Está en la página 1de 189

1

Shadow
SERIE GALAXY
GLADIATORS
LIBRO 2

ALANA KHAN
Traducciones rt
3

Este documento es de fans para fans, llega a tus manos de


manera gratuita. Es una traducción no oficial y no sustituye
el original.
Si te gusta esta historia adquiere el libro en el idioma
original así ayudaras a la autora.
No compartir este trabajo por redes sociales.
Se advierte que este libro es de genero Sci-Fi Monsters
Bizarre.
4

Sobre el libro
La fuerte actitud de Petra de no tomar prisioneros se ve seriamente desafiada
cuando es secuestrada por aliens, destinada a ser vendida como esclava sexual.
Para escapar, necesita la ayuda del alienígena más irritante y musculoso de ese
lado de la Vía Láctea. Su química está fuera de las listas a pesar del hecho de que
Shadow parece provocarla a propósito.

Vendido a la arena de gladiadores por sus propios padres, la única emoción que
este alienígena conoce es la ira. Hasta que conoce a Petra, cuyo valor, así como
su delicioso cuerpo, lo enciende. Ella no está interesada en nada más que una
relación física, pero debajo de su exterior arrogante se da cuenta de que podría
haber algo por lo que valga la pena luchar.

Si te gustan los angustiados alfas alienígenas, listos para la redención y las


heroínas patea culos que pueden domesticarlos, entonces únete a Petra y
Shadow en este segundo libro independiente del romance paranormal de
abducción alienígena “Galaxy Gladiator.”

Contiene escenas de ardiente sexo, calientes alienígenas musculosos que han


sido dañados, remendados y heroínas rudas. Garantizado un felices para siempre.
5

En la actualidad
Planeta Numa
Capítulo 1
Petra

Pensé por un momento que, si cerraba los ojos y los volvía a abrir, este
espectáculo de mierda desaparecería. Lo intenté tres veces sin éxito. Es oficial.
Estoy teniendo un día jodidamente malo. De hecho, he tenido varios seguidos.

Fui secuestrada de mi cama por aliens que me llevaron a su nave espacial. Unos
feos tipos, parecidos a jabalíes, me empujaron sin ceremonias a una cápsula con
forma de ataúd, que se llenó de gas con olor a huevo podrido y me dejó
inconsciente.

No tengo idea de cuánto tiempo estuve dormida, pero me desperté hace una
hora. La gente jabalíes insertó bruscamente un traductor debajo de la piel detrás
de mi oreja derecha. Luego me sacaron de la nave a este enorme y decrépito
edificio y me arrojaron a la celda enrejada que estoy ocupando actualmente.

Es desorientador y aterrador ir de la Tierra a una nave espacial capaz de hacer


viajes interestelares, a la húmeda mazmorra en la que estoy. Es como
transportarse del futuro a la Edad Media en el lapso de una hora.

El suelo es un rompecabezas de piedra; las celdas están construidas de manera


tosca con barras de metal en tres lados con una pared trasera de roca y argamasa.
La iluminación parpadea al azar; gotas de agua fría de vez en cuando gotean del
húmedo techo sobre mi cabello y rostro.

Frotando mis húmedas y temblorosas manos en mis muslos, enderezo los


hombros. No tengo tiempo para la autocompasión, la tristeza o el miedo.
6

Lo primero es lo primero. Necesito concentrarme y orientarme. Tengo que


averiguar por qué estoy aquí, quién está a cargo y cómo volver a casa a mi vida
en la Tierra. No veo guardias, solo los habitantes de las dos celdas contiguas.

Todavía no he superado el hecho de que los extraterrestres no son solo una


característica de la red SYFY. Hay mujeres de dos especies exóticas diferentes a
cada lado de mí, lo que me deja boquiabierta. El hecho de que esté aquí es una
prueba positiva de que los ovnis son reales.

La mujer humanoide, o debería decir femenina, a mi derecha parece vagamente


reptil con piel marrón verdosa de textura áspera y fosas nasales alargadas y
planas. No ha dejado de llorar desde mi llegada. Al menos creo que está llorando;
su chillido agudo está perforando mis tímpanos. Prestar atención a mi irritación
parece mucho mejor que sintonizarme con el terror que se enrosca en la boca de
mi estómago.

Me imagino que conseguir que hable conmigo mataría tres pájaros de un tiro.
Con suerte, obtendría algo de información, mantendría mi mente alejada del
horror helado que corre por mis venas, y quizás ella dejaría de hacer ese horrible
ruido.

-Hola, soy Petra. -Después de esperar un momento a que responda, lo intento de


nuevo. -Hola, ¿me entiendes? -

Me mira, con los ojos entrecerrados por la desconfianza, y finalmente responde.


-Soy Zanek. -

-Acabo de llegar aquí. ¿Dónde estamos? ¿Quién está al mando? ¿Qué quieren? -
Estoy desesperada por obtener respuestas.

-Yo... yo, - balbucea hasta detenerse. Se recompone, cuadra los hombros y respira
profundamente. -Estamos en el planeta Numa, creo. Es donde los esclavistas van
a comprar y vender sus productos. Tienen casas de placer, exhibiciones de sexo y
7

luchas de gladiadores. - Señala con un gesto de la barbilla hacia una puerta


abierta.

No había prestado atención hasta ahora, pero puedo ver a través de la estrecha
abertura una enorme arena. A lo largo del estadio cubierto hay cientos de toscos
bancos escalonados que se elevan hacia el techo. Alienígenas de todo tipo, forma
y color se dirigen con entusiasmo hacia sus asientos. Puedo oír el zumbido bajo
de una discusión animada.

- ¿Eso es un estadio de lucha? -

Ella asiente.

- ¿Van a luchar contra nosotras? - No puedo controlar el tono chillón de mi voz


mientras una espiga de miedo recorre mi columna vertebral.

-Lo dudo. Supongo que nos retienen aquí para una subasta de esclavas, quizás
mañana. –

¿Esclavas? No, por supuesto. ¿Para eso me arrastraron por el universo? Quiero
creer que esto es sólo un sueño, que no existen cosas como los aliens y las naves
espaciales. Pero viendo esta mazmorra y a la mujer reptiliana a menos de tres
metros de distancia, obviamente es cierto.

Los fríos tentáculos del miedo se aferran a los bordes de mis pensamientos, pero
los alejo. El hecho de que me hayan secuestrado y llevado a otra parte de la
galaxia para venderme como esclava tiene que quedar relegado al desván de mi
mente, como tantas otras cosas que he soportado en mi vida. Mi objetivo ahora
mismo es averiguar cómo escapar.

- ¿Esclavas? Esto no puede ser cierto, - insistí, aunque los hechos lo corroboren.

Ella no puede ver mi mirada y reanuda sus estridentes lamentos. Consigue


escupir, -esclavas sexuales, - y luego pierde el control. Está llorando tanto que sé
que es incapaz de responder a más preguntas, al menos por el momento.
8

Me he dado cuenta de que la mujer de la celda de mi izquierda ha estado


escuchando nuestra conversación. Tiene un ruidoso dispositivo de burbujeo
conectado a la nariz y la boca; supongo que no puede respirar el aire de este
planeta sin él.

- ¿Es eso cierto? - Pregunto, aún en negación.

Asiente con la cabeza y señala el aparato de respiración que lleva en la cara.


Obviamente, no puede responder a más preguntas.

Camino un momento, tratando de comprender la situación. Vale, esclava sexual


en un planeta tan lejano a mi casa que me han tenido que poner en animación
suspendida para llegar aquí. Está claro; nadie va a venir a salvarme.

No voy a perder la concentración. Saldré de esta. Ya he afrontado situaciones


malas antes. Tengo veintiocho años. Puedo pensar racionalmente, tengo
recursos, aunque no muchos.

Al menos ya no tengo cinco años y viviendo a la intemperie en una Serbia


devastada por la guerra. Los pensamientos de mis experiencias de niña,
hambrienta y sola en una zona de guerra, amenazan con entrometerse. Los alejo
con fuerza. No soy una niña indefensa y temerosa; voy a encontrar la manera de
salir de esto.

Es difícil ver más allá de la puerta arqueada del estadio. Lo que me llama la
atención, más que el suelo de tierra, las gradas y los asientos, es el aire enérgico
de excitada expectación. ¿Cómo puede esta gente ser capaz de viajar por el
espacio y, sin embargo, ser tan bárbara como para disfrutar de juegos de
gladiadores?

- ¡Petra, concéntrate! - Me regaño a mí misma; tengo que idear una forma de salir
de aquí. Tengo que volver a casa con mis amigos. Mis cejas se juntan en señal de
preocupación por mi gato, Motley. Espero que mi compañera de piso lo
mantenga alimentado hasta que llegue a casa.
9

Mi atención se centra en tres personas que caminan por el pasillo fuera de mi


celda hacia la arena. Uno de ellos es enorme, como un dios nórdico de dos metros
y medio: pelo blanco como la nieve, penetrantes ojos azules y una constitución
similar a la de un defensa, pero más grande.

El otro hombre es algo salido de una distópica pesadilla. También es grande y


musculoso, pero su parecido con su amigo termina ahí. Es humanoide, con una
especie de ojo izquierdo protésico que brilla en rojo y un brazo izquierdo
mecánico. Sólo lleva un taparrabos.

No puedo apartar los ojos, pero no estoy segura de sí es por repulsión o por
fascinación. Su cuerpo está asombrosamente bien musculado, pero también
tiene muchas cicatrices desde la cara hasta las rodillas. Tiene una angustiosa rabia
que puedo oler a cien metros de distancia. ¿Ni siquiera a un millón de kilómetros
de la Tierra puedo escapar de esa atracción magnética hacia los chicos malos?
Definitivamente hay algo malo en mí.

Casi como una idea tardía, me doy cuenta de que hay una mujer con ellos. Vuelvo
a mirar para asegurarme, pero creo que es humana.

Están a unas cuantas puertas de mi celda cuando grito. - ¿Eres de la Tierra?


¿Puedes ayudarme? -

Ella gira su cabeza en mi dirección; me mira de arriba abajo mientras sus ojos se
entrecierran. Parece escéptica.

- ¿Eres humana? ¿De dónde eres? - Pregunta con desconfianza.

-Originalmente de Serbia, de Filadelfia la mayor parte de mi vida. -

Aún con sospechas, pregunta, - ¿Cuál es tu equipo de fútbol? - Como si saber esto
fuera a probar que realmente soy de la Tierra.

-Los Eagles. Acabo de despertar aquí. ¿Puedes ayudarme? -


10

Tanto ella como el dios nórdico llevan monos azules. Ella lo mira. Él inclina la
cabeza hacia ella y conversan. La discusión parece convertirse en una pelea de
susurros. Creo que está defendiendo mi caso. Él no parece convencido. El chico
malo parece totalmente desinteresado en ellos o en mí y mira con impaciencia a
través del arco de la arena.

- ¡Por favor! - Intento que se concentre en venir en mi ayuda. -Me han


secuestrado de la Tierra y me han traído aquí. La mujer de la celda de al lado me
ha dicho que me van a vender como esclava sexual. No he hecho nada malo.
¿Pueden ayudarme? -

Parece redoblar sus esfuerzos para convencer al grandullón de que la ayude. Se


han acercado a mi celda y capto fragmentos de su conversación.

-No podemos dejarla aquí, Theos. Es humana, como yo. Luchamos contra
nuestros dueños y ganamos nuestra propia libertad hace menos de una semana.
No puedo alejarme de otra de mi especie y abandonarla para que la vendan como
esclava. -

- ¿Por qué ella? ¿Por qué no los seres a su lado? ¿Por qué no todos los de este
bloque de celdas? No podemos salvar a todos, Savannah. -

-Tienes razón. No podemos salvar a todos. Pero tal vez podamos salvarla a ella.
Ella es humana como yo y todas las otras mujeres en la nave. No dejarías a un
camarada caído, ¿verdad? Es así, ¡no puedo irme! -

Él es mucho más grande que ella, pero no le tira de rango ni le da órdenes. Parece
escucharla y considerar las cosas desde todos los ángulos.

-No tenemos dinero, Savannah. Por eso estamos aquí en este planeta de mierda,
para empezar. Por eso Shadow se está preparando para luchar en esta arena.
Necesitamos créditos para reparar nuestra nave, comida y necesidades. Ya
tenemos más de veinte almas que cuidar. Ni siquiera estamos seguros de poder
manejar eso, mucho menos añadir una boca más que alimentar. No podemos
11

sacar a esta hembra; esta instalación está demasiado vigilada. La única manera
de rescatarla es comprarla. ¿Dónde encontraremos el dinero para eso? –

-Me lo ganaré, - interrumpo con entusiasmo.

Dejan de discutir y sus cabezas giran para mirarme, con el escepticismo escrito
en sus caras.

-Sácame de aquí y podré ganar dinero. -Mi mente se acelera, pero siempre he
sido muy trabajador. Haré lo que sea para salir de esta celda.

- ¿Cómo? -

-Corto el pelo. Seguro que hace falta un buen peluquero...-

Una voz profunda y rasposa se oye por un altavoz en la arena. El público lanza un
rugido. El tipo sexy en taparrabos hace crujir sus nudillos y su cuello, y luego
anuncia con arrogancia. -Tengo que encontrar al promotor. Les dije desde el
principio que no los necesitaba aquí. Ciertamente no necesito ayudar con los
problemas de esta patética humana Te encontraré después de ganar mi ronda. -
Se gira sobre su talón, sin esperar una respuesta.

-Estaremos aquí, - señala Savannah con fuerza al suelo donde está de pie, una
declaración obvia de que no se va a ir. Theos se limita a asentir.

-Mira, - Savannah reanuda nuestra conversación, hablando confidencialmente,


sus ojos escudriñan sospechosamente a las otras prisioneras. -Yo y otras nueve
mujeres de la Tierra fuimos secuestradas hace menos de un mes y colocadas en
un barco de esclavos con diez gladiadores, también esclavos. Hace una semana,
más o menos, derrocamos a nuestros guardias y ahora estamos en posesión de
la nave y de nuestra libertad. Vinimos directamente a este planeta para hacer las
reparaciones necesarias, conseguir algunas credenciales falsas y hacer suficientes
créditos para pagarlo todo.
12

-Nos iremos en cuanto terminen las reparaciones: tenemos a unos tipos malos
pisándonos los talones. No podemos perdernos en este agujero infernal para que
nos corten el pelo. El dinero es escaso. No sé de dónde sacaríamos lo suficiente
para comprarte. -

-Ella, - señalo con el pulgar a la chica reptiliana, -me dice que hay muchos clubes
de sexo en este planeta. ¿Hay clubes de striptease? -

Los ojos de Savannah se abren de par en par. - ¿Te estás ofreciendo a vender tu
cuerpo para evitar la esclavitud? -

-Tengo... habilidades. Haré lo que sea necesario para salir de esta celda y dejar
este planeta en tu nave como una mujer libre. Cómprame y llévame a un club de
striptease. Préstame uno de tus gladiadores para que me proteja mientras
trabajo, y no pararé hasta pagarte. –

Theos ha estado escuchando atentamente y ahora mueve su hermosa cabeza de


un lado a otro. -No, esto no funcionará. Ni siquiera sabemos cuánto costará
comprarla. No tiene ni idea de cuánto puede ganar haciendo... lo que sea que
vaya a hacer. Es un plan terrible. Ni siquiera es un plan, Savannah, es sólo un
deseo. Voto por el no. -

Savannah parece atrapada. Me temo que está de acuerdo con él.

-Mira. ¿Qué tal si prometo una garantía de devolución del dinero? Tiene razón.
No tengo ni idea de cuánto me va a costar ni de cuánto puedo ganar. Pero si no
he ganado lo suficiente como para devolverte el dinero para cuando las
reparaciones estén terminadas y estés listo para volar, puedes venderme de
nuevo a la gente a la que me compraste. No hay pérdida para ti. - No sé qué haré
si tengo que volver a esta celda, pero al menos esto me da una oportunidad de
luchar.

-Theos, mira, ella nos está dando una garantía, - coacciona Savannah. -Esta es una
situación en la que no se puede perder... excepto para ella. Está dispuesta a luchar
13

por su libertad. Que es exactamente lo que acabamos de hacer en la nave. Por


favor, deja que lo intente. -

Él inhala profundamente y piensa durante tanto tiempo que asumo que he


perdido la batalla. Luego toma otro respiro y asiente casi imperceptiblemente. -
Me comunicaré con el barco y lo consultaré con el capitán. Si está de acuerdo, la
ayudaré. -

Unos minutos después nos informa, -El capitán Zar está de acuerdo, pero insiste
en mantenerla en garantía. No podemos permitirnos poner en riesgo la vida de
todos por esto, por mucho que todos queramos ayudar. –

Las necesidades de muchos tienen más peso que las de unos pocos, una de mis
citas favoritas de Star Trek me la están echando en cara, maldita sea.

Theos se aleja en busca de alguien con autoridad que pueda negociar un precio
para mí. No me molesto con la falsa modestia mientras me quito las botas negras
hasta la rodilla, me quito las bragas, las guardo en el sujetador y me pongo los
leggings.

Mientras esperamos a Theos, mis ojos se desvían hacia la arena cuando oigo al
público rugir de agradecimiento. Llego justo a tiempo para ver cómo un
monstruoso reptil verde con varias filas de dientes en su enorme boca aplasta a
su oponente humanoide más pequeño con tanta fuerza que el hombre cae al
suelo, incapaz de levantarse. Al principio, creo que está muerto, pero después de
un momento puedo ver su pecho subiendo y bajando débilmente.

El locutor dice entonces dos nombres para el siguiente combate. -Ese es el


combate de Shadow,- me informa Savannah con tanta preocupación como si
estuviera pidiendo un Starbucks.

- ¿No estás angustiada? ¿Preocupada de que salga herido? El tipo que perdió la
pelea anterior parece que nunca se recuperará. -
14

-Shadow es un gilipollas, - levanta los hombros, -supongo que sería una pena que
se lesionara gravemente, pero...- Se encoge de nuevo de hombros y ladea la
cabeza.

Eso me aturde. Estoy confiando en esta gente para que me mantenga a salvo, y a
esta mujer no parece importarle si su camarada vive o muere. -Debe de ser una
gran idiota, - reflexiono en voz alta.

-No nos conocemos bien, - se retracta. -Estábamos aislados como parejas en las
celdas hasta hace poco, así que no he pasado mucho tiempo con él. Es que... no
nos causó muy buena impresión a muchos de nosotros. Está enfadado. No es
sociable. Pero luchó por nuestra libertad. Y…, -añade casi como una ocurrencia
tardía, -salvó la vida de nuestro capitán. -

-De acuerdo, así que ambas deberíamos apoyarle en esta lucha, ¿verdad? -

Ella levanta un hombro sin comprometerse.

Una conmoción de la multitud atrae mi atención hacia la arena.

Sólo puedo ver un poco de la acción cuando estiro el cuello para mirar a través
de la delgada puerta de piedra. Shadow se enfrenta a un alienígena alto con
aspecto de neandertal que debe pesar más de quince kilos que él. Miro dos veces,
pensando que mis ojos me están engañando, pero no es así. Estos tipos están
luchando desnudos.

Tengo que reconocerlo; el cuerpo de Shadow es un caramelo para los ojos. ¿Sabía
Savannah cuánta razón tenía cuando lo llamó "polla"? Porque todas las mujeres
que están viendo este combate tienen que tener esa palabra golpeando
insistentemente en su mente ahora mismo. Tengo que sacar mis pensamientos
de la alcantarilla para prestar atención a la pelea real.

En el pasillo, me llamó la atención lo grande que es Shadow, pero ahora que está
en la arena con ese enorme cavernícola, está empequeñecido. No sé si el brazo
biónico será una ventaja o no, pero necesitará algo de ayuda si quiere ganar.
15

Y más vale que gane, porque supongo que la bolsa de esta pelea será la que
financie mi plan para salir de la cárcel.

Justo cuando el neandertal está golpeando ferozmente a Shadow en el pecho,


Theos y un peludo alienígena azul se acercan a mi celda.

-Te digo, - dice el tipo azul, con las facciones flojas por el aburrimiento, -no puedo
aceptar menos de 50.000 créditos. –

-Es una locura, - insiste Theos, -dudo que nuestro luchador gane mucho más que
eso en su combate contra ese monstruo gargantuesco de ahí fuera. -

-Exactamente. Quien compre este hermoso espécimen de feminidad se quedará


con ella durante toda su vida, así como con la progenie que pueda producir.
Obviamente, ella debe traer un precio más alto que un momento de destreza en
la arena. -

-No estoy autorizado a pagar tanto. No más de 25.000. -

-45.000 es lo más bajo que puedo ir. -

-27.500, - ofrece Theos, y me doy cuenta de que le cuesta la enormidad de esa


suma.

-45.000 en firme. No aceptaré un crédito menos. -

Mierda. No sólo tenemos que reducirlo a una cifra que el gladiador pueda pagar,
¡sino que yo tengo que reducir el precio a una cantidad que pueda devolver!

-Mmmmm, - digo y empiezo a retorcerme. -Mmmmmmm. - Mi pierna derecha


empieza a temblar. -Ack. Ack. Ack. - Actúo como si estuviera a punto de lanzar
una bola de pelo.

-Ack. - Twitch. -Ack. - Twitch.

Empiezo a tirarme del pelo y a gemir.


16

-42.500, - ofrece el tipo azul, mirándome como si fuera un zurullo en la pecera.

Mi gemido empieza a convertirse en un suave grito. Me pongo de rodillas y


empiezo a mover la pierna derecha imitando a un perro al que le encanta dónde
le rascas.

-Mmmmmm, - amplío a un grito más fuerte.

-40.000 es lo más bajo que puedo llegar. - El chico azul me mira por debajo de la
nariz con disgusto.

Me pongo de pie y me arremolina mientras inclino la cabeza hacia delante y hacia


atrás, mi larga melena se agita salvajemente. Hago ruidos guturales en el fondo
de mi garganta. Bruscamente, me detengo, lo miro directamente y grito. Puede
que me equivoque, pero creo que se produce un silencio en el estadio por un
momento en respuesta a mi prolongado gemido.

-35.000 es lo más bajo que puedo llegar, y sólo porque me gustas, - el tono del
esclavista es aceitoso y poco sincero.

Capto una mirada entre Theos y Savannah y creo que ambos se preguntan si esto
es una actuación, o si realmente estoy tan loca como parezco.

Me pongo de pie en la cama y empiezo a saltar sobre ella, ahora graznando como
un pájaro. No voy a parar hasta que el precio baje un poco más.

-30, - ofrece el tipo azul. Me parece que se está poniendo nervioso.

Theos niega con la cabeza.

-25? - Parece que ahora está casi suplicando.

-No, está claro que está loca. No creo que la queramos en absoluto. -

Ahora estoy saltando y gimiendo. Algo grande está sucediendo en la arena, hay
muchos vítores. Espero que Shadow esté ganando. No creo que me compren si
no reciben el dinero del premio.
17

-15. Tenías razón, amigo mío. Estaba inflando el precio hace un momento. La
codicia es un terrible defecto de carácter. Creo que tienes razón, 50 es demasiado
alto. 15 es justo. -

Todavía saltando, mis ruidos se transforman en los de un gorila. Me pongo las


manos en las axilas como un mono. Me meto las manos en la cara como si quisiera
captar el olor de mis axilas. Oliendo profundamente, suelto un gemido de
satisfacción.

-10. Puedo dejarla ir por 10.000, - su tono es urgente. Veo rápidamente su


expresión: tiene los orificios nasales abiertos y la cabeza inclinada hacia atrás en
señal de asco.

Veo a Shadow acechando a través del arco de la puerta. Le han dado una paliza:
su pectoral empieza a tener moratones y la sangre gotea de un ojo que ya está
medio cerrado. Sostiene algo en alto que deben ser créditos, porque parece
bastante orgulloso de sí mismo.

-Bueno... - Oigo que Theos se pone de perfil. Creo que está a punto de aceptar los
diez mil créditos, pero todavía no estoy segura de tener la capacidad de pagar esa
cantidad. Decido ir a por el oro y conseguir el precio más bajo posible.

Salto de la cama y atravieso al tipo azul con la mirada. Me pongo en cuclillas y,


mientras le miro directamente, suelto un gemido orgásmico desde lo más
profundo de mi garganta y me orino en los pantalones. Es cómico ver la mirada
en sus caras. Veo como el chico azul, Theos, Savannah y Shadow inicialmente no
están seguros de lo que está pasando. Llevo unos leggings negros, así que es difícil
ver la mancha de humedad. Entonces ven el charco de orina que se acumula en
el suelo cerca de mis pies descalzos.

-5,000. La dejaré ir por 5.000 si la pagas bien esta módica y te vas. - Da un paso
atrás como si mi charco de orina fuera a atacarle.
18

Theos le arrebata la tarjeta a Shadow, se la entrega al esclavista que la manotea


y abre la puerta de mi celda lo más rápido posible. Les doy la espalda a todos, me
quito las mallas empapadas, me pongo las bragas secas y las botas, y me apresuro
a seguirlos por el pasillo y salir del edificio.
19

Capitulo 2
Shadow

Me pongo cerca de la pequeña hembra humana delante de mí para que no vaya


en la retaguardia. El más fuerte debe estar en la retaguardia del grupo, no el más
débil. ¿Qué demonios hemos hecho? Hemos pagado 5.000 de mis duramente
ganados créditos por una hembra que probablemente sufre la enfermedad de
Amlong. Está claro que está loca.

A las hembras humanas de la nave les gusta estar cubiertas y llevar mucha ropa,
pero esta va corriendo con sólo un trozo de tela en el culo. Tengo una muy buena
vista de ese trasero bien formado mientras corro. Me fijo en la curva redondeada
de su trasero, en los muslos firmes y musculosos. Casi tropiezo con el pavimento
irregular al fijarme en sus largas zancadas y sus elegantes movimientos.

Todavía se ríe. Ojalá pudiera recordar si Amlong es contagiosa. Corremos hacia la


izquierda y nos detenemos en un callejón oscuro de una de las calles laterales
entre la arena y el lugar donde está atracado nuestro barco. Las dos mujeres
jadean.

-Estabas actuando ahí atrás, ¿verdad? - pregunta Savannah, con una ceja
arqueada en forma de pregunta.

-Le bajé a 5.000 créditos, ¿no? - Ella es bastante guapa con la boca dibujada en
una sonrisa.

-Tengo que felicitarte. Has hecho un trabajo tan bueno que no estaba segura de
si tenías algún tipo de enfermedad espacial o si estabas intentando ayudarnos a
negociar un precio más bajo. -
20

-Todavía van a llevarme con ustedes, ¿verdad? ¿En su nave? ¿Si consigo los 5.000
créditos para pagarles? - Se muerde el labio inferior con los dientes. La mujer
parece y suena desesperada.

-Escucha, sobre eso, - interviene Theos, -me siento fatal por esto. Todos nos
sentimos mal. Sé que no es justo en absoluto. Deberíamos haberte rescatado sin
pedir nada a cambio. Eso habría sido lo correcto. –

-Es lo que es. - Se encoge de hombros. -Sólo quiero llegar al club de striptease,
ganar suficientes créditos para comprar mi libertad, subir a tu nave y no ser la
esclava de nadie. -

La única mujer terrestre que he llegado a conocer desde que todos llegaron a la
nave fue mi antigua compañera de celda, Grace. Ella lloraba mucho y no podía
aceptar que su vida nunca volvería a ser como antes. Supuse que todas las
mujeres de la Tierra eran así, débiles.

Esta parece fuerte. Se necesita cerebro y agallas para hacer ese truco allí.
Definitivamente deberíamos comprarle otro par de pantalones.

-Voy a volver a la nave para que el doctor me arregle el ojo. Creo que necesito
puntos de sutura, - les digo mientras me dirijo a la estación de acoplamiento.

-Ho, Shadow, - dice Theos. -He llamado al capitán. Dice que Savannah y yo
debemos volver a la nave, y tú debes llevar... ¿cómo te llamas? -

-Petra. -

-Lleva a Petra al club de sexo. -

Sacudo la cabeza. Eso es lo último que quiero hacer después de que casi me
maten en la arena. Mi ojo derecho se está hinchando mientras perdemos el
tiempo en este sucio callejón.

-No sé por qué estás haciendo esto. No podemos recoger a todos los vagabundos
de la galaxia, - me quejo.
21

-Aquí están los créditos, - Me lanza la tarjeta. -Consíguele lo que necesita. - Le


mira los muslos sabiendo que probablemente todavía hay orina pegada allí. -
Tendrá que encontrar un lugar para limpiarse. Tú también te limpias. El doctor
puede arreglarlos cuando vuelvan a la nave. -

Me lanza un arma láser y se va corriendo con Savannah hacia la nave, dejándome


a solas con la pequeña humana.

- ¿Qué necesitas? -Estoy seguro de que mi voz suena aguda y resentida. No sé por
qué siempre me tocan los trabajos de mierda, pero me molesta tener que hacer
de niñera de esta hembra, una humana débil nada menos.

-Savannah dijo que eras un gilipollas. Tenía razón. Tengo que limpiarme y luego
comprar ropa interior sexy y una cuerda. -

Arqueo la ceja, pero no quiero ser un "gilipollas", sea lo que sea, así que no digo
nada.

Vamos a un sitio de comida rápida y nos limpiamos en su baño. La hago hablar


conmigo todo el tiempo que estoy solo en el baño de hombres para saber que no
está secuestrada de nuevo. No parlotea como pensaba que lo haría, sólo cuenta
en voz alta, como si no quisiera compartir nada personal conmigo. Lo entiendo,
tampoco quiero compartir nada personal con ella.

Encontramos una tienda de ropa donde coge unos pequeños retales de ropa
interior en un arco iris de colores y se mete en el probador. Me parece oírla abrir
la cortina, pero cuando miro por encima veo un trozo de su cuerpo desnudo que
se cuela entre la tela y el tabique.

Respiro rápida y profundamente. Sé que no debería, pero no puedo apartar los


ojos de ella. Es tan pequeña, pero todo está en perfecta proporción. Bueno,
excepto sus pechos, que son grandes. Las puntas son de un delicado tono rosa.
Mi polla se retuerce en mi taparrabos, lista para actuar. Ella se aleja de mi línea
de visión, pero la imagen sigue grabada en mis retinas.
22

Es rápida en sus asuntos y no tarda en salir del vestuario.

-Ya has tardado bastante, - la regaño.

-No seas un culo, Shadow. - Me lanza una mirada fulminante y se dirige a la caja.
En lugar de desanimarse, mi polla responde a su desprecio con una patada en
modo firme.

Tiene unas etiquetas en la mano. Debe estar usando lo que sea que haya
comprado. También ha comprado unos pantalones nuevos que son exactamente
iguales a los viejos que dejó tirados en un charco de pis en su celda.

-Ferretería, - me dice después de pagar.

- ¿Qué es una ferretería? -

-Necesito cuerda. Búscame una tienda que la venda. –

Por primera vez desde que nos conocimos, me mira a los ojos.

Me da la oportunidad de inspeccionarla.

En primer lugar, es pequeña. Es la más pequeña de todas las mujeres terrestres


de la nave. Tiene el pelo largo y castaño, recogido en un manojo, que deja ver la
graciosa curva de su cuello.

También se ha comprado cosméticos y se ha puesto algunos. El rojo de sus labios


acentúa esa boca atrevida y audaz, y el marrón alrededor de sus ojos los hace
parecer más grandes y dramáticos.

Me cuesta no mirarla. Seguro que atrae las miradas de todos los hombres allá
donde vayamos. Derrocha sensualidad. Respiro profundamente, me llamo los
labios y me apresuro en dirección al mercadillo.

Espero que sepa lo que está haciendo. Sin duda necesita que la vigile. Los
hombres querrán agarrarla y hacerle cosas con o sin su permiso. Me alegro de
que Theos me haya dado su láser. Podría necesitarlo.
23

- ¿Qué es una polla? -

-Eso, - dice mientras mira mi pene, -es una polla. –

Miro hacia abajo para comprobarlo sin ninguna razón.

- ¿Savannah me ha llamado leenz? ¿Tiene otro significado? -

-Sí, es la jerga para una persona desagradable. -

Sé que soy una persona desagradable. He sido una persona desagradable durante
la mayor parte de mi vida, con buena razón. Nunca me arrepentí de ser
desagradable hasta esta minima. En esta minima no quiero que la pequeña Petra
piense que soy un gilipollas.

En vez de eso, le doy la razón mientras le lanzo una dura mirada. -Soy un gilipollas.
No me cabrees. -

A ella le hace mucha gracia y pronto yo también me río. Pienso en su maniobra


en la celda: -Supongo que eres tú a la que no debería cabrear, Petra. No me
gustaría tener que comprarte otro par de pantalones. - Inexplicablemente, ambos
seguimos riendo durante demasiado tiempo.

Petra

No pudimos encontrar el tipo exacto de cuerda que buscaba, la que conseguimos


es demasiado rasposa, pero los mendigos no pueden elegir. Sólo quiero entrar,
ganar suficiente dinero para comprar mi libertad y salir. Golpe quirúrgico. Sin
demora.

Me estoy preparando mentalmente para el club de sexo más sórdido que pueda
imaginar. Tengo que decir que, aunque sea un capullo, estoy agradecida de tener
a Shadow.
24

Me estoy imaginando la escena de la cantina de La Guerra de las Galaxias con la


peor y más extraña escoria de la galaxia reunida en un solo lugar para
aprovecharse de las mujeres. No tengo ni idea de si mi plan para ganar dinero
interesará a alguien lo suficiente como para darme créditos, pero voy a dar lo
mejor de mí.

- ¿Cómo puedo ganar dinero con esto, de todos modos? ¿Me dan créditos?
¿Cómo transfieren el dinero a tu tarjeta? -

-Un lugar como este está fuera de los libros. Te darán moneda local, no créditos.
Todo el mundo utiliza papel moneda para actividades ilegales, - explica. -Te darán
papel. -

- ¿Ilegal? ¿Los clubes de striptease son ilegales? -

-Por supuesto, no están sancionados por la Federación. -

-Genial. Nota para mí, las bárbaras peleas de gladiadores son legales, la esclavitud
es legal, el secuestro es legal, mostrar un poco de T y C no es legal. Es bueno
saberlo. Por cierto; no me darán el dinero a mí, te lo darán a ti. -

- ¿Qué? –

-Tendrás mis botas, - le digo. -Te paseas y pones el dinero que me dan en mi bota.
Estaré impedida. -

Me doy cuenta de que se muere por preguntarme qué haré exactamente y por
qué compré la cuerda, pero lo verá cuando lo haga.

- ¿Así que podemos usar el papel moneda para arreglar el barco? - Quiero
asegurarme de que todos los problemas se solucionan antes de que aparezcan.

-No. Los mecánicos de la estación de acoplamiento querrán créditos de la


federación aprobados. Hay un cargo de conversión del veinte por ciento. –

-Estás bromeando. - Mierda, ¿puedo tener un apestoso descanso hoy?


25

-No. -

-Así que tengo que hacer 6.000 créditos para devolverte los 5.000 que te debo. -

-Sí. –

¿Cómo voy a ganar suficiente dinero? No tengo ni idea de cuál es la propina


media. Si es un crédito necesitaré 6.000 propinas.

- ¿Si no hago las 6.000 me vas a dejar en el club de striptease? -

-No sé por qué me pusieron a cargo de esto, Petra. Soy un gilipollas. Por suerte
para ti no tomo las decisiones. Cuando termines de hacer lo que sea que vayas a
hacer, voy a comunicarme con la nave a ver qué dicen. -

-Genial, me alegro de tenerte de mi lado. -

Por la mirada de descontento en su cara, está claro que reconoce el sarcasmo


cuando lo oye.
26

Capítulo 3
Petra

Como no hay mucho espacio de almacenamiento en su taparrabos, compramos


una mochila en el mercadillo. Shadow tiene mi ropa interior, los cosméticos y la
cuerda en ella.

Hablando de su taparrabos, ha habido algunos momentos en nuestro viaje de


esta noche en los que estoy bastante segura de que está "contento de verme".
Ya lo vi desnudo en la arena; ha quedado claro que está bien dotado. Noto que
mis pezones se tensan al recordar lo viril que parecía, luchando contra ese
neandertal.

Lo que sea. Estoy en una misión. Quiero hacer algunos créditos y salir de este
planeta de mierda. Tiene que haber una forma de volver a casa. No tuve la mejor
vida allí, pero era mi vida, maldita sea.

Odio tener incluso un momento para mí porque todo lo que puedo hacer es
preguntarme si he saltado de la sartén al fuego. Necesito ayuda para volver a
casa, pero ¿a qué clase de gente no le importa que su amigo quede hecho papilla
en la arena? Quiero decir, francamente, Shadow es un imbécil y puedo ver con su
actitud hosca por qué no es bien visto. Pero me pregunto si me echarán en un
santiamén si descubren que les queda poco combustible o algo así.

Oh, bueno, estoy segura de que cualquier cosa será mejor que quedarse en este
planeta y ser vendida como esclava sexual.

Estamos caminando a lo largo de lo que probablemente es la calle más sórdida


de todo este sórdido planeta. Cada establecimiento por el que pasamos es un
antro más grande que el anterior.
27

Shadow tiene su mano posesivamente en la parte baja de mi espalda, lo que por


alguna razón me hace sentir segura. Entramos en cada bar y miramos a nuestro
alrededor. No sé lo que busca: seguridad, supongo, y tal vez lo adinerados que
son los clientes. ¿Yo? Estoy mirando el techo. Finalmente encontramos un lugar
que cumple con nuestros criterios. Alrededor de la puerta hay una boca de gato
de neón, así que hay que entrar a través de los dientes amarillos del felino.
Shadow dice que el lugar se llama el Golden Pussy.

Si vas a burlar la ley, también puedes ir hasta el final. Incluso con un nombre como
ese, parece estar un poco por encima de los otros pozos de mierda de este
pequeño trozo de cielo.

El gerente parece feliz de tenerme trabajando a cambio de propinas. Mientras no


tenga que pagarme de su bolsillo, no le importa lo legal que sea o no.

Muchos de los hombres me miran con avidez. Supongo que no importa en qué
parte de la galaxia estés, carne fresca es carne fresca.

- ¿Cómo se cambian las bombillas ahí arriba? - Indico el techo.

- ¿Eh? Hay una escalera atrás. - Señala la única puerta que no es un baño o una
salida.

Unos minutos después, Shadow me ha ayudado a colgar con seguridad una


cuerda a una de las robustas vigas metálicas que se entrecruzan cerca de las
viguetas del techo.

Después de tantos años practicando baile en barra y gimnasia con cuerda para
competir, nunca soñé que utilizaría estas habilidades en un local de striptease.
Siempre lo hice por el ejercicio y el desafío. Mis anticuados padres me acusaban
a menudo de haber aprendido a hacerlo para ser stripper. Bueno, después de
todo tenían razón. Espero por Dios que esto me salve la vida esta noche.
28

Shadow

Ella se quita las botas hasta la rodilla, se quita la camisa, los pantalones nuevos y
mete la ropa y una bota en mi mochila. Me entrega la otra bota y me lanza una
mirada dura como una roca.

-Por favor, ayúdame a meter todo el dinero que pueda en esta bota, Shadow. No
hace falta que te diga lo mucho que está en juego. -

Me pregunto si Zar, el capitán, la dejará abandonada en este planeta si se queda


corta.

Ya ha hecho tanto para salvar su culo que sería una pena que no fuera suficiente.

La miro bien. Si la diminuta ropa interior verde que llevaba en la arena me parecía
sexy, ésta me llama la atención. Su sujetador y sus bragas son de brillante satén
y de un rojo intenso. El sujetador abraza sus pechos y los levanta para que
parezcan aún más voluptuosos. Mi polla palpita con fuerza en plena atención. No
parece cohibida como mi antigua compañera de celda, Grace, sino que se
muestra muy seria.

Sin esperar a que todas las miradas estén puestas en ella, o a que se produzca
una nueva canción, salta y gira al mismo tiempo, agarrando la cuerda a varios
metros por encima de su cabeza, incluso mientras gira.

A continuación, agarra la cuerda aún más arriba de su cabeza y parece subir por
ella. En un solo movimiento ágil, envuelve la cuerda alrededor de un tobillo y
luego gira y cae hasta que el tobillo está directamente sobre su cabeza. Una mano
se extiende con gracia para posar y la otra pierna se extiende hacia atrás, de modo
que la mano y la pierna opuestas están paralelas al suelo mientras el único tobillo
sigue atado a la cuerda por encima de ella.
29

No lleva ni treinta modicums en su rutina y cuando me detengo a mirar alrededor


de la sala no hay ningún ser, hombre o mujer, cuyos ojos no estén pegados a
Petra. Nunca he visto nada igual.

Es hábil y hermosa, y a la vez poderosamente sensual. Se me seca la boca


mientras la contemplo. Ondulando sobre esa cuerda con su brillante sujetador
rojo y sus diminutas bragas, me deja sin aliento.

De repente recuerdo que no estoy aquí para verla. Estoy aquí para recaudar
dinero. Empiezo a moverme de patrón en patrón, empujando el extremo abierto
de la bota hacia cada ser de la sala. La mayoría ni siquiera mira su fajo de billetes;
no pueden apartar los ojos de Petra, que ahora ha subido casi hasta lo más alto
de las vigas.

Pocas veces me he sentido tan frustrado como en este momento. Sé que este
dinero es de vital importancia para ella, pero no quiero hacer nada más que
observar su rutina. Un suave jadeo se escapa de los labios de muchos cuando ella
se cuelga boca abajo, con la cuerda ahora sujeta a otro tobillo y luego parece caer.
Sin embargo, ha enrollado hábilmente la cuerda alrededor de su pierna y la caída
ha sido planificada y precisa.

Se precipita al suelo, pero se detiene justo antes de que su cabeza se estrelle


contra el suelo.

Las otras mujeres que estaban actuando deciden que es un buen momento para
un descanso cuando se dan cuenta de que ninguno de los clientes les presta
atención, ni dinero.

