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Éxo 1,16, 1 Rey 19.4, Prov 18.21, Ecl 3.1, Isa 58, Lam 3.25, Dan 10.

12–13, Ose 4.6, Joel


3.10, Zac 4.6, Mat 2.13, Luc 3.21–22, 4.2–3, 13, 14, 2 Cor 10.4, Efe 4.11, 6.11, 11–13,
13, 13–18, Fil 2.9, Heb 4.12, 6.12, 1 Ped 5.8–9, 9

ARMAS PARA CONTRARESTAR EL ATAQUE DE SATANAS

La vida cristiana es una vida que incluye el conflicto espiritual entre las fuerzas de
maldad y los hijos de Dios.

Efesios 6:11-13 dice:


“Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del
diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra
potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales
de maldad en la regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios para que
podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.”
1 Pedro 5:8-9
“Sed sobrios y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda
alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos
padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.”
Los versículos recién mencionados nos dicen que tenemos un enemigo que esta al acecho,
intentando destruirnos. Esta clase de conflicto no es entre seres humanos sino contra
fuerzas las espirituales de maldad.

El conflicto espiritual se divide en dos partes importantes:


1. Nuestras batallas personales contra las fuerzas espirituales de maldad
2. Nuestras batallas grupales, como iglesia, contra las fuerzas del diablo

~Como creyentes en Cristo no podemos permanecer ciegos a esta realidad, que para
muchos es causa de asombro y temor, pero  para El Señ or es un asunto de bendició n
para el pueblo de Dios. *

¿Por qué? Porque gracias a la obra de Cristo en la cruz del calvario una vez y para
siempre, //Cristo venció a la muerte, el pecado y al mismo diablo//, nosotros hoy
podemos resultar vencedores en nuestras batallas personales y grupales como Iglesia de
Cristo.

Como hombres y mujeres de Dios, debemos aprender a entender los tiempos, etapas o
estaciones en las cuales podemos recibir los severos ataques del enemigo.
Existen ciertos tiempos donde pareciera que el enemigo se hubiera ensañado más
con nosotros que con otros creyentes. ¿Por qué sucede esto?

Necesitamos como primera cosa, entender que la guerra espiritual “tiene su tiempo”, como
todo lo que vivimos bajo el sol (Ecl.3:1 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo
del cielo tiene su hora). La idea de Dios no es que evitemos el conflicto sino que lo
enfrentemos en el Nombre del Señ or y ganemos la batalla para la gloria de Su santo
Nombre. En Efesios 6:13 dice “habiendo acabado todo” //dando a entender que existen
tiempos determinados, con un comienzo y un final específico, de las batallas espirituales.
//

Por cierto este proceso se repite una y otra vez a lo largo de nuestro andar cristiano. En
Lucas 4:13 leemos acerca de Jesú s: “y cuando el diablo hubo acabado toda tentación, se
aparto de él por un tiempo.”

Jesú s aquí había enfrentado diversas batallas, venciendo al enemigo con la Palabra de
Dios, pero eso no significaba que nunca má s iba a tener que volver a enfrentarse con el
enemigo.

Ahora bien debemos grabarnos en nuestra mente que nuestras batallas espirituales
siempre son por una razón específica y por una estación (etapa) específica.

Los propósitos de Dios en las batallas espirituales


Básicamente son tres:
• Aprender a estar firmes en Cristo (Ef. 6:11Vestíos de toda la armadura de Dios, para
que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo)
• Aprender a vencer y disfrutar la victoria
• Darle toda la gloria al Señor

Encuesta

Si hiciéramos una encuesta mundial cristiana sobre si quienes queremos enfrentar


batallas en nuestro andar cristiano, ¡Seguramente diríamos que no!

Muchos de nosotros hemos abrazado el Cristianismo bíblico perdiendo de vista que bajo
la ó ptica de Dios no existe vida cristiana sin batallas o luchas que enfrentar. Sumado a eso,
por añ os el enemigo se encargó que, desde los pú lpitos, se suprimiera la enseñ anza sobre
el tema, originando una generació n cristiana mayormente derrotada. La ignorancia
espiritual y Escritural siempre conduce al Pueblo de Dios a la derrota (Oseas 4:6 Mi pueblo
fue destruido  porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento…).

Si usted cree que el enemigo va a perdonarle que usted haya renunciado a su reino para ir
al reino de Jesucristo,

¡Está equivocado!

