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Asignatura

Educación en valores y derechos ciudadanos

Profesor Autor
Ab. Mario Rivas Alemán. Mg.

Este compendio recoge textualmente documentos e información de varias


fuentes debidamente citadas, así como referencias elaboradas por el
autor para conectar los diferentes temas.
Se lo utiliza únicamente con fines educativos.

Periodo Académico 2023 1


Índice

Unidad 4. Garantías Constitucionales y responsabilidades ciudadanas


Tema 1. Garantías constitucionales. ¡Qué son? ............................................................................................. 3
1.1. El garantismo ............................................................................................................................................. 4
1.2. Algunas características del Estado garantista ecuatoriano ....................................................................... 5
1.2.1. Democracia participativa .........................................................................................................6
1.2.2. El papel del derecho internacional de los Derechos Humanos en la nueva estructura
constitucional ..........................................................................................................................7
1.2.3. El nuevo rol de los jueces en el modelo constitucional ...........................................................8
1.2.4. El reconocimiento del carácter multinacional y pluricultural del Estado ecuatoriano ............8
Tema 2. Clasificación básica de las Garantías Constitucionales. Parte I ......................................................... 9
2.1. Tipos de garantías en la nueva constitución ............................................................................................ 10
2.2. Garantías en función de los poderes del Estado...................................................................................... 10
2.2.1. Garantías institucionales ...................................................................................................................... 10
2.2.2. Garantías normativas .......................................................................................................................... 11
2.2.3. Garantías frente a las políticas pública.................................................................................... 12
Tema 3. Clasificación básica de las Garantías Constitucionales. Parte II...................................................... 12
3.1. Garantías jurisdiccionales o garantías en relación con los derechos ......................................... 12
3.1.1. La acción de protección ........................................................................................................... 14
3.1.2. La acción extraordinaria de protección ................................................................................... 14
3.1.3. Acción por incumplimiento ..................................................................................................... 14
3.1.4. El Habeas Corpus ..................................................................................................................... 14
3.1.5. El Habeas Data ......................................................................................................................... 15
3.1.6. La acción de acceso a la información pública .......................................................................... 16
Tema 4. Las Responsabilidades ciudadanas .................................................................................................. 16
4.1. El principio de corresponsabilidad ............................................................................................. 16

4.2. Las responsabilidades en la Constitución del Ecuador ............................................................... 17


4.3. Responsabilidad y Transparencia ............................................................................................... 18
Bibliografía ......................................................................................................................................... 21

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Resultado de aprendizaje de la asignatura

Asumir el ejercicio responsable de los deberes y derechos como ciudadanos con conciencia moral y
principios éticos cotejando el conocimiento de los fenómenos ético-morales y sus interrelaciones
con el entorno natural y humano a favor del desarrollo humano sostenible, la transparencia y la
ética pública del país, región y cantón.

Unidad 4: Garantías Constitucionales y responsabilidades ciudadanas

Resultado de aprendizaje de la unidad: Identificar... adecuadamente para su aplicación las garantías


constitucionales y responsabilidades ciudadanas sustentado en valores, principios éticos y en la
ética pública.

Tema 1: Garantías Constitucionales. ¿Qué son?


Los contenidos de este tema son considerados y recopilados del libro Constitución para los
Servidores Públicos que plantea que “previo el análisis de las garantías, es necesario aclarar que la
relación entre el concepto de garantía y derecho origina con frecuencia confusión, debido a su
amplitud conceptual. Los derechos generalmente aparecen como garantías normativas en los
cuerpos constitucionales, mientras que las garantías propiamente dichas aparecen como
mecanismo de ejercicio de los derechos, en textos legales y constitucionales. Por ello, Ricardo
Guastini asegura que “la garantía de un derecho no puede ser establecida por la misma norma que
la confiere…”, porque una cosa es atribuir un derecho y otra garantizarlo.

Por su parte, Luigi Ferrajoli acertadamente confronta la tesis de Hans Kelsen y Prieto Sanchís, que
afirman que los derechos desprovistos de garantías no serían verdaderos derechos o simplemente
no existen. Ferrajoli asegura que los derechos existen independientemente de las garantías, caso
contrario, afirma, que los derechos escritos en las cartas internacionales no serían derechos y
tampoco lo serían los derechos sociales desprovistos de garantías. La falta de garantías es
simplemente una laguna jurídica y las lagunas existentes en la legislación no pueden negar la
existencia del derecho, por eso hace un llamado al legislador como competente, en la creación de
mecanismos que doten de eficacia a un derecho.

Entre la multiplicidad de conceptos desarrollados por los diversos autores, citaremos la concepción
de garantías formulada por Gerardo Pisarello, quien dice que son “los mecanismos o técnicas
predispuestos para garantizar los derechos”.

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De otra parte, los derechos son concebidos por Gustavo Zagrebelski como “pretensiones subjetivas
absolutas, válidas por sí mismas con independencia de la ley.”

Las mencionadas pretensiones son aquellas denominados por Luigi Ferrajoli como derechos
fundamentales que son inherentes al ser humano en cuanto persona.

La idoneidad de las garantías debe responder entonces a la necesidad del derecho a protegerse; por
ello, un solo mecanismo de protección no puede tutelar la amplia diversidad de derechos existentes.
En dicho sentido se hace necesaria la diferenciación del tipo de garantías. Como afirma Ricardo
Guastini, una cosa es atribuir un derecho y otra cosa es garantizarlo. El constitucionalismo persigue
el fin de limitar al poder a través de los derechos; y, por tanto, el papel de la garantía en el
constitucionalismo actual, es el de reducir al máximo la arbitrariedad del poder.

1.1. El garantismo

Si consultamos un diccionario, por ejemplo, el de la Real Academia de la Lengua, la expresión


garantizar se relaciona con la acción de dar garantía o lo que es lo mismo, con la acción de afianzar,
proteger o tutelar algo.

Cuando pasamos del lenguaje común al jurídico, ese “algo” que se quiere garantizar se transforma
en un algo especializado en el que lo que se desea proteger, tutelar o afianzar es el conjunto de los
derechos de las personas y colectividades.

Una expresión relacionada con la garantía de los derechos es justamente Garantismo, que de
acuerdo con el léxico jurídico desarrollado en los últimos veinte años, es el modelo teórico, político
y jurídico que se orienta a garantizar o proteger los derechos; de tal manera que una doctrina
garantista del derecho sería aquella en la que el derecho está constituido por los mecanismo e
instrumentos que permiten la defensa de los derechos de las personas frente a la amenaza de
agresión del Estado o de otras personas.

Ahora bien, de acuerdo con el tipo de derechos que se quiere proteger o garantizar, aparecen
distintos significados o tipos de garantismo: hay garantismo penal, garantismo patrimonial,
garantismo social y finalmente garantismo constitucional.

El garantismo penal es el primero y más conocido de los garantismos, hasta el punto de que sigue
siendo hoy día su campo emblemático de aplicación. Consiste en aquella teoría encaminada a
defender la libertad personal de las personas frente al poder arbitrario del Estado y particularmente
a su poder punitivo, por ser éste el que más claramente restringe o amenaza la libertad personal.

El garantismo penal que representa la base de la filosofía jurídica liberal que arranca en la ilustración
y que expresa la necesidad de minimizar al máximo la violencia ejercida desde “el terrible poder
punitivo del Estado” de que habla Montesquieu, mediante su estricto sometimiento a la ley del
poder penal de los jueces y mediante el sometimiento a la constitución del poder penal legislativo.

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Existe igualmente, como se mencionó arriba, un garantismo patrimonial entendido como aquel
sistema de garantías jurídicas que permiten tutelar efectiva y eficazmente el derecho de propiedad
y el resto de los derechos patrimoniales de las personas; y, también un garantismo social, con el
cual se designa al conjunto de instituciones encaminadas a satisfacer materialmente las necesidades
sociales de la población y particularmente sus requerimientos de salud, saneamiento básico,
educación, vivienda y trabajo.

Como se sabe, a pesar de la lucha centenaria de muchos por la justiciabilidad de los derechos
sociales, en el derecho liberal, estas garantías sociales, desde la óptica jurídica, continúan siendo
aún hoy, las más escasas, discutidas e ineficaces, al punto que no son consideradas “derechos” en
sentido estricto y buena parte de las políticas públicas que han intentado satisfacerlas han
terminado excluyendo o subordinando a muchos sectores sociales que adquieren la condición de
lumpen ciudadanía a favor de sus destinatarios privilegiados.

Sin embargo, a partir de finales de los años 80, en distintos países de la periferia y semiperiferia y
concretamente en los países latinoamericanos, aprobaron constituciones que asumen el ideal
normativo de toda la Constitución y consagran avanzadas técnicas de tutela de los derechos sociales
y de otros derechos tradicionalmente olvidados por la doctrina jurídica oficial de los países centrales
del capitalismo.

Finalmente aparece un garantismo constitucional, como teoría general del garantismo que pretende
rematerializar la Constitución convirtiéndola en una verdadera norma suprema y a partir de allí
disciplinar y vincular a todos los poderes públicos y privados y a los particulares a los valores,
principios y reglas establecidos en la Carta fundamental.

El garantismo constitucional es una teoría política y filosófica basada en la creencia de que ni el


derecho ni el Estado son por sí mismos éticamente valiosos, sino que para serlo requieren una
justificación externa a partir de la vinculación del quehacer estatal a la realización efectiva y material
de los derechos.

El garantismo constitucional también está vinculado a la noción de democracia sustancial que es


una forma de leer la democracia en la que lo importante ya no es tan solo quién decide (la mayoría),
sino que se preocupa fundamentalmente por lo que se decide o lo que está prohibido decidir a pesar
de que la mayoría sea aplastante. (Ob. Cit. Págs. 43 – 46)

1.2. Algunas características del Estado garantista ecuatoriano

En el caso ecuatoriano la llegada al país del Estado garantista no es el resultado de la aplicación de


una moda. Es la respuesta lógica para paliar las consecuencias de la crisis del modelo neoliberal que
imperó en el país durante los últimos veinticinco años.

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No hay que olvidar que el Estado neoliberal que se estructuró en el Ecuador a partir de los años 90
se caracterizó por: una privatización progresiva de lo público; la eliminación de la identidad entre lo
público y lo estatal; el reemplazo de la ley por el contrato como principal instrumento de regulación
social; la sustitución del debate parlamentario que es reemplazado por el lobby corporativo; la
incapacidad creciente del Estado de garantizar jurídicamente los derechos y especialmente los
derechos sociales, lo que trajo como resultado la total desestructuración política, social y económica
del país.

Ante esta crisis en ciertos círculos académicos y políticos se comenzó a plantear la necesidad de
construir un nuevo modelo estatal que saque al país de la postración profunda en la que se
encontraba. El modelo encontrado y que fue desarrollado ampliamente en la nueva Constitución
conjugó los principales postulados del garantismo constitucional, con los avances constitucionales
más significativos de las últimas constituciones latinoamericanas.

En ese sentido, el modelo constitucional ecuatoriano participa de los elementos del modelo
constitucional garantista con otros propios de la realidad constitucional local. Algunos de ellos
pasamos a revisarlos a continuación:

1.2.1. Democracia participativa

El primer rasgo relevante del nuevo paradigma constitucional ecuatoriano es el reemplazo del
esquema de democracia inorgánica propio de la tradición clásica liberal, por un modelo de
democracia participativa que sin renunciar a los instrumentos de participación de la democracia
representativa, los complementa y los profundiza con mecanismos de democracia directa;
entendiendo por democracia directa aquel sistema político en el que el ciudadano participa
directamente de las decisiones políticas que se toman en la sociedad, sin que exista la mediación de
ningún otro agente.

Como es sabido, la crisis de la concepción del Estado neoliberal no solo trajo importantes
consecuencias económicas, sino que además implicó una modificación sustantiva del aparato
institucional de los Estados contemporáneos, cuyo funcionamiento a pesar del presidencialismo
imperante, giraba en torno al Parlamento y a los Partidos Políticos.

Efectivamente, mientras el primero ha dejado de ser una institución apta para encauzar eficazmente
los procesos sociales y los intereses que en ellos se manifiestan, los partidos han ido perdiendo su
hegemonía y su protagonismo como intermediarios en las relaciones de los particulares con el
Estado, no ya por las razones a las que apelaba la crítica elitista a los partidos, sino porque se
advertía su radical inadaptación a las nuevas condiciones de la democracia ecuatoriana.

Efectivamente, la cultura política basada en la militancia partidista tiende a convertirse en una


cultura cívica organizada en pautas y jerarquizada en valores pluralistas, transformando el concepto
mismo de democracia, que pasa de ser una frágil democracia de partidos, a ser una democracia que
puede denominarse, como multidimensional.

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Todo este conjunto de transformaciones sociales e institucionales produce la redefinición del papel
de la ciudadanía en una nueva teoría democrática que aporta elementos importantes para sacar a
la Democracia del estado de agotamiento teórico en que se encuentra, redefinición que lleva a
algunos a hablar del fin de la equivalencia entre función pública y función estatal.

De ahí que, como formas de expresión de la democracia participativa, la Constitución de 2008


establece mecanismos como el voto programático, el referéndum, el cabildo abierto, la iniciativa
legislativa popular, la demanda popular de rendición de cuentas e incluso, la revocatoria del
mandato de autoridades elegidas democráticamente.

1.2.2. El papel del derecho internacional de los Derechos Humanos en la nueva estructura
constitucional

El segundo elemento que permite diferenciar el modelo constitucional ecuatoriano, respecto de los
paradigmas clásicos del constitucionalismo, es la constitucionalización de las modernas tendencias
del derecho internacional de los Derechos Humanos, proceso que ha conllevado importantes
cambios tanto en la parte orgánica como, sobre todo, en la parte dogmática de la Constitución.

En el plano de las transformaciones dogmáticas, encontramos en el nuevo texto constitucional dos


importantes avances respecto del constitucionalismo anterior: en primer lugar, el reconocimiento
de la primacía del derecho internacional de los Derechos Humanos frente a las normas internas,
cuando contempla derechos más favorables que la Constitución; en segundo término, la ampliación
del catálogo de derechos, independientemente de su consagración formal.

En desarrollo de este principio, la Constitución ecuatoriana vigente establece el carácter no taxativo


de la declaración de derechos establecida en el título II de la Constitución. La Carta fundamental de
2008 incorpora una cláusula abierta que permite dar una protección reforzada a situaciones
jurídicamente relevantes, presentes o futuras, que no obstante haber sido excluidas de la
enumeración constitucional de los derechos, debido a su conexidad con la dignidad de la persona,
merecen ser garantizadas a través de su reconocimiento como derechos subjetivos, disposición que
además de facilitar la adaptación de la Constitución a los nuevos tiempos, otorga a los jueces una
inmensa capacidad de transformación de la sociedad a través de la creación de nuevo derecho,
función que a pesar de la reticencia de algunos juristas excesivamente tradicionales, aleja a los
jueces de esa imagen de aplicadores mudos de la ley que la doctrina liberal clásica les había
impuesto.

Pero desde una óptica orgánica la nueva Constitución también ha introducido significativas
innovaciones que afectan la Estructura del Estado. La principal transformación en este sentido ha
sido la creación de la Corte Constitucional como principal órgano de interpretación y control de la
Constitucionalidad.

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1.2.3. El nuevo rol de los jueces en el modelo constitucional

Otro elemento que permite considerar al paradigma constitucional ecuatoriano como un aporte
novedoso al constitucionalismo es el fortalecimiento del papel de la rama judicial dentro de la
arquitectura constitucional.

En efecto, el rechazo al presidencialismo hipertrofiado que caracteriza a los sistemas políticos


latinoamericanos a causa de su incapacidad de resolver adecuadamente las demandas ciudadanas,
unido a la profunda crisis que sufre el modelo parlamentario, produce un redimensionamiento de
la función jurisdiccional dentro de la estructura del Estado, la cual tiene, en la nueva Constitución,
un papel protagónico hasta ahora desconocido en la impulsión y efectivización del conjunto de las
tareas estatales.

En ese sentido, la asunción por parte de los constituyentes en Montecristi del carácter normativo
de la totalidad de las normas constitucionales y la centralidad que asume la parte dogmática de las
constituciones, lleva a la aplicación directa, (sin mediación del legislador), de los preceptos
constitucionales, con lo cual la jurisdicción ya no puede entenderse como la simple sujeción del juez
a la ley, sino que es fundamentalmente la interpretación de su significado, y en ese sentido la ciencia
jurídica deja de ser mera descripción normativa para convertirse en análisis crítico del derecho
vigente, es decir, interpretación del sistema normativo a la luz de los principios y valores
constitucionales.

Sin duda, la asunción de esas responsabilidades y competencias es posible gracias a que la


Constitución en lugar de regresar al modelo clásico de división de poderes, que otorgaba la
preponderancia al poder legislativo a través de su papel central en la creación del derecho positivo,
flexibiliza de forma significativa su interpretación, de tal suerte que en nuestro país, a partir del 20
de octubre pasado, existe la tendencia a que sean los Jueces y no el Parlamento o el Gobierno, los
que asuman el rol fundamental en la creación del derecho a través de su función de intérpretes de
la Constitución.

1.2.4. El reconocimiento del carácter multinacional y pluricultural del Estado ecuatoriano

El último rasgo relevante del Nuevo modelo constitucional ecuatoriano de 2008, es el


reconocimiento al carácter plurinacional e intercultural de nuestro país con el consecuente
reconocimiento de mecanismos jurídicos para preservar y potenciar las diferencias culturales,
sociales y políticas de los pueblos y nacionalidades del Ecuador.

En toda América Latina vienen ocurriendo profundas transformaciones constitucionales relativas a


la garantía de derechos especiales para los pueblos originarios y grupos étnicos que implican un
importante esfuerzo de adecuación no solo en el plano institucional, sino especialmente en relación
con la propia dogmática de la Constitución que centra sus esfuerzos en el diseño e implementación

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de una nueva teoría de la interpretación constitucional. Sin perder su propia naturaleza, da
respuestas adecuadas a los retos que el reconocimiento del pluralismo étnico y cultural presenta
frente a la concepción tradicional del derecho a la igualdad, base de la noción clásica del Estado
Nación y especialmente de juristas positivistas que reducen la noción de ordenamiento jurídico al
derecho positivo estatal.

La principal consecuencia jurídico – constitucional de este reconocimiento lo encontramos en la


modificación sustancial del sistema de fuentes, transformación que implica hacer visibles y dotar de
pleno valor jurídico a los distintos sistemas de derecho que coexisten y se yuxtaponen al interior de
estos ordenamientos jurídicos. Así por ejemplo, en el caso ecuatoriano, el pluralismo jurídico
reconocido en beneficio de los pueblos indígenas implica la vigencia de dos órdenes normativos o
sistemas de derecho que tienen como característica el ser diferentes y complementarios: 1) la
legislación general, aplicable a todos los habitantes del Ecuador, y en tal virtud a los pueblos
indígenas, que en su calidad de ciudadanos gozan de todos los derechos y están sujetos a similares
obligaciones de los demás nacionales, es decir, hablamos de la aplicación del derecho general con
un relativo grado de adecuación cultural; y, 2) los sistemas jurídicos propios de los pueblos
indígenas, que como lo hemos dicho, en el caso ecuatoriano constituyen sistemas de derecho
reconocidos constitucionalmente y en esa medida, válidamente aplicables en los territorios
indígenas, los cuales están integrados por las normas, instituciones, usos, costumbres,
procedimientos y métodos de control y regulación social propios de la tradición cultural de cada una
de las comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas. (Ob. Cit. Págs. 46 – 49)

Tema 2: Clasificación básica de las Garantías Constitucionales. Parte I

Las garantías constitucionales son los mecanismos que permiten prevenir, mitigar o reparar la
vulneración de un derecho reconocido en la Constitución o en los instrumentos internacionales de
derechos humanos. Sin las garantías los derechos no serían más que declaraciones retóricas.

La garantía efectiva de los derechos es la característica central de los Estados garantistas, incluyendo
el Estado ecuatoriano creado por la Constitución de 2008, y es el rasgo que los diferencia de los
anteriores modelos de Estado históricamente existentes: en los Estados de derecho originarios,
(Estados de legalidad) los derechos fueron establecidos sin garantías constitucionales, de tal suerte
que tan solo se podían exigir aquellos regulados por el derecho ordinario; en las constituciones de
los Estados sociales clásicos se amplía enormemente el catálogo de derechos reconocidos
incluyendo derechos económicos, sociales y culturales, pero en la mayoría de los casos la garantía
es totalmente deficiente producto de no reconocerles el carácter normativo vinculante a este tipo
de derechos; y, finalmente, en las Constituciones de los estados constitucionales de derechos, como
la ecuatoriana actual o la sudafricana, se puede hablar de la existencia de garantías adecuadas
cuando existen mecanismos que protegen y tutelan TODOS los derechos produciendo la reparación
integral del daño causado al derecho.

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2.1. Tipos de garantía en la nueva Constitución

En la Constitución de 1998 las garantías se limitaban a ciertas garantías jurisdiccionales,


específicamente a la existencia de Amparo, Habeas Corpus, Habeas Data, estableciéndose un
mecanismo de garantía realmente restrictivo, por cuanto no cobijaba realmente a todos los
derechos ni tampoco a todos los sujetos. A diferencia de ello, la Constitución de 2008 le da al tema
de las garantías un tratamiento integral a partir de la división de las garantías en dos parámetros de
valoración:

Los distintos tipos de garantías en función de la división de funciones del Estado

Las garantáis desde la óptica de los derechos protegidos

2.2. Garantías en función de los poderes del Estado.

En relación con los poderes del Estado, la Constitución establece cuatro tipos de garantías:

a) garantías jurisdiccionales,
b) garantías institucionales,
c) garantías normativas y
d) garantías en relación con las políticas públicas, constituyendo todo un sistema relacionado e
interdependiente.

2.2.1. Garantías institucionales

En la doctrina se encuentran dos distintas definiciones de garantías institucionales, una proveniente


del derecho constitucional y otra del derecho internacional.

En el contexto de la teoría constitucional, la categoría de garantía institucional se debe a Carl


Schmitt, para quien se trataría de los mecanismos de salvaguardia que la Constitución misma
establece y que permiten asegurar la existencia y pervivencia de ciertas instituciones y
organizaciones valiosas constitucionalmente. Se trataría de un límite frente al legislador que
permite impedir la supresión o limitación de una institución respecto de la voluntad de la mayoría
política.

En este sentido, las garantías institucionales se diferencian de los derechos fundamentales que son
esencialmente los resguardos básicos de la libertad y seguridad de las personas frente al Estado.

Entre las garantías institucionales más importantes establecidas en la Constitución de 2008 está la
existencia del control constitucional en cabeza de la Corte Constitucional, que impide al legislador
irse en contra de la Constitución y la labor de promoción y defensa de los derechos por parte de la

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defensoría del pueblo que imposibilita a la mayoría política desconocer los derechos
constitucionales de las personas, el carácter laico del Estado que frena las tentaciones confesionales
de ciertas mayorías parlamentarias o la autonomía que la Constitución reconoce a ciertos órganos
del Estado como los municipios o las universidades que impiden a través de la garantía de los
presupuestos la centralización absoluta del poder.

Pero también hay una definición de garantía institucional que proviene del derecho internacional y
que la Constitución ecuatoriana recoge. De acuerdo con esta segunda visión las garantías
institucionales no jurisdiccionales son aquellas garantías asumidas por órganos internacionales de
naturaleza no jurisdiccional dentro del marco institucional de las Naciones Unidas.

Entre las más importantes garantías institucionales que desarrolla el derecho internacional tenemos
las Declaraciones y recomendaciones de la Asamblea General y las recomendaciones e informes de
la Comisión de Derechos Humanos que si bien no son directamente vinculantes para el Ecuador sí
hacen parte de lo que se conoce como Soft law1. Documento sin carácter vinculante que se redacta
a raíz de las conclusiones de alguna reunión y que formula consejos para alcanzar los objetivos
acordados en ésta.

2.2.2. Garantías normativas

Las garantías normativas, son el desarrollo constitucional del antiguo principio de legalidad. En clave
constitucional el principio de legalidad implica que todas las actuaciones del Estado y
particularmente de aquellos órganos que tienen potestad normativa tienen la obligación primordial
de adecuar sus actuaciones a las disposiciones constitucionales.

En el caso ecuatoriano, las garantías normativas están establecidas en el artículo 84 constitucional


que determina que todos los órganos estatales con potestad normativa y particularmente la
Asamblea Nacional, deberán adecuar formal y materialmente las normas que expidan a las
disposiciones de los derechos constitucionales y de aquellos derechos reconocidos por los
instrumentos internacionales de Derechos Humanos.

El resultado práctico de esta garantía normativa es que todo acto normativo del poder, incluyendo
al poder constituyente, está limitado por el contenido y eficacia de los Derechos Humanos.

En la Constitución del Ecuador se establece que la capacidad de normar que dispongan las
instituciones debe estar alineada a los derechos constitucionales como lo plantea el Art. 84.- La
Asamblea Nacional y todo órgano con potestad normativa tendrá la obligación de adecuar, formal
y materialmente, las leyes y demás normas jurídicas a los derechos previstos en la Constitución y
los tratados internacionales, y los que sean necesarios para garantizar la dignidad del ser humano o
de las comunidades, pueblos y nacionalidades. En ningún caso, la reforma de la Constitución, las

1
Conjunto de normas o reglamentaciones no vigentes que pueden ser consideradas por los operadores jurídicos en
materias de carácter preferentemente dispositivo y que incluye recomendaciones, dictámenes, códigos de conducta,
principios

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leyes, otras normas jurídicas ni los actos del poder público atentarán contra los derechos que
reconoce la Constitución.

2.2.3. Garantías frente a las políticas públicas

La Constitución ecuatoriana de 2008, a través de la institución de las garantías respecto de las


políticas públicas incorpora uno de los más importantes avances teóricos del constitucionalismo
desde el sur, respecto de los constitucionalismos clásicos europeos y norteamericanos, en cuanto
hace por primera vez en la historia constitucional, la necesaria vinculación entre derecho y política
pública, entre la parte dogmática y la parte orgánica de la Constitución.

De acuerdo con el texto del artículo 85 de la Constitución, la formulación, ejecución y evaluación de


las políticas y servicios públicos se orientarán hacia la garantía de la eficacia de los derechos y
particularmente de los derechos del buen vivir, a tal punto que, si la ejecución de cualquier política
pública vulnera o amenaza con vulnerar un derecho, existe la obligación de la autoridad de cambiar
la política pública y adecuarla a la efectiva vigencia del derecho.

Y, finalmente, las garantías políticas implican la obligación del Estado de garantizar


presupuestariamente la vigencia y eficacia de los derechos.

Además, se rigen por disposiciones tal como lo establece el Art. 85. La formulación, ejecución,
evaluación y control de las políticas públicas y servicios públicos que garanticen los derechos
reconocidos por la Constitución, se regularán de acuerdo con las siguientes disposiciones:

1. Las políticas públicas y la prestación de bienes y servicios públicos se orientarán a hacer efectivos
el buen vivir y todos los derechos, y se formularán a partir del principio de solidaridad.

2. Sin perjuicio de la prevalencia del interés general sobre el interés particular, cuando los efectos
de la ejecución de las políticas públicas o prestación de bienes o servicios públicos vulneren o
amenacen con vulnerar derechos constitucionales, la política o prestación deberá reformularse
o se adoptarán medidas alternativas que concilien los derechos en conflicto.

3. El Estado garantizará la distribución equitativa y solidaria del presupuesto para la ejecución de


las políticas públicas y la prestación de bienes y servicios públicos.
En la formulación, ejecución, evaluación y control de las políticas públicas y servicios públicos se
garantizará la participación de las personas, comunidades, pueblos y nacionalidades.

Tema 3: Clasificación básica de las Garantías Constitucionales. Parte II

3.1. Garantías jurisdiccionales o garantías en relación con los derechos

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Una comprensión tradicional de las garantías las liga a la acción judicial de defensa de los derechos.
En ese sentido, la Constitución de 1998 enumeraba en el capítulo IV de esa norma fundamental,
tres garantías vinculadas a los derechos: el Habeas Corpus para el derecho a la libertad, el Habeas
Data para la protección del uso y manejo de la información personal y el Amparo para la tutela del
resto de los derechos.

Estipulando que en el Art. 86. Las garantías jurisdiccionales se regirán, en general, por las siguientes
disposiciones:

1. Cualquier persona, grupo de personas, comunidad, pueblo o nacionalidad podrá proponer las
acciones previstas en la Constitución.

2. Será competente la jueza o juez del lugar en el que se origina el acto o la omisión o donde se
producen sus efectos, y serán aplicables las siguientes normas de procedimiento:
a) El procedimiento será sencillo, rápido y eficaz. Será oral en todas sus fases e instancias.
a) Serán hábiles todos los días y horas.
b) Podrán ser propuestas oralmente o por escrito, sin formalidades, y sin necesidad de citar la
norma infringida. No será indispensable el patrocinio de un abogado para proponer la
acción.
c) Las notificaciones se efectuarán por los medios más eficaces que estén al alcance del
juzgador,
d) del legitimado activo y del órgano responsable del acto u omisión.
e) No serán aplicables las normas procesales que tiendan a retardar su ágil despacho.

3. Presentada la acción, la jueza o juez convocará inmediatamente a una audiencia pública, y en


cualquier momento del proceso podrá ordenar la práctica de pruebas y designar comisiones
para recabarlas. Se presumirán ciertos los fundamentos alegados por la persona accionante
cuando la entidad pública requerida no demuestre lo contrario o no suministre información. La
jueza o juez resolverá la causa mediante sentencia, y en caso de constatarse la vulneración de
derechos, deberá declararla, ordenar la reparación integral, material e inmaterial, y especificar
e individualizar las obligaciones, positivas y negativas, a cargo del destinatario de la decisión
judicial, y las circunstancias en que deban cumplirse.

Las sentencias de primera instancia podrán ser apeladas ante la corte provincial. Los procesos
judiciales sólo finalizarán con la ejecución integral de la sentencia o resolución.

4. Si la sentencia o resolución no se cumple por parte de servidoras o servidores públicos, la jueza


o juez ordenará su destitución del cargo o empleo, sin perjuicio de la responsabilidad civil o
penal a que haya lugar. Cuando sea un particular quien incumpla la sentencia o resolución, se
hará efectiva la responsabilidad determinada en la ley.

5. Todas las sentencias ejecutoriadas serán remitidas a la Corte Constitucional, para el desarrollo
de su jurisprudencia.

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Para precautelar los derechos como dice el Art. 87. Se podrán ordenar medidas cautelares conjunta
o independientemente de las acciones constitucionales de protección de derechos, con el objeto de
evitar o hacer cesar la violación o amenaza de violación de un derecho.