Ojalá hubiera aceptado la sugerencia de Savannah de ponerme un mono después


de mi partido. Mi polla está dura y a punto de estallar en mi taparrabos; estoy
seguro de que es obvio.

Me tomo un momento para rebuscar en el dinero de su bota negra alta. Ya hay


una buena cantidad de dinero ahí, y ella sólo está terminando su primera canción.
30

Todavía no he llegado a los dos tercios de la sala. Me apresuro a pasar de un


cliente a otro. Mi favorita es la mujer Mordite que tiene cuatro manos y me
entrega el dinero con las cuatro.

Se da cuenta del estado de excitación de mi polla, alarga la mano para acariciarla


descaradamente y mete unos cuantos billetes en mi taparrabos. No me ofende;
todo es por una buena causa.

Petra va ya por su tercera canción y yo doy mi segunda vuelta a la habitación. La


bota estaba tan llena que rápidamente la cambié por la vacía de mi mochila, y
ahora la estoy empujando delante de cualquier cliente que parezca interesado.

La cara de Petra parece tensa; parece fatigada. La cantidad de tensión en los


músculos de la parte superior de su cuerpo debe ser agotadora. Incluso antes de
su actuación en este club de striptease, este ha sido probablemente el día más
largo y peor de su vida.

Observo la sala antes de llamarla para que baje y nos marchemos. Varios hombres
Volurians parecen reunirse cerca de la puerta. Estoy muy atento al lenguaje
corporal, y es obvio que no están tramando nada bueno. Petra está haciendo su
trabajo demasiado bien. Los Volurians son una rama del cártel de MarZan y son
legendarios en el comercio de esclavas. Petra sería una buena presa. Tienen que
notar la cantidad de dinero que los patrones han metido en sus botas.

Drack. Sin perder un momento, me pongo en contacto con la nave. -Necesito


ayuda. Estoy en el Golden Pussy de la calle Éxtasis. Creo que están a punto de
asaltarnos. Envía a todos los hombres que puedas. Deprisa. –

Zar me asegura inmediatamente que está en ello.

Todo lo que tengo que hacer es mantener la calma hasta que lleguen aquí. Hago
cuentas, calculando cuánto tiempo los llevará desde la nave hasta aquí. Levanto
la vista y veo que Petra se está cansando rápidamente.
31

- ¿Tenemos suficiente?, - me dice. Su sonrisa parece forzada y se sacude el brazo


izquierdo; quizá tenga calambres.

No quiero que se resbale o se caiga por culpa del cansancio, pero los Volurians
van a hacer su jugada en cuanto sus pies toquen el suelo.

-Sólo la mitad, - grito y me encojo de hombros como diciendo "lo siento". -


¿Puedes seguir unas cuantas canciones más? -

Ella niega con la cabeza. -Necesito un descanso. -

-Una canción más, Petra. - Suena más como una orden que como una sugerencia.
Miro hacia los Volurians cerca de la puerta. Cuando vuelvo a mirarla, juraría que
lo entiende.

Ahora sé por qué puso esos hermosos labios pintados de rojo cuando no pudimos
encontrar el tipo de cuerda que quería en la tienda. Esta cuerda raspa y le ha
lastimado la piel. Un tobillo sangra un poco, las palmas de las manos dejan puntos
de sangre en la cuerda blanca y hay arañazos de color carmesí en el abdomen y
en el interior de los muslos. La cantidad de fuerza que necesita para mantenerse
ahí arriba le está pasando factura.

- ¿Puedes hacer una cuna y balancearte un rato? - le digo.

Ella asiente con la cabeza. Sus ojos se entrecierran y se detiene un momento.


Parece perdida en sus pensamientos pensando en cómo construirla. Se hace un
nudo en un tobillo y en la muñeca contraria y se cuelga, balanceándose al ritmo
de la música y moviendo el brazo libre con la mayor gracia posible. No parece que
se esté esforzando; esto no requiere ningún gasto de fuerza de la parte superior
del cuerpo. Puede que no consiga más propinas, pero puede permanecer ahí
arriba hasta que lleguen los refuerzos.

Los Volurians no parecen contentos con esta pausa en la acción. Puedo decir que
están organizando algún tipo de operación agresiva.
32

No creo que Petra y yo podamos darnos el lujo de esperar a los hombres de la


nave. Cuando me comunico con Zar de nuevo me dicen que aún tenemos que
esperar el equivalente a tres canciones. No tenemos tanto tiempo.

Vierto el dinero en la mochila y meto el láser en el maletero. Si se produce un


derrame, dejare caer el maletero y saldré disparando.

Levanto la vista para ver una mirada de auténtico dolor en el bonito rostro de
Petra. Hay más que pequeños puntos rojos en la cuerda blanca: hay manchas. No
lo conseguirá hasta que lleguen los otros machos.

Mi mente entra en modo ordenador, analizando todos los resultados posibles,


todas las eventualidades. Veo que hay ocho o nueve Volurians. Por los bultos bajo
sus ropas, puedo decir que están bien armados. Con tantos clientes en este bar,
un tiroteo sin duda herirá a muchos transeúntes. Eso provocará una presión de la
Federación que nadie en la Sweet Deliverance puede permitirse.

Hay una puerta de salida en la pared del fondo, pero no sé si se abrirá. Este lugar
no parece seguir ningún otro código. ¿Por el dracking quién sabe si la cosa no
está encadenada para asegurar que nadie se cuele sin pagar la entrada?

Muy bien, no hay buenas opciones, tengo que elegir la menos terrible. Salimos
por la puerta de atrás.

Los ojos de Petra están pegados a mí. Por la expresión de su cara, se ha dado
cuenta de que hay un problema y sabe que vamos a tener que salir corriendo. Lo
que será aún más difícil descalza, pero no hay tiempo para vestirse.

Miro la puerta de salida trasera y ella asiente. Estamos sincronizados.

Casi ha dejado de moverse allí arriba, la música ha aumentado su ritmo y los


demás bailarines han vuelto a subir al escenario. Nadie se centra ya en Petra. Se
desenreda la muñeca y el tobillo y baja por la cuerda hacia la puerta trasera casi
antes de que me dé cuenta. Estoy a unos pocos pasos detrás de ella.
33

Un golpe de suerte. A pesar de que la puerta estaba cerrada con cadenas, la


suelto con un mínimo esfuerzo.

Salimos a paso rápido, dirigiéndonos a la izquierda por el callejón.

El lugar estaba tan lleno, que los Volurians tendrán que salir por la puerta
principal, y luego correr por todo el edificio.

Con suerte, se dividirán en dos grupos para buscarnos. Así sólo tendremos que
luchar contra la mitad de ellos a la vez.

Me aseguro de que Petra esté delante de mí; no quiero que sea un objetivo por
detrás. Por su actuación en la cuerda está claro que está en buena forma física,
pero ha sido un día largo y está corriendo por este callejón lleno de mierda sin
zapatos. Incluso con todo eso, está haciendo un buen tiempo.

Oigo pasos por detrás justo cuando giramos a la izquierda en la esquina de otro
bar. -Ho, Petra. Detente. - Le hago un gesto para que se esconda detrás de mí
mientras me agacho, esperando a que nuestro enemigo se aleje del borde del
edificio.

En cuanto los cuatro rodean el edificio, disparo contra todos ellos. Disparar
láseres es mucho más fácil que la espada que uso en la arena. Están todos
muertos antes de tocar el suelo. Sería casi anticlimático si no supiera que hay otro
contingente de cinco que nos busca en este mismo momento.

Me pongo en pie y me doy cuenta de que Petra sigue agachada en el suelo, donde
se ha escondido detrás de mí.

-Está bien, Petra, están todos muertos. - Me agacho y la ayudo a levantarse. Con
la cara apretada por el miedo, sus ojos parecen enormes. Su mano aún sangra de
todo ese tiempo en la cuerda; está prácticamente desnuda, y aún jadea por el
esfuerzo.
34

- ¿Adónde vamos ahora? - Pregunta, mirando a ambos lados del callejón. -Hay
cinco más, ¿verdad? - Respira profundamente como si se preparara para la
siguiente escaramuza.

Es una mujer fuerte e inteligente. Nada de llorar o acobardarse.

-Continúa por el callejón. -

Antes de que termine de hablar, ya está corriendo en la dirección que le indiqué.

Unas dos manzanas más tarde, oímos una erupción de disparos.

Sólo puedo esperar que sean los gladiadores de la nave atacando al contingente
restante de Volurians.

Tenía razón. Zar se comunica conmigo una minima después, preguntando mi


ubicación y diciéndome que los Volurians han sido sometidos.

-Estamos despejados, - llamo a Petra y luego tengo que volver a llamar. - ¡Estamos
a salvo! Ella sigue corriendo a toda velocidad por el callejón delante de mí.
Finalmente me oye y se detiene. Veo que sus hombros se relajan mientras sigue
mirando hacia otro lado. Sé por experiencia que es difícil bajar de la alerta en una
situación como ésta.

Vuelve cojeando hacia mí. Incluso en la oscuridad de este callejón, sé que le pasa
algo. Me acerco a ella a grandes zancadas y prácticamente le ordeno, - ¡Déjame
ver tus pies! - Inspecciono el izquierdo, que sangra por docenas de pequeños
cortes. Por supuesto que sí, ha estado corriendo en un sucio callejón que no ha
estado limpio desde el principio de los tiempos. El pie derecho está aún peor. Hay
un grueso fragmento de vidrio casi totalmente incrustado en la bola de su pie. No
tengo ni idea de cuánto tiempo ha estado corriendo con eso, sin una palabra de
protesta.

La levanto contra mi pecho, con una mano bajo las rodillas y otra alrededor de la
espalda.
35

-Shadow...- su voz tiene un tono de advertencia como si no quisiera ser llevada.

-No discutas. Te estoy cargando. Estás sangrando mucho. Además, soy un


gilipollas. No vas a ganar. -

Su cuerpo se relaja en el mío. No sé si accedió a propósito, o si simplemente se


quedó sin energía.

Los cinco gladiadores que vinieron a rescatarnos nos encuentran en el callejón.


Puedo decir por sus expresiones que están sorprendidos de ver a la hembra
humana en mis brazos. Shadow que abandonó la nave hace unas hoaras nunca
habría hecho algo así.
36

Capítulo 4
Petra

Estoy haciendo una actuación digna de un premio de la Academia. Si alguna vez


vuelvo a la tierra, puede que me dedique a la actuación. Estoy teniendo un
momento de estrés postraumático en toda regla y ninguno de estos machos, ni
siquiera el que me tiene en brazos, lo intuye.

Estoy teniendo una experiencia interesante en la que la mitad de mí piensa que


tengo cinco años escondiéndome de disparos dispersos en un callejón cerca de
mi casa en una zona de guerra Serbia. Mi corazón late al triple de velocidad y
jadeo entre los dientes apretados. La otra parte de mi mente sabe que estoy en
los brazos de Shadow de camino a la seguridad de un barco.

No he tenido un ataque de pánico tan intenso desde hace al menos un año; la


terapia me ha ayudado. Utilizo todas mis habilidades. Me pongo en contacto con
la tierra, ralentizo la respiración y toco algo real, que resulta ser el duro pectoral
de Shadow. Normalmente hablaría en voz alta, recordando la fecha y mi
dirección, que ni siquiera sé en este momento.

Reprimo la burbuja de risa histérica que amenaza con escapar de mi garganta y


vuelvo a centrarme en Shadow. Es fuerte, real y permanente y puedo aferrarme
a él. Noto que mi respiración se hace más lenta. Me recuerdo que tengo
veintiocho años, no cinco. Vuelve mi visión periférica; no oigo el fuerte golpe de
los latidos de mi corazón en mis oídos. Estoy mejor.

La gran alerta de hace un momento se transforma en un completo agotamiento.


Me duermo en los brazos de Shadow. Creo que llevo más de veinticuatro horas
despierta. Me han secuestrado, he corrido por esta extraña y espeluznante
ciudad, he colgado de una cuerda y he estado en un tiroteo con un flashback
completo.
37

Llevo horas con la adrenalina a tope y ahora lo único que quiero es dormir.

Excepto que soy consciente de mi cabeza sobre el duro y musculoso pecho de


Shadow. Y del hecho de que su polla se balancea de vez en cuando contra mi
trasero. Y que está muy caliente. ¿Y he dicho duro? Duro por todas partes. Está
caminando rápido y rítmicamente. Debería ser pan comido quedarse dormida,
pero a cada paso estoy más alerta y consciente del hombre que me lleva. El pulso
me tiembla al conocer su cuerpo, la facilidad con la que me lleva, el olor
masculino de su calor.

Levanto la vista e inspecciono su rostro. Nunca había estado tan cerca de él. Estoy
en su lado "bueno". El espeluznante ojo robótico está a su izquierda. No sé de
qué especie alienígena es. No pareció importarle ni lo uno ni lo otro cuando
descubrió que soy humana, así que asumo que no lo es. Pero parece humanoide,
excepto que es más musculoso que cualquier otro hombre que haya visto.

Su mandíbula es fuerte y angular. Su ojo bueno es de un gris verdoso de otro


mundo, pero está casi completamente cerrado. Su nariz es recta y perfectamente
proporcionada a su cara. Y.… mierda, me ha pillado escudriñándole.

- ¿Te gusta lo que ves? - Su voz es baja, profunda e íntima. Ese tono sexy me llega
directamente al corazón.

-No me había dado cuenta de que eras un ególatra engreído hasta ahora. Es
bueno saberlo. -

No hace caso de mi burla. -Pareces interesada en mí. - Se dirige hacia adelante Va


de frente, pero me mira directamente. -Sé que estoy interesado en ti. - Lo dice
confidencialmente, como si estuviera compartiendo un secreto.

No sé cómo lo consigue, pero su dura polla elige este momento en particular para
presionar contra mi culo.

-Sí, me doy cuenta, grandullón. Parece que vienes bien equipado y totalmente
cargado. - Le sonrío descaradamente.
38

Debería estar a punto de desmayarme tras el ataque de pánico, pero estoy bien
despierta. El calor y el deseo se acumulan con urgencia entre mis piernas.

Su mirada no se aparta de la mía mientras inspira profundamente por la nariz.


Sus ojos se abren de par en par. -Tu boca es descarada, pero tu cuerpo está
excitado. -

Mierda, ¿puede oler eso? ¿Es uno de sus superpoderes? Es difícil estar en modo
oculto cuando los chicos pueden oler tu excitación. Primer round para Shadow.

-Puedes bajarme ahora. - Estamos rodeados por cinco gladiadores bien armados.
-Estoy segura de caminar hasta la nave. -

-Tus pies no tocarán el suelo hasta que el médico los haya examinado en la
enfermería. Lo siento, soy tu medio de transporte hasta nuevo aviso. -

-Tal vez uno de los otros chicos..., - pero mi voz se interrumpe porque no quita su
mirada de mis labios y me cuesta prestar atención a cualquier cosa que no sea
eso.

-Quiero sexo contigo, - me dice con un tono de voz muy serio y sexy a la vez. No
sé cómo lo consigue.

-Parece que has estado encerrado mucho tiempo, pero eso no se considera un
juego previo adecuado en mi mundo. - Tiene razón, mi tono es descarado, pero
francamente, estoy tan lista para tener sexo como él. ¿Tal vez fue el tiroteo? ¿El
peligro? ¿El ataque de pánico? Pero mis pezones son puntos duros bajo este
sujetador rojo, tengo la boca seca y no puedo apartar los ojos de sus labios
carnosos.

- ¿Qué se considera un juego previo adecuado en tu mundo? Estoy muy


interesado. - Un lado de su boca se levanta ligeramente, lo más parecido a una
sonrisa que he visto.
39

De repente me doy cuenta de que los cinco alienígenas que nos rodean de forma
protectora no están a más de un metro de distancia. Por si fuera poco, uno de
ellos podría tener algún tipo de oído de murciélago. -Dejemos esa discusión para
más tarde. De hecho, pospongamos esa discusión hasta nunca. ¿Qué te parece?-

Se inclina, todavía caminando rápidamente y llevándome como si no pesara nada.


-Mi olfato me dice que apenas vamos a poder posponer esta discusión hasta que
terminemos de curarnos en la enfermería, - murmura en mi oído. -Así que diría
que es de la más urgente y máxima importancia tener esta discusión ahora
mismo. -

Nunca he sido una violeta tímida, pero estoy avergonzada. Puede que sea la
cercanía o la cálida extensión del pecho desnudo sobre el que se apoya mi mejilla.
Podría ser el hecho de que incluso con mis no superpoderes puedo oler mi propia
excitación.

Miro hacia abajo para estudiar algo que no sea su pecho o su rostro
alarmantemente guapo y me doy cuenta de que estoy más que semidesnuda. Él
también lo está.

-Está bien, - se regodea. -No puedes mantener el secreto durante mucho tiempo.
Soy persistente. Lo descubriré. Apuesto a que resolveré algo antes de que nos
vayamos a dormir esta noche. -

No estoy segura de sí llamaría a su expresión autocomplaciente o una sonrisa de


satisfacción. No digo una palabra de protesta porque creo que tiene razón. Dudo
que pasemos de la enfermería antes de tener sexo o de que yo entre en
combustión espontánea.
40

Shadow

Hacemos el doble de tiempo el último medio mille o así. Petra no pesa nada en
mis brazos y, por mucho que me guste tenerla apretada contra mí, disfrutaré más
cuando estemos solos y pueda hundir mi polla en ella.

Ella me da el tratamiento silencioso, lo cual es lindo. No importa. Los dos sabemos


lo que va a pasar pronto. Unos momentos después me doy cuenta de que se ha
quedado dormida. Bien, necesitará su energía para lo que he planeado.

Las mujeres se abalanzarán sobre ella cuando lleguemos. Todas querrán


conocerla y presentarse. Alguien querrá llevarla a sus aposentos y la
secuestrarán. Todas le dirán lo gilipollas que soy y entonces desaparecerá la
atracción que existe entre nosotros.

Mi polla está dura como una roca. No he sentido este tipo de atracción en mucho
tiempo. Bueno, en realidad nunca. Quiero follarla, a pesar de lo cansada que está.
Será mejor que aprovechemos la cama de la enfermería antes de que se deje
llevar por la charla de chicas. Estaba en lo cierto; nos recibe en la puerta del
muelle un contingente de casi todos los hombres y mujeres a bordo. Despierto a
Petra cuando subimos la rampa. Suspira, luego sus músculos se tensan;
probablemente está abrumada por todas las presentaciones, pero es amable con
todos.

-Necesita la unidad médica, - les informo con fuerza. ¿Por qué intentar suavizar
mi tono si todos me odian? La conduzco directamente a la sala de exploración
donde el Dr. Drayke está esperando.
41

Petra

No me esperaba todo este alboroto. Ni siquiera estaba segura de que me dejaran


subir a bordo. Todavía no han contado el dinero de la mochila de Shadow.

Pero todos parecen entusiasmados y me reciben con sonrisas y presentaciones.

Shadow me empuja por los pasillos con paredes metálicas como un hombre en
una misión. No sé si la misión es que me atiendan los pies o tener sexo. Cualquiera
de las dos cosas me parece bien. Bueno, en realidad ambas cosas: primero
arreglar mis pies y luego saciar la necesidad que incluso ahora está caliente y
palpita en mi clítoris.

Miro a mi alrededor mientras nos apresuramos. Es curioso, se parece bastante a


lo que uno esperaría de una nave espacial alienígena. Mucho metal. Sin adornos.
Todo construido para ser funcional y eficiente.

No tardamos en llegar a la enfermería. Nos recibe un humanoide de piel azul


pálida y penetrantes ojos índigo.

- ¡Señorita Petra!, - exclama con calidez. -Soy el Dr. Drayke, me alegro de tenerte
a bordo. Me han dicho que tienes múltiples laceraciones en las plantas de los
pies. Puedo arreglar eso sin problemas. Aunque puede doler uno o dos días. –
Casi como una ocurrencia tardía, añade, -Ese ojo tiene mala pinta, Shadow. ¿Te
importa si me ocupo primero de la hembra? - Su tono es decididamente gélido
cuando se dirige a Shadow.

Nos pone a los dos en la misma sala de examen; supongo que no hay necesidad
de las reglas de confidencialidad de la HIPAA aquí en nuestro barco de fugitivos.
Me pregunto brevemente cuál es la historia del médico.

-Vamos a ponerte aquí, - me da una palmada en la mesa. En cuanto Shadow me


pone en el suelo, el médico me examina los pies.
42

-Oh, esto va a tardar en curarse, señorita Petra. - Hace algunas anotaciones en


algo que se parece mucho a la tablet de mi ordenador en casa. -El medbot te
curará enseguida, no te preocupes.-

Me doy cuenta de que me estoy congelando. No me extraña. Estoy


decididamente mal vestida con bragas y sujetador. - ¿Tienes una manta? -

-Por supuesto. - El doctor saca una de un armario y me cubre desde el cuello hasta
los tobillos.

-Bien, Shadow, siéntate en esa silla y deja que te examine. -

Veo cómo el médico tira y empuja suavemente para ver el alcance de la lesión de
Shadow. - ¿Alguno de los dos está herido en alguna otra parte? ¿Debo hacerles
un examen completo? -

-No, - respondemos los dos al mismo tiempo.

Shadow me lanza una mirada tan caliente y ardiente que podría derretir mis
bragas. Me imagino que no puede esperar a que se acabe todo esto de la
medicina para poder hacer lo nuestro. Yo también.

Primero, el medbot me adormeció, así que no siento dolor. Luego me ha limpiado


con lo que huele a antiséptico, me ha sacado fragmentos de cristal de los pies y
ahora está cociendo unos puntos.

Observo a Shadow, que me observa, y me hago algunas preguntas. La mayor de


ellas es por qué apenas puedo contenerme para tirarme a este tipo delante del
médico. Es guapo de una manera futurista de ciencia ficción. Definitivamente,
lleva el look Borg. Una cosa es segura, no es como la mayoría de los chicos con
los que he salido, que hacen la pelota para meterse en mis pantalones. Él dice las
cosas como son, con un mínimo de tópicos o de amabilidad. Pero me ha salvado
el culo un par de veces en las últimas horas.

No puedo entender por qué me atrae tanto, pero no estoy buscando un marido.
43

Sólo quiero saltar sobre sus huesos. No hay necesidad de psicoanalizar esto. Tan
pronto como estemos a solas, el juego comienza.

Siguiendo las instrucciones del doctor, Shadow me levanta de la mesa y me coloca


suavemente en la silla. En cuanto mi piel entra en contacto con su pecho desnudo,
noto que mi ritmo cardíaco se dispara. No sé si mirar esos labios besables o la
forma de su fuerte mandíbula, o toda esa extensión de piel caliente.

Antes de que se suba a la camilla para que el médico le atienda el ojo, se asegura
de que sigo completamente envuelta en la manta. No sé si le preocupa mi
comodidad o si quiere evitar que el médico vea a Petra casi desnuda.

Sigue llevando sólo el taparrabos. Aprovecho la oportunidad para realizar una


inspección visual completa. Este tipo está definitivamente construido. Alto,
hombros anchos, muy musculoso de pies a cabeza. Su paquete de seis está tan
bien definido que, si no lo supiera, pensaría que ha sido aerografiado para
acentuar sus picos y valles.

Estoy en la posición perfecta para inspeccionar su brazo izquierdo protésico.


Quien lo equipó con esto hizo un trabajo mucho mejor que el que hizo con su ojo.
Tiene sentido. A sus dueños les importaba una mierda si su cara se veía bien, pero
el brazo, eso era importante para luchar, lo que era importante para ganar dinero.

Esta cosa está a años luz de todo lo que teníamos en la Tierra. El lugar en el que
la prótesis se une al cuerpo está rebordeado para superponerse a su piel, y su
metal negro tiene una forma muy parecida a la de un brazo humano. La intrincada
configuración del metal imita el movimiento humano hasta el más mínimo
detalle. Sus dedos poseen una perfecta coordinación motora fina. Ni siquiera da
miedo. Lo cual es bueno saber, porque ese brazo y esos dedos me van a hacer
cosas maravillosas, íntimas y sexys muy pronto. Es decir, si tengo algo que decir
al respecto.

-Shadow...- El doctor deja su tableta mientras el robot médico limpia el área


alrededor de su ojo antes de suturar la herida.
44

-Podemos ponerte un parche en el ojo, pero ha habido un gran traumatismo en


esa zona. Te recomiendo que no hagas ejercicio, ni luches, ni levantes objetos
pesados durante cinco días. Presionar la zona forzando otras partes del cuerpo
podría hacer un daño irreparable al ojo. -

El "no tienes uno de sobra" no se dice.

-Hemos estado muy ocupados desde el... derrocamiento. Quería preguntarte, ¿te
gustaría que te hiciera algunas revisiones a la zona alrededor de tu ojo izquierdo,
así como a tu prótesis? Podría hacer que se vea mucho más natural. Podría
hacerte sentir más cómodo...-

- ¡No! - Shadow interrumpe con firmeza. -No hay necesidad de convertirme en


algo que no soy. – Bien, conversación cerrada. El doctor parece un poco
desconcertado y se levanta para irse.

-Petra, supongo que te gustaría ducharte, pero tienes los pies entumecidos.
¿Quieres esperar hasta que recuperes algo de sensibilidad y ducharte aquí? -

Mi mente hace cálculos rápidamente. -Sí, eso sería genial. - No quiero que todo
el mundo en la nave piense que soy una zorra en mi primera hora a bordo. Tal
vez Shadow y yo podamos hacer lo nuestro aquí, en lugar de que él me siga a mi
habitación y que todos cuchicheen sobre mí antes de conocerme.

-Señorita Petra, cuando termines de ducharte, puedes pulsar esto, señala una
unidad de comunicaciones en la pared, y alguien vendrá a buscarte y te mostrará
tus nuevos aposentos. Ha sido un placer conocerte y espero que te sientas mejor.
Mañana te veré para ver cómo estás. -

-Shadow, - añade como una idea tardía, su tono es duro, -cuando el medbot haya
terminado, puedes irte. - Sale de la sala de exploración y cierra la puerta.

Todavía tengo los pies entumecidos, así que no puedo caminar hasta la mesa de
exploración. Me desplazo hasta que mi silla está a centímetros de la cadera de
Shadow.
45

No pierdo el tiempo y comienzo mi ataque. El robot médico está haciendo un


intrincado trabajo alrededor de su ojo. Va a tener que quedarse muy quieto.
Parece el momento perfecto para explorar un poco.

Me acerco a él y le agarro las dos rodillas, con los pulgares en la carne tierna del
interior de sus muslos. Su reacción es una rápida inhalación. Genial. Es un buen
comienzo.

Sin más preámbulos, mis pulgares hacen círculos perezosos cada vez más arriba
en el interior de sus muslos.

- ¡Petra! Tengo que quedarme perfectamente quieto para que el robot pueda
trabajar en mí, -sisea entre dientes apretados.

-Entonces te sugiero que te agarres a la mesa con las dos manos y te calles. –

Mis manos están ahora cerca de la parte superior de sus muslos. Si su pene no
estuviera atado con ese trozo de tela, mis pulgares le rozan los huevos.

Sus músculos están rígidos mientras se aferra a la mesa. -Esto no es justo. -

-Sí, la vida no es justa, grandote. Si lo fuera, ninguno de nosotros estaría en este


barco sin camino a casa. -

Mis pulgares le rozan las pelotas. Aspira a través de los dientes apretados. Es
bueno saberlo... le gusta esto. Después de un toque "accidental" a la enorme cosa
dura que se esconde bajo ese taparrabos, mis manos comienzan a descender sin
prisa hacia sus rodillas.

Ahora que lo he calentado y se ha concentrado totalmente en mi tacto, me inclino


y raspo la carne de su muslo exterior con mis dientes. Todavía no siento
absolutamente nada en los pies, así que me da miedo poner cualquier peso en
ellos. No puedo inclinarme hacia delante para poner los dientes donde realmente
quiero, que es en la parte interior de su muslo. Así que tendré que conformarme
con excitar las partes que puedo alcanzar.
46

Lo oí lavarse en el baño mientras me curaban, así que le tomo la mano, me


aseguro de que está bien limpia y me meto su dedo índice en la boca mientras
gimo.

- ¡Petra! En serio, no es justo. - Su voz es profunda, ruda y sensual.

Chupo su dedo hacia arriba y hacia abajo, sin ocultar qué parte de su anatomía
me gustaría chupar ahora mismo. Todo hacia abajo, y luego hacia arriba. Todo el
camino hacia abajo y hacia arriba de nuevo, sólo que esta vez doy un delicado
giro a la punta. Ahora jadea, sus mejillas se inflan con cada exhalación. Mi propia
excitación aumenta, mis músculos internos se tensan de deseo.

Detengo mis exploraciones por un momento, fascinada por los distintos músculos
de su pecho y por se mueven con cada respiración. Hombre sexy.

Trazo esos interesantes músculos con mis dedos. Creo que nunca he tocado a
nadie con músculos tan duros. Carne suave y cálida tirada con fuerza sobre un
músculo duro como el granito. Luego subo un dedo para acariciar su pezón plano
y marrón.

No solo gime, sino que su trasero y sus muslos se levantan ligeramente de la


mesa. Ni siquiera me regaña en este momento. El robot debe estar realizando
una maniobra especialmente delicada cerca de su ojo.

Ahora estoy pellizcando su pezón y él está haciendo rechinar sus caderas. Sé que
debería mostrarle algo de piedad, pero me estoy divirtiendo demasiado como
para parar. Me duelen los pechos por ser tocados, mi núcleo está goteando de
necesidad, y él ni siquiera me ha tocado todavía.

Oigo que el robot se detiene un momento y espero que me reproche.

-Petra, por el amor de los dioses, tienes que parar. -

Le pellizco el pezón para puntualizar su petición.


47

- ¡Habrá retribución!, - su voz ha pasado de ser casi suplicante a ser profunda y


autoritaria.

-De acuerdo, me detengo, - digo contrariamente y observo cómo se relajan sus


magníficos músculos.

Me llaman la atención todas las cicatrices que cruzan su cuerpo desde la cara
hasta las rodillas. Su piel es de color bronce, las cicatrices son blancas, algunas
gruesas y elevadas, otras finas y casi como encaje. En lugar de desanimarme, me
pican los dedos para trazarlas. La yema de mi dedo índice sigue la longitud de una
de las suaves y gruesas en su abdomen, bajando sobre el hueso de la cadera, y
luego se desvía más abajo. Mis dientes están apretados por el deseo, mi coño
también. No sé si alguna vez me he excitado tanto sólo con mirar y tocar a un
hombre. Mi mano no quiere seguir las instrucciones de mi cerebro. Con voluntad
propia, roza su polla. Al principio suavemente, luego agarro todo lo que me
permite el taparrabos. Su polla es cálida y dura como el acero. No puedo controlar
mi propia respiración rápida y llena de lujuria.

Por suerte, oigo que el robot empieza a moverse de nuevo, así que no puede
tomar ninguna represalia. ¡Salvada por el bot!

-Cuando termine este procedimiento, no escaparás de mi ira, - me advierte con


los dientes apretados, temiendo hacer algo más que un mínimo movimiento.

- ¿Ira, eh? Esperaba muchas cosas de las que no podría escapar, Shadow, pero la
ira no era una de ellas. -

Mi mano ha vuelto a recorrer desde el interior de la rodilla hasta la parte superior


del muslo. Primero con las almohadillas carnosas de mis dedos, luego con las
uñas. Hacia arriba y hacia atrás. Tengo la corazonada de que el bot está casi
terminando, y las tornas cambiarán al instante. No puedo esperar.

Efectivamente, el bot se calla y se repliega sobre su brazo contra la pared


mientras su voz femenina anuncia, -Procedimiento completado. -
48

Estoy esperando, la calma antes de la tormenta y todo eso. Todavía está acostado
allí. ¿Se ha desmayado o está planeando su ataque?

Se levanta con un movimiento rápido y me agarra las dos muñecas con un solo
movimiento.

Su ojo se ve muy bien, salvo por un ligero hematoma, y su mirada se centra


firmemente en mí. Su mandíbula es dura. Parece tan enfadado que podría
hacerme daño. El miedo me recorre por un momento y luego se baja de la mesa
y se agacha frente a mi silla.

Y me besa. Esos labios, esos duros labios están saqueando los míos. No hay nada
lento o suave o tentativo aquí. No se da cuartel. Está invadiendo mi boca. Sus
manos se han desplazado a la parte superior de mis brazos, para mantenerme
justo donde quiere. Su lengua explora por todas partes: me presiona la lengua,
me roza los dientes, me recorre el paladar.

Hay algo casi salvaje en él. No habla, no dice nada, no dice nada dulce, sólo
invade, explora y controla. Mi respiración se convierte en suaves jadeos; mis
brazos llegan a sus hombros y lo acercan aún más. Su piel está caliente bajo mis
dedos. Mi cuerpo anhela más. Más de él. En todas partes.

Se levanta para iniciar una serie de giros y vueltas para liberarse del taparrabos
anudado. Su impresionante polla sobresale hacia mí. "Imponente" es la única
palabra que me viene a la mente. Bueno, excepto "enorme".

Me quita la manta y me levanta en sus brazos. Me acompaña al cuarto de baño y


me sienta en el retrete.

-Quítate la ropa, - me ordena mientras abre la ducha. La parte romántica de mi


cerebro a la que le gusta fantasear con un hombre que me trata como a una reina
ha cedido el control a la parte que está loca de deseo por este magnífico macho
alfa que me da órdenes. No es de extrañar que los hombres se quejen de que no
pueden entender a una mujer.
49

Capítulo 5
Petra

Me levanta, se mete en la ducha conmigo y se pone manos a la obra. El negocio


de lavarse, es decir. Me coloca en el pequeño taburete de la ducha, después de
todo estamos en la enfermería. Me da un paño enjabonado y empieza a lavarse.

-Tienes un minuto, - me dice.

¿Sí? Bueno, también tengo prisa.

Creo que ni siquiera ha pasado un minuto, pero ya me he ocupado de las partes


importantes cuando él coge mi toalla y la tira al rincón con la suya. Se arrodilla
frente a mí y me besa. Es duro y rápido y reclama el control. Su lengua penetra
en mi boca con una misión y sólo una misión, que es la de disparar mi libido.

Francamente, después de mi pequeño truco con él en la mesa de exploración, me


sorprende que sea tan paciente.

Sus manos acarician mis pechos, mientras su boca sigue haciendo cosas increíbles
en los míos. Me acaricia los pezones y luego me los pellizca. Ahora soy incapaz de
pensar con claridad, mis músculos se aflojan y me apoyo en la fría pared de metal.
Estoy totalmente concentrada en mis pezones tensos y en la necesidad imperiosa
que vibra entre mis piernas. Al cabo de un momento, su boca abandona la mía y
empieza a succionar mi pecho. Cada tirón de succión va directo a mi clítoris. Un
pequeño gemido escapa de mi boca.

Sus dientes rozan suavemente la punta de mi pezón y empiezo a empujar mis


caderas hacía nada en particular, ya que sigo sentada en el pequeño y duro banco.
Mis manos presionan su sólida y musculosa espalda, y luego su cabeza. Las
palabras "quiero" cantan en mi cabeza, pero no tengo suficiente poder mental
para terminar la frase. Mis pezones están urgidos de necesidad.
50

La energía se acumula en mi pelvis. Ya estoy prestando atención a demasiadas


sensaciones a la vez. No sé cómo encuentro la presencia de ánimo, pero mi mano
encuentra su gruesa e hinchada polla y la explora.

-Mmmm, - no hay palabras para describir la sensación de su larga y gruesa polla,


dura como el acero, cubierta por una piel aterciopelada y resbaladiza. Nunca he
deseado nada tanto como esto dentro de mí en este momento.

-Fóllame! - Exijo. Ahora mismo no hay un hueso tímido en mi cuerpo.

-No quiero que me acusen de no tener suficientes preliminares, - su voz es ronca.

-Fóllame, - intento atraer su polla hacia mí.

Se ríe y tira de sus caderas hacia atrás. -Estoy al mando, pequeña Petra.
Esperamos... a menos que me lo ruegues. -

Oh, joder. Ningún hombre me hace rogar. Lo último que haré será rogar. Ni
siquiera pediré de nuevo. Si esto es una batalla de voluntades, sé quién ganará.

Vuelvo a sumergirme en la deliciosa bruma de placer en la que estoy nadando.


Está chupando y luego mordiendo la punta de un pezón, su mano está amasando
el otro, el agua caliente me golpea los hombros, mis manos recorren su espalda
y su culo. Estoy gimiendo, el ruido hace eco en la pequeña habitación. Puedo
esperar.

Su mano se mueve entre mis piernas y su pulgar rodea mi clítoris. No es justo. No


es justo. Mis caderas se mueven hacia delante. Recupero algo de sensibilidad en
los pies, porque soy capaz de desplazarme hacia atrás en el banco y apoyar los
talones en su borde, con las rodillas abiertas a cada lado. Estoy tan abierta para
él. Tan preparada.

Desliza un dedo dentro de mí. He estado esperando esto, pero no es suficiente.


Aunque estoy deseando más, no puedo contener el gemido que se me escapa.
51

Apoyo la cara en su poderoso hombro y presto atención al placer abrumador que


inunda mi cuerpo. El ritmo es lento y deliberado y se coordina con su pulgar. Sí.
Desliza un segundo dedo dentro y gimo aún más fuerte mientras mi pelvis sigue
empujando hacia él.

-Tan mojada. Estás tan mojada para mí, Petra. - Su voz es tensa, casi ronca.

Ya casi he llegado. Lo acerco a mí y sujeto mis piernas alrededor de su cintura.


Con un poco más de presión podré correrme.

En lugar de presionar más, deja de rodear mi clítoris. Estoy al borde. Tan cerca.

-Shadow, no pares, - Muevo las caderas, intentando que el talón de su mano


ejerza presión, pero la posición no es la adecuada. Deseo desesperadamente
liberarme.

Su pulgar vuelve, pero sin apenas presión. Sólo lo suficiente para mantenerme al
borde. Estoy tan cerca. Lo estoy deseando.

-Suplícame, Petra, - su voz es ronca, atrayente. Su cálido aliento me acaricia la


columna del cuello. -Ruega por ello. -

Mi mente está en una nube completa de lujuria. No hay que pensar, ni decidir, ni
analizar.

-Por favor. -

-Suplica, Petra. -

-Por favor, Shadow. - Empujo mi pelvis hacia él una vez más, pero sigue teniendo
el control total de la presión.

Le haré pagar mañana. Pero ahora mismo haré lo que me pida.

-Te lo ruego, Shadow. Te ruego que me hagas venir. -


52

Hace un pequeño ademán, ajustando el ángulo de su mano, aumenta la presión,


y yo caigo al borde del abismo, con los músculos de mi vagina haciendo espasmos
alrededor de sus dedos. Tengo la cabeza metida en su hombro y me muerdo la
carne mientras gimo tan largo y tan fuerte que me desgarra el fondo de la
garganta.

Mis paredes internas siguen apretadas por las réplicas, sus dedos siguen
penetrando en lo más profundo de mí, cuando me agarra con el otro brazo, se
levanta y me alza con un movimiento fluido. Me mira profundamente a los ojos
mientras me aprieta contra la pared metálica de la ducha. Mis piernas rodean
instintivamente su cintura. Reclama mi boca con un duro beso. Sus dedos
abandonan mi coño y luego presiona la cabeza de su polla justo donde la he
deseado. Me levanta y tira de mí hacia abajo en pequeñas pulsaciones mientras
su pene me penetra en incrementos. Es enorme, pero los dos estamos
empapados de mis jugos y cada vez penetra más profundamente.

-Sí, sí, - sigo cantando, totalmente concentrada en el placer de ser poseída,


penetrada, completamente estirada, llena de su polla.

Ahora que está completamente sentado, cambia de ángulo y empieza a moverse.


Me aprieto contra la pared, sujetándome a sus hombros y disfrutando del
movimiento mientras bombea dentro. El agua se desliza sobre nosotros. Es tan
guapo e intenso; tiene los ojos cerrados y los músculos de la cara apretados por
el éxtasis.

Bombea más rápido y con más fuerza. Me muevo ligeramente, haciendo palanca
con la parte superior de mi cuerpo, para que su pelvis llegue al punto justo y
comience mi orgasmo. Es uno de esos largos orgasmos en rampa que comienzan
siendo pequeños y van aumentando hasta convertirse en espasmos cada vez más
fuertes, hasta que no puedo concentrarme en nada más que en el placer que me
recorre.
53

Profundos gemidos guturales escapan de mis labios cuando el intenso orgasmo


de cuerpo entero me atraviesa. Su caliente descarga me penetra profundamente.

Si su orgasmo ha sido la mitad de intenso que el mío, no sé cómo tiene fuerzas


para mantenerse en pie, y mucho menos para seguir sosteniéndome.

Lo miro, sin estar segura de ver ninguna emoción. Su rostro, que normalmente se
mantiene con tanta fuerza por la ira, parece suave, casi gentil, mientras disfruta
de las secuelas.

Me aparta de la pared y me coloca de forma que el agua llegue justo donde tiene
que llegar para eliminar los restos de lo que acaba de ocurrir. Luego cierra la llave
de paso y nos saca de la ducha.

Me coloca de nuevo en el inodoro y me seca con una toalla blanca utilitaria. Sin
palabras. Sin contacto visual. La única forma de intuir lo que le ocurre es la forma
suave en que me da palmaditas con la toalla. Se arrodilla frente a mí y me
inspecciona tiernamente los pies.

- ¿Cómo te sientes? -

¿Me pregunta cómo me siento por el sexo que acabamos de tener o quiere saber
cómo están mis pies? Odio darle la satisfacción de un sobresaliente en su boletín
de notas, pero después de una actuación así, tengo que decir algo.

-Mierda, Shadow, eres increíble. Eso fue... increíble. - Me doy cuenta de que valió
la pena rogar, pero nunca lo admitiré.

