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MATERIAL NUMERO DOS, DERECHO MERCANTIL II.

SEGUNDO PARCIAL, PERIODO I – 2023

FEBRERO – MARZO

1.- CONTRATO DE TRANSPORTE.

2.- CONTRATO DE SEGURO.

3.- LA QUIEBRA. CONCEPTO, DECLARACION DE LA QUIEBRA

DESARROLLO.

1. Concepto y clases de transporte.

El contrato de transporte es aquel por el cual el porteador se obliga, mediante un


precio, a trasladar de un lugar a otro a personas o cosas. Esta definición
comprende todos los tipos o variedades del transporte, que puede tener, sin
embargo, diferentes regulaciones según de qué modalidad se trate.

Los caracteres fundamentales del contrato de transporte son:

a) el porteador asume la obligación de llevar a cabo una tarea


determinada, que es el traslado de una cosa o una persona de un lugar a
otro.
b) Esta prestación tiene como contrapartida el pago de una determinada
cantidad.

Por otro lado, hay varios criterios para la clasificación de los contratos de
transporte; aquí seguiremos la clasificación que influye en cómo se regulan cada
uno de ellos:

1) Según la mercantilidad, hablamos de transporte mercantil cuando tenga por


objeto mercaderías o cualesquiera efectos del comercio (criterio objetivo), y
también cuando siendo cualquiera su objeto, sea comerciante el porteador o se
dedique habitualmente a realizar transportes para el público (criterio subjetivo). En
el resto de los casos el contrato es civil.

2) Según el medio geográfico en el que el transporte se realice, hablamos de


transporte terrestre –que a su vez tiene ciertas especialidades según la vía que se
emplee, esto es carretera o ferrocarril-, marítimo y aéreo. Se habla de transporte
“mixto” cuando se utilizan varios medios de transporte de distinta naturaleza.

3) Según el contenido del contrato, se habla de transporte de cosas o de


personas.
3. TRANSPORTE TERRESTRE DE COSAS.

La regulación del Código de comercio regula fundamentalmente el transporte de


cosas, y sólo de forma incidental el de personas. El contrato es efectuado entre el
porteador y el remitente (o cargador). Normalmente aparece un tercero, el
destinatario, distinto del remitente, pero esto no es necesario.

Por tanto, las partes en el contrato son:

1) Porteador: es la parte que asume la obligación de realizar el traslado de unas


mercancías de un lugar a otro y, en consecuencia, es responsable de la ejecución
del transporte y de la custodia de las mercancías que le son entregadas.

2) Cargador: el cargador o remitente es la parte que entrega la cosa al porteador


para ser transportada, y por tanto quien asume la obligación de pagar el precio
pactado.

3) Destinatario: es el que recibe la prestación del transporte. Martes 14/02/23

De este contrato surgen obligaciones para ambas partes:

1) El cargador, debe entregar las mercancías al porteador en condiciones aptas


para el transporte, así como los documentos necesarios para el tránsito de la cosa
(licencias, documentos de aduanas, etc.). Debe también pagar el precio o porte;
sin embargo, es posible pactar en el contrato que el precio lo pague el
destinatario, en cuyo caso se habla de transporte a “porte debido”.

2) El porteador, debe recibir la mercancía, cargarla en los medios en que va a


efectuarse el transporte, realizarlo según lo previsto en el contrato (plazo,
itinerario, etc.), custodiar las mercancías durante todo el tiempo que estén en su
poder y, finalmente, entregarlas al destinatario en buen estado.

Sobre el porteador pesa la responsabilidad, en la que incurre cuando no entrega la


cosa, o entrega sólo parte, o fuera de plazo, por las averías que sufran las
mercaderías durante el transporte, pérdida o deterioro de las mismas, etc.

Y es que el Derecho contractual del transporte ha venido siendo objeto en los


últimos años de una actualización que empleaba una vía oblicua, como era la
intervención de la Administración del Estado. Son muchos, en efecto, los ejemplos
de normas de control u ordenación del sector del transporte en las que se
contenían reglas de derecho privado-contractual. Si a ello se añaden las
condiciones generales de la contratación de los transportes de mercancías por
carretera establecidas por el Ministerio de Fomento mediante Orden de 25 de abril
de 1997, se comprende la afirmación de que el Derecho codificado fuese
escasamente aplicado en la práctica diaria del transporte.

