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Rodolfo Elbert.
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Capítulo 7 en Entre cúpulas y bases. Sindicatos, trabajadores y política durante el kirchnerismo, Paula
Varela (coord) Buenos Aires: Final Abierto. ISBN 978-987-28470-9-8. 2016.
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la Argentina, esta perspectiva se expresó en las afirmaciones sobre la “territorialización de la
política”, basadas en “una división absoluta entre lo que sucede en el barrio y lo que sucede en la
fábrica, entre el ámbito de la producción y el de la reproducción” (Varela, 2015: 249).
¿Cómo se explica la emergencia del tipo de alianza expresada en la toma de tierras de Las
Tunas? La presente investigación parte de la idea de que la dinámica de crecimiento económico
y la fragmentación persistente en la Argentina posconvertibilidad reconfiguró las relaciones
estructurales entre las diferentes fracciones de la clase trabajadora, modificándolas y
permitiendo, a partir de dicha modificación, la emergencia de nuevas relaciones culturales y de
acción colectiva que unificaron a trabajadores formales, precarios e informales.
El trabajo de campo para esta investigación se realizó en la zona norte del Conurbano
bonaerense, con eje en la localidad de General Pacheco (partido de Tigre), entre el mes de
marzo de 2010 y abril de 2011. Esta región ha sido históricamente un núcleo de atracción para
la inversión extranjera directa orientada al desarrollo de grandes plantas industriales. La mayor
parte de estas plantas se construyeron en los alrededores de la Autopista Panamericana, lo cual
permitió una fácil circulación interurbana y el acceso directo a los espacios productivos
regionales del MERCOSUR (Briano y Fritzsche, 2007: 742).
Como resultado de esta tendencia, emergieron diversos complejos industriales, entre los
cuales se destaca el que está ubicado en la intersección de la Autopista Panamericana y la
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Este capítulo presenta resultados de una investigación realizada en el marco de la tesis doctoral (Elbert 2013).
Agradezco los comentarios de Paula Varela y Mariela Díaz a esta versión del trabajo. También agradezco la
colaboración de la Lic. Bárbara Estévez Leston para la traducción de dos secciones de este trabajo, realizadas
originalmente en idioma inglés.
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avenida Henry Ford, donde están localizadas las tres fábricas analizadas en esta investigación.
La cercanía de estas fábricas con un conjunto de barrios populares proporcionó un escenario
apropiado para comprender las relaciones entre las acciones sindicales del núcleo del
proletariado industrial de la zona norte y las acciones colectivas de base territorial.
El trabajo de campo se realizó entre marzo de 2010 y abril de 2011. Si bien se
incluyeron varios barrios de la zona, el eje de la investigación fue el barrio de Las Tunas, donde
la mayor parte de los habitantes forman parte de la clase trabajadora con altos niveles de
empleo informal y desocupación (Boniolo, 2013). El empleo informal para los habitantes del
barrio proviene de los countries y barrios cerrados (principalmente de Nordelta), donde los
vecinos trabajan en la construcción, en tareas de mantenimiento en los jardines, las piletas y las
viviendas, en el cuidado de niños y la limpieza de hogares. Entre los desocupados, predominan
las personas que reciben algún tipo de asistencia social, ya sea la Asignación Universal por
Hijo o un empleo precario en las cooperativas del plan Argentina Trabaja (Boniolo, 2013).
Durante el trabajo de campo, se entrevistó a vecinos del barrio y militantes de diversas
organizaciones barriales. Las entrevistas fueron semi-estructuradas y se enfocaron en la historia
laboral y residencial de los vecinos del barrio, su participación en organizaciones de base del
barrio y sus opiniones sobre el nuevo activismo sindical en las fábricas de la zona. Asimismo,
durante el período del trabajo de campo, el autor visitó el barrio al menos una vez a la semana
como docente de uno de los bachilleratos populares allí establecidos.
En lo que refiere al sector formal, el foco de la investigación fueron las estrategias
sindicales de las comisiones internas en tres fábricas de la zona: Kraft Foods, Volkswagen y el
Frigorífico Rioplatense. A continuación, se describen las principales características de los
casos:
Empresa
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Régimen de producción* Antagonismo Cooperación Antagonismo
*Las categorías conceptuales de régimen de producción y lógica de acción sindical se explican en el apartado
“Perspectiva analítica: Estrategias sindicales, fragmentación y territorio”.
La ofensiva neoliberal de los años noventa en América Latina dejó un legado de mayor
desigualdad en la región a través del ataque a los derechos básicos de los trabajadores y las
tendencias regresivas en el mercado de trabajo (de la Gaza Toledo 2009; Beccaria y Maurizio
2012). En la Argentina, esto incluyó niveles altísimos de desempleo, informalidad y
precariedad laboral (Neffa 2008, 304). Luego de la crisis económica de 1998-2002 y el colapso
3
Todas las entrevistas fueron realizadas por el autor. Se citan los fragmentos señalando el rol del entrevistado/a, la
empresa o barrio al que pertenece, y la fecha de la entrevista. Cuando el fragmento incluye preguntas y respuestas,
se lo señala en el texto.
