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EL EJERCICIO DEL PODER (NÉSTOR Y CRISTINA)

PARTE 6: La gestión de la obra pública en las 3 gobernaciones de Kirchner.

Ya concretada la acción, claramente, destituyente hacia el gobernador Del Val (peronista, no


olvidemos), fogoneada tanto por Cristina, cómo por Granero (vice de Del Val) y con Néstor listo
para lo que para él era un “escalón” hacia la escena nacional; como vimos, comenzaron los 3
períodos de gobernador en la provincia de Santa Cruz (1991-2002). Desde que era Intendente de
Río Gallegos, dónde no se podía hacer mucho (no había caja), Néstor comenzó como ya se ha
mencionado en la parte 5 “poniendo orden”, pero tanto en la Intendencia como en la gobernación,
mostró siempre una administración “de superficie” prolija y equilibrada, administraba bien, ya sea la
pobreza como la bonanza. El regalo del cielo, regalías mal liquidadas, más otras deudas de la
Nación con la provincia y la relativa estabilidad “Cavallo” le favorecieron. Además las
circunstancias estuvieron de su lado. La cuestión de los Hielos Continentales colocaron a Cristina y
su oratoria en la escena nacional y comenzó su “puja” con Menem, y el inicio de una estrategia de
construcción de poder. Las privatizaciones y el sistema de reducción de puestos de trabajo,
comenzaron a afectar al sector petrolero y al minero; Santa Cruz vio partir a más de 10.000
personas detrás de la zanahoria de elevados montos cobrados en concepto de retiros voluntarios.
Menem avanzó en la reducción de cuarteles militares, y con los uniformados se marcharon sus
familias, entre ellas numerosas trabajadoras docentes. Con la crisis financiera y económica
instalada, en la madrugada del 13 de agosto de 1991, la erupción del volcán Hudson, del lado
chileno de la Cordillera de los Andes, cubrió el 40% del territorio santacruceño con cenizas. El
silicio tapó Los Antiguos y la mitad de sus pobladores debió ser evacuada, el resto optó por
quedarse a resistir. Desde los Andes a la costa atlántica, la ceniza mató a 1,5 millón de ovejas y a
las plantaciones de frutas finas; los ríos se quedaron sin peces, el agua potable que salía de los
grifos era color marrón y las viviendas no resistieron el peso del polvo acumulado en sus techos. El
viento llevó las cenizas hasta Río Gallegos y aún hasta la Ciudad de Buenos Aires. Entonces, la
ceniza atrajo la atención de las autoridades nacionales, que decidieron visitar la zona más afectada
y concretar los acuerdos que trabajaron Pipeta Porto y Goyo Fernández, con el apoyo de Arturo
Puricelli y el senador Pedro Molina, ya enrolados en el menemismo. El Acuerdo de Puerto
Deseado no sólo alivió a las finanzas provinciales sino que marcó el futuro de los próximos
mandatos y fue la base anhelada por el constructor del feudo (Néstor). En tiempos de Néstor
Kirchner, la empresa constructora Gotti empezó a ser la preferida del Ejecutivo provincial. Era la
única con las condiciones necesarias para hacerse cargo de la infraestructura necesaria para llevar
a adelante la obra pública. A mediados de los noventa cambia el sistema, se terminan los tiempos
de bonanza del Banco Provincia de Santa Cruz, y la situación económica para los que dependían
del Estado se volvió compleja. Nadie podía cobrar nada. Si no existía una firma poderosa, los
cheques rebotaban, iban y venían. Lázaro Báez era el gerente general de la entidad bancaria. En
1981 había pedido el traspaso desde el Banco Nación y su deseo tuvo éxito. Todos los días,
Kirchner le comunicaba a Báez a quién se le pagaba y a quién no. Gotti operaba con Báez y el
circuito cerraba perfecto. Fue el ex procurador, Eduardo Sosa, quien metió sus narices donde no
debía: investigar carpetas de créditos que el Banco otorgaba con "privilegios". Sosa fue echado por
Kirchner de una manera particular: se reformó la Constitución provincial y su cargo fue eliminado y
a pesar que la Corte Suprema de Justicia ordenó en más de una oportunidad restituirlo en sus
funciones Kirchner nunca lo hizo. Increíble!!

Como Gotti era íntimo de Néstor cobraba religiosamente cada obra pública, pero el banco emitía
los pagos sin contar con la certificación de obra. Es decir, Báez pagaba por obras que Gotti,
quizás, ni siquiera había comenzado UN CLÁSICO EN EL MODUS OPERANDI DE NÉSTOR
COMO GOBERNADOR. En 1995, con el segundo mandato de Néstor en camino, arrancó el largo
proceso de privatización del Banco Provincia de Santa Cruz, que se terminó de ejecutar en 1998
con el desembarco del Grupo Petersen con Esquenazi, otro íntimo a la cabeza. La llegada del ente
privado significó el despido de 400 empleados, entre ellos parte de la cúpula, pero un arreglo entre
Eskenazi y Kirchner permitió que los gerentes más importantes formen parte de la planta del
Estado Provincial. Báez pasó a reportar a la Secretaría General de Gobierno, de donde cobró un
sueldo hasta el 2008 (un ñoqui longevo). Ese era su trabajo "oficial", pero Báez, en realidad,
trabajaba para Gotti, y ahí empezó a inmiscuirse en el negocio de la construcción. Sus favores en
el banco le permitieron llegar a ese lugar privilegiado y terminó quedándose con la empresa Gotti,
a pesar que el viejo Gotti (Vittorio) no quería vender y Báez se une a Sergio Gotti, hijo de Vittorio, y
crean Austral Construcciones. Gotti no soporta las presiones e intenta decretar la quiebra, y Báez
entra por la ventana. Se une a Ernesto Clearens, un histórico operador bursátil que se había
ganado la confianza de Kirchner manejando parte de sus números. Ahí aparece Invernes S.A, (las
malas lenguas dicen que este nombre respondía a Inversiones Néstor, de allí Invernes SA) con el
mismo domicilio de Austral: el bunker del pasaje Carabelas 241, en la Ciudad de Bueno Aires.
Vittorio Gotti muere en un accidente de autos, poco después, en una ruta chilena. El accidente
nunca se esclareció, ni se difundieron las pericias. Sergio Gotti, oficialmente socio de Báez, asume
la conducción de la empresa que fundó su padre. Camino libre para su absorción por Austral
Construcciones. Además de Gotti, Esquenazi, estaba también ESUCO construcciones cuyo dueño
Guatti, tenía una bella esposa que Néstor frecuentaba, por supuesto Cristina no la podía ni ver. El
primer hotel 5 estrellas de Calafate fue el de élla (Hotel Posada Los Älamos), por ello mandó a
construir el Hotel Los Sauces también 5 estrellas, para arruinarle el negocio. Cristina en acción: En
un acto la hizo desalojar de las primeras butacas y en otra ocasión estando por embarcar en un
avión de la provincia Cristina irrumpió a los gritos en el aeropuerto de Gallegos ordenando que se
baje su equipaje y a élla, estando ya embarcada. Otra cuestión que algunas viejas militantes
peronistas le cuestionaban a Néstor era el tema de las “Casitas”, (burdeles) a las cuales era asiduo
visitante. Casitas en las que era habitual la trata de blancas. Otras fuentes indican que Cristina se
vengó cuando pasó a ser diputada nacional e incluso siendo la Presidente. Se preguntarán el
sentido de este chusmerío y la razón es que Néstor y Cristina funcionaron más como una sociedad
política, que como un matrimonio. PARTE 7: Epílogo

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