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ESCUELA CONVERGENCIA

de teología y vida cristiana

EL EVANGELIO
DE DIOS
Las buenas nuevas desde una perspectiva
personal y cósmica

Monte Mor/SP
2018
Esta guía de estudio fue escrita a partir de las video clases impartidas en
la Escuela Convergencia de Teología y Vida Cristiana EAD (Educación a
Distancia) y otros materiales de enseñanza relacionados, cuyas
referencias se incluyen en el cuerpo de la misma.

Copyright© 2018 por la Escuela Convergencia
Todos los derechos reservados

Autor:
Harlindo de Souza

Compilación y elaboración de texto:


Lauriane Lima de Sousa Hayashiguti
Camila Brum
Revisión teológica:
Harlindo de Souza
Revisión Final:
Maria de Fátima Barboza
Diagramación:
Fabi Vieira
Traducción e revisión:
Andrés Leví Alarcón
Maheli Dono

Esta guía de estudio o cualquier parte de ella no puede ser reproduci-
da o utilizada de ninguna manera sin el permiso expreso de la Escuela
Convergencia, excepto para el uso de citas breves siempre y cuando se
mencione la fuente, con direcciones postales y electrónicas.

ESCUELA CONVERGENCIA
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resumen
1 Lección
¿Quién es Dios? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5

2 Lección
¿Quién es el hombre? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18

3 Lección
¿Quién es Jesús? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29

4 Lección
Nuestra respuesta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43

5 Lección
La Creación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54

6 Lección
La caída . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63

7 Lección
La Redención . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73

8 Lecci ón
La Consumación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
1 Leccion
´

v.1.0.0

¿QUIÉN ES
DIOS?
"¡Qué profundas son las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de
Dios! ¡Qué indescifrables sus juicios e impenetrables sus caminos! ¿Qui-
én ha conocido la mente del Señor, o quién ha sido su consejero? ¿Quién
le ha dado primero a Dios, para que luego Dios le pague? Porque todas
las cosas proceden de él, y existen por él y para él. ¡A él sea la gloria por
siempre! Amén." (Romanos 11:33-36)

Conocer a Dios y su obra es, sin duda, la mayor necesidad del ser humano. Dios mismo
advierte a su pueblo sobre la importancia de conocerlo. A través del profeta Jeremías,
dice que el verdadero motivo para gloriarse, no sería otro que conocerle. Conocer a
Dios implica comprender las facetas de su carácter y su plan eterno. Así que ese será el
objetivo de este curso, una inmersión profunda en los aspectos importantes del carác-

5
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

ter y la obra de Dios. Su objetivo es llevarle a comprender algunas de las características


que componen el mensaje del evangelio en la palabra de Dios.
La predicación del Evangelio debe anunciarse a los que no creen, para llevarlos a
Cristo, pero también a los que ya han sido alcanzados por este mensaje. El renaci-
do debe ser alimentado constantemente con las buenas noticias de la salvación. El
hombre necesita que se le recuerde que la gracia de Dios es la única razón por la
que está libre de la condenación eterna. Por lo tanto, en el transcurso de este curso
se te recordará la grandeza de un Dios que salva y libera al hombre del pecado.
El contenido del evangelio, que explicaremos en estas ocho lecciones, se concentra
en: Dios, el hombre, Jesús y la respuesta (Creación, Caída, Redención y Consuma-
ción). En cada uno de estos puntos se desarrolla la narración bíblica que culmina en
la gran revelación de salvación y restauración que presenta el evangelio.
En esta primera lección hablaremos de Dios. Veremos algunos de sus atributos para
aclarar la conexión entre la persona de Dios y el evangelio. Es importante entender
quién es Dios en el mensaje del evangelio (la buena noticia de la salvación), para
que podamos comprender su obra con entendimiento. La centralidad del evange-
lio está en la persona de Dios, por lo que es necesario conocerlo para asimilar con
claridad el mensaje que quiere transmitir a la humanidad.

OMNIPOTENTE

"Yo soy el SEÑOR, Dios de toda la humanidad. ¿Hay algo imposible


para mí?" (Jeremías 32:27)

"¿Acaso hay algo imposible para el SEÑOR?" (Gn 18.14a)

Dios es todopoderoso, no hay nada que no pueda hacer. Posee capacidad suficiente
para hacer todo lo que le plazca. Su voluntad puede ser plenamente satisfecha, pues
es todopoderoso para cumplirla. Su voz era lo suficientemente fuerte como para dar
vida al mundo que conocemos y nada le escapa a su control. Según A. W. Pink (2016)
el poder de Dios es "aquello que da vida y movimiento a todas las perfecciones de Dios¹".
Ningún demonio, enfermedad o fenómeno natural puede resistirse al mandato de

1. PINK, A. W. Los atributos de Dios. São Paulo: Publicaciones evangélicas selecionadas,


2016. p. 73.

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EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

aquel que lo creó todo. Su poder es ilimitado, es imposible para el hombre medirlo.
Otra característica de la omnipotencia de Dios es que es inmutable, nunca dejará de
ser eternamente poderoso.
El poder de Dios es innato e inherente a él, no ha sido adquirido, sino que siempre
ha existido. En palabras de A. W. Pink (2016): "El poder de Dios es como él mismo:
autoexistente, autosuficiente. El más poderoso de los hombres no puede añadir ni una
sombra de poder al Omnipotente²". La mente humana es limitada, no es capaz de
comprender la totalidad de la omnipotencia de Dios, aunque vislumbre aspectos
visibles de su magnitud. El intelecto humano es inepto cuando se trata de conocer
la grandeza del Creador. La totalidad de lo que es Dios no cabría en los pensamien-
tos humanos. Ni siquiera la más grandiosa de sus obras podría revelar, en plenitud,
la grandeza de su poder.
Dios es poseedor de un poder tan grande que creó todo lo que existe por medio de
su voz; a su orden todo llegó a existir, mientras que los seres humanos necesitan
recursos y herramientas para llevar a cabo su trabajo.

"Tuyo es el cielo, y tuya la tierra; tú fundaste el mundo y todo lo que con-


tiene. Por ti fueron creados el norte y el sur; el Tabor y el Hermón cantan
alegres a tu nombre." (Salmos 89:11-12)

"Porque él habló, y todo fue creado; dio una orden, y todo quedó firme."
(Salmos 33:9)

Todos los aspectos del poder de Dios deberían despertar en el hombre un sincero
impulso de adoración. Las grandiosas obras realizadas por sus manos deberían sus-
citar las más bellas alabanzas de la humanidad. En las sabias palabras de A. W. Pink
(2016), ¡el alma iluminada debería adorar muy bien a un Dios como este! Las estu-
pendas e infinitas perfecciones de un ser como Dios requieren un culto ferviente³.
Siguiendo con la omnipotencia de Dios, hay algunas actitudes que son contrarias a
su carácter, por lo tanto, imposibles de ser realizadas por él. Dios puede hacer todo
lo que quiera, sin embargo, nunca hará algo que sea contrario a su carácter, veamos:

2. ibid., p.75.
3. PINK, A. W. Los atributos de Dios. São Paulo: Publicaciones evangélicas selecionadas,
2016. p. 81.

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EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

A. Dios no puede mentir.

"Dios no es un simple mortal para mentir y cambiar de parecer. ¿Acaso


no cumple lo que promete ni lleva a cabo lo que dice?" (Números 23:19)

"El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán."


(Mateo 24:35)

Dios es la verdad misma, sería contrario a su carácter mentir.

B. . Dios no puede ser tentado por el mal.

"Que nadie, al ser tentado, diga: Es Dios quien me tienta. Porque Dios
no puede ser tentado por el mal, ni tampoco tienta él a nadie." (Santiago
1:13)

Dios está separado de todo pecado, por lo que es imposible que sea contaminado o
tentado por el mal.

C. Dios no puede negarse a sí mismo.

"si somos infieles, él sigue siendo fiel, ya que no puede negarse a sí mis-
mo." (2 Timoteo 2:13)

Aunque el poder de Dios es infinito, el uso que hace de ese poder está matizado
por sus otros atributos. La limitación no está en su poder, sino en su falta de deseo
de hacer el mal.
El propósito de discutir estos tres puntos no es revelar las debilidades de Dios, sino
todo lo contrario. Estas características revelan que Dios, aunque tiene el poder de
hacer lo que quiera, sólo hará lo que esté de acuerdo con su carácter. No hará algo
que transgreda su santidad. Tenemos que entender que es omnipotente, pero este
poder está dirigido a su santidad y soberanía.

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EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

INDEPENDIENTE

"¡Qué profundas son las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de


Dios! ¡Qué indescifrables sus juicios e impenetrables sus caminos! ¿Qui-
én ha conocido la mente del Señor, o quién ha sido su consejero? ¿Quién
le ha dado primero a Dios, para que luego Dios le pague? Porque todas
las cosas proceden de él, y existen por él y para él. ¡A él sea la gloria por
siempre! Amén." (Romanos 11:33-36)

"¿Y quién tiene alguna cuenta que cobrarme? ¡Mío es todo cuanto hay
bajo los cielos!" (Job 41:11)

"El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él es Señor del cielo y de
la tierra. No vive en templos construidos por hombres ni se deja servir
por manos humanas, como si necesitara de algo. Por el contrario, él es
quien da a todos la vida, el aliento y todas las cosas." (Hechos 17:24-25)

Dios no depende de nada ni de nadie. El hombre que vive de forma independiente


está sujeto al error, pero Dios, al ser autosuficiente, no necesita ayuda ni apoyo. Se-
gún A. W. Pink (2016), "toda la creación da testimonio, no sólo del gran poder de Dios,
sino también de su total independencia de todas las cosas creadas. Dios no rescató al
hombre, a través del mensaje evangélico, por carencia o necesidad, sino que creó
y salvó a la humanidad por el amor que desborda de su ser. Dios no tiene necesi-
dades que satisfacer, sino que es glorificado cuando su amor se derrama sobre los
hombres, satisfaciendo sus almas. Es exaltado cuando el hombre suple cada una
de sus necesidades en Él, y sólo en Él. En esto se demuestra la gloria y la belleza
de Dios, que salva e invita al hombre a dejarse inundar de amor, aunque no tenga
nada que ofrecer a cambio. Mediante la sangre de Cristo, derramada en favor de los
hombres, ha comprado a los suyos, no para llenar algún hueco, sino para demostrar
su gloria. Por eso, es digno de recibir nuestras vidas como ofrenda de adoración.

"Pues míos son los animales del bosque, y mío también el ganado de los
cerros. Conozco a las aves de las alturas; todas las bestias del campo son
mías. Si yo tuviera hambre, no te lo diría, pues mío es el mundo, y todo
lo que contiene." (Salmos 50:10-12)

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EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

Dios creó todo lo que existe según su voluntad, sin ninguna ayuda. Creó al hombre
para que dependiera eternamente de él, pero en ningún momento dependió de
nosotros. La independencia de Dios revela su poder, tiene control y dominio sobre
todas las cosas y lo hace sin necesidad de ayuda. En contraste con esta verdad, la
independencia del hombre lleva a la muerte, pues incluso el aire que respira es un
regalo de Dios. Incluso los hombres que se oponen a Dios tienen su aliento de vida
sostenido por las manos de aquel que creó todo.

CREADOR

"Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra." (Génesis 1:1)

"Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, la honra y el po-


der, porque tú creaste todas las cosas; por tu voluntad existen y fueron
creadas." (Apocalipsis 4:11)

Dios creó el universo y todo lo que hay en él, por lo que tiene derecho sobre toda la
creación. El mismo que, con su voz, dio vida a todo lo que existe, sigue gobernan-
do el mundo con el poder que le es inherente. Según Albert M. Wolters (2006) "el
mismo Dios creador y el mismo poder soberano que llamó al cosmos a la existencia en el
principio, lo mantiene en existencia de forma continua hasta hoy"4. No creó el mundo
y luego se fue, ni abdicó, sigue gobernando el universo que está bajo su poder cre-
ador. Muchos pueden indignarse de que Dios establezca una norma de conducta
correcta, o de que juzgue a los que viven fuera de esta norma. Pero la gran verdad
sobre esto es que Dios, habiendo creado todas las cosas, tiene un derecho sobre
su creación. Él es el único que puede juzgar la moral de los hombres, el único que
puede decir lo que debe o no debe hacerse, porque fue su aliento divino el que dio
vida a los hombres. Todo lo creado por Dios está bajo su amparo.
El mismo poder que actuó en la creación ha estado actuando a lo largo de los siglos,
gobernando todas las cosas. Como se ha dicho antes, Dios no creó el universo y lo
que hay en él, para dejarlo a merced del destino. Él es el creador, el dueño y el Rey, su
poderosa mano sigue gobernando el universo. A este respecto, Wolters (2006) dice:

4. WOLTERS, Albert M. La creación restaurada: Bases bíblicas para una visión del mundo
reformada. São Paulo: Cultura Cristã, 2006. p 25.

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EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

La omnipotencia del comando de Dios, por el que hace que todas las cosas sean como
son, es la misma que al principio de la creación y en cada momento de la historia. Esto
es lo que quieren decir los teólogos cuando escriben que es difícil, sino imposible, hacer
una distinción decisiva entre "creación" y "providencia" como obras de Dios. El traba-
jo diario de Dios de preservar y gobernar el mundo no puede separarse de su acto de
llamar al mundo a la existencia. En el vocabulario de Dios, "hacer" y "gobernar" son
sinónimos.5
Dios dio origen, sostiene y gobierna a la humanidad, todo por su nombre. Todas
las obras creadas por Dios fueron hechas para su placer, para que él sea glorificado.
No sólo es todopoderoso e independiente, sino que es el que ha creado todo lo que
existe según el propósito de su santidad.

"Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de


sus manos." (Salmos 19:1)

SANTO

Dios es santo, es decir, separado de todo pecado. Incluso antes que el pecado llega-
ra a existir como una práctica real, ya era santo, eternamente santo. Sin embargo,
no sólo es santo porque está separado de todo lo que es malo, sino porque está
dedicado a todo lo que es bueno y honorable. Según A. W. Pink (2016):
Muchas veces se le llama "el Santo" en las Escrituras. Sí, porque en él se encuentra la
suma total de todas las excelencias morales. Él es la pureza absoluta, que ni siquiera
la sombra del pecado mancha. "Dios es luz" (1 Juan 1.5). La santidad es la excelencia
misma de la naturaleza divina: el gran Dios es "majestuoso en santidad" (Ex. 15.11).6
Veamos algunos otros aspectos sobre la santidad de Dios:
Dios bendice y santifica el sábado:

"Acuérdate del sábado, para consagrarlo. Trabaja seis días, y haz en


ellos todo lo que tengas que hacer pero el séptimo día será un día de repo-
so para honrar al SEÑOR tu Dios. No hagas en ese día (...) Acuérdate de
que en seis días hizo el SEÑOR los cielos y la tierra, el mar y todo lo que

5. ibid., p.26.
6. PINK, op. cit., p.65.

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EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

hay en ellos, y que descansó el séptimo día. Por eso el SEÑOR bendijo y
consagró el día de reposo." (Éxodo 20:8-11)

Dios instruye lo que se debe hacer a la puerta de la tienda de reunión (o Tabernáculo):

"Las generaciones futuras deberán ofrecer siempre este holocausto al


SEÑOR. Lo harán a la entrada de la Tienda de reunión, donde yo me
reuniré contigo y te hablaré y donde también me reuniré con los israeli-
tas. Mi gloriosa presencia santificará ese lugar. Consagraré la Tienda de
reunión y el altar, y consagraré también a Aarón y a sus hijos para que
me sirvan como sacerdotes. Habitaré entre los israelitas, y seré su Dios.
Así sabrán que yo soy el SEÑOR su Dios, que los sacó de Egipto para
habitar entre ellos. Yo soy el SEÑOR su Dios." (Éxodo 29:46)

La santidad de Dios es exaltada por los hombres y los ángeles:

"Por tu fidelidad, Dios mío, te alabaré con instrumentos de cuerda; te can-


taré, oh Santo de Israel, salmos con la lira. Gritarán de júbilo mis labios
cuando yo te cante salmos, pues me has salvado la vida." (Salmos 71:23)

"...vi al Señor excelso y sublime, sentado en un trono; las orlas de su


manto llenaban el templo. Por encima de él había serafines, cada uno
de los cuales tenía seis alas: con dos de ellas se cubrían el rostro, con dos
se cubrían los pies, y con dos volaban. Y se decían el uno al otro: Santo,
santo, santo es el SEÑOR Todopoderoso; toda la tierra está llena de su
gloria." (Isaías 6:1-3)

"El SEÑOR es rey: que tiemblen las naciones. Él tiene su trono entre que-
rubines: que se estremezca la tierra. Grande es el SEÑOR en Sión, ¡excelso
sobre todos los pueblos! Sea alabado su nombre grandioso e imponente: ¡él
es santo! Exalten al SEÑOR nuestro Dios; adórenlo ante el estrado de sus
pies: ¡él es santo! Exalten al SEÑOR nuestro Dios; adórenlo en su santo
monte: ¡Santo es el SEÑOR nuestro Dios!" (Salmos 99:1-3,5,9)

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EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

Norma moral para la humanidad:

"Como hijos obedientes, no se amolden a los malos deseos que tenían


antes, cuando vivían en la ignorancia. Más bien, sean ustedes santos en
todo lo que hagan, como también es santo quien los llamó pues está escri-
to: «Sean santos, porque yo soy santo." (1 Pedro 1:14-16)

"En aquel día los cascabeles de los caballos llevarán esta inscripción:
CONSAGRADO AL SEÑOR. Las ollas de cocina del templo del SEÑOR
serán como los tazones sagrados que están frente al altar del sacrificio.
Toda olla de Jerusalén y de Judá será consagrada al SEÑOR Todo
poderoso, y todo el que vaya a sacrificar tomará algunas de esas ollas y
cocinará en ellas. En aquel día no habrá más mercaderes en el templo del
SEÑOR Todopoderoso." (Zacarías 14:20-21)

La santidad de Dios es una condición moral, determinada por él, necesaria para la
salud del universo. El mal, como enfermedad moral, trae la muerte, pero en con-
traste con esto tenemos la santidad de Dios, que representa todo lo que es saludab-
le y trae la vida. A Dios le interesa que el universo que creó sea un lugar revestido de
salud moral, pero para ello es necesario destruir todo lo que perjudica su santidad.

