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LECTURAS COMPLEMENTARIAS
ORACIÓN
PETICIÓN
1
seguimiento. Y esta experiencia espiritual te transforma; siendo el
mismo, eres distinto. ¿Qué te ha sucedido?
Notas
2
Difícilmente se puede ordenar la propia vida, según Dios, y buscar su
voluntad sin estar con el.
2. Encajar la oración en el “quehacer de cada día” no suele resultar fácil.
El trabajo, la familia, los imprevistos que aparecen... suelen dificultar el
“rato de oración diario”. Por eso, te invitamos a que “ordenes tu horario”,
es decir veas tus posibilidades reales e incorpores tu oración en “ese
momento” en que prevés que mejor la puedas realizar. Y a ese momento
dale siempre total prioridad: es “tu hora” de encuentro a solas con Dios.
En esta misma linea te comentaremos que no todos los lugares son
aptos para una oración tranquila y en paz. Unos ayudan más que otros,
y unos están más expuestos que otros a la interrupción. Incluso la
“decoración o ambientación” puede ayudarte más o menos. Tu verás,
pero es importante la “hora” y el “lugar” del encuentro con Dios.
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MEDITACIÓN “ESTACIÓN DE PARTIDA”
LECTURAS COMPLEMENTARIAS
ORACIÓN
Petición
4
La “estación de partida” es mi propia vida. Los Ejercicios parten de la
vida, no se despegan de ella y vuelven a la vida. La vida aparece
continuamente en tu diario encuentro con Dios. Pero la vida tal cual es,
con sus desórdenes, posibilidades, miedos e ilusiones…se trata, pues, de
objetivar al máximo tu momento existencial: ¿quién soy yo?, ¿por qué
me muevo, me desvelo?, ¿qué mueve mi vida? Se parte de una realidad,
mi propia vida: ¿QUIÉN SOY YO, HOY y AQUÍ?
Notas
5
2.En la Iglesia hay muchas formas de oración. A Dios se puede ir por
muchos caminos, San Ignacio en los Ejercicios tiene el suyo. En el
apartado Para todos los días tienes el cómo se hace la oración: Pasos
de la oración. Te invitamos a que te mantengas fiel a esta metodología.
Ya te lo iremos recordando a lo largo del proceso.
LECTURAS COMPLEMENTARIAS
ORACIÓN
Petición
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3. Is 43,1-7 Eres precioso a mis OJOS, yo te amo.
4. Jer 1,5-7 Te conocía antes de que nacieras.
5. Mt 17 1-8 Éste es mi Hijo, escuchadle.
6. Mt 25,31-46 A mi (no) me lo hicisteis.
7. Jn 2,1-12 Haced lo que él os diga.
8. Jn 3, 1-2 Sabemos que has venido de Dios
9. Jn 6,38-40 He venido a hacer la voluntad del que me
ha enviado.
10. Jn 6,68-69 ¿A quién vamos a ir?, tú sólo tienes
palabras de vida eterna.
11. Jn 8,28-29 Yo hago siempre lo que a él le agrada.
12. Sal 8 ¿Qué es el hombre?
13. Sal 40 ¡Cuántas maravillas has hecho tú, Señor Dios
mio!
14. Sal 136 Acción de gracias.
Notas
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3. En el apartado Para todos los días tienes un modelo de cómo hacer
el Exámen de la oración [EE 77]. Es una de las “piezas clave” de toda
la experiencia. Es también la materia fundamental de la entrevista con
tu acompañante, la materia de las diversas oraciones de repetición que
irás haciendo, y la materia sobre la que volver, en su momento, para ver
por dónde el Señor te va llevando, en orden a la elección o reforma de tu
vida. El discernimiento versa sobre lo que estás viviendo y esto lo
recoges en tu cuaderno. Te lo iremos recordando a lo largo del recorrido.
LECTURAS COMPLEMENTARIAS
ORACIÓN
Petición
8
el centro de mi vida. Que mi entrega a ti y a mis hermanos sea la más
generosa.
Notas
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hablábamos la semana pasada se amplía, más allá de la oración, a la
totalidad de tu vida diaria. Aprender a discernir en la vida, he ahí otra de
las claves. Si los Ejercicios son para la vida, en ella vamos aprendiendo a
ponerlos en práctica.
LECTURAS COMPLEMENTARIAS
1. La gracia de avergonzarse.
2. Padre liberador.
ORACIÓN
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Pedir, demandar, vergúenza y confusión de mí mismo... por mis tantos
pecados. Señor, que me duelan mis pecados y que sienta tu misericordia
y tu perdón.
Notas
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2. Por otra parte, la oración personal diaria, el examen de la oración y el
examen general del día, la entrevista semanal, o en su caso diaria, con
tu acompañante... van “encajando” en tu caminar por los Ejercicios.
3. Damos un paso más: el pecado. No suele ser una realidad que nos
invite a vivir con “alegria”, más bien lo contrario. Vas a pasar “una
temporada” con este tema. Somos pecadores, es verdad. No todo
hacemos bien. Hay cosas que hacemos mal. Pero la consideración del
pecado, el mirar atrás, no es para culpabilizamos sino para sanarnos y
crecer en el amor incondicional que el Señor nos tiene. Y esto te anima y
te hace mirar hacia delante, al futuro: ¿qué vas a hacer por Cristo?
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