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objetivo de ser inspirados por la palabra de Dios, a fin de cumplir su propósito en esta tierra
mientras vivamos”
SERIE:
HACIA LA TOMA DE LA TIERRA PROMETIDA
1.- Introducción:
La vida nos presenta retos constantes que debemos asumir. Algunos son el
producto del crecimiento espiritual o secular que nos obliga a asumir otras
responsabilidades. Están en el marco de lo previsible, es decir, sabemos que llegarán
y en algunos casos, hasta los esperamos. Otros, por el contrario, están fuera de
nuestras previsiones y pueden sorprendernos cuando tocan a la puerta. Fueren cual
fueren las circunstancias, debemos estar preparados para asumir esos retos con
ayuda de Dios.
¿Quiénes son los siervos del Señor llamados a asumir retos? Todos aquellos que
profesamos fe en Jesucristo. La tarea de liderar, inicialmente recae en pastores,
obreros y líderes, pero pronto recaerá sobre nuestros hombros cuando recibamos la
formación necesaria. Es como una carrera de postas o de relevos en la que un atleta
entrega a otro la posta para proseguir la carrera. Cuando vamos de la mano de Dios,
cuando asumimos el compromiso y cuando somos conscientes de la misión que
reposa en nuestras vidas, podemos tener la certeza de que las mismas palabras del
Todopoderoso a Josué, se aplicarán a nosotros en el sentido de concedernos la
victoria: " Yo os entregaré ...todo lugar que pisare la planta de vuestro pie".
Muchas tareas que Dios nos encomienda no son fáciles. Algunas están
estrechamente relacionadas con la extensión del evangelio. Otras forman parte de la
cotidianidad: Criar y educar a nuestros hijos; desarrollar eficazmente nuestro trabajo
secular; orientar a una comunidad y propender por su desarrollo, etc. Cuando
sentimos que no tenemos la fuerza necesaria o tal vez que no seremos capaces de
asumir esos nuevos retos, es necesario recordar que Dios está junto a nosotros tal
como lo anunció a Josué: "Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu
vida... estaré contigo... no te dejaré, ni te desampararé".
5.- Toda misión está rodeada de obstáculos (v. 6).
Pensar que los grandes logros son fáciles, que son posibles en un abrir y cerrar de
ojos o quizá de la noche a la mañana, es un error. Los soñadores y quienes llegan
lejos saben que deben pagar el precio. Es probable que por semanas, meses o años
deban sembrar semillas que sólo germinarán en éxito cuando pase el tiempo. El
secreto está en la perseverancia. Este principio lo enseñó Dios a Josué y también a
nosotros: "Esfuérzate y se valiente; porque tú repartirás a este pueblo por
heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos".
¿En dónde radica el error que lleva al fracaso de muchas de nuestras metas y
propósitos? En dejar de lado las recomendaciones de Dios, en no buscar su guía y
dejarnos mover por nuestros sentimientos y corazonadas. Allí estriba el problema.
¿Recuerda a Noé? Las Escrituras muestran que fue obediente al Señor cuando le
impartió las especificaciones del Arca. No modificó las pautas, las acató. (Génesis
6:22). La fidelidad a los postulados del Señor, aplicados a todo cuanto hagamos,
genera victoria. "...no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que
seas prosperado en todas las cosas que emprendas".
7.- Conclusión:
1.- Introducción:
En una librería de Santiago de Cali encontré hace algunos días que los libros más
vendidos son aquellos que tratan de la superación personal y cómo lograrla, así como
los textos de Programación Neuro - Lingüística (PNL). De acuerdo con estas pautas,
utilizadas en buena parte por la errada y peligrosa corriente de la Nueva Era, se
plantea que el hombre se auto programa con lo que dice y que la información grabada
en el cerebro se refleja en acciones concretas. Lo malo del asunto es que esta
autodeterminación deja de lado a Dios y busca exaltar las potencialidades del hombre.
Sin embargo, los cristianos tenemos claro que podemos lograr muchas y grandes
cosas, con ayuda de Dios. Y si vamos a "programar la mente" es con la Palabra de
Dios que nos lleva a la victoria.
Un principio para vencer, cualquiera que sea nuestra misión –secular o eclesial—,
es fortalecernos. ¿De qué manera? En Dios (Filipenses 4:13). Los obstáculos llegarán.
En cierta medida es natural que se presenten en el camino. Pero si en medio de las
crisis volvemos la mirada al Señor, admitimos nuestra debilidad, pedimos su guía y
fortaleza para avanzar y seguimos al pie de la letra su orientación, nada podrá
detenernos. De ahí la importancia de una recomendación que le hace el Todopoderoso
una y otra vez a Josué "Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no
temas ni desmayes..."
Una vez Josué recibe instrucciones de Dios, actúa. No lo hizo antes. Puede que
supiera –en apariencia—cómo hacer las cosas. Pero no se apresuró. Las grandes
decisiones en esta vida debemos tomarlas con calma y bajo la guía de nuestro amado
Hacedor, Aquél que todo lo puede. Obrar en nuestras fuerzas cava el sendero para la
derrota.
7.- Conclusión:
Mediante una estrecha dependencia de Dios, los cristianos nos preparamos para
vencer en cualquiera que fuera nuestro frente de trabajo: eclesial o secular. Si nos
mantenemos fieles a El, no solo nos otorgará la seguridad sino la autoridad necesaria
para desarrollar un buen desarrollo en nuestras ejecutorias. Es con ayuda de Dios que
nos programamos para vencer.
La presencia de Dios nos acompaña.
1.- Introducción:
Con frecuencia me pregunto ¿Qué sería de nueva existencia si todo fuera color de
rosa y nada nos obligara a echar mano del ingenio y de las fuerzas, que no creíamos
tener, para sobreponernos a los obstáculos? Creo que un tránsito así sería demasiado
rutinario desde el nacimiento hasta la muerte.
A este primer razonamiento debemos sumar otro: ¿Para qué nos sirven los retos?
Para crecer. Cada nuevo muro que encontramos frente a nosotros nos permite
madurar en el conocimiento, dinamizar nuestras capacidades –muchas veces
inactivas--, emprender nuevas rutas y llegar a niveles insospechados, incluso niveles
que jamás pensaríamos alcanzar. En la vida de los dos espías enviados por Josué
desde Sitim, se torna gráfico este planteamiento (versículo 1). ¿Cuál era su misión?
Reconocer la tierra. Todo delante era desconocido, sin embargo, antes que dimitir o
volver atrás, se sintieron estimulados por la misión.
El relato en el cual apreciamos que absolutamente nada --ni sus palabras ni sus
hechos-- llevó a que pasaran inadvertidos, debe motivarnos a reflexionar: ¿Sus
palabras y hechos revelan que usted es cristiano? ¿Su desenvolvimiento en el ámbito
secular marca la diferencia o es tan mundano, malhablado y malpensado como
quienes le rodean?