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del modelo neoliberal, la economía del país volvió a crecer de manera sostenida generando
nuevas tendencias en el mercado de trabajo.
Gráfico 1: Evolución de la tasa desocupación, tasa de informalidad total y tasa de informalidad entre
Fuente: elaboración propia en base a datos publicados en Tornarolli, Battistón, Gasparini et al. 2014.
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A pesar de estas tendencias a la recomposición de la clase trabajadora, se ha señalado el
carácter contradictorio del nuevo modelo de crecimiento, ya que se mantuvieron ciertas
condiciones de explotación heredadas del período neoliberal (Varela, 2015: 85). En particular,
se ha señalado el mantenimiento de políticas de flexibilización laboral en los convenios
colectivos de trabajo (Marticorena, 2014) y la persistencia de problemas de informalidad y
precariedad que afectan a importantes fracciones de la clase trabajadora. Por ejemplo, en 2010
la informalidad afectaba al 34.6% de los asalariados y al 45.5% de la fuerza de trabajo total,
cifras todavía superiores a la informalidad del período previo a la crisis del neoliberalismo
(33.3% de informalidad promedio entre asalariados, 1991-1997).
En lo que refiere al movimiento obrero, a partir del año 2003 hubo en la Argentina un
fuerte ascenso de la protesta gremial, y los trabajadores formales volvieron a ser los principales
protagonistas del conflicto social (Palomino, 2007; Etchemendy y Collier, 2007; Varela, 2008).
En particular, se destacaron en este período los procesos de sindicalismo de base (Varela, 2008;
Montes Cató, Lenguita y Varela, 2010; Lenguita, 2011).
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Fuente: Elaboración propia en base a datos del Centro de Estudios Nueva Mayoría (2013) 4.
Las cifras del resurgimiento del movimiento obrero son contundentes. Por ejemplo, en
el año 2005, el Centro de Estudios Nueva Mayoría relevó 824 conflictos laborales, lo cual
significó el número más alto desde 1990. Esto también se ve en el promedio anual de conflictos
para los diferentes períodos. Mientras que en los años de la crisis hubo un promedio de 251
conflictos por año, el promedio de conflictos para el período post-crisis (2003-2011) fue casi el
doble (464). Lo interesante de esta dinámica es que el resurgimiento de las protestas de
trabajadores formales se da en un contexto de precariedad e informalidad persistente, por lo
cual adquiere relevancia la pregunta sobre el tipo de relaciones que las organizaciones
sindicales establecieron con grupos de trabajadores/as precarios e informales.
El empleo formal “típico” abarca a trabajadores asalariados con contratos laborales que
están regulados por el Estado e implican una serie de derechos, como ser la estabilidad laboral,
la recepción de aportes a la seguridad social, condiciones seguras de trabajo, un salario
regulado por convenio y el derecho a la representación sindical, entre otros (Neffa, 2010: 19; de
la Garza Toledo 2009; Standing 2011, 10). Si bien en la práctica estos derechos casi nunca se
respetan plenamente, el reconocimiento legal de la contratación brinda una herramienta legal a
los trabajadores para reclamar en caso de incumplimiento.
El empleo formal precario incluye a trabajadores asalariados con contratos registrados y
que reciben aportes jubilatorios, pero que no tienen la misma estabilidad y seguridad en el
empleo que trabajadores empleados bajo la modalidad “típica” (Neffa, 2010). Si bien hay
diferentes formas de precarización, las dos principales son las que niegan a los trabajadores la
estabilidad laboral (mediante contratos temporarios) o el reconocimiento de una relación
directa con los empleadores (tercerizaciones) (Cobble y Vosko, 2000; Basualdo y Esponda,
2014; del Bono, 2014). Finalmente, los trabajadores/as informales son los asalariados sin
4
Se presenta esta cronología por ser la que tiene más largo alcance, utilizando la misma metodología de registro. Es
sólo indicativa de tendencias generales, aunque no exenta de polémicas. Sobre los problemas metodológicos para el
registro de conflictos laborales, ver Piva (2006)
7
contrato de trabajo o “no registrados”, y aquellos cuentapropistas que realizan actividades
económicas de subsistencia5.
En el marco del crecimiento del trabajo informal y precario asociado a la globalización
neoliberal, muchos autores comenzaron a preguntarse por la posición de clase de estos grupos
de trabajadores: ¿Comparten los trabajadores formales, los informales y los precarios la misma
posición de clase históricamente definida como clase obrera o trabajadora? ¿Puede ser que la
diferencia en derechos laborales y el nivel socio-económico entre estos grupos haya generado
un sisma de clase que divide a los trabajadores “privilegiados” del resto de la clase?
