Está en la página 1de 18

“AÑO DE LA UNIDAD, LA PAZ Y EL DESARROLLO”

UNIVERSIDAD NACIONAL DE TUMBES

INTEGRANTES:

• CRUZ LUNA JOEL

• LAZO DIOS JAMIR

• MORAN AVILA MARIA

• SOCOLA TANDAZO EDWIN

DOCENTE: CHANDUVI VARGAS HUGO

TUMBES-PERU

2023
Contenido
Introducción ........................................................................................................................ 3
Abstract............................................................................................................................... 3
La teoría de la argumentación de Manuel Atienza .................................................................. 4
El aspecto estático ............................................................................................................ 4
El Derecho y la argumentación. ......................................................................................... 4
La Teoría de la argumentación de Stephen Toulmin: ........................................................... 7
Problemas metodológicos: .............................................................................................. 12
Funciones de la argumentación jurídica ........................................................................... 15
Conclusiones:..................................................................................................................... 18
Introducción
La teoría de la argumentación de Manuel Atienza es una perspectiva relevante
en el campo de la filosofía del derecho y la teoría jurídica. Atienza es un destacado
filósofo del derecho español que ha desarrollado una amplia obra en este ámbito y en
analizar cómo se justifican las decisiones judiciales y las normas jurídicas, examinando
los argumentos utilizados en el proceso de toma de decisiones legales y cómo se
fundamentan las normas en un sistema jurídico.
Algunos de los aspectos destacados de esta teoría incluyen el razonamiento
jurídico, la coherencia y consistencia en la argumentación, el contexto social y político
en el que se desarrolla el derecho, la racionalidad y justificación de las decisiones
jurídicas, así como el pluralismo jurídico y la interacción entre múltiples sistemas legales
en una sociedad. La teoría de Atienza ha influido en la filosofía del derecho y ha
contribuido al análisis crítico de la argumentación jurídica.
Abstract
Manuel Atienza's argumentation theory is a relevant perspective in the field of
legal philosophy and legal theory. Atienza is a leading philosopher of Spanish law who
has developed extensive work in this field and in analyzing how judicial decisions and
legal norms are justified, examining the arguments used in the legal decision -making
process and how norms are based on a legal system.
Some of the outstanding aspects of this theory include legal reasoning,
coherence and consistency in argumentation, the social and political context in which
the law develops, the rationality and justification of legal decisions, as well as legal
pluralism and the interaction between multiple legal systems in a society. Atienza's
theory has influenced the philosophy of law and has contributed to the critical analysis
of legal argumentation.
La teoría de la argumentación de Manuel Atienza
El derecho admite su consideración triádica desde una perspectiva estática en la

que lo fundamental es su carácter normativo, su estructura, las normas y sus

características, sus fines, por contraposición al enfoque funcional que viene a ser la

vertiente dinámica de cómo actúa el mismo, esto es, el Derecho en acción, en

movimiento a través de los mecanismos que propician su puesta en ejecución, hay dos

enfoques fundamentales desde los cuales puede emprenderse y aprehenderse el tema

(estático-dinámico)

El aspecto estático
guarda relación con su estructura, mientras que su enfoque dinámico entraña su

comprensión desde su realización práctica, el Derecho en su aplicación demanda de una

actividad no sólo cognoscitiva, sino ejecutiva, que requiere su interpretación y aplicación.

El Derecho y la argumentación.
es posible distinguir entre la argumentación en su conjunto, respecto de cada uno

de los argumentos de que se compone y al efecto, señala la existencia de conjuntos

parciales de argumentos dirigidos a defender o combatir una tesis o una conclusión. una

actividad de argumentación es una tarea compleja e implica aceptar que el problema

específico (del que deriva la necesidad de resolver y argumentar), requiere

necesariamente del intercambio de razones y esas razones se hacen presentes y

exteriorizan -en ese proceso intelectivo- a través del lenguaje oral o escrito, la teoría o

teorías de la argumentación jurídica tiene(n) como objeto de reflexión, obviamente, las

argumentaciones que tienen lugar en contextos jurídicos según señala el autor en el

texto Las razones del Derecho (2003: 1).

Se interpretan los textos legales, las sentencias, pero también los hechos, la

conducta humana de los sujetos; y esta actividad pareciera ser el punto de partida para
alcanzar la argumentación, cuyo punto de llegada es la solución justificada del problema

jurídico.

Se distingue entre la argumentación formal, material y pragmática.