JUSTO / RECTO

"Él es la Roca, sus obras son perfectas, y todos sus caminos son justos. Dios
es fiel; no practica la injusticia. Él es recto y justo." (Deuteronomio 32:4)

Todo lo que Dios hace es justo y correcto, él es la norma misma de la justicia y la


rectitud. Él es glorificado cuando se establece su justicia. Todo lo que creó y hace
tiene como objetivo principal honrar su nombre. Siendo así, Dios actúa con justicia
cuando se dedica a su propia gloria. Cuando el hombre se dedica a su propia gloria
está pecando, pero cuando Dios se considera el centro del universo, es justo. A
ninguna criatura se le concede el derecho de situarse como centro del universo,
sino que se le concede ese derecho al que lo ha creado todo.

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EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

Otro punto es que su justicia está contenida en el envío de los pecadores al infier-
no, al igual que está contenida en la salvación de las personas de la condenación
eterna. Este es un precepto que escandaliza a mucha gente, pero la fijación de la
norma moral de Dios no debe escandalizar. La ofensa a la justicia de Dios que se
establece revela un corazón egocéntrico en lugar de la gloria de aquel que es santo.
Esta actitud debería llevar al arrepentimiento.
Según A. W. Pink (2016), muchas personas se sienten ofendidas porque Dios está
enojado, sin embargo, la Biblia presenta más referencias sobre la ira de Dios que
sobre su amor. Él es el estandarte de la justicia, el hombre que se ofende por la
forma en que Dios gobierna y juzga el mundo, se escandaliza por el que creó y tiene
dominio sobre todas las cosas. Siempre según Pink:
La ira de Dios es una perfección divina tanto como su fidelidad, su poder o su mise-
ricordia. [...] ¿Cómo podría él que es la suma de todas las excelencias mirar con igual
satisfacción la virtud y el vicio, la sabiduría y la locura? ¿Cómo podría él que es infini-
tamente santo permanecer indiferente al pecado y negarse a mostrar su "severidad"
(Rom 11,22) hacia él? [...] La propia naturaleza de Dios hace que el infierno sea una
necesidad real, un requisito tan imperativo como el propio cielo [énfasis añadido]7
Dios odia la injusticia, es contrario a su naturaleza ser apático ante la maldad y el
pecado. Dios, por amor a su nombre, gobierna la tierra con justicia y rectitud y odia
todo lo que va en contra de su norma divina. Él es el único puro y santo capaz de
determinar lo que es correcto, por lo tanto, corresponde al hombre rendirse a los
preceptos divinos, confiando en que él conoce la manera justa y correcta de guiar a
la humanidad, ya sea manifestando su gracia o su ira.
Todo en el universo es bueno en la medida en que sigue la naturaleza de Dios y es malo
en la medida en que no lo hace. Dios es su propio principio de equidad moral, y cuando
condena al hombre malvado o premia al justo, simplemente actúa según su naturaleza,
sin influir en nada más que en sí mismo.8

7. PINK, op. cit., p.144.


8. TOZER, op. cit., p. 177, 178.

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EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

EL EVANGELIO EXPLÍCITO

El evangelio explícito se compone de dos perspectivas relativas a las buenas obras


de la salvación, que apuntan a la relación existente entre la obra de Cristo con el
hombre y la creación.

Evangelio en el suelo (aspecto antropológico):


Abarca la narración bíblica sobre Dios, el hombre, Cristo y la respuesta. Al observar
el evangelio desde esta perspectiva, el hombre puede percibir claramente la obra
redentora de Cristo extendida a la humanidad, y también es posible percibir la
gloria de Dios reinando sobre su plan eterno para el hombre.

Evangelio en lo alto (aspecto cosmológico):


A través de esta perspectiva es posible ver la conexión entre la salvación y la
restauración cósmica, la narración bíblica relativa a la redención. 9
Todos los puntos vistos hasta ahora pretenden hacerte entender el mensaje del evan-
gelio. Cerrar los ojos a quién es realmente Dios en las Escrituras es lo mismo que
abstenerse de una correcta comprensión del evangelio. Este es el sentido del título de
este curso, ya que Dios es quien concibió y anuncia la buena nueva a través de su Hijo.

CONCLUSIÓN

La justicia y la rectitud de Dios revelan que siempre actúa según su norma justa. La
justicia, en términos bíblicos, consiste en poner cada cosa en su sitio. En cambio,
el mundo predica que la justicia consiste en la igualdad, una idea que no coincide
con la norma de justicia inmutable de Dios.
Todo el tema de la omnipotencia, la independencia, la santidad y la justicia de Dios
nos lleva a un dilema. Este dilema consiste en que todos estos atributos revelan que
Dios no debe salvar al hombre, ya que el yugo desigual entre el Creador y la cria-
tura es sumamente notorio. Dios debería condenar a la humanidad, sin excepción,
al infierno. Sin embargo, aun así, condenados eternamente al castigo de la ira

9. WILSON, Jared. CHANDLER, Matt. Evangelio Explícito. São José dos Campos, SP: Editora
Fiel, 2013. p.17.

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EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

divina, no podrían pagar la deuda generada por la ofensa hecha a Dios10. Todos
han pecado y están destituidos de la gloria de Dios. Por lo tanto: Todos los seres
humanos merecerían el infierno.
Cuando intentamos de alguna manera exigir que Dios haga algo por nosotros, o
cuando lo juzgamos como un déspota, esto revela que creemos en un evangelio dis-
torsionado. Otro punto alarmante, que muestra lo mucho que se ha distorsionado
el evangelio, se define en la expresión "deísmo moralista terapéutico cristiano", cre-
ada por el sociólogo Christian Smith. Según Matt Chandler y Jared Wilson, "la idea
que subyace al deísmo moralista terapéutico cristiano es que somos capaces de ganarnos
el favor de Dios y justificarnos ante él en virtud de nuestro comportamiento" (2013)11.
Esta idea se disfraza de pensamiento cristiano en el seno de muchas iglesias. A
menudo, en los grupos religiosos, los temas que se tratan son sobre el bienestar,
sobre el hecho de considerar la bondad como algo innato en el ser humano e
incluso sobre cómo se puede evitar el mal. Creencias como éstas, por mucho que
circulen en torno al nombre de Jesús, están lejos de ser cuestiones centradas en las
verdades del Evangelio.

DEÍSMO TERAPÉUTICO MORALISTA CRISTIANO

Deísmo - Parte del principio de la creencia en Dios;


Moralista - Tiene como centro la conducta moral y no la cruz;
Terapéutico - Tiene como objetivo el bienestar del ser
humano y no la gloria de Dios;
Cristiano - utiliza símbolos y lenguajes cristianos, pero su
esencia no es Cristo.

A veces los cristianos están revestidos de justicia propia, hecho que les impide com-
prender claramente el mensaje de salvación. Por alguna razón se supone que la obra
de la cruz salva al hombre sólo de los pecados cometidos antes de la conversión,
pero a partir de ese momento él debe tomar el control y ser el responsab-
le para su autopurificación. El hombre cree que con su esfuerzo obtendrá el mejor
rendimiento espiritual, hecho que no se corresponde con la verdad. Es necesario co-
nocer las verdades sobre Dios y las buenas noticias que Él quiere comunicar al hombre.
El mensaje del Evangelio, revelado en las Escrituras, señala a un Dios
todopoderoso, bueno, recto y rico en misericordia. La Biblia tiene el evangelio

10. Rm 3.23
11. WILSON, Jared. CHANDLER, Matt. op. cit., p 13.

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EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

como centro de su mensaje, pero para entender este mensaje de buenas noticias,
es necesario primero mirar en el corazón de quien proclama esta palabra al hombre.
El mensaje del evangelio es el propio Dios.

17
2 Leccion
´

v.1.0.0

¿QUIÉN ES EL
HOMBRE?
INTRODUCCIÓN

En la lección anterior hablamos acerca de quién es Dios, vimos que es imposib-


le entrar en las verdades del evangelio sin sumergirse primero en la realidad de
quién es Dios. Como secuencia al tema, hablaremos del hombre, de su condición
después de la caída. La humanidad está inmersa en el pecado y es en medio de su
maldad dónde resuena el evangelio. La buena noticia de la salvación se difunde en
un contexto de completa corrupción. El pecado de Adán condenó a la humanidad
al yugo de este mal, toda la creación estuvo y sigue estando afectada por la maldad,
desde el Edén. Por lo tanto, es necesario volver los ojos a lo que la Biblia tiene que
decir sobre la condición humana. ¿Qué es lo que dicen las Escrituras sobre quién
es el hombre? Mirando a la humanidad desde el punto de vista bíblico, es posible

18
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

percibir la condición en la que el evangelio encontró al hombre y la condición que


genera en él la necesidad del mensaje salvador de Cristo.
El hombre es malo, aunque crea que hace el bien, su naturaleza le hace tender a
todo lo que es contrario a la ley de Dios. Además de tener en sí mismo una natura-
leza pecaminosa, el hombre es incapaz de mejorarse a sí mismo, sin embargo, sigue
enseñándose a sí mismo creyendo que hay una bondad innata en su corazón. Por si
toda esta idiosincrasia de la condición humana no fuera suficiente, el hombre sigue
alimentándose de una religiosidad dañina y opresiva. Son temas que veremos en
profundidad en esta lección, porque es necesario conocer la verdadera naturaleza
del hombre, para caminar hacia la propuesta del evangelio.

MALDAD INNATA X MALDAD ADQUIRIDA

Las preguntas sobre la maldad humana son diversas, este es un tema que
divide las opiniones. El problema en torno a su contagio y propagación está lejos
de ser resuelto y visto con irenismo ante la comunidad filosófica. Según Jean-
Jacques Rousseau (1712-1778)¹ el hombre nace bueno y es corrompido por la sociedad.
Rousseau consideraba que el proceso de civilización era el motor del mal en el
mundo. Esta idea ganó varios adeptos, pero les invito a considerarla desde otra
perspectiva, veamos: Si el hombre es un producto del entorno, ya que es bueno
y la sociedad lo corrompe, nos queda la siguiente pregunta: ¿a quién se puede
responsabilizar de la corrupción de la sociedad si no es al propio hombre? La
sociedad a la que nos referimos se refiere a un grupo de individuos corruptos, que
incluyen perversamente a los hombres buenos en sus círculos de maldad, corrom-
piendose. Tal teoría ignora que la sociedad está formada, no obstante, por hombres.
Al asumir que el hombre nace libre de todo mal, es necesario encontrar al culpable
de la degradación de la humanidad, porque en algún momento se rompió este
ciclo de bondad innata. Tal idea es ingenua por naturaleza, ya que para creer que el
hombre nace bueno, es necesario cerrar los ojos a toda la vileza presente en nuestro
propio corazón. Sin embargo, se ha infiltrado como verdad tanto dentro como
fuera de la Iglesia.
Frente a este pensamiento que dice que la bondad es algo inherente al ser huma-
no, tenemos la visión bíblica. Según la Palabra de Dios, la bondad natural del ser

1. Importante filósofo, teórico político, escritor y compositor ginebrino. Considerado uno de


los principales filósofos de la Ilustración.

19
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

humano es una farsa, un producto de la astucia. El hombre opta por el bien cuan-
do percibe que el mal no es un camino suficientemente favorable. Sin florituras
ni giros, la gran verdad del ser humano es que es pecador, es decir, malo en su
naturaleza. Según Greg Gilbert:

La Biblia dice que no sólo Adán y Eva son culpables del pecado. Todos
nosotros lo somos. En Romanos 3:23, Pablo dice: "Todos pecaron y están
destituidos de la gloria de Dios. Y un poco antes dice: "No hay justo, ni
uno solo" (3.10). El evangelio de Jesucristo está lleno de obstáculos, y éste
es uno de los más grandes. Para los corazones humanos que se obstinan
en considerarse buenos y autosuficientes, esta idea de que los hombres son
fundamentalmente pecadores y rebeldes no sólo es escandalosa. También
es repugnante.²

Por lo tanto, la idea de que el hombre es bueno es completamente contraria a la


idea bíblica en este sentido. En el Génesis, del capítulo 6 al 8, vemos la historia
de Noé, un hombre considerado justo en su época, un hombre que caminaba con
Dios. Sin embargo, al leer su historia, nos damos cuenta que la gente que lo rode-
aba abrazaba la maldad. La corrupción del pueblo era tan grande que Dios decidió
exterminarlos. El resultado de esta trama es famosa, Dios ordena a Noé construir
un arca para salvarse a sí mismo, a su familia y a parte de la creación. Entonces se
envía el diluvio, la ira divina ahoga al mundo a raíz de su gran maldad. Sin embargo,
el hecho de que Noé y su familia se salvaran no significa que a partir de ese
momento la humanidad saliera purificada de sus pecados. La parte de la creación
que se salvó seguía estando formada por personas intrínsecamente malas. La
naturaleza pecaminosa siguió existiendo en los corazones de Noé y su familia.
En el Génesis, capítulo 8, tenemos el siguiente pasaje:

"Luego Noé construyó un altar al SEÑOR, y sobre ese altar ofreció como
holocausto animales puros y aves puras. Cuando el SEÑOR percibió el
grato aroma, se dijo a sí mismo: Aunque las intenciones del ser humano
son perversas desde su juventud, nunca más volveré a maldecir la tierra
por culpa suya. Tampoco volveré a destruir a todos los seres vivientes,
como acabo de hacerlo." (Génesis 8:20-21)

2. GILBERT, Greg. ¿Qué es el Evangelio? São José dos Campos, SP: Editora Fiel, 2015. p.70

20
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

En este pasaje Noé acaba de salir del arca y hace un sacrificio ante Dios, el pasaje
dice que el aroma del sacrificio le agradó. Pero aunque el aroma de ese sacrificio era
suave ante Dios, se refiere al hombre y a las generaciones futuras como impregna-
dos de maldad. Entonces prometió que no volvería a maldecir la tierra a causa de
su maldad, pues sabía muy bien que el hombre es malo desde su infancia y que su
naturaleza es corrupta. Todos, sin excepción, nacen malos y contaminados por el
pecado. Incluso los hombres que la Biblia considera justos, son malos en su esencia
y necesitan que Dios los rescate de su maldad. Jesús fue el único hombre justo y sin
pecado que caminó sobre la tierra.

LA CONDICIÓN HUMANA

Continuaremos el tema hablando de cuatro puntos relacionados a la condición


humana. Los tres primeros puntos son la maldad humana, la incapacidad del
hombre para mejorarse a sí mismo y su ilusión.

1. EL HOMBRE ES MALO

Necesitamos entender que la naturaleza del hombre es pecaminosa y su maldad


establece la necesidad del evangelio. El hombre es malo desde su infancia, ningún
acto de bondad cometido por él es impulsado por su naturaleza. La raíz de la
maldad impregnó a la humanidad cuando Adán decidió rechazar la autoridad
de Dios desobedeciendo. Las consecuencias del pecado de Adán y Eva fueron
desastrosas para ellos, para sus descendientes y para el resto de la creación³.
A continuación veremos lo que la Biblia dice sobre la maldad humana:

"Al ver el SEÑOR que la maldad del ser humano en la tierra era muy
grande, y que todos sus pensamientos tendían siempre hacia el mal se
arrepintió de haber hecho al ser humano en la tierra, y le dolió en el
corazón." (Génesis 6:5-6)

"Nada hay tan engañoso como el corazón. No tiene remedio. ¿Quién pue-
de comprenderlo?" (Jeremías 17:9)

3. GILBERT, Greg. op. cit., p. 69.

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EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

"Todos somos como gente impura; todos nuestros actos de justicia son
como trapos de inmundicia. Todos nos marchitamos como hojas; nuestras
iniquidades nos arrastran como el viento. Nadie invoca tu nombre, ni
se esfuerza por aferrarse a ti. Pues nos has dado la espalda y nos has
entregado en poder de nuestras iniquidades." (Isaías 64:6-7)

"No hay en la tierra nadie tan justo que haga el bien y nunca peque."
(Eclesiastés 7:20)

"Yo sé que soy malo de nacimiento; pecador me concibió mi madre."


