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UNIVERSIDADE DA CORUÑA

Facultade de Ciencias da Comunicación

1º de Grado

APUNTES DE
DERECHO DE LA COMUNICACIÓN

TERCERA PARTE

Derecho Audiovisual I
(versión de 2023)

Prof. Dr. Sanz Larruga


Catedrático de Derecho Administrativo

CURSO 2022/2023

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PARTE TERCERA.- DERECHO DE LOS MEDIOS DE
COMUNICACIÓN AUDIOVISUAL

SUMARIO

I. INTRODUCCIÓN.

II. DERECHO DEL AUDIOVISUAL (1): PRESUPUESTOS TÉCNICOS Y


BASES JURÍDICAS. LA LEY GENERAL DE COMUNICACIÓN
AUDIOVISUAL DE 2022.
1. Presupuestos técnicos.
2. Las bases jurídicas de las comunicaciones audiovisuales en
España: la Constitución Española de 1978 y el Derecho de la
Unión Europea sobre el audiovisual.
A. La política de la Unión Europea del audiovisual y las Directivas
sobre comunicación audiovisual.
B. La Constitución Española de 1978 y sus referencias al
audiovisual.
3. La regulación del audiovisual en España: la Ley 13/2022, de
7 de julio, General de Comunicación Audiovisual (LGCA).
A. Objeto y ámbito de aplicación.
B. Principios generales de la comunicación audiovisual.
Corregulación y autorregulación.
a) Respeto de la dignidad humana.
b) Fomento del pluralismo
c) Promoción de la igualdad de género e respeto de
la imagen de las mujeres.
d) Respeto de las personas con discapacidad.
e) Difusión de las lenguas cooficiales.
f) Promoción de la veracidad de la información.
g) Alfabetización mediática.
h) Incentivación de la conciliación de vida personal y
familiar.
i) Respeto de la propiedad intelectual.
j) Autorregulación y corregulación. Códigos de conducta.
C. Autoridades audiovisuales competentes y régimen
sancionador.
D. Política estatal del audiovisual: medidas e instrumentos.
E. Registro de prestadores de servicios audiovisuales y
transparencia.

III. DERECHO DEL AUDIOVISUAL (2): RÉGIMEN JURÍDICO DE LA


RADIOTELEVISIÓN Y LAS MODALIDADES DE PRESTACIÓN.
1. Público y privado en mercado de la radio y televisión.
2. Regulación de los operadores privados de servicios de
comunicación audiovisual.

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A. El acceso a la prestación de servicios de comunicación
audiovisual. Régimen de las licencias y de las comunicaciones
previas.
B. Reglas para mantenimiento del pluralismo en los medios.
C. La prestación transfronteriza de servicios de comunicación
audiovisual.
3. Regulación de los prestadores públicos de comunicación
audiovisual.
A. Objeto, ámbito de cobertura y aspectos organizativos.
B. Control del funcionamiento, mandatos-marco y contratos-
programa y análisis del valor público de los servicios.
C. Financiación.
D. Organización.

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I. INTRODUCCIÓN.

En esta tercera parte del programa vamos a tratar -como es habitual en


otras Facultades de Comunicación- de la regulación jurídica de los
medios audiovisuales, también llamado Derecho Audiovisual, lo cual
plantea no pocas dificultades que se pueden resumir del modo siguiente:

• La acelerada evolución tecnológica experimentada en los medios de


comunicación audiovisual durante los últimos decenios dificulta el
establecimiento de una base normativa estable que permita regularlos
en su conjunto.

• La configuración jurídica de los medios de comunicación también está


siendo afectada por el fenómeno de la globalización (o mundialización)
-gracias, fundamentalmente, a Internet- que supone el cada vez más
importante influjo de las decisiones y normativas internaciones y
comunitarias.

• La convergencia entre los servicios televisivos y otros servicios de


comunicación audiovisual (en particular, de los procedentes de redes
digitales). Si bien los servicios de comunicación audiovisual
tradicionales siguen representando un porcentaje importante del
tiempo de visionado diario medio, los nuevos tipos de contenidos
audiovisuales, como los vídeos cortos o el contenido generado por los
usuarios, han adquirido mayor importancia y los prestadores (incluidos
los de los servicios a petición y los de intercambio de vídeos a
través de plataforma) están ya bien asentados

Siguiendo al Profesor LINDE PANIAGUA, el Derecho Audiovisual comprende


el conjunto de normas que regulan todo lo relacionado con los
sonidos e imágenes en la medida en que sean transmitidos a través
de cualquier medio, incluido internet, por operadores de radio y
televisión con la finalidad de que sean recibidos por una generalidad
de oyentes o televidentes en aparatos de radio, televisión o
terminales de acceso a internet. Los medios audiovisuales tienen por
objeto no sólo informar al público sino también entretenerlo, de aquí que
esta rama del Derecho se suela incluir dentro del llamado “Derecho del
Entretenimiento” (“Entertainment Law” en lengua inglesa).

Desde el nacimiento de la Radio en España (en 1922 tuvo lugar la primera


retransmisión oficial desde el Palacio de exposiciones de Madrid) y su
primera regulación jurídica (el Real Decreto de 27 de febrero de 1923: se
trata de la primera regulación específica sobre la radio en España por el que
se declaraba el monopolio y control de la radiodifusión por el Estado) y,
posteriormente, las primeras emisiones de la Televisión Española en
1956 (el Decreto de 3 de octubre de 1957 constituye la primera regulación
sobre este medio que se atribuye en régimen de exclusiva al Estado) han

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pasado más de un siglo de funcionamiento de los medios de comunicación
social.

Con la llegada de la democracia en España (Constitución Española de 1978)


vendrían más novedades en el panorama del Derecho del Audiovisual
español: la aparición de las televisiones autonómicas (en virtud de la
Ley 46/1983, del Tercer Canal de Televisión) y rotura del monopolio público
de televisión con la aprobación de la Ley 10/1988 de Televisión Privada
(la primera emisión de una televisión privada en España fue por parte de
Antena 3 en los comienzos de 1990). Posteriormente, al hilo de los avances
tecnológicos, se aprobarían otras normas que dinamizaron el panorama
audiovisual: Ley 35/1992 de Televisión por satélite, Ley 41/1995 de
Televisiones locales por ondas terrestres, Ley 42/1995 de
Telecomunicaciones por cable, Ley 17/1997 de Acceso condicional a
la TV digital, etcétera. En 2005 se iniciaron las emisiones de Televisión
Digital Terrestre (TDT) y en abril de 2010 se produjo el “apagón
analógico” o el “encendido digital”.

Al mismo tiempo, desde la entrada de España en la Unión Europea


(efectiva en 1986 con la firma del Tratado de Adhesión), el Derecho
Audiovisual español recibió la entrada del Derecho de la Unión Europea
sobre el sector audiovisual, como la Directiva comunitaria “Televisión
sin fronteras” de 1989 (Ley 25/1994 de transposición al derecho español),
y las posteriores normas contenidas en la Directiva 2007/65/CE sobre
servicios de comunicación audiovisual y la Directiva 2010/13/UE de
servicios de comunicación audiovisual.

Con la aprobación de la Ley 7/2010, General de Comunicación


Audiovisual España tuvo, por primera vez, un marco jurídico general para
todas las comunicaciones audiovisuales -públicas y privadas- ya que, hasta
entonces, el grupo normativo del audiovisual estaba disperso en multitud
de leyes y regulaciones. Pero con las modificaciones introducidas en la
Derecho de la Unión sobre audiovisual -la Directiva (UE) 2018/1808, del
Parlamento Europeo y del Consejo de 14 de noviembre de 2018- ha sido
preciso modificar el régimen jurídico vigente, lo cual se ha producido
finalmente con la aprobación de la Ley 13/2022, de 7 de julio, General
de Comunicación Audiovisual (en adelante, LGCA). Esta norma va
constituir la base jurídica más relevante del Derecho Audiovisual que vamos
a exponer en esta tercera parte de los Apuntes.

Con carácter general, a lo largo de toda la regulación del Derecho


Audiovisual late la tensión entre los intereses públicos y los privados,
entre el control administrativo de los medios de comunicación y la
libertad de empresa y de expresión. En la actualidad es claro que hace
tiempo que se abandonó el modelo de gestión monopolística de los medios
de comunicación audiovisuales, y sin haber desaparecido los medios de
titularidad pública (de radio y televisión), predomina el modelo de
mercado abierto y regulado a las empresas privadas de

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comunicación. En todo caso, la regulación audiovisual en la Unión Europea
se orienta principalmente hacia los contenidos audiovisuales de los medios
de comunicación de masas, aunque también se apuesta por las fórmulas de
la autorregulación y corregulación con el fin de adaptar el marco jurídico
a la evolución cambiante del mercado de la comunicación audiovisual.

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II. DERECHO DEL AUDIOVISUAL (1): PRESUPUESTOS TÉCNICOS Y
BASES JURÍDICAS. LA LEY GENERAL DE COMUNICACIÓN
AUDIOVISUAL DE 2022.