Pero el anacronismo y el desfase del Código de Comercio en esta materia no son


los únicos motivos que aconsejan proceder a la reforma del Derecho del contrato
de transporte de mercancías. Ciertamente, la conveniencia de dicha reforma se
refuerza, si cabe, por motivos de oportunidad histórica. El primero de ellos tiene
que ver con el transporte ferroviario. En efecto, no puede olvidarse cómo, en el
ámbito ferroviario, la Ley 39/2003, de 17 de noviembre, del Sector Ferroviario,
abrió un nuevo escenario de liberalización, que bien requiere de un nuevo marco
legal en lo que son las relaciones de derecho contractual. Es cierto que la
liberalización, por el momento, no alcanza a todos los ámbitos del transporte
ferroviario, y que la misma tardará algún tiempo en materializarse. Pero no lo es
menos que conviene sentar un nuevo marco de relaciones contractuales en un
entorno de apertura a la libre competencia.

El segundo de los motivos guarda relación con la reforma que se está llevando a
cabo en otros modos de transporte. En efecto, parece una ocasión magnífica
aprovechar el impulso que ha supuesto la tramitación de la Ley General de
Navegación Marítima para acometer también la reforma del contrato de transporte
de mercancías efectuado por otros modos, como pueda ser la carretera y el
ferrocarril. Con ello se obtendría una actualización de una parte importante del
Derecho del transporte.

Se definen nuevamente los sujetos del contrato de transporte terrestre de


mercancías

1. Cargador es quien contrata en nombre propio la realización de un transporte y


frente al cual el porteador se obliga a efectuarlo.

2. Porteador es quien asume la obligación de realizar el transporte en nombre


propio con independencia de que lo ejecute por sus propios medios o contrate su
realización con otros sujetos.

3. Destinatario es la persona a quien el porteador ha de entregar las mercancías


en el lugar de destino.

4. Expedidor es el tercero que por cuenta del cargador haga entrega de las
mercancías al transportista en el lugar de recepción de la mercancía.

4. La carta de porte.

Este documento, fundamental en la mayoría de los contratos de transporte,


a) Lugar y fecha de la emisión.

b) Nombre y dirección del cargador y, en su caso, del expedidor.

c) Nombre y dirección del porteador y, en su caso, del tercero que reciba las
mercancías para su transporte.

d) Lugar y fecha de la recepción de la mercancía por el porteador.

e) Lugar y, en su caso, fecha prevista de entrega de la mercancía en destino.

f) Nombre y dirección del destinatario, así como eventualmente un domicilio para


recibir notificaciones.

g) Naturaleza de las mercancías, número de bultos y signos y señales de


identificación.

h) Identificación del carácter peligroso de la mercancía enviada, así como de la


denominación prevista en la legislación sobre transporte de mercancías
peligrosas.

i) Cantidad de mercancías enviadas, determinada por su peso o expresada de otra


manera.

j) Clase de embalaje utilizado para acondicionar los envíos.

k) Precio convenido del transporte, así como el importe de los gastos previsibles
relacionados con el transporte.

l) Indicación de si el precio del transporte se paga por el cargador o por el


destinatario.

m) En su caso, declaración de valor de las mercancías o de interés especial en la


entrega, de acuerdo con lo dispuesto en la ley. Instrucciones para el cumplimiento
de formalidades y trámites administrativos preceptivos en relación con la
mercancía.

5. Transporte terrestre de personas.

Esta modalidad del contrato de transporte no se encuentra regulada por el Código


de Comercio, sino por leyes especiales. Los elementos personales del contrato se
simplifican, pues junto al porteador o transportista aparece simplemente el viajero.
Éste debe estar en posesión del billete, que habrá de contener los datos
esenciales relativos al transporte (indicación del transportista, fecha de expedición,
puntos de salida y llegada, precio, etc.). Además de transportar al viajero, el
porteador suele comprometerse a transportar su equipaje, aunque su
responsabilidad suele limitarse a los bultos que le son entregados, y no a los que
lleva el viajero, sobre los que no ejerce ningún control. Miércoles 15/02/23

6. Los llamados “viajes combinados”

Se trata de proteger a los que contratan con una Agencia de Viajes un “viaje
combinado”, entendiendo por tal aquel en el que se ofrece al usuario no sólo un
determinado transporte, sino también el alojamiento y otros servicios turísticos
(visitas a localidades, comidas, asistencia a espectáculos, etc.) que constituyen
parte significativa del viaje organizado.