La interpretación formal: considera la argumentación como una actividad

compuesta de una serie de enunciados independientemente de su verdad, de la

corrección de sus premisas o la verdad de sus conclusiones.

La interpretación material: En ella lo esencial no es la forma de los argumentos,

sino su contenido material, esto es las normas o hechos en tanto ser o deber ser esta

concepción abre un espacio de reflexión al intérprete que se considera aún más amplio

y trascendente desde el punto de vista jurídico-político y socia

La concepción pragmática: se trata de una actividad final dirigida a los propósitos

antes mencionados, que se nutre de la retórica y la dialéctica como procesos de

comunicación.

La interpretación como hacer humano tiene su vocación y admite preferencias la

argumentación del litigante es predominantemente dialéctica, pragmática (dirigida a

convencer en pro de sus intereses); la del juez es de orientación material (orientada al

ser o deber ser de la conducta); y la del dogmático es de inclinación formal .

Críticas a las teorías precursoras de la argumentación

Atienza se ocupa de agrupar a los autores denominados por èl como precursores

en cuanto al tema de la argumentación, señalando como artífices a Theodor Viehweg

(Topik und Jurisprudenz), Chaim Perelman (La nouvelle rhetorique. Traité de

l’argumentation de 1958) y Stephen Toulmin (The Uses of Argument, 1958).

La propuesta de Theodor Viehweg (Topik und Jurisprudenz):


En cuanto al primer autor y obra antes indicada, Atienza (2003: 32) sitúa su

pensamiento, bajo el influjo de Vico, a comienzos del siglo XVIII, en la que contraponía el

método antiguo, tópico o retórico, al método nuevo, al método crítico del cartesianismo,

con lo que planteaba la necesidad de recuperar la tópica, que en su opinión contribuía a

examinar una cosa desde ángulos muy diferentes, tomando como punto de partida lo

verosímil, el sentido común. La tópica sería el arte de hallar los argumentos, mientras

que la formación del juicio consistiría en el paso de las premisas a la conclusión.

Viehweg caracteriza la tópica mediante tres elementos vinculados entre sí. Desde

el punto de vista de su objeto como pensamiento problemático; desde el punto de vista

del instrumento con que opera, se halla la noción de topos o topoi, o lugar común; y

desde el punto de vista de la actividad: como búsqueda y examen de premisas; su énfasis

recae en las premisas, más que en la conclusión.

Culmina Atienza el examen del aporte de Viehweg, señalando que su “mérito

fundamental no es haber creado una teoría de la argumentación, sino haber descubierto

un campo para la investigación, algo que parece encajar perfectamente con el espíritu

de la lógica.”

Chaim Perelman y la nueva Retórica:

Perelman efectuó lo que podría calificarse como el mayor aporte en cuanto a la

aplicación de la retórica como núcleo fundamental de la teoría de la argumentación. Su

obra principal La nouvelle rhetorique. Traité de l’argumentation data de 1958, y es una

obra que contó con la colaboración de Olbrech-Tyteca, quien de acuerdo a la opinión de

Atienza, dotó de sistematicidad al texto. Esta obra cuenta con antecedentes inmediatos

del mismo Perelman en su trabajo sobre la justicia, de 1945, tratando de aplicar a este
campo el método positivista de Frege, ello implicaba suprimir cualquier juicio de valor

sobre la justicia, ya que ello era irracional.

Perelman tomó como base de su obra la distinción entre razonamientos analíticos

o lógico-formales por una parte (de origen Aristotélico), y por la otra, los razonamientos

dialécticos o retóricos, ubicándose su planteamiento fundamental en este segundo

aspecto. Amplía la razón más allá de lo estrictamente demarcado en el ámbito de las

ciencias deductivas o 14 empírico inductivas, para dar cabida a los razonamientos en el

campo de las ciencias humanas, en el Derecho y en la filosofía.

La Teoría de la argumentación de Stephen Toulmin:


Este autor contribuyó de manera notable a los estudios de lógica, filosofía y teoría

ética. En lo que atañe al tema de la argumentación su obra principal se intitula The Uses

of Argument.

Toulmin parte de la idea de que la lógica guarda estrecha relación con lo que los

hombres piensan, como argumentan, a pesar de que esta ciencia desde su origen se ha

despreocupado de la práctica; agrega que la lógica formal sólo tiene campo fértil en las

matemáticas y no en el campo de la razón práctica.