Algunos autores responden de manera negativa a la primera pregunta, y brindan un
rotundo sí para la segunda. Para ellos, el concepto clásico de “clase obrera” devino inadecuado
para capturar la heterogeneidad estructural de estas posiciones. Con respecto a los trabajadores
informales, la posición extrema en este debate ha sido afirmar que los esquemas de clases en
América Latina deben incorporar al proletariado informal como una clase que se diferencia del
proletariado formal, tanto en su situación estructural como en sus intereses de clase,
experiencia de vida y estrategias de organización política y social (Castells y Portes, 1989: 12).
Un argumento similar ha sido propuesto por Guy Standing para definir a los
trabajadores precarios como una nueva clase social a nivel mundial. Para este autor, el
precariado es la nueva clase subordinada del capitalismo, y reemplazó al proletariado como el
potencial agente revolucionario que podría subvertir el sistema (Standing, 2011: 8). Desde esta
perspectiva, la heterogeneidad en lo referido a salarios, condiciones de trabajo y relaciones con
el capital, que separan a diferentes grupos de trabajadores, ha debilitado la identidad colectiva y
la capacidad de acción colectiva de la clase obrera (Roberts, 2002: 22; Collier y Handlin, 2009;
Standing, 2011).
El problema con estas visiones es que asumen que las diferencias socio-económicas
existentes entre estos grupos de trabajadores se traducen necesariamente en divisiones de clase
que exprsan diferentes intereses materiales, identidades, experiencias de vida y estrategias de
acción colectiva. En contraste, el presente capítulo parte de un concepto clásico de clase obrera
y se propone investigar los vínculos que existen entre las diferentes fracciones de esta clase en
5
En términos operacionales son los cuentapropistas no calificados, es decir, con secundario completo o menos. Los
sectores que hacen trabajo por cuentapropia informal comparten el mundo barrial de la clase obrera y popular. La
intersección de informalidad y precariedad excede el mundo laboral y también se da en procesos de urbanización
(Diaz 2015)
8
términos de estrategias de acción colectiva. Para ello, se mantiene el esquema de clases básico
propuesto por Erik Olin Wright (1997), que define como parte de la clase obrera a todos
aquellos individuos explotados y dominados en el proceso de producción, más allá del modo de
remuneración de su trabajo o el tipo de contratación que tengan en sus empleos. En particular,
este esquema señala que los diferentes grupos de trabajadores son parte de la misma clase
social, debido a que comparten un interés material de clase respecto a la superación del
capitalismo mediante la democratización de la producción y la distribución igualitaria del
producto social. Más aún, ambos grupos de trabajadores tienen similares condiciones
materiales de vida (Wright, 2015; Elbert, 2015).
Una vez que se abandona el supuesto teórico de las diferencias de clase entre diversos
grupos de trabajadores, la tarea central de la investigación es analizar empíricamente las
relaciones sociales que unen o separan a estos grupos en cada contexto socio-histórico concreto6.
En particular, en el marco de la reactivación de la protesta gremial en la Argentina de la
posconvertibilidad, este capítulo se pregunta si existen vínculos de solidaridad entre las acciones
colectivas de base sindical de trabajadores/as formales y otros dos tipos de acción colectiva: 1)
las acciones de trabajadores/as precarizados que luchan por mejorar sus condiciones de
contratación; 2) la organización de base territorial protagonizada centralmente por
trabajadores/as informales y desocupados.
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En otras palabras, la investigación se propone evitar la “división disciplinar al interior de la producción
académica”, que separó a los estudios de la politicidad de los sectores populares de las investigaciones sobre el
“mundo del trabajo” (Varela, 2015: 253). Otros trabajos que también evitan estas falsas dicotomías son los de Varela
(2015), Iñigo Carrera (2011) y Maceira (2010).
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En primer lugar, se tiene en cuenta el tipo de régimen de producción impuesto por la
patronal y el lugar que se dio en el mismo a los trabajadores precarios. Siguiendo a Burawoy
(1985: 7-8), se define al régimen de producción como la combinación de los efectos políticos e
ideológicos de la organización del trabajo y de los aparatos ideológicos que regulan las
relaciones de producción7. En términos generales, se pueden identificar regímenes de
producción que promueven la cooperación entre el capital y el trabajo, y regímenes basados en
una dinámica de antagonismo y confrontación (Wright, 2000). Mientras que en Kraft8 y el
Frigorífico Rioplatense la patronal imponía las políticas de producción y confrontaba con los
trabajadores y la comisión interna, en Volkswagen se desarrolló un régimen hegemónico de
cooperación entre la patronal y la comisión interna9. Este régimen estaba basado en el
intercambio de salarios altos por mayor productividad y colaboración en el proceso de
producción.
La distinción entre los regímenes de producción también tiene en cuenta el componente
territorial de los mismos, basado en las “estrategias de localización” de las empresas (McKay,
2006). Estas estrategias de localización son las políticas mediante las cuales la empresa
capitalista se vincula con el territorio que la contiene, por ejemplo a través del reclutamiento de
trabajadores o de las políticas de relaciones públicas (Collins, 2003).