Me levanta, me coloca de nuevo en la silla de la sala de exploración y me cubre


con la manta. Después de subirse a la mesa de exploración, se afana en secarse
el pelo. Sus piernas se balancean en el borde de la mesa alta; sus trastos cuelgan
al aire. Se limita a mirarme como si pudiera empezar una repetición en este
momento, y a secarse el pelo castaño oscuro con la toalla. No puedo apartar los
ojos de él.
54

-Probablemente ya esté seco, - sugiero. Prefiero volver a nuestras ligeras bromas


y abandonar este incómodo silencio postcoital.

-No está lo suficientemente seco, - Sigue moviendo las piernas y trabajando su


pelo.

Levanto una ceja en forma de pregunta.

-Todas las hembras estarán esperando que llegues a tu habitación. Estarán


esperando que salgas de la ducha. No lo esperarán de mí. No quiero que piensen
que he estado en la ducha contigo. Quiero que mi pelo esté completamente
seco.-

¿Qué tan dulce es eso? ¡Quiere evitarme el paseo de la vergüenza! Justo cuando
crees que está hecho de piedra, hace algo humano, bueno, algo muy humano. Lo
que me hace preguntarme si lo es. Sin todos sus extras robóticos, parece que
podría haber crecido al lado mío, excepto por los músculos. Bueno, los músculos
y la polla. Esos son... de otro mundo.

-Entonces, ¿eres de la Tierra? -

-No, - su tono es cortante.

-Pareces humano. ¿Te molesta que lo piense? -

-Soy de Morgana, no de la Tierra. -

-Pero te ves exactamente como los hombres de la Tierra, ¿cuál es la diferencia? -

-Olvidé que tu gente aún no es capaz de realizar vuelos espaciales. ¿No sabes
nada de Gaia? -

-He oído ese nombre, algunas personas se refieren a la Tierra como Gaia. -

-Difícilmente, - pone los ojos en blanco. -Algunos dicen que Gaia es un mito, pero
hay algunos hechos científicos que lo respaldan. Se dice que hace milenios los
Gaianos estaban muy por encima de cualquier tecnología que tengamos
55

actualmente. Supuestamente recorrieron todo el cosmos "sembrando" planetas


con material genético, y luego dejaron que la naturaleza y la evolución siguieran
su curso.

-La mayoría de las especies humanoides, sin importar el planeta, aparte de los
reptilianos, tienen más de un 98% de ADN común. Mira al doctor, a mí, a ti. Todos
de diferentes planetas. Todos similares. -

-Pero él es azul. - No sé por qué ese hecho merece ser mencionado, pero todavía
estoy procesando toda esta información.

-98%, Petra. Todos tenemos diferencias, pero son menores. -

Lanzo otra pregunta. - ¿Por qué mujeres humanas? ¿Por qué secuestrar a todas
estas mujeres humanas? -

-Son buenas reproductoras. Tienen muchos rasgos recesivos en su ADN. Se


reproducen fácilmente con la mayoría de las especies humanoides y la
descendencia se parece al macho. -

Mis ojos se estrechan hasta convertirse en rendijas. - ¿Mi mundo se ha vuelto del
revés para que pueda ser la cría de un alienígena? - Me alegro de estar a salvo en
esta nave, pero daría cualquier cosa por volver a mi pequeño apartamento de
Filadelfia con mi gato Motley ahora mismo.

Salta de la mesa. - ¿Quieres volver a ponerte tu ropa interior sexy o hacer que te
lleve a tu habitación en la manta? -

Decido convenientemente no mencionar que creo que mis pies son totalmente
funcionales. Quiero un viaje más en el Expreso Shadow.

-Manta. No sé si quiero volver a ponerme esa ropa. Siempre pensaré en ese


tiroteo y en ese cuerpo muerto... cuando me las ponga. –

Se levanta y las mete en la mochila. -No tienes mucha ropa. Las pondré aquí y
podrás decidir después. –
56

-Tienes razón. Son como dos de las cinco posesiones que tengo a mi nombre, no
debería desperdiciarlas. Ni siquiera sé si tengo suficientes créditos para comprar
mi entrada en este barco. Quizá tenga que volver a ese horrible bar y ganar más
dinero mañana. - Mi tono es apenado, mi estómago se aprieta. La única razón por
la que volvería a ese planeta es para salvar mi vida, y puede que tenga que
hacerlo.

Echa un último vistazo a su alrededor, asegurándose de que todas las pruebas de


nuestro desenfreno quedan borradas, y luego coge a mi persona envuelta en la
manta y me abraza. Me lanza una mirada que parece estar llena de algún
significado que no puedo interpretar, y se da la vuelta para marcharse.

Se comunica con el puente para saber qué habitación me han asignado. Mientras
caminamos por el pasillo hacia mi camarote, se inclina y me susurra al oído. -Eres
preciosa, Petra. Tienes razón, ha sido increíble. - Luego se levanta a su altura, su
cabeza ya no está cerca de la mía, y se dirige a grandes zancadas hacia mi
habitación.

No tengo ni idea de qué hacer con esa afirmación, así que la ignoro.

Shadow

Imaginaba que la mitad de las hembras estarían apostadas a lo largo del pasillo,
asegurándose de que el miembro más nuevo de su rebaño no fuera molestado
por el mayor imbécil de la nave, pero los pasillos están notablemente vacíos. Hay
un pliegue azul mono en su cama, junto con algunas barritas de comida. Se me
ocurre que ha pasado al menos una rotación completa desde que conocí a Petra,
y quién sabe cuánto tiempo había pasado sin comer antes.

-Come algo antes de irte a dormir. -


57

-Vaya, no tengo ni idea de cuánto tiempo ha pasado, pero me muero de hambre.-


Se abalanza sobre una de las barritas y pone cara de asco tras morderla.

-Maddy cocina comida sabrosa; tendrás algo en el desayuno de mañana. Cómete


eso ahora. -

Mordisquea el resto de la barrita mientras me da un par. -Tú tampoco has comido


en un día, Shadow. Están deliciosos. - Aprieta la cara en señal de asco, una clara
afirmación sobre las barritas.

Como la mía sin probarla, como he hecho todos los días desde hace muchos años.
-Cuando te despiertes por la mañana, gira a la derecha al salir de tu habitación y
sigue tu nariz o tus oídos. Encontrarás el comedor. Seguro que te darán de
comer.-

Estoy a medio camino de la puerta cuando me vuelvo hacia ella. -No te preocupes
por tener que volver a trepar por esa cuerda. Si hace falta, mañana lucharé por ti
en la arena. Buenas noches. -

Todavía estoy negando con la cabeza cuando llego a mi habitación. No tengo ni


idea de por qué me he ofrecido a luchar por ella.

Petra

Básicamente, sale por la puerta antes de que me dé cuenta de que, aunque


hemos intentado pasar desapercibidos, tiene el principio de un bonito moratón
en el hombro. El CSI no necesitaría registros dentales para confirmar que el
hematoma coincide con mis dientes. El hecho de que soy una vagabunda será
difícil de ocultar a todas las mujeres agradables de este barco. Estoy acurrucada
en las sábanas y apenas puedo catalogar todo lo que me ha pasado mientras
estoy tumbada esperando a quedarme dormida.
58

Veamos, secuestrada, metida en una jaula, fuga de la prisión, el Coño de Oro,


tiroteo con pistola láser, crisis de estrés postraumático, y luego sexo
multiorgásmico de clase mundial, no, de clase galáctica, con un apuesto
alienígena.

Es interesante que estaba tan llena de lujuria que ni siquiera pensé en el control
de la natalidad. Menos mal que me puse un nuevo implante hace un mes.

Al acercarme al sueño, me despierto de golpe, con el pulso acelerado. -No te


descuides, Petra, - me ordeno.

Las mismas personas que debían protegerme de los disparos y el hambre en una
zona de guerra cuando tenía cinco años me decepcionaron. No puedo confiar en
nadie. Nadie está a salvo. Por muy guapo y sexualmente talentoso que sea
Shadow, no habrá nada más con él que gran sexo. No me gustan las relaciones.
No confío. Y nunca lo haré.
59

Capítulo 6
Petra

No tengo ni idea de cuánto tiempo he dormido. Estaba tan cansada que


probablemente me perdí el desayuno. Oh, bueno, me comere la terrible barra
que queda de anoche. Mis polainas están sucias, así que me pongo el horrendo
mono azul que me dejaron anoche en la habitación. Supongo que fue diseñado
para el mayor gladiador de la nave. No hay forma de doblarlo, amontonarlo o
abrocharlo para que funcione con mi metro y medio de estatura. La entrepierna
me llega a las rodillas. Cortaré el exceso de piernas cuando consiga un cuchillo en
el comedor.

La llamada a mi puerta me sobresalta. Todavía me siento como una intrusa. No


he entregado el dinero, y no tengo ni idea de si hay suficiente para mantenerme
fuera de la subasta de esclavas sexuales. Sé que Shadow dijo que lucharía por mí,
pero no confío en sus palabras. Probablemente sólo fueron las hormonas post-
sexo hablando. Además, ¿no dijo el doctor que podría perder su ojo bueno si se
esforzaba?

-Soy el Dr. Drayke, Srta. Petra. ¿Puedo entrar? - Suena tan alegre como anoche.

Ni siquiera hace contacto visual antes de empezar a disculparse profusamente. -


Siento mucho no haberte vendado los pies anoche. No sé en qué estaba
pensando. Sabía que querrías una ducha. Debería haber vuelto y.…- finalmente
me mira y sonríe. - ¿Cómo llegaste a tu habitación anoche? -

-Shadow me trajo. –

Su expresión se tensa. -Srta. Petra, quizás...- Se detiene a mitad de la frase, luego


comienza de nuevo. -Creo que debería saber...- Se encoge de hombros,
aparentemente sin saber cómo proceder.
60

-Ya me han informado de que no es un hombre agradable. -

-No quiero cargar con cuentos, pero eres nueva aquí, y antes de que empieces
mal... sólo quería mantenerte a salvo. –

-Gracias por tu preocupación. Francamente, no ha sido más que un caballero


conmigo. - Bueno, si la definición de un caballero es un macho que te folla y se
asegura de que te corras antes que él, dos veces.

Parece escéptico, abre la boca para decir algo y luego la cierra. Volviendo a
sonreír, levanta algo que parece un grueso envoltorio de Saran. -Si pudiera ver
tus pies. He traído una película de plástico impregnada de antibióticos. No tardará
nada. -

Corta el film a la medida y presiona la parte pegajosa sobre la planta de mis pies.
-Ya está. Como nuevo. No deberías preocuparte por la infección. Se caerá en uno
o dos días. Cuando lo haga, si tienes alguna duda, entra en la enfermería y te
revisaré. -

-Gracias, Dr. Drayke. Serás el primero que llamare. –

Le lleva un momento entender la frase, y luego sonríe. Me he dado cuenta de que


sonríe mucho. Aunque no estoy segura de que esté contento.

- ¿Shadow me dijo que la comida está en lado derecho? -

-Sí, te acompañaré hasta allí. -

Cojo la mochila que Shadow dejó anoche en mi habitación y nos vamos.

El comedor está lleno de unas diez personas, hombres y mujeres, que parecen
estar emparejados. La sala se calla cuando llegamos el doctor y yo, supongo que
porque soy la novata. Entonces todos empiezan a hablar a la vez. Maddy se
levanta de un salto para traerme un plato de comida amontonado con varios
platos diferentes, ninguno de los cuales se parece a nada que haya visto o comido
antes.
61

-Parece una mierda, - dice Savannah, -pero sabe muy bien. –

Me siento a gusto, probando un poco de todo. Estoy hambrienta. -Está delicioso,


- logro declarar entre bocados poco femeninos.

Los hombres, incluido el Dr. Drayke, se marchan. Todos los gladiadores están
ansiosos por llegar al ludus, que creo que es su equivalente al gimnasio. Así que
ahora estoy sola con un grupo de mujeres que parecen hablar todas a la vez.

Estoy tan ocupada anotando nombres e información general que sé que olvidaré
la mitad de lo que dicen. Todos se conocen desde hace semanas. Disfrutan de las
bromas fáciles, las risas y los chistes. Me siento como una extraña. Pienso en mis
amigos de la Tierra. Los echo de menos. Me pregunto si alguna vez volveré allí.

- ¿Así que todas ustedes fueron secuestradas de la Tierra como yo? ¿Estamos
trazando un camino de vuelta a casa? -

La sala se calla y todos se ponen sombrías.

-Todos hemos estado fuera durante semanas, - dice Savannah. - ¿Cómo


podríamos volver sin una buena explicación de dónde hemos estado? Nos
interrogarían y alguien les diría lo que realmente pasó. Supongo que todos
pasaríamos el resto de nuestras vidas a veinte pisos bajo tierra en algún sitio
militar de operaciones negras. Hicimos una votación. No podemos volver, - su voz
es triste y seria.

Se me aprieta el pecho y siento como si me hubieran quitado todo el aire. Por


muy ocupado que esté desde mi secuestro, en el fondo de mi mente he asumido
que encontraré el camino a casa. No podemos volver, tiene un terrible sonido de
finalidad.

Me sacan de estos pensamientos deprimentes cuando Savannah menciona que


van a ir a la "ciudad" por provisiones, concretamente comida y ropa. Todos
llevamos puestos unos horribles monos azules de diferentes tallas "demasiado
grandes".
62

- ¿Quieres venir con nosotras?, - pregunta Dahlia.

-No quiero volver a pisar ese planeta, - sale de mi boca antes de que pueda
censurarlo. -Además, ni siquiera sé si tengo suficiente dinero para quedarme en
la nave. Tengo que solucionarlo antes de gastar un solo crédito en mí. -

Todos, menos Savannah, ponen cara de desconcierto. Savannah explica, -


Tuvimos que comprarla para liberarla de la esclavitud allí abajo. Zar no la dejaba
subir a bordo a menos que pudiera reembolsarnos. -

Oigo un montón de "diablos, no" y "qué jodidos".

-Puede que ni siquiera tengamos suficiente para la comida y las reparaciones. Su


decisión no fue agradable, pero era necesaria, - explica Savannah a una multitud
de mujeres que parecen dispuestas a amotinarse.

-Las necesidades de muchos superan las necesidades de unos pocos, o de uno


solo, - interpongo sin ironía, citando a Star Trek.

Siguen refunfuñando cuando añado, -Tenía razón. Lo hizo para protegerlos a


todos. - La sala se calla, pero parece que me miran con un nuevo respeto. Eso
desaparecerá cuando vean la marca de mi mordida en su compañero más
despreciado.

-Hablando de eso, ¿puede alguien llevarme con el capitán? Tenemos que discutir
todo esto. -

-Claro, - responde Brianna, -pero antes, vamos a tomar tus medidas y una lista de
lo que necesitas. Te compraremos algo de ropa mientras salimos. -

-Sinceramente, no estoy segura de que dejen quedarme. -

-Encontraremos la manera de que te quedes, Petra. Sólo dinos lo que necesitas.-


Les doy mi talla y mi altura y me dicen que ya se encargarán ellas. Quiero
mantener mis peticiones al mínimo, aun sintiéndome como que podrían echarme
de un momento a otro por ser una carga.
63

Anya se adelanta, -Zar es el capitán, es mi compañero. Te llevaré al puente. Es un


hombre amable, pero puede que te parezca aterrador y de aspecto imponente. -

-Tiene mi destino en sus manos, eso será suficientemente aterrador. -

-El hecho de que parezca un león probablemente no lo hará más fácil. - Sonríe
dulcemente, pero me doy cuenta de que habla en serio.

¿León? Un profundo suspiro escapa de mi boca. -Leones, tigres y osos, vaya, -


murmuro en voz baja.

Me lleva al puente y veo que no mentía. El capitán Zar es un hombre-león de dos


metros. Se golpea el pecho con el puño y me saluda cordialmente. -Petra,
bienvenida. -. No sonríe, parece mortalmente serio.

-Quizá debería quedarme, - ofrece Anya, mirando ansiosamente a Zar y a mí.

Está claro que este asunto es entre el capitán y yo, pero no quiere enfadar a su
compañero. Entiendo su dilema. Tiene que preocuparse por el bienestar de todos
los que están a bordo, y no debería tener que elegir entre apaciguar a su
compañero y proteger un barco lleno de gente.

-Creo que esto es sólo entre nosotros dos, - ofrezco para sacarla del apuro.

Su ceja se levanta sorprendido cuando Anya se va.

-No sé cómo contar el dinero. Lo he ordenado esta mañana, - digo sin


preámbulos. Saco el dinero en efectivo, todo organizado con billetes similares
juntos en una pila alta. -No tengo ni idea de cuánto es esto. -

Lo deja sobre un puesto de ordenador abierto y lo cuenta en silencio. No me da


ninguna pista de cuánto es. Me pregunto si está haciendo tiempo antes de tener
que ordenarme que abandone la nave. Sé que Shadow se ha ofrecido a luchar de
nuevo en la arena esta noche para compensar la diferencia, pero el doctor le ha
advertido de ello. No le dejaré hacerlo. Nunca podría pedirle que se arriesgue a
perder su otro ojo.
64

-Nos debes 5.000, - su tono es firme, sin regalar nada.

-Hay un tipo de cambio del 20% para la moneda local. Creo que les debo 6.000. -
El estómago se me retuerce de miedo absoluto. Casi puedo oler la húmeda celda
a la que podría tener que volver.

-Sí, así es. - Su rostro parece sombrío, su boca felina es una línea plana. Se me
revuelve el estómago. No sólo voy a odiar que me vendan de nuevo como esclava,
sino que también voy a echar de menos a esta gente. Especialmente a Shadow,
aunque me resista a admitirlo.

-Así que aquí tienes tus 80.652 en cambio, - sonríe y me entrega el dinero. -
Déjame ser el primero en darte la bienvenida a tu nuevo hogar. Ahora eres la
persona más rica de aquí. Podrías comprar y vender a todos nosotros. Menuda
actuación debiste hacer anoche. –

Permítanme decir que no soy una llorona. Ni siquiera lloro. No está en mi


composición. Aprendí a controlar ese reflejo cuando otros estaban en preescolar.
Así que no tengo ni idea de cómo mi cuerpo se dio cuenta de cómo producir
lágrimas reales.

Pero las lágrimas caen por mi cara y me derrumbo en la silla más cercana. Cuanto
más aliviada me siento, más chorros extraños, húmedos y salados me caen por la
cara.

No me había dado cuenta de lo mucho que quería quedarme aquí. Lo aterrorizada


que estaba de ser expulsada en Numa de nuevo. Ni siquiera puedo recuperar el
aliento cuando oigo a Zar llamando a Anya para que vuelva al puente. Estoy
segura de que no tiene ni idea de qué hacer con esta hembra loca y llorona.

Cuando Anya llega y me ve llorando, se dirige directamente a Zar, con los ojos
rasgados por la ira y el dedo apuntando a su cara. -Tienes que dejar que se quede.
Ya encontraremos la manera de que esto funcione. -

-Anya, yo...-
65

-Zar, sabes que esto no está bien. Eres mejor que esto, - su voz es una mezcla de
regaño y súplica.

Todavía me cuesta hablar, pero agito el fajo de billetes para llamar su atención. -
Este es mi cambio, - le digo entre lágrimas.

Tarda un momento en entender lo que quiero decir, y luego, - ¿Te quedas? -

Asiento con la cabeza.

Me abraza y me dice. -Bienvenida a bordo. Deja que te busque unos pañuelos. -

Mientras busca algo con lo que pueda sonarme, le doy el fajo de billetes a Zar. -
¿Crees que podrías hacer que alguien los convierta en créditos antes de que
dejemos este planeta? -

-Claro. Hoy mismo haré que te devuelvan la tarjeta a tu habitación. -

Shadow

No debería estar en el ludus hoy. El doctor dijo que no sería bueno para mi ojo si
me golpeara la cabeza. Sin embargo, no estoy entrenando con nadie, sólo
levantando algunas pesas.

Es difícil recordar una época en la que no fuera un gladiador. Durante muchos


años mi vida ha sido una larga e ininterrumpida marcha de días que no tenían
otro propósito que entrenar y luchar. Viviendo en celdas, siendo comprado y
vendido y vuelto a comprar. Aprendiendo a usar mi astucia cuando mi cuerpo no
estaba a la altura de un combate. Entrenando como si mi vida dependiera de ello,
porque así era. Y finalmente llegar a ser lo suficientemente fuerte como para
competir en una pelea justa.
66

Hace tiempo que renuncié a cualquier esperanza. Sabía que seguiría las órdenes
y lucharía cuando me lo dijeran hasta que un día muriera en la arena. Sin
esperanza de una vida normal con una esposa y una familia. Sólo un peón en el
juego de otro, a veces emparejado justamente, a veces puesto en gran peligro.
Vivir y morir al antojo de otro.

Es una maravilla que todavía este vivo. Se suponía que no debía vivir. Cuando me
vendieron por primera vez como esclavo, me emparejaron con un experimentado
gladiador mucho más grande y fuerte que yo. No había tenido ningún
entrenamiento. Simplemente había superado mi utilidad y me vendieron como
un trozo de basura.

Sacudo la cabeza. No quiero recorrer este camino de recuerdos en particular. Ni


hoy, ni nunca. Es historia antigua. Sé tan bien como cualquiera que la vida no es
justa.

Nunca había previsto la posición en la que me encuentro hoy. Soy un hombre


libre, aunque me busca uno de los mayores cárteles de forajidos de la galaxia. Es
sólo cuestión de tiempo que nos detengan. Cuando eso ocurra, no dejaré que me
tomen vivo. Quince annums como esclavo son suficientes.

Así que aquí estoy en el ludus, todavía entrenando como gladiador, aunque ya no
sea un esclavo. Si les dijera a los otros machos que no quiero volver a luchar en
la arena nadie discutiría conmigo.
Hemos experimentado tanto dolor que creo que lo único que queremos es la
felicidad. Pero en este momento no tengo ni idea de lo que preferiría hacer con
mi miserable vida.
Sé que no soy un hombre agradable. Me he pasado toda mi vida adulta ganando
esa reputación. No quiero ser un hombre agradable. No quiero caer bien; hace
tiempo que dejé de intentarlo. Ni siquiera me importa ser respetado. Sólo quería
que me dejaran en paz para despertar, luchar y finalmente morir.
67

Pero nuestra pequeña revolución ha cambiado todo eso. Es como alterar la


relación de engranajes de un aparato que ha funcionado sin problemas durante
décadas, como si cambiar un pequeño mecanismo de una máquina que funciona
bien afectara a todas sus partes. Ahora nada funciona igual.
Ha empezado a molestarme que mis hermanos gladiadores no quieran hablar
conmigo, ni siquiera comer conmigo en el comedor. Me decepciona que las
mujeres me den de lado. Me siento como un drack por la forma en que traté a
Grace cuando compartió mi celda y nos vimos obligados a reproducirnos. Durante
annums alimenté el odio y el desprecio de los demás. Permanecer aislado me
protegía de sus burlas. No confiar en nadie me mantenía a salvo.
Pero me gustó la forma en que Petra me miró ayer, no como un capullo sino como
alguien que la rescató, alguien a quien respetaba. Estuve con muchas hembras
antes de ser vendido como esclavo. Sin embargo, al mirar atrás, está claro que
me querían por lo que podía comprarles, por cómo podía darles placer y por
quién podía presentarles. No sé si alguna vez estuve con una mujer que me mirara
como lo hizo Petra cuando la ayudé a escapar de aquel club. Ella me miró como
si yo fuera digno. Eso se sintió bien.
Hoy ha estado con las otras hembras todo el día. Después de lo que le dirán, dudo
que vuelva a mirarme de esa manera. Pero quiero que lo haga.
No sé quién es este nuevo Shadow. No estoy seguro de que me guste.
68

Capítulo 7
Petra

Tengo a Anya al mando de Theos, que es uno de los machos que acompañan a las
mujeres en sus compras. Les digo que usen un par de miles de créditos extra en
cosas no necesarias, cortesía de su servidora. También les pido que me compren
unas buenas tijeras para cortar el pelo y un par de zapatos de la talla seis, si es
que encuentran alguno.
Todavía estoy un poco temblorosa por mi ridículo festival de lágrimas. Debía de
estar más preocupada de lo que pensaba por la posibilidad de que me volvieran
a meter en una celda. Le dije a Anya que estaba bien para volver a mi habitación
sola, aunque estaba tan nerviosa en el camino hacia el puente que no tengo ni
idea de qué dirección tomar. Después de todo, ¿qué tan grande puede ser esta
nave?
Inmediatamente me doy cuenta del error de mi decisión de ir por mi cuenta.
Intento oler el camino hacia la cocina, sé cómo llegar a mi habitación desde allí,
pero no detecto nada. Debo estar realmente perdida; me encuentro en un ala
abandonada del barco. Por un momento, olvido lo cansada que estoy y exploro.
Sé que los gladiadores y las hembras humanas de la nave derrocaron a sus
anteriores amos; debían de ser muchos. Cuento al menos veinte habitaciones.
Parece que por sus habitantes se marcharon a toda prisa. Las habitaciones están
desordenadas, con las camas sin hacer, la ropa desparramada; el agua seguía
corriendo en uno de los baños.
Rebusco en una cómoda y cojo un par de pares de calcetines. Están hechos para
una persona grande, pero al menos tengo algo para cubrir mis pies.
Salgo de esta ala abandonada y me doy cuenta de nuevo de lo agotada que
estoy. Sólo quiero encontrar mi habitación y acostarme.
Todo está escrito en un idioma que no puedo leer. Incluso los números de las
puertas son incomprensibles.
69

Finalmente encuentro el comedor y me dirijo a mi puerta. Por suerte, he contado


las puertas desde mi habitación hasta la comida. Estoy dispuesta a desmayarme
en mi propia cama, excepto que ahora me doy cuenta de que mi puerta no tiene
llave para la huella de mi palma.
Siento un momento de agobio, pierdo el equilibrio y necesito apoyarme en la
pared hasta recomponerme.
Para cuando pasa por allí un imponente hombre plateado, estoy segura de que
parezco tan agotada como me siento.
- ¿Puedes ayudarme a entrar en mi habitación? - Mi voz suena desesperada
incluso para mis propios oídos.
-Por supuesto. Soy Steele. Permíteme que le pida a Savannah que codifique tu
puerta. -
Diez minutos más tarde, mi puerta ha sido re-codificada y estoy acostada en mi
propia cama. Un minuto después, estoy completamente fuera.

Me despierto con un suave golpe en mi puerta. Cuando contesto, hay una rubia
muy bonita de pie. Parece estar estudiando el suelo y luego me mira con una
rápida y tímida sonrisa. -Me imaginé que estarías durmiendo... Soy Grace, siento
haberte despertado, - hace una pausa incómoda.
-No hay problema, pasa, no debería dormir todo el día, es que estaba muy
cansada. - Me encojo de hombros.
-En realidad, creo que sí dormiste el día porque estoy aquí para ver si quieres
venir a cenar. -
70

-Vaya, sólo fue el desayuno. Estaba tan agotada. ¿Qué hora es? -
-Savannah puede poner el reloj de tu ordenador. - Señala una tablet colocada en
un pequeño escritorio en la esquina de la habitación. -Ella descubrió algunas
relaciones matemáticas y puede hacer que tu pantalla muestre la hora de la Tierra
en ella. Nos dice que sólo tiene una precisión del 99,4% con respecto a la hora
real de la Tierra debido a.… créeme, no tengo ni idea. Pero te ayuda a saber si es
de mañana o de noche y cuándo es la hora de comer. –
Me muestra una sonrisa vacilante.
-Eso sería útil. Hay tantas cosas en mi vida ahora mismo que me desorientan, que
si supiera qué hora es, sería un buen comienzo para la normalidad. Bueno, ahora
mismo nada es normal. Supongo que es la nueva normalidad, - me río un poco y
le hago un gesto para que se acerque a la silla del escritorio.
Ella se queda dónde está, retorciendo los dedos mientras mira al suelo. -También
he venido a darte las gracias por los créditos. Ha sido muy generoso por tu parte.
Todas las chicas compraron algunas cosas, pero todos votaron para darme la
parte del león. -
Se estremece y lanza una mirada tímida. - ¿Parte del león? Me pregunto si eso es
algo políticamente incorrecto con Zar a bordo. -
Parece muy seria, pero a mí me hace gracia, y mi risa la afloja un poco.
-En cualquier caso, he encontrado una tienda con un instrumento muy parecido
a una guitarra. Me he perdido sin mis instrumentos. Toco la guitarra, el piano, la
flauta y un poco de banjo. Son mi cordura. Creo que me irá mucho mejor ahora
que tengo mi 'guitarra'. - Lo pone entre comillas.
-Me alegro de ayudar. -
-Sé lo mucho que has trabajado por el dinero. Intentaré devolvértelo. -
-No te preocupes. Disfrútalo. Por cierto, - añado, -creo que he visto un
instrumento que podría interesarte en la otra ala. -
- ¿La otra ala? -
71

-Sí, hoy me he perdido tanto que la cabeza me daba vueltas. He encontrado estos
calcetines. - Levanto la pierna para mostrar el sexy calcetín azul con el talón
aproximadamente a la mitad de la pantorrilla. -Y hay un montón de ropa y objetos
personales esparcidos por ahí. En una de las habitaciones, más o menos a la mitad
del lado derecho del pasillo, según recuerdo, había lo que parecía un instrumento
musical de la era espacial.
-Pensé que podría encontrar algunos cadáveres. Me alegro de no haberlo hecho.
Deben haber dado una batalla feroz cuando se apoderaron de esta nave. -
-Sólo eran once, y a tres de ellos los dejamos marchar en el siguiente puerto. ¿De
qué ala abandonada estás hablando? -
Le explico cómo me tropecé con ella. Parece emocionada por explorarla.
-Casi lo olvido, - dice. -Tengo tus tijeras y un extraño par de chanclas alienígenas.
Es lo mejor que pudimos encontrar. Todos compramos unas; ninguno de nosotras
llevaba zapatos cuando nos secuestraron. Esperamos encontrar algo mejor en el
próximo planeta en el que aterricemos. -
-Gracias. ¿Qué hay para cenar? - Me pongo de pie, lista para salir. Me doy cuenta
de que nunca corté el par de pies extra de la parte inferior de mi mono, y si no
enrollo las piernas me voy a matar caminando hacia el comedor.
-Estuvimos fuera todo el día y no queríamos que Maddie tuviera que cocinar.
Compramos, um; bueno... decidimos llamarlo pollo asado. Por supuesto que no
es pollo. Es decir, no tenemos ni idea de lo que es. Cuando el tendero nos dijo lo
que era, Theos le interrumpió rápidamente y le prohibió que nos enseñara una
foto del animal en su ordenador. Theos nos aseguró que sabía a pollo, lo cual,
pensándolo bien, ¿cómo podría saberlo si no sabe a qué sabe el pollo? En
cualquier caso, hemos comprado suficiente para todos y esperamos que sea
comestible. -
La voz de Zar llega por el intercomunicador invitando a todos a cenar, así que nos
vamos.
72

Así que esto debe ser todo el mundo a bordo. Ya he conocido a todas las mujeres.
Hay algunos hombres que veo por primera vez. Es un poco aterrador ver a todos
estos alienígenas en un solo lugar. Son todos gladiadores masivos y musculosos y
algunos de ellos tienen un aspecto feroz. Oh, hay un gran tipo dorado con un
enorme y musculoso cuello. Estoy totalmente sorprendida cuando me dicen que
es el piloto de la nave. Por muy extraño que parezca, es totalmente atractivo.
Toma algo de comida y le dice a Brianna que se dirige al puente.
Parece que todo el mundo está en pareja. Todos, excepto Grace, el doctor y yo.
Nos sentamos todos en la misma mesa.
-Así que las mujeres sólo llevan un par de semanas en la nave, ¿verdad? Parece
que todo el mundo está emparejado. ¿Cómo es eso? -
Grace se detiene un momento, sin saber qué decir. -Los esclavistas secuestraron
a diez mujeres terrestres para los diez esclavos gladiadores que ya transportaban.
Nos juntaron al azar y.…- Dejó de hablar durante un largo momento. Un momento
realmente largo. Creo que está a punto de llorar.
-Y cada pareja era obligada a aparearse cada día para intentar fecundar a las
hembras y aumentar su precio en la subasta, - termina el doctor compasivamente
su frase.
Oh, ¿qué demonios he hecho? Los dos parecen dispuestos a llorar.
-Yo era parte del complot. Tenía que supervisar las cosas. - El doctor parece triste
y se muerde el labio inferior. -Si me odias por eso tienes todo el derecho. Todo el
derecho. -
-En cualquier caso, - termina Grace, -aunque la mayoría de las parejas se gustan,
todos optaron por ir a habitaciones separadas después de que nos liberaran.
Querían averiguar si sentían una verdadera atracción el uno por el otro, o si era
simplemente una cuestión de proximidad. Excepto Zar y Anya, que viven juntos y
son una pareja apareada. –
73

- ¡Vengan a comer! - Maddie coloca varias bandejas de comida amontonadas en


una mesa arrimada a una pared. Formamos una fila, estilo cafetería, y nos
servimos.
-Pollo asado, - pone pollo entre comillas, -puré de patatas, salsa y.… verduras. -
Todas las mujeres somos conscientes de que esta comida es en realidad carne
misteriosa y almidón misterioso más verdura misteriosa.
-Huele bien, - le digo mientras sirve el plato.
Todos en nuestra mesa ya están comiendo cuando entra un rezagado. No, no es
Shadow, a quien he estado buscando con el rabillo del ojo toda la noche. La
pequeña mujer que se sienta con nosotros parece un elfo de un metro de altura.
Sus orejas oblongas se inclinan hacia atrás, su pelo hasta los hombros es rubio.
Parece cansada. Más que cansada, parece enferma.
-Tyree, te he pedido que me visites para un chequeo varias veces, - le regaña el
Dr. Drayke. El médico, siempre sonriente, no sonríe ahora. Parece preocupado. -
Soy el médico de la nave y creo que ya lo he dejado pasar bastante tiempo. Estoy
preocupado por ti y necesito examinarte. No hay excusas. Tú eliges, esta noche
después de la cena o mañana por la mañana. -
-Estoy segura de que estaré mejor por la mañana, - insinúa Tyree. Qué diablos.
Sólo la conozco desde hace cinco minutos y hasta yo sé que está llena de mierda.
-Lo primero después del desayuno, Tyree, o iré a buscarte. -
- ¿Dónde está su madre? - Pregunto.
Tyree puede estar cansada, pero saca fuerzas para lanzarme una mirada de
"come-mierda". -Tengo treinta y cinco años. - Espera un momento para
asimilarlo, luego recompone su rostro y añade: -Yo soy Tyree, tú debes ser Petra.-
-Oh, lo siento. No lo sabía. Soy nueva aquí...- Esa fue posiblemente la mayor
metedura de pata social de mi vida, y he cometido muchas.
Finalmente se apiada de mí y me interrumpe con, -Olvídalo, me he mirado en el
espejo últimamente. Sé que no tenías mala intención. –
74

Se levanta con esfuerzo y se sirve a sí misma las porciones más pequeñas de


comida que he visto nunca. Un niño de un año podría comer más de lo que pone
en su plato. Y ahora que la observo, veo que ni siquiera se come la poca comida
que tiene, sólo la empuja de un lado a otro.
Shadow se escabulle y se dirige directamente a la mesa de la comida. Ya casi ha
salido por la puerta con su pedido "para llevar" en la mano y un panecillo en la
boca cuando le doy una palmadita en la mesa de al lado. -Por aquí, grandullón.
Mesa para cinco. -
Una patata caliente de movimientos incómodos de ida y vuelta entre Shadow y
Grace. Debe haber una gran historia de fondo entre estos dos. Shadow palidece
y da un paso atrás; Grace emite un pequeño sonido estrangulado en el fondo de
su garganta. Me quedo paralizada; la mano que estaba acariciando la mesa queda
suspendida en el aire.
Fuera de mi visión periférica, veo al capitán Zar casi atragantarse con su bocado
de comida, lanzarse de su asiento y apresurarse hacia Grace.
- ¿Puedo verte un momento?, - pregunta mientras la levanta ágilmente de su silla,
coge su plato y la sienta en su mesa.
- ¡Oh, mierda! - Murmuro a nadie en particular, -No sé lo que he hecho, pero
acabo de pisar un gran montón humeante de...- Cierro los labios, la gente sigue
comiendo. - ¿Qué fue eso? -
-Pregúntale a Shadow, - dicen simultáneamente Tyree y el médico.
-Tengo que volver a la enfermería, - anuncia el médico mientras se mete lo último
que queda de comida en la boca. -Tyree, ¿qué tal si hacemos ese examen ahora
mismo? -
Ella asiente con entusiasmo y salen tan rápido como pueden.
Shadow está de pie con torpeza, sosteniendo su plato con ambas manos, con un
panecillo aún apretado entre los labios.
75

-Este no es el lugar para mí, - dice después de dejar el bollo en su plato. -No
quieres que te asocien conmigo. Todo el mundo te odiará también. Eso no es
justo para ti, Petra. No has hecho nada malo. Comeré en mi habitación. Ve a
sentarte con los demás. Haz amigos. -
Sale por la puerta a grandes zancadas. Estoy sentada sola en la mesa y por
segunda vez en el día mis ojos se llenan de lágrimas. No lo permitiré. No soy una
llorona. Respiro profundamente y mantengo la cabeza baja, tratando de terminar
mi comida. Grace, bendita sea, vuelve a acercarse y se sienta a mi lado, poniendo
su mano sobre la mía.
-Nadie te culpa, Petra. Todos estamos muy orgullosos de ti, de lo fuerte que eres.-
-Gracias Grace. - Vaya, este barco está lleno de minas terrestres. -Es obvio que
algo pasó entre tú y Shadow. ¿Puedo preguntar...? -
-Tengo un anuncio que hacer, - Maddie prácticamente canta esta información,
cortando mi pregunta. -Las señoras hemos comprado una comida deliciosa que
vamos a cocinar mañana. Vamos a hacer una fiesta. Hemos convencido a Grace
para que toque su nuevo instrumento. Todas nos vamos a disfrazar con nuestra
nueva ropa, y quien quiera podrá bailar.
-La fiesta será mañana por la noche después de la cena. Es una combinación de
fiesta de despedida del planeta Mierdatastic, una oportunidad para que nos
vistamos después de estar en pijamas o monos durante la mayor parte de un mes,
y una fiesta de bienvenida a bordo para nuestra nueva tripulante, Petra. - Me
señala con un movimiento de "ta-da". Hay una serie de aplausos y muchos
asentimientos y sonrisas de bienvenida.
Mis temores de culpabilidad por asociación parecen infundados. Es un saludo
agradable, aunque sigo sintiendo una gran curiosidad por la historia de fondo
entre Shadow y Grace.
Me pongo de pie. -Gracias a todos por la cálida bienvenida. Soy peluquera de
profesión, o al menos lo era. Me instalaré aquí después del almuerzo de mañana.
Cualquiera que quiera un corte profesional es bienvenido a presentarse. - Vuelvo
a mi habitación y no me pierdo ni una vez.
76

Por el camino, intento averiguar qué acaba de pasar en el comedor y por qué todo
el mundo odia a Shadow; a mí no me parece tan horrible. Es un rompecabezas y
no tengo suficientes piezas.
77

Capítulo 8
Shadow

No tengo ni idea de por qué estoy haciendo esto. Me siento ridículo. Durante los
últimos quince annums no he tenido que tomar ninguna decisión, tal vez eso fue
algo bueno. Parece que todas las decisiones que he tomado desde que me
liberaron han sido malas.
Por supuesto, no tuve elección al ayudar a Petra en el club de striptease o durante
su huida de los Volurians. Pero no tuve que llevarla a la enfermería, ni ir al
comedor para poder verla anoche. Eso fue un fiasco.
Y ciertamente no tengo que hacer lo que estoy haciendo ahora. Es ridículo. Las
diez gladiadoros estamos sentados en un rincón del ludus cosiendo trajes para la
fiesta de esta noche.
Encontramos un vasto surtido de bienes del mercado negro apiñados en la bahía
de carga cuando tomamos la nave. Había una caja llena de pieles de animales en
peligro de extinción de contrabando de toda la galaxia. Su venta está prohibida,
lo que ha creado una importante demanda en el mercado negro. Se siente sucio
incluso usar estas hermosas pieles. Oh, bueno, los animales ya han dado su vida,
bien podrían servir para algo.
Todos somos bastante buenos con una aguja, después de todo, llevamos annums
cosiéndonos unos a otros. Ninguno de nosotros posee nada más que la ropa que
lleva puesta, que había sido un taparrabos hasta que confiscamos los draking
monos azules que nos restringen, nos resultan incómodos e indignos. No nos
obligan a practicar en el ludus todos los días ahora que nuestros amos esclavos
se han ido. Así que con nuestro nuevo tiempo libre hoy vamos a dar un buen uso
a estas pieles.
Los machos están emocionados por esta noche. Sus hembras compraron ropa
bonita que mantienen oculta hasta la fiesta.
78

Parece que los machos quieren impresionar a sus mujeres tanto como las
hembras quieren verse bien para nosotros.
-No me gusta que las mujeres quieran dormir sin nosotros, - dice Dax, con los ojos
entrecerrados por la concentración mientras enhebra su aguja. -Me acostumbré
a tener la espalda de Dahlia apretada contra mi pecho cada noche. -
-Estoy seguro de que eso no es todo lo que te aprieta, - el comentario lascivo de
Stryker provoca la risa de todos los demás.
- ¿Por qué crees que estamos ocupados cosiendo estos dracking cueros? -
pregunta Steel. -Yo, por mi parte, espero compartir mi cama con Zoey esta
noche.-
Este ejercicio es completamente ridículo para mí. Primero, no voy a ninguna
maldita fiesta. Y segundo, aunque lo hiciera, no hay ninguna mujer a la que quiera
impresionar.
Ni siquiera puedo pensar en eso sin reconocer que soy un mentiroso. Como
esclavo, he aprendido a engañar y disimular con los mejores, pero siempre he
intentado no mentirme a mí mismo.
Drack, me he pinchado el dedo con la aguja grande que estoy usando. Busco un
trozo de piel para envolverlo y no manchar de sangre mi prenda. Sé que es una
tontería, pero en el fondo de mi mente también sé que a pesar de mi buena
mente y mi buen razonamiento voy a ir a la fiesta esta noche, y hay una hembra
en particular a la que quiero impresionar.

