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Shadow
SERIE GALAXY
GLADIATORS
LIBRO 2
ALANA KHAN
Traducciones rt
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Sobre el libro
La fuerte actitud de Petra de no tomar prisioneros se ve seriamente desafiada
cuando es secuestrada por aliens, destinada a ser vendida como esclava sexual.
Para escapar, necesita la ayuda del alienígena más irritante y musculoso de ese
lado de la Vía Láctea. Su química está fuera de las listas a pesar del hecho de que
Shadow parece provocarla a propósito.
Vendido a la arena de gladiadores por sus propios padres, la única emoción que
este alienígena conoce es la ira. Hasta que conoce a Petra, cuyo valor, así como
su delicioso cuerpo, lo enciende. Ella no está interesada en nada más que una
relación física, pero debajo de su exterior arrogante se da cuenta de que podría
haber algo por lo que valga la pena luchar.
En la actualidad
Planeta Numa
Capítulo 1
Petra
Pensé por un momento que, si cerraba los ojos y los volvía a abrir, este
espectáculo de mierda desaparecería. Lo intenté tres veces sin éxito. Es oficial.
Estoy teniendo un día jodidamente malo. De hecho, he tenido varios seguidos.
Fui secuestrada de mi cama por aliens que me llevaron a su nave espacial. Unos
feos tipos, parecidos a jabalíes, me empujaron sin ceremonias a una cápsula con
forma de ataúd, que se llenó de gas con olor a huevo podrido y me dejó
inconsciente.
No tengo idea de cuánto tiempo estuve dormida, pero me desperté hace una
hora. La gente jabalíes insertó bruscamente un traductor debajo de la piel detrás
de mi oreja derecha. Luego me sacaron de la nave a este enorme y decrépito
edificio y me arrojaron a la celda enrejada que estoy ocupando actualmente.
Me imagino que conseguir que hable conmigo mataría tres pájaros de un tiro.
Con suerte, obtendría algo de información, mantendría mi mente alejada del
horror helado que corre por mis venas, y quizás ella dejaría de hacer ese horrible
ruido.
-Acabo de llegar aquí. ¿Dónde estamos? ¿Quién está al mando? ¿Qué quieren? -
Estoy desesperada por obtener respuestas.
-Yo... yo, - balbucea hasta detenerse. Se recompone, cuadra los hombros y respira
profundamente. -Estamos en el planeta Numa, creo. Es donde los esclavistas van
a comprar y vender sus productos. Tienen casas de placer, exhibiciones de sexo y
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No había prestado atención hasta ahora, pero puedo ver a través de la estrecha
abertura una enorme arena. A lo largo del estadio cubierto hay cientos de toscos
bancos escalonados que se elevan hacia el techo. Alienígenas de todo tipo, forma
y color se dirigen con entusiasmo hacia sus asientos. Puedo oír el zumbido bajo
de una discusión animada.
Ella asiente.
-Lo dudo. Supongo que nos retienen aquí para una subasta de esclavas, quizás
mañana. –
¿Esclavas? No, por supuesto. ¿Para eso me arrastraron por el universo? Quiero
creer que esto es sólo un sueño, que no existen cosas como los aliens y las naves
espaciales. Pero viendo esta mazmorra y a la mujer reptiliana a menos de tres
metros de distancia, obviamente es cierto.
Los fríos tentáculos del miedo se aferran a los bordes de mis pensamientos, pero
los alejo. El hecho de que me hayan secuestrado y llevado a otra parte de la
galaxia para venderme como esclava tiene que quedar relegado al desván de mi
mente, como tantas otras cosas que he soportado en mi vida. Mi objetivo ahora
mismo es averiguar cómo escapar.
- ¿Esclavas? Esto no puede ser cierto, - insistí, aunque los hechos lo corroboren.
Es difícil ver más allá de la puerta arqueada del estadio. Lo que me llama la
atención, más que el suelo de tierra, las gradas y los asientos, es el aire enérgico
de excitada expectación. ¿Cómo puede esta gente ser capaz de viajar por el
espacio y, sin embargo, ser tan bárbara como para disfrutar de juegos de
gladiadores?
- ¡Petra, concéntrate! - Me regaño a mí misma; tengo que idear una forma de salir
de aquí. Tengo que volver a casa con mis amigos. Mis cejas se juntan en señal de
preocupación por mi gato, Motley. Espero que mi compañera de piso lo
mantenga alimentado hasta que llegue a casa.
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No puedo apartar los ojos, pero no estoy segura de sí es por repulsión o por
fascinación. Su cuerpo está asombrosamente bien musculado, pero también
tiene muchas cicatrices desde la cara hasta las rodillas. Tiene una angustiosa rabia
que puedo oler a cien metros de distancia. ¿Ni siquiera a un millón de kilómetros
de la Tierra puedo escapar de esa atracción magnética hacia los chicos malos?
Definitivamente hay algo malo en mí.
Casi como una idea tardía, me doy cuenta de que hay una mujer con ellos. Vuelvo
a mirar para asegurarme, pero creo que es humana.
Ella gira su cabeza en mi dirección; me mira de arriba abajo mientras sus ojos se
entrecierran. Parece escéptica.
Aún con sospechas, pregunta, - ¿Cuál es tu equipo de fútbol? - Como si saber esto
fuera a probar que realmente soy de la Tierra.
Tanto ella como el dios nórdico llevan monos azules. Ella lo mira. Él inclina la
cabeza hacia ella y conversan. La discusión parece convertirse en una pelea de
susurros. Creo que está defendiendo mi caso. Él no parece convencido. El chico
malo parece totalmente desinteresado en ellos o en mí y mira con impaciencia a
través del arco de la arena.
-No podemos dejarla aquí, Theos. Es humana, como yo. Luchamos contra
nuestros dueños y ganamos nuestra propia libertad hace menos de una semana.
No puedo alejarme de otra de mi especie y abandonarla para que la vendan como
esclava. -
- ¿Por qué ella? ¿Por qué no los seres a su lado? ¿Por qué no todos los de este
bloque de celdas? No podemos salvar a todos, Savannah. -
-Tienes razón. No podemos salvar a todos. Pero tal vez podamos salvarla a ella.
Ella es humana como yo y todas las otras mujeres en la nave. No dejarías a un
camarada caído, ¿verdad? Es así, ¡no puedo irme! -
Él es mucho más grande que ella, pero no le tira de rango ni le da órdenes. Parece
escucharla y considerar las cosas desde todos los ángulos.
-No tenemos dinero, Savannah. Por eso estamos aquí en este planeta de mierda,
para empezar. Por eso Shadow se está preparando para luchar en esta arena.
Necesitamos créditos para reparar nuestra nave, comida y necesidades. Ya
tenemos más de veinte almas que cuidar. Ni siquiera estamos seguros de poder
manejar eso, mucho menos añadir una boca más que alimentar. No podemos
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sacar a esta hembra; esta instalación está demasiado vigilada. La única manera
de rescatarla es comprarla. ¿Dónde encontraremos el dinero para eso? –
Dejan de discutir y sus cabezas giran para mirarme, con el escepticismo escrito
en sus caras.
-Sácame de aquí y podré ganar dinero. -Mi mente se acelera, pero siempre he
sido muy trabajador. Haré lo que sea para salir de esta celda.
- ¿Cómo? -
Una voz profunda y rasposa se oye por un altavoz en la arena. El público lanza un
rugido. El tipo sexy en taparrabos hace crujir sus nudillos y su cuello, y luego
anuncia con arrogancia. -Tengo que encontrar al promotor. Les dije desde el
principio que no los necesitaba aquí. Ciertamente no necesito ayudar con los
problemas de esta patética humana Te encontraré después de ganar mi ronda. -
Se gira sobre su talón, sin esperar una respuesta.
-Estaremos aquí, - señala Savannah con fuerza al suelo donde está de pie, una
declaración obvia de que no se va a ir. Theos se limita a asentir.
-Nos iremos en cuanto terminen las reparaciones: tenemos a unos tipos malos
pisándonos los talones. No podemos perdernos en este agujero infernal para que
nos corten el pelo. El dinero es escaso. No sé de dónde sacaríamos lo suficiente
para comprarte. -
-Ella, - señalo con el pulgar a la chica reptiliana, -me dice que hay muchos clubes
de sexo en este planeta. ¿Hay clubes de striptease? -
Los ojos de Savannah se abren de par en par. - ¿Te estás ofreciendo a vender tu
cuerpo para evitar la esclavitud? -
-Tengo... habilidades. Haré lo que sea necesario para salir de esta celda y dejar
este planeta en tu nave como una mujer libre. Cómprame y llévame a un club de
striptease. Préstame uno de tus gladiadores para que me proteja mientras
trabajo, y no pararé hasta pagarte. –
-Mira. ¿Qué tal si prometo una garantía de devolución del dinero? Tiene razón.
No tengo ni idea de cuánto me va a costar ni de cuánto puedo ganar. Pero si no
he ganado lo suficiente como para devolverte el dinero para cuando las
reparaciones estén terminadas y estés listo para volar, puedes venderme de
nuevo a la gente a la que me compraste. No hay pérdida para ti. - No sé qué haré
si tengo que volver a esta celda, pero al menos esto me da una oportunidad de
luchar.
-Theos, mira, ella nos está dando una garantía, - coacciona Savannah. -Esta es una
situación en la que no se puede perder... excepto para ella. Está dispuesta a luchar
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Unos minutos después nos informa, -El capitán Zar está de acuerdo, pero insiste
en mantenerla en garantía. No podemos permitirnos poner en riesgo la vida de
todos por esto, por mucho que todos queramos ayudar. –
Las necesidades de muchos tienen más peso que las de unos pocos, una de mis
citas favoritas de Star Trek me la están echando en cara, maldita sea.
Theos se aleja en busca de alguien con autoridad que pueda negociar un precio
para mí. No me molesto con la falsa modestia mientras me quito las botas negras
hasta la rodilla, me quito las bragas, las guardo en el sujetador y me pongo los
leggings.
Mientras esperamos a Theos, mis ojos se desvían hacia la arena cuando oigo al
público rugir de agradecimiento. Llego justo a tiempo para ver cómo un
monstruoso reptil verde con varias filas de dientes en su enorme boca aplasta a
su oponente humanoide más pequeño con tanta fuerza que el hombre cae al
suelo, incapaz de levantarse. Al principio, creo que está muerto, pero después de
un momento puedo ver su pecho subiendo y bajando débilmente.
- ¿No estás angustiada? ¿Preocupada de que salga herido? El tipo que perdió la
pelea anterior parece que nunca se recuperará. -
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-Shadow es un gilipollas, - levanta los hombros, -supongo que sería una pena que
se lesionara gravemente, pero...- Se encoge de nuevo de hombros y ladea la
cabeza.
Eso me aturde. Estoy confiando en esta gente para que me mantenga a salvo, y a
esta mujer no parece importarle si su camarada vive o muere. -Debe de ser una
gran idiota, - reflexiono en voz alta.
-No nos conocemos bien, - se retracta. -Estábamos aislados como parejas en las
celdas hasta hace poco, así que no he pasado mucho tiempo con él. Es que... no
nos causó muy buena impresión a muchos de nosotros. Está enfadado. No es
sociable. Pero luchó por nuestra libertad. Y…, -añade casi como una ocurrencia
tardía, -salvó la vida de nuestro capitán. -
-De acuerdo, así que ambas deberíamos apoyarle en esta lucha, ¿verdad? -
Sólo puedo ver un poco de la acción cuando estiro el cuello para mirar a través
de la delgada puerta de piedra. Shadow se enfrenta a un alienígena alto con
aspecto de neandertal que debe pesar más de quince kilos que él. Miro dos veces,
pensando que mis ojos me están engañando, pero no es así. Estos tipos están
luchando desnudos.
Tengo que reconocerlo; el cuerpo de Shadow es un caramelo para los ojos. ¿Sabía
Savannah cuánta razón tenía cuando lo llamó "polla"? Porque todas las mujeres
que están viendo este combate tienen que tener esa palabra golpeando
insistentemente en su mente ahora mismo. Tengo que sacar mis pensamientos
de la alcantarilla para prestar atención a la pelea real.
En el pasillo, me llamó la atención lo grande que es Shadow, pero ahora que está
en la arena con ese enorme cavernícola, está empequeñecido. No sé si el brazo
biónico será una ventaja o no, pero necesitará algo de ayuda si quiere ganar.
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Y más vale que gane, porque supongo que la bolsa de esta pelea será la que
financie mi plan para salir de la cárcel.
-Te digo, - dice el tipo azul, con las facciones flojas por el aburrimiento, -no puedo
aceptar menos de 50.000 créditos. –
-Es una locura, - insiste Theos, -dudo que nuestro luchador gane mucho más que
eso en su combate contra ese monstruo gargantuesco de ahí fuera. -
Mierda. No sólo tenemos que reducirlo a una cifra que el gladiador pueda pagar,
¡sino que yo tengo que reducir el precio a una cantidad que pueda devolver!
-40.000 es lo más bajo que puedo llegar. - El chico azul me mira por debajo de la
nariz con disgusto.
-35.000 es lo más bajo que puedo llegar, y sólo porque me gustas, - el tono del
esclavista es aceitoso y poco sincero.
Capto una mirada entre Theos y Savannah y creo que ambos se preguntan si esto
es una actuación, o si realmente estoy tan loca como parezco.
Me pongo de pie en la cama y empiezo a saltar sobre ella, ahora graznando como
un pájaro. No voy a parar hasta que el precio baje un poco más.
-No, está claro que está loca. No creo que la queramos en absoluto. -
Ahora estoy saltando y gimiendo. Algo grande está sucediendo en la arena, hay
muchos vítores. Espero que Shadow esté ganando. No creo que me compren si
no reciben el dinero del premio.
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-15. Tenías razón, amigo mío. Estaba inflando el precio hace un momento. La
codicia es un terrible defecto de carácter. Creo que tienes razón, 50 es demasiado
alto. 15 es justo. -
Veo a Shadow acechando a través del arco de la puerta. Le han dado una paliza:
su pectoral empieza a tener moratones y la sangre gotea de un ojo que ya está
medio cerrado. Sostiene algo en alto que deben ser créditos, porque parece
bastante orgulloso de sí mismo.
-Bueno... - Oigo que Theos se pone de perfil. Creo que está a punto de aceptar los
diez mil créditos, pero todavía no estoy segura de tener la capacidad de pagar esa
cantidad. Decido ir a por el oro y conseguir el precio más bajo posible.
-5,000. La dejaré ir por 5.000 si la pagas bien esta módica y te vas. - Da un paso
atrás como si mi charco de orina fuera a atacarle.
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Capitulo 2
Shadow
A las hembras humanas de la nave les gusta estar cubiertas y llevar mucha ropa,
pero esta va corriendo con sólo un trozo de tela en el culo. Tengo una muy buena
vista de ese trasero bien formado mientras corro. Me fijo en la curva redondeada
de su trasero, en los muslos firmes y musculosos. Casi tropiezo con el pavimento
irregular al fijarme en sus largas zancadas y sus elegantes movimientos.
-Estabas actuando ahí atrás, ¿verdad? - pregunta Savannah, con una ceja
arqueada en forma de pregunta.
-Le bajé a 5.000 créditos, ¿no? - Ella es bastante guapa con la boca dibujada en
una sonrisa.
-Tengo que felicitarte. Has hecho un trabajo tan bueno que no estaba segura de
si tenías algún tipo de enfermedad espacial o si estabas intentando ayudarnos a
negociar un precio más bajo. -
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-Todavía van a llevarme con ustedes, ¿verdad? ¿En su nave? ¿Si consigo los 5.000
créditos para pagarles? - Se muerde el labio inferior con los dientes. La mujer
parece y suena desesperada.
-Escucha, sobre eso, - interviene Theos, -me siento fatal por esto. Todos nos
sentimos mal. Sé que no es justo en absoluto. Deberíamos haberte rescatado sin
pedir nada a cambio. Eso habría sido lo correcto. –
-Es lo que es. - Se encoge de hombros. -Sólo quiero llegar al club de striptease,
ganar suficientes créditos para comprar mi libertad, subir a tu nave y no ser la
esclava de nadie. -
La única mujer terrestre que he llegado a conocer desde que todos llegaron a la
nave fue mi antigua compañera de celda, Grace. Ella lloraba mucho y no podía
aceptar que su vida nunca volvería a ser como antes. Supuse que todas las
mujeres de la Tierra eran así, débiles.
Esta parece fuerte. Se necesita cerebro y agallas para hacer ese truco allí.
Definitivamente deberíamos comprarle otro par de pantalones.
-Voy a volver a la nave para que el doctor me arregle el ojo. Creo que necesito
puntos de sutura, - les digo mientras me dirijo a la estación de acoplamiento.
-Ho, Shadow, - dice Theos. -He llamado al capitán. Dice que Savannah y yo
debemos volver a la nave, y tú debes llevar... ¿cómo te llamas? -
-Petra. -
Sacudo la cabeza. Eso es lo último que quiero hacer después de que casi me
maten en la arena. Mi ojo derecho se está hinchando mientras perdemos el
tiempo en este sucio callejón.
-No sé por qué estás haciendo esto. No podemos recoger a todos los vagabundos
de la galaxia, - me quejo.
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- ¿Qué necesitas? -Estoy seguro de que mi voz suena aguda y resentida. No sé por
qué siempre me tocan los trabajos de mierda, pero me molesta tener que hacer
de niñera de esta hembra, una humana débil nada menos.
-Savannah dijo que eras un gilipollas. Tenía razón. Tengo que limpiarme y luego
comprar ropa interior sexy y una cuerda. -
Arqueo la ceja, pero no quiero ser un "gilipollas", sea lo que sea, así que no digo
nada.
Encontramos una tienda de ropa donde coge unos pequeños retales de ropa
interior en un arco iris de colores y se mete en el probador. Me parece oírla abrir
la cortina, pero cuando miro por encima veo un trozo de su cuerpo desnudo que
se cuela entre la tela y el tabique.
-No seas un culo, Shadow. - Me lanza una mirada fulminante y se dirige a la caja.
En lugar de desanimarse, mi polla responde a su desprecio con una patada en
modo firme.
Tiene unas etiquetas en la mano. Debe estar usando lo que sea que haya
comprado. También ha comprado unos pantalones nuevos que son exactamente
iguales a los viejos que dejó tirados en un charco de pis en su celda.
Por primera vez desde que nos conocimos, me mira a los ojos.
Me da la oportunidad de inspeccionarla.
Me cuesta no mirarla. Seguro que atrae las miradas de todos los hombres allá
donde vayamos. Derrocha sensualidad. Respiro profundamente, me llamo los
labios y me apresuro en dirección al mercadillo.
Espero que sepa lo que está haciendo. Sin duda necesita que la vigile. Los
hombres querrán agarrarla y hacerle cosas con o sin su permiso. Me alegro de
que Theos me haya dado su láser. Podría necesitarlo.
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Sé que soy una persona desagradable. He sido una persona desagradable durante
la mayor parte de mi vida, con buena razón. Nunca me arrepentí de ser
desagradable hasta esta minima. En esta minima no quiero que la pequeña Petra
piense que soy un gilipollas.
En vez de eso, le doy la razón mientras le lanzo una dura mirada. -Soy un gilipollas.
No me cabrees. -
Petra
Me estoy preparando mentalmente para el club de sexo más sórdido que pueda
imaginar. Tengo que decir que, aunque sea un capullo, estoy agradecida de tener
a Shadow.
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- ¿Cómo puedo ganar dinero con esto, de todos modos? ¿Me dan créditos?
¿Cómo transfieren el dinero a tu tarjeta? -
-Un lugar como este está fuera de los libros. Te darán moneda local, no créditos.
Todo el mundo utiliza papel moneda para actividades ilegales, - explica. -Te darán
papel. -
-Genial. Nota para mí, las bárbaras peleas de gladiadores son legales, la esclavitud
es legal, el secuestro es legal, mostrar un poco de T y C no es legal. Es bueno
saberlo. Por cierto; no me darán el dinero a mí, te lo darán a ti. -
- ¿Qué? –
-Tendrás mis botas, - le digo. -Te paseas y pones el dinero que me dan en mi bota.
Estaré impedida. -
Me doy cuenta de que se muere por preguntarme qué haré exactamente y por
qué compré la cuerda, pero lo verá cuando lo haga.
- ¿Así que podemos usar el papel moneda para arreglar el barco? - Quiero
asegurarme de que todos los problemas se solucionan antes de que aparezcan.
-No. -
-Así que tengo que hacer 6.000 créditos para devolverte los 5.000 que te debo. -
-Sí. –
-No sé por qué me pusieron a cargo de esto, Petra. Soy un gilipollas. Por suerte
para ti no tomo las decisiones. Cuando termines de hacer lo que sea que vayas a
hacer, voy a comunicarme con la nave a ver qué dicen. -
Capítulo 3
Petra
Lo que sea. Estoy en una misión. Quiero hacer algunos créditos y salir de este
planeta de mierda. Tiene que haber una forma de volver a casa. No tuve la mejor
vida allí, pero era mi vida, maldita sea.
Odio tener incluso un momento para mí porque todo lo que puedo hacer es
preguntarme si he saltado de la sartén al fuego. Necesito ayuda para volver a
casa, pero ¿a qué clase de gente no le importa que su amigo quede hecho papilla
en la arena? Quiero decir, francamente, Shadow es un imbécil y puedo ver con su
actitud hosca por qué no es bien visto. Pero me pregunto si me echarán en un
santiamén si descubren que les queda poco combustible o algo así.