En la Constitución vigente se establece varias garantías jurisdiccionales que describimos al amparo


de lo que estipula la Constitución de 2008:

3.1.1. La acción de Protección

“La acción de protección tendrá por objeto el amparo directo y eficaz de los derechos reconocidos
en la Constitución, y podrá interponerse cuando exista una vulneración de derechos
constitucionales, por actos u omisiones de cualquier autoridad pública no judicial; contra políticas
públicas cuando supongan la privación del goce o ejercicio de los derechos constitucionales; y
cuando la violación proceda de una persona particular, si la violación del derecho provoca daño
grave, si presta servicios públicos impropios, si actúa por delegación o concesión, o si la persona
afectada se encuentra en estado de subordinación, indefensión o discriminación”. (Art. 88. CE)

3.1.2. La acción extraordinaria de Protección

“La acción extraordinaria de protección procederá contra sentencias o autos definitivos en los que
se haya violado por acción u omisión derechos reconocidos en la Constitución, y se interpondrá ante
la Corte Constitucional. El recurso procederá cuando se hayan agotado los recursos ordinarios y
extraordinarios dentro del término legal, a menos que la falta de interposición de estos recursos no
fuera atribuible a la negligencia de la persona titular del derecho constitucional vulnerado”. (Art.
94. CE)

3.1.3. Acción por incumplimiento

“La acción por incumplimiento tendrá por objeto garantizar la aplicación de las normas que integran
el sistema jurídico, así como el cumplimiento de sentencias o informes de organismos
internacionales de derechos humanos, cuando la norma o decisión cuyo cumplimiento se persigue
contenga una obligación de hacer o no hacer clara, expresa y exigible. La acción se interpondrá ante
la Corte Constitucional”. (Art. 93. CE)

3.1.4. El Habeas Corpus

“La acción de hábeas corpus tiene por objeto recuperar la libertad de quien se encuentre privado
de ella de forma ilegal, arbitraria o ilegítima, por orden de autoridad pública o de cualquier persona,
así como proteger la vida y la integridad física de las personas privadas de libertad. Inmediatamente
de interpuesta la acción, la jueza o juez convocará a una audiencia que deberá realizarse en las
veinticuatro horas siguientes, en la que se deberá presentar la orden de detención con las
formalidades de ley y las justificaciones de hecho y de derecho que sustenten la medida. La jueza o

14
juez ordenará la comparecencia de la persona privada de libertad, de la autoridad a cuya orden se
encuentre la persona detenida, de la defensora o defensor público y de quien la haya dispuesto o
provocado, según el caso. De ser necesario, la audiencia se realizará en el lugar donde ocurra la
privación de libertad.

La jueza o juez resolverá dentro de las veinticuatro horas siguientes a la finalización de la audiencia.
En caso de privación ilegítima o arbitraria, se dispondrá la libertad. La resolución que ordene la
libertad se cumplirá de forma inmediata.

En caso de verificarse cualquier forma de tortura, trato inhumano, cruel o degradante se dispondrá
la libertad de la víctima, su atención integral y especializada, y la imposición de medidas alternativas
a la privación de la libertad cuando fuera aplicable.

Cuando la orden de privación de la libertad haya sido dispuesta en un proceso penal, el recurso se
interpondrá ante la Corte Provincial de Justicia”. (Art. 89. CE)

Así mismo, “Cuando se desconozca el lugar de la privación de libertad y existan indicios sobre la
intervención de algún funcionario público o cualquier otro agente del Estado, o de personas que
actúen con su autorización, apoyo o aquiescencia, la jueza o juez deberá convocar a audiencia al
máximo representante de la Policía Nacional y al ministro competente. Después de escucharlos, se
adoptarán las medidas necesarias para ubicar a la persona y a los responsables de la privación de
libertad”. (Art. 90. CE)

3.1.5. El Habeas Data

“Toda persona, por sus propios derechos o como representante legitimado para el efecto, tendrá
derecho a conocer de la existencia y a acceder a los documentos, datos genéticos, bancos o archivos
de datos personales e informes que sobre sí misma, o sobre sus bienes, consten en entidades
públicas o privadas, en soporte material o electrónico. Asimismo, tendrá derecho a conocer el uso
que se haga de ellos, su finalidad, el origen y destino de información personal y el tiempo de vigencia
del archivo o banco de datos.

Las personas responsables de los bancos o archivos de datos personales podrán difundir la
información archivada con autorización de su titular o de la ley.

La persona titular de los datos podrá solicitar al responsable el acceso sin costo al archivo, así como
la actualización de los datos, su rectificación, eliminación o anulación. En el caso de datos sensibles,
cuyo archivo deberá estar autorizado por la ley o por la persona titular, se exigirá la adopción de las
medidas de seguridad necesarias. Si no se atendiera su solicitud, ésta podrá acudir a la jueza o juez.
La persona afectada podrá demandar por los perjuicios ocasionados”. (Art. 92. CE)

15
3.1.6. La acción de acceso a la información pública.

“La acción de acceso a la información pública tendrá por objeto garantizar el acceso a ella cuando
ha sido denegada expresa o tácitamente, o cuando la que se ha proporcionado no sea completa o
fidedigna. Podrá ser interpuesta incluso si la negativa se sustenta en el carácter secreto, reservado,
confidencial o cualquiera otra clasificación de la información. El carácter reservado de la
información deberá ser declarado con anterioridad a la petición, por autoridad competente y de
acuerdo con la ley”. (Art. 91. CE)

Tema 4: Las responsabilidades ciudadanas.

4.1. El principio de la corresponsabilidad

El principio de la corresponsabilidad, entendida como la actitud propositiva y comprometida del


individuo hacia la comunidad. Esta acción requiere que las personas asuman su rol, las
responsabilidades y compromisos frente a una realidad para asegurar la plena vigencia de los
derechos de todas y todos. La corresponsabilidad está estrechamente vinculada con la
emancipación, ya que busca una relación de respeto basada en la igualdad y en el principio del
reconocimiento de la diferencia.

En esta sección hablaremos también de derechos, pues es difícil comprender nuestras


responsabilidades sino ejercemos nuestros derechos. El reconocimiento y respeto a los derechos
humanos y a la diversidad social y cultural son piedras angulares de la creación de una sociedad
democrática; sin embargo, la justicia y la solidaridad, así como el respeto a los derechos y la
diversidad humana, tienen sustento en acciones concretas que, como ciudadanas y ciudadanos,
comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades podemos y debemos ejercer en nuestra vida
cotidiana y en nuestra participación social y política.

Las consideraciones de este artículo se explicitan en la sección de Derechos del Buen Vivir que se
enumeran a continuación, con el propósito de reflexionar sobre su cumplimiento y el rol de las y los
ciudadanos en su ejercicio y exigibilidad:

Todas las personas son reconocidas como iguales y con los mismos derechos, deberes y
oportunidades.
Se deberá tomar acciones afirmativas en beneficio de las personas que se encuentren en
situación de desigualdad.
Acceso seguro y permanente al agua y alimentos producidos en correspondencia a las diversas
identidades y tradiciones culturales.
Vivir en un ambiente sano y ecológicamente equilibrado.
Acceso a las tecnologías de información y comunicación.
Construir y mantener la identidad cultural y la memoria histórica.
Maneras de hacer uso del tiempo libre.

16
Acceder a beneficios del progreso científico y de los saberes ancestrales.
Acceso y permanencia en el sistema educativo público de manera gratuita.
Disfrute y cuidado de los espacios públicos en la ciudad.
Acceso permanente y oportuno a programas de salud integral, sexual y productiva.
Condiciones justas en el trabajo y acceso a la seguridad social.

4.2. Las responsabilidades en la Constitución del Ecuador

En la Constitución se plantean 17 responsabilidades que los y las ciudadanos debemos acatar y


cumplir porque “son deberes y responsabilidades de las ecuatorianas y los ecuatorianos, sin
perjuicio de otros previstos en la Constitución y la ley:

1. Acatar y cumplir la Constitución, la ley y las decisiones legítimas de autoridad competente.


2. Ama killa, ama llulla, ama shwa. No ser ocioso, no mentir, no robar.
3. Defender la integridad territorial del Ecuador y sus recursos naturales.
4. Colaborar en el mantenimiento de la paz y de la seguridad.
5. Respetar los derechos humanos y luchar por su cumplimiento.
6. Respetar los derechos de la naturaleza, preservar un ambiente sano y utilizar los recursos
naturales de modo racional, sustentable y sostenible.
7. Promover el bien común y anteponer el interés general al interés particular, conforme al buen
vivir.
8. Administrar honradamente y con apego irrestricto a la ley el patrimonio público, y denunciar y
combatir los actos de corrupción.
9. Practicar la justicia y la solidaridad en el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de bienes y
servicios.
10. Promover la unidad y la igualdad en la diversidad y en las relaciones interculturales.
11. Asumir las funciones públicas como un servicio a la colectividad y rendir cuentas a la sociedad y
a la autoridad, de acuerdo con la ley.
12. Ejercer la profesión u oficio con sujeción a la ética.
13. Conservar el patrimonio cultural y natural del país, y cuidar y mantener los bienes públicos.
14. Respetar y reconocer las diferencias étnicas, nacionales, sociales, generacionales, de género, y
la orientación e identidad sexual.
15. Cooperar con el Estado y la comunidad en la seguridad social, y pagar los tributos establecidos
por la ley.
16. Asistir, alimentar, educar y cuidar a las hijas e hijos. Este deber es corresponsabilidad de madres
y padres en igual proporción, y corresponderá también a las hijas e hijos cuando las madres y
padres lo necesiten.
17. Participar en la vida política, cívica y comunitaria del país, de manera honesta y transparente”.
(Art. 83. CE)

Las responsabilidades sociales se desprenden de nuestra participación activa en todos los espacios
de la vida: con nuestra pareja, con nuestros pares o grupos de amigas y amigos, con nuestra
comunidad, con nuestro país y con el planeta.

17
Aunque nos parezca increíble, en las últimas tres décadas del siglo pasado, tantas mujeres, niñas
niños, adolescentes, personas adultas mayores y los pueblos y nacionalidades indígenas, tuvieron
que luchar incansablemente por el reconocimiento de sus derechos.

Este proceso de lucha que tiene su máxima expresión en los años setenta, se tradujo en el
reconocimiento ético y, en algunos casos, normativo de los derechos específicos de todas y todos
quienes habitamos el planeta. Sin embargo, a pesar de esos logros, la discriminación es una
constante en la dinámica social. El Ecuador entra en el proceso de construcción de un proyecto que
contempla las demandas sociales más allá el desarrollo y progreso tradicionales, sino que se
enmarcan en el “bien-estar” de las ciudadanas y ciudadanos en su relación con los demás y con la
naturaleza, propuesta que se ha denominado “Buen Vivir”.

4.3. Las responsabilidades y la transparencia

Existen varios conceptos de Transparencia, el siguiente mapa conceptual muestra las dimensiones
desde las que se define a la transparencia, señalando que es característica, instrumento, forma,
relación, medio, método y valor.

Para el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social la Transparencia es la característica de


una gestión o proceso, basada en valores éticos fundamentales universales, como honestidad,
integridad, responsabilidad, eficacia.

18
La transparencia se traduce en acciones claras destinadas a garantizar acceso a información clara y
oportuna para la ciudadanía, sobre las acciones, recursos y decisiones que se toman en las
instituciones públicas y privadas.
La transparencia permite el control ciudadano sobre el manejo eficiente de recursos públicos,
mejorar el desempeño de servidoras, servidores y autoridades, y, por lo tanto, contribuye a
fortalecer la confianza ciudadana, incrementar la legitimidad de las instituciones y el buen gobierno.

La Transparencia Activa, es la obligación que tienen las entidades poseedoras de información


pública de difundir información mensual actualizada, a través de los sitios web o cualquier medio
de difusión que se ponga a disposición de la ciudadanía para que pueda conocer lo que están
haciendo las instituciones.

La Ley de acceso a la información Pública (LOTAIP), determina que las instituciones mensualmente
deben publicar en sus portales web información respecto a:

a) Estructura orgánica funcional, base legal que la rige, regulaciones y procedimientos internos
aplicables a la entidad; las metas y objetivos de las unidades administrativas de conformidad
con sus programas operativos;
b) El directorio completo de la institución, así como su distributivo de personal;
c) La remuneración mensual por puesto y todo ingreso adicional, incluso el sistema de
compensación;
d) Los servicios que ofrece y las formas de acceder a ellos, horarios de atención y demás
indicaciones necesarias, para que la ciudadanía pueda ejercer sus derechos y cumplir sus
obligaciones;

19
e) Texto íntegro de todos los contratos colectivos vigentes en la institución, así como sus anexos y
reformas;
f) Formularios o formatos de solicitudes que se requieran para los trámites inherentes a su campo
de acción;
g) Información total sobre el presupuesto anual que administra la institución;
h) Los resultados de las auditorías internas y gubernamentales al ejercicio presupuestal;
i) Información completa y detallada sobre los procesos precontractuales, contractuales, de
adjudicación y liquidación, de las contrataciones de obras, adquisición de bienes, prestación de
servicios, arrendamientos mercantiles, etc., celebrados por la institución con personas naturales
o jurídicas, incluidos concesiones, permisos o autorizaciones;
j) Un listado de las empresas y personas que han incumplido contratos con dicha institución;
k) Planes y programas de la institución en ejecución;
l) El detalle de los contratos de crédito externos o internos;
m) Mecanismos de rendición de cuentas a la ciudadanía, tales como metas e informes de gestión e
indicadores de desempeño;
n) Los viáticos, informes de trabajo y justificativos de movilización nacional o internacional de las
autoridades, dignatarios y funcionarios públicos;
o) El nombre, dirección de la oficina, apartado postal y dirección electrónica del responsable de
atender la información pública de que trata esta Ley;
p) Otra información específica de acuerdo a la naturaleza de la institución.

La Transparencia Pasiva, es el derecho ciudadano, mediante el cual toda persona tiene la facultad
de solicitar y recibir información de cualquier institución pública o privada que maneje recursos del
Estado y que se le conoce como solicitud de acceso a la información pública.

Las y los ciudadanos pueden solicitar información pública en cualquier momento. La LOTAIP
determina que la información pública pertenece a los ciudadanos y ciudadanas. El Estado y las
instituciones privada depositarias de archivos públicos, son sus administradores y están obligados a
garantizar el acceso a la información; el acceso a la información pública, será por regla general
gratuito a excepción de los costos de reproducción.

El titular de la entidad o representante legal, será el responsable y garantizará la atención suficiente


y necesaria a la publicidad de la información pública, así como su libertad de acceso. Su
responsabilidad será recibir y contestar las solicitudes de acceso a la información, en el plazo
perentorio de diez días, mismo que puede prorrogarse por cinco días más, por causas debidamente
justificadas e informadas al peticionario. (CPCCS. Págs. 7 – 9)

Lecturas complementarias

Los siguientes recursos complementarios son sugerencias para que Ud. pueda ampliar la
información sobre los temas trabajados, como parte de su proceso de aprendizaje autónomo:

20
• Consejo de Participación Ciudadana y Control Social. CPCCS.
o Módulo 1. Construyendo nuestras responsabilidades individuales. 2015 - 2020
o Módulo 4. Responsabilidades para prevenir la Corrupción. 2015 – 2020
o Guía informativa sobre Actos y delitos de corrupción. 2015 - 2020

Bibliografía

• Asamblea Nacional Constituyente. (2008). Constitución de la Republica del Ecuador


[Constitution of the Republic of Ecuador]. Registro ofcial 449 de 20 Oct. 2008,

• Chávez, G., & Montaña, J. (2011). Constitución para servidores públicos.

• Consejo de Participación Ciudadana y Control Social. CPCCS.


o Módulo 2. Reconociendo nuestros derechos y construyendo nuestras responsabilidades
sociales. 2015 – 2020
o Módulo 3. Construyendo nuestras responsabilidades cívicas. 2015 – 2020

21
Asignatura
Educación en valores y derechos ciudadanos

Profesor Autor
Ab. Mario Rivas Alemán. Mg.
Profesor Tutor
Los docentes designados para este período académico

Este compendio recoge textualmente documentos e información de varias


fuentes debidamente citadas, así como referencias elaboradas por el
autor y tutor para conectar los diferentes temas.
Se lo utiliza únicamente con fines educativos.

Periodo Académico 2023


Índice

Tabla de contenido
Resultado de aprendizaje de la asignatura ........................................................................................ 1
Resultado de aprendizaje de la unidad .............................................................................................. 1
Unidad 3: Derechos del buen Vivir en la Constitución de la República del Ecuador. ...................... 1
Tema 1: Principios de aplicación de los DDHH. ............................................................................. 1
Tema 2: Sujetos de derechos. ......................................................................................................... 3
Tema 3: Clasificación y catálogo de los derechos del Buen Vivir: Derechos económicos, sociales
y culturales (agua y alimentación, salud, educación…) derechos de los grupos de atención
prioritaria, derechos de los pueblos y comunidades, derechos de la naturaleza, derechos de
participación, derechos de libertad, derechos de protección. ...................................................... 8
Tema 4: Derechos como fines del Estado. ................................................................................... 24
Bibliografía ........................................................................................................................................ 26
Resultado de aprendizaje de la asignatura
Asumir el ejercicio responsable de los deberes y derechos como ciudadanos con conciencia moral y
principios éticos cotejando el conocimiento de los fenómenos ético-morales y sus interrelaciones
con el entorno natural y humano a favor del desarrollo humano sostenible, la transparencia y la
ética pública del país, región y cantón.

Resultado de aprendizaje de la unidad


Identificar los derechos de buen vivir y garantías estipulados en la Constitución del Ecuador, para
practicar de manera oportuna los derechos y garantías constitucionales.

Unidad 3: Derechos del buen Vivir en la Constitución de la República del


Ecuador.

Tema 1: Principios de aplicación de los DDHH.

TITULO II
DERECHOS
Capítulo primero
Principios de aplicación de los derechos
Art. 10.- Las personas, comunidades, pueblos, nacionalidades y colectivos son titulares y gozarán de
los derechos garantizados en la Constitución y en los instrumentos internacionales.
La naturaleza será sujeto de aquellos derechos que le reconozca la Constitución.
Art. 11.- El ejercicio de los derechos se regirá por los siguientes principios:

1. Los derechos se podrán ejercer, promover y exigir de forma individual o colectiva ante las
autoridades competentes; estas autoridades garantizarán su cumplimiento.
2. Todas las personas son iguales y gozarán de los mismos derechos, deberes y oportunidades.
Nadie podrá ser discriminado por razones de etnia, lugar de nacimiento, edad, sexo, identidad de
género, identidad cultural, estado civil, idioma, religión, ideología, filiación política, pasado judicial,
condición socio-económica, condición migratoria, orientación sexual, estado de salud, portar VIH,

1
discapacidad, diferencia física; ni por cualquier otra distinción, personal o colectiva, temporal o
permanente, que tenga por objeto o resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o
ejercicio de los derechos. La ley sancionará toda forma de discriminación.
El Estado adoptará medidas de acción afirmativa que promuevan la igualdad real en favor de los
titulares de derechos que se encuentren en situación de desigualdad.
3. Los derechos y garantías establecidos en la Constitución y en los instrumentos internacionales
de derechos humanos serán de directa e inmediata aplicación por y ante cualquier servidora o
servidor público, administrativo o judicial, de oficio o a petición de parte.
Para el ejercicio de los derechos y las garantías constitucionales no se exigirán condiciones o
requisitos que no estén establecidos en la Constitución o la ley.
4. Ninguna norma jurídica podrá restringir el contenido de los derechos ni de las garantías
constitucionales.
5. En materia de derechos y garantías constitucionales, las servidoras y servidores públicos,
administrativos o judiciales, deberán aplicar la norma y la interpretación que más favorezcan su
efectiva vigencia.
6. Todos los principios y los derechos son inalienables, irrenunciables, indivisibles,
interdependientes y de igual jerarquía.
7. El reconocimiento de los derechos y garantías establecidos en la Constitución y en los
instrumentos internacionales de derechos humanos, no excluirá los demás derechos derivados
de la dignidad de las personas, comunidades, pueblos y nacionalidades, que sean necesarios
para su pleno desenvolvimiento.
8. El contenido de los derechos se desarrollará de manera progresiva a través de las normas, la
jurisprudencia y las políticas públicas. El Estado generará y garantizará las condiciones
necesarias para su pleno reconocimiento y ejercicio. Será inconstitucional cualquier acción u
omisión de carácter regresivo que disminuya, menoscabe o anule injustificadamente el ejercicio
de los derechos.
9. El más alto deber del Estado consiste en respetar y hacer respetar los derechos garantizados en
la Constitución. El Estado, sus delegatarios, concesionarios y toda persona que actúe en ejercicio
de una potestad pública, estarán obligados a reparar las violaciones a los derechos de los
particulares por la falta o deficiencia en la prestación de los servicios públicos, o por las acciones
u omisiones de sus funcionarias y funcionarios, y empleadas y empleados públicos en el
desempeño de sus cargos. El Estado ejercerá de forma inmediata el derecho de repetición en
contra de las personas responsables del daño producido, sin perjuicio de las responsabilidades
civiles, penales y administrativas. El Estado será responsable por detención arbitraria, error
judicial, retardo injustificado o inadecuada administración de justicia, violación del derecho a la
tutela judicial efectiva, y por las violaciones de los principios y reglas del debido proceso
Cuando una sentencia condenatoria sea reformada o revocada, el Estado reparará a la persona
que haya sufrido pena como resultado de tal sentencia y, declarada la responsabilidad por tales
actos de servidoras o servidores públicos, administrativos o judiciales, se repetirá en contra de
ellos.

2
Tema 2: Sujetos de derechos.

Antecedentes:
El artículo 6 de la Constitución de la República del Ecuador establece que “Todas las ecuatorianas y
los ecuatorianos son ciudadanos y gozarán de los derechos establecidos en la Constitución.
La nacionalidad ecuatoriana es el vínculo jurídico político de las personas con el Estado, sin perjuicio
de su pertenencia a alguna de las nacionalidades indígenas que coexisten en el Ecuador
plurinacional.”

El artículo 10 CRE, por su parte, estipula: “Las personas, comunidades, pueblos, nacionalidades y
colectivos son titulares y gozarán de los derechos garantizados en la Constitución y en los
instrumentos internacionales.
La naturaleza será sujeto de aquellos derechos que le reconozca la Constitución.”
Por otro lado, el primer inciso del artículo 426 CRE determina que: “Todas las personas, autoridades
e instituciones están sujetas a la Constitución.”

LOS SUJETOS DE LOS DERECHOS.


La categoría “sujeto de derecho” fue, por mucho tiempo, punto de controversia en el Derecho entre
quienes afirman la existencia de derechos subjetivos y quienes la niegan.
Para los defensores, (Gény, Ross, Thon y los realistas) el término tiene una utilidad práctica, sea
porque no existe otro término más eficiente que lo reemplace o porque representa una facultad
para hacer posible la protección de intereses jurídicos; se asume, además, como un elemento
unificador entre individuos o entre situaciones jurídicas. Para quienes niegan los derechos
subjetivos (Duguit, Kelsen y los funcionalistas), es admisible únicamente la existencia de
obligaciones jurídicas y no de derechos; se reconoce el derecho subjetivo solo en función del
Derecho objetivo, o se aboga por la eliminación de términos vacíos.
Este debate sufre un giro en la segunda mitad del siglo XX, cuando se toma distancia del debate de
si es o no el derecho subjetivo parte del Derecho para proclamar a la dignidad humana como centro
del Derecho. Es, desde entonces, que la noción de Derechos Humanos adquiere una dimensión de
derecho fundamental con bases históricas, morales y jurídicas, que tiene como eje y como fin la
protección y la realización de los derechos de las personas.
El concepto de derechos humanos que opera en el ámbito espacial de los Estados reconoce, además,
una dimensión internacional, en una suerte de protección reforzada de su núcleo esencial.
Desde el punto de vista del derecho internacional de los derechos humanos, dice German

3
Bidart Campos23, el hombre es un sujeto investido de personalidad internacional que opera dentro
de los Estado, superando la noción de que solo el Estado y algunas entidades sui generis, como el
Vaticano, podían ser sujeto de derecho internacional.
El respeto de los derechos humanos es ante todo responsabilidad de los Estados. La tarea de
protegerlos derechos humanos representa para el Estado la exigencia de proveer y mantener las
condiciones necesarias para que las personas puedan gozar realmente de todos sus derechos.
En la actualidad, como resultado de los procesos de globalización, el desarrollo de la ciencia y la
tecnología, la reestructuración del papel de los Estados, existen condiciones sociales, políticas,
económicas y culturales paradójicas y trasformadoras que abren nuevos problemas y grandes
desafíos.
Con el desarrollo de la biotecnología, la robótica y la nanotecnología, por ejemplo, la idea de ser
humano, que únicamente admitía una legítima diferencia entre géneros, edades y situaciones
jurídicas, estaría poniéndose en entredicho, frente a la dificultad de distinguir a las personas de las
cosas, los sexos, el hombre del animal, el hombre de las máquinas, lo que podría tener repercusiones
en la idea de “ser humano” como objeto y fin del Derecho.
Más allá de estas nuevas y complejas realidades, como puede observarse en los artículos antes
citados, para la Constitución vigente, son titulares de derechos cuatro tipos de sujetos:
1) las personas;
2) las comunidades, pueblos y nacionalidades;
3) los colectivos; y,
4) la naturaleza. Como principio general, todos los derechos pueden ser ejercidos de manera
individual y colectiva, por parte de los sujetos de derechos.
Las personas.
El concepto persona física (o persona natural) se discute desde los griegos y es el derecho romano
que lo formula como concepto jurídico. En términos generales, es todo miembro de la especie
humana susceptible de adquirir derechos y contraer obligaciones. En algunos casos se puede hacer
referencia a éstas como personas de existencia visible, de existencia real, física o natural.
Desde un punto de vista jurídico, todo ser con capacidad, razón y voluntad es persona, y por tanto,
titular de derechos apto para contraer obligaciones. El concepto de persona, quedó, de esta manera,
desde el derecho romano, atado a tres elementos básicos: razón, voluntad y capacidad.
Por tanto, el concepto de persona es una categoría que crea el Derecho para poner en
funcionamiento el sistema de derechos y obligaciones y que se refiere tanto al ser humano como a
las personas ficticias o personas jurídicas colectivas.
Partiendo de esto, y luego de transcurrir etapas históricas en las que se negaba tal calidad a
determinados seres humanos, o se otorgaban dicha calidad a ciertos animales o cosas26, nos
encontramos en un momento en que se asume que toda persona es sujeto de derecho, o lo que es
lo mismo, se cuenta con un mecanismo jurídico, los derechos subjetivos, para operar el Derecho.

4
Las comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades.
Otra categoría de sujeto de derechos reconocido en la Carta Constitucional son las comunas,
comunidades, pueblos y nacionalidades. En esta categoría de sujetos entran las comunidades,
pueblos y nacionalidades indígenas, los pueblos afroecuatorianos asentados en distintas regiones
del país, y el pueblo montubio y las comunas como forma organizativa tradicional de este pueblo.
Los derechos de los pueblos y nacionalidades del Ecuador son reconocidos por la Constitución
vigente de una manera integral, transversal y multidimensional.
Los derechos de los pueblos y nacionalidades no solo son de naturaleza individual o colectiva: hacen
parte de la estructura del Estado (arts. 1, 4, 6 y 57 CRE), representan principios de optimización de
las políticas públicas (arts. 85, 416 y 423 CRE), del régimen de desarrollo (arts. 275, 286, 277, 283,
340, 281, 282, 284 CRE), del manejo de recursos naturales (arts. 57: 6 y 8, 71, 74, 317, 318, 395, 403,
405, 407 CRE), del desarrollo intelectual y cultural de la nación (arts. 57: 12, 281:6, 322, 385, 387,
388, 402). En este sentido, son dispositivos constitucionales para superar la histórica segregación,
marginación y exclusión vivida por los pueblos y nacionalidades dentro de las fronteras del Estado
ecuatoriano, desde la época colonial.
Un fuerte componente de los derechos de las comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades del
Ecuador es su naturaleza colectiva. Los derechos colectivos se apartan del paradigma político liberal
de acuerdo al cual los derechos son prerrogativas de los individuos y solo de los individuos y en
donde los derechos humanos colectivos son considerados absurdos y los colectivos son vistos como
amenazas al principio de soberanía, a la supervivencia del Estado nacional, y como combustible de
las tensiones domésticas.
Considerar el ejercicio colectivo de los derechos implicó el desarrollo de las denominadas “políticas
de la diferenciación”, que asumen la existencia de desigualdades económicas, pero, además, ponen
en evidencia el hecho de que entre las personas efectivamente hay diferencias. En vista de estas
diferencias se justifica que el Estado trate de manera diferente a los distintos, si es el caso,
adoptando medidas de protección especiales que no toma respecto de otros grupos de la población.
A partir de esto se entiende que, mientras la igualdad formal es herramienta para que el Estado
ejerza su poder de manera imparcial y neutra, la igualdad proporcional o igualdad diferenciada, es
herramienta para un Estado interventor, no indiferente a las diferencias existentes.
Los derechos colectivos de los pueblos y nacionalidades, al decir del ex Magistrado de la Corte
Constitucional de Colombia, Ciro Angarita, “no pueden equipararse con simples organizaciones,
pues son una realidad histórica y dinámica, caracterizada por elementos objetivos y subjetivos que
no se reducen simplemente a un ámbito de asociación. Se nace indígena y se pertenece a una
cultura. Esto conlleva a que la comunidad, como sujeto, puede ser titular de derechos humanos”.
En este sentido, es posible identificar ciertas características de los derechos colectivos de los
pueblos y nacionalidades: 1) su titular es un sujeto colectivo autónomo, no una sumatoria de
intereses y voluntades individuales; 2) los derechos colectivos dotan a la colectividad de facultades
que les permiten defender su existencia como grupo y su autonomía tanto en relación con otros
individuos y colectividades ajenos al grupo, como también respecto de sus propios miembros.

5
En el ejercicio de derechos colectivos de comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades, existen
dos modalidades básicas de ejercicio de los derechos: la primera, mediante la cual solo pueden ser
reivindicados por el grupo (derechos de autonomía, autogobierno, defensa territorial, …); la
segunda, que pueden ser reivindicados por miembros individuales del grupo (derechos que
comprometen prácticas de subsistencia, actividades religiosas o culturales, lengua propia, …).
Las colectividades.
Otra categoría de sujetos de derechos reconoce la Constitución cuando menciona de manera
expresa a las colectividades. A partir de esto, se entiende la existencia de dos tipos de sujetos
colectivos: las comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades o entidades colectivas de carácter
étnico-históricas; y, los colectivos o agregados de intereses individuales, grupos asociativos,
colectividades difusas y organizaciones de tipo general.
El reconocimiento de derechos colectivos implica una transformación y reformulación del concepto
clásico de igualdad. En el Ecuador, la Constitución de 1998 ya asumió un concepto de igualdad
amplio que abarcaba por lo menos, tres niveles:
a) la igualdad como generalidad, o igualdad ante la ley para efectos de los derechos, deberes y
procedimientos;
b) la igualdad como equiparación o igualdad entre hombres y mujeres o igualdad de derechos
y deberes de la pareja;
c) la igualdad como diferencia o igualdad proporcional, que representa trato diferente para los
distintos.

Para impulsar la igualdad proporcional, la Constitución del 98, estableció principios y normas que
sustentaron tratos diferentes para los grupos vulnerables (niños, discapacitados, tercera edad,
mujeres embarazadas) y para los pueblos indígenas. Ciertamente que el trato diferente que se daba
en uno y otro caso era distinto.
La diferenciación en el primer caso tenía que ver con lo que se denomina política de discriminación
positiva, mientras que la diferenciación en el segundo caso tenía que ver con el otorgamiento de
facultades autonómicas como medio para garantizar la diferencia cultural y étnica.
Esta noción de igualdad proporcional no solo queda refrendada y fortalecida en la Constitución
vigente, sino que, adicionalmente, reconoce derechos a la naturaleza.
La naturaleza como sujeto de derecho.
¿Y la naturaleza? En cierto modo, se podría decir, los derechos humanos abarcan a la naturaleza,
porque ella no es una tarjeta postal para ser mirada desde afuera; pero bien sabe la naturaleza que
hasta las mejores leyes humanas la tratan como objeto de propiedad y nunca como sujeto de
derecho.
Aunque aún no se encuentra delimitado (mediante jurisprudencia), ni desarrollado (mediante
norma secundaria), la Constitución ecuatoriana es claramente innovadora al concebir a la
naturaleza como sujeto de derechos.