Una definición de “viaje combinado”, el cual se entenderá como la combinación


previa de, por lo menos, dos de los elementos señalados en el párrafo siguiente,
vendida u ofrecida en venta con arreglo a un precio global, cuando dicha
prestación sobrepase las 24 horas o incluya una noche de estancia. Los
elementos a que se refiere el párrafo anterior son:

i) transporte,
ii) ii) alojamiento, y
iii) iii) otros servicios turísticos no accesorios del transporte o del alojamiento y
que constituyan una parte significativa del viaje combinado.

Se definen igualmente los conceptos de “organizador”, “detallista”, “contratante


principal”, “beneficiario”, “cesionario”, “consumidor o usuario” y “contrato”. Las
cuestiones que se regulan son la información contractual contenida en el
programa-oferta que el organizador debe poner a disposición de los consumidores
y usuarios, y que es vinculante; la forma y contenido del contrato; y otros
derechos de los consumidores y usuarios, como pueden ser la cesión de la
reserva que hayan hecho a otra persona o la exigencia de información adicional.

Es evidente que, en este aspecto concreto, el TR LDCU se hace eco de las


continuas quejas y reclamaciones que los consumidores y usuarios han venido
interponiendo estos últimos tiempos contra las Agencias de Viajes, empresas Tour
operadoras, etc, por los abusos a que eran sometidos (cambios de fechas, calidad
de los alojamientos sensiblemente distinta –inferior, naturalmente- a la pactada,
retrasos en los viajes, etc). Así, en el supuesto de que el consumidor y usuario
opte por resolver el contrato, al amparo de lo previsto en la ley (modificación
significativa de algún elemento esencial llevada a cabo por el organizador, antes
de la salida del viaje), o de que el organizador cancele el viaje combinado antes
de la fecha de salida acordada, por cualquier motivo que no sea imputable al
consumidor y usuario, éste tendrá derecho, desde el momento en que se
produzca la resolución del contrato, al reembolso de todas las cantidades
pagadas, con arreglo al mismo, o bien a la realización de otro viaje combinado de
calidad equivalente o superior siempre que el organizador o detallista pueda
proponérselo Igualmente, en el supuesto de que el viaje ofrecido fuera de calidad
inferior, el organizador o el detallista deberán rembolsar al consumidor y usuario,
cuando proceda en función de las cantidades ya desembolsadas, la diferencia de
precio, con arreglo al contrato. línea con el tenor un tanto “sobre-proteccionista” al
que venimos haciendo referencia en este comentario, se establece que en todo
momento el consumidor y usuario podrá dejar sin efecto los servicios solicitados o
contratados, teniendo derecho a la devolución de las cantidades que hubiese
abonado, pero –menos mal, algo se establece también para proteger al
empresario- deberá indemnizar al organizador o detallista en las cuantías relativas
a los gastos de gestión, los de anulación, etc.

En este sentido, lo relativo al régimen de responsabilidad y garantías, para caso


de incumplimiento por parte del organizador de un viaje combinado, prevé una
serie de soluciones que, en nuestra opinión, pueden llevar seriamente a
replantearse el ejercicio de actividades económicas en el sector turístico a más de
uno, por lo gravosas de las mismas. Señalar, finalmente, que la propuesta de
Código Mercantil no regula los “viajes combinados” en el Título dedicado al
contrato de transporte, sino como una especialidad de contrato de servicio
turístico, dedicado a los contratos de prestación de servicios mercantiles y sobre
bienes inmateriales.

Sin embargo, no hace una regulación exhaustiva del mismo, sino que en el único
precepto del articulado que le dedica, Noción y régimen jurídico- se limita a
definirlo y a remitirse a la legislación especial en la materia.

¿Qué es un contrato de seguro?

