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INFORME TÉCNICO-JURÍDICO
Contenido
1. Antecedentes............................................................................................................................2
2. Consideraciones y base legal...................................................................................................2
3. Informe técnico-jurídico.............................................................................................................3
4. Acciones efectuadas...............................................................................................................16
5. Anexos....................................................................................................................................17
6. Bibliografía ……………………………………………………………………………………………………………………..17
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1. Antecedentes
En este sentido, también se han recibido exhortos de la Superintendencia del Control y Poder del
Mercado, a la que han llegado denuncias de canales de televisión, informando la violación del
cumplimiento de la obligación por parte de los sistemas de audio y video por suscripción.
En concordancia con la situación planteada, se hizo necesario desarrollar un reglamento específico para
definir los criterios de calificación en la calidad de los contenidos y programas de aquellos canales de
televisión de señal abierta que solicitarán su inclusión en los Sistemas de Audio y Video por Suscripción.
Para desarrollar el proyecto normativo se tomaron en cuenta al menos las siguientes consideraciones
legales:
a. Varios instrumentos internacionales entre los que figuran: Directrices para la protección del
Consumidor de la Organización de Naciones Unidas, Convención Americana sobre Derechos
Humanos que determina en sus artículos 13 y 14 los derechos de todo individuo a la libertad de
pensamiento y expresión, con responsabilidad ulterior, Convención Interamericana para la
Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra las Personas con Discapacidad,
Convención sobre los Derechos del Niño, en este sentido para destacar el principio de interés
superior de niñas, niños y adolescentes.
b. Ley 7/2010, de 31 de marzo, General de la Comunicación Audiovisual de España.
c. Ley 26.522 Servicios de Comunicación Audiovisual de Argentina.
d. La Constitución de la República del Ecuador, en la que se determinan una serie de artículo vinculas
al tema y a los derechos a la comunicación e información, interculturalidad, protección de niñas,
niños y adolescentes, protección al consumidor, entre otros.
e. La Ley de Protección de los Derechos al Consumidor.
f. La Ley Orgánica de Comunicación y su Reglamento General, y como artículo base:
El artículo 76 de la Ley Orgánica de Comunicación que determina que los sistemas de audio y video
por suscripción tienen la obligación de transmitir en su sistema los canales de televisión abierta
nacional, zonal y local que sean calificados previamente por el Consejo de Regulación y Desarrollo
de la Información y Comunicación para tal efecto, considerando la calidad de sus contenidos y
programación, siempre que satisfagan las condiciones técnicas que establezca la autoridad de
telecomunicaciones.
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El artículo 88 del Reglamento General a la Ley Orgánica de Comunicación establece las condiciones
para el cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 76 de la Ley.
g. El Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (COOTAD).
h. Ley Orgánica de Telecomunicaciones, emitida el 10 de febrero de dos mil quince.
i. Ley Orgánica de Empresas Públicas.
j. Ley Orgánica de Economía Popular y Solidaria.
k. La resolución No. RTV-816-27-CONATEL-2010, del 21 de diciembre de 2010 REGLAMENTO DE
AUDIO Y VIDEO POR SUSCRIPCIÓN.
l. El 21 de noviembre de 2013 mediante la RESOLUCIÓN CORDICOM - 2013 – 004, el Consejo de
Regulación y Desarrollo de la Información y Comunicación expidió el REGLAMENTO PARA LA
CALIFICACIÓN DEL PROYECTO COMUNICACIONAL DE LOS SOLICITANTES DE FRECUENCIAS
DEL ESPECTRO RADIOELÉCTRICO PARA EL FUNCIONAMIENTO DE MEDIOS DE
COMUNICACIÓN SOCIAL PRIVADOS Y COMUNITARIOS DE RADIO Y TELEVISIÓN DE SEÑAL
ABIERTA, mediante el cual se define los criterios para calificar los proyectos comunicacionales.
3. Informe técnico-jurídico
La complejidad del campo de estudio viene motivada por la dificultad de definir el término calidad. El
diccionario de la Real Academia Española de la Lengua (2001) define calidad en su primera acepción
como “la propiedad o conjunto de propiedades inherentes a algo, que permiten juzgar su valor”. Por lo
tanto, para apreciar la calidad de un elemento será necesario establecer un modelo y de acuerdo al
cumplimiento o no de las cualidades que conformen ese paradigma se podrá precisar si es “de calidad”.
