31 de julio de ese
año, fueron finalizados sus contratos de trabajo sin justa
causa; que, para esa época, a excepción de Layla María
Garzón Diab y Jorge Tadeo Lozano Rueda, quienes tenían
menos de 10 años de servicios, todos eran pre pensionables,
pues cumplían los requisitos de los artículos 9º, 10° y 11 del
Decreto 2661 de 1960, para acceder a la pensión de
jubilación.

Manifestaron, que en marzo de 2003, la ex empleadora


ofreció a otros trabajadores que, como ellos, se encontraban
a menos de siete años para pensionarse, un plan de pensión
anticipada, obligándose a pagar la prestación de jubilación,
hasta que les fuera reconocida por la entidad de seguridad
social a la que se encontraban afiliados; que dicho
ofrecimiento, no se les realizó; que, por ende, elevaron sendos
derechos de petición, los cuales no fueron atendidos
individualmente; que mediante Resolución n.° 001-2003 del
28 de octubre de 2003 se les informó que no eran
beneficiarios del plan, porque el límite fijado por el Decreto
1835 de 1994 había sido el 31 de diciembre de 2004.

Relataron, que la Sala Penal del Tribunal Superior de


Medellín, en sentencia de tutela, después de encontrar
vulnerado el derecho a la igualdad, ordenó que se les
ofreciera el plan de pensión anticipada a todos los que
estuvieran a menos de siete años de cumplir los requisitos
para pensión, establecidos en los regímenes especiales por
ocupar cargos de excepción.

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Añadieron, que la demandada no acató esa orden y que,


en todo caso, tenían derecho al retén social del artículo 12 de
la Ley 790 del 2002, reglamentado por el Decreto 190 de
2003, en la modalidad de «padre cabeza de familia o madre
cabeza de familia, sin alternativa económica», pero que tal
reconocimiento se les negó o no les fue contestado por las
demandadas (f.° 1 a 8, ibidem).

El Patrimonio Autónomo de Remanentes de Telecom, -


PAR - se opuso a las pretensiones y, en cuanto a los hechos,
negó que la terminación de los contratos de trabajo hubiese
sido inconstitucional e injusta, pues se atuvo a la normativa;
aceptó como cierto, únicamente, la orden de liquidación de
Telecom; sobre los demás, manifestó que eran
transcripciones o apreciaciones jurídicas, o que no le
constaban, por aludir a situaciones presentadas con la
extinta empleadora.

Propuso las excepciones de mérito que denominó:


imposibilidad de proferir sentencia de fondo contra el
Consorcio Remanentes Telecom, imposibilidad jurídica y de
hecho para proceder al reconocimiento de la pensión
anticipada, falta de los presupuestos de hecho y derecho
para el reconocimiento de la pensión anticipada, falta de
legitimación en la causa por pasiva, buena fe y prescripción
(f.° 250 a 369, cuaderno n.° 2).

Fiduagraria S. A. y Fiduciaria Popular S. A., guardaron


silencio (f.° 521 del cuaderno n.° 2).

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II. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA

El Juzgado Primero Laboral del Circuito de


Barranquilla, mediante sentencia del 25 de abril de 2008,
resolvió:

PRIMERO: Declarar que MARIO ORLANDO DURÁN MORALES,


GONZALO ENRIQUE TRIANA VERGARA, RICARDO DE JESÚS
MARCHENA MUÑOZ, LUIS RAFAEL MUÑOZ MÁRMOL, JOSÉ
RAFAEL GÓMEZ DE LA CRUZ, OSWALDO DE JESÚS BELEÑO
SILVA, JESÚS ANTONIO HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, CARLOS
ALBERTO PÉREZ MARTÍNEZ, GUSTAVO CANDELARIO
ESCORCIA ESCORCIA, NÉSTOR JULIO VARELA JIMÉNEZ, IVÁN
ALCIDES VÁSQUEZ ACEVEDO, PRISCILIANO ECHEVERRÍA
CONSUEGRA, DILIA ELENA ORTIZ MEJÍA, NELSON ENRIQUE
OVIEDO JIMÉNEZ, GABRIEL MOISÉS CHARTUNI, JORGE
TADEO LOZANO RUEDA, LAYLA MARÍA GARZÓN DIAB, se les
vulneraron sus derechos fundamentales y constitucionales, pues
demostraron ser Padres y Madres Cabeza de Familia, por lo que
les asiste el derecho a que el consorcio conformado por LA
FIDUCIARIA FIDUAGRARIA S. A., y FIDUCIARIA POPULAR S. A.,
que constituyeron el Patrimonio autónomo de Remanentes
Telecom, denominado PAR, que reemplazaron la gestión que
venía adelantando la FIDUCIARIA LA PREVISORA S. A. y el
LIQUIDADOR DE LA EMPRESA NACIONAL DE
TELECOMUNICACIONES TELECOM, hoy liquidada; ordenado
mediante el Decreto 4781 del 30 de Diciembre de 2005, los
reconozca como Padres y Madres Cabeza de Familia, por lo tanto
el PAR debe reintegrarlos hasta el 31 de enero de 2006 sin
solución de continuidad a los cargos que venían desempeñando
en la extinta Empresa Nacional de Telecomunicaciones de
Telecom, y teniendo en cuenta que la entidad fue liquidada, se
les debe realizar el cruce de cuentas; a partir del 31 de julio de
2003, hasta el 31 de enero de 2006, fecha en la que se extinguió
de forma definitiva la Empresa, pagándoles los salarios dejados
de devengar, prestaciones sociales y los emolumentos que los
demandantes percibían por convención Colectiva de Trabajo,
suscrita entre la Empresa y el Sindicato.

SEGUNDO: Declarar que los demandantes: MARIO ORLANDO


DURÁN MORALES, RICARDO DE JESÚS MARCHENA MUÑOZ,
LUIS RAFAEL MUÑOZ MÁRMOL, JOSÉ RAFAEL GÓMEZ DE LA
CRUZ, OSWALDO DE JESÚS BELEÑO SILVA y JESÚS ANTONIO
HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, tienen la edad y cumplen los
requisitos de tiempo laborado, de acuerdo a la adenda
Convencional suscrita entre la extinta Empresa Nacional de

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Telecomunicaciones-Telecom y el Sindicato al que se


encontraban afiliados se pactó en cargos de naturaleza
Administrativa la Pensión vitalicia con 50 años de edad y 20 de
servicios continuos o discontinuos, y demostrado se encuentra,
que los nombrados laboraron más de 20 años continuos en la
Empresa y a la fecha de hoy, tienen más de 50 años de edad, por
lo que se hace procedente declarar que tienen derecho a acceder
a su pensión vitalicia, que le ha de otorgar la Caja de Previsión
Social de Telecom CAPRECOM, donde se encontraban afiliados
para efectos de pensión, y en tal sentido se les oficiara, la que les
será otorgada a partir del 10 de febrero de 2006, fecha en que se
liquidó en forma definitiva la Empresa, ya que a los mismos se
les otorgó el Beneficio del Retén Social, por ser considerados
Padres Cabeza de Familia.

TERCERO: Declarar que los demandantes: GONZALO ENRIQUE


TRIANA VERGARA, CARLOS ALBERTO PÉREZ MARTÍNEZ,
GUSTAVO CANDELARIO ESCORCIA ESCORCIA, NÉSTOR
JULIO VARELA JIMÉNEZ, IVÁN ALCIDES VÁSQUEZ ACEVEDO,
GABRIEL MOISÉS CHARTUNI, NELSON ENRIQUE OVIEDO
JIMÉNEZ, DILIA ELENA ORTIZ MEJÍA, PRISCILIANO
ECHEVERRÍA CONSUEGRA, MARTHA LUCÍA GUTIÉRREZ
CONSUEGRA y JUDITH MARÍA GONZÁLEZ SILGADO, se les
otorgará el Beneficio de la Pensión Anticipada, por cumplir con
el tiempo laborado y hacerle falta para su pensión menos de 7
años, la que será cubierta por el PAR, tal como se ordenará, en
las mismas condiciones en que les fue concedida a los
trabajadores, a quienes se les otorgó a partir del 10 de abril de
2003, pero como quiera que, a ellos se les otorgó el Beneficio del
Retén Social, por ser considerados Padres y Madres Cabeza de
Familia, la pensión les será otorgada a partir del (sic) de febrero
de 2006, fecha en que se liquidó en forma definitiva la Empresa,
ya que a los mismos se les otorgó el Beneficio del Retén Social,
por ser considerados Padres Cabeza de Familia, siendo ésta a
cargo del PAR, por las razones ya esbozadas, hasta que los
demandantes cumplan la edad de 50 años, para que la misma
les sea reconocida por la Caja de Previsión Social de Telecom-
CAPRECOM, donde se encontraban afiliados para efectos de
pensión, teniendo como norte el cumplimiento de la Convención,
que ordena la Pensión vitalicia con 50 años de edad y 20 de
servicios continuos o discontinuos, partiendo que a la fecha de
este proferimiento los demandantes no cuentan con la edad de
50 años, en su mayoría oscilan entre los 47 y 48 años de edad.

TERCERO (sic): Declarar que los demandantes LAYLA GARZÓN


DIAB y JORGE TADEO LOZANO RUEDA, fueron despedidos
injustamente por lo que se ordena su reintegro a la nómina de
trabajadores del PAR, hasta que culmine la vida jurídica del ente
como tal, por las razones expresadas en la parte considerativa
del presente fallo.

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CUARTO: Se ordena que a los demandantes se les debe dar el


mismo trato que se les dio a los trabajadores que se sometieron
a la pensión anticipada, que el cruce de cuentas a los
demandantes a quienes se les concede el beneficio del Retén
Social, debe realizarse como dispuso la H. Corte Constitucional
en las SU 388 y SU 389 de 2005, y como quiera que el cruce es
con la indemnización de que fueron objeto, ésta debe realizarse
con aplicación a la Convención Colectiva vigente que señala en el
artículo 50 de la Convención Colectiva de Trabajo 1994 — 1995.

QUINTO: Se declara que las excepciones interpuestas por la parte


demandada no prosperaron.

SEXTO: Se declara que se absuelve a la parte demandada de la


indexación, ya que se condena a la sanción moratoria, y esta es
la forma de corregir la depreciación del peso, y reparar los daños.

SÉPTIMO: Condenar en costas al ente demandado. Tásense (f.°


2068 a 2102, cuaderno n.° 7).

III. SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA

La Sala Laboral del Tribunal Superior del Distrito


Judicial de Barranquilla, al resolver la apelación del
Patrimonio Autónomo de Remanentes, el 7 de septiembre de
2012, decidió:

REFORMAR la sentencia materia de la presente apelación, la cual


quedará así:

PRIMERO: Confirmar los puntos 5º, 6º y 7º de la sentencia


apelada.

SEGUNDO: Condenar a las sociedades Fiduciaria Fiduagraria S.


A., Fiduciaria Popular S. A., y Patrimonio Autónomo de
Remanentes "P A. R." a pagar a título de indemnización por la
protección legal del Retén Social, sustitutiva del reintegro a favor
de los demandantes que a continuación se señala:

2.1 Mario Orlando Durán Morales, la suma de $812.960


mensuales, más los incrementos y prestaciones sociales legales
y convencionales, desde el momento de la terminación del
contrato de trabajo por supresión de cargo en la data 26 de julio
de 2003, hasta el 31 de enero de 2006.

2.2 Gonzalo Enrique Triana Vergara, la suma de $2.477.177


mensuales, más los incrementos y prestaciones sociales legales

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y convencionales, desde el momento de la terminación del


contrato de trabajo por supresión de cargo en la data 26 de julio
de 2003, hasta el 31 de enero de 2006.

2.3 Ricardo de Jesús Marchena Muñoz, la suma de $1.160.738


mensuales, más los incrementos y prestaciones sociales legales
y convencionales, desde el momento de la terminación del
contrato de trabajo por supresión de cargo en la data 26 de julio
de 2003, hasta el 31 de enero de 2006.

2.4 Luís Rafael Muñoz Mármol. La suma de $936.597 mensuales,


más los incrementos y prestaciones sociales legales y
convencionales, desde el momento de la terminación del contrato
de trabajo por supresión de cargo en la data 26 de julio de 2003,
hasta el 31 de enero de 2006.

2.5 Jesús Antonio Hernández Rodríguez, la suma de $936.597


mensuales, más los incrementos y prestaciones sociales legales
y convencionales, desde el momento de la terminación del
contrato de trabajo por supresión de cargo en la data 26 de julio
de 2003, hasta el 31 de enero de 2006.

2.6 Gustavo Candelario Escorcia Escorcia, la suma de


$1.095.358 mensuales, más los incrementos y prestaciones
sociales legales y convencionales, desde el momento de la
terminación del contrato de trabajo por supresión de cargo en la
data 26 de julio de 2003, hasta el 31 de enero de 2006.

2.7 Néstor Julio Varela Jiménez, la suma de $1.546.433


mensuales más los incrementos y prestaciones sociales legales y
convencionales, desde el momento de la terminación del contrato
de trabajo por supresión de cargo en la data 26 de julio de 2003,
hasta el 31 de enero de 2006.

2.8 Iván Alcides Vásquez Acevedo, la suma de $890.735


mensuales, más los incrementos y prestaciones sociales legales
y convencionales, desde el momento de la terminación del
contrato de trabajo por supresión de cargo en la data 26 de julio
de 2003, hasta el 31 de enero de 2006.

2.9 Prisciliano Echeverría Consuegra, la suma de $979.307


mensuales, más los incrementos y prestaciones sociales legales
y convencionales, desde el momento de la terminación del
contrato de trabajo por supresión de cargo en la data 26 de julio
de 2003, hasta el 31 de enero de 2006.

2.10 Nelson Enrique Oviedo Jiménez, la suma de $890.735


mensuales, más los incrementos y prestaciones sociales legales
y convencionales, desde el momento de la terminación del
contrato de trabajo por supresión de cargo en la data 26 de julio
de 2003, hasta el 31 de enero de 2006.

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2.11 Layla María Garzón Diab, la suma de $2.477.717


mensuales, más los incrementos y prestaciones sociales legales
y convencionales, desde el momento de la terminación del
contrato de trabajo por supresión de cargo en la data 26 de julio
de 2003, hasta el 31 de enero de 2006.

2.12 José Rafael Gómez, la suma de $975.552 mensuales, más


los incrementos y prestaciones sociales legales y convencionales,
desde el momento de la terminación del contrato de trabajo por
supresión de cargo en la data 26 de julio de 2003, hasta el 31 de
enero de 2006.

2.13 Oswaldo de Jesús Beleño Silva, la suma de $979.307


mensuales, más los incrementos y prestaciones sociales legales
y convencionales, desde el momento de la terminación del
contrato de trabajo por supresión de cargo en la data 26 de julio
de 2003, hasta el 31 de enero de 2006.

TERCERO: Condenar a las sociedades Fiduciaria Fiduagraria S.


A., Fiduciaria Popular S. A., y Patrimonio Autónomo de
Remanentes "P A R." a reconocer y pagar una pensión de
jubilación a favor de los extrabajadores demandantes que se
relacionan a continuación:

3.1. Mario Orlando Durán Morales, por cuantía inicial de


$1.437.379.43 mensuales desde el 11 de noviembre de 2006,
más los reajustes legales hasta el momento en que las entidades
de previsión social Caprecom o Instituto de los Seguros Sociales
o las que hagan sus veces, asuman en su integridad esta pensión.

3.2. Ricardo de Jesús Marchena Muñoz, por cuantía


$1.768.060.50 desde el 13 de octubre de 2006, más los reajustes
legales hasta el momento en que las entidades de previsión social
Caprecom o Instituto de los Seguros Sociales o las que hagan sus
veces, asuman en su integridad esta pensión.

3.3. Luís Rafael Muñoz Mármol, por cuantía $1.446.902.46


desde el 10 de febrero de 2006, más los reajustes legales hasta el
momento en que las entidades de previsión social Caprecom o
Instituto de los Seguros Sociales o las que hagan sus veces,
asuman en su integridad esta pensión.

3.4. José Rafael Gómez De La Cruz, por cuantía $1.665.821.12


desde el 10 de noviembre de 2006, más los reajustes legales
hasta el momento en que las entidades de previsión social
Caprecom o Instituto de los Seguros Sociales o las que hagan sus
veces, asuman en su integridad esta pensión.

3.5. Oswaldo de Jesús Beleño Silva, por cuantía $ 1.665.821.12


mensuales, desde el 5 de agosto de 2006, más los reajustes
legales hasta el momento en que las entidades de previsión social
Caprecom.

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3.6. Jesús Antonio Hernández Rodríguez, por cuantía


$1.494.571.50 mensuales, desde el 26 de abril de 2006, más los
reajustes legales hasta el momento en que las entidades de
previsión social Caprecom o Instituto de los Seguros Sociales o
las que hagan sus veces, asuman en su integridad esta pensión.

CUARTO: Condenar a las sociedades Fiduciaria Fiduagraria S.


A., Fiduciaria Popular S. A. y Patrimonio Autónomo de
Remanentes "PAR", a reconocer y pagar una pensión anticipada
de jubilación a favor de los trabajadores demandantes que se
relacionan a continuación:

4.1. Gonzalo Enrique Triana Vergara, por cuantía inicial de


$4.048.614.75 mensuales, más los beneficios y reajustes que
establece la ley, a partir del 10 de febrero de 2006, hasta el
momento en que las entidades de previsión social Caprecom o
Instituto de los Seguros Sociales o de las que hagan sus veces
asuman en su integridad esta pensión.

4.2. Carlos Alberto Pérez Martínez, por cuantía inicial de


$1.414.629.75 mensuales, más los beneficios y reajustes que
establece la ley, a partir del 10 de febrero de 2006 hasta el
momento en que las entidades de previsión social Caprecom o
Instituto de los Seguros Sociales o de las que hagan sus veces
asuman en su integridad esta pensión.

4.3. Gustavo Candelario Escorcia Escorcia, por cuantía inicial de


$1.030.839 mensuales, más los beneficios y reajustes que
establece la ley, a partir del 10 de febrero de 2006, hasta el
momento en que las entidades de previsión social Caprecom o
Instituto de los Seguros Sociales o de las que hagan sus veces
asuman en su integridad esta pensión.

4.4. Néstor Julio Varela Jiménez, por cuantía inicial de


$2.439.579.75 mensuales, más los beneficios y reajustes que
establece la ley, a partir del 10 de febrero de 2006, hasta el
momento en que las entidades de previsión social Caprecom o
Instituto de los Seguros Sociales o de las que hagan sus veces
asuman en su integridad esta pensión.

4.5. Iván Alcides Vásquez Acevedo, por cuantía inicial de


$1.576.581.75 mensuales, más los beneficios y reajustes que
establece la ley, a partir del 10 de febrero de 2006 hasta el
momento en que las entidades de previsión social Caprecom o
Instituto de los Seguros Sociales o de las que hagan sus veces
asuman en su integridad esta pensión.

4.6. Prisciliano Echeverría Consuegra, por cuantía inicial de


$1.546.026 mensuales, más los beneficios y reajustes que
establece la ley, a partir del 10 de febrero de 2006 hasta el
momento en que las entidades de previsión social Caprecom o

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Instituto de los Seguros Sociales o de las que hagan sus veces


asuman en su integridad esta pensión.

4.7. Dilia Elena Ortiz Mejía, por cuantía inicial de $2.165.129.25


mensuales, más los beneficios y reajustes que establece la ley, a
partir del 10 de febrero de 2006, hasta el momento en que las
entidades de previsión social Caprecom o Instituto de los Seguros
Sociales o de las que hagan sus veces asuman en su integridad
esta pensión.

4.8. Nelson Oviedo Jiménez, por cuantía inicial de $1.347.712.50


mensuales, más los beneficios y reajustes que establece la ley, a
partir del 10 de febrero de 2006, hasta el momento en que las
entidades de previsión social Caprecom o Instituto de los Seguros
Sociales o de las que hagan sus veces asuman en su integridad
esta pensión.

QUINTO: Revocar las condenas impuestas en el punto primero


de la sentencia materia de apelación contra las sociedades
demandadas Fiduciaria Fiduagraria S. A., Fiduciaria Popular S.
A. y Patrimonio Autónomo de Remanentes "PAR." y, a favor de los
demandantes, Carlos Alberto Pérez Martínez, Dilia Ester Ortiz
Mejía, Gabriel Moisés Chartuni y Jorge Tadeo Lozano Rueda, en
consecuencia, se absuelve de estos cargos formulados en el libelo
de la demanda, de conformidad con lo expuesto en la parte
motiva de este proveído.

SEXTO: Revocar las condenas impuestas en el punto tercero de


la sentencia materia de apelación contra las sociedades
demandadas Fiduciaria Fiduagraria S. A., Fiduciaria Popular S.
A., y Patrimonio Autónomo de Remanentes "PAR" y, a favor de las
demandantes, Marta Lucía Gutiérrez Consuegra y Judith María
González Silgado, en consecuencia, se absuelve de estos cargos
formulados en el libelo de demanda, de conformidad con lo
expuesto en la parte motiva de este proveído.

SÉPTIMO: Revocar las condenas impuestas en el punto tercero


(sic) mediante la cual se ordena el reintegro en contra (sic) de las
sociedades demandadas Fiduciaria Fiduagraria S. A., Fiduciaria
Popular S. A., y Patrimonio Autónomo de Remanentes "PAR." y a
favor de los demandantes Layla María Garzón Diab y Jorge Tadeo
Lozano Rueda, en consecuencia, se absuelve de estos cargos
formulados en el libelo de demanda, de conformidad con lo
expuesto en la parte motiva de este proveído.

OCTAVO: Costas a cargo de la parte vencida en primera instancia


y sin costas en esta instancia.

Precisó, que al Patrimonio Autónomo de Remanentes -


PAR, le correspondía asumir las obligaciones derivadas de los

13
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

procesos judiciales instaurados contra Telecom, como lo


había adoctrinado la sentencia CC T-592-2006, por ser la
sucesora singular de las obligaciones laborales de la extinta
empresa y que, en relación con las reglas decantadas en la
sentencia CSJ SL, 28 jun. 2001, rad. 15841, el régimen
jurídico aplicable a los demandantes eran los Decretos 3135
y 1848 de 1968 y 1969 respectivamente, así como la Ley 33
de 1985.

Explicó que, en efecto, aquella determinación jurídica


estaba dada por la naturaleza de la entidad pública al
momento de la finalización del contrato de trabajo y no por
la de su actual sucesora, como lo había planteado la
impugnación, para cuestionar las condenas impuestas en la
primera sentencia con referencia en la normativa en
comento.

Razonó, con apego a las sentencias CC T-971-2006, CC


T-045-2009 y CC T-1059-2010, que el retén social permite
una estabilidad laboral reforzada, para quienes ostenten la
calidad de madre o padre cabeza de familia o de pre
pensionados y que aquella protección no puede ir más allá
de la duración del proceso liquidatario, es decir, para el
particular, hasta el 31 de enero de 2006.

Dijo, que cuando no era posible proceder con el


reintegro por la extinción definitiva de la entidad, debía
condenarse al pago de los salarios y prestaciones sociales
(legales y convencionales), dejados de percibir, desde el
momento en que se suprimió el cargo hasta la extinción de

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SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

la empleadora, esto es, entre el 26 de julio de 2003 y el 31 de


enero de 2006.

Consideró que, con fundamento en lo explicado y en las


decisiones CSJ SL, 21 oct. 1985, rad. 10842 y CC T-029-
2004, a título de retén social, procedía el reconocimiento de
los pagos en comento, en favor de: 1. Mario Orlando Durán
Morales (f.° 3541 a 3542, ibidem), 2. Gonzalo Enrique Triana
Vergara (f.° 3543 a 3545, ib), 3. Ricardo de Jesús Marchena
Muñoz (f.° 3545 a 3548, ibidem), 4. Luis Rafael Muñoz
Mármol (f.° 3548 a 3550, ib), 5. José Rafael Gómez De La
Cruz (f.° 3550 a 3552, ibidem), 6. Oswaldo de Jesús Beleño
Silva (f.° 3552 a 3554, ib), 7. Jesús Antonio Hernández
Rodríguez (f.° 3554 a 3556, ibidem), 8. Gustavo Candelario
Escorcia Escorcia (f.° 3559 a 3561, ib), 9. Néstor Julio Varela
Jiménez (f.° 3561 a 3563, ibidem), 10. Iván Alcides Vásquez
Acevedo (f.° 3563 a 3565, ib), 11. Prisciliano Echeverría
Consuegra (f.° 3566 a 3569, ibidem), 12. Nelson Enrique
Oviedo Jiménez (f.° 3570 a 3572, ib), y 13. Layla María
Garzón Diab (f.° 3574 a 3576, ibidem).

Explicó que, en efecto, la documental aportada al


proceso, esto es: i) los derechos de petición solicitando la
inscripción en el retén social, ii) las resoluciones por medio
de las cuales estos fueron negados, iii) los recursos de
reposición interpuestos y el agotamiento de las
reclamaciones administrativas, iv) las acciones de tutela, v)
las sentencias a través de las que se concedió o rechazó su
pertenencia a aquel grupo, junto con los incidentes de
desacato interpuestos, vi) la notificación del reintegro de

15
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

algunos reclamantes, vii) los registros civiles de nacimiento


de sus hijos, viii) las declaraciones extra proceso y, ix) los
certificados médicos, estudiantiles y de EPS.

Así como también: x) las constancias de tiempos de


servicios, xi) actas de liquidaciones de prestaciones sociales
definitivas e indemnización, xii) copias de las cédulas de
ciudadanía, xiii) certificaciones expedidas por el presidente
de la organización sindical, donde se advierte que los
trabajadores estaban afiliados al sindicato, xiv)
terminaciones contractuales, xv) comunicaciones mediante
los cuales se niega la petición de acogimiento al plan de
pensión anticipada y, xvi) comprobaciones de nómina1,
permitían inferir:

1
a f.° 18, 23, 30, 35, 41 a 42, 62, 104 a 110, 113 a 115, 117 a 119, 122
a 126, 128 a 130, 133 a 139, 142 a 146, 149 a 153, 156 a 160, 162 a
165, 168 a 170, 173 a 180, 183 a 185, 189 a 193, 196 a 203, 206 a
210, 216 a 217, 263 a 264, 272 cuaderno n.°1; 533 a 538, 541, 554,
555 a 595, 600 a 609, 612 a 621, 651 a 661, 772 a 773, 776 a 786,
787 a 806, 808 a 826, 827 a 847, 849 a 860, 863 a 864, 867, 868, 870
a 872, 875 a 883, 884 a 887, 889 a 890, 892 a 899, 900 a 902, 1078 a
1080 cuaderno n.°3; 1046 a 1149, 1152 a 1159, 1160 a 1167, 1170,
1172 a 1175, 1177 a 1179, 1182, 1186, 1196 a 1199, 1204 a 1244,
1246 a 1270, 1275, 1277 a 1278, 1280 a 1295, 1298 a 1301, 1305 a
1316, 1319 a 1321, cuaderno n.°4; 1422 a 1425, 1340 a 1341, 1348 a
1352, 1370, 1390, 1407 a 1421, 1426 a 1438, 1455 a 1458, 1465 a
1468, 1472 a 1478, 1481, 1483 a 1485, 1491 a 1498, 1507, 1509 a
1518, 1522, 1524 a 1526, 1528 a 1536, 1537 a 1541, 1552 a 1569,
1573, 1573 a 1580, 1582 a 1590, 1592 a 1597, 1684 a 1685 cuaderno
n.°5; 1610 a 1614, 1644 a 1678, 1680 a 1682, 1687 a 1689, 1691 a
1704, 1715 a 1722, 1724 a 1727, 1741 a 1749, 1750 a 1761, 1775 a
1784, 1786 a 1789, 1793 a 1807, 1810 a 1823, 1826 a 1833, 1835 a
1857, 1863-1885, 1892 cuaderno n.°6; 1902 a 1903, 1906 a 1943,
1945 a 1946, 1949 a 1952, 1954 a 1980, 1986 a 1991 cuaderno n.°7;
2621 a 2644, 2811 a 2813, 2822 a 2840, 2843, 2845 a 2851, 2853,
2854 a 2867, 2990, 2992, 2995 a 2997, 2999 a 3002, 3567, 3441
cuaderno n.° 9.

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SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

a. Que los reclamantes mencionados tenían la calidad


de padres o madres cabeza de familia y/o pre- pensionados,
de acuerdo con los criterios de las Sentencias CC SU-389-
2005 y CC T-645-2009.

b. Que a pesar de ello, sus contratos laborales fueron


terminados el 31 de julio de 2003, con anterioridad a que
culminara la vigencia del fuero de estabilidad laboral
reforzada, en tanto Telecom se liquidó definitivamente el 31
de enero de 2006.

c. Que los señores Pérez Martínez, Escorcia Escorcia,


Ortiz Mejía, Moisés Chartuni y Tadeo Lozano, no habían
acreditado su condición de padre o madre cabeza de familia.

Afirmó, en relación con el «[…] derecho a la pensión plena


de jubilación» concedida a los actores Durán Morales,
Marchena Muñoz, Muñoz Mármol, Gómez de la Cruz, Beleño
Silva y Hernández Rodríguez, que estos habían solicitado
«[…] ese derecho teniendo como cimiento la adenda
convencional al artículo 2° de la Convención Colectiva 1996-
1997»; que tal pacto aclaratorio hacía parte de la convención,
oportunamente depositada (f.° 296-331 del cuaderno n.° 2 y
2345 a 2376 del cuaderno n.° 8) y que, por lo último, según
el artículo 469 del CST, tenía plena validez probatoria.

Dijo, que aquel convenio contemplaba dos modalidades


de pensión respecto de los trabajadores cobijados por el
régimen de transición, acorde con lo previsto en el inciso 2º
del artículo 36 de la Ley 100 de 1993, que estuvieran

17
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

vinculados a la empresa bajo la vigencia del Decreto 2123 de


1992; que, no obstante, la adenda no modificó el régimen de
excepción del Decreto 2661 de 1960; que, por el contrario,
esa «norma convencional se encuentra en armonía con lo
previsto en el Decreto 2661 de 1960, artículos 9°, 10° y 11».

