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UNIVERSIDAD ASBEMAAN

Actividad
Ensayo

Alumna
L.E. Dani Luz Badal Gómez

Especialidad
Materno infantil

Docente
Mtro. Agustín Armando Andrade Lora

Asignatura

Salud materno-infantil I

Villahermosa, Tabasco a 08 de diciembre del 2021


EL VÍNCULO MATERNO FETAL Y SU IMPACTO EN EL
DESARROLLO SOCIAL Y AFECTIVO DEL INDIVIDUO

El embarazo es una etapa de gran importancia en la vida de la mujer; se trata de un proceso

en el cual se producen una serie de cambios. Todos estos cambios aparecen gracias a la

intervención de lo biológico, lo psicológico y lo social, este proceso es secuencial, comienza

en el embarazo y se completa tras el nacimiento y los primeros meses de cuidado. Durante

este proceso la mujer experimenta una necesidad de examinar, de percibir sus vínculos

cercanos para poder vincularse con su propio hijo (Rodriguez, 2017).

En los últimos años se han desarrollado multitud de estudios e investigaciones que han

demostrado que el producto intrauterino constituye una parte íntimamente importante dentro

del proceso de gestación y del momento del parto porque posee capacidades de progreso y

madurez durante los nueve meses de embarazo.

El vínculo de afecto que establece una madre con su hijo, ha constituido un terreno fértil

donde diversos estudios e intervenciones se han centrado en establecer los factores relevantes

en el origen y desarrollo del mismo, así como en las estrategias para su promoción en la

primera infancia. Sin embargo, investigaciones provenientes de diferentes ramas de la salud

señalan desde hace más de 20 años, que este vínculo no surge en el período posterior al

nacimiento sino que tiene su origen en la etapa prenatal (Roncallo et al, 2016 como se cito

en Tizon 2010).
El vínculo materno-fetal se asocia con aspectos emocionales y cognitivos que permiten

recrear al feto como otro ser humano. Este vínculo se expresa, a través de prácticas de salud

dirigidas a buscar la protección y el bienestar del feto. Por otra parte se comprueba que el

estado psicológico de la madre influye en el feto, tanto a nivel neurocomportamental y en las

alteraciones en el desarrollo que se manifiestan así mismo en el periodo post-natal, afectando

significativamente la relación madre-bebé si no se cuenta con una salud emocional adecuada

al momento de la gestación (Roncallo et al, 2016).

Según la fundación de Waal (2019) señala que el apego o la capacidad de amar es la

unión profunda y permanente instaurada entre el producto y sus padres y se manifiesta desde

el momento de la concepción. Este lazo proporciona la base para el posterior desarrollo

social, emocional y cognitivo de la persona. El apego seguro es un elemento muy importante

en el desarrollo psico-emocional del ser humano ya que contribuye a generar una

personalidad saludable y equilibrada.

Un punto muy importante para que este vinculo se de de forma invulnerable es

planificando el embarazo, ya que cuando tiene lugar la concepción, los padres dirigen sus

pensamientos de forma natural hacia el futuro bebé y si esos pensamientos son de amor, de

ilusión y alegría, el embarazo se llevara de una forma saludable y de esa manera el lazo entre

el producto y su madre iniciará mucho más fuerte.

Las relaciones madre-hijo han ocupado un lugar favorecido en la psicología desde sus

orígenes y, desde diferentes perspectivas, se le ha atribuido un papel notable en el desarrollo

y la salud mental de los individuos. Al vínculo que se construye entre la madre y el feto en
la gestación se le conoce como un apego este es un proceso vital en el crecimiento humano,

no solo porque incrementa la probabilidad de resistencia en la niñez, sino porque incrementa

el proceso de una personalidad adaptativa a lo largo de la vida.

El desarrollo del feto depende del bienestar de la madre esto se refiere a todas las practicas

saludables que realice va desde su salud nutritiva hasta su salud emocional y psicología, algo

muy importante son las emociones, puesto que el estado emocional de la madre durante la

gestación va a repercutir en la salud y bienestar mental del producto a largo plazo. Una madre

depresiva, ansiosa o estresada puede influir en el coeficiente intelectual del feto y

predisponerlo para que en su infancia corra el riesgo de sufrir problemas relacionados con su

carácter y desarrollo intelectual. El feto siente dentro del útero de la madre sensaciones de

alguna manera percibe las sensaciones de la madre y eso es muy positivos puesto que permite

que el feto perciba una ola de experiencias sensoriales necesarias para su nacimiento.