En particular, se analiza en qué barrios y ciudades viven los trabajadores de cada
empresa para poder caracterizar la orientación geográfica de la política de contrataciones. Una
política de contrataciones es “geográficamente concentrada” cuando la mayor parte de los
trabajadores de una empresa provienen de los barrios vecinos a la planta de producción. Este
fue el caso del Frigorífico Rioplatense, ya que la mayor parte de los trabajadores residían en los
barrios de los alrededores. En cambio, una política de contrataciones es “geográficamente
dispersa” cuando la mayor parte de los trabajadores provienen de barrios y ciudades más
alejados de la planta de producción. En el caso de Kraft y Volkwagen, las empresas contrataban
7
Como bien señaló Paula Varela (comunicación personal), este es un argumento estructuralista que define a los
regímenes de producción según las políticas de la patronal. De esta manera, se excluye a la estrategia sindical de la
construcción del régimen de producción, aunque sí se la tiene en cuenta para analizar cómo opera este régimen en
los casos concretos.
8
Actualmente esta empresa se llama Mondelez Internacional, pero se utiliza el nombre de la empresa en el momento
de la investigación (Cambiaso, 2016). Ver también el capítulo de Cambiaso en la presente publicación.
9
Para un análisis en profundidad de los regímenes de producción en la industria automotriz de Argentina ver
Santella (2012). Ver también el capítulo 2 de la presente publicación.
10
principalmente trabajadores residentes en la zona norte del Conurbano bonaerense, pero no
priorizaban a los barrios vecinos.
Finalmente, la investigación distingue dos tipos de lógicas organizativas de la acción
sindical de los trabajadores: la democrática y la burocrática. En primer lugar, una acción
sindical es democrática si la comisión interna surge de elecciones pluralistas para elegir
delegados y las acciones de lucha son decididas a través de asambleas y métodos democráticos
de participación (Fung y Wright, 2003: 5). Por el contrario, la acción sindical es burocrática si
no se aceptan listas gremiales alternativas en las elecciones gremiales (o son reprimidas por
métodos violentos) y las acciones de lucha y organización se deciden a espaldas de los
trabajadores de base. En palabras de Offe y Wiesenthal (1980: 216-7), las organizaciones
sindicales burocráticas hacen todo lo posible para que su supervivencia y desarrollo dependan
lo menos posible de la motivación a participar de los trabajadores de base. Las acciones
sindicales en Kraft10 y el Frigorífico Rioplatense tuvieron un carácter democrático y de base en
el período. En la empresa Volkswagen se desarrolló un ejemplo típico de burocracia sindical
con acciones sindicales no consultadas con la base obrera y falta de pluralismo en las
elecciones gremiales.
¿Sapo de otro pozo? La solidaridad de trabajadores/as formales con las luchas territoriales
en los barrios vecinos
10
El caso de Kraft es particular porque, entre 2005 y 2009, las estrategias sindicales analizadas en este capítulo no
fueron llevadas adelante por la comisión interna, sino por un grupo de trabajadores de base, activistas y militantes de
izquierda que organizó un movimiento sindical de base en la empresa. Este grupo coexistió con la comisión interna
dirigida por otra agrupación (y de hecho tuvo algunos delegados) hasta que ganó las elecciones de 2009. Para un
análisis detallado de este proceso, ver Varela y Lotito (2009) y Cambiaso (2016).
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Esta solidaridad irrumpió en cada conflicto laboral que afectó a los obreros/as del
frigorífico. Por ejemplo, fue esencial durante el conflicto laboral que se inició por un reclamo
de trabajadores tercerizados en marzo de 2011. Como se analiza más detalladamente en otra
publicación (Elbert, 2012) la dinámica del conflicto incluyó un esfuerzo permanente de los
trabajadores por “sacar el conflicto de la fábrica” y llevarlo a la comunidad. Este esfuerzo tuvo
como base la autodefinición como “trabajadores y vecinos” y las diferentes acciones para
comunicar el conflicto a los vecinos de los barrios lindantes y del Partido de Tigre en general.
El discurso de uno de los delegados gremiales durante el corte de la Autopista Panamericana es
un ejemplo de esta estrategia:
Nosotros estamos jugados, no paramos hasta conseguir el aumento. Y que se cuiden, porque
acá estamos hablando no solamente de las 600 familias que trabajamos en el frigorífico.
Estamos hablando de todos los barrios que rodean el frigorífico, donde la mitad de la gente
que vive ahí trabaja ahora, o trabajó alguna vez ahí, y saben las condiciones en que hemos
trabajado durante los últimos cuarenta años. Totalmente denigrantes, ultraexplotadoras.
Nosotros queremos darle corte final, nos hemos puesto de pie y no nos vamos a rendir
[aplausos de fondo].
Pregunta: ¿Por qué cortan la Panamericana?
Respuesta: Cortar la Panamericana es una forma más [de protestar]. Porque lamentablemente,
nuestro conflicto al quedar ceñido solamente al ámbito del trabajo es algo que aprovechan los
empresarios especuladores y los funcionarios corruptos para poder torcernos el brazo y que
nos desgastemos. Y abrirnos causas, como dice el compañero. Nosotros venimos acá para
decirle al pueblo trabajador que está mirando la televisión, que ese kilo de carne que paga $30
o $35 en la carnicería, a nosotros, que la trabajamos y la producimos todos los días, no nos
alcanza el sueldo para poder comprarla.