1. Presupuestos técnicos.

El sector audiovisual se caracteriza principalmente por su extremada


complejidad y diversidad tecnológica, lo cual exige una mínima
referencia a los aspectos tecnológicos más importantes. Así, con relación a
los soportes, medios y servicios del sector audiovisual cabe distinguir los
siguientes criterios:

• Atendiendo al ámbito de cobertura se puede distinguir entre


operadores o prestadores de servicios de comunicación audiovisual:
o nacionales
o autonómicos
o locales
• Atendiendo a la técnica de transmisión se clasifican en operadores o
prestadores de servicios de comunicación audiovisual:
o terrestres (ondas hertzianas)
o por cable
o por satélite
o Existe también la creciente posibilidad -ya mayoritaria- de prestar
servicios audiovisuales a través de la línea telefónica y de Internet
(video over IP).
• Atendiendo a la titularidad de la empresa y a las formas de
financiación, encontraríamos operadores o prestadores de servicios de
comunicación audiovisual:
o públicos
o privados
• Atendiendo al contenido de los programas o emisiones televisivas
encontramos servicios:
o generalistas
o temáticos
o interactivos. Estos últimos son los llamados «nuevos servicios»
como el pago por visión (Pay-per-View), el vídeo a la carta (Video
on Demand) o los servicios interactivos de información y compras.
• Atendiendo a la tecnología utilizada: hay que distinguir hoy entre:
o la televisión analógica (que ha desaparecido desde el llamado
“apagón analógico” producido a principios del año 2010) y
o la televisión digital, que es la que impera.

Otra clasificación de los servicios de comunicación audiovisual utilizada por


la LGCA es la que distingue, según las modalidades de difusión:

• Servicios “lineales”, consistentes en el visionado o audición


simultánea de programas y contenidos sobre la base de un horario de
programación, lo que incluye, a su vez:

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o Emisión en directo en tiempo real por internet, de radio o
televisión (“live streaming”)
o La difusión de contenidos definidos específicamente para la web
(“webcasting”)
o Y el cuasivideo a petición
• Servicios “no lineales”, o “bajo demanda” (o “a petición”) en los
que el usuario es parte activa y no un mero receptor, ya que los
contenidos se reciben en el momento elegido por el espectador u
oyente sobre la base de un catálogo de programas seleccionado por
el prestador del servicio de comunicación.

En el art. 2 de la LGCA se pueden encontrar un buen número de definiciones sobre


conceptos técnicos del Derecho Audiovisual. Recogemos, seguidamente, algunos de
ellos:

1. Servicio de comunicación audiovisual: Servicio prestado con la finalidad


principal propia o de una de sus partes disociables de proporcionar, bajo la
responsabilidad editorial de un prestador del servicio de comunicación audiovisual, a
través de redes de comunicaciones electrónicas, programas con objeto de informar,
entretener o educar al público en general, así como emitir comunicaciones
comerciales audiovisuales.
4. Prestador del servicio de comunicación audiovisual: Persona física o
jurídica que tiene la responsabilidad editorial sobre la selección de los programas y
contenidos audiovisuales del servicio de comunicación audiovisual y determina la
manera en que se organiza dicho contenido.
5. Servicio de comunicación audiovisual televisivo lineal: Servicio de
comunicación audiovisual que se presta para el visionado simultáneo de programas
y contenidos audiovisuales sobre la base de un horario de programación.
6. Servicio de comunicación audiovisual televisivo a petición o televisivo no
lineal: Servicio de comunicación audiovisual que se presta para el visionado de
programas y contenidos audiovisuales en el momento elegido por el espectador y a
su propia petición sobre la base de un catálogo de programas seleccionado por el
prestador del servicio.
7. Servicio de comunicación audiovisual radiofónico: Servicio de
comunicación audiovisual que se presta para la audición simultánea de programas y
contenidos radiofónicos o sonoros sobre la base de un horario de programación
mediante cualquier soporte tecnológico.
8. Servicio de comunicación audiovisual sonoro a petición: Servicio de
comunicación audiovisual que se presta para la audición de programas y contenidos
radiofónicos o sonoros en el momento elegido por el oyente y a su propia petición
sobre la base de un catálogo de programas seleccionado por el prestador del servicio.
9. Servicio de comunicación audiovisual de ámbito estatal:
a) El servicio de comunicación audiovisual que se presta en todo el territorio
nacional de conformidad con lo previsto en el título II.
b) El servicio de comunicación audiovisual que se presta voluntaria y
deliberadamente para el público de más de una Comunidad Autónoma.
c) El servicio público de comunicación audiovisual cuya reserva para la
gestión directa haya sido acordada por la Administración General del Estado,
de conformidad con lo previsto en el título III.
10. Servicio de comunicación audiovisual de ámbito autonómico:
a) El servicio de comunicación audiovisual mediante ondas hertzianas
terrestres cuya licencia ha sido concedida por una Comunidad Autónoma de
conformidad con lo previsto en el título II y en la normativa autonómica
correspondiente.

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b) El servicio de comunicación audiovisual que se presta sobre la base de
una comunicación previa ante la autoridad audiovisual competente de ámbito
autonómico de conformidad con lo previsto en el título II y en la normativa
autonómica correspondiente, siempre que se cumplan de forma simultánea
las siguientes condiciones:
c) El servicio público de comunicación audiovisual de ámbito autonómico de
conformidad con lo dispuesto en el título III.
d) Los supuestos de desbordamientos naturales de la señal en la emisión
para el territorio en el cual se ha habilitado la prestación del servicio.
11. Servicio de comunicación audiovisual en abierto: servicio cuya recepción
se realiza sin contraprestación por parte del usuario.
12. Servicio de comunicación audiovisual de acceso condicional: Servicio de
comunicación audiovisual que ofrece, mediante un sistema de acceso condicional,
programas y contenidos audiovisuales a cambio de una contraprestación por parte
del usuario.
13. Servicio de intercambio de vídeos a través de plataforma: Servicio cuya
finalidad principal propia o de una de sus partes disociables o cuya funcionalidad
esencial consiste en proporcionar, al público en general, a través de redes de
comunicaciones electrónicas, programas, vídeos generados por usuarios o ambas
cosas, sobre los que no tiene responsabilidad editorial el prestador de la plataforma,
con objeto de informar, entretener o educar, así como emitir comunicaciones
comerciales, y cuya organización determina el prestador, entre otros medios, con
algoritmos automáticos, en particular mediante la presentación, el etiquetado y la
secuenciación.
14. Servicio prestado a través de televisión conectada: Servicio, asociado o
no al programa audiovisual, ofrecido por el prestador del servicio de comunicación
audiovisual televisivo o por el prestador del servicio de agregación de servicios de
comunicación audiovisual al que se puede acceder a través de procedimientos
vinculados o no con el servicio de comunicación audiovisual.

2. Las bases jurídicas de las comunicaciones audiovisuales en


España: el Derecho de la Unión Europea sobre el audiovisual y la
Constitución Española de 1978.

A. La política de la Unión Europea del audiovisual y las Directivas


sobre comunicación audiovisual.

La base jurídica de actuación de la Unión Europea en materia del


audiovisual se ha desarrollado principalmente con apoyo en su competencia
para dictar Directivas que garanticen las libertades de establecimiento
y de prestación de servicios (cfr. arts. 53,1 y 62 del Tratado de
Funcionamiento de la Unión Europea); pero la Unión Europea no ha
condicionado la consideración de la radio y televisión como servicio público
o como actividad liberalizada, aunque ha impuesto, como veremos, algunas
normas en materia de competencia. También, aunque de forma
secundaria, existe una base en el Tratado de Funcionamiento de la Unión
Europea que ha permitido desarrollar algunas medidas para proteger la
“obra europea” audiovisual y, en particular, su artículo 167 –dentro del
Título XIII de su Tercera Parte sobre “Cultura”:

En virtud del art. artículo 167 (antiguo artículo 151 TCE):

“1. La Unión contribuirá al florecimiento de las culturas de los

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Estados miembros, dentro del respeto de su diversidad nacional y
regional, poniendo de relieve al mismo tiempo el patrimonio
cultural común.
2. La acción de la Unión favorecerá la cooperación entre Estados
miembros y, si fuere necesario, apoyará y completará la acción de
éstos en los siguientes ámbitos:
— la mejora del conocimiento y la difusión de la cultura y la historia
de los pueblos europeos,
— la conservación y protección del patrimonio cultural de importancia
europea,
— los intercambios culturales no comerciales,
— la creación artística y literaria, incluido el sector audiovisual”.