A partir del estudio de varios artículos a nivel internacional, se ha podido constatar que históricamente el
concepto de calidad en la programación ha estado aparejado al concepto de servicio público en la
televisión, unido a ello un factor común entre todos los canales es precisamente la competencia, la cual
ha ocasionado la depauperación de los contenidos y la programación sobre la lógica de índices de
audiencia y el comercialismo, creando una cultura televisiva superficial y trivial de los mismos. El objetivo
lícito que debe perseguir todo administrador es la rentabilidad financiera y social, pero también hay que
sumar el servicio público y la función social de los medios de comunicación social.
Por esta razón, en el proyecto se determinó que estos aspectos relativos a lo que se entiende por calidad,
quedarían totalmente desechados (rating). En cambio entender que los contenidos y la programación de
un canal se sustentan sobre la base de un servicio público, entendido como un conjunto de principios, se
consideró que estos debían de cumplir una función cultural que permita elevar los estándares de calidad y
proporcionar una programación ajustada a las expectativas de desarrollo de los derechos a la
comunicación e información.
El valor de la calidad, en televisión, no es un concepto que puede ser codificado de manera particular,
pero hay que partir de la consideración que para poder desarrollarlo debe estar asociado a un sistema de
creencias y principios, y que necesita un impulso institucional. Si se quiere desarrollar el valor de la
calidad, el primer paso que se debe dar es elegir una definición o conjunto de definiciones que sirvan
como punto de referencia para su desarrollo. Los juicios sobre lo que es la calidad en los artículos
estudiados la realizan tres actores muy diferentes: los responsables de los medios, los creadores de los
productos televisivos y los telespectadores. Por ello, en este informe, más adelante en su cuerpo
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narrativo, se expresa una serie de definiciones brindadas por diferentes autores, grupos y estudios
realizados, que dan cuenta de la definición de calidad en la cual se arriba en el proyecto.
1.- Acción afirmativa.- La comunicación deberá mejorar las condiciones para el acceso y ejercicio de los
derechos a la comunicación e información de grupos humanos en situación de desigualdad real.
4.- Pluralidad y Diversidad.- La comunicación e información que se difunda a través de los medios de
comunicación social deberá reflejar el pluralismo ideológico, político y cultural de la sociedad, mediante la
diversidad de fuentes y de contenidos, con el fin de alcanzar la representación y auto representación de
los diferentes actores de la sociedad.
5.- Interés superior de niños, niñas y adolescentes.- Los contenidos y programas transmitidos en los
medios de comunicación social promoverán de forma prioritaria el ejercicio de los derechos a la
comunicación de las niñas, niños y adolescentes, atendiendo el principio de interés superior.
La definición de canales nacionales, zonales y locales se realizó en función de la cobertura y alcance del
medio y de acuerdo a lo estipulado en la propia Ley Orgánica de Comunicación, donde en su artículo 6
define qué se entiende por medios de comunicación nacional. En el caso de los canales zonales y locales
se partió del concepto de nacional y además se consultó lo dispuesto en el Código Orgánico de
Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (COOTAD) para una mayor comprensión sobre la
distribución territorial, específicamente en sus artículos 14 y 15 que determinan:
“Artículo 14.- Regiones.- La región es la circunscripción territorial conformada por las provincias que se
constituyan como tal, de acuerdo con el procedimiento y requisitos previstos en la Constitución, este
Código y su estatuto de autonomía.
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Artículo 15.- Conformación.- Dos o más provincias con continuidad territorial, superficie regional mayor a
veinte mil kilómetros cuadrados y un número de habitantes que en su conjunto sea superior al cinco por
ciento (5%) de la población nacional, formarán regiones, de acuerdo con la Constitución y la ley.
“k) Canal: Alternativa de programación susceptible de selección por parte del abonado quien adquiere del
concesionario, mediante contrato de suscripción el derecho a uno, dos o varios canales de conformidad
con las promociones (esta definición es exclusiva y particular para todo lo relacionado a cualquiera de los
sistemas de audio y video por suscripción).