(Reportaje periodístico a delegado gremial
del Frigorífico Rioplatense durante el piquete en la Autopista Panamericana, Canal de Noticias
C5N, 12/04/2011, transcripción del autor)
Por otra parte, la solidaridad entre los trabajadores y los vecinos del barrio también
mostró un flujo inverso. Los trabajadores se vincularon con las acciones colectivas barriales en
12
diversas ocasiones. Cotidianamente, la comisión interna colaboró con las actividades de
comedores comunitarios de la zona, con donaciones de carne y otros alimentos para su
funcionamiento diario. La comisión interna también tuvo una política activa de vincular el
activismo fabril con las luchas barriales. Estas luchas incluyeron marchas contra el gatillo fácil,
acciones contra la contaminación de los ríos y reclamos por infraestructura urbana, entre otras.
Bueno, cuando estábamos repartiendo volantes con el tema este, de los terrenos, un sábado al
mediodía pasaban todos los compañeros que iban a hacer los mandados. Entonces, se
quedaban un rato ahí con nosotros eh…; nosotros, viste, cuando antes, por ahí, hubiesen
pasado y ni bola. Los tipos no, pasan se quedan “Che, qué hiciste?”, preguntan… y les parece
bien eso. Vos te enfrentás a la cana, y te enfrentás al gobierno, ¿entendés? Les parece bien.
Les parece bien, porque alguien lo tiene que hacer.
Pregunta: Y políticamente, ¿por qué ustedes apoyaron esa toma? ¿O por qué decidieron? O no
políticamente, ¿por qué decidieron apoyar la toma de tierras esa?
Respuesta: Y porque son gente de acá, del barrio que no tienen casa. Y lo que pasó en ese
momento, que le dieron el terreno a una puntera del barrio; la puntera de Massa. Y era… ellos
decidieron tomar, nosotros, no. ¿Entendés? Ahora, nosotros lo que pensamos, en ese
momento, es: “Acá tenemos que hacer unidad de acción”.
(Delegado gremial, CI Frigorífico Rioplatense, 21/07/2010)
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fábrica y el barrio no explica por la sola interconexión demográfica. Esta solidaridad es
consecuencia de una política de la comisión interna para vincular a ambos sectores, con el
objetivo de lograr una unidad de acción.
Pregunta: ¿Cuál crees que fue el secreto para unir contratados y efectivos en el 2007?
Respuesta: […] Una política consciente […] por ejemplo, en el sector donde estaba yo se
empezó desde lo mismo: el partido de futbol. Y ahí las discusiones, se empezó a festejar
los cumpleaños de forma consciente; con 3, 4 compañeros, empezamos a festejar los
cumpleaños a la salida de la fábrica con un asado, partidos de futbol, asados, no?, y donde
se empezó a hacer una tradición de que el compañero que cumplía años tenía que pagar el
asado. Pero el compañero que no podía, se lo pagábamos entre todos, pero había que
festejar entre todos el cumpleaños […] Retomando viejas tradiciones del movimiento
obrero que yo lo vivía cuando era pibito, era que los compañeros de trabajo se ayudaban
cuando estaban construyendo sus casas. Entonces, empezamos a ir brigadas, ¡qué se yo!
en la casa de un compañero, una vez, fuimos 28 a ayudarlo a llenar una losa. Pero esto se
fue haciendo cada vez más común, y acá participaban todos sin distinción, efectivos,
contratados de agencia, participaba todo el mundo. Entonces, después, compartir el
cumpleaños, vas a los cumpleaños de los hijos de tus compañeros, te ayudan a hacerte tu
casa, después, tu compañero es alguien que, no solamente trabaja con vos, sino comparte
la vida y lo empezás a ver como que es alguien entrañable que no querés que te lo toquen.
Después, si te lo tocan, [saltan]. Yo contaba hasta donde había llegado eso, en el sector
donde estaba yo, de cuando, por cualquier cosa, la empresa, los jefes querían apretar a
algún compañero, saltaba todo el sector… todo el sector iba y daba la cara por el
compañero. No esperaba ni siquiera a la interna, era una cosa de que no podemos dejar
que nos vengan a apretar de a uno. Bueno, eso fue lo que fuimos haciendo y no importaba
si era la agencia, si era contratado o efectivo. Este… se fue haciendo, fue una política
consciente, entonces, el gran secreto de que por qué se pudo dar la unidad entre efectivos
y contratados. Fue porque hubo toda una política consciente de unificar a todos los
sectores de la fábrica.
(Trabajador tercerizado y activista sindical, Kraft, 28/04/2010)
Además de estar en el germen del sindicalismo de base en Kraft, las actividades en los
barrios de la zona también se utilizaron estratégicamente como parte de las luchas llevadas
11
Este tipo de utilización del barrio para generar lazos de solidaridad entre trabajadores también existió en el caso
del Frigorífico Rioplatense. Por razones de espacio no se incluyeron estas acciones en el presente capítulo.