Soy un idiota, lo sé. No sólo me he pasado la mayor parte del día confeccionando
una prenda para ir a una fiesta a la que no quiero asistir, sino que ahora voy de
camino al comedor para cortarme el pelo que no me apetece especialmente.
79

Con toda esta concentración en la fiesta, es difícil no pensar en la última fiesta a


la que asistí. Fue hace quince annums.
Mi mente se desliza hasta mi última noche como hombre libre. Mis padres y yo
estábamos en Bellumar, una estación espacial de última generación construida
enteramente para los juegos de gladiadores. Eran los principales torneos del
annums. Las personas más ricas de toda la galaxia viajaban para ver los juegos,
comprar y vender acciones de gladiadores y, sobre todo, mezclarse con otras
personas inmensamente ricas.
Durante la semana de los juegos de Septus se cierran muchos tratos importantes.
Y por eso mis padres y yo asistimos. Teníamos riqueza, no quiero insinuar que no
la tuviéramos, pero no teníamos ni de lejos los créditos de la mayoría de los
asistentes. Había reyes y reinas y presidentes en estos juegos.
Nosotros éramos simplemente de la clase mercantil. Mis padres se ganaban la
vida conectando a gente próspera con otra gente próspera con la intención de
ganar aún más dinero. Mi familia cobraba una modesta comisión de búsqueda y
seguía adelante.
El dinero que podíamos ganar durante una semana de los juegos de Septus podía
pagar las facturas de una familia de ingresos medios durante dos vidas.
Mis padres eran los verdaderos impulsores de la familia; yo era simplemente un
escaparate. A mis veinte años, fui un joven apuesto. Tenía un vestuario que era
la envidia de mis compañeros. Las mujeres acudían a mí. Y tenía todo el tiempo
del mundo en mis manos porque no tenía ningún trabajo real. Todo lo que tenía
que hacer era llamar la atención de las mujeres mayores adineradas según las
indicaciones de mi madre cuando le convenía.
Las mujeres mayores de esa clase se mantenían hermosas con cirugías y
pociones. Seducirlas era fácil, y no solía ser una carga. Unas cuantas hoaras de
"trabajo" un par de veces al año era un pequeño precio a pagar para ganar el
estilo de vida al que me había acostumbrado. Era feliz a pesar de no tener
verdaderos amigos, ni hembras a las que amar, ni otros objetivos que no fueran
vivir una vida fácil y comprar todo lo que quisiera.
80

Parecía que tenía todo lo que un hombre podía desear.


Fue la penúltima noche de los juegos cuando todo se desencadenó. Iba vestido
con mi mejor ropa de gala, el mourlot más moderno y caro de la época. Después
de los juegos de esa noche planeaba asistir a varios bailes y reunirme con la
hermosa mujer Mordite de cuatro brazos y pelo esmeralda.
Mi padre estaba negociando un trato entre Daneur Khour, jefe del cártel de
MarZan, y un traficante de bellas artes cuya especialidad eran los cuadros raros
robados. No supe hasta más tarde que mi padre no se contentaba con su habitual
comisión del diez por ciento. Había inflado el precio de venta y se iba a embolsar
la diferencia entre el verdadero precio de venta y lo que pagaría Khour, además
de los honorarios del intermediario.
Khour descubrió de alguna manera que le habían estafado y se enfureció.
El trato ni siquiera se había cerrado, Khour no consiguió ni un solo crédito, pero
estaba enfadado y quería vengarse. Nunca sabré qué pasó cuando se enfrentó a
mis padres. Lo que sí sé es que cuando los dos salieron de aquella habitación, se
había decidido que su hijo de veinte años pagaría el precio. Mis padres vendieron
mi futuro y, por lo que sabían, mi propia vida, a cambio de continuar con su
extravagante estilo de vida.
Los esbirros de Khour me dominaron fácilmente y me arrojaron a una celda
donde se encontraban los gladiadores. A la noche siguiente, la última noche de
los juegos, todavía con mi ahora percudido mourlot, me lanzaron a la arena con
un enorme y experimentado gladiador Anthen.
Como me "ganaba la vida" con mi cuerpo, reconozco que estaba en buena forma
por haberme ejercitado en un gimnasio, pero tenía cero habilidades para la lucha.
Me entregaron una pesada espada de tres fierros y me empujaron al ring.
Totalmente concentrado en el enorme gladiador con el que tenía que luchar, no
tuve tiempo de escudriñar las gradas para ver las caras de mis padres.
Si Khour había creído por un momento que ver a su único hijo asesinado ante sus
ojos sería un castigo mayor para mis padres que ir a su propia muerte, había
calculado muy mal.
81

No tengo ni idea de por qué decidieron tener un hijo, aparte de utilizarme en sus
planes para ganar dinero. Mirando hacia atrás, no es sorprendente que
negociaran mi muerte a cambio de sus propias vidas.
El Anthen se había guardado hasta la última noche de las fiestas por una razón.
Normalmente, los gladiadores más fuertes y conocidos eran emparejados en la
noche más prestigiosa de los juegos. Era ancho, bien musculado y de aspecto
feroz. Llevaba una red para lanzar sobre su oponente, así como un tridente de
siete fiertos con cuchillas malignas en las tres puntas.
Por suerte, uno de los otros hombres del bloque de celdas me dijo que me quitara
los rígidos y formales zapatos antes de salir a la arena de la arena. Debería
haberme quitado también la ropa, que me apretaba bastante, pero no tenía ni
idea.
Mi espada era pesada y parecía poco manejable. No tenía ni idea de cómo
utilizarla de la mejor manera posible. Me quedé allí un momento, impotente,
esperando que me mataran. Pero mi oponente sabía que le pagaban por dar un
espectáculo, así que trató de alargar las cosas. Siguió lanzando su red sobre mí,
capturándome con ella, y tirando de mí hacia la arena.
Como no oponía resistencia, él hacía el trabajo de dos. -Levántate, - seguía
diciéndome. -Tienes que resistir. -
Aunque estaba totalmente desmoralizado, enfrentándome a una muerte segura,
finalmente hice caso a su advertencia y me levanté cada vez que me tiraba al
suelo. En un momento dado, golpeé con mi espada y, por pura casualidad,
conseguí inutilizar la red.
-Así es, - dijo, - ¡lucha como un macho! -
Con su red destrozada, mi oponente mi oponente tuvo que entrar a matar. No
podía entretenerse y alargar más las cosas. Me dio suficiente espacio para correr,
de nuevo intentando montar un espectáculo para los clientes que pagaban.
Estaba trotando de un lado a otro contra la pared del fondo cuando me lanzó su
lanza.
82

Creo que intentaba no alcanzarme, pero cambié estúpidamente de dirección en


el momento equivocado y corrí hacia la lanza que se acercaba en lugar de
alejarme de ella.
Así fue como me atravesó el ojo izquierdo. Dos de las tres cuchillas no me dieron
en la cara, pero la tercera me atravesó el ojo. La agonía fue abrasadora. Hasta el
día de hoy, cuando pienso en ello, puedo sentir restos del dolor como si estuviera
sucediendo en este momento. La herida cegó ese ojo. Pero fue el dolor lo que me
motivó a luchar.
En lugar de esperar a morir, me moví por puro instinto y me saqué la lanza del
ojo. Nunca olvidaré el horrible sonido de succión que hizo, así como el asombroso
tormento físico. Volví a agarrar la asta de la lanza y la lancé con una precisión
infalible directamente al corazón del enorme Anthen. Fue un golpe fatal.
Justo antes de desmayarme, capté por casualidad la cara de mi madre entre toda
la gente de las gradas. Mostraba conmoción. No de tristeza, ni de dolor por su
hijo, sino de conmoción por el hecho de que hubiera vivido. No esperaba que su
único hijo sobreviviera aquella noche.
Me doy cuenta de que estoy en el pasillo, a pocos fiertos de la puerta del
comedor. Ese pequeño viaje en el tiempo fue desagradable. No pienso en ello a
menudo, no me hace ningún bien. Es como si lo viera en un vídeo, como si fuera
la vida de otra persona. En ese entonces me llamaba Dakon. Ahora tengo nombre
de gladiador. Soy Shadow.
Atravieso la puerta y me detengo. Petra me da la espalda. Dax está sentado en
una caja baja en el suelo para que Petra tenga acceso a su pelo.
Dahlia, la hembra que solía compartir su celda, está sentada en uno de los bancos,
observando, con el codo apoyado en la rodilla y la barbilla en la palma de la mano.
Dax es el más alto de todos, probablemente siete fiertos. Siempre ha tenido el
pelo revuelto y la barba desaliñada. Es un hombre amable, pero nunca me pareció
atractivo para las mujeres. Me había preguntado si Dahlia consideraría quedarse
con él después de que ganáramos nuestra libertad, pero siempre se sienta con él
en las comidas y parece disfrutar de su compañía.
83

No puedo ver realmente lo que Petra le está haciendo, pero con cada recorte de
sus tijeras, la cara de Dahlia se vuelve más feliz.
Tengo una excelente vista del trasero de Petra. Ella se retuerce y se dobla para
obtener el ángulo correcto. Estoy disfrutando del espectáculo. También lo hace
mi polla, que ya se ha dado cuenta y patalea contra su atadura.
Petra finalmente se mueve para ponerse delante de Dax y me ve.
Sorprendentemente, su cara se ilumina con una sonrisa.
-Eres el siguiente grandote. Toma asiento. - Ella indica el banco en una de las
mesas. Luego se centra en la transformación de Dax.
Veo que, aunque le ha cortado todo el pelo, le ha dejado algo de cabello que cae
artísticamente sobre la frente. Esto camufla el hecho de que su frente está
inclinada hacia atrás. Cuando termina de cortarle el pelo y de recortarle la
abundante barba, tiene un aspecto atractivo. Deben ser unas tijeras mágicas.
Ella le entrega un trozo de metal reflectante para que se vea a sí mismo; está claro
que está asombrado. Si no me equivoco, Dahlia tiene lágrimas en los ojos. Le da
las gracias varias veces y luego me saluda secamente al pasar por delante de mí
al salir de la sala.
- ¡Me encanta mi trabajo! - sonrie Petra con alegría, levantando las manos en
señal de triunfo. Lleva el pelo recogido en un moño bajo el cuello. Lleva la misma
ropa con la que la conocí, pero no son los pantalones con los que se meó. Una
amplia sonrisa ilumina su rostro; está orgullosa y feliz.
Es hermosa todo el tiempo. Es hermosa cuando está enfadada, hermosa cuando
estuvo en esa dracking cuerda, semidesnuda delante de todos esos ojos, incluso
hermosa cuando estaba sufriendo por un grueso fragmento de cristal clavado en
el pie.
Pero ahora, sabiendo como ha transformado a Dax, su belleza es luminiscente.
Miro a mi alrededor, preguntándome por un momento si tenemos suficiente
tiempo para follar aquí en esta sala común. Incluso si pudiéramos, me encuentro
con que no quiero eso.
84

No quiero momentos robados ni un acoplamiento rápido. Quiero tiempo y


privacidades suficientes para complacerla hasta que grite mi nombre.

Petra

Mentiría si dijera que no he estado pensando en Shadow. Mucho. Como todo el


tiempo. Anoche quise hablar con él, pero toda esa escena en el comedor se puso
ciertamente fea. Tengo tantas preguntas sobre lo que pasa con él y Grace. ¿Eran
amantes? ¿Terminó mal? ¿Y por qué todo el mundo a bordo parece culparlo?
Pero no es el momento de acribillarlo a preguntas, y como no me acerco a nadie
no debería importar.
Lo miro y por enésima vez me sorprende lo masculino que es, lo guapo. Esperaba
que viniera a la fiesta de esta noche, pero después de que todo el mundo se
mostrara tan odioso con él anoche, no contaba con verlo allí. Y nunca pensé que
vendría a cortarse el pelo. Pero aquí está y estoy desmesuradamente feliz por
ello.
- ¿Has venido a cortarte el cabello? –
-Si puedes hacer la mitad de lo que hiciste por Dax, diría que soy un tipo
afortunado. -
-Dax es un tipo guapo. Sólo necesitaba un poco de aderezo y un poco de camuflaje
de sus imperfecciones. -
-Bueno, tienes talento; esa fue una gran transformación. ¿Crees que puedes
hacerlo igual de bien para mí? -
Le indico que se siente en la caja y le ato una sábana alrededor del cuello para
recoger su pelo. -No necesitas una transformación, - digo mientras me giro para
coger mis tijeras.
¡Uy! Probablemente no debería haber dicho eso. "Nunca dejes que sepan que
estás interesada" siempre ha sido mi lema.
85

Me giro para mirarle y tiene una mirada de sorpresa. Mierda, se ha dado cuenta
de mi pequeño cumplido. Eso le ha dado la oportunidad de decir algo sarcástico,
un insulto astuto para hacerme saber que es consciente de lo mucho que me
atrae y que tiene la sartén por el mango.
Pero no se abalanza sobre mí con un comentario sarcástico, sino que se limita a
sostenerme la mirada durante un largo rato. Me encuentro ignorando el
espeluznante ojo izquierdo y centrándome en el sexy ojo derecho. El que parece
cálido, acogedor, amable e interesado.
No sé cómo hemos llegado hasta aquí. ¿Cuándo pasamos del sexo rápido y furioso
en la enfermería a estas miradas largas y seductoras desde el otro lado de la
habitación?
- ¿Qué quieres que te haga? - le pregunto.
-Esa es una pregunta cargada, - su voz baja una octava y me mira intensamente,
casi sonriendo.
-El pelo. ¿Qué quieres que te haga en el cabello? - ¿Qué es esto, séptimo grado?
Mis pezones están duros y el calor se acumula entre mis piernas. Ni siquiera nos
hemos tocado y ya estoy lista para el sexo, que se está convirtiendo en mi nueva
normalidad. Mi cuerpo debe de estar loco por todas las endorfinas, o por las
hormonas del miedo, o por los aminoácidos de los viajes espaciales o por algo
científico y técnico como eso.
-Hace mucho tiempo que no me corto el pelo de forma profesional. No sé qué
está de moda, tú decides. -
-Estamos en el espacio, Shadow. ¿Crees que sé lo que está de moda en la tercera
luna de Antares? Sin embargo, puedo darte lo que creo que te quedará bien. -
-Recorta. -
Cierra los ojos. Tengo la clara impresión de que no confía fácilmente. Así que el
hecho de que cierre los ojos cuando tengo un objeto afilado a centímetros de su
cara me dice mucho.
86

Me pongo delante de él y me pongo mi sombrero profesional. Evalúo la forma de


su cara, sus ventajas (muchas) y sus desventajas (sólo una, el ojo) intentando
decidir qué le quedará bien. Durante medio nanosegundo considero la posibilidad
de un golpe en diagonal para cubrir el ojo malo, pero luego decido que lo va a
odiar. El otro día le dijo al médico que el ojo forma parte de su personalidad; no
creo que quisiera ocultarlo.
Es tan duro, tan militar; decido hacerle un corte alto y tirante. Está casi afeitado
por encima de las orejas, con más longitud en la parte superior. No ocultará nada.
Acentuará su fuerte mandíbula y sus altos pómulos. A diferencia de Dax, no
necesita mejoras, pero le quedará bien.
Se ve cómodo allí; no parece preguntarse por qué estoy tardando tanto. -Todavía
estoy pensando qué hacer, - miento.
Parece tranquilo, así que decido que es el momento de robar un momento para
inspeccionar ese ojo. Nunca había querido mirar fijamente, pero voy a
aprovechar esta oportunidad. La prótesis de metal negro rodea su ojo con un
reborde que hace tope con su piel. Sin embargo, aún se pueden ver los restos de
lo que le dañó. La piel que sobresale más allá de la prótesis metálica está fruncida
y arrugada con líneas rojas y dentadas. Se puede ver que la carne ha sido
destrozada bastante. Esa piel es espeluznante. Lo que sea que haya pasado debe
haber sido bastante catastrófico y también debe haber dolido mucho.
Me doy cuenta de que el tiempo se pierde. No quiero que me pille mirando. Me
muevo detrás de él y empiezo a trabajar. Es bastante difícil hacer un buen trabajo
sin espejo ni maquinilla; tendré que hacerlo lo mejor que pueda.
-Creía que odiabas esos monos azules. He visto que llevas uno. -
No contesta, solo baja la cremallera varios centímetros y desliza la tela por
encima de su hombro lo suficiente como para que pueda ver la marca de mi
mordisco con toda claridad.
- ¡Mierda! Lo siento. Yo...- No sé qué decir, se hizo en el calor de la pasión en la
ducha.
87

-No quería que los demás lo vieran, - su tono es bajo, directo.


Es obvio que le importa un bledo lo que los demás piensen de él, así que debe ser
su forma de protegerme.
-Eso es muy considerado. –
-Eres una buena persona, Petra. No quiero que piensen mal de ti. -
Sigo cortándole el cabello. Para un gladiador huraño, eso sí que era considerado.
-Anoche me acaricié la polla pensando en ti. -
Se me escapa el aliento de golpe. Mi núcleo se aprieta. ¿Cómo puede una frase
de este tipo ponerme tan cachonda? Miro por encima de su cabeza y veo que las
comisuras de sus labios están definitivamente tiradas hacia arriba en un indicio
de sonrisa. Dejo de cortar y me sitúo frente a él para conseguir el efecto
completo. Este hombre es devastadoramente guapo. Y ahora sonríe más.
- ¿Quieres hacerme partícipe de la broma? -
-No es broma, sólo quería oler tu excitación. Funcionó. - Se encoge de hombros.
Bastardo engreído. Ahora lo entiendo. No es exactamente una sonrisa, es una
auto-satisfacción.
- ¿Nadie te advirtió que los peluqueros pueden estar locos? Tengo un objeto
afilado a centímetros de tu cara. No me jodas. -
- ¿Tengo que dibujarte un mapa? Todo lo que quiero hacer es follar contigo,
Petra. - Su voz es ronca, sexy e íntima. Me está mirando con su caliente mirada.
Joder, todo tipo de cosas están sucediendo debajo de mi cintura. Mi vientre da
pequeños saltos y una descarga eléctrica va directamente a mi clítoris. Este
hombre tiene demasiado poder sobre mi cuerpo.
- ¡No hables! - Vuelvo a cortar. -O cometeré un trágico error en tu pelo y serás el
hazmerreír de la galaxia. -
Guarda silencio por un momento. Odio trabajar sin espejo porque no puedo ver
su expresión en absoluto.
88

- ¿Puedo ir a tu habitación esta noche? - su tono es directo.


-Muy presuntuoso de tu parte. -
No responde. Deja la petición en el aire. Está funcionando.
- ¿Te veré en la fiesta? - Pregunto, tratando de no sonar necesitada.
-No me lo perdería. -
-Entonces, si me apetece después de la fiesta, sí. -
No necesito un espejo para saber que está sonriendo.
-No eres muy querido en esta nave. ¿No será incómodo mezclarse con toda la
gente que te desprecia? -
-No soy bien visto ni en el desayuno ni en el ludus ni en la cena todos los días.
¿Por qué debería importar de repente en la fiesta, especialmente cuando tengo
una cita con la mujer más guapa del barco? -
Otro temblor de barriga en respuesta a su cumplido.
Sin pensarlo me lanzo a mi pregunta irreflexiva. - ¿Qué pasa entre tú y Grace? -
Una larga pausa. Me doy cuenta de que no sólo no debería haber preguntado,
sino que nunca me lo dirá. Es demasiado reservado y está demasiado enfadado.
-Fue mi compañera de celda después de ser capturada. Los Urluts nos obligaron
a aparearnos a diario. Yo estaba enfadado. Enfadado con todos y con todo y
especialmente conmigo mismo. No pensaba en ella ni en sus sentimientos. Estaba
en lo profundo de una cueva de rabia en la que he vivido durante mucho tiempo.
Puede que la haya herido físicamente al ser brusco. Estoy seguro de que la herí
emocionalmente al ser callado y distante. Fui un imbécil. Quiero disculparme con
ella, aunque no tiene por qué aceptarlo. -
Eso lo resume todo en pocas palabras. - ¿Qué ha cambiado? -
Una pausa muy larga. Una pausa tan larga que decido que definitivamente no va
a responder. Me ciño, preparada para que diga algo sexual y erótico para cambiar
de tema.
89

-Creo que...- está buscando algo. Creo que está buscando la verdad. -Creo que
fue el momento en el callejón de Numa después de matar a los Volurians. Me di
la vuelta y tú seguías agachada detrás de mí. Estabas aterrorizada, pero me
miraste con tanta confianza. Confiabas en que te cuidaría, en que te salvaría la
vida. En ese momento decidí que quería ser el hombre que tú creías que era. -
Estoy muy feliz de que no haya un espejo ahora. Si lo hubiera, podría ver mi
expresión. Su respuesta me dejó sin palabras. Este gran y duro gladiador acaba
de abrirme una ventana a su alma. Sé, sin saber cómo, que tengo que alimentar
esto.
-Lo has sido, Shadow. Has sido ese macho. -
Nos quedamos en silencio durante el resto del corte de pelo. Demasiada emoción
para cualquiera de los dos. Retiro la sábana que lo cubre y agarro el trozo de
metal para que compruebe el corte de pelo, pero gira la cabeza y me hace un
gesto para que no lo haga.
-Confío en ti, Petra. Seguro que quedo muy bien. -
Se levanta, mira a su alrededor para asegurarse de que estamos solos y se inclina
para besarme. No los besos salvajes y reivindicativos de la enfermería, sino un
único, suave y cálido beso. Al principio, es sólo labio a labio. Siento que suelta el
aliento, que se relaja un poco. Mis manos se dirigen a sus hombros para evitar
que se aleje.
Su lengua sale de entre sus labios y se desliza por los míos. El tacto es tan suave
que me hace cosquillas y me excita al mismo tiempo. Vuelvo a sumergirme en el
placer de su lengua, que se desliza suavemente hacia delante y hacia atrás en el
borde de mi boca. Podríamos estar así durante horas, pero quiero más. Me abro
a él y su lengua entra suavemente.
La punta de su lengua explora la resbaladiza y el sabor de mi boca, igual que lo
exploro. El suave roce de su lengua me hace cosquillas en el paladar, y luego da
golpes más largos en mi lengua.
No sé cuánto tiempo nos besamos.
90

No me doy cuenta de que mis manos se mueven entre su pelo, ahora más corto,
ni de que me aprieto contra él hasta que mis pezones se endurecen y se tensan
contra su pecho.
Se retira y su lengua vuelve a rozar mis labios. Entonces me muerde suavemente
el labio inferior. Tirando de él. Chupando un poco. Y luego se aleja. Me inclino
contra él un momento, débil y necesitada, y luego me pongo de pie,
- ¿Puedo bailar contigo esta noche, Petra? -
-Oh, bailaremos, Shadow. Bailaremos. -
91

Capítulo 9
Shadow

Vuelvo a mi habitación y me tumbo en la cama con un brazo sobre la cara. Estoy


eufórico y muy asustado. Puedo matar a la gente en la arena, pero coquetear con
una mujer hermosa me hace polvo. Solía hacer esto por deporte. Demonios, solía
hacer esto para vivir. Pero al hablar con Petra, al estar presente con ella,
diciéndole mi verdad, se diría que acabo de correr una maratón.
Quiero echarme una siesta antes del "gran evento", pero me pica el cuello. Entro
en el baño y me miro en el espejo. En realidad, he cubierto el espejo con una
toalla, así que no hay nada que ver. Hace quince años que no tengo que evitar los
espejos. Los baños de los gladiadores son asuntos utilitarios sin comodidades
como los espejos. Así es, ¿qué gladiador tiene tiempo para la vanidad? De todas
formas, a la mayoría de nosotros no nos gustaría lo que vemos.
Cuando nos mudamos a nuestras propias habitaciones hace unos días, lo primero
que hice fue cubrir el espejo. Lo último que quiero ver es mi cara arruinada. Sé
que sería más feliz recordando mi rostro fresco y sin daños de hace veinte años.
¿Quién necesita que la molesta realidad se entrometa?
Pero quiero ver lo que Petra ve cuando me mira. Necesito verlo.
Todavía no, primero me ducho.
Estoy limpio y seco y aún no estoy preparado para verme. Cuando estábamos
rebuscando en el contrabando de la bodega encontramos una caja de whisky
silleriano. El whisky ha envejecido durante cien años y tiene un gusano silleriano
en el fondo de la botella. Cada botella vale miles de créditos. Cada gladiador se
llevó una, un rayo de guerra. La mía ha estado asentada en mi habitación. Creo
que necesito un poco de fuerza ahora mismo.
Bien, he tomado dos, tal vez tres tragos y no estoy más listo que cuando comencé.
Me he enfrentado a peores adversarios en la arena. Puedo hacerlo.
92

Me acerco al temido espejo desde mi derecha y arranco la toalla. Me acerco


lentamente hasta que veo la parte más pequeña de mi cara. Entonces me muevo
un micron cada vez hasta que tengo la mitad derecha de mi cara en el espejo.
Ya no soy un joven. Hace quince años que no me miro en un espejo. Ya no soy el
jovencito insensible que pensaba que la vida era fácil e interminable. He
entrenado y experimentado dificultades y he luchado innumerables veces en la
arena. Eso se nota en mi cara. Al menos yo puedo. Creo que puedo ver todas las
batallas que he librado en el apretado dibujo de mis labios, la rabia y la tristeza
en mis ojos.
Con la botella aún en la mano, tomo un trago más de whisky y me alejo hacia la
derecha. Sigo siendo de carne y hueso. Sin aditamentos metálicos. Un paso más
a la derecha, ahora veo el borde del duro metal negro. Otro paso, tan extraño,
tan severo.
Un largo tirón más de la botella y un gran paso a la derecha. Vamos a terminar
con este asunto de dracking.
Pensaba que estaba preparado para ello, pero no lo estoy. Dioses, miren esto.
Esto es lo que ve Petra. La pequeña y suave Petra ve este prohibitivo ojo metálico
y robótico que la mira cuando me mira a mí. Este inhumano ojo rojo sin
parpadear.
Hace un momento tenía miedo de mirar y ahora no puedo apartar la mirada. Me
inclino aún más, castigándome a mí mismo; me alejo unos centímetros del espejo.
Por si la implacable, metálica y despiadada prótesis no fuera lo suficientemente
aterradora, están los restos carmesí de lo que solía ser carne intacta. Me viene a
la mente la palabra monstruo. La escuché una vez cuando uno de mis dueños
trajo a su hijo pequeño al ludus donde me entrenaba. Me vi a través de los ojos
de ese joven en este momento. Monstruo es bastante apropiado. No debería
haber cambiado mi nombre por el de Shadow. Debería ser Monstruo. Monstruo
es. Vuelvo a dar un largo trago a la botella y la arrojo contra la pared. Se rompe,
un fragmento rebota y me corta la mejilla. El gusano, muerto desde hace un siglo,
se aferra a la salpicadura húmeda de la pared.
93

No quiero pensar. En este momento no quiero estar vivo. Creo que el whisky ha
hecho su trabajo. Me voy a dormir.

Me despierto, ha pasado hoaras. Me duele la cabeza. Siempre he oído que el


whisky silleriano da una resaca tremenda. Miro el reloj; probablemente todos
estén cenando ahora mismo. Todos entusiasmados con su fiesta. Nadie quiere un
monstruo en su fiesta. Ni siquiera Petra. Debe ser la humana más amable de la
Tierra que no quiere herir los sentimientos del monstruo. Mira lo amable que fue
con Dax.
Pero estoy mintiendo; he olido su excitación. Eso no se puede fingir. Por alguna
ridícula razón, se siente atraída por mí. Debe ser el sexo. Lo que pasó en esa ducha
fue bastante espectacular. No pude ser yo. Me he escondido de la verdad durante
demasiado tiempo, pero ahora soy consciente. Sé qué aspecto tengo.
Miro el traje que he cosido. Me mira acusadoramente. Sabe que no me lo voy a
poner.
Empezaría a beber de nuevo, pero mi cabeza aún late por la primera ronda. Me
levanto y empiezo a caminar. Tengo que recordar que mi mundo ha dado un
vuelco en el espacio de las últimas hoaras, pero nada ha cambiado para nadie
más. Petra sigue esperando que aparezca. La invité a bailar. La besé y le pedí
volver a su habitación con ella. Si no aparezco, herirá sus sentimientos. ¿Pero
cómo puedo aparecer y no verme a través de sus ojos toda la noche?
Ya se lo dije antes, quiero ser el macho que ella cree que soy. Pienso durante un
largo momento. Me doy cuenta de que este es un punto de elección para mí. Uno
de esos momentos seminales que solían tener los héroes de las historias antiguas.
La bifurcación en el camino, la decisión que no puedes volver atrás.
94

Si tomo la bifurcación de la derecha, me quedaré solo, enfadado y condenado al


ostracismo, y nadaré en mi propio odio y autocompasión durante el resto de mi
vida. Toma la bifurcación de la izquierda y sigue adelante con tu vida. He estado
viviendo una fantasía durante quince años. Una fantasía en la que todavía era el
Dakon de veinte años. No soy Dakon. Y no soy Monstruo. Soy Shadow. Y Shadow
se merece una dracking vida. ¡Por fin!
Me pongo la ropa que cosí y me presento a mi vida. Me estoy mostrando.

Petra

Shadow no está aquí. Me había preguntado hoy temprano si se presentaría a la


fiesta. Ni siquiera le di un cincuenta por ciento de probabilidades. Pero entonces
vino a cortarse el pelo. Sonrió un poco. Coqueteó conmigo, y después del beso y
la promesa de baile y sexo, aumenté las probabilidades al 100%. Pero ahora no
aparece. Supongo que todos tienen razón. Es un imbécil.
Incluso la pequeña Tyree está aquí. Ella y Grace han entablado una amistad.
Comen juntas en la mayoría de las comidas. Son las únicas mujeres de la nave que
no están emparejadas. Ambas parecen tímidas y tranquilas. Después de lo que
me contó Shadow sobre su historia con Grace me da pena. Todas las demás
mujeres parecen estar bien. Estoy segura de que todas estamos asustadas y solas,
tan lejos de casa, de los amigos y de la familia, pero ellas parecen tomárselo con
calma. ¿Grace? No tanto. Espero que Shadow pueda hacer las paces con ella.
Probablemente sería bueno para ambos.
Miro a mi alrededor, observando a todo el mundo. Todas las mujeres llevan ropa
informal, pero es muy agradable ver cómo se expresa la individualidad de cada
una, y no hay monos azules de mala calidad. Parecen tan felices.
Los varones han mejorado definitivamente su juego. Nos dicen que todos han
cosido su propia ropa en lugar de hacer ejercicio en el ludus hoy. Si no lo supiera,
pensaría que todos esperan conseguir algo de sexo esta noche.
95

¿Yo? Sigo llevando la camiseta de Motley Crue con la que me secuestraron. Es


propio de un peluquero que le gusten los grupos musicales de los ochenta.
Estoy de espaldas a la puerta, pero sigo girando la cabeza por encima del hombro
para ver si ha llegado Shadow. Cada minuto que pasa aumenta las probabilidades
de que no venga. ¿Por qué es como si estuviera en el instituto otra vez? Todo el
mundo en la pista de baile menos yo, sintiéndome excluida y desairada.
Me siento como siempre, sola y marginada. Sigo siendo la niña serbia de seis años
que llegó a Estados Unidos y fue a la escuela sabiendo exactamente siete palabras
en inglés, una de las cuales era pizza. No encajo. Nunca lo hice.
Desde que me secuestraron, mis muros protectores autoerigidos no cumplen su
función habitual. El otro día lloré en el puente con el capitán. Y ahora tengo ganas
de llorar. Mis ojos comienzan a llenarse de lágrimas y mi mandíbula se aprieta.
Aprieto los puños hasta que las uñas se me clavan en las palmas de las manos,
intentando controlar mis emociones.
Y entonces él está aquí. Está increíble. Más guapo que nunca. Tampoco tiene nada
que ver con el fabuloso corte de pelo que le hice. Su atuendo es tan... Shadow.
No es mucho más que su taparrabos. Con eso quiero decir que no cubre mucho
más que su taparrabos, que creo que lleva debajo de su nueva ropa. Lleva un
grueso cinturón de cuero negro alrededor de la cintura, con una solapa de cuero
de unos diez centímetros de ancho que cuelga para cubrir su trasero y que cae
hasta las rodillas. Es masculino y sexy, y el hecho de que lo haya hecho él mismo
es totalmente genial. También lleva un fajín a juego que le pasa por un hombro y
termina en el lado opuesto de la cintura. Es una especie de faja como mi antiguo
uniforme de exploradora, hecha del mismo material que su cinturón, y diseñada,
supongo, para cubrir mi rabiosa mordida sexual. Qué considerado es.
Se acerca a mí, se inclina y me pregunta si ya he comido. Cuando le digo que no,
no queriendo admitir que le había estado esperando, se acerca a grandes
zancadas a la mesa del bufé y llena dos platos repletos.
Es curioso, creía que lo nuestro era un secreto, pero ahora no oculta nada.
96

Me pregunta solícitamente si me gusta la comida, incluso se ofrece a traerme


otros platos. Parece que todo nuestro pequeño grupo se ha dado cuenta del
cambio, porque parece que se dan codazos y miran en nuestra dirección.
Oh, bueno, drack con ellos. ¿He utilizado bien esa palabra?
Somos los últimos en terminar nuestra comida, y en cuanto recogemos nuestros
platos alguien trae una silla cómoda para que Grace se siente mientras toca su
instrumento. Mientras los chicos apartan las mesas y los bancos, grito: -No
podemos seguir llamándolo instrumento, ¿cómo deberíamos llamar a esa cosa?-
-Aparato de música, - sugiere Dahlia.
-Aparato musical, - dice Steele.
-Grittar en lugar de guitarra, - ofrece Savannah.
- String thing, - pronuncia Maddie.
-Me gusta eso, - añado yo. -Vamos a votar. -
A todas las mujeres les gusta String thing. No estoy segura de que rime en el
idioma de los hombres, pero están tan contentos con la idea de bailar con sus
hembras que no les importa mucho más.
-Mi primera fiesta. Mi primer baile, - dice Dax. -No estoy seguro de qué hacer. -
Me parece que estos chicos han estado en celdas, o en sus ludus de
entrenamiento durante casi toda su vida. ¿Nunca han estado en una fiesta? Oh,
mi corazón se rompe un poco.
-Sólo relájate y diviértete, Dax, - le digo. -No te preocupes por tu aspecto. En la
Tierra, tenemos un dicho: 'Tienes que cantar como si nadie te escuchara, amar
como si nunca te hubieran herido, bailar como si nadie te viera y vivir como si
fuera el cielo en la Tierra'. -
La sala se queda en silencio. Qué diablos, es sólo un viejo refrán. Lo escucho de
sus oídos y me doy cuenta de lo profundo que debe ser para un grupo de machos
que quizá nunca han cantado o bailado, que probablemente nunca han amado y
cuyas vidas han sido un infierno, no el cielo.
97

-Esta noche, - pronuncio solemnemente, -vamos a hacer el cielo en.… el cielo en.…
esta nave. -
Zar prácticamente sale despedido de su asiento. -Todo el mundo, antes de
empezar las festividades, - levanta una mano para asegurarse de que tiene la
atención de todos. -Tengo que hacer un anuncio. En realidad, es una admisión. -
Hace una pausa. -Sé que ustedes, las mujeres, nos han enseñado sobre la
democracia y las votaciones. Agradezco la confianza que han mostrado en mí al
votarme como su líder. Y tenía toda la intención de que todos votaran en la
mayoría de los asuntos importantes cuando hubiera tiempo suficiente para tomar
esas decisiones.
-Pero tomé lo que mi Anya llamaría una "decisión ejecutiva". Necesitábamos
cambiar el nombre de nuestra nave por razones obvias. Hice que los mecánicos
pintaran el nombre en la nave. Ahora se llama “Sweet Deliverance”. -
- ¡Sí! - asiente uno de los machos, bombeando un puño.
-Sweet Deliverance, en efecto, - dice otro.
Antes de que Grace pueda empezar a tocar, el Dr. Drayke se levanta de su asiento.
- ¿Puedo tener la atención de todos? - Su cara azul está pellizcada, sus labios
firmemente apretados. Parece que tiene que decirnos que alguien ha muerto.
-Yo también tengo un anuncio. Puede que no sea el momento ni el lugar
adecuado, pero todos, excepto Axxios, están aquí. Probablemente debería
haberles dicho a todos antes. Yo... me tomé la libertad... antes del
derrocamiento...- Se detiene por completo, con la boca abierta mientras busca
las palabras. -Les di a todas las hembras una inyección para prevenir el embarazo.
Debería durar unos seis meses terrestres. -
Un murmullo bajo surge de las otras mesas. -Pensé que sería más fácil para todos
ustedes cuando llegaran a Hyperion. Habría sido mucho más difícil cuando los
separaran y vendieran si hubieran estado embarazadas de crías. -
La sala se queda en silencio por un momento. Me doy cuenta de que Zar y Anya
se miran, no puedo leer sus emociones.
98

-Es completamente reversible si alguna de ustedes quiere, una simple


inyección...-
-Gracias, doctor, - anuncia Maddie. -Eso habría sido una carga. Habría sido difícil
de soportar estar embarazada si hubiéramos acabado vendidas como esclavas en
Hyperion. -
-Doctor Drayke, el anterior capitán probablemente habría mandado matarte si se
hubiera enterado, - añade Zar. -Arriésgate tu vida para evitar a las hembras las
penurias que habría provocado el embarazo. Te lo agradezco. - Asiente con la
cabeza y se golpea el pecho hacia el médico.
Algunos otros expresan su acuerdo.
Y con eso, Grace coge tímidamente su instrumento y comienza a tocar una
hermosa música.
No hace falta preguntarle a nadie dos veces. Todos nos emparejamos y
empezamos a bailar lentamente. No creo que Grace sepa tocar nada rápido.
Además, creo que lo único que queremos la mayoría es tocar a nuestra pareja y
deslizarnos íntimamente por la habitación. El doctor y Tyree se van; esto no va a
ser un divertido deporte para los espectadores.
No sé nada de la historia de Shadow, pero este macho definitivamente ha bailado
antes. Su mano izquierda sostiene mi derecha, como en el estilo de salón de baile
en la Tierra. No me da miedo que su mano protésica de metal sostenga la mía.
Por alguna razón, es como si nos hubiéramos tocado así cientos de veces antes.
Su mano derecha se apoya cómodamente en la parte posterior de mi cintura,
apretándome tanto hacia él que puedo sentir su erección contra mi abdomen. No
hay discusión por mi parte. Apoyo la cabeza en el grueso pectoral de Shadow,
cierro los ojos y dejo que nos guíe por el suelo. No hay movimientos
extravagantes, no son necesarios, ni sabría seguir más que los pasos más básicos.
Con los ojos cerrados, me olvido de las otras parejas que están a pocos metros de
nosotros. Me meto en un capullo de intimidad con Shadow. Pongo mi mente en
pausa.
99

Sin pensamientos de preocupación, sin obsesionarme con lo que pasará en el


futuro. Me concentro en una sola cosa: en este momento.
Ahora mismo soy consciente de las puntas de mis pechos presionando la dura
extensión del pecho desnudo de Shadow. Soy consciente de que mi excitación
aumenta insistentemente entre mis muslos, y soy consciente de lo maravillosa y
completamente correcta que me siento.
La mano de Shadow sube hasta enredarse en mi cabello, hoy lo tengo suelto y me
llega casi a la cintura. Su mano me acuna la cabeza, luego baja hasta mi cintura y
más abajo para apretar los globos de mi culo, tan eróticos. Nos mueve hasta que
mi espalda queda de cara a la pared trasera, y su mano se mete bajo el dobladillo
de mi camiseta, entre mis leggings y mi piel, y me agarra el culo desnudo. Su mano
se detiene, esperando, supongo, un murmullo de protesta por mi parte. Mis
labios están sellados.
Sus dedos bajan por detrás y, en lugar de darle la protesta que espera, aprieto
sus caderas más cerca de mí y siento cómo su polla se mueve contra su ropa. Abro
las piernas con avidez en señal de invitación, y él desliza un dedo más abajo, hasta
mi centro. Aspira con un siseo y me muerde el cuello. -Petra, estás muy mojada.-
-Mmmm, - es todo lo que puedo responder. No quiero salir de mi burbuja
protegida.
Su mano abandona su lugar y vuelve a posarse fijamente en la parte baja de mi
espalda. Me pregunto si le sorprende mi tolerancia. Ha hecho lo que
evidentemente hacen los hombres de toda la galaxia: intentar ver hasta dónde
pueden llegar hasta que una mujer proteste. Apuesto a que nunca soñó que no
habría ninguna objeción por mi parte. Supongo que no me conoce muy bien.
Unos instantes después, oigo que una risa gutural se le escapa de la boca.
- ¿Qué es tan divertido? - pregunto, todavía en el país de la lava.
-El aire de aquí es... rico en olor a excitación. No sólo el tuyo, Petra, todas las
hembras. Creo que va a haber mucho romance a bordo del barco esta noche. -
100

-Sí. Les
da un nuevo significado a las palabras a Sweet Deliverance. –
Deja de bailar y se aleja de mí lo suficiente como para mover su mano entre
nosotros. Me levanta la barbilla para que pueda mirarle. Me mira solemnemente
y luego se inclina para darme dulces besos con los labios cerrados en las mejillas,
la nariz y la frente.
Parece querer decir algo, parece pensarlo mejor, luego se levanta hasta su altura
y vuelve a bailar conmigo. Esta vez estamos bailando de verdad, no sólo
avanzando, y temo que le pise los pies.
-Deja de pensar, Petra. Déjate llevar por la música. -
Lo hago, como le dije a Dax. Y funciona. Damos vueltas, completamente unidos a
la música, uno con el otro. Dejarse llevar, moverse en sus brazos, estar en este
momento es estimulante y romántico.
Entonces, de repente, Maddie insta: -Grace, tómate un descanso, tienes que
estar cansada después de tocar tantas canciones. -
En cuanto Grace termina el número y toma un sorbo de agua, una pareja tras otra
da las gracias y se despide rápidamente. Ya veo, había un método en la locura de
Maddie. Agarra a Stryker por el brazo y prácticamente lo saca por la puerta.
Rileigh y Doctore salen corriendo, de la mano.
Muy pronto sólo quedamos Shadow, Grace y yo.
-Petra, me gustaría hablar con Grace a solas un momento. ¿Puedo pasar por tu
habitación más tarde? - Me lanza una mirada derrite bragas.
-Por supuesto. - Me voy rápidamente, esperando que limpie sus viejos asuntos.
101

Capítulo 10
Shadow

Me quedo quieto un momento, escribiendo internamente mi guion. No quiero


herir a Grace más de lo que ya lo he hecho. No estoy seguro de que ella sepa
siquiera que estoy aquí. Probablemente asumió que me había ido con Petra,
como todas las demás parejas. Ella está colocando con cariño su String Thing en
su estuche. Es obvio que la música significa mucho para ella. Ella es una mujer
sensible, en sintonía con las sutilezas y los matices, y yo soy un instrumento de
fuerza contundente.
-Um, Grace. -
Ella se sobresalta. Le doy un momento para que se adapte a mi presencia. Ella da
un paso atrás, y luego otro. Al instante huelo su miedo. Me muevo hacia atrás
hasta que la mayor parte de la extensión del comedor está entre nosotros.
Pongo las palmas de las manos mirando hacia ella y, por si no fuera un mensaje
suficientemente claro, añado: -No quiero hacerte daño. ¿Podemos hablar? -
Parece sumida en sus pensamientos y sigue sin mirarme a los ojos. Dioses, mi
comportamiento insensible la ha herido. ¿Cómo puedo reparar esto?
Su cabeza está ligeramente inclinada, aun considerando si quiere hablar conmigo.
Tal vez si le digo por qué estoy aquí pueda calmar sus temores.
-Quería pillarte a solas para tener un momento para disculparme. -
Ella levanta en silencio sus ojos hacia mí. Creo que ese es su acuerdo tácito para
que continuemos.
-Nunca te dejé entrar, Grace. Soy un... soy un hombre dañado. Soy
profundamente defectuoso y era demasiado orgulloso y temeroso para
acercarme a alguien. Estoy tratando de cambiar eso. Pero obviamente es
demasiado tarde para ayudarte. -
102

Sus hombros se relajan un poco. Comparte plenamente mi mirada.