Alguien relató de qué manera iba a atravesar una calle de intenso tráfico. Se
trataba de una mujer cristiana. Iba tan preocupada por sus problemas, que no
advirtió el vehículo que se acercaba a toda velocidad. Justo cuando estaba a pocos
centímetros de producirse el impacto, sintió como alguien la empujaba hacia la acera.
En el suelo, todavía sin entender qué había ocurrido, vio la silueta de un hombre que
se alejaba. Minutos después, mientras compartía su experiencia con los curiosos,
escuchaba asombrada: "¿Cuál persona? Aquí jamás estuvo nadie. Supusimos que
escapó al accidente por una rápida reacción". La mujer insistía en que la mano de
alguien la había puesto a salvo.
¿Existen los ángeles? Sin duda. Figuran en uno y otro pasaje de las Escrituras. Pero
también es un hecho que personas a nuestro alrededor se convierten en esos ángeles
humanos a quienes Dios utiliza para guardarnos. Aunque no tienen la figura angelical
descrita en la Palabra, se constituyen en poderosos instrumentos del creador, tal
como podemos apreciar en la vida de Rahab (versículos 3 al 5). ¿Qué impide que el
Señor utilice en sus planes supremos a alguien rechazado por la sociedad? Nada. Esa
es la razón por la que esta mujer de mala reputación para los de Jericó, llegó a ser
ficha clave en los planes de la conquista de la ciudad.
Aún cuando las circunstancias lucían adversas porque se trataba de dos espías
puestos al descubierto en una ciudad grande, Dios obró prodigiosamente y, dentro de
sus planes perfectos, no pudieron capturarlos. "Mas ella los había hecho subir al
terrado, y los había escondido entre los manojos de lino que tenía puestos en
el terrado. Y los hombres fueron tras ellos por el camino del Jordán, hasta los
vados; y la puerta fue cerrada después que salieron los
perseguidores."(versículos 6, 7).
Es probable que ahora mismo esté atravesando por un período difícil en el que
considera que nada bueno puede ocurrir. ¡Está equivocado! Si su vida está en manos
de Dios, El le guardará y hará que todo salga a su favor. Jamás olvide que nuestro
Dios es poderoso y nada impide que se cumplan sus designios...
6.- Conclusión:
¿Qué impide que avancemos hacia el cumplimiento de nuestras metas? Los límites
que ponemos a los planes de Dios. Si estamos en el centro mismo de Su voluntad,
todo cuanto ocurra obrará a nuestro favor para alcanzar esos propósitos que –
humanamente—lucen imposibles de materializar. ¿Qué se necesita entonces? Que
medite un poco en torno a cómo avanza su existencia y tome la determinación de
ajustar sus pasos conforme lo va señalando el sendero de Dios. ¿Cómo conocer la
voluntad del Señor? Mediante la oración y la lectura de Su Palabra. Si lo hace, no cabe
duda que será instrumento en manos del Creador para asumir nuevos retos.
El valor de una promesa
1.- Introducción:
La presencia del Señor era evidente en los dos espías enviados por Josué a la
ciudad de Jericó. En el pasaje bíblico leemos "Antes que ellos se durmiesen, ella
subió al terrado, y les dijo: Sé que Jehová os ha dado esta tierra; porque el
temor de vosotros ha caído sobre nosotros, y todos los moradores del país ya
han desmayado por causa de vosotros. Porque hemos oído que Jehová hizo
secar las aguas del Mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto, y
lo que habéis hecho a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado
del Jordán, a Sehón y a Og, a los cuales habéis destruido."(versículos desde
el 8 hasta el 10).
¿Qué veían los enemigos de los israelitas? A través de este pueblo podían apreciar
la forma gloriosa como el Señor se había manifestado en su existencia. Igual ocurre
con su vida. Si está en el sendero de Dios, es inevitable que a su alrededor aprecien
los cambios que experimenta, no solo en su forma de pensar sino también de actuar.
Cabe aquí preguntarnos: Cuándo las personas analizan mis palabras y mis hechos,
¿pueden apreciar en mi a un Dios de poder? ¿Piensan acaso que el Señor que guía mis
pasos puede transformar vidas o quizá piensan que es intrascendente?
La misión que los dos espías cumplían estaba en consonancia con los planes de
Dios. Ese hecho determinó que tuviera feliz término (versículos 14 al 24). Cuando
emprendemos un reto delante del Señor, pero, antes que sujetarnos a sus
orientaciones, aplicamos nuestro criterio y nos amparamos en la "experiencia que
hemos acumulado", lo más probable es el fracaso.
Bien diferente cuando nos circunscribimos a los postulados del Creador. Aunque no
comprendamos inicialmente el por qué de cada instrucción, si las seguimos al pie de
la letra, todo saldrá bien.
6.- Conclusión:
1.- Introducción:
2.- Los asuntos importantes hay que tomarlos con calma (v. 1).
¿En dónde estriban los grandes errores cuando tomamos decisiones que marcan
nuestra existencia y las de quienes nos rodean? En la premura con la que obramos,
sin tomarnos el tiempo suficiente para evaluar lo que vamos a hacer. Esa tranquilidad
antes de obrar es la que experimentaron los israelitas: "Josué se levantó de
mañana, y él y todos los hijos de Israel partieron de Sitim y vinieron hasta el
Jordán, y reposaron allí antes de pasarlo."(versículo 1).
¿Ha pensado lo eficaz que sería analizar reposadamente todas las decisiones que
adoptará? Este es un principio de cambio que transformará su vida y ministerio...
Una de las fallas en que se incurre con mayor frecuencia, estriba en permitir que
nos muevan las emociones antes que la razón. Consultamos a Dios las consecuencias
son inevitables. No solo es inevitable la serie de problemas que se desprenden de
decisiones erradas, sino que además, por mucho que deseáramos volver el tiempo
atrás, nada podemos hacer. De ahí que revista importancia la decisión de los líderes
tal como lo relatan las Escrituras:" Y después de tres días, los oficiales
recorrieron el campamento..." (versículo 2). Un principio que le invitamos a
asumir es a examinar bien todos los pasos que vaya a dar.
6.- Conclusión
La hora decisiva
1.- Introducción:
Igual ocurre con nosotros hoy. Alcanzamos la victoria cuando avanzamos en las
fuerzas de Aquél que todo lo puede, y no en las nuestras.
Sin embargo y como podemos leer en el versículo siete del texto que estudiamos
hoy, no es necesario legitimar con apreciaciones humanas que aseguramos vienen del
Creador, para reafirmar una vida de consagración. La presencia suya es evidente en
aquellos que creen. Si Jesucristo mora en nosotros y nos confiere autoridad para
desarrollar un ministerio, tal respaldo saltará a la vista. En Josué este principio se hizo
realidad, y sin duda, ocurrirá igual con cada uno.