14
adelante por los trabajadores. En particular, las actividades sociales en el territorio fueron
claves en la lucha por el pase a planta de un grupo de trabajadores tercerizados para tareas de
logística interna. La lucha se dio a fines de 2006 y se analiza con mayor detalle en la sección
siguiente. Sin embargo, aquí es importante señalar que una de las principales actividades
durante esta lucha fue la organización de torneos de fútbol en los que participaban trabajadores
de planta, tercerizados y temporarios. Así lo cuenta uno de los trabajadores que participó del
conflicto:
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trabajadores del Frigorífico Rioplatense realizaron un paro de una hora en solidaridad con la
lucha. Finalmente, la comisión interna de Kraft organizó dos Encuentros de Trabajadores de
zona norte, donde se reclamaba el pase a planta de todos los trabajadores temporarios o
tercerizados y se planteó el desarrollo de una red de sindicatos de base en la región.
Pregunta: ¿Y con otros sectores, por ejemplo, más barriales así tampoco [tienen
vinculación]?
Respuesta: […] eso por ahí lo hace la empresa, muchas veces les damos, nosotros
colaboramos también, transmitimos y muchas veces cuando nos piden vamos para
escuelas de Chaco, de Corrientes, pero no hay [relación] sindical no, con temas barriales
y con temas así como decís vos, en zona norte hay muchos movimientos barriales […]
Igual llego a mi casa y nadie sabe que soy…en el barrio nadie sabe que soy delegado o
comisión interna, saben que soy operario de VW nada más. Eso no lo transmitimos fuera
del ámbito laboral, digamos.
Pregunta: Sí. ¿Y por qué te parece que es así?
Respuesta: ¿Por qué me parece?, no sé si hay un motivo o no, si no porque creo que uno
tiene tanto la cabeza acá adentro con los problemas que hay, y todo, que cuando llega a
otro lado no quiere; quiere olvidarse un poco de los problemas que tiene dentro de la
fábrica, no son grandes problemas pero son temas que tenés que estar todos los días al pie
del cañón y… En mi barrio nadie sabe que soy delegado ni nada.
Pregunta: ¿Y alguna vez a nivel de tu barrio vos participaste de algo?, algo más social,
algo más deportivo.
Respuesta: No, nunca, nunca porque yo me voy, ponele, a las 5 de la mañana y llego a las
8, 9 de la noche, ahora que estoy de tarde me voy a la 1 de la tarde, a las 12 del mediodía,
a veces a las 10 de la mañana, según, y hoy me quedo hasta las 3 de la mañana en la
fábrica. Duermo, me levanto y a veces encima tenía laburos de pintura en mi casa. [Otro
problema es que] hoy lo que está muy identificado [con] las uniones vecinales, antes por
ahí estaba más identificado con el peronismo, hoy está muy identificado con los partidos
de izquierda. Y te vuelvo a repetir, nosotros no los vemos como un cuco a los partidos de
izquierda, ni nada de eso, pero por ahí eso es lo que nos hace [no participar], vos me estás
preguntando un motivo.
(Delegado, CI de Volkswagen, 06/09/2010)
16
afirmó que es muy difícil desarrollar esta relación. Sin embargo, esto no significó que la
comisión interna no tuviera una política hacia organizaciones de trabajadores informales o
desocupados. La diferencia es que en este caso, la relación con estas organizaciones fue
canalizada a través del rol del sindicato en el juego de alianzas del peronismo gobernante.
17
reivindicaciones de los trabajadores tercerizados12. En Kraft Foods y el Frigorífico Rioplatense
se dieron experiencias de acción conjunta entre trabajadores precarios y no precarios con el
horizonte estratégico del pase a planta, mientras que la comisión interna de Volkswagen
desarrolló una estrategia de integración subordinada de los trabajadores precarios.
12
Sobre la lucha contra los contratos temporarios en Kraft, ver Elbert (2011).
13
Los zorristas son trabajadores a cargo del transporte de mercancias y materias primas en el interior de la planta. El
nombre proviene de que las máquinas que utilizan se denominan “zorras”.
14
Cabe señalar que esta modificación perjudicó a los trabajadores, ya que el convenio de Camioneros les aseguraba
mejores condiciones.
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reuniones regulares en bares cercanos a la fábrica, para discutir problemas relacionados a sus
condiciones de trabajo.
Empezamos a hacer reuniones afuera, y tuvimos una reunión con la empresa. Aparte de la
que tuvimos anteriormente por el tema de los reclamos, tuvimos otra reunión. Y ahí la
empresa nos dice que no le iba a renovar el contrato a [la empresa tercerizada]. Y la
preocupación de nosotros era que si no le renovaban el contrato a ellos, ¿qué iba a pasar
con nosotros, quedamos afuera, o quedamos adentro? Y la empresa, cuando nosotros
tuvimos la segunda reunión, dijo que no sabía todavía. Que supuestamente iban a quedar
algunos, no todos. Éramos 54 los que habíamos entrado. Y ahí empezamos a hacer paro
nosotros, pero los zorristas solamente. Y empezamos a hacer paro, paro, paro. Habremos
hecho 5 o 6 paros. Los primeros eran de una hora o dos horas. Después hubo uno que
llegamos a 6 horas, que ahí fue cuando nos llamaron de vuelta y nos dijeron que íbamos a
pasar.
