Seminario Conciliar de Bogotá

Seminario de introducción a la filosofía. Sesión 10

Presentado por: Jesús Albeiro Gutiérrez Torres
Presentado a: Pbro. Angel Albeiro Bohórquez Guzmán
2 de mayo del 2023

UN LARGO CAMINA
En la encíclica Fides et ratio, escrita y publicada por el papa Juan Pablo II, el día 14 de
septiembre de 1998. En términos generales, la búsqueda de la verdad en es camino
interminable, pero de cierta forma se llega a una plenitud en el Todopoderoso, en el absoluto
y en la búsqueda apasionada con una llama que nace desde el corazón,que ansias que buscan
saciarse de ellas, de buscar y hallar. Procedamos pues a nuestra relatoría, y demos con un
término, en el estudio en que estemos en camino constante en búsqueda de la verdad.
En primer lugar, definamos que es la verdad, pues según se dice, en el contexto
histórico de la humanidad, se ha ido tras de ella como una búsqueda inalcanzable, pero
realmente ¿somos conscientes de que es la verdad, y porque se vaga en un estudio intenso
para alcanzarla? Pues considerando primeramente, es un deseo y un afán que el hombre tiene
en lo profundo de su corazón, dirigiéndome también en un deseo que tiene de amar, está en lo
profundo del corazón, pero de igual forma atare a realizar lo que el corazón anhela. Así pues,
la filosofía ha definido esto como un deseo universal del hombre, es decir tanto tú como yo
buscamos la verdad para una satisfacción del alma.
El hombre camina tras la verdad, aunque es conocedor de diversas cosas, aunque tiene
la cognición de saber que es lo que conoce, en su interior exige ir más allá de lo que ya tiene,
pues en diferentes casos, lo que se busca es el verdadero sentido de la vida. Esto determina
una disciplina más interesada al sentido de la vida del hombre, por tanto, se corre un mayor
afán por descubrir, e interés de encontrar lo verdadero,pues ningún hombre quiere ser
engañado pero si se inclina por esta opción de engañar, es por eso que surgen una diversidad
de filósofos y/o personas que se interesan por la búsqueda inquebrantable de la verdad.
En esta disciplina investigativa, se adquiere una firmeza de teoría a la práctica, es
decir todo lo que se dice debe ir acompañado de las acciones, pues como dice San Jerónimo,
las palabras deben ir acompañadas con el testimonio de tu propia vida vida, y tiene gran
relación para no desmentir con nuestros actos lo que decidimos y la realización de los valores
que hemos elegido, con esto quiero decir que estos valores tienen la capacidad de
perfeccionar el alma, pero se alcanza abriéndose a los demás mediante el amor. Me permito
abrir en un pequeño interrogante, ¿Cómo se nos presenta la verdad? Según la Fides Et Ratio
es presentada por medio de los interrogantes, mismos que varían según el interés o el campo
del que deseamos conocer, igualmente se brinda una respuesta a nuestros interrogantes, no es
necesario gastar la vida en busca de algo inalcanzable, y que tiene una forma de búsqueda la
cual se nos transmite, por revelación divina o fiarse del prójimo quien nos ofrece una realidad
sobre algo, esto implica un método más de observación, como ya mencione anteriormente, no
queremos ser engañados por eso se tiende mirar aquello que se nos propone, si es algo
verídico se cree en eso y posiblemente sea nuestra verdad y creamos que hemos alcanzado la
plenitud y respuesta antes nuestra interrogantes.
 Ahora bien, la fuerza humana tiene la capacidad de anhelar y emprender en la
búsqueda, pero no de llegar al límite de la verdad mediante sus propias fuerzas, es posible y
se corre el riesgo de que la mente y el corazón se desvía en la búsqueda de la verdad, porque
surgen otros intereses de búsqueda en el camino, y por eso la mente tiende a seguir las
exigencias que propone su método investigativo. Sin embargo, es necesario tener una fuente
que sea completa, en esta encontramos a Dios, pues las sagradas escrituras dicen; yo soy el
camino la verdad y la vida (Jn. 14; 6). El camino hacia la verdad, y la verdad hacia la vida,
encontramos una gran confianza en él, y que nos ofrece la verdad plena en Jesucristo.
Una vez se tiene una revelación sobre la verdad que no perece, es posible encontrar
respuestas a los interrogantes, reflejando a la vida cotidiana, y cuyas respuestas son asentadas
mediante Dios, donde se nos aclara y convence sobre las respuestas indicadas para cada caso
y verdad. A diferencia de las diversas formas de verdad filosófica, halla respuesta bajo el
orden de investigación científica, se define más bien como la capacidad intelectual de cada
hombre, y de forma especulativa que intuyen en la diversidad de pensamientos a posibles
respuestas.
Por otro lado, conviene resaltar la relación entre fe y razón, se dice que estas se
complementan la una a la otra, desde los orígenes y en la predicación se presentaba un
contexto de relación entre estas, pues las mismas daban veracidad y fuerza a lo que se
anunciaba, y así fue como hubo cierta inclinación a la filosofía, porque había un carácter
respetuoso a la divinidad, cuyo fin era purificar la imagen que tienen los hombre de Dios, así
pues procedieron. Las culturas y la sociedad eran politeístas y tenían creencias griegas, y
quienes estaban al mando de la misión de la iglesia, trabajaron junto con los padres de la
filosofía para dar un nuevo orden de creencia y culto divino a un sólo Dios y así poco a poco
se llegó al fin deseado. Al mismo tiempo seguía la predicación el anuncio del evangelio, y
había un encuentro con su respectivo anuncio, y se puede constatar que brindaba una
respuesta plena a las preguntas cotidianas, debido a ello vivían llenos y con las dudas
resueltas. Gracias al apoyo que brindó la filosofía, se llegó a un buen fin, si somos
conscientes de la intención de la filosofía es que el hombre viva con rectitud de corazón, de
espíritu, de razón, etc.
Siguiendo la idea de relación de fe y razón, la filosofía insiste que cada uno necesita
del otro, pues bien la fe necesita de la razón para ser comprendida mediante ella, y la razón es
el término de lo que la fe le propone, asi como dice Santo Tomas de Aquino, la fe supone y
perfecciona la razón. Cabe destacar que lo que implica la fe y la razón es un acto de libertad
del hombre, puesto que la fe es como el hombre responde a la revelación que Dios le hace y
la razón es la actividad del pensamiento, así pues propone santo Tomas, que el Espíritu
ejerce sobre nosotros un papel importante, madurando nuestra sabiduría pues es un impulso
del espíritu, y así igual nos da a participar de su inspiración.
En resumen, la búsqueda de la verdad nos conduce a la sabiduría, pero todo es posible
mediante Dios, quien muestra el camino a seguir, y nos revela los misterios de su amor divino
a los hombres, todo lo hace por su gran bondad, igualmente debemos transmitir la verdad que
Él nos da por la gratuidad de su amor, concretamente amamos con el impulso del Espíritu
santo y gracia viva de Dios, invitados todos a vivir en la verdad para ser libres.