(Salmos 51:5)

"Escucha, SEÑOR, mi oración; atiende a mi súplica. Por tu fidelidad y


tu justicia, respóndeme. No lleves a juicio a tu siervo, pues ante ti nadie
puede alegar inocencia." (Salmos 143:2)

"¿A qué conclusión llegamos? ¿Acaso los judíos somos mejores? ¡De
ninguna manera! Ya hemos demostrado que tanto los judíos como los
gentiles están bajo el pecado. Así está escrito: No hay un solo justo, ni
siquiera uno, no hay nadie que entienda, nadie que busque a Dios. Todos
se han descarriado, a una se han corrompido. No hay nadie que haga lo
bueno; ¡no hay uno solo! Su garganta es un sepulcro abierto; con su lengua
profieren engaños. ¡Veneno de víbora hay en sus labios! Llena está su boca
de maldiciones y de amargura. Veloces son sus pies para ir a derramar
sangre dejan ruina y miseria en sus caminos y no conocen la senda de la
paz. No hay temor de Dios delante de sus ojos." (Romanos 3:9-18)

"Yo sé que en mí, es decir, en mi naturaleza pecaminosa, nada bueno ha-


bita. Aunque deseo hacer lo bueno, no soy capaz de hacerlo." (Romanos
7:18)

"En otro tiempo ustedes estaban muertos en sus transgresiones y pecados


en los cuales andaban conforme a los poderes de este mundo. Se conducían
según el que gobierna las tinieblas, según el espíritu que ahora ejerce su
poder en los que viven en la desobediencia. En ese tiempo también todos
nosotros vivíamos como ellos, impulsados por nuestros deseos pecamino-
sos, siguiendo nuestra propia voluntad y nuestros propósitos. Como los
demás, éramos por naturaleza objeto de la ira de Dios." (Efesios 2:1-3)

22
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

Luego añadió: —Lo que sale de la persona es lo que la contamina. Porque


de adentro, del corazón humano, salen los malos pensamientos, la inmo-
ralidad sexual, los robos, los homicidios, los adulterios, la avaricia, la
maldad, el engaño, el libertinaje, la envidia, la calumnia, la arrogancia
y la necedad. Todos estos males vienen de adentro y contaminan a la
persona. (Marcos 7:20-23)

Estos son algunos de los versículos que revelan la maldad humana. La Palabra de
Dios no ahorra esfuerzos a la hora de señalar cuán pecador es el hombre. El pecado
es como un lodo que inunda al hombre por dentro y se extiende por todo su ser. No
hay ningún aspecto de su carácter que no esté manchado por el pecado. Respecto a
esto, Greg Gilbert nos dice que:

Cada parte de nuestra existencia humana está corrompida por el pecado


y bajo su poder. Nuestro entendimiento, nuestra personalidad, nuestros
sentimientos y emociones, así como nuestra voluntad, están esclavizados
por el pecado. Por eso Pablo dice en Romanos 8:7: "La concupiscencia
de la carne es enemistad contra Dios, pues no se sujeta a la ley de Dios,
ni mucho menos puede hacerlo." ¡Qué declaración más impactante y
aterradora! El dominio del pecado en nosotros es tan completo -nuestra
mente, entendimiento y voluntad- que vemos la gloria y la bondad de
Dios y, por repugnancia, las rechazamos inevitablemente.4

La maldad humana es un tema bíblico que no deja lugar a dudas ni a interpretacio-


nes. El hombre es malo, se rebela contra la voluntad de Dios, aunque sea involun-
tariamente. Su naturaleza lo lleva a pecar desde sus primeros años.

2. EL HOMBRE ES INCAPAZ DE MEJORARSE A SÍ MISMO

"¿Puede el etíope cambiar de piel, o el leopardo quitarse sus manchas?


¡Pues tampoco ustedes pueden hacer el bien, acostumbrados como están a
hacer el mal!" (Jeremías 13:23)

El hombre no sólo es malo, sino que además es incapaz de mejorarse a sí mis-


mo. No hay ningún arma en el hombre que le ayude a evolucionar o a purificar su

4. GILBERT, Greg. op. cit., p. 76.

23
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

naturaleza pecaminosa. Cualquier intento de autopurificación sólo puede resultar


en un intercambio por pecados socialmente aceptados. Por ejemplo, un hombre
puede desear deshacerse de la impureza sexual, ya que ese pecado puede traer
daños a su vida. Pero estará agradecido si cambia la inmoralidad por el orgullo.
Tal actitud no revela una evolución espiritual, sólo significa que hubo astucia en
la forma de gestionar el pecado. No hay ninguna capacidad en el hombre capaz
de ayudarle a evolucionar y a librarse de sus pecados. El camino que le queda a la
humanidad es el del arrepentimiento, es necesario reconocer todo el mal que
habita en nuestros corazones y aceptar el hecho de que no tenemos en nosotros la
más mínima capacidad de purificarnos. El hombre tiene la capacidad innata de ser
malo, pero es completamente incapaz de sanarse de su maldad.

3. EL HOMBRE ES UN ILUSO

"Si afirmamos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos


y no tenemos la verdad. Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel
y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad. Si afirmamos
que no hemos pecado, lo hacemos pasar por mentiroso y su palabra no
habita en nosotros." (1 Juan 1:8-10)

Además de ser malos e incapaces de curarse de su maldad, los hombres se engañan.


Aunque algunos creen en la maldad que habita en sus corazones, no creen que esta
maldad sea algo de lo que preocuparse. El hombre cree que su pecado es un mero
detalle que puede ser fácilmente corregido por él. Gilbert Greg (2015), afirma que los
hombres suelen creer que la naturaleza humana es como una esfera de cristal, pulida
y brillante. No importa lo sucia que esté de polvo o barro, sigue completamente in-
tacta y hermosa debajo de esos desechos. Todavía de acuerdo con Gilbert Greg:

La imagen bíblica de la naturaleza humana no es precisamente tan bella.


Según las Escrituras, la esfera de la naturaleza humana no es para nada
brillante. Y el barro no sólo cubre el exterior. Más bien, estamos com-
pletamente afectados por el pecado. Las grietas, el barro, la suciedad, la
corrupción llegan hasta el fondo.5

5. GILBERT, Greg. op. cit., p. 76.

24
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

Tenemos que abrazar la visión que Dios tiene del hombre, no la nuestra. La visión
de Dios sobre la naturaleza humana es que necesita ser completamente reformada
por el mensaje de la cruz. Dios envió su ley para que el hombre se diera cuenta de
la distancia entre su pecado y la santidad divina. Incluso nuestros intentos de bon-
dad no están libres de corrupción. El profeta Isaías nos dice que incluso nuestros
actos justos son como trapos de inmundicia ante Dios. Incluso las obras más justas
realizadas por nuestras manos no son suficientes para complacer a Dios.
La ley divina muestra al hombre lo incapaz que es, por mucho que intente cum-
plirla fracasará. No hacemos lo que es correcto ante Dios debido al pecado. Sólo
cuando tengamos un encuentro con Dios y seamos acusados de nuestra total
incapacidad para cumplir su ley, estaremos preparados para recibir el evangelio.
Una vez que toda nuestra esperanza pecaminosa en la bondad humana es aniquila-
da por la norma divina contenida en ella. Reconocer tu propia maldad y pecado es
la única manera de conducirte a Dios.

4. LA RELIGIOSIDAD QUE OPRIME

"Ahora bien, tú que llevas el nombre de judío; que dependes de la ley y te


jactas de tu relación con Dios que conoces su voluntad y sabes discernir lo
que es mejor porque eres instruido por la ley que estás convencido de ser
guía de los ciegos y luz de los que están en la oscuridad instructor de los
ignorantes, maestro de los sencillos, pues tienes en la ley la esencia
misma del conocimiento y de la verdad en fin, tú que enseñas a otros, ¿no
te enseñas a ti mismo? Tú que predicas contra el robo, ¿robas? Tú que
dices que no se debe cometer adulterio, ¿adulteras? Tú que aborreces a los
ídolos, ¿robas de sus templos? Tú que te jactas de la ley, ¿deshonras a
Dios quebrantando la ley? Así está escrito: Por causa de ustedes se blas-
fema el nombre de Dios entre los gentiles." (Romanos 2:17-24)

El hombre es capaz de realizar las mayores atrocidades, entre sus innumerables ac-
titudes pecaminosas está el hecho de apropiarse de la ley de Dios y utilizarla como
instrumento para oprimir a otras personas. La ley de Dios nos fue dada para acabar
con la ilusión de que somos buenos; uno de sus objetivos es generar corazones
humildes, pero a menudo ha sido utilizada como objeto de orgullo y arrogancia. El
hombre es malo, incapaz de mejorarse a sí mismo, se engaña y sigue siendo religio-
so. Es común que la ley de Dios sea utilizada como podio para que el hombre pueda
jactarse ante los demás, juzgando ser mejor que los que ignoran el conocimiento

25
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

de la ley. Cuando usamos el conocimiento de la ley de Dios, sin la práctica, para


oprimir a otras personas, o cuando tratamos de negociar con Dios usando Su
propia palabra, estamos siendo religiosos.
A menudo, cuando el hombre se encuentra con su incapacidad para cumplir la ley
divina, la distorsiona haciéndola encajar en un formato que se ajusta a su mediocri-
dad. Existen varias versiones particulares de los preceptos divinos, un conjunto de
normas impuestas a las personas, pero que en nada se parecen a la verdadera ley.
Desgraciadamente, utilizamos el conocimiento de la ley de Dios para un propósito
completamente contrario al designio divino.
El propósito de Dios siempre ha sido salvar al hombre mediante su gracia. Siempre
ha sido para que sus hijos lleguen a la conclusión de que necesitan desesperada-
mente de él y de su misericordia. Por eso da su ley a los hombres, para que salgan
del entumecimiento que les hace estar completamente engañados en cuanto a su
propia naturaleza. La ley sirve para confrontarlo y llevarlo al abandono total del
mensaje evangélico. Pero con demasiada frecuencia la convertimos en una religión,
imputamos nuestras tradiciones a la ley de Dios y nos convertimos en fariseos.
Mientras que Jesús mostraba gracia y amor a los pecadores que acudían a él, era al
mismo tiempo implacable con los religiosos de la época. Los fariseos se apropiaron
de la llave del reino de Dios, pero se la ocultaron a sí mismos y a otros pecadores. Tal
actitud despertó la ira de Cristo. El objetivo de Dios no es que nos volvamos religio-
sos por nuestros grandes conocimientos, sino que nos humillemos ante su evangelio.
Estos cuatro puntos, relativos a la condición humana, apuntan al evangelio, ya que
la primera palabra del evangelio es arrepentimiento.

"Después de que encarcelaron a Juan, Jesús se fue a Galilea a anunciar


las buenas nuevas de Dios. Se ha cumplido el tiempo —decía—. El reino
de Dios está cerca. ¡Arrepiéntanse y crean las buenas nuevas!" (Marcos
1:15)

En este texto, Jesús comienza a predicar el evangelio después de que Juan fuera
arrestado. Él no abandonó el mensaje que predicaba Juan, sino que comenzó a
predicar sobre el arrepentimiento. Esto nos muestra que antes de creer en el
evangelio es necesario abrazar el mensaje de arrepentimiento. No es posible
recorrer el camino que propone Cristo sin comprender que todos los hombres
están arruinados como criaturas de Dios.

26
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

IDENTIFICANDO ACTITUDES RELIGIOSAS

A medida que vayas conociendo la ley de Dios, te preguntarás si hay actitudes reli-
giosas en tu vida. Puedes analizarte a ti mismo y tratar de entender, a través de seis
aspectos muy simples, si hay religiosidad en tu corazón. Veamos estos aspectos que
revelan la religiosidad:
1. Orgullo: Estar orgulloso de tus conocimientos, aunque no los practiques.
2. Esfuerzo humano: Creer que puedes agradar a Dios con tus actitudes.
3. Autoconservación: Velar por la propia imagen (reputación) y preocuparse en
exceso por la opinión de los demás;
4. Necesidad de un mediador: Delegar la responsabilidad de escuchar la voz de
Dios a un mediador, pastor, líder religioso, padre, cónyuge, entre otros.
5. Regatear: Negociar con Dios pensando que uno puede apaciguar y obtener sus
bendiciones a través de buenas obras o ritos religiosos.
6. Juzgar: Juzgar a los demás, compararse con ellos.

Si identificas en tu vida alguno de estos aspectos, es un gran indicio de que estás abra-
zando reglas religiosas, no el verdadero evangelio de Dios. El evangelio no se trata de la
justicia humana, ni de las reglas humanas, sino de la perfecta justicia de Cristo.

CONCLUSIÓN

La naturaleza pecadora del hombre lo hace pensar a veces que su conducta pue-
de atraer el favor divino. Pero hemos visto que los actos justos de los hombres
son como trapos de inmundicia para Dios. Cada centímetro del ser humano está
corrompido por el pecado. El hombre es malo, incapaz de mejorar su condición
de pecador, engañado y además religioso. La situación del hombre ante Dios no
es nada favorable, ya que Él aborrece el pecado, precisamente la habilidad que el
hombre mejor sabe realizar. Siendo religiosos, muchos creen que pueden llegar a
Dios a través de sus obras de justicia, pero el evangelio nos dice que sólo hay un
justo ante Dios. Jesucristo fue el único hombre justo, santo e irreprochable que
caminó por la tierra.

27
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

El hombre debe abandonar toda idea de justicia propia. Es necesario que abrace-
mos la visión que Dios tiene de nuestra naturaleza. Ese es el primer paso para el
arrepentimiento, el único camino que conduce a las buenas obras de salvación.
Para abrazar el evangelio bíblico es necesario entender que cualquier acto de justi-
cia realizado por el hombre, llega a las narices de Dios como un aroma desagrada-
ble. Cuando abandonamos la ilusión de que somos buenos, podemos recibir una
justicia mucho mayor que la nuestra, la justicia de Jesucristo mismo. Así que cree
lo que Dios dice de ti, dice que eres un pecador y que tu maldad está putrefacta
ante él. Este camino, aunque sea difícil, es el único que puede llevarte al verdadero
arrepentimiento. El aceptar la mala noticia de que eres un pecador, te hace capaz
de abrazar la buena noticia de la salvación.

28
3 Leccion
´

v.1.0.0

¿QUIÉN ES
CRISTO?
“Pero ahora, sin la mediación de la ley, se ha manifestado la justicia
de Dios, de la que dan testimonio la ley y los profetas. Esta justicia de
Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen. De hecho,
no hay distinción, pues todos han pecado y están privados de la gloria
de Dios, pero por su gracia son justificados gratuitamente mediante la
redención que Cristo Jesús efectuó. Dios lo ofreció como un sacrificio
de expiación que se recibe por la fe en su sangre, para así demostrar su
justicia. Anteriormente, en su paciencia, Dios había pasado por alto los
pecados; pero en el tiempo presente ha ofrecido a Jesucristo para mani-
festar su justicia. De este modo Dios es justo y, a la vez, el que justifica a
los que tienen fe en Jesús.” (Rm 3.21-26)

En la primera lección hablamos de quién es Dios y de lo importante que es enten-


der este tema para una correcta comprensión del evangelio. En la segunda lección

29
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

hablamos del hombre y de la maldad que habita en su corazón. Hablamos del hecho
de que el pecado establece la necesidad del mensaje del evangelio para la humani-
dad. Continuaremos el tema hablando de quién es Cristo. Veremos el significado
de su obra para nosotros y la importancia de entender este tema para una mejor
comprensión del evangelio bíblico.
El objetivo de esta lección no es profundizar en la identidad de Jesús, sino com-
prender los aspectos que rodean su identidad en su obra redentora. Es necesario
comprender que Jesucristo es la única respuesta al abismo que existe entre el hom-
bre y Dios. La depravación humana y la santidad de Dios son realidades terminan-
temente opuestas, y Dios es el único capaz de resolver este dilema.
La historia del hombre comprende su creación, su caída y su redención. Es impor-
tante conocer cada uno de estos puntos para entender claramente el plan redentor
del Creador. Necesitamos entrar en el conocimiento de Cristo y de su obra, pues
él fue el único capaz de aplacar la ira de Dios. Cristo, al ser plenamente hombre y
plenamente Dios, se capacitó para rescatar al hombre del mar de pecado en el que
habita. Es necesario entender que había que pagar un precio para saldar la deuda
del hombre con Dios, y Jesús era el único capaz de pagarlo. Este será, pues, el tema
de esta lección, Cristo y su obra.