Oh, bueno, estoy segura de que cualquier cosa será mejor que quedarse en este
planeta y ser vendida como esclava sexual.
Si vas a burlar la ley, también puedes ir hasta el final. Incluso con un nombre como
ese, parece estar un poco por encima de los otros pozos de mierda de este
pequeño trozo de cielo.
Muchos de los hombres me miran con avidez. Supongo que no importa en qué
parte de la galaxia estés, carne fresca es carne fresca.
- ¿Eh? Hay una escalera atrás. - Señala la única puerta que no es un baño o una
salida.
Después de tantos años practicando baile en barra y gimnasia con cuerda para
competir, nunca soñé que utilizaría estas habilidades en un local de striptease.
Siempre lo hice por el ejercicio y el desafío. Mis anticuados padres me acusaban
a menudo de haber aprendido a hacerlo para ser stripper. Bueno, después de
todo tenían razón. Espero por Dios que esto me salve la vida esta noche.
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Shadow
Ella se quita las botas hasta la rodilla, se quita la camisa, los pantalones nuevos y
mete la ropa y una bota en mi mochila. Me entrega la otra bota y me lanza una
mirada dura como una roca.
-Por favor, ayúdame a meter todo el dinero que pueda en esta bota, Shadow. No
hace falta que te diga lo mucho que está en juego. -
Ya ha hecho tanto para salvar su culo que sería una pena que no fuera suficiente.
La miro bien. Si la diminuta ropa interior verde que llevaba en la arena me parecía
sexy, ésta me llama la atención. Su sujetador y sus bragas son de brillante satén
y de un rojo intenso. El sujetador abraza sus pechos y los levanta para que
parezcan aún más voluptuosos. Mi polla palpita con fuerza en plena atención. No
parece cohibida como mi antigua compañera de celda, Grace, sino que se
muestra muy seria.
Sin esperar a que todas las miradas estén puestas en ella, o a que se produzca
una nueva canción, salta y gira al mismo tiempo, agarrando la cuerda a varios
metros por encima de su cabeza, incluso mientras gira.
A continuación, agarra la cuerda aún más arriba de su cabeza y parece subir por
ella. En un solo movimiento ágil, envuelve la cuerda alrededor de un tobillo y
luego gira y cae hasta que el tobillo está directamente sobre su cabeza. Una mano
se extiende con gracia para posar y la otra pierna se extiende hacia atrás, de modo
que la mano y la pierna opuestas están paralelas al suelo mientras el único tobillo
sigue atado a la cuerda por encima de ella.
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De repente recuerdo que no estoy aquí para verla. Estoy aquí para recaudar
dinero. Empiezo a moverme de patrón en patrón, empujando el extremo abierto
de la bota hacia cada ser de la sala. La mayoría ni siquiera mira su fajo de billetes;
no pueden apartar los ojos de Petra, que ahora ha subido casi hasta lo más alto
de las vigas.
Pocas veces me he sentido tan frustrado como en este momento. Sé que este
dinero es de vital importancia para ella, pero no quiero hacer nada más que
observar su rutina. Un suave jadeo se escapa de los labios de muchos cuando ella
se cuelga boca abajo, con la cuerda ahora sujeta a otro tobillo y luego parece caer.
Sin embargo, ha enrollado hábilmente la cuerda alrededor de su pierna y la caída
ha sido planificada y precisa.
Las otras mujeres que estaban actuando deciden que es un buen momento para
un descanso cuando se dan cuenta de que ninguno de los clientes les presta
atención, ni dinero.
Observo la sala antes de llamarla para que baje y nos marchemos. Varios hombres
Volurians parecen reunirse cerca de la puerta. Estoy muy atento al lenguaje
corporal, y es obvio que no están tramando nada bueno. Petra está haciendo su
trabajo demasiado bien. Los Volurians son una rama del cártel de MarZan y son
legendarios en el comercio de esclavas. Petra sería una buena presa. Tienen que
notar la cantidad de dinero que los patrones han metido en sus botas.
Todo lo que tengo que hacer es mantener la calma hasta que lleguen aquí. Hago
cuentas, calculando cuánto tiempo los llevará desde la nave hasta aquí. Levanto
la vista y veo que Petra se está cansando rápidamente.
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No quiero que se resbale o se caiga por culpa del cansancio, pero los Volurians
van a hacer su jugada en cuanto sus pies toquen el suelo.
-Una canción más, Petra. - Suena más como una orden que como una sugerencia.
Miro hacia los Volurians cerca de la puerta. Cuando vuelvo a mirarla, juraría que
lo entiende.
Ahora sé por qué puso esos hermosos labios pintados de rojo cuando no pudimos
encontrar el tipo de cuerda que quería en la tienda. Esta cuerda raspa y le ha
lastimado la piel. Un tobillo sangra un poco, las palmas de las manos dejan puntos
de sangre en la cuerda blanca y hay arañazos de color carmesí en el abdomen y
en el interior de los muslos. La cantidad de fuerza que necesita para mantenerse
ahí arriba le está pasando factura.
Los Volurians no parecen contentos con esta pausa en la acción. Puedo decir que
están organizando algún tipo de operación agresiva.
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Levanto la vista para ver una mirada de auténtico dolor en el bonito rostro de
Petra. Hay más que pequeños puntos rojos en la cuerda blanca: hay manchas. No
lo conseguirá hasta que lleguen los otros machos.
Hay una puerta de salida en la pared del fondo, pero no sé si se abrirá. Este lugar
no parece seguir ningún otro código. ¿Por el dracking quién sabe si la cosa no
está encadenada para asegurar que nadie se cuele sin pagar la entrada?
Muy bien, no hay buenas opciones, tengo que elegir la menos terrible. Salimos
por la puerta de atrás.
Los ojos de Petra están pegados a mí. Por la expresión de su cara, se ha dado
cuenta de que hay un problema y sabe que vamos a tener que salir corriendo. Lo
que será aún más difícil descalza, pero no hay tiempo para vestirse.
El lugar estaba tan lleno, que los Volurians tendrán que salir por la puerta
principal, y luego correr por todo el edificio.
Con suerte, se dividirán en dos grupos para buscarnos. Así sólo tendremos que
luchar contra la mitad de ellos a la vez.
Me aseguro de que Petra esté delante de mí; no quiero que sea un objetivo por
detrás. Por su actuación en la cuerda está claro que está en buena forma física,
pero ha sido un día largo y está corriendo por este callejón lleno de mierda sin
zapatos. Incluso con todo eso, está haciendo un buen tiempo.
Oigo pasos por detrás justo cuando giramos a la izquierda en la esquina de otro
bar. -Ho, Petra. Detente. - Le hago un gesto para que se esconda detrás de mí
mientras me agacho, esperando a que nuestro enemigo se aleje del borde del
edificio.
En cuanto los cuatro rodean el edificio, disparo contra todos ellos. Disparar
láseres es mucho más fácil que la espada que uso en la arena. Están todos
muertos antes de tocar el suelo. Sería casi anticlimático si no supiera que hay otro
contingente de cinco que nos busca en este mismo momento.
Me pongo en pie y me doy cuenta de que Petra sigue agachada en el suelo, donde
se ha escondido detrás de mí.
-Está bien, Petra, están todos muertos. - Me agacho y la ayudo a levantarse. Con
la cara apretada por el miedo, sus ojos parecen enormes. Su mano aún sangra de
todo ese tiempo en la cuerda; está prácticamente desnuda, y aún jadea por el
esfuerzo.
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- ¿Adónde vamos ahora? - Pregunta, mirando a ambos lados del callejón. -Hay
cinco más, ¿verdad? - Respira profundamente como si se preparara para la
siguiente escaramuza.
Sólo puedo esperar que sean los gladiadores de la nave atacando al contingente
restante de Volurians.
-Estamos despejados, - llamo a Petra y luego tengo que volver a llamar. - ¡Estamos
a salvo! Ella sigue corriendo a toda velocidad por el callejón delante de mí.
Finalmente me oye y se detiene. Veo que sus hombros se relajan mientras sigue
mirando hacia otro lado. Sé por experiencia que es difícil bajar de la alerta en una
situación como ésta.
Vuelve cojeando hacia mí. Incluso en la oscuridad de este callejón, sé que le pasa
algo. Me acerco a ella a grandes zancadas y prácticamente le ordeno, - ¡Déjame
ver tus pies! - Inspecciono el izquierdo, que sangra por docenas de pequeños
cortes. Por supuesto que sí, ha estado corriendo en un sucio callejón que no ha
estado limpio desde el principio de los tiempos. El pie derecho está aún peor. Hay
un grueso fragmento de vidrio casi totalmente incrustado en la bola de su pie. No
tengo ni idea de cuánto tiempo ha estado corriendo con eso, sin una palabra de
protesta.
La levanto contra mi pecho, con una mano bajo las rodillas y otra alrededor de la
espalda.
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Capítulo 4
Petra
Llevo horas con la adrenalina a tope y ahora lo único que quiero es dormir.
Levanto la vista e inspecciono su rostro. Nunca había estado tan cerca de él. Estoy
en su lado "bueno". El espeluznante ojo robótico está a su izquierda. No sé de
qué especie alienígena es. No pareció importarle ni lo uno ni lo otro cuando
descubrió que soy humana, así que asumo que no lo es. Pero parece humanoide,
excepto que es más musculoso que cualquier otro hombre que haya visto.
- ¿Te gusta lo que ves? - Su voz es baja, profunda e íntima. Ese tono sexy me llega
directamente al corazón.
-No me había dado cuenta de que eras un ególatra engreído hasta ahora. Es
bueno saberlo. -
No sé cómo lo consigue, pero su dura polla elige este momento en particular para
presionar contra mi culo.
-Sí, me doy cuenta, grandullón. Parece que vienes bien equipado y totalmente
cargado. - Le sonrío descaradamente.
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Debería estar a punto de desmayarme tras el ataque de pánico, pero estoy bien
despierta. El calor y el deseo se acumulan con urgencia entre mis piernas.
Mierda, ¿puede oler eso? ¿Es uno de sus superpoderes? Es difícil estar en modo
oculto cuando los chicos pueden oler tu excitación. Primer round para Shadow.
-Puedes bajarme ahora. - Estamos rodeados por cinco gladiadores bien armados.
-Estoy segura de caminar hasta la nave. -
-Tus pies no tocarán el suelo hasta que el médico los haya examinado en la
enfermería. Lo siento, soy tu medio de transporte hasta nuevo aviso. -
-Tal vez uno de los otros chicos..., - pero mi voz se interrumpe porque no quita su
mirada de mis labios y me cuesta prestar atención a cualquier cosa que no sea
eso.
-Quiero sexo contigo, - me dice con un tono de voz muy serio y sexy a la vez. No
sé cómo lo consigue.
-Parece que has estado encerrado mucho tiempo, pero eso no se considera un
juego previo adecuado en mi mundo. - Tiene razón, mi tono es descarado, pero
francamente, estoy tan lista para tener sexo como él. ¿Tal vez fue el tiroteo? ¿El
peligro? ¿El ataque de pánico? Pero mis pezones son puntos duros bajo este
sujetador rojo, tengo la boca seca y no puedo apartar los ojos de sus labios
carnosos.
De repente me doy cuenta de que los cinco alienígenas que nos rodean de forma
protectora no están a más de un metro de distancia. Por si fuera poco, uno de
ellos podría tener algún tipo de oído de murciélago. -Dejemos esa discusión para
más tarde. De hecho, pospongamos esa discusión hasta nunca. ¿Qué te parece?-
Nunca he sido una violeta tímida, pero estoy avergonzada. Puede que sea la
cercanía o la cálida extensión del pecho desnudo sobre el que se apoya mi mejilla.
Podría ser el hecho de que incluso con mis no superpoderes puedo oler mi propia
excitación.
Miro hacia abajo para estudiar algo que no sea su pecho o su rostro
alarmantemente guapo y me doy cuenta de que estoy más que semidesnuda. Él
también lo está.
-Está bien, - se regodea. -No puedes mantener el secreto durante mucho tiempo.
Soy persistente. Lo descubriré. Apuesto a que resolveré algo antes de que nos
vayamos a dormir esta noche. -
Shadow
Hacemos el doble de tiempo el último medio mille o así. Petra no pesa nada en
mis brazos y, por mucho que me guste tenerla apretada contra mí, disfrutaré más
cuando estemos solos y pueda hundir mi polla en ella.
Mi polla está dura como una roca. No he sentido este tipo de atracción en mucho
tiempo. Bueno, en realidad nunca. Quiero follarla, a pesar de lo cansada que está.
Será mejor que aprovechemos la cama de la enfermería antes de que se deje
llevar por la charla de chicas. Estaba en lo cierto; nos recibe en la puerta del
muelle un contingente de casi todos los hombres y mujeres a bordo. Despierto a
Petra cuando subimos la rampa. Suspira, luego sus músculos se tensan;
probablemente está abrumada por todas las presentaciones, pero es amable con
todos.
-Necesita la unidad médica, - les informo con fuerza. ¿Por qué intentar suavizar
mi tono si todos me odian? La conduzco directamente a la sala de exploración
donde el Dr. Drayke está esperando.
41
Petra
Shadow me empuja por los pasillos con paredes metálicas como un hombre en
una misión. No sé si la misión es que me atiendan los pies o tener sexo. Cualquiera
de las dos cosas me parece bien. Bueno, en realidad ambas cosas: primero
arreglar mis pies y luego saciar la necesidad que incluso ahora está caliente y
palpita en mi clítoris.
- ¡Señorita Petra!, - exclama con calidez. -Soy el Dr. Drayke, me alegro de tenerte
a bordo. Me han dicho que tienes múltiples laceraciones en las plantas de los
pies. Puedo arreglar eso sin problemas. Aunque puede doler uno o dos días. –
Casi como una ocurrencia tardía, añade, -Ese ojo tiene mala pinta, Shadow. ¿Te
importa si me ocupo primero de la hembra? - Su tono es decididamente gélido
cuando se dirige a Shadow.
Nos pone a los dos en la misma sala de examen; supongo que no hay necesidad
de las reglas de confidencialidad de la HIPAA aquí en nuestro barco de fugitivos.
Me pregunto brevemente cuál es la historia del médico.
-Por supuesto. - El doctor saca una de un armario y me cubre desde el cuello hasta
los tobillos.
Veo cómo el médico tira y empuja suavemente para ver el alcance de la lesión de
Shadow. - ¿Alguno de los dos está herido en alguna otra parte? ¿Debo hacerles
un examen completo? -
Shadow me lanza una mirada tan caliente y ardiente que podría derretir mis
bragas. Me imagino que no puede esperar a que se acabe todo esto de la
medicina para poder hacer lo nuestro. Yo también.
No puedo entender por qué me atrae tanto, pero no estoy buscando un marido.
43
Sólo quiero saltar sobre sus huesos. No hay necesidad de psicoanalizar esto. Tan
pronto como estemos a solas, el juego comienza.
Antes de que se suba a la camilla para que el médico le atienda el ojo, se asegura
de que sigo completamente envuelta en la manta. No sé si le preocupa mi
comodidad o si quiere evitar que el médico vea a Petra casi desnuda.
Esta cosa está a años luz de todo lo que teníamos en la Tierra. El lugar en el que
la prótesis se une al cuerpo está rebordeado para superponerse a su piel, y su
metal negro tiene una forma muy parecida a la de un brazo humano. La intrincada
configuración del metal imita el movimiento humano hasta el más mínimo
detalle. Sus dedos poseen una perfecta coordinación motora fina. Ni siquiera da
miedo. Lo cual es bueno saber, porque ese brazo y esos dedos me van a hacer
cosas maravillosas, íntimas y sexys muy pronto. Es decir, si tengo algo que decir
al respecto.
-Hemos estado muy ocupados desde el... derrocamiento. Quería preguntarte, ¿te
gustaría que te hiciera algunas revisiones a la zona alrededor de tu ojo izquierdo,
así como a tu prótesis? Podría hacer que se vea mucho más natural. Podría
hacerte sentir más cómodo...-
-Petra, supongo que te gustaría ducharte, pero tienes los pies entumecidos.
¿Quieres esperar hasta que recuperes algo de sensibilidad y ducharte aquí? -
Mi mente hace cálculos rápidamente. -Sí, eso sería genial. - No quiero que todo
el mundo en la nave piense que soy una zorra en mi primera hora a bordo. Tal
vez Shadow y yo podamos hacer lo nuestro aquí, en lugar de que él me siga a mi
habitación y que todos cuchicheen sobre mí antes de conocerme.
-Señorita Petra, cuando termines de ducharte, puedes pulsar esto, señala una
unidad de comunicaciones en la pared, y alguien vendrá a buscarte y te mostrará
tus nuevos aposentos. Ha sido un placer conocerte y espero que te sientas mejor.
Mañana te veré para ver cómo estás. -
-Shadow, - añade como una idea tardía, su tono es duro, -cuando el medbot haya
terminado, puedes irte. - Sale de la sala de exploración y cierra la puerta.
Todavía tengo los pies entumecidos, así que no puedo caminar hasta la mesa de
exploración. Me desplazo hasta que mi silla está a centímetros de la cadera de
Shadow.
45
Me acerco a él y le agarro las dos rodillas, con los pulgares en la carne tierna del
interior de sus muslos. Su reacción es una rápida inhalación. Genial. Es un buen
comienzo.
Sin más preámbulos, mis pulgares hacen círculos perezosos cada vez más arriba
en el interior de sus muslos.
- ¡Petra! Tengo que quedarme perfectamente quieto para que el robot pueda
trabajar en mí, -sisea entre dientes apretados.
-Entonces te sugiero que te agarres a la mesa con las dos manos y te calles. –
Mis manos están ahora cerca de la parte superior de sus muslos. Si su pene no
estuviera atado con ese trozo de tela, mis pulgares le rozan los huevos.
Mis pulgares le rozan las pelotas. Aspira a través de los dientes apretados. Es
bueno saberlo... le gusta esto. Después de un toque "accidental" a la enorme cosa
dura que se esconde bajo ese taparrabos, mis manos comienzan a descender sin
prisa hacia sus rodillas.
Chupo su dedo hacia arriba y hacia abajo, sin ocultar qué parte de su anatomía
me gustaría chupar ahora mismo. Todo hacia abajo, y luego hacia arriba. Todo el
camino hacia abajo y hacia arriba de nuevo, sólo que esta vez doy un delicado
giro a la punta. Ahora jadea, sus mejillas se inflan con cada exhalación. Mi propia
excitación aumenta, mis músculos internos se tensan de deseo.
Detengo mis exploraciones por un momento, fascinada por los distintos músculos
de su pecho y por se mueven con cada respiración. Hombre sexy.
Trazo esos interesantes músculos con mis dedos. Creo que nunca he tocado a
nadie con músculos tan duros. Carne suave y cálida tirada con fuerza sobre un
músculo duro como el granito. Luego subo un dedo para acariciar su pezón plano
y marrón.
Ahora estoy pellizcando su pezón y él está haciendo rechinar sus caderas. Sé que
debería mostrarle algo de piedad, pero me estoy divirtiendo demasiado como
para parar. Me duelen los pechos por ser tocados, mi núcleo está goteando de
necesidad, y él ni siquiera me ha tocado todavía.
Me llaman la atención todas las cicatrices que cruzan su cuerpo desde la cara
hasta las rodillas. Su piel es de color bronce, las cicatrices son blancas, algunas
gruesas y elevadas, otras finas y casi como encaje. En lugar de desanimarme, me
pican los dedos para trazarlas. La yema de mi dedo índice sigue la longitud de una
de las suaves y gruesas en su abdomen, bajando sobre el hueso de la cadera, y
luego se desvía más abajo. Mis dientes están apretados por el deseo, mi coño
también. No sé si alguna vez me he excitado tanto sólo con mirar y tocar a un
hombre. Mi mano no quiere seguir las instrucciones de mi cerebro. Con voluntad
propia, roza su polla. Al principio suavemente, luego agarro todo lo que me
permite el taparrabos. Su polla es cálida y dura como el acero. No puedo controlar
mi propia respiración rápida y llena de lujuria.
Por suerte, oigo que el robot empieza a moverse de nuevo, así que no puede
tomar ninguna represalia. ¡Salvada por el bot!
- ¿Ira, eh? Esperaba muchas cosas de las que no podría escapar, Shadow, pero la
ira no era una de ellas. -
Estoy esperando, la calma antes de la tormenta y todo eso. Todavía está acostado
allí. ¿Se ha desmayado o está planeando su ataque?
Se levanta con un movimiento rápido y me agarra las dos muñecas con un solo
movimiento.
Y me besa. Esos labios, esos duros labios están saqueando los míos. No hay nada
lento o suave o tentativo aquí. No se da cuartel. Está invadiendo mi boca. Sus
manos se han desplazado a la parte superior de mis brazos, para mantenerme
justo donde quiere. Su lengua explora por todas partes: me presiona la lengua,
me roza los dientes, me recorre el paladar.
Hay algo casi salvaje en él. No habla, no dice nada, no dice nada dulce, sólo
invade, explora y controla. Mi respiración se convierte en suaves jadeos; mis
brazos llegan a sus hombros y lo acercan aún más. Su piel está caliente bajo mis
dedos. Mi cuerpo anhela más. Más de él. En todas partes.