Para nosotros luce imposible, o al menos muy complejo de racionalizar, el que las
aguas puedan dar paso a todo un pueblo, deteniendo su caudal. En la lógica humana
no cabe que tanto el mar Rojo como el río Jordán pudieran interrumpir su curso para
permitir el tránsito al pueblo de Dios, con el propósito de que pasaran en seco.
Sin embargo, Dios lo hizo así con los israelitas. Y seguirá manifestándose
poderosamente si toda nuestra confianza está volcada en Él. Los problemas que
golpean a nuestra puerta, por grandes que parezcan, tendrán atención si
desarrollamos fe en su poder ilimitado...
6.- Conclusión:
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Forjando generaciones que aman a Dios
1.- Introducción:
Imagine por un instante a un padre amoroso que vigila, desde una ventana, el paso
de sus hijos de una acera a otra. Sabe que, teniendo todo bajo control, nada podrá
ocurrirles. Sin embargo se percata hasta último instante de que cumplan su tránsito
sin mayores problemas. Está presto a ayudarles. Esa es la imagen que podemos
hacernos de nuestro Dios cuando apreció el desplazamiento de los israelitas a través
del Jordán.
Los dos primeros versículos nos revelan a un Padre que no solo tiene cuidado de
hasta el más mínimo detalle, sino también que vela porque los planes se cumplan tal
como se tenían previstos.
Las piedras que debían los israelitas traer del Jordán cumplían una función
semejante. Eran el testimonio de que Jehová de los ejércitos los había pasado de un
territorio desértico, a la tierra prometida. Jamás debían olvidarlo, como
infortunadamente hicieron. Para nosotros este segmento del relato debe ser ejemplo
de la necesidad de tener presente siempre todo lo que ha hecho Dios a nuestro favor.
6.- Donde quiera que vamos, Dios debe ocupar el primer lugar (v.8)
7.- Conclusión:
1.- Introducción:
Resulta curioso pero a la vez muy significativo el hecho de que si bien el pueblo
israelita fue instruido sobre la necesidad de traer piedras del río Jordán, el propio
Josué lo hizo, Cada tribu recogió una roca. El recogió doce:" Josué también levantó
doce piedras en medio del Jordán, en el lugar donde estuvieron los pies de
los sacerdotes que llevaban el arca del pacto; y han estado allí hasta
hoy."(versículo 9).
Ese túmulo quedó para siempre como un testimonio de que aquél siervo reconocía
en Dios, su ayudador y el secreto de sus victorias. Una pregunta que es fundamental
para todo creyente ¿Reconoce usted a Dios en todos sus caminos?
Dentro de las muchas confusiones que hay en el liderazgo y que cobran particular
importancia cuando analizamos la vida de Josué, vale la pena mencionar que junto
con los sacerdotes, eran los primeros en emprender las tareas y los últimos en
retirarse del campo de trabajo.
¿recuerda usted a los hijos de Rubén, de Gad y la media tribu de Manases? Ellos
habían tomado territorio antes de cruzar el Jordán. Sin embargo entendieron que en
el pueblo de Dios no puede concebirse la actitud egoísta de "Como ya resolví mi
problema, que los demás vean cómo resuelven los de cada uno". Ellos acompañaron a
sus hermanos, comprometidos a no regresar hasta que acabaran la tarea.
Un segundo elemento de mucha importancia en estos tres versículos estriba en el
cumplimiento de sus promesas. Cuando empeñamos nuestra palabra en algo, para
testimonio de vida cristiana y en aras de consolidar nuestras relaciones
interpersonales, debemos cumplir con todo aquello con lo cual nos hallamos
comprometido.
¿Ha visto usted a un líder que a fuerza de dar órdenes o alardear de su posición,
busca que todos reconozcan que "es alguien"? Si no los ha visto, es probable que
pronto los encuentre. Son el tipo de personas que sirven al Señor preocupados más
por los cargos y los títulos, que por una inclinación auténtica de atender las tareas
que hay en la obra.
Cuando leemos el texto:" En aquel día Jehová engrandeció a Josué a los ojos
de todo Israel; y le temieron, como habían temido a Moisés, todos los días de
su vida."(versículo 14), entendemos que es Dios y no el hombre, quien nos
otorga la autoridad y además, nos respalda cuando estamos cumpliendo
aquello que nos mandó.
El río Jordán no se cerró hasta que hubo pasado hasta el último israelita. Así son las
obras de Dios, perfectas. Jamás deja nada comenzado. Es una característica de
nuestro amado Señor. En todo momento se compromete y cumple los propósitos que
tiene en su corazón.
"Y aconteció que cuando los sacerdotes que llevaban el arca del pacto de
Jehová subieron de en medio del Jordán, y las plantas de los pies de los
sacerdotes estuvieron en lugar seco, las aguas del Jordán se volvieron a su
lugar, corriendo como antes sobre todos sus bordes. Y habló a los hijos de
Israel, diciendo: Cuando mañana preguntaren vuestros hijos a sus padres, y
dijeren: ¿Qué significan estas piedras? declararéis a vuestros hijos, diciendo:
Israel pasó en seco por este Jordán. Porque Jehová vuestro Dios secó las
aguas del Jordán delante de vosotros... ."(versículos 18, 21-24).
Igual ocurre con aquellas personas en las que Dios inicia el proceso transformador.
A menos que aquél ser se rehúse a que prosiga el mover del Supremo Hacedor, lo
más seguro es que los cambios se producirán tal como estuvieron desde un principio
en Sus planes. ¿Cuál es el secreto? La perseverancia y la permanencia. Perseverancia
para no permitir que nos agobien y venzan los obstáculos, y permanencia para estar
siempre asidos de la mano del Creador.
7.- Conclusión:
Dios cumplirá en cada uno de nosotros todo aquello que se ha propuesto. Basta que
nos dispongamos. Igual hizo con los israelitas. Cuando se dispusieron para ser
guiados por El, lo hizo sin importar que aparentes obstáculos como el río Jordán, se
antepusieran.
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Permanencia en Dios, clave para vencer
1.- Introducción:
Cuando Dios nos promete algo, lo cumple. Igual usted y yo cuando nos
comprometemos ante El: es necesario cumplir. La circuncisión era uno de los
elementos que unía a los israelitas con el Creador. Tenía una significación ritual pero
también espiritual. Era tanto como una marca que evidenciaba pertenencia. En el
Nuevo Pacto de Cristo, tenerle en nuestro corazón y haber sido sellados con el Espíritu
Santo, es la identificación de que le pertenecemos a El. Pero ese paso implica algo
más: vivir para El. Disponernos para que obre en cada uno y responder conforme
vamos creciendo espiritualmente, haciendo Su voluntad.