El contrato de seguros
Es un acuerdo de voluntades por medio del cual una compañía de seguros asume
los riesgos trasladados por el tomador a cambio del pago de una contraprestación
a su favor denominada prima, con el fin que en el evento en que se materialice
dicho riesgo la compañía de seguros realice el pago establecido en los términos
del contrato al beneficiario del seguro.

¿Qué es la póliza?

La póliza de Seguro
Es el documento que refleja las condiciones del seguro incluyendo los eventos en
los cuales habrá lugar a la indemnización y los valores asegurados. Este
documento es aquél que sirve como prueba del contrato de seguro.
¿Qué se entiende por la ocurrencia del siniestro?

Definición de un siniestro
Es la materialización del riesgo asegurado mediante el contrato de seguro. En ese
momento, y si se cumplen las condiciones pactadas para ello, la compañía de
seguros debe pagar la indemnización a su cargo a favor del beneficiario del
seguro.

Deber de pagar la prima


El tomador debe pagar la prima como contraprestación a favor de la aseguradora
dentro de los plazos establecidos para ello o en su defecto, dentro del plazo
legalmente previsto.

Terminación del contrato de seguros con ocasión a la mora en el pago de la


prima
Si el tomador no realiza el pago de la prima en los plazos establecidos contractual
o legalmente, el contrato de seguro se terminará de manera automática. Lo
anterior sin perjuicio de las normas particulares que rigen el seguro de vida.

Una quiebra o bancarrota es la situación económica en que una empresa,


organización o persona física se encuentra cuando, debido a la incapacidad de
hacer frente a sus deudas con los recursos disponibles, tiene que cesar su actividad
de forma permanente.

Dicho con otras palabras, cuando el patrimonio neto es negativo, una empresa
está en quiebra. Cuando esta situación ocurre quiere decir que con la totalidad de
los activos no podrían responder a la deuda total que deben a los acreedores.

Hay que distinguir la situación de quiebra o bancarrota de la situación de


suspensión de pagos. Así, una empresa que suspenda pagos en un determinado
momento no puede hacer frente a los pagos en un determinado momento, pero
no necesariamente está quebrada. Esto ocurre en situaciones de ausencia
de liquidez. Pero ello no quita que reciba liquidez suficiente al mes siguiente para
seguir haciendo frente a sus obligaciones de pago. Ahora bien, no debemos
confundir la iliquidez con la bancarrota.

En contraste, la situación de quiebra se caracteriza porque no se pueden hacer


frente a los pagos de la actualidad y tampoco a los pagos futuros. Como ya hemos
indicado, es una situación de cese de actividad permanente. JUEVES 16 / 02/823
Características de una quiebra
La bancarrota presenta unas características que la hacen una situación única y, por
tanto, diferente a otras. Las características de una quiebra son las siguientes:

 Es una situación irreversible: Una vez que una empresa se declara en quiebra,
dicha empresa está abocada a su desaparición. Por tanto, podrán nacer otras
nuevas empresas, pero esa no volverá a funcionar. La quiebra es algo permanente.
 Los activos son menos que los pasivos: El total del activo (muebles, edificios,
efectivo, naves) es menor que las deudas que se deben (préstamos, hipotecas,
pagos pendientes).
 Afecta a la totalidad de la empresa: Lo que quiere decir que en un concurso de
acreedores, esto afecta jurídicamente a toda la empresa. Independientemente,
claro está, de que se puedan vender filiales que pasen a manos de otros titulares y
eludan la situación de bancarrota generalizada.
 Está tipificada legalmente: Dado que la situación de quiebra es una situación que
podría utilizarse para fines fraudulentos, está recogida en la ley. De esta forma, se
pretende que la situación de quiebra sea una situación objetiva, no subjetiva.

Posibles soluciones a la bancarrota

De manera general, podemos establecer dos posibles soluciones a la quiebra:

 Conseguir un aumento de capital de modo que los activos igualen o superen a los
pasivos.
 Que los acreedores perdonen las deudas. Es decir, una quita de la deuda.

Como vemos, la quiebra es una situación compleja ya que por definición, los
recursos no alcanzan para cubrir las deudas. Para poder priorizar el pago a los
acreedores generalmente se establece un procedimiento concursal en donde se
designa un administrador que se encargará de administrar los recursos
disponibles y determinar el orden de pago a los acreedores.