6
En 1886, la Suprema Corte de Estados Unidos, modelo de la justicia universal, extendió los derechos
humanos a las corporaciones privadas. La ley les reconoció los mismos derechos que a las personas,
derecho a la vida, a la libre expresión, a la privacidad y a todo lo demás, como si las empresas
respiraran. Más de ciento veinte años han pasado y así sigue siendo. A nadie le llama la atención.
La legislación nacional e internacional del derecho ambiental configuró, desde sus inicios, un
derecho de tipo subjetivo, esto es, un derecho atinente a las personas a vivir en un ambiente sano
y libre de contaminación. Este modelo de protección ambiental acaba de ser superado en la
Constitución de Montecristi al reconocer derechos intrínsecos a la naturaleza, transformando al
derecho subjetivo en un derecho objetivo para ser garantizado por el Estado, esto es, por la sociedad
entera.
De acuerdo con la Constitución, los derechos de la naturaleza constituyen:
1) un deber primordial del Estado (art. 3:7 CRE);
2) un principio de aplicación de los derechos (art. 10, segundo inciso CRE);
3) un conjunto de reglas para garantizar el derecho a un ambiente sano y ecológicamente
equilibrado, las preservación, prevención y recuperación de espacios naturales degradados,
el uso de tecnologías ambientalmente limpias, y la prohibición del uso de tecnologías
riesgosas (arts. 14 y 15 CRE); principios de optimización de las políticas públicas para
garantizar su integridad, su restauración, la adopción de medidas de precaución y restricción
de actividades, y las condiciones de aprovechamiento (arts. 71 al 74 CRE).
Los derechos de la naturaleza, por su titularidad, pueden ser ejercidos de manera individual o
colectiva; y, por su finalidad, pueden favorecer a un colectivo determinable, a una colectividad
difusa, esto es, no determinable o a la naturaleza, de manera intrínseca.
Los derechos colectivos se caracterizan porque frente a un daño, todos son titulares de derechos,
no como individuos aislados sino como miembros de una colectividad. Este tipo de derechos
colectivos también se conocen como derechos difusos, cuando se trata de una colectividad difícil de
identificar o individualizar.
Los sujetos legitimados para accionar los derechos de la naturaleza son las personas, comunas,
comunidades, pueblos, nacionalidades y colectivos. Por su parte, el Estado asume tanto la capacidad
reguladora de las actividades que pueden causar daño ambiental o a la naturaleza, como la facultad
de protección, defensa, supervisión y control.
Con esta base constitucional, la naturaleza es sujeto de derechos en tanto cualquier persona,
comunidad, pueblo, nacionalidad o colectivo la ponga en acción mediante actos de defensa que
involucren o no, un interés directo. Por su parte, al Estado le corresponde la protección de la
naturaleza a través de cualquier mecanismo garantista previsto en la Carta Constitucional o
mediante la acción patrocinadora que pudiera llevar la Defensoría del Pueblo o cualquier órgano de
control social, en su defensa.

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Tema 3: Clasificación y catálogo de los derechos del Buen Vivir:
Derechos económicos, sociales y culturales (agua y alimentación,
salud, educación…) derechos de los grupos de atención prioritaria,
derechos de los pueblos y comunidades, derechos de la naturaleza,
derechos de participación, derechos de libertad, derechos de
protección.

CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR

Capítulo segundo
Derechos del buen vivir
Sección primera
Agua y alimentación
Art. 12.- El derecho humano al agua es fundamental e irrenunciable. El agua constituye patrimonio
nacional estratégico de uso público, inalienable, imprescriptible, inembargable y esencial para la
vida.
Art. 13.- Las personas y colectividades tienen derecho al acceso seguro y permanente a alimentos
sanos, suficientes y nutritivos; preferentemente producidos a nivel local y en correspondencia con
sus diversas identidades y tradiciones culturales.

El Estado ecuatoriano promoverá la soberanía alimentaria.


Sección segunda
Ambiente sano
Art. 14.- Se reconoce el derecho de la población a vivir en un ambiente sano y ecológicamente
equilibrado, que garantice la sostenibilidad y el buen vivir, sumak kawsay.
Se declara de interés público la preservación del ambiente, la conservación de los ecosistemas, la
biodiversidad y la integridad del patrimonio genético del país, la prevención del daño ambiental y la
recuperación de los espacios naturales degradados.
Sección quinta
Educación
Art. 26.- La educación es un derecho de las personas a lo largo de su vida y un deber ineludible e
inexcusable del Estado. Constituye un área prioritaria de la política pública y de la inversión estatal,

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garantía de la igualdad e inclusión social y condición indispensable para el buen vivir. Las personas,
las familias y la sociedad tienen el derecho y la responsabilidad de participar en el proceso
educativo.
Art. 27.- La educación se centrará en el ser humano y garantizará su desarrollo holístico, en el marco
del respeto a los derechos humanos, al medio ambiente sustentable y a la democracia; será
participativa, obligatoria, intercultural, democrática, incluyente y diversa, de calidad y calidez;
impulsará la equidad de género, la justicia, la solidaridad y la paz; estimulará el sentido crítico, el
arte y la cultura física, la iniciativa individual y comunitaria, y el desarrollo de competencias y
capacidades para crear y trabajar.
La educación es indispensable para el conocimiento, el ejercicio de los derechos y la construcción
de un país soberano, y constituye un eje estratégico para el desarrollo nacional.
Art. 28.- La educación responderá al interés público y no estará al servicio de intereses individuales
y corporativos. Se garantizará el acceso universal, permanencia, movilidad y egreso sin
discriminación alguna y la obligatoriedad en el nivel inicial, básico y bachillerato o su equivalente.
Es derecho de toda persona y comunidad interactuar entre culturas y participar en una sociedad
que aprende. El Estado promoverá el diálogo intercultural en sus múltiples dimensiones.
El aprendizaje se desarrollará de forma escolarizada y no escolarizada.
La educación pública será universal y laica en todos sus niveles, y gratuita hasta el tercer nivel de
educación superior inclusive.
Sección séptima

Salud
Art. 32.- La salud es un derecho que garantiza el Estado, cuya realización se vincula al ejercicio de
otros derechos, entre ellos el derecho al agua, la alimentación, la educación, la cultura física, el
trabajo, la seguridad social, los ambientes sanos y otros que sustentan el buen vivir.
El Estado garantizará este derecho mediante políticas económicas, sociales, culturales, educativas y
ambientales; y el acceso permanente, oportuno y sin exclusión a programas, acciones y servicios de
promoción y atención integral de salud, salud sexual y salud reproductiva. La prestación de los
servicios de salud se regirá por los principios de equidad, universalidad, solidaridad,
interculturalidad, calidad, eficiencia, eficacia, precaución y bioética, con enfoque de género y
generacional.
Capítulo tercero
Derechos de las personas y grupos de atención prioritaria
Art. 35.- Las personas adultas mayores, niñas, niños y adolescentes, mujeres embarazadas, personas
con discapacidad, personas privadas de libertad y quienes adolezcan de enfermedades catastróficas
o de alta complejidad, recibirán atención prioritaria y especializada en los ámbitos público y privado.
La misma atención prioritaria recibirán las personas en situación de riesgo, las víctimas de violencia

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doméstica y sexual, maltrato infantil, desastres naturales o antropogénicos. El Estado prestará
especial protección a las personas en condición de doble vulnerabilidad.
Art. 36.- Las personas adultas mayores recibirán atención prioritaria y especializada en los ámbitos
público y privado, en especial en los campos de inclusión social y económica, y protección contra la
violencia. Se considerarán personas adultas mayores aquellas personas que hayan cumplido los
sesenta y cinco años de edad.
Art. 37.- El Estado garantizará a las personas adultas mayores los siguientes derechos: 1. La atención
gratuita y especializada de salud, así como el acceso gratuito a medicinas. 2. El trabajo remunerado,
en función de sus capacidades, para lo cual tomará en cuenta sus limitaciones. 3. La jubilación
universal. 4. Rebajas en los servicios públicos y en servicios privados de transporte y espectáculos.
5. Exenciones en el régimen tributario. 6. Exoneración del pago por costos notariales y registrales,
de acuerdo con la ley. 7. El acceso a una vivienda que asegure una vida digna, con respeto a su
opinión y consentimiento.
Art. 38.- El Estado establecerá políticas públicas y programas de atención a las personas adultas
mayores, que tendrán en cuenta las diferencias específicas entre áreas urbanas y rurales, las
inequidades de género, la etnia, la cultura y las diferencias propias de las personas, comunidades,
pueblos y nacionalidades; asimismo, fomentará el mayor grado posible de autonomía personal y
participación en la definición y ejecución de estas políticas. En particular, el Estado tomará medidas
de:
1. Atención en centros especializados que garanticen su nutrición, salud, educación y cuidado
diario, en un marco de protección integral de derechos. Se crearán centros de acogida para
albergar a quienes no puedan ser atendidos por sus familiares o quienes carezcan de un lugar
donde residir de forma permanente.
2. Protección especial contra cualquier tipo de explotación laboral o económica. El Estado
ejecutará políticas destinadas a fomentar la participación y el trabajo de las personas adultas
mayores en entidades públicas y privadas para que contribuyan con su experiencia, y
desarrollará programas de capacitación laboral, en función de su vocación y sus aspiraciones.
3. Desarrollo de programas y políticas destinadas a fomentar su autonomía personal, disminuir
su dependencia y conseguir su plena integración social.
4. Protección y atención contra todo tipo de violencia, maltrato, explotación sexual o de
cualquier otra índole, o negligencia que provoque tales situaciones.
5. Desarrollo de programas destinados a fomentar la realización de actividades recreativas y
espirituales.
6. Atención preferente en casos de desastres, conflictos armados y todo tipo de emergencias.
7. Creación de regímenes especiales para el cumplimiento de medidas privativas de libertad. En
caso de condena a pena privativa de libertad, siempre que no se apliquen otras medidas
alternativas, cumplirán su sentencia en centros adecuados para el efecto, y en caso de prisión
preventiva se someterán a arresto domiciliario.

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8. Protección, cuidado y asistencia especial cuando sufran enfermedades crónicas o
degenerativas.
9. Adecuada asistencia económica y psicológica que garantice su estabilidad física y mental. La
ley sancionará el abandono de las personas adultas mayores por parte de sus familiares o las
instituciones establecidas para su protección.

Sección segunda
Jóvenes
Art. 39.- El Estado garantizará los derechos de las jóvenes y los jóvenes, y promoverá su efectivo
ejercicio a través de políticas y programas, instituciones y recursos que aseguren y mantengan de
modo permanente su participación e inclusión en todos los ámbitos, en particular en los espacios
del poder público. El Estado reconocerá a las jóvenes y los jóvenes como actores estratégicos del
desarrollo del país, y les garantizará la educación, salud, vivienda, recreación, deporte, tiempo libre,
libertad de expresión y asociación. El Estado fomentará su incorporación al trabajo en condiciones
justas y dignas, con énfasis en la capacitación, la garantía de acceso al primer empleo y la promoción
de sus habilidades de emprendimiento.
Sección tercera
Movilidad humana
Art. 40.- Se reconoce a las personas el derecho a migrar. No se identificará ni se considerará a ningún
ser humano como ilegal por su condición migratoria. El Estado, a través de las entidades
correspondientes, desarrollará entre otras las siguientes acciones para el ejercicio de los derechos
de las personas ecuatorianas en el exterior, cualquiera sea su condición migratoria: 1. Ofrecerá
asistencia a ellas y a sus familias, ya sea que éstas residan en el exterior o en el país. 2. Ofrecerá
atención, servicios de asesoría y protección integral para que puedan ejercer libremente sus
derechos. 3. Precautelará sus derechos cuando, por cualquier razón, hayan sido privadas de su
libertad en el exterior. 4. Promoverá sus vínculos con el Ecuador, facilitará la reunificación familiar
y estimulará el retorno voluntario. 5. Mantendrá la confidencialidad de los datos de carácter
personal que se encuentren en los archivos de las instituciones del Ecuador en el exterior. 6.
Protegerá las familias transnacionales y los derechos de sus miembros.
Art. 41.- Se reconocen los derechos de asilo y refugio, de acuerdo con la ley y los instrumentos
internacionales de derechos humanos. Las personas que se encuentren en condición de asilo o
refugio gozarán de protección especial que garantice el pleno ejercicio de sus derechos. El Estado
respetará y garantizará el principio de no devolución, además de la asistencia humanitaria y jurídica
de emergencia. No se aplicará a las personas solicitantes de asilo o refugio sanciones penales por el
hecho de su ingreso o de su permanencia en situación de irregularidad. El Estado, de manera
excepcional y cuando las circunstancias lo ameriten, reconocerá a un colectivo el estatuto de
refugiado, de acuerdo con la ley.

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Art. 42.- Se prohíbe todo desplazamiento arbitrario. Las personas que hayan sido desplazadas
tendrán derecho a recibir protección y asistencia humanitaria emergente de las autoridades, que
asegure el acceso a alimentos, alojamiento, vivienda y servicios médicos y sanitarios. Las niñas,
niños, adolescentes, mujeres embarazadas, madres con hijas o hijos menores, personas adultas
mayores y personas con discapacidad recibirán asistencia humanitaria preferente y especializada.
Todas las personas y grupos desplazados tienen derecho a retornar a su lugar de origen de forma
voluntaria, segura y digna.

Sección cuarta
Mujeres embarazadas
Art. 43.- El Estado garantizará a las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia los derechos a:
1. No ser discriminadas por su embarazo en los ámbitos educativo, social y laboral. 2. La gratuidad
de los servicios de salud materna. 3. La protección prioritaria y cuidado de su salud integral y de su
vida durante el embarazo, parto y posparto. 4. Disponer de las facilidades necesarias para su
recuperación después del embarazo y durante el periodo de lactancia. Sección quinta Niñas, niños
y adolescentes
Art. 44.- El Estado, la sociedad y la familia promoverán de forma prioritaria el desarrollo integral de
las niñas, niños y adolescentes, y asegurarán el ejercicio pleno de sus derechos; se atenderá al
principio de su interés superior y sus derechos prevalecerán sobre los de las demás personas. Las
niñas, niños y adolescentes tendrán derecho a su desarrollo integral, entendido como proceso de
crecimiento, maduración y despliegue de su intelecto y de sus capacidades, potencialidades y
aspiraciones, en un entorno familiar, escolar, social y comunitario de afectividad y seguridad. Este
entorno permitirá la satisfacción de sus necesidades sociales, afectivo-emocionales y culturales, con
el apoyo de políticas intersectoriales nacionales y locales.
Art. 45.- Las niñas, niños y adolescentes gozarán de los derechos comunes del ser humano, además
de los específicos de su edad. El Estado reconocerá y garantizará la vida, incluido el cuidado y
protección desde la concepción. Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a la integridad física
y psíquica; a su identidad, nombre y ciudadanía; a la salud integral y nutrición; a la educación y
cultura, al deporte y recreación; a la seguridad social; a tener una familia y disfrutar de la convivencia
familiar y comunitaria; a la participación social; al respeto de su libertad y dignidad; a ser
consultados en los asuntos que les afecten; a educarse de manera prioritaria en su idioma y en los
contextos culturales propios de sus pueblos y nacionalidades; y a recibir información acerca de sus
progenitores o familiares ausentes, salvo que fuera perjudicial para su bienestar. El Estado
garantizará su libertad de expresión y asociación, el funcionamiento libre de los consejos
estudiantiles y demás formas asociativas.
Art. 46.- El Estado adoptará, entre otras, las siguientes medidas que aseguren a las niñas, niños y
adolescentes:
1. Atención a menores de seis años, que garantice su nutrición, salud, educación y cuidado
diario en un marco de protección integral de sus derechos.

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2. Protección especial contra cualquier tipo de explotación laboral o económica. Se prohíbe el
trabajo de menores de quince años, y se implementarán políticas de erradicación progresiva
del trabajo infantil. El trabajo de las adolescentes y los adolescentes será excepcional, y no
podrá conculcar su derecho a la educación ni realizarse en situaciones nocivas o peligrosas para
su salud o su desarrollo personal. Se respetará, reconocerá y respaldará su trabajo y las demás
actividades siempre que no atenten a su formación y a su desarrollo integral.
3. Atención preferente para la plena integración social de quienes tengan discapacidad. El
Estado garantizará su incorporación en el sistema de educación regular y en la sociedad.
4. Protección y atención contra todo tipo de violencia, maltrato, explotación sexual o de
cualquier otra índole, o contra la negligencia que provoque tales situaciones. Las acciones y las
penas por delitos contra la integridad sexual y reproductiva cuyas víctimas sean niñas, niños y
adolescentes serán imprescriptibles.
5. Prevención contra el uso de estupefacientes o psicotrópicos y el consumo de bebidas
alcohólicas y otras sustancias nocivas para su salud y desarrollo.
6. Atención prioritaria en caso de desastres, conflictos armados y todo tipo de emergencias.
7. Protección frente a la influencia de programas o mensajes, difundidos a través de cualquier
medio, que promuevan la violencia, o la discriminación racial o de género. Las políticas públicas
de comunicación priorizarán su educación y el respeto a sus derechos de imagen, integridad y
los demás específicos de su edad. Se establecerán limitaciones y sanciones para hacer efectivos
estos derechos.

8. Protección y asistencia especiales cuando la progenitora o el progenitor, o ambos, se


encuentran privados de su libertad.
9. Protección, cuidado y asistencia especial cuando sufran enfermedades crónicas o
degenerativas.
Nota: Segundo inciso de numeral 4. Agregado por reforma aprobada en el referéndum y
consulta popular de 4 de febrero del 2018, dada por Resolución del Consejo Nacional Electoral
No. 1, publicada en Registro Oficial Suplemento 180 de 14 de febrero del 2018.

Sección sexta
Personas con discapacidad
Art. 47.- El Estado garantizará políticas de prevención de las discapacidades y, de manera conjunta
con la sociedad y la familia, procurará la equiparación de oportunidades para las personas con
discapacidad y su integración social. Se reconoce a las personas con discapacidad, los derechos a:
1. La atención especializada en las entidades públicas y privadas que presten servicios de salud
para sus necesidades específicas, que incluirá la provisión de medicamentos de forma gratuita,
en particular para aquellas personas que requieran tratamiento de por vida.

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2. La rehabilitación integral y la asistencia permanente, que incluirán las correspondientes
ayudas técnicas.
3. Rebajas en los servicios públicos y en servicios privados de transporte y espectáculos.
4. Exenciones en el régimen tributario.
5. El trabajo en condiciones de igualdad de oportunidades, que fomente sus capacidades y
potencialidades, a través de políticas que permitan su incorporación en entidades públicas y
privadas.
6. Una vivienda adecuada, con facilidades de acceso y condiciones necesarias para atender su
discapacidad y para procurar el mayor grado de autonomía en su vida cotidiana. Las personas
con discapacidad que no puedan ser atendidas por sus familiares durante el día, o que no
tengan donde residir de forma permanente, dispondrán de centros de acogida para su albergue.
7. Una educación que desarrolle sus potencialidades y habilidades para su integración y
participación en igualdad de condiciones. Se garantizará su educación dentro de la educación
regular. Los planteles regulares incorporarán trato diferenciado y los de atención especial la
educación especializada. Los establecimientos educativos cumplirán normas de accesibilidad
para personas con discapacidad e implementarán un sistema de becas que responda a las
condiciones económicas de este grupo.
8. La educación especializada para las personas con discapacidad intelectual y el fomento de
sus capacidades mediante la creación de centros educativos y programas de enseñanza
específicos.

9. La atención psicológica gratuita para las personas con discapacidad y sus familias, en
particular en caso de discapacidad intelectual.
10. El acceso de manera adecuada a todos los bienes y servicios. Se eliminarán las barreras
arquitectónicas.
11. El acceso a mecanismos, medios y formas alternativas de comunicación, entre ellos el
lenguaje de señas para personas sordas, el oralismo y el sistema braille.
Art. 48.- El Estado adoptará a favor de las personas con discapacidad medidas que aseguren:
1. La inclusión social, mediante planes y programas estatales y privados coordinados, que
fomenten su participación política, social, cultural, educativa y económica.
2. La obtención de créditos y rebajas o exoneraciones tributarias que les permita iniciar y
mantener actividades productivas, y la obtención de becas de estudio en todos los niveles de
educación.
3. El desarrollo de programas y políticas dirigidas a fomentar su esparcimiento y descanso.
4. La participación política, que asegurará su representación, de acuerdo con la ley.

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5. El establecimiento de programas especializados para la atención integral de las personas con
discapacidad severa y profunda, con el fin de alcanzar el máximo desarrollo de su personalidad,
el fomento de su autonomía y la disminución de la dependencia.
6. El incentivo y apoyo para proyectos productivos a favor de los familiares de las personas con
discapacidad severa.
7. La garantía del pleno ejercicio de los derechos de las personas con discapacidad. La ley
sancionará el abandono de estas personas, y los actos que incurran en cualquier forma de
abuso, trato inhumano o degradante y discriminación por razón de la discapacidad.
Art. 49.- Las personas y las familias que cuiden a personas con discapacidad que requieran atención
permanente serán cubiertas por la Seguridad Social y recibirán capacitación periódica para mejorar
la calidad de la atención. Sección séptima Personas con enfermedades catastróficas
Art. 50.- El Estado garantizará a toda persona que sufra de enfermedades catastróficas o de alta
complejidad el derecho a la atención especializada y gratuita en todos los niveles, de manera
oportuna y preferente.
Sección octava
Personas privadas de libertad
Art. 51.- Se reconoce a las personas privadas de la libertad los siguientes derechos: 1. No ser
sometidas a aislamiento como sanción disciplinaria. 2. La comunicación y visita de sus familiares y
profesionales del derecho. 3. Declarar ante una autoridad judicial sobre el trato que haya recibido
durante la privación de la libertad. 4. Contar con los recursos humanos y materiales necesarios para
garantizar su salud integral en los centros de privación de libertad. 5. La atención de sus necesidades
educativas, laborales, productivas, culturales, alimenticias y recreativas. 6. Recibir un tratamiento
preferente y especializado en el caso de las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia,
adolescentes, y las personas adultas mayores, enfermas o con discapacidad. 7. Contar con medidas
de protección para las niñas, niños, adolescentes, personas con discapacidad y personas adultas
mayores que estén bajo su cuidado y dependencia.
Sección novena
Personas usuarias y consumidoras
Art. 52.- Las personas tienen derecho a disponer de bienes y servicios de óptima calidad y a elegirlos
con libertad, así como a una información precisa y no engañosa sobre su contenido y características.
La ley establecerá los mecanismos de control de calidad y los procedimientos de defensa de las
consumidoras y consumidores; y las sanciones por vulneración de estos derechos, la reparación e
indemnización por deficiencias, daños o mala calidad de bienes y servicios, y por la interrupción de
los servicios públicos que no fuera ocasionada por caso fortuito o fuerza mayor.
Art. 53.- Las empresas, instituciones y organismos que presten servicios públicos deberán
incorporar sistemas de medición de satisfacción de las personas usuarias y consumidoras, y poner
en práctica sistemas de atención y reparación. El Estado responderá civilmente por los daños y

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perjuicios causados a las personas por negligencia y descuido en la atención de los servicios públicos
que estén a su cargo, y por la carencia de servicios que hayan sido pagados.
Art. 54.- Las personas o entidades que presten servicios públicos o que produzcan o comercialicen
bienes de consumo, serán responsables civil y penalmente por la deficiente prestación del servicio,
por la calidad defectuosa del producto, o cuando sus condiciones no estén de acuerdo con la
publicidad efectuada o con la descripción que incorpore. Las personas serán responsables por la
mala práctica en el ejercicio de su profesión, arte u oficio, en especial aquella que ponga en riesgo
la integridad o la vida de las personas. Art. 55.- Las personas usuarias y consumidoras podrán
constituir asociaciones que promuevan la información y educación sobre sus derechos, y las
representen y defiendan ante las autoridades judiciales o administrativas. Para el ejercicio de este
u otros derechos, nadie será obligado a asociarse.

Capítulo cuarto
Derechos de las comunidades, pueblos y nacionalidades
Art. 56.- Las comunidades, pueblos, y nacionalidades indígenas, el pueblo afroecuatoriano, el
pueblo montubio y las comunas forman parte del Estado ecuatoriano, único e indivisible.
Art. 57.- Se reconoce y garantizará a las comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas,
de conformidad con la Constitución y con los pactos, convenios, declaraciones y demás
instrumentos internacionales de derechos humanos, los siguientes derechos colectivos:
1. Mantener, desarrollar y fortalecer libremente su identidad, sentido de pertenencia,
tradiciones ancestrales y formas de organización social.
2. No ser objeto de racismo y de ninguna forma de discriminación fundada en su origen,
identidad étnica o cultural.
3. El reconocimiento, reparación y resarcimiento a las colectividades afectadas por racismo,
xenofobia y otras formas conexas de intolerancia y discriminación.
4. Conservar la propiedad imprescriptible de sus tierras comunitarias, que serán inalienables,
inembargables e indivisibles. Estas tierras estarán exentas del pago de tasas e impuestos.
5. Mantener la posesión de las tierras y territorios ancestrales y obtener su adjudicación gratuita.
6. Participar en el uso, usufructo, administración y conservación de los recursos naturales
renovables que se hallen en sus tierras.
7. La consulta previa, libre e informada, dentro de un plazo razonable, sobre planes y programas
de prospección, explotación y comercialización de recursos no renovables que se encuentren
en sus tierras y que puedan afectarles ambiental o culturalmente; participar en los beneficios
que esos proyectos reporten y recibir indemnizaciones por los perjuicios sociales, culturales y
ambientales que les causen. La consulta que deban realizar las autoridades competentes será
obligatoria y oportuna.
Si no se obtuviese el consentimiento de la comunidad consultada, se procederá conforme a la
Constitución y la ley.

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8. Conservar y promover sus prácticas de manejo de la biodiversidad y de su entorno natural. El
Estado establecerá y ejecutará programas, con la participación de la comunidad, para asegurar
la conservación y utilización sustentable de la biodiversidad.
9. Conservar y desarrollar sus propias formas de convivencia y organización social, y de
generación y ejercicio de la autoridad, en sus territorios legalmente reconocidos y tierras
comunitarias de posesión ancestral.
10. Crear, desarrollar, aplicar y practicar su derecho propio o consuetudinario, que no podrá
vulnerar derechos constitucionales, en particular de las mujeres, niñas, niños y adolescentes.
11. No ser desplazados de sus tierras ancestrales.
12. Mantener, proteger y desarrollar los conocimientos colectivos; sus ciencias, tecnologías y
saberes ancestrales; los recursos genéticos que contienen la diversidad biológica y la
agrobiodiversidad; sus medicinas y prácticas de medicina tradicional, con inclusión del
derecho a recuperar, promover y proteger los lugares rituales y sagrados, así como plantas,
animales, minerales y ecosistemas dentro de sus territorios; y el conocimiento de los recursos
y propiedades de la fauna y la flora.
Se prohíbe toda forma de apropiación sobre sus conocimientos, innovaciones y prácticas.
13. Mantener, recuperar, proteger, desarrollar y preservar su patrimonio cultural e histórico
como parte indivisible del patrimonio del Ecuador. El Estado proveerá los recursos para el
efecto.
14. Desarrollar, fortalecer y potenciar el sistema de educación intercultural bilingüe, con criterios
de calidad, desde la estimulación temprana hasta el nivel superior, conforme a la diversidad
cultural, para el cuidado y preservación de las identidades en consonancia con sus
metodologías de enseñanza y aprendizaje.
Se garantizará una carrera docente digna. La administración de este sistema será colectiva y
participativa, con alternancia temporal y espacial, basada en veeduría comunitaria y rendición
de cuentas.
15. Construir y mantener organizaciones que los representen, en el marco del respeto al
pluralismo y a la diversidad cultural, política y organizativa. El Estado reconocerá y promoverá
todas sus formas de expresión y organización.
16. Participar mediante sus representantes en los organismos oficiales que determine la ley, en la
definición de las políticas públicas que les conciernan, así como en el diseño y decisión de sus
prioridades en los planes y proyectos del Estado.
17. Ser consultados antes de la adopción de una medida legislativa que pueda afectar cualquiera
de sus derechos colectivos.
18. Mantener y desarrollar los contactos, las relaciones y la cooperación con otros pueblos, en
particular los que estén divididos por fronteras internacionales.
19. Impulsar el uso de las vestimentas, los símbolos y los emblemas que los identifiquen.
20. La limitación de las actividades militares en sus territorios, de acuerdo con la ley.
Que la dignidad y diversidad de sus culturas, tradiciones, historias y aspiraciones se reflejen
en la educación pública y en los medios de comunicación; la creación de sus propios medios
de comunicación social en sus idiomas y el acceso a los demás sin discriminación alguna.

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Los territorios de los pueblos en aislamiento voluntario son de posesión ancestral irreductible e
intangible, y en ellos estará vedada todo tipo de actividad extractiva. El Estado adoptará medidas
para garantizar sus vidas, hacer respetar su autodeterminación y voluntad de permanecer en
aislamiento, y precautelar la observancia de sus derechos. La violación de estos derechos constituirá
delito de etnocidio, que será tipificado por la ley.
El Estado garantizará la aplicación de estos derechos colectivos sin discriminación alguna, en
condiciones de igualdad y equidad entre mujeres y hombres
Art. 58.- Para fortalecer su identidad, cultura, tradiciones y derechos, se reconocen al pueblo
afroecuatoriano los derechos colectivos establecidos en la Constitución, la ley y los pactos,
convenios, declaraciones y demás instrumentos internacionales de derechos humanos.
Art. 59.- Se reconocen los derechos colectivos de los pueblos montubios para garantizar su proceso
de desarrollo humano integral, sustentable y sostenible, las políticas y estrategias para su progreso
y sus formas de administración asociativa, a partir del conocimiento de su realidad y el respeto a su
cultura, identidad y visión propia, de acuerdo con la ley.
Art. 60.- Los pueblos ancestrales, indígenas, afroecuatorianos y montubios podrán constituir
circunscripciones territoriales para la preservación de su cultura. La ley regulará su conformación.
Se reconoce a las comunas que tienen propiedad colectiva de la tierra, como una forma ancestral
de organización territorial.

Capítulo séptimo

Derechos de la naturaleza
Art. 71.- La naturaleza o Pacha Mama, donde se reproduce y realiza la vida, tiene derecho a que se
respete integralmente su existencia y el mantenimiento y regeneración de sus ciclos vitales,
estructura, funciones y procesos evolutivos.
Toda persona, comunidad, pueblo o nacionalidad podrá exigir a la autoridad pública el
cumplimiento de los derechos de la naturaleza. Para aplicar e interpretar estos derechos se
observarán los principios establecidos en la Constitución, en lo que proceda.
El Estado incentivará a las personas naturales y jurídicas, y a los colectivos, para que protejan la
naturaleza, y promoverá el respeto a todos los elementos que forman un ecosistema.
Art. 72.- La naturaleza tiene derecho a la restauración. Esta restauración será independiente de la
obligación que tienen el Estado y las personas naturales o jurídicas de indemnizar a los individuos y
colectivos que dependan de los sistemas naturales afectados.
En los casos de impacto ambiental grave o permanente, incluidos los ocasionados por la explotación
de los recursos naturales no renovables, el Estado establecerá los mecanismos más eficaces para
alcanzar la restauración, y adoptará las medidas adecuadas para eliminar o mitigar las
consecuencias ambientales nocivas.

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Art. 73.- El Estado aplicará medidas de precaución y restricción para las actividades que puedan
conducir a la extinción de especies, la destrucción de ecosistemas o la alteración permanente de los
ciclos naturales.
Se prohíbe la introducción de organismos y material orgánico e inorgánico que puedan alterar de
manera definitiva el patrimonio genético nacional.