7.- Conclusión:
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Confianza plena en un Dios con poder y amor ilimitados
1.- Introducción:
¡Cuánta alegría despierta llegar a casa! Sin duda nos embarga una sensación de
alegría y, en algunos casos, de mucha tranquilidad.
Para los israelitas –a las puertas de llegar a casa, es decir la tierra prometida--
estaba todavía fresco el recuerdo del mandato que les hiciera Dios de celebrar la
pascua como recordatorio de que les había sacado de Egipto (Éxodo 12:1-13).
Reviste particular interés que una de las primeras acciones, tras cruzar el río
Jordán, fue la de celebrar la pascua. Bien pudieron dedicarse a regocijarse de alguna
forma o tal vez, a planificar qué hacer a futuro. Sin embargo en el pueblo israelita
estaba definido que el Señor debía ocupar un lugar de primacía en todo cuanto
hicieran. " Al caer la tarde del día catorce del mes primero, mientras
acampaban en la llanura de Jericó, los israelitas celebraron la Pascua". Igual
nosotros. No podemos desconocer que el secreto de los vencedores es poner a
nuestro amado Padre en primer lugar.
Por muchos años, durante su tránsito por el desierto, los israelitas se alimentaron
con maná. Era la provisión divina, diaria y en la cantidad que lo requirieran para
satisfacer sus necesidades y asegurarles la sostenibilidad camino de la tierra
prometida. Cuando llegaron al lugar en el que el Creador quería y esperaba que
estuvieran, es decir en un terreno fértil, comenzaron a abastecerse de las cosechas:
"Al día siguiente, después de la Pascua, el pueblo empezó a alimentarse de
los productos de la tierra, de panes sin levadura y de trigo tostado."(Nueva
Versión Internacional)
Estas breves líneas nos presentan la preocupación de un Dios amoroso, que como
Padre, se preocupa hasta por el más mínimo de los detalles. Es necesario que
aprendamos a depender de El, depositando en Su infinita voluntad toda nuestra
confianza, bajo el convencimiento de que tiene todo cuidadosamente calculado y
obrará para nuestro bien.
La reunión de pastores avanzó con rapidez. Era necesario que definiéramos algunos
pasos a seguir en el corto plazo, como por ejemplo la contratación de un programa de
radio y otro de televisión. Otro asunto que ocupó nuestro tiempo fue analizar aspectos
jurídicos con abogados amigos para dar solidez a nuestro trabajo. Concluyendo la
reunión, uno de los ministros interrumpió el curso de la conversación. Le preocupaba
la carencia de dinero para cancelar ese mes la renta del lugar donde se reunía la
congregación. En cuestión de minutos se había encontrado una solución ¡A pesar de
que no había un solo peso disponible!.
El pastor no sabía que hacer, pero oró antes de la reunión. El Señor tocó el corazón
de todos. Hubo provisión. ¿Quién obró? El poder de Dios transformando las
circunstancias. Igual cuando llegó el cese del maná y comenzó la provisión de
alimentos. Todo fue más allá de lo que esperaban porque la naturaleza de Dios
contiene entre sus propósitos, el darnos conforme a sus riquezas ilimitadas.
6.- Conclusión:
2.- Introducción:
¿Cuál es su reacción ante la inminencia de una decisión o quizá de una cita médica que
determina mucho para el futuro?¿Cómo vencer esa sensación de inquietud que nos
agobia? La respuesta es la oración. A través de ella nos abrimos a un encuentro
personal con Dios y experimentaremos aquello que anunció el apóstol Pablo: "Verán
que Dios les dará su paz, una paz tan grande que va más allá de lo que
podemos entender. La paz de Dios controlará todos sus pensamientos y
sentimientos porque están unidos a Cristo Jesús"(Filipenses 4:7. Nuevo
Testamento: la Palabra de Dios para todos).
Con frecuencia repetimos una verdad ineludible. Hay dos formas de hacer las cosas.
Una, conforme a nuestro criterio y corremos con las consecuencias. La segunda, de
acuerdo con la voluntad de Dios. Si obramos conforme lo dispone el Señor,
aseguramos su acompañamiento. Estará con nosotros para guardarnos, guiarnos y
brindarnos su ayuda.
a.- "Cierto día Josué, que acampaba cerca de Jericó, levantó la vista y vio a un hombre
de pie frente a él, espada en mano." Dios es quien pelea nuestras batallas. Quien nos
enfrenta, no se encontrará únicamente con las fuerzas que nos asisten sino con el
respaldo soberano e ilimitado de nuestro Creador. La Biblia dice "Ustedes quédense
quietos, que el Señor presentará batalla por ustedes."(Exodo 14:14. Nueva
Versión Internacional). Asimilar este principios nos permite descansar en el Señor y
desarrollar confianza en El.
b.- "¿Es usted de los nuestros, o del enemigo?". ¿De dónde una reacción preenjuiciada
como la de Josué? Sin duda fruto de la tensión que representaba la enorme misión que
tenía delante. Quizá a su alrededor aprecie personas que—sin proponérselo—
responden mal cuando usted está hablando en buenos términos. Una reacción así es
natural que despierte molestias. Sin embargo cuando se coloca en los zapatos del otro
y razona que probablemente atraviesa por un mal momento, está bajo tensión o presa
de la angustia, y por esto responde de mala manera, no permitirá que el resentimiento
robe espacio al amor de Cristo que debe primar en su corazón.
Los modernos sistemas de circuito cerrado en los que, desde una oficina central se
puede apreciar el movimiento que se produce en diferentes lugares de un edificio, es la
imagen mental más aproximada al cuidado que tiene Dios de nosotros. Sabe dónde
estamos, qué hacemos, cuáles son nuestras expectativas. Sujetos a El, tomados de Su
mano, contaremos siempre con ayuda oportuna. Va delante nuestro como poderoso
gigante.
a.- "¡De ninguno! respondió. Me presento ante ti como comandante del ejército del
Señor." Aún en los momentos de angustia, ansiedad o incertidumbre que pudieran
embargar a Josué, podía contar con la presencia del Señor. Enviar a alguien que se lo
testimoniara, fue la amorosa demostración del Padre de que jamás lo dejaría solo.
b.- "Entonces Josué se postró rostro en tierra y le preguntó:¿Qué órdenes trae usted,
mi Señor, para este siervo suyo?". La actitud de alguien que espera y desea el obrar
de Dios en su existencia, es la de rendición a Su voluntad divina. Por supuesto que si
nos dieran la oportunidad, quisiéramos hacer las cosas a nuestra manera, basados en
la experiencia o tal vez en la intuición. Sin embargo ninguna de las dos garantiza que
las cosas saldrán bien. Las cosas son a otro precio cuando dependemos absolutamente
del Señor que todo lo puede.