LA IDENTIDAD DE CRISTO

1. PLENAMENTE DIOS

Jesús es plenamente Dios y, por lo tanto, tiene todo el derecho sobre la humanidad.
Como Dios eterno, es el único que puede decidir el destino de la humanidad por-
que es santo, justo y autor de la vida. Jesús siempre ha existido y siempre existirá
como Dios, aunque vino a la tierra como hombre, permanece por siempre y para
siempre como Dios eterno. Según Michael Reeve, "[...] no debemos pensar que el
que en su naturaleza era Dios excluyó algo de sí mismo al quitarle de alguna manera
algún atributo de Dios [...]" ¹.
Veamos a continuación lo que dice la Biblia sobre la divinidad de Jesús:

1. REEVES, Michael. Deleitándose en Cristo. Brasilia, DF: Editora Monergismo, 2018. p.41.

30
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

La divinidad de Jesucristo

“— ¿Cómo podrá suceder esto — le preguntó María al ángel —, puesto


que soy virgen? — El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Al-
tísimo te cubrirá con su sombra. Así que al santo niño que va a nacer lo
llamarán Hijo de Dios.” (Lc 1.34,35)

Jesús, el Verbo (la Palabra de Dios)

“En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo


era Dios. Él estaba con Dios en el principio. Por medio de él todas las
cosas fueron creadas; sin él, nada de lo creado llegó a existir. En él estaba
la vida, y la vida era la luz de la humanidad.” (Ju 1.1-4)

“Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado


su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre.” (Ju
1:14)

Jesús, Dios con nosotros

“La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel (que


significa «Dios con nosotros»). (Mt 1.23)

Jesús, Dios unigénito

“A Dios nadie lo ha visto nunca; el Hijo unigénito, que es Dios y que vive
en unión íntima con el Padre, nos lo ha dado a conocer.” (Ju 1:18)

2. PLENAMENTE HOMBRE

“La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús, quien, siendo
por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué
aferrarse. Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la natu-
raleza de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos. Y, al mani-
festarse como hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la
muerte, ¡y muerte de cruz!” (Fp 2.5-8)

31
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

Era necesario que Jesús viniera a la tierra como hombre, asumiendo la forma del
ser que él mismo había creado, para vivir una vida perfecta de obediencia al Padre
celestial. La vida de Cristo en la tierra fue excelente, no se encontró ningún pecado
en él, y fue a través de la vida intachable, de un ser plenamente hombre y plena-
mente Dios, que el hombre fue salvado. Según Michael Reeves:
Y así fue como el Señor de toda la creación, el que debió inclinarse para mirar los
cielos y la tierra (Sal 112,6), se humilló desde el cielo para tomar la forma de un siervo.
Creó a su propia madre, y luego, ante todos los ángeles, el Padre envió a su notable
Hijo. [...] No se vació de todo lo que era: se vació a sí mismo, humillándose para ser
Dios con nosotros en forma de niño. El Altísimo se humilló, el Creador se hizo cria-
tura, el Verbo se hizo mudo, el mismo poder de Dios se hizo feto indefenso.²

Veamos a continuación lo que la Biblia tiene que decirnos sobre la humanidad de Cristo:
Jesús aprendió la obediencia

“Aunque era Hijo, mediante el sufrimiento aprendió a obedecer; 9 y, con-


sumada su perfección, llegó a ser autor de salvación eterna para todos los
que le obedecen.” (Heb 5.8,9)

Jesús crecía en sabiduría, inteligencia y estatura

“Al cabo de tres días lo encontraron en el templo, sentado entre los ma-
estros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían se
asombraban de su inteligencia y de sus respuestas.” (Lc 2.46,47)

“Jesús siguió creciendo en sabiduría y estatura, y cada vez más gozaba


del favor de Dios y de toda la gente.” (Lc 2.52)

Jesús se identificó con el hombre

“Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de


nuestras debilidades, sino uno que ha sido tentado en todo de la misma
manera que nosotros, aunque sin pecado.” (Heb 4.15)

2. REEVES, Michael. op. cit., p.41.

32
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

3. EL REY PROMETIDO

“Cuando tu vida llegue a su fin y vayas a descansar entre tus antepasa-


dos, yo pondré en el trono a uno de tus propios descendientes, y afirmaré
su reino. Será él quien construya una casa en mi honor, y yo afirmaré su
trono real para siempre.” (2 Sm 7.12,13)

Dios mantendrá firme su trono para siempre, es el Mesías tan esperado por los ju-
díos, el que tiene el poder de liberar al pueblo y llevarlo a una vida de paz.
Jesús, el Cristo, es el que gobernará la tierra por los siglos de los siglos

“Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía


reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres: Consejero admi-
rable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. Se extenderán su sobera-
nía y su paz, y no tendrán fin. Gobernará sobre el trono de David y sobre
su reino, para establecerlo y sostenerlo con justicia y rectitud desde ahora
y para siempre. Esto lo llevará a cabo el celo del Señor Todopoderoso.” (Is
9.6,7)

Dios le dará el trono de David

“Él será un gran hombre, y lo llamarán Hijo del Altísimo. Dios el Señor
le dará el trono de su padre David, y reinará sobre el pueblo de Jacob
para siempre. Su reinado no tendrá fin.” (Lc 1.32,33)

4. EL REY QUE SUFRE

Cristo vino a la tierra para sufrir en nombre de la humanidad. Sufrió en muchos


niveles. Según Greg Gilbert:
El propio Jesús sabía desde el principio que su misión consistía en morir por los
pecados de su pueblo. [...] En los Evangelios, Jesús predijo su muerte varias veces.
Y cuando Pedro intentó tontamente interponerse en su camino, Jesús le reprendió
diciendo: " “Aléjate de mí, Satanás! Quieres hacerme tropezar” (Mateo 16:23). Jesús
estaba decidido a ir a Jerusalén y, por tanto, a su muerte.³

3. GILBERT, Greg. ¿Qué es el Evangelio? São José dos Campos, SP: Editora Fiel, 2015. p.91.

33
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

Por eso, Jesús se despojó de su gloria, plenamente consciente de los dolores y su-
frimientos que le esperaban en la tierra.
Veamos qué nos dice la Biblia sobre los sufrimientos de Cristo:

Él es el Cordero de Dios

“Al día siguiente Juan vio a Jesús que se acercaba a él, y dijo: «¡Aquí
tienen al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!” (Jn 1:29)

Él salvará a su pueblo del pecado

“...se le apareció en sueños un ángel del Señor y le dijo: José, hijo de


David, no temas recibir a María por esposa, porque ella ha concebido
por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre
Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.” (Mt 1.20,21)

Era consciente de los sufrimientos que le esperaban en la tierra

“Desde entonces comenzó Jesús a advertir a sus discípulos que tenía que
ir a Jerusalén y sufrir muchas cosas a manos de los ancianos, de los jefes
de los sacerdotes y de los maestros de la ley, y que era necesario que lo
mataran y que al tercer día resucitara. Pedro lo llevó aparte y comenzó a
reprenderlo: —¡De ninguna manera, Señor! ¡Esto no te sucederá jamás!
Jesús se volvió y le dijo a Pedro: —¡Aléjate de mí, Satanás! Quieres
hacerme tropezar; no piensas en las cosas de Dios, sino en las de los
hombres.” (Mt 16.21-23)

5. EL REDENTOR

La obra perfecta de Cristo trajo la redención al mundo. Su vida, muerte y resurrec-


ción fue el camino elegido por Dios para rescatar al hombre del destino eterno de
sufrimiento al que estaba destinado.
Veamos qué nos dice la Biblia sobre la obra redentora de Cristo:

“Después tomó la copa, dio gracias, y se la ofreció diciéndoles: —Beban


de ella todos ustedes. Esto es mi sangre del pacto, que es derramada por
muchos para el perdón de pecados.” (Mt 26.27,28)

34
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

Él entregó su vida.

“Por eso me ama el Padre: porque entrego mi vida para volver a recibir-
la. Nadie me la arrebata, sino que yo la entrego por mi propia voluntad.
Tengo autoridad para entregarla, y tengo también autoridad para volver
a recibirla. Este es el mandamiento que recibí de mi Padre.” (Jn 10.17,18)

Él vino a servir y a dar su vida.

“...el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor, y el
que quiera ser el primero deberá ser esclavo de todos. Porque ni aun el
Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su
vida en rescate por muchos.” (Mc 10.43-45)

La expiación

“Cristo nos rescató de la maldición de la ley al hacerse maldición por


nosotros, pues está escrito: Maldito todo el que es colgado de un madero.
Así sucedió, para que, por medio de Cristo Jesús, la bendición prometida
a Abraham llegara a las naciones, y para que por la fe recibiéramos el
Espíritu según la promesa.” (Gal 3.13,14)

“Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como peca-
dor, para que en él recibiéramos la justicia de Dios.” (2 Co 5.21)

“Porque Cristo murió por los pecados una vez por todas, el justo por
los injustos, a fin de llevarlos a ustedes a Dios. Él sufrió la muerte en su
cuerpo, pero el Espíritu hizo que volviera a la vida.” (1 Pe 3.18)

La expiación se refiere a la obra de Cristo, realizada mediante su vida y su muerte.


El objetivo de la expiación es la salvación del hombre, el perdón de sus pecados y
la reconciliación con Dios. Este camino tomado por Cristo liberó a la humanidad
de la culpa que pesaba sobre sus hombros, presentando una posibilidad contraria
a la condenación eterna. Gracias a la expiación, el hombre pudo pasar a una nueva
vida. En otras palabras, llamamos expiación a todo lo que Cristo hizo, en su vida y
muerte, para ganar la salvación del hombre. Cuando Jesús acude a Juan el Bautista
para ser bautizado, Juan lo presenta inmediatamente como el Cordero de Dios que

35
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

quita el pecado del mundo4 y la forma en que Dios elimina el pecado del mundo se
llama expiación.
Siguiendo con la expiación, es importante entender que Jesús fue castigado por el
propio Dios. El Padre depositó su ira en el Hijo, Dios castigó a Dios para que el
hombre se salvara. Cristo se entregó a sufrir a manos del Padre teniendo el mismo
nivel de dignidad que él. La dignidad humana es nula comparada con la dignidad
del ofendido por el pecado. Jesús, al entregarse como sacrificio por los pecados de
la humanidad, fue el único capaz de aplacar la ira del que es santo y justo. Su sangre
fue derramada en favor de los pecadores, no sólo la sangre como materia, sino que
su vida fue completamente entregada en la cruz. La sangre significa vida, así que
ese fue el precio que el Hijo de Dios pagó para redimir al hombre. No se le perdonó
la vida, siendo exprimido hasta su último aliento para aplacar la ira del Padre. Sin
embargo, otro aspecto de la expiación que hay que destacar es el hecho de que el
sufrimiento de Cristo no fue eterno. En la cruz dijo: ¡Se acabó! Pero el hombre,
aunque esté condenado al infierno por toda la eternidad, nunca podrá pagar su
deuda con Dios. Un corazón rebelde continuará en la rebelión, blasfemando contra
Dios mientras recibe en su cuerpo el castigo por sus maldades. Tal actitud hace que
la deuda del hombre sea progresivamente mayor, alejándolo del arrepentimiento
por sus pecados. En otras palabras, un corazón rebelde a causa del juicio de Dios
se volverá más y más rebelde al recibir el castigo eterno. Sin embargo, Cristo fue
castigado por el Padre sin rebelarse contra él.
La obra de Cristo fue completa, es el cordero de Dios que quita el pecado del mun-
do. Para comprender mejor su obra, en lo que respecta a la obra de la expiación,
es importante que primero tengamos claras las razones que la hacen necesaria. A
continuación hablaremos de la causa de la expiación, el motivo que hizo que Cristo
se encarnara y muriera por los pecados de la humanidad. Para ello dividiremos la
causa de la expiación en dos columnas: La justicia de Dios y el amor de Dios.

LA EXPIACIÓN Y LA JUSTICIA DE DIOS

“Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios, pero por
su gracia son justificados gratuitamente mediante la redención que Cris-
to Jesús efectuó. Dios lo ofreció como un sacrificio de expiación que se

4. Ju 1.29

36
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

recibe por la fe en su sangre, para así demostrar su justicia. Anterior-


mente, en su paciencia, Dios había pasado por alto los pecados; pero en
el tiempo presente ha ofrecido a Jesucristo para manifestar su justicia.
De este modo Dios es justo y, a la vez, el que justifica a los que tienen fe
en Jesús.” (Rm 3.23-26)

Dios es el Juez de toda la tierra, porque es el Creador de todo lo que existe, se


convierte en alguien calificado para juzgar toda la creación. Pero no sólo es juez,
también es el justificador de todos los que ponen su fe en él. La justicia de Cristo
permanece intacta aunque convierta a los injustos en justos. La justicia de Dios es-
tablece el marco por el que trabaja para lograr la redención de la humanidad. Cristo
fue enviado a la tierra para que se demostrara la justicia de Dios.

“Dios lo ofreció como un sacrificio de expiación que se recibe por la fe en


su sangre, para así demostrar su justicia. Anteriormente, en su paciencia,
Dios había pasado por alto los pecados.” (Rm 3.25)

Por lo tanto, Dios declaró su justicia al enviar a Cristo a morir por los pecados de
la humanidad, en vista de que el hombre nunca podría acercarse a Dios sin pagar
primero su deuda. Pero la motivación detrás de la expiación es el amor de Dios.

LA EXPIACIÓN Y EL AMOR DE DIOS

“Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que
todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” (Ju 3.16)

“En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios,


sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como
sacrificio por el perdón de nuestros pecados.” (1 Jn 4.10)

El amor de Dios lo movió hacia el hombre. Es independiente, no tenía ninguna


obligación de salvarnos, pero aún siendo independiente, estableció el propósito
de salvar a la humanidad. Fue por la motivación de su amor que decidió rescatar a
la humanidad, el mismo amor que llevó a Cristo a entregarse como sacrificio. La

37
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

necesidad de expiación surge como consecuencia de la decisión amorosa de Dios


de acercarse a nosotros. Según A. W. Pink:
El propósito principal de Dios es encomendar el amor de Dios en Cristo, ya que él es
el único canal por el que fluye el amor. El Hijo no indujo al Padre a amar a su pueblo,
sino que fue el amor del Padre el que le impulsó a dar a su Hijo por su pueblo.5

Dios podía decidir no salvar a la humanidad, en este sentido se puede decir que
la expiación no era una necesidad absoluta. Sin embargo, motivado por su amor,
decide rescatar a la humanidad, aunque la única manera de realizar esta obra era
mediante el sacrificio de su único Hijo. Aunque la expiación no era una necesidad
absoluta, se convirtió en la "consecuencia" de la decisión amorosa de Dios de salvar
a la humanidad. Este concepto recibe el nombre de "absoluta necesidad conse-
cuente'' de la expiación.
Por lo tanto, el amor y la justicia de Dios son igualmente importantes, ambos fue-
ron las causas de la expiación. La obra de la expiación está motivada por el amor
de Dios, pero al mismo tiempo está regulada por su justicia. Dios se ha propuesto,
movido por su amor, el propósito de salvar a la humanidad, pero su justicia es el
medio por el que esta salvación debe tener lugar.

LA OBEDIENCIA DE CRISTO

“Porque así como por la desobediencia de uno solo muchos fueron cons-
tituidos pecadores, también por la obediencia de uno solo muchos serán
constituidos justos.” (Rm 5.19)

“Y, al manifestarse como hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obe-


diente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz!” (Fil 2.8)

Jesús fue obediente en todo, ese es el núcleo de su obra. Vivió una vida perfecta de
obediencia a Dios, en vista de que la consecuencia de su vida intachable caería a
favor de la humanidad. El hecho de que Cristo fuera obediente en todo hizo que su
sacrificio fuera válido, y esta es la razón por la que los hombres pueden vislumbrar

5. ROSA. A.W. Los atributos de Dios. São Paulo: Selected Evangelical Publications, 2016. p. 136.

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EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

la esperanza de la salvación. La obediencia de Cristo puede dividirse en dos partes:


activa y pasiva, veamos.

1. LA OBEDIENCIA ACTIVA DE CRISTO

El hombre, debido a su naturaleza pecadora, es incapaz de obedecer plenamente


los preceptos divinos. Sin embargo, Cristo bajó a la tierra para vivir una vida perfec-
ta para la humanidad. No se encontró ningún pecado en él, ni ninguna raíz de re-
beldía en su carácter. Por eso, a la vida perfecta que vivió, encaminada a la salvación
de la humanidad, le damos el nombre de obediencia activa. La obediencia de Cristo
sustituye a la desobediencia del hombre, y por ella somos justificados ante Dios.

2. LA OBEDIENCIA PASIVA DE CRISTO

Cristo sufrió por una culpa que no era suya, tomó el lugar de los pecadores como
una oveja muda enviada al matadero. Fue castigado con el castigo que estaba pre-
visto para el hombre, siendo juzgado, humillado y condenado a muerte, y a esto le
damos el nombre de obediencia pasiva.
Por tanto, la obediencia activa de Cristo se refiere a su vida perfecta en contraste
con la rebeldía del hombre. La humanidad es incapaz de cumplir la ley de Dios, así
que Jesús la cumplió en nuestro lugar. La obediencia pasiva de Cristo, en cambio,
tiene que ver con el castigo que sufrió en favor de los hombres. Él vivió la vida que
nosotros nunca podríamos vivir y sufrió la muerte que deberíamos sufrir, para que
pudiéramos reconciliarnos con Dios. Esa es la obra de la expiación de Cristo, ese
es el corazón de su obra en la cruz.