Capítulo quinto
Derechos de participación
Art. 61.- Las ecuatorianas y ecuatorianos gozan de los siguientes derechos:
1. Elegir y ser elegidos.
2. Participar en los asuntos de interés público.
3. Presentar proyectos de iniciativa popular normativa.
4. Ser consultados.
5. Fiscalizar los actos del poder público.
6. Revocar el mandato que hayan conferido a las autoridades de elección popular.
7. Desempeñar empleos y funciones públicas con base en méritos y capacidades, y en un sistema
de selección y designación transparente, incluyente, equitativo, pluralista y democrático, que
garantice su participación, con criterios de equidad y paridad de género, igualdad de
oportunidades para las personas con discapacidad y participación intergeneracional.
8. Conformar partidos y movimientos políticos, afiliarse o desafiliarse libremente de ellos y
participar en todas las decisiones que éstos adopten.
Las personas extranjeras gozarán de estos derechos en lo que les sea aplicable.
Art. 62.- Las personas en goce de derechos políticos tienen derecho al voto universal, igual, directo,
secreto y escrutado públicamente, de conformidad con las siguientes disposiciones:
1. El voto será obligatorio para las personas mayores de dieciocho años. Ejercerán su derecho al
voto las personas privadas de libertad sin sentencia condenatoria ejecutoriada.
2. El voto será facultativo para las personas entre dieciséis y dieciocho años de edad, las mayores
de sesenta y cinco años, las ecuatorianas y ecuatorianos que habitan en el exterior, los
integrantes de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional, y las personas con discapacidad.
Art. 63.- Las ecuatorianas y ecuatorianos en el exterior tienen derecho a elegir a la Presidenta o
Presidente y a la Vicepresidenta o Vicepresidente de la República, representantes nacionales y de
la circunscripción del exterior; y podrán ser elegidos para cualquier cargo.
Las personas extranjeras residentes en el Ecuador tienen derecho al voto siempre que hayan
residido legalmente en el país al menos cinco años.
Capítulo sexto
Derechos de libertad

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Art. 66.- Se reconoce y garantizará a las personas:
1. El derecho a la inviolabilidad de la vida. No habrá pena de muerte.
2. El derecho a una vida digna, que asegure la salud, alimentación y nutrición, agua potable,
vivienda, saneamiento ambiental, educación, trabajo, empleo, descanso y ocio, cultura física,
vestido, seguridad social y otros servicios sociales necesarios.
3. El derecho a la integridad personal, que incluye:
a) La integridad física, psíquica, moral y sexual.
b) Una vida libre de violencia en el ámbito público y privado. El Estado adoptará las medidas
necesarias para prevenir, eliminar y sancionar toda forma de violencia, en especial la ejercida
contra las mujeres, niñas, niños y adolescentes, personas adultas mayores, personas con
discapacidad y contra toda persona en situación de desventaja o vulnerabilidad; idénticas
medidas se tomarán contra la violencia, la esclavitud y la explotación sexual.
c) La prohibición de la tortura, la desaparición forzada y los tratos y penas crueles, inhumanos
o degradantes.
d) La prohibición del uso de material genético y la experimentación científica que atenten
contra los derechos humanos.
4. Derecho a la igualdad formal, igualdad material y no discriminación.
5. El derecho al libre desarrollo de la personalidad, sin más limitaciones que los derechos de los
demás.
6. El derecho a opinar y expresar su pensamiento libremente y en todas sus formas y
manifestaciones.
7. El derecho de toda persona agraviada por informaciones sin pruebas o inexactas, emitidas por
medios de comunicación social, a la correspondiente rectificación, réplica o respuesta, en forma
inmediata, obligatoria y gratuita, en el mismo espacio u horario.
8. El derecho a practicar, conservar, cambiar, profesar en público o en privado, su religión o sus
creencias, y a difundirlas individual o colectivamente, con las restricciones que impone el
respeto a los derechos.
El Estado protegerá la práctica religiosa voluntaria, así como la expresión de quienes no profesan
religión alguna, y favorecerá un ambiente de pluralidad y tolerancia.
9. El derecho a tomar decisiones libres, informadas, voluntarias y responsables sobre su
sexualidad, y su vida y orientación sexual. El Estado promoverá el acceso a los medios necesarios
para que estas decisiones se den en condiciones seguras.
10. El derecho a tomar decisiones libres, responsables e informadas sobre su salud y vida
reproductiva y a decidir cuándo y cuántas hijas e hijos tener.
11. El derecho a guardar reserva sobre sus convicciones. Nadie podrá ser obligado a declarar sobre
las mismas. En ningún caso se podrá exigir o utilizar sin autorización del titular o de sus legítimos
representantes, la información personal o de terceros sobre sus creencias religiosas, filiación o
pensamiento político; ni sobre datos referentes a su salud y vida sexual, salvo por necesidades
de atención médica.
12. El derecho a la objeción de conciencia, que no podrá menoscabar otros derechos, ni causar daño
a las personas o a la naturaleza.

20
Toda persona tiene derecho a negarse a usar la violencia y a participar en el servicio militar.
13. El derecho a asociarse, reunirse y manifestarse en forma libre y voluntaria.
14. El derecho a transitar libremente por el territorio nacional y a escoger su residencia, así como a
entrar y salir libremente del país, cuyo ejercicio se regulará de acuerdo con la ley. La prohibición
de salir del país sólo podrá ser ordenada por juez competente.
Las personas extranjeras no podrán ser devueltas o expulsadas a un país donde su vida, libertad,
seguridad o integridad o la de sus familiares peligren por causa de su etnia, religión,
nacionalidad, ideología, pertenencia a determinado grupo social, o por sus opiniones políticas.
Se prohíbe la expulsión de colectivos de extranjeros. Los procesos migratorios deberán ser
singularizados.
15. El derecho a desarrollar actividades económicas, en forma individual o colectiva, conforme a los
principios de solidaridad, responsabilidad social y ambiental.
16. El derecho a la libertad de contratación.
17. El derecho a la libertad de trabajo. Nadie será obligado a realizar un trabajo gratuito o forzoso,
salvo los casos que determine la ley.
18. El derecho al honor y al buen nombre. La ley protegerá la imagen y la voz de la persona.
19. El derecho a la protección de datos de carácter personal, que incluye el acceso y la decisión
sobre información y datos de este carácter, así como su correspondiente protección. La
recolección, archivo, procesamiento, distribución o difusión de estos datos o información
requerirán la autorización del titular o el mandato de la ley.
20. El derecho a la intimidad personal y familiar.
21. El derecho a la inviolabilidad y al secreto de la correspondencia física y virtual; ésta no podrá ser
retenida, abierta ni examinada, excepto en los casos previstos en la ley, previa intervención
judicial y con la obligación de guardar el secreto de los asuntos ajenos al hecho que motive su
examen. Este derecho protege cualquier otro tipo o forma de comunicación.
22. El derecho a la inviolabilidad de domicilio. No se podrá ingresar en el domicilio de una persona,
ni realizar inspecciones o registros sin su autorización o sin orden judicial, salvo delito flagrante,
en los casos y forma que establezca la ley.
23. El derecho a dirigir quejas y peticiones individuales y colectivas a las autoridades y a recibir
atención o respuestas motivadas. No se podrá dirigir peticiones a nombre del pueblo.
24. El derecho a participar en la vida cultural de la comunidad.
25. El derecho a acceder a bienes y servicios públicos y privados de calidad, con eficiencia, eficacia
y buen trato, así como a recibir información adecuada y veraz sobre su contenido y
características.
26. El derecho a la propiedad en todas sus formas, con función y responsabilidad social y ambiental.
El derecho al acceso a la propiedad se hará efectivo con la adopción de políticas públicas, entre
otras medidas.
27. El derecho a vivir en un ambiente sano, ecológicamente equilibrado, libre de contaminación y
en armonía con la naturaleza.

21
28. El derecho a la identidad personal y colectiva, que incluye tener nombre y apellido, debidamente
registrados y libremente escogidos; y conservar, desarrollar y fortalecer las características
materiales e inmateriales de la identidad, tales como la nacionalidad, la procedencia familiar, las
manifestaciones espirituales, culturales, religiosas, lingüísticas, políticas y sociales.
29. Los derechos de libertad también incluyen:
a) El reconocimiento de que todas las personas nacen libres.
b) La prohibición de la esclavitud, la explotación, la servidumbre y el tráfico y la trata de seres
humanos en todas sus formas. El Estado adoptará medidas de prevención y erradicación de
la trata de personas, y de protección y reinserción social de las víctimas de la trata y de otras
formas de violación de la libertad.
c) Que ninguna persona pueda ser privada de su libertad por deudas, costas, multas, tributos,
ni otras obligaciones, excepto el caso de pensiones alimenticias.
d) Que ninguna persona pueda ser obligada a hacer algo prohibido o a dejar de hacer algo no
prohibido por la ley.
Capítulo octavo
Derechos de protección
Art. 75.- Toda persona tiene derecho al acceso gratuito a la justicia y a la tutela efectiva, imparcial
y expedita de sus derechos e intereses, con sujeción a los principios de inmediación y celeridad; en
ningún caso quedará en indefensión. El incumplimiento de las resoluciones judiciales será
sancionado por la ley.

Art. 76.- En todo proceso en el que se determinen derechos y obligaciones de cualquier orden, se
asegurará el derecho al debido proceso que incluirá las siguientes garantías básicas:
1. Corresponde a toda autoridad administrativa o judicial, garantizar el cumplimiento de las
normas y los derechos de las partes.
2. Se presumirá la inocencia de toda persona, y será tratada como tal, mientras no se declare su
responsabilidad mediante resolución firme o sentencia ejecutoriada.
3. Nadie podrá ser juzgado ni sancionado por un acto u omisión que, al momento de cometerse,
no esté tipificado en la ley como infracción penal, administrativa o de otra naturaleza; ni se le
aplicará una sanción no prevista por la Constitución o la ley. Sólo se podrá juzgar a una persona
ante un juez o autoridad competente y con observancia del trámite propio de cada
procedimiento.
4. Las pruebas obtenidas o actuadas con violación de la Constitución o la ley no tendrán validez
alguna y carecerán de eficacia probatoria.
5. En caso de conflicto entre dos leyes de la misma materia que contemplen sanciones diferentes
para un mismo hecho, se aplicará la menos rigurosa, aún cuando su promulgación sea posterior
a la infracción. En caso de duda sobre una norma que contenga sanciones, se la aplicará en el
sentido más favorable a la persona infractora.
6. La ley establecerá la debida proporcionalidad entre las infracciones y las sanciones penales,
administrativas o de otra naturaleza.
7. El derecho de las personas a la defensa incluirá las siguientes garantías:

22
a) Nadie podrá ser privado del derecho a la defensa en ninguna etapa o grado del
procedimiento.
b) Contar con el tiempo y con los medios adecuados para la preparación de su defensa.
c) Ser escuchado en el momento oportuno y en igualdad de condiciones.
d) Los procedimientos serán públicos salvo las excepciones previstas por la ley. Las partes
podrán acceder a todos los documentos y actuaciones del procedimiento.
e) Nadie podrá ser interrogado, ni aún con fines de investigación, por la Fiscalía General del
Estado, por una autoridad policial o por cualquier otra, sin la presencia de un abogado
particular o un defensor público, ni fuera de los recintos autorizados para el efecto.
f) Ser asistido gratuitamente por una traductora o traductor o intérprete, si no comprende o
no habla el idioma en el que se sustancia el procedimiento.
g) En procedimientos judiciales, ser asistido por una abogada o abogado de su elección o por
defensora o defensor público; no podrá restringirse el acceso ni la comunicación libre y
privada con su defensora o defensor.
h) Presentar de forma verbal o escrita las razones o argumentos de los que se crea asistida y
replicar los argumentos de las otras partes; presentar pruebas y contradecir las que se
presenten en su contra.
i) Nadie podrá ser juzgado más de una vez por la misma causa y materia. Los casos resueltos
por la jurisdicción indígena deberán ser considerados para este efecto.
j) Quienes actúen como testigos o peritos estarán obligados a comparecer ante la jueza, juez
o autoridad, y a responder al interrogatorio respectivo.
k) Ser juzgado por una jueza o juez independiente, imparcial y competente. Nadie será juzgado
por tribunales de excepción o por comisiones especiales creadas para el efecto.
l) Las resoluciones de los poderes públicos deberán ser motivadas. No habrá motivación si en
la resolución no se enuncian las normas o principios jurídicos en que se funda y no se explica
la pertinencia de su aplicación a los antecedentes de hecho. Los actos administrativos,
resoluciones o fallos que no se encuentren debidamente motivados se considerarán nulos.
Las servidoras o servidores responsables serán sancionados.
m) Recurrir el fallo o resolución en todos los procedimientos en los que se decida sobre sus
derechos.

23
Tema 4: Derechos como fines del Estado.

El presente compendio es una recopilación del libro Constitución para Servidores Públicos:
Según Gina Chávez y Juan Montoña, el concepto de responsabilidad del Estado ha evolucionado a
lo largo del tiempo. En la antigüedad, la organización estatal, entendida como el aparato por medio
del cual el rey gobernaba, era totalmente irresponsable de los perjuicios que causara a las personas
en razón de su actividad (Chávez & Montoña, 2011)
En el Imperio Romano, surgió por primera vez la institución del Fisco, que era una especie de
persona moral, diferente al Estado y al gobernante, integrada por los bienes públicos contra la que
se podían ejercer acciones indemnizatorias por los perjuicios causados a las personas. Esta figura,
aunque importante, no prosperó históricamente. Ya en el siglo XV, y como consecuencia del Estado
absolutista, todo el poder estatal se radicó en cabeza del rey o soberano.
En el marco de las revoluciones burguesas del siglo XVIII, la soberanía pasó de estar en cabeza del
rey hacia el pueblo, con lo que se entendía la organización estatal como un aparato puesto al servicio
de la Nación, quedándole prohibido causar daño a los particulares.
En este momento, el funcionario pasaba a ser responsable por los actos ilegales que cometiera en
ejercicio de sus funciones, por lo que un particular podía ejercer una acción contra el funcionario
responsable.
A finales del siglo XIX, las altas cortes francesas, identificando que era función esencial del Estado
prestar a la comunidad los servicios públicos que requería para la satisfacción de las necesidades
más importantes, fijaron la responsabilidad directa del Estado frente a cualquier daño causado por
irregularidades o deficiencias en la prestación de esos servicios. A partir de la teoría de la falla en el
servicio, las cortes francesas asumieron que es el Estado el directamente responsable y no sus
agentes, el que estaba llamado a reparar los daños causados.
En la actualidad, por efectos de las obligaciones asumidas ante la comunidad internacional respecto
de la protección de los derechos humanos, el concepto de responsabilidad del
Estado pasa por el establecimiento de fines estatales, esto es, por la obligación que asume el Estado
de ser el garante de los derechos fundamentales. Por esta vía, el Estado asume la responsabilidad
directa por las violaciones que se comentan dentro de su territorio, más aún, los derechos
fundamentales tienen eficacia hasta entre particulares.
Como se puede observar, de ser representante de la Nación, el Estado pasa a asumir como fin
primordial el resguardo y la garantía de los derechos humanos; con lo que, de un tipo de
responsabilidad estatal por defectos en la provisión de servicios públicos, el Estado adopta la
responsabilidad frente a cualquier tipo de violación de los derechos humanos.

24
La Constitución ecuatoriana, asume como deber primordial del Estado, garantizar, sin
discriminación alguna, el efectivo goce de los derechos establecidos en la Constitución y en los
instrumentos internacionales, en particular la educación, la salud, la alimentación, la seguridad
social y el agua para sus habitantes (art. 3.1 CRE).
Complementariamente, estableciendo que el más alto deber del Estado consiste en respetar y hacer
respetar los derechos garantizados en la Constitución, asume la responsabilidad de reparar las
violaciones a los derechos de los particulares por la falta o deficiencia en la prestación de los
servicios públicos o por las acciones u omisiones de sus funcionarias/os y empleadas/os públicos en
el desempeño de sus cargos. Se adjudica también responsabilidades por detención arbitraria, error
judicial, retardo injustificado o inadecuada administración de justicia, violación del derecho a la
tutela judicial efectiva y por las violaciones de los principios y reglas del debido proceso. En cualquier
caso, el Estado ejerce el derecho de repetición contra el funcionario o servidor público responsable
(art. 11.9 CRE).
Una característica de los derechos humanos es que la responsabilidad estatal, centrada en las
obligaciones de promover, proteger, garantizar y reparar los derechos no se agota en sus fronteras
sino que es la comunidad internacional la que también asume el compromiso de preservar la
autonomía y la integridad de las personas con respecto de acciones u omisiones del Estado en
materia de respeto y garantía de los derechos inalienables.
Las violaciones más dramáticas a los derechos humanos son calificadas por el Derecho Internacional
de los Derechos Humanos como crímenes de lesa humanidad. Dentro del listado de este tipo de
violaciones de los derechos humanos, tenemos: el asesinato, el exterminio, la esclavitud, la
deportación o traslado forzoso de población, la encarcelación u otra privación grave de la libertad
física en violación de normas fundamentales de derecho internacional; la tortura, la violación, la
persecución, la ejecución extrajudicial, la desaparición forzada de personas y el apartheid.
Las violaciones de los derechos humanos no considerados como delitos de lesa humanidad, aunque
no alcanzan el dramatismo de estos para el conjunto de la sociedad, implican también graves
responsabilidades para quien las comete. En este sentido, la discriminación en cualquiera de sus
formas, distintas manifestaciones de racismo o sexismo, la violencia intrafamiliar, las deficiencias
graves en el ofrecimiento de los servicios públicos, las violaciones al debido proceso, entre otros,
acarrean serias responsabilidades constitucionales.
Tanto el derecho público internacional como el derecho público interno establecen dos obligaciones
básicas con respecto a los derechos humanos: la de respetarlos y la de garantizarlos. La obligación
de respetar los derechos humanos es obligación de todos.
Respetar el derecho a la vida es abstenerse de privar de ella, arbitrariamente. Respetar el derecho
a la integridad personal es abstenerse de torturar, de inferir tratos crueles, inhumanos o
degradantes o de causar daño en el cuerpo o en la salud. Respetar el derecho a la libertad individual
es abstenerse de incurrir en detenciones ilegales o arbitrarias, en desapariciones forzadas, en
secuestros y en toma de rehenes.
Por su lado, la obligación de garantizar los derechos humanos esto es, de protegerlos en todo tiempo
para asegurar su plena vigencia atañe exclusivamente a la estructura institucionalizada del poder

25
estatal. Es, en consecuencia, una obligación privativa de las personas físicas que ejercen los poderes
públicos. Para la doctrina de los Derechos Humanos, el Estado es el garante único de los derechos
humanos porque solo la institución estatal en virtud de la autonomía y de la exclusividad de su
competencia ejerce “el monopolio de la coerción material”.

Bibliografía

Asamblea Nacional Constituyente. (2008). Constitución de la Republica del Ecuador [Constitution


of the Republic of Ecuador]. Registro ofcial 449 de 20 Oct. 2008, 1-222. https://n9.cl/zy5f
Chávez, G., & Montaña, J. (2011). Constitución para servidores públicos.

26
Asignatura
Educación en Valores y Derechos Ciudadanos

Profesor Autor
Ab. Mario Rivas Alemán. Mg

Este compendio recoge textualmente documentos e información de varias


fuentes debidamente citadas, así como referencias elaboradas por el
autor para conectar los diferentes temas.
Se lo utiliza únicamente con fines educativos.

Periodo Académico 2023


Índice

Tabla de contenido

Resultado de aprendizaje de la asignatura……………………………………………………………………………….. 3


Unidad 2 Enfoque de Derechos humanos. Inclusión, diversidad, y obligaciones del Estado
.....………………………………………………………………………………………………………….....…………..... 3
Tema 1: Teoría de los derechos humanos. Características esenciales ……………..…………………….. 3
Tema 2: Diversos enfoques de inclusión y diversidad ...……...………………………………………………….. 6
Tema 3: Tipología / clasificación de los Derechos Humanos ..………………………………………….………14
Tema 4: Constitución del Ecuador 2008 y obligaciones del Estado ....…………………………………….19

Bibliografía ……………………………………………………………………………………………………………………………………… 25
Resultado de aprendizaje de la asignatura

Asumir el ejercicio responsable de los deberes y derechos como ciudadanos con conciencia moral y
principios éticos cotejando el conocimiento de los fenómenos ético-morales y sus interrelaciones con
el entorno natural y humano a favor del desarrollo humano sostenible, la transparencia y la ética
pública del país, región y cantón.

Unidad 2: Enfoque de Derechos Humanos, Inclusión, Diversidad y


Obligaciones del Estado

Resultado de aprendizaje de la unidad: Explicar (Analizando)... los enfoques y principios de los derechos
humanos para practicar de manera oportuna los derechos del buen vivir establecidos en la
Constitución del Ecuador

Tema 1: Teoría de los Derechos Humanos. Características esenciales


Los contenidos de este tema son considerados del Manual de Derechos Humanos (Dirección de
Protección. Ministerio del Interior dl Gobierno del Ecuador) que parte exponiendo que “La
Constitución de la República del Ecuador, en el preámbulo nos convoca a construir: “una
sociedad que respeta, en todas sus dimensiones, la dignidad de las personas y colectividades” porque
nos congrega a trabajar por la defensa de los derechos humanos y de la naturaleza, una defensa
basada en el respeto al otro y a la otra, al de diferente cultura, quienes estudian, trabajan, por
quienes pasan su vida en un hospital, quienes tienen capacidades diferentes, a quienes tienen
opción sexual diversa, quienes sueñan cada noche con recuperar la libertad mientras cumplen una
condena.(Prologo, pág. 8)

Para conocer que significa el enfoque de los Derechos Humanos es necesario definir algunos
conceptos claves que exponemos a consideración:

1.1. Definición de Derechos Humanos

Cuando hablamos de derechos humanos, (en adelante DDHH), nos referimos a los principios,
facultades y condiciones inherentes al ser humano y que permiten alcanzar sus proyectos de vida con
dignidad, es decir, se constituyen en una prerrogativa, poder o facultad de actuar o exigir.

Los Derechos Humanos, entonces son todo el conjunto de principios y derechos civiles y políticos,
económicos, sociales, culturales, colectivos y/o difusos que buscan configurar una existencia digna
para todas las personas y su ejercicio o reconocimiento no dependen de las particularidades de cada
una de ellas como por ejemplo su etnia, religión, nacionalidad, identidad sexual, cultura,
discapacidad o cualquier otra característica o condición humana, pues su principio más importante
es la Universalidad. (Manual DDHH. Pág. 11)

1.2. Definición de Ser Humano

El ser humano es un ente bio, psico, social, lo que significa que es portador de características únicas,
irrepetibles e insustituibles, que lo diferencian del resto de especies existentes y entre estas
particularidades resaltan la conciencia, la capacidad de expresarse manifestando sus ideas a través
del lenguaje, conocimiento sobre sí mismo, de su alrededor, de sus estados emocionales, tendencia
a la autorrealización, capacidad de elección, creatividad y desarrollo en una sociedad, facultades
naturales que le permiten transformar la realidad. 1

1.3. Definición de Proyecto de Vida

El “proyecto de vida” se asocia al concepto de realización personal, que a su vez se sustenta en las
opciones que el sujeto puede tener para conducir su vida y alcanzar el destino que se propone. En
rigor, las opciones son la expresión y garantía de la libertad.

Difícilmente se podría decir que una persona es verdaderamente libre si carece de opciones para
encaminar su existencia y llevarla a su natural culminación. Esas opciones poseen, en sí mismas, un
alto valor existencial. Por lo tanto, su cancelación o menoscabo implican la reducción objetiva de la
libertad de cada persona.

A pesar de que la influencia de la comunidad que nos rodea es inevitable en la realización de nuestros
proyectos, es necesario entender que el proyecto de vida es individualizado y creado según la
jerarquización de valores que ha integrado el sujeto a su vida, y por las experiencias vivenciales que
ha ido aglomerando en su memoria. Es así que el proyecto de vida cambia, evoluciona, se modifica
y compromete a cada una de las esferas en las que nos desenvolvemos ya sean estas de tipo
profesional, sexual, religioso, académico.

Toda persona tiene un proyecto de vida, que dota de un profundo sentido existencial a cada decisión
o actividad individual que realiza. No existe un límite de edad para construir proyecto de vida, la
única limitación del plan de vida es el conjunto de derechos del resto de personas. (Manual. Ob. Cit.
Pág. 12)

La teoría de los Derechos Humanos reconoce l as personas como el fin máximo del Estado y, por
ende, sus derechos. Con este fundamento ideológico, contrario al históricamente conocido, se
reconoce que los derechos de las personas no tienen su origen en la ley, sino en la dignidad de
la persona y por lo tanto, el Estado pierde el papel de ente creador de derechos en beneficio de
los ciudadanos porque se ha convertido en un sujeto activo cuya facultad es la de reconocerlos,
pues, los mismos, tienen su origen en la esencia de la humanidad y no en los instrumentos
legales, los cuales se constituyen en una herramienta importante para su exigencia.

1.
Definición del ser humano, Internet: http://psiquis.foroactivo.com/t26- definición-del-ser-humano
Artículo 1º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, proclamada el 10 de
diciembre d e 1948 por la Organización de las Naciones Unidas dice: “Todos los seres humanos
nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben
comportarse fraternalmente los unos con los otros.”.

El reconocimiento de los derechos humanos por parte de los Estados y la promulgación de diversos
instrumentos para su protección, no ha sido una garantía para su cumplimiento. A pesar de la
existencia de varios instrumentos nacionales e internacionales de protección de derechos
humanos, en las diversas etapas históricas las vulneraciones de los derechos humanos han sido
una práctica, como, por ejemplo, la segregación racial, la discriminación, la exclusión social, aún
no se ha eliminado, esto demuestra que la actitud vigilante, de presión y de constante denuncia
por parte de la comunidad y sus organizaciones, hace posible el cumplimiento de estos derechos.
(Manual. Ob. Cit. Pág. 17, 18)

Estas definiciones básicas se complementan con las características esenciales de los Derechos
Humanos que exponemos y son tomadas del Manual de DDHH que exponemos a continuación:

1.4. Características de los Derechos Humanos

Las descripciones de las características esenciales son tomadas del Manual DDHH. Ob. Cit. Pág. 27 –
30)

1.4.1. Universales
La universalidad consiste en que todo sujeto de la especie humana los posee. Se extienden a la
totalidad de las personas en todo tiempo y lugar; por tanto, no puede invocarse ninguna diferencia
para justificar su desconocimiento, resultando por lo tanto terminantemente prohibido excluir de la
titularidad y ejercicio de estos derechos a los individuos por pertenecer a una determinada etnia,
religión, concepción ideológica, género, clase social, nacionalidad, condición migratoria,
discapacidad, enfermedad catastrófica, profesión, ni por cualquier otra distinción, personal o
colectiva, temporal o permanente, que tenga por objeto o resultado menoscabar o anular el
reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos. Esta característica está profundamente ligada con
la prohibición de discriminación.

1.4.2. Innatos
Son inherentes a la persona por su naturaleza, el individuo lo trae consigo desde su nacimiento. Son
anteriores y superiores al Estado, que, junto con la Sociedad, se limitan a reconocerlos. Esto significa
que no son una dadiva, un favor o una concesión del gobernante.

1.4.3. Absolutos
Porque su respeto se puede reclamar indistintamente ante cualquier persona o autoridad.

1.4.4. Inalienables
Por ser irrenunciables, al pertenecer en forma indisoluble a la esencia misma del ser humano no
pueden ni deben separarse de la persona y, en tal virtud, no pueden transmitirse o renunciar a los
mismos, bajo ningún título. No caben, por consiguiente, ni la violación por un agente externo, ni
siquiera la renuncia del propio sujeto.
1.4.5. Imprescriptibles
No se pierden por el transcurso del tiempo, independientemente de si se ejercen o no.

1.4.6. Progresivos
El reconocimiento de los Derechos Humanos es progresivo, lo que significa una restricción para la
función legislativa de los distintos Estados (así como también de cualquier otra instancia competente
para la expedición de normas imperativas que no necesariamente tienen forma de ley), en cuanto a
disminuir o eliminar el reconocimiento de derechos, el contenido de las normas legales sólo puede
mantener o aumentar el acceso y garantía de los derechos de las personas y de esta característica
nace el principio constitucional de no regresividad.

1.4.7. Exigibles
Las personas podemos exigir su cumplimiento en cualquier momento de diferentes maneras, ya sea
por vía legal, judicial, de participación etc.

1.4.8. Inviolables
Nadie puede atentar, lesionar o destruir los Derechos Humanos. Esto quiere decir que las personas y
los gobiernos deben regirse por el respeto a los Derechos Humanos; las leyes dictadas, las políticas
económicas y sociales que se implementan no pueden ser contrarias a éstos.

Tema 2: Diversos enfoques de inclusión y diversidad (género,


discapacidades, intergeneracional, intercultural)
Complementariamente exponemos a continuación los enfoques de inclusión, igualdad, diversidad
por que el Ecuador es un país diverso, pluricultural, multiétnico, en un contexto de desigualdad e
inequidad de género, generacional, con discapacidades y grupos de atención prioritaria, que es
necesario discernir estos enfoques para edificar una relación de tolerancia y de construcción del
Ecuador desde la unidad en la diversidad.
2.1 Enfoque de Igualdad

Información de una realidad de inequidad de género


Es un hecho impactante que en el siglo XXI no haya un solo puesto en el mundo donde las mujeres
sean realmente iguales a los hombres”.

“Los hombres tienen más derechos al trabajo. Las mujeres reciben más educación que nunca antes,
sin embargo, al ingresar al mundo laboral, se enfrentan a la discriminación”.

“Todavía se les paga menos, tienen menos oportunidades de trabajo, menores probabilidad de ser
gerente, y menos derechos de propiedad que los hombres, Las mujeres ocupan solo el 27% de los
altos cargos empresariales.”.

“El porcentaje de mujeres graduadas de carreras relacionadas con la ciencia, tecnología, ingeniera y
matemáticas es inferior al 15% en la mayoría de los países.”.

“Las mujeres y los hombres votan en tasas similares en las elecciones. Sin embargo, hay solo 10
mujeres jefas de gobierno de 193 países, y menos de un cuarto de los puestos parlamentarios de todo
el mundo son ocupados por mujeres.

“Está bien que un hombre golpee a su esposa”. Una tercera parte de las mujeres y las niñas han sido
víctimas de abusos físicos o sexuales.

“Cuando la madre trabaja fuera del hogar los niños sufren. Las mujeres deben “hacer malabares” con
sus responsabilidades para poder “tenerlo todo”. La mayoría de los hombres no tienen que hacer
mucho.”

Las mujeres realizan tres veces más trabajo no remunerado que los hombres, lo que puede impedirles
tener carreras profesionales o avanzar en estas. Según Oxfam, las mujeres realizan 12,5 mil millones
de horas de trabajo no remunerado cada día.”.

La mujeres necesitan ser tratadas como iguales. Es necesario desarrollar una nueva forma de pensar
para eliminar de raíz el poder invisible de creencias profundamente interiorizadas.”. (Tomada de los
informes de ONU y OXFAM)

“Cambiar las relaciones de poder desiguales y desafiar los roles de género profundamente arraigados
Este marco
puede conceptual
lograrse a travésde
deenfoque de igualdad
la educación de género
y sensibilizacion, ha nueva
y una sido tomado de ladeAgenda
generacion Nacional para
políticas.”.
las Mujeres y la igualdad de género 2018 - 2021. Las desigualdades de género constituyen una de las
problemáticas estructurales del sistema socioeconómico ecuatoriano. Durante siglos, tanto bajo el
régimen colonial, como en la posterior República, ha prevalecido una estructura de poder y una
cultura, que en los ámbitos público y privado colocaron a las mujeres en una situación de desventaja,
al negarles y limitarles sus derechos y libertades e imponerles pautas de convivencia patriarcales,
basadas en la autoridad masculina.
Esta subordinación, a más de tener un significado social, cultural y político, ha influido en lo
económico, puesto que, la división sexual del trabajo ha incidido en la discriminación y segregación
laboral, desvalorización e invisibilización de las varias actividades económicas realizadas por mujeres,
que configuran un verdadero soporte material, tanto para la reproducción de la vida y de la fuerza
de trabajo, como para el funcionamiento de la economía de mercado.
El principio de igualdad, “exige considerar, valorar y favorecer en forma equivalente las diferencias
en necesidades, intereses, comportamientos y aspiraciones de mujeres y hombres respecto a los
mismos e iguales derechos” (García, 2008: 33). La igualdad como concepto debe ser entendida desde
dos dimensiones fundamentales: la igualdad formal o de jure y la igualdad sustantiva o real. La
igualdad formal es la que se encuentra contemplada en las leyes e instrumentos normativos que
exponen la igualdad de derechos y oportunidades como el ideal que debe ser cumplido; mientras
que, la igualdad sustantiva, es el resultado de la aplicación directa de políticas, planes y programas,
que contribuyan al alcance real de oportunidades para todas las personas.

