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Los Submarinos Argentinos en la Guerra de


Malvinas ´82
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 domingo, 23 de marzo de 2008

Durante el con icto por la recuperación y defensa de las Islas Malvinas en 1982, la participación de la
Fuerza de Submarinos se materializó a través de los Submarinos ARA SANTA FE y ARA SAN LUIS
perteneciente a las Clase GUPPY II y 209 respectivamente. Estas Unidades, claramente diferenciadas
por su antigüedad y evolución tecnológica presentaron como factor común importantes restricciones en
su estado de alistamiento, lo cual condicionó en forma determinante el éxito en el cumplimiento de sus
respectivas misiones. A 25 años del con icto, ejecutada una valoración más objetiva y desapasionada
del mismo, prevalecen por encima de las condiciones estratégico –operacionales– tácticas y logísticas
el valor, el espíritu de cuerpo y la abnegación de las tripulaciones como valioso legado que honra la
tradición submarinistas de nuestra Armada.

Durante el con icto por la recuperación y defensa de las Islas Malvinas en 1982, la participación de la Fuerza de
Submarinos se materializó a través de los Submarinos ARA SANTA FE y ARA SAN LUIS perteneciente a las Clase
GUPPY II y 209 respectivamente.

Estas Unidades, claramente diferenciadas por su antigüedad y evolución tecnológica presentaron como factor
común importantes restricciones en su estado de alistamiento, lo cual condicionó en forma determinante el éxito
en el cumplimiento de sus respectivas misiones. 
A 25 años del con icto, ejecutada una valoración más objetiva y desapasionada del mismo, prevalecen por
encima de las condiciones estratégico –operacionales– tácticas y logísticas el valor, el espíritu de cuerpo y la
abnegación de las tripulaciones como valioso legado que honra la tradición submarinistas de nuestra Armada.

 SUBMARINO ARA SANTA FE (S-21) 


Operación ROSARIO
 Parte de la denominada Operación ROSARIO se inicia en Mar del Plata, el 26 de Marzo con la zarpada de la Base
Naval Mar del Plata, del Submarino ARA SANTA FE (S-21) y una sección alistada de 13 hombres de la
AGRUPACIÓN DE BUZOS TÁCTICOS (APBT), hoy unidad componente de esa Fuerza.
 Al SANTA FE, se le asignan dos misiones, la primera de ellas consistía en acercar a personal  de la APBT a las
inmediaciones del Cabo San Felipe, al norte de Puerto Argentino y la segunda,destacarse a las Islas Georgias. La
misión de esta sección de la APBT era la de reconocer y marcar las playas donde efectuaría la toma de tierra la
Fuerza de Desembarco principal.
 Luego de ello, el SANTA FE se destacaría a un área asignada de patrulla hasta nalizada la operación. 
Comentaba el Capitán Bicain :
 El dia 24 de Marzo ... recibo en un sobre la Orden de Operaciones en la que se me indica que el submarino debía
alistarse con sólo tres torpedos embarcados y trasladar una sección de Buzos Tácticos, cuyo Comandante era el
Capitán de Corbeta Alfredo Cufre. (De ySeg – Mayo 2002)
 A las 23 hs. del 27 de marzo de 1982, el SANTA FE comandado por el Capitán de Corbeta Horacio BICAIN, zarpó
de las Base Naval Mar del Plata llevando a bordo al personal de la APBT al mando del Capitán de Corbeta Alfredo
CUFRE. 
A pesar de la modernización a GUPPY II en 1950 y el mantenimiento preventivo, el S-21 tenía cuarenta años a
cuestas con el consiguiente  desgaste general. Además, la pronta llegada de los submarinos TR-1700
procedentes de Alemania desaconsejaban cualquier inversión de magnitud y de hecho su gemelo, el SANTIAGO
DEL ESTERO (S-22), había pasado a reserva previo a su radiación a nes de 1981 y la del SANTA FE estaba
programada para agosto o septiembre de 1982. 