Canal Local: Es el canal que se incluye en la grilla de la programación de los sistemas de audio y video
por suscripción y es operado desde el Head End (cabecera); se clasifica en:
1. Canal local para guía de programación: Es el canal que se incluye en la grilla de la programación de
los sistemas de audio y video por suscripción, el cual es operado desde el Head End (cabecera),
incorporando únicamente información relacionada con la guía o avances de programación y mensajes en
modo teletexto, para los suscriptores ubicados en el área de cobertura autorizada del sistema.
2. Canal local para programación propia: Es el canal que se incluye en la grilla de la programación de los
sistemas de audio y video por suscripción, el cual es operado desde el Head End (cabecera), el
concesionario debe transmitir programación propia, en horario apto para todo público, para difundir
contenidos con fines informativos de la localidad, educativos y culturales.
Un sistema de audio y video por suscripción podrá tener solo un canal en estas modalidades y será
autorizado por el CONATEL.
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Es así, que en el proyecto normativo, se define al “canal” como el conjunto de programas de televisión
organizados dentro de un horario de programación que no puede ser alterado por el público.
Respecto a los tipos de canales, ya sean público, privados o comunitarios estos se conceptualizaron a
partir de lo establecido en la Ley Orgánica de Comunicación en sus artículos del 78 al 87, en los que se
instituyen los medios de comunicación social de carácter público, público oficial, privado y comunitario.
De la misma manera, esta condición, se tuvo en cuenta en el caso de los medios comunitarios, en
concordancia con el artículo 8 de la Ley Orgánica de Economía Popular y Solidaria, que dispone que se
entenderá como una forma de organización que integra la economía popular y solidaria a las
organizaciones conformadas en los Sectores Comunitarios, Asociativos y Cooperativistas, así como
también las Unidades Económicas Populares. Consiguientemente el artículo 15 determina:
El primero considera que los índices de calidad se miden si se cumplen con las siguientes condiciones:
1) Si su propósito es servir las demandas básicas del público de información, entretenimiento y ocio;
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El segundo enfoque establece la calidad en función de la producción de programas con una serie de
géneros y que cada uno de éstos tiene sus propias tradiciones históricas y prácticas profesionales. Éstos
son una mezcla de distintas perspectivas sobre la producción -arte, rutinas estandarizadas, etc.- aunque
los énfasis varían. En este caso la calidad varía o debe contabilizarse desde los distintos géneros pues,
la calidad y la popularidad deben ser concebidas como dimensiones independientes: pueden haber
programas de baja calidad que son altamente populares y viceversa. (Ya se había descartado de idea de
mantener el dominio del raiting sobre la definición de los contenidos). En este enfoque también se
determina las condiciones básicas que deben incluir necesariamente: la profesionalidad y la motivación
del equipo de producción, el acceso a los recursos materiales, y la libertad para ejercitar las habilidades y
el desarrollo de las propias ideas. Sin embargo, es la relación con las audiencias, de manera que estas
sean activas en el proceso comunicacional, la que define el mayor o menor grado de referencialidad,
relevancia, importancia que tendrá la programación para ellas.
El tercer y cuarto enfoque han sido desarrollados en Reino Unido, el primero, se refiere a la exigencia
para calidad en el ofrecimiento de una diversidad de opciones, una constante ampliación del tipo de
temas y de perspectivas, buscando no repetir fórmulas, ni formatos de programación, innovar. Por tanto,
unido a lo anterior se amplía la diversidad, como elemento de medición de la calidad; el segundo, se
refiere a la capacidad de que el contenido de programación sirva a los intereses del espectador
explotando su imaginación.
Uno de los países donde se ha hecho aporte sobre el tema de la calidad en televisión ha sido Suecia. El
quinto enfoque al que vamos a referirnos ha sido desarrollado en este país y define el concepto de
calidad como, "Una relación entre conjuntos de características (del programa) y el conjunto de valores (de
evaluación)". Desde esta perspectiva la calidad no puede reducirse a un único criterio. Así, lo que interesa
para una buena política de televisión no es que un criterio de calidad determinado prevalezca sobre todos
los demás (elevando las preferencias subjetivas al rango de principio dominante), sino que, por un lado, el
sistema en su conjunto considere la búsqueda y la evaluación de la calidad de los programas como
objetivos prioritarios; y, por otro lado, se proponga y fomente un amplio espectro de los diversos tipos de
excelencia a la que los realizadores pueden aspirar.