La actividad normativa de la Unión Europea más importante en esta materia


ha sido la armonización de las emisiones de radiodifusión televisiva
que se inició con la aprobación de Directiva 89/552/CEE de coordinación de
determinadas disposiciones legales, reglamentarias y administrativas de los
Estados miembros relativas al ejercicio de actividades de radiodifusión
televisiva, conocida bajo el nombre de “Directiva Televisión sin
Fronteras” (en la que tuvo un gran influjo el Convenio Europeo sobre
Televisión Transfronteriza del Consejo de Europa de 1989), que fue
posteriormente modificada por la Directiva 97/36/CE y posteriormente por
la Directiva 2007/65/CE. Con posterioridad se aprobó la Directiva
2010/13/UE del Parlamento y del Consejo de 10 de marzo de 2010, de
Servicios de comunicación audiovisual que vino a actualizar el marco
jurídico de la armonización de servicios audiovisuales en la Unión Europea.
Finalmente, esta Directiva de 2010 ha sido reformada por la Directiva (UE)
2018/1808, del Parlamento Europeo y del Consejo de 14 de noviembre de
2018, habida cuenta de la evolución de las realidades del mercado.

La nueva Directiva de servicios de comunicación audiovisual


establece normas aplicables a los contenidos mediáticos a escala de la UE
para todos los medios audiovisuales, tanto para las emisiones de televisión
tradicionales o servicios a la carta, o el intercambio de vídeos a través de
plataforma. Estas nuevas normas de la UE tienen por objeto crear un
panorama audiovisual más seguro, justo y diverso. Refuerzan la
protección de los espectadores, prestando especial atención a la
seguridad de los más vulnerables, como los menores, amplían las normas
relativas a los contenidos ilícitos y nocivos para incluir las plataformas de
intercambio de vídeos, y fomentan la diversidad cultural en los medios
audiovisuales. Además, la Directiva introdujo requisitos de
independencia adicionales para los reguladores nacionales de los medios
de comunicación. En definitiva, la nueva Directiva (UE) 2018/1808:

• crea unas condiciones de competencia equitativas para los


diferentes tipos de servicios de medios audiovisuales;
• garantiza la independencia de los reguladores nacionales de los
medios de comunicación;

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• preserva la diversidad cultural, por ejemplo, al exigir que los
servicios de vídeo a la carta tengan disponible al menos el 30 % de
obras europeas en sus catálogos;
• protege a los menores y a los consumidores en general,
estableciendo normas para la protección de los menores contra los
contenidos nocivos en línea, incluida la protección en los servicios de
vídeo a la carta y reforzando su protección en relación con las
comunicaciones comerciales audiovisuales; y
• combate el odio racial, religioso y de otro tipo mediante el
refuerzo de las normas para prevenir la incitación a la violencia o al
odio, así como la provocación pública a la comisión de delitos de
terrorismo.

Desde el punto de vista de la financiación y para medidas de apoyo al sector


audiovisual europeo desde 1991 existe un programa de fomento del sector
conocido como “Programa MEDIA”. Actualmente este programa es un
apartado de la iniciativa “Europa Creativa” con una importante
financiación para el periodo 2021-2027

El capítulo MEDIA tiene por objeto ayudar a los profesionales del sector audiovisual
a desarrollar nuevas capacidades profesionales, así como estimular la cooperación
y la movilidad transfronterizas e impulsar la innovación en la creación y producción
de obras audiovisuales europeas, como películas y programas de televisión (ficción,
películas infantiles y de animación, documentales y cortometrajes), obras
interactivas (videojuegos) y coproducciones europeas e internacionales. También
apoya la circulación, la promoción y la distribución en línea y en cines en todo el
mundo (a través de plataformas de distribución y el subtitulado, el doblaje y la
audiodescripción) de obras europeas en el nuevo entorno digital.

B. La Constitución Española de 1978 y sus referencias al


audiovisual.

En relación con los medios de comunicación (audiovisuales o no) la


Constitución Española de 1978 establece, de una parte, dentro de la
regulación del derecho fundamental a la libertad de expresión que:

“La Ley regulará la organización y control parlamentario de los


medios de comunicación social dependientes del Estado o de
cualquier ente público y garantizará el acceso a dichos medios de
los grupos sociales y políticos significativos, respetando el pluralismo
de la sociedad y de las diversas lenguas de España” (art. 20,3).

Por otra parte, en virtud del art. 149,1, 27ª de la CE corresponde al Estado
la competencia para aprobar las “normas básicas del régimen de
prensa, radio y televisión y, en general, de todos los medios de
comunicación social, sin perjuicio de las facultades que en su desarrollo y
ejecución correspondan a las Comunidades Autónomas”. Por consiguiente,
en esta materia se trata de una competencia compartida entre el Estado
(normativa básica, así como la gestión y control de los prestadores de

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servicios audiovisuales de ámbito estatal) y las Comunidades Autónomas
(competencias para el desarrollo normativo de la legislación básica del
Estado y gestión de los prestadores de servicios de ámbito autonómico). No
obstante, hay que tener en cuenta que los servicios de radiodifusión son
también actividades de telecomunicación (o comunicaciones
electrónicas) y, por tanto, los aspectos técnicos de la transmisión son de
competencia exclusiva del Estado (artículo 149.1.21.a de la CE).
También es de competencia exclusiva del Estado la ordenación del
dominio público radioeléctrico (esta regulación sobre el “dominio
público radioeléctrico se encuentra en la Ley 11/2022, de 28 de junio,
General de Telecomunicaciones; en particular, en sus arts. 85 a 97).

En definitiva, se puede afirmar que en España el Estado concentra la mayor


parte de las competencias -en particular las normativas- sobre radio y
televisión e internet. Y, por su parte, las competencias de las
Comunidades Autónomas quedan reducidas básicamente a un muy
limitado desarrollo de la regulación básica estatal y a la recepción de
comunicaciones previas y otorgamiento de licencias respecto de los medios
de ámbito autonómico y local; una función, por lo tanto, de mero control y
gestión. Por último, en el ámbito local, los Municipios pueden gestionar
sus propias emisoras públicas de radio y televisión. Por este motivo el art.
1,2 de la LGCA establece que en esta Ley se “establecen las normas básicas
para la prestación de servicios de comunicación audiovisual autonómico y
local, sin perjuicio de las competencias de las Comunidades Autónomas y
los Entes locales en sus respectivo ámbitos”.

3. La regulación del audiovisual en España: la Ley 13/2022, de 7 de


julio, General de Comunicación Audiovisual (LGCA).

A. Objeto y ámbito de aplicación.

Según el art. 1,1 de la LGCA, su objeto es el de “regular la comunicación


audiovisual de ámbito estatal, así como establecer determinadas
normas aplicables a la prestación del servicio de intercambio de
vídeos a través de plataformas”. Por consiguiente, la vigente norma
contempla la regulación de todos los servicios de radio y televisión: tanto
los tradicionales de visionado simultáneo como los de emisión (“en línea”),
como los ofrecidos por catálogo de programas (“no lineales” o “previa
petición”), así como, novedosamente (por influjo de la Directiva de 2018),
la difusión de contenidos audiovisuales a través de internet y, en particular,
los “servicios de intercambio de videos a través de plataforma”. Por
consiguiente, la LGCA es de aplicación a los siguientes servicios:

• prestadores de servicios de comunicación audiovisual, que


pueden efectuarse de forma lineal (simultáneamente con un horario
de programación), “a petición” (o “no lineales”) en virtud de un
catálogo de programas, en “abierto” (sin contraprestación por el
usuario) o de “acceso condicional” (a cambio de contraprestación)

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• prestadores de servicios de agregación de servicios de
comunicación audiovisual (por ejemplo, los videos a los que se
accede a través de los periódicos y revistas electrónicas), a través
de redes de comunicaciones electrónicas y de servicios sobre los que
no tienen responsabilidad editorial.
• prestadores del servicio de intercambio de video a través de
plataforma, cuya finalidad propia o de una de sus partes disociables
consiste en proporcionar al público en general videos generados por
los usuarios sobre los que no tienen responsabilidad editorial

Por el contrario, no entran en el ámbito de aplicación de la LGCA:


“a) Las redes y servicios de comunicaciones electrónicas utilizados
para el transporte y difusión de la señal del servicio de comunicación
audiovisual, sus recursos asociados y los equipos técnicos necesarios
para la recepción de la comunicación audiovisual, cuyo régimen será
el propio de las telecomunicaciones.
b) Las personas físicas o jurídicas que únicamente difundan o
transporten la señal de programas audiovisuales cuya responsabilidad
editorial corresponde a terceros.
c) Los sitios webs privados y las comunicaciones audiovisuales que no
constituyan medios de comunicación de masas…” (art. 3,8 LGCA)

Un aspecto muy importante para establecer si a dichos prestadores se les


aplica la LGCA es determinar si el prestador está establecido en
España, para la cual el art. 3º dispone de varios criterios, según los
supuestos de que se trate. Así, se considera que “un prestado del servicio
de comunicación audiovisual está establecido en España…”:

“a) Cuando el prestador tiene su sede central en España y las


decisiones editoriales sobre el servicio de comunicación audiovisual
se toman en España.
b) Cuando el prestador tiene su sede central en España, aunque las
decisiones editoriales sobre el servicio de comunicación audiovisual
se toman en otro Estado miembro de la Unión Europea, siempre que
una parte significativa del personal que realiza la actividad de
programación del servicio de comunicación audiovisual trabaje en
España.
c) Cuando el prestador tiene su sede central en otro Estado miembro
de la Unión Europea, las decisiones editoriales sobre el servicio de
comunicación audiovisual se toman en España, y una parte
significativa del personal que realiza la actividad de programación del
servicio de comunicación audiovisual trabaja en España.
d) Cuando el prestador tiene su sede central en España y una parte
significativa del personal que realiza la actividad de programación del
servicio de comunicación audiovisual trabaja en España y en otro
Estado miembro.
e) Cuando el prestador inició por primera vez su actividad en España,
siempre y cuando mantenga un vínculo estable y efectivo con la

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economía de España, aunque una parte significativa del personal que
realiza la actividad de programación del servicio de comunicación
audiovisual no trabaje ni en España ni en ningún Estado miembro.
f) Cuando el prestador tiene su sede central en España, pero las
decisiones sobre el servicio de comunicación audiovisual se toman en
un Estado que no forma parte de la Unión Europea, o viceversa,
siempre que una parte significativa del personal que realiza las
actividades del servicio de comunicación audiovisual trabaje en
España.
g) Cuando el prestador al que no se le aplique lo establecido en las
letras anteriores se encuentre en alguno de los siguientes casos:
1.º Utiliza un enlace ascendente con un satélite situado en
España.
2.º Utiliza una capacidad de satélite perteneciente a España,
aunque no use un enlace ascendente con un satélite situado en
España (…) (art. 3,2 LGCA)

B. Principios generales de la comunicación audiovisual.


Corregulación y autorregulación.

En el Título I de la LGCA se recogen los “principios generales de la


comunicación audiovisual” que, por supuesto, son aplicables a los servicios
de comunicación audiovisual dependiendo de su respectiva naturaleza.

a) Respeto de la dignidad humana.

El art. 4º de la LGCA establece que la “comunicación audiovisual” “será


respetuosa con la dignidad humana y los valores constitucionales”
(apartado 1º) y, por tal motivo, añade que “no incitará a la violencia, al
odio o a la discriminación contra un grupo o miembros de un grupo por
razón de edad, sexo, discapacidad, orientación sexual, identidad de género,
expresión de género, raza, color, origen étnico o social, características
sexuales o genéticas, lengua, religión o creencias, opiniones políticas o de
cualquier otro tipo, nacionalidad, patrimonio o nacimiento” (apartado 2º).
Además, habrá de respetar los derechos al honor, a la intimidad y a
la propia imagen, los derechos de rectificación y réplica, la
protección de datos y los derechos digitales (cfr. apartado 3º). Por
último, según el art. 3,4 la comunicación audiovisual, “no contendrá una
provocación pública a la comisión de ningún delito y, especialmente, no
provocará públicamente la comisión de un delito de terrorismo, de
pornografía infantil o de incitación al odio, hostilidad, discriminación o
violencia contra un grupo, una parte del mismo o contra una persona
determinada por motivos racistas, xenófobos, por su sexo o por razones de
género o discapacidad en los términos y sin perjuicio de lo previsto en el
Código Penal”.

b) Fomento del pluralismo

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En virtud del art. 5 de la LGCA se establece la directriz para los medios de
comunicación audiovisual de promover el pluralismo en sus diferentes
vertientes: ideológico y político, social y cultural y lingüístico (cfr.
su apartado 1º). Igualmente, se quiere fomentar el pluralismo en cuento a
la diversidad de fuentes y contenidos en la prestación de servicios,
atendiendo a los diversos intereses de la sociedad (cfr. su apartado 2º).
Para tal fin se remite a la autorregulación mediante la adopción de “códigos
de conducta en materia de pluralismo interno de los prestadores del servicio
de comunicación audiovisual” (apartado 3º).

c) Promoción de la igualdad de género e respeto de la imagen


de las mujeres.

El art. 6 de la LGCA se orienta a promover en la comunicación audiovisual


“una imagen igualitaria y no discriminatoria de mujeres y hombres
y no favorecerá, directa o indirectamente, situaciones de discriminación por
razón de sexo, desigualdad de las mujeres o que inciten a la violencia sexual
o de género” (apartado 1º). Para tal fin, se propone promover la
autorregulación que “contribuya al cumplimiento de la legislación en
materia de igualdad entre mujeres y hombres y que garantice un
acceso y una representación igualitaria de las mujeres en el sector
audiovisual, así como en puestos de responsabilidad directiva y profesional”
(apartado 2º), así como para “garantizar comunicaciones comerciales
audiovisuales no sexistas, tanto en el lenguaje como en el contenido e
imágenes, y libres de estereotipos de género” (apartado 3º). Y, por último,
se prevé la elaboración por la autoridad audiovisual competente de “un
informe anual sobre la representación de las mujeres en los programas y
contenidos audiovisuales emitidos por prestadores del servicio de
comunicación audiovisual de ámbito estatal, con especial atención a su
representación en noticiarios, programas de contenido informativo de
actualidad y en comunicaciones comerciales audiovisuales” (apartado 4º).

d) Respeto de las personas con discapacidad.

Favorecer una “imagen ajustada, respetuosa, apreciativa, inclusiva y


libre de estereotipos de las personas con discapacidad” es otro de los
principios generales que se propone en el art. 7º de la LGCA para la
comunicación audiovisual. También en este punto se propone promover la
autorregulación para “garantizar que la presencia de personas con
discapacidad sea proporcional al peso y a la participación de dichas
personas en el conjunto de la sociedad” (apartado 2º). Y, por supuesto, que
para este colectivo están dirigidas las regulaciones que más adelante se
contemplan para facilitar la accesibilidad universal del servicio de
comunicación audiovisual.

e) Difusión de las lenguas cooficiales.

La difusión de las lenguas cooficiales fue uno de los puntos más debatidos
en el proceso de aprobación de la LGCA y, de hecho, los partidos

15
nacionalistas consiguieron en este punto importantes resultados. Su art. 8º
enuncia de forma general este principio disponiendo que “La
comunicación audiovisual promoverá el conocimiento y la difusión
de la lengua oficial del Estado y las lenguas oficiales de las
Comunidades Autónomas y de sus expresiones culturales,
contribuyendo al reflejo de la diversidad cultural y lingüística”. Y
además es preciso referirse a la Disposición Adicional 5ª de la LGCA en las
que se concreta, más particularizadamente, la promoción de dichas
lenguas: en el ámbito estatal y en el autonómico, sobre obras audiovisuales
producidas, subtituladas o dobladas en esas lenguas, con relación al público
infantil, sobre el régimen de ayudas, sobre facilidades de acceso a las
mismas, etc.

f) Promoción de la veracidad de la información.

Con relación a los “noticiarios y programas de contenido informativo


de actualidad” el principio de “veracidad de la información” se
contempla en el art. 9º de la LGCA. Así, se dispone que “serán respetuosos
con los principios de veracidad, calidad de la información, objetividad e
imparcialidad, diferenciando de forma clara y comprensible entre
información y opinión, respetando el pluralismo político, social y cultural y
fomentando la libre formación de opinión del público” (apartado 1º) y, con
este fin, “se promoverá la autorregulación para garantizar la observancia
de los principios del apartado anterior en las diferentes formas de
comunicación audiovisual” (apartado 2º).

g) Alfabetización mediática.

El art. 10,1 de la LGCA dispone que “La autoridad audiovisual competente,


los prestadores del servicio de comunicación audiovisual, los prestadores
del servicio de comunicación audiovisual comunitario sin ánimo de lucro y
los prestadores del servicio de intercambio de vídeos a través de
plataforma, en cooperación con todas las partes interesadas, incluidas las
organizaciones, asociaciones, colegios y sindicatos profesionales del ámbito
de la comunicación y el periodismo, adoptarán medidas para la
adquisición y el desarrollo de las capacidades de alfabetización
mediática en todos los sectores de la sociedad, para los ciudadanos
de todas las edades y para todos los medios, y evaluarán
periódicamente los avances realizados”. Con relación a dichas medidas
el apartado 2º del mismo artículo expresa su objetivo fundamental que no
es otro que: “desarrollar competencias, conocimientos, destrezas y
actitudes de comprensión y valoración crítica que permitan a los ciudadanos
de todas las edades utilizar con eficacia y seguridad los medios, acceder y
analizar críticamente la información, discernir entre hechos y opiniones,
reconocer las noticias falsas y los procesos de desinformación y crear
contenidos audiovisuales de un modo responsable y seguro”. También hay
en el repetido art. 10 una referencia, para tal fin, a la colaboración de la
autoridades, asociaciones y entidades educativas (cfr. su apartado 4º). Y,

16
para garantizar su aplicación, el art. 10,5 exige que la autoridad audiovisual
competente elabore un “informe cada tres años sobre las medidas
impulsadas y su eficacia” (apartado 5º).

h) Incentivación de la conciliación de vida personal y familiar.

Con el fin de promover la “conciliación de la vida personal y familiar”, el art.


11,1 de la LGCA establece que “la autoridad audiovisual competente
incentivará la racionalización de los horarios en el servicio de
comunicación audiovisual televisivo lineal en abierto”, principalmente
a través de buenas prácticas.

i) Respeto de la propiedad intelectual.