“El punto de partida de Toulmin es la constatación de que uno de nuestros modos

de comportamiento lo constituye la práctica de razonar, de dar razones a otros a favor

de lo que hacemos, pensamos o decimos. Aunque exista una gran variedad de usos del

lenguaje, es posible distinguir entre un uso instrumental y un uso argumentativo. El

primero 17 tiene lugar cuando las emisiones lingüísticas consiguen directamente sus

propósitos sin necesidad de dar razones adicionales; por ejemplo, cuando se da una

orden, se pide algo, etc.


Toulmin, estructura los argumentos en torno a cuatro elementos muy bien

definidos: la pretensión, las razones, la garantía y el respaldo, que en forma resumida se

explica señalando que la pretensión es el punto de partida y de llegada de la

argumentación; una vez cuestionada la propuesta por el oponente, el proponente de la

misma debe dar razones relevantes y suficientes (hechos específicos del caso); la

garantía son los enunciados generales que autorizan el paso de las premisas a la

pretensión, que puede consistir en una regla de experiencia, en una norma o en

principios jurídicos; y el respaldo son las ideas que sirven de respaldo a la garantía,

mostrando que esa garantía es superior a cualquier otra que pueda existir.

Hay argumentos en los que es difícil distinguir entre garantía y respaldo, ya que,

si la función del respaldo es ofrecer una justificación de la garantía, no se ve por qué ha

de consistir en un enunciado empírico; la distinción garantía – respaldo en el ámbito de

la argumentación jurídica no muestra nada que no haya enseñado por la lógica

deductiva, saber, la existencia del silogismo práctico. Atienza también cuestiona la

distinción entre la garantía y la condición de refutación, puesto que las normas jurídicas

y los principios tienen que expresarse como condicionales abiertos (hipotéticas) y no

categóricas.

La tesis fundamental de MaCcormick:

Hace una división cuatripartita: problemas de interpretación, de relevancia, de

prueba o de calificación, refiriéndose los dos primeros a cuestiones normativas y los dos

últimos a premisas fácticas. Existe problemas de interpretación cuando se sabe cuál es

la norma aplicable, pero esta admite más de un sentido; los problemas de relevancia se

sitúan en un momento anterior al de la interpretación e indagan sobre si en efecto existe

una tal norma para el caso concreto; los problemas de prueba se hallan referidos al
establecimiento de la premisa menor; y los problemas de calificación son secundarios y

se plantean cuando no existe dudas sobre la existencia de determinados hechos

primarios y lo que se discute es si subsumen en el supuesto de hecho de la norma.

La obra de la teoría de la argumentación, tiene cierta crítica constructiva por

parte del autor de la tesis fundamental de McCormick, que nos sugiere que esta teoría

debe ocupar un lugar intermedio entre una postura ultrarracionalista y una irracionalista.

Según McCormick, la argumentación práctica en general y la argumentación

jurídica en particular tienen como función principal la justificación. Por lo tanto, justificar

una decisión jurídica implica presentar razones que demuestren que las decisiones son

justas de acuerdo con el Derecho. Para cumplir con esta función justificadora, una teoría

de la razón práctica debe tener en cuenta tanto los aspectos formales como los

materiales de la argumentación.

El autor sostiene que una teoría de la razón práctica no puede limitarse

únicamente a los aspectos deductivos de la argumentación jurídica, sino que también

debe considerar los aspectos no deductivos, como las pasiones y las emociones

humanas. Esto implica que las decisiones jurídicas no se basan únicamente en una lógica

formal, sino que también están influenciadas por elementos emocionales y subjetivos,

por eso el juez debe y tiene que identificar las situaciones debidas, como las premisas

fácticas y normativas, por eso podemos encontrar ciertos problemas con la

interpretación, Los problemas de interpretación se presentan cuando se conoce la

norma aplicable, pero esta puede tener más de un sentido o interpretación posible. En

otras palabras, existe ambigüedad en la norma y se requiere determinar cuál de las

interpretaciones es la más adecuada para el caso en cuestión.


Los problemas de relevancia se plantean en un momento anterior al de la

interpretación. En este caso, la cuestión radica en determinar si realmente existe una

norma aplicable al caso concreto. Se trata de establecer si hay una norma jurídica

pertinente que se pueda aplicar a la situación en cuestión, siendo estos relacionados con

el establecimiento de la premisa menor en la argumentación jurídica. Es decir, se refieren

a la tarea de presentar y respaldar las pruebas necesarias para demostrar los hechos o

circunstancias relevantes en el caso. Aquí se busca reunir la evidencia necesaria para

sustentar la afirmación fáctica en la argumentación, Por último, los problemas de

calificación son secundarios y surgen cuando no existen dudas sobre la existencia de

ciertos hechos primarios, pero la discusión se centra en si esos hechos encajan o se

ajustan al supuesto de hecho establecido por la norma aplicable. En otras palabras, se

trata de determinar si los hechos presentados cumplen con los requisitos necesarios para

ser considerados como parte del supuesto de hecho de la norma.