Se levanta para iniciar una serie de giros y vueltas para liberarse del taparrabos
anudado. Su impresionante polla sobresale hacia mí. "Imponente" es la única
palabra que me viene a la mente. Bueno, excepto "enorme".
Capítulo 5
Petra
Sus manos acarician mis pechos, mientras su boca sigue haciendo cosas increíbles
en los míos. Me acaricia los pezones y luego me los pellizca. Ahora soy incapaz de
pensar con claridad, mis músculos se aflojan y me apoyo en la fría pared de metal.
Estoy totalmente concentrada en mis pezones tensos y en la necesidad imperiosa
que vibra entre mis piernas. Al cabo de un momento, su boca abandona la mía y
empieza a succionar mi pecho. Cada tirón de succión va directo a mi clítoris. Un
pequeño gemido escapa de mi boca.
Se ríe y tira de sus caderas hacia atrás. -Estoy al mando, pequeña Petra.
Esperamos... a menos que me lo ruegues. -
Oh, joder. Ningún hombre me hace rogar. Lo último que haré será rogar. Ni
siquiera pediré de nuevo. Si esto es una batalla de voluntades, sé quién ganará.
-Tan mojada. Estás tan mojada para mí, Petra. - Su voz es tensa, casi ronca.
En lugar de presionar más, deja de rodear mi clítoris. Estoy al borde. Tan cerca.
Su pulgar vuelve, pero sin apenas presión. Sólo lo suficiente para mantenerme al
borde. Estoy tan cerca. Lo estoy deseando.
Mi mente está en una nube completa de lujuria. No hay que pensar, ni decidir, ni
analizar.
-Por favor. -
-Suplica, Petra. -
-Por favor, Shadow. - Empujo mi pelvis hacia él una vez más, pero sigue teniendo
el control total de la presión.
Mis paredes internas siguen apretadas por las réplicas, sus dedos siguen
penetrando en lo más profundo de mí, cuando me agarra con el otro brazo, se
levanta y me alza con un movimiento fluido. Me mira profundamente a los ojos
mientras me aprieta contra la pared metálica de la ducha. Mis piernas rodean
instintivamente su cintura. Reclama mi boca con un duro beso. Sus dedos
abandonan mi coño y luego presiona la cabeza de su polla justo donde la he
deseado. Me levanta y tira de mí hacia abajo en pequeñas pulsaciones mientras
su pene me penetra en incrementos. Es enorme, pero los dos estamos
empapados de mis jugos y cada vez penetra más profundamente.
Bombea más rápido y con más fuerza. Me muevo ligeramente, haciendo palanca
con la parte superior de mi cuerpo, para que su pelvis llegue al punto justo y
comience mi orgasmo. Es uno de esos largos orgasmos en rampa que comienzan
siendo pequeños y van aumentando hasta convertirse en espasmos cada vez más
fuertes, hasta que no puedo concentrarme en nada más que en el placer que me
recorre.
53
Lo miro, sin estar segura de ver ninguna emoción. Su rostro, que normalmente se
mantiene con tanta fuerza por la ira, parece suave, casi gentil, mientras disfruta
de las secuelas.
Me aparta de la pared y me coloca de forma que el agua llegue justo donde tiene
que llegar para eliminar los restos de lo que acaba de ocurrir. Luego cierra la llave
de paso y nos saca de la ducha.
Me coloca de nuevo en el inodoro y me seca con una toalla blanca utilitaria. Sin
palabras. Sin contacto visual. La única forma de intuir lo que le ocurre es la forma
suave en que me da palmaditas con la toalla. Se arrodilla frente a mí y me
inspecciona tiernamente los pies.
- ¿Cómo te sientes? -
¿Me pregunta cómo me siento por el sexo que acabamos de tener o quiere saber
cómo están mis pies? Odio darle la satisfacción de un sobresaliente en su boletín
de notas, pero después de una actuación así, tengo que decir algo.
-Mierda, Shadow, eres increíble. Eso fue... increíble. - Me doy cuenta de que valió
la pena rogar, pero nunca lo admitiré.
¿Qué tan dulce es eso? ¡Quiere evitarme el paseo de la vergüenza! Justo cuando
crees que está hecho de piedra, hace algo humano, bueno, algo muy humano. Lo
que me hace preguntarme si lo es. Sin todos sus extras robóticos, parece que
podría haber crecido al lado mío, excepto por los músculos. Bueno, los músculos
y la polla. Esos son... de otro mundo.
-Olvidé que tu gente aún no es capaz de realizar vuelos espaciales. ¿No sabes
nada de Gaia? -
-He oído ese nombre, algunas personas se refieren a la Tierra como Gaia. -
-Difícilmente, - pone los ojos en blanco. -Algunos dicen que Gaia es un mito, pero
hay algunos hechos científicos que lo respaldan. Se dice que hace milenios los
Gaianos estaban muy por encima de cualquier tecnología que tengamos
55
-La mayoría de las especies humanoides, sin importar el planeta, aparte de los
reptilianos, tienen más de un 98% de ADN común. Mira al doctor, a mí, a ti. Todos
de diferentes planetas. Todos similares. -
-Pero él es azul. - No sé por qué ese hecho merece ser mencionado, pero todavía
estoy procesando toda esta información.
Lanzo otra pregunta. - ¿Por qué mujeres humanas? ¿Por qué secuestrar a todas
estas mujeres humanas? -
Mis ojos se estrechan hasta convertirse en rendijas. - ¿Mi mundo se ha vuelto del
revés para que pueda ser la cría de un alienígena? - Me alegro de estar a salvo en
esta nave, pero daría cualquier cosa por volver a mi pequeño apartamento de
Filadelfia con mi gato Motley ahora mismo.
Salta de la mesa. - ¿Quieres volver a ponerte tu ropa interior sexy o hacer que te
lleve a tu habitación en la manta? -
Decido convenientemente no mencionar que creo que mis pies son totalmente
funcionales. Quiero un viaje más en el Expreso Shadow.
Se levanta y las mete en la mochila. -No tienes mucha ropa. Las pondré aquí y
podrás decidir después. –
56
-Tienes razón. Son como dos de las cinco posesiones que tengo a mi nombre, no
debería desperdiciarlas. Ni siquiera sé si tengo suficientes créditos para comprar
mi entrada en este barco. Quizá tenga que volver a ese horrible bar y ganar más
dinero mañana. - Mi tono es apenado, mi estómago se aprieta. La única razón por
la que volvería a ese planeta es para salvar mi vida, y puede que tenga que
hacerlo.
Se comunica con el puente para saber qué habitación me han asignado. Mientras
caminamos por el pasillo hacia mi camarote, se inclina y me susurra al oído. -Eres
preciosa, Petra. Tienes razón, ha sido increíble. - Luego se levanta a su altura, su
cabeza ya no está cerca de la mía, y se dirige a grandes zancadas hacia mi
habitación.
No tengo ni idea de qué hacer con esa afirmación, así que la ignoro.
Shadow
Imaginaba que la mitad de las hembras estarían apostadas a lo largo del pasillo,
asegurándose de que el miembro más nuevo de su rebaño no fuera molestado
por el mayor imbécil de la nave, pero los pasillos están notablemente vacíos. Hay
un pliegue azul mono en su cama, junto con algunas barritas de comida. Se me
ocurre que ha pasado al menos una rotación completa desde que conocí a Petra,
y quién sabe cuánto tiempo había pasado sin comer antes.
Como la mía sin probarla, como he hecho todos los días desde hace muchos años.
-Cuando te despiertes por la mañana, gira a la derecha al salir de tu habitación y
sigue tu nariz o tus oídos. Encontrarás el comedor. Seguro que te darán de
comer.-
Estoy a medio camino de la puerta cuando me vuelvo hacia ella. -No te preocupes
por tener que volver a trepar por esa cuerda. Si hace falta, mañana lucharé por ti
en la arena. Buenas noches. -
Petra
Es interesante que estaba tan llena de lujuria que ni siquiera pensé en el control
de la natalidad. Menos mal que me puse un nuevo implante hace un mes.
Las mismas personas que debían protegerme de los disparos y el hambre en una
zona de guerra cuando tenía cinco años me decepcionaron. No puedo confiar en
nadie. Nadie está a salvo. Por muy guapo y sexualmente talentoso que sea
Shadow, no habrá nada más con él que gran sexo. No me gustan las relaciones.
No confío. Y nunca lo haré.
59
Capítulo 6
Petra
-Soy el Dr. Drayke, Srta. Petra. ¿Puedo entrar? - Suena tan alegre como anoche.
-Shadow me trajo. –
-No quiero cargar con cuentos, pero eres nueva aquí, y antes de que empieces
mal... sólo quería mantenerte a salvo. –
Parece escéptico, abre la boca para decir algo y luego la cierra. Volviendo a
sonreír, levanta algo que parece un grueso envoltorio de Saran. -Si pudiera ver
tus pies. He traído una película de plástico impregnada de antibióticos. No tardará
nada. -
Corta el film a la medida y presiona la parte pegajosa sobre la planta de mis pies.
-Ya está. Como nuevo. No deberías preocuparte por la infección. Se caerá en uno
o dos días. Cuando lo haga, si tienes alguna duda, entra en la enfermería y te
revisaré. -
El comedor está lleno de unas diez personas, hombres y mujeres, que parecen
estar emparejados. La sala se calla cuando llegamos el doctor y yo, supongo que
porque soy la novata. Entonces todos empiezan a hablar a la vez. Maddy se
levanta de un salto para traerme un plato de comida amontonado con varios
platos diferentes, ninguno de los cuales se parece a nada que haya visto o comido
antes.
61
Los hombres, incluido el Dr. Drayke, se marchan. Todos los gladiadores están
ansiosos por llegar al ludus, que creo que es su equivalente al gimnasio. Así que
ahora estoy sola con un grupo de mujeres que parecen hablar todas a la vez.
Estoy tan ocupada anotando nombres e información general que sé que olvidaré
la mitad de lo que dicen. Todos se conocen desde hace semanas. Disfrutan de las
bromas fáciles, las risas y los chistes. Me siento como una extraña. Pienso en mis
amigos de la Tierra. Los echo de menos. Me pregunto si alguna vez volveré allí.
- ¿Así que todas ustedes fueron secuestradas de la Tierra como yo? ¿Estamos
trazando un camino de vuelta a casa? -
-No quiero volver a pisar ese planeta, - sale de mi boca antes de que pueda
censurarlo. -Además, ni siquiera sé si tengo suficiente dinero para quedarme en
la nave. Tengo que solucionarlo antes de gastar un solo crédito en mí. -
-Hablando de eso, ¿puede alguien llevarme con el capitán? Tenemos que discutir
todo esto. -
-Claro, - responde Brianna, -pero antes, vamos a tomar tus medidas y una lista de
lo que necesitas. Te compraremos algo de ropa mientras salimos. -
-El hecho de que parezca un león probablemente no lo hará más fácil. - Sonríe
dulcemente, pero me doy cuenta de que habla en serio.
Está claro que este asunto es entre el capitán y yo, pero no quiere enfadar a su
compañero. Entiendo su dilema. Tiene que preocuparse por el bienestar de todos
los que están a bordo, y no debería tener que elegir entre apaciguar a su
compañero y proteger un barco lleno de gente.
-Creo que esto es sólo entre nosotros dos, - ofrezco para sacarla del apuro.
-Hay un tipo de cambio del 20% para la moneda local. Creo que les debo 6.000. -
El estómago se me retuerce de miedo absoluto. Casi puedo oler la húmeda celda
a la que podría tener que volver.
-Sí, así es. - Su rostro parece sombrío, su boca felina es una línea plana. Se me
revuelve el estómago. No sólo voy a odiar que me vendan de nuevo como esclava,
sino que también voy a echar de menos a esta gente. Especialmente a Shadow,
aunque me resista a admitirlo.
-Así que aquí tienes tus 80.652 en cambio, - sonríe y me entrega el dinero. -
Déjame ser el primero en darte la bienvenida a tu nuevo hogar. Ahora eres la
persona más rica de aquí. Podrías comprar y vender a todos nosotros. Menuda
actuación debiste hacer anoche. –
Pero las lágrimas caen por mi cara y me derrumbo en la silla más cercana. Cuanto
más aliviada me siento, más chorros extraños, húmedos y salados me caen por la
cara.
Cuando Anya llega y me ve llorando, se dirige directamente a Zar, con los ojos
rasgados por la ira y el dedo apuntando a su cara. -Tienes que dejar que se quede.
Ya encontraremos la manera de que esto funcione. -
-Anya, yo...-
65
-Zar, sabes que esto no está bien. Eres mejor que esto, - su voz es una mezcla de
regaño y súplica.
Todavía me cuesta hablar, pero agito el fajo de billetes para llamar su atención. -
Este es mi cambio, - le digo entre lágrimas.
Mientras busca algo con lo que pueda sonarme, le doy el fajo de billetes a Zar. -
¿Crees que podrías hacer que alguien los convierta en créditos antes de que
dejemos este planeta? -
Shadow
No debería estar en el ludus hoy. El doctor dijo que no sería bueno para mi ojo si
me golpeara la cabeza. Sin embargo, no estoy entrenando con nadie, sólo
levantando algunas pesas.
Hace tiempo que renuncié a cualquier esperanza. Sabía que seguiría las órdenes
y lucharía cuando me lo dijeran hasta que un día muriera en la arena. Sin
esperanza de una vida normal con una esposa y una familia. Sólo un peón en el
juego de otro, a veces emparejado justamente, a veces puesto en gran peligro.
Vivir y morir al antojo de otro.
Es una maravilla que todavía este vivo. Se suponía que no debía vivir. Cuando me
vendieron por primera vez como esclavo, me emparejaron con un experimentado
gladiador mucho más grande y fuerte que yo. No había tenido ningún
entrenamiento. Simplemente había superado mi utilidad y me vendieron como
un trozo de basura.
Así que aquí estoy en el ludus, todavía entrenando como gladiador, aunque ya no
sea un esclavo. Si les dijera a los otros machos que no quiero volver a luchar en
la arena nadie discutiría conmigo.
Hemos experimentado tanto dolor que creo que lo único que queremos es la
felicidad. Pero en este momento no tengo ni idea de lo que preferiría hacer con
mi miserable vida.
Sé que no soy un hombre agradable. Me he pasado toda mi vida adulta ganando
esa reputación. No quiero ser un hombre agradable. No quiero caer bien; hace
tiempo que dejé de intentarlo. Ni siquiera me importa ser respetado. Sólo quería
que me dejaran en paz para despertar, luchar y finalmente morir.
67
Capítulo 7
Petra
Tengo a Anya al mando de Theos, que es uno de los machos que acompañan a las
mujeres en sus compras. Les digo que usen un par de miles de créditos extra en
cosas no necesarias, cortesía de su servidora. También les pido que me compren
unas buenas tijeras para cortar el pelo y un par de zapatos de la talla seis, si es
que encuentran alguno.
Todavía estoy un poco temblorosa por mi ridículo festival de lágrimas. Debía de
estar más preocupada de lo que pensaba por la posibilidad de que me volvieran
a meter en una celda. Le dije a Anya que estaba bien para volver a mi habitación
sola, aunque estaba tan nerviosa en el camino hacia el puente que no tengo ni
idea de qué dirección tomar. Después de todo, ¿qué tan grande puede ser esta
nave?
Inmediatamente me doy cuenta del error de mi decisión de ir por mi cuenta.
Intento oler el camino hacia la cocina, sé cómo llegar a mi habitación desde allí,
pero no detecto nada. Debo estar realmente perdida; me encuentro en un ala
abandonada del barco. Por un momento, olvido lo cansada que estoy y exploro.
Sé que los gladiadores y las hembras humanas de la nave derrocaron a sus
anteriores amos; debían de ser muchos. Cuento al menos veinte habitaciones.
Parece que por sus habitantes se marcharon a toda prisa. Las habitaciones están
desordenadas, con las camas sin hacer, la ropa desparramada; el agua seguía
corriendo en uno de los baños.
Rebusco en una cómoda y cojo un par de pares de calcetines. Están hechos para
una persona grande, pero al menos tengo algo para cubrir mis pies.
Salgo de esta ala abandonada y me doy cuenta de nuevo de lo agotada que
estoy. Sólo quiero encontrar mi habitación y acostarme.
Todo está escrito en un idioma que no puedo leer. Incluso los números de las
puertas son incomprensibles.
69
Me despierto con un suave golpe en mi puerta. Cuando contesto, hay una rubia
muy bonita de pie. Parece estar estudiando el suelo y luego me mira con una
rápida y tímida sonrisa. -Me imaginé que estarías durmiendo... Soy Grace, siento
haberte despertado, - hace una pausa incómoda.
-No hay problema, pasa, no debería dormir todo el día, es que estaba muy
cansada. - Me encojo de hombros.
-En realidad, creo que sí dormiste el día porque estoy aquí para ver si quieres
venir a cenar. -
70
-Vaya, sólo fue el desayuno. Estaba tan agotada. ¿Qué hora es? -
-Savannah puede poner el reloj de tu ordenador. - Señala una tablet colocada en
un pequeño escritorio en la esquina de la habitación. -Ella descubrió algunas
relaciones matemáticas y puede hacer que tu pantalla muestre la hora de la Tierra
en ella. Nos dice que sólo tiene una precisión del 99,4% con respecto a la hora
real de la Tierra debido a.… créeme, no tengo ni idea. Pero te ayuda a saber si es
de mañana o de noche y cuándo es la hora de comer. –
Me muestra una sonrisa vacilante.
-Eso sería útil. Hay tantas cosas en mi vida ahora mismo que me desorientan, que
si supiera qué hora es, sería un buen comienzo para la normalidad. Bueno, ahora
mismo nada es normal. Supongo que es la nueva normalidad, - me río un poco y
le hago un gesto para que se acerque a la silla del escritorio.
Ella se queda dónde está, retorciendo los dedos mientras mira al suelo. -También
he venido a darte las gracias por los créditos. Ha sido muy generoso por tu parte.
Todas las chicas compraron algunas cosas, pero todos votaron para darme la
parte del león. -
Se estremece y lanza una mirada tímida. - ¿Parte del león? Me pregunto si eso es
algo políticamente incorrecto con Zar a bordo. -
Parece muy seria, pero a mí me hace gracia, y mi risa la afloja un poco.
-En cualquier caso, he encontrado una tienda con un instrumento muy parecido
a una guitarra. Me he perdido sin mis instrumentos. Toco la guitarra, el piano, la
flauta y un poco de banjo. Son mi cordura. Creo que me irá mucho mejor ahora
que tengo mi 'guitarra'. - Lo pone entre comillas.
-Me alegro de ayudar. -
-Sé lo mucho que has trabajado por el dinero. Intentaré devolvértelo. -
-No te preocupes. Disfrútalo. Por cierto, - añado, -creo que he visto un
instrumento que podría interesarte en la otra ala. -
- ¿La otra ala? -
71
-Sí, hoy me he perdido tanto que la cabeza me daba vueltas. He encontrado estos
calcetines. - Levanto la pierna para mostrar el sexy calcetín azul con el talón
aproximadamente a la mitad de la pantorrilla. -Y hay un montón de ropa y objetos
personales esparcidos por ahí. En una de las habitaciones, más o menos a la mitad
del lado derecho del pasillo, según recuerdo, había lo que parecía un instrumento
musical de la era espacial.
-Pensé que podría encontrar algunos cadáveres. Me alegro de no haberlo hecho.
Deben haber dado una batalla feroz cuando se apoderaron de esta nave. -
-Sólo eran once, y a tres de ellos los dejamos marchar en el siguiente puerto. ¿De
qué ala abandonada estás hablando? -
Le explico cómo me tropecé con ella. Parece emocionada por explorarla.
-Casi lo olvido, - dice. -Tengo tus tijeras y un extraño par de chanclas alienígenas.
Es lo mejor que pudimos encontrar. Todos compramos unas; ninguno de nosotras
llevaba zapatos cuando nos secuestraron. Esperamos encontrar algo mejor en el
próximo planeta en el que aterricemos. -
-Gracias. ¿Qué hay para cenar? - Me pongo de pie, lista para salir. Me doy cuenta
de que nunca corté el par de pies extra de la parte inferior de mi mono, y si no
enrollo las piernas me voy a matar caminando hacia el comedor.
-Estuvimos fuera todo el día y no queríamos que Maddie tuviera que cocinar.
Compramos, um; bueno... decidimos llamarlo pollo asado. Por supuesto que no
es pollo. Es decir, no tenemos ni idea de lo que es. Cuando el tendero nos dijo lo
que era, Theos le interrumpió rápidamente y le prohibió que nos enseñara una
foto del animal en su ordenador. Theos nos aseguró que sabía a pollo, lo cual,
pensándolo bien, ¿cómo podría saberlo si no sabe a qué sabe el pollo? En
cualquier caso, hemos comprado suficiente para todos y esperamos que sea
comestible. -
La voz de Zar llega por el intercomunicador invitando a todos a cenar, así que nos
vamos.
72
Así que esto debe ser todo el mundo a bordo. Ya he conocido a todas las mujeres.
Hay algunos hombres que veo por primera vez. Es un poco aterrador ver a todos
estos alienígenas en un solo lugar. Son todos gladiadores masivos y musculosos y
algunos de ellos tienen un aspecto feroz. Oh, hay un gran tipo dorado con un
enorme y musculoso cuello. Estoy totalmente sorprendida cuando me dicen que
es el piloto de la nave. Por muy extraño que parezca, es totalmente atractivo.
