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Contesta a las siguientes preguntas: El desierto

-¿Con qué me identifico y por qué?

-En el desierto de mi vida ¿de qué agua estoy sediento? Busco


precisarlo en lo concreto de mi vida

- Siguiendo la imagen del texto, me imagino sentado en la duna,


mirando el desierto y su belleza

- ¿Se esconde para mí un pozo de agua fresca?

-¿Confio en que existe ese pozo para mí? ¿Estoy dispuesto a


buscarlo?

-Con la certeza de que hay un pozo de agua que se esconde en


mi vida, me dejo maravillar por la misteriosa atracción que des­
cubro en ella.

• Coloquio. Dar gracias al Señor por el pozo de agua que descubro en


mi vida.

• Otros textos.

Os 2, 16: «Por eso voy a seducirla; la llevaré al desierto y hablaré a


su corazón».
EL DESIERTO ES BELL02

• Presencia de Dios. Con la imaginación hago presente a Dios que Nos hallábamos en el octavo día de mí avería en el desierto y... tomaba la
está conmigo en todo momento y lugar. última gota de mí provisión de agua...

- Vczmos a morir de sed, dije


• Petición. Que encuentre la fuente de vida que me está aguardando, a
-Yo también tengo sed... busquemos un pozo ... dijo el Príncipíto.
Dios presente en mi vida.
Tuve un gesto de cansancio; es absurdo buscar un pozo al azar, en la inmen­
• Composición de lugar. Imagino el desierto, con su soledad, silencio,
sidad del desierto. Sin embargo nos pusimos a buscarlo.
sequedad ... y en él un pozo de agua que se esconde.
Cuando hubimos caminado horas, distinguí como en sueños las estrellas, pues
Al comenzar este tiempo de Ejercicios y también a lo largo de ellos, tenía un poco de fiebre a causa de la sed. Las palabras del Príncipíto danzaban
nos va a ayudar usar imágenes, símbolos y metáforas porque con ellas en mí memoria.
expresamos mucho mejor nuestra relación con Dios.A través de ellas - ¿Tú también tienes sed?, le pregunté
se ponen de manifiesto los deseos de nuestro corazón. Él no contestó la pregunta, simplemente me dijo: El agua puede ser buena

Racionalizar el encuentro con nuestro Dios, buscarle de modo rígido para el corazón.

y estereotipado, suele llevarnos a la frialdad de no encontrarle, a sen­ No comprendí su respuesta pero me callé...

tir que estamos en un callejón sin salida. En cambio, conectar con los Yo sabía bien que no hacía falta interrogarle.

deseos de nuestro corazón suele abrirnos a la novedad y a la ternura Estaba fatigado y se sentó, Me senté junto a él...
del encuentro con Dios. - El desierto es hermoso, dijo.

En la Biblia se usan imágenes y símbolos para expresar y poner de Y era verdad, siempre me ha gustado el desierto. Uno se sienta sobre una duna

manifiesto la presencia-ausencia de Dios.También Jesús los utiliza con de arena. No ve nada. No oye nada.Y sin embargo, algo irradia en silencio ...-Lo
que embellece al desierto, dijo el Príncipíto, es que oculta un pozo en alguna parte.
frecuencia, especialmente cuando habla con parábolas.
Me sorprendió comprender de pronto esta misteriosa irradiación de la arena.
Ayudándonos con el uso de la metáfora, para este tiempo de oración,
Cuando yo era muchachito habitaba una vieja casa y la leyenda contaba que allí
podemos identificar nuestra vida con un desierto y los deseos de
había una tesoro enterrado. En verdad nadie ha sabido descubrirlo y posiblemen­
nuestro corazón con la sed que en el desierto se suscita.
te ní siquiera se ha buscado. Pero encantaba toda la casa. Mí casa escondía un

- Leo atentamente el texto: secreto en el fondo de su corazón...

- Sí, dije al Princípito, se trate de la casa, de las estrellas o del desierto, ¡lo que
constituye su belleza es invisible! ...

Como el Príncípíto se dormía, lo tomé en mis brazos y continué la marcha.


Estaba conmovido. Me parecía llevar un tesoro frágil.Yo miraba a la luz de la
luna esa frente pálida, esos ojos cerrados, esos mechones de pelo que ondulaban
en el viento y me dije: Lo que veo aquí es sólo corteza. Lo más importante es
invisible ...

Caminando así, descubrí el pozo al nacer el día.

2 A. de SAINT ExúPERY, El Principito

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