Razonó que, en perspectiva de la última normativa, eran


tres las modalidades de pensión en favor de los empleados de
la extinta TELECOM, a saber: i) pensión vitalicia: 20 años de
servicios continuos o discontinuos y 50 años de edad; ii)
pensión por haber laborado 25 años continuos o
discontinuos sin consideración a la edad y, iii) pensión
vitalicia por haber laborado 20 años de servicios en cargos
denominados como excepción, sin consideración a su edad.

Expuso, que conforme el Decreto 1835 de 1994,


aquellos demandantes tenían derecho a la pensión de
jubilación, con fundamento en el 75 % de lo devengado
durante los últimos doce meses, en relación con lo dispuesto
en el Decreto 2201 de 1987, hasta tanto la entidad de
seguridad social se hiciera cargo de la prestación, de la
siguiente forma:
Cumplió 50 Salario
Nombre Cuantía Desde Tiempo servicio años promedio
23 años, 6 meses y
15 días, entre el 16
11 de de julio de 1982 y 10 de
Mario Orlando noviembre el 31 de enero de noviembre
Durán Morales $1.743.379.43 de 2006 2006 de 2006 $ 1.916.505
25 años, 2 meses y
28 días, entre el 3
13 de de noviembre de 12 de
Ricardo de Jesús octubre de 1980 y el 31 de octubre de
Marchena Muñoz $1.768.060.50 2006 enero de 2006 2006 $ 2.357.414
26 años, 08 meses y
18 días, entre el 27 de
Luís Rafael Muñoz 1° de febrero julio de 1981 y el 26 31 de octubre
Mármol $1.446.902.46 de 2006 de julio de 2003 de 2004 $ 1.929.203
21 años, 11 meses y
1° de 29 días, entre el 27 de
José Rafael Gómez noviembre de julio de 1981 y el 26 31 de octubre
De La Cruz $1.446.902.46 2004 de julio de 2003 de 2004 $ 2.221.135
23 años, 10 meses y
19 días, entre el 27 de
Oswaldo Jesús 5 de agosto julio de 1981 y el 26 31 de octubre
Beleño Silva $ 1.665.821,12 2006 de julio de 2003 de 2004 $ 2.221.135

25 años, 6 meses y 12
Jesús Antonio días, entre el 14 de
Hernández 26 de abril de septiembre de 1980 y 25 de abril de
Rodríguez $1.494.571.50 2006 el 31 de enero de 2006 2006 $ 1.992.762

18
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

Señaló, en lo que atañe con la «pensión anticipada de


jubilación», que como se había aceptado en la apelación,
Telecom aprobó su concesión mediante Acta n.° 1782 del 28
de febrero de 2003, «[…] esencialmente [para] los trabajadores
oficiales […] cobijados por algunos de los regímenes especiales
de pensión […]», con la condición de que i) al 31 de marzo de
2003, les faltare siete años o menos para cumplir lo requerido
en tales regímenes, si se era trabajador ordinario o, ii) que al
31 de diciembre de 2004, cumpliera 20 años de servicio a la
empleadora y no tuviera reconocida pensión de jubilación a
cargo de Caprecom, si era trabajador en cargo de excepción.

Aclaró, que estaban cobijados por el régimen especial


de la ex empleadora,

[…] los trabajadores amparados por el régimen de transición del


artículo 36 de la Ley 100 de 1993 […] y quienes estuvieran
vinculados a la planta de personal de Telecom al momento de su
transformación en empresa industrial y comercial del Estado,
según el Decreto 2123 del 29 de diciembre de 1992 […] En este
orden de ideas, es claro que en Telecom existía un régimen
especial de transición, reglado por los Decretos 1835 de 1994 y
2661 de 1960, no obstante lo consagrado en forma expresa en la
adenda extraconvencional, creando a favor de los trabajadores
tres modalidades para acceder al derecho a la pensión de
jubilación […]

Aseveró, que hallaba cumplidos los requisitos del Acta


n.° 1782 de 2003 y del Decreto 2661 de 1960 para acceder a
la pretensión en estudio, en cuantía del 75 % de los salarios
devengados durante el último año de servicios, conforme al
artículo 9° literal c) del Decreto 2201 de 1987, en favor de:

1. Gonzalo Enrique Triana Vergara.

19
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

2. Carlos Alberto Pérez Martínez.


3. Gustavo Candelario Escorcia Escorcia.
4. Néstor Julio Valera Jiménez.
5. Iván Alcides Vásquez Acevedo.
6. Prisciliano Echeverria Consuegra.
7. Dalia Elena Ortíz Mejía.
8. Nelson Enrique Oviedo Jiménez.

Argumentó, que lo anterior era así, debido a que estos


demandantes habían sido trabajadores oficiales de Telecom;
fueron vinculados con anterioridad a la vigencia del Decreto
2123 de 1992; su contrato fue terminado el 31 de enero de
2006, con ocasión en la liquidación de la entidad; el tiempo
de servicio era el necesario para haber causado la prestación,
especialmente, porque a la data del finiquito contractual, les
faltaban siete años o menos, para tener derecho a la pensión
de jubilación, de acuerdo a los siguientes datos:

Tiempo
Trabajador Nacimiento Ingreso Egreso servido Cargo
Gonzalo Grupo de
Enrique 23 años, 3 Transmisión
Triana meses, 9 de Datos -
Vergara 4-mar-61 22-oct-82 31-ene-06 días Excepción
Carlos
Alberto 21 años, 5 Mensajero II -
Pérez meses y 24 Trabajador
Martínez 25-ago-59 17-ago-82 31-ene-06 días Oficial
Gustavo
Candelario 20 años, 4 Mensajero II -
Escorcia meses y 4 Trabajador
Escorcia. 26-abr-56 27-sep-85 31-ene-06 días Oficial
Técnico
Mecánico
industrial I,
Néstor Grupo
Julio 15 años, 9 Energía -
Valera meses, 14 Trabajador
Jiménez 12-feb-59 17-abr-90 31-ene-06 días Oficial

20
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

9 meses, 28
días
(Ecopetrol)
1 año, 4
meses y 4
días (SENA)
Auxiliar Técnico
Iván
Alcides 20 años, 11 - Mensajero II -
Vásquez meses y 10 Trabajador
Acevedo 8-oct-62 21-feb-90 31-ene-06 días Oficial
Auxiliar
Técnico -
Prisciliano 19 años, 5 Mensajero I -
Echeverria meses, 25 Trabajador
Consuegra 26-ago-59 6-ago-86 31-ene-06 días Oficial
Auxiliar
Administrativo
Dalia 18 años, 5 - Mecanógrafa
Elena Ortíz meses, 27 - Trabajador
Mejía 19-oct-60 4-ago-87 31-ene-06 días Oficial
Auxiliar
Nelson Administrativo
Enrique 15 años, 11 - Mensajer II -
Oviedo meses y 12 Trabajador
Jiménez 1-sep-60 9-feb-90 31-ene-06 días Oficial

Estimó que, en contraposición, Gabriel Moisés


Chartuni, Martha Lucía Gutiérrez Consuegra y Judith María
González Silgado, no eran acreedores de la pensión
anticipada en reflexión, porque a la fecha de terminación del
contrato, les faltaba más de siete años para adquirir la
pensión de jubilación.

Añadió, que no procedía la orden de reintegro que el


primer juzgador había concedido a Layla María Garzón y
Jorge Tadeo Lozano Rueda, en razón a que el finiquito se dio
por una causa legal consagrada en el literal f) del artículo 47
del Decreto Reglamentario 2127 de 1945 y, que tanto, la
inviabilidad de la indexación por el reconocimiento de la
sanción moratoria, como la condena en costas, debían
permanecer incólumes, en tanto que,

21
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

[…] la sustentación no presenta censura alguna con respecto a


estos puntos a que se contrae la condena, desde luego, es
ineludible para este caso la defensa que asuma la parte
demandada y en los hechos probados en que se apoye, de donde
habrá de decidirse en cada caso si la falta de pago es imputable
o no a la mala fe de aquélla (sic) y si, por consiguiente, debe o no
responder por la indemnización moratoria, aspectos que no han
sido tocados por el recurrente, aunque se impuso condena en
abstracto se mantendrá incólume este punto ya que
sustancialmente permanece inatacado (f.° 3506 a 3592,
cuaderno n.° 11).

IV. RECURSO DE CASACIÓN

Interpuesto por la parte demandada, concedido por el


Tribunal y admitido por la Corte, se procede a resolver.

V. ALCANCE DE LA IMPUGNACIÓN

Pretende que la Corte case la sentencia impugnada y,


en sede de instancia, revoque la decisión del Juez de primer
grado, absolviéndola de todas las pretensiones o, en
subsidio, que

[quiebre] parcialmente la sentencia impugnada respecto de los


numerales primero [en cuanto confirmó el numeral sexto de la
sentencia de primer grado —sanción moratoria—, tercero y
cuarto y, una vez constituida en sede de instancia, revoque la
sanción moratoria y ordene que las pensiones de jubilación se
deben liquidar de acuerdo con el artículo 36 de la Ley 100 de
1993 y a cargo de la Caja de Previsión Social de Comunicaciones
«Caprecom», y frente a las pensiones convencionales se deben
liquidar conforme al instructivo del Plan de Pensión anticipada,
ordenando que una vez el Instituto de Seguro Social o la Caja de
Previsión Social de Comunicaciones «Caprecom» concedan la
prestación jubilatoria desaparece la pensión concedida de
acuerdo con el Plan de Pensión (f.° 18-19 del cuaderno de
casación).

Con tal propósito formula 11 cargos, por la causal

22
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

primera de casación, los cuales fueron replicados por los


demandantes conjuntamente (f. ° 54 en relación con el f.°
110, del cuaderno de casación).

La Corte estudiará los ataques, teniendo en cuenta el


fin perseguido, en el siguiente orden y agrupación: i) segundo
y tercero, que critican de la sentencia de segunda instancia,
la condena emitida a cargo de las entidades fiduciarias; ii)
cuarto y quinto, que buscan el control de legalidad respecto
de la confirmación de la sanción por mora; iii) sexto, que
discute el reconocimiento del retén social; iv) noveno, décimo
y décimo primero, en punto a la pensión anticipada y su
liquidación; v) séptimo, en relación con la violación medio del
principio de congruencia y consonancia, por la declaración
de la pensión de jubilación vitalicia y, vi) primero y octavo,
sobre la condena de aquella a cargo del PAR.

VI. CARGO SEGUNDO

Acusa la sentencia impugnada de violar por la vía


directa, en la modalidad de aplicación indebida, los artículos
7°, 10° y 11 del Decreto 2661 de 1960, en relación con los
artículos 4°, 19, 466, 467, 468, 469 y 476 del CST; 33, 36
Ley 100 de 1993; 1°, 16, 20, 21, 25 y 27 del Decreto 1615 de
2003; 1° Decreto 4781 de 2005; 1° del Decreto 2062 de 2003;
8° del Decreto Ley 254 de 2000; 52 de la Ley 489 de 1998; 1°
y 17 de la Ley 28 de 1943; 1° a 5°, 9°, 10°, 11 y 17 de la Ley
6ª de 1945; 1° del Decreto 797 de 1949; 3° de la Ley 83 de
1945; 27 del DL 3135 de 1968; 1° de la Ley 33 de 1985; 1° a
3° del Decreto 1684 de 1947; 2° del Decreto 1233 de 1950;

23
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

1° a 3° del Decreto 1184 de 1954; 2° del Decreto 1635 de


1960; 4° del Decreto 3267 de 1963; 10° del Decreto 1835 de
1994; 8° de la Ley 153 de 1887; 12 de la Ley 790 de 2002; 8°
de la Ley 812 de 2003; 13, 14 y 16 del Decreto 190 de 2003;
13, 42, 43, 44, 53 y 189 numeral 15 de la CP; 1126, 1227,
1233, 1234 y 1243 del CCo; 177, 251, 252 y 305 CPC y 145
del CPTSS.

Plantea, que al haberse proferido condenas a cargo de


las fiduciarias y no, únicamente, sobre el patrimonio
autónomo, el Tribunal aplicó indebidamente las normas del
Código de Comercio que regulan el contrato de fiducia, pues
desconoció que los bienes objeto de fideicomiso son
diferentes a los del ente fiduciario; así como también, que los
últimos solo pueden afectarse cuando el encargado de ellos
incurre en culpa leve, según el artículo 1243 del CCo.

Argumenta, que «las fiduciarias acudieron al proceso


como voceras de un negocio fiduciario y en representación de
un consorcio que se generó para la administración y
constitución de un Patrimonio Autónomo […]», con lo que
demuestra, que no existe fundamento para imponer las
condenas a su cargo.

Señala, que en sede de instancia, debe tenerse en


cuenta que a folios 376 a 416 del cuaderno n.° 2, reposa el
contrato de fiducia mercantil, del cual no se deriva ninguna
obligación o deber del fideicomitente, que deba asumir con
su propio patrimonio; que «[…] por el contrario a folio 407 c.
2, aparece la cláusula décimo quinta en la que se establece el

24
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

límite de las obligaciones de la fiduciaria» (f. ° 59 a 61, ibidem).

VII. RÉPLICA

Sostienen que el PAR y Caprecom, son los directos


encargados de resolver los conflictos laborales de la empresa
liquidada con sus trabajadores, pues así se colige, entre
otros, del artículo 3º del acta de liquidación final del PAR;
que en ese ejercicio, la demandada dejó de reconocer los
derechos que, de conformidad con los artículos 12 de la Ley
790 de 2002; 12 de la Ley 190 de 2003; 1° de la Ley 22 de
1945; Ley 28 de 1943; DL 2661 de 1960, les asistían por
tener la condición de pre pensionadas o madres o padres
cabeza de familia.

Aluden que,

No es de recibo argüir que la convención colectiva vigente para


los trabajadores de TELECOM sea desechada frente a una
adenda que fue ilegal por el tiempo en que se suscribió y carece
de eficacia jurídica, si se repara, que la negociación colectiva debe
propender por mejorar las prerrogativas estatuidas en la ley, para
no languidecerlas, como en últimas pretendía que ocurriera de
auspiciar la posición asumida por la demandada. De tal manera
que su conducta se distancia de la “buena fe” (f.° 124, ib).

Agregan, que el plan de pensión anticipada, no mantuvo


requisitos diferentes a tener menos de siete años para
alcanzar su derecho pensional, teniendo en cuenta que el
Decreto 1111 de 1998, definió como régimen anterior, en la
transición creada a los empleados del sector de las
comunicaciones, el previsto en la Ley 33 de 1985 y las
modalidades pensionales del Decreto 2661 de 1960,
remitiéndose a la Ley 28 de 1943, Ley 22 de 1945 y a los

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SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

Decretos 1237 de 1946, 1237 de 1956, 2661 de 1960, 3267


de 1963, 2288 de 1989 y 2123 de 1992, para efectos de
determinar su liquidación (f.° 123 a 131, ibidem).

VIII. CARGO TERCERO

Denuncia que el Juzgador violó por la vía indirecta, en


la modalidad de aplicación indebida, a través de infracción
medio, el artículo 305 del CPC «modificado por el DL 2282 de
1989, artículo 1° numeral 135», en relación con el artículo 145
del CPTSS, lo que le condujo a incurrir en la misma
infracción y modalidad de los artículos 7°, 10° y 11 del D
2661 de 1960, en relación con los artículos 4°, 19, 466, 467,
468, 469 y 476 del CST; 33 y 36 de la Ley 100 de 1993; 1°,
16, 20, 21, 25 y 27 del D 1615 de 2003; 1° del D 4781 de
2005; 1° del D 2062 de 2003; 8° del DL 254 de 2000; 52 de
la Ley 489 de 1998; 1° y 17 de la Ley 28 de 1943; 1° a 5°, 9°,
10°, 11 y 17 de la Ley 6° de 1945; 1° del D 797 1949; 3° de
la Ley 83 de 1945; 27 del DL 3135 de 1968; 1° de la Ley 33
de 1985; 1° a 3° del D 1684 de 1947; 2° del D 1233 de 1950;
1° a 3° del D 1184 de 1984, 2° del D 1635 de 1960, 4° del D
3267 de 1963; 1° del D 1835 de 1994; 8° de la Ley 153 de
1887; 12 de la Ley 790 de 2002; 8° de la Ley 812 de 2003;
13, 14 y 16 del D 190 de 2003; 13, 42, 43, 44, 48, 53 y 189
numeral 15 CP; 1126, 1227, 1233, 1234 y 1243 del CCo;
177, 251, 252 y 305 del CPC y 145 del CPTSS.

Dice, que el segundo Juez incurrió en los siguientes


errores de hecho:

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Radicación n.° 59400

1. Dar por demostrado, contra la evidencia, que en la demanda


se solicitó condena en contra de las sociedades fiduciarias
FIDUAGRARIA S. A. y FIDUPOPULAR S. A.

2. No dar por demostrado, estándolo, que en la demanda se


solicitó condenar al CONSORCIO REMANENTES TELECOM
como administrador del PATRIMONIO AUTÓNOMO DE
REMANENTES TELECOM Y TELEASOCIADAS EN
LIQUIDACIÓN, conformado por las sociedades fiduciarias
FIDUAGRARIA S. A. y FIDUPOPULAR S. A.

3. No dar por demostrado, estándolo, que las sociedades


fiduciarias FIDUAGRARIA S. A. y FIDUPOPULAR S. A. no están
obligadas a responder directamente y con su propio patrimonio
por la condena ordenada.

[…]

1. No dar por demostrado, estándolo, que las sociedades


fiduciarias no deben responder directamente y con cargo a su
propio patrimonio por el valor de las condenas fulminadas en el
proceso.

2. No dar por demostrado, estándolo, que las condenas deben


recaer únicamente en el PATRIMONIO AUTÓNOMO DE
REMANENTES TELECOM Y TELEASOCIADAS EN
LIQUIDACIÓN, administrado por el mencionado consorcio.

Manifiesta, que a los anteriores dislates llegó el


Tribunal, «por el indebido análisis de la demanda, de la
contestación de la demanda (en cuanto a las afirmaciones y
negaciones contenidas en tales piezas procesales) folios 1° al
18 C. 1°, 350 al 369 c. 2 y del contrato de fiducia mercantil
obrante a folios 376 a 413 del c. 2».

Reitera las argumentaciones expuestas en el anterior


cargo, agregando que los demandantes no pretendían que se
condenara a las fiduciarias que administran el PAR, en forma
directa, pues siempre encausaron la controversia frente a
estas como entidades que conforman el consorcio
administrador del PAR, cuestión que quedó explícita en la

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SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

contestación del gestor.

Denota, que en la réplica a la demanda hizo alusión a


la figura jurídica utilizada para la administración y al
contenido de las cláusulas tercera y décimo quinta del
contrato de fiducia, para ilustrar el punto y que, de haberse
examinado correctamente esas piezas procesales, la decisión
hubiese sido diferente (f. ° 61 a 65, ib).

IX. RÉPLICA

Argumenta, que mediante el Decreto 1615 de 2003, se


estableció que la Fiduciaria La Previsora S. A. sería la
liquidadora de TELECOM; que, sin embargo, esa entidad no
actuó bajo los parámetros del estado de derecho, pues
incumplió con los deberes que le habían sido asignados; que
Telecom aún se encuentra en proceso de liquidación, razón
por la cual es necesario que se restablezcan los derechos
conculcados, relacionados con la admisión del retén social,
en los que debe estar comprometida la responsabilidad de
aquella, en los términos de los artículos 222, 247 y 248 CCo,
pues su falta de diligencia llevó a que se ampliara el plazo de
la liquidación (f. ° 132 a 137, ibidem).

X. CONSIDERACIONES

El Tribunal, de conformidad con la sentencia CC T-971-


2006, consideró que el impugnante era el sucesor singular
de las obligaciones laborales de Telecom y le condenó junto
a las «[…] sociedades Fiduciaria Fiduagraria S. A., y Fiduciaria

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SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

Popular S. A. […]», por los conceptos de «indemnización por la


protección legal del Reten (sic) Social, sustitutiva del reintegro»,
«pensión de jubilación» y «pensión anticipada de jubilación».

El recurrente cuestiona la legalidad de la providencia a


través de cargos independientes, por la vía directa y por la
indirecta, argumentando que el sentenciador infringió los
artículos 1126, 1227, 1233, 1234 y 1243 del CCo, al fulminar
condena en contra de las fiduciarias, porque, al tenor de esas
normativas, el patrimonio fideicomitido es independiente del
de aquellas (cargo segundo).

Añade, que por virtud del contrato de fiducia suscrito


entre La Previsora S. A. y el Consorcio de Remanentes de
Telecom, que milita a folios 376 a 413 del cuaderno n.° 2, no
existía posibilidad de afectar el patrimonio de las personas
jurídicas que conformaban el consorcio, especialmente,
porque tampoco fue demandado en esa dirección (tercero).

Al respecto, advierte la Corte, que no se adentrará en el


análisis de la censura, porque el recurrente en casación
carece de legitimación y representación para controvertir la
condena que en la resolutiva de la sentencia acusada se
extendió a cargo de las fiduciarias, porque, además de que
éstas fueron sujetos vinculados con la demanda y con su
admisión, como se observa a folios 1 a 18 y 236 a 237 del
cuaderno principal, de conformidad con los artículos 98 y 99
del CCo, son personas jurídicas de derecho comercial,
independientes y autónomas del patrimonio recurrente, con

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SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

capacidad para ser parte y comparecer al proceso.

De donde, fluye en evidente, que tenían la carga


procesal de discutir las decisiones jurisdiccionales que, como
la impugnada, les resultaren adversas.

En efecto, la vocería que ejerce el administrador del PAR


solo es en representación de la universalidad jurídica del
patrimonio, como se deduce de las obligaciones legales de los
artículos 1226, 1234-4 del CCo y de aquellas determinadas
en la cláusula 3.1.2. del contrato de fiducia (f.° 376 a 413,
cuaderno n.° 2), en los que se lee, tiene a su cargo:

a. Defender los bienes fideicomitidos judicial o


extrajudicialmente […].

b. Ejercer la debida representación de los intereses del


patrimonio autónomo de remanentes – PAR- dentro de los
procesos administrativos y/o judiciales que se inicien para
obtener el recaudo de la cartera o contingencias activas, a través
de los apoderados que hayan constituido por las entidades
contratantes, o que se constituyan en el futuro por parte del
patrimonio autónomo de remanentes -PAR-.

Sobre la representación y vocería del patrimonio


autónomo, en casos en los cuales está vinculado al contrato
de fiducia comercial, la Sala de Casación Civil de la Corte, en
sentencia CSJ SC5438-2014, explicó:

[…] el negocio de fiducia mercantil, una vez perfeccionado por


quienes concurren a su formación, comporta las siguientes
situaciones: i) el contrato, en esencia, a instancia de quien realiza
el encargo, traslada al fiduciario el cumplimiento de un preciso
objetivo y, para ello, transmite la propiedad de uno o varios
bienes; ii) por esa razón, una vez realizada la traslación del
dominio, surgen dos patrimonios. El propio de la sociedad
fiduciaria y el que nace como consecuencia del fideicomiso,
conformado, iterase, por los bienes que el fiduciante radica en
cabeza de la fiduciaria; iii) por disposición legal, la fiduciaria no

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SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

puede confundir los dos patrimonios, uno y otro deben


permanecer separados (C. Co., art. 1233); los bienes
fideicomitidos conforman lo que la ley llama un “patrimonio
autónomo” y, por ende, esa masa de activos y pasivos, resulta ser
independiente de la universalidad que conforman los de la
empresa profesional de fiducia; y, iv) a partir del
perfeccionamiento de la convención y la formación de esa
heredad, la sociedad fiduciaria, asume la representación o
vocería de la misma.

Realiza la Sala la anterior remembranza, para resaltar


que en modo alguno, se puede entender que el PAR está
facultado, a su vez, para representar los intereses y derechos
litigiosos de sujetos procesales diferentes a él, como de las
sociedades fiduciarias demandadas, porque, además, entre
este y los entes ficticios que conforman el consorcio, no existe
un litisconsorcio necesario, en razón a que no se requiere de
su vinculación al proceso, para decidir de manera uniforme
la controversia, pues, se insiste, el patrimonio tiene
capacidad procesal suficiente para comparecer en forma
independiente al trámite jurisdiccional.

En ese norte lo decantó la Corte, por ejemplo, en la


sentencia CSJ SL, 20 feb. 2013, rad. 42392, cuando sobre la
independencia del patrimonio autónomo como sujeto de
derechos y obligaciones, con capacidad para comparecer al
proceso, en un trámite adelantado contra la misma
recurrente, dijo:

[…] si bien es cierto que por regla general solo pueden ser parte
en un proceso las personas jurídicas y las naturales (art.44 C de
P.C.) (…) también se ha admitido como sujetos procesales,
con capacidad para comparecer en causa judicial como
demandantes o como demandados, a los denominados
patrimonios autónomos, los cuales, de acuerdo con la doctrina,
son unos bienes que por ficción jurídica tienen un
representante legal, como por ejemplo entre otros, la herencia

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SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

yacente, la masa de bienes del ausente, la masa de bienes del


quebrado y el patrimonio de la fiducia, los cuales constituyen una
nueva especie de sujetos de derechos y obligaciones que,
igualmente pueden ser partes en los pleitos judiciales”. (Resalta
la Sala).

Bajo la misma orientación, posteriormente se pronunció esta


Corporación y previo el análisis de la situación fáctica, sostuvo:

“La Fiduciaria Tequendama S. A., fue llamada al proceso en su


propia condición; en su lugar la demanda debió ser dirigida
contra el Patrimonio Autónomo constituido mediante el contrato
de fiducia mercantil (fls. 150 y s.s.), a través de su representante
legal de conformidad con las normas comerciales, en especial el
artículo 1234 numeral 4°, esto es, la Fiduciaria Tequendama S.
A.

Para corroborar lo anterior resulta pertinente la remisión a


jurisprudencia de la Sala de Casación Civil de esta Corporación,
concretamente a la sentencia de 8 de agosto de 1994 rad.4231,
en que sostuvo refiriéndose a la posibilidad de que la sucesión
pudiera demandar o ser demandada, lo siguiente:

“Mediante la teoría del ‘patrimonio autónomo’ ello es posible, pero


siempre a través de los herederos, quienes como gestores, a
términos de conocidas enseñanzas de doctrina, asumen el debate
judicial para proteger intereses en razón a ese oficio de
administradores de un patrimonio autónomo para hacerlos valer,
sin que en tal caso se pueda decir ‘ni que esté en juicio en nombre
propio (ya que no responde personalmente), ni que esté en juicio
en nombre de otro (ya que no hay tras de él un sujeto de quien
sea representante).

Mientras que, en la sentencia CC SU-143-2020, cuyo


cumplimiento se acata, con referencia en las sentencias CSJ
SL4124-2019, CSJ SL3292-2019 y CSJ SL2841-2019, se
concluyó, que:

[…] si en un proceso ordinario la sociedad que actúa como


fiduciaria es condenada por obligaciones que estaban a cargo de
un patrimonio autónomo del cual era administradora, es esta la
que debe interponer el recurso de casación a nombre propio. En
estos casos, no es posible que el recurso de casación sea
interpuesto por el patrimonio autónomo para defender los
intereses del ente fiduciario.

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SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

En consecuencia, como quiera que la impugnante


carece de representación para demandar en casación la
sentencia que impuso la condena a cargo de las fiduciarias
vinculadas en el proceso, por faltar la legitimación para la
interposición del recurso en esos específicos aspectos, los
cargos se desestiman.

XI. CARGO CUARTO

Afirma, que la sentencia acusada infringe la ley


sustantiva por la vía directa, en la modalidad de
interpretación errónea, del artículo 1° del Decreto 797 de
1949, en relación con los artículos 1°, 4°, 5°, 11, 17 de la Ley
6ª de 1945; 4°, 19, 466, 467, 468 , 469 y 476 del CST; 1° Ley
33 de 1985; 33 y 36 de la Ley 100 de 1993; 1°, 16, 20, 21,
25, 27 y 36 del Decreto 1615 de 2003; 1° del Decreto 4781
de 2005; 1° del Decreto 2062 de 2003; 8° del Decreto 254 de
2000; 52 de la Ley 489 de 1998; 1° y 17 de la Ley 28 de 1943;
7°, 1° y 11 del Decreto 2661 de 1960; 3° de la Ley 83 de 1945;
27 del DL 3135 de 1968; 1° a 3° del Decreto 1684 de 1947;
2° del Decreto 1233 de 1950; 1° a 3° del Decreto 1184 de
1954; 2° del Decreto 1635 de 1960; 4° del Decreto 3267 de
1963; 1° del Decreto 1835 de 1994; 8° de la Ley 153 de 1887;
2°, 12 de la Ley 790 de 2002; 8° de la Ley 812 de 2003; 13,
14 y 16 del Decreto 190 de 2003 y 13, 42, 43, 44, 48 , 53 y
189 numeral 15 de la CP.

Sostiene, que el Tribunal interpretó erróneamente el


artículo 1° del Decreto 797 de 1949, en razón a que impuso
condena moratoria sin examinar la conducta del PAR,

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SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

omitiendo que su imposición no es automática, pues debe


estar precedida de un análisis probatorio sobre el actuar del
demandado, como lo ha decantado la Corte, entre otras, en
la sentencia CSJ SL, 13 ag. 1982, rad. 8096 y que, en todo
caso, tal sanción no puede aplicarse en contra de quien no
ha tenido condición de empleador.