Es por eso que las batallas espirituales son ú nicamente enfrentadas por aquellos que son
parte del Reino de Dios.

Los que está n sin Cristo, bíblicamente hablando, viven bajo el dominio del diablo.

También es bueno aclarar que bajo el punto de vista bíblico original todos los cristianos
deben atravesar las batallas.

La Biblia lo llama “padecimiento”

(1 Pedro 5:9 Resistidlo firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van
cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo).

Para ser sinceros, existe una diferencia muy grande entre el cristianismo de aquel
entonces y el nuestro.

Hoy día cualquiera se hace llamar “creyente” o “cristiano” cuando bíblicamente no califica
para tal término.

Los creyentes que son atacados más por el enemigo son aquellos que se
comprometen más con la causa de Cristo, anhelan hacer toda la voluntad de Dios,
caminan en real santidad y sirven a Dios con un corazón puro.

El enemigo no se va a molestar en atacar a alguien que ya está “conquistado” por sus


propias debilidades de cará cter, pecados e influenciado totalmente por el mundo.

Los creyentes nos hemos acostumbrado por todo, a echarle la culpa al diablo, cuando
muchas veces somos nosotros, pues con nuestra vida no glorificamos al Señor.

Ahora bien, a continuación quiero compartir 6 maneras básicas que nos ayudaran a
detectar aquellas etapas o estaciones de ataque satánico que vienen sobre nuestras
vidas individualmente y grupalmente (como Iglesia local):
1. El diablo siempre elige, cuando va a atacar, el momento y el lugar más débil
En 1 Reyes 19:4-8 encontramos un episodio especial en la vida del profeta Elías. Este
hombre venía de haber orado y hacer que la lluvia viniera sobre la tierra luego de varios
añ os de sequía; venía de haber clamado a Dios y hacer que el fuego descendiera sobre la
tierra para vencer y destruir a los profetas de Baal. Ahora lo vemos de esta manera:

“Y el se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y


deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida y echándose debajo del enebro,
se quedó dormido;y he aquí luego un ángel lo tocó, y le dijo: Levántate, come. Entonces él
miró, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua; y comió
y bebió, y volvió a dormirse. Y volviendo el ángel de Jehová la segunda vez, lo tocó, diciendo:
Levántate y come, porque largo camino te resta. Se Levantó, pues, y comió y bebió, y
fortalecido con aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el
monte de Dios.”

La pregunta que todos nos hacemos es: - ¿Có mo puede ser que a semejante profeta de
Dios le pueda suceder esto? Note la secuencia: Elías anduvo un día por el desierto,
afectado por el sol, el calor, transpirando a má s no poder y, por lo que sugiere el pasaje, sin
comer y beber. Estaba exhausto. Para Elías era su momento má s débil. Fue allí donde el
enemigo le sugirió la idea de morirse. Dios es dador de vida y vida abundante no de
muerte, de allí, deducimos el ataque espiritual que Elías enfrento. Es en los momentos má s
débiles donde el enemigo se “agarra” de ese estado para atacarnos y perjudicarnos. Es por
eso que la Palabra nos exhorta a fortalecer nuestras debilidades (Joel 3:10).

En Lucas 4:2-3 leemos acerca de Jesú s en las tentaciones y dice: “tuvo hambre, entonces el
diablo…” Cuando el enemigo vio la debilidad, lanzó su feroz ataque. ¡Gloria a Dios que el
Señ or tiene recursos espirituales para que podamos vencer, pero necesitamos dejar de ser
ignorantes acerca de las maquinaciones del enemigo!

2. El enemigo ataca, cuando tenemos que tomar alguna determinación importante


Esta decisión puede ser al elegir una carrera, un mejor trabajo, un cambio
geográfico, ministerial, aceptar una propuesta comercial, servir a Dios, etc. ¿Cómo
ataca el enemigo? Básicamente con tres dardos:
• Demoras
• Aplazar, posponer
• Apuros
Lo que el enemigo no puede detener, intentara demorarlo, aplazarlo o adelantarlo fuera
del tiempo de Dios.

Como alguien dijo sabiamente, los tiempos de crisis, batallas, siempre ocurren en el
punto de la promoción. La clave para vencer este ataque es el aprender a esperar en
Dios, pues es la clave para tomar el pró ximo paso en Dios.

Lamentaciones 3:25 dice: “Bueno es Jehová a los que en él esperan…” Hebreos 6:12 nos dice
también: A fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la
paciencia heredan las promesas.”.