Finalmente, el sexto enfoque sobre la noción de calidad ha sido extraído de una de las investigaciones
más importantes que se han realizado sobre el tema de la calidad en Japón. Este estudio define la
calidad como, "Un valor que se espera que contribuya al desarrollo de la cultura, incluyendo en ello la
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Estos enfoques profundizan en los principales criterios asociados con la calidad, como son la diversidad,
la capacidad descriptiva de un programa y la capacidad de representación de la realidad, y del servicio
público.
Del análisis de las diversas corrientes y enfoques comunicacionales estudiados, se ha construido una
definición de calidad desde y para el Ecuador, que asume los avances y posturas internacionales, recoge
de ellos los aspectos relevantes, los somete a un escrutinio crítico y los reinterpreta a la luz del paradigma
del Buen Vivir. Siendo así se define en el proyecto que calidad se entiende por:
La diversidad.
La diversidad es tomada como nota de calidad cuando se evalúa la programación. Con el desarrollo de la
tecnología, diversidad no se refiere al número de canales disponibles para el público sino a la variedad
de opciones, géneros, temas y perspectivas al que la audiencia tiene acceso en un momento
determinado. Este aspecto es el más fácil de establecer y de medir y el que además permite
comparaciones entre las programaciones de varios países.
Debe existir una amplia tipología de programas, que deben diversificarse como géneros, como contenido,
características, estilos, como posiciones y opiniones a expresar. En distintas investigaciones, se ha
estudiado la diversidad como un elemento de calidad en la programación televisiva y se han elaborado
distintos métodos e indicadores para evaluar la diversidad. La ventaja de este indicador es que puede ser
medible.
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perspectiva sueca, un servicio de alta calidad debe incluir una proporción alta de producción propia. Por
ello se han establecido 4 criterios de diversidad en este país: diversidad en la representatividad social;
oferta televisiva (diversidad de opiniones, de tendencias y de puntos de vista); diversos grupos (sociales,
económicos, por sexo, etc.) y argumentos y los temas tratados.
Asimismo, se encuentra la diversidad en el tipo de programa. Esta dimensión se define como el grado de
diversificaciones de géneros televisivos que componen una programación (noticias, ficción, información,
etc.). Se trata de la tentativa de imitar los programas de género amplio, de evitar repeticiones y la
estandarización de formatos.
Otra dimensión la constituye la diversidad estilística. Esta dimensión se puede definir como un indicador
que revela dónde y cuántos programas se han encontrado que tengan un estilo específico, unas
características diferenciadoras y unos valores propios, distintos a los modelos estandarizados. Por su
parte también se encuentra la diversidad de la audiencia. Esta dimensión se compone de diversos
aspectos que responden a demandas diversas. En una programación televisiva hay muchos programas
que se conciben y realizan para un segmento de público delimitado.
Por otra parte, la calidad se ha estudiado como un elemento que se ha puesto en relación con la
capacidad descriptiva de un programa y con la capacidad de representación de la realidad. La calidad
descriptiva "surge de la confrontación entre el contenido de una programación y los aspectos
correlacionados con la realidad, pero la realidad es un concepto difícil de definir. Probablemente un
conocimiento objetivo, en el sentido estricto de la palabra, no es posible, aunque, todas las actividades
educativas y científicas se basan en la asunción de que es posible llegar a tener un cierto grado de
conocimiento del mundo intersubjetivo valido"3
Se han realizado muchos estudios para analizar el valor de la calidad en relación con la capacidad de
representación de los sectores más débiles de la sociedad. Estos estudios hacen referencia a los grupos
minoritarios lingüísticos, los grupos étnicos, aborígenes, etc. Se afirma por los especialistas que en este
tipo de investigaciones la calidad se convierte en un verdadero y propio valor social. Desde esta
perspectiva se considera que "el sistema televisivo debe ofrecer una representación adecuada, un
servicio especial, una oportunidad de trabajo para todos (…)"4.
Esta representación de la realidad también se puede observar desde la relación entre receptor, emisor,
realidad y contenido. Por ello, se han desarrollado conceptos tales como informatividad que no es más
que la cantidad de información ofrecida por un medio de comunicación en relación con una cierta cantidad
de eventos o fenómenos.