Sus baterías estaban tan desgastadas que necesitaba 24 horas de carga para lograr un muy  reducido tiempo de
inmersión ...el estado operativo del Santa Fe era muy precario, al punto que la batería recibía un bajo porcentaje
de carga. (Capitán Bicain a De y Seg – Mayo 2002); no todos sus tubos lanzatorpedos estaban operables;
además, muchos de sus sistemas trabajaban en forma precaria y esta de ciencia se notó casi desde el mismo
momento de su partida.
  El 28, a pesar de fuertes vientos la navegación transcurre sin novedad. El día siguiente y con un tiempo más
calmo, el personal de la APBT realiza una práctica de desembarco de botes y hombres teniendo resultados
favorables con condiciones de mar 2/3.
 Por la tarde, el tiempo desmejora con aumentos de la velocidad del viento de unos 25 a 30 nds. El 30, a las 22, se
recibe a bordo la orden de postergar la operación por 24 horas, planeada inicialmente para el 1 de abril, debido a
condiciones climáticas adversas.
 El 31, el submarino se aproxima a las costas de Malvinas en horas de la noche a n de realizar un reconocimiento
previo del lugar, de las corrientes marinas y precisar el punto de desembarco de la sección de la APBT.
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Relataba a la Revista Defensa y Seguridad en Mayo del 2002 el Capitán Bicain: La misión original consistía en tres
acciones: la captura del Faro San Felipe, la toma del aeropuerto y el marcado de la playa donde iba a desembarcar
la Infantería de Marina ... observamos por el periscopio actividad en la zona ... entonces recibimos un nuevo
mensaje que cancelaba las dos primeras acciones ... 
En estas nuevas circunstancias convinimos con Cufre cambiar la zona del desembarco ..., fue una idea acertada,
ya que al volver a la Base de Mar del Plata Cufre me dijo que en la playa original había tres nidos de ametralladora.
En los sensores del submarino fueron detectados ruidos de hélice.
 Por el periscopio se observaron luces en la costa, movimientos de vehículos y la partida de algún buque desde
Puerto Argentino. A las 12:30 hs del 1 de abril un problema de corriente eléctrica deja al submarino sin
comunicaciones. A las 17:30 los Comandantes del Submarino y los Buzos Tácticos analizan la situación y
deciden efectuar la operación a pesar de no tener contacto con la superioridad. 
Se acuerda efectuar el desembarco al norte de Punta Celebroña, en las proximidades de la Isla Riñón, debido a los
movimientos observados en la zona elegida en el planeamiento. A las 23:50 el radar de la nave queda fuera de
servicio y minutos después se observa apagado el faro San Felipe. A las 2:50 comienzan las maniobras de
movimiento de botes de los Buzos Tácticos que se desprenden del SANTA FE a las 3:35.
 De inmediato el submarino se destaca a un área de patrulla al este del faro San Felipe a unas 50 millas. A las 4:50
el SANTA FE identi ca y cruza al destructor ARA HERCULES. Luego el Comandante de la Fuerza de Submarinos
ordena el retorno a la Base 17 Naval Mar del Plata, objetivo que se logra a las 2 del 7 de abril. La primera misión
había dejado al SANTA FE con múltiples averías. 
Operación GEORGIAS A pesar de las limitaciones mencionadas, el personal del Arsenal Naval Mar del Plata y la
propia tripulación comienzan a reparar la nave. Para ello se trabaja durante ocho días las 24 horas en las
novedades descriptas y otras menores para alcanzar al menos un mínimo de operatividad. Se cargan 23 torpedos,
combustible, agua dulce y víveres para varias semanas. 
Vale destacar que el Arsenal sólo disponía de 12 torpedos originales que habían sido traídos desde EE.UU.; los
restantes fueron aportados por países amigos. El Comandante de la Fuerza, recibe órdenes de desplegar cuanto
antes al SANTA FE rumbo a las Islas Georgias con la nalidad de trasladar a un grupo de Infantería de Marina (IM)
de acuerdo a la evolución de los acontecimientos políticos y militares.