Otro de los principios recogidos en el Título I de la LGCA es el respeto de


los derechos de propiedad intelectual, tal como se prevé en el art. 13º
de la LGCA.

j) Autorregulación y corregulación. Códigos de conducta.

Por último, aunque con carácter general, la LGCA se refiere en sus arts. 12,
14 y 15 a la autorregulación, corregulación y códigos de buenas prácticas
como medios de lograr el respeto y aplicación de los anteriores principios y
valores, que habrá de promover, en todo caso, la autoridad audiovisual:
• “autorregulación” “para que los prestadores del servicio de
comunicación audiovisual, los prestadores del servicio de intercambio de
vídeos a través de plataforma o las organizaciones que los representen,
en cooperación, en caso necesario, con otros interesados como la
industria, el comercio o las asociaciones u organizaciones profesionales
o de usuarios o consumidores, adopten de forma voluntaria directrices
entre sí y para sí y sean responsables del desarrollo de estas directrices,
así como del seguimiento y aplicación de su cumplimiento” (art. 12º de
la LGCA)
• “corregulación” “mediante convenios suscritos entre la autoridad
audiovisual competente, los organismos de autorregulación y, siempre
que les afecte directamente, los prestadores del servicio de
comunicación audiovisual, los prestadores del servicio de intercambio de
vídeos a través de plataforma o las organizaciones que los representen”
(art. 14,1 de la LGCA); corregulación en la que “se repartirá la función
regulatoria entre las partes interesadas, estableciéndose los roles de los
organismos de autorregulación y los efectos de sus decisiones” (art. 14,2
de la LGCA)
• “códigos de conducta de autorregulación y corregulación”,
promovidos por la autoridad audiovisual “mediante la adopción
voluntaria de códigos de conducta elaborados por los prestadores del
servicio de comunicación audiovisual, los prestadores del servicio de
intercambio de vídeos a través de plataforma o las organizaciones que
los representen, en cooperación, en caso necesario, con otros

17
interesados como la industria, el comercio o las asociaciones u
organizaciones profesionales o de usuarios” (art. 15,1 LGCA), con las
características que se prevén el art. 15,2 y, tanto a nivel estatal como
autonómico, en diversos ámbitos y principios de la comunicación
audiovisual (cfr. art. 15,4).

C. Autoridades audiovisuales competentes y régimen sancionador.

Aunque parece que lo más adecuado para supervisar el sector audiovisual


y para garantizar el cumplimiento del Derecho Audiovisual por los
prestadores de servicios son las Autoridades Independientes de Regulación
y así hubo un intento con la LGCA de 2010 (previsión de un “Consejo Estatal
de Medios Audiovisuales” que nunca se constituyó), lo cierto es que, en
España, la autoridad audiovisual competente no sigue -plenamente- esta
filosofía.

En el ámbito estatal, las competencias de control y supervisión sobre el


sector audiovisual están repartidas del siguiente modo:

a) Corresponde al “Ministerio de Asuntos Económicos y


Transformación Digital” -en virtud del art. 153,1 de la LGCA- las
siguientes funciones:
• Propuesta, elaboración y modificación de las normas en materia
audiovisual que se consideren necesarias para el cumplimiento de
las finalidades de esta ley.
• Gestión de títulos habilitantes correspondientes a la prestación de
servicios de comunicación audiovisual de ámbito estatal
• Recepción de comunicación previa de inicio de actividad relativa a
la prestación de servicios de comunicación audiovisual de ámbito
estatal
• Llevanza del Registro estatal de prestadores del servicio de
comunicación audiovisual, de prestadores del servicio de
intercambio de vídeos a través de plataforma y de prestadores del
servicio de agregación de servicios de comunicación audiovisual.
• Promoción de la autorregulación y corregulación a nivel nacional,
europeo e internacional.
• Promoción de programas especialmente recomendados para
menores
• Propuestas de estrategia audiovisual
• Elaboración de un informe anual sobre la situación del sector
audiovisual

b) Y, de otra parte, corresponde a la “Comisión Nacional de los


Mercados y de la Competencia” -que si es una autoridad
independiente y un “macrorregulador”- el control y supervisión del
cumplimiento de las obligaciones impuestas por la LGCA, y,
también, para resolver los conflictos que se susciten en relación
con el acceso a los estadios y recintos deportivos por los prestadores

18
de servicios de comunicación audiovisual radiofónica (cfr. art. 153,2
LGCA y Disposición Adicional 5ª de la LGCA).

Por lo que se refiere al ámbito autonómico, las Comunidades Autónomas


son libres de establecer el modelo organizativo que estimen conveniente,
bien sea a través de administraciones independientes (como Cataluña,
Navarra, Baleares, etc.) o no.

Todas las autoridades competentes en el sector audiovisual tienen también


competencias sancionadoras para castigar el incumplimiento de las
obligaciones y exigencias de la LGCA. En el Título X de la LGCA se prevé la
distribución de las competencias sancionadoras entre las autoridades
estatales competentes (el Ministerio de Asuntos Económicos y la Comisión
Nacional de los Mercados y la Competencia), los sujetos responsables, la
previsión de infracciones (muy graves, graves y leves) y el cuadro de
sanciones (que en el caso de las muy graves pueden llegar hasta el
1,500.000 euros).

D. Política estatal del audiovisual: medidas e instrumentos.

Como novedad en la nueva LGCA, con el fin de regular la “política


audiovisual del Estado”, se prevé las siguientes medidas:

a) La aprobación de un “plan estratégico audiovisual”, cada seis


años, aprobado “mediante Acuerdo del Consejo de Ministros, a
propuesta de la autoridad audiovisual competente y previo informe
de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia y de la
Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos”, que
incluya, en todo caso: un “Diagnóstico”, las “Perspectivas de futuro”,
las “Líneas de trabajo y la “Implementación y seguimiento del plan”
(cfr. art. 150 LGCA).
b) La aprobación de un “plan trienal de ordenación e impulso del
sector audiovisual”, que “la autoridad audiovisual competente
elevará al Consejo de Ministros para su aprobación, previo informe de
la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia y de la
Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos” y que
tendrá como “bases fundamentales”:
• “a) Contribuir al reflejo de la diversidad cultural mediante el fomento y difusión
de las obras audiovisuales grabadas, rodadas o producidas en España y, en
particular, de las obras audiovisuales de productores independientes.
• b) Fomentar la igualdad efectiva entre hombres y mujeres en el sector
audiovisual mediante acciones de apoyo a la formación y promoción profesional
de las mujeres y de difusión de las obras audiovisuales dirigidas o creadas
exclusivamente por mujeres.
• c) Promover la internacionalización del sector audiovisual español.
• d) Incluir indicadores de rentabilidad social de los servicios de comunicación
audiovisual como criterio de evaluación para la concesión de incentivos a estos
servicios.
• e) Promover la competitividad de profesionales y empresas del sector.

19
• f) Impulsar la accesibilidad de las personas con discapacidad a los contenidos
audiovisuales.
• g) Fomentar las actividades de alfabetización mediática, así como de
alfabetización audiovisual formativa, generadoras de contenidos didácticos y
favorecedoras del derecho de acceso.
• h) Impulsar la formación, capacitación, innovación e investigación audiovisual.
• i) Fomentar la creación, producción y difusión digital del patrimonio social y
cultural” (art. 151,1 LGCA)
c) la elaboración de un informe anual sobre la situación del sector
audiovisual por parte de la autoridad audiovisual competente (cfr.
art. 149 LGCA)
d) la protección del “patrimonio audiovisual” y su acceso, tanto de los
archivos de RTVE como de los demás prestadores, cuya formación se
fomenta, al tratarse de instrumentos de interés histórico y cultural
(cfr. art. 152 LGCA).

E. Registro de prestadores de servicios audiovisuales y


transparencia.

Ya previsto por la LGCA de 2010, el registro de los prestadores de servicios


de comunicación audiovisual existía tanto a nivel estatal como autonómico,
según el ámbito de cobertura de cada servicio. Con la nueva LGCA en el
Registro han de inscribirse también las plataformas de intercambio de
videos, lo mismo que los prestadores de servicios de agregación de servicios
de comunicación audiovisual. Los registros, estatal y autonómicos, son
de libre acceso para facilitar la transparencia del sector audiovisual.
Además, los distintos prestadores de servicios audiovisuales han de hacer
accesibles la información del Registro en sus respectivas páginas web
corporativas.

Según el art. 37,3 de la LGCA, el prestador del servicio de comunicación


audiovisual -que deba inscribirse en los registros públicos correspondientes
(estatal o autonómicos) “inscribirá y mantendrá actualizada (…) como
mínimo la siguiente información”:

“a) Titulares de participaciones significativas, conforme a lo


previsto en el artículo siguiente, en los prestadores del servicio de
comunicación audiovisual, indicando el porcentaje de capital que
ostenten.
b) Número y proporción de mujeres integrantes del órgano de
administración de la sociedad.
c) Punto de contacto con el prestador a disposición del
espectador para la comunicación directa con el responsable editorial
y garantizar el derecho de queja y réplica”.