Toma algo de comida y le dice a Brianna que se dirige al puente.
Parece que todo el mundo está en pareja. Todos, excepto Grace, el doctor y yo.
Nos sentamos todos en la misma mesa.
-Así que las mujeres sólo llevan un par de semanas en la nave, ¿verdad? Parece
que todo el mundo está emparejado. ¿Cómo es eso? -
Grace se detiene un momento, sin saber qué decir. -Los esclavistas secuestraron
a diez mujeres terrestres para los diez esclavos gladiadores que ya transportaban.
Nos juntaron al azar y.…- Dejó de hablar durante un largo momento. Un momento
realmente largo. Creo que está a punto de llorar.
-Y cada pareja era obligada a aparearse cada día para intentar fecundar a las
hembras y aumentar su precio en la subasta, - termina el doctor compasivamente
su frase.
Oh, ¿qué demonios he hecho? Los dos parecen dispuestos a llorar.
-Yo era parte del complot. Tenía que supervisar las cosas. - El doctor parece triste
y se muerde el labio inferior. -Si me odias por eso tienes todo el derecho. Todo el
derecho. -
-En cualquier caso, - termina Grace, -aunque la mayoría de las parejas se gustan,
todos optaron por ir a habitaciones separadas después de que nos liberaran.
Querían averiguar si sentían una verdadera atracción el uno por el otro, o si era
simplemente una cuestión de proximidad. Excepto Zar y Anya, que viven juntos y
son una pareja apareada. –
73
-Este no es el lugar para mí, - dice después de dejar el bollo en su plato. -No
quieres que te asocien conmigo. Todo el mundo te odiará también. Eso no es
justo para ti, Petra. No has hecho nada malo. Comeré en mi habitación. Ve a
sentarte con los demás. Haz amigos. -
Sale por la puerta a grandes zancadas. Estoy sentada sola en la mesa y por
segunda vez en el día mis ojos se llenan de lágrimas. No lo permitiré. No soy una
llorona. Respiro profundamente y mantengo la cabeza baja, tratando de terminar
mi comida. Grace, bendita sea, vuelve a acercarse y se sienta a mi lado, poniendo
su mano sobre la mía.
-Nadie te culpa, Petra. Todos estamos muy orgullosos de ti, de lo fuerte que eres.-
-Gracias Grace. - Vaya, este barco está lleno de minas terrestres. -Es obvio que
algo pasó entre tú y Shadow. ¿Puedo preguntar...? -
-Tengo un anuncio que hacer, - Maddie prácticamente canta esta información,
cortando mi pregunta. -Las señoras hemos comprado una comida deliciosa que
vamos a cocinar mañana. Vamos a hacer una fiesta. Hemos convencido a Grace
para que toque su nuevo instrumento. Todas nos vamos a disfrazar con nuestra
nueva ropa, y quien quiera podrá bailar.
-La fiesta será mañana por la noche después de la cena. Es una combinación de
fiesta de despedida del planeta Mierdatastic, una oportunidad para que nos
vistamos después de estar en pijamas o monos durante la mayor parte de un mes,
y una fiesta de bienvenida a bordo para nuestra nueva tripulante, Petra. - Me
señala con un movimiento de "ta-da". Hay una serie de aplausos y muchos
asentimientos y sonrisas de bienvenida.
Mis temores de culpabilidad por asociación parecen infundados. Es un saludo
agradable, aunque sigo sintiendo una gran curiosidad por la historia de fondo
entre Shadow y Grace.
Me pongo de pie. -Gracias a todos por la cálida bienvenida. Soy peluquera de
profesión, o al menos lo era. Me instalaré aquí después del almuerzo de mañana.
Cualquiera que quiera un corte profesional es bienvenido a presentarse. - Vuelvo
a mi habitación y no me pierdo ni una vez.
76
Por el camino, intento averiguar qué acaba de pasar en el comedor y por qué todo
el mundo odia a Shadow; a mí no me parece tan horrible. Es un rompecabezas y
no tengo suficientes piezas.
77
Capítulo 8
Shadow
No tengo ni idea de por qué estoy haciendo esto. Me siento ridículo. Durante los
últimos quince annums no he tenido que tomar ninguna decisión, tal vez eso fue
algo bueno. Parece que todas las decisiones que he tomado desde que me
liberaron han sido malas.
Por supuesto, no tuve elección al ayudar a Petra en el club de striptease o durante
su huida de los Volurians. Pero no tuve que llevarla a la enfermería, ni ir al
comedor para poder verla anoche. Eso fue un fiasco.
Y ciertamente no tengo que hacer lo que estoy haciendo ahora. Es ridículo. Las
diez gladiadoros estamos sentados en un rincón del ludus cosiendo trajes para la
fiesta de esta noche.
Encontramos un vasto surtido de bienes del mercado negro apiñados en la bahía
de carga cuando tomamos la nave. Había una caja llena de pieles de animales en
peligro de extinción de contrabando de toda la galaxia. Su venta está prohibida,
lo que ha creado una importante demanda en el mercado negro. Se siente sucio
incluso usar estas hermosas pieles. Oh, bueno, los animales ya han dado su vida,
bien podrían servir para algo.
Todos somos bastante buenos con una aguja, después de todo, llevamos annums
cosiéndonos unos a otros. Ninguno de nosotros posee nada más que la ropa que
lleva puesta, que había sido un taparrabos hasta que confiscamos los draking
monos azules que nos restringen, nos resultan incómodos e indignos. No nos
obligan a practicar en el ludus todos los días ahora que nuestros amos esclavos
se han ido. Así que con nuestro nuevo tiempo libre hoy vamos a dar un buen uso
a estas pieles.
Los machos están emocionados por esta noche. Sus hembras compraron ropa
bonita que mantienen oculta hasta la fiesta.
78
Parece que los machos quieren impresionar a sus mujeres tanto como las
hembras quieren verse bien para nosotros.
-No me gusta que las mujeres quieran dormir sin nosotros, - dice Dax, con los ojos
entrecerrados por la concentración mientras enhebra su aguja. -Me acostumbré
a tener la espalda de Dahlia apretada contra mi pecho cada noche. -
-Estoy seguro de que eso no es todo lo que te aprieta, - el comentario lascivo de
Stryker provoca la risa de todos los demás.
- ¿Por qué crees que estamos ocupados cosiendo estos dracking cueros? -
pregunta Steel. -Yo, por mi parte, espero compartir mi cama con Zoey esta
noche.-
Este ejercicio es completamente ridículo para mí. Primero, no voy a ninguna
maldita fiesta. Y segundo, aunque lo hiciera, no hay ninguna mujer a la que quiera
impresionar.
Ni siquiera puedo pensar en eso sin reconocer que soy un mentiroso. Como
esclavo, he aprendido a engañar y disimular con los mejores, pero siempre he
intentado no mentirme a mí mismo.
Drack, me he pinchado el dedo con la aguja grande que estoy usando. Busco un
trozo de piel para envolverlo y no manchar de sangre mi prenda. Sé que es una
tontería, pero en el fondo de mi mente también sé que a pesar de mi buena
mente y mi buen razonamiento voy a ir a la fiesta esta noche, y hay una hembra
en particular a la que quiero impresionar.
Soy un idiota, lo sé. No sólo me he pasado la mayor parte del día confeccionando
una prenda para ir a una fiesta a la que no quiero asistir, sino que ahora voy de
camino al comedor para cortarme el pelo que no me apetece especialmente.
79
No tengo ni idea de por qué decidieron tener un hijo, aparte de utilizarme en sus
planes para ganar dinero. Mirando hacia atrás, no es sorprendente que
negociaran mi muerte a cambio de sus propias vidas.
El Anthen se había guardado hasta la última noche de las fiestas por una razón.
Normalmente, los gladiadores más fuertes y conocidos eran emparejados en la
noche más prestigiosa de los juegos. Era ancho, bien musculado y de aspecto
feroz. Llevaba una red para lanzar sobre su oponente, así como un tridente de
siete fiertos con cuchillas malignas en las tres puntas.
Por suerte, uno de los otros hombres del bloque de celdas me dijo que me quitara
los rígidos y formales zapatos antes de salir a la arena de la arena. Debería
haberme quitado también la ropa, que me apretaba bastante, pero no tenía ni
idea.
Mi espada era pesada y parecía poco manejable. No tenía ni idea de cómo
utilizarla de la mejor manera posible. Me quedé allí un momento, impotente,
esperando que me mataran. Pero mi oponente sabía que le pagaban por dar un
espectáculo, así que trató de alargar las cosas. Siguió lanzando su red sobre mí,
capturándome con ella, y tirando de mí hacia la arena.
Como no oponía resistencia, él hacía el trabajo de dos. -Levántate, - seguía
diciéndome. -Tienes que resistir. -
Aunque estaba totalmente desmoralizado, enfrentándome a una muerte segura,
finalmente hice caso a su advertencia y me levanté cada vez que me tiraba al
suelo. En un momento dado, golpeé con mi espada y, por pura casualidad,
conseguí inutilizar la red.
-Así es, - dijo, - ¡lucha como un macho! -
Con su red destrozada, mi oponente mi oponente tuvo que entrar a matar. No
podía entretenerse y alargar más las cosas. Me dio suficiente espacio para correr,
de nuevo intentando montar un espectáculo para los clientes que pagaban.
Estaba trotando de un lado a otro contra la pared del fondo cuando me lanzó su
lanza.
82
No puedo ver realmente lo que Petra le está haciendo, pero con cada recorte de
sus tijeras, la cara de Dahlia se vuelve más feliz.
Tengo una excelente vista del trasero de Petra. Ella se retuerce y se dobla para
obtener el ángulo correcto. Estoy disfrutando del espectáculo. También lo hace
mi polla, que ya se ha dado cuenta y patalea contra su atadura.
Petra finalmente se mueve para ponerse delante de Dax y me ve.
Sorprendentemente, su cara se ilumina con una sonrisa.
-Eres el siguiente grandote. Toma asiento. - Ella indica el banco en una de las
mesas. Luego se centra en la transformación de Dax.
Veo que, aunque le ha cortado todo el pelo, le ha dejado algo de cabello que cae
artísticamente sobre la frente. Esto camufla el hecho de que su frente está
inclinada hacia atrás. Cuando termina de cortarle el pelo y de recortarle la
abundante barba, tiene un aspecto atractivo. Deben ser unas tijeras mágicas.
Ella le entrega un trozo de metal reflectante para que se vea a sí mismo; está claro
que está asombrado. Si no me equivoco, Dahlia tiene lágrimas en los ojos. Le da
las gracias varias veces y luego me saluda secamente al pasar por delante de mí
al salir de la sala.
- ¡Me encanta mi trabajo! - sonrie Petra con alegría, levantando las manos en
señal de triunfo. Lleva el pelo recogido en un moño bajo el cuello. Lleva la misma
ropa con la que la conocí, pero no son los pantalones con los que se meó. Una
amplia sonrisa ilumina su rostro; está orgullosa y feliz.
Es hermosa todo el tiempo. Es hermosa cuando está enfadada, hermosa cuando
estuvo en esa dracking cuerda, semidesnuda delante de todos esos ojos, incluso
hermosa cuando estaba sufriendo por un grueso fragmento de cristal clavado en
el pie.
Pero ahora, sabiendo como ha transformado a Dax, su belleza es luminiscente.
Miro a mi alrededor, preguntándome por un momento si tenemos suficiente
tiempo para follar aquí en esta sala común. Incluso si pudiéramos, me encuentro
con que no quiero eso.
84
Petra
Me giro para mirarle y tiene una mirada de sorpresa. Mierda, se ha dado cuenta
de mi pequeño cumplido. Eso le ha dado la oportunidad de decir algo sarcástico,
un insulto astuto para hacerme saber que es consciente de lo mucho que me
atrae y que tiene la sartén por el mango.
Pero no se abalanza sobre mí con un comentario sarcástico, sino que se limita a
sostenerme la mirada durante un largo rato. Me encuentro ignorando el
espeluznante ojo izquierdo y centrándome en el sexy ojo derecho. El que parece
cálido, acogedor, amable e interesado.
No sé cómo hemos llegado hasta aquí. ¿Cuándo pasamos del sexo rápido y furioso
en la enfermería a estas miradas largas y seductoras desde el otro lado de la
habitación?
- ¿Qué quieres que te haga? - le pregunto.
-Esa es una pregunta cargada, - su voz baja una octava y me mira intensamente,
casi sonriendo.
-El pelo. ¿Qué quieres que te haga en el cabello? - ¿Qué es esto, séptimo grado?
Mis pezones están duros y el calor se acumula entre mis piernas. Ni siquiera nos
hemos tocado y ya estoy lista para el sexo, que se está convirtiendo en mi nueva
normalidad. Mi cuerpo debe de estar loco por todas las endorfinas, o por las
hormonas del miedo, o por los aminoácidos de los viajes espaciales o por algo
científico y técnico como eso.
-Hace mucho tiempo que no me corto el pelo de forma profesional. No sé qué
está de moda, tú decides. -
-Estamos en el espacio, Shadow. ¿Crees que sé lo que está de moda en la tercera
luna de Antares? Sin embargo, puedo darte lo que creo que te quedará bien. -
-Recorta. -
Cierra los ojos. Tengo la clara impresión de que no confía fácilmente. Así que el
hecho de que cierre los ojos cuando tengo un objeto afilado a centímetros de su
cara me dice mucho.
86
-Creo que...- está buscando algo. Creo que está buscando la verdad. -Creo que
fue el momento en el callejón de Numa después de matar a los Volurians. Me di
la vuelta y tú seguías agachada detrás de mí. Estabas aterrorizada, pero me
miraste con tanta confianza. Confiabas en que te cuidaría, en que te salvaría la
vida. En ese momento decidí que quería ser el hombre que tú creías que era. -
Estoy muy feliz de que no haya un espejo ahora. Si lo hubiera, podría ver mi
expresión. Su respuesta me dejó sin palabras. Este gran y duro gladiador acaba
de abrirme una ventana a su alma. Sé, sin saber cómo, que tengo que alimentar
esto.
-Lo has sido, Shadow. Has sido ese macho. -
Nos quedamos en silencio durante el resto del corte de pelo. Demasiada emoción
para cualquiera de los dos. Retiro la sábana que lo cubre y agarro el trozo de
metal para que compruebe el corte de pelo, pero gira la cabeza y me hace un
gesto para que no lo haga.
-Confío en ti, Petra. Seguro que quedo muy bien. -
Se levanta, mira a su alrededor para asegurarse de que estamos solos y se inclina
para besarme. No los besos salvajes y reivindicativos de la enfermería, sino un
único, suave y cálido beso. Al principio, es sólo labio a labio. Siento que suelta el
aliento, que se relaja un poco. Mis manos se dirigen a sus hombros para evitar
que se aleje.
Su lengua sale de entre sus labios y se desliza por los míos. El tacto es tan suave
que me hace cosquillas y me excita al mismo tiempo. Vuelvo a sumergirme en el
placer de su lengua, que se desliza suavemente hacia delante y hacia atrás en el
borde de mi boca. Podríamos estar así durante horas, pero quiero más. Me abro
a él y su lengua entra suavemente.
La punta de su lengua explora la resbaladiza y el sabor de mi boca, igual que lo
exploro. El suave roce de su lengua me hace cosquillas en el paladar, y luego da
golpes más largos en mi lengua.
No sé cuánto tiempo nos besamos.
90
No me doy cuenta de que mis manos se mueven entre su pelo, ahora más corto,
ni de que me aprieto contra él hasta que mis pezones se endurecen y se tensan
contra su pecho.
Se retira y su lengua vuelve a rozar mis labios. Entonces me muerde suavemente
el labio inferior. Tirando de él. Chupando un poco. Y luego se aleja. Me inclino
contra él un momento, débil y necesitada, y luego me pongo de pie,
- ¿Puedo bailar contigo esta noche, Petra? -
-Oh, bailaremos, Shadow. Bailaremos. -
91
Capítulo 9
Shadow
No quiero pensar. En este momento no quiero estar vivo. Creo que el whisky ha
hecho su trabajo. Me voy a dormir.
Petra
-Esta noche, - pronuncio solemnemente, -vamos a hacer el cielo en.… el cielo en.…
esta nave. -
Zar prácticamente sale despedido de su asiento. -Todo el mundo, antes de
empezar las festividades, - levanta una mano para asegurarse de que tiene la
atención de todos. -Tengo que hacer un anuncio. En realidad, es una admisión. -
Hace una pausa. -Sé que ustedes, las mujeres, nos han enseñado sobre la
democracia y las votaciones. Agradezco la confianza que han mostrado en mí al
votarme como su líder. Y tenía toda la intención de que todos votaran en la
mayoría de los asuntos importantes cuando hubiera tiempo suficiente para tomar
esas decisiones.
-Pero tomé lo que mi Anya llamaría una "decisión ejecutiva". Necesitábamos
cambiar el nombre de nuestra nave por razones obvias. Hice que los mecánicos
pintaran el nombre en la nave. Ahora se llama “Sweet Deliverance”. -
- ¡Sí! - asiente uno de los machos, bombeando un puño.
-Sweet Deliverance, en efecto, - dice otro.
Antes de que Grace pueda empezar a tocar, el Dr. Drayke se levanta de su asiento.
- ¿Puedo tener la atención de todos? - Su cara azul está pellizcada, sus labios
firmemente apretados. Parece que tiene que decirnos que alguien ha muerto.
-Yo también tengo un anuncio. Puede que no sea el momento ni el lugar
adecuado, pero todos, excepto Axxios, están aquí. Probablemente debería
haberles dicho a todos antes. Yo... me tomé la libertad... antes del
derrocamiento...- Se detiene por completo, con la boca abierta mientras busca
las palabras. -Les di a todas las hembras una inyección para prevenir el embarazo.
Debería durar unos seis meses terrestres. -
Un murmullo bajo surge de las otras mesas. -Pensé que sería más fácil para todos
ustedes cuando llegaran a Hyperion. Habría sido mucho más difícil cuando los
separaran y vendieran si hubieran estado embarazadas de crías. -
La sala se queda en silencio por un momento. Me doy cuenta de que Zar y Anya
se miran, no puedo leer sus emociones.
98
-Sí. Les
da un nuevo significado a las palabras a Sweet Deliverance. –
Deja de bailar y se aleja de mí lo suficiente como para mover su mano entre
nosotros. Me levanta la barbilla para que pueda mirarle. Me mira solemnemente
y luego se inclina para darme dulces besos con los labios cerrados en las mejillas,
la nariz y la frente.
Parece querer decir algo, parece pensarlo mejor, luego se levanta hasta su altura
y vuelve a bailar conmigo. Esta vez estamos bailando de verdad, no sólo
avanzando, y temo que le pise los pies.
-Deja de pensar, Petra. Déjate llevar por la música. -
Lo hago, como le dije a Dax. Y funciona. Damos vueltas, completamente unidos a
la música, uno con el otro. Dejarse llevar, moverse en sus brazos, estar en este
momento es estimulante y romántico.
Entonces, de repente, Maddie insta: -Grace, tómate un descanso, tienes que
estar cansada después de tocar tantas canciones. -
En cuanto Grace termina el número y toma un sorbo de agua, una pareja tras otra
da las gracias y se despide rápidamente. Ya veo, había un método en la locura de
Maddie. Agarra a Stryker por el brazo y prácticamente lo saca por la puerta.
Rileigh y Doctore salen corriendo, de la mano.
Muy pronto sólo quedamos Shadow, Grace y yo.
-Petra, me gustaría hablar con Grace a solas un momento. ¿Puedo pasar por tu
habitación más tarde? - Me lanza una mirada derrite bragas.
-Por supuesto. - Me voy rápidamente, esperando que limpie sus viejos asuntos.
101
Capítulo 10
Shadow
Petra
Lo que sea que esté pasando con Shadow debe ser difícil. Sin embargo, me alegro
mucho de que lo haga. Me imagino que disculparse con Grace liberará alguna
parte interna de él.
No puedo esperar a que llegue. Hay tantas cosas que quiero hacerle a su cuerpo.
Tengo un plan de acción en mi mente. Sé por dónde quiero empezar y, por
supuesto, sé dónde quiero que termine. Ha estado fuera mucho más tiempo de
lo que esperaba. Si es mucho más lento, voy a tener la tentación de volver a la
cafetería y ver si hay una sangrienta escena del crimen.
Finalmente, Shadow se cuela por la puerta que había dejado parcialmente
entreabierta.
- ¿Cómo ha ido? ¿Te fue bien? -
-Fue mejor de lo que esperaba. Una especie de milagro. Ella me perdonó. No me
lo merecía. - Sacude la cabeza, -Ciertamente no me lo merecía. -
-Luego di un paseo por la nave, para... sacudirme. Estoy aliviado... y cansado. Esa
emotiva conversación con Grace me sacó más que una pelea en las arenas. -
-No hay problema grandote. Parece que necesitas recargarte. Nada de sexo
ahora, eso es lo que estás diciendo, ¿verdad? -
-Absolutamente. Una siesta rápida y haré que lo que pasó en la ducha palidezca
en comparación. -
-Bueno, tenía planeado el menú de esta noche, pero podemos cambiarlo.
Empezaremos con un aperitivo y veremos a dónde nos llevan las cosas. - El gran
gladiador no está acostumbrado a las emociones.
Le hago un gesto para que se tumbe en la cama. Se quita todo menos el
taparrabos, se mete en la cama y yo apago las luces.