Hay una frase preciosísima que leemos en las Escrituras y que manifiestan de qué
manera, unidos a Dios, somos un ejército. La expresó David en el ocaso de su
vida."Contigo desbarataré ejércitos, Y con mi Dios asaltaré muros."(2 Samuel
22:30). Cualquiera que sea la circunstancia que atraviese, si su mirada está puesta en
Dios y ha depositado toda su confianza en Su respuesta oportuna, no hay obstáculos
que puedan detener su camino.
Para los moradores de Jericó, la ciudad más importante del Valle del Jordán a unos 8
kilómetros de la costa septentrional del mar Muerto, y a 27 kilómetros de Jerusalén,
aquél era su territorio. El hecho de fortificar su metrópoli les generaba una sensación
de seguridad. Sin embargo, para Dios aquél era Su territorio. Nada impediría que
cumpliera sus planes. "El comandante del ejército del Señor le contestó: Quítate las
sandalias de los pies, porque el lugar que pisas es sagrado. Y Josué le obedeció.".
En nuestra vida práctica ocurre igual. Todo aquello que entregamos en Sus manos, le
pertenece. ¿Recuerda ahora la práctica de la iglesia cristiana evangélica de presentar
los niños? Es una forma de expresar a los creyentes y de testimoniar a Dios, que los
infantes los sometemos en sus manos. Usted y yo sabemos que si el Señor obra su
voluntad, inevitablemente nos irá bien y caminaremos en victoria. Y nuestras
generaciones serán guardadas por su infinito poder.
6.- Conclusión:
La antesala de la toma de Jericó en la que Josué tuvo un encuentro personal con Dios
a través de su enviado, nos corrobora una vez algo maravilloso: nuestro amado Padre
no nos deja solos en momentos de crisis.
Hace pocos días en pleno centro de Santiago de Cali un hombre, drogado y bajo el
peso del rechazo de su familia, la escasez económica, el desempleo, la ansiedad y la
incertidumbre por su futuro, amenazó con lanzarse desde un edificio de cinco pisos.
Estaba desesperado. Luego de un buen rato lograron convencerle de lo absurdo de su
determinación. ¿Cuál fue el secreto? Mostrarle que todavía faltaba mucho por hacer y
que cada día se abrían nuevas oportunidades.
En Jesucristo hay salida a la incertidumbre. Puede que usted no tenga como reto
inminente la toma de Jericó, pero sí el adoptar una decisión que modificará
sustancialmente su presente y su mañana. En circunstancias así le recomendamos
volver la mirada al Creador. Sus interrogantes tendrán respuesta.
7.- Para edificación personal
1.- ¿Por qué preguntó Josué al hombre si era amigo o enemigo?¿Qué emoción o
sentimiento lo embargaba?¿Era acaso temeroso o la situación era producto de la
ansiedad?(versículo 13).
2.- ¿Qué podemos deducir de la respuesta de aquél hombre, en el sentido de que era
comandante del Ejército del Señor?¿Por qué estaba en aquél lugar?¿Qué significaba
aquello para Josué?(versículo 14).
3.- ¿Qué actitud había en Josué al preguntarle a aquél hombre ¿qué órdenes trae
usted, mi Señor, para este siervo suyo? (versículo 14 b).
4.- ¿Por qué le ordenó el comandante del Ejército del Señor a Josué que se quitara el
calzado?(versículo 15).
Jericó estaba rodeada por una muralla de ladrillo doble, con un muro exterior de dos
metros de espesos, un espacio de 4.5 metros vacío alrededor y un muro interior de
cuatro metros. Su altura, en la época, era de nueve metros. La casa de Rahab (Josué
2:15) se encontraba en el espacio vacío de las dos murallas. Era humanamente
inexpugnable. En manos de Dios, en cambio, era vulnerable. Igual los problemas que
enfrente. El Señor los derribará porque nada hay imposible para El. Si le buscamos,
absolutamente nada permanece en pie porque todo tiembla ante su poder ilimitado.
d.- Lectura complementraria: Jericó se halla casi a 240 metros por debajo del nivel
del mar mediterráneo. Tiene un clima tropical que favoreció el crecimiento de
balsameras, la alheña y los sicómoros (Cantar de los cantares 1:14; Lucas 19:2).
Estaba muy próxima a abundantes fuentes de agua. Sus rosas fueron consideradas de
las más hermosas que producía aquel vasto territorio. La Jericó moderna se conoce en
árabe como "Er-Riha".
"Entonces los sacerdotes tocaron las trompetas, y la gente gritó a voz en cuello, ante
lo cual las murallas de Jericó se derrumbaron. El pueblo avanzó, sin ceder ni un
centímetro, y tomó la ciudad."(v. 20).
a.- Lectura adicional: Registros que difundió la Biblical Archaeology Review, tomo 3,
página 51, en 1990, revelan que en las excavaciones se halló abundante grano
quemado que corroboran que los moradores de Jericó estaban en cosecha y no se
produjo la caída de los muros por asedio como consecuencia del hambre, sino por un
fenómeno que escapaba a sus capacidades.
El muro exterior se hundió hacia fuera, y el segundo muro, con sus edificaciones
encima, se hundió sobre el espacio vacío de acuerdo con la perspectiva que tienen los
arqueólogos y que concuerdan con el relato bíblico.
b.- Dios testimonia su respaldo "El Señor estuvo con Josué, y éste se hizo famoso por
todo el país."(v. 27). Con frecuencia hallamos a muchas personas que sirven en la
obra de Jesucristo, preocupadas por el reconocimiento de su cargo. Olvidan que Dios
es quien respalda pero también quien otorga autoridad. Antes que depender de las
acreditaciones humanas, es necesario depender del Señor.
6.- Conclusión:
Cuando estamos en el centro mismo de la voluntad de Dios, nos respalda y para
testimoniarlo obra milagros a favor nuestro. El secreto está en movernos en la ruta
que el Señor dispuso y, además, desarrollar una absoluta confianza en Su poder.
Desde su posición privilegiada se dominaba el bajo Jordán y de los pasos hacia los
montes occidentales, de ahí que tomar la ciudad era inevitable para que los israelitas
pudieran avanzar hacia el interior de Canaán. Previendo esa situación, Josué envió
espías para que reconocieran la población (Josué 2:1-24).
La incursión victoriosa del pueblo de Dios en Jericó se produjo alrededor del año 1403
a.C. Posteriormente y avanzando en la historia, encontramos que Jericó fue asignada a
la tribu de Benjamín (Josué 16:1, 7; 18:12, 21). Cuando los moabitas oprimieron a los
israelitas, el rey de ese pueblo hizo de Jericó su residencia (Jueces 3:13). Durante el
reinado de Acab, Hiel deBet-el, fortificó la construcción y fue en desarrollo de estos
trabajos de reedificación que sacrificó a sus dos hijos en cumplimiento de la maldición
de Josué (1 Reyes 16:34). Cuando Eliseo desarrollo su ministerio, residía allí una
comunidad de profetas (2 Reyes 2:5). Incluso, fue con ese siervo de Dios que Elías
atravesó la ciudad días o quizá horas antes de ser arrebatado al cielo (2 Reyes 2:4, 15,
18).
