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Universidad Popular

Autonoma De Veracruz
Unidad cuatro:

Desarrollo social y de la personalidad

Tema:

“Desarrollo emocional temprano y apego”

Materia: Psicología de la infancia y de la adolescencia

Psicóloga: Paola Berenice Huerta de la Cruz

Alumna: Meivelin Yanet Lopez Giron

Licenciatura en psicología

Cuarto Semestre

Introducción
El desarrollo afectivo tiene un comienzo en el nacimiento, Desde que el niño es expuesto a
su nuevo núcleo social y a los nuevos estímulos de su ambiente, Depende por completo de
uno o más cuidadores para satisfacer sus necesidades fisiológicas y afectivas para
garantizar un crecimiento sano y bienestar.
El crecimiento y el desarrollo del individuo están condicionados por factores biológicos,
sociales y ambientales; son factores esenciales para determinar la personalidad, sistema de
creencias, valores, limitantes etc., que el niño tendrá a lo largo de su vida.
Estas características pueden llegar a modificarse con el tipo de crianza o mantenerse y de
esta manera definir su identidad, ya que, las consecuencias de la exposición del niño al
mundo que lo rodea generan una interacción objetiva ante la sociedad.

Desarrollo emocional y apego

La fase postnatal es el inicio de un periodo transitorio, donde el niño inicia algo nuevo para
su vida y se caracteriza por dos periodos que marcan esta etapa el primero es el inicio de la
nueva vida individual del ser humano (nacimiento) ya que deja de ser un feto que depende
de los nutrientes que consume su madre para sobrevivir, iniciando su vida en un grupo
social; El segundo son las acciones y vivencias de esa vida individual, dichas características
sociales y cognitivas son mayormente primitivas (el niño es dependiente de un cuidador los
primeros años de su vida). siendo esta una forma peculiar de desarrollo que contribuye a la
formación de la personalidad.

Procesos cerebrales que predominan en esta etapa:


La migración neuronal es el proceso de organización del cerebro al mover las neuronas a
áreas específicas en función de las funciones que realizarán estas células. La migración
comienza prenatalmente, pero continúa durante al menos 8 a 10 meses después del
nacimiento del bebé.En esta fase, los instintos y afectos que ocurren en la vida postnatal y
que constituyen el psiquismo de este periodo se relacionan con los centros subcorticales.
El recién nacido presenta apenas procesos rudimentarios de la vida psíquica, pues no hay
conciencia e intelectualidad innatas; él tiene sólo procesos sensitivos y emocionales que
funcionan en conjunto.
Según Vigotski “La existencia de estados emocionales agradables o desagradables se
manifiesta ya en los primeros días de vida del niño, en la expresión de su rostro, la
entonación de sus gritos, etc.”
Toda su percepción inicial se relaciona con el afecto, pues, por medio de expresiones
emocionales como el llanto, el niño demuestra su necesidad de ser amamantado, cubierto,
etcétera. Cuando las necesidades del recién nacido son satisfechas, sus cuidadores lo
perciben tranquilo. Esto propicia que los adultos con quienes el niño convive atribuyen el
significado a sus acciones y expresiones como forma de lenguaje no verbal.
En esta etapa, el niño se expone a ciertos estímulos que ayudan a sus procesos de
maduración orgánica y cognitiva entre ellos los sentidos, lo cual ayuda a una percepción de
imágenes y sonidos más eficiente. Empieza a interactuar con la realidad y a responder de
forma activa a los estímulos.
La relación entre percepción y emoción, que ocurre alrededor del quinto mes de vida,
permite comprender el proceso dialéctico involucrado en este periodo. En esta fase, la
percepción ya adquiere un importante y complejo papel en la apropiación del objeto y en la
formación de la imagen psíquica; se constituye como factor fundamental en cuanto al modo
en que el individuo se apropia y se relaciona con el mundo.
El apego es parte de una de nuestras necesidades primarias no aprendidas, ya que, tenemos
una necesidad de formar vínculos percibidos como incondicionales y duraderos; Una
necesidad de disponer de relaciones sociales que satisfagan nuestro sentido de pertenencia a
uno o más grupos sociales. y la necesidad de contacto físico placentero (el contacto del
recién nacido con el seno materno le causa satisfacción, el contacto del recién nacido a los
abrazos de sus cuidadores le causa satisfacción).

Tipos de apego:

Apego seguro
En este tipo de apego se caracteriza por la confianza generada en el niño hacia su cuidador ,
al ser separado de éste el niño genera ansiedad, al regresar el cuidador le genera seguridad.
Los niños con apego seguro saben que sus cuidadores están disponibles para ellos y que
serán responsivos a sus necesidades.

Apego inseguro evitativo


Este tipo de apego se caracteriza por la falta o poca ansiedad generada durante la
separación, al volver el cuidador hay un posible desinterés como si el niño no confiara en
la disponibilidad de su respectivo cuidador. Esto puede evidenciar una personalidad
independiente, aunque también se puede deber a dificultades emocionales.

Apego inseguro ambivalente


En este tipo de apego se caracteriza por una clara ansiedad por la separación; Al
reencuentro el niño no se tranquiliza esto se debe a un intento de exagerar el afecto para
conseguir la atención deseada
Este tipo de conducta puede reflejar las pocas ocasiones en que el cuidador puede estar
física y emocionalmente disponible para el niño. Este acaba por ser propenso a la ansiedad
por separación y al temor a explorar su entorno.

Conclusión
El desarrollo emocional y el apego en la etapa postnatal son aspectos vitales para el
crecimiento saludable y el bienestar emocional del niño. Durante los primeros años de vida;
estos experimentan un rápido progreso en su capacidad para expresar y regular emociones,
al tiempo que forman lazos afectivos fundamentales con sus cuidadores principales.
El cuidado amoroso y sensible proporcionado durante la etapa postnatal contribuye a un
desarrollo emocional saludable y un apego seguro, creando una base sólida para el bienestar
emocional y social del niño a medida que crece y se desarrolla. Es un momento crucial para
establecer conexiones emocionales significativas que perdurarán a lo largo de toda la vida
del niño.

Bibliografías:

Desarrollo social y emocional:


da Silva, Renata; Calvo Tuleski, Silvana La actividad infantil y el desarrollo emocional en
la infancia Revista Intercontinental de Psicología y Educación, vol. 16, núm. 2, julio-
diciembre, 2014, pp. 9-30 Universidad Intercontinental Distrito Federal, México
Apego, emoción y regulación emocional:
Garrido-Rojas, Lusmenia Apego, emoción y regulación emocional. Implicaciones para la
salud Revista Latinoamericana de Psicología, vol. 38, núm. 3, 2006, pp. 493-507 Fundación
Universitaria Konrad Lorenz Bogotá, Colombia
Tipos de apego en la primera infancia
https://ieeducacion.com/tipos-de-apego/

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