El Buen Vivir permite reinterpretar la igualdad de oportunidades y generación de capacidades de las


personas, en el que se ubica como condición necesaria el reconocimiento, las potencialidades, la
diversidad y aportes previos de individuos y colectivos, las dinámicas, formas de organización
productiva, social y cultural que han sido estigmatizadas y afectadas por la desigualdad. La igualdad
de oportunidades no se traduce en ofrecer trato igual a individuos, colectivos o sectores que viven
en condiciones de desigualdad, porque redunda en más desigualdad, sino en reconocer los aportes,
potencialidades y necesidades específicas de cada uno de ellos, para superar las condiciones de
desventaja en que viven y potenciar su realización plena, tanto en lo individual como en lo colectivo
(Jara, 2013).

Las desigualdades se expresan en injusticias, limitaciones en el incumplimiento de derechos


individuales y colectivos; lo cual es incompatible con la democracia integral y la construcción del Buen
Vivir.

Históricamente, las mujeres han logrado posicionarse como actoras colectivas que han propuesto
reivindicaciones para sí mismas y para otros sujetos de derechos, así como para instituir nuevos
modelos de sociedad. La construcción de las agendas en las últimas décadas apuesta a la inclusión,
la ampliación de las fronteras de lo público y el fortalecimiento de la institucionalidad, como
condiciones para el cambio. Por tanto, las leyes y políticas públicas son herramientas indispensables
para eliminar discriminaciones y construir igualdad.

Bajo estos procesos sociales, y siguiendo el principio de igualdad y no discriminación, las políticas
públicas de igualdad de género se constituyen en “normas, principios y objetivos explícitos definidos
por el Estado para lograr la igualdad de hecho y de derecho de mujeres y hombres” (García, 2008).
Los derechos son el sustento fundamental para el diseño de políticas y tienen su más alta expresión
en la consideración de que los seres humanos son iguales y a su vez, son diferentes y no deben ser
discriminados. El empoderamiento de las mujeres como sujetas de derechos es otra de las
condiciones básicas.

El preámbulo de la DUDH inicia con una reafirmación de la solidaridad humana, el reconocimiento de


la dignidad intrínseca y de “los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia
humana”. El Artículo 1 afirma que: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y
derechos”, que se complementa con el Artículo 2, que dice “toda persona tiene los derechos y
libertades”; y el artículo 7, establece la igualdad ante la ley y el derecho a igual protección de la ley,
así como, el derecho a igual protección contra toda discriminación y contra la provocación a la
discriminación.
La Convención sobre la eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer –CEDAW3,
principal instrumento y de más alto nivel en cuanto a la promoción de la igualdad y la prohibición de
la discriminación en todos los Estados, se basa en tres principios centrales: el principio de igualdad
sustantiva, el principio de no discriminación y el principio de obligación del Estado.

El principio de igualdad sustantiva promueve un modelo que comprende la igualdad de


oportunidades, de acceso a las oportunidades y de resultados. El concepto en el que se apoya este
modelo es el reconocimiento de que la igualdad formal, a menudo expresado en leyes, marcos y
políticas neutrales referidas a género, puede no ser suficiente para garantizar que las mujeres gocen
de los mismos derechos que los hombres.

La Carta Magna en el artículo 70, determina las facultades del mecanismo especializado para brindar
asistencia técnica en la formulación y ejecución de políticas públicas para el logro de la igualdad y no
discriminación de hombres, mujeres y personas LGBTI2. La igualdad formal y sustantiva, se
fundamenta en la valoración de las diferencias existentes en la sociedad, que pretende tomarlas en
cuenta y asumirlas, no para oprimir y subordinar, sino para potenciar y propiciar el desarrollo
personal y de los sujetos colectivos. Se torna imperativo que el principio de igualdad impacte en todos
los ámbitos: cultural, económico, social, político, familiar y cualquier otro espacio, convirtiéndose en
obligación del Estado alcanzar la igualdad sustantiva. (Agenda. Págs. 18 – 31)

2.2. Inclusión y Discapacidad

Este enfoque es tomado de la Agenda Nacional para la Igualdad en Discapacidades 2018-2021. Las
formas de entender la discapacidad han variado conforme a un proceso histórico de evolución de
modelos o enfoques, partiendo de un modelo tradicional en que la persona con discapacidad será
atendida por compasión; pasando luego a un enfoque médico o de rehabilitación donde se equipara
a la discapacidad con enfermedad y se considera que su discapacidad es un “problema” que debe ser
atendido desde el área de salud; para finalmente desde la década de los años 90, comprender a la
discapacidad desde un enfoque de derechos humanos y autonomía personal.

En este contexto, la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad reconoce que
“la discapacidad es un concepto que evoluciona y que resulta de la interacción entre las personas
con deficiencias y las barreras debidas a la actitud y al entorno que evitan su participación plena y
efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con los demás.”

Por lo tanto, para entender y comprender la discapacidad es necesario considerar que:

• La persona con discapacidad es una “persona” y debe ser valorada como tal, siendo un sujeto de
derechos y el Estado es el responsable de garantizar su adecuado ejercicio, a través de la

2 Lesbiana: Mujer que se siente atraída erótica y afectivamente por mujeres; Gay: Hombre que se siente atraído erótico afectivamente hacia otro hombre.
Bisexual: Personas que sienten atracción erótica afectiva por personas de un género diferente al suyo y de su mismo género, así como de mantener relaciones
íntimas y sexuales con ellas; Transgénero: Personas que se sienten y se conciben a sí mismas como pertenecientes al género opuesto al que social y
culturalmente se asigna a su sexo de nacimiento, y quienes, por lo general, sólo optan por una reasignación hormonal; Transexual: Personas que se sienten
y se conciben a sí mismas como pertenecientes al género y al sexo opuesto a los que social y culturalmente se les asigna en función de su sexo de nacimiento
y pueden optar una intervención quirúrgica; Travesti: Personas que gustan de presentar de manera transitoria o duradera una apariencia opuesta a la del
género que socialmente se asigna a su sexo de nacimiento, mediante la utilización de prendas de vestir, actitudes y comportamientos; Intersexual: El término
intersexual es el adecuado para su uso, rechazando el de hermafroditismo; Queer: Personas que además de no identificarse y rechazar el género socialmente
asignado a su sexo de nacimiento, tampoco se identifican con el otro género o con alguno en particular”
formulación e implementación de políticas públicas y medidas de acción afirmativa, que permitan
la equiparación de sus oportunidades.

• La discapacidad es una “condición” del ser humano, que puede devenir en cualquier etapa de la
vida, sin discriminar género, etnia, edad, religión, condición económica, política o social.

• La discapacidad es parte de la “diversidad” de las personas que conforman la sociedad y el país.

• La discapacidad es una responsabilidad social en la que todas las personas tenemos la posibilidad
de facilitar la participación de las personas con discapacidad, eliminando las barreras
actitudinales, físicas, de comunicación e información existentes. El papel que desempeña la
familia de la persona con discapacidad es fundamental para motivar y fomentar su participación.

Para eliminar las barreras en el entorno que dificultan la participación de las personas con
discapacidad, la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, indica que se
requiere realizar modificaciones y adaptaciones funcionales y necesarias, que faciliten el ejercicio de
derechos a las personas con discapacidad. Estas adaptaciones se conocen como “ajustes razonables”,
entre ellos se puede señalar el acondicionamiento de espacios físicos y de formas de comunicación
e información.

La accesibilidad universal es una “condición que deben cumplir los entornos, procesos, bienes,
productos y servicios, así como los objetos o instrumentos, herramientas y dispositivos, para ser
comprensibles, utilizables y practicables por todas las personas en condiciones de seguridad y
comunidad, y de la forma más autónoma y natural posible”

El Ecuador cuenta con un marco normativo que hace énfasis en el reconocimiento y la garantía de
derechos sin discriminación. Es así que la Constitución de la República vigente desde el año 2008, en
su artículo 35 reconoce a las personas con discapacidad como parte del “Grupo de Atención
Prioritaria”, lo que implica la obligatoriedad de garantizar la igualdad de oportunidades para el
ejercicio de sus derechos.

De igual manera, desde la perspectiva de los derechos humanos se reconoce a las personas con
discapacidad como sujetos de derechos y se establece que el Estado tiene responsabilidades
específicas para la atención oportuna de sus necesidades. (Agenda Nacional para la Igualdad de
Discapacidades. Págs. 8 – 40)

2.3. Definición de Diversidad

Para comprender la diversidad hay que reconocer que en nuestro país han resistido pueblos y
nacionalidades originarias que han sido reconocidas por la Constitución de 2008 como pueblos y
nacionalidades indígenas, afroecuatorianos y montubios, que históricamente han mantenido su
cultura, su idioma, sus costumbres, su cosmovisión sumak kawsay o Buen Vivir, en un contexto de
discriminación. Injusticia y explotación que ha llevado a que sean sectores empobrecidos y
vulnerados sus derechos elementales que con proceso de lucha y organización han irrumpido
demandado y exigiendo un Estado pluricultural y multiétnico y por ello es indispensable entender la
unidad en la diversidad como eje d la identidad nacional.
Para ello, se ha tomado de la Agenda para la Igualdad de Derechos de la Nacionalidades y Pueblos
Indígenas, Pueblo Afroecuatoriano y Pueblo Montubio 2019 – 2021, que de acuerdo a Silvia Rivera
Cusicanqui, el colonialismo interno “es un conjunto de contradicciones diacrónicas de diversa
profundidad, que emergen a la superficie de la contemporaneidad, y cruzan, por tanto, las esferas de
los modos de producción, los sistemas político estatales y las ideologías ancladas en la homogeneidad
cultural”. (Rivera, 2010:36).

Estas formas de discriminación y exclusión persisten en la actualidad, pues son mecanismos de


segregación social que se actualizan permanentemente, de allí la pregunta planteada por De Sousa
Santos sobre “¿Cuál es el ciclo actual en que se encuentra este colonialismo?”. Sousa Santos sostiene
que persiste un colonialismo interno, como concepto central. Silvia Rivera Cusicanqui establece que
“el tipo de historia, la historicidad obedece a una forma de invasiones violentas, que los momentos
de reforma, el momento liberal, no han transformado a las sociedades, sino que abrieron el camino
a la explotación y no han transformado las relaciones entre personas, no cambia el racismo, se
inventan formas de incluir, pero excluyendo […] porque no salen de adentro las propuestas, no son
endógenas, vienen apoyadas en las fuerzas externas”.

La discriminación y exclusión se base en la relación que se establece entre las personas, grupos
sociales es allí donde tendemos que cuestionar la dominación cultural que no nos permite establecer
una relación de iguales, pero diversos y que intentar homogenizar con un solo enfoque de identidad
nacional no logra superar esta exclusión y discriminación, la diversidad en la unidad es una posibilidad
que históricamente ha permitido avanzar para reconfigurar un Estado plurinacional, intercultural y
laico.

Se comprende a la diversidad como una descripción de la real composición de la sociedad con sus
distintos grupos, pues la sociedad no es homogénea sino diversa. Existen diversidades étnicas,
etarias, urbanas-rurales, de género, migrantes; su reconocimiento, en su momento, significó un logro
de los grupos minoritarios. Sin embargo, el concepto en sí mismo no cuestiona la desigualdad, el
racismo y la exclusión.

El reconocimiento constitucional del sujeto colectivo, implica tomar distancia de los discursos
homogenizantes y desplazar el protagonismo hacia propuestas enunciadas en clave de la
armonización de la naturaleza como categoría compleja que vincula gramáticas de la moralidad con
delimitaciones geopolíticas, así como la articulación de los acumulados históricos encarnados en las
demandas de nacionalidades y pueblos indígenas, pueblo afroecuatoriano y pueblo montubio, cuyas
lecturas contemplan la posibilidad de una reconfiguración de los órdenes políticos en los que se han
inscrito hasta ahora la gestión de la vida. (Ibid.)

La diversidad hace referencia a la identificación de la persona por la que cada cual es como es y no
como nos gustaría que fuera su identidad. Este reconocimiento es lo que configura la dignidad
humana. Por eso, hablar de diversidad es hablar de identidad. La identidad es lo que nos permite
distinguirnos de los demás, (Ser quienes somos). Cada aspecto de esa identidad nos sitúa dentro de
un grupo humano. La lengua que hablamos, las cosas que comemos, nuestras aficiones, nuestras
características físicas o psíquicas, o la historia con la que nos identificamos, son algunos aspectos de
esa identidad.
La plurinacionalidad conlleva una ruptura respecto al sentido liberal de Estado nación unitario;
reconoce que un Estado puede estar constituido por varias naciones, además plantea un avance
democrático, al cimentar su institucionalidad en la diversidad del pueblo. Desde este punto de vista,
la Plurinacionalidad en el Ecuador, entraña, (…) recupera[r] y fortalece[r] el Estado y la sociedad para
garantizar el ejercicio pleno de la soberanía popular. La plurinacionalidad supone el reconocimiento
a las autoridades de los pueblos y nacionalidades, elegidas de acuerdo a sus usos y costumbres,
dentro del Estado unitario, en igualdad de condiciones con los demás sectores de la sociedad. De ahí
que la plurinacionalidad reconoce y valora las distintas formas de democracia existentes en el país:
la democracia comunitaria, la democracia deliberativa, la democracia participativa nutren y
complementan a la democracia representativa, promoviendo un verdadero ejercicio democrático
intercultural. (SPPC-3, 2010: 52)

De acuerdo con la Constitución aprobada en el 2008, el Ecuador declaró ser un Estado constitucional
de derechos y justicia, intercultural y plurinacional, obligado a proteger los derechos y garantías
reconocidos tanto en esta Carta Magna, como en los instrumentos internacionales ratificados por el
Ecuador en favor del principio pro homine.

Los derechos difusos específicos -derechos colectivos- reconocidos para los pueblos y nacionalidades
indígenas, afrodescendientes y montubios, en los Arts. 10, 56, 57, 58, 59 y 60 en lo referente a:
identidad, tradiciones ancestrales, igualdad y no discriminación, reparación y resarcimiento,
conservación de tierras comunitarias, posesión de tierras y territorios ancestrales, participación en el
uso y usufructo de los recursos naturales renovables, consulta previa libre e informada, manejo de la
biodiversidad, sistema propio de convivencia y organización social, ejercicio de la autoridad y
autonomía en sus territorios ancestrales, práctica del derecho consuetudinario, conocimiento y
práctica de ciencia, tecnología y saberes ancestrales, práctica de la medicina ancestral, recuperación
y práctica de la cultura e historia; fortalecer y potenciar su sistema de educación intercultural
bilingüe, Participación en organismos oficiales y comunicación en sus idiomas propios. Asimismo, el
Estado protege a pueblos indígenas en aislamiento para garantizar sus vidas, su autodeterminación
y voluntad de permanecer en aislamiento.

Con relación a la justicia indígena, el art. 171 señala que las autoridades de las comunidades, pueblos
y nacionalidades indígenas ejercerán funciones jurisdiccionales, con base en sus tradiciones
ancestrales y su derecho propio, dentro de su ámbito territorial, con garantía de participación y
decisión de las mujeres. De esta manera, el Estado garantiza que las decisiones de la jurisdicción
indígena sean respetadas por las instituciones y autoridades públicas. Dichas decisiones están sujetas
al control constitucional. La ley establece los mecanismos de coordinación y cooperación entre la
jurisdicción indígena y la jurisdicción ordinaria.

Con respecto al cumplimiento del derecho al trabajo de las comunidades, pueblos y nacionalidades,
el Estado adoptará medidas específicas a fin de eliminar discriminaciones que los afecten, reconocerá
y apoyará sus formas de organización del trabajo, y garantizará el acceso al empleo en igualdad de
condiciones, de conformidad con el Art. 329. Asimismo, el Estado protegerá a los pueblos indígenas
en aislamiento para garantizar sus vidas, su autodeterminación y voluntad de permanecer en
aislamiento.

En cuanto al derecho a la educación de los pueblos y nacionalidades, el Estado es responsable de


garantizar el sistema de educación intercultural bilingüe, en el cual se utilizará como lengua principal
de educación la de la nacionalidad respectiva y el castellano como idioma de relación intercultural,
bajo la rectoría de las políticas públicas del Estado y con total respeto a los derechos de las
comunidades, pueblos y nacionalidades, según el Art. 347. (Agenda para la Igualdad de Derechos de
la Nacionalidades y Pueblos Indígenas, Pueblo Afroecuatoriano y Pueblo Montubio 2019 – 2021, Págs.
19 – 53)

2.4. Definición de Poder

Este concepto es transversal a los demás enfoques entendido como una relación social que
históricamente ejerce dominación, subordinación, pero también transformación porque las
personas, grupos disponen y lo ejercen de acuerdo a sus intereses y necesidades, pero desde una
perspectiva de derechos humanos permite que sea una fuerza con capacidad innovadora para su

como una forma ancestral de organización territorial.


cumplimiento y exigibilidad en el ejercicio pleno de los derechos humanos para una vida digna, con
equidad y justicia.

El poder, representa una posición de ventaja entre la balanza de dos fuerzas, resultando, el ganador
con la capacidad de tomar decisiones coercitivas. El poder puede constituirse en su generalidad
como una situación de ventaja frente al resto, es decir, que como resultante, en las relaciones
interpersonales en las que se interactúa con el poder, siempre habrá un “dominante” y un
“dominado”, lo cual puede ser largamente debatido en Estados Democráticos por ejemplo, en donde
el poder lo ostenta alguien bajo el principio de legitimidad democrática, por lo que no se podrían
estructurar categóricamente los conceptos de dominación, pues la autoridad no está utilizando un
poder inherente a su naturaleza como persona, sino un poder que es otorgado por toda la sociedad,
que posterior a un pacto social concluye la necesidad de otorgarle facultades superiores a algunos,
quienes ejercerán una potestad reguladora/sancionadora, en representación y en favor de todos.

Las relaciones de género son una muestra de relaciones de poder. Existe una relación desigual entre
hombres y mujeres que tiene que ver con una distribución inequitativa de conocimientos, propiedad,
ingresos, responsabilidades y derechos.

Hoy entendemos la necesidad de regular el poder ejercido por la autoridad pública y lo importante
de considerar a todas las personas iguales, dentro de sus diferencias.

Hay quienes aseguran que la misma estructura del poder en si es un error, pues el poder siempre
termina corrompiendo a las personas, quienes terminarán defendiendo únicamente sus propios
beneficios e intereses a toda costa. Sin embargo, las sociedades, aún no hemos encontrado otra vía
para organizarnos que la construcción de jerarquías de poder para mantener el orden, de esta forma,
se plantea la necesidad de establecer limitaciones al ejercicio del poder del Estado.

Un Ejemplo de limitar el abuso de poder se encuentra en la regulación del uso de la fuerza pública
como es el caso de la Policía Nacional, a través de la generación de protocolos y procedimientos
específicos que norman la utilización de los elementos que el Estado otorga a cada miembro de la
Institución Policial con el fin de que este no esté determinado por el arbitrio individual, sino por el
uso progresivo de la fuerza.

Esto constituye una garantía normativa para las personas civiles, pues, aun reconociendo que se
requiere de un grupo de personas especiales que estén facultadas para usar la fuerza en aras de
mantener la seguridad colectiva, se propende a tener un ejercicio del poder respetuoso de derechos.

De lo señalado se puede concluir que TODAS las personas ejercemos algún tipo de poder sobre otras,
aun cuando no estemos ejerciendo un cargo público. El poder no es positivo ni negativo de por sí, es
su ejercicio lo que se torna abusivo, el medidor para saberlo son los derechos humanos, cuando se
ven vulnerados o no.

Tema 3: Tipología y clasificación de los Derechos Humanos.


El concepto de generación, cuando se aplica a los derechos humanos, responde a dos criterios: uno
histórico y otro temático, que se combinan entre sí, y se explica porque aparecen en grupos en
distintos momentos de la historia contemporánea y de tal manera que cada generación incluya
derechos de una misma clase.
El tema 3 es recopilado del documento “La Internalización de la Justicia y los Derechos Humanos” de
Consuelo Silva Martínez. IAEN (2000), que expone que los Derechos Humanos se han profundizada
en la historia desde que se reconoció la Declaración Universal de los Derechos Humanos, porque los
Estados y la sociedad fruto de los procesos políticos de los sectores sociales han demandado su
cumplimiento y ampliación de los derechos humanos, para lo cual es importante generar las
condiciones indispensables a través de políticas públicas pero también desde el surgimiento de
nuevos situaciones y ámbitos que han llevado a establecer convenios, pactos y acuerdos y es a partir
de este contexto que se clasifican en tres generaciones para su cumplimiento y exigibilidad.
3.1. Primera Generación: Derechos Civiles y Políticos
Estos aparecen en la época de las revoluciones burguesas y las guerras de independencia en Europa
e Hispanoamérica, se encuentran en instrumentos internacionales como la Declaración Universal de
1948 y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966, y regionales como la Convención
Europea de 1950 y la Convención Americana de 1969, sus principales características es: se tratan de
derechos antiguos o clásicos, cuyos orígenes se remontan a los primeros antecedentes
documentales; su titularidad y ejercicio suelen ser individuales; la mayoría de ellos corresponden a
las llamadas libertades negativas, de resistencia o de oposición que se definen ante todo por la actitud
muchas veces abstencionista del Estado; son exigibles de manera coactiva, significa que tienen
prioridad; son los únicos respecto de los cuales algunos instrumentos internacionales disponen de
mecanismos de protección judicial o cuasi judicial, y en ellos se concentra la actividad internacional
de derechos humanos y las ONG en particular, también reciben el nombre de fundamentales, los
derechos de la primera generación están integrada por los derechos civiles y políticos, se sigue el
orden de la Declaración Universal de 1948, que es el instrumento constitucional de la misma:
1. Derecho a la libertad.
2. Derecho a la igualdad.
3. Derecho a la dignidad.
4. Derecho a la vida y a la seguridad personal.
5. Derecho a no ser torturado ni sometido a penas o tratos crueles, inhumanos y degradantes.
6. Derecho a no ser sometido a esclavitud, servidumbre o tráfico de seres humanos.
7. Derecho a personalidad jurídica.
8. Derecho a la justicia.
9. Hábeas corpus o derecho a no ser arbitrariamente arrestado o detenido.
10. Derecho de defensa o garantía de debido proceso judicial.
11. Presunción de inocencia.
12. Derecho a la intimidad o privacidad.
13. Libertad de circulación y de domicilio.
14. Derecho de asilo
15. Derecho de nacionalidad.
16. Derecho de matrimonio y a la familia.
17. Derecho de propiedad privada.
18. Libertad de pensamiento, de conciencia y de religión.
19. Libertad de opinión y de expresión.
20. Derecho de reunión y de asociación.
21. Derecho de participación (sufragio y acceso a la función pública).
Estas garantías forman el núcleo de la primera generación. El Pacto Internacional de Derechos Civiles
y Políticos, incluye el derecho a la libre determinación de los pueblos, los derechos de los detenidos
y condenados, los derechos de los niños y niñas y los derechos de las minorías étnicas, religiosas y
lingüísticas. Y la Convención Americana o Pacto de San José de Costa Rica, adoptado por la
Organización de Estados Americanos, añade el derecho a la integridad personal, el derecho a la
rectificación o respuesta y el derecho al nombre.
Lo importante es advertir que las libertades civiles y políticas son las que hacen posible la vida en
sociedad y su vigencia efectiva establece la diferencia entre la barbarie y la civilización, de ahí que se
consideren coactivamente exigibles de todo Estado que pretenda formar parte de la comunidad
internacional, y que se haya convertido durante las últimas décadas en materia litigiosa de las
organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales especializadas en derechos humanos
dentro y fuera de los países. También forman parte de este grupo, las garantías contenidas en una
serie de instrumentos internacionales y regionales de carácter especializado que se han expedido
desde mediados de siglo para la protección de ciertas poblaciones vulnerables o para la represión de
ciertas prácticas repudiables.
En el ámbito mundial, pueden mencionarse la Convención sobre prevención y sanción del delito de
genocidio de 1948, la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación racial
de 1965, la Convención sobre represión y castigo del crimen del apartheid de 1973, la Convención
sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer de 1979, la Convención
contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes de 1984, y la Convención
sobre los derechos del niño de 1991. Y en el ámbito interamericano la Convención Americana sobre
la tortura de 1985, el Protocolo facultativo a la abolición de la pena de muerte de 1990, la Convención
interamericana sobre desaparición forzada de personas de 1994 y la convención Interamericana
sobre la violencia contra la mujer.
3.2. Segunda Generación; Derechos Sociales, Económicos y Culturales.
Los derechos sociales, económicos y culturales, resultan de las revoluciones nacionalistas y socialistas
que reemplazaron el Estado gendarme por el Estado de bienestar y sancionaron la irrupción de las
masas en la sociedad contemporánea, estos están asociados a un conjunto de fenómenos y procesos
de modernización social, económica, política y cultural que viven muchos países occidentales y
algunos orientales, a partir de las primera décadas de este siglo, entre ellos: la revolución mexicana
de 1910, la revolución soviética de 1917, la revolución alemana de 1919; la república española de
1927, la gran depresión o quiebra del capitalismo norteamericano de 1929, y de manera general la
insurgencia del socialismo en Europa y la crisis del capitalismo en la mayor parte del mundo, que
vienen acompañadas de profundas agitaciones sociales e intelectuales y desembocan en una nueva
configuración de los regímenes políticos y sus instituciones jurídicas. Hay que indicar que las nuevas
libertades sociales no resultan exclusivamente de la operación de un solo factor como la acción
reivindicativa de los sindicatos obreros y los partidos izquierdistas o la visión estratégica de los
gobernantes y los empresarios, sino más bien del compromiso forzado entre unos y otros ante el
empuje de la crisis, al igual que de la influencia ambiental de las ideas socialistas y socialdemócratas.
En la actualidad, los instrumentos pertinentes en lo internacional son: la Declaración Universal de
1948 en siete de sus artículos finales y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales de 1966, en lo regional la Carta Social Europea de 1961 y el Protocolo de San Salvador de
1988, adicional a la Convención Americana. En contraste con los derechos civiles y políticos, los
derechos económicos, sociales y culturales presentan las siguientes características: son moderados
en su concepción y formulación, su ejercicio es en último término individual, pero su titularidad oscila
entre lo individual y lo colectivo, como en el caso de los derechos de la familia; forman las llamadas
libertades positivas o de participación o poderes, pues su práctica reclama la acción material del
Estado; son de realización progresiva, ya que su ejercicio depende de la disponibilidad de recursos
estatales y societarios; no pueden ser exigidos por la vía judicial; y no pertenecen a la agenda
contenciosa de la comunidad humanitaria sino a la gestión de las ONG de cooperación y desarrollo,
éstos derechos son:
1. Derecho al trabajo.
2. Derecho a condiciones de equidad, dignidad, seguridad e higiene en el trabajo.
3. Derecho de asociación sindical, de huelga y de negociación colectiva.
4. Derechos a la protección especial de las madres trabajadoras y los menores trabajadores.
5. Derecho a la seguridad social.
6. Derecho a la calidad de vida.
7. Derecho a la salud.
8. Derecho a la educación.
9. Derecho a la cultura, el arte y la ciencia.
Además, a este grupo pertenecen: la Declaración Universal, el derecho a un orden social (e
internacional) propicio para la práctica de todas las libertades; según la Carta Social Europea, el
derecho a la orientación y a la formación profesionales, el derecho a la asistencia médica, el derecho
a los servicios sociales y el derecho a la protección especial de los minusválidos y de los trabajadores
extranjeros; y según el Protocolo de San Salvador, el derecho al medio ambiente sano, el derecho a
la alimentación y el derecho a la protección especial de los ancianos. Pero la sola idea de derechos
sociales supone la existencia de un Estado benefactor o intervencionista que reconozca obligaciones
de contenido económico a favor de los particulares en general y de ciertos grupos en especial, y
cumpla con ellas.
Si hay prosperidad económica y un Estado de derecho de carácter democrático, el proceso político
facilitará el cumplimiento de las promesas implícitas en las libertades socioeconómicas; si hay, por el
contrario, como ocurre por desgracia en las dos terceras partes del planeta, injusticia
socioeconómica, analfabetismo político y despotismo o corrupción estatal, la vida pública se
degradará al punto de impedir o aplazar la satisfacción de los derechos sociales.
Se podría concluir diciendo que la primera generación de derechos demanda virtudes políticas tales
como la imparcialidad, tolerancia y transparencia, mientras que la segunda generación exige virtudes
sociales tales como; generosidad, equidad y solidaridad, la distancia entre las dos no es cuestión de
presupuesto o de legalidad, sino también y sobre todo de humanidad y de moralidad.
3.3. Tercera Generación: Derechos Colectivos y de los Pueblos
Se trata de reivindicaciones muy recientes, que se remontan a la época de la guerra fría y de la
descolonización africana, es verdad que desde la época de la primera postguerra mundial se habla ya
de protección jurídica internacional de las minorías, y tiene que ver con las aspiraciones compartidas
por las poblaciones más o menos definidas, por esta razón no existe instrumento internacional alguno
que codifique los derechos de la tercera generación, las que promueven son las ONG.
Los derechos colectivos tienen las siguientes distinciones: son contemporáneos, ya lo dijimos no
están codificados; tanto en su titularidad como su ejercicio son colectivos; se trata de libertades
comunitarias o de solidaridad, que pretenden la protección de bienes comunes que a veces
trascienden las fronteras nacionales y que exigen del Estado el cumplimiento de ciertas prestaciones;
no son justiciables o exigibles a través de la justicia; no implican necesariamente obligaciones de
contenido económico en cabeza del Estado; y su defensa se traduce casi por entero en presión
política y discurso ideológico, con excepción de alguna actividad litigiosa observable en los campos
de medio ambiente y de las minorías étnicas.
Si se cotejan la Declaración Universal de 1948, los dos Pactos Internacionales de 1966, la Carta Social
Europea de 1961 y el Protocolo de San Salvador de 1988, puede encontrarse los derechos de la
tercera generación:
1. El Derecho a un orden internacional apto para los derechos humanos.
2. El Derecho a la libre determinación de los pueblos y a la libre disposición de sus riquezas y recursos
naturales.
3. El Derecho de las minorías étnicas, religiosas o lingüísticas a su cultura, a su religión y a su lengua.
4. El derecho de los trabajadores migrantes a trabajar en otros países bajo condiciones dignas y justas.
5. El derecho al medio ambientes sano.
Se ha empezado a proliferar los convenios y tratados sobre cuestiones ecológicas específicas,
biodiversidad, cambio climático y la Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el
Medio Ambiente, adoptada en Río de Janeiro en junio de 1992, puede ser vista como punto de partida
de una codificación general del nuevo derecho ambiental internacional, lo importante es que toda la
humanidad reconozca su deber de respetar todas las formas de vida sobre la Tierra, evitar al máximo
la crueldad con los animales y utilizar los recursos naturales con responsabilidad y solidaridad.
Se escucha voces a favor de una cuarta generación de derechos que acojan los hipotéticos derechos
de la naturaleza y sus especies no humanas, y los derechos de las generaciones futuras a disfrutar de
una casa común en condiciones decorosas y productivas, pero está muy lejos de ser una realidad.
Los procesos de globalización económica, tecnológica y cultural, que coexiste con los procesos de
violencia política, étnica y religiosa en todo el planeta, confieren gran importancia práctica a los
derechos colectivos y de los pueblos, visto como sociedad de masas, aldea global, universo virtual,
guerra civil o caos funcional, el mundo del futuro será tanto de colectivos como de individuos, por lo
que la dignificación de las poblaciones cobrará igual o mayor importancia que el de las personas. (Ob.
Cit. Págs. 25 – 30)

Tema 4: Constitución del Ecuador 2008. Estado Constitucional de Derechos


y Justicia.