Rosengreen, en una serie de estudios, describe lo que se denomina “intra media data” que no es más
que poder percibir cómo la noticia es presentada por los medios y “post media data” cómo la noticia es
percibida por el público. Los medios adquieren importancia como el lugar donde toman sentido las
estructuras, instituciones y actores del poder -puesto que por medios masivos de transmisión de formas
simbólicas debemos entender todo aquel medio técnico capaz de hacer a un hombre actuar sobre la
3
Televisión y calidad: Perspectivas de investigación y criterios de evaluación Artículo Resumen
Charo Gutiérrez Gea, pág. 5.
Rosengreen (1991).
4
Raboy, 1991, pág.20
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acción de otros en el tiempo y/o espacio-, es, o debe ser, materia del interés público. Esto es, en otras
palabras que deben intervenir todos los actores sociales, no sólo la iniciativa privada, no sólo el Estado -
como el gobierno-, sino todos los actores, por lo menos en alguna manera y medida. “ El espacio público
debe dejar de parecer representativo para ser deliberativo y construir así el interés público”.5
De hecho, el análisis de contenido viene siendo un instrumento fundamental para conocer si se presentan
descripciones más o menos complejas de la realidad, algo que puede valorarse para la televisión
ecuatoriana a partir de las grillas de programación. En los programas informativos, por ejemplo, se trata
de confrontaciones realizadas en dos grandes etapas: primero, las noticias emitidas (intra-media data);
luego, las noticias tal como son percibidas por el público (post-media data). Esta metodología ya utilizada
en diversas investigaciones ha demostrado que ciertos grupos sociales (niños, ancianos, mujeres,
indígenas) tienden a estar poco representados y se convierten en una “minoría” numérica dentro de las
pantallas, a pesar de que dominen en el mundo real; lo mismo vale para otro tipo de programas.
A esto le llaman dimensión comunicativa (Hillve, Majanen y Rosengren, 1997) o prerrequisito técnico de la
democracia, es decir, “esferas de comunicación pública que sean abiertas a todos, puesto que la
comunidad democrática se basa en la no exclusión”.6
La calidad, en este caso, ha sido relacionada con la capacidad descriptiva de un programa, su posibilidad
de representar la complejidad de lo real. Esta capacidad se establece al confrontar el contenido de un
programa o programación con los aspectos que el público relaciona con su realidad de contacto. Aunque
esta noción es difícil de medir, puede llegarse a un conocimiento intersubjetivo válido sobre qué es el
mundo en un determinado momento, para un grupo.7
La televisión implica el uso de un espacio público, sometido a las reglas de convivencia que tienden a
garantizar tanto la libertad de expresión, como el derecho a la información y el derecho a la intimidad,
entre otros. Pero en conformidad con los fines de la sociedad, sintetizados en el concepto de justicia, el
espacio público de una comunidad también tiene que garantizar protección a los miembros más débiles
de la misma. Nos referimos no sólo a los niños, sino también a las personas impresionables, a las
minorías étnicas, culturales o grupos socialmente discriminados, cuya ausencia de los medios o cuya
representación estereotipada podrían ser fuente de sufrimiento o de marginación. También deben ser
consideradas en este sentido las víctimas de episodios de violencia, que podrían ser re victimizadas si el
modo de tratar las noticias que los involucran no es cuidadoso. En síntesis, la calidad como
representación de la realidad conlleva la consideración de los sentimientos de sus posibles usuarios, en
un gran esfuerzo de respeto y de integración.
5
Thompson (1998).
6
Winseck, 1997 pág. 220.
7
Este criterio de calidad relacionada con representación de lo real, entendido de manera válida, ha sido
estudiado y medido por Rosengren, K, en Suecia. Su trabajo puede verse en “Quality in Programming:
Views from the North”, en Studies on Broadcasting, Theoretical Research Center, NHK Broadcasting
Culture Research Institute, Tokio, 1991.
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América.8. Es un medio y un fin en sí mismo. “En una sociedad pluralista, todos los grupos deben tener
los mismos derechos, si no el mismo status”9.
Desde el espectador.
Desde el punto de vista del espectador, también se ha medido la calidad, en muchos estudios, escritos y
encuestas se determina la calidad a partir de la preferencia por el tipo de programas del público, con
independencia de si este contenido es considerado de calidad.