Me quito los leggings y me meto detrás de él.
104
Le digo al ordenador que ponga música, pero la clase de música por aquí es una
mierda chillona que está a punto de hacerme sangrar los oídos. Así que le digo al
ordenador que se calle y me limito a rascar la espalda de Shadow. Un pequeño
roce con las yemas de los dedos, un pequeño rascado con las uñas. Se queda
dormido casi al instante.
¿Y ahora qué? No lo hago. Regla número uno de Petra: no acercarse a ningún
hombre. Regla número dos: no acercarse a nadie con quien tenga sexo. Regla
número tres: nunca, bajo ninguna circunstancia, dormir en la misma cama con un
hombre.
Tengo a un gladiador sexy, masivo y emocionalmente agotado, desmayado en mi
cama. Esto es malo. ¿Cómo lo saco? Sé que hoy ha sido duro. Sé que ha habido
algún tipo de cambio en él. Pero joder, no ha habido ningún cambio para mí. ¡Sigo
siendo yo! Sigo siendo la Petra que no confía, que no se acerca.
Me acuesto junto a él. Lo intento. Lo intento durante muchos y largos minutos de
mierda. No puedo hacerlo. Sé que cuando se despierte tendremos un sexo
estupendo, pero no puedo tolerar ni un segundo más en esta cama con él.
Necesito irme, escapar. Ni siquiera puedo escribirle una nota. No tengo papel, ni
bolígrafo, ni lenguaje escrito común. Me arrastro en silencio fuera de la cama, me
pongo las mallas y me escabullo fuera de mi habitación, cerrando la puerta tras
de mí.
Vago por la nave sin rumbo durante un rato, sin ir a ningún sitio en particular.
Oigo los sonidos de sexo detrás de muchas puertas. Es un poco surrealista
caminar así por los pasillos, sola en un barco lleno de gente emparejada.
Finalmente me dirijo hacia el puente. Después de todo, es el único lugar donde
sé que habrá un ser vivo que no forme parte de una pareja de apareamiento.
Me quedo a medio camino en la puerta, temiendo invadir el espacio de Tyree. -
¿Puedo entrar? -
-Claro. - Es casi gracioso, esta pequeña hembra con aspecto de elfa sentada en
una silla de capitán construida para un macho corpulento.
105
-Pareces muy hábil para alguien que está en entrenamiento. ¿Cuánto tiempo
llevas aprendiendo a pilotar? - Me lanzo a algún tema, cualquier tema, para evitar
que pregunte por qué estoy sola y no en mi habitación. Y desde luego no quiero
ninguna pregunta sobre Shadow.
-Sólo tenemos el control de la nave desde hace un par de semanas. Pero he
pasado casi todas mis hoaras de vigilia en el puente durante el último año. –
- ¿Cuál era tu trabajo? –
-Sirviente, como todos los demás. Supongo que debería decir que lo era. Lo he
sido desde que tenía siete años. Es difícil entender la libertad.
-Fui la mascota del capitán. Tengo... habilidades psíquicas. No muchas, - se
apresura a añadir, -sólo tenía las suficientes para ayudarle con su ansiedad. Me
quería a sus pies todo el día aquí en el puente para ayudarle a calmarse. Me hacía
ponerme a los pies de su cama por la noche para ayudarle a dormir. -
Debió ver la sorpresa y el completo disgusto en mi cara. - ¿Te acostaste en el suelo
a los pies de su cama para ayudarle a dormir? ¿Ese era tu trabajo? -
-Sí, ridículo, ¿eh? -
-No sé si es ridículo, ¿qué tal una mierda? ¿No te trató como una persona? -
-No. A sus ojos, era, en el mejor de los casos, una mascota, en el peor, un
sirviente. Puede que incluso pensara que me trataba con amabilidad. Todavía
estaba a bordo de esta nave hasta hace unas houras de la Tierra. -
- ¿Qué? ¿Es uno de los tipos que conozco? - Mi estómago se tambalea con la idea
de que podría haber compartido una comida con este imbécil.
-Oh no. La mayoría de la tripulación murió en el derrocamiento. El capitán y dos
del equipo de limpieza quedaron vivos. Los encerramos en las mismas celdas
donde estaban todos tus amigos antes de la rebelión. Les echamos las mismas
barritas de comida que nos echaban a nosotros para comer.
-No queríamos matarlos. No parecía correcto. El Dr. Drayke descubrió cómo
drogarlos para que duraran dos días, quizá tres, en un sueño profundo.
106
-Esperamos hasta que estuvimos a punto de dejar Numa. Los machos los sacaron
de la nave y los escondieron en una bahía de carga en las afueras de la zona de
atraque. Si tenemos suerte no los encontrarán durante días y para entonces
estaremos en otro sistema estelar. -
-Suenas bastante preocupada por su seguridad. Suena demasiado bien para
ellos.-
-Honestamente, Petra, todos estamos tan felices de ser libres. Sweet Deliverance
es el nombre perfecto para esta nave. Estamos siendo liberados de tantos años
de miseria. Casi todos han encontrado a alguien a quien cuidar. Zar y Anya han
encontrado alguien a quien amar. No queremos aferrarnos a la ira y al odio. Sólo
queremos vivir nuestras vidas sin interferencias. –
-Nadie merece la felicidad más que todos ustedes. -
- ¿Y tú, Petra? ¿No mereces ser feliz? -
¿La merezco? ¿Siquiera sé lo que es la felicidad? Mi terapeuta y yo podríamos
tener una buena y larga charla sobre este tema. Excepto que nunca la volveré a
ver. Dice que tengo un trastorno de estrés postraumático por haber estado en la
guerra cuando era niña. Pero he estado en Estados Unidos desde el jardín de
infancia. Todo eso ha quedado atrás. Soy totalmente estadounidense, salvo por
el más mínimo vestigio de acento, y ni siquiera pienso en haber estado petrificada
y hambrienta y casi sin hogar cuando era una niña de preescolar. Bueno, casi
nunca.
¿Merezco ser feliz? Eso es un sí absoluto. ¿Sé cómo sería? No tanto.
Todavía estoy sumido en mis pensamientos cuando Tyree se queja. No es uno de
esos pequeños gemidos de "me he golpeado la espinilla". Es un grito de "creo que
me estoy muriendo". Se dobla de dolor y grita aún más fuerte, luego se desliza
fuera de la silla y en el suelo. No tengo ni idea de lo que está ocurriendo; esto
está por encima de mi nivel.
Sigue consciente. - ¿Cómo comunico al médico, Tyree? ¿Comunicar al doctor? -
Lo digo más alto para que se oiga por encima de sus gemidos.
107
Capítulo 11
Petra
-Perdona que me haya quedado dormido sobre ti antes. Dijiste que ya tenías
planeado el menú. Me muero de hambre. ¿Cuál es el aperitivo? -
-El aperitivo fue hace horas, fue un raspado de espalda. El plato caliente está
hecho. - Intento desabrochar su taparrabos y me quedo perpleja. - ¿Qué tan
complicado es este maldito asunto? -
-Muchos vericuetos, pequeña Pet. ¿Quieres ayuda? -
-Claro que sí. Mientras tú trabajas en eso, yo empezaré con el siguiente plato. -
No sé cómo he subido tan rápido, pero estoy frotando las palmas de mis manos
por sus flancos y luego las deslizo por sus pectorales. Mis dedos y pulgares
pellizcan sus pezones mientras espero impacientemente a que se libere.
-Es una polla magnífica, - le digo en cuanto se pone en pie y orgullosa. Mis rodillas
tocan el suelo. Me muero de ganas de probarla.
-El otro día insististe mucho en que los preliminares fueran adecuados, - me
regaña.
-El mero hecho de tenerte en la misma habitación me excita. - Mierda, debería
aprender a no repartir cumplidos como si fueran caramelos. Se le suben a la
cabeza.
Lo oigo reírse por encima de mí. Luego oigo su rápida respiración cuando le lamo
la cabeza de su pene. Ya tiene una gota de pre-semen, que es ligeramente dulce.
-Mmmm, - le digo en señal de agradecimiento, y luego vuelvo a la tarea que tengo
entre manos.
No necesito exactamente un libro de estrategias, pero esta cosa es grande;
demasiado grande para "llegar al fondo de las cosas", por así decirlo. Lamo la
corona, hago girar mi lengua a lo largo de la cresta y luego chupo. Sé que he
encontrado su punto de felicidad cuando gime tranquilamente en el fondo de su
garganta. Puedo hacerlo mejor.
Succión y un remolino ocasional alrededor del borde, más succión. Todavía no me
he movido más allá de su eje.
112
Gimo, más fuerte de lo que creo que he hecho nunca, durante todo el tiempo que
dura este orgasmo alucinante. Cada músculo de mi cuerpo se tensa y se libera en
interminables espasmos de éxtasis.
Incluso después de que mi orgasmo haya terminado, él se queda ahí, con sus
dedos todavía dentro de mí. Su boca ya no me chupa, pero sigue aferrado a mi
clítoris, listo para arrancarme otra ráfaga de placer si vuelvo a acelerar. Y lo hago,
varias veces.
Cuando me siento completamente saciada, lo animo a levantarse hasta que se
tumba de lado junto a mí. Lo beso, con fuerza, con desesperación, diciéndole con
mis acciones lo fabuloso que ha sido. Me saboreo en él. Esto se siente
profundamente personal, lo que hace que mi pecho se apriete por la ansiedad.
Aparto esas emociones, me agacho y encuentro su polla dura como una roca. No
se ha liberado. Doblo la rodilla y la apoyo en su cadera.
-Petra, te deseo. Estoy desesperado. Quiero estar dentro de ti, - dice ronco.
-Tómame. - Me he recuperado lo suficiente del último orgasmo como para estar
preparada de nuevo.
Estoy tan resbaladiza que él desliza su magnífico miembro dentro de mí con
facilidad en unos cuantos empujones profundos y duros, y luego me pone de
espaldas mientras se mueve conmigo.
Está encima de mí, con su peso sobre las rodillas y las manos. No es tímido, me
mira a los ojos mientras marca el ritmo. Cierro los párpados y me sumerjo en mi
burbuja protectora de placer. Sus manos se deslizan por detrás de mi culo,
anclándome para que estimule mi clítoris con cada movimiento profundo y duro.
Paso de estar totalmente saciada a estar desesperada de necesidad en cuestión
de pocos minutos. Mi deseo aumenta; con cada penetración quiero más.
Mis caderas presionan hacia arriba con cada uno de sus empujes hacia abajo. Tiro
de su culo hacia mí en cada golpe, añadiendo más presión. ¿Cómo puedo estar
tan desesperada por liberarme cuando acabo de correrme?
Noto cómo se le pone la piel de gallina.
116
Entre lo físico del acto y el esfuerzo de aguantar durante tanto tiempo, está
sudando, y sigue aguantando hasta que me corro de nuevo. Me doy cuenta de
que está más que preparado, al igual que yo. Entonces me permito una deliciosa
liberación, dejándome llevar y cayendo en el puro placer de un orgasmo que
parece empezar desde dentro y salir hacia fuera. Cada músculo de mi cuerpo se
aprieta en espasmos de exquisito clímax.
Mi orgasmo desencadena el suyo. Sus músculos se contraen, su respiración
aumenta, sus dientes se aprietan mientras su ritmo se acelera. Deja escapar un
sonido de placer, un gruñido suave y saciado. Un gran elogio, sin duda.
Unos instantes después, nos tumba de lado, con los pechos de ambos agitados
por el esfuerzo. Me acerco a él para tocarle el pelo, que está húmedo de sudor. -
Hombre sexy. Ha trabajado mucho, - digo, reconociendo que soy incapaz de
hablar con frases completas en este momento.
Me acaricia el pelo, sonriendo. -Tú también. –
-Me gusta tu sonrisa, Shadow. Te queda bien. -
-Mmmm, - es todo lo que puede responder. Supongo que los hombres de toda la
galaxia hacen lo mismo después de un maratón de sexo. Todo lo que quieren
hacer es dormir.
Aunque no puedo quejarme, también estoy definitivamente cansada y con sueño
ahora. Simplemente tengo que pensar en cómo librarme de su pesado brazo
alrededor de mi cintura.
-Me tengo que ir, - digo, con un tono casual y alegre.
-Mmm. ¿A dónde vas? - Su voz es difusa, suave.
-A dormir. Voy a mi habitación. -
-Quédate aquí. Te mantendré caliente. - Parece mimoso y cómodo, con el pelo
despeinado. Una parte de mí quiere quedarse aquí y deslizarse en el país de los
sueños. Pero no, no puedo hacerlo. No puedo tolerarlo.
117
Shadow
Capítulo 11
Shadow
Mi plan para evitar a Petra ha sido un desastre. Llevo dos días intentando evitarla.
Debería haber sabido que, aunque todas las demás mujeres a bordo ni siquiera
considerarían oscurecer la puerta del ludus, Petra prácticamente ha acampado
aquí.
Encontró una cuerda en algún lugar a bordo y pidió a Dax y Theos que la colgaran
en las vigas. Ella ha estado aquí toda la mañana practicando sus movimientos.
Parece que lo que hizo en el Golden Pussy fue un juego de niños comparado con
algunas de las maniobras que está realizando aquí. Está completamente vestida
con sus pantalones negros ajustados y una camiseta negra que tiene palabras con
una serpiente voladora. Eso no significa que sea menos seductora que cuando
estaba semidesnuda en el bar.
Estoy usando un autocontrol supremo para no matar a todos los hombres del
ludus. Todos intentan no mirar. Estoy seguro de que pueden oler mi rabia, pero
no pueden apartar los ojos de ella. ¿Quién podría? Ningún hombre en la galaxia
podría ver lo que está haciendo y no encontrarlo sexy.
Se me pasan por la cabeza todo tipo de cosas, desde matarlos a todos en un
ataque de rabia, hasta cortar esa cuerda de dracking, pasando por sacarla de esa
cosa y montarla en una de las colchonetas del suelo aquí mismo, delante de
todos.
Pero sigo añadiendo pesos a mi mancuerna, con los músculos doloridos por el
esfuerzo, y tratando de apartar la vista. Lo cual, por supuesto, no puedo.
Estoy tumbado de espaldas en el banco de pesas; un ciego con un bastón podría
ver mi erección a cincuenta pasos. Tengo que irme. Pensaba que el ludus sería mi
salvación para el tiempo que tardaré en recuperarme de este desastre de Petra.
Ha resultado ser mi ruina.
120
-Vengan, en las sillas, - dice Zar cuando llegamos al puente. El Dr. Drayke ya está
aquí. -Adelante, doctor, póngales al día. -
-Hola, - comienza amablemente, y luego se lanza. -Estoy muy preocupado por
Tyree. No lo está haciendo bien. No se está recuperando. En todo caso, está
empeorando. Durante un día más o menos se desvaneció y perdió la conciencia.
Ahora está inconsciente. Está tan enfermo que no quería dejarlo solo. Le he
pedido a Grace que se siente junto a su cama y me avise si su estado empeora.
-He investigado en su planeta natal y no encuentro nada; no tienen tecnología,
no están conectados a la base de datos intergaláctica. No encontré comparables
en la literatura. Estamos forjando un nuevo territorio aquí. Sin embargo, creo que
he descubierto algo en su análisis de sangre. Si mi hipótesis es correcta, podría
responder a un compuesto hecho de la flor del árbol vulcana. No voy a entrar en
la investigación ni en la química, sólo diré que creo que una tinta de esta droga
podría ser la única esperanza de Tyree. -
-El capitán Zar y yo hemos mirado las cartas estelares, - interviene Axxios, el
piloto. -La vulcana sólo crece en tres planetas de la galaxia conocida. Por suerte,
estamos a menos de un día de Ortheon II, que tiene varias arboledas masivas de
vulcana. Este planeta no es un destino para nadie más que las grandes compañías
mineras. Es remoto pero rico en mineral. Los propios habitantes son poco
sofisticados, sólo han sido visitados por civilizaciones más avanzadas en los
121
Petra
Capítulo 13
Shadow
Mierda, ¿acabo de sonar como una mujer de dieciséis años? Espero que haya
sonado enfadado y sarcástico en lugar de petulante y herido.
-Eso no es justo. -
- ¿No es justo decir la verdad? - Pregunto. - ¿O he tergiversado algo? -
-Es que...-
- ¿Me equivoqué al decir que te gusta el sexo o me equivoqué al decir que no
quieres nada más conmigo? Sólo házmelo saber y me rectificaré. -
-Bueno, me gusta el sexo, Shadow. Eso es obvio. Estás... dotado. - Le lanzo una
mirada cortante. -Y tú me gustas. Pero no quiero deberle nada a nadie. No quiero
expectativas ni exigencias. Quiero hacer lo que quiera e ir donde quiera y no me
gusta dormir con nadie. Nunca. -
Ella se ha puesto en pie, con las fosas nasales abiertas por la ira.
-Si es por esto por lo que querías hablar, creo que podemos cerrar la
conversación. Te has explicado perfectamente y te he escuchado. Yo no pedí esta
misión contigo, Petra. Recojamos las flores de drack y salgamos de este planeta
de mierda antes de que el cártel nos capture y nos mate o esclavice.
-Cuando volvamos a la Deliverance necesitaremos un horario para el ludus, - mi
voz es contundente. -No quiero encontrarte allí. Iremos a las horas
preestablecidas. No necesito comer en el comedor. Así no tendrás que
preocuparte por encontrarte conmigo en ningún sitio. Podemos evitarnos y vivir
nuestras vidas. -
-Nada me gustaría más. - Lanza la cabeza y mira por la ventanilla lateral, evitando
mi mirada durante el resto del vuelo.
Tardo más de lo que esperaba en llegar al pie de la arboleda de vulcanas y aún
más en forjar un sendero hacia la montaña. Los árboles son tan espesos que el
pequeño volador no llega muy arriba antes de tener que aparcar y viajar a pie. Sé
que me enfadé con Dax por llamar la atención de Petra haciéndole esas botas,
pero no podría hacer esto sin ellas.
129
Esta montaña puede ser hermosa desde lejos, pero parece formidable para
escalar. Está casi en línea recta, y hay rocas escarpadas entre nudosas raíces de
la vulcana. Tardamos horas en avanzar lentamente hacia la cima.
Tuvimos que parar varias veces para recuperar el aliento. Ambos llevamos
mochilas, la mía está llena de agua. La raciono; no quiero que nos la bebamos
toda antes de llegar a la cumbre.
Cada vez que nos detenemos hago un inventario de Petra. Tomo nota de su
coloración, de lo agitada que es su respiración, del estado de sus botas. Ha
tomado prestada la camiseta de manga larga de otra persona, lo cual es bueno
porque ya está rasgada en varios lugares por las ramas espinosas. Le proporcionó
más protección que la de manga corta que siempre lleva. Por lo demás, va bien.
Demasiado bien, en realidad, porque es tan increíblemente hermosa que me
cuesta quitarle los ojos de encima. Que es lo último que quiero que note.
Ella es la primera en ponerse en pie tras nuestra breve pausa, instándonos a subir.
-Quiero terminar esto antes de que anochezca. No puedo hacer esto en la
oscuridad. -
Y nos ponemos en marcha de nuevo.
Finalmente, llegamos lo suficientemente alto en la montaña para ver los pálidos
brotes que estamos cazando. Ahora todo lo que tiene que pasar es que Petra se
suba a un árbol de unos ochenta fiertos de altura, recoja suficientes brotes para
llenar una mochila, y vuelva a bajar. Sin escalera, sin cuerda, sólo puro músculo,
habilidad y voluntad. No hay nada que hacer.
Estoy cabreado conmigo mismo por haber aceptado que Petra hiciera esto. Pero
me doy cuenta de que no tengo ningún control sobre lo que ella hace. Si supiera
que por una mínima pensé que podía tomar esta decisión por ella, me cortaría
en pedazos con esa lengua furiosa que tiene. Ella toma sus propias decisiones y
está de acuerdo con esto.
130
Petra
El terror late como agua helada por mis venas. De pie, mirando hacia arriba, no
puedo ver hasta las copas de los árboles. Aprieto la boca hasta convertirla en una
fina línea, y reprimo mis facciones para que Shadow no vea el miedo que amenaza
con paralizarme. Antes del Golden Pussy no había practicado con la cuerda en
meses.
A pesar de lo que pueda parecer cuando me arrastro por la cuerda, no soy un
mono. No tengo ninguna habilidad especial para trepar por los árboles.
Sólo con caminar por el sendero ya me han atrapado varias espinas de unos dos
centímetros de largo y afiladas como cuchillos. Miro al árbol que he elegido; éste
es el más fácil, y aun así es formidable. Trepar por este árbol va a ser un suplicio.
Saco la pistola de mi mochila para aligerar la carga, pero Shadow me ve y sacude
con rabia la cabeza.
-No vas a salir de mi vista sin tu arma. - Es una orden.
Genial, ¿qué es un kilo más que llevar a la espalda cuando subes un árbol de diez
pisos?
Me concentro en el dulce olor de las flores. Me recuerda a la madreselva de mi
país. Tengo que prestar atención a cada punto de apoyo y a cada posición de mis
manos. Es un trabajo duro y lento.
No miro hacia abajo durante mucho tiempo. Cuando por fin lo hago, Shadow se
ve diminuto, pero no estoy ni cerca de la copa del árbol, donde florecen los brotes
perfectos.