4.1. Obligaciones del Estado (respetar, proteger, garantizar, debida diligencia, repara)

Para finalizar esta Unidad 2, el tema 4 es recopilado del Manual de Derechos Humanos que remarca
el rol e importancia del Estado para promover, respetar y garantizar el ejercicio pleno de los Derechos
Humanos de las personas – individuos, y de los grupos o sectores de la sociedad.

El Estado, entendido como una nación política y jurídicamente organizada encargada de regular la
vida de los individuos que habitan en un territorio determinado, tiene obligaciones frente a los
derechos humanos, de respetarlos, protegerlos, garantizarlos y repararlos, es decir, deberes positivos
y negativos que los interpretamos como compromisos de hacer y de dejar de hacer. De la misma
manera, el Estado será responsable por las violaciones de derechos humanos que sean resultado de
las conductas comisivas3 u omisivas que tengan como resultado el detrimento de los derechos
básicos de las personas.

Es necesario advertir que una vulneración de derechos se hace de forma positiva y negativa, pues la
primera ocurre cuando las personas que en ejercicio de sus funciones administrativas o judiciales
operan mediante actos y actuaciones, en forma directa y con intención de violar los derechos
establecidos en la Constitución y en los instrumentos internacionales; la segunda, ocurre cuando
estos omiten hacer algo, absteniéndose de hacer o de declarar algo o no ejecutando una orden o
disposición, siendo la omisión la insuficiencia en la actuación de la autoridad pública, misma que
puede obedecer a mala fe, a la intención de causar daño o al desconocimiento de la forma como se
debe realizar el acto.

3
Término jurídico que no existe una definición literal sino dentro de los diversos ámbitos jurídicos esta conductiva comisiva lo hace con conciencia y
voluntad de hacer, o cometer esta acción
De lo anteriormente señalado, se desprende que el Ecuador al haber suscrito y ratificado convenios
y tratados internacionales relacionados con los Derechos Humanos se ha comprometido a nivel
mundial y regional a cumplir con las obligaciones de respetar, garantizar, proteger, actuar con debida
diligencia y reparar, en todo lo referente a esta temática y para una mejor comprensión de las
obligaciones del Estado frente a los Derechos Humanos, las analizamos a continuación:

4.1.1. Obligación de respetar

La obligación de respetar equivale a una obligación de no hacer que corresponde a la existencia de


límites al ejercicio del poder estatal. Estos límites son los derechos humanos. En ese orden de ideas,
la obligación de respetar exige que el Estado y sus agentes no violen los derechos humanos
establecidos en los diferentes instrumentos internacionales.

4.1.2. Obligación de proteger

La obligación de proteger exige que los Estados impidan los abusos de los derechos humanos contra
individuos y grupos provenientes de sus agentes estatales o por parte de terceros.

4.1.3. Obligación de garantizar

La obligación de garantizar consiste en el deber de los Estados de adoptar las medidas necesarias que
permitan a todos los seres humanos sujetos a su jurisdicción, el goce y ejercicio pleno y efectivo de
los derechos humanos. Al respecto, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha señalado que
“Esta obligación implica el deber de los Estados Partes de organizar todo el aparato gubernamental
y, en general, todas las estructuras a través de las cuales se manifiesta el ejercicio del poder público,
de manera tal que sean capaces de asegurar jurídicamente el libre y pleno ejercicio de los derechos
humanos.

El Ecuador con la entrada en vigencia de la Constitución de la República del 2008, incorpora en el


ordenamiento jurídico interno mecanismos o garantías de protección de los Derechos Humanos y al
respecto Ramiro Ávila los define así: “Las garantías constitucionales son los mecanismos que
establece la Constitución para prevenir, cesar o emendar la violación de un derecho que está
reconocido en la misma Constitución. Sin las garantías, los derechos serían meros enunciados líricos,
que no tendrían eficacia jurídica alguna en la realidad”4

Se señala a modo de ejemplo por en la Unidad 4 se abordará los contenidos de las Garantías
constitucionales, las Garantías Jurisdiccionales que establece la Constitución y la Ley Orgánica de
Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional se cita: a las Medidas Cautelares, las cuales tienen
como finalidad evitar una violación de derechos haciendo cesar el acto no importa la gravedad. Cabe
interponer una acción de protección cuando la vulneración ya se ha consumado y por consiguiente
es una acción reparadora. Se solicita un Hábeas Corpus para proteger el derecho a la libertad
(privación arbitraria de libertad), integridad física (tortura) y vida (desaparición forzada).

4
Ramiro Ávila Santamaría, Agustín Grijalva Jiménez y Rubén Martínez Dalmau, (2008), Desafíos Constitucionales, Quito-Ecuador, Imprenta V&M
Gráficas, primera edición, p.89-90
4.1.4. Obligación de debida diligencia

Esta obligación consiste en el deber de investigar por parte del Estado con los medios que tenga a su
alcance, las violaciones de derechos cometidos por funcionarios públicos, a fin de identificar a los
responsables, de imponerles las sanciones pertinentes y de asegurar a la víctima una adecuada
reparación.

“Todas estas investigaciones han de efectuarse pronta, exhaustiva e imparcialmente. Estas tres
especificaciones tienen igual importancia y son vitales para los resultados y la credibilidad de la
investigación. Debe quedar claro que el criterio de “imparcialidad” tendrá especial importancia para
los observadores externos de la investigación. La actuación de un sólo funcionario encargado de
hacer cumplir la ley puede desacreditar al conjunto de la Institución. Por ello, no es difícil entender
que la opinión general dude de la imparcialidad de toda investigación relativa a la aplicación de la ley
acerca de las circunstancias de un caso en que funcionarios encargados de hacer cumplir la ley están
implicados”.

4.1.5. Obligación de reparar

La obligación de los Estados de reparar a las víctimas, familiares y la sociedad, encuentra fundamento
a nivel regional, en la Convención Americana de Derechos Humanos que en su artículo 63 numeral
1 expresa: “Cuando decida que hubo violación de un derecho o libertad protegidos en esta
Convención, la Corte dispondrá que se garantice al lesionado en el goce de su derecho o libertad
conculcados. Dispondrá, asimismo, si ello fuera procedente, que se reparen las consecuencias de la
medida o situación que ha configurado la vulneración de esos derechos y el pago de una justa
indemnización a la parte lesionada”.

Por lo tanto, cuando el Estado es determinado como responsable de una violación de derechos, se
verá obligado a restituir a las personas en todo cuanto sea posible con el fin de devolverles a una
situación similar anterior al acontecimiento de los hechos que atentaron contra sus derechos y en
consecuencia se deriva el derecho de repetición que ejerce el Estado, el cual le faculta para repetir
en contra de los/as servidores/as públicos, administrativos o judiciales causantes de los daños
producidos, exigirles la restitución del dinero erogado en procura del reparo a las víctimas, sin
perjuicio de las responsabilidades civiles, penales y administrativas a través de un proceso que
investigue y sancione a los responsables.

De lo anteriormente señalado, se observa que las reparaciones incluyen los siguientes elementos:

➢ De ser posible, la restitución de la situación jurídica infringida, garantizando a la persona afectada


el goce de sus derechos o libertades conculcadas.
➢ La indemnización pecuniaria que sea procedente,
➢ Las medidas reparadoras de carácter no pecuniario,
➢ La investigación de los hechos y la correspondiente sanción de los responsables,
➢ Las garantías de no repetición de los hechos que dieron origen a la demanda, y
➢ La adecuación de la normativa interna del Estado a lo dispuesto por la Convención”.

Otras medidas de reparación mediante actos del poder público, lo conforman hechos que
reivindiquen la memoria de la víctima, que den consuelo a sus parientes y que signifiquen
reprobación oficial de las violaciones de los derechos humanos acaecidos, y medidas que entrañen
el compromiso de que hechos de esa naturaleza no vuelvan a ocurrir. (Ob. Cit. Manual. Págs. 20 – 25)

Estas obligaciones son propias de un Estado Constitucional de derecho, para fundamentar se expone
los planteamientos del texto “Constitución para servidores públicos” de Gina Chávez y Juan Montaña.
Es un Estado que cuenta con un órgano especializado de justicia constitucional, que reconoce a la
Constitución como norma jurídica vinculante, con eficacia directa y que consagra en los textos
constitucionales un sistema de garantías que tienen como fin limitar objetivamente el poder del
legislador. Con esto, el legislador ya no solo está en la obligación de respetar el procedimiento, sino,
además, el contenido de los principios, valores y derechos reconocidos por la Constitución, cuyo
alcance es determinado, a su vez, por el respectivo órgano constitucional.

Uno de los principales efectos de aceptar la idea de un Estado constitucional tiene que ver con la
constitucionalización del ordenamiento jurídico, lo que representa una permeabilización de los
principios, reglas y derechos constitucionales en la vida social, política y jurídica del Estado.

De acuerdo a R. Guastini5, al Estado Constitucional le caracteriza:

1) La existencia de una constitución rígida que consagre un catálogo de valores, principios y


derechos fundamentales. Esto representa una aceptación de la superioridad jerárquica de la
Constitución dentro del ordenamiento jurídico.

2) La existencia de una garantía jurisdiccional que permita mantener la supremacía constitucional y


preservar su máximo nivel de jerarquía. Esta garantía puede ser: i) abstracta (sobre una norma)
o concreta (sobre un caso concreto); ii) a priori (con anterioridad) o a posteriori (con posterioridad
a la vigencia de una norma de menor jerarquía); iii) concentrada (control por un órgano
especializado) o difusa (control de todos los jueces).

3) El reconocimiento de la fuerza vinculante de la Constitución, que coloca al catálogo de derechos


como principios ordenadores del poder público y exigen una actuación estatal real a fin de
garantizar su pleno goce. La aplicación directa de la Constitución, basado en un ejercicio de
razonamiento o ponderación, es presupuesto de este poder vinculante.

4) La interpretación extensiva de la Constitución, es decir, la forma cómo es utilizada para llenar las
lagunas de sus propias disposiciones y del ordenamiento jurídico en general.

5) La aplicación directa de la Constitución, esto es, la extensión de los efectos de la Constitución a


las relaciones entre ciudadanos y los poderes públicos y a las de los ciudadanos entre sí.

6) La interpretación conforme a la Constitución, que significa que no todas las interpretaciones son
constitucionales y que únicamente las interpretaciones conformes a la Constitución pueden ser
admitidas. Las interpretaciones contrarias a la Constitución serán declaradas inconstitucionales o
inaplicadas por los diferentes operadores jurídicos.

5
GUASTINI, Ricardo. “La constitucionalización del ordenamiento jurídico: el caso italiano”, en Miguel CARBONELL (ed.). Neoconstitucionalismo(s),
Matrid, Trotta 2003. Pág. 50 y ss.
En suma, el Estado Constitucional o Estado Garantista, asume la garantía efectiva de los derechos de
las personas –finalidad material-, la supremacía de la Constitución, la omnipresencia de la
Constitución en todas las esferas jurídicas y en todos los conflictos mínimamente relevantes. Asume,
además, un reforzamiento del papel del juez frene al resto de funciones estatales y particularmente
frente a la antigua autonomía legislativa, la coexistencia de valores tendencialmente contradictorios
en lugar de una homogeneidad ideológica, un cambio sustancial en la forma de realizar los juicios de
validez de las normas jurídicas asentados en la coherencia sustancial con la constitución y no
solamente con los procedimientos de aprobación de la norma, y, la existencia de un órgano
especializado, Tribunal o Corte Constitucional, para asegurar la supremacía de la Constitución a
través de la interpretación constitucional.

4.2. El Estado Constitucional de derechos y justicia del Ecuador

La Constitución de Montecristi asume los postulados fundamentales del Estado Constitucional,


reforzando algunos elementos sustanciales:

1. Desarrolla una formulación extensiva de los valores, principios y derechos constitucionales.

2. Caracteriza al Estado como Constitucional de derechos y justicia, haciendo de los derechos - los
contemplados en la Constitución -, instrumentos internacionales de derechos humanos y otros
que garanticen la dignidad humana-, y de la búsqueda de la justicia, el eje central de articulación
del Estado con la sociedad.

3. Asume el carácter plurinacional e intercultural del Estado.

4. Pone a todos los derechos en igualdad de jerarquía, lo que significa que no hay derechos de
primera, segunda o tercera generación, o que unos derechos son más importantes que otros. En
este sentido, todos los derechos alcanzan la categoría de derechos fundamentales, esto es, son
plenamente justiciables.

5. Refrenda el deber primordial del Estado de garantizar sin discriminación el efectivo goce de los
derechos establecidos en la Constitución y en los instrumentos internacionales, en particular la
educación, la salud, la alimentación, la seguridad social y el agua para sus habitantes (art. 3, núm.1
CPE).

6. Reconoce la dimensión individual y colectiva de todos los derechos (art. 11, núm. 2, CPE)6.

7. Prohíbe a la ley restringir los derechos y garantías constitucionales (art. 11, núm. 4 CPE)7.

6
Art. 11.- El ejercicio de los derechos se regirá por los siguientes principios:
2. Todas las personas son iguales y gozarán de los mismos derechos, deberes y oportunidades.
Nadie podrá ser discriminado por razones de etnia, lugar de nacimiento, edad, sexo, identidad de género, identidad cultural, estado civil, idioma,
religión, ideología, filiación política, pasado judicial, condición socio-económica, condición migratoria, orientación sexual, estado de salud, portar VIH,
discapacidad, diferencia física; ni por cualquier otra distinción, personal o colectiva, temporal o permanente, que tenga por objeto o resultado
menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos. La ley sancionará toda forma de discriminación.
El Estado adoptará medidas de acción afirmativa que promuevan la igualdad real en favor de los titulares de derechos que se encuentren en situación
de desigualdad.
7
4. Ninguna norma jurídica podrá restringir el contenido de los derechos ni de las garantías constitucionales.
8. Dispone a las servidoras y servidores públicos, administrativos y judiciales, aplicar la norma y la
interpretación que más favorezca la efectiva vigencia de los derechos (art. 11, núm. 5, CPE).

9. Declara que los principios y los derechos son inalienables, irrenunciables, indivisibles,
interdependientes y de igual jerarquía (art. 11, núm. 6, CPE).

10. Hace, no solo de las normas y la jurisprudencia, sino también de las políticas públicas,
mecanismos de progresividad de los derechos, lo que abre el control constitucional a las políticas
públicas (art. 11, núm. 8, CPE).

11. Refrenda el respeto de los derechos como el más alto deber del Estado (art. 11, núm. 9, CPE).

12. Garantiza la soberanía del pueblo no solo mediante la vigencia de un sistema de gobierno
democrático, electivo y representativo, sino también, a través de formas de participación directa
en la construcción de la decisión pública (art. 1, ins. 2 CPE). (Chávez, Ob. Cit. Págs. 18 – 20)

Lecturas complementarias

Los siguientes recursos complementarios son sugerencias para que Ud. pueda ampliar la
información sobre los temas trabajados, como parte de su proceso de aprendizaje autónomo:

1. Blengio, Valdés, M. Manual de Derechos Humanos 1 2007

2. Gonzaléz Alvarez, Luis José. Ética 3 1996 EL BUHO

3. Guerrero Jiménez, Galo. Ética Social y Profesional 2007 Universidad Técnica Particular de Loja

4. Herrera Atarihuana. Ética y derechos humanos 2 ed. 2000 Universidad Técnica Particular de
Loja

5. Megías, Quirós, J. Manual de Derechos Humanos 1 2006 Thomson / Aranzadi

https://www.youtube.com/watch?v=fiQmq8NO4zg

https://www.youtube.com/watch?v=5QURzx5m-hI

https://www.youtube.com/watch?v=BENG4HdElVo
Bibliografía

1. Agenda Nacional para las Mujeres y la igualdad de género. Págs. 18 . 31.

2. Agenda Nacional para la Igualdad en Discapacidades 2018-2021. Págs. 8 - 40.

3. Agenda para la igualdad de derechos de las nacionalidades y pueblos indígenas, pueblos


afroecuatorianos y pueblo montubio 2019 – 2021. Págs. 19 – 53

4. Agenda Nacional para la Igualdad Intergeneracional 2017 – 2021. Págs. 19 – 25

5. Dirección de Protección. Ministerio del Interior. Manual de Derechos Humanos:


https://www.ministeriointerior.gob.ec/w pcontent/ uploads/downloads/2012/12/Manual-de-
Derechos-Humanos.pdf

6. ONU. DECLARACION UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS https://www.un.org/es/about-


us/universal-declaration-of-human-rights

7. Silva Martínez, Consuelo del Rocío. “LA INTERNACIONALIZACION DE LA JUSTICIA Y LOS


DERECHOS HUMANOS"; http://repositorio.iaen.edu.ec/handle/24000/521
Asignatura
EDUCACIÓN EN VALORES Y DERECHOS CIUDADANOS

Profesor Autor
Ab. Mario Rivas Alemán. Mg.
Profesor Tutor
Los designados en este periodo académico

Este compendio recoge textualmente documentos e información de varias


fuentes debidamente citadas, así como referencias elaboradas por el
autor para conectar los diferentes temas.
Se lo utiliza únicamente con fines educativos.

Periodo Académico 2023 1


Índice Profeso

Tema 1. Historia de la Ética y Moral


1. Origen Histórico de la Ética...................................................................................................... 3
2. Origen de la filosofía. ................................................................................................................. 3
2.1. El origen oriental. ...................................................................................................................... 4
2.2. El origen occidental. ................................................................................................................... 4
3. ¿Qué es la filosofía? ................................................................................................................... 4
4. Primeros sistemas morales......................................................................................................... 5
5. Antiguas escuelas griegas de la ética............................................................................................ 6

6. Origen histórico de la moral. .....................................................................................................11


7. Desarrollo histórico de la moral.................................................................................................12
8. Evolución social de la moral. .....................................................................................................15
8.1. Función social de la moral.......................................................................................................... 15

9. ¿Qué es la moral? .....................................................................................................................15


10. Moral y moralidad..................................................................................................................... 16

11. Ética y moral.............................................................................................................................. 16

Tema 2. El problema de los valores.


2.1. Crisis de valores en la sociedad actual........................................................................................17
2.2. Pérdida de valores.................................................................................................................... 18

2.3. Evolución histórica....................................................................................................,................ 18

2.4. Causas y consecuencia..................................................................................................,........... 20

2.5. La nueva sociedad ............................................................................................................,....... .23

Tema 3. Ética y deontología profesional


3.1. Los códigos deontológicos .................................................................................................,...... .24

Tema 4: Ética Laica – Pública.


4.1. Ética pública: ética de mínimos ................................................................................................ 25

4.2. Ética en la administración pública ............................................................................................. 26

Bibliografia ...................................................................................................................................... 27

2
Resultado de aprendizaje de la asignatura

Asumir el ejercicio responsable de los deberes y derechos como ciudadanos con conciencia moral y
principios éticos cotejando el conocimiento de los fenómenos ético-morales y sus interrelaciones con
el entorno natural y humano a favor del desarrollo humano sostenible, la transparencia y la ética
pública del país, región y cantón.

Unidad 1: Introducción a la Ética y Moral

Resultado de aprendizaje de la unidad: Identificar... los valores, enfoques y teorías de la moral y


ético. Comprender sobre la problemática de los valores; el por qué ser bueno; los valores son sólo
procesos de socialización o existen valores universales que comprometen la conciencia

Tema 1. Historia de la Ética y Moral


El presente compendio es una recopilación del libro Compendio de Lecciones Básica de Ética para Futuros
Profesionales de Ábrego Cruz Edgard Ernesto (pág. 10 – 20).

1. Origen Histórico de la Ética

Indudablemente que cuando nos acercamos por vez primera a un hecho, volver la mirada sobre su
vertiente histórica resulta indispensable, no sólo por identificar su origen, si no para valorar el proceso
mismo que permitió su construcción o definición. Hablar sobre el origen de la ética es hablar de la
misma naturaleza humana, es decir, que ésta nos ha acompañado desde que como seres racionales
comenzamos a vivir en comunidad y a cuestionar los elementos morales vigentes en dichas
sociedades. Pero este apartado ha de ocuparse del momento en el cuál la ética fue sistematizada y
reflexionada.
El origen de la ética está estrechamente ligado al origen de la filosofía, por tanto, hemos de recordar
cómo nació primero la filosofía antes de ahondar en el origen de la ética.

2. Origen de la filosofía.

Más que un origen histórico, como lo afirma Sanabria (1999, pág. 23) se trata de un origen psicológico
que se puede circunscribir a un momento de la historia. En la humanidad surge la necesidad de
encontrar otro tipo de respuestas a las situaciones de la vida, la percepción de lo habitual se modifica
y se comienza a cuestionar el pensamiento mítico existente hasta finales del siglo VII y principios del
VI a.C.
Las respuestas que la humanidad tenía sobre la naturaleza, dejaron de ser satisfactorias, y al interior
del ser humano se despertó una curiosidad por entender y explicarse lo que en su entorno acontecía,
y poco a poco, también a explicarse lo que estaba un poco más allá de la naturaleza misma.

3
Los estudios que buscan fijar el nacimiento de la filosofía, por lo general tropiezan con dos hipótesis
clásicas sobre el origen de la misma: la oriental y la griega.
2.1. El origen oriental.

Tablillas de arcilla, provenientes de la ciudad de Nínive, propiedad del rey Assurbanipal 668-626 a.C.
(Fischl, 1984, pág. 19) demuestran el amplio conocimiento que los babilonios tenían sobre
astronomía, ya en el tercer milenio antes de Cristo.
Estos mismos dirán que el conocimiento matemático de lo que hicieron gala no solo los filósofos de
la Escuela de Mileto: Tales, Anaxímenes y Anaximandro; sino también los presocráticos como
Pitágoras y Demócrito de Abdera, es un saber que ellos adquirieron de los babilonios, egipcios y otras
culturas orientales, por ejemplo: uno de los atributos que se le reconocen a Tales de Mileto –padre
de la filosofía griega- es precisamente el amplio conocimiento sobre las ciencias astronómicas, hasta
el punto de predecir el eclipse de sol del 585 a.C., disciplina que como se ha citado dos milenios antes
ya era dominada por culturas orientales.
2.2. El origen occidental.

Esta hipótesis sostiene que la filosofía surge en las colonias griegas de Jonia, en la costa de Asia
Menor, en ciudades como Mileto, Éfeso, Clazómenas, Colofón, Samos entre otras. Simultáneamente
también en Sicilia y al sur de Italia.
La más aceptada de todas estas teorías resulta ser la de Cornford que sostiene la independencia del
origen griego sobre la hipótesis oriental al afirmar que el pensamiento filosófico se desarrolló a partir
de la conjunción de pensamientos míticos y religiosos existente en la época. En su obra “De la religión
a la filosofía”, (1912), Cornford explica cómo la estructura de los mitos de Hesíodo en la “Teogonía”
se mantiene en las teorías de los primeros filósofos, rechazando éstos solamente el recurso a lo
sobrenatural y la aceptación de la contradicción. Destaca la influencia educativa de Homero y Hesíodo
en la constitución y posterior desarrollo de la civilización griega, quienes trataron de reunir las ideas
o fantasías religiosas y trazar una genealogía de los dioses, y justamente las contradicciones de tales
genealogías provocaron la crítica racional y estimularon el pensamiento filosófico (Fischl,1984, pág.
20).
Esta hipótesis resulta ser la que más adeptos a tenido a través del tiempo.

3. ¿Qué es la filosofía?

Etimológicamente la palabra filosofía viene de dos voces griegas, en una traducción excesivamente
convencional, «amor a la sabiduría» o «afán por saber», donde la palabra sophía, en lugar de ser
traducida como «sabiduría», término con connotaciones grandilocuentes, debe traducirse como
«saber teórico», o, en palabras de Aristóteles, como «entendimiento y ciencia» (Diccionario de
Filosofía Herder, 1998). Las palabras sophía y sophós en la primitiva literatura griega tenían un sentido
más amplio significando toda clase de saber; de igual manera, philia que significa amor, aspiración,
tendencia e investigar (Sanabria, 1999, pág. 19) o philos, el «amigo» o el «amante» de este saber
intelectual puede entenderse, a la manera de Platón, como aplicado a aquel que desea o está ávido
de saber (Diccionario de Filosofía Herder, 1998).

4
Según Martínez Huerta (2001, págs.11-12) las concepciones antiguas de la filosofía pueden ser:
· Es la ciencia que tiene por objeto el ser, Platón
· La ciencia que estudia las causas, Aristóteles
· Es saber con precisión y detalle qué es esto de los dioses, de los deseos y de las opiniones, Epicteto
· Es la ciencia de la verdad; mas no de cualquier verdad, o sea la que pertenece al primer principio
por lo cual todo lo demás existe, Tomás de Aquino. El mismo autor señala que las concepciones
actuales de la filosofía pueden ser:
· Es el sondeo de lo racional, justamente es la aprehensión de lo presente y de lo real, y no la
indagación de un más allá, que sabe Dios dónde estará, Hegel
· Es una autorreflexión del espíritu sobre su conducta valorativa teórica y práctica, y a la vez una
aspiración al conocimiento de las últimas conexiones entre las cosas, a una concepción racional de
universo, Hessen
· Es el extraordinario preguntar por lo extraordinario, Heidegger. Se podría cerrar este apartado
diciendo que la filosofía es “Históricamente, la invención – hecha por los griegos de las colonias jonias
de Asia Menor, hacia el s. VI A.C, - de hacer frente con la reflexión racional a los problemas que les
presentaba la naturaleza. La invención consistió –es la tesis de Karl R. Popper- en un cambio de actitud
ante las afirmaciones tradicionales acerca del mundo y el lugar que ocupa el hombre en el mundo,
sobre todo acerca de los orígenes de ambos, debido a profundas transformaciones sociales. De una
actitud tradicional, conservadora y acrítica, basada en el mito, se pasa a una actitud nueva,
innovadora y crítica, que se expresa mediante teorías sobre el mundo, al comienzo rudimentario. Esta
actitud llega a convertirse en la tradición de criticar teorías, de modo que la filosofía, primero, y luego
la ciencia, que irá naciendo de aquélla, no son más que la actitud crítica del hombre ante las cosas –
la naturaleza, el universo y él mismo-, tal como se ha desarrollado a lo largo de la historia” (Diccionario
de Filosofía Herder, 1998).
En este ámbito aparecen los primeros modelos o sistemas morales, mismos que responden a una
forma particular de concebir las cosas o de ver el mundo, entre ellos destacan el relativismo de los
sofistas y el intelectualismo de Sócrates.

4. Primeros sistemas morales.

4.1. El relativismo moral de los sofistas.


Los sofistas, es el nombre con que se conocen a un grupo significativo de intelectuales,
principalmente presocráticos, de los siglos V y IV a.C. que se distinguieron por la enseñanza de la
retórica y la preparación para alcanzar el éxito en la vida social por medio del dominio de una cultura
general a los hijos de la aristocracia de aquel tiempo. Por dedicarse a ello, son llamados los “primeros
maestros” y sus servicios eran costosos.
La palabra “sofista” tiene al menos tres acepciones (Fischl, 1984, pág. 54): en primer lugar, “sabio”;
segunda, “los que enseñan a otros la sabiduría” (fabricantes de sabios); y la tercera, por cierto, la más

5
peyorativa de todas, “tendero que trafica suciamente con la sabiduría, alcahuete de ella, cazador que
va tras los jóvenes ricos para sacarles el dinero o charlatán que engaña, trampea y seduce”.
Independiente de la forma en que los acuña la historia, este grupo de filósofos proponen el primer
sistema moral denominado relativismo. Los sofistas profesaban un relativismo universal, que en el
plano de lo moral tenía sus propios acentos.
Para ellos, todo valor moral depende esencialmente del punto de vista del sujeto que los tiene,
negando la existencia de normas morales universalmente válidas. Afirman que la relatividad no
afectaba los valores morales en sí mismos, sino únicamente a la conciencia humana de estos valores,
no a su vigencia objetiva, sino sólo a la forma histórica de expresión (Hirschberger, 1982, págs. 24-
27).
Se puede entender entonces que el relativismo moral es la “afirmación según la cual un juicio moral
no es de por sí verdadero (afirma que algo es correcto o bueno) o falso (afirma que algo es incorrecto
o malo), y que su verdad o falsedad no depende de las razones que lo sustentan, sino del estado de
ánimo subjetivo (relativismo/ subjetivismo) o de las costumbres culturales (relativis-mo cultural)”.
(Diccionario de Filosofía Herder, 1998).
4.2. El intelectualismo moral de Sócrates.
Un segundo sistema moral es delineado (no creó un sistema acabado) por Sócrates (469-399 a.C.), de
quién se dice es “el más poderoso fenómeno educativo en la historia de occidente”, cuya verdadera
grandeza y significación radica en la nueva base sobre la que asienta la ética (Fischl, 1984, págs. 64-
66), el propone el intelectualismo moral en total contradicción al modelo sofista.

En general, el intelectualismo moral es la tendencia a dar una importancia excesiva a la razón en


materia de ética. Para Sócrates la virtud es saber, el que mejor obra en cada caso es el que tiene
mejor inteligencia de la cosa, por tanto se puede enseñar la virtud y la ética se vuelve intelectualista.
A lo anterior se suma el conocimiento de si mismo, “conócete a ti mismo” resulta ser la máxima
obligación moral de la persona (Fischl, 1984, págs. 64- 66).
5. Antiguas escuelas griegas de la ética.
Los responsables de dar forma al sistema inacabado de Sócrates resultaron ser sus discípulos,
principalmente Platón y luego, en menor rango, los que conformaron las escuelas socráticas menores.
Todos ellos se caracterizaron por tener una orientación ética y recurrir a la dialéctica y mayéutica
socrática.
5.1. Escuelas socráticas menores.
Para Sanabria (1999, pág. 100), la herencia filosófica de Sócrates desapareció en las llamadas
“escuelas socráticas menores”, estas son: los Cínicos fundada por Antístenes de Atenas, los Cirenaicos
constituida por Aristipo de Cirene y los Megáricos organizados en torno a Euclides de Megara.
5.1.1. Los cínicos.
Antístenes de Atenas (445-365 a.C.), es el fundador de la escuela. La orientación moral de los cínicos
estuvo al servicio de una vida ascética y de desprecio a los bienes materiales. El sabio cínico afirmaba,

6
busca sólo la virtud y no desea ni los bienes ni los placeres, libre de todo y de todos, desprecia las
normas usuales de conducta social e importuna a los demás provocándolos con la absoluta franqueza.
Su doctrina puede explicarse a partir de los principios siguientes:
a. Autoarquía. Afirman que la auténtica virtud es vivir conforme a la naturaleza, donde los bienes
exteriores no contribuyen a la felicidad, ya que ésta solo proviene de los bienes del alma, llevando
hasta el extremo esta desvaloración convirtiéndolo en un desprecio ostentoso. Los cínicos
despreciaban el placer, que lo consideraban el mal si era aceptado como una guía de conducta.