2.- Introducción:
Una vida cristiana victoriosa parte de la observancia permanente de los principios que
nuestro amado Señor trazó en las Escrituras. Es el Manual del Fabricante, el texto que
responde a los interrogantes, dudas e incluso, incertidumbres que nos asaltan con
frecuencia en el andar con Cristo. Si obedecemos lo que El nos mandó, la victoria está
asegurada. ¿La razón? El nos respaldará. No deja solos a sus hijos.
Igual con nosotros cuando, pese a que las Escrituras son claras y nos brindan
instrucciones detalladas de cuanto debemos hacer, ajustamos las pautas bíblicas a
nuestra conveniencia.
a.- "Sin embargo, los israelitas desobedecieron al Señor conservando lo que él había
decidido que fuera destinado a la destrucción..." (versículo. 1 a).- Si nos proclamamos
–y lo creemos en el corazón—hijos de Dios por la obra redentora del Señor Jesús,
debemos caminar conforme el sendero que trazó para nosotros y que recorremos
cuando aplicamos pautas bíblicas a nuestra cotidianidad. En el caso de los israelitas,
fueron objetos cúlticos paganos los que conservaron a pesar de la prohibición divina.
En nuestras circunstancias actuales pueden ser prácticas, amistades e incluso, hábitos
que no glorifican al Creador y generan estancamiento en nuestra vida espiritual.
b.- "... pues Acán hijo de Carmí, nieto de Zabdí y bisnieto de Zera, guardó para sí
parte del botín que Dios había destinado al exterminio." (versículo 1).- La codicia nos
lleva a perder la perspectiva. Hace algunos años y cuando un avión proveniente de
Norteamérica estaba próximo a aterrizar en Santiago de Cali, se estrelló contra la
montaña. Era la media noche y los pilotos confundieron las luces que apreciaron a lo
lejos y que consideraron un costado de la ciudad. El afán de llegar hasta ese punto les
llevó a conservar baja altitud hasta que chocaron con el cerro de San José.
c.-"Este hombre de la tribu de Judá provocó la ira del Señor contra los
israelitas."(versículo 1 c). La rebeldía no glorifica al Señor. ¿Imagina cómo pudo
desagradar a Dios cuando hizo las cosas a su manera y pasó por alto las instrucciones
que le impartió el Altísimo a través de las Escrituras?.
Cuando nos distanciamos del Señor, tal lejanía se torna evidente. Por el contrario,
cuando marchamos asidos de la mano de Jesucristo sin necesidad que proclamemos a
los cuatro vientos una vida devocional intensa, será manifiesta a todos en lo que
digamos o hagamos. Por sencillo que sea nuestro mensaje, impactará la vida de
quienes nos rodean.
a.- "Josué envió a unos hombres de Jericó hacia Hai, lugar cercano a Bet Avén, frente
a Betel, y les dijo: «Vayan a explorar la tierra.». Poco después regresaron y le dieron
el siguiente informe a Josué: «No es necesario que todo el pueblo vaya a la batalla.
Dos o tres mil soldados serán suficientes para que tomemos Hai... "(versículos 2, 3).
Con Dios, la victoria está asegurada. El convencimiento que asistía a algunos de los
israelitas era que, como ocurrió con la acción encaminada a tomarse a Jericó, ocurriría
con Hai. Su concepción de que con pocos alcanzarían el éxito, estaba fundada en la fe
que habían depositado en el Señor. Pese a ello, uno de ellos, Acán, no andaba bien
delante de Dios.
b.- "Por esa razón, sólo fueron a la batalla tres mil soldados, pero los de Hai los
derrotaron. El ejército israelita sufrió treinta y seis bajas, y fue perseguido desde la
puerta de la ciudad hasta las canteras. Allí, en una pendiente, fueron vencidos. Como
resultado, todo el pueblo se acobardó y se llenó de miedo."(versículos 4, 5). El pecado
oculto genera estancamiento. Decenas de personas experimentan retroceso en su vida
espiritual. Los vemos que asisten regularmente al templo, dan sus ofrendas a la obra
de Jesucristo, asisten a las clases de liderazgo y permanecen en el mismo sitio. ¿La
razón? En muchos de ellos todavía persisten prácticas de la vida vieja de las que no
han querido desprenderse.
"Ante esto, Josué se rasgó las vestiduras y se postró rostro en tierra ante el arca del
pacto del Señor. Lo acompañaban los jefes de Israel, quienes también mostraban su
dolor y estaban consternados."(versículo 6). Conocí a alguien que dejaba aflorar una
enorme sonrisa cuando las cosas marchaban bien. En cambio cuando venían períodos
difíciles no sólo dejaba de asistir al templo sino que llegó incluso a culpar a Dios de sus
desgracias. "Dios me abandonó", solía repetir. Olvidaba que a nuestro amado Señor
debemos reconocerle en nuestros caminos en tiempos de triunfo pero también de
derrota, tal como hizo Josué, el gran conquistador israelita.
a.- "Josué le reclamó a Dios: Señor y Dios, ¿por qué hiciste que este pueblo cruzara el
Jordán, y luego lo entregaste en manos de los amorreos para que lo destruyeran?
¡Mejor nos hubiéramos quedado al otro lado del río!"(versículo 7).- A Dios debemos
hablarle como a Padre, como amigo y como a nuestro Supremo ayudador. Cuando no
desarrollamos confianza en El, le miraremos desde la distancia, sin acercarnos en
procura de su guía y respaldo. Cuando estemos inmersos en un laberinto, sin saber
qué hacer, es a Jesucristo a quien debemos volvernos. El siempre responderá.
b.- "Dime, Señor, ¿qué puedo decir ahora que Israel ha huido de sus
enemigos?"(versículo 8). Es necesario conservarnos firmes. Hace pocos días leí un
relato extraordinario. Era de un hombre al que, de acuerdo a la historia, el Señor Jesús
le dijo que debía empujar una roca. Pasados los años Satanás quiso sembrar desánimo
en su corazón. Fue entonces al Maestro y, en oración, le expresó su inquietud. El le
respondió:"¿Qué te pedí que hicieras?". "Que empujara la roca", respondió el hombre.
Jesucristo entonces le dijo que eso era lo que debía hacer, como en efecto hizo. No le
había dicho que moviera la roca sino que la empujara. La clave, en síntesis, es
permanecer firmes, haciendo aquello que Dios nos encomendó hacer.
"Y el Señor le contestó:¡Levántate! ¿Qué haces allí postrado? Los israelitas han pecado
y han violado la alianza que concerté con ellos. Se han apropiado del botín de guerra
que debía ser destruido y lo han escondido entre sus posesiones. Por eso los israelitas
no podrán hacerles frente a sus enemigos, sino que tendrán que huir de sus
adversarios."(versículos 10-12). Cuando vamos a Dios Padre en oración, no se deja
esperar su respuesta. Observe que el clamor lo hicieron Josué y los jefes de tribus.