Cuando por fin llego a la cima, me doy cuenta de que tengo cortes y sangre por
todas las manos. También tengo cortes superficiales en los brazos y los muslos.
Miro hacia abajo: Shadow ha desaparecido. Ha sido borrado por una explosión
de flores púrpuras.
131
Shadow
Ya no puedo ver a Petra. No hay nada que pueda hacer aquí abajo más que vigilar.
Tengo mi espalda contra un árbol, pero eso es lo más protegido que puedo estar.
El follaje del suelo es tan espeso y estamos tan adentrados en el propio bosque
que sólo puedo ver metro y medio delante de mí.
Estoy preocupado por Petra. Se veía tan pequeña subiendo a ese árbol, cada vez
más alto hasta que la perdí de vista por completo. Estoy enfadado con Zar por
haberle pedido que haga esto. ¿Se dio cuenta de que estamos arriesgando su vida
para salvar la de Tyree? Si ella se cayera desde esa altura estaría muerta al
instante. Estoy enfadado conmigo mismo por no haber protestado más
enérgicamente contra este plan desde el principio.
¿Percibo movimiento por el rabillo del ojo? Hay tantos árboles aquí que podría
haber una tribu de lugareños acercándose y nunca los vería. Manteniendo la
espalda apoyada en el árbol, giro, mirando en todas las direcciones. Desenfundo
mi arma y mis ojos van de izquierda a derecha y viceversa. Sigo sin ver a nadie,
pero oigo pasos. Antes de que pueda apuntar y disparar, me dan.
132
Capítulo 14
Petra
No he podido ver el mono azul de Shadow a través del follaje durante unos quince
minutos, quizá media hora. Por fin he llegado lo suficientemente alto como para
alcanzar los brotes más pálidos, que era mi misión. Me sangran los dedos en
numerosos lugares, a causa de las espinas y la áspera corteza. Por mucho cuidado
que tuviera, no pude evitar algunos de los rasguños y cortes que sufrí. No puedo
creer que a ninguno se le ocurriera traer guantes.
También estoy cansada. Esta subida ha supuesto un esfuerzo increíble. Entre eso
y la adrenalina, me tiemblan las manos. Oh, bueno, tengo que recoger flores.
El doctor me pidió que llenara toda la mochila. ¿Tiene idea de cuántos capullos
son? Cada uno es del tamaño de un pendrive pequeño. Necesitaré cientos de
ellos para llenar la mochila. Hago lo que me dicen. Aunque no conozco bien a
Tyree, no fue más que amable conmigo. Quiero salvar su vida.
Pensé que Shadow me llamaría para ver cómo estoy, pero ha estado en silencio.
Probablemente no quiere asustarme o distraerme. Eso es bueno, tengo que
mantener mi mente en el trabajo y hacerlo.
Llevamos todo el día con esto y está oscureciendo. Miro hacia los soles gemelos
y veo que uno de ellos ya se ha puesto. Mierda, ese segundo sol va a caer como
una piedra cuando pase detrás de las montañas. Me doy cuenta de que no tengo
mucho tiempo. No podré bajar con seguridad en la oscuridad. Será imposible.
Me doy cuenta de que contengo la respiración con miedo, conteniendo a duras
penas un grito de pánico. No me importa si la mochila está llena o no. La cierro,
me la pongo y empiezo a bajar del árbol tan rápido como es posible sin peligro.
No me he detenido a tomar un trago de agua y me doy cuenta de que tengo la
boca muerta de sed, pero no tengo un momento libre para perderlo. No tengo
intención de pasar la noche en este árbol, y sé que me matarán si sigo
descendiendo al anochecer.
133
Cada vez soy más descuidada con mis asideros a medida que la luz del sol se
desvanece. Sólo quiero bajar. Había imaginado que bajar sería mucho más fácil
que subir, pero me he equivocado. Tengo que tener el mismo cuidado. La sangre
que me mancha las manos me hace resbalar a veces, y encontrar puntos de apoyo
estables es imprescindible.
Por un momento aterrador, pierdo el agarre. Me agito salvajemente y, por suerte,
me agarro a una rama espinosa antes de caer ocho pisos abajo. No tengo ni un
momento para recuperar el aliento o esperar a que mi pulso disminuya después
de esa experiencia cercana a la muerte. Manteniendo la atención en mis manos
y pies, sigo bajando.
Finalmente, veo el suelo; unos minutos más y estaré a salvo. Memorizando mi
ruta, creo que puedo hacerlo incluso en la más absoluta oscuridad. No veo a
Shadow, pero no quiero tardar un segundo más en buscarlo. Podría estar en los
arbustos orinando por lo que sé. No puedo esperar a pisar suelo firme.
Salto los últimos metros y resisto el impulso de besar la tierra. ¿Dónde está
Shadow? El corazón me latía antes con miedo, preguntándome si tendría que
escalar los últimos seis metros en la más absoluta oscuridad, pero ahora se me
acelera al máximo. ¿Dónde está? Tiene que haberme oído revolverme entre las
hojas al bajar. ¿Por qué no está aquí echándome la bronca por haberme tomado
mi tiempo?
Lo llamo. No responde. Miro alrededor de la pequeña zona abierta donde estaba
parado. Está casi totalmente oscuro, pero aprovecho los últimos momentos de
luz solar para inspeccionar en busca de pistas. Veo unas pequeñas gotas de sangre
y, ahora que lo busco, hay un rastro manchado en la tierra donde parece que
arrastraron un cuerpo grande y pesado. ¡Shadow ha sido herido! Una punzada de
miedo me llega directamente al corazón. ¿Está muerto? No creo que haya
suficiente sangre para que esté muerto. Debe haber sido arrastrado. Tengo que
encontrarlo.
Levanto la muñeca para comandar la nave. El dispositivo está destrozado.
Completamente muerto. Puedo decir con sólo mirar que está tostado.
134
No tengo ni idea de por qué se le fue arrancado, pero el hombre al que estaba
unido no está aquí. Tengo que creer que aún está vivo.
Sigo avanzando por un camino que no puedo ver. No quiero pensar en todo lo
que temo. Intento seguir caminando y poner mi mente en pausa. Eso funciona
durante unos doce segundos, luego vuelvo a estar en modo de preocupación.
En primer lugar, seamos sinceros, esto es una tontería. ¿Cómo diablos voy a
encontrar a Shadow si no sé en qué dirección se fue? ¿Y si lo encuentro? Mi
mente se sumerge en una verdadera madriguera pensando en todos los
problemas que podrían estar esperando cuando lo encuentre. Como una tribu de
furiosos guerreros armados. O bestias que gruñen.
¿Y si no lo encuentro? No tengo unidad de comunicaciones. ¿Cómo me
encontrarán los del Deliverance? Sé que a ninguno de ellos le gusta la Shadow.
¿Les gusto lo suficiente como para buscarnos? ¿Podría quedarme varada en este
planeta olvidado de la mano de Dios para siempre? Intento calmar ese miedo
recordándome a mí misma que a todo el mundo parece gustarle Tyree y que estos
brotes son para él.
Ah, bueno. Tengo un arma y tengo un plan, aunque no sea mucho. Tendré que
seguirlo.
Por fin me permito pensar en lo que he estado evitando más que nada: Shadow.
Sé que debería pensar en mi seguridad y en salir de este apuro, pero lo único en
lo que quiero pensar es en él. Sé que está herido, he visto su sangre. Dudo que
esté muerto, si hubieran querido matarlo habrían hecho precisamente eso y
habrían dejado el cuerpo. Lo querían para algo, así que tengo que suponer que
sigue vivo.
Una oleada de alivio me recorre mientras me concentro en esto: Shadow sigue
vivo. Y eso me alegra tanto que empiezo a llorar. Soy Petra, mujer de acero. Tengo
sexo, no amor. No me enamoro de la gente. No duermo con la gente. Soy una
isla. No necesito a nadie. No bajo la guardia. No confío. Y no me acerco. Y, sin
embargo, aquí estoy. Preocupada por Shadow.
136
Pueden tardar una hora en moverse tres metros, pero siguen avanzando. Eso es
lo que voy a hacer. Porque estoy seguro de que Shadow, mi Shadow, está en esa
cueva.
Shadow
Capítulo 15
Petra
Llevo mucho tiempo sin ver actividad en la cueva, así que avanzo más rápido de
lo que había previsto. Estoy al pie de la enorme pared de piedra en la que está
tallada la cueva.
Esto me recuerda a las aldeas de los nativos americanos, que construían sus
viviendas en las paredes rocosas. Fabricaban escaleras para entrar y salir y las
metían en sus refugios por la noche para que los intrusos no pudieran invadirlos.
Bueno, estoy segura de que soy una intrusa, y maldito sea si no tiraron de su
escalera. La cueva está a unos cuatro metros del suelo. Voy a tener que escalar la
pared. La cara de la roca es bastante lisa; será difícil encontrar asideros. Será
especialmente difícil hacerlo en la oscuridad, llevando una mochila, con una
pistola en la cintura, las manos ya sangrando, en completo silencio.
Oh, bueno, nada es fácil. Me recuerdo a mí misma que Shadow está ahí arriba.
No tengo tiempo de pensar en por qué mis manos se aprietan con angustia sólo
de pensar que Shadow este herido o siendo torturado allí arriba... o muerto.
La tenue luz del fuego ilumina aquí fuera y visualizo mi ascenso. Mis manos son
un completo desastre. Están sangrando y sufren un dolor constante. No hay nada
que pueda hacer para evitar más daños mientras escalo la dura cara de esta roca.
Me paro en el suelo y me imagino cada asidero que tomaré desde mi primer salto
del suelo hasta estar al nivel de la abertura de la cueva. Entonces tendré que
hacer palanca con mis pies a través de la entrada, agarrar el arma y empezar a
disparar si es necesario para rescatar a Shadow.
Y entonces mi cuerpo sigue el plan que acabo de visualizar. Mis manos ya están
palpitando, y cuando salto para agarrar el primer asidero, el dolor me atraviesa
como las llamas.
Sigo adelante.
Mano derecha, mano izquierda, un pequeño tirón a la izquierda y subo.
140
Tengo que subir más alto que el suelo de la cueva; tengo que estar por encima de
ella para poder balancearme directamente y caer de pie dentro. Ignoro la agonía,
ordenando a mi cerebro que no permita que las señales de mis manos lleguen a
mis receptores del dolor. Eso hace que este proceso sea soportable.
Mis pies están ahora unos centímetros más altos que el suelo de la cueva y me
dispongo a columpiarme dentro. Me cuelgo de una mano, con los dedos de los
pies metidos en las grietas casi inexistentes de la pared de roca, mientras agarro
con cuidado mi arma.
Shadow
Dejo que mi ojo derecho se abra una micra. Mi prótesis ha desaparecido, no tengo
visión en el ojo izquierdo. Ya lo sospechaba. Drack, si alguna vez tengo la
oportunidad de luchar contra ellos, no tendré percepción de la profundidad, así
como tampoco brazo izquierdo.
-Vamos a despertar al hijo de puta, Brun. Vamos a divertirnos, - la voz de Mang
se entusiasma ante la perspectiva.
- ¿Qué tienes en mente? -
-El folleto dice que se le busca vivo; no dice que tenga que estar en buena forma.-
Los dos se ríen. Los oigo arrastrar los pies por el suelo de roca. Intento contener
el miedo que me recorre. Me han apuñalado y golpeado innumerables veces en
la arena, pero no creo que eso sea lo que estos hombres tienen en mente. La
palabra "tortura" atraviesa mi cerebro. Mi estómago se retuerce de miedo.
- Hay un montón de viejas ramas de árbol apiladas en la parte trasera de la cueva.
Podríamos calentar las puntas y pincharlo. Un poco de fuego podría despertar al
bastardo. Entonces nos divertiremos de verdad. -
Aceptaré con gusto el dolor si eso mantiene sus mentes primitivas centradas en
mí.
141
Sería terrible que empezaran a preguntarse por qué estoy aquí y si he tenido un
compañero de viaje. No quiero que busquen a Petra. Dioses, la idea de que la
lastimen es peor que cualquier cosa que puedan hacerme.
Petra
Mi agarre en esta pared vertical es peligroso con un arma en una mano. Oigo
voces masculinas riendo y burlándose en el interior. Parecen dos voces, ninguna
de las cuales pertenece a Shadow.
Oigo un grito de dolor intenso y luego un gemido largo y grave. Sin pensarlo
conscientemente, paso a la acción. Giro a la derecha y aprovecho el impulso para
lanzarme a la izquierda hacia la cueva; saco mi arma y evalúo la situación.
Veo a dos hombres humanoides con palos cuyos extremos brillan al rojo vivo. Se
ciernen sobre una figura atada en el suelo. No necesito ver nada más para saber
que es el momento de disparar mi arma.
El de la izquierda está en el suelo inmóvil antes de que ninguno de ellos sea
plenamente consciente de mi presencia. Matar al segundo es cosa de un
momento.
He visto suficientes procedimientos policiales en la televisión para saber que
debo mantener mi arma desenfundada mientras inspecciono todo el espacio. El
fuego que arde en el centro de la cueva ilumina casi todos los rincones y me
aseguro de que no hay nadie más al acecho en las sombras.
Cuando me aseguro de que no hay más de esos bastardos, me apresuro a volver
con los dos y les disparo dos veces más a cada uno. Quiero asegurarme de que
ambos están bien y muertos.
Es ahora cuando me apresuro a acercarme a Shadow, que está fuertemente
atado y tumbado en el suelo.
142
- ¡Shadow! Oh, Dios mío. ¿Shadow estás vivo? - Contengo un grito mientras mis
emociones me alcanzan. Se me cierra la garganta y la boca se me cierra hacia
abajo. ¿Está muerto? Por favor, que esté vivo.
-Vivo, Pet, - su voz es rasposa, casi un susurro. No oigo ninguna de sus habituales
bravuconadas ni su tono socarrón, sólo miedo, y quizá algo de alivio.
Hago un inventario de la escena. Tiene los pies atados y tirados hacia atrás con
tanta fuerza que los talones casi le tocan el culo. Tiene la muñeca derecha detrás
de la espalda y atada a los tobillos. Su piel, normalmente bronceada, parece
pálida a la luz del fuego.
Me agacho junto a él y le beso la parte superior de la cabeza. - ¡Estoy feliz de que
estés vivo! -
No dedico más que un momento a mirar a mi alrededor en busca de un cuchillo.
No quiero perder un tiempo precioso buscando uno. Agarro uno de los palos con
las puntas rojas y brillantes y lo toco con cuidado en una de las cuerdas ensartadas
entre los tobillos y el cuello. Cuando la cuerda arde, me permite desatar todo y
poner a Shadow de lado.
Sus movimientos son lentos. Sus músculos deben estar ardiendo por haber sido
arrastrado a una posición tan contorsionada durante tanto tiempo. Es débil y
torpe mientras se frota, intentando que la sangre se mueva hacia sus células
privadas de oxígeno.
- ¿Estás bien? - pregunta, lanzándome una mirada de preocupación.
-Acabo de rescatarte, Shadow. Sí, estoy bien. ¿Y tú? -
-He estado mejor. - Intenta sonreír, pero es sólo una mueca tensa.
-Estaba tan preocupada por ti. ¿Cuánto te han herido? - Veo tres quemaduras,
cada una del tamaño de medio dólar, cerca de sus costillas. Mis cejas se fruncen
en señal de preocupación.
-Estaré bien, me han herido mucho más. Has llegado justo a tiempo. No estaba
seguro de que fuera a salir vivo de esto. Gracias, Pet. -
143
Shadow
Si tuviera una lista de cosas que nunca creí que fueran a suceder en mi vida, que
Petra me besara el ojo con ternura anoche es más improbable que el hecho de
que me convierta en un macho libre. Sinceramente, no tengo ni idea de por qué
lo hizo. Estos últimos días con Petra y mi disculpa a Grace desencadenaron una
gran transformación en mí. Algo debe haberle ocurrido a Petra para provocar un
cambio en ella también.
El cielo es gris rosado; la primera luz del amanecer está rayando el cielo. Mi brazo
rodea la cintura de Petra; su trasero se acurruca firmemente contra mis caderas.
Mi polla se ha dado cuenta de ello. Está profundamente dormida, lo que
demuestra que se equivoca en su insistencia en que es constitucionalmente
incapaz de acostarse con otra persona. Curiosamente, no tengo ningún deseo de
restregárselo por la cara; mis únicos deseos son mantenerla a salvo y aliviar su
carga.
Noto cómo Petra pasa del sueño a la vigilia, aunque no ha movido ni un músculo.
Se da la vuelta para mirarme y sonríe perezosamente.
-Ayer creí que habías muerto. Estaba muy preocupada. - Me presiona la palma de
la mano en la mejilla, en mi lado malo. No parece disgustarla. - ¿Piensas en cómo
conectar de nuevo con la nave? -
-Tenemos que irnos pronto. Esos hombres estaban dispuestos a entregarme al
cártel de MarZan por un millón de créditos. Dijeron que no habían informado de
mi paradero, pero tenemos que arrastrar el culo. Localicemos el volador, espero
que no haya sido canibalizado para obtener piezas. Volveremos a la agencia de
alquiler y encontraremos la forma de llamar a la nave. -
Petra
En cuanto pasamos por encima de los cadáveres que Shadow arrojó por la borda,
salimos al trote. Fue laborioso abrirnos paso a través de la arboleda de vulcanas,
con las espinas rasposas y las raíces nudosas de los árboles que ralentizaban
nuestro paso.
Estoy frenéticamente preocupada por el cartel. Parece que son despiadados y
están sedientos de sangre. Saber que tienen una recompensa por las cabezas de
mis amigos hace que mi corazón lata de miedo.
Ahora que nos acercamos al volador, Shadow corre hacia él. Se apresura a
comprobarlo y parece aliviado un momento después cuando dice: -Está bien. No
ha habido ningún intruso. -
Se toma un momento para buscar su ojo protésico y su comunicador, pero eso es
una tontería.
Hay muchas cosas que quiero decir. Quiero hablar de por qué le pedí dormir con
él anoche. Voy a tener que explicar que sólo estaba asustada y fría y estresada al
máximo, pero que nada ha cambiado entre nosotros. No quiero una relación. No
quiero a nadie a quien tenga que rendir cuentas. Soy un espíritu libre, no me
acerco, no confío.
Se me aprieta el pecho por la culpa. Probablemente debería disculparme por dar
tantos mensajes contradictorios, pero la propia disculpa sería otro mensaje
contradictorio. Me siento en silencio durante todo el trayecto.
El tipo del lugar de alquiler de voladores intenta cobrarnos por cuatro veces el
precio original porque lo dejamos fuera durante la noche. Shadow le explica que
nuestros amigos tienen los créditos y le pide que use su equipo para llamar a la
nave. Cuando cinco gladiadores musculosos y armados salen de la nave para
recogernos, el alienígena cambia rápidamente de opinión y nos dice que no
tengamos en cuenta el recargo.
Mientras subimos a la nave, Shadow informa sobre el cártel y el precio de su
cabeza: todas sus cabezas. Dax comunica a Axxios, el piloto, y siento que la nave
vibra, despega y entra en el hiperespacio antes de que Shadow y yo salgamos del
muelle de entrada.
148
Capítulo 16
Shadow
Me parece obvio que los cogollos de lavanda de esa mochila no van a salvar la
vida del hombre moribundo que está en la cama del hospital frente a mí. Lleva
días en coma y no creo que ninguna tintura de dracking vaya a traerlo de vuelta
del borde de la muerte.
Tyree y yo compartimos un vínculo mental cuando organizábamos la
insurrección. Ha estado inconsciente durante días, pero me pregunto si puedo
conectar con él. La idea fluye en mi cerebro de que puedo hacer algo para
ayudarlo.
Me sorprende que mis pensamientos se introduzcan tan fácilmente en los suyos,
y más aún que no encuentre la forma de salir.
Siento inmediatamente su dolor. Una agonía tan aguda y violenta que es mucho
peor que los palos en llamas con los que me pincharon esos dos matones ayer.
Los pensamientos de Tyree se arremolinan a mi alrededor. Nunca había
experimentado algo así. Siempre ha sido él quien ha entrado en mi mente; yo
nunca he entrado en la suya. Veo imágenes de lo que supongo que es su mundo:
musculosos cuadrúpedos tirando de una carreta, una pequeña cabaña de madera
sin luz eléctrica, un mar cálido con olas que chapotean.
Pero es el dolor el que anula mi conciencia de todo lo demás. El dolor invade mis
músculos, agarra mis articulaciones y ligamentos, y hace que todo arda en
tortura.
Creo que sólo ha sido una mínima, pero he perdido por completo la perspectiva
del tiempo, del espacio o de la normalidad. Trato de retroceder de su conciencia,
pero no encuentro escapatoria.
Tengo una suposición, más bien un conocimiento, de cómo ayudarle. Tiro de él
hacia el turquesa del mar. De alguna manera, ambos estamos tumbados en la
cálida y rosada arena de la playa, con el sol cayendo sobre nosotros.
151
Petra
No tengo ni idea de lo que ha pasado. Grace y yo nos fuimos por una media hora.
Sabía que le haría bien tener un breve respiro. Es un alma tan dulce que sólo
puedo imaginar que ha estado junto a la cama de Tyree desde que fuimos a
Ortheon.
Cuando regresamos a la enfermería, Shadow está tirado en el suelo en un montón
arrugado cerca de la cama de Tyree.