  Esta decisión se basaba en la gran autonomía de la nave y la posibilidad de alcanzar el objetivo con la mayor
discreción posible. No obstante, se advierte al Comandante del SANTA FE que en caso de evolución incierta de
las negociaciones diplomáticas, en ningún caso debería disparar primero. Se le asigna una área de patrulla de
guerra al norte de las Georgias, ya que parte de la ota británica navegaba hacia el Atlántico Sur. 
En cumplimiento de la orden, se destaca con el Capitán de Corbeta (IM) Luis LAGOS a bordo, al mando del Grupo
GOLF y unas cuatro toneladas de pertrechos a n de reforzar la guarnición del Puerto Grytviken y hacerse cargo
de la comandancia de la localidad. 
Este grupo estaba constituido por 11 hombres para atender diversos servicios existentes en la ex estación
ballenera y 9 Infantes de Marina equipados con algunos misiles Batam, un cañón antitanque sin retroceso y
lanzacohetes antitanques.
 El SANTA FE zarpó de Mar del Plata el día 16 de abril a las 23:30 hs y a pocas millas de su base comenzaron a
generarse numerosas averías, las cuales fueron afrontadas y parcialmente subsanadas gracias a la pericia de la
tripulación. 
La navegación se realizaba en super cie debido a la di cultad que presentaban las baterías en tomar carga,
liberando hidrógeno, retrasando los tiempos para alcanzar el objetivo.
 La meteorología se volvió adversa, fuertes temporales castigaron la nave entre los días 21 y 22, el clima produjo
averías en la vela y desprendimientos en la superestructura; el submarino debió sumergirse, todo lo cual provocó
una demora de 36 horas. El día 24 se recibe a bordo la información que el enemigo intentará recuperar
militarmente las Georgias, por lo tanto se ordena al SANTA FE cumplir la misión en el menor tiempo posible. 
El Comandante decide realizar una derrota directa hasta Cabo Buller para luego realizar una navegación costera
hasta la Bahía Cumberland. El Submarino navega en super cie toda la noche, se sumerge a las 5, a las 14 alcanza
el cabo mencionado y el SANTA FE vira al sudeste en busca de la bahía. 
Con la penumbra de la tarde se vuelve a super cie y en esa condición alcanza a las 23:30 la Caleta Capitán Vago,
el punto de destino. 18 Inmediatamente se procede al desembarco del Grupo GOLF, pertrechos y víveres.
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 Comandante decide, de acuerdo a las numerosas novedades que tenia la nave, partir con prontitud y alcanzar una
caleta alejada donde poder efectuar reparaciones. A las 4:50 del 25 de abril, el SANTA FE parte de la Caleta Vago.
Luego de una hora de navegación, la alarma de combate estremece a la tripulación. Un helicóptero Wessex inglés
se aproxima al submarino argentino y lanza dos bombas de profundidad que estallan en la popa, cerca de la
banda de estribor. 
A causa del ataque quedan fuera de servicio luces indicadores de sistemas, los manómetros de profundidad y las
comunicaciones interiores. Ante la imposibilidad de ir a inmersión, se comienza a repeler el ataque con el único
armamento disponible: fusiles FAL desde la vela. Luego son dos helicópteros Sea Lynx los que se aproximan al
SANTA FE y ametrallan la nave. Momentos mas tarde un misil disparado por un helicóptero WASP hace impacto
contra la vela Submarino ARA SANTA FE .averiando el valvulón y el mástil de snorkel. La vela de plástico
reforzado permitió la detonación externa del misil.
  El Cabo 2º Alberto Macias que estaba en el tren de amunicionamiento a la vela es herido gravemente en una
pierna.
 El SANTA FE vira en busca nuevamente del la Caleta Capitán Vago, ante la persistencia del ataque enemigo. 
A las 7:30 el submarino es amarrado al muelle bajo la protección de las armas de la tropa de Infantería de Marina.