Ellos estaban caminando bien con el Señor y obtuvieron orientación acerca de qué
estaba ocurriendo.
¿Ha pensado que llegó la hora de hacer un auto examen de su vida personal y
espiritual? Si no lo ha hecho llegó la hora de hacer un algo en el camino para reevaluar
de qué manera está su desenvolvimiento como cristiano. Seguramente encontrará
aspectos sobre los cuales es necesario aplicar ajustes.
a.- "Ellos mismos se acarrearon su destrucción. Y si no destruyen ese botín que está
en medio de ustedes, yo no seguiré a su lado."(versículo 12). Dios no es el
responsable de nuestras decisiones erradas. El nos dio la capacidad de elegir. Cada
uno responde por sus determinaciones.
b.- " ¡Levántate! ¡Purifica al pueblo! Diles que se consagren para presentarse ante mí
mañana, y que yo, el Señor, Dios de Israel, declaro: ¡La destrucción está en medio de
ti, Israel! No podrás resistir a tus enemigos hasta que hayas quitado el oprobio que
está en el pueblo."(versículo 13). Siempre habrá oportunidad para comenzar de nuevo.
Si hacemos un análisis auto crítico de nuestro ser, encontraremos fallas y si a esta
primera decisión sumamos la de aplicar cambios, sin duda creceremos espiritualmente
y en nuestra relación con Dios, con nosotros mismos y con quienes nos rodean.
7.- Conclusión:
2.- ¿Qué hemos conservado en nuestra vida como consecuencia del amor a lo
material?(versículo 1 b).
3.- ¿Cree que hay algo oculto en su vida que podría salir a flote en cualquier
momento, evidenciando el pecado?(versículos 2-5).
4.- ¿Busca a Dios cuando llegan períodos de victoria o también lo hace en momentos
de crisis?(versículos 6-9).
2.- Introducción:
Los creyentes estamos expuestos a la mirada de todos cuantos nos rodean. Muchos
que no profesan fe en el Señor Jesús, esperan el más mínimo error para echarnos en
cara la enorme brecha que hay entre lo que predicamos y lo que cumplimos de ese
cúmulo de enseñanza. Sobre esa base, ustedes y yo estamos llamados a observar
transparencia en todas nuestras actuaciones.
"El que sea sorprendido en posesión del botín de guerra destinado a la destrucción
será quemado junto con su familia y sus posesiones, pues ha violado el pacto del
Señor y ha causado el oprobio a Israel."(versículo 15). Recuerdo hace algunos años
que un grupo de artistas protagonizó un reality que transcurría a los ojos de todos.
Habitaron por casi una semana, una casa de cristal. Los transeúntes podían, al paso
por aquella residencia, apreciar qué estaban haciendo sus moradores. Nada quedaba
oculto.
Igual nosotros. Jamás podemos ocultarnos de Dios. Puede que engañemos a los
demás, pero nunca escaparemos a la omnisciencia y omnipresencia de nuestro
Supremo Hacedor.
a.- "Al día siguiente, muy de madrugada, Josué mandó llamar, una por una, las tribus
de Israel; y la suerte cayó sobre Judá."(versículo 16). Estamos llamados a responder
por nuestros hechos. Tarde o temprano aquello que hayamos hecho mal, saldrá a la
luz.
b.- "Josué, entonces, hizo pasar a cada uno de los varones de la familia de Zabdí, y la
suerte cayó sobre Acán hijo de Carmí, nieto de Zabdí y bisnieto de Zera."(versículo
18).No hay crimen perfecto. Una serie popular en Norteamérica y que ha captado
millares de televidentes, es CSI. Traduce "Investigadores en la escena del crimen". Lo
interesante de los diferentes capítulos del seriado es que los especialistas aprovechan
hasta el más mínimo detalle para descubrir a los autores de hechos delincuenciales.
En la vida práctica, nada de cuanto hagamos quedará oculto. Este hecho lleva a
considerar la importancia de ser transparentes en todas nuestras actuaciones.
Respondemos ante Dios, pero también ante los hombres.
Esa fue aproximadamente la expresión que utilizó Josué al dirigirse a Acán, el culpable
de que la derrota les acompañara. "Entonces Josué lo interpeló: Hijo mío, honra y
alaba al Señor, Dios de Israel. Cuéntame lo que has hecho. ¡No me ocultes
nada!"(versículo 19).
a.- "Acán le replicó: Es cierto que he pecado contra el Señor, Dios de Israel. Ésta es mi
falta: Vi en el botín un hermoso manto de Babilonia, doscientas monedas de plata y
una barra de oro de medio kilo. Me deslumbraron y me apropié de ellos. Entonces los
escondí en un hoyo que cavé en medio de mi carpa. La plata está también allí, debajo
de todo."(versículos 20, 21). No está bien anhelar más de lo que es suficiente. Este
principio tiene particular aplicación entre quienes ya tienen la provisión que requieren.
Irónicamente quien tiene, desea tener más, y para lograrlo, hace lo que se requiera.
Esa es la razón por la que muchos le venden el alma al diablo. Y él gustosamente les
ofrece lo que le piden.
b.- "En seguida, Josué envió a unos mensajeros, los cuales fueron corriendo a la carpa
de Acán. Allí encontraron todo lo que Acán había escondido..."(versículo 22). ¿De qué
sirven las riquezas?. Esa pregunta se la formula quien está al borde de la muerte y
encuentra que la ciencia no puede hacer más por él; es el mismo interrogante de quien
ve pasar los años e irse la salud como agua entre las manos; es el cuestionamiento de
alguien con el hogar destruido e hijos que están inmersos en la droga. En la escena
que recrean las Escrituras, aquellas posesiones no servían de nada a Acán, porque iba
a morir. Ni siquiera todo el dinero del mundo podía comprar un fallo favorable.
"Josué exclamó: ¿Por qué has traído esta desgracia sobre nosotros? ¡Que el Señor
haga caer sobre ti esa misma desgracia!"(versículo 25). Con frecuencia olvidamos que
nuestros errores pueden traer daño a quienes nos rodean. Un padre adúltero, afectará
a su cónyuge y a sus hijos. Un hijo fármaco dependiente traerá dolor a sus padres y a
sus hermanos. Un mal compañero de trabajo generará mal ambiente entre los demás.
6.- Conclusión:
1.-¿Considera que en su vida hay cosas ocultar que le llevan a perder la paz espiritual
y personal?(versículo 15).
2.- ¿Es consciente de que al mundo lo podremos engañar pero jamás a Dios que
conoce la realidad de todo cuanto hacemos?(versículos 15-17).