-Debe haber sido duro para ti. Yo debo haber sido duro para ti. No quería hablar.
No quería que nadie, ni siquiera tú, viera mis debilidades. Y tengo tantas. - Hago
una pausa, catalogando mentalmente mis numerosas deficiencias, y luego vuelvo
a la conversación. -Era orgulloso, inflexible, testarudo y callado. Ahora me doy
cuenta de lo aterrador que debe haber sido para ti. Y por eso, lo siento de verdad,
mucho. -
Sus ojos son luminosos con lágrimas no derramadas. Es tan delicada. Espero no
haberla dañado para siempre.
Tengo que abordar todo esto. -El apareamiento. Podría haberlo hecho más fácil
para ti. Una parte de mí quería apresurarse y acabar con ello por tu bien. ¿Pero
la ejecución? Lamentablemente en falta. - Hago una larga pausa. Si sigue
mirándome, verá que mis ojos también están empañados.
-Sé que no hay mucho que pueda hacer para arreglar esto. No puedo repararlo.
No puedo deshacerlo. Sólo puedo darte mis más sinceras disculpas. Te lo deberé
por el resto de mi vida. Si alguna vez hay algo que pueda hacer por ti, por favor
acude a mí. Si está en mi mano, acudiré en tu ayuda. -
Se queda en silencio durante un largo rato. No quiero mover un músculo por
miedo a asustarla. Espero, inmóvil como una estatua.
-Te perdono, Shadow. -
-No he pedido perdón, Grace. Eso sería... muy presuntuoso por mi parte. Si me
ofreces el perdón, realmente sería uno de los mayores regalos que he recibido.
Gracias de mi corazón. Gracias sinceras. - Me golpeo el pecho con el puño y le
hago una inclinación de cabeza larga y baja, una expresión de genuina gratitud y
respeto.
-Estás bien y verdaderamente perdonado. -
Me doy la vuelta y prácticamente salgo corriendo de la habitación. Es muy
interesante que las interacciones con estas humanas sean mucho más difíciles
que enfrentarse a temibles titanes en la arena.
103

Petra

Lo que sea que esté pasando con Shadow debe ser difícil. Sin embargo, me alegro
mucho de que lo haga. Me imagino que disculparse con Grace liberará alguna
parte interna de él.
No puedo esperar a que llegue. Hay tantas cosas que quiero hacerle a su cuerpo.
Tengo un plan de acción en mi mente. Sé por dónde quiero empezar y, por
supuesto, sé dónde quiero que termine. Ha estado fuera mucho más tiempo de
lo que esperaba. Si es mucho más lento, voy a tener la tentación de volver a la
cafetería y ver si hay una sangrienta escena del crimen.
Finalmente, Shadow se cuela por la puerta que había dejado parcialmente
entreabierta.
- ¿Cómo ha ido? ¿Te fue bien? -
-Fue mejor de lo que esperaba. Una especie de milagro. Ella me perdonó. No me
lo merecía. - Sacude la cabeza, -Ciertamente no me lo merecía. -
-Luego di un paseo por la nave, para... sacudirme. Estoy aliviado... y cansado. Esa
emotiva conversación con Grace me sacó más que una pelea en las arenas. -
-No hay problema grandote. Parece que necesitas recargarte. Nada de sexo
ahora, eso es lo que estás diciendo, ¿verdad? -
-Absolutamente. Una siesta rápida y haré que lo que pasó en la ducha palidezca
en comparación. -
-Bueno, tenía planeado el menú de esta noche, pero podemos cambiarlo.
Empezaremos con un aperitivo y veremos a dónde nos llevan las cosas. - El gran
gladiador no está acostumbrado a las emociones.
Le hago un gesto para que se tumbe en la cama. Se quita todo menos el
taparrabos, se mete en la cama y yo apago las luces.
Me quito los leggings y me meto detrás de él.
104

Le digo al ordenador que ponga música, pero la clase de música por aquí es una
mierda chillona que está a punto de hacerme sangrar los oídos. Así que le digo al
ordenador que se calle y me limito a rascar la espalda de Shadow. Un pequeño
roce con las yemas de los dedos, un pequeño rascado con las uñas. Se queda
dormido casi al instante.
¿Y ahora qué? No lo hago. Regla número uno de Petra: no acercarse a ningún
hombre. Regla número dos: no acercarse a nadie con quien tenga sexo. Regla
número tres: nunca, bajo ninguna circunstancia, dormir en la misma cama con un
hombre.
Tengo a un gladiador sexy, masivo y emocionalmente agotado, desmayado en mi
cama. Esto es malo. ¿Cómo lo saco? Sé que hoy ha sido duro. Sé que ha habido
algún tipo de cambio en él. Pero joder, no ha habido ningún cambio para mí. ¡Sigo
siendo yo! Sigo siendo la Petra que no confía, que no se acerca.
Me acuesto junto a él. Lo intento. Lo intento durante muchos y largos minutos de
mierda. No puedo hacerlo. Sé que cuando se despierte tendremos un sexo
estupendo, pero no puedo tolerar ni un segundo más en esta cama con él.
Necesito irme, escapar. Ni siquiera puedo escribirle una nota. No tengo papel, ni
bolígrafo, ni lenguaje escrito común. Me arrastro en silencio fuera de la cama, me
pongo las mallas y me escabullo fuera de mi habitación, cerrando la puerta tras
de mí.
Vago por la nave sin rumbo durante un rato, sin ir a ningún sitio en particular.
Oigo los sonidos de sexo detrás de muchas puertas. Es un poco surrealista
caminar así por los pasillos, sola en un barco lleno de gente emparejada.
Finalmente me dirijo hacia el puente. Después de todo, es el único lugar donde
sé que habrá un ser vivo que no forme parte de una pareja de apareamiento.
Me quedo a medio camino en la puerta, temiendo invadir el espacio de Tyree. -
¿Puedo entrar? -
-Claro. - Es casi gracioso, esta pequeña hembra con aspecto de elfa sentada en
una silla de capitán construida para un macho corpulento.
105

-Pareces muy hábil para alguien que está en entrenamiento. ¿Cuánto tiempo
llevas aprendiendo a pilotar? - Me lanzo a algún tema, cualquier tema, para evitar
que pregunte por qué estoy sola y no en mi habitación. Y desde luego no quiero
ninguna pregunta sobre Shadow.
-Sólo tenemos el control de la nave desde hace un par de semanas. Pero he
pasado casi todas mis hoaras de vigilia en el puente durante el último año. –
- ¿Cuál era tu trabajo? –
-Sirviente, como todos los demás. Supongo que debería decir que lo era. Lo he
sido desde que tenía siete años. Es difícil entender la libertad.
-Fui la mascota del capitán. Tengo... habilidades psíquicas. No muchas, - se
apresura a añadir, -sólo tenía las suficientes para ayudarle con su ansiedad. Me
quería a sus pies todo el día aquí en el puente para ayudarle a calmarse. Me hacía
ponerme a los pies de su cama por la noche para ayudarle a dormir. -
Debió ver la sorpresa y el completo disgusto en mi cara. - ¿Te acostaste en el suelo
a los pies de su cama para ayudarle a dormir? ¿Ese era tu trabajo? -
-Sí, ridículo, ¿eh? -
-No sé si es ridículo, ¿qué tal una mierda? ¿No te trató como una persona? -
-No. A sus ojos, era, en el mejor de los casos, una mascota, en el peor, un
sirviente. Puede que incluso pensara que me trataba con amabilidad. Todavía
estaba a bordo de esta nave hasta hace unas houras de la Tierra. -
- ¿Qué? ¿Es uno de los tipos que conozco? - Mi estómago se tambalea con la idea
de que podría haber compartido una comida con este imbécil.
-Oh no. La mayoría de la tripulación murió en el derrocamiento. El capitán y dos
del equipo de limpieza quedaron vivos. Los encerramos en las mismas celdas
donde estaban todos tus amigos antes de la rebelión. Les echamos las mismas
barritas de comida que nos echaban a nosotros para comer.
-No queríamos matarlos. No parecía correcto. El Dr. Drayke descubrió cómo
drogarlos para que duraran dos días, quizá tres, en un sueño profundo.
106

-Esperamos hasta que estuvimos a punto de dejar Numa. Los machos los sacaron
de la nave y los escondieron en una bahía de carga en las afueras de la zona de
atraque. Si tenemos suerte no los encontrarán durante días y para entonces
estaremos en otro sistema estelar. -
-Suenas bastante preocupada por su seguridad. Suena demasiado bien para
ellos.-
-Honestamente, Petra, todos estamos tan felices de ser libres. Sweet Deliverance
es el nombre perfecto para esta nave. Estamos siendo liberados de tantos años
de miseria. Casi todos han encontrado a alguien a quien cuidar. Zar y Anya han
encontrado alguien a quien amar. No queremos aferrarnos a la ira y al odio. Sólo
queremos vivir nuestras vidas sin interferencias. –
-Nadie merece la felicidad más que todos ustedes. -
- ¿Y tú, Petra? ¿No mereces ser feliz? -
¿La merezco? ¿Siquiera sé lo que es la felicidad? Mi terapeuta y yo podríamos
tener una buena y larga charla sobre este tema. Excepto que nunca la volveré a
ver. Dice que tengo un trastorno de estrés postraumático por haber estado en la
guerra cuando era niña. Pero he estado en Estados Unidos desde el jardín de
infancia. Todo eso ha quedado atrás. Soy totalmente estadounidense, salvo por
el más mínimo vestigio de acento, y ni siquiera pienso en haber estado petrificada
y hambrienta y casi sin hogar cuando era una niña de preescolar. Bueno, casi
nunca.
¿Merezco ser feliz? Eso es un sí absoluto. ¿Sé cómo sería? No tanto.
Todavía estoy sumido en mis pensamientos cuando Tyree se queja. No es uno de
esos pequeños gemidos de "me he golpeado la espinilla". Es un grito de "creo que
me estoy muriendo". Se dobla de dolor y grita aún más fuerte, luego se desliza
fuera de la silla y en el suelo. No tengo ni idea de lo que está ocurriendo; esto
está por encima de mi nivel.
Sigue consciente. - ¿Cómo comunico al médico, Tyree? ¿Comunicar al doctor? -
Lo digo más alto para que se oiga por encima de sus gemidos.
107

-Botón en el brazo de la silla, - gime y jadea de dolor. -Pulsa y llama al doctor. -


Vuelve a gemir, pero ahora es más suave. Francamente, no creo que eso sea algo
bueno. Creo que se ha desmayado.
-Dr. Drayke al puente. Dr. Drayke al puente inmediatamente. -
-Voy en camino, - su voz suena cortada, seria.
Soy completamente inútil mientras espero. Debería haber recibido formación en
primeros auxilios en algún momento del pasado, pero no sé nada, nada. Lo único
que puedo hacer es sostener su manita.
Está inconsciente, pero su cuerpo se retuerce literalmente en el suelo. Se
revuelve y gime. Nunca había presenciado un ataque, pero no creo que esto sea
uno.
Puede que haya visto demasiadas películas de terror en mi vida, pero lo que estoy
viendo me recuerda a una película de hombres lobo en la que los huesos se
acomodan por debajo de la piel para que la criatura se convierta en un animal
completamente diferente.
Nunca me había alegrado tanto de ver a alguien como cuando el Dr. Drayke entra
corriendo. Enseguida ve a Tyree en el suelo y se arrodilla junto a ella con su
botiquín.
-No sé qué está causando esto, pero debería estar en la enfermería, - dice. -
Llamemos a uno de los machos para que la lleve allí. Llama a Dax, es enorme. -
-Es enorme y está en pleno acto sexual. Dime cómo llamar a Shadow. Está solo. -
-Lo mismo que me llamaste a mí. Sigue llamando su nombre hasta que entre por
la puerta. -
Llamo a Shadow hasta que oigo su voz seria y tranquilizadora: -Voy para allá. -
-Ven rápido, - respondo. Estoy segura de que puede oír el terror en mi voz.
Puedo ver el alivio en sus ojos cuando llega. Debe haber pensado que estaba en
problemas.
108

No necesita muchas explicaciones ni del médico ni de mí y se pone


inmediatamente en acción. Coge a Tyree y corre con ella a la enfermería.
Shadow la pone en la camilla del quirófano. El médico le indica cómo atarla, lo
cual es una gran idea porque por la forma en que ella se mueve se caerá de la
maldita cosa.
-Sabía que algo estaba mal. La examiné ayer y no pude encontrar nada. Pero era
obvio que había algo terriblemente mal. - El ceño del Dr. Drayke se arruga con
preocupación. -Todo esto es culpa mía. -
-Hiciste lo que pudiste, doc, - le digo. -Mantente concentrado. ¿Qué le pasa
ahora? -
En ese momento su brazo derecho se dispara hacia arriba y crece ante nuestros
ojos. Era el brazo que pertenecía a Tyree, de un metro de altura, y ahora es el
brazo que pertenece a Dax. Una por una, cada una de sus extremidades hace lo
mismo. Antes de que nos demos cuenta de lo que está pasando, su torso crece, y
luego su cabeza, que provoca los gritos más intensos. Sus ropas están
destrozadas, al igual que el increíble Hulk. La pequeña Tyree ha crecido hasta
superar fácilmente los dos metros de altura en el lapso de media hora.
Y el pene y los testículos del pequeño Tyree cuelgan a la vista de todos.
Mis ojos se abren de par en par por la sorpresa, parece que ninguno de los tres
ha visto algo así antes.
Ella, quiero decir él, se calma ahora. Los fuertes gemidos de dolor se han
convertido en jadeos, mientras Tyree se revuelve inquieto.
- ¿¡Qué jodidos!? - Es una pregunta, una exclamación y un improperio, todo en
uno. -Sólo soy una chica de la Tierra. ¿Alguno de ustedes ha visto alguna vez algo
así?-
Los dos mueven la cabeza en sentido negativo.
109

-Nunca he conocido a nadie de su especie. Ella me dijo que es de Larian. Lo


busqué después de su examen de ayer, queriendo ver si había algo en…, drack
necesito cambiar el pronombre, su genética que explicara algunos de los extraños
cambios que estaba sufriendo. No hay absolutamente nada en los bancos de
datos que pueda explicar esto. -
- ¿Así que era mujer y se transformó en hombre? - Estoy tratando de entender
esto.
-Bueno, - el doctor parece avergonzado, -nunca le hice un examen ginecológico
adecuado. Siempre se mostró reticente. No la presioné, pensando que me diría
si algo estaba mal. No creo que se hubiera llamado a sí misma mujer durante todo
este tiempo si fuera un hombre, pero ahora me pregunto si incluso tenía un
género concreto hasta ahora.
-Voy a darle un sedante suave. Vamos a darle tiempo para que se recupere un
poco, a ver qué pasa cuando se despierte. -
Agarro una manta para cubrir el enorme cuerpo de Tyree. No sólo es enorme,
parece que mide más de dos metros, aunque es difícil decirlo, sino que está
completamente musculado. Su cara redondeada, casi querubínica, se ha
transformado en duros ángulos masculinos. Intento no ver la prodigiosa longitud
de su polla colgando entre sus piernas. Me alegro de haberlo tapado.
Aunque está dormido, está inquieto, moviéndose un poco incluso en sus ataduras
y gimiendo a intervalos.
- ¿Hay algo más que podamos hacer para ayudar, doc? -
- ¿Por qué no vuelven a dormir? Ya he llamado a Axxios al puente para que se
ocupe de los asuntos allí. Shadow, ayúdame a mover otra cama aquí. Dormiré un
poco y le echaré un ojo. -
110

Capítulo 11
Petra

Shadow me acompaña a mi habitación. Parece tan conmocionado como yo. -


Posiblemente la cosa más extraña que he visto en mi vida, - comparte.
-Definitivamente. - No he tenido ni un minuto de sueño esta noche, pero ahora
mismo no creo que pueda dormir, aunque lo intente. ¡Tengo justo la solución! -
No creo que pueda dormir ahora mismo, ¿puedo volver a tu habitación? -
Se detiene un momento, posiblemente preguntándose por qué lo dejé solo en mi
habitación antes, pero asiente.
-Tuve un... accidente en el baño, - confiesa.
- ¿No eres un poco mayor para eso? - Le dirijo una mirada de falso asombro y
enarco una ceja.
-La botella de whisky se me resbaló de la mano. No tuve tiempo de limpiarlo. -
-Me pondré mis fieles chanclas. No quiero más cristales en la planta de mis pies.-
Le dirijo una mirada coqueta: -Además, esperaba que la acción estuviera en el
dormitorio. -
-Dormitorio, qué idea más novedosa. - Me dedica una sonrisa sexy. Podría
acostumbrarme a ver una sonrisa así más a menudo.
Nuestros pasos se aceleran progresivamente hasta que casi corremos cuando
llegamos a su puerta. Me alegro de que me haya advertido sobre el deslizamiento
del whisky, de lo contrario me preguntaría si tiene un problema con la bebida.
Esto huele a destilería. Echo un vistazo a través de la puerta del cuarto de baño y
me doy cuenta de que el espejo está cubierto no con una sino con dos toallas. Sin
embargo, no tengo tiempo de pensar demasiado en ello, porque la carrera desde
la enfermería es todo el juego previo que necesitaba. Estoy preparada para
tirarme a las sábanas. Alarga la mano y me agarra antes de que pueda empezar a
quitarme la ropa. Me pasa los dedos por el pelo y me mira fijamente.
111

-Perdona que me haya quedado dormido sobre ti antes. Dijiste que ya tenías
planeado el menú. Me muero de hambre. ¿Cuál es el aperitivo? -
-El aperitivo fue hace horas, fue un raspado de espalda. El plato caliente está
hecho. - Intento desabrochar su taparrabos y me quedo perpleja. - ¿Qué tan
complicado es este maldito asunto? -
-Muchos vericuetos, pequeña Pet. ¿Quieres ayuda? -
-Claro que sí. Mientras tú trabajas en eso, yo empezaré con el siguiente plato. -
No sé cómo he subido tan rápido, pero estoy frotando las palmas de mis manos
por sus flancos y luego las deslizo por sus pectorales. Mis dedos y pulgares
pellizcan sus pezones mientras espero impacientemente a que se libere.
-Es una polla magnífica, - le digo en cuanto se pone en pie y orgullosa. Mis rodillas
tocan el suelo. Me muero de ganas de probarla.
-El otro día insististe mucho en que los preliminares fueran adecuados, - me
regaña.
-El mero hecho de tenerte en la misma habitación me excita. - Mierda, debería
aprender a no repartir cumplidos como si fueran caramelos. Se le suben a la
cabeza.
Lo oigo reírse por encima de mí. Luego oigo su rápida respiración cuando le lamo
la cabeza de su pene. Ya tiene una gota de pre-semen, que es ligeramente dulce.
-Mmmm, - le digo en señal de agradecimiento, y luego vuelvo a la tarea que tengo
entre manos.
No necesito exactamente un libro de estrategias, pero esta cosa es grande;
demasiado grande para "llegar al fondo de las cosas", por así decirlo. Lamo la
corona, hago girar mi lengua a lo largo de la cresta y luego chupo. Sé que he
encontrado su punto de felicidad cuando gime tranquilamente en el fondo de su
garganta. Puedo hacerlo mejor.
Succión y un remolino ocasional alrededor del borde, más succión. Todavía no me
he movido más allá de su eje.
112

Percibo su impaciencia cuando sus manos se apoyan suavemente en mis


hombros; no hay presión, pero sospecho que quiere presionar mi boca para que
lo envuelva.
Me acerco a él y le agarro el culo. Tiene un culo estupendo, de mejillas
redondeadas y duras como el granito, con huecos musculosos en el lugar
adecuado. Cuando lo tengo bien agarrado, mi boca baja. Un milímetro cada vez,
hasta que llego a mi límite.
Sus caderas empujan ahora en oleadas poco profundas, casi imperceptibles.
Muevo una mano y le agarro por la raíz del pene, lo que me da varios centímetros
más de cobertura, y empiezo a bombear en serio. Sincronizo el movimiento de
mi cabeza con el de mi puño y aumento la velocidad hasta que sus gemidos son
más fuertes.
-Petra. - Sus manos se agitan entre mi pelo; su respiración es agitada. Mi núcleo
está resbaladizo por el deseo. Tener mi boca sobre él, chuparlo, me hace sentir
tan poderosa, en control. Me encanta tener la capacidad de arrancarle esos
gruñidos profundos y sensuales del fondo de su garganta. Me siento vacía. Quiero
que me llene.
De repente, me mete la mano por debajo de las axilas y me pone de pie. Sus ojos
están concentrados, su mirada es intensa. -Cama, - es todo lo que dice mientras
me levanta y me deposita en el centro de la misma.
Se queda ahí un momento, como si estuviera formulando un plan de acción. La
mamada me ha excitado tanto como a él. Mis pezones son puntos duros y
palpitantes; la necesidad se aprieta en mi vientre. Mi clítoris palpita. Me acerco a
él. -Shadow, ven a follarme, - mi voz es jadeante por el deseo.
Él sigue de pie, mirándome con evidente aprecio. Me pregunto si está tan
excitado que hace una pausa para calmarse y prolongar el placer de ambos. Eso
espero.
-Tócate. Yo miraré. - Las comisuras de su boca se levantan ligeramente, como si
esta idea le gustara mucho.
113

Me detengo un momento, decidiendo si quiero obedecer. Claro que sí.


Me recuesto, subo los talones hasta el trasero y dejo que mis rodillas se abran
lentamente, casi hasta las sábanas. La gran revelación. Me abro completamente
para que me vea. Levanto la vista, sintiéndome cohibida; la expresión de su cara
es una bruma de lujuria. Tiene los ojos rasgados, los dientes apretados, el
músculo de la mandíbula salta. Ni siquiera creo que sepa que le estoy mirando,
está tan concentrado en lo que acabo de exponerle.
-Hermosa, Pet. - Sus ojos me miran con evidente aprecio. -Ábrete para mí, - su
voz es tan profunda y áspera que apenas suena como él.
Nunca se me ha dado bien recibir órdenes, ni de los profesores, ni de los padres,
ni definitivamente de los novios. ¿Pero esto? Sí, sí. Que me diga lo que tengo que
hacer es tan sexy que mis jugos fluyen desde mi núcleo apretado.
Abro los labios vaginales, dejando caer las rodillas hasta las sábanas. Sus párpados
se vuelven pesados, medio cerrados. Sus ojos están cargados de pura lujuria. Sus
fosas nasales se agitan. Sé que está oliendo mi excitación, lo que hace que su polla
se mueva. Su lengua se asoma para humedecer sus labios resecos. El hecho de
que tenga este efecto en él hace que mi clítoris se agite con anhelo.
Utilizo dos dedos para deslizar mi flujo desde mi canal hasta mi clítoris. Lo hago
lentamente, varias veces. Nunca había tenido público para esto. Todavía no estoy
segura de que me guste, me siento un poco tímida, pero la mirada hipnotizada
de su rostro me envalentona.
No sé qué me posee, pero me llevo un dedo a la boca y lamo mis jugos con la
punta de la lengua. Esto provoca la reacción que esperaba: ese sonido bajo, sexy
y estrangulado que brota de lo más profundo de su garganta.
Lo hago de nuevo, casi a cámara lenta. Su respuesta es más fuerte ahora, más
bien un gruñido. No se mueve, creo que no quiere abalanzarse sobre mí. Pero
todos sus músculos están tensos, como si se estuviera conteniendo para no saltar
sobre la cama y enterrarme la polla hasta la empuñadura.
Inclino la cabeza hacia atrás y cierro los ojos.
114

Si voy a seguir explorándome, no puedo seguir mirándolo, es demasiado íntimo


Antes de que pueda ponerme en ello, siento su peso sobre la cama. Cuando abro
los ojos, está agachado frente a mí, con su boca a centímetros de mi coño. Me
deslizo hacia atrás hasta que mi cabeza se apoya en las almohadas, para ver mejor
lo que está haciendo ahí abajo.
-Eres encantadora, Pet. - Su aliento es caliente en mi clítoris. Veo cómo su lengua
me lame desde mi núcleo hasta el manojo de nervios que ya está necesitado de
presión. Ya está bien de mirar. Echo la cabeza hacia atrás y me sumerjo en una
bruma de placer. Me acaricia el clítoris, cambiando la presión de la punta rígida
de su lengua a su extensión plana. Es como si me pusiera a prueba, para ver qué
prefiero.
Cuando está satisfecho con la presión, se mueve poco a poco hasta encontrar el
punto que impulsa mis caderas a la acción. Entonces empieza a moverse, lo que
provoca gemidos bajos y profundos que parecen emanar de mi pecho.
Tiene el movimiento, la presión y el ritmo adecuados. Estoy en una niebla de
felicidad. Esta sensación es demasiado convincente, podría nadar en ella para
siempre. Pero no puedo. Quiero liberarme. Cuanto más me atiende así, más
urgente es mi necesidad. Jadeo, gimo, me empujo contra él, desesperada.
-Por favor, Shadow. -
Esto debe ser lo que estaba esperando. En el momento en que se lo pido, mueve
sus manos de donde estaban agarrando mis muslos y hunde un largo dedo
lentamente en mi interior.
-Sí, Shadow, sí. - Mis paredes internas se aprietan alrededor de su dedo. No es
suficiente para hacer que me corra, pero reduce un poco la necesidad que me
invade.
Introduce un segundo dedo, manteniendo su boca justo donde tiene que estar:
los dedos se unen al ritmo perfecto. Su boca aumenta la presión, y yo me
desborda fácilmente, mis músculos internos se aprietan y mis manos tiran de su
pelo. Empujo contra su boca exigiendo y recibiendo más presión.
115

Gimo, más fuerte de lo que creo que he hecho nunca, durante todo el tiempo que
dura este orgasmo alucinante. Cada músculo de mi cuerpo se tensa y se libera en
interminables espasmos de éxtasis.
Incluso después de que mi orgasmo haya terminado, él se queda ahí, con sus
dedos todavía dentro de mí. Su boca ya no me chupa, pero sigue aferrado a mi
clítoris, listo para arrancarme otra ráfaga de placer si vuelvo a acelerar. Y lo hago,
varias veces.
Cuando me siento completamente saciada, lo animo a levantarse hasta que se
tumba de lado junto a mí. Lo beso, con fuerza, con desesperación, diciéndole con
mis acciones lo fabuloso que ha sido. Me saboreo en él. Esto se siente
profundamente personal, lo que hace que mi pecho se apriete por la ansiedad.
Aparto esas emociones, me agacho y encuentro su polla dura como una roca. No
se ha liberado. Doblo la rodilla y la apoyo en su cadera.
-Petra, te deseo. Estoy desesperado. Quiero estar dentro de ti, - dice ronco.
-Tómame. - Me he recuperado lo suficiente del último orgasmo como para estar
preparada de nuevo.
Estoy tan resbaladiza que él desliza su magnífico miembro dentro de mí con
facilidad en unos cuantos empujones profundos y duros, y luego me pone de
espaldas mientras se mueve conmigo.
Está encima de mí, con su peso sobre las rodillas y las manos. No es tímido, me
mira a los ojos mientras marca el ritmo. Cierro los párpados y me sumerjo en mi
burbuja protectora de placer. Sus manos se deslizan por detrás de mi culo,
anclándome para que estimule mi clítoris con cada movimiento profundo y duro.
Paso de estar totalmente saciada a estar desesperada de necesidad en cuestión
de pocos minutos. Mi deseo aumenta; con cada penetración quiero más.
Mis caderas presionan hacia arriba con cada uno de sus empujes hacia abajo. Tiro
de su culo hacia mí en cada golpe, añadiendo más presión. ¿Cómo puedo estar
tan desesperada por liberarme cuando acabo de correrme?
Noto cómo se le pone la piel de gallina.
116

Entre lo físico del acto y el esfuerzo de aguantar durante tanto tiempo, está
sudando, y sigue aguantando hasta que me corro de nuevo. Me doy cuenta de
que está más que preparado, al igual que yo. Entonces me permito una deliciosa
liberación, dejándome llevar y cayendo en el puro placer de un orgasmo que
parece empezar desde dentro y salir hacia fuera. Cada músculo de mi cuerpo se
aprieta en espasmos de exquisito clímax.
Mi orgasmo desencadena el suyo. Sus músculos se contraen, su respiración
aumenta, sus dientes se aprietan mientras su ritmo se acelera. Deja escapar un
sonido de placer, un gruñido suave y saciado. Un gran elogio, sin duda.
Unos instantes después, nos tumba de lado, con los pechos de ambos agitados
por el esfuerzo. Me acerco a él para tocarle el pelo, que está húmedo de sudor. -
Hombre sexy. Ha trabajado mucho, - digo, reconociendo que soy incapaz de
hablar con frases completas en este momento.
Me acaricia el pelo, sonriendo. -Tú también. –
-Me gusta tu sonrisa, Shadow. Te queda bien. -
-Mmmm, - es todo lo que puede responder. Supongo que los hombres de toda la
galaxia hacen lo mismo después de un maratón de sexo. Todo lo que quieren
hacer es dormir.
Aunque no puedo quejarme, también estoy definitivamente cansada y con sueño
ahora. Simplemente tengo que pensar en cómo librarme de su pesado brazo
alrededor de mi cintura.
-Me tengo que ir, - digo, con un tono casual y alegre.
-Mmm. ¿A dónde vas? - Su voz es difusa, suave.
-A dormir. Voy a mi habitación. -
-Quédate aquí. Te mantendré caliente. - Parece mimoso y cómodo, con el pelo
despeinado. Una parte de mí quiere quedarse aquí y deslizarse en el país de los
sueños. Pero no, no puedo hacerlo. No puedo tolerarlo.
117

-Estaré lo suficientemente caliente en mi propia cama. - Intento apartarme, pero


su brazo me ancla donde estoy.
Sus ojos se abren por completo y frunce el ceño. -Algo va mal. ¿Qué pasa, Pet? -
-Nada, - miento.
-Mierdas. Algo va mal. Dime. -
Opciones. Siempre hay tantas opciones cuando se trata de hombres. Podría
cambiar de tema y mencionar lo interesante que es que "mierdas" se traduzca
tan bien. Podría seguir mintiendo y negar que algo anda mal. Podría empezar una
pelea sobre nada en particular. O podría decir la verdad. Mierda, odio esta última
opción, pero es la que elijo.
-No puedo dormir en la misma cama con nadie. -
- ¿No puedes como si fueras físicamente incapaz, o no puedes como si fuera
contra tu religión, o qué? -
-No puedo como...- Quiero ser honesta, de verdad. ¿Cómo explico esto? -No
puedo como si fuera... emocionalmente incapaz. No íntimo y dormir juntos es
intimar. -
- ¿Es una mala traducción, Petra? Porque creo que la intimidad es lo que acaba
de suceder aquí en esta cama. Creo que lo de dormir es simplemente... dormir. -
-No, lo has entendido mal. Lo que pasó aquí en esta cama es simplemente
lubricación y fricción. Si me acostara a tu lado toda la noche y nos acurrucáramos
y tuviéramos conversaciones de almohada, eso sería intimar. -
Se queda en silencio durante mucho tiempo. Realmente largo. Tanto que creería
que se ha quedado dormido si no viera que tiene los ojos bien abiertos. Los ojos
muy abiertos y el músculo de la mandíbula se agranda furiosamente. No es una
cara feliz. Sigue en silencio. Debe estar resolviendo todos los problemas de la
galaxia, porque está sumido en sus pensamientos. Entonces levanta el brazo de
mi cintura, se da la vuelta y me presenta su culo. Supongo que esa es mi señal
para irme.
118

Shadow

He cometido un tremendo error. Un error táctico. Después de treinta y cinco años


de no pensar nunca en una mujer, he conectado con alguien del sexo opuesto.
No sabía que ella era incapaz de corresponderme.
Quería evitar una hembra que fuera débil. Sabía que no tendría paciencia para
eso. Ironía suprema, me enamoré de una hembra que no es demasiado blanda,
sino demasiado dura. Ella no quiere conectarse. Quiere "follar", como ella lo
llama, y marcharse.
Todas las mujeres con las que jugué en mi juventud encontrarían esto gracioso.
Aunque es un hermoso giro, no se siente gracioso. Se siente como dracking.
Necesito convertirme en piedra. Sé cómo hacerlo. Lo he hecho durante quince
años. Simplemente doblo mis emociones en trozos cada vez más pequeños hasta
que puedo arrojarlas y esconderlas lejos de la vista. Mis emociones se han
escondido en el desván de mi mente durante años hasta los últimos días con
Petra. Puedo volver a hacerlo. Empezando por esta mínima.
Puede ser difícil si la veo. Y vivimos juntos en una nave diminuta con sólo otras
veinte almas y sin escapatoria. Eso podría ser un predicamento. Iré a la bodega y
cogeré una caja de barras de comida. Puedo refugiarme en mi habitación con las
barritas y quizás algo más de ese horrible whisky silleriano para mantenerme
caliente por la noche. Me ejercitaré en el ludus, seguro que ella no invadirá ese
espacio. Le daré un amplio margen hasta que sea más fácil. Debería superar esto
en poco tiempo.
119

Capítulo 11
Shadow

Mi plan para evitar a Petra ha sido un desastre. Llevo dos días intentando evitarla.
Debería haber sabido que, aunque todas las demás mujeres a bordo ni siquiera
considerarían oscurecer la puerta del ludus, Petra prácticamente ha acampado
aquí.
Encontró una cuerda en algún lugar a bordo y pidió a Dax y Theos que la colgaran
en las vigas. Ella ha estado aquí toda la mañana practicando sus movimientos.
Parece que lo que hizo en el Golden Pussy fue un juego de niños comparado con
algunas de las maniobras que está realizando aquí. Está completamente vestida
con sus pantalones negros ajustados y una camiseta negra que tiene palabras con
una serpiente voladora. Eso no significa que sea menos seductora que cuando
estaba semidesnuda en el bar.
Estoy usando un autocontrol supremo para no matar a todos los hombres del
ludus. Todos intentan no mirar. Estoy seguro de que pueden oler mi rabia, pero
no pueden apartar los ojos de ella. ¿Quién podría? Ningún hombre en la galaxia
podría ver lo que está haciendo y no encontrarlo sexy.
Se me pasan por la cabeza todo tipo de cosas, desde matarlos a todos en un
ataque de rabia, hasta cortar esa cuerda de dracking, pasando por sacarla de esa
cosa y montarla en una de las colchonetas del suelo aquí mismo, delante de
todos.
Pero sigo añadiendo pesos a mi mancuerna, con los músculos doloridos por el
esfuerzo, y tratando de apartar la vista. Lo cual, por supuesto, no puedo.
Estoy tumbado de espaldas en el banco de pesas; un ciego con un bastón podría
ver mi erección a cincuenta pasos. Tengo que irme. Pensaba que el ludus sería mi
salvación para el tiempo que tardaré en recuperarme de este desastre de Petra.
Ha resultado ser mi ruina.
120

-Shadow y Petra, preséntense en el puente, - anuncia Zar por el comunicador. No


tengo ni idea de lo que está pasando, pero esto es lo último que quiero. En lugar
de alejarme de Petra, nos están obligando a estar juntos. La miro; está colgada
boca abajo con la cuerda atada al tobillo. Me mira antes de zafarse de su postura
y bajar. Incluso desde esa altura, probablemente no ha pasado por alto mi
erección.

-Vengan, en las sillas, - dice Zar cuando llegamos al puente. El Dr. Drayke ya está
aquí. -Adelante, doctor, póngales al día. -
-Hola, - comienza amablemente, y luego se lanza. -Estoy muy preocupado por
Tyree. No lo está haciendo bien. No se está recuperando. En todo caso, está
empeorando. Durante un día más o menos se desvaneció y perdió la conciencia.
Ahora está inconsciente. Está tan enfermo que no quería dejarlo solo. Le he
pedido a Grace que se siente junto a su cama y me avise si su estado empeora.
-He investigado en su planeta natal y no encuentro nada; no tienen tecnología,
no están conectados a la base de datos intergaláctica. No encontré comparables
en la literatura. Estamos forjando un nuevo territorio aquí. Sin embargo, creo que
he descubierto algo en su análisis de sangre. Si mi hipótesis es correcta, podría
responder a un compuesto hecho de la flor del árbol vulcana. No voy a entrar en
la investigación ni en la química, sólo diré que creo que una tinta de esta droga
podría ser la única esperanza de Tyree. -
-El capitán Zar y yo hemos mirado las cartas estelares, - interviene Axxios, el
piloto. -La vulcana sólo crece en tres planetas de la galaxia conocida. Por suerte,
estamos a menos de un día de Ortheon II, que tiene varias arboledas masivas de
vulcana. Este planeta no es un destino para nadie más que las grandes compañías
mineras. Es remoto pero rico en mineral. Los propios habitantes son poco
sofisticados, sólo han sido visitados por civilizaciones más avanzadas en los
121

últimos años. La mayoría de los Ortheons no tienen conocimientos tecnológicos.