Aprender a esperar en Dios puede ser una experiencia dura y un severo trato de
Dios, especialmente para aquellos a los cuales les gusta todo lo rá pido y automá tico, pero
ese trato especial del Espíritu Santo se hace necesario para que a nuestra fe le sumemos
paciencia;

 (Lea Hebreos 6:12) a fin de ser bendecidos y ver cumplidas en nuestras vidas y
congregaciones las promesas de Dios.

3. El enemigo ataca cuando una persona nace con un destino especial de Dios
Existen muchos casos en la Biblia, pero só lo mencionaré uno del Antiguo y otro del Nuevo
Testamento:

o   En el Antiguo Testamento, El nacimiento de Moisés en: Éxodo 1:16. Faraón (que es
una figura del diablo) dio la orden de asesinar a todos los hijos varones nacidos entre el
pueblo Hebreo. El diablo sabía que Moisés iba a ser el futuro libertador, ungido por Dios,
para sacar al Pueblo de Dios de la esclavitud y conducirlos por el desierto hacia la Tierra
Prometida. Fue por eso que lanzo ese ataque perverso contra los niñ os nacidos en aquel
tiempo.

o   En el Nuevo Testamento, la matanza de los niñ os durante el tiempo del nacimiento del
Señ or Jesú s es una prueba indubitable del plan del enemigo de exterminar a alguien con
propósito futuro de Dios (Mt. 2:13). ¡Jesú s era el Mesías de Dios!

4. El enemigo ataca cuando un milagro específico ha salido de la mano de Dios hacia


nosotros
Daniel 10:12-13 dice:
“Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a
entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus
palabras yo he venido. Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días;
pero aquí Miguel, uno de los principales
príncipes, vino para ayudarme, y quede allí con los reyes de Persia.”

Este episodio nos da luz para entender porque a veces las respuestas a nuestras oraciones
no llegan.

Aquí el pasaje claramente dice que desde la primera vez que le había pedido algo al Señ or,
no solo había sido oído, sino que la respuesta había salido de las oficinas celestiales
divinas hacia la tierra… pero algo se interpuso en el camino.

La frase “veintiún días” representa el intento del enemigo por impedir la llegada de la
bendició n a la vida de un hijo de Dios. Muchas veces en tiempos así nos enojamos con Dios
cuando en realidad esta sucediendo todo lo contrario. ¡Abramos nuestros ojos espirituales
para ver la realidad espiritual! El sueño de Dios el enemigo no puede robártelo

5. Cuando estamos por lanzar o comenzar un nuevo ministerio para Dios


Un ejemplo clá sico de esto lo vemos en la vida de Jesucristo. Leemos en Lucas 3:21-22 que
Jesú s primero fue bautizado en las aguas y luego ungido con el Espíritu Santo.

Si prestamos atenció n al relato y leemos mas adelante en 4:14 leemos: “Y Jesús volvió en el
poder del Espíritu a Galilea y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor…”
notaremos que entre estos dos pasajes (3:21-22 y 4:14) hubo un tiempo de conflicto
espiritual contra el diablo.

El diablo sabía que si Jesú s salía airoso del desierto iba a ministrar con poder sanador,
libertador glorificando a Dios, entonces fue cuando lanzó todo su ataque con la idea
de frenarlo e impedir su promoción espiritual.

Muchos creen que porque tienen un diploma de alguna casa de estudios respetable ya
está n en condiciones de servir; otros cuando reciben la Unció n del Espíritu Santo, dejan
sus iglesias pensando que “ya llego el día de tener su propio ministerio”, cuando en
realidad vemos que si queremos empezar u alcanzar un nuevo nivel de ministerio
debemos previamente batallar contra el diablo y vencerlo en el Nombre de Jesús.

6. El enemigo lanza su ataque cuando somos los próximos en la fila para ser
promocionados por Dios
La vida de José (Génesis 37 al 50) es un ejemplo preciso para graficar este punto: Cuando
era joven Dios le dio dos sueñ os proféticos acerca de cual seria su futuro en Dios. Fue por
eso que sus hermanos le tenían envidia, celos y quisieron acabar con vida. La protecció n
de Dios sobre José era grande así que decidieron venderlo como esclavo. Luego el relato
nos dice que en Egipto fue condenado injustamente de acoso sexual y llevado de por vida a
una cá rcel de exiliados políticos. Note cada uno y todos los intentos del enemigo por
impedir que José llegar al trono por decisió n de Dios. A pesar de todo, el Señ or preparó la
hora determinada para ubicar a José en el lugar determinado por Dios de antemano.
Quizá s hoy usted este siendo atacado brutalmente por el enemigo de diversas maneras o
de todas las maneras posibles.

