Lectura bíblica: "No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará." Gálatas 6:7
Es tremendo pensar en esto:
a Dios no se lo puede burlar; no se lo puede engañar. Nada de lo que hacemos o pensamos se le pasa por alto. Otra versión traduce el texto de esta manera: "No os hagáis ilusiones: de Dios no se burla nadie. Lo que cada uno haya sembrado, eso cosechará." El versículo 8 agrega: "Quien siembre para satisfacer sus apetitos desordenados, de ellos cosechará frutos de muerte; más quien siembre para agradar al Espíritu, el Espíritu le dará una cosecha de vida eterna." Gálatas 6:8 La Biblia nos cuenta la historia de un hombre llamado Sansón, era muy fuerte; realmente poderoso por fuera, pero muy débil; un completo fracaso por dentro. Lamentablemente no podía controlar sus pasiones y era arrastrado por sus propios malos deseos. Desde niño había sido bendecido por el Señor. Tenía buenos padres que le habían enseñado lo que Dios quería para él, pero cuando entró en la juventud comenzó a vivir según su propia voluntad y comenzó a colocar su mirada en aquello que no le convenía. Cuando una cosa se le ponía en la mente no había forma de hacerle cambiar de opinión. En una oportunidad se enamoró de una mujer filistea, es decir alguien que no pertenecía al pueblo de Dios. A pesar de lo que sus padres le pudieran aconsejar el dijo: "Con esta muchacha me voy a casar" Desde aquel momento todo salió mal. Pero Sansón una y otra vez se dejó llevar por los deseos de su corazón en lugar de buscar agradar al Señor. Aquel que debía ser un instrumento santo, un hombre ejemplar, un siervo de Dios llevando liberación, terminó atrapado en su propio pecado. Como dice el versículo de hoy: Cosechamos lo que sembramos; la consecuencia de una vida de pecado, para Sansón, fue terminar atrapado. Tuvo un final lamentable, solo; ciego; desamparado como un juguete roto. Terminó abandonado. Que este ejemplo nos sirva como advertencia. Debemos abrir los ojos, estar atentos y cambiar de rumbo a tiempo. Nunca lo debes olvidar: Si siembras para la carne siempre terminarás mal. Para pensar: Dios tiene planes para nosotros, así como los tuvo para Sansón. Él quiere fortalecernos y utilizarnos para llevar el mensaje de salvación. Si queremos sembrar algo sembremos el evangelio para la gloria de Dios. Todo lo que sembremos al final lo cosecharemos. Te hago una pregunta: ¿Qué sembrarás en el día de hoy? ¡¡Que tengas un hermoso y bendecido día!!
Controla Tu Mente y Controla Tus Pensamientos: Renovación A La Mente De Cristo Para Dominar Tu Pensamiento, Producir El Cambio Interior, Cultivar Una Mentalidad De Paz Y Tener Una Vida Satisfactoria
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