La autarquía consiste, pues, en lo opuesto al nomos en cuanto que todas las costumbres regladas, las
creencias religiosas transmitidas por tradición y las leyes son opuestas a la auténtica naturaleza.

b. Repulsa a la civilización y al Estado. El cínico prefiere una vida natural y sencilla antes que participar
en el boato de una sociedad que se le aparece como inauténtica y en una cultura alienante y, quizás,
carente de los medios intelectuales de oponerse a ésta, adopta un estilo de vida chocante y
provocador. De esta manera, prefiere el modelo de la vida salvaje antes que el de una vida sometida
a las reglas de un rebaño ordenado pero embrutecedor (Diccionario de Filosofía Herder, 1998).

c. Vuelta a la naturaleza. Solo obedecen a la naturaleza y desprecian todo lo que tiene su origen en
las convenciones humanas, esta es la auténtica virtud. Juzgaban todo orgullo como un vicio,
incluyendo el orgullo en la apariencia, o limpieza.

5.1.2. Los cirenaicos.


Fue fundada por Aristipo de Cirene (435-355 a.C.), sus pensamientos y doctrinas fueron
sistematizados por su nieto Aristipo el Joven también conocido como Metrodidacto. Esta escuela ve
la felicidad o el bien mayor no en la virtud, sino en el placer, en este sentido podemos afirmar que
eran hedonistas que es la “concepción ética que considera que la consecución del placer determina
el valor moral de la acción. De esta manera el hedonismo identifica el bien con el placer, que pasa a
ser considerado como el fin último que persigue la acción humana”

(Diccionario de Filosofía Herder, 1998) Sostenían que por naturaleza, todo hombre tiene derecho al
placer, mensurable solo en grado y duración. Algunas tendencias al interior de la escuela misma llego
a identificarse con el placer corporal o sensible, opuesto a la noción de dolor, esto provocaba que
solo se admitiera como vía de conocimiento o captación la de los sentidos, rechazando la posibilidad
de una vía intelectiva. Rechazaban los preceptos que la religión impone a las personas, ya que ésta
prohibía y condenaba todo aquello que pudiese provocar placer, y vaticinaban como recompensa a
su práctica, la condenación y el castigo eterno. Ante esto mantenían que la naturaleza misma del
hombre lo lleva a buscar el placer.

5.1.3. Los megáricos.


Fundada por Euclides de Megara (450 – 380 a.C.), también es conocida con el nombre de escuela
erística “disputadores” por recurrir a los sofismas y finalmente como “dialécticos”. A diferencia de las

7
dos primeras escuelas que tienden a proseguir en la línea de la ética de Sócrates, esta escuela se
dirige al rescate del elemento dialéctico de la filosofía socrática (Fischl, 1984, págs. 70-71).

• Las doctrinas de esta escuela tienen por lo general un doble fundamento, por un lado el
pensamiento socrático y por el otro las ideas de la escuela eleata. En la medida en que
estuvieron influidos por los eleatas, opusieron tajantemente el mundo sensible, propio de la
mera apariencia, al mundo inteligible que consideran el propiamente real. Por otra parte,
Compendio de lecciones básicas de ética para futuros profesionales Edgard Ernesto Ábrego
Cruz 16 bajo la influencia socrática, buscan la verdad entendida como el bien, que está más
allá de lo inmediatamente presente. Fruto de esta unión es la identificación del bien con lo
uno e inmóvil de los eleatas, que se expresa con varios nombres: Dios, o la Sabiduría o el
Entendimiento (Diccionario de Filosofía Herder, 1998).

5.1.4. Escuela platónica.


La escuela se conforma en torno a la Academia fundada por Platón en el año 387 a.C. junto al bosque
o parque del famoso héroe Akádemos, de ahí su nombre, persistiendo hasta el año 529 d.C. La
academia enfatizaba el estudio de las matemáticas, principalmente la aritmética y la geometría,
aunque se distinguía también por la enseñanza de la dialéctica, astronomía, derecho y filosofía. Sus
métodos de enseñanza podrían considerarse innovadores para su época: diálogos, debates,
discusiones y lecciones magistrales tanto de Platón, como de discípulos aventajados y de
personalidades famosas que pasaban por Atenas.
Dos son los grandes expositores del esta escuela: Platón y sus discípulo Aristóteles, ellos son los
herederos preferentes del pensamiento socrático.

5.1.4.1. Platón.
La filosofía platónica parte de la cuestión relativa a la propia y verdadera esencia del bien o de los
valores morales, para ello, siguiendo el camino de la ética, conforma su “teoría de las ideas”.
Retomando las enseñanzas de su maestro Sócrates, al hablar sobre los valores los percibe como algo
independiente de la voluntad del hombre, de sus deseos y necesidades, de las inclinaciones e
intenciones subjetivas, algo que manifiesta como absoluto. Agrega que por encima de esto, en la
actividad moral del hombre, existe algo que afecta al hombre propiamente dicho, a su carácter y
sentimiento, observamos una cualidad de valor completamente distinta de la utilidad material y
subjetiva, es decir, una realidad de orden ideal, objetiva, que se impone a todos: la virtud.
En sus Diálogos mantiene que la virtud humana descansa en la aptitud de una persona para llevar a
cabo su propia función en el mundo. Platón considera el concepto de “lo debido”, como una esfera
de entidades ideales, una esfera de ser ideal. Al respecto afirma que “existen el hombre en sí, la
justicia en sí, el bien en sí, lo bello en sí.
En la tierra, en el espacio y en el tiempo, no existe justicia perfecta ni bien perfecto. Sin embargo, los
hombres no cesan de aspirar a mejorar sus leyes y se oponen constantemente a reconocer como

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justicia en sí algo relativo, sea el mero juicio o la mera voluntad de poder” (Hirschberger, 1982, págs.
32-40).
5.1.4.2. Aristóteles.
Nació en el año 384 a.C. en Estagira (Tracia), ingresa a la academia cuanto tenía unos 17 o 18 años,
permaneciendo como discípulo de Platón aproximadamente por 20 años.
Según él, todos los hombres aspiran a la felicidad, meta y fin de la vida y bien supremo por excelencia,
misma que concibe como una actividad que concuerda con la naturaleza específica de la humanidad
y que resulta del único atributo humano de la razón. Al respecto, “la recta razón es norma moral: lo
que es conforme a la razón es bueno; lo que repugna a la razón, malo” (Fischl, 1984, pág. 91).

Aristóteles mantenía que las virtudes son en esencia un conjunto de buenos hábitos, distinguiendo
dos especies de virtudes: virtudes intelectuales y virtudes morales. Las primeras, consisten en el
estudio de la verdad, en la ciencia y en la aspiración a la sabiduría y son consideradas por él,
superiores a las segundas. Por otra parte, las virtudes morales son hábitos de acción que se explican
a partir del término medio entre dos extremos, también conocido como principio de moderación. En
general, Aristóteles define el término medio como el estado virtuoso entre los dos extremos de
exceso e insuficiencia; así, por ejemplo se tiene la parquedad, entre avaricia y derroche; el valor, entre
cobardía y temeridad. Para Aristóteles, las virtudes intelectuales y morales son sólo medios
destinados a la consecución de la felicidad, que es el resultado de la plena realización del potencial
humano.

5.2. Escuelas helenísticas.


Circunscribir en el tiempo éste período siempre ha resultado un poco complejo, dado que en lo que
respecta a los hitos de inicio o finalización del período los historiadores aún no se ponen de acuerdo.
No obstante, se asumirá el tiempo circunscrito entre la muerte de Alejandro Magno en el 322 ó 323
a.C., (año también de la muerte de Aristóteles) para el inicio y su terminación a finales del s. III d.C.,
para ser precisos en el año 270 d.C. cuando sobrevino la muerte de Plotino.
El helenismo es propiamente el fenómeno de difusión del espíritu griego (lengua y cultura) en el
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ámbito del mundo oriental, difusión que supone una universalización de esta cultura, vehiculada por
el griego como idioma común, dentro no obstante de un proceso histórico de descomposición del
imperio macedónico, que pasa por las fases de desmembración, conquista de Grecia por Roma y el
surgimiento del imperio romano.
Esta época de profundas transformaciones sociales está marcada por la aparición de las llamadas a)
escuelas helenísticas y b) el florecimiento de la ciencia griega, así como por c) la decadencia de la
ciencia helenística (Diccionario de Filosofía Herder, 1998). Las Escuelas de éste período que más se
relacionaron con la ética son: los cínicos (quienes ya se abordaron entre las escuelas socráticas
menores), el epicureísmo y el estoicismo.
5.2.1. Epicureísmo.

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Es el conjunto de doctrinas conformada por Epicuro de Samos (341 ó 342 – 270 a.C.) y por sus
seguidores Colotes, Timócrates, Hermarco Idomeneo, Hedeira, Leonteso y principalmente
Metrodoro.
Sostiene la misma doctrina que los cirenaicos en torno al placer, al que consideran el valor supremo,
al cual se subordinan todos los demás. Para ello, seguían la regla de conducta práctica de “procurar
el máximo de placer con el mínimo de dolor” (Gutiérrez Sáenz,1996, pág. 141). Pero a diferencia de
la concepción hedonista de Aristipo que para él la felicidad era la suma de todos los placeres, Epicuro
trata de mejorarlo, apoyándose en la noción de naturaleza. El placer es visto como algo propio de
nuestra naturaleza humana, sin embargo, hace una distinción entre los diferentes placeres, invitando
aspirar a aquellos que fueran elementales para la vida y cuya práctica no fuera motivo de escándalo.
Según Escobar Valenzuela (2001, pág. 150) Epicuro clasifica los placeres en:
Placeres naturales y necesarios: Son aquellos que dan bienestar y paz al alma y evitan daños al cuerpo,
como el comer y el beber moderadamente.
Placeres naturales pero no necesarios. Los que nos permiten escoger, variar y preferir el placer, como
comer peras en lugar de manzanas, pan en vez de pescado.
Ni naturales ni necesarios. Éstos son insaciables, como la ambición y la sensualidad que son fuentes
del mal. El hombre sabio y prudente debe alejarse de ellos. Hay que sumar a la anterior clasificación,
la tesis de Metrodoro (íntimo amigo y discípulo dilecto de Epicuro), sobre el placer catastemático,
estos son los placeres naturales y necesarios propios de la entereza de ánimo, que se basan en la
privación del dolor físico y moral. En oposición al estoicismo sostiene que la virtud no es sino un medio
subordinado al placer.
5.2.2. Estoicismo.
Esta escuela fue fundada por Zenón de Citio (333 – 263 a.C.), ellos consideraba a la ética como la
tercera parte de la filosofía (la lógica y la física eran las dos primeras). La concepción de la ética se
construye en torno a la doctrina intelectualista del determinismo cósmico, ya que todo el universo se
encuentra, según ellos, regido por el logos, palabra que viene del griego legein, se traduce
habitualmente como razón, aunque también significa discurso, verbo y palabra. En cierta forma, pues,
significa razón discursiva que muestra su sentido a través de la palabra (Diccionario de Filosofía
Herder, 1998).
El uso adecuado de la razón, sostiene esta escuela, ha de permitir a los hombres equilibrar la
naturaleza humana con la naturaleza cósmica, pues es ésta la que ha procurar la adquisición de las
virtudes y con ello poder acceder a la felicidad. En este sentido, el sabio, es quien somete a la razón
los impulsos de las pasiones (consideradas nocivas para el ser humano). Por tales aseveraciones,
muchos consideran las proposiciones de ésta escuela como un simple idealismo ético.
Los grados más elevados de la vida estoica están sellados por la impasibilidad, que es un equilibrio y
serenidad completos enfrente de los afectos, las pasiones y las contradicciones de la vida. El estoico
tiene que renunciar a los placeres y soportar los dolores y penalidades propias (Gutiérrez Sáenz, 1996,
pág. 140).

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A manera de conclusión.
Éste es el recorrido histórico que ha tenido que transitar la ética en sus orígenes para germinar y
convertirse en la ciencia de hoy día. Puede constatarse su estrecha relación con el mismo
aparecimiento de la filosofía y como ésta es parte constitutiva de la misma. En los siguientes años,
cada corriente filosófica que se produjo permitió concebir nuevos sistemas éticos, tales como: la ética
formal de Kant, el utilitarismo, el determinismo, el vitalismo, el emotivismo moral, el decisionismo,
el consecuencialismo, el intuicionismo, el naturalismo, la ética marxista, la ética del superhombre, la
ética axiológica, la ética comunicativa, la ética de la liberación, entre otros.

6. Origen histórico de la moral.

Si se asume que la moral es un hecho social, es decir que ha estado presente en cada uno de los
momentos de la historia del hombre, independientemente del tiempo, la geografía, la cultura, etc.,
es decir, desde que el hombre vive en comunidad, la regulación de su conducta moral ha sido
necesaria para el beneficio de todo el colectivo.
En una mirada al pasado, se pueden encontrar pueblos, a lo largo de la historia, que no tuvieron un
lenguaje escrito o no conocieron monedas, pero un pueblo sin regulaciones morales nunca, aunque
no fuera de manera sistemática. Estas regulaciones han tomado diferentes formas: códigos,
costumbres, máximas, dichos, refranes, cuentos, leyendas, consejos, advertencias, proverbios,
parábolas, etc.
En el caso salvadoreño, bastan unos pequeños ejemplos para demostrar, como una proposición moral
se encuentra presente en los dichos y refranes que se utilizan de manera coloquial:
Dichos y refranes Comentario moral “Cómanse los nísperos y no atropellen el cacaste”
Es un llamado de atención que se dirige a un individuo para que alcance los beneficios que desea,
pero siempre que no impliquen un menoscabo o abuso del benefactor.
Serrano, Rosa Victoria. Refranes. Dichos y modismos salvadoreños. El Salvador. Editorial Clásicos
Roxil. 1997.
Dichos y refranes Comentario moral
“Machete, estate en tu vaina”
Le indica a una persona que no debe intervenir en algún asunto o conversación ya que no es su
incumbencia.
“Gallina que como huevo aunque le quemen el pico”
Sirve para referirse a una persona que reincide en una conducta inapropiada, aunque ya se le haya
hecho mención sobre la misma.
“Paciencia piojo que la noche es larga”
Se usa para recomendarle a una persona que tenga paciencia

“Ya va a ir con el pito y el tambor”


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Cuando de una persona no se espera reserva porque acostumbra a repetir todo lo que oye.
Seguramente, la mayoría que lean el contenido del cuadro anterior, si son jóvenes, a penas y
alcanzarán a distinguir dos de los dichos y refranes presentados, esto principalmente debido a que
las morales concretas, efectivas, se suceden y desplazan unas a otras. Por lo tanto, la moral es un
hecho histórico, y por tanto, la ética, como ciencia de la moral, no puede concebirla como algo dado
de una vez y para siempre, sino que tiene que considerarla como un aspecto de la realidad humana
que cambia con el tiempo (Sánchez Vásquez, 1998, pág. 33), algunas veces de manera acelerada y en
otros períodos, casi imperceptible.
Como afirma Ibarra Barrón (1998, pág.39), determinar el origen de la moral resulta una empresa
imposible.
Decir cuándo apareció, cómo surgió, cuáles fueron sus primeras características, resulta una labor que
nos llevaría a los mismos orígenes del ser humano.
Pero volvamos a lo que se planteaba al inicio de este apartado, desde que el hombre vive en
comunidad... ¿cuándo comenzó a vivirse en comunidad? La comunidad más simple es la que forman
dos personas y cuando éstos establecieron una relación, ya sea de caza, pesca, recolección, sexual,
etc., descubrieron los beneficios que le aportaban a ese pequeño colectivo.
Con la repetición de conductas beneficiosas, aparecieron las primeras costumbres, cuando éstas se
norman por medio de diversas reglas de comportamiento para regular la conducta individual en
beneficio del colectivo, entonces se puede decir que aparece la moral.
Así lo ve también Ibarra Barrón (1998, pág. 39) cuando dice que “En la medida que se generó la
interacción de unos grupos de personas con otros, la modificación en la manera de apreciar y valorar
los actos cambiaron, adecuándose a las nuevas necesidades, de esa manera y en lo sucesivo hasta
nuestros días, engendrándose la moral, como parte del devenir histórico – social de la humanidad”.

7. Desarrollo histórico de la moral.

Como afirma Guisán (1995, pág. 31) la moral no se acaba ni se pierde. Los hombres y la sociedad no
pierden una moral, sino una forma determinada de concretarse la moral, ya que ésta simplemente
consiste en múltiples manifestaciones que cambian con las circunstancias temporales, sociales,
políticas, económicas, educativas y de muy variada índole. De esta forma se van concretando a través
del tiempo diversas formas en que se vive la moral. En este sentido es más apropiado hablar de
períodos en que la moral sufre transformaciones aceleradas, y de otros períodos en que dichas
transformaciones y mutaciones se llevan a cabo de forma apenas perceptible dada su lentitud. Al
respecto, suelen distinguirse los períodos siguientes:
7.1. Moral primitiva.
Es la moral que comienza en los albores de la humanidad. En ella impera el colectivismo que borra
todo individualismo; las distintas actividades se realizan en común por los integrantes del clan, la
tribu: recolección de alimentos, pesca, caza, construcción de viviendas, etc.

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“Con su trabajo, los hombres primitivos tratan de poner la naturaleza a su servicio, pero su debilidad
ante ella es tal que, durante largísimo tiempo, aquélla se les presenta como un mundo extraño y
hostil. La propia debilidad de sus fuerzas ante el mundo que les rodea, determina que para hacerles
frente, y tratar de dominarlo, agrupen todos sus esfuerzos con el fin de multiplicar su poder”.
(Sánchez Vásquez, 1998, pág. 35)
La moral primitiva es consuetudinaria, se mantiene por la fuerza de la costumbre y se base en la ayuda
mutua.
7.2. Moral en la antigüedad clásica.
Tras el desarrollo de la agricultura, la ganadería y los oficios manuales se generó el aumento general
de la productividad del trabajo, ello se solidificó con la aparición de la fuerza de trabajo que
proporcionaban los esclavos. En esta nueva condición, surge la desigualdad de bienes y de clases. Con
la desigualdad de bienes se hizo posible la apropiación privada de los bienes y productos del trabajo
de otros, así como los antagonismos entre pobres y ricos (Sánchez Vásquez, 1998, pág. 38).
Corresponde a este período la moral de la cultura grecorromana, en el s. V a.C., hasta los inicios del
cristianismo y se caracteriza por una aceptación de la esclavitud y la propiedadprivada y el
menosprecio de la mujer, por ser considerada inferior.
La moral imperante es la desarrollada por “el grupo” de los hombres libres, cuyas virtudes tienden a
exaltar el espíritu cívico: fidelidad al Estado, el heroísmo y el valor mostrado en la guerra, la fiel
observancia de las leyes, y otros. (Lazarrini Núñez, 2003)
7.3. Moral de la sociedad feudal.

Entre los siglos V –VI d.C. surge una nueva sociedad cuyo régimen económico social se caracterizará
por la división en dos clases sociales: la de los señores feudales y la de los campesinos siervos. La
moral que en esta época se desarrolla, responderá a los elementos anteriormente citados de
economía y sociedad, pero se les agregará también el aspecto religioso, no hay que olvidar que el
cristianismo como tal se ha institucionalizado, principalmente a partir del siglo IV d.C.
Durante este período, surge una ética autoritaria, una nueva moral en la civilización occidental,
subordinada a la religión cristiana, la religión como la suprema legisladora de la moral, religión que
enseña la trascendencia del hombre, cuyo fin supremo es Dios.
Esta religión aconseja el ascetismo: la soledad, la penitencia, la represión de los instintos, el castigo
del cuerpo. No se evidencia un interés en la riqueza ni menos en una lucha contra la pobreza,
entendida como una preocupación más bien materialista que espiritual, predica con fuerza los valores
espirituales, un premio en la otra vida y una resignación ante la miseria e injusticia social en pos de
un premio en el más allá (Lazarrini Núñez, 2003).
Tal como afirma Sánchez Vásquez (1998, pág. 41), existe una pluralidadde códigos morales, a saber:
códigos de los nobles o los caballeros con su moral caballeresca y aristocrática; códigos de las órdenes
religiosas con su moral monástica; códigos de los gremios, códigos universitarios, etc.
7.4. Moral en la sociedad moderna.

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Tras la crisis de la edad media, que según algunos historiadores sobreviene a mediados del siglo XIV
d.C., se gestaron nuevas relaciones sociales a las que correspondieron una nueva moral. El
surgimiento de la burguesía, poseedora de nuevos y fundamentales medios de producción y de una
clase trabajadora (hombres y mujeres libres que por un salario vendían o alquilaban –durante una
jornada- su fuerza de trabajo), junto a los movimientos sociales que reinvidicaron un mercado
nacional único y un Estado centralizado surge una nueva concepción de moral.
La sociedad moderna se caracteriza por un individualismo exacerbado que cobra expresión en una
ética utilitaria.
Todo lo que es útil es bueno. El hombre, es considerado exclusivamente como ente económico, es
decir, como medio e instrumento de producción. Este principio de la utilidad no se circunscribe al
bien social, sino que su significado radica ahora en el deseo de satisfacer un apetito individual (lo que
es útil para mí).
Frente a la moral de la Edad Media, decididamente religiosa, la moral moderna asiste a una
decadencia de la fe. Existe el afán de crear una ética racional, independiente de la religión, de
sacudirse la ética autoritaria.
La modernidad reconoce como virtud la acumulación de dinero. Las relaciones humanas giran en
torno al afán de riqueza. El espíritu capitalista comienza advertirse ya hacia fines del siglo .XV d.C. El
objeto principal de la acción humana es la búsqueda de la riqueza y esto repercute en la moral:
engaño, desigualdad social, explotación etc. Por ejemplo:
Entre las virtudes más estimadas de la sociedad burguesa están: la honradez, el trabajo
(antiguamente propio de esclavos y siervos), fidelidad conyugal, patriotismo, etc.
La valentía y el arrojo, virtudes de antaño, fueron sustituidos por las virtudes de la escrupulosidad en
el cumplimiento de los contratos, el ahorro y la astucia de los negocios.
Del mismo modo la moral capitalista se hace ver por la confianza en sí mismo, el sentido práctico, la
veneración por el comercio y por la acción benéfica de las leyes de libre mercado y de la filosofía del
éxito.
Por lo tanto las virtudes más deseadas son: el sentido del ahorro, el aprecio al trabajo (laboriosidad),
la honradez, y la escrupulosidad en el cumplimiento de las obligaciones contractuales.
En este período, lentamente la ciencia reemplaza a la religión y se convierte en el factor principal de
la nueva mentalidad humana. La curiosidad intelectual y la confianza en uno mismo, de ser
totalmente dejadas de lado en la Edad Media, ahora pasaron a ser virtudes sobresalientes (Lazarrini
Núñez, 2003).
Se pasa, como diría Sánchez Vásquez (1998, pág. 44), de un método brutal de explotación ha otro
más científico y racional: la línea de producción o trabajo en serie; con ello se elevan un poco las
condiciones de trabajo y vida de las personas que laboran en las factorías. Últimamente agrega, se ha
pasado a otras formas de pretendida humanización o moralización del trabajo, donde se afirma
reconocer al individuo como persona, como parte vital de la empresa.

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8. Evolución social de la moral.
El aspecto que mejor caracteriza a la moral es su carácter social, esto lleva a asumir a la moral como
un producto de la evolución social del hombre, donde responde a necesidades particulares y
desempeña una función específica en ella. La moral sólo se ha desarrollado en el hombre, por tanto,
se encuentra ligado a las facultades relacionales y racionales de éste, por ello se puede decir que es
en sí misma, un fenómeno social.
En cualquier sociedad, como dice Sánchez Vásquez (1998, pág. 59), las personas asumen
determinados hábitos, costumbres, tradiciones, leyes, normas, principios y valores a los que por lo
general se subordinan y a partir de los cuales rigen su vida en sociedad. El hombre nace en un
contexto determinado, en un momento específico de la historia, donde estos hábitos, costumbres,
normas y valores se encuentran inconados, dejando a la razón y a la voluntad el adoptarlas de tal
manera que se conviertan en los principios rectores que dirijan la vida de éste en sociedad.
Un elemento que nos permite visualizar aún más la evolución social de moral estriba en que el origen
del actuar moralmente, radica en encontrar el “término medio” entre lo personal y lo social, entre lo
individual y lo colectivo. En este sentido, cada persona desarrolla sus propios intereses, los que no
necesariamente coinciden con los que la sociedad persigue, obrar moralmente implicaría hacer
concordar unos con otros. Al respecto Sánchez Vásquez (1998, pág. 59) afirma que “incluso cuando
se trata de la conducta de una persona, no estamos ante una conducta completamente individual
que solo afecte o interese exclusivamente al que la efectiviza. Se trata de una conducta que tiene
trascendencia de una u otra forma hacia los demás, y que, por esta razón, es objeto de aprobación o
reprobación de la sociedad”.

8.1. Función social de la moral


Parafraseando a Sánchez Vásquez (1998, pág. 59), se puede decir que la función social de la moral
consiste en regular las acciones de las personas, en sus relaciones mutuas, o las de la persona con la
comunidad, con el fin de preservar a la sociedad en su conjunto o a la integridad de un grupo social
en particular, con lo que se asegura el mantenimiento de un determinado orden social. Aunque el
orden social también se mantiene mediante el derecho y las regulaciones del estado, pero, mediante
las normas morales se persigue una integración de las personas en forma más profunda e íntima, por
convicción personal, consciente y libre.

9. ¿Qué es la moral?
La palabra moral viene del latín moralis y del griego mos, relativo a las costumbres. Se entiende como
el conjunto de normas, usos y leyes que el hombre percibe como obligatorias en conciencia. Su
estudio es objeto de la ética (Diccionario de Filosofía Herder, 1998).
Ese conjunto de normas, usos y leyes son prescritas por la sociedad a la que pertenece la persona y
su obligatoriedad de conciencia (aceptación libre y con conocimiento) busca hacerlo responsable ante
sí mismo y ante la sociedad que las establece. En este sentido, la moral puede ser entendida como el
conjunto de normas, usos, leyes o costumbres (mores) establecidas por la sociedad, que rigen la
conducta individual y social de los hombres.
Según Escobar Valenzuela (2001, pág. 40), existen algunos elementos que pueden destacarse del
concepto de moral: ésta contiene, ante todo, un conjunto de normas, sin las cuales no es posible
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concebirla. Estas normas tienen como propósito regular la conducta del hombre en la sociedad;
además, deben ser realizadas en forma consciente y libre, e interiorizadas por el sujeto; mediante
ellas, el individuo pretende llegar a realizar el valor de lo bueno.

10. Moral y moralidad.


Un hecho innegable es la existencia de un conjunto de conductas y realizaciones humanas que están
afectadas por el carácter moral, éstas se reconocen como el “hecho moral”, que se han sucedido
históricamente a través del tiempo, tal y como se hacitado anteriormente.
Si retomamos los conceptos acuñados de moral, se percibirá con facilidad la existencia de dos planos
o niveles de la moral: uno teórico – normativo y otro fáctico – efectivo o real.
Es decir, uno referido al “deber ser” (ideal) y otro al “ser” (real), o lo que es lo mismo al “deber hacer”
y al “hacer realmente”.
Al primero de estos planos o niveles, estaría referido el concepto de moral, mientras que al segundo,
el de moralidad.
La “moral” designaría el conjunto de principios, normas, imperativos o ideas morales de una época o
una sociedad, en tanto que la “moralidad” haría referencia al conjunto de relaciones efectivas o actos
concretos que cobran un significado moral con respecto a la moral dada (Sánchez Vásquez, 1998, pág.
57).
Al plano normativo pertenecería la norma de derecho, que ordena y manda cómo debe comportarse
la persona; mientras que al fáctico pertenece la norma de hecho, es decir los actos concretos que se
realizan conforme a las normas establecidas.

11. Ética y moral.


A pesar de la sinonimia de los términos latino “ethos” y griego “mos”, el desarrollo histórico de la
filosofía práctica los distingue.
Tradicionalmente, el término moral se utiliza para referirse al conjunto de reglas, normas, mandatos,
tabúes y prohibiciones que regulan y guían la conducta humana en la vida cotidiana, así como las
normas internas que rigen al sujeto. En términos generales, la moral se asocia con el contenido de las
normas, los juicios de valor, las instituciones morales: la moral vigente, se encuentra en el nivel de lo
fáctico.
En cambio la ética, como lo afirma Carvajal (o.c. Eso que llamamos ética): se usa para designar a aquel
saber teórico (ethica docens) que reflexiona sobre la moral vivida, ya sea para ponerla en tela de
juicio o justificarla. Por esta razón, también se la denomina moral pensada. La ética es pues aquella
disciplina que indaga sobre la finalidad de la conducta.

Tema 2. El problema de los valores.


El presente compendio es una recopilación del libro Crisis de valores en la sociedad actual de Carleth
Acosta.

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2.1. Crisis de valores en la sociedad actual.
En la actualidad, es muy común escuchar frases como: "se están perdiendo los valores", "existe una
pérdida total de valores", "en mis tiempos están cosas no pasaban". Por lo general, estos comentarios
corresponden a la pérdida de valores morales y sociales.
Cada ser humano tiene una concepción distinta de lo que son los valores morales, lo que, para algunos
es moral para otros puede ser inmoral. Los valores se conciben de acuerdo con los parámetros y
necesidades de cada sociedad, es decir que no hay una definición objetiva al respecto sino que todo
es relativo. Sin embargo, siempre lo relacionamos con el lado bueno, perfecto y valioso. La moral y la
ética, son inherentes al ser humano. Los seres humanos vamos interiorizando los valores morales
desde el núcleo familiar, generalmente con el ejemplo. A medida que maduramos y crecemos como
personas nos vamos familiarizando con otro tipo de valores, entonces comenzamos a interiorizar los
valores sociales.
Sin embargo, a medida que avanzamos de generación en generación vemos como los valores han
perdido valor dentro de las sociedades. Vemos como los jóvenes van perdiendo el respeto a sus
mayores y como le dan valor a temas tan superfluos como la moda, la vanidad, la superioridad.
Perdiendo así, el sentido de cooperación con sus semejantes. Todo esto juega un papel protagónico
en la crisis social por la que atraviesa el mundo entero y en especial nuestro país. Debido a los altos
índices de delincuencia, embarazos precoces, niños en situación de calle, tráfico de drogas y
prostitución, entre otros tantos males que nos agobian.
En el presente informe se presentará un análisis exhaustivo sobre la pérdida de valores en la sociedad
actual sus causas, consecuencias y de qué forma podemos fomentar valores positivos para rediseñar
nuestra sociedad actual.

• Definición de términos
Antes de comenzar a profundizar en el tema que nos atañe, se quiere hacer una pequeña definición
de los términos que más se emplearan durante el desarrollo del presente informe.
Los valores: son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función de
realizarnos como personas. Son creencias fundamentales que nos ayudan a preferir, apreciar y elegir
unas cosas en lugar de otras, o un comportamiento en lugar de otro.
También son fuente de satisfacción y plenitud.
Entre los valores más comunes se puede encontrar:
Los valores humanos: son aquellas virtudes a las que asignamos tanta importancia, que no podemos
ponerle precio, permitiéndonos orientar nuestras decisiones y conducta ante la vida.
Tipos de Valores Humanos:
Moral: es el conjunto de reglas que se aplican en la vida cotidiana y todos los ciudadanos las utilizan
continuamente. Estas normas guían a cada individuo, orientando sus acciones y sus juicios sobre lo
que es moral o inmoral, correcto o incorrecto, bueno o malo.