El Comandante ordena el inmediato desembarco de la tripulación y el herido.
 Las Fuerzas Argentinas en tierra estaban siendo hostilizadas desde las fragatas británicas Plymouth y Amtrim,
con el apoyo del buque polar Endurace y del logístico Tidespring.
 Los Infantes de Marina y la tripulación del submarino, sin posibilidades de éxito, se rinden a las 17 hs, luego de un
breve combate. El personal argentino es ubicado en una construcción en las cercanías del muelle.
El Capitán Bicain solicita a sus captores la posibilidad de que algunos de sus hombres ingresen al SANTA FE para
retirar efectos personales, alimentos y medicamentos. El pedido es aceptado, y por la mañana un grupo de 6
subo ciales custodiados por infantes británicos ingresan al submarino.
  Algunos de los tripulantes acceden a los sanitarios y la cocina logrando abrir llaves de agua y aumentar el
hundimiento de la nave, para ese momento el buque tenía el nivel del agua a la altura de la cubierta. Al día
siguiente, las fuerzas inglesas ante la necesidad de utilizar el muelle, deciden trasladar al submarino capturado al
espigón de la vieja factoría ubicando al fondo de la caleta, a unos 400 metros de donde se encontraba el SANTA
FE, escorado y con la popa sumergida. 
Para coordinar la maniobra se presentan dos o ciales británicos, se acuerda con el Comandante argentino que
seis hombres realizarían la maniobra de traslado: los Subo ciales RECALDE (maniobra de Proa), IBALO
(timonera), ARTUSO (manifold), ONTIVERO y RUIZ (maniobras eléctricas) y SALTO (maniobra de popa) escoltados
por infantes armados con pistolas metralladoras Sterling.
  El Capitán BICAIN y el Comandante inglés quedarían en cubierta y en la vela. Dado el precario estado de
otabilidad del SANTA FE, la única posibilidad de navegar esa distancia, era conectar un rotocompresor de
emergencia para poder soplar los tanques, estabilizar la escora y propulsar con la energía remanente de las
baterías. 
De esta manera el submarino comenzó a moverse lentamente desde el muelle. El Subo cial Félix Oscar ARTUSO
no hablaba inglés y el infante que lo custodiaba nada sabia de submarinos.
  El Subo cial ARTUSO debía operar con celeridad unas 24 válvulas neumáticas, estos movimientos rápidos
asustaron a su custodio que le disparó una ráfaga de ametralladora hiriéndolo de muerte. Luego de pocos
minutos el SANTA FE alcanzó el espigón de la factoría, fue amarrado, el personal abandonó la nave y pocas horas
después se hundió de nitivamente.
 La nave argentina quedó apoyada en el fondo a 20 metros de profundidad, escorada hacia babor, dejando sobre
la super cie una parte de la vela. El Subo cial ARTUSO fue sepultado según las normas del funeral 20 militar
inglés. Hoy, sus restos descansan en el Cementerio de Grytviken. 
El Comandante Young me dijo: cuando lleguemos a nuestros paises nos van a criticar a ambos: a ud. por haber
perdido este viejo submarino y a mí por no haber impedido la llegada de su nave a las Georgias, decía el Capitán
Bicain en un reportaje de la revista De y Seg en Mayo del 2002, que también a rmó: La operación Georgias fue un
verdadero absurdo en el que se perdió material y personal en un objetivo imposible de sostener ante la magnitud
de los medios comprometidos por el enemigo.+

 SUBMARINO ARA SAN LUIS (S-32)


 El día 2 de abril de 1982, el Comandante del Submarino Clase 209 ARA SAN LUIS, Capitán de Fragata Fernando
AZCUETA, fue sorprendido por la noticia de la recuperación de las Islas Malvinas de la misma manera que la
inmensa mayoría de los argentinos. 
Creo que si hubiésemos contado con un preaviso de aprestos los resultados hubieran sido mejores, dijo el
Capitán Azcueta a la revista Noticias el 26/03/92. 