(Trabajador tercerizado, Kraft, 21/05/2010)
Como consecuencia de las huelgas, que contaron con la colaboración de los trabajadores
de Kraft, los directivos se vieron obligados a incorporarlos como trabajadores de planta en
iguales condiciones al resto de los trabajadores. El éxito de esta lucha alteró profundamente el
equilibrio de poder en la fábrica, transformando el tema de los contratos precarios en un eje
central de las luchas futuras (Elbert, 2011).
La comisión interna del Frigorífico Rioplatense tuvo una orientación estratégica similar a
los trabajadores de base de Kraft en lo referido a la lucha contra el trabajo precario. En el pasado,
el trabajo precario se había impuesto en la planta gracias a la existencia de un acuerdo entre la
19
patronal y los directivos del sindicato. El arreglo terminó abruptamente en noviembre de 2008,
cuando un grupo de activistas de base y militantes de izquierda ganó las elecciones de la
comisión interna en el frigorífico. Con este liderazgo, la comisión interna tomó un rol más
militante en la defensa de los derechos de los trabajadores, desafiando el arreglo que
históricamente había modelado las relaciones laborales en la empresa.
El mejor ejemplo de esta ruptura fue el apoyo de la nueva comisión interna a la lucha
emprendida por un grupo de trabajadores tercerizados del turno noche. Estos trabajadores
realizaban tareas de “despostada”15 durante el turno noche. La empresa subcontratista a cargo del
turno noche tenía una larga historia de quiebras fraudulentas y de no pago de indemnizaciones y
aportes patronales a los trabajadores. Las principales desventajas de estos trabajadores eran que
el 70% de su sueldo se pagaba “en negro” y que no tenían garantizado un ritmo de producción o
un salario mínimo por sus tareas. Asimismo, la empresa contratista se había encargado
sistemáticamente de amedrentar y desarticular cualquier intento de organización sindical de los
trabajadores.
Se cumplieron 3 días de la huelga declarada por los trabajadores del frigorífico, por la
reincorporación de 14 compañeros que fueron despedidos por reclamar que se respeten
sus derechos. Además, el personal reclama un inmediato aumento de salarios, tal como se
había comprometido la empresa oportunamente. Esta empresa, que viene de reducir
drásticamente la dotación durante los dos últimos años, se niega a otorgar el incremento
aunque haya aumentado los volúmenes de producción en forma sostenida, además de
verse favorecida por todo tipo de favores oficiales: subsidios, Cuota Hilton, etc. Ante un
reclamo legítimo donde los trabajadores tenemos toda la razón, el gobierno interviene
para favorecer a la patronal a través del Ministerio de Trabajo, que dicta la conciliación
obligatoria, presiona a través de la policía e intenta judicializar el conflicto. Las masivas
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En el sector de despostada se realiza el descuartizamiento del animal y por lo tanto es parte fundamental del
proceso de producción de carne.
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asambleas, cortes y movilizaciones de estos días demuestran una decisión inquebrantable
de hacer todo lo necesario para lograr lo que nos merecemos. Finalmente, agradecemos la
solidaridad recibida desde infinidad de organizaciones obreras de distintos lugares que se
han comunicado o se han hecho presentes en la puerta de la planta.
(Comunicado de la Comisión Interna del Frigorífico Rioplatense, 06/04/2011)
En las acciones que ocurrieron en la puerta del frigorífico, los trabajadores contaron con
la solidaridad de vecinos, comisiones internas de la zona y organizaciones sociales de los barrios
cercanos. Una vez que el Ministerio de Trabajo decretó la conciliación obligatoria los
trabajadores decidieron volver al trabajo. Simultáneamente, profundizaron su estrategia de llevar
el conflicto a la comunidad, incluyendo a los barrios lindantes a la fábrica y al resto del Partido
de Tigre. Esta estrategia incluyó visitas a escuelas de la zona, volanteadas en actividades
municipales y la continuación de marchas y cortes.
Gracias a la repercusión de estas acciones, los trabajadores obtuvieron una reunión con
el intendente de Tigre. Al día siguiente, varios medios zonales difundieron los resultados de la
reunión. Si bien las promesas de los funcionarios de mediar en el conflicto no se tradujeron en
acciones concretas, la reunión ayudó a los trabajadores a hacer conocer el conflicto más allá de
las puertas de la fábrica. El final de la disputa llegó cuando la empresa contratista reincorporó
nuevamente a la mayoría de los despedidos y aceptó iniciar negociaciones para responder a las
demandas de los trabajadores. Por su parte, los trabajadores efectivos consiguieron el pago de
la suma adeudada del año anterior y siguieron con sus negociaciones salariales. Este triunfo del
activismo revirtió una tendencia histórica de las comisiones internas anteriores que nunca
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habían organizado acciones junto a los trabajadores tercerizados, permitiendo que la empresa
los despida sin ningún tipo de resistencia.