En contra posición Manuel Atienza hace referencia a cuatro puntos de la crítica

que los podemos inferir de la siguiente manera.

• Manuel Atienza argumenta que el uso de la lógica proposicional no es

adecuado para capturar el razonamiento judicial y sugiere que es preferible utilizar la

lógica de predicados. Según él, la lógica proposicional es demasiado limitada y no puede

dar cuenta de la complejidad y sutilezas del razonamiento jurídico.

• Como segundo punto plantea un dilema respecto a la concepción

deductivista del razonamiento jurídico. Si se afirma que el ordenamiento jurídico carece

de inconsistencias lógicas, esto resulta insostenible en la práctica. Por otro lado, si se

acepta la existencia de contradicciones, entonces la tesis deductivista se derrumba, ya


que a partir de un conjunto inconsistente de premisas se puede justificar cualquier

conclusión.

• Haciendo una crítica a la concepción de la subsunción propuesta por

McCormick, argumentando que es poco clara. Sostiene que la subsunción no es

exclusivamente un problema jurídico, sino que también afecta el uso empírico del

lenguaje. Esta crítica sugiere que el enfoque de McCormick sobre la subsunción puede

ser limitado y no tener en cuenta todos los aspectos relevantes.

• La discrepancia con la visión de McCormick sobre el papel de los juicios de

valor en el razonamiento jurídico. Argumenta que los juicios de valor tienen un uso más

restringido de lo que McCormick sugiere, especialmente en la determinación de los

hechos, la interpretación de las normas y la aplicación de términos valorativos. Atienza

plantea que los juicios de valor deben tener una función más limitada y estar claramente

justificados dentro del marco legal.

Uno de los otros autores es Robert alexy que parte de un pensamiento de teoría

de la argumentación general de igual, pero en contra parte a la de Manuel Atienza, en la

cual el autor dice Alexy intenta distinguir entre buenos y malos argumentos en el ámbito

jurídico, es decir, busca establecer criterios para evaluar la calidad de los argumentos en

el razonamiento legal. Su teoría también incorpora elementos de la teoría del discurso

de Jürgen Habermas y la teoría de la argumentación de Stephen Toulmin, asimismo, se

inspira en las ideas de J.L. Austin, John Searle y Herbert Hart sobre el lenguaje y la acción

comunicativa, lo que lo conecta con el análisis del lenguaje y la comunicación que realiza

Habermas en el campo de la teoría del discurso. Al adoptar una perspectiva descriptiva

y analítica, Alexy busca entender la estructura de los argumentos legales y proporcionar

herramientas para mejorar su calidad y validez.


Robert Alexy reconoce los límites de la argumentación jurídica y no pretende

afirmar que cada caso tenga una única respuesta correcta. Su enfoque se basa en la idea

de que la racionalidad lograda a través del discurso jurídico mediante la aplicación de

reglas no garantiza la obtención de una solución única y definitiva en todos los casos.

En lugar de postular la existencia de una única respuesta correcta, Alexy

considera que su planteamiento de las reglas es aproximativo y su aplicación se

encuentra dentro de los límites de lo discursivamente necesario y lo discursivamente

posible. Esto significa que, aunque el razonamiento jurídico puede ser más riguroso y

racional que el discurso práctico general, todavía está sujeto a ciertos límites en términos

de certeza y exactitud en la determinación de la solución adecuada para cada caso

específico.

La noción de que no puede haber una única respuesta correcta en todos los casos

también se vincula con la idea de que una teoría legal completa y absoluta es difícil de

alcanzar. Alexy no defiende la tesis de una teoría total que pueda resolver todos los

problemas jurídicos, sino que aboga por un enfoque argumentativo y razonable que

considere los hechos, valores y principios relevantes en cada situación concreta.

En última instancia, la teoría de la argumentación jurídica de Alexy busca

proporcionar una metodología sólida y razonada para abordar los problemas legales,

pero sin pretender una solución definitiva y única en todos los casos. Esto refleja una

postura realista sobre la complejidad y los límites inherentes a la argumentación jurídica.

