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UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN

“Enrique Guzmán y Valle”

Alma Máter del Magisterio Nacional

La Cantuta

Facultad de ciencias

ESPECIALIDAD: MATEMÁTICA

PROFESOR: Dr. Honorio Bustillos Robles

CURSO: FILOSOFÍA

TEMA: LA ONTOLOGÍA

INTEGRANTES: CORDERO RODRÍGUEZ, Alfredo CÓDIGO 20191031

RAMÍREZ ZEGARRA, Juan CÓDIGO 20191040

SOTO FUENTES, Raúl CÓDIGO 20191038

AULA: C-9

 
1. Introducción

La ética, o filosofía moral, es la rama de la filosofía que estudia la conducta humana, lo

correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo, la moral, el buen vivir, la virtud, la felicidad y

el deber. La ética contemporánea se suele dividir en tres ramas o niveles: la metaética estudia el

origen, naturaleza y significado de los conceptos éticos, la ética normativa busca normas o

estándares para regular la conducta humana, y la ética aplicada examina controversias éticas

específicas.

Ética y moral son conceptos muy relacionados que a veces se usan como sinónimos, pero

tradicionalmente se diferencian en que la ética es la disciplina académica que estudia la moral. La

ética no inventa los problemas morales, sino que reflexiona sobre ellos. Las acciones relevantes

para la ética son las acciones morales, que son aquellas realizadas de manera libre, ya sean

privadas, interpersonales o políticas. La ética no se limita a observar y describir esas acciones,

sino que busca determinar si son buenas o malas, emitir juicio sobre ellas y así ayudar a encauzar

la conducta humana.

El estudio de la ética se remonta a los orígenes mismos de la filosofía en la Antigua

Grecia, y su desarrollo histórico ha sido amplio y variado. A lo largo de la historia ha habido

diversas maneras de entender la ética y distintas propuestas morales orientadoras de la vida

humana.

Aunque la ética siempre fue una rama de la filosofía, su amplio alcance la conecta con

muchas otras disciplinas, incluyendo la antropología, biología, economía, historia, política,

sociología y teología.

 

2. Nociones Generales de Ética

La ética de Aristóteles se basa en la felicidad. Una acción es correcta si me hace feliz y es

incorrecta si no me hacer feliz (Aristóteles). El pensamiento de Aristóteles dice que la

consecuencia de una acción genera felicidad o no.

Según la ética de Platón, las ideas éticas son patrones morales universales con los que

juzgamos los comportamientos humanos. Los valores universales (las ideas) nos sirven para

definir el ideal de sociedad humana.

A juicio de Sócrates las malas acciones se deben únicamente a la ignorancia y no hay

nadie que sea malo por su propia voluntad. Ser ético según Sócrates consiste en dejarse y guiarse

por la razón, en torno a lo que esté bien y renunciando a lo que está mal.

La ética kantiana es deontológica, porque hace reposar el valor de las acciones en la

noción de deber y en que el valor moral de la acción residía en la finalidad, identificada con

alcanzar la finalidad. Para Kant la finalidad consiste en identificar la esencia de la moral, es decir,

no le interesa tanto saber que es bueno o malo sino por qué algo es bueno o malo. Su respuesta es

que los buenos actos siempre se hacen con buena voluntad.

La ética según Descartes, pensó que tanto él como los demás hombres necesitan criterios

morales, para actuar con decisión, obrar correctamente, evitar los excesos y de ese modo ser

dichosos.

Para Fernando Savater, la ética es el saber distinguir entre lo bueno y lo malo, lo que nos

conviene y lo que no nos conviene, también es el saber por qué se consideran buenos o malo unos

determinados comportamientos. Hay cosas buenas y cosas malas, pero a veces las cosas no son

tan sencillas.

 

3. Ética y Educación

La ética y la educación son conceptos que se unen entorno al ser humano, ya que este es

esencialmente personal y comunitario. Podríamos decir que el ser humano satisface a su

naturaleza cuando establece relaciones de sentido con la humanidad por medio de las

comunicaciones, puesto que, está en su esencia.

La ética y la educación busca la plenitud de la persona través del desarrollo integral

(físico, afectivo y espiritual), que se manifiesta en actos positivos para uno mismo y para los

demás con el fin de ser feliz.

La Ética en la formación educativa hace referencia a que el educador sepa lo que está

haciendo, que se informe al respecto, y conozca a su educando para poder entablar una relación

interpersonal y así lograr su objetivo de transmisión de conocimientos y actitudes.

Porque como educadores, nos corresponde indicar el camino hacia la verdad a través de la

prevención, o en su caso, de la corrección. Pero para lograr este objetivo, el maestro debe saber

por dónde dirigirse y cómo hacerlo. Eso es precisamente la Ética en la formación educativa: sacar

lo mejor de la persona.