Pregunta: ¿Pero nunca llegaron a reclamar que Volkswagen los contrate, directamente?
Respuesta: No, nosotros no. Porque si hacíamos eso, ellos [la comisión interna de
Volkswagen] se enojaban con nosotros. Iban a decir: “Hacen las cosas solos”. Porque
ellos nos manejaban a nosotros, ellos manejan a nuestros delegados, y los delegados, las
cosas que ellos hablan con nuestros delegados, los delegados nuestros nos informan
a nosotros [...] Había [una posibilidad], pero muy poco, pero ahora, como ya no se
habla más del tema, como que ya quedó ahí, ¿viste? [...] Como que... no, no hay mucha
posibilidad...
Pregunta: ¿Y por qué vos decís que quedó ahí?, ¿lo durmieron?
Respuesta: Porque no se habla, no se habla más...
Pregunta: Ya fue ese año; comedor, aumento, y quedó ahí...
Respuesta: Cuando a Volkswagen le dan un aumento, a [nosotros nos] pagan un
porcentaje. Ponele que Volkswagen ligue $1000 de aumento, a [nosotros] nos
pagan, de esos $1000, $500. La mitad... y bueno, arreglaron así, así fueron
manteniendo, ¿viste? Pero si la gente se amotinaba o enojaba, para mí, a los delegados no
le va a gustar y le van a querer sacar. Ellos son así. Si vos no arreglás con ellos para hacer
algo, no podés pasar por encima de ellos. Ellos... como ellos son el poder... ¿entendés?,
vos no podés hacer algo así por tu cuenta.
Pregunta: ¿Y no daban y... dentro de [la tercerizada] nadie ni siquiera se les imaginaba o
ustedes hablaban [del pase a planta]. Decían: “Estaría bueno pero... no da”? ¿O ni
siquiera lo planteaban?
Respuesta: Claro, lo planteamos, pero la gente, al tener al gremio ese, le agarraba miedo
de perder el trabajo, decían: “No, si armamos quilombo nos marcan”. Capaz que
hablamos todos; decís: “Sí, vamos todos al frente”, y después van diez, de veinte van
diez, y de esos diez, después le van a querer cortar la cabeza.
Pregunta: Claro. O sea, quedó ahí, con el aumento y el comedor... ¿y algo más lograron?
Respuesta: No, y después no, nada más.
(Trabajador tercerizado, Volkswagen, 16/07/2010)
Las primeras conquistas de esta organización desde abajo fueron el aumento salarial y el
derecho de almorzar en el comedor de la planta. Esta lucha se dio en el marco del pase a planta
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de trabajadores tercerizados en una automotriz vecina, y circuló entre los trabajadores la
posibilidad de pedir el pase al convenio del SMATA, o el pase a planta. Sin embargo, la
comisión interna presionó para bloquear las demandas de máxima a cambio de negociar un plus
salarial para los trabajadores.
Conclusión
A lo largo del presente capítulo se analizaron las estrategias sindicales de
trabajadores/as de tres empresas en un contexto que combinó un fuerte crecimiento económico
con la persistencia de problemas asociados a la precariedad y la informalidad laboral. En
primer lugar, analizamos las estrategias sindicales de vinculación con las luchas territoriales de
los barrios vecinos. En el caso del Frigorífico Rioplatense, la comisión interna generó fuertes
lazos de solidaridad con las luchas barriales, a modo de respuesta a un régimen de producción
con profundas raíces territoriales. Pero el sindicalismo de base también se propuso tener una
influencia regional. Tanto en el caso del Frigorífico Rioplatense como en el caso de Kraft, las
organizaciones de base abarcaron con su influencia toda la zona norte del Conurbano
bonaerense. En contraste a estas dinámicas, la comisión interna de Volkswagen nunca se
propuso desarrollar vínculos solidarios con las luchas de la zona. Si bien esta última se halla
cerca de las otras dos fábricas, la existencia de una comisión interna burocrática y una fuerza de
trabajo dispersa resultó en la ausencia de un activismo sindical en los barrios o en la región.
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contaron con la solidaridad de trabajadores de planta (especialmente en el turno noche),
lograron el objetivo del pase a planta. También se destacó la estrategia de la comisión interna
del Frigorífico Rioplatense, que unificó las demandas de trabajadores tercerizados y de planta,
en un contexto de fuerte ataque conjunto de la patronal y la burocracia del sindicato de la carne.
Por el contrario, el ejemplo de Volkswagen mostró a una comisión interna (y un sindicato) que
aceptó el trabajo precario. Ante la emergencia de una organización de base de trabajadores
tercerizados en el sector de limpieza la comisión interna desarrolló una estrategia de integración
subordinada que combinó la ayuda para lograr aumentos salariales con una política agresiva de
desmovilización de los trabajadores.
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