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Cuaresma - 2022
Textos de San Rafael Arnáiz Barón - Material extra (optativo)
trapense un hombre que no se baña, que no come más que pan y alubias, y que no habla
nunca ... Y claro, visto solamente desde ese punto de vista, es una cosa rara.
Cuando cojo la pluma, y pienso un momento antes lo que voy a decir, al ver que mi único
pensamiento es hablar de Dios y siempre de Dios ..., me siento tan pequeño que me dan
ganas de cerrar el cuaderno y dejar las páginas en blanco, que así seguramente dirán más
expresivamente que yo con mis torpes palabras ... la grandeza de Dios, su inmensidad, su
potencia infinita y su eterno amor. Pero, por otra parte, yo no pretendo el escribir para
que se me lea, sino el escribir como medio de dialogar, mejor dicho, monologar ...,
expansionarme, hablarle a Dios, como si a Él fuera a quién estoy escribiendo.
Mis escritos son al mismo tiempo reflexiones conmigo mismo, y oraciones a Dios. Mis
impresiones de lo que mis ojos ven por el mundo en donde estoy, están vistas a través del
prisma de Dios ... No lo puedo ver de otra manera, ni quiero tampoco ... Si me impresiona
un paisaje, es porque en él veo a Dios, y los colores, los vientos y el sol son obras suyas ...
Alabemosle, pues.
En las criaturas, o sea, lo mismo en los hombres que en los seres irracionales, también veo
a Dios; en la grandeza de las almas, para alabarle, y en la miseria de los cuerpos, para
implorarle ... En los actos de la vida también veo a Dios, y todo con Él lo relaciono ... Un
hecho en sí no tiene valor si no se encamina a un fin; el hecho será bueno si el fin es bueno,
y malo si el fin es malo. Y es bueno cuando el fin es Dios, y malo cuando todo lo contrario.
Y como para mí lo único que me interesa es Dios, al analizar un hecho, una impresión de
mis sentidos o un acontecimiento que me impresione, lo primero que busco es a Dios,
analizo mis ideas para, en ellas, tropezarme con Él, y encamino mis actos para que, por
medio de ellos, me conduzcan a Él... ¡Esto es tan fácil! ... Incluso el comer, el reír, el hablar
..., todos, todos los actos que hacemos en la vida corriente, lo podemos encaminar a ese fin
..., y así resulta que haciéndolo todo por Dios, todo es bueno, y con las más insignificantes
cuestiones de la vida, podemos elevar el corazón a Él y a Él encomendárselo todo.
✝
¡Ave María y adelante!