Argumenta, que en sede de instancia, logrará advertirse


que las pretensiones de la demanda sobre el retén social y la
reliquidación de las cesantías e indemnización, fueron
peticiones subsidiarias, lo cual implica que su prosperidad
dependía del fracaso de la pretensión principal, como se
denuncia en el primero de los cargos; que el Consorcio
canceló importantes sumas de dinero a los trabajadores,
allende a que, en la contestación de la demanda, dio las
explicaciones necesarias, sobre el motivo por el que no se le
habían otorgado los beneficios pretendidos a los
demandantes, dejando entrever la buena fe en su actuar.

Concluye que:

[…] de los medios de prueba que militan en el informativo, se


deduce el análisis que le mereció al Consorcio demandado la
inconformidad que planteaba, por tanto esa ruta está distante de
la mala fe y por ello el Tribunal disertó aisladamente y sin
contextualizar la situación materia de debate, deber que impone
el debido proceso, de donde se encuentra que peca de modo
manifiesto cuando determinó confirmar la sanción por mora, sin
asociar la conducta del Consorcio demandado, ente que no fue el
empleador de los accionantes, ni actuó como liquidador de la
extinta TELECOM, luego si el Tribunal hubiese analizado esas
circunstancia, hubiese arribado a la conclusión que no es sujeto
de la sanción moratoria, por lo que luce desacertada y debe
anularse esa nefasta decisión (f. ° 65 a 68, cuaderno de la
Corte).

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SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

XII. RÉPLICA

Reiteran las normas que les son aplicables, respecto del


régimen de transición al que se sometieron por virtud de la
transformación de Telecom y, con fundamento en ellas,
agregan que los artículos 9°, 10° y 11 del Decreto 2661 de
1960, consagraron tres modalidades de pensión sobre las
cuales se pronunció la Corte en sentencia CSJ SL, 29 jul.
2009, rad. 32771 (f. ° 137 a 139, ibidem).

XIII. CARGO QUINTO

Atribuye a la decisión recurrida la violación por la vía


indirecta, en la modalidad de aplicación indebida, de igual
proposición jurídica que la del anterior ataque. Para el efecto,
dice que el sentenciador incurrió en los siguientes errores de
hecho:

1. Considerar en contra de la evidencia, que la censura no


presentó inconformidad frente a la sanción por mora, luego que
ese aspecto no fue atacado y por esa razón se mantiene incólume.

2. Dar por demostrado, sin estarlo, que la demandada actúo de


mala fe.

Repite las alegaciones esbozadas en el anterior


reproche, añadiendo que, de entenderse que el Tribunal tomó
como suyos, para la imposición de la sanción moratoria, las
razones expuestas por el primer juzgador, en todo caso, debe
concluirse que la condena fue desacertada.

Señala, que a la trasgresión del artículo 1° del Decreto


797 de 1949, llegó el Juez de la apelación por haber

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SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

considerado que en el recurso de alzada no se relacionó este


punto, cuando lo cierto es que tal inconformidad quedó
plasmada en la impugnación, al expresar que ninguna de las
condenas debía prosperar.

Concluye, que el Tribunal debía analizar su conducta


para comprobar si existió mala fe en su obrar (f. ° 69 a 72,
ib).

XIV. RÉPLICA

Sostienen, que el recurrente desconoce el artículo 9° del


Decreto 2661 de 1960, en el que se establecen los requisitos
para acceder a la pensión de jubilación, entre ellos, tener 50
años y 20 años de servicios continuos o discontinuos, sin que
sea necesario que tales requisitos se completen estando
vigente la relación laboral; que a la anualidad en que se
profirió el plan de pensiones anticipadas, esto es, al 2003, ya
tenían un derecho adquirido, pues para tal data cumplían
con 20 años de servicios (f.° 139 a 141, ibidem).

XV. CONSIDERACIONES

Cumple a la Corte recordar que el recurso


extraordinario de casación tiene unas formas propias, que
deben ser respetadas por quien a él acude.

Los artículos 87, 90 y 91 del CPTSS, en armonía con el


artículo 7º de la Ley 16 de 1969, contienen las reglas básicas
a las que se debe someter el recurrente, en aras de quebrar

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SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

el fallo cuya legalidad controvierte, respecto de las cuales la


jurisprudencia ha predicado que tienen como finalidad dotar
de orden y racionalidad la actuación procesal ante la
Corporación, motivo por el que no puede asumirse que la
exigencia de su cumplimiento constituya una
sobrevaloración de las ritualidades del proceso, pues estas
están salvaguardadas por el artículo 29 superior.

Así se encuentra señalado en sentencia CSJ SL4281-


2017, en la que la Corporación indicó:

Al Juez de la casación, le compete ejercer un control de legalidad


sobre la decisión de segundo grado, siempre que el escrito con el
que se sustenta el recurso extraordinario satisfaga las exigencias
previstas en el artículo 90 del Código Procesal del Trabajo, las
cuales no constituyen un culto a la formalidad, en tanto son
parte esencial de un debido proceso preexistente y conocido por
las partes, según los términos del artículo 29 de la Constitución
Política.

Se precisa lo anterior, en razón a que el recurrente


incurre en múltiples falencias técnicas, especialmente,
porque la demanda de casación no puede plantearse
aduciendo razones a lo sumo admisibles en un alegato de
instancia, en el cual es posible argüirlas libremente, sino
que, como ya se dijo, es menester que tal pieza del proceso
reúna los requisitos formales de las normas adjetivas citadas.

En tal orden de ideas, si se acusa al fallo de violar


directamente la ley, la argumentación demostrativa debe ser
de índole estrictamente jurídica, con absoluta prescindencia
de blandir controversias de raigambre fáctica o probatoria;
en cambio, si el ataque se plantea por la senda indirecta,
endilgando al Tribunal errores de hecho o de derecho en la

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SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

estructuración de la sentencia confutada, los razonamientos


conducentes deberán enderezarse a criticar su actividad de
valoración probatoria y a cuestionar sus conclusiones
fácticas, indicando en uno u otro caso de qué forma
impactaron esos yerros la providencia recurrida y cómo se
estructuró la trasgresión de las normas legales enlistadas en
la proposición jurídica del cargo.

Se memora lo anterior, porque la impugnación, en


ambos cargos, con los cuales pretende confrontar la legalidad
de la sentencia de segundo grado, respecto de la
confirmación de la sanción por mora, desatiende la anterior
regla, en la medida que, no obstante dirige el cuarto ataque,
por la vía directa o del puro derecho, no centra su
argumentación demostrativa, exclusivamente, en acreditar la
interpretación errónea de las normas que le increpa al Juez
de la apelación, expresando en qué consistió y cuál es la
intelección correcta de las mismas, sino que agrega a su
objeción al segundo fallo, la no apreciación valorativa de
algunas piezas procesales, que a su juicio demostraban la
existencia de la diligencia, cuidado y buena fe que le
exoneraban de la imposición del crédito resarcitorio sobre el
que discierne.

Lo último se constata en la alusión que realiza el censor


en aquel cargo, relativa a que «[…] al apreciar la contestación
a la demanda se encuentra que en dicha oportunidad el
Consorcio brindó explicaciones […] (f.° 68, ibidem) y que en
«[…] los medios de prueba que militan en el informativo, se
deduce el análisis que le mereció al Consorcio demandado la

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SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

inconformidad que planteaba, por tanto esa ruta está distante


de la mala fe […]» (f.° 68, ib); mientras que, en el segundo
ataque (cargo quinto), encausado por la vía indirecta,
argumenta, sobre la intelección jurídica del artículo 1° del
Decreto 797 de 1947, en punto a la doctrina expuesta por «la
sentencia del 13 ag. 1982, rad.8096» (f.° 70, ibidem).

En torno a este defecto, la Sala, en la sentencia CSJ SL,


27 feb. 2013, rad. 43132, puntualmente dijo:

[…] la confrontación de una sentencia, en la intención de lograr


su derrumbamiento en el estadio procesal de la casación,
comporta para el recurrente una labor persuasiva y dialéctica,
que ha de comenzar por la identificación de los verdaderos pilares
argumentativos de que se valió el juzgador para edificar su fallo;
pasar por la determinación de si los argumentos utilizados
constituyen razonamientos jurídicos o fácticos; y culminar, con
estribo en tal precisión, en la selección de la senda adecuada de
ataque: la directa, si la cuestión permanece en un plano
eminentemente jurídico; la indirecta, si se está en una dimensión
fáctica o probatoria.

Ahora, más allá que el Tribunal no pudo incurrir en


ninguno de los yerros que se le atribuyen, pues ningún
razonamiento expuso en punto del resarcimiento por mora
cuestionado, en todo caso cumple asentar, que el ataque
elevado por la vía indirecta, además presenta las siguientes
falencias, que impiden su estimación:

1. En la sustentación incurre en una colisión de


modalidades de infracción de la ley sustantiva, porque,
aunque en la identificación de esa afrenta, indica que acude
a la modalidad de «aplicación indebida» del artículo 1° del
Decreto 797 de 1949 (f.° 69, ibidem), argumentando que «el
Tribunal aplicó indebidamente el precepto que establece la

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SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

indemnización por mora» (f.° 70 a 71, ib), también, manifiesta


que el sentenciador realizó una «interpretación errónea» de esa
normativa (f.° 70, ibidem), en tanto no se detuvo a «analizar
la conducta del demandado […]», conforme lo ha adoctrinado
la «Sala de Casación […] desde la sentencia de fecha agosto
13 de 1982 radicación n.° 8096» (f.° 70, ib).

Con aquella argumentación, pasó por alto que la


aplicación indebida de la ley, es una modalidad de
trasgresión legal independiente, autónoma y excluyente de la
interpretación errónea, puesto que la primera se presenta
cuando, entendida adecuadamente la norma sustantiva en
sus alcances y significado, como consecuencia de una
hermenéutica apropiada, se aplica a un hecho no previsto
por ella; se le hace producir efectos distintos a los
contemplados; se extralimita el ámbito de su vigencia
temporal o se restringe su alcance y contenido, mientras que,
la segunda, precisa de una intelección equivocada de la
disposición jurídica aplicable al caso, por lo que resulta
erróneo proponer en la misma censura, que el Tribunal
entendió adecuadamente la norma que se alude infringida y
que a su vez, no lo hizo.

Así lo ha señalado esta Corporación, entre otras en


sentencia CSJ SL, 18 jul. 2006, rad. 26900.

2. Al hilo de lo anterior, la argumentación del cargo


tendiente a demostrar la «interpretación errónea», enseña otra
impropiedad técnica, toda vez que esa modalidad de
infracción solo puede plantearse a través de la vía directa y

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SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

no de la indirecta, conforme lo tiene explicado la Corte, por


ejemplo, en la sentencia CSJ SL, 9 may. 2006, rad. 26172.

3. A pesar de que el Juez de la alzada, para negar el


estudio de la apelación, aplicó el principio de consonancia,
de que trata el artículo 66A del CPTSS, pues indicó que
mantendría incólume la decisión del Juez de primer grado,
por haber permanecido el tópico de disenso «sustancialmente
inatacado», en contraste, el recurrente no propone, debiendo
hacerlo, a través de la senda escogida, la violación de medio
de la norma adjetiva en referencia, porque no la enlista en la
proposición jurídica del cargo y tampoco la menciona o
desarrolla en la demostración de éste.

En torno a la vía adecuada para denunciar una


violación al principio de consonancia, la Sala, en la sentencia
CSJ SL14480-2014, manifestó:

[…] esta Sala de la Corte ha explicado suficientemente que la


violación medio de disposiciones procesales no requiere de
fórmulas sacramentales, pero debe plantearse correctamente por
una de las dos vías de violación de la ley, la directa o la indirecta,
dependiendo de si el ataque está sostenido o no sobre la correcta
valoración de las pruebas y piezas del proceso, como el recurso
de apelación y la demanda y su contestación. En ese sentido, la
Sala tiene adoctrinado, respecto de la violación de medio, que «…
si el cargo invita a la Sala a acudir a las pruebas o piezas
procesales para confrontar el posible yerro en que incurre el
Tribunal, la vía es la indirecta porque se debe efectuar una
valoración fáctica, probatoria o surge de la labor de percepción
de una pieza procesal. En caso contrario, el ataque sí será por la
vía de puro derecho, esto es, la directa…» (CSJ SL, 30 nov. 2005,
rad. 25232).

En este caso, sin duda, el ataque invita a la Corte a la valoración


del recurso de apelación, como pieza procesal, por lo que el cargo
debió dirigirse por la vía indirecta.

Y se dice lo anterior porque, desde el plano netamente jurídico,


propio de la vía seleccionada para formular el ataque, no puede

41
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

decirse que el Tribunal hubiera dejado de aplicar el artículo 66 A


del Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social, por
ignorancia o por rebeldía, ya que, contrario a ello, fue el primero
de sus fundamentos para decir que «…la Sala centrará su estudio
frente a los puntos que se yerguen en el disenso…», con base en
el artículo 35 de la Ley 712 de 2001, norma ésta que definió el
contenido del referido artículo 66 A del Código Procesal del
Trabajo y de la Seguridad Social.

4. Para la demostración de los errores fácticos el


recurrente se limita a decir, respecto del recurso de
apelación, que en esa pieza del proceso, manifestó que
ninguna de las condenas debía prosperar, por lo que era
comprensible que en esa expresión, estaba contenida la
inconformidad en punto a la indemnización moratoria; que
«al apreciar la contestación de la demanda se verifica que en
dicha oportunidad […] brindó explicaciones correspondientes,
expresando razones que permiten valorar su leal
comportamiento y la rectitud con la que manejó la
inconformidad materia de debate judicial» (f.° 71) y que «los
medios de prueba analizados indebidamente por el Tribunal –
aludidos en el folio 74 de la sentencia de segunda instancia –
ponen de presente la inconformidad que le mereció al
Consorcio […]».

Sin embargo, no precisó en forma clara, si existió


errónea apreciación de las piezas procesales que enuncia a
lo largo de su disertación, o si su valoración fue omitida por
el sentenciador, y cómo ello precipitó los errores fácticos que
propone.

Al respecto, sobre las consecuencias desestimatorias


del cargo, cuando se presenta esta falencia, relacionadas con

42
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

la presunción de legalidad y acierto, se pronunció la Sala en


sentencia CSJ SL341-2019, así:

[...] acusar la sentencia por el Juez colegiado por la vía indirecta,


implica que la parte recurrente señale de manera clara las
pruebas que son admisibles en casación, demuestre de modo
objetivo qué es lo que acreditan, así como el valor atribuido por
el juzgador y la incidencia de éstas en las conclusiones del fallo
impugnado, requisitos que indudablemente en el escrito
presentado no se observaron, lo que lleva a que los verdaderos
soportes que mantienen en pie la sentencia acusada se conserven
incólumes, libres de ataque, toda vez que no logró derruir las
conclusiones del fallo de segunda instancia.

Con todo, aun si se entendiera que el cargo invita


adecuadamente a la Corte a examinar el recurso de apelación
interpuesto, porque su apreciación errónea condujo a la
aplicación indebida de los artículos 66 A del CPTSS y 1º del
Decreto 797 de 1949, cumple acotar que si bien tiene
adoctrinado la Sala que la apelación como pieza del proceso,
tiene entidad de generar error de hecho cuando es
desconocida o tergiversada ostensiblemente la voluntad
expuesta por el recurrente, como se ha dicho, entre otras, en
las sentencias CSJ SL, 5 ag. 1996, rad. 8616; CSJ SL, 21 ag.
1996, rad. 8176, reiteradas en la sentencia CSJ SL, 24 ag.
2010, rad. 35124, revisado el escrito de apelación, obrante a
folios 2105 a 2113 del cuaderno n.° 7, no se avizora que el
Colegiado haya incurrido en un error de hecho, con las
características de protuberante o manifiesto en la
interpretación que realizó de éste.

Así se dice, pues sobre la condena por indemnización


moratoria, únicamente anotó el impugnante: «Por último que
se revoque en todas sus partes los artículos sexto y séptimo

43
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

de dicha sentencia, porque al no proceder las anteriores,


mucho menos pueden proceder estas» (f.° 2113, cuaderno n.°
7).

Ahora, de esa manifestación se infiere, como lo concluyó


el Juez de la alzada, que el recurrente en apelación no
presentó una sustentación autónoma que diera al traste con
la imposición del crédito resarcitorio en comento, como la que
propone ante la Corte, al argüir que no procede la imposición
automática de la indemnización y que debía realizarse una
valoración de las posibles razones atendibles de su proceder
en el no reconocimiento y pago de las condenas proferidas,
planteadas entre otras, en la contestación de la demanda.

En ese escenario, precisa la Sala que si bien la carga


procesal de sustentar el recurso de apelación, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 57 de la Ley 2ª
de 1984, en armonía con el artículo 66 del CPTSS, no implica
la utilización de «términos sacramentales ni límites para
considerar sustentado un recurso», de la manera en que lo
razonó la Corte en sentencia CSJ SL, 12 dic. 2000, rad.
14989, o «[…] que la sola mención de la temática en el recurso
de alzada, resulta suficiente para que el Juez de segunda
instancia quede investido de competencia para la resolución
del conflicto […]» según lo consideró en sentencia CSJ
SL1705-2017, reiterada en la sentencia CSJ SL2764-2017,
esta carga sí exige la necesidad de exponer expresa y
razonadamente los motivos de inconformidad.

En efecto, la sustentación del recurso, al tenor de lo

44
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

dicho en sentencia CSJ SL, 23 may. 2006, rad. 26225,


reiterada en la CSJ SL9183-2014 «[…] no es una formalidad
sino una exigencia de racionalidad de la demanda de justicia,
de fijar los puntos que distancian al recurrente de la decisión
del Juez y las razones por las cuales esa decisión debe ser
revocada».

Por lo anterior, en perspectiva de la apelación


interpuesta, precisaba el recurrente, aun cuando fuera
lacónicamente, exponer los motivos por los cuales no
procedía la indemnización moratoria, disímiles a los de la
revocatoria consecuencial y lógica, que procedía de haberse
negado las condenas.

Sobre la obligación de sustentar la apelación de


pretensiones que penden del reconocimiento de otra
condena, como, por ejemplo, la de intereses moratorios o de
indexación, respecto de los reconocimientos pensionales,
tiene adoctrinado la Corte, que a pesar de que estén
sometidas a la prosperidad de la pretensión principal, por su
autonomía e independencia, deben ser confutadas
independientemente en la apelación; así lo dijo en la
sentencia CSJ SL, 15 may. 2007, rad. 27299, cuando explicó:

Bajo la preceptiva del artículo 57 de la Ley 2ª de 1984, la tesis de


la Sala consideraba que el Juez de alzada no podía dejar de
estudiar puntos verdaderamente consecuenciales del rebatido,
alegando falta de sustentación, pues se había de entender que
ellos quedaban comprendidos en la oposición por una inclusión
implícita; postura que se ha de recoger a la luz de la nueva
normativa, la del artículo 35 de la Ley 712 de 2002, pues, como
se indicó, las argumentaciones explícitas del Juez sobre
pretensiones deben ser confrontadas en la sustentación del
recurso con razones igualmente expresas.

45
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

En el sub lite la sentencia de primera instancia se ocupó de


determinar el contenido de todas las acreencias laborales que
surgían de la declaración de la existencia del contrato; y si bien,
la accionada apelante se limitó a atacar este pronunciamiento,
su rechazo limitado a esta declaración, no comprendía la manera
como cada una de aquéllas fue liquidada por el Juez; el silencio
que sobre estos aspectos guarda, aunque se explique por
apostarle a destruir por la base la condena, es conformidad con
el trato dado en la sentencia.

Y en la providencia CSJ SL, 17 abr. 2012, rad. 38255,


cuando expresó:

Con la expedición de la Ley 712 de 2001, varió sustancialmente


la situación, pues, de acuerdo con el texto de la nueva
disposición, es a las partes a quienes corresponde delimitar
expresamente las materias a que se contrae expresamente el
recurso de apelación, en tanto reza la norma:

“Principio de consonancia. La sentencia de segunda instancia,


así como la decisión de autos apelados, deberá estar en
consonancia con las materias objeto del recurso de apelación."

La indexación de la pensión y los intereses moratorios, si bien


son pretensiones que se encuentran sometidas a la condición de
prosperidad de otra formulada en la misma demanda, no por ello
dejan de ser principales, y deben ser expresamente solicitadas
por el actor en la demanda.

Del mismo modo, si es deber del apelante limitar el recurso de


apelación a determinados y especiales temas, sobre los cuales
únicamente se podrá pronunciar la segunda instancia, es
obligación suya manifestarse respecto a todas las pretensiones
de la demanda, sean estas autónomas o condicionadas respecto
de las otras, de las que discrepe.

La anterior es la actual posición mayoritaria de la Sala, que ya se


expresó en caso similar al presente, como lo es la sentencia del 8
de febrero del corriente año (rad. 26314)

En la sentencia 26314 de 2006, justamente, sobre la autonomía


de la pretensión de la indexación, se dijo:

“Es conveniente precisar que la indexación reclamada no


corresponde a una pretensión consecuencial o accesoria, pues
dada su naturaleza es principal, hasta el punto que las restantes
pretensiones pueden ser solicitadas sin que se reclame su
actualización y así mismo debe decidirse, sin que exista vacío

46
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

alguno en el fallo, incluso conforme a la jurisprudencia laboral


tratándose del pago tardío de salarios y prestaciones sociales
puede ser reclamada como subsidiaria cuando no se condene a
la indemnización moratoria pedida como principal, lo cual
confirma que se trata de una reclamación autónoma.

En ese contexto, no obstante la indemnización por mora


patronal depende del éxito de las condenas, tratándose de un
crédito autónomo, cuya procedencia se deriva de cuestiones
adicionales a la imposición del pago de uno laboral, debió la
parte presentar una sustentación suficiente, en torno a su
procedencia; por lo anterior, el Juez de la apelación no
incurrió en ningún yerro fáctico, en la lectura del recurso de
alzada y, tampoco, en la vulneración del principio de
consonancia.

En consecuencia, los cargos no prosperan.

XVI. CARGO SEXTO

Imputa a la sentencia, vulnerar por la vía indirecta, en


la modalidad de aplicación indebida, los artículos 2° y 12 de
la Ley 790 de 2002; 8° de la Ley 812 de 2003; 12, 13, 14 y
16 del Decreto 190 de 2003, en relación con los artículos 33
y 36 de la Ley 100 de 1993; 1° de la Ley 33 de 1985; 1° y 11
de la Ley 6ª de 1945; 1° del Decreto 797 de 1949; 13, 42, 43,
44, 48, 53 y 189 de la CP y 4°, 469 y ss del CST.

Señala que el Tribunal incurrió en los siguientes errores


de hecho:

47
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

1. Considerar, en contra de la evidencia, que los demandantes


tienen derecho al beneficio del retén social por cumplir con los
supuestos establecidos para ese efecto.

2. No dar por demostrado, estándolo, que los demandantes no


cumplieron los requisitos para ser considerados como padres
cabeza de familia o pre-pensionados con arreglo a la
jurisprudencia de la H. Corte Constitucional.

Refiere, que no plantea controversia en cuanto a la


fecha de nacimiento, ingreso y terminación de los contratos
de los demandantes; que lo que cuestiona es la conclusión
del Colegiado según la cual, aquellos eran beneficiarios del
retén social, porque con una adecuada valoración de los
medios de prueba, aludidos a folio 74 del segundo fallo y una
apreciación de otros elementos que fueron omitidos, se
lograba advertir que los reclamantes no cumplían las
condiciones de padre o madre cabeza de familia, de acuerdo
a los criterios de la sentencia CC SU-389-2005.

Argumenta, que ninguno de los convocantes acreditó no


tener otra alternativa económica, así como tampoco ser
quienes asumían las obligaciones del núcleo familiar
integrado por menores de edad.

Dice, de otra parte, que no demostraron su condición


de pre pensionados, pues dentro de los tres años siguientes
a la fecha de terminación del contrato de trabajo, no
cumplían los 55 años que requiere la Ley 33 de 1985 para el
efecto, debido a que el artículo 12 de la Ley 790 de 2002,
contempló ese beneficio partiendo de la proximidad a la
pensión de carácter legal.

48
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

Aduce, que tampoco pertenecían al régimen de


transición del artículo 36 de la Ley 100 de 1993, cuestión
indispensable en el asunto, en razón a que no podía «[…]
confundirse el retén social previsto para personas pre
pensionables (pensión de jubilación de carácter legal) con el
régimen convencional al que aludió el plan de pensión
anticipada».

Señala, en relación con lo último, que es importante


tener en cuenta la siguiente información:

Edad 1°
Edad
Trabajador Nacimiento abril
finiquito
1994
Mario Orlando Durán
29-oct-46 47 37
Morales
Gonzalo Enrique
4-mar-61 42 33
Triana Vergara
Ricardo de Jesús
12-oct-56 47 37
Marchena Muñoz
Luis Rafael Muñoz
7-sep-55 48 38
Mármol
Jesús Antonio
25-abr-56 47 38
Hernández Rodríguez
Gustavo Candelario
26-abr-56 47 38
Escorcia Escorcia
Néstor Julio Varela
12-feb-59 44 35
Jiménez
Iván Alcides Vásquez
1-abr-62 41 35
Acevedo.
Prisciliano Echeverría
26-ago-59 44 35
Consuegra
Nelson Enrique
16-ago-60 43 34
Oviedo
Layla María Garzón
43 34
Diab
José Rafael Gómez de
31-oct-54 48 39
La Cruz
Oswaldo de Jesús
4-ago-56 47 37
Beleño Rueda

49
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

Plantea, en punto al derecho reconocido de los


siguientes demandantes, que:

1. Mario Orlando Durán Morales:

i) El Tribunal no apreció los documentos de f. ° 49, 50 a


54 del cuaderno n.° 1 y de f.° 3331 a 3402 del cuaderno n.°
9, consistentes en el reintegro al cargo, la decisión a la tutela
impetrada por el demandante, en la que se concluyó que no
acreditaba los requisitos establecidos en la sentencia para
ser catalogado como padre cabeza de familia y el pago de los
emolumentos salariales, por lo que no podía condenarse
nuevamente por esos rubros.

ii) La certificación médica obrante a folio 32 del


cuaderno 1°, solo hace alusión a la administración de
tratamiento, pero que no expresa que la paciente requiera el
cuidado permanente de la madre, como en forma errónea lo
dio por establecido el sentenciador de segundo grado.

2. Gonzalo Enrique Triana Vergara.

El Colegiado no valoró las pruebas de f.° 104 a 110, 112


a 115 cuaderno n. 1°, entre las que se encuentra la decisión
de tutela en la que se le ordena el ofrecimiento de la pensión
anticipada, se pone de presente que no elevó reclamación
como padre cabeza de familia y copia de la Resolución n.°
094 de 2005, por medio de la cual acata la decisión
constitucional.

50
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

3. Ricardo de Jesús Marchena Muñoz:

i) El sentenciador no apreció las pruebas obrantes a f.°


1530 a 1536 cuaderno n.° 5; f. ° 2015 a 2034 cuaderno n.°
7; f. ° 264 del cuaderno n.° 1 y 1477 y 1487 del cuaderno n.°
5, consistentes en sentencia de tutela de segunda instancia,
que negó el derecho pretendido, posterior a aquella en la que
se concedió el derecho al retén social al trabajador y el
reconocimiento de los salarios y las prestaciones sociales
desde el 25 de julio de 2003 hasta el 30 de enero de 2006.

ii) De haberse valorado esas documentales, se habría


advertido que no se podía condenar por el mismo beneficio,
en la forma que lo expresó en el escrito presentado al
Tribunal, visible a folio 2146 cuaderno n.° 7.

4. Luis Rafael Muñoz Mármol:

El Juez de la alzada no tuvo en cuenta el documento de


f.° 128 a 130 del cuaderno n.° 1, en el que consta reclamación
administrativa solicitando el reconocimiento del plan de
pensión anticipada, del que se colige, nunca impetró acción
de tutela en la que se requiriera por el reconocimiento por su
pertenencia al retén social.

5. Jesús Antonio Hernández Rodríguez:

El fallo atacado no advirtió la documental que obra a f.°


801 a 806, cuaderno n.° 3, consistente en decisión de acción
de tutela en segunda instancia, en la cual se confirma que el

51
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

demandante no cumple con los requisitos para acceder al


retén social.

6. Gustavo Candelario Escorcia Escorcia:

El Juez de la apelación no valoró los documentos de f. °


1863 a 1867 y 1868 a 1874, cuaderno n.° 6, y los de f.° 1236
a 1244 cuaderno n.° 4, consistentes en las decisiones de
tutela impetradas por el demandante, en las que, a través de
la impugnación en la primera acción, y ante el Juez
unipersonal, en la segunda que interpuso, se declara que no
cumple con los requisitos para acceder al retén social; más
los documentos que enseñan que ya se había acatado la
decisión de primer grado, en la que ordenaba el reintegro del
trabajador.

7. Néstor Julio Varela Jiménez:

El sentenciador no observó el contenido de los


documentos de folios 1236 a 1244 del cuaderno n.° 4 , que
enseñan la revocatoria en segunda instancia de la sentencia
que reconoció su pertenencia al retén social; así como
tampoco, la información que se ofreció en escrito visible a f.°
2147 del cuaderno n.° 7, en la que se advirtió al Tribunal el
cumplimiento de la providencia CC T- 453-2008, que dispuso
en favor del peticionario, el reconocimiento y pago de los
salarios y prestaciones dejados de percibir entre la fecha del
despido y el acto de liquidación de la empresa, por lo que,
concluye, no puede ser condenado dos veces por el mismo
hecho.

52
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

8. Iván Alcides Vásquez Acevedo:

El Colegiado no vio que en el documento de f.° 1949 a


1952, cuaderno n.° 7, se encuentra consignada decisión de
tutela de segunda instancia, en la cual se concluye que el
reclamante no cumple con los requisitos para acceder al
retén social.