Problemas metodológicos:
Atienza sostiene que una teoría de la argumentación debe ser lo suficientemente

amplia y profunda para representar adecuadamente el proceso real de la

argumentación, tal como ocurre en la realidad en sentencias y documentos jurídicos.


Esta teoría debe contar con criterios precisos para evaluar la corrección de los

argumentos en relación con sus resultados finales, es decir, las decisiones jurídicas. Su

enfoque se divide en dos aspectos: la Representación de la Argumentación y los Criterios

de Corrección.

En cuanto a la Representación de la Argumentación, critica la teoría estándar por

no desarrollar un procedimiento que represente cómo los juristas fundamentan

realmente sus decisiones. Según Atienza, el uso de la lógica formal deductiva de

Maccormick y Alexy no es suficiente. En cambio, propongo el uso de diagramas que

consideran aspectos sintácticos, semánticos y pragmáticos de la argumentación. Para

ello, sugiere emplear vectores para establecer las relaciones entre los argumentos, letras

minúsculas para aspectos semánticos y una simbología de figuras geométricas para

aspectos pragmáticos. Esta representación reticular va más allá de las instalaciones

empleadas en la lógica formal de los silogismos.

En cuanto a los Criterios de Corrección, Atienza elogia los aportes de la teoría en

la elaboración de criterios basados en la noción de racionalidad práctica. Sin embargo,

opina que estos criterios solo son útiles para descartar argumentaciones evidentemente

irracionales, pero no abordan los casos difíciles que requieren mayor análisis. Sugiere

que se deben emplear criterios complementarios, como los axiológicos y pragmáticos,

para proteger valores y alcanzar una solución más justa y equitativa.

Se plantea problemas metodológicos relacionados con la teoría de la

argumentación en el ámbito jurídico. Su enfoque se centra en la necesidad de desarrollar

un método que represente adecuadamente cómo se lleva a cabo la argumentación en la

práctica y cómo evaluar la corrección de los argumentos y decisiones jurídicas

resultantes.
En cuanto a la Representación de la Argumentación, critica la falta de un

procedimiento en la teoría estándar para representar cómo los juristas fundamentan sus

decisiones. Propone el uso de diagramas reticulares que integran los aspectos

sintácticos, semánticos y pragmáticos de la argumentación. Esta propuesta busca

superar las limitaciones de la lógica formal deductiva, que no puede ser suficiente para

capturar la complejidad de la argumentación jurídica y práctica.

El planteamiento de Atienza es interesante, ya que busca abordar las diversas

dimensiones de la argumentación y proporciona una presentación más completa y

realista del proceso. El uso de diagramas y vectores parece ser una herramienta valiosa

para mostrar las relaciones entre los argumentos y las distintas capas de significado y

contexto involucradas.

En cuanto a los Criterios de Corrección, Atienza destaca la contribución de la

teoría en la noción de racionalidad práctica, que ayuda a descartar argumentos

claramente irracionales. Sin embargo, también señala que estos criterios no abordan los

casos difíciles, donde la racionalidad es más compleja y ambigua. Sugiere que se deben

considerar criterios complementarios, como los axiológicos y pragmáticos, para proteger

valores fundamentales y alcanzar soluciones más equitativas y justas.

Este planteamiento es relevante en el contexto del sistema jurídico, ya que, en

casos complicados, simplemente aplicar la lógica formal podría no ser suficiente para

llegar a una resolución adecuada. Es necesario considerar valores éticos y pragmáticos

que contribuyan a una decisión justa y equitativa.

En general, se aborda problemas metodológicos importantes en la teoría de la

argumentación jurídica y ofrece sugerencias interesantes para abordarlos. El uso de

diagramas reticulares y la consideración de criterios complementarios en la evaluación


de los argumentos pueden enriquecer el análisis y la toma de decisiones en el ámbito

jurídico. Sin embargo, como todo enfoque teórico, es importante seguir desarrollando y

evaluando estas propuestas en la práctica para verificar su eficacia y aplicabilidad.

Funciones de la argumentación jurídica


Atienza señala que la teoría de la argumentación jurídica debería cumplir tres

funciones fundamentales: teórica, práctica o técnica, y política o moral. En la función

teórica, la teoría de la argumentación debería contribuir al desarrollo de otras disciplinas,

permitiendo una comprensión más profunda del fenómeno jurídico y la práctica de

argumentar. Esto implicaría combinar la visión del Derecho como sistema de normas y

como sistema de procedimientos. La función práctica o técnica busca proporcionar

herramientas y orientación para la producción, interpretación y aplicación del derecho

en la realidad. Además, incluye la construcción de sistemas jurídicos expertos y el

rediseño de la enseñanza del derecho, enfocándose en el razonamiento jurídico en lugar

de simplemente aprender contenidos jurídicos positivos.