“Por su condición de persona, el hombre tiene derecho a ser educado. Y la familia es el

lugar primordial de esa educación humana. Los padres son los primeros educadores. Este derecho

- deber que les incumbe es primario, original, intangible, indelegable e insustituible. La familia es

anterior al Estado, que la presupone: la persona se incorpora a la sociedad política desde la

familia y por la familia. Y lo mismo vale respecto de cualquier otra organización asociativa.”

 

3. Ética y Democracia

La ética y la democracia son, al parecer, dos dimensiones separadas, cada una con sus

principios y con su lógica. La ética no es interna a la política democrática, sino algo que le viene

impuesto desde fuera, parece. Si la ética es previa y distinta a la democracia, parece que la

democracia puede funcionar sin referencia alguna a la ética (Joseba Arregui, El Correo).

Según Miguel Giusti: No hay democracia sin ética. Hay, sí, ética sin democracia, pero no

democracia sin ética. La ética es una concepción evaluativa de la vida, un sistema de creencias o

una escala de valores socialmente compartidos, que animan la interpretación de la realidad y que

subyacen a las diferentes formas de organización institucional que una sociedad decide darse.

Ciertamente, la ética aplicada a la democracia facilita como ha apuntado Luis Prieto, se

trata “de un reto fundamental de todo modelo de organización de la convivencia: cómo la

política, sin dejar de ser el reino heterónomo del poder, puede conjugarse con la ética y como

ésta, sin abdicar de sí misma, puede reforzar su eficacia práctica en las sociedades humanas”.

De igual modo, Díaz Hochleitner entiende que “nuestra carencia fundamental es de

valores éticos coherentemente ejercidos, lo cual nos ha inducido a un peligroso estilo de vida

consumista y derrochador como forma de expresar nuestro egoísmo desde la ignorancia en la que

nos movemos frecuentemente”, que los gobernantes sean capaces de ver en los asuntos públicos,

en los expedientes, personas que tienen derechos, personas que sufren o personas que tienen

necesidades. Por eso el Gobierno debe pensar en los ciudadanos y así los ciudadanos confiarían

en el Gobierno.

 

4. Ética y Tolerancia

Como profesor –y además de ética– una de las tareas más difíciles es enseñar a no

confundir la tolerancia con el todo vale; a saber, combinar la tolerancia como deber y como

virtud con la indignación moral: la capacidad de indignarse y reaccionar ante los males y las

injusticias. Si la tolerancia se debilita peligra nuestra vida común en libertad; pero también

peligra a la larga si no somos intolerantes con los males de esa vida.

Pero como invitar a ser intolerantes resultaría equívoco, ha venido en nuestra ayuda una

expresión que resulta muy útil: tolerancia cero. Así, debemos ser tolerantes, pero el umbral de

tolerancia debe reducirse en ocasiones a cero –es decir, no transigir ni aceptar algo– cuando se

trata, por ejemplo, de pederastia, violencia machista o bullyng; o, en menor medida de gravedad,

pero más frecuentemente, de falta de respeto, plagio o mentira. Es necesario pues enseñar tanto a

tolerar como, allí donde es necesario, a reducir esa tolerancia a cero cuando se trata de males a

los que debemos hacer frente. Sin ésto, hablar de ética no tendría sentido (El Ciervo, 2016).

La tolerancia y la ética es la formación en valores y son fundamentales para la

convivencia y la vida en comunidad; para aplicar los valores tenemos que tener en cuenta el

desarrollo de una identidad y una formación.

La comunicación asertiva es un fundamento para conocer a los demás y a nosotros

mismos, es muy importante esta comunicación porque es una necesidad y un paso definido hacia

la tolerancia.

La cultura ciudadana es un exponente muy importante en la tolerancia ya que es necesario

volver a unas pautas de convivencia para así fomentar el bienestar de la comunidad.



 

Conclusión

La ética estudia qué es lo moral, cómo se justifica racionalmente un sistema moral, y

cómo se ha de aplicar posteriormente a los distintos ámbitos de la vida personal y social.

La relación de la ética con la educación nos da un panorama de lo que buscamos como

docentes en nuestros educandos, cultivando en ellos valores que en un futuro cercano los harán

grandes personajes, justos y generosos con los demás.

La relación de la ética con la democracia nos dará una mejor visión sobre nuestros

educandos al momento de aplicar la ética en la política y en los menesteres del gobierno.

La relación de la ética con la tolerancia nos permitirá tener educandos tolerantes, pero con

una perspectiva de que la tolerancia no significa que se dejen humillar o su integridad se vea

afectada, por eso la tolerancia va acompañada de la ética.

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