Tu misión sería entrar, recoger algunas flores y salir. -
Vale, suena muy bien, pero me pregunto por qué demonios nos han llamado a
Petra y a mí para esto. Estoy escuchando para la captura.
Zar continúa: -Los árboles vulcana crecen en lo alto de las montañas. Hemos
encontrado una zona con inmensas arboledas, lejos de cualquier asentamiento.
Suponemos que allí será menos probable que nos encontremos con la población
nativa. Menos probabilidad de problemas. -
Sigo esperando a saber qué quieren de nosotros. Miro a Petra y observo su ceño
fruncido, parece escéptica. Me imagino que ella se pregunta lo mismo.
- ¿Cuál es exactamente nuestro trabajo? - pregunta Petra con respeto, haciendo
un gesto entre ella y yo.
-Los árboles son enormes, - contesta Axxios y muestra imágenes de un
bosquecillo en las ventanas que hacen las veces de enormes pantallas de vídeo. -
Es difícil hacerse una idea de estas cosas por las fotos, pero son anchas y altas y
parecen difíciles de escalar. Las flores útiles son los brotes, que en esta época del
año en Ortheon sólo se pueden encontrar en las ramas más altas de los árboles
más altos. -
Dirige una mirada punzante a Petra. -Aquí es donde entras tú. No podríamos
encontrar ninguna forma de llegar a las flores sin tu habilidad para trepar y
acrobacias. -
Petra escudriña las fotos mientras se desplazan. -Hermosas, - dice de las flores de
lavanda. -Tienes razón. Cosechar esos capullos parece casi imposible. -
-Han trabajado tan bien juntos en Numa, Shadow, que quería que fueran a la
superficie como un equipo, - explica Zar. -Consideramos enviar a un grupo de
macho como protección, pero al pensarlo bien, decidimos que llamaría
demasiado la atención sobre la misión. Los habitantes del planeta son simples
paletos. Si ven una banda armada de gladiadores marchando hacia la ciudad, van
a sospechar. Si parece una pareja amistosa que ha venido a recoger unas bonitas
122

flores, creo que todos estarán más seguros. -


Me ocupo de imaginar todos los escenarios posibles, todo lo que puede salir mal.
Estoy considerando todas las estrategias que podrían mantener a Petra a salvo.
Con la información que me han presentado este parece el mejor plan.
-Quiero que Petra esté equipada con comunicaciones y un láser. No iré a menos
que ambos estemos armados. Hay demasiadas variables desconocidas ahí fuera
para que no seamos lo más precavidos posible. - No lo expresé como una
pregunta. Era una exigencia. Quiero que ambos estemos a salvo. No podía
soportar que Petra se pusiera en peligro.
-Oh, una cosa más, - añade Zar estratégicamente como si fuera una idea de última
hora. -Los extraterrestres están extrayendo oro. La compañía es propiedad del
cártel de MarZan. Esperamos que una rápida misión de entrada y salida en el otro
lado del planeta de las operaciones mineras no suscite ningún interés en nuestra
misión de recogida de flores. -
- ¿Estás poniendo nuestras vidas en juego, Zar? ¿Las vidas de todos en juego?
¿Por eso? Estamos huyendo de ellos. Sus tentáculos están en todos los negocios
ilegales de la galaxia. Técnicamente esta sigue siendo su nave. Técnicamente,
todavía son dueños de cada uno de nosotros, excepto Petra y el doctor. Han
puesto precio a nuestras cabezas. Si nos atrapan estamos todos muertos, o
esclavos de nuevo. -
-Un par de horas de trabajo, Shadow. Golpear el atmo, recoger los brotes, dejar
el atmo. No seríamos machos libres sin Tyree. Él fue quien desactivó los collares
de dolor/muerte para la rebelión. Me siento en deuda con él. Todos deberíamos,-
me regaña, lanzándome una mirada crítica.
Me dan ganas de escupirle: "cada uno por su lado". Pero me gusta la forma en
que Petra me mira como si fuera un héroe. No quiero ser un imbécil.
-Rápida entrada y salida, Zar. Refuerzos bien armados listos para recogernos en
cualquier momento. –
Él asiente.
123

Petra

Nos dijeron que llegaríamos a Ortheon II en cinco o seis horas. Me dirijo a mi


habitación para descansar a escondidas una o dos horas. No he dormido bien
desde que dejé a Shadow en su habitación la otra noche.
Sé que ha estado tratando de evitarme, pero no voy a dejar que eso dicte a dónde
voy en esta nave. Si quiero hacer ejercicio en el ludus, que así sea. Puedo sentir
sus ojos en mí cuando estoy en la cuerda. Puede que no sea capaz de oler su
excitación, pero puedo sentirla. Si no me equivoco, está excitado todo el tiempo.
Ahora vamos a ser lanzados juntos en esta pequeña misión de recolección de
flores. Me pregunto si va a hablar o si se limitará a darme la callada por respuesta
todo el tiempo.
Antes de dormir un poco, voy a ir de puerta en puerta para ver si alguien tiene
algún zapato que me sirva. No puedo hacerlo con mi endeble par de chanclas.
Parecía que había muchos pinches en esos árboles, y la corteza parecía muy
áspera.
Mi búsqueda de calzado es infructuosa. Todos fueron secuestrados sin zapatos,
así que todos llevan unas extrañas chanclas alienígenas. Genial.
Me comunico con el puente con mis preocupaciones y me dicen que me reúna
con Dax en la bodega de carga. Está muy guapo con su corte de pelo, y creo que
siempre tendrá un lugar dulce en su corazón por mí después de que lo haya
arreglado tan bien. Dahlia parece mirarlo con un poco más de cariño desde
entonces; sé que él lo aprecia.
-Haré lo que pueda para hacerte unos zapatos que te protejan los pies, - dice
mientras me indica que me acerque. Está rebuscando en una caja llena de pieles.
-Contrabando, - explica. -Cueros y pieles de animales en peligro de extinción de
toda la galaxia. Los imbéciles iban a venderlas al mejor postor. Odio usarlas, pero
esto es lo que tenemos. -
124

Encuentra un grueso trozo de cuero negro y lo dobla de un lado a otro en sus


manos. -Esto es lo suficientemente flexible para las suelas de tus zapatos, y lo
suficientemente grueso para protegerte. -
Sigue rebuscando y me muestra un poco de ante marrón miel. -Esto es para la
parte superior de los zapatos, o puedo hacerte botas. ¿A qué altura los quieres?-
-Hasta las rodillas si puedes, Dax. -
Me hace ponerme de pie sobre el cuero que ha elegido para las suelas y corta
alrededor del contorno de cada pie.
-Tendré esto hecho para ti antes de que te vayas. -
-Eres un buen hombre, Dax. Estas botas serán geniales. Gracias. -
125

Capítulo 13
Shadow

Dax y yo estamos esperando en la salida cuando Petra entra corriendo.


-Siento llegar tarde; Maddie me ha obligado a llevarme unos sándwiches que ha
hecho. Los tengo metidos en la mochila. Espero que no estemos ahí abajo el
tiempo suficiente para perder una comida. Espero que sea un golpe quirúrgico de
entrada y salida. -
-Ese es el plan. -
Dax se arrodilla frente a ella y la ayuda a ponerse las botas que le hizo. Es todo lo
que puedo hacer para no empujarlo y atarle las botas yo mismo. Nunca antes me
había sentido celoso o posesivo con una mujer y no es una experiencia agradable.
Me contengo literalmente para no atacarle durante todo el tiempo que está
trasteando con los cordones y asegurándose de que las botas le quedan bien.
- ¡Basta! - Ladro.
Creo que Dax comprende su transgresión. Inmediatamente retrocede, se golpea
el pecho con el puño y me hace un gesto con la cabeza, evitando cuidadosamente
mirar a Petra. Ya está, eso está mejor.
Aterrizamos en una pequeña estación de acoplamiento llena de polvo y plantas
rodadoras. Este lado del planeta no recibe muchos visitantes. Hay un negocio de
alquiler de vehículos en las cercanías que sólo tiene dos vehículos para elegir, un
pequeño coche de ciudad y un robusto volador todoterreno. Las montañas están
a muchos clics de aquí; vamos a necesitar el volador.
El gerente y los dos mecánicos son nativos de aquí. Su raza se llama Tau. Son
humanoides, y los tres que hemos conocido miden menos de 1,80 metros, con
cuerpos enjutos y gruesas crestas en las cejas. Nos miran con desconfianza, sólo
hablan cuando se les habla y no generan mucha confianza en su equipo de
alquiler. Parece viejo y mal mantenido; añádelo a mi creciente lista de
preocupaciones sobre esta misión de entrada y salida supuestamente fácil.
126

Exploro la zona y no veo maquinaria minera, ni zonas escabrosas abiertas que


indiquen que el suelo ha sido excavado en busca de oro. Espero que la
información de Zar sea correcta y que toda la influencia de MarZan esté a miles
de kilómetros. Eso es todo lo que necesitamos: que nos descubran los mismos
que nos persiguen.
Conduzco y Petra se sienta tranquilamente a mi lado, mirando atentamente por
la ventana. Una de las cosas que me gustan de ella es que no necesita charlas
inútiles.
Cuando hemos despegado y volamos a poca altura del suelo y estoy seguro de
que llevamos el rumbo correcto, vuelvo a repasar las cuestiones de seguridad con
Petra.
- ¿Tienes el arma que te dieron? -
-Sí, Shadow. -
- ¿Steel te ha explicado cómo usarla? -
-Sí, Shadow. -
- ¿Dónde está? -
-En la mochila. -
-Sácala para mí. -
Aterrizo, pongo el motor en ralentí y reviso el arma. Sé que Steel es un buen
hombre y que nunca le daría a Petra un arma defectuosa, pero me siento obligado
a volver a comprobarla. Esta limpia, totalmente cargada y completamente en
orden.
-Guárdala en la bolsa delantera para que tengas fácil acceso en caso de
necesitarlo. -
-Sí, Shadow. -
Vale, ahora está siendo petulante, pero no voy a dar por terminada esta pequeña
comprobación de seguridad.
127

-Déjame ver tu unidad de comunicaciones, - le ordeno.


Pone los ojos en blanco, pero no discute y me empuja la muñeca izquierda.
- ¿Sabes cómo comunicarte con la nave? –
-Pulso el botón rojo una vez. -
- ¿Sabes cómo comunicarte conmigo? -
-Es el azul. -
Asiento con la cabeza. -Bien. - Ella abre la boca para chasquearme, pero parece
pensarlo mejor y aprieta los labios.
- ¿Sabes cómo ponerlo en silencio por si quieres que los mensajes sean escritos
en lugar de audibles? -
-No, no sabía que pudiera hacer eso. -
Le muestro, luego arranco el volante y me apresuro hacia nuestras coordenadas.
Si no estuviéramos en una misión, me tomaría un momento para contemplar lo
hermoso que es el paisaje. Las montañas están cubiertas de altísimos árboles de
vulcana que están todos florecidos con una profusión de flores moradas. Sin
embargo, sólo me fijo en estas cosas de pasada, porque estoy en alerta máxima.
Nadie a bordo conoce mi historia con el jefe del cártel, Daneur Khour, y me
gustaría que siguiera siendo así. Sé que es el bastardo más malvado y despiadado
del cosmos. No lo quiero en el mismo sistema solar que Petra.
- ¿No vas a hablar conmigo? - interrumpe mis pensamientos.
- ¿De qué quieres hablar? - mi tono irritado está diseñado para terminar, no
prolongar, esta conversación.
-Herí tus sentimientos la otra noche. -
De acuerdo, va a entrar en materia. Mejor ahora que después. -Dejaste muy
claros tus deseos. Te gusta follar conmigo. No quieres nada más. Espero que mis
servicios de semental hayan sido al menos adecuados para tus necesidades. –
128

Mierda, ¿acabo de sonar como una mujer de dieciséis años? Espero que haya
sonado enfadado y sarcástico en lugar de petulante y herido.
-Eso no es justo. -
- ¿No es justo decir la verdad? - Pregunto. - ¿O he tergiversado algo? -
-Es que...-
- ¿Me equivoqué al decir que te gusta el sexo o me equivoqué al decir que no
quieres nada más conmigo? Sólo házmelo saber y me rectificaré. -
-Bueno, me gusta el sexo, Shadow. Eso es obvio. Estás... dotado. - Le lanzo una
mirada cortante. -Y tú me gustas. Pero no quiero deberle nada a nadie. No quiero
expectativas ni exigencias. Quiero hacer lo que quiera e ir donde quiera y no me
gusta dormir con nadie. Nunca. -
Ella se ha puesto en pie, con las fosas nasales abiertas por la ira.
-Si es por esto por lo que querías hablar, creo que podemos cerrar la
conversación. Te has explicado perfectamente y te he escuchado. Yo no pedí esta
misión contigo, Petra. Recojamos las flores de drack y salgamos de este planeta
de mierda antes de que el cártel nos capture y nos mate o esclavice.
-Cuando volvamos a la Deliverance necesitaremos un horario para el ludus, - mi
voz es contundente. -No quiero encontrarte allí. Iremos a las horas
preestablecidas. No necesito comer en el comedor. Así no tendrás que
preocuparte por encontrarte conmigo en ningún sitio. Podemos evitarnos y vivir
nuestras vidas. -
-Nada me gustaría más. - Lanza la cabeza y mira por la ventanilla lateral, evitando
mi mirada durante el resto del vuelo.
Tardo más de lo que esperaba en llegar al pie de la arboleda de vulcanas y aún
más en forjar un sendero hacia la montaña. Los árboles son tan espesos que el
pequeño volador no llega muy arriba antes de tener que aparcar y viajar a pie. Sé
que me enfadé con Dax por llamar la atención de Petra haciéndole esas botas,
pero no podría hacer esto sin ellas.
129

Esta montaña puede ser hermosa desde lejos, pero parece formidable para
escalar. Está casi en línea recta, y hay rocas escarpadas entre nudosas raíces de
la vulcana. Tardamos horas en avanzar lentamente hacia la cima.
Tuvimos que parar varias veces para recuperar el aliento. Ambos llevamos
mochilas, la mía está llena de agua. La raciono; no quiero que nos la bebamos
toda antes de llegar a la cumbre.
Cada vez que nos detenemos hago un inventario de Petra. Tomo nota de su
coloración, de lo agitada que es su respiración, del estado de sus botas. Ha
tomado prestada la camiseta de manga larga de otra persona, lo cual es bueno
porque ya está rasgada en varios lugares por las ramas espinosas. Le proporcionó
más protección que la de manga corta que siempre lleva. Por lo demás, va bien.
Demasiado bien, en realidad, porque es tan increíblemente hermosa que me
cuesta quitarle los ojos de encima. Que es lo último que quiero que note.
Ella es la primera en ponerse en pie tras nuestra breve pausa, instándonos a subir.
-Quiero terminar esto antes de que anochezca. No puedo hacer esto en la
oscuridad. -
Y nos ponemos en marcha de nuevo.
Finalmente, llegamos lo suficientemente alto en la montaña para ver los pálidos
brotes que estamos cazando. Ahora todo lo que tiene que pasar es que Petra se
suba a un árbol de unos ochenta fiertos de altura, recoja suficientes brotes para
llenar una mochila, y vuelva a bajar. Sin escalera, sin cuerda, sólo puro músculo,
habilidad y voluntad. No hay nada que hacer.
Estoy cabreado conmigo mismo por haber aceptado que Petra hiciera esto. Pero
me doy cuenta de que no tengo ningún control sobre lo que ella hace. Si supiera
que por una mínima pensé que podía tomar esta decisión por ella, me cortaría
en pedazos con esa lengua furiosa que tiene. Ella toma sus propias decisiones y
está de acuerdo con esto.
130

Petra

El terror late como agua helada por mis venas. De pie, mirando hacia arriba, no
puedo ver hasta las copas de los árboles. Aprieto la boca hasta convertirla en una
fina línea, y reprimo mis facciones para que Shadow no vea el miedo que amenaza
con paralizarme. Antes del Golden Pussy no había practicado con la cuerda en
meses.
A pesar de lo que pueda parecer cuando me arrastro por la cuerda, no soy un
mono. No tengo ninguna habilidad especial para trepar por los árboles.
Sólo con caminar por el sendero ya me han atrapado varias espinas de unos dos
centímetros de largo y afiladas como cuchillos. Miro al árbol que he elegido; éste
es el más fácil, y aun así es formidable. Trepar por este árbol va a ser un suplicio.
Saco la pistola de mi mochila para aligerar la carga, pero Shadow me ve y sacude
con rabia la cabeza.
-No vas a salir de mi vista sin tu arma. - Es una orden.
Genial, ¿qué es un kilo más que llevar a la espalda cuando subes un árbol de diez
pisos?
Me concentro en el dulce olor de las flores. Me recuerda a la madreselva de mi
país. Tengo que prestar atención a cada punto de apoyo y a cada posición de mis
manos. Es un trabajo duro y lento.
No miro hacia abajo durante mucho tiempo. Cuando por fin lo hago, Shadow se
ve diminuto, pero no estoy ni cerca de la copa del árbol, donde florecen los brotes
perfectos.
Cuando por fin llego a la cima, me doy cuenta de que tengo cortes y sangre por
todas las manos. También tengo cortes superficiales en los brazos y los muslos.
Miro hacia abajo: Shadow ha desaparecido. Ha sido borrado por una explosión
de flores púrpuras.
131

Shadow

Ya no puedo ver a Petra. No hay nada que pueda hacer aquí abajo más que vigilar.
Tengo mi espalda contra un árbol, pero eso es lo más protegido que puedo estar.
El follaje del suelo es tan espeso y estamos tan adentrados en el propio bosque
que sólo puedo ver metro y medio delante de mí.
Estoy preocupado por Petra. Se veía tan pequeña subiendo a ese árbol, cada vez
más alto hasta que la perdí de vista por completo. Estoy enfadado con Zar por
haberle pedido que haga esto. ¿Se dio cuenta de que estamos arriesgando su vida
para salvar la de Tyree? Si ella se cayera desde esa altura estaría muerta al
instante. Estoy enfadado conmigo mismo por no haber protestado más
enérgicamente contra este plan desde el principio.
¿Percibo movimiento por el rabillo del ojo? Hay tantos árboles aquí que podría
haber una tribu de lugareños acercándose y nunca los vería. Manteniendo la
espalda apoyada en el árbol, giro, mirando en todas las direcciones. Desenfundo
mi arma y mis ojos van de izquierda a derecha y viceversa. Sigo sin ver a nadie,
pero oigo pasos. Antes de que pueda apuntar y disparar, me dan.
132

Capítulo 14
Petra

No he podido ver el mono azul de Shadow a través del follaje durante unos quince
minutos, quizá media hora. Por fin he llegado lo suficientemente alto como para
alcanzar los brotes más pálidos, que era mi misión. Me sangran los dedos en
numerosos lugares, a causa de las espinas y la áspera corteza. Por mucho cuidado
que tuviera, no pude evitar algunos de los rasguños y cortes que sufrí. No puedo
creer que a ninguno se le ocurriera traer guantes.
También estoy cansada. Esta subida ha supuesto un esfuerzo increíble. Entre eso
y la adrenalina, me tiemblan las manos. Oh, bueno, tengo que recoger flores.
El doctor me pidió que llenara toda la mochila. ¿Tiene idea de cuántos capullos
son? Cada uno es del tamaño de un pendrive pequeño. Necesitaré cientos de
ellos para llenar la mochila. Hago lo que me dicen. Aunque no conozco bien a
Tyree, no fue más que amable conmigo. Quiero salvar su vida.
Pensé que Shadow me llamaría para ver cómo estoy, pero ha estado en silencio.
Probablemente no quiere asustarme o distraerme. Eso es bueno, tengo que
mantener mi mente en el trabajo y hacerlo.
Llevamos todo el día con esto y está oscureciendo. Miro hacia los soles gemelos
y veo que uno de ellos ya se ha puesto. Mierda, ese segundo sol va a caer como
una piedra cuando pase detrás de las montañas. Me doy cuenta de que no tengo
mucho tiempo. No podré bajar con seguridad en la oscuridad. Será imposible.
Me doy cuenta de que contengo la respiración con miedo, conteniendo a duras
penas un grito de pánico. No me importa si la mochila está llena o no. La cierro,
me la pongo y empiezo a bajar del árbol tan rápido como es posible sin peligro.
No me he detenido a tomar un trago de agua y me doy cuenta de que tengo la
boca muerta de sed, pero no tengo un momento libre para perderlo. No tengo
intención de pasar la noche en este árbol, y sé que me matarán si sigo
descendiendo al anochecer.
133

Cada vez soy más descuidada con mis asideros a medida que la luz del sol se
desvanece. Sólo quiero bajar. Había imaginado que bajar sería mucho más fácil
que subir, pero me he equivocado. Tengo que tener el mismo cuidado. La sangre
que me mancha las manos me hace resbalar a veces, y encontrar puntos de apoyo
estables es imprescindible.
Por un momento aterrador, pierdo el agarre. Me agito salvajemente y, por suerte,
me agarro a una rama espinosa antes de caer ocho pisos abajo. No tengo ni un
momento para recuperar el aliento o esperar a que mi pulso disminuya después
de esa experiencia cercana a la muerte. Manteniendo la atención en mis manos
y pies, sigo bajando.
Finalmente, veo el suelo; unos minutos más y estaré a salvo. Memorizando mi
ruta, creo que puedo hacerlo incluso en la más absoluta oscuridad. No veo a
Shadow, pero no quiero tardar un segundo más en buscarlo. Podría estar en los
arbustos orinando por lo que sé. No puedo esperar a pisar suelo firme.
Salto los últimos metros y resisto el impulso de besar la tierra. ¿Dónde está
Shadow? El corazón me latía antes con miedo, preguntándome si tendría que
escalar los últimos seis metros en la más absoluta oscuridad, pero ahora se me
acelera al máximo. ¿Dónde está? Tiene que haberme oído revolverme entre las
hojas al bajar. ¿Por qué no está aquí echándome la bronca por haberme tomado
mi tiempo?
Lo llamo. No responde. Miro alrededor de la pequeña zona abierta donde estaba
parado. Está casi totalmente oscuro, pero aprovecho los últimos momentos de
luz solar para inspeccionar en busca de pistas. Veo unas pequeñas gotas de sangre
y, ahora que lo busco, hay un rastro manchado en la tierra donde parece que
arrastraron un cuerpo grande y pesado. ¡Shadow ha sido herido! Una punzada de
miedo me llega directamente al corazón. ¿Está muerto? No creo que haya
suficiente sangre para que esté muerto. Debe haber sido arrastrado. Tengo que
encontrarlo.
Levanto la muñeca para comandar la nave. El dispositivo está destrozado.
Completamente muerto. Puedo decir con sólo mirar que está tostado.
134

Debió de ocurrir cuando perdí el control y me agarré a él para recuperar el


equilibrio. Hago un rápido y débil intento de llamar a la nave, pero es inútil. Podría
perder unos minutos preciosos jugando con el comunicador, pero es obvio que
está irremediablemente roto.
Oh, bueno, piensa Petra. ¿Qué hacer? Nadie va a venir a salvarme. Está
completamente oscuro y hace más frío cada segundo. No tengo abrigo, ni comida,
ni una botella de agua, ni comunicador. Lo que tengo es un arma, lo cual es bueno,
pero no puedo comer ni beber. Me permito dos sorbos poco profundos mientras
pienso en esto. He visto la dirección en la que fue arrastrado el cuerpo de
Shadow; puedo seguir ese rumbo.
Debe haber luna porque, afortunadamente, no está muy oscuro. Pero eso es todo
lo que hay que agradecer. Hay tanto follaje encima que sólo hay un poco de luz
de luna que se cuela entre las hojas. No puedo ver un camino, pero sí lo suficiente
como para no chocar directamente con un árbol. Voy a seguir caminando en la
dirección en la que creo que fue llevado. Realmente, ¿qué otra cosa se puede
hacer? Tengo que encontrarlo. Al menos tengo que hacer un intento.
Intento recordar por qué estaba tan enfadada con él. ¿Por qué lo evitaba? ¿Por
qué fui tan perra en el viaje hasta aquí? Sean cuales hayan sido mis razones, no
parecen tan importantes en este momento.
Veo un destello metálico a la luz de la luna. Es el brazo de Shadow, tirado en la
hierba cerca de una gran roca. Lo recojo y se me llenan los ojos de lágrimas
calientes. Lo abrazo contra mí como si fuera el hombre de carne y hueso al que
pertenece. Se me hace un nudo en la garganta de preocupación. Su sangre estaba
salpicada en las rocas, su brazo arrancado del cuerpo, ha sido arrastrado por Dios
sabe quién o qué. Mi mente vuela hacia mil posibilidades terribles de lo que
podría estar sucediéndole a Shadow en este momento.
-Para, Petra. Concéntrate, - me regaño a mí misma en un suave susurro.
Inspecciono y no veo sangre en su prótesis. Nunca entendí cómo se fija en primer
lugar, pero me pregunto si es como un implante dental en la Tierra. Hacen un
zócalo resistente en el hueso existente y lo atornillan en su lugar.
135

No tengo ni idea de por qué se le fue arrancado, pero el hombre al que estaba
unido no está aquí. Tengo que creer que aún está vivo.
Sigo avanzando por un camino que no puedo ver. No quiero pensar en todo lo
que temo. Intento seguir caminando y poner mi mente en pausa. Eso funciona
durante unos doce segundos, luego vuelvo a estar en modo de preocupación.
En primer lugar, seamos sinceros, esto es una tontería. ¿Cómo diablos voy a
encontrar a Shadow si no sé en qué dirección se fue? ¿Y si lo encuentro? Mi
mente se sumerge en una verdadera madriguera pensando en todos los
problemas que podrían estar esperando cuando lo encuentre. Como una tribu de
furiosos guerreros armados. O bestias que gruñen.
¿Y si no lo encuentro? No tengo unidad de comunicaciones. ¿Cómo me
encontrarán los del Deliverance? Sé que a ninguno de ellos le gusta la Shadow.
¿Les gusto lo suficiente como para buscarnos? ¿Podría quedarme varada en este
planeta olvidado de la mano de Dios para siempre? Intento calmar ese miedo
recordándome a mí misma que a todo el mundo parece gustarle Tyree y que estos
brotes son para él.
Ah, bueno. Tengo un arma y tengo un plan, aunque no sea mucho. Tendré que
seguirlo.
Por fin me permito pensar en lo que he estado evitando más que nada: Shadow.
Sé que debería pensar en mi seguridad y en salir de este apuro, pero lo único en
lo que quiero pensar es en él. Sé que está herido, he visto su sangre. Dudo que
esté muerto, si hubieran querido matarlo habrían hecho precisamente eso y
habrían dejado el cuerpo. Lo querían para algo, así que tengo que suponer que
sigue vivo.
Una oleada de alivio me recorre mientras me concentro en esto: Shadow sigue
vivo. Y eso me alegra tanto que empiezo a llorar. Soy Petra, mujer de acero. Tengo
sexo, no amor. No me enamoro de la gente. No duermo con la gente. Soy una
isla. No necesito a nadie. No bajo la guardia. No confío. Y no me acerco. Y, sin
embargo, aquí estoy. Preocupada por Shadow.
136

No puedo mentirme a mí misma y decir que estaría igual de preocupada si fuera


Dax o el doctor o cualquier otro quien estuviera en peligro. No, se trata de
Shadow. Mi Shadow.
Mierda, acabo de decir eso, ¿no? Mi Shadow. Sí, lo considero mío. Y sé que le
gusto, también. Me di cuenta de que estaba muy enojado porque me pidieron
que fuera a esta misión. No ha hecho más que intentar mantenerme a salvo (y
darme sexo alucinante) desde que me conoció. Y yo no he hecho más que
apartarlo (y darle sexo alucinante) a cambio.
Tengo que centrar mi atención en la tarea que tengo entre manos. Pero ahora es
diferente. Es aún más urgente. Tengo que encontrar al macho que me interesa
profundamente.
La luna debe estar más alta en el cielo porque creo que se filtra un poco más de
luz. Estoy fatigada. Mis manos y pies, magullados y ensangrentados, palpitan con
cada paso brusco. Tengo miedo. Puede que haya animales salvajes en estos
bosques. Oh, abuela, qué dientes tan grandes tienes. Agarro la pistola con más
fuerza y me obligo a seguir caminando.
Veo una luz más adelante e instintivamente me dirijo hacia ella. Ahora me muevo
más rápido, casi corriendo, aunque el suelo es irregular y los arbustos espinosos
me agarran sin piedad. Ahora, en un claro al borde del bosque, estoy de pie entre
el último par de árboles antes del espacio abierto.
Tres campos de fútbol delante de mí hay una pared de roca escarpada, de unos
quince metros de altura. En la roca, a unos seis metros de altura, hay una cueva
en la que arde un fuego. Esa es la luz que he estado siguiendo. Veo a alguien de
pie, iluminado por el fuego. Si no lo supiera, pensaría que el corpulento
humanoide me está mirando. Pero entonces vuelve a acercarse al fuego y se
sienta.
Me pongo en cuclillas en silencio y observo durante un rato. De vez en cuando
me acerco a la pared de roca.
Una vez vi un programa en el Canal Historia sobre francotiradores militares y
cómo desarrollaron este método para acercarse sigilosamente a su objetivo.
137

Pueden tardar una hora en moverse tres metros, pero siguen avanzando. Eso es
lo que voy a hacer. Porque estoy seguro de que Shadow, mi Shadow, está en esa
cueva.

Shadow

Oh Dioses, mi cabeza me está matando. Hay un punto en mi sien que se siente


como si fuera atravesado por un cuchillo. Mi ojo está cerrado. Mantengo mi
respiración uniforme, como si todavía estuviera inconsciente.
Reprimo el miedo que se apodera de mi pecho y evalúo la situación. Sé que me
han golpeado con algo. Sé que me han tomado. No sé quién lo hizo, ni cuántos
son, pero sé que tengo que salir de aquí. Tengo que volver con Petra, dondequiera
que esté. Tengo que mantenerla a salvo.
Oigo movimientos, y luego hablan. -
-Este podría ser nuestro día de suerte. Dakon Valerius, qué hallazgo. -
-Sí, - responde otra voz. -Me alegra que sólo lo hayamos aturdido y no lo hayamos
matado. No hay recompensa por él muerto. Sólo vivo. -
- ¿No te alegras de que te haya impedido matarlo? Si te hubieras salido con la
tuya y le hubieras disparado, no valdría nada. Creo que deberíamos dividir la
recompensa sesenta/cuarenta. -
-No seas gilipollas, Mang. Cincuenta/cincuenta es justo. Además, fui yo quien
tuvo la idea de no decirle al campamento base que habíamos encontrado a este
tipo. Si les hacemos saber a quién hemos encontrado, encontrarán la manera de
estafarnos la recompensa. Cincuenta/cincuenta, Mang. -
-Entonces, el escáner dice que es Dakon Valerius, buscado por Daneur Khour, jefe
del cartel de MarZan, en persona. Un millón de créditos de recompensa. Santo
cielo, nuestro día de suerte. Lo tenemos tan atado que no tiene posibilidad de
escapar. Lo llevaremos al campamento base a primera hora de la mañana. Lo
138

ataremos a un árbol fuera del alcance del campamento y arreglaremos el trato


antes de llevarlo a través de las puertas. De lo contrario, todos los machos de allí
esperarán una parte. -
-Lo encontramos, Mang. La recompensa es nuestra, de nadie más. -
Hago un intento casi imperceptible de moverme, primero los brazos, luego las
piernas. Mang tiene razón, estoy atado tan fuerte que nunca escaparé de mis
ataduras. Mi brazo izquierdo ha desaparecido. Si alguna vez hay una oportunidad
de luchar, estaré en grave desventaja. Un gladiador contra dos imbéciles no es
tan mala probabilidad. ¿Un gladiador con un solo brazo? Si hubiera dinero en
juego, no apostaría por mí.
Mis pensamientos vuelan hacia Petra. Estos hombres parecen animales
despiadados. Sólo me mantienen con vida porque descubrieron una recompensa
por mi cabeza debido al derrocamiento de la Liberación. Si Petra viene a
buscarme, no me cabe duda de que la escanearán, descubrirán que no es buscada
por el cártel y la matarán allí mismo. Intento evitar que mi mandíbula se apriete
cuando me doy cuenta de que no la matarán inmediatamente. Primero se
turnarán con ella. Si se dan cuenta de que me preocupo por ella, me harán mirar.
Drack, espero que piense que la he abandonado. Ella puede conectar con la nave,
ellos la rescatarán, y todos volarán a salvo. Todos me odian, no seré ninguna
pérdida. Ruego a los dioses que no me busque. El comunicador estaba en mi
muñeca izquierda, en la prótesis que ya no tengo. No hay forma de contactar con
ella.
139

Capítulo 15
Petra

Llevo mucho tiempo sin ver actividad en la cueva, así que avanzo más rápido de
lo que había previsto. Estoy al pie de la enorme pared de piedra en la que está
tallada la cueva.
Esto me recuerda a las aldeas de los nativos americanos, que construían sus
viviendas en las paredes rocosas. Fabricaban escaleras para entrar y salir y las
metían en sus refugios por la noche para que los intrusos no pudieran invadirlos.
Bueno, estoy segura de que soy una intrusa, y maldito sea si no tiraron de su
escalera. La cueva está a unos cuatro metros del suelo. Voy a tener que escalar la
pared. La cara de la roca es bastante lisa; será difícil encontrar asideros. Será
especialmente difícil hacerlo en la oscuridad, llevando una mochila, con una
pistola en la cintura, las manos ya sangrando, en completo silencio.
Oh, bueno, nada es fácil. Me recuerdo a mí misma que Shadow está ahí arriba.
No tengo tiempo de pensar en por qué mis manos se aprietan con angustia sólo
de pensar que Shadow este herido o siendo torturado allí arriba... o muerto.
La tenue luz del fuego ilumina aquí fuera y visualizo mi ascenso. Mis manos son
un completo desastre. Están sangrando y sufren un dolor constante. No hay nada
que pueda hacer para evitar más daños mientras escalo la dura cara de esta roca.
Me paro en el suelo y me imagino cada asidero que tomaré desde mi primer salto
del suelo hasta estar al nivel de la abertura de la cueva. Entonces tendré que
hacer palanca con mis pies a través de la entrada, agarrar el arma y empezar a
disparar si es necesario para rescatar a Shadow.
Y entonces mi cuerpo sigue el plan que acabo de visualizar. Mis manos ya están
palpitando, y cuando salto para agarrar el primer asidero, el dolor me atraviesa
como las llamas.
Sigo adelante.
Mano derecha, mano izquierda, un pequeño tirón a la izquierda y subo.
140

Tengo que subir más alto que el suelo de la cueva; tengo que estar por encima de
ella para poder balancearme directamente y caer de pie dentro. Ignoro la agonía,
ordenando a mi cerebro que no permita que las señales de mis manos lleguen a
mis receptores del dolor. Eso hace que este proceso sea soportable.
Mis pies están ahora unos centímetros más altos que el suelo de la cueva y me
dispongo a columpiarme dentro. Me cuelgo de una mano, con los dedos de los
pies metidos en las grietas casi inexistentes de la pared de roca, mientras agarro
con cuidado mi arma.

Shadow

Dejo que mi ojo derecho se abra una micra. Mi prótesis ha desaparecido, no tengo
visión en el ojo izquierdo. Ya lo sospechaba. Drack, si alguna vez tengo la
oportunidad de luchar contra ellos, no tendré percepción de la profundidad, así
como tampoco brazo izquierdo.
-Vamos a despertar al hijo de puta, Brun. Vamos a divertirnos, - la voz de Mang
se entusiasma ante la perspectiva.
- ¿Qué tienes en mente? -
-El folleto dice que se le busca vivo; no dice que tenga que estar en buena forma.-
Los dos se ríen. Los oigo arrastrar los pies por el suelo de roca. Intento contener
el miedo que me recorre. Me han apuñalado y golpeado innumerables veces en
la arena, pero no creo que eso sea lo que estos hombres tienen en mente. La
palabra "tortura" atraviesa mi cerebro. Mi estómago se retuerce de miedo.
- Hay un montón de viejas ramas de árbol apiladas en la parte trasera de la cueva.
Podríamos calentar las puntas y pincharlo. Un poco de fuego podría despertar al
bastardo. Entonces nos divertiremos de verdad. -
Aceptaré con gusto el dolor si eso mantiene sus mentes primitivas centradas en
mí.
141

Sería terrible que empezaran a preguntarse por qué estoy aquí y si he tenido un
compañero de viaje. No quiero que busquen a Petra. Dioses, la idea de que la
lastimen es peor que cualquier cosa que puedan hacerme.

Petra

Mi agarre en esta pared vertical es peligroso con un arma en una mano. Oigo
voces masculinas riendo y burlándose en el interior. Parecen dos voces, ninguna
de las cuales pertenece a Shadow.
Oigo un grito de dolor intenso y luego un gemido largo y grave. Sin pensarlo
conscientemente, paso a la acción. Giro a la derecha y aprovecho el impulso para
lanzarme a la izquierda hacia la cueva; saco mi arma y evalúo la situación.
Veo a dos hombres humanoides con palos cuyos extremos brillan al rojo vivo. Se
ciernen sobre una figura atada en el suelo. No necesito ver nada más para saber
que es el momento de disparar mi arma.
El de la izquierda está en el suelo inmóvil antes de que ninguno de ellos sea
plenamente consciente de mi presencia. Matar al segundo es cosa de un
momento.
He visto suficientes procedimientos policiales en la televisión para saber que
debo mantener mi arma desenfundada mientras inspecciono todo el espacio. El
fuego que arde en el centro de la cueva ilumina casi todos los rincones y me
aseguro de que no hay nadie más al acecho en las sombras.
Cuando me aseguro de que no hay más de esos bastardos, me apresuro a volver
con los dos y les disparo dos veces más a cada uno. Quiero asegurarme de que
ambos están bien y muertos.
Es ahora cuando me apresuro a acercarme a Shadow, que está fuertemente
atado y tumbado en el suelo.
142

- ¡Shadow! Oh, Dios mío. ¿Shadow estás vivo? - Contengo un grito mientras mis
emociones me alcanzan. Se me cierra la garganta y la boca se me cierra hacia
abajo. ¿Está muerto? Por favor, que esté vivo.
-Vivo, Pet, - su voz es rasposa, casi un susurro. No oigo ninguna de sus habituales
bravuconadas ni su tono socarrón, sólo miedo, y quizá algo de alivio.
Hago un inventario de la escena. Tiene los pies atados y tirados hacia atrás con
tanta fuerza que los talones casi le tocan el culo. Tiene la muñeca derecha detrás
de la espalda y atada a los tobillos. Su piel, normalmente bronceada, parece
pálida a la luz del fuego.
Me agacho junto a él y le beso la parte superior de la cabeza. - ¡Estoy feliz de que
estés vivo! -
No dedico más que un momento a mirar a mi alrededor en busca de un cuchillo.
No quiero perder un tiempo precioso buscando uno. Agarro uno de los palos con
las puntas rojas y brillantes y lo toco con cuidado en una de las cuerdas ensartadas
entre los tobillos y el cuello. Cuando la cuerda arde, me permite desatar todo y
poner a Shadow de lado.
Sus movimientos son lentos. Sus músculos deben estar ardiendo por haber sido
arrastrado a una posición tan contorsionada durante tanto tiempo. Es débil y
torpe mientras se frota, intentando que la sangre se mueva hacia sus células
privadas de oxígeno.
- ¿Estás bien? - pregunta, lanzándome una mirada de preocupación.
-Acabo de rescatarte, Shadow. Sí, estoy bien. ¿Y tú? -
-He estado mejor. - Intenta sonreír, pero es sólo una mueca tensa.
-Estaba tan preocupada por ti. ¿Cuánto te han herido? - Veo tres quemaduras,
cada una del tamaño de medio dólar, cerca de sus costillas. Mis cejas se fruncen
en señal de preocupación.
-Estaré bien, me han herido mucho más. Has llegado justo a tiempo. No estaba
seguro de que fuera a salir vivo de esto. Gracias, Pet. -
143

He visto a Shadow en muchos estados de ánimo: fanfarrón, enfadado,


concentrado y en plena pasión. Nunca lo he visto así. Está desconcertado; sus
rasgos están desdibujados. Este roce con la muerte parece haberle sacudido
mucho.
Alargo la mano para alisarle el pelo. Tengo ganas de hacerle sentir mejor, de
tranquilizarlo. Toda mi valentía, mi promesa de no confiar nunca, de no
acercarme, desaparece. Lo único que queda es el deseo de calmarlo, de que
Shadow vuelva a ser el hosco, el exasperante, el imbécil de antes.
-Deberíamos comunicarnos con la nave y decirles que estamos a salvo. Que nos
recojan inmediatamente, - dice.
- ¿Tienes un comunicador? No tengo. El mío fue destruido en la escalada. -
Ve las puntas de los dedos de su brazo protésico asomando por mi mochila, lo
coge y lo levanta para que vea la muñeca desnuda. -No tengo ni idea de dónde
ha ido a parar el mío, pero también ha desaparecido. - Aprieta el brazo metálico
contra el tronco de su torso, lo gira hacia delante y hacia atrás hasta que hace
clic, y luego lo flexiona, con una pequeña sonrisa de satisfacción en su rostro.
-Entonces, no hay esperanza de rescate. Voy a asegurarme de que estamos a
salvo, y luego a limpiar. Se pone en pie y trata infructuosamente de ocultar una
mueca de dolor. Luego se mueve con movimientos lentos mientras añade más
leña al fuego, evitando mi mirada.
Sé quién es. Es Shadow en modo de apagado. Ahora es todo negocio. Hace menos
de diez minutos estaba a punto de ser torturado hasta la muerte. Tuvo que mirar
a la muerte directamente a los ojos. Deben ser demasiadas emociones para él.
Patea los cuerpos hasta el borde de la cueva, luego pone la escalera en el suelo.
-Voy a hacer un reconocimiento, a ver si hay más gente por aquí. Por la forma en
que hablaron, creo que esos eran los únicos. -
Mientras se va, un escalofrío de pánico me recorre. Acabo de matar a dos
personas. Tardé un momento, pero ahora me doy cuenta. Las imágenes, los
sonidos y los olores de la guerra me invaden. Todo mi cuerpo se tensa de terror.
144

Estoy en un flashback durante menos de un minuto, y con la misma rapidez


vuelvo al presente.
No estoy orgullosa de lo que acabo de hacer, pero tampoco me voy a traumatizar
por ello. ¡Que se jodan esos gilipollas! Estaban torturando a Shadow. No sé
exactamente cómo entender esto, pero me voy a poner las pilas. No me voy a
permitir sentirme culpable por hacer lo que había que hacer.
Shadow vuelve unos minutos después. -Creo que aquí vivían indígenas, pero hace
mucho tiempo que no está habitado. Si no estuviera tan oscuro y fuera un terreno
tan difícil de atravesar, nos iríamos ahora. Pero eso parece más peligroso que
quedarse aquí. Encontré algunas pieles en las que podemos dormir. Volveremos
al volador en cuanto amanezca y nos iremos de aquí. -
Es a él a quien casi acaban de matar, así que no estoy muy seguro de por qué
estoy sentada aquí tan inútil como una tetera de chocolate. Ahora que la
adrenalina ha desaparecido, tengo las manos húmedas y temblorosas. No puedo
quitarme de la cabeza la imagen de esos machos torturando a Shadow.
Vuelvo al presente mientras le veo avivar el fuego con la madera vieja que ha
encontrado en los recovecos de la cueva. Empuja los cuerpos por el borde; oigo
cómo caen al suelo con fuertes golpes. Coloca dos acogedoras paletas de pieles,
cada una en lados opuestos del fuego que ahora arde.
- ¿Cansada? ¿Lista para dormir? - pregunta.
-Me muero de hambre, - digo mientras me dirijo a la mochila y recupero los
sándwiches que Maddie preparó hace lo que parece una vida. Le doy dos y cojo
dos para mí. Apenas respiro entre bocado y bocado; no me importa si esta carne
misteriosa es una tarántula, no pararé hasta que no quede nada que comer.
- ¿Por qué crees que te han quitado el brazo? -
-No estoy seguro, - sigue masticando, - ¿tal vez para inutilizarme? ¿Tal vez para
asegurarse de que no había ningún dispositivo de seguimiento en el metal? -
- ¿Eran lo suficientemente inteligentes para eso? El breve momento que los vi
parecían unos completos perdedores. -
145

Asiente con la cabeza, dedicándome una pequeña sonrisa, y luego ataca su


comida. Me alegra ver que se calma después de su experiencia cercana a la
muerte.
-Entonces, ¿eso explicaría por qué te quitaron el ojo? -
Y entonces la sonrisa desaparece cuando su mano derecha se lleva a su ojo
izquierdo, como si acabara de darse cuenta de que su prótesis ha desaparecido.
Su expresión se contrae de angustia. ¿Está avergonzado? Se apresura a arrancar
una tira de la parte inferior de su pantalón y se la ata alrededor de la cabeza,
formando un parche improvisado para el ojo, ocultando su cicatriz de mi mirada.
Me acerco a él y le pongo las palmas de las manos en las mejillas, mirándole
directamente a los ojos. -Me has visto desnuda, Shadow. Me he abierto a ti. Te
veo. Sé quién eres. Esto...- Tiro de su cabeza hacia abajo mientras me levanto en
puntas de pie. Arrastrando el parche del ojo le digo: -Esto es parte de lo que eres.-
Beso la cicatriz dentada de su ojo estropeado. -No necesitas esconderte de mí. -
Parpadea, su nuez de Adán se balancea y sacude la cabeza. Su mandíbula se
aprieta y luego se abre como si estuviera a punto de decir algo, pero luego cierra
la boca y se dirige a su jergón.
Me levanto, tomo mis pieles y las arrastro hacia él. - ¿Puedo acompañarte esta
noche, Shadow? -
Su cabeza se inclina un poco hacia atrás con auténtica sorpresa. - ¿Para dormir?-
Hay mucho subtexto oculto aquí. -Sí. ¿Puedo dormir contigo? -
Estoy esperando su característico sarcasmo o algún otro movimiento de polla,
pero palmea el suelo. -Sírvete tú misma. -
Uniendo mis pieles con las suyas, me aseguro de que ambos estemos cubiertos.
Me acurruco en mi nido y luego me acuesto junto a él, de espaldas a su frente.
146

Shadow

Si tuviera una lista de cosas que nunca creí que fueran a suceder en mi vida, que
Petra me besara el ojo con ternura anoche es más improbable que el hecho de
que me convierta en un macho libre. Sinceramente, no tengo ni idea de por qué
lo hizo. Estos últimos días con Petra y mi disculpa a Grace desencadenaron una
gran transformación en mí. Algo debe haberle ocurrido a Petra para provocar un
cambio en ella también.
El cielo es gris rosado; la primera luz del amanecer está rayando el cielo. Mi brazo
rodea la cintura de Petra; su trasero se acurruca firmemente contra mis caderas.
Mi polla se ha dado cuenta de ello. Está profundamente dormida, lo que
demuestra que se equivoca en su insistencia en que es constitucionalmente
incapaz de acostarse con otra persona. Curiosamente, no tengo ningún deseo de
restregárselo por la cara; mis únicos deseos son mantenerla a salvo y aliviar su
carga.
Noto cómo Petra pasa del sueño a la vigilia, aunque no ha movido ni un músculo.
Se da la vuelta para mirarme y sonríe perezosamente.
-Ayer creí que habías muerto. Estaba muy preocupada. - Me presiona la palma de
la mano en la mejilla, en mi lado malo. No parece disgustarla. - ¿Piensas en cómo
conectar de nuevo con la nave? -
-Tenemos que irnos pronto. Esos hombres estaban dispuestos a entregarme al
cártel de MarZan por un millón de créditos. Dijeron que no habían informado de
mi paradero, pero tenemos que arrastrar el culo. Localicemos el volador, espero
que no haya sido canibalizado para obtener piezas. Volveremos a la agencia de
alquiler y encontraremos la forma de llamar a la nave. -

Petra

Salimos de la cueva en tiempo récord.