LOS SUFRIMIENTOS DE CRISTO

“Despreciado y rechazado por los hombres, varón de dolores, hecho para


el sufrimiento. Todos evitaban mirarlo; fue despreciado, y no lo estima-
mos.” (Is 53.3)

Los sufrimientos de Cristo pueden dividirse en tres aspectos, que son los obstá-
culos que tuvo que soportar para completar su obra de expiación.

39
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

1º - Él se hizo hombre
Al hacerse hombre, Jesús se limitó para siempre, por lo que sus sufrimientos no se
refieren sólo a la cruz, sino al hecho de haberse convertido en criatura para toda la
eternidad. Aunque era Dios, se rebajó tomando la forma de siervo, aceptando todo
el dolor y la humillación destinados a los hombres. La humanidad nunca entenderá
la grandeza de este sufrimiento, ya que nunca hemos sido partícipes de una gloria
como la de Cristo. Aunque era Dios, se hizo hombre, aceptando la humillante tarea
de limitarse, por lo que éste es el primer aspecto de su sufrimiento.

2º - El dolor de Cristo
Jesús experimentó un dolor inimaginable, fue crucificado y castigado, experimen-
tando el dolor de convertirse en una maldición por cargar con los pecados de la hu-
manidad. Su dolor iba más allá de lo físico, siendo también psicológico, ya que toda
la culpa de los pecados de los hijos de Dios, de todas las generaciones, recaía sobre
sus hombros. Se sumergió en el sufrimiento de la experiencia de ser abandonado
por el Padre. Hasta ese momento Cristo había experimentado una profunda comu-
nión con el Padre y eso fue lo que le sostuvo, haciéndole caminar y tener la fuerza
para soportar los retos de su misión. Sin embargo, en la cruz sintió el abandono del
Padre, allí dejó de sentir la bendita presencia del Espíritu Santo, así como la cone-
xión con Dios. Este fue probablemente el mayor de los sufrimientos de Cristo en
toda su obra en la tierra.

3º - El abandono y la ira de Dios

“Cristo nos rescató de la maldición de la ley al hacerse maldición por


nosotros, pues está escrito: Maldito todo el que es colgado de un madero.”
(Gl 3.13)

Cristo no sólo sufrió el abandono del Padre, sino que tuvo que soportar la ira divina
en su carne. Fue maldecido por Dios, el Padre se opuso al Hijo y lo aplastó con el
peso de su ira. Con esto, el corazón de Cristo quedó totalmente destrozado.

40
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

TÉRMINOS QUE DESCRIBEN LA OBRA DE CRISTO

SACRIFICIO: Este término está relacionado con el hecho de que los hombres de-
bían morir como sacrificio por el pecado, pero Cristo se entregó en nuestro lugar,
asumiendo el castigo que estaba destinado a los hombres.

“Si así fuera, Cristo habría tenido que sufrir muchas veces desde la crea-
ción del mundo. Al contrario, ahora, al final de los tiempos, se ha presen-
tado una sola vez y para siempre a fin de acabar con el pecado mediante
el sacrificio de sí mismo.” (Hb 9.26)

PROPICIACIÓN: Término recurrente en la Biblia que significa hacer que alguien


que está en contra de ti te sea propicio. Cristo hizo propiciación por nosotros, fue
golpeado por la ira de Dios que venía hacia nosotros. Al apartar la ira de Dios del
hombre, Cristo hizo a la humanidad apta para recibir el amor del Padre.

“¿Quién es el mentiroso sino el que niega que Jesús es el Cristo? Es el


anticristo, el que niega al Padre y al Hijo.” (1 Ju 2.2)

RECONCILIACIÓN: Significa que estábamos separados de Dios a causa de nues-


tros pecados y que Cristo, mediante la obra de la expiación, nos reconcilió con él.

“Todo esto proviene de Dios, quien por medio de Cristo nos reconcilió
consigo mismo y nos dio el ministerio de la reconciliación: esto es, que en
Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo, no tomán-
dole en cuenta sus pecados y encargándonos a nosotros el mensaje de la
reconciliación.” (2 Co 5.18,19)

REDENCIÓN: Éramos esclavos del pecado y, en consecuencia, esclavos del reino


de las tinieblas, pero Cristo pagó el rescate para que fuéramos liberados. Esto no
significa que Cristo pagó un rescate a Satanás, sino que estábamos cautivos y fui-
mos liberados del diablo y del pecado por la obra expiatoria de Cristo.

“Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para
servir y para dar su vida en rescate por muchos.” (Mc 10.45)

41
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

CONCLUSIÓN

La respuesta de Dios al desprecio del hombre hacia él fue, desde el principio, el sa-
crificio de su Hijo, Jesucristo. Aunque los hombres eran dignos de la condenación
eterna, Cristo obedeció al Padre y se entregó para la remisión de los pecados. Jesús
tomó sobre sí los pecados de los hombres, convirtiéndose en maldición y bebiendo
la copa de la ira de Dios. El que no tenía ningún pecado, se entregó para ser herido,
humillado y abandonado por su Padre. Pero la historia no termina con su muerte.
Fue resucitado al tercer día por el poder del Espíritu de Dios, que lo levantó de
entre los muertos con un cuerpo glorificado. Así, la justicia de Dios fue satisfecha
en la muerte y resurrección de Jesús. Él salvó, con su carne y su sangre, el abismo
entre el hombre y Dios, reconciliándolos.

42
4 Leccion
´

V1.1.0

NUESTRA
RESPUESTA
Hasta aquí hemos visto varios aspectos cruciales que ayudan a la correcta compren-
sión del evangelio bíblico. Primero hemos hablado del carácter santo y justo de Dios,
así como del derecho que tiene sobre la creación, ya que todo fue creado por sus
manos. Al contemplar la grandeza de Dios, aumenta la comprensión de su evangelio.
A continuación hablamos de la depravación del hombre. A través de esta percepción
fue posible comprender que el hombre, inmerso en su maldad, nunca podría acercar-
se a un Dios santo. Sin embargo, Dios estableció un medio por el cual la humanidad
podía reconciliarse con él, la obra expiatoria de Jesucristo. Ante cada uno de estos
aspectos, hablaremos en esta lección de la actitud correcta que debe tener el hombre
ante estos puntos, es decir, la respuesta al evangelio. Jesucristo ha realizado una ma-
ravilla tan exorbitante que exige una respuesta, ya sea de odio o de pasión.¹

1. WILSON, Jared. CHANDLER, Matt. Evangelio Explícito. São José dos Campos, SP: Editora Fiel, 2013. p. 73.

43
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

En estas cuatro lecciones el enfoque adoptado sobre el evangelio ha sido visto des-
de una perspectiva antropológica, es decir, estamos viendo el evangelio desde un
punto de vista humano. Cómo el hombre percibe, reacciona y se ve afectado por el
evangelio. A partir de la próxima lección veremos el evangelio desde una perspec-
tiva cósmica, es decir, de forma más amplia.
Volviendo al tema de nuestra cuarta lección, veremos la actitud que debe tener el
hombre ante la propuesta del evangelio. Veamos las palabras de Jesús a este respecto:

"Después de que encarcelaron a Juan, Jesús se fue a Galilea a anun-


ciar las buenas nuevas de Dios. Se ha cumplido el tiempo —decía—.
El reino de Dios está cerca. ¡Arrepiéntanse y crean las buenas nuevas!"
(Marcos 1:14-15)

Por lo tanto, la reacción correcta ante el evangelio de Dios es el arrepentimiento


y la fe. Esta es la actitud que debemos tener hacia el carácter de Dios. Esta res-
puesta de arrepentimiento y fe se llama conversión. Esta es la reacción correcta al
evangelio, la conversión a través del arrepentimiento de los pecados y la confianza
en Cristo, con miras a la salvación. Por lo tanto, en esta lección trabajaremos los
aspectos y las definiciones de la fe en relación con la salvación y el arrepentimiento
de los pecados.

LA FE SALVÍFICA

La fe salvífica, es decir, la fe que lleva a la salvación, incluye en sí misma tres aspec-


tos: conocimiento, aprobación y confianza personal. Estos tres aspectos contrastan
con una fe simplemente mental, reducida a la confianza en uno mismo y que no
conduce a la salvación. Según Greg Gilbert:
La fe es una de esas palabras que durante mucho tiempo ha sido tan mal utilizada que
la mayoría de la gente no tiene ni idea de lo que realmente significa. Pídale a cualquier
persona en la calle que describa la fe y, aunque escuche algunas palabras respetuosas
y agradables, el punto central de la cuestión será probablemente que la fe es creer lo
ridículo en contra de toda evidencia. ²

2. GILBERT, Greg. ¿Qué es el Evangelio?. São José dos Campos, SP: Editora Fiel, 2015. p.100,101.

44
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

Para muchos, la fe se refiere a algo que no se puede probar, pero tal definición no
corresponde a la fe salvadora. La fe implica una confianza firme e inquebrantable
fundada en las verdades del Evangelio. Veamos cómo describe Pablo la fe de Abraham:

"Contra toda esperanza, Abraham creyó y esperó, y de este modo llegó


a ser padre de muchas naciones, tal como se le había dicho: ¡Así de nu-
merosa será tu descendencia! Su fe no flaqueó, aunque reconocía que su
cuerpo estaba como muerto, pues ya tenía unos cien años, y que también
estaba muerta la matriz de Sara. Ante la promesa de Dios no vaciló
como un incrédulo, sino que se reafirmó en su fe y dio gloria a Dios ple-
namente convencido de que Dios tenía poder para cumplir lo que había
prometido." (Romanos 4:18-21)

Abraham creyó, aunque todas las circunstancias eran contrarias a lo que Dios le
había prometido. Aunque Abraham cometió errores en su camino de fe, nunca dejó
de confiar en las palabras de Dios. Esta es la fe salvadora, una fe sólida e indepen-
diente de las circunstancias para existir, por la que Abraham fue justificado y por la
que el hombre puede recibir la vida eterna.
Todos los dones otorgados por Dios se reciben a través de la fe, vivimos y morimos
a través de ella, veamos:

- Recibimos la justicia por la fe (Rom. 3:22)


- Somos justificados por la fe (Rom. 3:30; Gal. 2:16)
- Nos mantenemos firmes por la fe (Rom. 11:20)
- Somos hijos de Dios por la fe (Gal. 3:26)
- Permanecemos en Cristo por la fe (Ef 3.17)
- Somos resucitados en Cristo por la fe (Col. 2:12)
- Heredamos las promesas por la fe (Heb. 6:12)
- Conquistamos reinos, practicamos la justicia, cerramos la boca de los leones por
la fe (Heb 11.33)
- Somos guardados por la fe (1 Pe 1.5)

A continuación veremos con más detalle tres aspectos de la fe salvadora:

45
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

El primer aspecto
El primer aspecto es el conocimiento, en sí mismo no es suficiente para la salvación, sin
embargo, para que el hombre pueda creer en la obra de Cristo, es necesario que haya
algún conocimiento de ella. Sobre esto dice el apóstol Pablo en su carta a los romanos:

"Porque todo el que invoque el nombre del Señor será salvo. Ahora bien,
¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en
aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique?"
(Romanos 10:13-14)

Por lo tanto, la predicación del evangelio es indispensable para que uno ponga su fe
en la obra redentora de Cristo. No sería posible creer en algo de lo que nunca se ha
oído hablar. Sin embargo, este conocimiento no tiene por qué ser de un alto nivel
intelectual, sino que es necesario que se absorba el núcleo del mensaje, es decir,
que se asimile algún contenido para que surja en el corazón del hombre la fe que
lleva a la salvación.

El segundo aspecto
El segundo aspecto se refiere a la aprobación, es decir, no basta con que los hombres
conozcan el mensaje del evangelio, es necesario que también estén de acuerdo con él.
Este mensaje debe ser aprobado, todos los hechos relativos a la obra de Cristo deben
ser vistos como reales e indiscutibles para los hombres que anhelan la vida eterna.

El tercer aspecto
Hasta ahora hemos visto la importancia de conocer y aprobar el mensaje del evan-
gelio, pero estos dos aspectos no son suficientes para la salvación, es necesario que
se incluya un tercer aspecto, me refiero a la confianza personal. Es necesario que
haya una decisión personal de depender de Cristo. La Palabra de Dios nos enseña
que la fe es dependencia,“El evangelio de Jesucristo nos llama a hacer lo que hizo
Abraham: por nuestra fe en Jesús, depender de él y confiar en que hará lo que ha pro-
metido hacer”. La fe salvífica es la que cree que Jesucristo es una persona viva, que
dio su vida para el perdón de los pecados y que conduce al hombre a la vida eterna
y a la comunión con Dios.

3. GILBERT, Greg. op. cit., p 103.

46
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

Estos tres elementos de los que hemos hablado (conocimiento, aprobación y confian-
za) deben constituir juntos nuestra fe. Es necesario comprender que el conocimiento
y la racionalidad no son características opuestas a la fe, sino todo lo contrario. La fe
crece a medida que el hombre profundiza en la comprensión de todo lo que le con-
cierne. Esta comprensión no debe ser meramente intelectual, sino que debe estar
vinculada a una vida de comunión con Dios. Todos los contenidos adquiridos sobre
la fe deben estar conectados a una vida de confianza y relación con Cristo. Aunque
el contenido adquirido no sea perfecto, es importante ser bautizado por la verdad de
que Jesús es una persona viva, no sólo un concepto o una historia. Es un hombre, un
judío de 33 años que habita, a través del Espíritu Santo, en los que creen en él. La fe
se expande a medida que aumenta el conocimiento de estas verdades.
La principal fuente para profundizar en estas cuestiones es, sin duda, la Escritura.
La palabra de Dios contiene toda la verdad y el contenido necesario para que la fe
en la obra de Cristo sea más sólida. La fe bíblica, que lleva al hombre a la salvación,
implica la búsqueda del conocimiento de quién es Jesús y de lo que ha hecho por la
humanidad. Esta fe tiene que ver con estar de acuerdo y aprobar todo lo que dicen
las Escrituras sobre este tema. Conocer, confiar y relacionarse con esta tercera per-
sona de la Trinidad son pasos que llevan al hombre a la vida eterna.

ARREPENTIMIENTO

"Después de que encarcelaron a Juan, Jesús se fue a Galilea a anun-


ciar las buenas nuevas de Dios. Se ha cumplido el tiempo —decía—.
El reino de Dios está cerca. ¡Arrepiéntanse y crean las buenas nuevas!"
(Marcos 1:14-15)

La fe y el arrepentimiento deben ir juntos. Es necesario creer en el Evangelio y, sin


embargo, arrepentirse de todas las prácticas contrarias a él. El arrepentimiento es
un dolor sincero por el pecado, unido a un verdadero compromiso de renunciar y
abandonar las prácticas pecaminosas y continuar en una vida de obediencia a Cris-
to. Veamos qué tiene que decir Gilbert Greg sobre el arrepentimiento:
Es alejarse del pecado, odiarlo, y resolver, por el poder de Dios, abandonar el pecado,
mientras se vuelve a Dios en la fe. Por eso Pedro dijo a la multitud que le escuchaba: "Ar-
repentíos, pues, y convertíos, para que vuestros pecados sean borrados" (Hechos 3.19).
Y Pablo anunció a todos "que se arrepintieran y se convirtieran a Dios" ( Hechos 26.20).
El arrepentimiento no es un accesorio opcional de la vida cristiana. Es absolutamente

47
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

crucial para la vida cristiana, distinguiendo a los que han sido salvados por Dios de los
que no lo han sido. 4(énfasis añadido)

Por lo tanto, el arrepentimiento implica:


1. Un cambio radical en el concepto que tienes de ti mismo;
2. Asco por el pecado;
3. Estar abrumado por la tristeza al ver la maldad que habita en nuestro corazón (ha-
blaremos de este punto más adelante).
4. Fuerza motivadora para correr de vuelta a Dios a través del sacrificio de Jesús;
5. Más deseo de liberarse del pecado que de conservar la propia imagen;
6. Tener un corazón agradecido por el don del perdón y la salvación;
7. Admiración y asombro ante la grandeza del amor de Dios, que redime para sí a una
humanidad tan vil.

El arrepentimiento no significa la exclusión total del pecado, el cristiano arrepenti-


do no está exento de volver a encontrar su maldad. Sin embargo, el hombre que se
arrepiente de verdad librará una guerra constante contra el pecado, luchando hasta
su último aliento para resistir, con el poder de Dios, a las fuerzas del mal. Sobre
esto dice Greg Gilbert:
Es cierto que al regenerarnos, Dios nos da poder para luchar contra el pecado y vencerlo (1
Cor. 10:13). Pero como seguiremos luchando con el pecado hasta que seamos glorificados,
debemos recordar que el verdadero arrepentimiento es fundamentalmente una cuestión
de actitud del corazón hacia el pecado, no simplemente un cambio de comportamiento.5

Desglosamos más el tema del arrepentimiento dividiéndolo en tres aspectos:

Primer aspecto
El arrepentimiento tiene que venir con un entendimiento intelectual y la compren-
sión de la maldad humana y lo malo que es el pecado. Sólo así será posible entender
el arrepentimiento según la Escritura.