9. Prisciliano Echeverría Consuegra:

No se valoraron los documentos de folios 1225 a 1228,


1236 a 1244; 1259 a 1267 del cuaderno n.° 4; folios 1997 a
2014 del cuaderno n.° 7 y f.° 3617 a 3618 del cuaderno n.°
9, que dan cuenta de sendas interposiciones de acción de
tutela, por medio de las cuales, en principio, se negó su
pertenencia al retén social y, con posterioridad, se ordenó el
reconocimiento y pago de los salarios y prestaciones sociales
causados entre el 2003 y el 2006; junto con los
comprobantes del cumplimiento de la sentencia, como se le
indicó al Juez de la alzada a folio 2146 del cuaderno n.° 7,
por lo que no podía condenarse nuevamente por ese pago.

10. Nelson Enrique Oviedo:

El segundo fallador no observó el contenido del


documento de f. ° 3562 o 2839 a 2782 del cuaderno n.° 9,
consistente en desembargo por cuota alimentaria, con la que
se demuestra que no ostenta la calidad de padre cabeza de

53
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

familia, de acuerdo con los parámetros de la sentencia de la


Corte Constitucional.

11. José Rafael Gómez de La Cruz:

No se valoró el documento de f. ° 1610 a 1614 del


cuaderno n.° 6, sobre la decisión constitucional que le
amparó el derecho de petición, no porque hubiese elevado
solicitud, alegando su condición como padre cabeza de
familia y que su núcleo familiar no está integrado por
menores de edad.

12. Oswaldo de Jesús Beleño Rueda:

El Tribunal erró al considerar que la acción de tutela


obrante en f.° 1236 a 1244 del cuaderno n.° 4, había sido
interpuesta por el convocante, ya que esta no se dirigió por
él, incumpliendo con el requisito necesario para acceder a la
protección concedida; que, además, no tiene hijos menores
de edad (f. ° 72 a 89, ibidem).

XVII. RÉPLICA

Solicitan, que el cargo no prospere en razón a que, para


acceder al plan de pensión anticipada, se establecieron como
requisitos encontrarse vinculado a la empresa antes del año
1992, fecha en la que se convirtió en empresa industrial y
comercial del Estado y tener al año 2013, 13 años o más
vinculado como trabajador oficial; que en ninguna parte se
estableció que se debía cumplir con una edad, como mal

54
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

afirma el recurrente; que los trabajadores contaban con un


derecho adquirido sobre la pensión de jubilación, en razón a
que habían completado el tiempo de servicios y solo les
faltaba cumplir la edad para acceder a esa prestación en una
de las tres modalidades establecidas (f.° 141 a 142, ib).

XVIII. CONSIDERACIONES

En la sentencia CC SU-143-2020, se señaló que los


cuestionamientos realizados por el censor, tendientes a
derribar la protección concedida a los demandantes como
beneficiarios del retén social, podía agruparse de acuerdo al
tipo de omisiones probatorias que adjudicó, así:

1. Que Gonzalo Enrique Triana Vergara, Luis Rafael


Muñoz Mármol, José Rafael Gómez de la Cruz, Oswaldo de
Jesús Beleño Silva y Layla María Garzón Diab, no elevaron
reclamación tutelar y no tenían la condición de padre o
madre cabeza de familia.

2. Que los señores Mario Orlando Durán Morales,


Ricardo de Jesús Marchena Muñoz, Néstor Julio Varela
Jiménez y Prisciliano Echeverría Consuegra, recibieron el
pago de la indemnización impuesta, como consecuencia del
reintegro ordenado mediante acción tutelar.

3. Que los actores Jesús Antonio Hernández Rodríguez,


Iván Alcides Vásquez y Gustavo Candelario Escorcia, no
ostentaban la condición de padres o madres cabeza de

55
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

familia o de pre pensionados, según los fallos de tutela que


les fueron adversos.

Concluyó, en relación con el primer grupo de


convocantes que «[…] la magnitud de los errores de técnica en
la formulación del recurso era grave e impedía realizar un
estudio de fondo», debido a que no era posible inferir cuál era
la incidencia de la omisión probatoria que se había endilgado
y a que «[…] los demás argumentos […] realmente no
demuestran que el Tribunal haya incurrido en una violación
de la ley sustancial por la vía indirecta, sino que representan
meras alegaciones de instancia que no son procedentes en
sede de casación».

Aseguró, en perspectiva de los dos grupos de


trabajadores restantes, que «[…] los errores de técnica del PAR
TELECOM eran salvables a la luz de un estándar flexible en
la valoración de [los] requisitos [del recurso]», pues: i) la
impugnación individualizó las pruebas no valoradas por el
sentenciador; ii) el censor no tenía la obligación de cuestionar
la valoración que el Tribunal dijo haber realizado de todos los
medios de convicción, porque en rigor no emitió juicio de
valor al respecto y, iii) aunque el Colegiado sí aludió a algunas
de las documentales que se señalaron como no apreciadas,
lo cierto era que «[…] no efectuó ninguna consideración
respecto de su contenido»

Aclaró, que de la sustentación del cargo también se


lograba deducir, cuál era la incidencia de esos específicos
errores en el resultado de la sentencia, porque de una parte,

56
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

el impugnante aseguró, que el pago de los créditos


concedidos ya había sido realizado, por lo que la condena de
estos constituiría un eventual enriquecimiento ilícito;
mientras que, de otra, «[…] Aunque no es posible concluir que
todos los fallos de tutela a los que hizo referencia el PAR
TELECOM tienen efectos de cosa juzgada», podía colegirse que
cuestionó al sentenciador de haberla desconocido.

Agregó, que la entremezcla de vías existente en la


argumentación del cargo, por reparar en los requisitos
jurídicos para tener la calidad de pre pensionados y los
fácticos para ostentar la de padres o madres cabeza de
familia, eran salvables debido a que la estimación del ataque
era preponderantemente de hecho y,

El Tribunal Superior de Barranquilla condenó al PAR a pagar una


“indemnización por la protección legal del Retén Social,
sustitutiva del reintegro” a favor de 13 de los 19 demandantes.
Lo anterior por cuanto (i) 9 de ellos tenían la calidad de
madres/padres cabeza de familia, y (ii) 4 tenían la calidad de
prepensionados, a saber: Oswaldo de Jesús Beleño Silva, Jesús
Antonio Hernández Rodríguez, José Rafael Gómez de la Cruz y
Mario Orlando Durán Morales. En estos términos, la colisión de
modalidades únicamente afectaría las alegaciones presentadas
respecto de estos cuatro demandantes. Las alegaciones
presentadas frente al resto de los demandantes, que no tenían la
condición de prepensionados, no adolecerían de este defecto
técnico. Por estas razones, la Corte concluye que el error técnico
de colisión era salvable o, por lo menos, solo afectaba las
alegaciones respecto de 4 de los 13 demandantes a quienes se les
concedió el beneficio del retén social.

Ordenó en ese contexto, dejar incólume lo decidido en


relación con el primer grupo de trabajadores y que la Sala:

(i) analice si el Tribunal Superior de Barranquilla incurrió en una


violación indirecta de la ley sustancial al no valorar los medios
probatorios que el PAR TELECOM individualizó en el recurso de
casación respecto de cada uno de los demandantes que se

57
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

encuentran en el segundo y tercer grupo; (ii) resuelva si los


extrabajadores incluidos en estos grupos, tenían o no derecho a
recibir una “indemnización por la protección legal del Retén
Social, sustitutiva del reintegro”; y (iii) con base en ello, decida si
la sentencia del Tribunal Superior debe o no ser casada.

Así las cosas, se impone advertir que para estudiar el


cargo como se solicita respecto de los dos últimos grupos de
demandantes, se prescindirá de cualquier cuestionamiento
jurídico imposible de abordar por la senda elegida, lo que
implica determinar, según lo señaló la Corte Constitucional,
sí el Colegiado vulneró la ley al ordenar la indemnización
sustitutiva del reintegro, como consecuencia del pago de la
misma o de la existencia de fallos judiciales al respecto.

Realiza la Sala la anterior precisión, para exaltar que el


análisis del recurso, corresponde con la dirección que el Juez
constitucional desentrañó como válida para lograr el quiebre
de la decisión, a pesar de que no existe correspondencia entre
ese entendimiento y el conflicto que fue planteado en la
alzada.

Así se dice, porque en la apelación de la segunda


sentencia, lo que la recurrente indicó es que los actores no
demostraron los requisitos establecidos en la jurisprudencia
para tenerse como padres o madres cabeza de familia, pero
no, como lo indicó la Corte Constitucional: i) que por su
pertenencia a ese grupo hubieren obtenido reconocimiento
de lo condenado o, ii) que por virtud de sentencias de tutela
que hicieren tránsito a cosa juzgada ya había sido definida la
controversia.

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SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

Por tanto, aunque lo dicho descartaría la estructuración


de los defectos fácticos, pues al tenor de lo explicado en la
sentencia CSJ SL196-2019, el Tribunal no podría incurrir
tales yerros por no haber sido temas sobre los que se
pronunció, con sujeción a los criterios CC SU-143-2020, la
Sala responderá las críticas del recurso, así:

1. Primer Grupo:

De la pertenencia al retén social de Gonzalo Enrique


Triana Vergara, Luis Rafael Muñoz Mármol, José Rafael
Gómez de la Cruz, Oswaldo de Jesús Beleño Silva, Layla
María Garzón Diab y Nelson Enrique Oviedo:

La impugnación en la sustentación del cargo, olvidó


como en los anteriores, que en materia laboral y de seguridad
social, el recurso extraordinario es rogado y debe sujetarse a
las reglas del artículo 90 del Código Procesal del Trabajo y de
la Seguridad Social, las cuales no constituyen un mero culto
a la forma, pues son parte esencial de un debido proceso del
artículo 29 de la CP, como se ha indicado, por ejemplo, en la
sentencia CSJ SL390-2018, reiterada en las CSJ SL1012-
2019 y CSJ SL142-2020.

En efecto:

1.1. A pesar de que el censor elige la senda fáctica para


confrontar la legalidad del fallo impugnado, en la cual, la
discusión está mediada principalmente por la discrepancia
que tenga en torno a la forma como el Tribunal valoró las

59
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

pruebas y las conclusiones que de ello extrajo, introduce


impropiamente, un cuestionamiento de naturaleza jurídica,
al asegurar que los demandantes no tenían la condición de
pre pensionados, porque la edad en perspectiva de la cual ha
de establecerse aquella, es la que determinan la ley, según
el adecuado entendimiento del artículo 12 de la Ley 790 de
2002; así lo explica en relación con ese tópico, al decir:

[…] El artículo 12 de la Ley 790 de 2002 hizo relación a los


requisitos previstos para la pensión de jubilación o de vejez, es
decir contempló ese beneficio partiendo del entendido de la
proximidad a la pensión de carácter legal […] Así mismo,
conviene indicar que para acreditar el derecho al plan de pensión
anticipada, el demandantes debía cumplir con el régimen de
transición previsto en el artículo 36 de la Ley 100 de 1993 […]»
(f.° 75, 76, 78, 79, 80, 81, 83, 85, 86. 87,87, 88, 89,
cuaderno de la Corte).

Lo dicho, porque aquellas críticas no requieren, como


se precisó en la sentencia CSJ SL1672-2018, de «[…] la
valoración concreta de los medios de persuasión, sino de una
respuesta jurídica abstracta, producto de una reflexión
normativa», motivo por el cual, a no dudarlo «[...] debieron
plantearse y argumentarse por la senda de puro derecho».

1.2. De contera, como las anteriores discusiones de


naturaleza jurídica, el recurrente las increpa a la par con
cuestionamientos propios de la vía indirecta, al adjudicarle
al sentenciador dos defectos fácticos, producto de algunas
omisiones de valoración probatoria, la acusación, como se
explicó en la sentencia CSJ SL1695-2019, devela el defecto
subsiguiente de entremezclar las sendas de violación de la
causal primera del recurso no ordinario, no obstante que, por
ser excluyentes, exigen una proposición autónoma y

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SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

diferente, debido a que, por la de puro derecho se acusa la


existencia de errores jurídicos en el juicio del Tribunal,
mientras que, en la seleccionada, con prescindencia de estos,
exclusivamente equivocaciones fácticas.

1.3. Al margen de lo anterior, no podría la Corte analizar


el cargo, porque la censura también omite el deber ineludible
de atacar todas las valoraciones probatorias que cimentaban
el fallo, de la manera que lo ha adoctrinado la Sala en la
sentencia CSJ SL, 10 mar. 2000, rad. 13046, cuya regla se
reitera en la CSJ SL5158-2018, al señalar con perentoriedad,
que «[…] si el fallo del Tribunal soporta sus razonamientos
esenciales en diversos medios de prueba, compete al
recurrente en casación atacar todos y cada uno de ellos»,
debido a que «[…] con apenas quedar uno en pie sobre él se
mantendrá indemne, dadas las presunciones de legalidad y
acierto que lo revisten, como el carácter dispositivo, y por ende,
rogado del recurso».

Tal la conclusión, en razón a que, de una parte, el


censor refiere de forma genérica «[…] como pruebas
indebidamente valoradas los medios de convicción a los que
aludió la Corporación acusada en el folio 74 de la sentencia
de segunda instancia […]», sin reparar que el Tribunal, en ese
folio, correspondiente al 3579 del cuaderno n.° 11, no se hace
alusión ninguna prueba, ya que lo que aparece transcrito en
esa pieza del proceso es un aparte de la sentencia CC SU-
062-2010, sobre el derecho fundamental de la seguridad
social y su tratamiento en la Declaración Americana de los

61
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

Derechos Humanos.

De otra, denuncia la omisión apreciativa de


documentales que sí cimentaron el fallo, olvidando que una
cosa es valorar de manera errónea una prueba y otra muy
distinta, no observarla, puesto que en el primer caso, se
expresa un concepto o juicio de valor frente a ella y, en el
segundo, se omite darle mérito probatorio, conforme se
explicó en la sentencia CSJ SL643-2020, con referencia en la
sentencia CSJ SL4537-2018, por lo que no podía adjudicar
al sentenciador, no haber apreciado documentales sobre las
que sí se pronunció, de la manera que también lo concluyó
la Sala en la sentencia CSJ SL1913-2019.

Y en relación con las probanzas que dice no fueron


estimadas, no explicó, debiendo hacerlo, cuál era la
incidencia de esa omisión.

En síntesis, la impugnación obvió como se ha


adoctrinado, entre otras en las sentencias CSJ SL4959-2016
y CSJ SL9162-2017, que no basta con adjudicar ciertas
falencias en la actividad de valoración probatoria del segundo
juzgador, sino que al tenor de los ordinales 1º del artículo 87
y 5º literal b) del artículo 90, CPTSS, debía: i) individualizar
los yerros fácticos; ii) adjudicar de forma clara el error de
apreciación, esto es, que no se valoró una prueba que reposa
en el trámite o que se contempló de manera equivocada,
refiriéndose en primer lugar a las que tienen carácter de
calificado y, de ser el caso, los demás medios de convicción;
iii) confrontar mediante un razonamiento lógico lo que dedujo

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SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

el fallador con lo que demuestra el medio de convicción y, iv)


explicar de qué manera todo ello impactó la decisión
recurrida.

En efecto, constata la Sala, por ejemplo, que respecto


Gonzalo Enrique Triana Vergara, el Tribunal dijo haber
tenido en cuenta: i) el fallo de tutela mediante el cual se
revoca la sentencia dictada por el Juez Octavo Penal del
Circuito de Barranquilla y, en su lugar, ordena a TELECOM
ofrecer la pensión anticipada (f.° 104 a 110, cuaderno n.° 1,
1434 a 1437, cuaderno n.° 5); ii) la Resolución n.° 094 del 5
de julio de 2005, en la que se niega la solicitud de pensión
anticipada (f.° 104 a 110, cuaderno n.° 1, 1434 a 1437,
cuaderno n.° 5); iii) el agotamiento de la reclamación
administrativa, para que se reconociera la pensión
anticipada (f.° 117 a 119, cuaderno n.° 1), iv) la copia de la
tarjeta de identidad del menor Brayan Darío Triana; v) el
registro civil de nacimiento Gonzalo Enrique Triana (f.° 886,
cuaderno n.° 3, f.° 2637 y 3441 cuaderno n.° 9); vi) el
certificado de estudio de Brayan Darío Triana (f.° 2639 a 262,
cuaderno n.° 9).

Así como: vii) la acción de tutela instaurada por el


demandante (f.° 1229 a 1235, cuaderno n.° 4); viii) el fallo de
tutela de primera instancia en la que se les niega el derecho
por improcedente (f.° 1236 a 1244, cuaderno n.° 4); ix) el
derecho de petición para el ingreso al plan de pensión
anticipada (f.° 1422 a 1425, cuaderno n.° 5); x) la copia de la
demanda de nulidad y restablecimiento del derecho
impetrada por el demandante (f.° 1426 a 1433, cuaderno n.°

63
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

5); xi) el oficio n.° 003152 en que se le da cumplimiento al


fallo de tutela del Tribunal (f.° 1438, cuaderno n.° 5); xii) el
incidente de desacato al fallo (f.° 1455 a 1458, cuaderno n.°
5); xiv) el recurso de reposición contra la Resolución n.° 094
de 5 de julio de 2005, que negó la inclusión al plan de
pensión anticipada (f.° 1465 a 1468, cuaderno n.° 5); xv) la
respuesta al Defensor del Pueblo negando priorización por
falta de información (f.° 1472 a 1474, cuaderno n.° 5) y, xvi)
el Oficio n.° 08470 de 17 de abril de 2007, negando la
petición de acogimiento al plan de pensión anticipada (f.°
1475 a 1476, cuaderno n.° 5).

Mientras que la acusación asegura, con error, que el


sentenciador no valoró los documentos de f.° 104 a 110,
cuaderno n.° 1 y que tampoco apreció los de folios 112 a 115
cuaderno n.° 1.

Así se dice, porque las primeras probanzas sí fueron


apreciadas y, no obstante, el Juez de la alzada no hizo
alusión a las últimas, tal omisión es intrascendente, si se
repara en que, en todo caso, sí advirtió que en favor del
reclamante se había fallado una tutela anterior y se había
dispuesto su consecuente cumplimiento.

Ahora, en lo que respecta a Luis Rafael Muñoz Mármol,


el sentenciador afirmó haber valorado: i) el agotamiento de la
reclamación administrativa para reconocimiento del plan de
pensión anticipada (f.° 128 a 130, cuaderno n.° 1), ii) el Oficio
n.° 004865 de octubre 9 de 2003, por el cual Telecom en
liquidación notifica al trabajador que no cumple con los

64
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

requisitos para gozar de la protección de retén social


establecido en la Ley 790 de 2002 y el Decreto Reglamentario
190 de 2003 (f.° 1580 cuaderno n.° 5); iii) el Oficio n.° 05-
4208-027805 de 23 de junio de 2005, a través del que la ex
empleadora notifica al trabajador el contenido de la
Sentencia CC SU-389-2005, otorgándole cinco días para
probar su condición de padre cabeza de familia (f.° 1582
cuaderno n.° 5); iv) la solicitud para ingresar al programa de
padre cabeza de familia; v) la copia de la cédulas de
ciudadanía del trabajador y cónyuge; vi) la partida de
matrimonio donde consta que contrajo nupcias con la señora
Nancy Román Fonseca; vii) el registro civil de nacimiento de
Nancy Cecilia Román Muñoz, donde señala que nació el 6 de
diciembre de 1988; viii) el certificado de estudios de
educación media; ix) las declaraciones extraprocesales de
convivencia y dependencia económica; x) la cédula de
ciudadanía de Kelly Johana Román Muñoz, en el que se lee
que nació el 21 de octubre de 1979 (f.° 1583 a 1590 cuaderno
n.° 5).

Sin embargo, la impugnación (f.° 78 a 79, ibidem), a más


de criticar, exclusivamente, la falta de valoración del
documento de f.° 128 a 130 del cuaderno n.° 1, lo hace
equivocadamente, porque, como quedó visto de la anterior
remembranza, éste sí fue apreciado.

A su turno, en relación con el derecho de Oswaldo de


Jesús Beleño Rueda, el Juzgador aludió que apreció: i) el
agotamiento de la reclamación administrativa para el
reconocimiento del plan de pensión anticipada (f.° 142 a 144,

65
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

cuaderno n.° 1); ii) la respuesta de reclamación


administrativa de reconocimiento y pago de PPA, negado (f.°
145 a 146, cuaderno n.° 1); iii) el fallo de tutela de primera
instancia dictado por el Juzgado Tercero Laboral del Circuito
de Barranquilla, negando por improcedente (f.° 1236 a 1244,
cuaderno n.° 4); iv) la solicitud de pago de prestaciones
sociales e indemnizaciones (f.° 1368 a 1643 cuaderno n.° 6);
v) el Oficio n.° 001350001383 de 5 de junio de 2003 por el
cual Telecom en liquidación informa al trabajador que no es
posible incluirlo dentro del programa de pensión anticipada
por no reunir los requisitos de ley (f.° 1645 a 1677 cuaderno
n.° 6).

Al igual que, vi) la petición para ingresar al programa de


padres cabeza de familia acompañada de una declaración
extraprocesal; vii) el certificado de estudios del hijo Edwar
Alexis Beleño Mendoza, donde se indica cursa 11 grado de
educación media vocacional en el Colegio Nuestra Señora de
Las Mercedes (f.° 1652 a 1656, 1665, cuaderno n.° 6); viii) el
Oficio n.° 4742 de 22 de diciembre de 2003 por el cual
Telecom en liquidación notifica al empleado que no hará
parte del programa de protección como padre de cabeza de
familia por no reunir los requisitos legales (f.° 2657, 1658
cuaderno n.° 6): ix) el Oficio n.° 3713 de 22 de diciembre de
2003 en el mismo sentido (f.° 1667, 1668 cuaderno n.° 6); x)
el Derecho de petición elevado el 8 de noviembre de 2004,
solicitando la pensión anticipada de jubilación (f.° 1669
cuaderno n.° 6); xi) el Oficio n.° 1670 de 23 de junio de 2005,
por el cual, la empresa informa al trabajador los alcances de
la sentencia CC SU-389-2005 sobre padres cabeza de familia

66
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

(f.° 1670 cuaderno n.° 6).

En contraste y con error, la censura reclama (f.° 88 a


89, ibidem) la no valoración, únicamente, del documento de
f.° 1236 a 1244 del cuaderno n.° 4.

De otro lado, en punto a José Rafael Gómez de la Cruz,


el Colegiado observó: i) el agotamiento de la reclamación
administrativa para reconocimiento del plan de pensión
anticipada (f.° 133 a 135, cuaderno n.° 1); ii) la respuesta a
la reclamación administrativa de reconocimiento y pago de
PPA., negada (f.° 136,137, cuaderno n.° 1); iii) el carnet de
afiliación en salud Colsanitas, a nombre de Karen Johana
Gómez Toscán (f.° 567, cuaderno n.° 3); iv) la copia de la
cédula de ciudadanía del demandante (f.° 877, cuaderno n.°
3); v) el registro civil de nacimiento de José Rafael Gómez de
la Cruz, quien nació el 31 de octubre de 1954 (f.° 878,
cuaderno n.° 3) y, vi) la sentencia de tutela del 12 de
diciembre de 2005, del Juzgado 8° penal del Circuito de
Barranquilla, negando el amparo, f.° 1610 a 1614, cuaderno
n.° 6, documento del que con desacierto, señala el ataque (f.°
87 – 88, ibidem), no fue tenido en cuenta por el Tribunal,
dejando incólume la apreciación probatoria sobre los
anteriores.

En lo que respecta al derecho reconocido a Layla María


Garzón Diab (f.° 86 a 87, ib), el censor partió de una premisa
argumentativa falsa, porque cuestionó el fallo por haberle
reconocido la condición de pre pensionada, no obstante que

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SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

en torno a esa reclamante, el Tribunal aseguró:

[…] existe evidencia de que para esa calenda tenía dos hijas de
nombres […] la primera estudiante de medicina […] y la última
en 8° de educación […]. En efecto al realizar un análisis de fondo
del caso concreto de la demandante su situación se encuentra
íntimamente ligada con las condiciones a que aluden las
sentencias SU 389 del 13 de abril de 2005 y T 645 de 2009 […]
por lo tanto, se considera que a la demandante le asiste derecho
a la protección en su condición de madre cabeza de familia (f.°
3576 cuaderno n.° 11)

De donde, halla la Corte que el recurrente desconoce,


de la manera que se ha venido adoctrinando, entre muchas
otras, en las sentencias CSJ SL, 17 may. 2011, rad. 42037;
CSJ SL791-2013, CSJ SL10055-2014, CSJ SL12873-2015,
CSJ SL8344–2016, CSJ SL5268-2017, CSJ SL593-2018,
CSJ SL2612-2020 y CSJ SL1982-2020, que la acusación
debe ser «completa en su formulación, suficiente en su
desarrollo y eficaz en lo pretendido» y que, para lo último,
como se indicó en la sentencia CSJ SL21798-2018, es
imprescindible que confronte las verdaderas razones del
fallo.

Finalmente, se agrega, que aunque las consideraciones


de la sentencia de tutela que se acata, no incluyó en ninguna
de sus clasificaciones, los reclamos presentados respecto del
derecho concedido a Nelson Enrique Oviedo, ha de
entenderse, que por su semejanza con las anteriores
hipótesis, pertenece a la presente agrupación, pues respecto
de él la censura no reclamó que hubiere realizado el pago de
lo condenado (segundo grupo) o que se encontrare decidido
por la jurisdicción constitucional su derecho (tercer grupo).

68
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

En efecto, en torno a tal demandante, la acusación


esgrime (f. 85 a 86, ibidem), que el Tribunal no valoró los
documentos de folios 3562 y 2840 a 2782 del cuaderno n.°
9, sin decir de qué se tratan esas probanzas; así como
también, que no valoró la orden de desembargo judicial, no
obstante que sí fue tenida en cuenta por el Juzgador, pues,
dijo haber tenido en consideración, las siguientes:

i) el agotamiento a la reclamación administrativa para


reconocimiento de la pensión anticipada (f.° 113 a 115,
cuaderno n.° 1); ii) la respuesta a la reclamación
administrativa, reconocimiento y pago de PPA, negada (f.°
216, 217, cuaderno n.° 1); iii) el oficio del Juzgado Séptimo
de Familia de Barranquilla, dirigido al Jefe de Recursos
Humanos de TELECOM, comunicando desembargo por
cuota de alimentos de Sara Bujato Pedrozo (f.° 2839
cuaderno n.° 9); iv) la copia de cédula de ciudadanía de Fidia
Rosa Oviedo Yunes y el certificado de estudios cursando
décimo semestre de derecho en la Universidad Simón Bolívar
(f.° 2840, 2851 a 2843, cuaderno n.° 9).

Más v) el certificado de estudios de Nelson Enrique


Oviedo Yunes, donde consta que cursa 5° grado de
Educación Básica en el Colegio 20 de Julio de San Isidro,
Barranquilla (f.° 3567 cuaderno n.° 9); vi) los certificados de
estudios de los años lectivos siguientes hasta 2007 (f.° 2845
a 2847 cuaderno n.° 9); vii) el registro civil de nacimiento de
Nelson Enrique Oviedo Yunes, nacido el 12 de diciembre de
1991, de Fidia Rosa Oviedo Yunes nacida el 1° de junio de
1983 y viii) copia de contraseña de cédula de ciudadanía (f.°

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SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

2849 a 2851 cuaderno n.° 9).

Por las razones anotadas se desestima el cargo


tendiente a lograr el quiebre del derecho concedido a los
reclamantes preliminarmente analizados.

2. Segundo y tercer grupo

Reitera la Corporación que la Corte Constitucional


planteó que el cuestionamiento del cargo respecto de Mario
Orlando Durán Morales, Ricardo de Jesús Marchena Muñoz,
Néstor Julio Varela Jiménez y Prisciliano Echeverría
Consuegra era claro, en tanto que el recurrente aseguró que
las pruebas omitidas por el sentenciador en relación con
estos, daban cuenta del pago que realizó por iguales derechos
a los que había sido condenado y que, por ende, no era
posible premiar un enriquecimiento ilícito.

Por su parte, en relación con Jesús Antonio Hernández


Rodríguez, Iván Alcides Vásquez y Gustavo Candelario
Escorcia, consideró el Juez constitucional, que era dable
inferir, que había sido denunciada la vulneración de la cosa
juzgada.

En ese contexto, la Sala analizará si las documentales


esgrimidas por la censura acreditan la existencia de los
defectos fácticos protuberantes relacionados con esos temas,
para lo cual, en primer lugar, detallará el contenido de los
medios de convicción señalados por la acusación, en tanto
que la orden constitucional impone analizar si «[…] el Tribunal

70
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

incurrió en una violación indirecta de la ley sustancial al no


valorar los medios probatorios que el PAR TELECOM
individualizó en el recurso de casación respecto de cada uno
de los demandantes que se encuentran en el segundo y tercer
grupo […]».

1. Mario Orlando Durán Morales:

La impugnación en el plano eminentemente fáctico


señaló que el Tribunal pasó por alto i) que hubo decisión de
Juez constitucional en segunda instancia que negó el
beneficio del retén social, por falta de cumplimiento de
requisitos (f.° 50 a 54, cuaderno n.° 1); ii) que a pesar de ello,
en acatamiento de la primera decisión en ese trámite
sumario, ya había procedido con el reintegro (f.° 49, ibidem),
«previo pago de los emolumentos salariales y conforme se
verifica a folios 3391 a 3402 del c. 9» y, iii) que la certificación
médica solo hace alusión al suministro de medicamento y no
a que la paciente requiera cuidado permanente de su
progenitor (f.° 32, cuaderno n.° 1).

Al respecto, encuentra la Corte:

a) Que el Juzgado Quinto de Familia de Barranquilla el


11 de octubre de 2005, resolvió acción de tutela a favor del
demandante, tras disponer:

1.° TUTELAR los derechos fundamentales a la IGUALDAD,


EDUCACIÓN Y DEMÁS DERECHOS DE LOS MENORES
CONTENIDOS EN EL ARTÍCULO 44 DE LA CN, MÍNIMO VITAL y
TRABAJO a MARIO ORLANDO DURÁN MORALES y los menores
[…].

