Está en la página 1de 6

AÑO II BUENOS AIRES, ÜCTUBRE" 1916 N?

8
.J
'?\~11. -
. .
l.- .
-=--
, -

·.
l
J

SUMARIO
Arq. PABLO HARV. Curso de Teoría de la Arqui-
tectura profesado en la Escuela de Arquitectura de
la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales
de Buenos Aires. Año 1916. Capítulo VI : El gran
hotel privado.

CÁNDIDO VILLALOBOS. La inmotivada tendencia


colonial.

Arq. CA!lLOS MORRA. Edificios escolares de . pri -


mera enseñanza. Consideraciones sobre sus condi-
ciones higiénicas.
\.

Arq. LUIS A. BROGGI. Epidermis Arquitéctonica


Bonaerense.

Arq. RENÉ VlLLEMINOT. Al gunas críticas sobre el


Pasaje Oiiemes.

Arq. JUAN l(RONfUSS. Casas co!oniales y romanas.


Estudio comparativo. ·

Arqs. SAUZE y HUGUIER. El Pabellón• Argentino


en la Exposición Internacional de San Francisco.

LA REDACCIÓN._ Crónica de la Escuela de Arqui-


tectura. El Salon Anual. Renunciasy nombramien•
tos. Demostración a Fernando Albertolli. El dia
de los estudiantes. La REVISTA DE ARQU.ITECTURA.
Algunas críticas sobre el Pasaje Oüemes
CONSIDERACIONES GENERALES. - Antes de dar trucción, traerá probablemente una revolución
principio , a las críticas que suscita la arq uitec- en la arquitectura del porvenir.
tura del Pasaje G üemes, deseamos recordar Nos permitirá desarrollar el vuelo de bóvedas
aquellos principios que todos conocemos, pero y arcos y conseguiremos construcciones de una,
que, desgraciadamente, la necesidad de renova- _ligereza desconocida hasta el presente; las fi-
ción hace tan frecuentemente olvidar. nezas de su estructura aparecerán en su deco-
Sabemos que la composición c:!ecorativa ar- ración para regocijar la vista por la expresión
quitectónica tiene por obj~o «la expresión ar- artística de la verdad. Por último, las siluetas
tística de las formas dictadas por la utilidad y finas y caprichosas desempeñarán muy proba- ·
constructibilidad». No permite, pues, fácilmente blemente un papel importante en esta nueva,
la creación rápida de un arle nuevo, por cuanto construcción.
la utilidad de los objetos no cambia y el nú- Pues bien, en el Pasaje Güemes ·el hormigón
mero de los . materiales de construcción no au- arrriado ha te:oido empleo simplemente en sus-
menta sino muy paulatinamente. Además, no titución del esqueleto metálico, sin dar a su
es siempre posible emplear artísticamente estos composición el carácter de flexibilidad y de
nuevos materiales, por ser indispensable tratarlos ligereza que debiera presentar.
en armonía con sus antecesores empkados en La ligereza que reclama la construcción de
. la misma construcción. hormigón armado-vale decir estructura a base
En todo caso, la nueva combinación decora,- de alambre-está por el contrario representada
tiva no debe, ni por un instante, apartarse de en el Pasaje por una pesadez exagerada, y di-
los mejores principios, que son el resultado de jérase que la primera preocupación del autor
siglos de estudio de nuestros maestros antiguos. de esta obra fué la de hacer desempeñar al
Tenemos la mejor prueba de esta necesidad hormigón el papel de los atletas que alzan pfl-
en el Pasaje Güemes, donde es fácil comprobar sas, de los cuales el más considerado es el que