4. GILBERT, Greg. op. cit., p 109.


5. GILBERT, Greg. op. cit., p.111.

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EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

"...¡Sentirán asco de ellos mismos por todas las maldades que hicieron y
por sus obras repugnantes! Entonces sabrán que yo, el SEÑOR, no los
amenacé en vano con estas calamidades’ ”. (Ezequiel 6:9b,10)

"Sin embargo, yo sí me acordaré de la alianza que hice contigo en los


días de tu infancia, y estableceré contigo una alianza eterna. Tú te acor-
darás de tu conducta pasada, y te avergonzarás cuando yo acoja a tus
hermanas, la mayor y la menor, para dártelas como hijas, aunque no
participan de mi alianza contigo. Yo estableceré mi alianza contigo, y
sabrás que yo soy el SEÑOR. Cuando yo te perdone por todo lo que has
hecho, tú te acordarás de tu maldad y te avergonzarás, y en tu humillaci-
ón no volverás a jactarte. Lo afirma el SEÑOR omnipotente”. (Ezequiel
16:60-63)

"Allí se acordarán de su conducta y de todas sus acciones con las que se


contaminaron, y sentirán asco de sí mismos por todas las maldades que
cometieron. Pueblo de Israel, cuando yo actúe en favor de ustedes, en
honor a mi nombre y no según su mala conducta y sus obras corruptas,
entonces ustedes reconocerán que yo soy el SEÑOR. Yo, el SEÑOR om-
nipotente, lo afirmo”. Ezequiel 20:43-44

"¿Qué fruto cosechaban entonces? ¡Cosas que ahora los avergüenzan y


que conducen a la muerte!" (Romanos 6:21)

Segundo aspecto
El segundo aspecto se refiere a un respaldo emocional de la enseñanza bíblica sobre
este tema. Básicamente, significa que el arrepentimiento implica un profundo do-
lor por el pecado, asociado a un sentimiento de aversión a las prácticas del mal. El
arrepentimiento genera en el hombre una repulsión por los pecados antes practica-
dos. Por lo tanto, este segundo aspecto implica una concordancia de la enseñanza
bíblica relativa a la depravación humana, asociada a una profunda tristeza por los
pecados que aún se practican.

Tercer aspecto
El tercer aspecto del arrepentimiento bíblico se refiere a la decisión personal de
alejarse del pecado. Implica un compromiso profundo y sincero de vivir una vida
de obediencia a Cristo. Es un compromiso de no ceder a las prácticas pecaminosas,

49
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

sometiendo las fuerzas, la mente y las emociones a la voluntad de Dios. Quién no


experimenta este profundo deseo de obedecer a Cristo luchando contra el pecado
no ha experimentado un genuino arrepentimiento según las Escrituras.

LA TRISTEZA SEGÚN EL MUNDO

La tristeza según el mundo es una respuesta emocional equivocada a la predicación


del evangelio. Significa, en definitiva, un profundo remordimiento por el pecado,
que puede generar tristeza, depresión o autodesprecio, pero que no va acompaña-
do de la obediencia a Cristo. La tristeza por el pecado, no acompañada de un com-
promiso profundo de lucha contra la propia depravación, corresponde a la tristeza
según el mundo. El arrepentimiento debe ir acompañado del dolor por el pecado,
pero junto con el firme compromiso de abandonar las prácticas del mal.

LA TRISTEZA SEGÚN DIOS

"La tristeza que proviene de Dios produce el arrepentimiento que lleva a


la salvación, de la cual no hay que arrepentirse, mientras que la tristeza
del mundo produce la muerte." (2 Corintios 7:10)

La tristeza, según Dios, es la que genera en el hombre el impulso de luchar contra


su propia naturaleza. No se trata de un simple remordimiento, sino de una profun-
da comprensión de la propia maldad, asociada al deseo de caminar en dirección
contraria al pecado.

LOS CUATRO PASOS BÁSICOS DEL EVANGELIO

1. Arrepentimiento

"¡Arrepiéntanse y crean las buenas nuevas!" (Marcos 1:15b)

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EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

"—Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesu-


cristo para perdón de sus pecados —les contestó Pedro—, y recibirán el
don del Espíritu Santo." (Hechos 2:38)

"Por tanto, para que sean borrados sus pecados, arrepiéntanse y vuél-
vanse a Dios, a fin de que vengan tiempos de descanso de parte del
Señor." (Hechos 3:19)

2. Creer en el Evangelio

"Les dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a
toda criatura. El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que no crea
será condenado." (Marcos 16:15-16)

3. Obediencia a la fe

"Y la palabra de Dios se difundía: el número de los discípulos aumentaba


considerablemente en Jerusalén, e incluso muchos de los sacerdotes obe-
decían a la fe." (Hechos 6:7)

"Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conoci-


miento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta
a Cristo." (2 Corintios 10:5)

4. Señales

"Estas señales acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán


demonios; hablarán en nuevas lenguas tomarán en sus manos serpien-
tes; y, cuando beban algo venenoso, no les hará daño alguno; pondrán
las manos sobre los enfermos, y estos recobrarán la salud». Después de
hablar con ellos, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha
de Dios. Los discípulos salieron y predicaron por todas partes, y el Señor

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EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

los ayudaba en la obra y confirmaba su palabra con las señales que la


acompañaban." (Marcos 16:17-20)

"Ciertamente les aseguro que el que cree en mí las obras que yo hago
también él las hará, y aun las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre."
(Juan 14:12)

"A la vez, Dios ratificó su testimonio acerca de ella con señales, prodi-
gios, diversos milagros y dones distribuidos por el Espíritu Santo según
su voluntad." (Hebreos 2:4)

EL CAMINO PROGRESIVO DEL


ARREPENTIMIENTO Y LA FE

El arrepentimiento y la fe producen juntos la verdadera conversión. Ambas cosas


no aparecen como un hecho aislado en la vida del cristiano, sino que son aspectos
cruciales del camino hacia la vida eterna. No sólo marcan el inicio del camino,
sino cada uno de los pasos dados en el proceso de santificación. Para entender el
evangelio es necesario comprender que es el propio camino por el que debemos
caminar, nos lleva a la meta de ser más como Cristo. Así que el arrepentimiento y
la fe son las aceras del camino que los cristianos deben recorrer. Crecer en el arre-
pentimiento y la fe significa crecer en la santidad.
El arrepentimiento y la fe son un acuerdo intelectual y emocional sobre lo que pro-
pone el evangelio. No se refiere a algo que ocurre sólo al principio de la conversión,
sino que tiene lugar diariamente. El hombre necesita creer en el evangelio de Dios y
arrepentirse de sus pecados cada día. Aquellos que no se dan cuenta en sí mismos de
los pecados que todavía necesitan arrepentimiento están retrocediendo en su cami-
no espiritual. Todos los que nacen de nuevo, sin excepción, tienen en sus corazones
raíces de depravación que necesitan un arrepentimiento constante. Un cristiano que
se cree libre de pecado está ciego a la realidad y retrocede en su camino de fe.
Todos los hijos de Dios necesitan madurar en su caminar arrepintiéndose, por la
gracia de Dios, de sus pecados diarios. Cristo es quien da a los hombres las armas
necesarias para luchar contra su propia naturaleza. Pero para estar equipado con
estas herramientas, es necesario creer en Jesús y arrepentirse en todo momento de
los malos caminos.

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EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

CONCLUSIÓN

Al comprender la perspectiva antropológica del Evangelio, es posible darse cuenta


de que el conocimiento de Dios se amplía. Nuestros ojos se abren a su grandeza y
a la pequeñez del hombre. También se puede decir que crecer en el conocimiento
del Evangelio implica una comprensión más clara de las raíces del pecado presen-
tes en nuestro corazón. Este es un camino indispensable para los cristianos, porque
señala la belleza del Evangelio.
Es importante creer en cada uno de estos puntos, pero más allá de eso es impor-
tante entender que Cristo es suficiente para redimir al hombre de su maldad. Todo
esto nos hará crecer en el arrepentimiento del pecado y en la fe en la obra del Hijo
de Dios. El objetivo es parecerse cada vez más a Jesús, dando testimonio de quién
es, ese es el objetivo del evangelio. Dios no quiere que su gloria brille sólo en el
rostro de Cristo, sino también en el de cada uno de sus hijos.

53
5 Leccion
´

v.1.0.0

LA
CREACIÓN
Hasta aquí hemos contemplado el Evangelio desde una perspectiva antropológica, es
decir, a través de una concepción personal y humana. Sin embargo, todavía hay otro
punto de vista que hay que trabajar, me refiero a la perspectiva cosmológica. Este
aspecto se refiere a una comprensión divina del evangelio. Por lo tanto, a partir de
esta lección seguiremos nuestro tema a través de esta concepción. Discutiremos la
relación del mensaje evangélico con toda la realidad creada por Dios.
Los puntos de vista antropológico y cosmológico son igualmente importantes para
una comprensión profunda del plan de Dios. Juntas, estas dos perspectivas aportan
mayor claridad a la obra de Dios. En esta lección hablaremos específicamente de la
creación y su relación con el evangelio.

“Porque por medio de él fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la


tierra, visibles e invisibles, sean tronos, poderes, principados o autori-
dades: todo ha sido creado por medio de él y para él.” (Colosenses 1:16)

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EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

En las palabras de Pablo a la iglesia de Colosas, es posible notar que su preocupación


es aclarar la premisa de que todas las cosas fueron creadas en Cristo. Con la llegada
del pecado, el mundo sufrió un enorme deterioro, yendo en dirección contraria al
propósito original de Dios. Sin embargo, Pablo afirma que el origen de toda la re-
alidad conocida es Cristo mismo y que en él todas las cosas encuentran redención.
Dicha redención conduce al hombre a la vida eterna, pero también consiste en hacer
que la creación sea apta para cumplir el propósito original para el que fue creada. El
objetivo del evangelio es la restauración de toda la realidad creada por Dios.
Para hablar de este tema, utilizaremos una estructura sencilla:

LA ESTRUCTURA PARA EL ENTENDIMIENTO


CORRECTO DEL EVANGELIO ES:

CREACIÓN - LA CAÍDA - REDENCIÓN - CONSUMACIÓN

Cada uno de estos puntos será examinado con más detalle, ya que juntos contribuyen
a la correcta comprensión del mensaje evangélico. Así es posible tener la revelación
concerniente al plan de Dios magnificado mientras vemos el evangelio siendo
expuesto en la Escritura.

LA CREACIÓN Y EL EVANGELIO

Es importante entender que el evangelio es el camino de vuelta para que la creación


regrese al propósito original de Dios. La caída no alteró los planes preconcebidos del
Creador. No puso en marcha un plan B después de que el pecado entrara en el mun-
do. Dios es lo suficientemente poderoso como para convertir todos los problemas,
que aparentemente podrían obstaculizar su plan original, en gloria para su nombre.
El evangelio es el instrumento que Dios utiliza para volver a poner a la humanidad en
el camino de su voluntad, establecida desde el principio.
Los puntos que tratan el tema de la creación están rodeados de polémica, hay varias
líneas que discuten el Génesis, el principio de todo. Sin embargo, el objetivo de esta
lección no es acumular argumentos que respondan a líneas contrarias a las Escrituras,
sino centrarse en la perspectiva evangélica sobre el tema. Los apóstoles no interpreta-
ron las Escrituras hebreas a través de una lente científica. Su preocupación era dar un
mensaje claro y verdadero sobre la creación. Este es un tema importante para Dios, ya
que está interesado en que sus hijos sean conscientes del origen de su existencia en él,
así como del origen de todos los problemas a los que se enfrenta la humanidad.

55
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

El libro del Génesis comienza con la premisa de la existencia de Dios, sin ninguna
información previa al respecto.¹ Dios no da explicaciones sobre su origen, porque
siempre ha existido. La experiencia de la fe viene por el contacto con su palabra, por
lo que Dios no necesita justificar su existencia, ni demostrarla. Su deseo es que sus
hijos se sumerjan en las Escrituras, profundizando en su conocimiento. Dios es infi-
nitamente más grande que todo lo que el hombre conoce, su existencia no tuvo prin-
cipio y nunca tendrá fin. Sin embargo, aunque Dios es infinitamente grande, se hace
accesible, para que así sus hijos, seres finitos y limitados, puedan conocerlo. Desde
el principio hay un mensaje central que resuena en todos los rincones del universo:
¡Dios quiere revelarse al hombre!

EL EVANGELIO EN DOS PUNTOS DE VISTA

Como ya hemos dicho, nuestro tema se divide en dos puntos de vista distintos, el
antropológico y el cósmico. Los puntos que veremos a partir de esta clase se ajustan
a una perspectiva cósmica.
Punto de vista antropológico:
a. Dios, el hombre, Jesús y la respuesta a todo ello;
b. El evangelio se ve desde una perspectiva personal, pero procediendo en la com-
prensión referente a la obra de Dios.
Punto de vista cósmico:
a. Creación, caída, redención y consumación;
b. La supremacía de Cristo, la gloria de Dios y el destino del universo son objetivos
del evangelio. Estos son objetivos mucho más grandes que la salvación personal.

EL CARÁCTER DE LA CREACIÓN DE DIOS

La creación será restaurada por Cristo a través del evangelio, sólo entonces podrá cum-
plir el propósito original para el que fue creada. Veamos algunos aspectos de este tema:

1. Gn 1.1

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EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

La creación es ordenada y refleja la gloria del creador


Dios creó todas las cosas en perfecta armonía, con leyes y órdenes que funcionan en
consecuencia, siendo su nombre glorificado por la excelencia de su obra. Sin embar-
go, Cristo es el responsable de gobernar y sostener todas las cosas. El orden presente
en la creación sólo existe porque está sometido al dominio del Hijo de Dios.

“Porque por medio de él fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la


tierra, visibles e invisibles, sean tronos, poderes, principados o autorida-
des: todo ha sido creado por medio de él y para él. Él es anterior a todas
las cosas, que por medio de él forman un todo coherente.” (Colosenses
1:16-17)

La creación presenta un orden de leyes (cosmonomía)


La cosmonomía, el kosmos (universo) y el nomos (leyes). Las leyes, se refieren a las
leyes que rigen la creación. Hay leyes que rigen el funcionamiento del universo, pero
nada ocurre de forma autónoma, todas las cosas se sostienen por el poder de la pala-
bra de Dios. No hay nada en el universo que no esté bajo las leyes y el orden creados
por Dios. Sobre esto habla Albert M. Wolters:
Los mandatos de Dios se extienden también a las estructuras de la sociedad, al mundo
de las artes, los negocios y el comercio. La civilización humana está totalmente norma-
tivizada. En todas partes descubrimos límites y propiedades, normas y criterios: en to-
dos los ámbitos de los asuntos humanos, hay formas correctas e incorrectas de actuar.²

“El Hijo es el resplandor de la gloria de Dios, la fiel imagen de lo que él


es, y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa. Después de
llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la derecha de la
Majestad en las alturas.” (Hebreos 1:3)

La creación presenta un orden de desarrollo temporal (cosmocronología).


La creación presenta un orden de desarrollo temporal. Hay un tiempo que rige todas
las cosas, las estaciones, la cosecha, la siembra. Hay un orden cronológico que orga-
niza la creación, las sucesiones de eventos están todas ordenadas por una línea de
tiempo muy bien estructurada por el Creador.

2. WOLTERS, Albert M. La creación restaurada: Bases bíblicas para una visión del mundo reformada. São
Paulo: Cultura Cristiana, 2006. p. 37.

57
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

“Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se


hace bajo el cielo un tiempo para nacer, y un tiempo para morir; un tiem-
po para plantar, y un tiempo para cosechar.” (Eclesiastés 3:1-2)

Coherencia en la diversidad de la creación


Dios creó el universo lleno de diversidad, hay innumerables especies diferentes de
animales y plantas. Incluso los animales o las plantas que pertenecen a la misma es-
pecie tienen características que los distinguen unos de otros. Toda esta diversidad
fue creada para convivir en perfecta armonía, es decir, la coherencia y el orden deben
regir las relaciones. Todas estas cosas apuntan a la múltiple sabiduría de Dios. Sus
innumerables atributos se revelan cuando observamos su creación.
La diversidad que se ve hoy en día no es la diversidad armoniosa creada por Dios en el
Edén. En la época actual sólo podemos ver restos de la gloria que señala el propósito
original de Dios en la creación

EL SER HUMANO Y LA CREACIÓN

Al final del séptimo día Dios contempló la creación, la obra de sus manos, y vio que
todo era bueno. Al crear al hombre, Dios lo inserta en un mundo sometido a la cos-
monomía (leyes cósmicas). Por tanto, la creación somete su curso a las leyes que
rigen el universo. El ser humano no es ajeno a este orden creado, sino que trasciende
la creación, teniendo a Dios mismo como destino. El hombre fue puesto en la tierra
para glorificar su nombre cumpliendo el propósito divino, revelando el potencial de
la creación a través de su trabajo. Adán fue puesto en el jardín con el encargo de cul-
tivar y cuidar la creación, a través de este trabajo se revelaría la gloria de Dios. Según
Matt Chandler y Jared Wilson:
Dios creó todo, y todo era bueno, pero lo que creó como bueno no era un fin en sí
mismo, se nos dio como bueno para que nos viéramos impulsados a adorarle. En
otras palabras, cuando usted y yo tomamos un bocado de comida, debería incitar-
nos a adorar, no la comida, por supuesto, sino al Creador de la comida. ³
Otro punto relacionado con el hombre es que es el único elemento de la creación
que se vuelve moralmente maligno. Ningún otro elemento de la creación tiene esta
capacidad. El hombre trasciende la creación, incluso en lo que respecta a su maldad.