La función política o moral se relaciona con la ideología política que subyace a la

teoría de la argumentación. Aunque comparte cierta visión positivista con Alexy, Atienza

aboga por una ideología más crítica respecto al derecho en los estados democráticos

para lograr un enfoque más realista. Se reconoce que el derecho en estados

democráticos no es; no obstante, el mejor imaginable, aunque pueda ser el mejor

existente.

Atienza destaca que la teoría estándar de la argumentación acepta tres categorías

de casos: fáciles, difíciles y trágicos. En los casos fáciles, la respuesta del sistema es

relativamente simple y se considera correcta. En los casos difíciles, existen varias

soluciones posibles que deben justificarse en cuanto a su corrección y justicia. En cambio,


los casos trágicos presentan un dilema genuino, ya que ninguna solución posible puede

evadir el sacrificio de algún valor esencial desde una perspectiva jurídica o mora l.

Se aborda las funciones de la teoría de la argumentación jurídica y las diversas

perspectivas que debería tener para ser completa y efectiva. Atienza plantea tres

funciones esenciales que se complementan para lograr una teoría robusta.

La función teórica apunta a la interdisciplina y la profundización en el estudio de

la argumentación jurídica. Al desarrollar una teoría que no solo se limita a aspectos

internos del Derecho, sino que también dialoga con otras áreas, se enriquece la

comprensión del fenómeno jurídico y la práctica de argumentar. Al reconocer la visión

de Alexy sobre el Derecho como sistema de normas y procedimientos, Atienza busca

integrar estas dos dimensiones para obtener una comprensión más holística del Derecho

y su argumentación.

La función práctica o técnica es fundamental para el ámbito jurídico. La teoría de

la argumentación debe proporcionar herramientas y orientación práctica para la

producción, interpretación y aplicación del derecho en situaciones reales. Esto implica la

necesidad de desarrollar métodos que reflejen adecuadamente el proceso real de

argumentación y que estén respaldados por criterios de corrección sólidos. Además, la

mención de la construcción de sistemas jurídicos expertos y el rediseño de la enseñanza

del derecho destaca la importancia de adaptar y mejorar la formación de juristas para

que puedan enfrentarse a los desafíos del razonamiento jurídico en la práctica.

La función política o moral agrega una dimensión ética a la teoría de la

argumentación. La ideología política que subyace en la base de esta teoría tiene

implicaciones en la visión y el enfoque del derecho. Atienza destaca la necesidad de ser


críticos con respecto al derecho en estados democráticos y buscar un enfoque realista

que reconozca las limitaciones y desafíos que pueden existir en este contexto.

El análisis de los casos fáciles, difíciles y trágicos refleja la complejidad de la

argumentación jurídica en la práctica. Los casos trágicos presentan dilemas difíciles de

resolver y requieren una evaluación cuidadosa de los valores y principios en juego. Esta

categorización ayuda a comprender la naturaleza y la importancia de los desafíos que

enfrentan los juristas en su labor argumentativa.

Se destaca la importancia de una teoría de la argumentación juríd ica que sea

completa y práctica, que aborde aspectos teóricos, técnicos y éticos. La interacción entre

estas funciones puede proporcionar una base sólida para abordar los desafíos y dilemas

que surgen en la argumentación jurídica y en la toma de decisiones en el ámbito legal.


Conclusiones:
Los problemas metodológicos en la teoría de la argumentación jurídica,

presentando las funciones fundamentales que debe cumplir esta teoría. Según

Atienza, una teoría de la argumentación debe ser lo suficientemente amplia y

profunda para reflejar el proceso real de argumentación en el ámbito jurídico, y

al mismo tiempo, contar con criterios precisos para evaluar la corrección de los

argumentos y las decisiones jurídicas resultantes.

El texto aborda las funciones de la teoría de la argumentación jurídica,

destacando su relevancia y complejidad en el ámbito del Derecho. Atienza

plantea tres funciones fundamentales que deben cumplir esta teoría: la función

teórica, que busca enriquecer la comprensión del fenómeno jurídico mediante la

interdisciplinariedad; la función práctica o técnica, que se centra en proporcionar

herramientas y orientación para la aplicación efectiva del derecho en la realidad;

y la función política o moral, que agrega una dimensión ética y crítica respecto al

derecho en los estados democráticos.

También podría gustarte