147

En cuanto pasamos por encima de los cadáveres que Shadow arrojó por la borda,
salimos al trote. Fue laborioso abrirnos paso a través de la arboleda de vulcanas,
con las espinas rasposas y las raíces nudosas de los árboles que ralentizaban
nuestro paso.
Estoy frenéticamente preocupada por el cartel. Parece que son despiadados y
están sedientos de sangre. Saber que tienen una recompensa por las cabezas de
mis amigos hace que mi corazón lata de miedo.
Ahora que nos acercamos al volador, Shadow corre hacia él. Se apresura a
comprobarlo y parece aliviado un momento después cuando dice: -Está bien. No
ha habido ningún intruso. -
Se toma un momento para buscar su ojo protésico y su comunicador, pero eso es
una tontería.
Hay muchas cosas que quiero decir. Quiero hablar de por qué le pedí dormir con
él anoche. Voy a tener que explicar que sólo estaba asustada y fría y estresada al
máximo, pero que nada ha cambiado entre nosotros. No quiero una relación. No
quiero a nadie a quien tenga que rendir cuentas. Soy un espíritu libre, no me
acerco, no confío.
Se me aprieta el pecho por la culpa. Probablemente debería disculparme por dar
tantos mensajes contradictorios, pero la propia disculpa sería otro mensaje
contradictorio. Me siento en silencio durante todo el trayecto.
El tipo del lugar de alquiler de voladores intenta cobrarnos por cuatro veces el
precio original porque lo dejamos fuera durante la noche. Shadow le explica que
nuestros amigos tienen los créditos y le pide que use su equipo para llamar a la
nave. Cuando cinco gladiadores musculosos y armados salen de la nave para
recogernos, el alienígena cambia rápidamente de opinión y nos dice que no
tengamos en cuenta el recargo.
Mientras subimos a la nave, Shadow informa sobre el cártel y el precio de su
cabeza: todas sus cabezas. Dax comunica a Axxios, el piloto, y siento que la nave
vibra, despega y entra en el hiperespacio antes de que Shadow y yo salgamos del
muelle de entrada.
148

Nos apresuramos directamente a la enfermería con nuestra preciosa carga en la


mano.
- ¡Señorita Petra! - exclama el doctor, -Estábamos todos tan preocupados por ti
cuando no llegaste anoche. Temía que le hubiera ocurrido algo terrible. Estoy
muy agradecido de que esté bien. - Su cara se afloja en un alivio genuino.
-Shadow y yo tuvimos algunas experiencias angustiosas en ese viaje, pero
conseguimos la mercancía. - Espero que mi inclusión del nombre de Shadow le
recuerde que no fui la única que arriesgó su vida para conseguir los brotes de
vulcana. Señalo los abdominales de Shadow: - ¿Podrías atender esas quemaduras
cuando puedas? -
-No es nada, Petra, - Shadow se mueve, bloqueando sus heridas de la visión del
doctor.
-Sí, sí, por supuesto. - La atención del doctor se centra en la mochila. -Deja que
me ocupe de la tintura. Le echaré un vistazo más tarde. - Coge la mochila y entra
distraídamente en su laboratorio. Chico, Shadow sí que sabe cómo cabrear a la
gente, incluso al amable doctor parece no importarle una mierda esas dolorosas
y enconadas heridas
Es ahora cuando miro a mi alrededor y veo que Grace también está en la
habitación. Tiene la string things en la mano.
- ¡Muchas gracias a los dos! - Grace dice. -Tyree no está bien. Esperamos que esta
medicina que el doctor va a hacer le ayude. Si no...- baja la voz sin ninguna razón
en particular. Tyree está tan fuera de sí que no puede oírla.
-He estado toco música para él con la string things. Parece que lo calma... o tal
vez sea un deseo mío. -
Me tomo un momento para inspeccionarle. Aunque no tengo experiencia con
nadie que esté enfermo con mucho más que un resfriado, me parece que Tyree
se está muriendo. Su piel es cenicienta, su boca está echada hacia atrás en un
rictus de dolor, sus ojos revolotean de una manera decididamente espeluznante
como si estuviera tan lejos de la conciencia que está en otro mundo.
149

Pienso en la mochila llena de lamentables flores y me doy cuenta de que


probablemente haya sido una búsqueda inútil. ¿Cómo pudieron esos capullos de
lavanda salvarle la vida a este tipo enorme?
Es obvio que Grace necesita un descanso y yo una merecida ducha. El médico
atiende las heridas de mis manos y brazos, y luego Grace y yo nos dirigimos a
nuestras cabinas para refrescarnos rápidamente.
150

Capítulo 16
Shadow

Me parece obvio que los cogollos de lavanda de esa mochila no van a salvar la
vida del hombre moribundo que está en la cama del hospital frente a mí. Lleva
días en coma y no creo que ninguna tintura de dracking vaya a traerlo de vuelta
del borde de la muerte.
Tyree y yo compartimos un vínculo mental cuando organizábamos la
insurrección. Ha estado inconsciente durante días, pero me pregunto si puedo
conectar con él. La idea fluye en mi cerebro de que puedo hacer algo para
ayudarlo.
Me sorprende que mis pensamientos se introduzcan tan fácilmente en los suyos,
y más aún que no encuentre la forma de salir.
Siento inmediatamente su dolor. Una agonía tan aguda y violenta que es mucho
peor que los palos en llamas con los que me pincharon esos dos matones ayer.
Los pensamientos de Tyree se arremolinan a mi alrededor. Nunca había
experimentado algo así. Siempre ha sido él quien ha entrado en mi mente; yo
nunca he entrado en la suya. Veo imágenes de lo que supongo que es su mundo:
musculosos cuadrúpedos tirando de una carreta, una pequeña cabaña de madera
sin luz eléctrica, un mar cálido con olas que chapotean.
Pero es el dolor el que anula mi conciencia de todo lo demás. El dolor invade mis
músculos, agarra mis articulaciones y ligamentos, y hace que todo arda en
tortura.
Creo que sólo ha sido una mínima, pero he perdido por completo la perspectiva
del tiempo, del espacio o de la normalidad. Trato de retroceder de su conciencia,
pero no encuentro escapatoria.
Tengo una suposición, más bien un conocimiento, de cómo ayudarle. Tiro de él
hacia el turquesa del mar. De alguna manera, ambos estamos tumbados en la
cálida y rosada arena de la playa, con el sol cayendo sobre nosotros.
151

Dirijo la atención de ambos al sonido rítmico de las olas.


Siente el calor de la arena, Tyree. Escucha las olas. Escucha los pájaros que se
llaman entre sí desde lejos, en el agua.
Percibo la más mínima relajación de sus músculos.
El agua empieza a rozarnos los dedos de los pies. Es la temperatura perfecta: ni
demasiado fría ni demasiado caliente. El agua nos recorre, desde los dedos de los
pies hasta los talones y los tobillos, y luego, en pequeños grados, hasta el cuello.
No tengo ni idea de cuánto tiempo permanecemos tumbados en la arena,
sintiendo cómo nos baña el agua. Lo que sí sé es que su dolor está desapareciendo
en pequeños incrementos. Y mientras su dolor disminuye, el mío se multiplica.
Tal vez sea el agua imaginaria en la que estamos tumbados, o tal vez sean mis
lágrimas, pero siento que el líquido se desliza por mis mejillas desde los ojos. Me
han apuñalado, me han cortado el brazo tan brutalmente que los médicos
tuvieron que hacer una cirugía adicional con un cuchillo láser. Me atravesaron el
ojo con la afilada punta de un asqueroso tridente en la arena, pero nada de eso
podría compararse con el tormento que estoy experimentando ahora.
Tengo la mandíbula tan apretada que me pregunto si se me romperán las muelas.
Mis pensamientos son confusos. Tolerar esta cantidad de angustia destruye mi
capacidad de pensar. Sólo puedo mantener un pensamiento en mi cabeza: Tengo
que ayudar a Tyree.
Tyree, ¿puedes oírme?
Sí.
Estoy aquí. Deja ir tu dolor. Entrégamelo.
¿Qué me poseyó para hacer esa oferta? Su dolor lo estaba matando. Nadie podría
tolerar esto.
Él se contiene.
Puedo soportarlo. Dámelo. Mi tono es más una orden que una petición. No sé de
dónde saqué la fuerza para hacer la oferta.
152

Entonces siento que el magma caliente fluye en mi dirección. Me estoy


quemando. Estoy seguro de que me estoy muriendo. Ningún mortal podría
tolerar este nivel de agonía. Aguanto durante largas minimas. El calor es tan
intenso que estoy seguro de que mis globos oculares se saldrán de sus órbitas.
Imagino que mi piel se enrojece, luego se llena de ampollas y los restos negros se
desprenden de mis huesos.
Muevo mi conciencia hacia el mar y siento un mínimo de alivio. Dejo que las frías
olas me bañen, visualizando los restos crujientes y quemados de mi carne siendo
llevados al mar y sustituidos por una nueva piel rosada.
El dolor disminuye lo suficiente como para que encuentre la puerta para salir de
su conciencia. Desciendo a la negrura.

Petra

No tengo ni idea de lo que ha pasado. Grace y yo nos fuimos por una media hora.
Sabía que le haría bien tener un breve respiro. Es un alma tan dulce que sólo
puedo imaginar que ha estado junto a la cama de Tyree desde que fuimos a
Ortheon.
Cuando regresamos a la enfermería, Shadow está tirado en el suelo en un montón
arrugado cerca de la cama de Tyree.
- ¡Shadow! - Corro hacia él. Está inconsciente en el suelo. Llamo a gritos al Dr.
Drayke, que distraídamente viene corriendo desde la otra habitación.
Los tres tenemos que subir a Shadow a la segunda cama de la sala de curas. Está
pálido e inconsciente.
- ¿Qué ha pasado? - El Dr. Drayke nos pregunta.
-Esperaba que me lo dijeras tú, - respondo, con voz plana y preocupada.
El doctor coge su tableta y hace que el medbot haga un escáner. - ¡Cierra la
puerta, Grace! - El Dr. Drayke casi grita. -Oh, Dios. Esto es malo. Había asumido
153

que lo que estaba pasando con Tyree era específico de su especie, quiero decir,
de su raza. Pero muchos de los signos vitales de Shadow están imitando las
anormalidades que encontré en Tyree. Eso significa que es una enfermedad
contagiosa. Voy a poner a los cinco en cuarentena inmediatamente. -
Se comunica con el puente y le da a Zar una actualización rápida. Acuerdan cerrar
las puertas exteriores de la enfermería y poner el aire en modo de reciclaje para
que no haya intercambio de aire con el resto de la nave.
-Seguiré investigando lo que está pasando aquí, - informa el doctor al capitán, -
pero tenemos que mantener un estricto protocolo de aislamiento hasta que
resolvamos las cosas. -
Grace y yo estamos demasiado sorprendidas para decir algo. Parece que estamos
atrapadas aquí por un tiempo. Soy peluquera, no puedo hacer mucho para
ayudar. Acerco una silla y agarro la mano de Shadow. -Shadow, ¿puedes oírme?-
Está inconsciente.
Grace se acerca a la cabecera de Tyree y le coge de la mano, casi como un espejo
de Shadow y yo.
- ¿Dr. Drayke? - Grace lo llama tentativamente. Cuando él no responde, lo llama
de nuevo.
-Grace, - responde con irritación, -tengo que trabajar rápido. Estoy tratando de
investigar esto. -
-Um, sé que no soy una persona médica, Dr. Drayke, pero um...- Ella espera a que
él entre en la sala de examen desde el laboratorio adjunto. -He estado sentada
junto a la cama de Tyree durante días, viendo sus signos vitales en la pantalla.
¿No han mejorado sus constantes vitales? - Le permite al doctor un momento
para escudriñar la información de Tyree en su cuaderno. - ¿Y los signos vitales de
Shadow no se parecen mucho a los de Tyree hace una hora? -
El médico compara sus flujos médicos uno al lado del otro.
- ¿Te parece que Tyree mejoró en el mismo momento en que Shadow empeoró?-
pregunta Grace.
154

-Sí, - responde el médico, preocupado por la información de su bloc.


En ese momento, Shadow da una gran bocanada de aire, y luego otra. Gime
durante un largo rato y luego abre brevemente el ojo.
Me doy cuenta de que le duele mucho. Sus músculos faciales están tensos.
Entrecierra los ojos en señal de protesta por la intensa luz del techo. Me apresuro
a bajar la intensidad de la luz de la pared.
- ¿Puedes hablar, Shadow? –
-Mmmm, - parece lo mejor que puede hacer en este momento.
- ¿Agua? - Le ofrezco.
Asiente con la cabeza.
Levanto la cabecera de la cama y le ayudo a beber. Le paso los dedos por el pelo.
Me encanta la forma en que el pelo por encima de sus orejas es tan corto que
parece de terciopelo. Le sonrío. Él hace una mueca de aproximación a la sonrisa,
luego me agarra de la mano y me acerca. Me acerco a él para acercarle un
taburete, luego recuesto mi cabeza en su pecho y observo su bello rostro.
- ¿Qué ha pasado? -
-He ayudado a Tyree. -
- ¿Ayudado? - No tengo ni idea de qué está hablando.
-Hablé con Tyree a través de nuestro enlace telepático. Nos comunicamos así
hace semanas para iniciar la insurrección. Cuando hice la conexión no tenía ni
idea de que... sabría cómo curarle. Sólo tenía esa sensación, ese conocimiento,
de qué hacer para quitarle su dolor. -
- ¿Tomaste su dolor? ¿Realmente te pareció una buena idea? - ¿Shadow, el
enfadado y cínica Shadow, realizó un acto desinteresado y tomó el dolor de
Tyree?
-No pensé, simplemente actué. Me dolió como el fuego de siete infiernos.
Todavía lo hace. - Su cara se aprieta en una mueca de tormento.
155

-Fue una locura. -


-En realidad no. ¿Está Tyree mejor? -
- ¿Doctor? - Pregunte: - ¿Las constantes vitales de Tyree están mejor? -
-Pregúntale. -
¿Qué? Me doy la vuelta y veo que tiene los ojos abiertos. Grace lo tiene apoyado
y le da sorbos de agua. Se queja y vuelve a tumbarse, pero parece que está en
vías de recuperación. ¿Significa esto que todo lo de subir a ese maldito árbol y
casi morir fue por nada? Si es así, estoy cabreada.
Mientras el doctor pasa otras horas observando los signos vitales de ambos, trata
las quemaduras del abdomen de Shadow. Tyree tendrá que pasar un poco más
de tiempo recuperándose, pero Shadow está bien para irse.
-Me muero de hambre, - se queja con buen humor.
El Dr. Drayke habla con Zar por la radio. Cree que no hay ninguna enfermedad
contagiosa, pero quiere consultar con el capitán antes de abrir las puertas de la
enfermería y dejarnos salir.
Un momento después nos dirigimos a los pasillos, primero hacia el comedor para
buscar algo comestible y luego a nuestras habitaciones.
Shadow se apoya fuertemente en mí, lo cual es ergonómicamente difícil porque
es mucho más alto que yo. Pienso en su aspecto cuando le vi en la arena el día
que nos conocimos. Esa imagen caliente y sexy del macho alfa desnudo está
grabada a fuego en mi cerebro.
Pero este Shadow más suave, tranquilo, agotado y necesitado de mi ayuda, es
más sexy en cierto modo. La ira y la falsa bravuconería están ausentes por el
momento. Me gusta mucho este lado de él.
Hemos perdido otro ciclo de sueño y hace días que no como bien. Huelo el
desayuno. Maddie está cocinando, pero el comedor está vacío. Eso me viene
bien; no estoy de humor para charlar con todo el mundo. Shadow y yo estamos
agotados. Sólo quiero comer y acostarme.
156

-Oh, Petra, - dice Maddie, -Todo el mundo estaba muy preocupado por ti. Cuando
no volviste a casa la noche que recogiste las flores temimos que te hubiera pasado
algo terrible. Me alegro de que hayas vuelto. -
Mi piel se calienta mientras la rabia surge de la nada. No lo vi venir, pero ruge a
través de mí como un tren de carga. - ¡Shadow está aquí, Maddie! Shadow está
aquí y también arriesgó su vida. ¿Estabas preocupada por él? ¿Te alegras de que
haya vuelto? - La fulmino con la mirada, mientras me observo a mí misma como
desde lejos, escandalizada por mi propio comportamiento.
Los ojos de Maddie se abren de par en par, sorprendida. -Bueno..., - dice, -por
supuesto que me alegro de que hayan vuelto los dos. - Retrocede hacia la cocina,
luego se da la vuelta y se aleja a toda prisa.
Shadow alarga la mano, la desliza bajo la cortina de mi pelo y me acaricia el cuello
con la punta de los dedos. - ¿De dónde ha salido eso, Petra? ¿Intenta
protegerme? Te lo agradezco, pero tiene todo el derecho a que no le guste. Todos
tienen todo el derecho a que no les guste. Está bien. -
No sé qué le pasó en Ortheon II, pero ahora Shadow es todo zen y yo soy una
hembra furiosa. Debe ser el Día del Retroceso.
Sigo a Maddie a la cocina. -Shadow fue torturado en Ortheon, y realmente
enfermo, peligrosamente enfermo hace unas horas Maddie. He estado bajo
constante estrés desde que fui secuestrada, pero no tengo excusa. No debería
haber arremetido contra ti. Lo siento. - Sigo respirando profundamente, tratando
de calmarme.
-Eso me sorprendió, eso es todo. - Dolida como está, está sirviendo platos de
comida con un olor delicioso. -Sólo supuse que te ponía de los nervios como a
todos los demás. -
-No. No lo hace. Ha cambiado. Tal vez deberías mirarlo con nuevos ojos. Tal vez
deberías darle otra oportunidad. -
Me mira durante un largo momento, sin moverse; con un plato lleno y humeante
en cada mano, asiente. -Quizá lo haga. -
157

La sigo hasta nuestra mesa, donde pone nuestros platos, y Shadow y yo


inhalamos la comida. No sé él, pero yo sólo quiero llenarme el estómago e irme
a dormir. Se acerca y me acaricia la espalda de vez en cuando entre bocado y
bocado. Agradezco que no sienta la necesidad de sermonearme sobre mi
comportamiento, ni siquiera de hablar. Me gusta el toque calmante.
Todavía está débil como un gatito, y lo ayudo a bajar al pasillo hasta su habitación.
-Voy a ser sincero, Petra, no tengo ni idea de si debo pedirte que me acompañes
o no. Estoy totalmente confundido sobre tus preferencias a la hora de dormir.
Sólo diré que me gustó abrazarte en nuestras pieles anoche, se sentía... bien. Si
quieres unirte a mí en mi cama, lo disfrutaré. Si no, te veré mañana, o más tarde
hoy, o cuando sea. El tiempo se ha vuelto muy confuso últimamente. - Se encoge
de hombros y me dedica una leve sonrisa.
Quiero llevarlo a su cama y luego ir a la mía. Eso es lo que habría hecho hace un
par de días. Si no hay sexo, no hay necesidad de ponerse horizontal con nadie.
Pero no es así como me siento ahora. Mañana puedo ser fuerte. Mañana podré
dormir en mi propia cama, sola. Mañana volveré a ser la Petra dura e
independiente que siempre he sido. ¿Pero hoy? Hoy quiero dormir con él con
cada fibra de mi ser.

Shadow

Después de un profundo sueño, me despierto, con los ojos aún cerrados. Petra
está de lado acurrucada frente a mí, mi brazo rodea su cintura. Respiro el
embriagador aroma de las flores de vulcana que aún se aferran a su cabello. Mi
cuerpo está cómodo, pero diferente. Es casi como si me hubiera encogido dentro
de un nuevo conjunto de ropa que aún no me queda bien. Me parece que he
renacido. Me han dado una nueva oportunidad en la vida.
Hace unas pocas semanas era un esclavo. Un asesino entrenado sin familia, sin
futuro y sin esperanza.
158

Despreciado por todos mis conocidos, y con razón: no era una buena persona.
Hoy sigo siendo despreciado por la mayoría, pero no por todos. Petra cree en mí.
Me gusta la forma en que me defendió en el desayuno, aunque fue dura con
Maddie. Me gusta cómo me siento cuando me mira, como si valiera algo, como
si fuera valioso. Le salvé la vida en Numa, ayudé a Tyree. Eso es lo que ve cuando
me mira.
Me estoy transformando. Mi cuerpo no se está transformando como el de Tyree,
pero estoy creciendo, quizás más sustancialmente que él. Empiezo a gustarme a
mí mismo. Es una sensación nueva. Podría acostumbrarme a ella.
Mi mano se mueve para acariciar a Petra desde el hombro hasta el flanco. Me
encanta su forma, sus suaves curvas, la caída de su cintura y la subida de su
cadera. Mi mano parece tan grande en su pequeña figura. Quiero acercarla,
despertarla con mi erección presionando su trasero. Pero su estado de ánimo me
confunde. Quiere sexo, pero no cercanía. Yo no quiero sexo sin conexión. He
pasado toda mi vida como un playboy o un célibe. No quiero conformarme con
menos que una intimidad completa. Me lo he ganado. Me la merezco.
Me dirijo al baño y me olvido de evitar el espejo. Ahí estoy, en toda mi gloria. He
pasado un día de vuelta a bordo de la nave y he olvidado que mi prótesis de ojo
sigue tirada en el suelo de Ortheon. Todo el mundo me evita, no necesito
echárselo en cara. Arranco otro trozo de tela de mi mono y me hago un parche
para el ojo. Lo primero que tengo que hacer hoy es ver qué puede hacer el médico
con mi ojo.
Cuando llego a la enfermería, compruebo que Tyree está bien. Su transformación
es impresionante. Está sentado en la cama comiendo. Su complexión parece
haber vuelto a la normalidad, está sonriendo, pero tiene tanto éxito llevándose
el tenedor a la boca como un niño de un annum.
- ¿Todavía te estás acostumbrando a tu nuevo cuerpo? - Pregunto, sonriendo.
- ¿Cómo te las arreglas para hacer algo con todos esos músculos? Se interponen
en todo. Tengo que volver a aprender las actividades más mundanas de la vida. Y
no me hagas hablar de mear...- se interrumpe y mira tímidamente a Grace.
159

-DI, chicos. - Cuando la miramos de forma interrogativa, añade: -demasiada


información. ¿Vas a estar aquí un rato, Shadow? Si es así, creo que me echaré una
larga siesta. -
Cuando asiento con la cabeza, le dice a Tyree que volverá más tarde, coge su
instrumento y sale corriendo.
-Entonces, no puedo dejar de preguntar, ¿has tenido uno de esos antes? - Miro
la tienda en su regazo.
Su mirada sigue la mía. - ¡Santo cielo! No sólo tengo un pene, sino que esto es
una erección. -
Me río. Vamos, ¿cómo podría contenerlo? -Las pruebas me parecen bastante
claras. No me pidas que inspeccione más. -
- ¡Vaya! - Sus ojos se cierran por un momento. Recuerdo mi primera erección. Fue
abrumadoramente sensual y potente, un rito de paso.
- ¿Quieres un momento? ¿A solas? -
- ¡No! - Su voz es de pánico. -Esto se siente... no tengo palabras. -
-Tienes algunas opciones, - le explico. -Puedes aguantar; se te pasará en unos
minimas. Puedes golpearlo con el dedo. Eso es desagradable, pero se reducirá
casi inmediatamente. Podrías pedirme que me vaya y entonces podrías explorar,
lo que sería divertido, pero tal vez no sea el momento ni el lugar adecuado. -
-Eres muy práctico en esto, Shadow. Esto parece trascendental. -
Supongo que sí, teniendo en cuenta que solo lleva un día con pene. Me encojo de
hombros.
-Ni siquiera estoy acostumbrado a tocarlo para mear. -
De ir al baño a tener erecciones en menos de un día. Tengo que admitir que eso
sería formidable para cualquiera.
-Mi oferta de salir sigue en pie. -
160

Cierra los ojos, mete la mano bajo las sábanas y oigo el suave golpe de un dedo
en los genitales, y luego un inmediato: -Uf. ¿Por qué me has dicho que haga eso?
Dioses. -
- ¿Funcionó? -
-Sí. ¿Con qué frecuencia ocurre esto? -
-Parece que básicamente estás pasando por la pubertad. Por lo que recuerdo...
diría que tendrás entre tres y seis de estos al día. A menos que estés cerca de una
mujer, entonces es casi constante. -
-Estás bromeando. ¿En serio? -
-Así es como lo recuerdo. -
-Oh no. Esto es inaceptable. - Sacude la cabeza, pareciendo derrotado.
-Me quitaré de encima en unas minimas y la próxima vez... que surja algo...
podrás ocuparte de ello y darte un respiro. -
-Ni siquiera estoy seguro de cómo...-
-Oh no, Tyree. No voy a darte un tutorial. Eso es algo que tienes que explorar por
tu cuenta. ¿El doctor te va a dar el alta hoy? -
-Me va a examinar pronto y espero que me dé el alta. -
- ¿Mi sugerencia? Parar en el comedor. Consigue toda la comida y la bebida que
puedas llevar, y luego escóndete en tu habitación hasta que descubras cómo
ocuparte de eso. -
-Gracias por nada. - Suena miserable, pero me dedica una sonrisa irónica.
El Dr. Drayke entra. -Shadow, ¿vienes a verme a mí o a Tyree? -
-A los dos. - Señalo mi parche ocular improvisado: -Voy a aceptar su oferta
anterior de hacer algo con mi prótesis. La mía está en algún lugar de Ortheon II. -
-Estaré encantado. –
161

-Pero lo primero es lo primero. ¿Qué tal si revisas a nuestro macho aquí y ves si
está lo suficientemente bien como para salir? -
El chequeo no lleva casi nada de tiempo antes de que el doctor pronuncie: -
Estarás bien por tu cuenta, Tyree. Te revisaré de nuevo mañana, pero tus
constantes vitales parecen estupendas. Si me hubieras preguntado hace un día,
no te habría dado un cincuenta por ciento de probabilidades de vivir un día más.
No sé qué ha pasado, pero parece que la naturaleza ha seguido su curso. -
Tyree y yo intercambiamos miradas; ninguno de los dos tiene necesidad de
divulgar exactamente lo que pasó entre nosotros antes.
El doctor se aleja un momento y yo ayudo a Tyree a ponerse un mono que hace
unos días podría haber usado como colcha. Ahora está ajustado a su alto y
musculoso cuerpo. Todavía está descoordinado como un cachorro de muscillus
recién nacido.
- ¡Las pelotas, Shadow! ¿Cómo te mueves sin romperte las pelotas, por el amor
de Dios? Esto es una completo drack. -
Vuelvo a reírme. ¿Cómo puede alguien mantener una cara seria? -Desarrollarás
un andar masculino y rodante. Te enseñaré a ponerte un taparrabos la próxima
vez que te vea. Eso las mantendrá mejor escondidos. -
-Taparrabos, ¿eh? Estoy dispuesto a todo lo que ayude. -
Ambos captamos el juego de palabras involuntario sobre la erección que acaba
de hacer y ninguno de los dos puede dejar de reírse.
Intenta el movimiento de caminar que le sugerí al salir de la enfermería y casi
tropieza con sus propios pies.
- ¡No te rías!, - ordena, señalándome.
-En serio, ¡consigue comida, vete a tu habitación y empieza a solucionar los
problemas! - Lo oigo reírse mientras avanza por el pasillo.
Drayke me llama al laboratorio contiguo y toma trazados láser de los contornos
de mi cara desde todos los ángulos.
162

Introduce un sinfín de instrucciones en su tableta y la gira para mostrármela. La


pantalla muestra, hasta la más mínima micra, un prototipo de lo que quiere
construir para mí.
Es mucho más elegante que el otro. Este se asentará mucho más cerca de mi cara,
sin sobresalir tanto de mi piel. El reborde todavía se apoya en las mejillas y la
nariz, pero no sobresale tanto. El auricular que me ayuda a mantenerlo en la cara
también es mucho menos molesto. La apertura en sí sigue siendo robótica y roja,
pero en general es una gran mejora.
-Estoy impresionado, doctor. Esto se ve... mejor. -
-Gracias. - Retira la tableta, hace algunos ajustes más y me la devuelve. Ha
cambiado el ojo a verde. El verde coincide exactamente con mi ojo. Me haría
parecer que tengo alma.
-Dioses, Dr. Drayke. Esto sería... increíble. -
-Esto es lo que quería para ti todo el tiempo, Shadow, - dice cálidamente.
La impresora 3D no tarda en producir una réplica exacta de lo que ha diseñado
en la pantalla. Me lo pongo y miro alrededor de la habitación. Es agradable volver
a tener visión binocular. Voy al baño a mirarme en el espejo. Cierro la puerta para
tener un momento de privacidad y me miró fijamente.
Tengo un aspecto menos robótico. Es curioso, me veo y me siento más vivo que
nunca en mi vida.
163

Capítulo 17
Shadow

Estoy inquieto. Todavía no tengo idea de qué hacer con mi tiempo libre. Como
joven macho, desperdicié todas las hoaras de todos los días de mi vida. Como
esclavo, no tenía nada de tiempo libre. Así que tener que decidir qué hacer
conmigo mismo es difícil. No me sorprende cuando mis pies me llevan al ludus.
Este ludus o uno parecido es donde he pasado mis días durante los últimos quince
años.
Ninguno de los hombres me presta atención mientras me siento en el asiento
para hacer pesas. No sé si esperaba secretamente que alguien mencionara que
mi ojo se ve mejor. ¿Por qué iban a darse cuenta? ¿Y por qué iba a importarme?
He llegado tarde y casi no he detectado que los demás se han ido de uno en uno
hasta que estoy solo aquí. Se está tranquilo. Me gusta estar solo en el ludus. Me
da tranquilidad, como la que sienten algunas personas en un templo. Debido al
silencio, estoy muy atento cuando se abre la puerta de entrada. Miro y veo a
Petra dirigiéndose a su cuerda.
-Hola, Shadow. ¿Te importa si me uno a ti? -
Tal vez todavía está pensando en el otro día cuando exigí que estableciéramos un
horario alternativo para usar esta habitación.
-Diviértete. - Yo también lo haré, porque estoy en una posición ideal para espiarla
mientras levanto pesas. Se quita los zapatos, coge la cuerda y sube corriendo. Su
trasero se ve tan bien en esos leggings que no puedo dejar de mirarla.
- ¿Están tus manos lo suficientemente curadas como para subir por esa cuerda?-
Se cuelga de un solo tobillo y me muestra las palmas de las manos. -El plas-film
hizo maravillas. Sé que estás ocupado, pero ¿podrías ayudarme? -
Dejo la pesa, muy cargada, en su soporte: - ¿Qué necesitas? -
-Hay un truco que quería probar. Necesito un ayudante. -
164

-Estás bromeando, ¿verdad? No puedo escalar esa cosa. -


-Tu trabajo será con los pies firmemente plantados en el suelo. - Está boca abajo,
con el tobillo asegurado en la cuerda y me mira por primera vez. - ¡Tienes un ojo
nuevo! Ven aquí para que pueda ver mejor. -
Me muevo para estar en su línea de visión directa. - ¡Qué bonito, Shadow! Un
modelo más compacto. ¿Estás contento con él? -
-Parece una mejora, - mantengo mi voz sosa, sin compromiso.
-Bueno, creo que eres guapo de cualquier manera. - Creo que se encoge de
hombros. Es difícil saberlo cuando está colgada de cabeza. Siempre pensé que mi
ojo la repelía, que repelía a todo el mundo, pero ella parece no estar sorprendida.
Tal vez mi ojo simplemente me asquea a mí.
-Bien. - Ella se mueve más arriba en la cuerda. -Agarra la cuerda a medio metro
por debajo de mí. -
Yo obedezco.
-Ahora, ¿puedes girarla? En un círculo, para que yo gire con ella. –
Capto su idea y ahora la cuerda ha pasado de estar inmóvil a moverse en círculos
lentos y apretados. Comienza su rutina, que parece vertiginosamente difícil y
complicada porque la cuerda se mueve.
Estoy justo debajo de ella, viendo cómo sus músculos trabajan suavemente bajo
su piel. De vez en cuando emite un suave sonido gutural cuando se esfuerza por
mover posiciones. Mi polla está dura como el acero. Esto es tan sexy que no
quiero dejar de mirarla. No puedo abstenerme de estirar la mano para tocarla.
Tiro de la cuerda hasta que se detiene y la agarro con un movimiento rápido. La
agarro por las caderas y tiro de ella hacia abajo, asegurándome de no asustarla ni
hacerle perder el equilibrio. No se resiste, simplemente se deja llevar y en un
momento está en mis brazos, con sus piernas rodeando mi cintura. Le beso la
boca, primero con suavidad y luego con más insistencia. Nuestras lenguas chocan;
sus manos están en mi espalda, apretándome aún más contra ella.
165

Estoy seguro de que siente mi polla contra su cuerpo. Puedo oler su excitación.
Ha respondido a mí con tanta rapidez, absorbida por su rutina en un momento, y
dispuesta a aparearse conmigo en el siguiente.
Le saco la camisa por encima de la cabeza, mientras ella se contorsiona para
acomodarse. -La puerta, Shadow. -
Estoy confundido, demasiado consumido por tocarla para entender su
significado.
-Alguien podría irrumpir. ¿Podemos cerrar la puerta? -
Salgo de mi confusión inducida por la lujuria para dejarla en el suelo. No puedo
dejarla fuera de mi alcance, así que la arrastro conmigo hasta la entrada y la
cierro.
Ella se estira y me rodea el cuello con los brazos y presiona insistentemente sus
labios contra los míos. Colocando su pierna detrás de la mía, se apoya en mí para
sentir mi longitud entre sus piernas.
-Te quiero dentro de mí. - Es casi una exigencia mientras se quita los leggings.
- ¿Los rojos, Petra? - Se me escapa el aliento en un resoplido. Estoy mirando el
sujetador y las bragas rojas brillantes. -Son muy sexys. -
-Esperaba poder ponérmelos algún día para un público único, Shadow. Tú. -
Un ruido desconocido escapa de mi garganta. Creo que es un gruñido. Me
desenvuelvo el taparrabos mientras la sigo hasta la gran alfombra de lucha en el
suelo. Antes de que se tumbe la detengo.
-La cuerda, Petra. - La agarro de la mano y tiro hacia ella. Los dos estamos
desnudos. Ella es hermosa, compacta, con músculos elegantes bajo su piel pálida.
Yo soy duro como el metal. Me inclino para besarla. Mi lengua roza sus labios
hasta que se abre a mí. Quiero asegurarme de que está lista para mí, lista para
abrirse a mí de otras maneras.
Me alejo y le ordeno: -Los pies en el suelo, sujeta la cuerda por encima de tu
cabeza. - Ella obedece, tan ansiosa por hacer lo que le pido que me envalentona.
166

Está de pie frente a mí, de espaldas, con los brazos agarrando la cuerda, estirada
por encima de su cabeza. Mis manos se extienden por detrás de ella, y sostengo
el peso de sus pechos en mis palmas.
-Mmmm. - Presiona su culo hacia mí, intentando conectar con mi longitud. Yo me
echo hacia atrás, burlándome de ella, evitando que mi polla entre en contacto
con ella. Quiero que se concentre en mis manos ahora mismo. Mis pulgares
acarician sus duros pezones. Hacia adelante y hacia atrás, presionando con
firmeza sobre sus capullos de piedra.
Luego los hago rodar entre el pulgar y el índice. Ella emite un gemido de placer y
vuelve a intentar presionarme con las nalgas.
- ¡Todavía no! Y no quites las manos de la cuerda. - Mis palmas rozan sus pezones.
Lamo primero una palma y luego la otra y me deslizo contra los endurecidos
pezones con una presión circular y resbaladiza.
-Oh, mierda, Shadow. Eso se siente tan bien. -
Puedo oler su sexo. Está tan excitada. Me encanta tenerla así abierta, tan
expuesta, con las manos por encima de la cabeza. Mis palmas se mueven hacia
arriba para acariciar su garganta, luego hacia abajo sobre sus pechos de nuevo,
luego alrededor de la hinchazón de sus caderas. Sigue mirando hacia la cuerda,
lejos de mí. Alcanzo su cadera y deslizo un dedo más allá de su clítoris y a través
de sus pliegues hacia su núcleo. No toco su sensible nódulo ni me sumerjo en su
húmedo canal. Me encanta volverla loca.
-No me provoques, - me ordena con un gemido, pero creo que es mentira. Creo
que mis caricias la envían al cielo. Amplía su postura, una invitación silenciosa.
Me acerco y deslizo mi polla entre sus piernas desde atrás. Empujo contra su raja
con un ritmo lento y perezoso. Ella jadea y respira rápidamente.
Está tan mojada que mi polla se empapa casi inmediatamente de su néctar. Me
deslizo de un lado a otro entre sus labios, con la punta rozando su clítoris. Los dos
subimos en una espiral de intenso deseo. Estoy tan excitado que podría derramar
mi liberación ahora mismo.
167

-Fóllame, Shadow. - Ella jadea, presionando su trasero contra mi pelvis para que
mi longitud tenga mejor acceso a toda ella. Raspo con mis dientes el lugar sensible
de su cuello, debajo de su oreja. - ¡Por favor! -
-Me encanta cuando suplicas, Pet. - Mi aliento es tan bajo y jadeante que apenas
reconozco mi propia voz.
La agarro por la cintura con las dos manos y la muevo contra mi polla, dándole
justo en el punto adecuado. Ella gime. - ¡Ahora! Por favor. - Está tan preparada
para mí que mi polla está a punto de explotar.
La subo a la cuerda, con los pies fuera del suelo. Ella tiene que reposicionar sus
manos y soportar su propio peso.
Me coloco detrás de ella y acerco la punta de mi polla al borde de su resbaladiza
abertura. Luego espero, dejando que ella tome el control. Me pregunto si se
zambullirá en mi polla de una vez o si bajará poco a poco. Recordaré lo que le
gusta para la próxima vez.
En cuanto se da cuenta de que tiene el control, sube y baja un poco. Sube y luego
baja de nuevo, un poco más profundo, en pequeños impulsos. Se levanta, luego
baja más y más profundo hasta que está completamente sentada en mi polla.
-Shadow, eres tan grande. Dios mío, me siento tan llena. -
Ahora tomo el control, poniendo sus pies en el suelo y empujándola hacia
adelante para que su trasero se empuje hacia mí. La embisto por detrás a un ritmo
que va ganando en velocidad. Con mis manos en los hombros, su cuerpo no
ofrece resistencia y, con cada golpe, la fuerza resuena en ambos.
Me sitúo delante de ella y presiono con un dedo el lado de su clítoris, justo donde
le gusta. Es todo lo que necesita para llegar al orgasmo. Sus músculos internos
me aprietan con fuerza, rítmicamente. Gime y luego grita de placer, el ruido
resuena en todo el ludus. La oigo gritar mi nombre, lo que me empuja a un
intenso clímax propio, que me hace penetrar en ella durante largos momentos.
Nos quedamos así una mínima, mientras sus réplicas siguen ordeñando mi polla.
Retrocedo, para llevarnos a la colchoneta y tumbarnos.
168

Aunque sigo dentro de ella, he roto el sello húmedo entre nosotros. Esto hace un
sonido de succión donde mi pelvis y su culo estaban conectados.
Caemos sobre la colchoneta, riendo, jadeando, aun brillando con los efectos
posteriores del sexo lujurioso. Los dos estamos sudados, pero no quiero romper
la conexión. Le paso el brazo por la cintura y la acerco.
Ahora está frente a mí y nos miramos profundamente a los ojos. Ya no hay risas.
Esto parece serio. No quiero que salga corriendo. Está en este momento conmigo.
Puedo sentirlo. Por primera vez desde que la conocí, puedo decir que quiere
acostarse conmigo, que quiere hablar conmigo. Podría hacer la "charla de
almohada" conmigo que una vez me dijo que nunca querría. Podría ahogarme en
este sentimiento. Esto es lo que mi alma ha estado anhelando.
Y con la misma rapidez con la que empezó, puedo sentir que desaparece. Como
una bocanada de humo, se ha ido. Sus ojos se apartan de los míos. Sus músculos
se tensan. Luego siento que se aleja.