\
que el teatro del subsuelo, en el cual el a_u tor alza los más pesados manubrios, aun _al precio
ha respetado bastante bjen estas leyes (con ex- de una mueca o de una actitud antiestética.
cepción del cielo raso, del que hablaremos más Tal es la impresión que nos produce el cielo
adelante), ofrece mucho más interés que el resto raso del teatro a que nos hemos referido hace
del edificio, en que se han tenido en cuenta los un momento; causa asombro la pesadez de sus
principios enunciados más arriba. En efecto, la vigas de sostén. Es esto el resultado de haberse
composición de esta sala es bastante feliz y en empeñado en hacer cumplir al hormigón armado
la decoración de los palcos y balcones ha rnbido el audaz cometido de cargar sobre las espaldas
el autor mostrar una personalidad que hubiera de una sala de espectáculo éatorce pisos de
sido agradable encontrar en las otras partes del construcción. Se ha realizado la proeza; pero
edificio. De lamentarse es que no haya estudiado al precio de qué mueca!
con la misma lógica toda la composición. Evi- El mismo efecto se nota en la sala del res-
tando así muchas faltas y guardando más ho- taurant del subsuelo.
mogeneidad, hubiera ahorrado a la obra todas También se juzgará, al examinar las vigas
esas f!:tntasías que el arte arquitectónico no que soportan el restaurt;tnt del piso 14. 0 , que la
puede admitir. solución hubiera podido resultar más elegante;
Veamos ahora cuáles son las principales fan- consolas o arcos calados hubieran proporciona-
tasías criticables de este edificio. A nuestro do una impresión más adecuada al hormigón
juicio, la primera reside en la mala expresión armado, en vez de esas enormes vigas que por
de la construcción de hormigón armado. su sección casi pudieran ser de madera.
HORMIGÓN ARMADO. - El . hormigón armado, COMPOSICIÓN DEL p A.SA.JE. - La bóveda del
como todos los nuevos procedimientos de cons- Pasaje debía haberse proyectado como la de

32_
REVISTA DE ARQUITECTURA .

Milán, de tal modo que abrigara esta nu·e va · rrio motivo no es sólamente obstaculizante én
calle sin por ello quitarle la luz y la ventila- la parte baja donde molesta a las columnas, sino
ción natural. Este problema no ha quedado re- que también la masa de su parte superior oculta
suelto, pues, en pleno día, es necesaria la luz el arranque del arco toral, que por esta causa
eléctrica en ciertos puntos y los demás están parece aplastado.
alumbrados· m1.J.y irregularmente; ello es debido HALL. -No es fácil explicar la forma del
al amontonamiep.to de construcciones por encima cruce de los halls que cortan el Pasaje en dos
del Pasaje. Digamos a este pr·opósito que los puntos. Esa forma seriá la que reclamaría el
grupos de construcciones superiores han sido cruce de dos pasajes del mismo ancho y altura
distribuidos de modo a dejar patios a intervalos que el Pasaje Güemes. Si el autor ha ideado
regulares; peró el restaurant del piso 14.0 ha su ·composición en previsión de que rriás tarde
venido, por su posición, a destruir esa combi- se cortara la manzana por dos otros pasajes
. nación. Más feliz hubiera resultado tal combina- perpendic4lares al actual, nada hay que decir;
ción sin la existencia del restaurant y también pero si están destinados a marcar el lugar de
si el autor del Pasaje no cometiera el error las entradas a pisos superiores e inferiores, hu-
enorme de componer un elemento lleno de bó- biera sido preferible encuadrar este motivo en