Es mi oración que esta predica le de luz y direcció n para saber que usted va por buen
camino hacia el cumplimiento del destino que Dios ha trazado para su vida.

Ahora bien, veremos a continuación 6 armas que tenemos que aprender a utilizar
en medio de los tiempos de batallas espirituales.

Zacarías 4:6 dice: “…no con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de
los ejércitos.”

Las batallas espirituales se ganan con el poder sobrenatural de nuestro Dios, con el
poder del Espíritu Santo.

Esta batalla es invisible pero real, es espiritual y a la vez terrenal, por eso debemos saber
lo que dice:

 2 Corintios 10:4 “porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en
Dios para la destrucción de fortalezas,…”.

//Para este tipo de batallas del Espíritu de nada vale la inteligencia, habilidad o
estrategia humana.// Es por eso que debemos tener en cuenta las siguientes:  

6 ARMAS EFECTIVAS PARA BATALLAR Y VENCER AL ENEMIGO:

PRIMER ARMA:

Conocer y hablar/confesar la Palabra de Dios.


//En Hebreos 4:12 leemos que la Palabra de Dios es una espada que penetra y hace la
obra de Dios ya sea para el crecimiento espiritual como para la batalla sobrenatural
contra el mal.// Necesitamos desarrollarnos como hombres y mujeres de Dios para no
sólo conocer la teoría de la Palabra sino principalmente la Autoridad de la Palabra de
Dios. Eso nos llevara a aferrarnos a las promesas reveladas y a confesarlas en el
Nombre de Jesús.

SEGUNDA ARMA:

Nuestras conversaciones deben reflejar la mentalidad de un conquistador


Proverbios 18:21 dice claramente que en nuestra lengua tenemos el poder para soltar
muerte o vida. Necesitamos re-orientar nuestro vocabulario para declarar la vida y la
autoridad de Cristo sobre toda fuerza del mal. Nuestro lenguaje siempre debe ser un canal
donde fluya la presencia de Cristo no donde el enemigo se sienta có modo.
TERCER ARMA:

Tomar autoridad en el Nombre de Jesús


En Filipenses 2:9-10 leemos que Jesucristo tiene un Nombre sobre todo nombre y que ante
ese Nombre toda rodilla (de nuestros enemigos espirituales) se doblará vencida
reconociendo su autoridad. Esa misma autoridad está disponible para nosotros hoy, para
utilizarla contra el diablo y sus demonios.

CUARTA ARMA:

Ponerse toda la armadura de Dios

(Efesios 6:13-18)

QUINTA ARMA:

Oración y ayuno
Ayunar sin orar en el mundo espiritual es lo mismo que pretender interpretar sin hablar
en lenguas primero. Una cosa lleva a la otra. Cuando alguien activamente y regularmente
se involucra en el lugar secreto buscando a Dios en oració n diaria, en ciertos tiempos,
puede sumar el ayuno estipulado en Isaías 58 para romper todo yugo satánico.

SEXTA ARMA:

Buscar sabiduría espiritual de parte de las autoridades espirituales de la Iglesia


(Efesios 4:11 Después que partieron ellos, un ángel del Señor apareció en sueños a José y le
dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Permanece allá hasta que yo te
diga, porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo».)
En tiempos de batallas lo peor que podemos hacer es aislarnos y quedarnos solos.

Dicen los estudiosos que el león para atrapar a su presa, siempre elige a aquella que
se aleja de la manada. Una vez que quedo aislada la ataca y la devora.

Necesitamos aprender a quitar toda altivez, soberbia y orgullo y acercarnos a nuestros


ministros para ser enseñ ados, porque son nuestras autoridades espirituales saben má s
que nosotros.

Siempre digo que si alguna persona esta espiritualmente en Dios sobre nosotros, es
porque es mas que nosotros y necesitamos aprender de ellos.

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Tenemos todo para ganar nuestras batallas espirituales, por eso se hace necesario
conocer los tiempos en los cuales podemos ser más atacados por el enemigo.

Levantémonos hoy en el Nombre del Señ or para ser má s que vencedores en Cristo, y
ganemos todas nuestras batallas individuales y como Iglesia ¡en el Nombre de Jesús!

Pr. Armando Ruiz.

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