En la Base Naval Mar del Plata todo era euforia; el Capitán Azcueta recibe la orden del alistamiento del SAN LUIS
con la mayor urgencia posible con la misión de desgastar a la fuerza incursora expedicionaria británica en el área
focal Malvinas/Georgias, a n de contribuir a mantener y consolidar la conquista de Malvinas.
  La tarea no era nada fácil. La tripulación era nueva y no estaba todavía adiestrada como equipo integrado. El
submarino sólo había tenido una breve salida de maniobras en el mes de marzo; el Comandante, si bien era un
experimentado o cial de submarinos, provenía del comando de un patrullero uvial y ni el mismo ni el Segundo
Comandante, tenían experiencia previa en los submarinos Clase 209.
 El estado del buque tenia muchas novedades, pero sin duda la más importante era la necesidad de entrar a dique
seco para la limpieza de las válvulas de refrigeración que estaban totalmente cubiertas por incrustaciones, al
igual que el casco y hélice. Esta situación impedía al submarino alcanzar su mejor performance de velocidad,
aumentaba el ruido de hélice y, fundamentalmente, hacia peligrar el funcionamiento de los motores diesel por una
ine caz refrigeración.
 De los motores, uno de ellos se encontraba fuera de servicio desde hacia varios años por rotura de su bloc. Las
novedades mencionadas, obligaban al SAN LUIS a trasladarse a Puerto Belgrano, debido a que Mar del Plata no
tenía dique de carena.
 Dada la urgencia, se ordenó a un grupo de buzos limpiar con herramientas manuales las incrustaciones, mientras
se procedían a reparar los sistemas, abastecer el buque de combustible, víveres, agua potable y armarlo con 10
torpedos loguiados SST-4, contra blancos de super cie, y 14 MK-37 contra blancos submarinos. Luego de una
semana de trabajar las 24 horas, el Comandante del SAN LUIS zarpó el 11 de abril en horas de la noche aguas
afuera de Mar del Plata, a n de realizar algunas pruebas de navegación y observar la máxima velocidad posible a
la que podía llegar la nave dada las condiciones antes mencionadas.
 Se alcanzó una razonable velocidad de 20 nudos, un 10 o 15% menos que la máxima en condiciones normales,
pero subsistían los problemas de temperatura en los motores diesel.
 Ante esta situación, el Comandante pensó acertadamente que las bajas temperaturas de las aguas del Atlántico
Sur permitirían una refrigeración más efectiva. La navegación con rumbo sur se realizó sin novedad hasta el día
17, en que el Comandante recibió un mensaje cifrado que le ordenaba ocupar una estación al este del Golfo de
San Jorge. En ese sector se navegó por diez días, lapso en el que coincidentemente se desarrollaron las
actividades mediadoras del enviado del gobierno de EE.UU. 
El día 19 mientras se realizaban tareas de adiestramiento, queda fuera de servicio y sin posibilidad de ser
reparada a bordo la computadora de control de tiro. Esto signi caba que, en caso de combate, los torpedos sólo
podrían dispararse con el control manual de emergencia, con una signi cativa pérdida de e cacia.
 Esta maniobra es sólo aconsejada para la autodefensa y no para el ataque. Si bien el Comandante del SAN LUIS
informo la novedades, se decidió que continuara en operaciones ya que su gemelo el ARA SALTA se encontraba
en reparaciones sin fecha cierta de volver al servicio y era preferible mantener un submarino en el área aún con
esas limitaciones.{mospagebreak}
 En ese preciso momento el SANTA FE se encontraba navegando hacia las Georgias. 
El día 27 se ordenó continuar la navegación hacia el área de patrulla María, ubicada al noroeste de la Isla Soledad,
donde arribó el 29. Desde el inicio de la Operación ROSARIO, se sabía que la Armada Británica había desplegado
al menos dos submarinos nucleares, además de una importante ota de super cie con una alta capacidad
antisubmarina. No era demasiado alentador el panorama para el SAN LUIS y además el SALTA, no zarpaba por
problemas técnicos. 