4.- Sus acciones, ¿glorifican el evangelio o por el contrario traen perjuicio al testimonio
cristiano?(versículo 25).
Camino a la victoria
2.- Introducción:
Los seres humanos con frecuencia nos hallamos frente a retos que, a primera vista,
parecen estar por encima de nuestras capacidades. El panorama cambia, sin embargo,
cuando obramos en franca dependencia de Dios, actuamos en el momento oportuno y
nos sujetamos al hecho de que nuestras acciones glorifiquen su nombre y estén en
consonancia con Su voluntad.
Israel venció sobre Hai, la segunda ciudad en importancia de Canaán porque obraban
siguiendo instrucciones del Dios Todopoderoso.
1.- La victoria está asegurada cuando dependemos de Dios (v. 1). "Mira, yo he
entregado en tu mano al rey de Hai, a su pueblo, a su ciudad y a su tierra."(v. 1 b).
Las fuerzas no dependían de la capacidad del ejército ni de su condición personal y
espiritual porque estaban andando bien delante del Señor. No como ocurrió la primera
vez, ¿recuerda? Tras la toma exitosa de Jericó, Josué creyó que sería fácil invadir Hai.
"Después Josué envió hombres desde Jericó a Hai, que estaba junto a Bet-
avén hacia el oriente de Bet-el; y les habló diciendo: Subid y reconoced la
tierra. Y ellos subieron y reconocieron a Hai. Y volviendo a Josué, le dijeron:
No suba todo el pueblo, sino suban como dos mil o tres mil hombres, y
tomarán a Hai; no fatigues a todo el pueblo yendo allí, porque son
pocos."(Josué 7:2,3).
3.- La victoria está asegurada cuando seguimos las instrucciones de Dios (v. 2
b). "Pondrás, pues, emboscadas a la ciudad detrás de ella." Las características de
excelente estratega que rodeaban a Josué no eran suficientes. Era necesario la guía de
Dios. Igual con nosotros hoy. Debemos pedir orientación al Señor sobre cómo actuar
en cada circunstancia (Proverbios 16:3).
1.- Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?.- Este principio alentador
que hallamos en Romanos 8:31, se torna real y práctico cuando leemos la reacción del
rey de Hai y de sus súbditos. Su condición de guerreros cananeos no garantizó la
victoria sobre Israel, porque Dios peleaba por su pueblo.
2.- Si Dios nos señala el camino a seguir, ¿por qué quedarnos quietos?(v.
18).- Cuando avanzamos hacia la victoria con ayuda divina, debemos aprender a
identificar la voz de Dios y a identificar las señales que nos envía. "Entonces Jehová
dijo a Josué: Extiende la lanza que tienes en tu mano hacia Hai, porque yo la
entregaré en tu mano. Y Josué extendió hacia la ciudad la lanza que en su mano
tenía."(versículo 18).
¿Cómo podemos conocer la voz e identificar las señales de Dios? Es una capacidad que
se desarrolla conforme mantenemos una íntima relación con Dios a través de la
oración. Si vamos al campo difícilmente conoceremos los sonidos de los diferentes
especimenes de la fauna. Sin embargo un morador de la zona lo hará con facilidad
porque está en contacto permanente con la naturaleza. Igual con nosotros cuando
caminamos tomados de la mano de Dios.
4.- Conclusión:
1.- ¿Qué nos garantiza la victoria en cada proyecto que emprendemos?(versículo 1).
6.- ¿Qué ocurre cuando obramos movidos por nuestras emociones y nos apresuramos
a actuar?(versículos 19 al 27).
El nombre Hai, significa en hebreo "montón de ruinas". Fue tomada por las legiones
israelitas al mando de Josué en el año 1473 a.C. aproximadamente. Su condición
propicia para defenderse de los ataques estuvo representada en la fortaleza de madera
que construyeron alrededor. El profesor Gartang y el doctor Albrigt, en 1928 d.C.
coincidieron en señalar que Hai pudo haber sido tomada en el mismo tiempo que
Jericó. Fruto de sus excavaciones arqueológicas concluyeron que pudo ser un poblado
próspero.
La Palabra de Dios edifica nuestras vidas
2.- Introducción:
Sin embargo para un cristiano debe representan el "Manual del fabricante" es decir, el
documento que Dios dejó a su pueblo con principios y pautas bíblicas que traerán
riqueza espiritual a nuestra vida y contribuirán decididamente a mantener una buena
relación con quienes nos rodean. Pero algo más: en la Biblia aprendemos de qué
manera caminar en consonancia con la voluntad divina.
I.- A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César (vv.30, 31)
1.- Dios merece la honra y gloria por nuestras victorias.- Hace varios siglos en
Europa vivió un rey que llegó al poder tras muchas batallas encaminadas a recuperar
el trono que le había sido usurpado. Durante este tiempo siempre pidió el apoyo de sus
súbditos. Ellos dieron su vida. Apoyar a su monarca era la principal motivación. Una
vez se sentó en el trono, desató contra sus gobernados una intensa persecución.
Buscaba que nadie se sublevara y comprendieran que él personalmente arrasaría con
cualquier intento de robarle autoridad.
El propósito esencial era y es hoy día que la Palabra quede grabada en lo más
profundo de nuestro ser y la hagamos práctica en nuestra vida cristiana. Si meditamos
en las enseñanzas Escriturales y hay en nosotros disposiciones de tornarlas prácticas
en nuestra cotidianidad, se reflejarán en un mejoramiento de nuestra relación con
Dios, con nosotros y con quienes nos rodean.
1.- Si esperamos que todo marcha bien, la Palabra deben vivirla todos: desde
el jefe de familia hasta el menor de los integrantes de la familia (v.33). Es un
principio de victoria. Los principios bíblicos no son para el "evangélico de la familia",
sino para todos. Esa pauta la materializaron Josué y sus inmediatos colaboradores.
Observe en el versículo 33 que delante estaban los militares, cabezas de tribu y los
sacerdotes. Ellos representaban las posiciones más relevantes de pueblo israelita y por
esa razón se comprometieron con las Escrituras y su aplicación práctica.
Imagine por un instante una receta culinaria que usted quiere preparar en casa. Tiene
todos los ingredientes. En el texto lee que no debe modificar las cantidades sino, por el
contrario, ceñirse a las indicaciones. Pero creyendo que podría quedar mejor, adiciona
un poco de aquello o quita determinado componente. Al término de la preparación sin
duda obtendrá algo muy diferente a lo que esperaba.
4.- Conclusión:
2.- ¿Ha tomado conciencia de que Dios habita en usted por la obra del Espíritu
Santo?(Juan 14:18).
4.- ¿Lleva a la práctica los principios bíblicos que aprende cada día o se quedan
solamente en el nivel del conocimiento?(versículo 32).
5.- ¿Es consciente de que la Palabra de Dios deben aplicarla todos en casa?