Las emociones de la madre son un gran regulador entre la ella y él bebé, las emociones

positivas generaran una atenuación del sistema cardiovascular y una activación y refuerzo

del sistema inmune. Es decir que cuando más alegres estamos más saludable se encuentra

nuestro sistema inmune en cambio cuando nos llenamos de emociones negativas, segregamos

hormonas toxicas y se deprime el sistema inmunitario, lo que nos deja más vulnerables ante

las enfermedades. Es por eso que es esencial que la madre establezca vínculos con el feto

desde el primer momento de la concepción, con gestos como caricias en la panza el feto

recibe una experiencia positiva sensorial, conecta con la madre y se produce una respuesta

bioquímica de placer, que se traduce en la producción de hormonas que ayudan a formar ese

vínculo entre ambos.


No quiere decir que la madre tenga que pasar todo su embarazo sintiendo cosas positivas,

hay que sentir felicidad pero también es válido sentir estrés, todo en su justa medida, porque

ambas son necesarias. El problema es cuando las emociones negativas se cronifican, no es

malo que la embarazada se enoje, pero sí que lo esté todos los días o la mayor parte del

tiempo, la educación emocional del niño empieza desde el útero.

Glover afirma que cuanto más alto este el nivel de cortisol en el líquido amniótico que

rodea al feto en la placeta, más bajo es luego el nivel del coeficiente intelectual de niño, pues

los niveles altos de cortisol afectan al cerebro y al aprendizaje, de aquí la importancia del

manejo de las emociones negativas en las madreas al momento de la gestación, así pues

podemos ayudar a los niños y futuros adultos teniendo en cuenta la salud emocional y afectiva

que desarrollaran a futuro

Como conclusión tenemos que es de suma importancia establecer un vínculo materno

infantil desde la concepción pues si este vínculo se da de forma adecuada con la madre, le

permitiría al niño en desarrollo satisfacer sus necesidades de dependencia y afirmación, lo

cual le proveería una orientación hacia el exterior, hacia las nuevas experiencias con personas

reales que pudiesen brindar un contacto y un intercambio emocional.

El vínculo madre e hijo es importante para desarrollar el autoestima. La autoestima es el

amor que se tiene de uno mismo, pero va relacionada también con la relación que los demás

hayan tenido contigo, la calidad del vínculo que el niño logre establecer con sus padres y

especialmente con su madre desde que es un bebé, incluso antes de nacer, es primordial para

su salud física y emocional futura, la importancia de este vínculo afectivo sano y fuerte
posibilita el desarrollo adecuado en cuanto a lo físico, cognitivo, y emocional del niño, de

haber una falla en este vínculo y de no tener un ambiente propicio puede restringir o

trastornarlo, esta circunstancia incide en diferentes problemáticas en la primera infancia, con

relación al desarrollo emocional, psicológico, cognitivo, de comportamiento entre otros.

Generar el apego antes, durante y después del embarazo es fundamental en la vida del

niño ya que este lazo emocional con sus padres ayudara en la sabiduría, en el sistema de

supervivencia y en el desarrollo general del bebé, la seguridad emocional es indispensable

para el desarrollo de las habilidades psicológicas y sociales de las personas pues tendrá así

relaciones de confianza a largo plazo, se relacionará de forma saludable en la edad adulta.

Todas estas cualidades se forja con la ayuda del apego, este es un lazo emocional que

construye el niño con su madre, también es de mucha importancia la familia ya que es el

primer contexto social en el cual el niño se desenvuelve y en donde aprende las conductas

que le permitirán relacionarse con otras personas. Es de mucha ayuda un ambiente acogedor

que responda a las necesidades afectivas del infante desde el momento de la concepción.
Referencias bibliográficas

FdW. (2019). El apego un vínculo que favorece el desarrollo. Obtenido de

https://fundaciondewaal.org/index.php/2019/08/02/el-apego-es-un-vinculo-de-amor-

que-favorece-el-desarrollo-en-los-

bebes/#:~:text=El%20apego%20o%20la%20capacidad,y%20cognitivo%20de%20la

%20persona.

Rodríguez, J. (2017). Aspectos psicológicos y emocionales durante la gestación y el

puerperio. Atención perinatal y psicología.

Roncallo, C., Sánchez, M. & Arranz, E. (2016). Vínculo materno-fetal: implicaciones en el

desarrollo psicológico y propuesta de intervención en atención temprana. Escritos de

psicología, 14.

Tizón, J. L. (2010, Octubre). Funciones psicosociales de la familia y cuidados tempranos en

la infancia. Crisis económica y política social. Ponencia presentada en el II Congreso

Anual De La Red Española De Políticas Sociales, Madrid.

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