- falta de valores en los contenidos, o exaltación de hábitos no valorados socialmente: el éxito fácil y sin
esfuerzo, el sentimiento o el impulso como motor de la acción, el amor asociado sólo a lo sexual, falta de
respeto hacia la autoridad de los padres, infantilismo e inmadurez en las decisiones, estereotipos, etc.
- ritmo frenético e incoherente de las imágenes, dentro de un mismo programa o en el enlace entre ellos.
Lo cierto es que al final, de ellos se han seleccionado ciertos criterios de calidad que pueden ser medibles
desde el espectador, los más importantes son: a) obtener información que pueda ser utilizada como
criterios guías para la producción de los programas; b) basarse en las opiniones de los telespectadores;
c) que sea fácil de utilizar. Sin embargo por la complejidad en el tema y la falta de un estudio a
profundidad en nuestro país, hizo meditar sobre la utilización o no dentro del proyecto de este estándar
de calidad.
No obstante, el tema del sexo y la violencia en televisión se han considerado como indicadores negativos
de la calidad en la televisión. En la investigación realizada por The Broadcasting Research Unit11 sobre la
calidad en televisión se han recogido las opiniones de un grupo de personas relacionadas con el medio
televisivo (periodistas, expertos en televisión, productores, académicos, etc.), en relación con el sexo y la
violencia en este medio y el concepto de calidad. “La utilización de estos temas pueden estar justificados
si sirven para abrir los ojos y permiten la reflexión profunda. El control sobre estos aspectos debe estar en
los responsables de la programación".
8
McQuail, 1998, pág. 214-215, 216
9
McQuail, 1998, pág. 216
10
La calidad televisiva en la argentina (Canales de televisión abierta con emisión desde Buenos Aires)
2004-2005 Investigadores: Dra. Gabriela, Dra. Marcela Farré, Dr. Alejandro Piscitelli, Dra. Paola del
Bosco.
11
The Broadcasting Research Unit, 1985: 3
11
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Sin embargo, parece conveniente indicar una serie de estándares de calidad capaces de desarrollar a la
persona humana en cuanto al espectador12:
La consolidación de estándares que fortalezcan una cultura profesional estable, donde los aspectos éticos
sean una parte integrante de la competencia profesional, es la mejor garantía de calidad. El profesional
debe crear en su entorno de trabajo una cultura en que primen los aspectos de servicio de su profesión.
Se trata de configurar las prácticas sociales en el ámbito del ejercicio profesional, durante la toma de
decisiones, teniendo en cuenta estos aspectos deontológicos.
Servicio público.
Se considera que la televisión debe hacer por el televidente medio algo más que entretenerlo o
mantenerlo al tanto de las principales noticias. Y si bien tales necesidades de entretenimiento e
información fácilmente asimilables no deben descuidarse, se entiende y así lo determina también la Ley
Orgánica de Comunicación, al presentar principios que responden a la prevalencia de determinados
contenidos, que los contenidos deben presentar materiales que potencien el conocimiento y amplíen
horizontes; que despierten en las audiencias ideas y apreciaciones nuevas en materia de cultura, artes y
ciencias; creación de una percepción crítica ante los temas de la vida, ya sean morales, religiosos,
sociales; de manera que el ciudadano adquiera una herramienta que le permita la toma de decisiones y el
desarrollo de una cultura.
Los estándares de calidad, por una parte, conducen a un tratamiento informativo orientado por criterios
profesionales que incentiven el pluralismo político, social y cultural, estableciendo los mecanismos y la
12
Estándares de calidad en la programación televisiva, José Alberto García Avilés pág.31
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También se realizó un análisis de los parámetros que determina la Ley Orgánica de Comunicación en
relación a los requisitos que exige tales como: interés superior de niñas, niños y adolescentes, producción
nacional y nacional independiente, contenidos interculturales, inclusión de grupos de atención prioritaria,
entre otros.
Es importante destacar que el proyecto se elaboró además de considerando los estándares de calidad
que han adoptado otros países destacados en la materia a nivel internacional, analizando lo que la propia
normativa nacional en temas de los derechos a la comunicación e información desarrolla, con la
Constitución de la República y la observancia del respeto y ejercicio de los derechos humanos.