20
III. DERECHO DEL AUDIOVISUAL (2): RÉGIMEN JURÍDICO DE LA
RADIOTELEVISIÓN Y LAS MODALIDADES DE PRESTACIÓN PÚBLICA
Y PRIVADA.

1. Público y privado en mercado de la radio y televisión.

Tras los primeros pasos en el Derecho de los medios de comunicación en


los que dominaba el papel de los poderes públicos en su gestión y control
(así, como vimos, un régimen de monopolio público en la gestión de la
televisión hasta el reconocimiento de las televisiones privadas a fines de los
años ochenta del siglo XX), la apertura al mercado de los medios de
comunicación audiovisuales no ha dejado de plantear una tensión entre
los intereses públicos en juego en el sector (derecho a la información,
pluralismo, acceso a la cultura, protección de los menores, etc.) y los
intereses de los particulares y de las empresas (libertad de empresa,
libertad de expresión, etc.). Por tal motivo el Derecho del Audiovisual trata
de conseguir un equilibrio entre ambos intereses y el Tribunal
Constitucional ha declarado que la intervención pública y la regulación de
los servicios de comunicación “no pueden tener otra justificación que la de
servir a los intereses generales y asegurar la vigencia de otros bienes y
principios o derechos constitucionales” (STC 127/1994).

La Ley 4/1980, del Estatuto de RTVE calificó la radio y televisión como


servicio público estatal de gestión directa (monopolístico en el caso de
la TV) y abierto a la gestión indirecta (en el caso de la radio). Pero el
monopolio estatal de la gestión directa de la TV se fue quebrando, primero
con la apertura de la gestión indirecta pública -a las Comunidades
Autónomas (Ley 46/1983) y a las entidades locales (Ley 41/1995)- y
privada, a las empresas privadas (Ley 10/1988, Ley 35/1993 y Ley
42/1995). A los medios de comunicación social de titularidad pública se les
siguieron reconociendo unas obligaciones de servicio público, pero, ya
con carácter general, el conjunto de servicios audiovisuales se han
terminado calificando como “servicios de interés general”. Así, el art. 16,1
de la LGCA, con relación al servicio de comunicación audiovisual televisivo,
se afirma que “es un servicio de interés general que se presta en
ejercicio de la responsabilidad editorial de conformidad con los principios
del título I y al amparo de los derechos constitucionales a la libertad de
expresión, a comunicar y recibir información, a participar en la vida política,
económica, cultural y social y a la libertad de empresa”.

Toda la evolución histórica de los medios de comunicación audiovisual ha


concluido en la peculiar dualidad público-privada que preside la
ordenación del sector en el que, como veremos en los siguientes apartados,
cabe distinguir: un régimen de prestación de servicios audiovisuales por
operadores privados y un régimen jurídico para los prestadores públicos.
Esto ha supuesto tanto la redefinición del papel de la Administración pública
en el control y regulación del sector como en la revisión del modelo público
de radio y televisión. En esta dirección ha sido transcendental la influencia

21
del Derecho de la Unión Europea -que restringe la posibilidad de los Estados
de excluir determinados servicios del juego de la competencia- y, así los
tradicionales servicios audiovisuales -concebidos como “servicio público” del
Estado- han pasado a calificarse como “servicios de interés económico
general”. Servicios que quedan a la abiertos a la iniciativa privada
mediante la oportuna autorización administrativa, pero a cuyos operadores
se les exige -como veremos- determinadas “obligaciones de servicio
público”.

2. Regulación de los operadores privados de servicios de


comunicación audiovisual.

A. El acceso a la prestación de servicios de comunicación


audiovisual. Régimen de las licencias y de las comunicaciones
previas.

En el mercado del sector audiovisual para la prestación de servicios de


comunicación audiovisual se exige un título habilitante para ofertar sus
servicios al mercado distinguiéndose dos supuestos:

a) prestación de servicios que requieren una reserva del espectro


radioeléctrico para su difusión (por ejemplo, las señales de TDT
por ondas hertzianas terrestres), que necesitan una licencia
b) las demás formas de prestación de servicios de comunicación
audiovisual que no necesitan tal tipo de reserva (por ejemplo, el
cable, el satélite, la emisión de señales a través de internet) que,
basta que utilicen una simple comunicación previa

En ambos casos, para los prestadores de cualquier modalidad de


comunicación audiovisual, han de inscribirse en un registro estatal o
autonómico, según su rango de cobertura.

Sobre el régimen de licencias para la prestación de servicios de


comunicación audiovisual por ondas se pueden distinguir los siguientes
supuestos:

1º.- cuando el ámbito de cobertura es estatal, la competencia para el


otorgamiento de las licencias corresponde al Consejo de Ministros (cfr. art.
22 LGCA), mientras que la competencia para otorgar las licencias de
ámbito autonómico o local corresponde a las Comunidades Autónomas
(cfr. art. 23 LGCA).

2º.- en cuanto a los requisitos objetivos para ser titular de una


licencia, la LGCA -en su art. 24- se refiere a los de nacionalidad y domicilio
social en la UE, así como no sobrepasar un número de participaciones
máximo en el capital en el caso de que se trate de socios de países
extracomunitarios (este porcentaje no podrá superar directa o
indirectamente el 25% del capital social de cada sociedad, ni el 50% del

22
total). También se establecen una limitaciones “por razones de orden
público audiovisual” que han de respetar los titulares de las licencias (por
ejemplo, prohibición de emisiones contra los derechos humanos) cuyo
incumplimiento les inhabilita para su prestación (cfr. art. 25 LGCA).

3º.- con relación a la convocatoria y adjudicación de los concursos


para otorgar las licencias se prevén una serie de requisitos (condiciones
para la prestación, frecuencia radioeléctrica, número de servicios, régimen
de emisión, etc.) (cfr. art. 26, 27 y 28 de la LGCA). El otorgamiento de la
licencia audiovisual lleva aparejada una concesión de uso privativo del
dominio público radioeléctrico y la autoridad digital puede modificar las
condiciones de la licencia antes de que finalice su plazo de vigencia.

4º.- las licencias pueden ser objeto de negocios jurídicos


(transmisión, arrendamiento, etc.) pero requieren autorización por parte de
la autoridad audiovisual correspondiente, aunque la somete a ciertas
condiciones previstas en la LGCA (por ejemplo, para evitar operaciones de
concentración de medios que podrían poner en peligro el pluralismo) (cfr.
art. 32 LGCA).

5º.- con carácter general la LGCA establece que las licencias audiovisuales
se otorgan por un plazo de 15 años y que, habitualmente, son
renovables automáticamente por un plazo igual en ciertas condiciones.
Y sobre la extinción de las licencias se prevén unas causas generales:
transcurso del plazo para el que fueron otorgadas, la extinción de la
personalidad jurídicas de su titular, la muerte o incapacidad sobrevenida
del mismo, la revocación (por incumplimiento de las condiciones o por
comisión de infracciones graves, etc.) (cfr. art. 29, 30 y 31 de la LGCA).

Por lo que se refiere al régimen de las comunicaciones previas, la LGCA


reserva a la autoridad correspondiente, según el ámbito territorial de la
emisión (estatal, autonómica o local) la posibilidad de revocar -en plazo de
tres meses desde su presentación- los efectos de dicha comunicación si se
comprueba que el prestador está incurso en alguna causa de inhabilitación
o incompatibilidad (cfr. arts. 18, 19 y 20 de la LGCA)

B. Reglas para mantenimiento del pluralismo en los medios.

Uno de los motivos de la regulación administrativa de los medios de


comunicación audiovisuales es garantizar la existencia de un
pluralismo político, social y económico, de la que depende la calidad
democrática del país y, por lo tanto, la configuración de una opinión pública
libre. Un pluralismo que podría ponerse en peligro por la concentración de
la propiedad de los medios. La regulación vigente de la nueva LGCA permite
la titularidad simultánea de participaciones sociales o derechos de voto en
diferentes prestadores del servicio pero con ciertos límites (cfr. arts. 35 y
36 de la LGCA). Veámos dichos límites, primero en el ámbito televisivo:

23
• En el caso de las televisiones privadas de ámbito estatal, está prohibido
que una persona física o jurídica pueda adquirir una participación
significativa en más de un prestador del servicio de comunicación
audiovisual televisiva de ámbito estatal cuando la audiencia
media del conjunto de los canales considerados supere el 27%
de la audiencia total durante los doce meses consecutivos anteriores
a la adquisición.
• Igualmente, se limita a menos del 50% la participación máxima de
Grupos o empresas no europeas en el capital de las que operan
en nuestro país.
• Ninguna persona física o jurídica podrá adquirir una participación
significativa de acciones o derechos de voto en más de un prestador del
servicio de comunicación televisivo
• Ninguna persona física o jurídica que ya sea titular o participe en el
capital social de un prestado de servicio de comunicación televisivo de
ámbito estatal pueda adquirir una participación accionarial significativa
o derechos de voto en el capital de otro prestador del mismo servicio
cuando ello suponga impedir la existencia de, al menos, tres prestadores
privados distintos del servicio de comunicación audiovisual televisivo en
el ámbito estatal

En el momento presente, en España los dos grandes grupos de


comunicación -Mediaset (Telecinco, Cuatro, Boing, Divinity, Energy, Be
Mad) y Atresmedia (Antena 3, La Sexta, Neox, Nova, Mega)- concentran
en torno al 60% de la audiencia y el 90% de los ingresos publicitarios en la
televisión lineal.