veda del mismo modo y en el mismo cuadro forma distinta que el Pasaje mismo, pues la
que un elemento vacío, lo que es contrario a importan cia que les ha dado es exagerada con
todas las leyes arquitectónicas. Este error co- r especto al Pasaje. La mejor prueba de esto se
rresponde al del arquitecto falto de ideas en · tiene al observar cuán laborioso ha sido el
composición, deteniendo su estudio de una fa- arreglo tendiente a rellenar el sobrante de su-
chada que no responde a las exigencias de perficie necesaria para la puerta. Además el
la planta y contentándose con tapar algunas ancho de estos motivos ha pue.sto al autor en
ventanas inútilef!, sin variar lo demás de su la necesidad de adoptar puertas a tijera, como
alzado. las de los ascensores, pues no habría lugar
Aquí es la bóveda la que ha resultado ven- para colocar otras. Francamente, esas puertas
cedora de la vidriera y esta pobre se ve en la a tijera no merecen un cuadro tan monu-
obligación · de encurvarse ante .las exigencias de mental.
la bóveda de medio punto; debe entrar en el Obsérvese también, en el mismo haÍl, el acor-
mismo cuadro que el igual trozo de bóveda damiento que existe entre la decoración del
vecino y amoldarse para hacer la misma figU- arco y de sus pies derechos con "la de la pared
ra, a fin de unificar la forma general de la donde se abre la puerta mencionada y donde
bóveda del Pasaje. Pero desgraciadamente esa está situada la gran vidriera superior; podrá
tarea está por encima de sus fuerzas; hubiera apreciarse allí la mejor prueba de que esta de-
sido más lógico dar a los vacíos formas distin- coración está desligada de la primera, lo que
tas de las de los llenos-es decir, dar a los patentiza bien el error de concepto en la com-
vidrios transparentes y ligeros un aspecto dis- posición general.
tinto de los trozos resistentes de la bóveda, Digamos de paso: algo respecto a esos des-
destinados a soportar diez pisos. graciados cortes ·de las columnas pareadas sobre
TRAMOS DEL PASAJE. - Los tramos del Pasa- los cuales se han superpuesto anillos de dife-
je están separados por pilares que no dan la rente material que se entorpecen unos a los otros;
impresión de soportar, ellos solos, la bóveda y bastaría ampliamente con el de metal y la so-
su sobrecarga y parece que fuera para exagerar lidez del segundo hubiera convenido mejor a
~se defecto que los pedestales de las pilastras las bases, cuya forma resulta harto blanda para
(de mármol rojo) recibieran con ' tan poca ele- servir de ·sostén. ·
gancia ese enchapado sobre su osatura. Las pi- Si examinamos ahora la bóveda de estos hall,
lastras mismas encuentran tan difícilmente lugar encontramos ·que la elección de la parte inferior
para alojarse sobre esos pilares, que el compo- de la pechina para horadar en ella una venta-
sitor hace de ellos una auto-crítica por el modo na, no es muy acertada, por cuanto los arcos dan
tan inesperado de reemplazar un capitel que la impresión de que producen empujes justa-
no · pudiera colocar por falta de espacio. mente en ese lugar.
Igual cosa sucede con ~ motivo de dos co- Cuán pesada parece también la corona que
lumnas pareadas de la ent ada y de los halls no tiene otra cosa que sostener que la vidriera
sobre los cuales se encuent a un elemento de de la cúpula; hay allí exageración y ello da
decoración tan embarazoso que ha sido menes- un mal aspecto de enlace entre los dos mate-
ter suprimir la mitad de c da capitel. Este mis- riales.