¿Qué es la quiebra?

¿Qué pasa si quiebra una empresa cotizada?

¿Qué es la quiebra?

La quiebra es un procedimiento judicial mediante el cual se lleva a cabo la


liquidación de una empresa que se considera insolvente: es decir, cuando el
empresario no es capaz de pagar las deudas que tiene contraídas. Una vez que
se declara una quiebra, se ponen en marcha una serie de mecanismos cuyo
objetivo es salvaguardar el patrimonio existente y concretar cuál es la deuda total
que habrá que pagar con el producto de la liquidación de ese patrimonio.

Una quiebra puede ser voluntaria, si es el propio empresario el que la pide, o


necesaria, si son los acreedores los que proceden a solicitarla. Pero en ningún
caso un juez puede solicitarla de oficio. Si es el empresario el que solicita la
quiebra, se da por supuesto que la compañía está en una situación de insolvencia.
En este caso, no es necesario que se acredite el impago a sus acreedores.

En el segundo caso, es decir, si la quiebra se considera necesaria, el juez la


declara sin oír al deudor. Pero este puede oponerse al a declaración de la quiebra
en el plazo de ocho días desde que se notifica. Para ello deberá probar que se
encuentra al corriente del pago de sus obligaciones. En ocasiones, el deudor
intenta deshacerse, con anterioridad a la quiebra, de una parte, de sus bienes. Así
trata de evitar el pago a los acreedores. Para paliar esta situación, la ley declara
nulos todos los actos del deudor desde el momento en que realmente cesa el
pago de sus obligaciones.

La primera consecuencia que tiene la quiebra de una compañía es que el


empresario queda inhabilitado para administrar y disponer de sus bienes. En ese
momento, el juez nombra a un depositario- administrador, que es quien se hará
cargo del patrimonio de la empresa. Tras este nombramiento, se convoca a todos
los acreedores conocidos, los cuales nombran en una junta unos síndicos que
pasarán a controlar los bienes. El código de Comercio también prevé el posible
arresto del quebrado, aunque el Tribunal Constitucional sólo pide que sea
domiciliario y por el tiempo estrictamente necesario.

¿Qué pasa si quiebra una empresa cotizada?

Aunque no es habitual, más de una vez ha quebrado una empresa que estaba
cotizando en bolsa. El caso más famoso es el de Lehman Brothers, que arrastró
consigo a todo el sector financiero provocando una crisis a nivel mundial. Si esto
sucede, lo primero que se da en la bolsa es la suspensión de la cotización se esa
empresa de forma inmediata, y luego habría que ver si es temporal o definitiva. Si
es definitiva, los inversores perderán todo el dinero de su inversión. Aunque, en el
caso de estar invertido en la parte de renta fija de la empresa, puede haber casos
en los que la inversión se pueda recuperar.

En primer lugar, lo que suele ocurrir es que la CNMV dicte la suspensión de la


cotización por esta posible quiebra. En ese caso, se estudia en profundidad la
situación. En caso de ser temporal, la empresa volverá al mercado y los inversores
podrán vender sus acciones. Si la exclusión es definitiva, se perdería todo el
dinero que se haya invertido en comprar títulos de la compañía quebrada.
Aunque, a veces el proceso temporal se dilata en el tiempo y puede llevar meses o
año en caso de ser entre en procesos concursales. Una vez que superen estas
dificultes económicas podrían volver a cotizar en los mercados. Una opción que
para los inversores puede ser más positiva que la exclusión y quiebra definitiva de
la compañía. Además, aunque las acciones no coticen, los inversores deberán
seguir pagando una comisión de custodia al banco.

TITULO I

DEL CONCEPTO Y DECLARACION DE QUIEBRA

CAPITULO I

REQUISITOS DE LA DECLARACION DE QUIEBIRA

Articulo º 1318 Podrá ser declarado en estado de quiebra el comerciante que


cese en el pago de sus obligaciones.