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SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

2.° ORDENAR a la EMPRESA NACIONAL DE


TELECOMUNICACIONES TELECOM EN LIQUIDACIÓN, que
dentro de los diez (10) días siguientes a la notificación del
presente fallo, reintegre en sus labores al señor MARIO
ORLANDO DURÁN MORALES como beneficiario del RETÉN
SOCIAL hasta la terminación definitiva de la existencia jurídica
de la empresa y en los términos y condiciones señalados en los
considerandos de esta decisión, le reconozca al demandante
todos los salarios y prestaciones a las cuales tenía derecho desde
la fecha en la cual fue desvinculado y hasta el momento en que
sea efectivamente incorporado a la nómina de la entidad (folios
44 a 48, cuaderno n.° 1).

b) Que el apoderado general de la liquidación de


Telecom, el 19 de octubre de 2005 informó al señor Mario
Orlando Durán Morales que:

[…] dando cumplimiento a lo ordenado por el Juzgado Quinto de


Familia de Barranquilla […], usted fue reintegrado a su cargo a
partir de la fecha, en calidad de padre cabeza de familia, sin
solución de continuidad en el contrato laboral desde que la
empresa le suprimió el cargo.

Una vez liquidados los valores que le hubieren correspondido por


concepto de salarios y prestaciones sociales desde la supresión
del cargo a la fecha, se realizarán los respectivos cruces de
cuentas, informándole el estado de las mismas; que de quedar
saldo a favor de la Empresa […] deberá autorizar por escrito el
monto de descuento mensual correspondiente para abonar a la
deuda a favor de esta Entidad (folio 49, ibidem).

c) Que el director de unidad personal de Telecom en


Liquidación, el 4 de noviembre de 2005, comunicó al
demandante:

Una vez incluida en el Retén social en aplicación de la sentencia


expedida por la H. Corte Constitucional, la Unidad de Personal
adelantó los procedimientos requeridos para la liquidación y pago
de los salarios y prestaciones sociales causadas desde el
momento de su desvinculación. Para su conocimiento
informamos lo siguiente:

72
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

- Fue incluida en el sistema de nómina a partir de la segunda


quincena del mes de Octubre de 2005, adjunto al presente
encontrará el desprendible de pago correspondiente.

- El valor que se le canceló por concepto de cesantías en la


liquidación efectuada en el año 2003, fue registrado en el sistema
como un anticipo; por lo tanto dicha suma no se involucró en el
cruce de cuentas y la verá reflejada de esta manera en el próximo
extracto de cesantías que reciba.

- Igualmente, encontrará anexa la relación de los pagos y


descuentos liquidados desde su desvinculación y el cruce de
cuentas efectuado.

- Para efectos del cruce de cuentas, fueron incluidos los valores


liquidados desde el momento de su desvinculación hasta junio
30 de 2005.

- El valor resultante a su favor en el cruce de cuentas y lo


correspondiente a la liquidación de la primera y segunda
quincenas de junio, fueron consignados en la última cuenta
registrada en el sistema; en caso de no encontrarse activa, favor
informarlo por escrito […] indicando la entidad Bancaria, el
número y tipo de cuenta.

- Como puede observar en la relación de pagos y descuentos


liquidados, se le cancelaron dos turnos de vacaciones; si aún no
ha sido programado para el disfrute de los mismos, deberá
disfrutarlos a partir del próximo 17 de noviembre y hasta el 29
de diciembre inclusive.

- Los descuentos con destino al Fondo de Vivienda de Telecom,


se le aplicaron en las condiciones vigentes al momento de la
desvinculación, cualquier información favor comunicarse con la
Dr […] del área de cartera.

- En caso que el cruce de cuentas presente “saldo a favor de


Telecom”; favor devolver, en los 5 días siguientes al recibo de esta
comunicación, el formato anexo debidamente diligenciado […]
con el fin de autorizar el descuento en nómina correspondiente
hasta cubrir el valor de dicho saldo (folio 3391, cuaderno n.°
9).

d) Que el Tribunal Superior del Distrito Judicial de


Barranquilla, a través de sentencia del 28 de noviembre de
2005, revocó la orden de reintegrar al demandante y dispuso:
«Declarar improcedente la tutela presentada por el señor
MARIO ORLANDO DURÁN MORALES en contra de TELECOM

73
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Radicación n.° 59400

– EN LIQUIDACIÓN».

Y para el efecto, consideró que,

[…] al no aportar el señor MARIO ORLANDO DURÁN MORALES,


certificación expedida por la empresa accionada donde se le
acredite idóneamente que cumple con los requisitos para adquirir
la condición de padre cabeza de familia, mal puede alegar
violación de derecho fundamental alguno, puesto que en ningún
momento se ha encontrado amparado en el marco del artículo 12
de la Ley 797 de 2002.

En cuanto a que el accionante impetre esta acción como


mecanismo transitorio, debemos atenernos a que la tutela no es
el mecanismo idóneo, por cuanto efectivamente el actor tiene
otros mecanismos de defensa judicial, a los cuales puede acudir
para controvertir las decisiones de la entidad demandada , como
lo es la vía ordinaria y no la del Juez de tutela […]; asimismo la
Corte Constitucional, excepcionalmente, ha reconocido la
procedencia de la acción de tutela cuando, en casos semejantes,
se prueba la condición de padre cabeza de familia y por ende la
vulneración o amenaza de derechos constitucionales
fundamentales de la misma. Lo cual, se repite, no ocurrió en este
caso.

Por otro lado, se tiene que Telecom – en liquidación le canceló y


pagó al accionante la liquidación final de sus prestaciones
sociales y la indemnización correspondiente, por lo que es claro
que en la actualidad al actor n ose le afecta el mínimo vital […]
(f.° 48 a 54, ib).

e) Que la empresa empleadora elaboró «comprobante[s]


de pago» a nombre del señor Mario Orlando Durán Morales,
suscritos por el director de unidad de personal, titulados
«Relación de pagos y descuentos pendientes – reintegro»,
teniendo en cuenta: sueldos, bonificaciones convencionales
y primas graduales entre julio de 2003 y junio de 2005, la
«bonificación recar dic» para diciembre de 2003 y 2005, una
prima de saturación en enero de 2004 y octubre de 2005,
primas semestrales en junio de 2004 y 2005, primas anuales
y de navidad en diciembre de 2003 y 2004, aportes en

74
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

seguridad social integral y otros conceptos, como «CUOTA


UST», «F.V.T NUEVOS», «VIDA VIV.TELE», «PRODECESAR
ATL.», «CIUD UNIV ATL», concluyendo que:

RESUMEN DEL CRUCE DE CUENTAS $54.121.503


VALOR TOTAL A REINTEGRAR A $54.121.503
TELECOM

MENOS SALARIOS Y PRESTACIONES $33.150.852


DESDE LA DESVINCULACIÓN

SALDO RESULTANTE A FAVOR DE $20.970.651


TELECOM

(f.° 3391 a 3402, cuaderno n.° 9)

f) que el 24 de agosto de 2005, el médico tratante de una


hija menor de edad del actor, certificó que padecía blefaritis
seborreica, que requería tratamiento permanente y controles
médicos en forma regular (f.° 32, cuaderno n.° 1).

2. Ricardo de Jesús Marchena Muñoz

La censura insistió que el reclamante no acreditó los


requisitos para tenerse como beneficiario del retén social en
su condición de padre cabeza de familia; que inclusive en el
informativo obraba sentencia de tutela de segundo grado,
mediante la cual se negó la protección implorada (f.° 1530 a
1536 o 1514 a 1520, cuaderno n.° 5); que, sin embargo,
después de haber promovido una segunda acción
constitucional en otro distrito, en decisión del 23 de
noviembre de 2007, logró su cometido (f.° 2015 a 2034,
cuaderno n.° 7); que por lo anterior, acató la orden y pagó los
salarios y prestaciones sociales causados entre el 2003 y

75
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

2006, como se verifica a f.° 264, cuaderno n.° 1, f.° 1477 a


1481 o 1525 a 1539, cuaderno n.° 5, con la comunicación de
la terminación del vínculo a partir del 31 de enero de 2006.

Sobre lo denunciado, se observa:

a) Que el Juzgado Primero de Menores de Barranquilla


el 23 de enero de 2006, decidió:

PRIMERO. CONCEDER la acción de tutela propuesta […] por


RICARDO DE JESÚS MARCHENA MUÑUZ, contra la EMPRESA
NACIONAL DE TELECOMUNICACIONES, TELECOM EN
LIQUIDACIÓN y FIDUCIARIA LA PREVISORA S. A. en amparo de
sus derechos fundamentales constitucionales consagrados en los
artículos 13, 42, 44 de la Constitución Política.

SEGUNDO. En consecuencia, se ordena a la EMPRESA


NACIONAL DE TELECOMUNICACIONES – TELECOM EN
LIQUIDACIÓN y FIDUCIARIA LA PREVISORA S. A., que en el
término de cuarenta y ocho (48) siguientes (sic) a la notificación
de este fallo, reintegre en sus labores al señor Ricardo de Jesús
Marchena Muñoz como beneficiario del retén social, hasta la
terminación definitiva de la existencia jurídica de la empresa.

TERCERO. Ordenar al liquidador de Telecom en liquidación, que


reconozca al accionante todos los salarios y prestaciones a las
cuales tenía derecho desde la fecha en la cual fue desvinculado y
hasta el momento en que sea efectivamente incorporado a la
nómina de la entidad.

CUARTO. El liquidador de la empresa adelantará el cruce de


cuentas correspondiente y, en caso de resultar saldos a favor de
la entidad, como la restitución de la indemnización puede no
resultar posible en un solo momento debe ofrecer facilidades de
pago al accionante que garanticen su subsistencia digna y la de
su mejor hijo. En todo caso, llegado el momento de la liquidación
definitiva de la empresa podrá materializar los ajustes pendientes
con el pago de la indemnización que en ese momento habrá de
realizarse […] (f.° 1477 a 1481, cuaderno n.° 5).

b) Que el apoderado general de la liquidación de


Telecom, el 30 de enero de 2006, informó al señor Ricardo de
Jesús Marchena Muñoz que:

76
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

[…] dando cumplimiento a lo ordenado por el Juzgado Primero de


Menores de Barranquilla, usted fue reintegrado a su cargo a
partir de la fecha, en calidad de padre cabeza de familia, sin
solución de continuidad en el contrato laboral desde que la
empresa le suprimió el cargo.

Una vez liquidados los valores que le hubieren correspondido por


concepto de salarios y prestaciones sociales desde la supresión
del cargo a la fecha, se realizarán los respectivos cruces de
cuentas, informándole el estado de las mismas; que de quedar
saldo a favor de la Empresa […] deberá autorizar por escrito el
monto de descuento mensual correspondiente para abonar a la
deuda a favor de esta Entidad (folio 264, cuaderno n.° 1).

c) Que a través de sentencia del 16 de febrero de 2006,


el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Barranquilla,
revocó la decisión del 23 de enero de igual anualidad que
favorecía los intereses del señor Marchena Muñoz, tras
encontrar que,

[…] el accionante cuenta con un medio judicial idóneo y expedito


para proteger sus derechos fundamentales […] pues tiene la
posibilidad de presentar los recursos jurídicos ante la
jurisdicción competente para controvertir la decisión de la
entidad accionada […] para contradecir el acto administrativo
que negó su inclusión en el retén social como padre cabeza de
familia (f.° 1530 a 1535, cuaderno n.° 5 que corresponden a los
f.° 1514 a 1520, ib).

d) Que mediante decisión del Tribunal Superior del


Distrito Judicial de Cartagena, del 23 de noviembre de 2007,
se resolvió:

Revocase la sentencia [proferida por el Juzgado 1° Civil del


Circuito de Cartagena, el 10 de octubre de 2007].
Consecuencialmente, se concede la acción de tutela propuesta
por el señor RICARDO DE JESÚS MARCHENA MUÑOZ contra el
CONSORCIO DE REMANENTES DE TELECOM Y
TELEASOCIADAS EN LIQUIDACIÓN, conformado por
FIDUCIARIA LA PREVISORA S. A., FIDUAGRARIA S. A. y
FIDUCIARIA POPULAR S. A., que en el término de 48 horas se
sirva pagar los salarios y prestaciones dejados de percibir por

77
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

RICARDO DE JESÚS MARCHENA MUÑOZ desde el momento de


su desvinculación, acaecida el 25 de julio de 2003 hasta la
terminación definitiva de la existencia jurídica de la empresa que
lo fue el 30 de enero de 2006, según la liquidación que resulte a
favor del señor MARCHENA MUÑOZ, pero aclarándose que de la
suma a pagarse debe imputarse lo que ya le fue cancelado por
concepto de indemnización, conforme a la jurisprudencia SU-
389-2005, así como también deducir los eventuales salarios y
prestaciones que le hayan sido cancelados, con ocasión al
reintegro que se dio inicialmente en virtud de la orden de tutela
impartida por el Juzgado Primero de Menores de Barranquilla (f.°
2015 a 2034, cuaderno n.° 7).

e) Que mediante Memorial 06-1451 del 31 de enero de


2006, suscrito por el apoderado general para la
liquidación, informó al señor Ricardo Marchena Muñoz,
que en cumplimiento del artículo 1° del Decreto 4781 de
2005, se da por terminado el contrato de trabajo, por la
supresión automática de todos los cargos, advirtiendo que:

[…] de acuerdo con lo establecido por el Decreto 797 de 1949 el


plazo máximo para el pago de sus prestaciones sociales
definitivas y la indemnización correspondiente es de 90 días
hábiles contados a partir de la fecha de terminación de la relación
laboral. No obstante, se están haciendo las labores pertinentes
para lograr el pago en el menor tiempo posible (f.° 1529.
cuaderno n.° 5).

3. Néstor Julio Varela

Dijo la impugnante, que el actor no acreditó que no


tuviera otra alternativa económica; así como tampoco que
fuera quien velara por sus hijos menores; que, en efecto, a
través de sentencia de segunda instancia en acción de tutela,
se concluyó que no reunía los requisitos jurisprudenciales
CC SU-389-2005 (f.° 1234 a 1243, cuaderno n.° 4); que, sin
embargo por sentencia «T-453-2018» se amparó su derecho
con la orden de reconocer los beneficios del retén social,

78
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

información que corroboró la recurrente en apelación a folio


2147, cuaderno n. 7, por lo que no era viable proferir
condena por igual crédito.

Al respecto, halla la Corporación:

a) Que el Juzgado Tercero Laboral del Circuito de


Barranquilla el 1° de febrero de 2006, decidió:

NEGAR POR IMPROCEDENTE la presente acción de tutela


interpuesta por PRISCILIANA ECHEVERRÍA CONSUEGAR,
NESTOR VARELA JIMÉNEZ, MARIO ORLANDO DURÁN
MORALES y GUSTAVO ESCORCIA ESCORCIA contra la
EMPRESA NACIONAL DE TELECOMUNCACIONES – TELECOM.
Por cuanto la situación fáctica que sirve de sustrato a la misma
ya fue decidida anteriormente por parte del Tribunal Superior de
Barranquilla […] habiendo denegado la misma pretensión que se
aduce ahora, como es la de que los tutelantes al considerarse
como padres cabeza de familia con situación económica
desfavorable tienen derecho a las prerrogativas del retén social
impuesto en la Ley 790 de 2002 y por ende al reintegro al cargo
en la empresa en liquidación Telecom S. A., considerándose por
el contrario por esa Corporación que no cumplían los tutelantes
con los requisitos impuestos por la Corte Constitucional en la
sentencia SU-389-2005, para acceder a ello (f.° 1234 a 1244,
cuaderno n.° 4).

b) Que mediante Oficio del 22 de mayo de 2008,


denominado «Memorial justificativo para que el Fallo de
Primera Instancia sea confirmado dentro del Proceso Laboral
Ordinario», el demandante informó:

NESTOR JULIO VARELA JIMENEZ: Se le reconoció el Retén


Social mediante fallo radicado con el número. R. J.00278-3007 –
R-T.2007-402-24. Lo anterior indica que se aumentó el tiempo,
ya que ingresó el 17 de abril de 1990, hasta el 1° de febrero de
2006, lo que indica que laboró 15 años, 9 meses y 13 días, por la
solución de continuidad en el cargo.

4. Prisciliano Echavarria Consuegra

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SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

Refirió la promotora del recurso, que no demostraron


las circunstancias necesarias al tenor de la sentencia CC SU-
389-2005 para ser beneficiario del retén social; que en
principio, los jueces constitucionales negaron la protección
implorada (f.° 1225 a 1228, 1236 a 1244 y 1259 a 1267,
cuaderno n.° 4), pero que ante acción constitucional que
promovió en otro distrito en providencia del 30 de octubre de
2007, se concedió el anhelado amparo (f.° 1997 a 2014,
cuaderno n.° 7); que acató dicha decisión pagando los
salarios y prestaciones del 25 de julio de 2003 hasta el 30 de
enero de 2006 (f.° 3617 a 3618, cuaderno n.° 9), como lo
corroboró su apoderada mediante información que allegó al
segundo Juez (f.° 2146, cuaderno n.° 7).

Sobre el asunto aparece en el expediente:

a) Que el Juzgado Primero Penal del Circuito de


Barranquilla, el 12 de febrero de 2004, negó por
improcedente la acción tutelar promovida por el
demandante, en representación de sus hijos menores, tras
considerar que el conflicto requería ser agotado ante el Juez
natural de la causa, en razón a que no avizoraba un perjuicio
irremediable (f.° 1223 a 1226 o 1225 a 1228, cuaderno n.°
4).

b) Que el Juzgado Octavo de Familia de Barranquilla el


11 de octubre de 2005, negó la «[…] tutela promovida por el
señor PRISCILIANO ECHEVERRÍA CONSUEGRA […]», debido a
que «[…] el presente asunto era menester resolverlo por la vía
contencioso administrativa, en donde el Juez, con mayores

80
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

elementos de juicio y mayor debate probatorio, pueda


determinar a quién le asiste razón», pues no hallaba prueba
suficiente que permitiera tener por acreditado el beneficio del
retén social como padre cabeza de familia (f.° 1258 a 1266,
ibidem).

c) Que mediante sentencia del 1° de febrero de 2006 el


Juzgado Tercero Laboral del Circuito de Barranquilla, negó
por improcedente la acción interpuesta por Prisciliano
Echeverria Consuegra contra Telecom,

[…] por cuanto la situación fáctica que sirve de sustrato a la


misma ya que fue decidida anteriormente por parte del Tribunal
Superior de Barranquilla – sala Civil Familia, habiendo denegado
la misma pretensión que se aduce ahora, como es la de que los
tutelantes al considerarse como padres cabeza de familia con
situación económica desfavorable tienen derecho a las
prerrogativas del retén social impuesto en la Ley 790 de 2002 y
por ende al reintegro al cargo en la empresa en liquidación
Telecom S. A., considerándose por el contrario por esa
Corporación que no cumplían los tutelantes con los requisitos
impuestos por la Corte Constitucional en la sentencia SU-389-
2005, para acceder a ello (f.° 1234 a 1244, cuaderno n.° 4).

d) Que el Tribunal Superior del Distrito Judicial, Sala


Civil Familia de Cartagena, a través de providencia del 30 de
octubre de 2007, revocó la sentencia del Juzgado Sexto Civil
del Circuito de la misma ciudad, del 12 de septiembre de
2007 y, en su lugar, ordenó:

1. […] Se concede la acción de tutela propuesta por el señor


PRISCILIANO ECHEVERRÍA CONSUEGRA contra el
CONSORCIO DE REMANENTES DE TELECOM Y
TELEASOCIADAS EN LIQUIDACIÓN, conformado por
FIDUCIARIA LA PREVISORA S. A., FIDUAGRARIA S. A. y
FIDUCIARIA POPULAR S. A., a fin de protegerle sus derechos
fundamentales al ACCESO A LA ADMINISTRACIÓN DE
JUSTICIA, IGUALDAD y MÍNIMO VITAL y respecto de sus hijos

81
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

menores los concernientes a TENER UNA FAMILIA y NO SER


SEPARADOS DE ELLA.

2. […] Ordénese al consorcio de remanentes de TELECOM Y


TELEASOCIADAS EN LIQUIDACIÓN, conformado por […] que en
el término de 48 horas se sirva pagar los salarios y prestaciones
dejados de percibir por PRISCILIANO ECHEVERRÍA
CONSUEGRA desde el momento de su desvinculación, acaecida
el 25 de julio de 2003, hasta la terminación definitiva de la
existencia jurídica de la empresa que lo fue el 30 de enero de
2006, según la liquidación que resulte a favor del señor
Echeverría consuegra, pero aclarándose que de la suma a
pagarse debe imputarse lo que ya le fue cancelado por concepto
de indemnización, conforme a la jurisprudencia SU-389-2005
(f.° 1904 a 2015, cuaderno n.° 7).

e) Que mediante Oficio del 1° de febrero de 2008 el jefe


operativo de la unidad personal, comunicó al señor
Prisciliano Echeverría Consuegra:

En atención a la solicitud del asunto, presentada por usted y


radicada en esta entidad el pasado 21 de enero, mediante la cual
solicita oficio de reintegro y la relación correspondiente al pago
de salarios y prestaciones sociales, se le reitera lo siguiente:

[…]

De acuerdo a su solicitud de remitir oficio que ordene su


reintegro, se le precisa que esta entidad no es competente de
proferir Resoluciones u Actos Administrativos, toda vez que es
facultativo exclusivamente de entidades públicas, naturaleza
jurídica que no ostenta el PAR, al ser una entidad privada. Así
las cosas, se manifiesta que su reintegro se encuentra ordenado
por fallo judicial proferido por el Tribunal Superior del Distrito
Judicial de Cartagena, razón por la cual esta entidad en
cumplimiento del fallo de segunda instancia procedió a realizar
el depósito judicial correspondiente.

En atención a su solicitud de relación de pago de salarios y


demás prestaciones, se anexa copia de lo solicitado (f.° 3618,
cuaderno n. ° 9).

f) Que a folios 3618 a 3630, ibidem aparecen


«comprobantes de pago» de junio de 2002 a julio de 2003

82
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

elaborados por la «vicepresidencia administrativa de Telecom


– Sistema de información de nómina».

g) Que a través de Oficio del 22 de mayo de 2008,


denominado «Memorial justificativo para que el Fallo de
Primera Instancia sea confirmado dentro del Proceso Laboral
Ordinario», el demandante informó:

PRISCILIANO ECHEVERRÍA CONSUEGRA. Se le reconoció el


retén social en calidad de padre cabeza de familia, quien ingresó
el 6 de agosto de 1986 hasta el 31 de julio de 2003, pero como
con sentencia radicada bajo el n.° T-507-J-0364-2007, proferida
por la Sala Civil Familia del Tribunal Superior de Cartagena,
mediante el cual se le reconoció el retén social sin solución de
continuidad queda entendido que laboró hasta el 1° de febrero de
2006, quedando con un tiempo laborado en la entidad
demandada con 19 años, 5 meses y 24 días […] (f.° 2147,
cuaderno n.° 7)

5. Jesús Antonio Hernández Rodríguez

La impugnación adujo que el recurrente no acreditó las


circunstancias que se precisan para ser beneficiario del retén
social, al tenor de la sentencia CC SU-389-2005; que así por
ejemplo, no obraba prueba sobre la carencia de solvencia
económica y tampoco de que fuera quien asume el
mantenimiento de su familia y que a folios 801 a 806,
cuaderno n.° 3 aparece decisión de Juez constitucional en la
que «se confirmó que el actor no había verificado los requisitos
exigidos en la sentencia SU 389-2009».

En torno a sus denuncias, encuentra la Corporación


que el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Barranquilla
el 15 de marzo de 2006, modificó la sentencia proferida por

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SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

el Juzgado 1° de Menores de Barranquilla del 3 de febrero de


2006 y, en consecuencia, negó el amparo tutelar solicitado
por Jesús Antonio Hernández Rodríguez contra Telecom y La
Previsora S. A., por las siguientes razones:

[…] Dentro del caso en estudio, no se precisa por el accionante,


que cumplió con éste deber de acreditar la incapacidad de su
cónyuge o bien la necesidad de que ésta se mantuviera en el
hogar para el cuidado de su hijo mejor discapacitado.

Por ello, ante la no demostración de la anterior situación,


resultaba imposible para la empresa en liquidación, acceder al
reintegro del accionante; sin que sea aceptables los argumentos
de su apoderado relativos a que “era apenas lógico entender, que
estos cuidados – los del menor discapacitado – se los deparara
su señora madre”.

La administración en cumplimiento a su función pública no


puede argumentar sus decisiones en suposiciones o inferencias
con relación a los casos que día a día maneja. Razón por la cual,
mal puede el apoderado judicial de la parte accionante pretender
que en sede de tutela, sean tenidas en cuenta pruebas que en su
momento oportuno por negligencia o imprudencia no fueron
anexadas oportunamente a un procedimiento administrativo.

A la situación anterior se aúna el hecho de que el accionante si


bien es cierto hasta el mes de octubre de 2003 aparece como
cotizante del sistema de seguridad social y luego como
beneficiario del mismo hasta la fecha, tal situación permite
concluir, que su hogar cuenta con otra alternativa económica que
permite mantenerlo vinculado en tal calidad al sistema (f.° 801
a 806, cuaderno n.° 3).

6. Iván Alcides Vásquez Acevedo

La acusación anunció que mediante sentencia de


«segunda instancia» se indicó que el actor no cumplió los
requisitos para tenerlo como padre cabeza de familia (f.° 1949
a 1952, cuaderno n.° 7).

En efecto, el Juzgado Quinto Civil del Circuito de

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SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

Barranquilla, el 12 de febrero de 2004, dispuso no tutelar los


derechos fundamentales invocados por el accionante señor
Iván Alcides Vásquez Acevedo porque,

[…] en lo atinente a la subsistencia o no de un vínculo laboral,


no puede ser estudiado en sede de tutela sino a través de los
procesos ordinarios y ante los jueces competentes para decidir
los conflictos entre la administración y quienes están a su
servicio. Le asisten otros medios de defensa para buscar la
protección de los derechos que estima vulnerados, como es el de
acudir ante la jurisdicción contenciosa administrativa para
demandar judicialmente la actuación. La acción de tutela, no es
una manera de obviar los trámites que la legislación establece
para ventilar ante las autoridades competentes los litigios que se
presenten entre los particulares y la administración.

No basta la simple afirmación de un ciudadano de que


determinada situación, según su personal manera de enjuiciar,
vulnera sus derechos fundamentales, para que, por vía de
disposición general, las autoridades, se vean obligadas a adoptar
medidas que afecten a todo un conglomerado.

[…]

En relación a la inclusión en el plan de reintegro denominado


retén social, es de advertir que en oportunidad el accionante
presentó su solicitud de reintegro, la cual fue negada y no es la
presente acción de tutela el instrumento indicado para que el
accionante trate de ser incluido en dicho plan, cuando no fue
aceptado en oportunidad (f.° 1949 a 1952, cuaderno n.° 7).

7. Gustavo Candelario Escorcia

Refirió la promotora del recurso, que el reclamante no


cumplía con los requisitos para acceder al retén social; que
en una primera oportunidad así lo encontró demostrado el
Juzgado Tercero Laboral del Circuito de Barranquilla (f.°
1236 a 1244, cuaderno n.° 4); que, no obstante, en diferente
trámite constitucional fue concedido el amparo y,

85
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

posteriormente revocado (f.° 1868 a 1874, cuaderno n.° 6).

Alegó que, sin embargo, cumplió con el reintegro,


conforme lo prueban los documentos de folios 163, cuaderno
n.° 1, 1856, 1863 a 1867, cuaderno n.° 6, es decir, acató lo
ordenado.

Relacionado con el demandante en comento, se


corrobora:

a) Que a través de sentencia del 19 de octubre de 2005,


proferida por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Barranquilla Atlántico, se revocó la decisión del Juzgado
Quinto de Barranquilla del 8 de septiembre de 2005,
proferido por el Juzgado Quinto de Familia de esa ciudad y,
en su lugar, se dispuso: «DENEGAR el amparo aquí invocado,
de acuerdo con lo anotado en la parte motiva de esta
providencia».

Consideró que,

[…] el accionante no logró acreditar que cumple con los requisitos


exigidos por la Sentencia n.° SU-389-2005, proferida por la Corte
Constitucional, para ser beneficiario del retén social, pues como
bien se puede observar, el documento obrante a folio 25 del
cuaderno principal, emitido por el INSTITUTO DE
PSICOTERAPIAS VILL 76 y con el que se pretende probar la
supuesta incapacidad mental de la esposa del accionante, no
tiene mérito probatorio, teniendo en cuenta que además de
encontrarse en fotocopia simple y de no estar suscrita por el
médico tratante, da cuenta de un tipo de patología que no genera
incapacidad mental permanente.

En segundo lugar, se observa que el accionante no queda


comprendido por los efectos del fallo premencionado, pues como
claramente lo estableció la corte Constitucional, serán
amparados por el fallo quienes hayan sido desvinculados de la

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Radicación n.° 59400

empresa TELECOM EN LIQUIDACIÓN con ocasión de la


aplicación del límite temporal establecido en el Decreto 190 de
2003, es decir, a partir del 1° de febrero de 2004, lo que no ocurre
en el caso de autos, pues está suficientemente probado que el
actor fue desvinculado a partir del 25 de julio de 2003 (f.° 1868
a 1874, cuaderno n.° 6).

b) Que el Juzgado Tercero Laboral del Circuito de


Barranquilla, el 1° de febrero de 2006, decidió:

NEGAR POR IMPROCEDENTE la presente acción de tutela


interpuesta por PRISCILIANA ECHEVERRÍA CONSUEGAR,
NESTOR VARELA JIMÉNEZ, MARIO ORLANDO DURÁN
MORALES y GUSTAVO ESCORCIA ESCORCIA contra la
EMPRESA NACIONAL DE TELECOMUNCACIONES – TELECOM.
Por cuanto la situación fáctica que sirve de sustrato a la misma
ya fue decidida anteriormente por parte del Tribunal Superior de
Barranquilla […] habiendo denegado la misma pretensión que se
aduce ahora, como es la de que los tutelantes al considerarse
como padres cabeza de familia con situación económica
desfavorable tienen derecho a las prerrogativas del retén social
impuesto en la Ley 790 de 2002 y por ende al reintegro al cargo
en la empresa en liquidación Telecom S. A., considerándose por
el contrario por esa Corporación que no cumplían los tutelantes
con los requisitos impuestos por la Corte Constitucional en la
sentencia SU-389-2005, para acceder a ello.