Igual se reflexionó sobre la publicidad que queda asociada a los programas que son considerados
exitosos por su gran nivel de audiencia. En un primer sentido, se trata de ver cómo ciertas marcas quedan
vinculadas no sólo a programas sino también a unos u otros canales de televisión, lo cual les confiere un
mayor o menor prestigio a los ojos del televidente. Así como una empresa televisiva genera una imagen
institucional en su público, las marcas quedan asociadas a los valores de los programas en que aparecen
y difunden; se trata, muchas veces, de valores contradictorios con los que predican en otros mensajes.
En el segundo sentido, son los anunciantes quienes toman conciencia de esa realidad. Un estudio
realizado por el Consorcio Nacional de Televisiones Autonómicas, Locales, Digital y Cable de España
revela que el descontento generado por la saturación de publicidad en la televisión afecta directamente a
los grandes anunciantes, que han variado su estrategia comercial13. Según el informe de agosto de 2004,
los empresarios invierten cada mes cerca de dos millones de euros menos en publicidad, ya que según
los datos del estudio, los anuncios emitidos dentro de los programas de calidad, de interés cultural e
informativo tienen mucha más eficacia y son más recordados. Debido a esto, explica la investigación
española, las grandes marcas piden a las agencias más calidad en los espacios donde incluyen sus
comerciales. Ahora se presta mayor atención a otros factores además de la audiencia, que
tradicionalmente era el único factor mensurable, y recuperan importancia otros factores como el recuerdo
de los anuncios o la segmentación de colectivos específicos
Siendo así, luego del estudio realizado se establecieron parámetros generales y otros específicos, entre
los que figuran: Diversidad; representación de la realidad; contenidos interculturales; prevalencia de
13
Se puede encontrar en la página web http://www.marketingdirecto.com/actualidad/publicidad/la-
audiencia-no-lo-es-todo-para-los-grandes-anunciantes/
13
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Contenidos en la programación del canal que guarden correlación con los aspectos de la realidad
que describen.
Contenidos en la programación que describan la realidad sin la construcción o refuerzo de
estereotipos.
Mecanismos para evaluar la relación entre la realidad y los programas informativos.
Contenidos en la programación en los que exista representatividad de los grupos de atención
prioritaria y las personas en situación de desigualdad.
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Como acción afirmativa se realizó una diferenciación en cuanto a la calidad que se exigirá a los medios
comunitarios, por ello se determinó en el proyecto, que la calidad en la programación y contenidos de
estos se encaminaría al cumplimiento de los estándares básicos y que los programas de este tipo de
canales estén en función de los objetivos que se ha trazado el propio medio.
Para lo pertinente a lo exigido en el artículo 76, se entendió que debe existir un informe previo de la
Autoridad de Telecomunicaciones, ya que textualmente se dice en dicho texto legal que:
“Los sistemas de audio y video por suscripción tienen la obligación de transmitir en su sistema los
canales de televisión abierta nacional, zonal y local que sean calificados previamente por el Consejo de
Regulación y Desarrollo de la Información y Comunicación para tal efecto, considerando la calidad de sus
contenidos y programación, SIEMPRE QUE SATISFAGAN LAS CONDICIONES TÉCNICAS QUE
ESTABLEZCA LA AUTORIDAD DE TELECOMUNICACIONES”.
Un debate y estudio que también se incluye en el proyecto, es la Responsabilidad Social de los Medios de
Comunicación; más allá del llamado realizado a los medios privados (artículo 84 de la LOC), se incluye a
todos los tipos de medio, en el marco de las responsabilidades comunes expresadas en el artículo 71 de
la LOC.
A nivel global se entiende que las empresas deben mostrar un comportamiento responsable sobre el
entorno social y ambiental en que operan. En este sentido, la concepción de la empresa iría más allá de
obtener beneficio para el accionista, proyectándose en un entorno ecológico y social. Es un hecho que los
medios de comunicación desde el punto de vista empresarial han dejado de estar configurados por tres
actores principales: accionistas, clientes y empleados, para pasar a estar condicionados por múltiples
protagonistas que generan y exigen relaciones preferentes.