Articulo º 1319 Se presumirá que el comerciante cesó en sus pagos, en los


siguientes casos y en cualesquiera otros de naturaleza análoga:

I.-Incumplimiento general en el pago de sus obligaciones líquidas y vencidas;

II.-Inexistencia o insuficiencia de bienes en que trabar ejecución al practicarse un


embargo por incumplimiento de una obligación o al ejecutarse una sentencia
pasada en autoridad de cosa juzgada;

III.-Ocultación o ausencia del comerciante sin dejar al frente de su empresa a


alguien que legalmente pueda cumplir con sus obligaciones;

IV.-En iguales circunstancias que el caso anterior, el cierre de los locales de su


empresa;

V.-La cesión de sus bienes en favor de sus acreedores;

VI.-Acudir a expedientes ruinosos, fraudulentos o ficticios, para atender o dejar de


cumplir sus obligaciones; VII.-Pedir su declaración en quiebra;
VIII.-Solicitar la suspensión de pagos y no proceder ésta, o si concedida no se
concluyó un convenio con los acreedores; y

IX.-Incumplimiento de las obligaciones contrarias en convenio hecho en la


suspensión de pagos. La presunción que establece este artículo se invalidará con
la prueba de que el comerciante puede hacer frente a sus obligaciones líquidas y
vencidas con su activo disponible.

Articulo º 1320 Dentro de los dos años siguientes a la muerte o al retiro de un


comerciante, puede declararse su quiebra cuando se pruebe que habla cesado en
el pago de sus obligaciones en fecha anterior a la muerte o al retiro. La sucesión
del comerciante podrá ser declarada en quiebra cuando continúe en marcha la
empresa de que éste era titular.

Articulo º 1321 La quiebra de una sociedad determina que los socios


ilimitadamente responsables sean considerados para todos los efectos como
quebrados. Las liquidaciones respectivas se mantendrán separadas. La quiebra
de uno o más socios no produce por sí sola la de la sociedad. Las sociedades
mercantiles en liquidación y las irregulares, podrán ser declaradas en estado de
quiebra. La quiebra de la sociedad irregular provocará la de los socios
ilimitadamente responsables y la de aquellos contra los que se pruebe que sin
fundamento objetivo se tenían por limitadamente responsables.

CAPITULO II

DE LA DECLARACION DE QUIEBRA SECCION PRIMERA

Iniciativa de la declaración

Articulo º 1322 La declaración de, quiebra podrá hacerse de oficio, por demanda
del comerciante, de uno o varios de sus acreedores o del Ministerio Público.

Articulo º 1323 El comerciante que pida se le declare en quiebra, expondrá los


motivos en que funda su demanda, a la que acompañará.

a) Los libros de contabilidad que tuviere obligación de llevar y los que


voluntariamente hubiere adoptado;

b) El balance de, sus negocios;


c) Una relación que comprenda los nombres y domicilios de todos sus acreedores
y deudores, la naturaleza y monto de sus detenidas y sus obligaciones pendientes,
y los estados de pérdidas y ganancias de su giro durante los últimos cinco años.
Cuando el número de acreedores pasare de mil, o cuando fuere imposible
determinar la cuantía de sus créditos, bastará que se haga constar, con referencia
al último balance de situación, el número aproximado de aquellos, los nombres y
domicilios de los conocidos y el importe global de sus créditos;

d) El inventarlo y evaluación de sus bienes; e) La valoración razonada de su


empresa;

f) Si se tratare de una sociedad, copia de la escritura constitutiva; y g)


Certificación de la inscripción en el Registro Público de Comercio.

Articulo º 1324 La demanda irá firmada por el comerciante o por quien lo


represente. Por la sucesión del comerciante actuará el administrador
testamentario.

Articulo º 1325 Para la declaración de quiebra a instancia de los acreedores o del


Ministerio Público, se deberá probar que el deudor es comerciante y que se
encuentra en cesación de pagos.

Articulo º 1326 Si durante la tramitación de un juicio advirtiere el juez una


situación de cesación de pagos, procederá a hacer la declaración de quiebra, si
tuviere competencia para ello, o lo comunicará urgentemente al juez que la tenga.
Si sólo tuviere duda seria y fundada de tal situación, deberá notificarlo al Misterio
Público, para que pida la declaración respectiva dentro de un mes a partir de la
notificación. Entre tanto, el juez adoptará las medidas que autoriza el párrafo final
de¡ artículo siguiente.