Por lo que se refiere al ámbito radiofónico la LGCA establece que una


misma persona física o jurídica no podrá controlar directa o
indirectamente más del 50% de las licencias administrativas del
servicio de radiodifusión sonora terrestre que coincidan
sustancialmente en su ámbito de cobertura ni, en todo caso, más de cinco
licencias en un mismo ámbito. También se prohíbe que una persona física
o jurídica adquiera participaciones accionariales o derechos de voto que le
permitan el control directo o indirecto de:

“a) Más de un tercio de las licencias del servicio de comunicación


audiovisual radiofónico mediante ondas hertzianas terrestres de
ámbito total o parcial en el conjunto del territorio nacional.
b) En una misma Comunidad Autónoma, más del cuarenta por ciento
de las licencias del servicio de comunicación audiovisual radiofónico
existentes en ámbitos en los que solo tenga cobertura una única
licencia” (art. 78,3 LGCA).

En el caso de la emisión en cadena de servicios de comunicación


audiovisual radiofónicos, los prestadores de servicios podrán emitir
parte de su programación en cadena cuando un mismo prestador haya
obtenido licencias en diversos ámbitos territoriales o haya alcanzado

24
acuerdos con otros titulares de licencias en una o varias Comunidades
Autónomas, sin perjuicio de las obligaciones legales o concesionales a que
puedan estar sujetos en las distintas Comunidades Autónomas (cfr. art. 79
de la LGCA).

La LGCA regula también el caso de una cesión de la señal del servicio de


comunicación audiovisual radiofónico para su difusión en cualquier otro
soporte tecnológico (por ejemplo, mediante internet). Este cesión el libre
siempre que se trate de terceros debidamente inscritos en el Registro de
prestadores.

C. La prestación transfronteriza de servicios de comunicación


audiovisual.

Siguiendo el Derecho de la Unión Europea la LGCA regula la libertad de


prestación transfronteriza del servicio de comunicación audiovisual
para todos los prestadores de servicios establecidos en los estados
miembros de la Unión Europea. No obstante, se prevén algunas limitaciones
como la relativa a que esa modalidad de prestación fuese a través de las
ondas hertzianas o vía satélite, hay que asegurar que las mismas no
interfieren en las emisiones de las prestadores establecidos en España (cfr.
art. 43 de la LGCA)

También podría ser un límite a la libertad transfronteriza la prohibición que


se impone a las mismas de sobre contenidos ilegales (incitaciones al odio,
contenidos perjudiciales, riesgos para la salud, etc.) (cfr art. 44 de la LGCA).

En los casos en que se pretenda una prestación transfronteriza cuyos


contenidos no son legales, la LGCA habilita a la Comisión Nacional del
Mercado y la Competencia para acordar medidas de suspensión o restricción
de dichas emisiones, así como para la adopción de otras medidas de
salvaguardia que estime necesarias (por ejemplo, la supresión de la
emisión). En todo caso, dicha Comisión Nacional ha de informar a la
Comisión Europea cuando adopte dichas medidas de salvaguardia o
restricción de las emisiones (cfr. art. 45, 46 y 47 de la LGCA).

3. Regulación de los prestadores públicos de comunicación


audiovisual.

A. Objeto, ámbito de cobertura y aspectos organizativos.

El art. 50 de la LGCA define el “servicio público de comunicación


audiovisual” como el “servicio esencial de interés económico general,
prestado por el Estado, las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales
(…), consistente en la producción, edición y difusión de programas,
contenidos y servicios audiovisuales diversos, para todo tipo de
públicos y de todo tipo de géneros, a través de servicios de

25
comunicación audiovisual televisivos y radiofónicos y servicios de
televisión conectada”.

La condición de servicio público de estos servicios implica la consecución de


ciertas misiones específicas que el mercado no garantiza y que la LGCA
precisa -en su art. 51- del siguiente modo:

“a) Difundir programas que fomenten los principios y valores


constitucionales y, en especial, el de igualdad, con inclusión de la
igualdad entre mujeres y hombres, el de libertad de información y la
libertad de expresión, contribuyendo a la formación de una opinión
pública plural.
b) Reflejar en la programación el pluralismo político, social y cultural
de la sociedad.
c) Promover el acceso al conocimiento cultural, científico, histórico y
artístico de la sociedad, así como satisfacer sus necesidades
informativas, culturales, educativas y de entretenimiento con
programas de calidad, así como con programas especialmente
dirigidos a la infancia, y a la alfabetización mediática de la ciudadanía.
d) Dar a conocer la diversidad cultural y lingüística”.

En cumplimiento de estas “misiones” los prestadores del servicio público de


comunicación han de actuar -en el desempeño de su misión de servicio
público- “con sujeción a los valores esenciales de universalidad en el
acceso, independencia, diversidad, igualdad, innovación, excelencia
y responsabilidad y, en todo caso, de acuerdo con los principios generales
de la comunicación audiovisual establecidos en el título I” (art. 52 LGCA).

En cuanto al contenido de la prestación del servicio público de comunicación


audiovisual se precisan algunos aspectos según el ámbito territorial de que
se trate:

• En el caso del Estado: se “podrá acordar la prestación del servicio


público de comunicación audiovisual en abierto, de carácter
generalista o temático, de ámbito estatal conforme a lo establecido
en esta ley. (LGCA) y en su normativa de desarrollo” (art. 53,1 LGCA)
• Y en el caso de las Comunidades Autónomas y de las Entidades
Locales, se “podrán acordar la prestación del servicio público de
comunicación audiovisual en abierto, de carácter generalista o
temático, en función de las circunstancias y peculiaridades
concurrentes en los ámbitos geográficos correspondientes conforme
a lo establecido en esta ley (LGCA) y en la correspondiente normativa
autonómica” (art. 53,2 LGCA).

En todo caso para todo tipo de prestadores públicos del servicio de


comunicación audiovisual (o las entidades o sociedades de las que
dependan):

26
• deberán “contar con la organización, estructura y recursos humanos
y económicos suficientes para asegurar el cumplimiento de la misión
de servicio público” (art. 53, 3 LGCA)
• no podrán participar en el capital social de prestadores del servicio de
comunicación audiovisual televisivo lineal de titularidad privada (art.
53,4 LGCA)
• no podrán dedicar servicios a emitir en exclusiva comunicaciones
comerciales audiovisuales (art. 54, 5 LGCA)

B. Control del funcionamiento, mandatos-marco y contratos-


programa y análisis del valor público de los servicios.

En cuanto al control de funcionamiento de los prestadores públicos, la LGCA


lo encomienda a los máximos órganos representativos de cada nivel
territorial: las Cortes Generales en el caso de los prestadores estatales, los
Parlamentos autonómicos para los prestadores del ámbito autonómico y los
órganos de gobierno local para los prestadores locales. Se trata de un
control de la gestión y del cumplimiento de la función de servicio público
pero que son compatibles con las específicas funciones de control de las
autoridades audiovisuales respectivas (estatales y autonómicas).

Para efectuar ese control de la gestión y del cumplimiento de las funciones


de servicio público, la LGCA prevé los siguientes instrumentos:

• los “mandato-marco” (art. 54 LGCA) para un periodo de ocho años


prorrogable -tanto para los de ámbito estatal como autonómico-. Pero,
en el caso de los de ámbito estatal se especifica -en el art. 54, 3 de la
LGCA- su contenido mínimo:

“a) Objetivos generales de la función de servicio público que tienen


encomendados los prestadores del servicio público que incluirán, en
todo caso, los siguientes:
1.º El fomento de los principios y valores constitucionales.
2.º La actuación independiente respecto del Gobierno o
Administración correspondiente del ámbito en el que preste el
servicio.
3.º La actuación neutral y sin posicionamiento ideológico más allá
de los valores constitucionales.
4.º Dar cabida en la programación a todas las opciones y
opiniones presentes en la sociedad.
5.º Un tratamiento informativo de los hechos imparcial y, en todo
caso, que diferencie la información de la opinión.
6.º La información veraz de los hechos previo contraste a través
de varias fuentes.
b) Modelo de gestión de la prestación del servicio.
c) Líneas estratégicas de contenidos y producción.
d) Política de servicios digitales e innovación.
e) Obligaciones financieras”.