El 1º de mayo los sonaristas del SAN LUIS advierten rumores hidrofónicos de naves de guerra. A las 8 de la
mañana, el Comandante ordena cubrir puestos de combate. Con una buena propagación del sonido, el SAN LUIS
fue adoptando la posición relativa favorable de disparo con la mayor discreción. A las 10:15 se efectúa el
lanzamiento de un torpedo SST-4 sobre un blanco clasi cado como un destructor, ubicado según los cálculos a
unas 10.000 yardas. Tres o cuatro minutos más tarde el submarino pierde prematuramente el contacto con el
torpedo, por corte de cable, y no se escucha explosión alguna. 
El ataque había fracasado. La réplica enemiga no se hizo esperar. A las 13:00 hs un helicóptero británico lanzo un
torpedo antisubmarino, que pudo ser evitado gracias a las maniobras evasivas y el lanzamiento de cápsulas
generadoras de falsos blancos.
  El SAN LUIS maniobró hacia la costa malvinense y a las 16:00 hs encontró un fondo pedregoso y allí asentó.
Decía el Capitán Azcueta durante un reportaje de la revista Noticias: Saber que los torpedos no explotaron me
hizo sentir una gran impotencia ... 
Es una dura experiencia, se siente una gran frustración. Posteriormente agregó: Ataqué la ota británica en dos
oportunidades, blancos medianos, que por las características de con guración eran destructores. Pero el ataque
se produjo con serias de ciencias en nuestro sistema de control tiro ... el problema que nosotros sufrimos estaba
relacionado con la computadora del submarino, que dejó de operar apenas salimos de puerto ... 
No se nos permitió volver a reparar la falla, quizá si hubiésemos vuelto el problema podría haberse subsanado en
tierra, ya que nos fue imposible arreglar el sistema embarcados. En posición algo escorada, el Submarino soportó
en estricto silencio el ataque con bombas de profundidad, que si bien no estallaron cerca, sirvieron al enemigo
como elemento de presión y para di cultar la escucha hidrofónica por parte del submarino.
  A las 20, las emisiones del enemigo parecen alejarse. A las 21, preocupado porque la cercanía de la costa le
podría quitar libertad de maniobra, el Comandante decidió buscar aguas abiertas. En ese momento, la
insu ciencia de las bombas de achique se puso de mani esto. Cuarenta minutos tardo el submarino para
despegar del fondo marino.
  El buque volvió a ser atacado y una explosión cercana fue percibida por toda la tripulación. Se buscó el fondo
nuevamente. En completo silencio se comienza a vivir para la tripulación, una de las situaciones de guerra más
difíciles para cualquier combatiente: el silencio y el equili23 brio emocional como única respuesta a un ataque.
  En el interior del submarino se viven momentos de gran tensión. Cada sector de la nave se convirtió en un
pequeño mundo distinto al otro. El espíritu de cada tripulante reacciona en esos momentos dentro de los
parámetros psicológicos individuales.
 Realmente, es una situación de combate que no tiene adiestramiento previo. Desde la sala de máquinas hasta la
sala de torpedos, se vivieron momentos de in nita angustia. 
El comandante en la soledad de su mando supo mantener siempre el control de la situación. Pasado el peligro, el
submarino buscó profundidad de snorkel a las 5 del 2 de mayo y todavía con oscuridad se procedió a cargar
baterías. La tripulación denotaba cansancio por acumulación de tantas horas de tensión y descansaban cuando
podían.

Submarino ARA SAN LUIS. Motivo Principal: Medalla otorgada al Submarino ARA SAN LUIS. Arriba: Cuarto de
Control durante la Patrulla de Guerra. Centro: Recibimiento en BNPM. Abajo izquierda: Submarino amarrado en
BNPB. Abajo derecha: Grupo Bandera del Pabellón de Guerra del Submarino ARA SAN LUIS integrado por
Subo ciales Veteranos de esa Unidad. Este Pabellón se hace presente en todas las ceremonias relacionadas
con el COFS.