Ahora, a los tutelantes les queda el camino de conseguir ya sea


la revisión de esas tutelas por parte de la Corte Constitucional
[…] (f.° 1234 a 1244, cuaderno n.° 4).

Con esta remembranza probatoria de entrada advierte


la Corporación: 1. que el Tribunal no erró protuberantemente
al no declarar la excepción de pago, pero, 2. que sí lo hizo al
desconocer los fallos constitucionales, pues en la mayoría de
los casos tenían efectos definitivos y, en consecuencia,
conforme se ha adoctrinado en las sentencias CSJ SL15882-
2017 y CSJ SL5580-2018, con referencia en los artículos 6°
y 8° del Decreto Ley 2591 de 1991, incidían en la decisión de
la jurisdicción ordinaria.

87
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

Explica la Corporación lo primero, porque aunque obran


en el expediente documentos auténticos provenientes del
empleador, en los que se informa el acatamiento de diferentes
sentencias judiciales que ordenan el reingreso del «segundo
grupo» de trabajadores a su actividad productiva, junto con
los comprobantes de nómina expedidos por la recurrente,
durante ciertos períodos, ello no da cuenta de la
consignación transferencia o entrega de la suma impuesta en
favor a cada uno de ellos; en otras palabras, la documental
previamente descrita, no enseña los efectos liberatorios de
los reconocimientos que, por demás, la misma impugnante
dijo haber efectuado.

En efecto, si lo pretendido por la acusación era que se


concluyera, que hubo defecto fáctico en la decisión del
Colegiado al no haber dado por demostrado, estándolo, el
pago pleno o parcial de la indemnización en subsidio del
reintegro, resultaba imprescindible, conforme lo ha razonado
la Sala, entre otras, en la sentencia CSJ SL643-2020, que
demostrara que las pruebas que señaló como no valoradas
por el juzgador, daban cuenta de forma evidente, manifiesta,
segura e inequívoca, esto es, no vaga, imprecisa u
oscuramente, de que realizó «[…] la prestación de lo que se
debe».

Lo último, porque ello es lo que al tenor de los artículos


1625, 1626 y 1627 del CC, libera al deudor del cumplimiento
de la obligación, a través de esa específica forma de extinguir
los compromisos, por lo cual esas documentales debían
enseñar, como no lo hacen, que hubo un desplazamiento

88
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

económico del patrimonio del empleador hacia el de los


trabajadores, que cubría cabalmente las remuneraciones
mensuales, correspondientes con el período del 31 de julio
de 2003 al 31 de enero de 2006, junto con «[…] los
incrementos y prestaciones sociales legales y convencionales».

Nótese que, si bien mediante memorandos del 19 de


octubre de 2005 y 4 de noviembre de igual anualidad, se
informa al señor Mario Orlando Durán que sería reintegrado
a su cargo en cumplimiento de sentencia de tutela y que le
iba a ser cancelado lo adeudado después de realizar el
correspondiente cruce de cuentas, de acuerdo a lo liquidado
por la empresa (f.° 49, cuaderno n.° 1 y 3391 a 3402,
cuaderno n.° 9), ocurre que tales datos no enseñan la
transferencia o entrega que libera al deudor, menos en el
periodo 2003 a 2006, porque únicamente aparecen
cuantificados los conceptos como sueldos, primas,
bonificaciones convencionales y aportes a seguridad social de
julio de 2003 a octubre de 2005.

A lo previo se suma que, a través orden judicial del 28


de noviembre de 2006, se revocó el amparo concedido,
porque el actor no había demostrado un perjuicio
irremediable que ameritara la intervención del Juez
constitucional (f.° 48 a 54, ibidem), lo que significa que la
reinstalación en el cargo ordenada inicialmente, perdió su
efecto y que, por ende, es comprensible que no exista prueba
contundente del pago que hubiere cubierto la indemnización
en subsidio del reintegro entre julio de 2003 y enero de 2006.

89
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

Semejante situación se predica de Ricardo de Jesús


Marchena Muñoz, en tanto que, aunque le fue concedida la
protección del retén social el 23 de enero de 2006 (f.° 1477 a
1481, cuaderno n.° 5) y en Oficio del 30 de enero siguiente,
se le comunica el acatamiento de esa disposición, también
sucedió que, a través de fallo del 16 de febrero de igual
anualidad, decayó aquella orden (f.° 1530 a 1535, ibidem).

Ahora, aunque en providencia del 23 de noviembre de


2007, logra la inclusión en el grupo de personas beneficiadas
con el retén social (f.° 2015 a 20134, cuaderno n.° 7), no hay
evidencia del reconocimiento económico generado, sin que
constituya prueba de lo dicho la comunicación de
terminación del contrato de trabajo (f.° 1529, cuaderno n.°
5), como lo pretende la acusación.

De otra parte, tampoco es medio de convicción sobre la


liberación de la obligación impuesta, la manifestación que
realizó la apoderada de los señores Néstor Julio Varela
Jiménez, Ricardo de Jesús Marchena Muñoz y Prisciliano
Echavarria Consuegra, en el oficio denominado «memorial
justificativo para que el fallo de primera instancia sea
confirmado dentro del proceso laboral ordinario» (f.° 2138 a
2147, cuaderno n.° 7), que presentó ante el Colegiado,
respecto del reconocimiento a través de acciones de tutela del
retén social, debido a que:

i) dicho documento, como los anteriores, no enseña el


reconocimiento que pretende ser quebrado para evitar un
presunto enriquecimiento ilícito, como lo refiere la Corte

90
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

Constitucional, precisamente, porque no acreditan el


desplazamiento patrimonial que generaría el pago y,

ii) no hace prueba en el proceso, si se tiene en cuenta,


que no fue presentado en ninguna de las oportunidades
procesales pertinentes para el efecto; además de que no se
trata de aquellas actuaciones procesales de conformidad con
el artículo 197 del CPC (norma vigente para la tramitación
del presente asunto), en las que se presume que el apoderado
judicial estuviere habilitado para confesar, esto es, de la
demanda, su contestación o de la audiencia del artículo 101
de ese Código.

Ahora, concluye la Corte lo segundo, porque el Tribunal,


sí se equivocó irrefutablemente, al conceder el beneficio del
retén social en favor de Mario Orlando Durán Morales,
Ricardo de Jesús Marchena Muñoz, Néstor Julio Varela
Jiménez, Prisciliano Echavarría Consuegra (segundo
grupo de demandantes), Jesús Antonio Hernández
Rodríguez y Gustavo Candelario Escorcia (tercer grupo),
porque en el marco de lo establecido por la Corte
Constitucional en la sentencia CC SU-389-2005, el derecho
de estos tuvo una solución definitiva ante la jurisdicción
constitucional, ya sea porque se concedió el beneficio del
retén social, se negó por la falta del cumplimiento de los
requisitos o se declaró la cosa juzgada constitucional.

En efecto, de las transcripciones de las sentencias de


tutela no apreciadas por el sentenciador, se extrae la
siguiente información:

91
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

Sentencias Tutela Fecha Decisión Motivo


Juz 5 Familia Circuito
Mario Orlando Barranquilla 11/10/05 Tuteló concedió retén social
Durán Morales Tribunal Barranquilla 28/11/05 Revocó No procedía transitorio
Juz 3 Laboral Circuito
Barranquilla 01/02/06 Negó Cosa juzgada
Ricardo de Juzgado 1 Menores
Jesús Barranquilla 23/01/06 Tuteló concedió retén social
Marchena
Muñoz Tribunal Barranquilla 16/02/06 Revocó No procedía transitorio
Juzgado 1 Civil
Circuito Cartagena 10/10/07 Negó
Tribunal Cartagena 23/11/07 Revocó Concedió retén social
Nestor Julio Juz 3 Laboral Circuito
Varela Jiménez Barranquilla 01/02/06 Negó Cosa juzgada
Juz 1 Penal Circuito
Prisciliano Barranquilla 12/02/04 Negó No procedía transitorio
Echavarria Juz 8 Familia
Consuegra Barranquilla 11/10/05 Negó mecanismo transitorio
Juz 3 Laboral Circuito
Barranquilla 01/02/06 Negó Cosa juzgada
Juz 6 Civil del
Circuito Cartagena 12/09/07 Negó
Tribunal Cartagena 30/10/07 Revocó Concedió retén social
Juz 1 Menores
Jesús Antonio Barranquilla 03/02/06 Negó
Hernández Negó no cumplió
Rodríguez Tribunal Barranquilla 15/03/06 Modificó requisitos
Iván Alcides
Vásquez Juz 5 Civil Circuito
Acevedo Barranquilla 12/02/04 Negó no procedía transitorio
Juz 5 Familia
Gustavo Barranquilla 08/09/05 Tuteló
Candelario Negó no cumplió
Escorcia Tribunal Barranquilla 19/10/05 Revocó requisitos
Juz 3 Laboral Circuito
Barranquilla 01/02/06 Negó Cosa juzgada

En otras palabras, quedo demostrado, sin que así lo


hubiera declarado el sentenciador, que:

a. Mario Orlando Durán Morales, después de intentar


dos acciones de tutela, se le negó el derecho a acceder al
retén social por existir cosa juzgada constitucional;

92
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

b. Ricardo de Jesús Marchena Muñoz, tras interponer


dos de las mismas, obtuvo el reconocimiento pretendido;

c. Néstor Julio Varela Jiménez, en el trámite que surtió,


se le negó la concesión del derecho reclamado;

d. Prisciliano Echavarría Consuegra, pretendió en


cuatro oportunidades semejante protección ante diferentes
distritos judiciales y, en el último evento, obtuvo la
protección constitucional;

e. Jesús Antonio Hernández Rodríguez, no obstante


solicitó una vez el reconocimiento tutelar, se estableció que
no cumplía los requisitos de la sentencia CC SU-389-2005 y,

f. Gustavo Candelario Escoria, intentó lograr la


protección que solicitaba en dos ocasiones, empero junto con
los reclamantes señalados en los literales a, c y d, se le negó
su tutela, con fundamento en las siguientes consideraciones:

En el caso concreto los cuatro accionantes de esta tutela se


observa que ellos bajo las condiciones establecidas en esa
sentencia SU-389-2005 y ante requerimiento del liquidador de la
empresa aportaron los documentos para acreditar su condición
de padres cabeza de familia y hacer efectivo el reintegro, pero
siéndoles negada tal solicitud, por determinarse que no cumplían
los requisitos en una u otra forma. Posteriormente ellos, accionan
en tutela para los meses de octubre y noviembre del 2005 ante la
especialidad de familia de esta ciudad de Barranquilla,
decidiéndose finalmente por el Tribunal Superior de Barranquilla
– Sala Civil Familia, ante la impugnación que se hicieron de los
fallos de primera instancia que efectivamente los tutelantes no
tenían derecho al reintegro por no cumplir las condiciones
requeridas en la sentencia SU-389-2005, y en donde revisándose
esas sentencias de segunda instancia se observa que se hizo por
parte de la Sala respectivas un minucioso estudio de los
requisitos exigidos por la Corte Constitucional en

93
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

correspondencia con los diversos medios probatorios aportados


como sustento de la solicitud. Sobre todos que esas decisiones
de la Sala Civil Familia del Tribunal Superior de Barranquilla
fueron hechas con posterioridad a la sentencia SU-289-2005 ya
que esta fue emitida en el mes de abril del 2005 y aquellas fueron
realizada entre octubre y noviembre de 2005, por lo cual se tuvo
ocasión en esta oportunidad por parte de la jurisdicción de
Familia de interpretar y aplicar en toda su extensión la ratio
decidendi expuesta por la Corte Constitucional en su
remembrada decisión.

Si bien es cierto la abogada de los accionantes alega que esta


nueva acción de tutela es diferente a las anteriores por cuanto
existe nuevo criterio expuesto en las ciudades de Montería y
Cartagena […]

Para este Juez constitucional de tutela lo resuelto por el Tribunal


Superior de Barranquilla – Sala Civil Familia le impone un
trámite de obediencia a lo resuelto, pues no solo fue una decisión
que tuvo como fundamento la propia sentencia de la Corte
Constitucional […] y en donde la Corporación al hacer el estudio
de las probanzas y condiciones de los tutelantes llegaron a la
conclusión de que no cumplían con los requisitos exigidos para
ingresar al retén social y por tanto para ser beneficiarios con el
reintegro, sino que también tal decisión produjo efectos de cosa
juzgada material y por ende no puede ser modificada por lo
intangible, a no ser que surja una doctrina diferente que permita
su procedencia pero la misma para su obligatoriedad debe ser
emitida por parte del superior jerárquico de los Tribunales
Superiores de Barranquilla, Cartagena y Montería y no
meramente surgida de una contradicción de criterios entre estos
pares.

Ahora, a los tutelantes les queda el camino de conseguir ya sea


la revisión de esas tutelas por parte de la Corte Constitucional
[…] (f.° 1234 a 1244, cuaderno n.° 4).

Refiere la Corporación exhaustivamente lo precedente,


porque permite evidenciar, que el Tribunal, como se advirtió,
de una parte, dejó de observar las decisiones que con efectos
definitivos se profirieron respecto de:

i) Ricardo de Jesús Marchena a quien se le concedió la


protección constitucional implorada mediante sentencia
emitida por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de

94
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

Cartagena del 23 de noviembre de 2007 (f.° 2015 a 2034,


cuaderno n.° 7);

ii) Mario Orlando Durán Morales, Néstor Julio Varela


Jiménez, Prisciliano Echavarria Consuegra y Gustavo
Candelario Escorcia, a quienes a través de providencia del 1°
de febrero de 2006 se les negó el reconocimiento pretendido
porque existió cosa juzgada constitucional, emitida con
posterioridad a la sentencia CC SU-389-2005 y,

iii) Jesús Antonio Hernández Rodríguez, porque no


obstante se le negó su condición de beneficiario del retén
social, lo fue porque no acreditó la incapacidad de su
cónyuge para velar por la manutención de hijo menor
discapacitado, como condición necesaria para acceder a él.

Mientras que, de otra parte, también queda en evidencia


que el Tribunal pasó por alto, como lo precisó la Corte
Constitucional en la sentencia que se acata:

i) que la sentencia CC SU-389-2005 ordenó conceder el


retén social a quienes cumplieran con los requisitos en ella
establecidos para ser madres o padres cabeza de familia,
afectados por la liquidación de Telecom, permitiendo que «[…]
las personas que se encontraran en esas mismas
circunstancias [interpusieran] una nueva tutela […], para pedir
la aplicación de las reglas sentadas».

ii) que, no obstante, ello no significó «[…] libertad


ilimitada de acudir sucesiva e indefinidamente ante los jueces

95
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

de tutela para promover reclamos por los mismos hechos […],


cuando ya han obtenido un pronunciamiento definitivo en
discusiones previamente abordados por la justicia
constitucional».

iii) que lo anterior, tiene sentido en razón a que «[…] la


cosa juzgada a la cual hacen tránsito los fallos de tutela,
cuando se dan las demás condiciones mencionadas, no
desaparece en el contexto de liquidación de TELECOM.
Tampoco lo hace el deber de obrar con lealtad dentro de los
procesos de tutela».

Destaca la Corporación lo último, con importancia para


el caso, porque el segundo Juzgador aseguró que encontró
demostrados los requisitos decantados en la sentencia CC
SU-389-2005 para amparar con el beneficio del retén social
a los reclamantes enlistados; sin embargo, obvió que tal
decisión constitucional, además de precisar las condiciones
para tener la calidad de madre o padre cabeza de familia,
dispuso que el asunto sobre el retén social, podría ventilarse
a través de una única nueva acción de tutela posterior al
proferimiento de aquella de unificación.

En efecto, en relación con esa premisa y el


comportamiento de Mario Orlando Durán, Prisciliano
Echavarría Consuegra y Gustavo Candelario Escorcia,
quienes actuaron con plena contravención de la lealtad y de
la prohibición de no abusar del derecho (artículos 86 y 95 de
la CP y 49 CPTSS), pues interpusieron dos, tres e inclusive
cuatro acciones de tutela, debió el sentenciador analizar el

96
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

motivo por el cual en sus específicos casos, fueron negadas


las pretensiones en la segunda oportunidad a la que
acudieron, para establecer si la decisión se profirió con
efectos definitivos y, por ende, inmodificables.

Así se dice, porque la prohibición de reclamar


judicialmente a través de múltiples acciones de tutela, como
lo había advertido el Juez constitucional, por obvias razones,
era extensiva a intentar el amparo a través de la jurisdicción
ordinaria laboral, si en aquella ocasión, como ocurrió, se
examinó de fondo el cumplimiento de los requisitos para
establecer si el trabajador tenía la calidad de padre o madre
cabeza de familia.

Ahora, semejante situación acontece respecto i) de


Ricardo de Jesús Marchena Muñoz que, aunque solo intentó
en dos oportunidades el recurso tutelar, con apego a la
sentencia CC SU-389-2005, obtuvo el amparo pretendido y
no lo fue con efectos transitorios, por lo que el Juez ordinario
laboral no podía examinar nuevamente su derecho y, ii) de
Jesús Antonio Rodríguez, porque aunque solo hay noticia de
una sentencia de tutela, le fue negado el amparo debido a
que no demostró la incapacidad de su cónyuge para proveer
el sustento económico de su hija menor de edad, en relación
con las condiciones de mencionada decisión de unificación.

Ahora, la situación en estudio no es predicable de Iván


Alcides Vásquez Acevedo (tercer grupo), porque si bien hay
constancia de que el Juzgado Quinto Civil del Circuito de
Barranquilla el 12 de febrero de 2004, negó la concesión del

97
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

retén social, no lo hizo con efectos definitivos, sino


transitorios, al precisar que:

En relación a la inclusión en el plan de reintegro denominado


retén social, es de advertir que en oportunidad el accionante
presentó su solicitud de reintegro, la cual fue negada y no es la
presente acción de tutela el instrumento indicado para que el
accionante trate de ser incluido en dicho plan, cuando no fue
aceptado en oportunidad (f.° 1949 a 1952, cuaderno n.° 7).

Motivo por el cual, como se explicó en las sentencias


CSJ SL15882-2017 y CSJ SL5580-2018, lo decidido por el
Juez de tutela, era modificable, pues abordó la controversia
de forma temporal, lo que implica que la decisión proferida
por esa jurisdicción, «no surte los efectos de la res judicata
habida cuenta que, precisamente, quien debe cerrar el debate
sobre el derecho […] es esta jurisdicción».

En consecuencia, como la alegación de la censura en


torno al demandante en reflexión, se limitó a advertir que
había prueba sobre el pronunciamiento constitucional que
negó el derecho, sin reparar en que esa decisión no tuvo como
fundamento el hecho de que aquél no hubiere demostrado
los requisitos para ser beneficiario del retén social, sino que
era otra la jurisdicción competente para revisarlo, la
sentencia del Colegiado en ese punto, ha de mantenerse en
firme.

Por las razones esbozadas, la sentencia de segunda


instancia se quebrará en cuanto reconoció el retén social por
su condición de madre o padre cabeza de familia a Mario
Orlando Durán Morales, Ricardo de Jesús Marchena Muñoz,
Nestor Julio Varela Jiménez, Prisciliano Echavarria

98
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

Consuegra, Jesús Antonio Hernández Rodríguez y Gustavo


Candelario Escorcia, en razón a que el defecto fáctico
cometido, llevó al Tribunal a pronunciarse sobre un tema que
le estaba vedado, al tenor de lo explicado en las sentencias
CC SU-389-2005 y CC SU-377 de 2014, reiteradas en la CC
SU-143-2020, que se acata.

No obstante, se impone aclarar que lo dicho no es


suficiente para quebrar el reconocimiento realizado en favor
de Mario Orlando Durán Morales y Jesús Antonio Hernández
Rodríguez, porque como lo precisó la Corte Constitucional y
se alcanza a leer a folios 3542 y 3555, cuaderno n.° 11 de la
segunda sentencia, el beneficio concedido en favor de estos
reclamantes, lo fue por tener tanto la calidad de padres
cabeza de familia como pre pensionados y la última no fue
controvertida; así como tampoco, fue la que se hizo valer en
las acciones constitucionales que se comentaron.

XIX. CARGO NOVENO

Expone que la sentencia vulnera por la vía indirecta, en


la modalidad de aplicación indebida, los artículos 4°, 19, 467,
469 y 476 del CST, en relación con los artículos 9°, 10° y 11
del Decreto 2661 de 1960; 10° del Decreto 1835 de 1994; 1°
de la Ley 33 de 1985; 12 de la Ley 790 de 2002; 1°, 16, 20,
21 y 27 del Decreto 1615 de 2003; 33 (modificado por el
artículo 9° de la Ley 797 de 2003) y 36 de la Ley 100 de 1993.

Aduce que el Tribunal, incurrió en los siguientes errores


fácticos:

99
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

1. Dar por demostrado, sin estarlo, que a los demandantes les


asiste el derecho al reconocimiento y pago de la pensión
anticipada.

2. No dar por demostrado, estándolo, que los demandantes no


cumplen los requisitos establecidos en la convención colectiva de
trabajo para el reconocimiento y pago de la prestación a la que
se refiere el Plan anticipado.

Señala, que aquellos defectos protuberantes fueron


cometidos por el sentenciador por la «apreciación indebida del
artículo 2º y la adenda de la Convención Colectiva de Trabajo
1996—1997 que corre a folios 296 a 329 del C. 2; del Plan de
Pensión Anticipada y del instructivo de folios 93 a 100 del C.I».

Argumenta, que de la lectura del artículo 2° de la


Convención Colectiva de Trabajo 1996-1997 y del plan de
pensión anticipada, se colige que ese beneficio se estableció
para aquellos trabajadores que se encontraran dentro de
alguno de los regímenes especiales de pensión, que les
faltasen siete años o menos, para cumplir con los requisitos
de la pensión convencional, al 31 de marzo de 2003, si se
ostentaba un cargo ordinario, o llevar 20 años de servicios al
31 de diciembre de 2004, si había ocupado cargos de
excepción; además de que, debían estar dentro del régimen
de transición de la Ley 100 de 1993 y haber estado
vinculados a TELECOM, antes de que se transformara en
empresa industrial y comercial del Estado.

Afirma, que dada la fecha de nacimiento de los actores


y la de ingreso a laborar, ninguno de los favorecidos por la
condena a pensión anticipada, tenía 40 años o más, o 15

100
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

años o más de servicios al 1º de abril de 1994, según la


siguiente información:

Fecha de Ingreso Edad Edad


Nombre nacimiento Laborar 1/04/1995 finiquito
Gonzalo Triana Vergara 4/03/1961 22/10/1982 33 45
Carlos Pérez Marín 25/08/1959 17/08/1984 35 47
Gustavo Escorcia Escorcia 26/04/1956 27/09/1985 37 49
Néstor Varela Jiménez 12/02/1959 17/04/1990 35 47
Iván Vásquez Acevedo 8/10/1962 21/02/1985 32 44
Prisciliano Echeverría
Consuegra 26/08/1959 6/08/1986 35 47
Dilia Elena Ortiz Mejía 19/10/1961 4/08/1987 33 45
Nelson Oviedo Jiménez 16/08/1960 9/02/1990 34 46

En consecuencia, manifiesta que:

Brota, igualmente, la indebida contemplación de la adenda


convencional, como quiera que las partes le ofrecieron el alcance
que le debía corresponder a la convención colectiva de trabajo
(1996-1997), cabe resaltar que esa convención colectiva de
trabajo no da noticia respecto de las modalidades de pensión,
luego la única referencia sobre ese particular reposa en la adenda
al acuerdo colectivo y en el instructivo del plan de pensión
anticipada, razón para predicar que el Tribunal no estudió en
forma acertada esos documentos y, por ende, que incurrió en los
errores manifiestos e intolerables desatinos de hecho (f.° 95 a
104, cuaderno de la Corte).

XX. RÉPLICA

Solicitan a la Corte no dar prosperidad al cargo, en


atención a que en la sentencia CC T-592-2006, se definió que
es el PAR conformado por la FIDUAGRARIA S. A. y
FIDUCIARIA POPULAR S. A., a quien le corresponde asumir
las obligaciones a cargo de la extinta TELECOM (f.° 144 a
145, ibidem).

101
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

XXI. CARGO DÉCIMO

Acusa la sentencia impugnada de violar por la vía


indirecta, los artículos 4°, 19, 466, 467, 468, 469 y 467 del
CST, en relación con el artículo 36 de la Ley 100 de 1993 y
9° del Decreto 2201 de 1987.

Aduce como pruebas indebidamente valoradas, la


Convención Colectiva de Trabajo 1996 -1997, en su artículo
2°, así como la adenda que se encuentra en f. ° 296 a 329,
cuaderno n.° 2, más el instructivo para el plan de pensión
anticipada de folios 93 a 100 del cuaderno n.° 1, pues con
fundamento en ellos, dio por demostrado, sin estarlo, que la
pensión extralegal se liquidaría con base en el último año de
servicio.

Sostiene, que el Tribunal apreció con error el instructivo


obrante a f.° 90 a 101 del cuaderno 1º, en el cual se estipula
que el valor inicial de la pensión anticipada de jubilación, se
hallaría de la misma forma como Caprecom liquida las
pensiones de jubilación, atendiendo al régimen en el que se
encuentra el trabajador, por lo que debían ser liquidadas con
el promedio de los salarios devengados en los últimos 10
años de servicios, que para el caso de los demandantes, sería
desde el 1º de abril de 1994 al 31 de marzo de 2003, como se
solicitó en la demanda.

Refiere, que la consideración del Tribunal, además,


desconoce la forma en que la Corte, en otras oportunidades,
por ejemplo, en la sentencia CSJ SL, 1º mar. 2011, rad.

102
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

32927, determinó la manera para hallar el valor inicial de


una pensión extralegal y la forma correcta en que se debe
entender el instructivo en comento (f. ° 104 a 105, ib).

XXII. RÉPLICA

Exponen los mismos argumentos que en la réplica al


cargo décimo, sobre la responsabilidad del PAR en el pago de
las acreencias laborales de la extinta TELECOM (f. ° 145 a
146, ibidem).

XXIII. CARGO DÉCIMO PRIMERO

Cuestiona la legalidad del fallo por la vía directa, en la


modalidad de aplicación indebida, de los artículos 21, 33 y
36 de la Ley 100 de 1993, en relación con el 1° de la Ley 33
de 1985 y el 53 y 230 de la CP.

Sostiene, que de encontrarse probado que a los


demandantes le asiste el derecho a la pensión de jubilación,
debe prosperar este cargo y el anterior, en forma subsidiaria,
en razón a que el Tribunal se equivocó al calcular el valor de
las mesadas pensionales, porque no lo hizo sobre lo que
indican los artículos 21 y 36 de la Ley 100 de 1993 y la
jurisprudencia.

Plantea, que el sentenciador debió tomar el promedio


salarial de los últimos 10 años de servicios, calculándosele el
75 % y no como lo hizo, a partir del promedio de lo devengado
en el último año de servicio; que si se hubiera realizado la

103
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

operación pertinente, el valor de las mesadas pensionales


sería inferior al establecido en la sentencia acusada (f.° 146
a 152, ibidem).

XXIV. RÉPLICA

Afirma, que en la adenda aclaratoria del artículo 2° de


la Convención Colectiva 1996-1997, se realizaron
modificaciones al campo de aplicación de dicho instrumento
colectivo, al introducir la condición de que los trabajadores
deben pertenecer al régimen de transición del artículo 36 de
la Ley 100 de 1993, para acceder a la pensión, cuestión que
reclaman debió surtir un conflicto colectivo previo y un
depósito oportuno, por lo cual, además de inaplicable, les es
inoponible.

Solicitan no casar la sentencia impugnada,


manteniendo los derechos reconocidos por el Tribunal y
concediendo los revocados a Gabriel Moisés Chartuni,
Martha Lucía Gutiérrez Consuegra, Judith María González
Silgado y Jorge Tadeo Lozano Rueda (f.° 146 a 152, ib).

XXV. CONSIDERACIONES

Empieza la Sala por advertir que se pronunciará


conjuntamente de los cargos noveno, décimo y décimo
primero, dado que cada uno de ellos es subsiguiente del
anterior.

104
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

El Tribunal confirmó la condena que profirió el primer


Juez sobre el reconocimiento de la pensión anticipada en
favor de Gonzalo Enrique Triana Vergara, Carlos Alberto
Pérez Martínez, Gustavo Candelario Escorcia Escorcia,
Néstor Julio Varela Jiménez, Iván Alcides Vásquez Acevedo,
Nelson Enrique Oviedo Jiménez, Dilia Elena Ortíz Mejía,
Prisciliano Echevarría Consuegra, tras considerar:

1. Que además del régimen especial dispuesto en la


cláusula 2ª de la Convención Colectiva 1996-1997 y su
adenda aclaratoria, para los trabajadores oficiales de la
extinta TELECOM, existía un régimen legal especial, de
conformidad con los Decretos 1835 de 1994 y 2661 de 1960,
que se aplicaba a quienes se encontraran vinculados a la
entidad al momento en que se transformó en empresa
industrial y comercial del Estado.

2. Que la adenda aclaratoria de la cláusula 2ª de la


convención colectiva, no modificó esos regímenes legales
especiales.