33
REV1STA DE ARQt1I'rEOTURA

FACHADAS. - Pasemos ahora a analizar las vuelo en relación con la corta distancia de
fachadas donde encontraremos: primero el arco vista. Pero si no es visible esa bella escultura
principal del Pasaje aparejado con dovelas de es perfectamente aparente la parte inferior del
granito cuya labra es tan grotesca que cual- motivo que está formada por una garganta des-
quiera supondría que son de manteca. No se nuda entre dos ménsulas. Nótese, de paso, que
comprende por qué esta forma suave viene jus- esas dos ménsulas, quizá por ser elemento de
tamente-en esta fachada en que no hay otra- sostén, descansan sobre el vacío, encima de las
a ocupar el lugar de la materia más resistente. ventanas laterales.
Hubiera reportado utilidad al autor el examen Esa manera de colocar la escultura para
atento de la solución del mismo problema ob- que no pueda verse y de construir ménsu-·
tenida en la esquina de Cangallo y San Martín ; las que no pueden soportar nada, es del todo
allí el arco expresa sentidamente la dureza del criticable.
material con que está construido. En cuanto al revoque del fondo de la pared,
De cada lado del arco del Pasaje en la planta hecho con pequefl.as ondulaciones horizontales, d.i
baja, existe una pequefl.a puerta de negocio exactamente la impresión de imitar la chapa on-
coronado por un arco cuya pesadez proviene dulada de las persian·as de enrollar colocadas en
del vuelo, impuesto por la necesidad de soportar las ventanas del mismo edificio. Tan es así, que
un asiento de estatua sentada. cuando dichas persianas están bajas, toda la .
Aun con esa exageración del vuelo del arco fachada produce el efecto de una construcción
el asiento resulta 9-emasiado chato para recibir de chapas onduladas pintadas de distintos co-
la estatua que nos revela la carátula del nú- lores. Tenemos, pues, en esa parte del edificio,
mero especial de la Revista Técnica, y no se otro ejemplo de defectuosa expresión de los
sabe si es debido a esa escasez de asiento o por materiales.
la _a ltura a que se colocará esa estatua, que el Por fin, el motivo central de la parte supe-
escultor la ha sentado, de puntillas. Tan sólo r_ior del frente que consideramos, nos da el peor
puede decirse que el resultado de esta -decora- ejemplo de- las proporciones a conservar entre
ción tanto bajo el punto de vista arquitectónico los distintos elementos de una composición, pues
como escultórico, parece bien dudoso. Creemos, allí encontramos del mismo tamafl.o y llenando
que hubiera sido preferible no empecinarse en el mismo oficio al lado unas de otras, colum-
colocar a la altura del 2. 0 piso alto una estatua nas y figuras de pie .._Las primeras debieran ser
~entada que por su posición no puede apreciarse más importantes que las segundas en la misma
en escorzo desde abajo. composición, como n◊-s lo demuestran tan ma-
De cada la,do de este arco en el 2. 0 piso alto gistralmente· las herniosas proporciones guarda-
notamos unos balcones de hierro y broncé que das en el «Erechteo», de Atenas, en la villa de
nos parece de una dudosa _fantasía, pues el ob- Albaní (Italia) y en el vestíbulo del teatro de
jeto de un balcón es sencillamente evitar la Burdeos (Francia). -
caída desde una saliente accesible, y esa Utili- _ - En el restaurant del 14° piso encontraremos
dad es igual en todos los puntos del balcón. No otra vez ese. ·error de escala · con los motivos
se explica por consiguiente -_ qué objeto se per-· ~e decoración escultórica que se encuentran en
sigue al hacer el balcón más alto en su centro el arranque de las nervaduras de la bóveda.
que sobre los costados. Menos mal si esa mala . Tiene:n- esos motivos una ·dimensión aproximada
interpretación de una forma utilitaria hubiera de 0m.30 X 0m.30 y .representan una figura de
dado por resultado algo bueno; pero es ·que esa hombre acurrucado; ·sin embargo, con esas di-
forma ilógica ha arrastrado al autor a presen- mensiones apenas debería caber un murciélago,
tar un muestrario de círculos de todas dimen- pues los capiteles que están exactamente por
siones que ligan bien pobrémente figurinas de debajo se hallan tratados mas o menos en esta
bronce, las cuales, a su vez, ·estarían mejor en última escala. Amén de las nervaduras de bó-
otra parte que en esas esquinas. vedas sin apoyo, · de las vidrieras ·colocadas en
Veamos ahora el coronamiento de las venta- las vigas cuando los cielos ras.os son llenos y
nas del 2. 0 piso alto en Florida. otras primicias de ese restaurant.
La fotografía que de dicho~ coronamientos nos Todo esto nos demuestra el dafí.o que se ha
ofrece la Revista Técnica nos produce una bella hecho el autor del Pasaje Güemes por querer
impresión de escultura decorativ~, las manchas adoptar un pretendido arte nuevo.
de sombra y las luces · están b en repartidas, Si previamente hubiera estudiado más de
pero desgraciadamente en obra esde ·1a calle cerca las obras de los maestros antiguos; si las
no es posible apreciarla por la e ageración del hubiera analizado y discutido; si hubiera com-

34
REVISTA DE ARQUITECTURA

prendido el pol'qué de la belleza de tal o tal . ·nas, ni· a la ondulación de ,aréos, ni a. la lami-
forma; si hubiera observado que tanto a su pro- . nación de pilares, etc. ¡Hubiera buscado en la
pia forma coni.o a la lógica y a su relación con expresión misma de la verdad formas más nue-
las partes vecinas debe su real belleza una vas que las columnas y las bóvedas de cañón,
composición decorativa arquitectónica, a buen que dan la sensación de la antigua construc-
seguro no habría recurrido aquel autor, para ción de piedra y no la de hormigón armado!
hacer algo nuevo, a la decapitación de coluro- PROF. RENÉ VILLEMINOT.

VI SALÓN ANUAL oe BeLLAS ARTes

VÉRTIGO
DIBUJO A PLUMA DE CESÁREO F. DÍAZ, ALUMNO DE LA ESCUELA DE ARQUITECTURA

35

También podría gustarte