Articulo º 1327 El juez, para declarar la quiebra de oficio o a instancia de parte,


deberá citar al comerciante, y en su caso al promoviente, a una audiencia que se
celebrará cinco días después de la fecha de la citación, para que rindan pruebas
acerca de la existencia de los supuestos necesarios para la declaración. La
resolución se dictará en la misma audiencia, de acuerdo con la presunción
razonable que el juez adquiera por las pruebas practicadas. Podrán limitarse éstas
a las que el juez estime indispensables, siempre que puedan practicarse en el
mismo día de la audiencia. El juez, bajo su responsabilidad, adoptará, entre tanto,
las medidas provisionales necesarias para la protección de los intereses de los
acreedores.
Articulo º 1328 Los socios ilimitadamente responsables serán notificados en el
domicilio social.

Articulo º 1329 Ni el deudor ni los acreedores que hayan solicitado la declaración


de quiebra podrán desistir de su demanda, aun cuando consientan en ello todos
los acreedores.

SECCION SEGUNDA

De la competencia en la quiebra

Articulo º 1330 Es competente para conocer de la quiebra de un comerciante


individual, el Juez de Letras de lo Civil del lugar en donde se encuentre el
establecimiento principal de la empresa y, en su defecto, el de aquél en donde
tenga su domicilio. En la quiebra de sociedades mercantiles, lo será el que tenga
jurisdicción sobre el domicilio social y, si éste no fuere real, el del lugar en donde
la sociedad tenga el principal asiento de sus negocios. Las sucursales de
empresas extranjeras podrán ser declaradas en quiebra, sin consideración de la
competencia que pudiera corresponder a jueces extranjeros. Esta quiebra afectará
a los bienes sitos en la República y a los acreedores por operaciones realizadas
con la sucursal.

Articulo º 1331 Salvo lo establecido en las convenciones y convenios


internacionales, las sentencias de quiebra dictadas en el extranjero no se
ejecutarán en la República, sino después de comprobadas su regularidad formal y
la existencia de los supuestos exigidos por este Código para la declaración de
quiebra. Los efectos de la declaración de quiebra quedarán sujetos a las
disposiciones del mismo.

CAPITULO III

DE LA SENTENCIA DE DECLARACION Y DE SU PUBLICIDAD OPOSICION Y


REVOCACION

Articulo º 1332 La sentencia en que se haga la declaración de quiebra contendrá,


además:

I.-El nombramiento del síndico y de la intervención;


II.-La orden de presentar dentro de veinticuatro horas los documentos legalmente
exigidos, si no se hubieren remitido con la demanda;

III.-El mandamiento de asegurar y dar posesión al síndico de todos los bienes y


derechos de cuya administración y disposición se prive al deudor, en virtud de la
sentencia, así como la orden al correo y telégrafo para que se entregue al síndico
toda la correspondencia del quebrado;

IV.-La prohibición de hacer pagos o entregar efectos o bienes de cualquier clase al


deudor común, bajo apercibimiento de segunda paga en su caso;

V.-La citación a los acreedores a efecto de que presenten sus créditos para
examen en el término de sesenta días, contados a partir del siguiente a la fecha
de la sentencia;

VI.-La orden de convocar una junta de acreedores para reconocimiento,


rectificación y graduación de los créditos, que se efectuará dentro de los sesenta
días siguientes a aquel en que termine el plazo que fija la fracción anterior, en el
lugar y hora que señale el juez, en atención a las circunstancias del caso. Por
causas justificadas, podrá celebrarse la junta dentro de un plazo máximo de
noventa días;

VII.-La orden de inscribir la sentencia en el Registro Público en que se hubiere


practicado la inscripción del comerciante y, en su defecto, en el de la residencia
del juez competente; y en los de Comercio y de la Propiedad de los demás lugares
en que aparezcan inscritos o existan bienes o establecimientos del deudor;

VIII.-La orden de expedir al síndico, al quebrado, a la intervención o a cualquiera


que lo solicite, copias certificadas de la sentencia; y

IX.-La fecha a que deban retrotraerse los efectos de la declaración de quiebra. Al


declarar la quiebra de una sociedad, la sentencia indicará también los nombres,
apellidos y domicilios de los socios a que se refiere el artículo 1321.