3. WILSON, Jared. CHANDLER, Matt. Evangelio Explícito. São José dos Campos, SP: Editora Fiel, 2013. p. 122.

58
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

Dios existía antes de dar vida a todo lo que existe. Creó el lugar donde habitan los
ángeles, creó al hombre a su imagen y semejanza, creó el tiempo. Al crear todas las
cosas, Dios crea la estructura temporal y espacial en la que existirán. Dios no tiene
ni principio, ni medio, ni fin, su existencia difiere de cualquier cosa que la mente
humana sea capaz de imaginar.

“¡Tan grande es Dios que no lo conocemos!

¡Incontable es el número de sus años!” (Job 36:26)

“Desde antes que nacieran los montes y que crearas la tierra y el mundo,
desde los tiempos antiguos y hasta los tiempos postreros, tú eres Dios.”
(Salmos 90:2)

“No tiene padre ni madre ni genealogía; no tiene comienzo ni fin, pero


a semejanza del Hijo de Dios, permanece como sacerdote para siempre.”
(Hebreos 7:3)

Estableció la creación y resolvió habitar en ella, para poder relacionarse así con las
criaturas hechas a su imagen y semejanza. El Padre creó todas las cosas por medio
del Hijo y en el poder del Espíritu Santo.

“Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra. La tierra era un caos to-
tal, las tinieblas cubrían el abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre
la superficie de las aguas.” (Génesis 1:1-2)

“Por medio de él todas las cosas fueron creadas; sin él, nada de lo creado
llegó a existir.” (Juan 1:3)

“Para nosotros no hay más que un solo Dios, el Padre, de quien todo pro-
cede y para el cual vivimos; y no hay más que un solo Señor, es decir, Je-
sucristo, por quien todo existe y por medio del cual vivimos.” (1 Corintios
8:6)

“Porque por medio de él fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la


tierra, visibles e invisibles, sean tronos, poderes, principados o autori-
dades: todo ha sido creado por medio de él y para él.” (Colosenses 1:16)

59
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

“En estos días finales nos ha hablado por medio de su Hijo. A este lo de-
signó heredero de todo, y por medio de él hizo el universo.” (Hebreos 1:2)

“El Espíritu de Dios me ha creado; me infunde vida el hálito del Todo-


poderoso.” (Job 33:4)

“Pero, si envías tu Espíritu, son creados, y así renuevas la faz de la tier-


ra.” (Salmos 104:30)

LA RELACIÓN ENTRE DIOS Y SU CREACIÓN

Dios creó el universo desde la nada:

“Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra.” (Génesis 1:1)

“Por la palabra del SEÑOR fueron creados los cielos, y por el soplo de su
boca, las estrellas. (...) porque él habló, y todo fue creado; dio una orden,
y todo quedó firme.” (Salmos 33:6-9)

“Por medio de él todas las cosas fueron creadas; sin él, nada de lo creado
llegó a existir.” (Juan 1:3)

“Porque por medio de él fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la


tierra, visibles e invisibles, sean tronos, poderes, principados o autori-
dades: todo ha sido creado por medio de él y para él.” (Colosenses 1:16)

“Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, la honra y el po-


der, porque tú creaste todas las cosas; por tu voluntad existen y fueron
creadas.” (Apocalipsis 4:11)

“Desde antes que nacieran los montes y que crearas la tierra y el mundo,
desde los tiempos antiguos y hasta los tiempos postreros, tú eres Dios.”
(Salmos 90:2)

60
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

“¡Solo tú eres el SEÑOR! Tú has hecho los cielos, y los cielos de los cielos
con todas sus estrellas. Tú le das vida a todo lo creado: la tierra y el mar
con todo lo que hay en ellos. ¡Por eso te adoran los ejércitos del cielo! (Nehe-
mías 9:6)

La creación depende del Creador:


Dios está por encima de su creación, todo el universo depende de él para seguir exis-
tiendo. Sin embargo, se compromete con su creación. Él sostiene lo que ha creado,
está presente e interactúa con todo lo que ha sido hecho por sus manos. Esa es la
verdad de la creación.

“En sus manos está la vida de todo ser vivo, y el hálito que anima a todo
ser humano.” (Job 12:10)

“Ni se deja servir por manos humanas, como si necesitara de algo. Por el
contrario, él es quien da a todos la vida, el aliento y todas las cosas. De
un solo hombre hizo todas las naciones para que habitaran toda la tierra;
y determinó los períodos de su historia y las fronteras de sus territorios.
Esto lo hizo Dios para que todos lo busquen y, aunque sea a tientas, lo
encuentren. En verdad, él no está lejos de ninguno de nosotros “pues-
to que en él vivimos, nos movemos y existimos”. Como algunos de sus
propios poetas griegos han dicho: “De él somos descendientes”. (Hechos
17:25-28)

“Él es anterior a todas las cosas, que por medio de él forman un todo
coherente.” (Colosenses 1:17)

Sin embargo, hay algunas opiniones que son contrarias a la visión bíblica sobre el
tema. Estas son:
Materialismo: Teoría que dice que el universo visible es la única realidad existente.
Es incoherente que un cristiano se declare materialista, ya que para ser ciudadano del
cielo hay que creer en la existencia de Dios.
Panteísmo: teoría que dice que no hay distinción entre Dios y la creación. Según
esta teoría, Dios no trasciende la creación, es decir, no está por encima de ella ni es
independiente de ella.
Dualismo: cree que Dios y el universo material existen eternamente uno al lado
del otro. Esta teoría se hace evidente cuando surgen problemas con la vida natural

61
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

y secular. En general, a las personas dualistas les resulta difícil trabajar, estudiar o
ocuparse de cualquier actividad exclusivamente terrenal. Una visión dualista considera
correcto y santo vivir para las actividades ministeriales, mientras que el trabajo secular
es visto con desdén.
Dios es la fuente y el origen de todo lo que tenemos en el universo, ya sea visible o
material. No hay nada que sea malo en sí mismo, todo lo que Dios creó es bueno, así
que no hay razones para aferrarse a una visión dualista. Dios trasciende su creación,
pero al mismo tiempo está presente en ella, la santifica y le da importancia, para po-
der así glorificar su nombre.
Deísmo: Esta teoría cree que, aunque Dios haya creado el universo, no existe ningu-
na relación entre el creador y la criatura. En resumen, es como si Dios hubiera dado
cuerda al universo para finalmente abandonarlo. Esta visión no se corresponde con
el Dios presente en las Escrituras, ya que en ellas el creador es retratado como un ser
que anhela relacionarse con su creación.

CONCLUSIÓN

El Evangelio no pretende librar al hombre de los peligros del mundo, pero su men-
saje tiene el poder de revolucionar la realidad que conocemos. La obra de Cristo, por
mucho que se dirija a individuos aislados, no se limita a este punto, su propósito se
refiere a la salvación y restauración de todo el universo. Dios es glorificado cuando su
evangelio llega a sus hijos de forma personal, pero también cuando se expande a toda
la realidad creada, haciendo que alcance su verdadera forma. El mensaje del evange-
lio tiene el poder de transformar toda la creación, sus objetivos son la supremacía de
Dios, su gloria y el destino del universo, son objetivos infinitamente mayores que la
salvación individual. Es un error creer que el objetivo del evangelio es sólo la salva-
ción de seres aislados, ese punto de vista es egoísta. La obra de Cristo tiene que ver
con el propósito cósmico de Dios para toda su creación.

62
6 Leccion
´

v.1.0.1

LA
CAÍDA
La Caída relata el gran drama de la humanidad. Por la desobediencia de un solo
hombre, toda la creación fue condenada a los efectos nocivos del pecado. Por lo
tanto, una comprensión profunda y correcta de la Caída es indispensable para la
humanidad, ya que es un hecho definitorio para todos y cada uno de los hombres.
Comprendiendo lo trágico que fue este acontecimiento y sus efectos en el mundo
creado por Dios, es posible vislumbrar más plenamente la bendita esperanza que se
propone, la restauración de todas las cosas por medio del evangelio.
En esta lección hablaremos del evangelio a través de una perspectiva cósmica, es
decir, un punto de vista que discute la restauración de toda la creación a través
del mensaje del evangelio. En la primera lección hablamos del evangelio cósmico,
abarcando los aspectos que vinculan la creación con el evangelio. También habla-
mos del evangelio como un instrumento utilizado por Dios para conducir la creaci-
ón de vuelta a su propósito original. A partir de ahora, nuestra atención se centrará

63
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

en el otoño. Al observar este acontecimiento, que marcó para siempre la historia de


la humanidad, es posible ver la necesidad de una restauración cósmica.

LA CAÍDA DE SATANÁS

Antes de profundizar en la caída de la humanidad, es necesario comprender que es


el resultado de una primera caída, la de Lucifer. Al leer los capítulos 1 y 2 del Géne-
sis es posible deducir que Satanás cayó en algún momento antes de la inserción del
hombre en el jardín. Veamos:

“Dios miró todo lo que había hecho, y consideró que era muy bueno. Y
vino la noche, y llegó la mañana: ese fue el sexto día.” (Génesis 1:31)

Dios declara que todo lo que había creado era bueno, por lo que había una perfecta
armonía y paz en la creación. Toda la creación de Dios seguía siendo buena hasta
ese momento. Sin embargo, en Génesis 2.15, cuando Dios introduce al hombre en
el Edén, se le delega la tarea de cultivar y vigilar el jardín, veamos:

“Dios el SEÑOR tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que
lo cultivara y lo cuidara.”

Es posible deducir que antes de que Adán y Eva se introdujeran en el jardín, toda
la realidad creada por Dios era buena. Sin embargo, en un momento dado llegó a
existir un cierto peligro. Este mal, que comenzó a rodear la obra del Creador, hizo
necesaria la función que Dios le dio a Adán de vigilar el jardín. Creemos que Adán
debía protegerla de la influencia del mal, pues la caída de Satanás amenazó el orden
establecido por Dios. El mundo en el que vivían Adán y Eva ya no era un lugar sin
defectos como lo había sido en el Génesis 1.31, había un riesgo que hacía necesaria
una vigilancia constante. Dios creó un universo perfecto e impecable, pero Satanás
comenzó a amenazar este orden.
Satanás fue el responsable de engañar a Eva para que pecara e invitara a su marido a
pecar contra Dios. Eva fue engañada, pero Adán pecó voluntariamente, condenan-
do a la humanidad a la corrupción de su propia naturaleza. Adán y Eva fracasaron en
su misión de proteger la creación de las influencias malignas, pues desobedecieron
el mandato de Dios y escucharon al mal que merodeaba por el jardín.

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EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

EL HOMBRE Y LA MUJER: CREADOS POR DIOS

El hombre fue creado a imagen de Dios:

“Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hom-


bre y mujer los creó.” (Génesis 1:27)

Hay 3 aspectos de lo que significa ser la imagen de Dios. Veamos:


Primer aspecto
El hombre existe como individuo, consciente de sí mismo, con sus peculiaridades y
personalidades distintivas. El hombre es consciente de sí mismo y del mundo que le
rodea. Él, a diferencia de los demás seres creados por Dios, posee la capacidad de re-
flexionar sobre su propia humanidad, siendo éste uno de los aspectos que le llevan a
ser llamado imagen de Dios. El Creador es plenamente consciente de quién es y fue su
voluntad compartir esta característica con el hombre. Por lo tanto, la humanidad está
formada por individuos conscientes de sí mismos e impregnados de personalidades
únicas. Esta es una de las razones que hacen del hombre un ser semejante a Dios.
Segundo Aspecto
El hombre fue creado para vivir en comunidad, como lo fue el Creador. Dios es
trino, es Padre, Hijo y Espíritu Santo, y porque tiene plena comunión en sí mismo,
creó al hombre para que también pudiera participar de esta realidad. Al incluir al
hombre en la armoniosa comunión existente en la Trinidad, Dios es glorificado.
Adán vivía solo en el jardín, pero veamos qué dice Dios al respecto:

“Luego Dios el SEÑOR dijo: No es bueno que el hombre esté solo. Voy a
hacerle una ayuda adecuada.” (Génesis 2:18)

La humanidad no es imagen de Dios sólo como individuos aislados. El hombre y


la mujer, los dos juntos, son la imagen de Dios y reflejan el carácter glorioso del
Creador. El hecho es que el hombre es creado a imagen de Dios al ser creado en co-
munidad, los individuos aislados y solitarios no revelan la imagen de un Dios trino.
Tercer Aspecto
El tercer aspecto de la imagen de Dios que se refleja en el ser humano es lo que
podemos llamar corregencia o co-creación. Dios ha depositado en el hombre la
capacidad de crear y gobernar, capacidades que no fueron compartidas con los
demás seres de la creación.

65
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

LA RELACIÓN DE ADÁN Y EVA CON DIOS

Dios creó al hombre y estableció un pacto con él. La obediencia de Adán no fue
sólo a través de la sumisión a las leyes impersonales, sino a través de la fidelidad
a la relación que existía entre el Creador y la criatura. Las órdenes dadas por Dios
no se dirigían a Adán por haber desempeñado correctamente su papel, sino por
haber vivido una vida de confianza en Dios. Al caminar con Dios, Adán aprendió a
ejercer su papel dentro de la creación, por lo que ambos cultivaron una relación de
discipulado. Cada paso que Adán daba con Dios lo llevaba a aprender a caminar y a
actuar como lo hacía el Creador, para que así pudiera ejercer su papel de co-creador
y corregente. La obediencia y la confianza de Adán en Dios le sirvieron de entre-
namiento para gobernar la creación, y ésta fue la relación que la raza humana tuvo
con su Creador al principio.
Adán y Eva no eran, en cierto modo, seres perfectos cuando fueron creados por
Dios, ya que eran limitados y no habían alcanzado la plena madurez. Participaron
en lo que puede llamarse maldad metafísica, pues no eran malos, pero sí limitados.
Es importante destacar que Dios no falló al crear al hombre, engendrando un ser
defectuoso y por eso pecó, según Albert M. Wolters, “El pecado, una invasión aje-
na a la creación, es completamente ajeno al propósito de Dios para sus criaturas.
No fue planeado; no pertenece a la creación”.¹
Por lo tanto, Dios creó al hombre para que ampliara sus conocimientos y habilida-
des con el paso del tiempo, hecho que ocurriría al seguir las órdenes del Creador.

EL ENGAÑO

Un punto importante a destacar sobre la caída es que Eva fue engañada por la ser-
piente. Las Escrituras dejan claro que Eva fue engañada, mientras que Adán había
pecado a sabiendas. El hecho de que Eva fuera engañada revela que posiblemente
dentro de su corazón había una desconfianza en Dios. La serpiente se aprovechó y
alimentó esta desconfianza para el éxito de sus objetivos malignos. Este engaño se
puede dividir en cinco etapas, vistas en Génesis 3.

1. WOLTERS, Albert M. La creación restaurada: Base bíblica para una cosmovisión reformada. São Paulo: Cultura
Cristã, 2006. p. 68.

66
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

Primera etapa: El cuestionamiento


La serpiente cuestionó, ante la mujer, el mandato de Dios. Se valió de una pregunta
completamente distorsionada para sembrar en el corazón de Eva la semilla de la
desconfianza, veamos:

“La serpiente era más astuta que todos los animales del campo que Dios
el SEÑOR había hecho, así que le preguntó a la mujer: —¿Es verdad que
Dios les dijo que no comieran de ningún árbol del jardín?” (Génesis 3:1)

Sin embargo, Dios nunca había prohibido el consumo de los árboles del jardín, su
mandato se dirigía únicamente al árbol del bien y del mal:

“Y le dio este mandato: Puedes comer de todos los árboles del jardín pero
del árbol del conocimiento del bien y del mal no deberás comer. El día que
de él comas, ciertamente morirás.” (Génesis 2:16-17)

Segunda etapa: Distorsión


Eva, afectada por el interrogatorio de la serpiente, tergiversó las palabras de Dios añadiendo:

“—Podemos comer del fruto de todos los árboles —respondió la mujer—.


Pero, en cuanto al fruto del árbol que está en medio del jardín, Dios nos
ha dicho: “No coman de ese árbol, ni lo toquen; de lo contrario, mori-
rán”. (Génesis 3:2-3)

Sin embargo, como podemos ver en Génesis 2.17, Dios no había prohibido al hom-
bre tocar el fruto.

“...no comerás del árbol de la ciencia del bien y del mal, porque el día que
comas de él morirás”.

Tercera etapa: Negación


La serpiente niega las verdades contenidas en la palabra de Dios, diciéndole a la
mujer: “ Ciertamente no morirás”. (Gn. 3.4), aunque Dios había dicho que el hom-
bre moriría seguramente al comer el fruto prohibido.