- ¡Shadow! - Corro hacia él. Está inconsciente en el suelo. Llamo a gritos al Dr.
Drayke, que distraídamente viene corriendo desde la otra habitación.
Los tres tenemos que subir a Shadow a la segunda cama de la sala de curas. Está
pálido e inconsciente.
- ¿Qué ha pasado? - El Dr. Drayke nos pregunta.
-Esperaba que me lo dijeras tú, - respondo, con voz plana y preocupada.
El doctor coge su tableta y hace que el medbot haga un escáner. - ¡Cierra la
puerta, Grace! - El Dr. Drayke casi grita. -Oh, Dios. Esto es malo. Había asumido
153
que lo que estaba pasando con Tyree era específico de su especie, quiero decir,
de su raza. Pero muchos de los signos vitales de Shadow están imitando las
anormalidades que encontré en Tyree. Eso significa que es una enfermedad
contagiosa. Voy a poner a los cinco en cuarentena inmediatamente. -
Se comunica con el puente y le da a Zar una actualización rápida. Acuerdan cerrar
las puertas exteriores de la enfermería y poner el aire en modo de reciclaje para
que no haya intercambio de aire con el resto de la nave.
-Seguiré investigando lo que está pasando aquí, - informa el doctor al capitán, -
pero tenemos que mantener un estricto protocolo de aislamiento hasta que
resolvamos las cosas. -
Grace y yo estamos demasiado sorprendidas para decir algo. Parece que estamos
atrapadas aquí por un tiempo. Soy peluquera, no puedo hacer mucho para
ayudar. Acerco una silla y agarro la mano de Shadow. -Shadow, ¿puedes oírme?-
Está inconsciente.
Grace se acerca a la cabecera de Tyree y le coge de la mano, casi como un espejo
de Shadow y yo.
- ¿Dr. Drayke? - Grace lo llama tentativamente. Cuando él no responde, lo llama
de nuevo.
-Grace, - responde con irritación, -tengo que trabajar rápido. Estoy tratando de
investigar esto. -
-Um, sé que no soy una persona médica, Dr. Drayke, pero um...- Ella espera a que
él entre en la sala de examen desde el laboratorio adjunto. -He estado sentada
junto a la cama de Tyree durante días, viendo sus signos vitales en la pantalla.
¿No han mejorado sus constantes vitales? - Le permite al doctor un momento
para escudriñar la información de Tyree en su cuaderno. - ¿Y los signos vitales de
Shadow no se parecen mucho a los de Tyree hace una hora? -
El médico compara sus flujos médicos uno al lado del otro.
- ¿Te parece que Tyree mejoró en el mismo momento en que Shadow empeoró?-
pregunta Grace.
154
-Oh, Petra, - dice Maddie, -Todo el mundo estaba muy preocupado por ti. Cuando
no volviste a casa la noche que recogiste las flores temimos que te hubiera pasado
algo terrible. Me alegro de que hayas vuelto. -
Mi piel se calienta mientras la rabia surge de la nada. No lo vi venir, pero ruge a
través de mí como un tren de carga. - ¡Shadow está aquí, Maddie! Shadow está
aquí y también arriesgó su vida. ¿Estabas preocupada por él? ¿Te alegras de que
haya vuelto? - La fulmino con la mirada, mientras me observo a mí misma como
desde lejos, escandalizada por mi propio comportamiento.
Los ojos de Maddie se abren de par en par, sorprendida. -Bueno..., - dice, -por
supuesto que me alegro de que hayan vuelto los dos. - Retrocede hacia la cocina,
luego se da la vuelta y se aleja a toda prisa.
Shadow alarga la mano, la desliza bajo la cortina de mi pelo y me acaricia el cuello
con la punta de los dedos. - ¿De dónde ha salido eso, Petra? ¿Intenta
protegerme? Te lo agradezco, pero tiene todo el derecho a que no le guste. Todos
tienen todo el derecho a que no les guste. Está bien. -
No sé qué le pasó en Ortheon II, pero ahora Shadow es todo zen y yo soy una
hembra furiosa. Debe ser el Día del Retroceso.
Sigo a Maddie a la cocina. -Shadow fue torturado en Ortheon, y realmente
enfermo, peligrosamente enfermo hace unas horas Maddie. He estado bajo
constante estrés desde que fui secuestrada, pero no tengo excusa. No debería
haber arremetido contra ti. Lo siento. - Sigo respirando profundamente, tratando
de calmarme.
-Eso me sorprendió, eso es todo. - Dolida como está, está sirviendo platos de
comida con un olor delicioso. -Sólo supuse que te ponía de los nervios como a
todos los demás. -
-No. No lo hace. Ha cambiado. Tal vez deberías mirarlo con nuevos ojos. Tal vez
deberías darle otra oportunidad. -
Me mira durante un largo momento, sin moverse; con un plato lleno y humeante
en cada mano, asiente. -Quizá lo haga. -
157
Shadow
Después de un profundo sueño, me despierto, con los ojos aún cerrados. Petra
está de lado acurrucada frente a mí, mi brazo rodea su cintura. Respiro el
embriagador aroma de las flores de vulcana que aún se aferran a su cabello. Mi
cuerpo está cómodo, pero diferente. Es casi como si me hubiera encogido dentro
de un nuevo conjunto de ropa que aún no me queda bien. Me parece que he
renacido. Me han dado una nueva oportunidad en la vida.
Hace unas pocas semanas era un esclavo. Un asesino entrenado sin familia, sin
futuro y sin esperanza.
158
Despreciado por todos mis conocidos, y con razón: no era una buena persona.
Hoy sigo siendo despreciado por la mayoría, pero no por todos. Petra cree en mí.
Me gusta la forma en que me defendió en el desayuno, aunque fue dura con
Maddie. Me gusta cómo me siento cuando me mira, como si valiera algo, como
si fuera valioso. Le salvé la vida en Numa, ayudé a Tyree. Eso es lo que ve cuando
me mira.
Me estoy transformando. Mi cuerpo no se está transformando como el de Tyree,
pero estoy creciendo, quizás más sustancialmente que él. Empiezo a gustarme a
mí mismo. Es una sensación nueva. Podría acostumbrarme a ella.
Mi mano se mueve para acariciar a Petra desde el hombro hasta el flanco. Me
encanta su forma, sus suaves curvas, la caída de su cintura y la subida de su
cadera. Mi mano parece tan grande en su pequeña figura. Quiero acercarla,
despertarla con mi erección presionando su trasero. Pero su estado de ánimo me
confunde. Quiere sexo, pero no cercanía. Yo no quiero sexo sin conexión. He
pasado toda mi vida como un playboy o un célibe. No quiero conformarme con
menos que una intimidad completa. Me lo he ganado. Me la merezco.
Me dirijo al baño y me olvido de evitar el espejo. Ahí estoy, en toda mi gloria. He
pasado un día de vuelta a bordo de la nave y he olvidado que mi prótesis de ojo
sigue tirada en el suelo de Ortheon. Todo el mundo me evita, no necesito
echárselo en cara. Arranco otro trozo de tela de mi mono y me hago un parche
para el ojo. Lo primero que tengo que hacer hoy es ver qué puede hacer el médico
con mi ojo.
Cuando llego a la enfermería, compruebo que Tyree está bien. Su transformación
es impresionante. Está sentado en la cama comiendo. Su complexión parece
haber vuelto a la normalidad, está sonriendo, pero tiene tanto éxito llevándose
el tenedor a la boca como un niño de un annum.
- ¿Todavía te estás acostumbrando a tu nuevo cuerpo? - Pregunto, sonriendo.
- ¿Cómo te las arreglas para hacer algo con todos esos músculos? Se interponen
en todo. Tengo que volver a aprender las actividades más mundanas de la vida. Y
no me hagas hablar de mear...- se interrumpe y mira tímidamente a Grace.
159
Cierra los ojos, mete la mano bajo las sábanas y oigo el suave golpe de un dedo
en los genitales, y luego un inmediato: -Uf. ¿Por qué me has dicho que haga eso?
Dioses. -
- ¿Funcionó? -
-Sí. ¿Con qué frecuencia ocurre esto? -
-Parece que básicamente estás pasando por la pubertad. Por lo que recuerdo...
diría que tendrás entre tres y seis de estos al día. A menos que estés cerca de una
mujer, entonces es casi constante. -
-Estás bromeando. ¿En serio? -
-Así es como lo recuerdo. -
-Oh no. Esto es inaceptable. - Sacude la cabeza, pareciendo derrotado.
-Me quitaré de encima en unas minimas y la próxima vez... que surja algo...
podrás ocuparte de ello y darte un respiro. -
-Ni siquiera estoy seguro de cómo...-
-Oh no, Tyree. No voy a darte un tutorial. Eso es algo que tienes que explorar por
tu cuenta. ¿El doctor te va a dar el alta hoy? -
-Me va a examinar pronto y espero que me dé el alta. -
- ¿Mi sugerencia? Parar en el comedor. Consigue toda la comida y la bebida que
puedas llevar, y luego escóndete en tu habitación hasta que descubras cómo
ocuparte de eso. -
-Gracias por nada. - Suena miserable, pero me dedica una sonrisa irónica.
El Dr. Drayke entra. -Shadow, ¿vienes a verme a mí o a Tyree? -
-A los dos. - Señalo mi parche ocular improvisado: -Voy a aceptar su oferta
anterior de hacer algo con mi prótesis. La mía está en algún lugar de Ortheon II. -
-Estaré encantado. –
161
-Pero lo primero es lo primero. ¿Qué tal si revisas a nuestro macho aquí y ves si
está lo suficientemente bien como para salir? -
El chequeo no lleva casi nada de tiempo antes de que el doctor pronuncie: -
Estarás bien por tu cuenta, Tyree. Te revisaré de nuevo mañana, pero tus
constantes vitales parecen estupendas. Si me hubieras preguntado hace un día,
no te habría dado un cincuenta por ciento de probabilidades de vivir un día más.
No sé qué ha pasado, pero parece que la naturaleza ha seguido su curso. -
Tyree y yo intercambiamos miradas; ninguno de los dos tiene necesidad de
divulgar exactamente lo que pasó entre nosotros antes.
El doctor se aleja un momento y yo ayudo a Tyree a ponerse un mono que hace
unos días podría haber usado como colcha. Ahora está ajustado a su alto y
musculoso cuerpo. Todavía está descoordinado como un cachorro de muscillus
recién nacido.
- ¡Las pelotas, Shadow! ¿Cómo te mueves sin romperte las pelotas, por el amor
de Dios? Esto es una completo drack. -
Vuelvo a reírme. ¿Cómo puede alguien mantener una cara seria? -Desarrollarás
un andar masculino y rodante. Te enseñaré a ponerte un taparrabos la próxima
vez que te vea. Eso las mantendrá mejor escondidos. -
-Taparrabos, ¿eh? Estoy dispuesto a todo lo que ayude. -
Ambos captamos el juego de palabras involuntario sobre la erección que acaba
de hacer y ninguno de los dos puede dejar de reírse.
Intenta el movimiento de caminar que le sugerí al salir de la enfermería y casi
tropieza con sus propios pies.
- ¡No te rías!, - ordena, señalándome.
-En serio, ¡consigue comida, vete a tu habitación y empieza a solucionar los
problemas! - Lo oigo reírse mientras avanza por el pasillo.
Drayke me llama al laboratorio contiguo y toma trazados láser de los contornos
de mi cara desde todos los ángulos.
162
Capítulo 17
Shadow
Estoy inquieto. Todavía no tengo idea de qué hacer con mi tiempo libre. Como
joven macho, desperdicié todas las hoaras de todos los días de mi vida. Como
esclavo, no tenía nada de tiempo libre. Así que tener que decidir qué hacer
conmigo mismo es difícil. No me sorprende cuando mis pies me llevan al ludus.
Este ludus o uno parecido es donde he pasado mis días durante los últimos quince
años.
Ninguno de los hombres me presta atención mientras me siento en el asiento
para hacer pesas. No sé si esperaba secretamente que alguien mencionara que
mi ojo se ve mejor. ¿Por qué iban a darse cuenta? ¿Y por qué iba a importarme?
He llegado tarde y casi no he detectado que los demás se han ido de uno en uno
hasta que estoy solo aquí. Se está tranquilo. Me gusta estar solo en el ludus. Me
da tranquilidad, como la que sienten algunas personas en un templo. Debido al
silencio, estoy muy atento cuando se abre la puerta de entrada. Miro y veo a
Petra dirigiéndose a su cuerda.
-Hola, Shadow. ¿Te importa si me uno a ti? -
Tal vez todavía está pensando en el otro día cuando exigí que estableciéramos un
horario alternativo para usar esta habitación.
-Diviértete. - Yo también lo haré, porque estoy en una posición ideal para espiarla
mientras levanto pesas. Se quita los zapatos, coge la cuerda y sube corriendo. Su
trasero se ve tan bien en esos leggings que no puedo dejar de mirarla.
- ¿Están tus manos lo suficientemente curadas como para subir por esa cuerda?-
Se cuelga de un solo tobillo y me muestra las palmas de las manos. -El plas-film
hizo maravillas. Sé que estás ocupado, pero ¿podrías ayudarme? -
Dejo la pesa, muy cargada, en su soporte: - ¿Qué necesitas? -
-Hay un truco que quería probar. Necesito un ayudante. -
164
Estoy seguro de que siente mi polla contra su cuerpo. Puedo oler su excitación.
Ha respondido a mí con tanta rapidez, absorbida por su rutina en un momento, y
dispuesta a aparearse conmigo en el siguiente.
Le saco la camisa por encima de la cabeza, mientras ella se contorsiona para
acomodarse. -La puerta, Shadow. -
Estoy confundido, demasiado consumido por tocarla para entender su
significado.
-Alguien podría irrumpir. ¿Podemos cerrar la puerta? -
Salgo de mi confusión inducida por la lujuria para dejarla en el suelo. No puedo
dejarla fuera de mi alcance, así que la arrastro conmigo hasta la entrada y la
cierro.
Ella se estira y me rodea el cuello con los brazos y presiona insistentemente sus
labios contra los míos. Colocando su pierna detrás de la mía, se apoya en mí para
sentir mi longitud entre sus piernas.
-Te quiero dentro de mí. - Es casi una exigencia mientras se quita los leggings.
- ¿Los rojos, Petra? - Se me escapa el aliento en un resoplido. Estoy mirando el
sujetador y las bragas rojas brillantes. -Son muy sexys. -
-Esperaba poder ponérmelos algún día para un público único, Shadow. Tú. -
Un ruido desconocido escapa de mi garganta. Creo que es un gruñido. Me
desenvuelvo el taparrabos mientras la sigo hasta la gran alfombra de lucha en el
suelo. Antes de que se tumbe la detengo.
-La cuerda, Petra. - La agarro de la mano y tiro hacia ella. Los dos estamos
desnudos. Ella es hermosa, compacta, con músculos elegantes bajo su piel pálida.
Yo soy duro como el metal. Me inclino para besarla. Mi lengua roza sus labios
hasta que se abre a mí. Quiero asegurarme de que está lista para mí, lista para
abrirse a mí de otras maneras.
Me alejo y le ordeno: -Los pies en el suelo, sujeta la cuerda por encima de tu
cabeza. - Ella obedece, tan ansiosa por hacer lo que le pido que me envalentona.
166
Está de pie frente a mí, de espaldas, con los brazos agarrando la cuerda, estirada
por encima de su cabeza. Mis manos se extienden por detrás de ella, y sostengo
el peso de sus pechos en mis palmas.
-Mmmm. - Presiona su culo hacia mí, intentando conectar con mi longitud. Yo me
echo hacia atrás, burlándome de ella, evitando que mi polla entre en contacto
con ella. Quiero que se concentre en mis manos ahora mismo. Mis pulgares
acarician sus duros pezones. Hacia adelante y hacia atrás, presionando con
firmeza sobre sus capullos de piedra.
Luego los hago rodar entre el pulgar y el índice. Ella emite un gemido de placer y
vuelve a intentar presionarme con las nalgas.
- ¡Todavía no! Y no quites las manos de la cuerda. - Mis palmas rozan sus pezones.
Lamo primero una palma y luego la otra y me deslizo contra los endurecidos
pezones con una presión circular y resbaladiza.
-Oh, mierda, Shadow. Eso se siente tan bien. -
Puedo oler su sexo. Está tan excitada. Me encanta tenerla así abierta, tan
expuesta, con las manos por encima de la cabeza. Mis palmas se mueven hacia
arriba para acariciar su garganta, luego hacia abajo sobre sus pechos de nuevo,
luego alrededor de la hinchazón de sus caderas. Sigue mirando hacia la cuerda,
lejos de mí. Alcanzo su cadera y deslizo un dedo más allá de su clítoris y a través
de sus pliegues hacia su núcleo. No toco su sensible nódulo ni me sumerjo en su
húmedo canal. Me encanta volverla loca.
-No me provoques, - me ordena con un gemido, pero creo que es mentira. Creo
que mis caricias la envían al cielo. Amplía su postura, una invitación silenciosa.
Me acerco y deslizo mi polla entre sus piernas desde atrás. Empujo contra su raja
con un ritmo lento y perezoso. Ella jadea y respira rápidamente.
Está tan mojada que mi polla se empapa casi inmediatamente de su néctar. Me
deslizo de un lado a otro entre sus labios, con la punta rozando su clítoris. Los dos
subimos en una espiral de intenso deseo. Estoy tan excitado que podría derramar
mi liberación ahora mismo.
167
-Fóllame, Shadow. - Ella jadea, presionando su trasero contra mi pelvis para que
mi longitud tenga mejor acceso a toda ella. Raspo con mis dientes el lugar sensible
de su cuello, debajo de su oreja. - ¡Por favor! -
-Me encanta cuando suplicas, Pet. - Mi aliento es tan bajo y jadeante que apenas
reconozco mi propia voz.
La agarro por la cintura con las dos manos y la muevo contra mi polla, dándole
justo en el punto adecuado. Ella gime. - ¡Ahora! Por favor. - Está tan preparada
para mí que mi polla está a punto de explotar.
La subo a la cuerda, con los pies fuera del suelo. Ella tiene que reposicionar sus
manos y soportar su propio peso.
Me coloco detrás de ella y acerco la punta de mi polla al borde de su resbaladiza
abertura. Luego espero, dejando que ella tome el control. Me pregunto si se
zambullirá en mi polla de una vez o si bajará poco a poco. Recordaré lo que le
gusta para la próxima vez.
En cuanto se da cuenta de que tiene el control, sube y baja un poco. Sube y luego
baja de nuevo, un poco más profundo, en pequeños impulsos. Se levanta, luego
baja más y más profundo hasta que está completamente sentada en mi polla.
-Shadow, eres tan grande. Dios mío, me siento tan llena. -
Ahora tomo el control, poniendo sus pies en el suelo y empujándola hacia
adelante para que su trasero se empuje hacia mí. La embisto por detrás a un ritmo
que va ganando en velocidad. Con mis manos en los hombros, su cuerpo no
ofrece resistencia y, con cada golpe, la fuerza resuena en ambos.
Me sitúo delante de ella y presiono con un dedo el lado de su clítoris, justo donde
le gusta. Es todo lo que necesita para llegar al orgasmo. Sus músculos internos
me aprietan con fuerza, rítmicamente. Gime y luego grita de placer, el ruido
resuena en todo el ludus. La oigo gritar mi nombre, lo que me empuja a un
intenso clímax propio, que me hace penetrar en ella durante largos momentos.
Nos quedamos así una mínima, mientras sus réplicas siguen ordeñando mi polla.
Retrocedo, para llevarnos a la colchoneta y tumbarnos.
168
Aunque sigo dentro de ella, he roto el sello húmedo entre nosotros. Esto hace un
sonido de succión donde mi pelvis y su culo estaban conectados.
Caemos sobre la colchoneta, riendo, jadeando, aun brillando con los efectos
posteriores del sexo lujurioso. Los dos estamos sudados, pero no quiero romper
la conexión. Le paso el brazo por la cintura y la acerco.
Ahora está frente a mí y nos miramos profundamente a los ojos. Ya no hay risas.
Esto parece serio. No quiero que salga corriendo. Está en este momento conmigo.
Puedo sentirlo. Por primera vez desde que la conocí, puedo decir que quiere
acostarse conmigo, que quiere hablar conmigo. Podría hacer la "charla de
almohada" conmigo que una vez me dijo que nunca querría. Podría ahogarme en
este sentimiento. Esto es lo que mi alma ha estado anhelando.
Y con la misma rapidez con la que empezó, puedo sentir que desaparece. Como
una bocanada de humo, se ha ido. Sus ojos se apartan de los míos. Sus músculos
se tensan. Luego siento que se aleja.
Petra
Capítulo 18
Shadow
Ya me había dado cuenta de que Petra está dañada. Ella lo ha admitido. La ironía
de esta situación me corroe las entrañas. Habría sido la compañera de cama
perfecta si la hubiera conocido hace un mes. Habríamos podido tener un sexo
intenso y palpitante cada vez que se nos antojara, habríamos satisfecho las
necesidades de ambos, y ambos podríamos alejarnos en cualquier momento.
Pero después de mis cambios, mi deseo de conectar con una mujer, de amar y
ser amado a cambio, caliente sexo no es suficiente: quiero una relación.