Un año más tarde, la Comunicación de la Comisión de las Comunidades europeas de 2002 subraya que:
“La RC es una contribución empresarial al desarrollo sostenible”. Es así que la definición de
responsabilidad queda ligado al desarrollo sostenible, concepto también promovido por Naciones Unidas
y formalizado por primera vez en el Informe Brundtland (1987) en el que se define como aquel que
“satisface las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones”
fruto de los trabajos de la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo de Naciones Unidas.
Por supuesto que la respuesta de las empresas ante estas iniciativas ha estado muy vinculada al sector
de actividad al que pertenecen, por ello en el caso de la comunicación esta no es la excepción, y se ha
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trabajado para que los medios de comunicación social sean conscientes de su enorme responsabilidad en
la configuración de la sociedad y asuman con diligencia y valentía este compromiso.
Por ello, la participación ciudadana en la propia gestión del medio para el desarrollo de sus contenidos es
fundamental. Una ciudadanía comprometida y participativa se estimula también desde los medios, en
primer lugar desde los que más impactan en su vida privada, como sin duda es la televisión. Tendríamos
así un círculo virtuoso en el cual el ejercicio de los derechos / deberes de participación democrática
estimularía la calidad de los contenidos y las formas los productos.
“Transformar la ciudadanía para que en lugar que ser un receptor pasivo se convierta en un protagonista
y demandante activo.”14
Como expuso Javier Martín Cavanna, “a una TV no se le debe juzgar desde el punto de vista de la RSC
por la cantidad de CO2 que emite a la atmósfera sino por los contenidos que emiten a través de sus
canales”17.
4. Acciones efectuadas
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5. Anexos
Matriz comparativa.
Propuesta de Formulario.
Informe de la Dirección de Evaluación de Proyectos Comunicacionales sobre solicitudes efectuadas al
Consejo de Regulación y Desarrollo de la Información y Comunicación para calificar los contenidos de
los canales de televisión que aspiran ser transmitidos en los Sistemas de Audio y Video por
Suscripción.
Informes de la Dirección de Regulación.
Informes de la Dirección de Evaluación de Proyectos Comunicacionales.
Ayudas memorias de Reuniones.
6. Bibliografía.
2. La regulación de los contenidos audiovisuales: ¿Por qué y cómo regular? Luis Javier Mieres Mieres
4. Propuesta de medición de parámetros de servicio público en los contenidos televisivos, Laura Fernández
Jara.
6. Desarrollo de una herramienta para la medición de calidad en contenidos audiovisuales (Dr. Ángel
Rodríguez Bravo.
7. Dra. Norminanda Montoya Vilar Drando. Lluís Más Manchón) – Cooperación científica internacional Brasil-
España.
8. Televisión y calidad - El debate internacional, Buenos Aires, La Crujia, 2006 RICHERI, Giuseppe y
LASAGNI, María Cristina
9. Indicadores de desarrollo mediático: Marco para evaluar el desarrollo de los medios de comunicación
social, Brasilia.
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11. Consejo Nacional de Televisión; “La Programación Infantil de Televisión Abierta: Características, Calidad y
Potencial Educativo”, Santiago de Chile, 1998.
12. Mesa de debate “¿El rating es un parámetro de calidad?” Gabriela Fabro, Luis Majul, Argentina
13. Informe sobre el grado de cumplimiento del servicio público de Televisión Española (Núñez y Callejo,
2008)
14. Televisión y calidad: Perspectivas de investigación y criterios de evaluación - Charo Gutiérrez Gea
16. Estándares de calidad en televisión y su valoración de Lucio Blanco Malla, Madrid, España.
19. Evaluación de la calidad en la estructura y oferta programática de la televisión en algunos países del
mundo y pertinencia de la discusión en México. Diversidad, ¿para qué? Por Juan Enrique Huerta Wong,
Revista “Razón y Palabra” Número 19.
20. McQuail, D. (1997). Accountability of media to society. European Journal of Communication, 12 (4), 511-
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22. La calidad televisiva en la Argentina (Canales de televisión abierta con emisión desde Buenos Aires) 2004-
2005 Investigadores: Dra. Gabriela, Dra. Marcela Farré, Dr. Alejandro Piscitelli, Dra. Paola del Bosco.
Elaborado por:
Janetsy Gutiérrez P.;
Especialista de Regulación.
Ethel Jiménez
Analista de Regulación.
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