Articulo º 1333 La sentencia que declare la quiebra deberá notificare al deudor,


al Ministerio Público y a la intervención, en el plazo máximo de quince días,
contado desde el siguiente al de la fecha de la sentencia. En el mismo plazo se
comunicará a los Registros Públicos en que deba escribirse. Dentro de dicho plazo
se publicará un extracto de la sentencia por tres Veces consecutivas en La
Gaceta, y en un periódico de los de mayor circulación en el lugar en que se haga
la declaración, y si fuere conveniente, a juicio del juez, en las localidades en que
existan establecimientos de la empresa. Los acreedores quedarán notificados por
la realización de esas publicaciones.

Articulo º 1334 Transcurrido un mes, desde la fecha de la sentencia, sin haberse


cumplido con lo que ordena el artículo anterior, podrán las artes, incluso los
acreedores aun no reconocidos, ocurrir en queja ante el tribunal de alzada, que en
el plazo de setenta y dos horas, dictará las providencias conducentes omitidas por
el juez, sin perjuicio de la responsabilidad de éste Articulo º 1335 Contra la
resolución que niegue la declaración de quiebra, procede el recurso de apelación
en ambos efectos; contra la que la declare, procede en el efecto devolutivo.

Articulo º 1336 La apelación se tramitará en la forma que establece el Código de


Procedimientos Civiles.

Articulo º 1337 Contestados los agravios, si no mediare prueba, o evacuada ésta,


se concederá un término de tres días para que alegue el apelante, y otro, también
de tres días, para que aleguen las otras partes. El transcurso de estos plazos
coloca al negocio sin más trámite, en estado de citación para sentencia. La
sentencia que confirme o revoque la declaración de quiebra se dictará dentro de
los diez días que sigan a la citación para sentencia.

Articulo º 1338 La sentencia que revoque la quiebra deberá inscribirse en los


Registros Públicos en que aparezca inscrita la declaración, y se comunicará para
la cancelación de las inscripciones a los Registros Mercantiles y de la Propiedad
en los que se hubieren practicado anotaciones en virtud de la sentencia de
declaración de quiebra. La sentencia de revocación se notificará y publicará como
la de declaración de quiebra.

Articulo º 1339 Revocada la sentencia de quiebra, volverán las cosas al estado


que tenían con anterioridad a la misma, debiendo, sin embargo, respetarse los
actos de administración legalmente realizados por los órganos de la quiebra, y los
derechos adquiridos durante la misma por terceros de buena fe.

Articulo º 1340 Si se obtuviere la revocación de la sentencia de declaración de


quiebra, se podrá ejercitar, contra los que la solicitaron o contra el juez que la
declaró de oficio, una acción para el resarcimiento de daños y perjuicios sufridos,
si hubieren procedido con malicia, injusticia notoria o negligencia grave. HASTA
AQUÍ SEGUNDO PARCIAL
Tipos de quiebra
La importancia de que la quiebra esté recogida en el código legal o de comercio de
cada país es fundamental. Gracias a eso, podemos distinguir tres tipos de quiebra:

 Quiebra fortuita: Ocurre cuando se ha hecho todo lo posible por evitar esta
situación. Sin embargo, debido a las condiciones de mercado, una situación
personal o de cualquier otro tipo, la empresa se ha declarado en quiebra.
 Quiebra culpable: Este caso está condenado en todos los países que tienen una
regulación específica de este ámbito. Tiene lugar cuando el administrador,
propietario o empresario realiza actividades sin velar por el buen funcionamiento
de la organización. Dicho de otro modo, realiza una mala gestión.
 Quiebra fraudulenta: Es un caso aún más grave. El administrador de la
organización, a sabiendas de que está realizando actividades que van en contra de
la estabilidad y sostenibilidad de la organización los realiza con una mala intención.
Esta mala intención se conoce más técnicamente en derecho como una actitud
dolosa.

La diferencia entre estos tipos es muy importante, decíamos, ya que puede


decantar un resultado u otro a favor o en contra de los acreedores. Muchas veces,
en los casos en que se consigue demostrar que la quiebra era fraudulenta, los
acreedores consiguen recuperar parte de la inversión, ya que son indemnizados.

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