La maniobra fue interrumpida cuando el SAN LUIS volvió a detectar por medio de sus sensores las emisiones de
los destructores enemigos. Pero nalmente no volvió a ser atacado.
 El día 4 de mayo, se ordenó al SAN LUIS dirigirse al área de patrulla Isabel, ubicada al este de la Isla de los Leones
Marinos. Este cambio tenia por nalidad la posibilidad de ubicar un blanco de ocasión en las inmediaciones del
lugar donde había sido atacado el destructor HMS She eld. Luego de tres días sin encontrar enemigo alguno, el
submarino retornó al área Maria. El día 8 es detectado un rumor hidrofónico en popa, proveniente de un blanco
submarino, con características no bien de nidas, al que se le apreciaba movimientos inteligentes y en
acercamiento.
 Ante la posibilidad de ser detectado desde atrás, el comandante ordenó el lanzamiento de señuelos para luego
iniciar las maniobras propias de aproximación. A las 21:42, se lanza un torpedo antisubmarino MK-37 graduado
para una distancia de 2400 metros.
 El mismo explota a las 21:58 hs. Los sensores de la nave determinan que el blanco cambia de rumbo hacia la
costa, pero no se pudo determinar si la detonación fue producto de un impacto contra la nave enemiga, por haber
encontrado la cabeza buscadora del arma un denso banco de krill o haber interrumpido su corrida contra el fondo.
El día 10 de mayo en horas de la tarde, el SAN LUIS sale del área Maria con rumbo oeste para interceptar la
trayectoria de un buque enemigo cuyo rumor se clasi có como destructor, detectado gracias a la buena
propagación de sonido. Luego de las complejas maniobras de aproximación, se detecta un nuevo destructor que
se aproxima al anterior. El Comandante ordenó el disparo, en las mismas condiciones de emergencia, de un nuevo
torpedo SST- 4 a la 1:40 hs del 11 de mayo, sobre uno de los blancos situados a unos 5.500 metros. A 3 minutos
del lanzamiento se corta nuevamente el cable del loguiado y a los 6 minutos se escucha una explosión de baja
intensidad con ruido metálico. 
Las características de la detonación no eran similares a la del estallido de un torpedo. Las naves enemigas se
retiran del lugar a toda velocidad sin intentar ningún contraataque. 
El Capitán Azcueta rompe nalmente su silencio radial e informa a su comando el fracaso de los lanzamientos
antisuper cie y la falta de con abilidad del sistema de armas. Se le ordena re24 tornar a la Base. El 19 de mayo
ingresó a Puerto Belgrano, luego de casi 40 días de patrulla y 864 horas de inmersión. El comandante del SAN
LUIS esperaba llegar a su Base para reparar la computadora de control tiro, reabastecerse con torpedos revisados
y regresar al combate. Sin embargo, el 14 de junio, día del n de las hostilidades por el cese de fuego acordado en
Puerto Argentino, encontró al SAN LUIS sin concluir con sus reparaciones. 
A pesar de la falta de efectividad de los torpedos, la actuación en combate del SAN LUIS causó una profunda
conmoción en los mandos navales de la NATO, ya que la ota británica, especializada en combate antisubmarino
con los más modernos y poderosos medios, nunca pudo localizarlo… 
Asimismo, puso de mani esto la magní ca relación costo-e ciencia de los submarinos diesel eléctricos, capaces
de aferrar una elevada concentración de medios antisubmarinos, en relación con los costosos submarinos de
propulsión nuclear.

 Fuentes:
SUBMARINOS DE LA ARMADA ARGENTINA.
Ricardo Burzaco.
 Revista De y Seg (Defensa y Seguridad del MERCOSUR) - Mayo - Junio 2002 Revista NOTICIAS - 26/03/92
Submarino ARA SAN LUIS de regreso en la BNPB
http://www.ara.mil.ar/.Enviado a elSnorkel.com por el tripulante  PATRICIO BECERRA

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