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Ética: es la rama de la filosofía que se ocupa del estudio racional de la moral, la virtud, el deber, la
felicidad y el buen vivir. Requiere la reflexión y la argumentación. La ética estudia qué es lo moral,
cómo se justifica racionalmente un sistema moral, y cómo se ha de aplicar posteriormente a nivel
individual y a nivel social. se define como el arte de vivir, el saber vivir, por lo tanto es el arte de
discernir lo que nos conviene (lo bueno) y lo que no nos conviene (lo malo). Proviene del latín ethicus,
que significa "costumbre".
Como se puede apreciar la ética es diferente a la moral, porque la moral se basa en la obediencia a
las normas, las costumbres y preceptos o mandamientos culturales,jerárquicos o religiosos, mientras
que la ética busca fundamentar la manera de vivir a través del pensamiento humano.
Sin embargo todos estos conceptos están entre lazados entre sí, los mismos son los responsables de
la construcción de la base que guiará la conducta del hombre, determinando su carácter, altruismo y
su comportamiento dentro su sociedad. Moldeando su conducta con la implementación de valores
sociales que poco a poco lo convierten en un buen ciudadano, respetando sus derechos y cumpliendo
con sus deberes.

2.2. Perdida de valores.


Uno de los mayores problemas de la sociedad actual, es que carece o no quiere respetar los valores
morales, que representan la guía o el código de reglas que son necesarias para la mejor convivencia
colectiva. En consecuencia, si no tratamos de conducirnos en nuestra vida cotidiana, tomando como
referencia estas reglas morales o de conducta, estaremos viviendo en iguales condiciones que en
aquellas etapas de la historia humana, donde prevalecía la violencia, la inmoralidad, y el libertinaje
como forma de vida, sin medir los resultados de tales acciones.
En los últimos años se ha hecho frente a una gran disminución de valores sociales y morales. Estas
conductas son antisociales y deshumanizadas pero desafortunadamente cada día que pasa se están
instalando más dentro de la sociedad actual.
Conductas llenas de odio, egoísmo, violencia e indiferencia ante el prójimo, son nuestro día a día. La
razón de esto, quizás sea responsabilidad de nosotros mismos, ya que poco a poco el ser humano se
ha deshumanizado, convirtiéndose en una maquina presa del stress diarioy aupado por la tecnología
dejando de lado el convivir cara a cara con sus semejantes.

2.3. Evolución Histórica.


Los grandes movimientos sociales de la historia se han forjado debido a las crisis de valores que el ser
humano ha experimentado a lo largo de la historia, desde los tiempos del Génesis, cuando Abraham
escribió los Diez Mandamiento de Dios, pasando por las cruzadas religiosas, la Revolución Francesa,
la cual trajo consigo un cambio de pensamiento inspirada y fundamentada en el pensamiento de Rene
Descartes, caracterizándose por la racionalización de la existencia. Generando movimientos
independentistas en el continente americano, luego la Revolución Industrial, la cual se caracterizó
por el despertar económico y el cual, trajo consigo muchos adelantos y mejoramiento de la calidad
de vida de los individuos. Hasta llegar a la era contemporánea, aquí la historia se topa a las Grandes
Guerras Mundiales y el genocidio liderado por Hitler, el cual correspondió a la falta de nacionalismo
que vivía el pueblo alemán en ese entonces y al desbastador impacto moral que significo haber

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perdido la PGM. En la década de los 60, proliferan los movimientos juveniles que se levantaron a favor
de la Paz Mundial, con las consignas de "no más guerras" y "paz y amor", liderados por la legendaria
banda musical "Los Beathles", quienes con sus baladas compuestas de letras con fuertes críticas al
sistema mundial y con su particular estilo de concebir la vida, causaron un revuelo total. El cual es
considerado por muchos conservadores como el inicio de la decadencia de los valores sociales hasta
llegar al siglo XXI, llamado por los historiadores la era postmoderna; en la cual se puede observar una
fuerte crisis de valores, enmarcada en una violencia generalizada en el individuo, sentimientos de
superioridad, vanidad, egoísmo, indiferencia, entre otros tantos que sumergen a la era actual en la
amoralidad.
El siglo XX se caracterizó por importantes hallazgos, es conocido como el siglo de las luces, del triunfo
y del desarrollo de las fuerzas económicas y sociales. El cual si se enfoca desde la perspectiva
científica, se puede visualizar una importante victoria sobre la ignorancia y la servidumbre por medio
de la ciencia y de las diferentes doctrinas sociales que tenían como finalidad la búsqueda de la
felicidad del ser humano; y que equivocados o no, y a pesar de que implicaron terribles guerras,
siempre tuvieron como objetivo el bien común, inspirados en la razón y en la validez de los viejos
valores morales y éticos.
Si lo enfocamos desde la perspectiva religiosa, está a lo largo de la historia se ha manifestado en
contra de la ciencia, alegando que esta última ha apartado al ser humano de los valores inculcado por
Dios. Adelantos como los preservativos han sido fuertemente criticados por la iglesia, argumentando
que, eso es lo que ha traído tanta promiscuidad en el ser humano y que los poderes económicos han
corrompido al hombre postmoderno originando tantas guerras las ansias de dominar al mundo y
poder demostrar quién es el más fuerte. Sin importar que Jesús murió en la cruz, derramando su
sangre para limpiar los pecados de la humanidad.
Lo que da la idea de que, el hombre moderno centró entonces su atención fundamental en la gente,
descubrió la naturaleza de las cosas, adapto nuevas culturas, asumiendo una posición científica
positiva y abandonando a Dios como el centro absoluto de universo.
Según Eladio Urbina (profesor de filosofía de la universidad de Medellín) "los hombres modernos se
identificaron con Prometeo, el dios griego que por haber entregado el fuego a los hombres debió
transcurrir el resto de su existencia encadenado a una roca".
El hombre postmoderno, ha abandonado las enseñanzas de sus antepasados y decide vivir su
presente con una actitud despreocupada, para que no le pase lo mismo que a Prometeo.
El postmodernismo, se puede definir como el tiempo del "YO". Tras la pérdida de confianza en los
proyectos de transformación de la sociedad, el hombre actual piensa que sólo cabe concentrar los
esfuerzos en su realización personal y comienza a sentir que es posible vivir sin Ideales. Lo importante
es conseguir dinero, mucho dinero, no importa cómo; disfrutar la vida al máximo y comparase autos,
joyas, ropas, mansiones y cosas que llenen su vanidad y lo hagan sentirse superior a los demás. Es
muy triste ver esto, ya que, el pilar fundamental de la sociedad ha pasado a un segundo plano, es
decir, el hombre de hoy abandona a su familia para poder llenar todas sus vanidades. Convirtiendo a
Narciso (el hombre enamorado de sí mismo, que deja transcurrir su tiempo admirando su imagen en
la fuente) en el signo de esta era postmodernista.

19
2.4. Causas y Consecuencias.
La crisis por la que atravesamos no es una crisis de valores en sí, sino del sentido de éstos y de nuestra
aptitud para gobernar y orientar los actos humanos. La descomposición social que se vive en la
actualidad, abarca todos los ámbitos de la vida diaria. Comienza desde el ejemplo que dan los
gobernantes terminando con el comportamiento del niño en el colegio.

Aunque parezca un sin importancia y fácil de resarcir, no es así. Es totalmente lo contario, es un tema
transcendental para vida humana en general y que se encuentra en todos los rincones del planeta
tierra.
Un ejemplo palpable que se vive en la sociedad actual venezolana, son los casos de corrupción
suscitados mayormente en el entorno político y que brindan un pésimo ejemplo acerca de lo que es
el verdadero servicio público, pues lo único que hacen es "servirse del público". El venezolano ha sido
testigo de como los médicos y enfermeras sustraen material quirúrgico de los hospitales, sin importar
que esto significa dejar a un paciente sin la oportunidad de utilizar ese material. De tantas veces que
se repite esta conducta ya el personal sanitario lo considera normal; y así como este hay un sin
número de casos, que no vale la pena traer a acotación porque se tendría que escribir un libro al
respecto.
Media humanidad sufriendo de hambre y la otra mitad de obesidad. A nivel individual disminuye o
desaparece el aprendizaje y el gusto por la educación, cultura, respeto por los semejantes y la
satisfacción de los sacrificios recompensados con el éxito. Para los jóvenes de hoy es más fácil robar
y pelear, que el trabajar honestamente por lo que, se quiere lograr.
Se vive en un constante irrespeto hacia los derechos del otro y en especial si este es una persona
mayor. Aunque suene dramático, mucha gente se pregunta a donde iremos a llegar.
Quizás la razón vez la razón fundamental del vacío de los valores, no sea otra que el haber condenado
al sentimiento a un papel secundario en nuestro trato con los hombres y las cosas.
Valores sigue habiendo, puesto que algo tiene que orientar las preferencias y elecciones de los seres
humanos. Pero son valores fácticos llamados valores de mercado (todo en la vida reside en un
interés), lo cual no distingue entre lo categóricamente bueno o malo, ni entre lo justo o lo injusto.
Nunca los valores fueron tan mudables, tan dependientes de intereses extraños a las cosas mismas,
sujetos a modas y caprichos imprevisibles.
El vacío de los valores, es el vacío de unos imperativos cuya razón de ser no es nada obvia.

¿Por qué? Porque la racionalidad económica y pragmática lo han invadido todo. Nada vale por sí
mismo, sino por su utilidad. El otro no es de entrada, un ser humano, sino un probable competidor.
La obra de arte no se deslumbra por su belleza, sino por la ocasión de invertir que representa. Estudiar
no es un placer, es un trámite para ganar más dinero. Solo lo numérico y cuantificable -lo aparente
en suma- es objeto de complacencia.
La comunicación interpersonal languidece y sé y se torna cada vez más irrelevante, ahora todo lo
hacemos a través de los dispositivos móviles. A su vez, las personas se convierten en consumidoras
de palabras sin un ejercicio activo del lenguaje. Es decir, no es, que pierda la capacidad de pensar con

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un lenguaje propio sino que su pensamiento necesita cabalgar sobre el pensamiento ajeno; mejor
dicho, piensa con el pensamiento de otros, que es lo mismo que no pensar. De este modo, la vida
social se convierte en el pelotón sin resistencia a las órdenes de quienes ofrecen discursos
interesantes. Los jóvenes necesitan valores que den sentido a su existencia y que vayan guiando sus
pasos por los caminos de la plena realización. Para ello tienen que hurgar en los entresijos de la
cultura. Casi todas las culturas han aceptado los conceptos de amistad, amor, justicia, paz,
solidaridad, buen entendimiento, fraternidad.
Hay que elevar todo lo hermoso, bueno, verdadero, justo y bello que vemos en la humanidad para
consolidar la paz y la buena convivencia. son los medios de comunicación, en gran medida, los
responsables de estas transformaciones, ya que ellos han permitido la salida a la superficie de las
voces de todas las culturas, de todos los subgrupos, los cuales llenan de agresividad y libertinaje las
pantallas de los televisores, los diarios y las radios, influyendo considerablemente el comportamiento
actual. Lo que ha llevado a buscar la libertad de hacer la mí voluntad, sin respetar los derechos del
otro, exigiendo con violencia lo que ellos entienden "su verdad y sus derechos". La violencia que se
ve en el cine, la televisión, internet, y también en la calle, la cual se suma a una educación familiar,
cada vez más devaluada debido a las ocupaciones laborales de ambos padres, para poder otorgarle a
sus hijos una calidad de vida que no incluye el amor ni la comunicación entre padres e hijos.
Día a día, se ve la mentira descarada en los medios de comunicación. Las noticias son adaptadas a las
convicciones o necesidades de cada uno. Las mismas dejan de ser imparciales. A esto se le puede
sumar, el mal uso de recursos tecnológicos estupendos, como el internet usado para pornografía
infantil y prostitución explícita entre otros muchos usos inadecuados mientras algunos se ocupan de
crear distintas formas de destruir equipos e información a través de virus, gusanos u otros recursos.
La aceptación de la vulgaridad, la grosería y la agresividad en todos los ambientes con la excusa de la
valoración de lo popular. El hombre postmoderno obedece a juicios múltiples y contradictorios entre
sí. Apareciendo cierta desvalorización de la ciencia y de quienes la cultivan. Solamente la tecnología
parece valorarse. Se afirma que por internet se puede estar al tanto de cualquier cosa, sin necesitar
largos años de formación. Y se duda de lo científico, produciéndose como compensación un retorno
a lo esotérico y a lo religioso con una explosión de lo sobrenatural y de las ciencias ocultas (la
astrología, los horóscopos, la quiromancia, las cartas astrales y hasta la vieja alquimia retornan). No
hay prejuicios de aceptar explicaciones por más irracionales que éstas sean. Van junto con lo
científico, o a veces por delante. En lo religioso se estructura un mundo metafísico. Mezclando en un
"vale todo" ideas cristianas, judías, hindúes científicas, urbanistas, etc. Es que buena parte de la
sociedad no estaba preparada para la desaparición y de los límites impuestos por las religiones. Es
necesario que los valores morales sean asumidos por la conciencia individual y no todos dispuestos a
hacerlo. Por lo contrario esto lleva a la pérdida de los valores humanos, enfrentando crisis económicas
mundiales tal como se está sufriendo en la actualidad por la ambición desmedida, sin ética alguna y
sin control, por parte de especuladores inescrupulosos. Políticos que engañan y que entre muchas
otras cosas permiten por ej. La venta de armas a países pobres con conflictos internos o guerras
abiertas mientras se desgarran las ropas por la existencia de las mismas y rechazan a los inmigrantes
que logran acceder a sus tierras. Los policías corruptos.
Autoridades policiales traficando armas y drogas.

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Drogadicción incluyendo alcoholismo en niveles nunca conocidos con total indiferencia.
Hoy no se sale a divertirse, se sale a "emborracharse". Degradación del medio ambiente en que
vivimos a niveles inaceptables debido a la ambición desmedida de algunos con un total desinterés del
bien de la mayoría y del destino del propio planeta.
La crisis de valores que vivimos en la actualidad, se manifiesta en todos los aspectos de la vida
humana: en el modo de hablar, de relacionarse, de vestirse, en la forma en que se quiere acumular
todo, ya sean posesiones materiales, información o hasta gente, y también en el ambiente laboral.
Sin embargo, el ser humano entre más tiene, más vacío se siente, ya que el consumismo exagerado
lo aleja de los valores y principios morales que son la base de su existencia.
Cada vez es más notable la tendencia general de la sociedad hacia el consumismo, las personas valen
de acuerdo con lo que tienen sin importar cómo lo hayan conseguido. Es muy claro que vivimos en
una sociedad demasiado egoísta, que no se da cuenta o, más bien, no darse cuenta de la falta de
solidaridad y de justicia social entre los seres humanos. Esto a la vez fomenta el individualismo, y el
egoísmo, ya que cada persona se preocupa sólo por sí misma y por tener cada vez. Si ella está bien
no le importa si los demás lo están o no.
Otro aspecto importante dentro de esta crisis de valores es el predominio de la actividad cerebral y
el poco desarrollo de las emociones; lo cual se fomenta día con día por la enorme cantidad de
información con la que se cuenta hoy a través de los medios de comunicación, la tecnología y el
internet.
Los valores, no sólo son una cuestión personal, sino que repercuten en todos los ámbitos de la
sociedad. Ésta es la razón por la que una crisis de valores a nivel personal se refleja en la sociedad en
su conjunto y se constituye en un problema social, del cual se deriva una serie de acciones y conductas
poco éticas que vemos día a día en nuestro entorno, tanto en la política, la economía y por supuesto,
en las organizaciones, tanto públicas como privadas.
La problemática que ha originado esta crisis de valores tiene su origen en la infancia, ya que es en
esta etapa cuando se forjan muchos de los valores que dirigirán la vida de una persona, y es por esto
que resulta de vital importancia que los niños reciban en sus familias y en las escuelas una educación
integral, centrada en la persona como ser único e irrepetible. De esta manera, al pasar los años y
convertirse en adultos, esas personas serán capaces de desarrollar un pensamiento ético y tendrán
una visión diferente de la vida.
El respeto, es una de las bases de la moral y la ética, consiste en valorar a los demás, considerar y
reconocer la dignidad de cada persona como tal, y no solo de los jóvenes a los mayores. Esta falta, la
cometen también muchos mayores, que consideran que por el solo hecho de serlo les compete el
derecho de irrespetar a cualquiera.
El respeto es, por tanto, un derecho y también una obligación, es un derecho en que todos podemos
y debemos exigir un trato de los demás acorde con nuestra dignidad como personas
independientemente de la edad. Y también es una obligación, ya que se debe también actuar de la
misma manera con los demás Se puede ver a diario en las carreteras y autopistas a conductores que
para satisfacer su ego llegan a poner en peligro su propia vida y la de los demás, para adelantarse al

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que va correctamente por su canal. Eso es una falta de respeto, la falta de consideración al descanso
de los demás, la música a gran volumen, esto también se puede constatar a diario y en cualquier
estrato social, lo vemos en los vecindarios a toda hora, en el transporte público, sin tener la más
mínima consideración con las personas que vienen cansadas después de una ardua labor de trabajo.
El respeto es una relación bidireccional, no sólo se debe aplicar a las personas, sino también al medio
ambiente, a los animales, plantas, a los bienes y servicios públicos y a todo aquello que rodea el
entorno del hacer diario.
Una persona respetuosa difícilmente lo veremos dejando basura en las aceras o botando papeles en
la calle, tampoco maltratando a alguna planta o animal, ni mucho menos gritándole a una persona
mientras oprime la bocina de su auto, durante una tranca del tráfico.
Los medios de comunicación, han sido en gran parte uno de los facilitadores principales de la crisis
de valores. Debido a su contenido netamente comercial. Citando como ejemplo los medios
venezolanos, los cuales dentro de sus parrillas de programación no establecen programas educativos
ni de concientización a la sociedad. Lo único que les importa es ganar rating y anunciantes,
transmitiendo en su mayoría programas amarillistas, moda y farándula. Consolidando así los valores
banales del ser humano.
Actualmente la violencia se ha incrementado en todo el mundo y en gran parte es debido a la
influencia de tantos programas que muestran distintos tipos de violencia y en distintos grados,
comenzando desde la violencia verbal, domestica, psicológica y finalizando con la violencia ampónil
de los jóvenes en las calles. Estos programas sin ánimo de exagerar, están potenciando las mentes de
los nuevos asesinos, que planifican un crimen a sangre fría sin el más mínimo temor a Dios, ni
teniendo en cuenta la moral y buenas costumbres de la sociedad. Simplemente copian modelos de
crimines y atracos según lo que perciben y convierten a personajes malévolos de la historia como el
narcotraficante Pablo Escobar en sus ídolos.
Este tipo de programas son transmitidos por televisión abierta siendo los más populares entre la
población de escasos recursos económicos. La televisión en la actualidad juega un papel
determinante en la sociedad, ya que por la situación económica y el alto índice de madres solteras,
esta se ha convertido en las nanas de la nueva era, debido a que los padres están ocupados trabajando
y sientas a sus niños frente al televisor, sin percatarse de lo que están viendo.
Las telenovelas y series venezolanas, Compiten con la educación impartida en los colegios y en los
hogares. Creando patrones de irrespeto a los padres y profesores, inculcando valores como la envidia,
promiscuidad, deslealtad y la mentira, entre otros tantos.

2.5. La nueva sociedad.


Es imprescindible rediseñar y volver a educar a la sociedad, empezando desde los niños que son el
pilar fundamental del futuro. Debemos introducir en las primeras etapas de la educación asignaturas
donde se siembren valores sociales; haciendo renacer conductas morales y éticas.
Para tener una concepción positiva de la vida, hay que empezar por respetarse a uno mismo, es lo
que llamamos el autorrespeto. El autorrespeto está muy ligado a la autoestima.

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Para querer y respetar a los demás, se debe comenzar por quererse y respetarse así mismo, así como
también se debe respetar al medio ambiente. No se puede seguir buscando responsables de la
violencia, más bien asumir compromisos sobre que podemos aportar para minimizarla. Incentivar el
amor entre los semejantes y no el odio. Fomentar el amor a la patria y a la familia. La familia es la
base de la sociedad.
Incentivar no solo en los colegios sino en los foros sociales valores tales como la amistad, cooperación,
justicia, equidad, confianza y tolerancia. Que estos valores sean tomados en cuenta como premisa
del trabajo en equipo de las comunidades.La religión también es parte fundamental de la sociedad,
el ser humano debe mantener creencias religiosas y sentir temor al castigo moral.

Tema 3. Ética y deontología profesional.


El presente tema es una recopilación de libro “Ética - Guía Didáctica” de los profesores María Luján
González Portela y Roberto Carlos Cuenca Jiménez.

3.1. Los códigos deontológicos.

El experto en Deontología Periodística, Porfirio Barroso, da una definición de código deontológico


muy acertada:

Un código ético o deontológico es el conjunto de principios de conducta, derechos, deberes y normas


profesionales emanados de los propios profesionales o de una empresa u organización determinada,
cuyo cumplimiento se asume voluntariamente. Por otro lado, es el conjunto de creencias y valores
que una organización profesional considera válidos, y representan una forma de entender la
profesión y una orientación sobre el modo de practicarla. Disponer de un código ético es uno de los
símbolos que distingue a un determinado trabajo como profesión, y es el modo en que los
profesionales de un sector económico reconocen el servicio social que cumplen y la manera de asumir
su responsabilidad frente a ello10

Profundicemos, ahora, un poco más en ello y desarrollemos con más amplitud cuáles son las
funciones de los códigos:

a) El reconocimiento público de la dimensión ética de una profesión o actividad por parte de los
mismos que la llevan a cabo. Frente a una concepción meramente tecnicista o de rentabilidad de lo
que es ser un buen profesional, con la aprobación de códigos se intenta revalorar la profesión por su
dimensión moral y al profesional por la ejemplaridad ética en su trabajo. En este sentido, los códigos
también sirven de tarjeta de presentación del grupo de profesionales frente a su cliente para que este
lo identifique.

En el caso del periodismo, existe la tendencia a entender por profesionalidad el dominio de técnicas
y herramientas, aparejado a la rentabilidad y al éxito, sin tener en cuenta el cultivo de las virtudes
profesionales. Por la rutina del trabajo diario siempre está el riesgo de deshumanizar el trabajo. Esto
es bastante peligroso teniendo en cuenta la dimensión eminentemente humanista de algunas

24
profesiones como la abogacía, la sicología, la educación, el periodismo, que actúan directamente
sobre la vida de las personas y sobre asuntos muy delicados de las mismas.

b) Especificar los contenidos morales concretos de una profesión, es decir, las normas y obligaciones
que tienen que guiarla. Esta labor prescriptiva de los códigos tiene varios objetivos. Por un lado,
conocer los aspectos éticos de la profesión permite a los profesionales tener un punto de referencia
para los problemas que se le presentan. Por otro lado, la existencia de códigos combate el relativismo
y el subjetivismo pues exigen consensuar un marco común ético de valores, principios y normas a
partir de los cuales dialogar y discutir. Por último, los códigos van acumulando e incorporando
contenidos y problemas éticos a medida que se van actualizando y de esta manera van constituyendo
un acervo o patrimonio moral de la profesión, reflejando el progreso ético de la misma.

En este sentido, los códigos tienen la virtualidad de ir construyendo una sensibilidad hacia los valores
éticos y profesionales, sobre los cuales ir formando la conciencia moral personal. Sin esta educación
de la conciencia moral carecen de sentido y de eficacia los códigos y la ética profesional sería algo
puramente teórico. Aquí radica la gran importancia de los códigos y es que “recuerdan, orientan y
disponen” al profesional a ir formándose esa verdadera personalidad ética, ese Ethos profesional con
el que no nacemos y que hay que irse apropiando con el ejercicio de actos y hábitos virtuosos.

c) La existencia de códigos en una profesión ayuda a una persona a defenderse mejor de las presiones
externas, es decir, de la presión de los intereses o bienes extrínsecos que ya hemos mencionado
(dinero, poder, prestigio, estatus) y a la profesión en sí a hacerse valer y respetar frente a los
condicionantes externos.

d) Compromiso de una profesión de llevar a cabo su misión de una forma moral y digna. La
formulación y adopción de códigos implica reconocer que una profesión debe mejorar y estar en
continua vigilancia sobre las prácticas éticas de sus actividades. Por ello, “comprometerse a trabajar
de acuerdo con un código de ética es la señal más evidente de la reivindicación de un estatus social
mejor por parte del profesional”.

e) Espíritu de servicio. Los códigos deontológicos no pueden servir para reforzar un espíritu gremial
entendido como defensa de unos privilegios de clase, o como incremento del poder de las
agrupaciones profesionales. La motivación de los códigos deontológicos tiene que ser hacer mejores
profesionales para servir mejor a la sociedad, es decir, potenciar el espíritu de servicio.

Tema 4: Ética Laica – Pública.


El presente compendio es una recopilación del documento Ética y Función Pública de María Paula Romo
(pág. 1 – 4).

“La ética es una parte de la filosofía que estudia el tema de la moral, es decir, sobre el hecho de que
unas cosas sean buenas / aceptables / deseables, y otras no. En este sentido, la ética es materia de
expertos y filósofos; sin embargo, también hay un debate ético sobre la praxis cotidiana; el intento
de averiguar cómo actuamos los seres humanos, desde qué motivaciones y a qué apelamos para
explicar nuestro sistema de valores y comportamientos”.

4.1 Ética pública: ética de mínimos.

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Durante mucho tiempo las ideas morales y éticas estuvieron directamente ligadas a una concepción
religiosa, fundamentada en esos preceptos y sólo posibles en concordancia con ellos. El surgimiento
de una ética “laica” o “civil” es relativamente reciente. Algunos autores sostienen que es durante los
siglos XVI y XVII que en Europa se debate sobre unos principios que permitan la convivencia de
quienes vienen de distintas tradiciones o prácticas religiosas.

Por un lado, el reconocimiento de la libertad de cultos como un derecho humano y, por otro, la
construcción de sistemas de justicia independientes de las estructuras religiosas (los Estados laicos
en reemplazo de los Estados confesionales) en el Occidente, dan ocasión a profundizar el debate
sobre los contenidos de una ética que pueda ser compartida por fieles de distintas religiones y –a la
vez- por individuos no religiosos. Es a esto que se conoce como ética civil o ética de mínimos.

La importancia de comprender el alcance de esta ética civil resulta también imprescindible como
fundamento del sistema democrático. El pluralismo, que es uno de los pilares de la democracia, no
puede ser confundido con subjetivismo moral; de hecho, es inconciliable con esta idea y exige un
mínimo de coincidencia ética para ser posible. Citando a Cortina: “la fórmula mágica del pluralismo
consistiría en compartir unos mínimos morales de justicia, aunque discrepemos en los máximos de
felicidad”.

¿Cuáles son los valores que inspiran esa ética mínima?: podemos encontrarlos en las luchas y las
conquistas históricas de la humanidad: los derechos humanos: civiles, políticos, económicos, sociales
y culturales; los valores de la libertad, igualdad y solidaridad; y -afirmando la propuesta de Habermas-
y la acción comunicativa; una actitud dialógica, que implica una ética comunicativa y una ética de la
alteridad. Es decir, la convicción de escoger el diálogo como el mecanismo de relación con los otros,
como la mejor forma para resolver nuestros conflictos y diferencias; y el respeto –no sólo la
tolerancia- por el otro, la otra, que son mis interlocutores.

Hay autores que afirman que la ética laica sólo lo es verdaderamente si no hace referencias a ningún
dios o enseñanza religiosa, coincido con la propuesta; sin embargo –para los fines de este texto-
parece valioso recuperar los intentos que desde la ética religiosa se han realizado en pos de la
construcción de una especie de “ética universal”. Me refiero por ejemplo al documento suscrito en
el II Parlamento de las Religiones del Mundo. La declaración final de este encuentro se titulaba “Hacia
una ética mundial” y, reconociendo las diferencias y los puntos de conflicto y en el respeto por los no
creyentes, se propusieron cuatro principios que también pueden servir de marco para esta ética de
mínimos: 1) la no violencia y el respeto a la vida; 2) la solidaridad y la demanda por un orden
económico justo; 3) la tolerancia y una vida vivida con veracidad; 4) y la igualdad de derechos y la
hermandad entre hombres y mujeres.

Que estas reflexiones sirvan para aclarar que el debate sobre la ética no es anacrónico a inicios del
tercer milenio, pero sí es un asunto cada vez más complicado, menos dogmático, pero no por eso
menos profundo; y en el manejo de lo público se trata además de un asunto impostergable.

4.2. Ética en la administración pública.

¿Cómo se vincula una discusión tan compleja como esta con el manejo de la administración pública
y con el comportamiento de sus funcionarios?: La primera respuesta es que el tema no puede ser
reducido a la discusión sobre Códigos de Ética para los funcionarios públicos. El tema es bastante más
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complejo que eso y tiene relación concreta con discusiones sobre diseño institucional; sistema de
controles; la existencia de una carrera civil –con incentivos, sanciones y capacitación permanente; la
capacidad de la administración de mantenerse independiente de condicionamientos partidistas /
electorales; e incluso la voluntad de los actores políticos de respetar esa autonomía.

En el caso concreto de la administración pública no es suficiente discutir sobre la ética, sino que es
necesario plantearse una ética para la democracia y el desarrollo. En términos prácticos eso significa
no sólo que los funcionarios públicos tienen el deber de respetar ese mínimo ético, sino que además
sus actuaciones deben estar guiadas a fortalecer el sistema democrático y los objetivos de desarrollo.

El debate además debe considerar los cambios respecto de las responsabilidades y alcance de la
acción del Estado y su relación con ciudadanos, actores políticos y, en general, otros Estado. Para
referirse al tema de la ética en lo público es imposible hacer una abstracción de estas nuevas
condiciones políticas. Hoy la burocracia no es ni de cerca lo que Weber definió en sus textos.

La ética del funcionario público pasa entonces por las actuaciones legales, transparentes,
independientes de factores internos o externos de presión. Depende de la capacidad que tengamos
para integrar los valores democráticos en la práctica diaria de la burocracia convirtiéndolos en ética
aplicada. Es el resultado concreto de establecer una relación de ciudadanos – Estado, en la que por
esencia todos somos iguales y tenemos derechos; en contraposición a la desigual relación de clientes
que la lógica contemporánea pretende imponer.

Sobre las faltas éticas de los servidores públicos, dice Dwivedi: “El comportamiento no ético incluye
no sólo las prácticas que obviamente son hechos criminales, tales como los sobornos y la
malversación de fondos, sino otras actividades como el favoritismo, el nepotismo, el conflicto de
intereses, el mal uso de las influencias, el aprovechamiento de la función pública para fines
personales, el otorgamiento de favores a los parientes y amigos, la indiscreción, la utilización abusiva
de información oficial y la participación en cualquier actividad política no autorizada ”.

Con estas líneas espero plantear sólo unas líneas generales que nos permitan comenzar una discusión
profunda sobre los fundamentos de una ética pública y que al mismo tiempo nos obliguen a plantear
estrategias integrales y creativas sobre la ética pública.

En el Ecuador somos testigos de varios intentos responsables de mejorar la actuación de los


funcionarios públicos, de implementar un trabajo eficiente, de transparentar el manejo de los
recursos y de limitar los espacios de arbitrariedad en la gestión pública. Este también es el resultado
de una ciudadanía cada vez más comprometida, de una apuesta ética por una política diferente y de
una movilización social cada vez más fuerte alrededor de estos temas. En sintonía con ello, es urgente
un cambio de discurso y de estrategia, será mucho mejor una apuesta por la ética y el compromiso
solidario que el discurso desmoralizante de la corrupción nacional.

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Bibliografía

Ábrego Cruz Edgard Ernesto, Compendio de Lecciones Básica de Ética para Futuros Profesionales,
No registrado, 1, x.
Acosta, Carleth. Crisis de valores en la sociedad actual.
Romo, María Paula. Ética y Función Pública. Revista SENRES. 2006

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