3. Que del Acta n.° 1782 de 2003, se sigue que el plan


de pensión anticipada aplicaba para quienes se encontraran
en regímenes pensionales especiales.

4. Que los reclamantes cumplían esas condiciones, así:

Trabajador Nacimiento Ingreso Egreso Tiempo servido Cargo

105
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

Grupo de
Transmisión
Gonzalo Enrique 23 años, 3 meses, de Datos -
1 Triana Vergara 4-mar-61 22-oct-82 31-ene-06 9 días Excepción
Mensajero II -
Carlos Alberto 21 años, 5 meses Trabajador
2 Pérez Martínez 25-ago-59 17-ago-82 31-ene-06 y 24 días Oficial
Gustavo
Candelario Mensajero II -
Escorcia 20 años, 4 meses Trabajador
3 Escorcia. 26-abr-56 27-sep-85 31-ene-06 y 4 días Oficial
Técnico
Mecánico
industrial I,
Grupo Energía
Néstor Julio 15 años, 9 meses, - Trabajador
4 Valera Jiménez 12-feb-59 17-abr-90 31-ene-06 14 días Oficial
9 meses, 28 días
(Ecopetrol)
1 año, 4 meses y
4 días (SENA)
Auxiliar Técnico
- Mensajero II -
Iván Alcides 20 años, 11 Trabajador
5 Vásquez Acevedo 8-oct-62 21-feb-90 31-ene-06 meses y 10 días Oficial
Auxiliar
Técnico -
Prisciliano Mensajero I -
Echeverria 19 años, 5 meses, Trabajador
6 Consuegra 26-ago-59 6-ago-86 31-ene-06 25 días Oficial
Auxiliar
Administrativo
- Mecanógrafa
Dalia Elena Ortíz 18 años, 5 meses, - Trabajador
7 Mejía 19-oct-60 4-ago-87 31-ene-06 27 días Oficial
Auxiliar
Administrativo
- Mensajer II -
Nelson Enrique 15 años, 11 Trabajador
8 Oviedo Jiménez 1-sep-60 9-feb-90 31-ene-06 meses y 12 días Oficial

Por su parte, la sentencia CC SU-143-2020, precisó:

1. Que el recurrente señaló: i) en el ataque noveno, que


los demandantes incluidos en el Plan de Pensión Anticipada
no estaban cubiertos por el régimen de transición del artículo
36 de la Ley 100 de 1993, a pesar de que así lo exigía la
adenda del artículo 2° de la CCT y el Instructivo del PPA y, ii)
en el décimo, que el sentenciador leyó con error el último
documento para determinar la liquidación de la prestación,
en tanto que,

106
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

Instructivo establecía que a quienes se acogieran al PPA por la


modalidad de los 20 años al servicio del Estado y 50 de edad, o
por 25 años al servicio del Estado en cualquier edad
(trabajadores oficiales), se les debía liquidar la pensión con base
en el promedio de los “factores legales y extralegales devengados
entre el 01 de abril de 1994 y el 31 de marzo de 2003, indexados
anualmente con los índices de precios al consumidor causadas,
hasta el 31 de diciembre de 2002”. Por su parte, quienes se
acogieran al PPA por la modalidad de 20 años de servicio “en
cargos de excepción” y en cualquier edad, se les debía liquidar la
pensión sobre la base del “promedio de los factores legales y
extralegales devengados en los últimos doce meses, es decir, el
promedio de los valores legales y extralegales devengados entre
el 01 de abril de 2002 y el 31 de marzo de 2003, indexados al 31
de diciembre de 2002”.

2. Que la censura, no incurrió en defecto técnico alguno


al acudir a la vía fáctica para confrontar el entendimiento que
realizó el segundo Juez del PPA, por tratarse éste de una
prueba; así como tampoco, «dejó incólume varios de los
asertos cardinales de la decisión, […] por no controvertir la
interpretación que el Tribunal hizo de los Decretos 1835 de
1994 y 2261 de 1960 (cargo noveno) y el Decreto 2201 de
1987 (cargo décimo)», en tanto que «Una lectura integral de los
cargos presentados a la luz de un estándar flexible permitía
entender que el PAR TELECOM sí controvirtió la aplicación de
los citados decretos».

3. Que en la sentencia CC SU-377-2014, fueron


unificados los requisitos que los ex trabajadores de la extinta
Telecom debían cumplir para ser beneficiarios del Plan de
Pensión Anticipado y la forma en que dichas prestaciones
debían liquidarse, precisando que:

Este PPA, […] estaba dirigido a dos (2) clases de servidores.


Primero, a los trabajadores oficiales cubiertos por alguno de los
regímenes especiales de pensión, si además el treinta y uno (31)

107
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

de marzo de dos mil tres (2003) les faltaban siete (7) años o menos
para adquirir la pensión. Los regímenes especiales eran tres (3),
de acuerdo con el Instructivo. Uno, permitía pensionarse con
veinte (20) años al servicio del Estado y cincuenta (50) años de
edad; otro con veinticinco (25) años al servicio del Estado y
cualquier edad; y uno más con veinte (20) años en cargos de
excepción y cualquier edad. Para estar en uno de ellos, el PPA
exigía cumplir con otros requisitos. Por una parte, el trabajador
debía estar cubierto por el régimen de transición de la Ley 100
de 1993 y, por otra, haber estado vinculado a la planta de
personal de TELECOM al momento de transformarse en Empresa
Industrial y Comercial del Estado, lo cual ocurrió el veintinueve
(29) de diciembre de mil novecientos noventa y dos (1992).
Segundo, el PPA se dirigía a los trabajadores en cargos de
excepción, que al treinta y uno (31) de marzo de dos mil cuatro
(2004) tenían “veinte (20) años de servicio a Telecom en uno de
esos cargos”. A estos grupos se dirigía el PPA. Quienes
incumplían uno o más de estos requisitos, quedaban fuera del
ámbito del PPA.

4. Que «ninguno de los demandantes era beneficiario del


PPA», dado que no estaban cobijados por el régimen de
transición de la Ley 100 de 1993, es decir, que al 1° de abril
de 1994, no tenían 35 años o más de edad en el caso de las
mujeres, o 40 años o más de edad en el caso de los hombres,
o 15 años o más de servicio, por lo que, al haber negado el
quiebre de la decisión que lo concedía, se desconocía el
principio de sostenibilidad financiera del artículo 48 de la CP.

En consecuencia, ordenó:

Que la Sala de Casación Laboral profiera una nueva sentencia en


la que analice el fondo de las alegaciones presentadas por el PAR
TELECOM en estos cargos, y en particular: (i) constate si los
extrabajadores de TELECOM a quienes se les reconoció el
derecho a una pensión anticipada cumplen con los requisitos
establecidos en el Instructivo para acceder a dicha prestación, en
particular, estar cobijados por el régimen de transición de la Ley
100 de 1993; (ii) verifique si las pensiones anticipadas fueron
liquidadas de acuerdo con lo que señalaba el Instructivo; y (iii)
con base en ello, decida si las condenas ordenadas por el
Tribunal Superior de Barranquilla en el resolutivo cuarto de la
sentencia recurrida deben o no ser casadas.

108
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

Al respecto, preliminarmente puntualiza la Sala, que no


pudo desconocer el principio de sostenibilidad financiera del
sistema, como lo refiere la Corte Constitucional, en razón a
que la pensión anticipada que ofreció la recurrente a los
trabajadores, que por razón de la liquidación de la entidad
veían finalizados el contrato de trabajo, pero que se hallaban
próximos a pensionarse, no es de aquellas prestaciones a
cargo del sistema de seguridad social integral regulado por la
Ley 100 de 1993, sino una temporal y diferente, por cuya
causación debía responder exclusivamente el dispensador
del empleo y no una de las entidades administradoras de los
recursos parafiscales.

Aclarado lo previo, huelga resaltar que examinados los


documentos reclamados por la impugnación, esto es, el
Instructivo del Plan de Pensión Anticipada y la Adenda al
artículo 2° de la CCT 1996-1997 (f.° 93 a 100 y 101, cuaderno
n.° 1), prescindiendo de las circunstancias que en otrora
habían sido advertidas, conforme lo determinó el Juez
Constitucional, esto es, de la falta de confrontación de la
valoración que el Tribunal realizó del Acta aprobatoria n.°
1782 de 2003 y del entendimiento que imprimió a los
Decretos 1835 de 1994 y 2661 de 1960, se observa:

i) Que el «PLAN DE PENSIÓN ANTICIPADA», es un


procedimiento mediante el que la compañía propuso a sus
trabajadores una pensión de jubilación anticipada, «[…] a
partir del 01 de abril de 2003 […], previo el cumplimiento de
los requisitos estipulados en este documento».

109
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

ii) Que estaba dirigido a los trabajadores oficiales de la


empresa «cobijados por alguno de los regímenes especiales de
pensión y que les falte 7 años o menos para cumplir con los
requisitos de pensión al 31 de marzo de 2003 si el trabajador
ocupaba un cargo ordinario» o, si el empleado ocupaba un
cargo de excepción, debía acreditar al 31 de marzo de 2004,
20 años de labores en dichas funciones.

iii) Que los regímenes especiales de Telecom,


correspondían al trabajador que reuniera los siguientes
requisitos: a) estar cubierto por el régimen de transición de
la Ley 100 de 1993 y, b) estar vinculado a la planta de
personal de Telecom al momento de su transformación en
empresa industrial y comercial del Estado, esto es, al 29 de
diciembre de 1992.

iv) Que en caso de que el trabajador desempeñara un


cargo de excepción y no cumpliera los 20 años de servicios al
31 de marzo de 2004, la empresa le ofrecería el plan de
pensión anticipada como si estuviera en un cargo ordinario.

v) Que la Adenda al artículo 2° del Convenio Colectivo


1996-1997, tuvo por objeto «aclarar que TELECOM reconoce
a los trabajadores cobijados por el régimen de transición
establecido en el inciso 2º del artículo 36 de la Ley 100 de
1993, vinculados a la Empresa antes de la vigencia del
Decreto 2123 de 1992, las siguientes modalidades de
pensión:

110
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

1. El trabajador oficial que haya llegado o llegue a los cincuenta


(50) años de edad después de veinte (20) años de servicio
continuos o discontinuos.

2. El trabajador oficial que haya servido veinticinco (25) años, sin


consideración a su edad.

Los trabajadores en los cargos denominados de excepción


tendrán derecho a la pensión de jubilación a los (20) años de
servicio, sin consideración a la edad y en los términos del Decreto
1835 de 1994.

Ahora, la Sala en la sentencia CSJ SL8309-2017,


orientó que el plan de pensión anticipada está dirigido «[…] a
trabajadores en cargos ordinarios, beneficiarios del régimen
de transición de la Ley 100 de 1993, y a trabajadores en
cargos de excepción, que cumplieran 20 años de servicios en
esos cargos antes del 31 de diciembre de 2004».

Por consiguiente, como de acuerdo a los indiscutidos


soportes fácticos de la sentencia, los señores Carlos Alberto
Pérez Martínez, Gustavo Candelario Escorcia Escorcia,
Néstor Julio Valera Jiménez, Iván Alcides Vásquez Acevedo,
Prisciliano Echevarría Consuegra, Dalia Elena Ortiz Mejía y
Nelson Enrique Oviedo Jiménez, ocuparon cargos ordinarios,
se imponía verificar según el instructivo en comento, como
no lo hizo el sentenciador, si al 1° de abril de 1994 tenían
más de 35 años de edad la mujer, 40 los hombres, o 15 de
servicios.

En ese ejercicio, halla la Corporación lo siguiente:

Fecha de Ingreso Edad Servicios


Nombre nacimiento Laborar 1/04/1994 1/04/2020
Carlos Pérez Marín 25/08/1959 17/08/1984 34,62 11,79

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SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

Gustavo Escorcia
Escorcia 26/04/1956 27/09/1985 37,96 8,63
Néstor Varela Jiménez 12/02/1959 17/04/1990 35,16 4,01
Iván Vásquez Acevedo 8/10/1962 21/02/1985 31,50 4,17
Prisciliano Echeverría
Consuegra 26/08/1959 6/08/1986 34,62 7,76
Dilia Elena Ortiz Mejía 19/10/1961 4/08/1987 33,47 6,76
Nelson Oviedo Jiménez 16/08/1960 9/02/1990 33,60 4,20

Así las cosas, como los trabajadores enlistados que


ocupaban cargos ordinarios, no cumplían las condiciones del
artículo 36 de la Ley 100 de 1993, no era posible acceder a
la pensión anticipada.

Sobre el particular, se explicó en la sentencia CSJ


SL5528-2018, con referencia en la CSJ SL, 20 oct. 2006, rad.
27780, que «cuando una norma dispone una pensión especial,
esto es, que constituye una excepción a la regla general
pensional, por su estrictez y taxatividad, solo se accede a ella
si se cumplen la totalidad de sus requisitos […]», lo que para
el caso, significaba «[…] además de la edad o el tiempo de
servicios en cualquiera de los regímenes especiales de
pensiones mencionados, debe estar la persona o presunto
beneficiario en transición conforme el artículo 36 de la Ley 100
de 1993, por así condicionarlo al instructivo de marras y la
adenda convencional».

Sin embargo, dicha conclusión no se extiende a


Gonzalo Enrique Triana Vergara, debido a que, de acuerdo
a los soportes del fallo no discutidos por la acusación,
aunque nació el 4 de marzo de 1961, esto es, para el 1° de
abril de 1994, no contaba con 40 años, laboró en cargo de
excepción a partir del 22 de octubre de 1982, lo que traía de

112
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

suyo que, como al 31 de marzo de 2004, contaba más de 20


años de servicios, no tuviera que acreditar, para beneficiarse
del Plan de Pensión Anticipada, según se explicó en
precedencia, las condiciones del artículo 36 de la Ley 100 de
1993.

Por las resultas del examen del ataque noveno, la Sala


se abstendrá de pronunciarse en punto de los décimo y
décimo primero, que reclamaban una liquidación
prestacional diferente, pues relacionado con los actores que
ocupaban cargos ordinarios ha de casarse la decisión, esto
es, quebrarse la confirmatoria del reconocimiento a la
pensión anticipada, por lo que no resulta útil la verificación
de su liquidación.

De otro lado, aunque el derecho de Gonzalo Enrique


Triana Vergara, ha de mantenerse, denota la Corporación
que la concesión de esa prestación con fundamento en lo
devengado en el último año de servicios, según lo anotó la
Corte Constitucional, se atiene a lo dispuesto en el
instructivo, que refiere:

Para el caso de las personas que se acojan al plan de pensión


anticipada en la modalidad de 20 años de cargos de excepción y
cualquier edad, la liquidación de la pensión se efectuará teniendo
en cuenta el promedio de los factores legales y extralegales
devengados en los últimos doce meses, es decir, el promedio de
los valores legales y extralegales devengados entre el 1° de abril
de 2002 y el 31 de marzo de 2003, indexados al 31 de diciembre
de 2002.

En consecuencia, el cargo prospera parcialmente.

113
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

XXVI. CARGO SÉPTIMO

Acusa la sentencia impugnada de violar por la vía


indirecta, en la modalidad de aplicación indebida, a través de
infracción medio, los artículos 12 de la Ley 712 de 2001, 174,
175, 177, 179, 188 y 305 del CPC, en relación con el artículo
145 del CPTSS, los cuales llevaron a la aplicación indebida
de los artículos 4°, 19, 466, 467, 468, 469 y 476 CST; 33, 36
de la Ley 100 de 1993; 10°, 16, 20, 21 y 27 del D 1615 de
2003; 1° del D 4781 de 2005; 1° del D 2062 de 2003; 8° del
DL 254 de 2000; 1° a 5°, 9°, 10°, 11 y 17 de la Ley 6ª de 1945;
3° de la Ley 83 de 1945; 27 del DL 3135 de 1968; 1° de la Ley
33 de 1985; 1°a 3° del D 1684 de 1947; 2° del D 1233 de
1950; 1° a 3° del D 1184 de 1954; 2° del D 1635 de 1960; 9°,
10° y 11 del D 2661 de 1960; 4° del D 3267 de 1963; 10° del
D 1835 de 1994; 8° de la Ley 153 de 1887 y 13, 29, 48, 53 y
189 numeral 15 de la CP.

En el desarrollo del cargo, denuncia que el Tribunal


incurrió en los siguientes errores de hecho,

1. No dar por demostrado, estándolo, que la controversia


planteada por la parte actora, en el presente juicio, giró en torno
a ordenar el pago de la pensión anticipada a cargo del PAR, para
luego acceder a la pensión de jubilación a cargo de CAPRECOM.

2. No dar por demostrado, estándolo, que la parte actora solo


discutió la pensión anticipada a cargo del PAR.

3. No dar por demostrado, estándolo, que la parte actora aspiró


como pretensión subsidiaria los beneficios del retén social, la
reliquidación del auxilio de cesantía y la sanción moratoria.

4. Considerar en contra de la evidencia, que la parte actora


solicitó en la demanda la pensión de jubilación.

114
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

Indica que tales yerros, tuvieron origen en la


«Apreciación equivocada del escrito de demanda de folios 1° a
14 del C. 1; de la Convención Colectiva de 1996—1997, folios
296 341 C. 2; del Plan de Pensión Anticipada y del instructivo
de folios 90 a 100 del C1.», pues al remitirse al contenido de
la primera de las piezas procesales, se advierte, que la parte
demandante no solicitó el reconocimiento y pago de la
pensión de jubilación a cargo del PAR.

Resalta, que los accionantes requirieron,


principalmente, porque se reconociera y pagara la pensión
anticipada, equivalente al 75 % de los factores de salario
legales y extralegales, esto es, los percibidos entre el 1° de
abril de 2004 y el 15 de abril de 2003, de conformidad con el
plan anticipado de pensiones que estableció la extinta
Telecom, hasta tanto Caprecom asumiera la pensión de
jubilación y que, en subsidio, se otorgara la protección
especial consagrada en el llamado retén social, la
reliquidación de la cesantía e indemnización y la sanción
moratoria.

Argumenta, que el Tribunal incurrió en una afrenta al


principio de consonancia o congruencia y al debido proceso,
al condenar a una pretensión no solicitada y al desconocer
que unas pretensiones tenían carácter de principales y otras
de subsidiarias.

Señala, que desconoció que el plan de pensión


anticipado fue un ofrecimiento extralegal, para facilitar la
liquidación e infringió las disposiciones normativas elevadas

115
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

en el cargo, pues «[…] el artículo 20 del Decreto 1615 de 2003,


estableció inequívocamente que la pensión de jubilación
estaría a cargo de […] CAPRECOM» (f. ° 54 a 59, cuaderno de
la Corte).

XXVII. RÉPLICA

Los demandantes aducen que las pretensiones fueron


interpretadas de manera adecuada por las instancias; que se
equivoca el recurrente al ignorar que Telecom se transformó
en empresa industrial y comercial del Estado y que, a pesar
de esta transformación, conservó el régimen salarial,
prestacional y asistencial, vigente para los empleados
vinculados a ella.

Sostienen, que mediante Decreto 1615 de 2003, se


declaró que el PAR asumiría las obligaciones de Telecom en
liquidación y que, para los trabajadores vinculados a la
empresa antes de su transformación, era aplicable la
convención colectiva y no la Ley 100 de 1993, pues la única
consideración que se tuvo en cuenta para acceder a la
pensión que les correspondía, era que les faltaran menos de
siete años para adquirirla.

Expresan, que de acuerdo con los artículos 2° y 3° de la


Convención Colectiva del Trabajo 1996-1997, no era
necesario que se encontraran dentro del régimen de
transición de la Ley 100 de 1993 y que la adenda realizada a
esa disposición debe ser inaplicada, por cuanto modificó, sin
provocar el conflicto colectivo, como debía, el ámbito de

116
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

aplicación de la convención colectiva, allende que ese acto es


inoponible, por la falta de depósito oportuno (f.° 112 a 113,
ibidem).

XXVIII. CONSIDERACIONES

La acusación, en el presente ataque, como en los


anteriores, también incurre en una entremezcla de vías de
infracción de la ley, pues, a pesar de que lo impetra a través
de la senda de los hechos, expone argumentos jurídicos,
como cuando dice que el sentenciador contrarió el artículo
20 del Decreto 1615 de 2003, al imponer la condena sobre
pensión de jubilación al patrimonio autónomo, porque era
competencia de Caprecom.

Sin embargo, como se puede prescindir de ese puntual


reparo, para analizar, con exclusividad, la estructuración de
los errores de hecho denunciados por la vía indirecta,
procede la Sala a analizar si el sentenciador infringió el
principio de congruencia, como se le adjudica.

Para el efecto, importa anotar que el Tribunal consideró,


que Mario Orlando Durán Morales, Ricardo de Jesús
Marchena Muñoz, Luís Rafael Muñoz Mármol, José Rafael
Gómez de la Cruz, Oswaldo de Jesús Beleño Silva y Jesús
Antonio Hernández, tenían derecho a la pensión de jubilación
y a la garantía que se derivaba del retén social, en razón a
que:

117
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

i) El artículo 2º de la Convención Colectiva 1996-1997,


aplicable a los demandantes, es armónico con lo dispuesto
en los artículos 9º, 10° y 11 del Decreto 2661 de 2011.

ii) La adenda convencional, según la cual los requisitos


pensionales se aplican para los beneficiarios del régimen de
transición de la Ley 100 de 1993, no modificó el régimen
especial de los trabajadores de Telecom, dispuesto en aquella
normativa.

iii) Tanto la adenda de la convención, como los Decretos


1835 de 1994 y 2661 de 1960, contemplan tres modalidades
de pensión en favor de: 1. quienes llevaran 20 años de
servicios y cumplieran 50 años; 2. quienes laboraran 25 años
de servicios, sin consideración a su edad y, 3. quienes
hubieran laborado 20 años en cargos de excepción, sin
consideración a su edad.

iv) Los demandantes cumplieron los requisitos de


tiempo de servicios y edad, así:

Fecha en que
Demandante Tiempo de servicio cumplió 50
años
23 años, 6 meses, 15
Mario Orlando Durán Morales 10-nov-06
días
Ricardo de Jesús Marchena 25 años, 2 meses, 28
12-oct-06
Muñoz días
26 años, 8 meses, 16
Luis Rafael Muñoz Mármol 31-oct-04
días
21 años, 11 meses, 29
José Rafael Gómez de la Cruz 31-oct-04
días
23 años, 10 meses. 19
Oswaldo Jesús Beleño Silva 31-oct-04
días

118
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

Jesús Antonio Hernández 25 años, 6 meses, 12


25-abr-06
Rodríguez días

v) La prestación, debía liquidarse con fundamento en el


75 % de lo devengado durante los últimos 12 meses de
servicios, al tenor de lo preceptuado en el Decreto 2201 de
1987.

vi) Quien debía cubrir la prestación causada, era el


Patrimonio Autónomo de Remanentes.

vii) Los actores debían ser indemnizados, a razón de los


derechos que pudieron haber causado entre la fecha del
finiquito de la relación y la de liquidación definitiva de la
empleadora, porque acreditaron que eran padres o madres
cabeza de familia o pre pensionados.

En contraste, la censura aduce que el Juez de segundo


grado infringió la ley sustancial por la vía indirecta, por
violación medio, por la aplicación indebida del artículo 305
del CPC, en relación con el artículo 145 del CPTSS, porque
dio por demostrado, sin estarlo, que la demanda giró en torno
a la concesión de una pensión de jubilación y no de una
pensión de jubilación anticipada, más allá que no dio por
acreditado, estándolo, que la pretensión de pertenencia al
retén social, correspondía a una súplica subsidiaria al
reconocimiento de esa prestación.

En camino de ejercer el control legal que el recurso


convoca a la Corte, se precisa que el artículo 305 del Código

119
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

de Procedimiento Civil, aplicable a los juicios laborales por


permitirlo el 145 del CPTSS, estatuye que la sentencia debe
estar «en consonancia con los hechos y las pretensiones
aducidos en la demanda», empero, en materia laboral, dicho
postulado encuentra una excepción en cuanto a que la ley
permite que los juzgadores de única y primera instancia
fallen en torno a súplicas no incluidas en el libelo genitor e,
inclusive, los reviste de la facultad de decidir condenas
cuantitativamente superiores a las pedidas.

En tal sentido lo explicó la Corte en la sentencia CSJ


SL, 21 de jun. 2011, rad. 38224, cuando sobre la facultad
inserta en el artículo 50 del CPTSS, dijo que «otorga al Juez
del trabajo la facultad de apreciar ampliamente la causa
petendi de la acción a efectos de modificar el petitum, en el
momento de la condena, como una manifestación palpable de
la protección de los derechos mínimos e irrenunciables del
trabajador».

En ese escenario, una decisión está por fuera de lo


pedido, cuando lo que resuelve no aparece como una
pretensión de la demanda, sino que surge de la discusión y
demostración de uno o varios de los hechos de la misma o
del desarrollo del proceso, mientras que es más allá de lo
pretendido cuando la petición se encuentra en la demanda,
pero en cuantía inferior a lo que tiene derecho el sujeto
demandante.

Realiza la Sala el anterior derrotero conceptual, pues de


él se deriva que la acusación increpa a la sentencia de

120
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

segunda instancia, haber proferido una condena por fuera de


lo peticionado, producto de la apreciación errónea de la
demanda.

Sin embargo, aunque ciertamente los accionantes no


requirieron el reconocimiento de pensión de jubilación, como
se sigue de la lectura de las pretensiones que obran de f.° 9
a 12 cuaderno n.° 1, sino de pensión de jubilación de carácter
anticipado, el fallo proferido no es incongruente, pues,
contrario a lo que plantea el censor, el Colegiado no partió de
una intelección de la pieza procesal inicial del trámite, para
derivar de ella la solicitud confirmada, en tanto simplemente
tomó el tópico aludido de la sentencia de primera instancia,
que dispuso:

SEGUNDO: Declarar que los demandantes: MARIO ORLANDO


DURÁN MORALES, RICARDO DE JESÚS MARCHENA MUÑOZ,
LUÍS RAFAEL MUÑOZ MÁRMOL, JOSÉ RAFAEL GÓMEZ DE LA
CRUZ, OSWALDO DE JESÚS BELEÑO SILVA y JESÚS
ANTONIO HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, tienen la edad y cumplen
los requisitos de tiempo laborado, de acuerdo a la adenda
Convencional suscrita entre la extinta Empresa Nacional de
Telecomunicaciones-Telecom y el Sindicato al que se
encontraban afiliados (sic) se pactó en cargos de naturaleza
Administrativa la Pensión vitalicia con 50 años de edad y 20 de
servicios continuos o discontinuos, y demostrado se encuentra,
que los nombrados laboraron más de 20 años continuos en la
Empresa y a la fecha de hoy, tienen más de 50 años de edad, por
lo que se hace procedente declarar que tienen derecho a acceder
a su pensión vitalicia, que le ha de otorgar la caja de Previsión
Social de TELECOM CAPRECOM, donde se encontraban
afiliados para efectos de pensión, y en tal sentido se les oficiará,
la que les será otorgada a partir del 10 de febrero de 2006, fecha
en que se liquidó en forma definitiva la Empresa, ya que a los
mismos se les otorgó el beneficio del retén social, por ser
considerados padres cabeza de familia.

En consecuencia, la facultad de fallar por fuera de lo


peticionado, no fue ejercida en el caso por el Tribunal, no sólo

121
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

porque como Juez de la alzada, le está vedado realizar un


ejercicio semejante, al tenor de lo ha adoctrinado por la
Corte, por ejemplo, en sentencias CSJ SL, 24 en. 2000, rad.
14797; CSJ SL, 5 nov. 2003, rad. 21400; CSJ SL, 2 mar.
2006, rad. 25941; CSJ SL9518-2015, sino, además, porque
la declaración del derecho a la pensión de jubilación, provino
sin confutación alguna de la apelación, respecto a la
posibilidad de definir el litigio en ese sendero, de la sentencia
del primer fallador.

En efecto, aun cuando en el recurso de apelación, el


PAR solicitó fuera revocada la declaración del reconocimiento
de la pensión de jubilación, no lo hizo, como en esta ocasión
ante la Corte, alegando que no había sido una pretensión
solicitada, o resaltando que el retén social, también
concedido a los demandantes, era una pretensión
subsidiaria, lo cual trae suyo que la argumentación del
recurrente, en ese punto, es un hecho nuevo en casación,
sobre el cual no puede edificar su alegación, porque debe
existir una correlación armónica entre lo que el Tribunal
debió decidir, por virtud del principio de consonancia y lo que
se le acusa decidió ilegalmente en el recurso no ordinario.

Así lo ha dejado claro la Corte, por ejemplo, en sentencia


CSJ SL, 19 oct. 2011, rad. 37318, cuando explicó:

Así las cosas, es obvio que si el ISS, al apelar, no recurrió,


específicamente, lo relativo a la condena por intereses
moratorios, sino que atacó la concesión de la fuente de ellos (la
pensión), estaba inhabilitado, entonces, para erigir el ataque en
casación sobre la materia respecto de la cual no había mostrado
concreta y específica inconformidad al sustentar la alzada.

122
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

Por ende, es de recordar y reiterar, entonces, que, a efectos de


resultar facultado en casación para pedir el quiebre de la
eventual decisión de segunda instancia confirmatoria de la
condena a intereses moratorios, era menester que el ISS hubiera
atacado específicamente, al apelar, dicha decisión, para permitir
al ad quem pronunciarse respecto del punto, lo cual, acá,
obviamente y, como consecuencia de la omisión señalada, no
pudo hacer, por lo que, entonces, el tema derivó en asunto
decidido y consolidado procesalmente, que solo podría sufrir
eventual alteración con un derribamiento, en sede casacional, del
derecho a la pensión, fuente de aquéllos, el que –se recuerda- no
fue controvertido en esta esfera.

Al no haberse honrado tal deber procesal, los cargos acá


formulados han de desestimarse en su totalidad.