Obviamente, Petra es demasiado defectuosa para eso. Ni siquiera pudo hablar
conmigo después del sexo. No sé qué pasó, pero estoy seguro de que eso no es
normal ni siquiera para las hembras de la Tierra. Grace nunca actuó así, y estaba
mucho menos entusiasmada con las relaciones sexuales que Petra. No, Petra está
rota. Lo que acabo de presenciar es un defecto trágico.
Me pongo el taparrabos y ordeno la habitación. No quiero que nadie se entere
de lo que ha pasado aquí. No sé qué hacer con la ropa interior roja de Petra. Me
la meto en el taparrabos, sabiendo que Petra odiaría que sus cosas bonitas
estuvieran destrozadas allí con mi polla sudada. Sin embargo, no hay nada más
que pueda hacer con ella.
Sumido en mis pensamientos, vuelvo a mis aposentos. No puedo soportar ir al
comedor. Demasiada gente, demasiadas preguntas, o tal vez demasiados
hombros fríos. En cualquier caso, no tengo estómago para ello. Me saltaré la
cena.
De vuelta a mi habitación, no puedo evitar mi tristeza. Mis pensamientos están
en bucle en un catálogo de todas las cosas que me gustan de Petra. Disfruto
mucho más que el sexo con ella. Nos llevamos bien. Tenemos una visión similar
de la vida. Ambos hemos sido heridos. Ambos somos escépticos. Los dos
podemos ignorar toda la basura y centrarnos en el día de hoy y en el futuro.
Cuando no me aleja, compartimos una profunda conexión.
172
-Perdón por...- Deja escapar su pensamiento. Ambos sabemos por qué se está
disculpando.
-No hace falta que te disculpes. Sólo estaba preocupado por ti y quería
asegurarme de que estabas alimentada e hidratada. -
- ¿Hidratada? - se ríe con desprecio. -Necesito mucho más que agua para estar
bien. -
-Mira, Petra, sé que no eres habladora. No quiero pedirte nada. Pero si crees que
hablar podría ayudar, estoy aquí. Ahora, después, nunca, cuando sea. -
Durante el largo silencio, se sienta en el borde de la cama, al igual que yo, lo más
lejos posible de ella.
-Tengo una pregunta, - dice, todavía evitando mis ojos.
-Pregunta. -
-No se equivocaron, sabes. Cuando antes te llamaban gilipollas, tenían razón.
Algo cambió, Shadow. Tú has cambiado. Ya no eres un imbécil. Me trajiste
comida. - Lo señala con un gesto. -Ayudaste a Tyree aunque te causó un gran
dolor. He estado sentado aquí preguntándome qué coño me pasa. ¿Por qué no
puedo cambiar? Tú lo hiciste. ¿Cómo? -
Pienso durante mucho tiempo. Al principio, no tengo respuesta a su pregunta.
Luego, poco a poco, logro entenderme a mí mismo. -Estuve enojado y aislado
toda mi vida. Viviendo como esclavo, perdí la esperanza de cambiar alguna vez.
Entonces derrocamos a nuestros dueños. Soy un hombre libre. Tengo opciones. -
Hago una pausa, no estoy seguro de querer admitir el resto, pero sigo adelante.
-Conocerte fue... un catalizador. Me di cuenta de que podía relacionarme...
conectar con alguien. Por primera vez, parecía que alguien me quería por lo que
era. Nunca he tenido eso antes. Es una sensación fantástica. Quiero más de eso.
Tomé un riesgo y luego otro. Dejarte entrar. Abriendo mis pensamientos a ti,
disculpándome con Grace, pidiendo ayuda al doctor. Todo esto me hizo sentir
mejor, no peor. Tengo un alma, Petra. Quiero conectar con ella.
174
-Ya no quiero estar enfadado y solo. Estoy dispuesto a correr riesgos. Quiero
tener más. Me merezco más. - Y entonces me arriesgo enormemente añadiendo:
-Tú también, Petra. Tú también. -
He dicho lo suficiente. Sólo espero. Permanecemos en silencio durante mucho
tiempo. Su mano se extiende y toca con cautela la mía, que está apoyada en la
cama. -Quiero creerlo, Shadow, - dice con una voz suave, casi infantil. -Quiero. -
Esta conversación es muy delicada. La trato como si fuera la porcelana más
delicada. No hay prisa. Podemos ir despacio. Puedo darle tiempo para evaluar sus
sentimientos, hacer preguntas, contarme sus pensamientos. Tenemos todo el
tiempo de la galaxia.
- ¿Ayudaría decirme, Petra? ¿Ayudaría hablar de lo que sea que... te afectó así? -
Otra larga pausa.
-La Tierra es el planeta más hermoso y también el más terrible de la galaxia.
Tenemos playas cálidas y arenosas y espesas arboledas, y maravillas que ver en
todas las partes del globo. Algunos humanos son cariñosos, amables y dadivosos,
pero otros sólo quieren la lucha y la guerra.
-Crecí donde había guerra: disparos, muertes y odio. La guerra fue por religión.
Yo ni siquiera tenía una religión. No tiene sentido matar a alguien por una
creencia que reside en su cabeza, pero eso es por lo que a los humanos les gusta
luchar más que nada.
-Así que crecí entre peleas, armas, bombas y cadáveres. Antes de cumplir los
cinco años, un hombre adulto me apuntó con una pistola a la sien durante largos
minutos que nunca olvidaré. Mis padres trataron de protegerme de eso y me
enviaron a vivir con un pariente en una zona más segura de mi país. Enviaron a
mi tía dinero todos los meses para que me cuidara. Pensaban que estaban
haciendo algo bueno.
-No sabían que durante años sólo me dejaba entrar en casa para dormir por la
noche y que sólo me daba de comer cuando le apetecía. Cuando mis padres
consiguieron por fin los papeles que nos permitían a los tres escapar a un país
175
más seguro al otro lado del mundo, vinieron a recogerme. Yo estaba asquerosa.
Tenía tantos nudos en el pelo que tuvieron que afeitarme. Estaba tan desnutrida
que nunca llegué a ser tan alta como mis padres.
-Pero no fueron las dificultades físicas ni las secuelas las que me influyen ahora.
Soy fuerte. Me hice peluquera probablemente por la vergüenza de no tener pelo.
Antes de ser secuestrada me iba bien por mí misma. Tenía mi propia silla en una
peluquería, pagaba mis facturas y tenía amigos con los que me divertía. No es el
hambre, ni la ropa sucia, ni el pelo anudado, ni la suciedad del cuerpo que casi
nunca se lavaba. Lo que me persigue ahora es el miedo con el que viví durante
todos esos años. Los largos días y las largas noches de aislamiento emocional, el
odio real que provenía de mi tía. El miedo a estar siempre sola.
-Aprendí a ignorar ese miedo. Aprendí a estar siempre sola. Tenía cinco años
cuando juré no dejaría entrar a nadie, para que no me volvieran a hacer daño.
-Así que aquí estoy. - Me mira por primera vez, sus ojos son grandes y luminosos.
-Esa es Petra. Mi mecanismo de afrontamiento de la soledad y la soledad era
condenarme a estar sola para siempre. Una estrategia brillante, ¿no? -
Se me rompe el corazón por ella. Es tan menuda como adulta que es difícil
imaginar a esta persona diminuta y frágil como una niña pequeña comiendo las
sobras que encontraba mientras evitaba las armas y las bombas y los cadáveres.
Eso me revuelve las tripas. No digo nada. Quiero darle espacio. Sin embargo, sigue
cogiéndome la mano, lo que parece una buena señal.
- ¿Quieres estar sola para siempre? - Pregunto, preparando mi mente para
aceptar cualquiera que sea su respuesta.
Piensa durante un largo rato y luego me mira con dureza, con una mirada
penetrante, deseando que sepa que esto puede ser lo más importante que haya
dicho nunca... y lo más difícil. -No. No, Shadow, no quiero estar sola para siempre.
Quiero dejar entrar a la gente. - Alarga la mano y me toca la mejilla tan
suavemente que apenas puedo sentirla. -Quiero dejarte entrar. -
Se me seca la boca de repente. Estoy seguro de que no se nota, pero es como si
temblara por dentro. Esto parece trascendental.
176
Estoy convencido de que ella también lo siente así. No quiero alterar este
delicado momento. Simplemente la espero.
-Enséñame, Shadow. Has aprendido a hacerlo, así que puedes enseñarme a
hacerlo. ¿Cómo te dejo entrar? -
-Te he dicho todo lo que puedo. Tú tienes que hacer el resto. -
Sus labios se afinan en una línea mientras sacude la cabeza. -Tengo que resolver
esto por mí misma. -
Petra
He dormido casi todo el día, luego he hecho ejercicio en el ludus hasta que me
han temblado las piernas. Ahora estoy en el comedor para cenar. Shadow no está
aquí. El Dr. Drayke, Grace y Tyree deben estar en la enfermería, así que estoy sola
en mi mesa habitual.
Maddie y Stryker se acercan a sentarse conmigo, lo cual es muy amable de su
parte. Nuestra conversación se ha detenido y tengo un momento de tranquilidad.
Miro alrededor de la habitación y veo tantos aliens, uno tiene manchas, otro es
dorado, otro es un león con una cola por el amor de Dios.
Pero sé quién es el mayor alienígena en esta sala: yo. Siempre he sentido que no
pertenezco. Sabía que no pertenecía cuando vivía con mi tía. Tendría que ser una
discapacitada mental para no saberlo, me lo decía todos los días.
No pertenecía cuando me mudé a Estados Unidos sin saber una palabra de inglés;
no tenía pelo y fui a la escuela sin amigos. Los otros niños me decían a gritos que
no pertenecía.
Me he pasado toda la vida sintiéndome como un extraterrestre.
Es cierto que, en algún momento después del instituto, hice algunos amigos y
rehice mi vida. Empecé a aceptarme como soy. Pero me doy cuenta de que en
muchos aspectos sigo siendo la Petra alienígena de cinco años.
177
Miro a la gente de esta sala, todos están en pareja. Parecen felices. Mira a Anya
y Zar. Podrían haber sido votados como la pareja más improbable de la galaxia, y
sin embargo están sonriendo, riéndose de las bromas del otro. Por lo que me han
dicho, él nació esclavo. ¡Mira lo jodidamente feliz que parece ahora!
¿No merezco ser feliz? ¿Cuándo lo tendré? ¿Tengo que ser un alienígena toda
mi vida?
Quiero encajar. Ya está, lo he dicho. Quiero ser feliz como todo el mundo. Ya no
quiero estar en un exilio autoimpuesto. Sólo quiero ser yo, Petra. Estoy aquí en
esta nave donde todos parecen encajar. Leones y manchas, e incluso pequeños
elfos que se convierten en grandes hombres. Yo también puedo encajar.
Estoy cansada de estar en el exterior mirando hacia adentro. Quiero amor y, por
Dios, voy a tomarlo.
Vuelvo al presente y sintonizo con la conversación de Maddie y Stryker. Pero ya
no quiero estar aquí. No tengo hambre. No quiero comida. Quiero a Shadow.
En este momento me doy cuenta de que no sólo quiero a Shadow, sino que
también voy a hacer lo que sea necesario para conseguirlo.
Shadow
Siempre me alegro de tener el ludus para mí; todos los machos están en la cena.
No es seguro levantar tanto peso sin un observador, pero me alivia tener algo a
lo que prestar atención que no sean mis emociones. Desde que llegó Petra, no he
podido apagarlas como antes.
Cuando oigo abrirse la puerta, giro la cabeza irritado para ver quién invade mi
espacio. La pequeña Petra tiene un plato lleno de comida.
-Pensé que tendrías hambre. - Levanta el plato y se acerca a mí.
-Muerto de hambre, - admito y coloco la barra de pesas en su soporte con un
fuerte estruendo.
178
Petra
-No lo sé, Pet. Todo lo que hice fue amarte. La magia la hiciste tú. Tú hiciste que
esto sucediera. Me dejaste entrar. Eso es todo lo que hizo falta. -
Me quedo perfectamente quieta, prácticamente paralizada. Toda mi energía se
dirige a mi cerebro. Estoy analizando esta información. ¿Podría ser cierto? ¿Es
todo lo que se necesita? ¿Que simplemente se lo permita? ¿Qué le permitiera
pasar mis defensas? Vaya, yo también lo hice. Ecos de la línea de mi película
favorita de todos los tiempos. Glynda la Bruja Buena le dice a Dorothy, "La
respuesta estaba dentro de ti todo el tiempo". ¿Lo estaba? Es bueno saberlo.
Corro hacia Shadow y salto sobre él, con las piernas a horcajadas sobre su cintura.
Le doy pequeños besos por toda su cara de felicidad y estupefacción.
Me pone los pies en el suelo, me da unos golpecitos en el trasero y me insta a ir
con él: -No queremos llegar tarde al comedor. -
Somos los últimos en llegar. Tomamos los únicos asientos vacíos, que están en la
mesa con Grace, Tyree y el Dr. Drayke.
Zar se levanta y da la bienvenida a todos. No lo conocía antes de la insurrección,
pero imagino que él mismo ha pasado por una gran transformación. Me han dicho
que fue un esclavo toda su vida. Pasar de ser un esclavo a ser elegido capitán del
barco debe haber sido un cambio monumental para él. Por la forma en que lo
maneja, parece que nació para liderar.
- ¡Bienvenidos todos! La mayoría de nosotros, los machos al menos, hemos tenido
poco que celebrar durante mucho, mucho tiempo. Es reconfortante que en el
lapso de unas pocas semanas nuestras vidas sean mucho más plenas, mucho más
felices y tengamos tantas ocasiones para celebrar. Aunque sé que todos estamos
deseando que llegue la torta que vamos a comer esta noche, para lo que
realmente estamos aquí es para conmemorar la transformación de Tyree. Dentro
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-La gente de su planeta nace sin género. No entiendo la... mecánica de ello, pero
algunos de su clase se quedan así para siempre. Algunos se transforman en algún
momento de su vida adulta. Tyree no sabe mucho al respecto porque fue
secuestrado de niño. Pero aquí está ahora, fuerte y grande. Todavía se está
acostumbrando a su cuerpo, así que me pidió que le advirtiera de su falta de
coordinación.
-Casi lo perdemos durante este proceso, pero todos estamos muy contentos de
que haya sobrevivido y esté aquí para celebrarlo con nosotros. ¿Maddie? He oído
que has encontrado algunos licores en la zona de carga. Tengo entendido que
vamos a hacer un brindis. -
Maddie y Zoey entran con bandejas de vasos. -Lo he probado y voy a llamar a esto
Champagne, - dice Maddie. -Puede que quieran ir con cuidado con la primera
copa. No tengo ni idea de qué tipo de patada tiene. -
Una vez que todos tenemos una copa en la mano, Zar continúa: -Tyree, ¿quieres
decir unas palabras? -
Tyree se levanta. Joder, no le había visto desde que estaba tumbado en la
enfermería. ¿Quizás haya crecido unos centímetros desde entonces? Es alto, muy
musculoso, y su cara se ha vuelto angulosa y masculina. Es... precioso. Me sonrojo
un poco al recordar que le pregunté dónde estaba su madre cuando nos
sentamos en esta misma mesa hace sólo unos días. ¡Hablando de
transformaciones! Esto tiene que estar pasándole factura.
-Gracias a todos por venir, - Tyree levanta una copa hacia la sala. -No tengo mucho
que decir, en realidad. Ciertamente no tengo nada que ver con esto. - Hace un
gesto hacia abajo, hacia su cuerpo. Se oye una carcajada.
-En serio, la naturaleza y la genética hicieron esto. Yo sólo fui el receptor. Hay
algunas personas a las que me gustaría dar las gracias. Como la mayoría de
ustedes probablemente saben, este proceso no fue suave. Me han dicho que
estuve a punto de morir. Estuve inconsciente la mayor parte del tiempo. Cuando
salí a la superficie tenía un dolor insoportable.
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-Me gustaría dar las gracias a Petra por haber arriesgado su vida y su integridad
física yendo a Ortheon, trepando a un árbol altísimo y recogiendo flores que el
médico pensó que podrían salvarme la vida. -
Cuando ni siquiera menciona el papel de Shadow en el peligroso viaje a la
superficie del planeta, mi cuerpo se tensa mientras mi ira aumenta. ¿Cómo ha
podido? Realmente, ¿cómo pudo Tyree no reconocer siquiera la parte de Shadow
de alguna manera?
-Me gustaría agradecer al Dr. Drayke sun Omrun todo lo que hizo para
mantenerme lo más cómodo posible, así como sus esfuerzos por encontrar una
cura para esto.
-Pero hay un hombre a bordo que hizo más por mí de lo que nadie ha hecho desde
mi secuestro. Ese es Shadow. -
La sala se queda en silencio. Estoy seguro de que nadie lo vio venir. Yo, desde
luego, no.
-Shadow es en realidad quien me salvó la vida. Utilizó el vínculo psíquico que
establecimos para derrocar esta nave y tomó mi dolor. Lo hizo por su cuenta y
riesgo y le causó una gran agonía. Por ello, le estoy agradecido y estaré
eternamente en deuda contigo. -
Con eso, levanta su copa a Shadow. -No estaría aquí sin Shadow. Propongo un
brindis. -
Al principio, el grupo parece paralizado, pero todos se animan y levantan sus
copas. -Por Shadow, - dicen todos en distintos momentos, y de nuevo, al unísono,
-Por Shadow. -
Zar se levanta de su asiento, se golpea seria y ceremoniosamente el pecho y
asiente por lo bajo a Shadow; el máximo respeto que un gladiador puede dar a
otro ser. Luego, a su vez, todos y cada uno de los gladiadores a bordo hacen el
mismo gesto. Esto no es una tontería. Puedo leer en sus rostros que esto es real.
Le están mirando a los ojos, sinceramente, honrando a mi macho. Qué momento
tan increíble.
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Shadow
Miro a mi alrededor y me doy cuenta de que casi todos han terminado de comer.
No he tocado nada de mi plato, ni tampoco Petra.
Grace se pone de pie, guarda su instrumento en su estuche y accidentalmente
vuelca su vaso en el proceso. Lo limpia y, mientras todos siguen mirando hacia
aquí, se acerca a mí y me levanta de mi asiento.
-Creo que esta noche es la noche para hacer esto, Shadow, - dice en voz tan baja
que nadie puede oírla. Se acerca y me abraza. Eso es todo, un simple abrazo. No
es tan simple en absoluto. Sé que me perdonó, de todo corazón, hace días. Pero
ninguna de las mujeres a bordo lo sabía. Qué mujer tan excepcional. Ella quiere
que todas las mujeres vean esto, que sepan que me ha perdonado. Está decidida
a asegurarse de que no sólo me acepten todos los hombres a bordo, sino también
todas las mujeres.
Me acerco a su oído: -Qué regalo, Grace. Eres una mujer extraordinaria. Me
siento honrado. -
Esta actuación no pasó desapercibida. Todas las mujeres de la sala están mirando.
Empiezo a pensar que la canción de Transformación que interpretó era más para
mí que para Tyree.
Creo que sería fácil decir que esta es la mejor noche de mi vida.
Epílogo 188
Petra
Han pasado varios meses desde que Shadow y yo nos mudamos juntos. No he
dormido en mi propia habitación desde la noche de la fiesta de Tyree. ¿Y esa
sensación? ¿La que no me había dado cuenta de que había tenido cada minuto
de cada día de toda mi vida? ¿El miedo, dolor e incertidumbre? Sí, ese
sentimiento se ha ido desde el momento en que desapareció por primera vez.
Lo que me llena ahora es la calma, y sí, lo diré, paz. Yo, Petra, llena de paz.
¡Imagínate! Shadow y yo nos fortalecemos como pareja cada día. Estamos el uno
para el otro. Reconozco que he tenido algunos momentos de crisis en los que
vuelve la antigua Petra. Lo peor es cuando estamos acurrucados en la cama y a la
nueva Petra le encanta tener el pesado brazo de Shadow echado posesivamente
sobre mí mientras duerme, pero a la vieja Petra le sube un zumbido de puro
pánico por la columna vertebral. Pero ahora las dos Petras tienen una charla y se
calman y respiran, y se me pasa casi antes de que empiece. ¡Bien por mí!
Ha sido una gran alegría ver crecer a Shadow. Ahora sonríe fácilmente, a mí y a
los demás. Es como si se hubiera transformado de muerto a vivo. Me dice que ha
estado ausente de su propia vida durante mucho tiempo y que tiene que ponerse
al día. Ha molestado a Grace para que le enseñe unos cuantos toques de su
instrumento. Acecha a Maddie en la cocina y prácticamente la obliga a enseñarle
a hacer un pastel. Pasa el rato en el puente y está especialmente interesado en la
navegación. Dice que nunca quiso ser un gladiador y que no quiere volver a
luchar. A mí me parece bien. Cuando pienso en él en esa arena de Numa, con ese
colosal neandertal machacándole, me alegraría no volver a preocuparme de que
se haga daño. Y el dormitorio. Esto mejora cada vez más, lo cual es mucho decir
ya que, para empezar, empezó siendo de clase galáctica. Ahora tenemos un menú
que va desde lo suave y dulce hasta lo fuerte y sexy, pasando por lo sucio y sin
límites. Y cuando nos apetece realmente algo diferente, vamos al ludus a altas
horas de la noche y jugamos con la cuerda. Pero esa es una historia para otro día.
THE END
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Glosario
Annum- Año
Fierto- Pie.
Hoara- Hora.
Ince- Pulgada.
Mille- Milla.
Minima- Minuto.
Modicum- Segundo.