27
• Los “contrato-programa” (art. 55 LGCA): en el caso del Estado, “el
Gobierno y la Corporación RTVE suscribirán, respecto de la prestación
del servicio público de comunicación audiovisual de ámbito estatal, el
correspondiente contrato-programa por un periodo de cuatro años
prorrogable, que concretará y desarrollará estratégica y
organizativamente los objetivos aprobados en el mandato-marco”, que
incluirá -según el art. 55,3 LGCA- como mínimo, los siguientes extremos:

“a) Oferta de televisión por cada uno de los servicios.


b) Oferta radiofónica.
c) Oferta de los servicios de televisión conectada y la de información
en línea.
d) Oferta multiplataforma y multipantalla.
e) Planes estratégicos de producción.
f) Estrategia de innovación.
g) Previsión presupuestaria anual.
h) Estrategia económica.
i) Estrategia de recursos humanos.
j) Indicadores de transparencia de la gestión, calidad audiovisual y
valor del servicio público, objetivamente cuantificables.
k) Estrategia de comunicación a la ciudadanía sobre el servicio
público de comunicación audiovisual”.

• La nueva LGCA introduce como novedad para los operadores públicos la


obligación de que al introducir “nuevos servicios” (que no estén incluidos
entre las obligaciones recogidas en los “mandatos-marco” o “contratos-
programas” suscritos) -y siempre que su estimación supere el 10% del
presupuesto anual del operador- se realice un análisis previo de su
“valor público”, que será efectuado por las autoridades audiovisuales
correspondientes (cfr. art. 61 LGCA). Dicho análisis comprenderá -según
el art. 61,2 LGCA-como mínimo:

“a) Evaluación del valor público de la propuesta, de conformidad con
la misión de servicio público encomendada.
b) Estudio del impacto en el mercado y el análisis de las
consecuencias sobre la competencia y la normativa europea en
materia de ayudas de Estado.
c) Consulta pública sobre la propuesta por un mínimo de tres
semanas, debiendo publicarse sus resultados posteriormente”.

C. Financiación.

Sobre la financiación de los medios comunicación audiovisual públicos la


LGCA permite al Estado, a las Comunidades Autónomas y a las
Entidades Locales que determinen, en cada ámbito de competencia,
el sistema de financiación de sus respectivos servicios públicos de
comunicación audiovisual, siempre que respeten los siguientes principios:

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“a) Compatibilidad con la normativa vigente en materia de
competencia, en especial con la normativa de ayudas de Estado.
b) Garantía de estabilidad presupuestaria para el cumplimiento
efectivo de las funciones de servicio público.
c) Sostenimiento exclusivo de actividades y contenidos relacionados
con la función de servicio público” (art. 62,1 LGCA).

Además, todos los operadores públicos han de establecer un mecanismo


objetivo y transparente para cuantificar el coste neto de la prestación
del servicio público (en definitiva, la diferencia entre los costes totales y los
ingresos generados) (cfr. art. 63 LGCA). Junto con ello, los prestadores del
serv¡cio público pueden mantener reservas de hasta un 10% de la
financiación anual presupuestadas para ser utilizadas en un plazo máximo
de 4 años (cfr. art. 64 LGCA). En todo caso, tienen prohibido utilizar la
compensación pública para bajar injustificadamente los precios de su oferta
comercial y de servicios (cfr. art. 66 LGCA).

En el ámbito estatal, las reglas de financiación se regularon en la Ley


8/2009, de 28 de agosto, de financiación de la Corporación de RTVE,
que sigue vigente tras la aprobación de la nueva LGCA aunque con las
importantes modificaciones contenidas en su Disposición Final 4ª. De la
reforma operada en esta materia de financiación por la nueva LGCA se
deducen las siguientes reglas:

• Se mantiene la prohibición de la emisión de publicidad por la


corporación de RTVE con algunas excepciones
• Se permite el patrocinio y el intercambio publicitario de productos y
programas cuando se trate de eventos deportivos y culturales
(aunque los ingresos por estas vías se minoran de las cantidades que
se perciben de los presupuestos generales del Estado)
• No tienen consideración de publicidad -al no estar sometida a
contraprestación- la autopromoción, la publicidad institucional, las
campañas divulgativas de carácter social o de contenidos solidarios
de entidades sin ánimo de lucro, etc.

Las fuentes de ingresos de la TV estatal son -de acuerdo con lo previsto


en la Disposición Final 4ª de la LGCA que modifica la Ley 8/2009- los
siguientes:

a) Las compensaciones por el cumplimiento de las obligaciones de


servicio público consignadas en los Presupuestos Generales del
Estado a que se refieren la Ley 17/2006, de 5 de junio, de la radio y
televisión de titularidad estatal y la presente ley.
b) Un porcentaje o importe sobre el rendimiento de la tasa sobre
reserva de dominio público radioeléctrico regulada en la Ley 9/2014,
de 9 de mayo, General de Telecomunicaciones.

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Hasta tanto se varíe por las Leyes de presupuestos generales
del Estado es de 480 millones de euros
c) La aportación que deben realizar los prestadores del servicio de
comunicación audiovisual televisivo de ámbito geográfico estatal o
superior al de una Comunidad Autónoma, de acuerdo con lo previsto
en esta ley, y los prestadores del servicio de intercambio de vídeos a
través de plataforma (siempre que éstas no sean medias o pequeñas
empresas).
El porcentaje es del 3% de los ingresos brutos, para las
televisiones lineales en abierto, sin que pueda superar el 15%
de los ingresos previstos para cada año en la Corporación RTVE,
y el 1,5% para las televisiones lineales de acceso condicional, a
petición y plataformas de intercambio de videos, sin que pueda
superar el 20% de los ingresos previstos para cada año en la
Corporación RTVE.
d) Los ingresos obtenidos por los servicios que presten y, en general,
por el ejercicio de sus actividades, en los términos establecidos en
esta ley.
e) Los productos y rentas de su patrimonio.
f) Las aportaciones voluntarias, subvenciones, herencias, legados y
donaciones.
g) Los procedentes de las operaciones de crédito que concierten,
dentro de los límites establecidos en el artículo 31 de la Ley 17/2006,
de 5 de junio.
h) Cualesquiera otros de derecho público o de derecho privado que
les puedan ser atribuidos por cualquiera de los modos establecidos en
el ordenamiento jurídico”.

De los anteriores ingresos, los referidos en las letras a), b) y c) sólo podrán
ser destinados a financiar actividades que sean de servicio público.

D. Organización.

En cuanto al ámbito estatal, es la Corporación de RTVE la encargada de


la gestión directa del servicio público de la radio y televisión y de los
servicios conexos e interactivos y de información en línea de titularidad
estatal. A tal fin, se ha reservado un máximo del 25% de espacio
radioeléctrico disponible para el servicio de TV y un máximo del 35% para
el servicio radiofónico.

Sobre la organización de la Corporación de RTVE -que tiene forma jurídica


de sociedad anónima- hay que acudir a su regulación establecida en la Ley
17/2006, modificada por la Ley 5/2017. Sus principales órganos son los
siguientes:

• El Consejo de Administración: integrado por 10 consejeros


(elegidos 6 por el Congreso de los Diputados y 4 por el Senado, por
mayoría de dos tercios de cada Cámara, y sobre personas que

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acrediten cualificación y experiencia). Su mandato es de 6 años no
renovables pero el Consejo se renueva por mitades cada tres años.
El Consejo es responsable del cumplimiento de los objetivos
generales fijados a la Corporación, del cumplimiento de los principios
de programación y de la buena administración y gobierno de RTVE.
• El Presidente de la Corporación de RTVE y del Consejo de
Administración, es elegido de entre los consejeros electos por el
Congreso de los Diputados por mayoría de dos tercios. El Presidente
depempeña la función de dirección ejecutiva ordinaria conforme a los
criterios acordados por el Consejo
• El Consejo Asesor, es el órgano de participación de la sociedad en
la Corporación. Está compuesto por un total de 16 miembros de
diversos sectores sociales y del mundo audiovisual. Tiene
competencias de asesoramiento y de informe en determinados temas
(programación, publicidad, etc.)
• Los Consejos de Informativos, son órganos internos de
participación de los profesionales de la información de la Corporación
con el fin de velar por la independencia, objetividad y veracidad de
los contenidos informativos.

En el ámbito autonómico, la LGCA prevé que las Comunidades Autónomas


puedan determinar el modelo de gestión de la prestación del servicio público
de comunicación audiovisual con una fórmula de gestión directa (a través
de una entidad dependiente o del capital de la Comunidad Autónoma, como
es el caso de TVG de Galicia) o mediante gestión indirecta, a través de una
concesión. Como novedad de la nueva LGCA se prevé que, en ciertas
condiciones, una Comunidad Autónoma lleve su señal fuera del ámbito de
su Comunidad (en caso de Comunidades que comparten lenguas
cooficiales).

Por último, en el ámbito local, los prestados de servicio público de


comunicación audiovisual de este ámbito, la LGCA prevé que las entidades
locales, previa asignación de servicios de comunicación audiovisual por la
Comunidad Autónoma respectiva, puedan acordar la prestación de tal
servicio a través de ondas hertzianas terrestres. Pero, en este caso, sólo
cabe la gestión directa.

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