Reitera, pues, la Sala, la trascendente importancia de la


interrelación entre el contenido del recurso de apelación y la
posibilidad de ejercitar total o parcialmente el extraordinario de
casación, por lo que, el apelante, debe constatar minuciosamente
las decisiones de primera instancia que les sean desfavorables y
proceder a controvertir, expresamente, cada una respecto de las
cuales avizore que deberá, eventualmente, activar el recurso
extraordinario, a efectos, se repite, de quedar habilitado para
tales efectos.

Con todo, de acuerdo al derrotero previamente descrito,


en el marco del principio de consonancia de que trata el
artículo 66 A CPTSS, el Tribunal se encontraba habilitado
para pronunciarse al respecto, por lo cual, no pudo incurrir
en el error que se le endilga, porque, como lo ha explicado la
Corte, si el segundo Juez acoge las premisas fácticas
establecidas por la primera instancia y le agrega una
denominación distinta a la que le dio éste, la decisión no
puede considerarse más allá o por fuera de lo pedido.

Lo último, se logra colegir de la sentencia CSJ SL607-


2013, en la que se dijo:

Según la reseña anterior, fue el a quo quien determinó la


responsabilidad de la demandada frente al pago del incentivo de
producción recibido por el actor, en virtud de la relación

123
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

subordinante de parte de la sociedad demandada con la entidad


que hizo el pago periódico al actor durante la vigencia del
contrato de trabajo y con ocasión de la ejecución de este, sobre
la base de hechos que fueron controvertidos en la instancia. Una
vez fue establecida la citada relación entre ambas sociedades, al
Juez de primer grado le bastó para considerar el pago del
incentivo al trabajador como un reconocimiento realizado dentro
de la ejecución del contrato de trabajo existente entre las partes,
solo que no accedió a las pretensiones, por cuanto el a quo le
restó el carácter salarial al mencionado incentivo, por haberse
atenido a que ese pago fue por mera liberalidad, y estimado que
este concepto no se podía tomar como retribución directa de la
labor, “sino un plan o estrategia de la empresa en el desarrollo
de su actividad empresarial, buscando una mayor productividad
motivando a su trabajador.”

De lo anterior se sigue que, contrario a lo denunciado por la


censura, el ad quem no se apartó del principio de la consonancia
que orienta la competencia en segunda instancia, pues, de
acuerdo con el contenido de la decisión del a quo, de alguna
manera ya estaba establecido el vínculo entre las dos sociedades
en cuestión, al igual que ya se había incluido dentro de los
emolumentos recibidos por el actor, con causa en la ejecución del
contrato de trabajo existente entre las partes, el pago del
incentivo de producción, aspectos estos que, por obvias razones,
no fueron controvertidos por el apelante.

Un breve examen del escrito de apelación, más exactamente al


folio 327, que hace la Sala en atención a los reparos formulados
por la censura contra el fallo impugnado, de cara a la supuesta
violación del principio de la consonancia contenido en el artículo
66A del CPT y SS, indica, ab initio, que la razón no está de lado
del recurrente, puesto que allí el otrora apelante alegó que la Juez
de primer grado incurrió en contradicción al considerar, por una
parte, la eficacia probatoria en la responsabilidad de la
demandada en el pago del incentivo de producción con base en
el material probatorio que obraba en el expediente, pero que,
cuando tuvo que resolver, había arribado a la conclusión
equivocada de que dicho incentivo no tenía la calidad de factor
salarial; y dejó en claro que en lo que disentía era en el hecho de
haberle negado el carácter salarial al incentivo tantas veces
aludido, por las distintas razones que allí expuso, y,
consecuencialmente, solicitó revocar la absolución para que, en
su lugar, le fuera reconocida la naturaleza salarial a dicho pago
y se ordenara las reliquidaciones respectivas, junto con la
moratoria

Y en la sentencia CSJ SL16404-2014, la Sala explicó:

Entonces, si bien no hubo pretensiones específicas relacionadas

124
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

con los temas de la calidad con la que actuó cada una de las
demandadas frente al demandante, el papel del BCH en la
relación laboral con el actor, y la existencia o inexistencia de
móviles por parte del BCH para recurrir a una EST para vincular
a trabajadores en misión, durante el proceso judicial se
discutieron y probaron estos tópicos, tanto que el A quo se
pronunció sobre algunos de ellos, y el Ad quem hizo lo propio.
Luego el Tribunal no incurrió en los errores que se le endilgan
referentes a estas cuestiones.

En razón a lo anotado, el cargo no prospera.

XXIX. CARGO PRIMERO

Denuncia que la sentencia infringe la ley sustancial por


la vía directa, en la modalidad de aplicación indebida, de los
artículos 1° de la Ley 33 de 1985; 9°, 10° y 11 del Decreto
2661 de 1960; 1° del Decreto 1835 de 1994; 33 (mod. por el
artículo 9° de la Ley 797 de 2003) y 36 de la Ley 100 de 1993;
1° del Decreto 4781 de 2005 y 1° del Decreto 2062 de 2003,
transgresión que condujo a la infracción directa de los
artículos 1°, 16, 20, 21 y 27 del Decreto 1615 de 2003.

Alude, que dada la vía escogida, no discute los


supuestos de hecho atinentes a las fechas de ingreso a
laborar, de finiquito contractual y de nacimiento de los
demandantes; que con base en esa información,
precisamente, se evidencia que el Juez de la apelación
incurrió en el yerro jurídico que se le imputa, porque la
condena emitida en el numeral 3.1, en favor de Mario
Orlando Durán Morales, Ricardo de Jesús Marchena Muñoz,
Luis Rafael Muñoz Mármol, José Rafael Gómez de la Cruz,
Oswaldo de Jesús Beleño Rueda y Jesús Antonio Hernández
Rodríguez, sólo procedía en caso tal de que hubiesen

125
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

cumplido la edad para pensión de jubilación legal, es decir,


la contemplada en el artículo 1º de la Ley 33 de 1985 o la de
la ley general de pensiones, al 26 de julio de 2003, data en
que se terminaron los contratos laborales, o al 31 de enero
de 2006, en caso de llegar a otorgársele efectos al amparo del
retén social.

Reitera la argumentación que elevó en el cargo sexto,


sobre el motivo por el cual no era posible reconocerles la
pensión, analizando su situación en perspectiva de la fecha
de nacimiento, la edad al 1º de abril de 1994 y a la calenda
de terminación del contrato, para concluir que ninguno
cumplía los 55 años a esa fecha.

Argumenta, que:

[…] fluye que ninguno de los demandantes […] ocupó o se


desempeñó en un cargo de excepción, motivo por el cual la edad
para la pensión de jubilación no es otra que la contemplada en
las normas legales indicadas en el ataque. Finalmente, la
infracción directa que se denuncia queda evidenciada cuando el
Tribunal ordena el pago de unas improcedentes pensiones de
jubilación a cargo de las demandadas, desconociendo el artículo
20 del Decreto 1615 de 2003, precepto que establece
inequívocamente que este tipo de prestación estará a cargo de la
CAJA DE PREVISIÓN SOCIAL DE COMUNICACIONES
“CAPRECOM”, situación apenas normal si se tiene en cuenta que
el artículo 27 de ese conjunto normativo, excluyó de la masa de
liquidación los activos de la extinta empleadora como garantía
del pago de las mismas (f. ° 89 a 94, cuaderno de la Corte).

XXX. RÉPLICA

Recuerdan el contenido de la sentencia CC T-009-2008,


sobre la teoría de los derechos adquiridos y el derecho
fundamental a la igualdad; que en el ofrecimiento del plan de

126
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

pensión anticipada se les otorgó por parte de la empresa, un


tratamiento discriminatorio, pues encontrándose en las
mismas condiciones que otros trabajadores, no se les
reconoció la prerrogativa que debía, por lo que precisaron de
acudir a la figura del retén social (f. ° 142 a 143, ibidem).

XXXI. CARGO OCTAVO

Acusa la sentencia de segunda instancia de violar por


la vía directa, en la modalidad de infracción directa, los
artículos «1°, 16, 20, 21 y 27 del Decreto 1615 de 2003», lo
que originó la aplicación indebida de los artículos 33 (mod.
artículo 9º de la Ley 797 de 2003) y 36 Ley 100 de 1993; 1º
Decreto 4781 de 2.005; 1° Decreto 2062 de 2003; 8° Decreto
254 de 2000; 189 numeral 15 CP; 52 Ley 489 de 1998; 4°,
19, 467, 476 y 469 CST; 11 Decreto 2661 de 1960, 27
Decreto 3135 de 1968 y 1° Ley 33 de 1985.

Sostiene, que las anteriores infracciones legales las


cometió el Tribunal, al ordenar el pago de las pensiones de
jubilación de los demandantes, a cargo de una entidad
distinta a la establecida legalmente en el artículo 20 del
Decreto 1615 de 2003, esto es, de la Caja De Previsión Social
De Comunicaciones «CAPRECOM» (f.° 94 a 95, ib).

XXXII. RÉPLICA

Argumentan, que por medio del Decreto 4781 de 2005,


se conformó el consorcio Patrimonio Autónomo de
Remanentes -PAR-, integrado por la Fiduciaria La Previsora

127
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

S.A y la Fiduciaria Fidupopular S. A.; que entre sus


obligaciones se estableció la administración de los activos de
la extinta Telecom y responderle a la masa trabajadora por
las reclamaciones laborales.

Dicen, que el Juez de primera instancia, para tomar su


decisión, estudió la adenda convencional de Telecom, revisó
los requisitos exigidos para acceder a la pensión
convencional y las pruebas aportadas por cada empleador;
que sobre los mismos argumentos, el Tribunal confirmó su
decisión, la cual deviene en acertada, si se tiene en cuenta
que «los trabajadores son la parte débil dentro de una empresa
que se vendió y los dividendos de la misma deben ser
utilizados para la masa laboral que quedó sin horizontes» (f.°
143 a 144, ibidem).

XXXIII. CONSIDERACIONES

Conforme ha quedado dicho, el Tribunal confirmó la


declaración del derecho a pensión de jubilación de los
reclamantes relacionados en los cargos, porque encontró que
cumplían los requisitos de los artículos 9°, 10° y 11 del
Decreto 2061 de 1960, aplicables a ellos, pues estaban
vinculados a la extinta Telecom, en el momento en que ésta
se transformó en empresa industrial y comercial del Estado,
de acuerdo con lo dispuesto en el Decreto 2123 de 1992.

Ahora, la declaración en comento, fue modificada por el


sentenciador en dos aspectos: i) porque la impuso a cargo de
la impugnante y no de Caprecom, como lo había definido la

128
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

primera instancia y, ii) porque la concedió a partir de una


fecha de reconocimiento diferente a la que encontró el Juez
de primer grado, esto es, disímil a febrero de 2006, en
consideración a la calenda en la que cada uno de los actores
cumplió 50 años.

Para derruir esas decisiones, el censor acusa la


sentencia de infringir por la vía directa, i) en la modalidad de
aplicación indebida la normativa que compone la proposición
jurídica del cargo séptimo, argumentando que la edad para
obtener la pensión de jubilación era la de la Ley 33 de 1985
o la de la Ley 100 de 1993 y, ii) en el sub motivo de infracción
directa, de las enlistadas en el cago octavo, en razón a que,
en todo caso, esa prestación está a cargo de Caprecom.

Al respecto, encuentra la Corte, de una parte, que el


Tribunal no pudo haber incurrido en la aplicación indebida
denunciada, por la importante razón que ninguna de las
normas citadas en el ataque inicial, fueron las que tuvo en
cuenta para confirmar la declaración de pensión de
jubilación, lo que descarta la estructuración de esa afrenta a
la ley, conforme lo explicado por la Corporación en la
sentencia CSJ SL7578-2016, en la que al respecto refirió,
que «[…] no se pueden configurar [...] desde el punto de vista
lógico, cuando el fallador no aplica la norma».

Mientras que, de otra, el censor no plantea el motivo por


el cual debía entenderse que la edad de jubilación de los
demandantes, era la que dispone la Ley 33 de 1985 o las
normas generales de seguridad social, con lo que olvidó,

129
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

como se precisó con referencia, entre otras, en las sentencias


CSJ SL, 17 may. 2011, rad. 42037; CSJ SL791-2013, CSJ
SL10055-2014, CSJ SL12873-2015, CSJ SL8344–2016, CSJ
SL5268-2017, CSJ SL593-2018, CSJ SL2612-2020 y CSJ
SL1982-2020, que el desarrollo del cargo debía ser suficiente
y completo en cuanto a su formulación, lo que le exigía
confrontar las verdaderas premisas del fallo con la ley.

Luego la acusación también por alto, que la casación


como recurso extraordinario que es tiene un objeto limitado,
en tanto que, a través de él, lo que debe plantearse es un
juicio técnico jurídico sobre la legalidad de la sentencia
atacada, lo que trae de suyo que no le otorga facultad a la
Sala, para juzgar el pleito a fin de resolver a cuál de los dos
litigantes le asiste la razón, porque en este escenario lo que
se enfrenta es la ley y la sentencia y no quienes actuaron
como contraparte en las instancias.

Ahora, en lo que atañe con la infracción directa


denunciada, de entrada advierte la Corporación, que tiene
razón la acusación, pues para modificar la condena
impuesta, el Juez de segundo grado no aludió a ningún
fundamento jurídico, con lo cual, desconoció que la
competencia para decidir sobre el reconocimiento de la
pensión vitalicia de jubilación, que no la anticipada, está
dada por el artículo 20 del Decreto 1615 de 2003, a
Caprecom, así:

Artículo 20. Reconocimiento de pensiones y cuotas partes. La


Caja de Previsión Social de Comunicaciones - Caprecom será la
encargada de reconocer las cuotas partes y las pensiones de los
ex trabajadores de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones -

130
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

TELECOM en liquidación, así como las sustituciones pensionales


que se hayan causado a cargo de la Empresa Nacional de
Telecomunicaciones - TELECOM, en la fecha de vigencia del
presente Decreto, en desarrollo del convenio 08 suscrito el día 8
de abril de 2001, entre la Empresa Nacional de
Telecomunicaciones - TELECOM y Caprecom.

Por lo anterior, deviene en potísimo que, al haber


modificado esa específica declaración del primer fallo, en
torno a la cual el sentenciador dijo que oficiaría a Caprecom
para que procediera con el reconocimiento de las pensiones
en comento y al haberla impuesto a cargo de la recurrente,
para que la concediera entre la fecha de causación y el
momento en que se otorgara la de jubilación por aquella
entidad, omitió la aplicación de la norma en cita, al paso que,
condenó a la impugnante a otorgar la prestación de
jubilación, como si se tratara de la que tuvo origen en el plan
de pensión anticipado, que difería de aquella.

En efecto, resalta la Sala que una cosa es la prestación


de jubilación anticipada, que se concedía en forma temporal
y a cargo del patrimonio autónomo demandado y otra es la
pensión de jubilación vitalicia, sobre la que razonó el primer
Juez.

En consecuencia, el cargo octavo prospera.

Sin costas en el recurso extraordinario, pues la


impugnación salió avante, aunque parcialmente.

131
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

XXXIV. SENTENCIA DE INSTANCIA

En sede de instancia recuerda la Corporación que el


recurso extraordinario de casación fue parcialmente
próspero, en cuanto el Tribunal:

i) confirmó el reconocimiento del retén social a nombre


de Ricardo de Jesús Marchena Muñoz, Néstor Julio Varela
Jiménez, Prisciliano Echavarria Consuegra y Gustavo
Candelario Escorcia;

ii) confirmó la pensión anticipada otorgada a Carlos


Alberto Pérez Martinez, Gustavo Candelario Escorcia
Escorcia, Néstor Julio Varela Jiménez, Iván Alcides Vásquez
Acevedo, Prisciliano Echeverría Consuegra, Dilia Elena Ortíz
Mejía, Nelson Oviedo Jiménez y,

iii) condenó a la recurrente al reconocimiento de la


pensión vitalicia de jubilación a favor de Mario Orlando
Durán Morales, Ricardo de Jesús Marchena Muñoz, Luís
Rafael Muñoz Mármol, José Rafael Gómez de la Cruz,
Oswaldo de Jesús Beleño Silva y Jesús Antonio Hernández
Rodríguez.

Lo primero, porque respecto de los demandantes


enlistados la jurisdicción constitucional, solventó igual
pretensión en forma positiva o negativa, pero en todo caso,
definitiva; lo segundo, debido a que ninguno de los actores
reseñados era beneficiario del régimen de transición del
artículo 36 de la Ley 100 de 1993 y, en consecuencia,

132
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

tampoco podían ser acreedores de los beneficios del plan de


pensión anticipada y, lo tercero, porque erró el Tribunal al
modificar el reconocimiento que realizó el primer Juez
relacionado con la pensión vitalicia a cargo de Caprecom,
para imponerla al PAR – Telecom, como si se tratara de una
prestación anticipada por vejez.

Ahora como las consideraciones esbozadas en sede de


casación, en los cargos sexto, séptimo, octavo, noveno,
décimo y décimo primero son suficientes para revocar los
reconocimientos concedidos por el primer Juez en los
ordinales primero y tercero, respecto de las personas
enlistadas previamente, la Corporación se remite a ellas para
el efecto, con las siguientes precisiones:

1. Del retén social:

El primer Juez concedió el beneficio del retén social a


los demandantes enlistados en el ordinal primero, como
padres o madres cabeza de familia; sin embargo, según
quedó visto, al analizar el sexto cargo, tal pretensión fue
dirimida respecto de Ricardo de Jesús Marchena Muñoz,
Prisciliano Echevarría Consuegra, Gustavo Candelario
Escorcia y Néstor Julio Varela Jiménez, por la jurisdicción
constitucional; por tanto, son suficientes las consideraciones
esbozadas, para revocar la declaración realizada en favor de
esos demandantes.

Efectivamente, aquella circunstancia se corroboró en


las documentales aludidas por el impugnante en la

133
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

acusación; así como también, aparecen ratificadas en las de


folios 788 a 806 y 1085 a 1094, cuaderno n.° 3; 1258 a 1266,
1477 a 1481, 1868 a 1874, cuaderno n.° 6, en especial,
respecto de los señores Candelario Escorcia y Valera
Jiménez, en la sentencia CC T-153-2018, a la que se puede
remitir la Corporación, porque en función de Juez ordinario
su competencia no está limitada, como sí lo estaba en el
camino extraordinario por la vía fáctica, a observar
exclusivamente las pruebas obrantes en el proceso,
anunciadas por la acusación.

En consecuencia, sobre el particular se resalta que, en


el caso de los dos últimos demandantes, la Corte
Constitucional concluyó que actuaron con fraude al reclamar
por medio de una tercera acción constitucional el beneficio
del retén social, motivo por el cual, revocó el concedido, al
considerar:

[…] la interpretación dada por los accionantes a la Sentencia T-


592 de 2006 es equívoca, pues la misma reiteró lo establecido en
la SU-389 de 2005. En el caso particular de aquella
providencia, para que la acción interpuesta fuera procedente y
no constituyera temeridad, el accionante, sin perjuicio de que
antes de la citada sentencia de unificación hubiera interpuesto
una acción y le hubiera sido negada, tenía la facultad de acudir
al Juez de tutela una vez le fuera negada su condición de padre
cabeza de familia por parte del liquidador de Telecom con base
en los criterios señalados en la SU-389, ya que la nueva negativa
de la entidad estaba delimitada por los efectos de esta sentencia,
aspecto que no constituía identidad de objeto.

Por consiguiente lo que autorizan las providencias referidas, es


la posibilidad de que el ex empleado de Telecom acuda, por una
vez, al Juez constitucional cuando, con base en los criterios
jurisprudenciales establecidos en la SU-389 de 2005, el
liquidador de la empresa les niegue la calidad de padres cabeza
de familia. Lo anterior no quiere decir que se puedan interponer
innumerables acciones de tutela hasta obtener una decisión
favorable a los intereses de los accionantes.

134
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

Descendiendo a los casos objeto de estudio y atendiendo los


hechos que enmarcan la interposición de las tutelas, las mismas
constituyen temeridad a la luz de los criterios antes expuestos,
pues los accionantes hicieron uso de la facultad otorgada por la
SU-389 de 2005. En estos casos, los accionantes al ser
notificados de la negativa de la entidad para reconocerles la
condición de padres cabeza de familia, por no cumplir con los
requisitos señalados en la jurisprudencia, acudieron al Juez de
tutela, agotando la posibilidad de que su situación fuera
analizada bajo esta vía judicial.

[…]

Cuarto.- Revocar la decisión proferida por el Tribunal Superior


de Cartagena, Sala Civil-Familia, de fecha doce (12) de
septiembre de dos mil siete (2007) que concedió el amparo de los
derechos fundamentales invocados por los señores Néstor Julio
Varela Jiménez, Gustavo Candelario Escorcia Escorcia, Fulton
Juan José González Urrutia. En su lugar NEGAR la petición de
tutela elevada, por las razones expuestas en la parte
considerativa.

Así las cosas, el primer Juez debió estarse a la definición


del asunto en el caso de aquellos accionantes y en el de los
demás enlistados previamente, porque sus circunstancias,
se insiste, fueron estudiadas bajo la luz de lo dispuesto en la
sentencia CC SU-389-2005.

2. De la pensión anticipada.

Consideró el Juez de primer grado, que los reclamantes


referidos en el ordinal tercero tenían derecho a la pensión
anticipada de vejez a cargo del PAR Telecom, entre la fecha
en la que culminó el retén social y la que cumplieran 50 años,
pues a partir de allí debía serles reconocida la prestación por
Caprecom.

Sin embargo, según se anotó al analizar los cargos


noveno, décimo y décimo primero, ninguno de ellos, salvo

135
SCLAJPT-10 V.00
Radicación n.° 59400

Gonzalo Enrique Triana Vergara, tenían derecho a acceder al


beneficio contemplado en el plan de pensión anticipada,
motivo por el cual se impone la revocatoria de ese ordinal,
respecto de Carlos Pérez Marín, Gustavo Escorcia Escorcia,
Néstor Varela Jiménez, Iván Vásquez Acevedo, Prisciliano
Echeverría Consuegra y Delia Elena Ortiz Mejía.

3. De la pensión vitalicia de jubilación.

Explicó el primer sentenciador que Mario Orlando


Durán Morales, Ricardo de Jesús Marchena Muñoz, Luis
Rafael Muñoz Mármol, José Rafael Gómez de la Cruz,
Oswaldo de Jesús Beleño y Jesús Antonio Hernández
Rodríguez, eran beneficiarios de las convenciones colectivas
suscritas en la demandada; que cumplieron los requisitos
para acceder a la pensión vitalicia con 50 años y 20 de
servicios y que, por ende, esta prestación debía ser concedida
por Caprecom a partir del 1° de febrero de 2006, como quiera
que se les había otorgado el beneficio del retén social.

No obstante, como el beneficio del retén social de


Ricardo de Jesús Marchena Muñoz fue revocado, el último
aspecto debe modificarse como un punto íntimamente
vinculado con el tema de apelación, al tenor de lo adoctrinado
en las sentencias CSJ SL9997-2014; CSJ SL15036-2014;
CSJ SL16855-2015, con la precisión de que, en el caso de
este demandante, será Caprecom quien determine, después
de oficiada, como lo refirió el primer Juzgador, si procede el
reconocimiento en mención, porque el tiempo de servicios
entre julio de 2003 y enero de 2006, no podría tenerse en

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cuenta como condición de cumplimiento de los requisitos


para el efecto.

Ahora, la demandada en la apelación, solicitó se


revocara esa disposición, como se lee a folios 2107 ibidem; no
obstante, en la sustentación de la impugnación no elevó
ningún argumento de inconformidad con ese tópico de la
decisión de primera instancia, pues concentró sus
alegaciones en expresar los motivos por los cuales no
procedía el reconocimiento del retén social y de la pensión
anticipada, créditos indemnizatorios y pensionales,
diferentes al impugnado; por tal razón, para la Corporación,
no sustentó la apelación, en los términos que fue explicado
por la Sala a folios 49 a 52, cuando remembró el contenido
de las sentencias CSJ SL, 15 may. 2007, rad. 27299 y CSJ
SL, 17 abr. 2012, rad. 38255, a los cuales se remite en aras
de la brevedad.

Sin embargo, en gracia de discusión, de encontrarse la


Sala habilitada, como Juez de segunda instancia, para
estudiar el tópico apelado, halla que el PAR-Telecom carece
de legitimación para impugnar la orden otorgada en la
sentencia, pues, como quedó visto, se dispuso a cargo de
Caprecom de conformidad con lo dispuesto en el artículo 20
del Decreto 1615 de 2003, cuestión procedimental suficiente
para despachar desfavorablemente el recurso en este
aspecto.

Sin costas en esta instancia como quiera que el recurso


de impugnación salió parcialmente avante.

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XXXV. DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia,


Sala de Casación Laboral, administrando justicia en nombre
de la República de Colombia y por autoridad de la ley CASA
la sentencia proferida por la Sala Laboral del Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Barranquilla, el siete (7) de
septiembre de dos mil doce (2012), dentro del proceso
ordinario laboral seguido por MARIO ORLANDO DURÁN
MORALES, GONZALO ENRIQUE TRIANA VERGARA,
RICARDO DE JESÚS MARCHENA MUÑOZ, LUIS RAFAEL
MUÑOZ MÁRMOL, JOSÉ RAFAEL GÓMEZ DE LA CRUZ,
OSWALDO DE JESÚS BELEÑO SILVA, JESÚS ANTONIO
HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, CARLOS ALBERTO PÉREZ
MARTÍNEZ, GUSTAVO CANDELARIO ESCORCIA
ESCORCIA, NÉSTOR JULIO VARELA JIMÉNEZ, IVÁN
ALCIDES VÁSQUEZ ACEVEDO, PRISCILIANO
ECHEVERRÍA CONSUEGRA, DILIA ELENA ORTIZ MEJÍA,
GABRIEL MOISÉS CHARTUNI, NELSON ENRIQUE
OVIEDO JIMÉNEZ, MARTHA LUCÍA GUTIÉRREZ
CONSUEGRA, JUDITH MARÍA GONZALES SILGADO,
LAYLA MARÍA GARZÓN DIAB Y JORGE TADEO LOZANO
RUEDA contra PATRIMONIO AUTÓNOMO DE
REMANENTES TELECOM Y TELEASOCIADAS EN
LIQUIDACIÓN “PAR”, FIDUCIARIA FIDUAGRARIA S. A. y
FIDUCIARIA POPULAR S. A., en cuanto:

i) confirmó el reconocimiento del retén social a nombre


de Ricardo de Jesús Marchena Muñoz, Néstor Julio Varela

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Jiménez, Prisciliano Echavarría Consuegra y Gustavo


Candelario Escorcia;

ii) confirmó la pensión anticipada otorgada a Carlos


Alberto Pérez Martínez, Gustavo Candelario Escorcia
Escorcia, Néstor Julio Varela Jiménez, Iván Alcides Vásquez
Acevedo, Prisciliano Echeverría Consuegra, Dilia Elena Ortiz
Mejía, Nelson Oviedo Jiménez y,

iii) condenó a la recurrente al reconocimiento de la


pensión vitalicia de jubilación a favor de Mario Orlando
Durán Morales, Ricardo de Jesús Marchena Muñoz, Luís
Rafael Muñoz Mármol, José Rafael Gómez de la Cruz,
Oswaldo de Jesús Beleño Silva y Jesús Antonio Hernández
Rodríguez.

NO CASA, en cuanto:

i) confirmó el reconocimiento del retén social de Mario


Orlando Durán Morales, Jesús Antonio Hernández
Rodríguez, Luis Rafael Muñoz Mármol, José Rafael Gómez de
la Cruz, Oswaldo de Jesús Beleño Silva, Gonzalo Enrique
Triana Vergara, Iván Alcides Vásquez Acevedo, Nelson
Enrique Oviedo Jiménez.

ii) confirmó el reconocimiento de la pensión anticipada


a Gonzalo Enrique Triana Vergara.

En sede de instancia, RESUELVE:

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PRIMERO. REVOCAR PARCIALMENTE el ordinal


primero de la sentencia proferida por el Juzgado Primero
Laboral del Circuito de Barranquilla del veinticinco (25) de
abril de dos mil ocho (2008), en cuando reconoció el beneficio
del retén social a RICARDO DE JESÚS MARCHENA
MUÑOZ, NÉSTOR JULIO VARELA JIMÉNEZ, PRISCILIANO
ECHAVARRÍA CONSUEGRA y GUSTAVO CANDELARIO
ESCORCIA.

SEGUNDO. REVOCAR PARCIALMENTE el ordinal


tercero de la decisión impugnada, en cuanto concedió la
pensión anticipada a CARLOS ALBERTO PÉREZ
MARTÍNEZ, GUSTAVO CANDELARIO ESCORCIA
ESCORCIA, NÉSTOR JULIO VARELA JIMÉNEZ, IVÁN
ALCIDES VÁSQUEZ ACEVEDO, PRISCILIANO
ECHEVERRÍA CONSUEGRA, DILIA ELENA ORTIZ MEJÍA,
NELSON OVIEDO JIMÉNEZ.

TERCERO. CONFIRMAR PARCIALMENTE el ordinal


segundo, en cuando dispuso que la entidad competente para
conceder la pensión vitalicia de jubilación que no la
anticipada es Caprecom, pero MODIFICARLA
PARCIALMENTE, en el sentido que, resmpecto de RICARDO
DE JESÚS MARCHENA MUÑOZ, deberá determinar después
de oficiada, como lo refirió el primer Juzgador, si procede el
reconocimiento en mención, porque el tiempo de servicios
entre julio de 2003 y enero de 2006, como consecuencia de
la primer orden impartida en este proveído, no podría tenerse
en cuenta como condición de cumplimiento de los requisitos
para el efecto.

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CUARTO. COSTAS como se dijo en la considerativa.

Notifíquese, publíquese, cúmplase y devuélvase el


expediente al Tribunal de origen.

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