Petra

Dios mío, ha sido un sexo alucinante. Mi cuerpo todavía está en el éxtasis de la


euforia. Si pudiera pedir esto a diario como el servicio de habitaciones. "Hola,
¿servicio de habitaciones? Me gustaría una hamburguesa y patatas fritas con
extra de ketchup. Y de postre el mejor sexo de la galaxia con el tío más bueno del
universo".
Pero hay algo realmente aterrador en la expresión de Shadow. Esto no me gusta.
No. Quiere algo más. No hago más.
Empiezo a entrar en pánico. Mi voz interna me grita literalmente que corra. No
tengo control sobre estos horribles ataques, a veces surgen de la nada. Mi cuerpo
entra inmediatamente en modo de lucha o huida. Intento girar sobre un lado en
un movimiento patentado diseñado para imitar un reajuste casual que en
realidad me pone en posición para levantarme de golpe y salir de la habitación.
169

Pero su brazo alrededor de mi cintura es como un tornillo de banco.


Su mirada sigue penetrando en la mía, como si pudiera ver dentro de mi alma.
Odio esto. Estoy empezando a tener un ataque de pánico. Quiero salir. No, no es
un deseo, es una necesidad. Es una maldita necesidad.
Si no me deja ir pronto, voy a hacer un ruido. Un ruido que hará que todos vengan.
En un breve momento voy a gritar y no podré parar.
Ahora estoy jadeando, y tendría que comprobarlo para estar segura, pero estoy
bastante segura de que mi labio superior está empezando a sudar, y no de una
forma buena de "acabo de tener un sexo estupendo" sino de una forma de "modo
de pánico total". ¿Palmas sudorosas? Comprobado. ¿Respuesta de lucha o huida?
Comprobado. ¿Corazón acelerado? Comprobado.
-Tengo que irme, - murmuro. Se me entumecen los labios. Ahora estoy luchando,
empujando y tirando de su puto y pesado brazo. Tengo que salir de aquí. Veo por
su expresión que está comprendiendo que no todo está bien en Petralandia.
Me agito. Definitivamente lloro, lágrimas calientes se derraman de mis ojos.
Dentro de un momento voy a dar el grito que me preocupaba o voy a salir volando
hacia la disociación total. Ninguna de las dos son mis primeras opciones.
Finalmente levanta el brazo como si se hubiera quemado y yo me alejo de él con
el culo, y luego me pongo en pie. Corro hacia la puerta, con ganas de correr por
los pasillos hasta mi habitación y esconderme allí hasta que se me pase este
maldito ataque de pánico.
Pero no hay suerte. La puerta tiene la llave con la huella de la palma de la mano
de Shadow, ya que fue él quien la cerró. - ¡Abre! - Señalo la puerta y zapateo de
un lado a otro como un caballo nervioso, tratando de mantenerme en mi cuerpo
antes de disociarme por completo.
Se acerca corriendo. Sé que se da cuenta de lo serio que es esto, parece
preocupado. Es como la loca actuación de Petra frente al peludo azul del planeta
Numa, sólo que esta vez no es una actuación.
170

-Estás desnuda. ¿Puedes esperar a vestirte? - No es cínico, parece sinceramente


preocupado por mí.
Tengo que sopesar mis opciones. Huir ahora mismo completamente desnuda por
la nave, o esperar sesenta segundos para vestirme. Me decido porque él ya está
aquí con pantalones y camisa. A la mierda la ropa interior. Me meto en la ropa en
un tiempo récord, él presiona la puerta para abrirla y yo escapo a la carrera.
171

Capítulo 18
Shadow

Ya me había dado cuenta de que Petra está dañada. Ella lo ha admitido. La ironía
de esta situación me corroe las entrañas. Habría sido la compañera de cama
perfecta si la hubiera conocido hace un mes. Habríamos podido tener un sexo
intenso y palpitante cada vez que se nos antojara, habríamos satisfecho las
necesidades de ambos, y ambos podríamos alejarnos en cualquier momento.
Pero después de mis cambios, mi deseo de conectar con una mujer, de amar y
ser amado a cambio, caliente sexo no es suficiente: quiero una relación.
Obviamente, Petra es demasiado defectuosa para eso. Ni siquiera pudo hablar
conmigo después del sexo. No sé qué pasó, pero estoy seguro de que eso no es
normal ni siquiera para las hembras de la Tierra. Grace nunca actuó así, y estaba
mucho menos entusiasmada con las relaciones sexuales que Petra. No, Petra está
rota. Lo que acabo de presenciar es un defecto trágico.
Me pongo el taparrabos y ordeno la habitación. No quiero que nadie se entere
de lo que ha pasado aquí. No sé qué hacer con la ropa interior roja de Petra. Me
la meto en el taparrabos, sabiendo que Petra odiaría que sus cosas bonitas
estuvieran destrozadas allí con mi polla sudada. Sin embargo, no hay nada más
que pueda hacer con ella.
Sumido en mis pensamientos, vuelvo a mis aposentos. No puedo soportar ir al
comedor. Demasiada gente, demasiadas preguntas, o tal vez demasiados
hombros fríos. En cualquier caso, no tengo estómago para ello. Me saltaré la
cena.
De vuelta a mi habitación, no puedo evitar mi tristeza. Mis pensamientos están
en bucle en un catálogo de todas las cosas que me gustan de Petra. Disfruto
mucho más que el sexo con ella. Nos llevamos bien. Tenemos una visión similar
de la vida. Ambos hemos sido heridos. Ambos somos escépticos. Los dos
podemos ignorar toda la basura y centrarnos en el día de hoy y en el futuro.
Cuando no me aleja, compartimos una profunda conexión.
172

Me parece que, aunque sé que Petra ha sido herida en el pasado, no sé nada al


respecto. Tal vez entender a Petra me ayudaría a dejar esto atrás. Tengo que
admitir que en el fondo de mi mente está la idea de si Petra podría curarse si
compartiera su verdad con alguien, es decir, conmigo.
Ella no está en condiciones de hablar con nadie ahora. Ella era un desastre en el
ludus. No era sólo en su mente, era su sistema nervioso. Estaba claro que tenía
dolor físico y mental.
Me parece que cuando esto pase, ella tendrá hambre. Si hay una persona a bordo
que tiene menos ganas de entrar en el comedor que yo, es ella. Decido llevarle
algo de comida y dejarla en su puerta.
Saco su ropa interior del taparrabos y uso toda mi fuerza de voluntad para no
olerla. Sé que olerá a Petra y a sexo y eso hará que se me ponga dura y me duela
sin motivo. Intento alisar las arrugas y luego guardo la diminuta ropa interior en
un cajón.
No tardo más que un momento en coger algo de comida en el comedor. Nadie
me mira a los ojos ni me dice una palabra. Es sencillo, en realidad.
Llamo a la puerta de Petra, decidiendo esperar un momento; si no hay respuesta
la dejaré aquí en el suelo.
- ¿Quién es? - Suena asustada y temerosa, todavía sin aliento.
-Shadow. He traído comida. No tienes que verme ni hablarme, la dejaré aquí. - La
oigo moverse y no sé si debo irme o quedarme. Ella abre la puerta, evitando el
contacto visual. Tiene un aspecto terrible: la cara pálida, acalorada y manchada,
los ojos enrojecidos por el llanto, los músculos faciales tensos. - ¿Necesitas
compañía o quieres que me vaya? - No quiero que se sienta presionada.
Después de un largo momento, -Entra. - Se aparta y me deja entrar.
Dejo la bandeja en la pequeña silla junto al escritorio. Me quedo allí, torpemente,
esperando instrucciones.
173

-Perdón por...- Deja escapar su pensamiento. Ambos sabemos por qué se está
disculpando.
-No hace falta que te disculpes. Sólo estaba preocupado por ti y quería
asegurarme de que estabas alimentada e hidratada. -
- ¿Hidratada? - se ríe con desprecio. -Necesito mucho más que agua para estar
bien. -
-Mira, Petra, sé que no eres habladora. No quiero pedirte nada. Pero si crees que
hablar podría ayudar, estoy aquí. Ahora, después, nunca, cuando sea. -
Durante el largo silencio, se sienta en el borde de la cama, al igual que yo, lo más
lejos posible de ella.
-Tengo una pregunta, - dice, todavía evitando mis ojos.
-Pregunta. -
-No se equivocaron, sabes. Cuando antes te llamaban gilipollas, tenían razón.
Algo cambió, Shadow. Tú has cambiado. Ya no eres un imbécil. Me trajiste
comida. - Lo señala con un gesto. -Ayudaste a Tyree aunque te causó un gran
dolor. He estado sentado aquí preguntándome qué coño me pasa. ¿Por qué no
puedo cambiar? Tú lo hiciste. ¿Cómo? -
Pienso durante mucho tiempo. Al principio, no tengo respuesta a su pregunta.
Luego, poco a poco, logro entenderme a mí mismo. -Estuve enojado y aislado
toda mi vida. Viviendo como esclavo, perdí la esperanza de cambiar alguna vez.
Entonces derrocamos a nuestros dueños. Soy un hombre libre. Tengo opciones. -
Hago una pausa, no estoy seguro de querer admitir el resto, pero sigo adelante.
-Conocerte fue... un catalizador. Me di cuenta de que podía relacionarme...
conectar con alguien. Por primera vez, parecía que alguien me quería por lo que
era. Nunca he tenido eso antes. Es una sensación fantástica. Quiero más de eso.
Tomé un riesgo y luego otro. Dejarte entrar. Abriendo mis pensamientos a ti,
disculpándome con Grace, pidiendo ayuda al doctor. Todo esto me hizo sentir
mejor, no peor. Tengo un alma, Petra. Quiero conectar con ella.
174

-Ya no quiero estar enfadado y solo. Estoy dispuesto a correr riesgos. Quiero
tener más. Me merezco más. - Y entonces me arriesgo enormemente añadiendo:
-Tú también, Petra. Tú también. -
He dicho lo suficiente. Sólo espero. Permanecemos en silencio durante mucho
tiempo. Su mano se extiende y toca con cautela la mía, que está apoyada en la
cama. -Quiero creerlo, Shadow, - dice con una voz suave, casi infantil. -Quiero. -
Esta conversación es muy delicada. La trato como si fuera la porcelana más
delicada. No hay prisa. Podemos ir despacio. Puedo darle tiempo para evaluar sus
sentimientos, hacer preguntas, contarme sus pensamientos. Tenemos todo el
tiempo de la galaxia.
- ¿Ayudaría decirme, Petra? ¿Ayudaría hablar de lo que sea que... te afectó así? -
Otra larga pausa.
-La Tierra es el planeta más hermoso y también el más terrible de la galaxia.
Tenemos playas cálidas y arenosas y espesas arboledas, y maravillas que ver en
todas las partes del globo. Algunos humanos son cariñosos, amables y dadivosos,
pero otros sólo quieren la lucha y la guerra.
-Crecí donde había guerra: disparos, muertes y odio. La guerra fue por religión.
Yo ni siquiera tenía una religión. No tiene sentido matar a alguien por una
creencia que reside en su cabeza, pero eso es por lo que a los humanos les gusta
luchar más que nada.
-Así que crecí entre peleas, armas, bombas y cadáveres. Antes de cumplir los
cinco años, un hombre adulto me apuntó con una pistola a la sien durante largos
minutos que nunca olvidaré. Mis padres trataron de protegerme de eso y me
enviaron a vivir con un pariente en una zona más segura de mi país. Enviaron a
mi tía dinero todos los meses para que me cuidara. Pensaban que estaban
haciendo algo bueno.
-No sabían que durante años sólo me dejaba entrar en casa para dormir por la
noche y que sólo me daba de comer cuando le apetecía. Cuando mis padres
consiguieron por fin los papeles que nos permitían a los tres escapar a un país
175

más seguro al otro lado del mundo, vinieron a recogerme. Yo estaba asquerosa.
Tenía tantos nudos en el pelo que tuvieron que afeitarme. Estaba tan desnutrida
que nunca llegué a ser tan alta como mis padres.
-Pero no fueron las dificultades físicas ni las secuelas las que me influyen ahora.
Soy fuerte. Me hice peluquera probablemente por la vergüenza de no tener pelo.
Antes de ser secuestrada me iba bien por mí misma. Tenía mi propia silla en una
peluquería, pagaba mis facturas y tenía amigos con los que me divertía. No es el
hambre, ni la ropa sucia, ni el pelo anudado, ni la suciedad del cuerpo que casi
nunca se lavaba. Lo que me persigue ahora es el miedo con el que viví durante
todos esos años. Los largos días y las largas noches de aislamiento emocional, el
odio real que provenía de mi tía. El miedo a estar siempre sola.
-Aprendí a ignorar ese miedo. Aprendí a estar siempre sola. Tenía cinco años
cuando juré no dejaría entrar a nadie, para que no me volvieran a hacer daño.
-Así que aquí estoy. - Me mira por primera vez, sus ojos son grandes y luminosos.
-Esa es Petra. Mi mecanismo de afrontamiento de la soledad y la soledad era
condenarme a estar sola para siempre. Una estrategia brillante, ¿no? -
Se me rompe el corazón por ella. Es tan menuda como adulta que es difícil
imaginar a esta persona diminuta y frágil como una niña pequeña comiendo las
sobras que encontraba mientras evitaba las armas y las bombas y los cadáveres.
Eso me revuelve las tripas. No digo nada. Quiero darle espacio. Sin embargo, sigue
cogiéndome la mano, lo que parece una buena señal.
- ¿Quieres estar sola para siempre? - Pregunto, preparando mi mente para
aceptar cualquiera que sea su respuesta.
Piensa durante un largo rato y luego me mira con dureza, con una mirada
penetrante, deseando que sepa que esto puede ser lo más importante que haya
dicho nunca... y lo más difícil. -No. No, Shadow, no quiero estar sola para siempre.
Quiero dejar entrar a la gente. - Alarga la mano y me toca la mejilla tan
suavemente que apenas puedo sentirla. -Quiero dejarte entrar. -
Se me seca la boca de repente. Estoy seguro de que no se nota, pero es como si
temblara por dentro. Esto parece trascendental.
176

Estoy convencido de que ella también lo siente así. No quiero alterar este
delicado momento. Simplemente la espero.
-Enséñame, Shadow. Has aprendido a hacerlo, así que puedes enseñarme a
hacerlo. ¿Cómo te dejo entrar? -
-Te he dicho todo lo que puedo. Tú tienes que hacer el resto. -
Sus labios se afinan en una línea mientras sacude la cabeza. -Tengo que resolver
esto por mí misma. -

Petra

He dormido casi todo el día, luego he hecho ejercicio en el ludus hasta que me
han temblado las piernas. Ahora estoy en el comedor para cenar. Shadow no está
aquí. El Dr. Drayke, Grace y Tyree deben estar en la enfermería, así que estoy sola
en mi mesa habitual.
Maddie y Stryker se acercan a sentarse conmigo, lo cual es muy amable de su
parte. Nuestra conversación se ha detenido y tengo un momento de tranquilidad.
Miro alrededor de la habitación y veo tantos aliens, uno tiene manchas, otro es
dorado, otro es un león con una cola por el amor de Dios.
Pero sé quién es el mayor alienígena en esta sala: yo. Siempre he sentido que no
pertenezco. Sabía que no pertenecía cuando vivía con mi tía. Tendría que ser una
discapacitada mental para no saberlo, me lo decía todos los días.
No pertenecía cuando me mudé a Estados Unidos sin saber una palabra de inglés;
no tenía pelo y fui a la escuela sin amigos. Los otros niños me decían a gritos que
no pertenecía.
Me he pasado toda la vida sintiéndome como un extraterrestre.
Es cierto que, en algún momento después del instituto, hice algunos amigos y
rehice mi vida. Empecé a aceptarme como soy. Pero me doy cuenta de que en
muchos aspectos sigo siendo la Petra alienígena de cinco años.
177

Miro a la gente de esta sala, todos están en pareja. Parecen felices. Mira a Anya
y Zar. Podrían haber sido votados como la pareja más improbable de la galaxia, y
sin embargo están sonriendo, riéndose de las bromas del otro. Por lo que me han
dicho, él nació esclavo. ¡Mira lo jodidamente feliz que parece ahora!
¿No merezco ser feliz? ¿Cuándo lo tendré? ¿Tengo que ser un alienígena toda
mi vida?
Quiero encajar. Ya está, lo he dicho. Quiero ser feliz como todo el mundo. Ya no
quiero estar en un exilio autoimpuesto. Sólo quiero ser yo, Petra. Estoy aquí en
esta nave donde todos parecen encajar. Leones y manchas, e incluso pequeños
elfos que se convierten en grandes hombres. Yo también puedo encajar.
Estoy cansada de estar en el exterior mirando hacia adentro. Quiero amor y, por
Dios, voy a tomarlo.
Vuelvo al presente y sintonizo con la conversación de Maddie y Stryker. Pero ya
no quiero estar aquí. No tengo hambre. No quiero comida. Quiero a Shadow.
En este momento me doy cuenta de que no sólo quiero a Shadow, sino que
también voy a hacer lo que sea necesario para conseguirlo.

Shadow

Siempre me alegro de tener el ludus para mí; todos los machos están en la cena.
No es seguro levantar tanto peso sin un observador, pero me alivia tener algo a
lo que prestar atención que no sean mis emociones. Desde que llegó Petra, no he
podido apagarlas como antes.
Cuando oigo abrirse la puerta, giro la cabeza irritado para ver quién invade mi
espacio. La pequeña Petra tiene un plato lleno de comida.
-Pensé que tendrías hambre. - Levanta el plato y se acerca a mí.
-Muerto de hambre, - admito y coloco la barra de pesas en su soporte con un
fuerte estruendo.
178

Me siento en el banco de ejercicios y le doy una palmadita en el lugar que está a


mi lado, invitándola a sentarse. Intento leer su expresión, pero supongo que
siempre será un enigma para mí.
-Gracias por la comida, - digo alrededor de un gran bocado.
Hay un momento de silencio incómodo, y luego: - ¿Me dejarás probar, Shadow?
¿Te quedas conmigo mientras intento... dejarte entrar? - Su rostro es serio, sus
ojos se clavan en los míos.
El corazón se me aprieta en el pecho. ¿Debo bajar la guardia? ¿Le doy otra
oportunidad para que me rompa el corazón? Miro su hermoso y serio rostro,
sabiendo que me estoy abriendo a la posibilidad de sufrir aún más.
-Sí, estaré allí para ti Petra. ¿Cómo lo vas a hacer? ¿Qué vas a hacer para
permitírmelo? -
-Trataré de no correr. Respiraré a través del pánico. Aprenderé a confiar... y a
abrirme. - Me lanza una mirada seria. -No me escaparé si prometes tolerar mis...
malos momentos. -
Eso es lo que quiero. Lo sé desde hace días. Petra tiene defectos, al igual que yo.
Pero juntos, si nos esforzamos, creo que podemos hacer un gran equipo. Ahora
tengo que decidir, ¿me abro a ella completamente? ¿Dejo mi jaula de aislamiento
autoimpuesta y la invito a entrar? Me muerdo el interior del labio mientras tomo
la decisión interna. Una vez que lo diga, no habrá vuelta atrás. Me siento como si
estuviera a punto de saltar por un acantilado, pero lo hago de todos modos. -Te
quiero, Petra. Te daré espacio para crecer. -
Se une a mí en el estrecho banco de pesas y me agarra el cuello con la mano,
acercándome. Este abrazo es diferente a cualquier otro que hayamos compartido
antes. Siento los latidos de su corazón, su pecho pegado al mío. El último dique
de contención en mi interior se rompe mientras se arremolinan en mi interior
emociones desconocidas. Mis ojos brillan con lágrimas no derramadas al
sentirme totalmente conectado a otro ser por primera vez en mi vida. La levanto
y la llevo en brazos a su habitación. Si vuelve a derrumbarse, como antes en el
ludus, puedo irme.
179

Acabo de comprometerme con ella, pero sé que puede cambiar de opinión en


cualquier momento. Estoy emocionalmente vulnerable por primera vez en mi
vida y estoy tan aterrado que me sudan las palmas de las manos. Pero no voy a
volver. No voy a renunciar a lo nuestro por mucho que Petra lo ponga difícil.

Petra

Me despierto con el pesado brazo de Shadow sobre mi cintura. Mi espalda en su


frente. Sigo en camiseta y leggings sin ropa interior, con lo que llevaba puesto
cuando salí corriendo del ludus ayer. Aquellos horribles sucesos regresan a mí a
toda velocidad, bombardeando en su intensidad. Dejé entrar a alguien. Dejé
entrar a Shadow. Rompí una promesa que hice en la infancia. Iba a protegerme
manteniéndome alejada de los demás, y ahora lo he estropeado en un momento
de debilidad y le he dejado entrar.
Me tumbo aquí, manteniendo la misma respiración que cuando dormía. Necesito
un momento a solas antes de que sepa que estoy despierta. Me escudriño de la
cabeza a los pies, evaluando, midiendo. Intento discernir qué siento. Cómo estoy.
Mi programa por defecto es el aislamiento con una pizca de ira y una pizca de
indiferencia. Pero eso no es lo que estoy sintiendo ahora. Me siento... tranquila.
Presto atención a su brazo alrededor de mi cintura. En el pasado, esto ha
desencadenado mi respuesta de "aléjate de mí". No, no hay alarmas. Sintonizo
con su respiración, normalmente esto me irritaría después del sexo, y querría salir
corriendo. No, no hay ganas de huir.
Vale, esto es raro. Me inclino hacia la sensación inédita, yendo más allá,
preguntándome qué es lo que quiero. La nueva y loca Petra que parece estar al
mando de mi mente me dice que lo que quiero es tumbarme aquí y disfrutar del
cuerpo grande y cálido que se aprieta contra mi trasero. Esta nueva Petra quiere
que me quede en la cama y me deleite, algo que nunca hago.
180

En el pasado, no podía quedarme a solas con mis pensamientos durante más de


unos minutos. Esta nueva Petra quiere que me dé la vuelta y despierte a Shadow
con un beso y ver qué surge. Creo que voy a tomarle la palabra.
Me giro suavemente y rodeo su cuello con mis brazos. Alcanzo a besar sus labios,
una y otra vez hasta que se despierta. Las comisuras de su boca se convierten en
una dulce sonrisa y entonces me devuelve el beso.
Siento que cada músculo, célula y fibra de mi cuerpo se activa. Normalmente,
durante el sexo, me concentro en los pezones, el clítoris y el coño. Ahora soy
consciente del pulso en mi garganta, del movimiento de sus manos al barrer mi
espalda, de la cálida y penetrante mirada de sus ojos verde-grisáceos. Esa mirada
es cariñosa y apasionada, y se entrega y acepta. Quiero ahogarme en ella.
Nunca me he relajado en el sexo, nunca he disfrutado del lento ardor del deseo.
Siempre he querido acelerar hasta el final. Hoy saboreo cada suave roce de sus
dedos, cada mirada caliente de deseo, cada palabra cariñosa.
Nunca había mantenido los ojos abiertos durante el sexo, me parecía demasiado
íntimo. Esta mañana nos miramos durante toda la experiencia. Esto es mucho
más de lo que podría haber imaginado. Se siente increíblemente cercano.
Después de llegar al orgasmo juntos, ahogados en la mirada del otro, nos
abrazamos y dormitamos durante todo el día.
Creo que es la primera vez en mi vida que una parte de mi cerebro no está en
alerta máxima esperando que ocurra algo terrible. Nunca había sido consciente
de ello porque siempre estaba conmigo. Hay un viejo refrán que dice: "Los peces
no saben que nadan en el agua". No sabía que mi mente y mi cuerpo estaban en
alerta máxima las veinticuatro horas del día hasta que el interruptor se apagó.
Aunque sólo sea un breve respiro, me ha dado un alivio increíble.
Una vez le dije a un amigo: "Sólo se muere una vez, se vive cada día". Cuando lo
decía antes, eran sólo palabras que salían de mi boca. Hoy quiero convertirlas en
mi lema de vida.
181

La voz de Zar interrumpe por el comunicador. -Hombres y mujeres, me gustaría


invitar a todos a una fiesta esta noche en el comedor. La señorita Grace nos ha
ofrecido generosamente el placer de un concierto para celebrar la
transformación de Tyree. La Srta. Maddie ha, déjenme revisar mis notas para
asegurarme de que lo entiendo bien... horneado un pastel para todos. No estoy
seguro de lo que significa, pero Anya me dice que es delicioso. Los veo a todos a
las 19:00. -
- ¿Has oído eso, Pet? El comedor se ha convertido en un comedor. Toda una
ocasión, ciertamente. - Se abalanza y roza mis labios con los suyos. He visto
escenas como esta en las películas. El intercambio casual de toques no sexuales
que indican una conexión emocional. Yo nunca lo he experimentado. Tampoco vi
a mis padres hacerlo. La guerra les pasó factura, al igual que a mí.
Me arriesgo, salgo de mi zona de confort y le meto la mano por detrás del cuello
para que baje y le dé un beso más largo. No encuentro resistencia, ni él se toma
esto como una excusa para presionarme contra el colchón para tener sexo. Se
limita a devolverme el beso, con su mano acariciando mi espalda, dulce y
tranquilizadora.
Me dedica una sonrisa. Ya he visto destellos de sonrisas parciales en ese rostro
tan apuesto. Pero esta es una sonrisa fácil, casi casual. Nunca antes había visto
una. Me deja sin aliento. Por supuesto, nunca se lo diría. Y entonces le pido ayuda
a la nueva Petra, que está ansiosa por ayudar. -Esa sonrisa me deja sin aliento,
grandullón. -Las palabras se escapan de mi boca con entusiasmo. Él me
recompensa con una sonrisa aún más grande. Puede que le coja el tranquillo a
esto.
Antes de irnos, le pregunto: - ¿Cómo crees que sucedió esto, Shadow? ¿Cómo se
explica que haya cambiado de la antigua Petra a la nueva versión, mejor y menos
loca? ¿Por qué no te estoy empujando ahora mismo? ¿Cómo puedes explicar que
no me saliera de la piel cuando antes tenías mi cintura inmovilizada bajo tu brazo?
¿Cómo puedes explicar que... hayamos hecho el amor hace un momento y no
sólo hayamos follado? -
182

-No lo sé, Pet. Todo lo que hice fue amarte. La magia la hiciste tú. Tú hiciste que
esto sucediera. Me dejaste entrar. Eso es todo lo que hizo falta. -
Me quedo perfectamente quieta, prácticamente paralizada. Toda mi energía se
dirige a mi cerebro. Estoy analizando esta información. ¿Podría ser cierto? ¿Es
todo lo que se necesita? ¿Que simplemente se lo permita? ¿Qué le permitiera
pasar mis defensas? Vaya, yo también lo hice. Ecos de la línea de mi película
favorita de todos los tiempos. Glynda la Bruja Buena le dice a Dorothy, "La
respuesta estaba dentro de ti todo el tiempo". ¿Lo estaba? Es bueno saberlo.
Corro hacia Shadow y salto sobre él, con las piernas a horcajadas sobre su cintura.
Le doy pequeños besos por toda su cara de felicidad y estupefacción.
Me pone los pies en el suelo, me da unos golpecitos en el trasero y me insta a ir
con él: -No queremos llegar tarde al comedor. -

Somos los últimos en llegar. Tomamos los únicos asientos vacíos, que están en la
mesa con Grace, Tyree y el Dr. Drayke.
Zar se levanta y da la bienvenida a todos. No lo conocía antes de la insurrección,
pero imagino que él mismo ha pasado por una gran transformación. Me han dicho
que fue un esclavo toda su vida. Pasar de ser un esclavo a ser elegido capitán del
barco debe haber sido un cambio monumental para él. Por la forma en que lo
maneja, parece que nació para liderar.
- ¡Bienvenidos todos! La mayoría de nosotros, los machos al menos, hemos tenido
poco que celebrar durante mucho, mucho tiempo. Es reconfortante que en el
lapso de unas pocas semanas nuestras vidas sean mucho más plenas, mucho más
felices y tengamos tantas ocasiones para celebrar. Aunque sé que todos estamos
deseando que llegue la torta que vamos a comer esta noche, para lo que
realmente estamos aquí es para conmemorar la transformación de Tyree. Dentro
183

de un momento se beberá y se brindará, pero la señorita Grace ha pedido la


palabra. - Le hace un gesto y ella se levanta tímidamente.
-Estas han sido semanas difíciles para mí, pero ya estoy mejor. - Mira a Shadow.
-No me había dado cuenta de hasta qué punto mi música era mi cordura hasta
que me privaron de mis instrumentos. Gracias, Petra, por pagar la string things.
En cuanto tuve esto en mis manos me puse a componer. La música simplemente
fluyó. Esto no es sólo para Tyree, creo que es apropiado para muchos de nosotros
a bordo. La llamo "Transformación". -
Grace lleva el recatado vestido que compró en Numa. Se pone de pie para su
actuación y empieza a tocar una de las músicas más bonitas y etéreas que he
escuchado nunca. La otra noche, en la fiesta, tocó un puñado de éxitos de los
años noventa y posteriores. Nada del otro mundo, y la mayoría de nosotros
estábamos tan excitados que no escuchamos ni una sola nota.
Esta noche, cada persona de la sala está embelesada. ¿Cómo podríamos
resistirnos al hechizo de esta música encantadora y exquisita? Comienza
lentamente, sin prisa, y luego va creciendo hasta alcanzar un crescendo que vibra
en mi alma. Se me llenan los ojos de lágrimas, esta música me llena el corazón.
Esta es nuestra canción. Cada uno de nosotros merece esta melodía de cambio,
de redención, de felicidad y, sí, de dulce liberación.
Cuando termina, tarda un momento en llegar el aplauso. Creo que este es el
mejor cumplido de todos. Estábamos todos tan inmersos en la música que
tardamos un momento en volver al presente. Más que aplausos, la mayoría le
gritamos elogios. Savannah da un silbido estridente con dos dedos que nos hace
reír a todos.
Zar se levanta y hace un gesto hacia Grace. -Eso ha sido... creo que lo más bonito
que he oído nunca. - Me doy cuenta de que se ha atragantado, traga saliva
repetidamente. Se recompone y continúa: -Esta celebración también es para
Tyree. Me ha pedido que les explique brevemente su transformación a todos
ustedes, para que él no tenga que hacerlo.
184

-La gente de su planeta nace sin género. No entiendo la... mecánica de ello, pero
algunos de su clase se quedan así para siempre. Algunos se transforman en algún
momento de su vida adulta. Tyree no sabe mucho al respecto porque fue
secuestrado de niño. Pero aquí está ahora, fuerte y grande. Todavía se está
acostumbrando a su cuerpo, así que me pidió que le advirtiera de su falta de
coordinación.
-Casi lo perdemos durante este proceso, pero todos estamos muy contentos de
que haya sobrevivido y esté aquí para celebrarlo con nosotros. ¿Maddie? He oído
que has encontrado algunos licores en la zona de carga. Tengo entendido que
vamos a hacer un brindis. -
Maddie y Zoey entran con bandejas de vasos. -Lo he probado y voy a llamar a esto
Champagne, - dice Maddie. -Puede que quieran ir con cuidado con la primera
copa. No tengo ni idea de qué tipo de patada tiene. -
Una vez que todos tenemos una copa en la mano, Zar continúa: -Tyree, ¿quieres
decir unas palabras? -
Tyree se levanta. Joder, no le había visto desde que estaba tumbado en la
enfermería. ¿Quizás haya crecido unos centímetros desde entonces? Es alto, muy
musculoso, y su cara se ha vuelto angulosa y masculina. Es... precioso. Me sonrojo
un poco al recordar que le pregunté dónde estaba su madre cuando nos
sentamos en esta misma mesa hace sólo unos días. ¡Hablando de
transformaciones! Esto tiene que estar pasándole factura.
-Gracias a todos por venir, - Tyree levanta una copa hacia la sala. -No tengo mucho
que decir, en realidad. Ciertamente no tengo nada que ver con esto. - Hace un
gesto hacia abajo, hacia su cuerpo. Se oye una carcajada.
-En serio, la naturaleza y la genética hicieron esto. Yo sólo fui el receptor. Hay
algunas personas a las que me gustaría dar las gracias. Como la mayoría de
ustedes probablemente saben, este proceso no fue suave. Me han dicho que
estuve a punto de morir. Estuve inconsciente la mayor parte del tiempo. Cuando
salí a la superficie tenía un dolor insoportable.
185

-Me gustaría dar las gracias a Petra por haber arriesgado su vida y su integridad
física yendo a Ortheon, trepando a un árbol altísimo y recogiendo flores que el
médico pensó que podrían salvarme la vida. -
Cuando ni siquiera menciona el papel de Shadow en el peligroso viaje a la
superficie del planeta, mi cuerpo se tensa mientras mi ira aumenta. ¿Cómo ha
podido? Realmente, ¿cómo pudo Tyree no reconocer siquiera la parte de Shadow
de alguna manera?
-Me gustaría agradecer al Dr. Drayke sun Omrun todo lo que hizo para
mantenerme lo más cómodo posible, así como sus esfuerzos por encontrar una
cura para esto.
-Pero hay un hombre a bordo que hizo más por mí de lo que nadie ha hecho desde
mi secuestro. Ese es Shadow. -
La sala se queda en silencio. Estoy seguro de que nadie lo vio venir. Yo, desde
luego, no.
-Shadow es en realidad quien me salvó la vida. Utilizó el vínculo psíquico que
establecimos para derrocar esta nave y tomó mi dolor. Lo hizo por su cuenta y
riesgo y le causó una gran agonía. Por ello, le estoy agradecido y estaré
eternamente en deuda contigo. -
Con eso, levanta su copa a Shadow. -No estaría aquí sin Shadow. Propongo un
brindis. -
Al principio, el grupo parece paralizado, pero todos se animan y levantan sus
copas. -Por Shadow, - dicen todos en distintos momentos, y de nuevo, al unísono,
-Por Shadow. -
Zar se levanta de su asiento, se golpea seria y ceremoniosamente el pecho y
asiente por lo bajo a Shadow; el máximo respeto que un gladiador puede dar a
otro ser. Luego, a su vez, todos y cada uno de los gladiadores a bordo hacen el
mismo gesto. Esto no es una tontería. Puedo leer en sus rostros que esto es real.
Le están mirando a los ojos, sinceramente, honrando a mi macho. Qué momento
tan increíble.
186

Intento no llorar, y Shadow también, puedo ver su manzana de Adán moviéndose.


Maddie rompe intencionadamente el ambiente anunciando: -La sopa está
servida. -

Shadow

No lo había previsto. Hay un torbellino de actividad a mi alrededor, pero apenas


soy consciente de nada excepto de mis propios pensamientos. Miro a Petra, que
me mira muy contenta.
-Estoy muy orgullosa de ti, Shadow. - Se acerca para besarme dulcemente,
suavemente en los labios. Si alguien en la sala se había preguntado "son/no son"
sobre nosotros, ella no ha dejado lugar a dudas. Como si quisiera que nadie se
perdiera la primera vez, me besa de nuevo, esta vez con un poco más de tiempo.
Sonrío y le toco suavemente la mejilla.
Nunca tuve amigos. De niño estaba aislado; mis padres estaban demasiado
ocupados para organizar momentos de juego con niños de mi edad. Cuando
llegué a la escuela, ya estaba socialmente atrasado y nunca me puse al día.
Además, mis padres no paraban de decirme lo "mejor" que era yo que cualquiera
de mis compañeros, lo que me mantenía aislado y solo.
Cuando llegué al ludus estaba tan enfadado, tan avergonzado por mi caída y mi
desfiguración, que no quería ninguna compañía.
Lo que acaba de ocurrir aquí esta noche, conseguir la aceptación e incluso el
honor de mis compañeros, esto se siente increíble. Hago una pausa, dejando que
lo asimile intencionadamente. Mi pecho se expande con orgullo.
Tyree y yo intercambiamos una mirada. Él sabe exactamente lo que hizo. Ha
allanado el camino para que todos los hombres dejen de lado cualquier rencor y
me acepten tal y como soy. Por eso, le estaré siempre agradecido. Le hago un
gesto con la cabeza. Él sonríe.
187

Miro a mi alrededor y me doy cuenta de que casi todos han terminado de comer.
No he tocado nada de mi plato, ni tampoco Petra.
Grace se pone de pie, guarda su instrumento en su estuche y accidentalmente
vuelca su vaso en el proceso. Lo limpia y, mientras todos siguen mirando hacia
aquí, se acerca a mí y me levanta de mi asiento.
-Creo que esta noche es la noche para hacer esto, Shadow, - dice en voz tan baja
que nadie puede oírla. Se acerca y me abraza. Eso es todo, un simple abrazo. No
es tan simple en absoluto. Sé que me perdonó, de todo corazón, hace días. Pero
ninguna de las mujeres a bordo lo sabía. Qué mujer tan excepcional. Ella quiere
que todas las mujeres vean esto, que sepan que me ha perdonado. Está decidida
a asegurarse de que no sólo me acepten todos los hombres a bordo, sino también
todas las mujeres.
Me acerco a su oído: -Qué regalo, Grace. Eres una mujer extraordinaria. Me
siento honrado. -
Esta actuación no pasó desapercibida. Todas las mujeres de la sala están mirando.
Empiezo a pensar que la canción de Transformación que interpretó era más para
mí que para Tyree.
Creo que sería fácil decir que esta es la mejor noche de mi vida.
Epílogo 188

Petra

Han pasado varios meses desde que Shadow y yo nos mudamos juntos. No he
dormido en mi propia habitación desde la noche de la fiesta de Tyree. ¿Y esa
sensación? ¿La que no me había dado cuenta de que había tenido cada minuto
de cada día de toda mi vida? ¿El miedo, dolor e incertidumbre? Sí, ese
sentimiento se ha ido desde el momento en que desapareció por primera vez.
Lo que me llena ahora es la calma, y sí, lo diré, paz. Yo, Petra, llena de paz.
¡Imagínate! Shadow y yo nos fortalecemos como pareja cada día. Estamos el uno
para el otro. Reconozco que he tenido algunos momentos de crisis en los que
vuelve la antigua Petra. Lo peor es cuando estamos acurrucados en la cama y a la
nueva Petra le encanta tener el pesado brazo de Shadow echado posesivamente
sobre mí mientras duerme, pero a la vieja Petra le sube un zumbido de puro
pánico por la columna vertebral. Pero ahora las dos Petras tienen una charla y se
calman y respiran, y se me pasa casi antes de que empiece. ¡Bien por mí!
Ha sido una gran alegría ver crecer a Shadow. Ahora sonríe fácilmente, a mí y a
los demás. Es como si se hubiera transformado de muerto a vivo. Me dice que ha
estado ausente de su propia vida durante mucho tiempo y que tiene que ponerse
al día. Ha molestado a Grace para que le enseñe unos cuantos toques de su
instrumento. Acecha a Maddie en la cocina y prácticamente la obliga a enseñarle
a hacer un pastel. Pasa el rato en el puente y está especialmente interesado en la
navegación. Dice que nunca quiso ser un gladiador y que no quiere volver a
luchar. A mí me parece bien. Cuando pienso en él en esa arena de Numa, con ese
colosal neandertal machacándole, me alegraría no volver a preocuparme de que
se haga daño. Y el dormitorio. Esto mejora cada vez más, lo cual es mucho decir
ya que, para empezar, empezó siendo de clase galáctica. Ahora tenemos un menú
que va desde lo suave y dulce hasta lo fuerte y sexy, pasando por lo sucio y sin
límites. Y cuando nos apetece realmente algo diferente, vamos al ludus a altas
horas de la noche y jugamos con la cuerda. Pero esa es una historia para otro día.
THE END
189

Glosario

Enfermedad de Amlong - Enfermedad del espacio, causa locura.

Annum- Año

Drack- Perfecto improperio para todo uso. Es un sustantivo, un verbo y un


adjetivo.

Fierto- Pie.

Golden Pussy- Coño Dorado, cadena de clubes de striptease interplanetarios.

Hoara- Hora.

Ince- Pulgada.

Leenz-Palabra orgánica para el pene.

Ludus-gimnasio o zona de entrenamiento para gladiadores.

Mille- Milla.

Minima- Minuto.

Modicum- Segundo.

Murmillo Gladiador- Lucha con espada y escudo de tres pies.

Ciclo lunar- Mes.

Numa-Planeta donde se encontró a Petra.

Plas-film-una gruesa protección médica tipo Saran-wrap, a menudo con


antibióticos

Gladiador Retiarius- Lucha con tridente y red.

Tridente- Lanza de tres puntas.

También podría gustarte