67
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

Cuarta etapa: Subversión


Subversión o manipulación de la verdad, esto ocurrió cuando no sólo se cuestionaron
las palabras de Dios, sino cuando las intenciones del Creador fueron puestas en duda
ante Eva por la serpiente. Según la serpiente, la intención de Dios era ocultar algo bue-
no a Eva, por lo que prohibió el consumo del fruto del árbol del bien y del mal. Veamos:

“Dios sabe muy bien que, cuando coman de ese árbol, se les abrirán los
ojos y llegarán a ser como Dios, conocedores del bien y del mal.” (Génesis
3:5)

Quinta etapa: El engaño


En esta etapa vemos el engaño propiamente dicho, ya que la mujer fue convencida
por la serpiente de que sus palabras eran más confiables que las del propio Dios.

“La mujer vio que el fruto del árbol era bueno para comer, y que tenía
buen aspecto y era deseable para adquirir sabiduría, así que tomó de su
fruto y comió. Luego le dio a su esposo, y también él comió.” (Génesis 3:6)

EL PECADO DE ADÁN

No existe una explicación clara de las razones que llevaron a Adán a pecar, pero es
posible plantear tres teorías diferentes al respecto:
Primera Teoría
El simple deseo de independencia y la creencia en sus propias capacidades llevaron
a Adán a pecar, es decir, la posibilidad de comer del fruto no era un pensamiento
nuevo. La oferta de Eva fue una oportunidad para cumplir lo que ya estaba en su co-
razón. Cuando la Biblia dice que la mujer comió el fruto, poco después se lo ofreció
a su marido, que rápidamente lo aceptó. Es posible deducir que Adán estaba cerca de
Eva, ya que no necesitaba moverse para ofrecer la fruta. Por lo tanto, según esta teoría
concluimos que Adán vio a Eva siendo engañada y fue negligente. Quizás Adán ya
hubiese decidido, en su corazón, rebelarse contra el Creador y confiar en sus propias
fuerzas, influenciado por el deseo de ser igual a Dios, pero independiente.

68
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

Segunda Teoría
Adán pecó al idolatrar a su mujer. Deseaba ser fiel a Eva, poniéndola en el lugar de
Dios, y por eso fue omiso. Adán no dudó en pecar, incluso ante la posibilidad de
perder a su mujer por el pecado cometido por ella.

Tercera Teoría
Esta teoría relaciona las dos citadas anteriormente. Según ella, había en Adán un
deseo de independencia, así que cuando se dio cuenta de la oportunidad que su
omisión creaba, decidió apoyar las acciones de Eva. Así no perdería a su esposa y
seguiría el camino que su corazón anhelaba. Este episodio es similar a la historia del
rey Acab y la reina Jezabel. Acab era un hombre malvado que guardó silencio ante
las acciones pecaminosas de su esposa. Vio las acciones de Jezabel como una forma
de legalizar los malos deseos de su corazón.

LOS RESULTADOS DE LA CAÍDA


EN LA CREACIÓN

Los dolores de parto


Uno de los resultados de la caída cayó sobre la mujer. Dios pronunció un juicio
condenando a las mujeres a dar vida a través del dolor.

“A la mujer le dijo: Multiplicaré tus dolores en el parto, y darás a luz a


tus hijos con dolor. Desearás a tu marido, y él te dominará.” (Génesis
3:16)

Tensión relacional
Dios determinó que el deseo de la mujer sería para su marido y él la dominaría. Tal
decreto revela que las mujeres, después de Eva, seguirán actuando con el mismo
patrón de independencia y manipulación. Al igual que los hombres, posteriores a
Adán, seguirán actuando de forma omisiva. Otro resultado de la caída se revela en
el hecho de que los hombres tratan de dominar a las mujeres a través de la fuerza y
la opresión, no a través de la autoridad correcta.

69
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

Cuando miramos la historia de Caín y Abel, es posible ver que esta tensión relacio-
nal se eleva a un nivel superior. No sólo afecta a los sexos opuestos, sino a la hu-
manidad en su conjunto. Como ejemplo de ello podemos citar el relato de Lamec,
que describe los asesinatos cometidos por él sin mostrar ningún remordimiento².
Esta tensión penetra en todas y cada una de las relaciones humanas, creciendo has-
ta niveles cada vez mayores de crueldad, corrupción y violencia.

El trabajo arduo
Otro aspecto a mencionar, como resultado negativo de la caída, es el trabajo duro e im-
productivo. El esfuerzo del hombre nunca parece corresponderse con el resultado ob-
tenido. El fruto parece infinitamente menor que el esfuerzo realizado para conseguirlo.

“Al hombre le dijo: Por cuanto le hiciste caso a tu mujer, y comiste del
árbol del que te prohibí comer, ¡maldita será la tierra por tu culpa! Con
penosos trabajos comerás de ella todos los días de tu vida. La tierra te
producirá cardos y espinas, y comerás hierbas silvestres.” (Génesis 3:17-
18)

La muerte
La consecuencia final de la Caída es la muerte, a partir de ese momento la humanidad
estaría destinada a lidiar con lo efímero de sus vidas. El pecado condenó a los hom-
bres a volver al polvo, el mismo polvo que por la gracia de Dios los había generado.

“Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la


misma tierra de la cual fuiste sacado. Porque polvo eres, y al polvo vol-
verás.” (Génesis 3:19)

El hombre se volvió dominante y explotador


Antes de la caída, el hombre era un corregente benigno, pero después del pecado
se convirtió en un explotador dominante e inconsecuente. El hombre comenzó a
extraer los recursos de la creación, sin siquiera dirigirse a ella de manera amable y
cuidadosa, actuando sólo en su propio beneficio.

Todo es vanidad
Todo lo que fue creado por Dios para su gloria se ha convertido en algo vacío de
significado para los hombres, pues buscan encontrar en la creación un modo de

2. Gn 4.23

70
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

satisfacer sus almas. En el libro del Eclesiastés el autor dice que “todo es vanidad”,
es decir, todo lo que Dios creó para la gloria de su nombre y para el disfrute de
los hombres, se considera vano, porque no tiene la misma gloria que existía en el
principio. El hombre vive en busca de la gloria que inundó la creación al principio,
pero no la encuentra, ya que el pecado ha ensombrecido la belleza que habitaba en
la creación. Al no poder encontrar el anhelo más profundo de su alma, el hombre
se hunde en la desesperación, se vuelve dominante y explota todo lo que Dios ha
creado, pero siempre es consciente de la siguiente verdad: ¡todo es vanidad!
Siguiendo con esto, veamos un extracto del libro “ Evangelio Explícito”:
Al final, no hay nada bajo el sol que traiga la realización eterna. Tenemos que mi-
rar más allá del sol. El surco de nuestro corazón no puede llenarse con lo que es
temporal. Exige la eternidad. Por lo tanto, nuestra propia búsqueda de más, más,
más grande y mejor, es nuestra sensación de que algo está apagado, defectuoso,
deformado y roto. En el mismo sentido en que la muerte, el dolor y el sufrimiento
nos dicen que algo en el mundo está roto, nuestra búsqueda insaciable nos dice
que en nuestra alma falta algo más grande que la propia tierra.³

El caos
El resultado final de la caída es el caos que se ha producido en la creación. El mun-
do creado por Dios se ha convertido en un lugar malvado y hostil. Las catástrofes
naturales, la guerra entre los animales, la guerra entre los hombres, la explotación
desenfrenada, todo ello apunta a una realidad caótica. Según Albert M. Wolters:
No sólo la raza humana, sino también todo el mundo no humano se vio afectado
por el hecho de que Adán no hiciera caso de los mandamientos y la advertencia
explícita de Dios. Los efectos del pecado afectaron a toda la creación; toda cosa
creada está, en principio, afectada por los efectos corrosivos de la caída.4

CONCLUSIÓN

La caída afectó al hombre y a toda la realidad que lo rodea. Por lo tanto, el propósito
del evangelio es restaurar la creación en su conjunto, es decir, el hombre y su há-
bitat natural. El profeta Isaías declaró5 que “la tierra se llenará del conocimiento de la

3. WILSON, Jared. CHANDLER, Matt. Evangelio Explícito. São José dos Campos, SP: Editora Fiel, 2013. p. 153.
4. WOLTERS, Albert M. op. cit., p. 63.
5. Is 6.3

71
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

gloria del Señor como las aguas cubren el mar”, y el evangelio es el instrumento por
el que se cumplirá esta profecía. Cristo volverá y restaurará toda la realidad caótica
que conocemos hoy. Este será el acontecimiento que traerá la paz al corazón del
hombre. Los seres humanos están afligidos por un vacío eterno que sólo se llenará
cuando Cristo, el ser eterno, habite y restaure el mundo que creó. Veamos el si-
guiente pasaje:
Casi todos nosotros, lo admitamos o no, hemos comprado la filosofía de que lo que
realmente necesitamos para ser finalmente felices es tener más de lo que ya tenemos.
Es una locura. No tiene sentido. Eclesiastés 3:11 dice: “Dios también ha puesto la
eternidad en el corazón del hombre”. En algún nivel de lo más profundo de nuestra
alma, recuerda, de cualquier manera, cómo era la vida antes de la Caída. En un nivel
muy profundo, nuestra alma tiene esta huella grabada por el dedo de Dios.6
El pecado ha desgarrado el mundo creado por Dios, pero llegará un día en que
la tierra será gobernada por Aquel que pondrá orden en el caos del hombre y del
mundo que habita.

6. WILSON, Jared. CHANDLER, Matt. op. cit. p 151.

72
7 Leccion
´

v.1.0.0

LA
REDENCIÓN
Esta es nuestra penúltima lección y nos acercamos a la conclusión de este curso. En
la primera mitad de la clase hemos examinado el evangelio desde una perspectiva an-
tropológica, es decir, hemos analizado el mensaje de la buena nueva desde un punto
de vista humano, como el hombre percibe, reacciona y se ve afectado por el evange-
lio. Desde la mitad del camino, nuestra misión ha sido conocer el aspecto cosmoló-
gico del evangelio, reconociendo como alcanza y transforma todo el cosmos creado.
Estas dos perspectivas ponen de manifiesto que el desarrollo del plan de Dios en
la tierra, revelado en las Escrituras, está directamente relacionado con el mensaje
central del Evangelio e impregnado de él. Sin embargo, hay una tendencia a pensar
en el evangelio sólo como una puerta de entrada a la vida cristiana. Pero ver la bue-
na nueva como un mensaje destinado sólo a los nuevos conversos o a la salvación
de los incrédulos es disminuir y limitar su valor, especialmente en lo que se refiere
a la redención de todas las cosas.

73
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

Vea lo que dicen los autores del libro “El Evangelio Explícito” sobre esto:

“...nota en los Evangelios que Jesús redime las almas de los hombres y mu-
jeres, así como sus historias. Las esperanzas de los hijos de Dios a lo largo
del Antiguo Testamento no se refieren sólo a la salvación individual -aunque
evidentemente eso es lo que se contempla-, sino que tratan de la redención na-
cional, la restauración de la alianza y la reconciliación “en el mundo real.“1

Así que, gracias a la comprensión que hemos adquirido durante estas semanas,
necesitamos, como iglesia, cambiar nuestra mentalidad y recuperar la importancia
del aspecto redentor en el mensaje del Evangelio. Porque será a través de la buena
nueva del reino que el Señor restaurará todas las cosas, en nuestras vidas, en la cre-
ación, en definitiva, en los cielos y en la tierra, y establecerá su trono eternamente.

EL EVANGELIO DEL REINO

“Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimo-


nio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin.” (Mt 24.14)

¿Qué es el Evangelio del Reino?


Es el anuncio de la inminente llegada del reino de Dios², que culminará en el fin
de esta era³, al establecer su gobierno sobre toda la tierra4, acompañado de la resu-
rrección de los muertos5, del juicio eterno6, de la renovación de la creación7 y de la
recompensa de los justos a través del Mesías8.
Este es el mensaje del reino de Dios que ha de ser proclamado a todas las naciones.

1. WILSON, Jared. CHANDLER, Matt. El Evangelio Explícito. São José dos Campos, SP: Editora Fiel, 2013. p. 161.
2. Mt 4.17
3. Is 65.17
4. 1 Co 15.28
5. 1 Co 15.52
6. Ap 20.11-12
7. Ap 21.1
8.Ap 22.1-5

74
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

Y, según el propio significado etimológico del nombre evangelio, este mensaje trae
consigo una buena noticia. Esta buena noticia se refiere a la salvación en Cristo,
pero también a la restauración de todas las cosas creadas.

EL MENSAJE DEL EVANGELIO DEL REINO

El objetivo principal del mensaje del evangelio del Reino es hacer que los individuos
que han sido tocados y transformados por las buenas nuevas, se conviertan realmente
en un pueblo que abrace este mensaje, llevándolo a todas las naciones, anunciando la
venida del Mesías y preparando la tierra para su regreso.
Jesús no es sólo el que vino a salvar y restaurar la vida de sus hijos individualmente.
Él es principalmente el que vendrá a restaurar toda la tierra a través de su reinado
eterno. Y aquí es importante señalar que la segunda venida de Jesús se relaciona
con el establecimiento de su gobierno sobre la tierra.
Como se ha visto anteriormente, la estructura del evangelio abarca: creación, caída,
redención y consumación. Es decir, a lo largo de la Escritura conocemos el plan ori-
ginal de Dios y descubrimos que su deseo es establecer para sí un pueblo que refleje
su imagen y semejanza en la tierra. Esto ocurrirá cuando su pueblo se someta a su
liderazgo, esperando y anunciando el establecimiento de su gobierno.
Por lo tanto, si el evangelio que escuchamos y predicamos se dirige sólo a la perspectiva
personal de lo que provoca en los individuos, es, de hecho, un evangelio incompleto.
Será una buena noticia, pero no será la buena noticia del reino. Ya que el evangelio del
reino (citado en Mateo 24.14) tiene como punto central el reino mesiánico venidero.
Y las buenas nuevas son, en definitiva, la proclamación de este reino. Por lo tanto,
abrazar el evangelio del reino implica proclamar que Jesús vuelve para redimir los
cielos y la tierra mediante su gobierno.

EL EVANGELIO DEL REINO Y EL


LLAMADO A LA PEREGRINACIÓN

Aunque el cristiano es agraciado con la salvación, su salvación individual no lo


posiciona para cumplir su propósito ante el objetivo universal de Dios. Hay un ca-
mino que recorrer, pues no basta con salvarse, sino que es necesario que el pueblo

75
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

elegido por Dios proclame y dé testimonio del mensaje de redención y consuma-


ción que se avecina.
Proclamar y esperar un evangelio que haga promesas de mejora de vida en esta épo-
ca es creer erróneamente en la vocación cristiana. Si creemos en un mensaje que
viene a mejorar el tipo de experiencia que tenemos ahora, no estamos prestando
atención al mensaje central contenido en las Escrituras. Lo que dice la Biblia es que
esta es una época malvada. Y su maldad sólo se resolverá con la llegada del Mesías
y el establecimiento de su reino.
De este modo, creer en el evangelio del reino significa abrazar la identidad de un
peregrino9 que espera el comienzo de la era venidera como el momento de la plena
realización de su propósito individual. Esperando el día en que su verdadera vida,
que ahora está oculta en Cristo, se manifieste.
Sin embargo, el cristiano debe ir más allá de su vocación individual de peregrino y
constituirse, colectivamente, en un pueblo peregrino en esta tierra. Este pueblo, lla-
mado Iglesia, anuncia y da testimonio en el tiempo presente como será todo cuando
el Mesías venga a reinar. En esto consiste la verdadera redención que trae el mensaje
del reino de Dios. Esta es la buena nueva en su forma más completa y plena.

EL EVANGELIO DEL REINO Y EL


DISCIPULADO MESIÁNICO

Abrazar el estilo de vida de la peregrinación implica necesariamente dejar de lado


las comodidades que esta vida pueda ofrecernos. En contraste con los llamados al
éxito y a la estabilidad emocional y financiera a cualquier costo que vemos y es-
cuchamos en los medios de comunicación, el cristiano está llamado a vivir en esta
tierra, de manera similar a Jesús. Es decir: abrazar voluntariamente un estilo de vida
de sufrimiento que precede a la gloria venidera.
Pablo describió perfectamente la paradoja cristiana que se daba en el discipulado mesiánico:

“Por tanto, no nos desanimamos. Al contrario, aunque por fuera nos va-
mos desgastando, por dentro nos vamos renovando día tras día. Pues los
sufrimientos ligeros y efímeros que ahora padecemos producen una glo-
ria eterna que vale muchísimo más que todo sufrimiento. Así que no nos

9. 1 Pe 2.11

76
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

fijamos en lo visible, sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero,


mientras que lo que no se ve es eterno.” (2 Co 4.16-18)

Es importante entender que el discipulado cristiano no tiene como meta final el su-
frimiento. Sin embargo, es el medio por el que se llega a la gloria. Es precisamente
en este contexto que Pablo declara que los sufrimientos actuales no se comparan
con el peso eterno de la gloria.
Los sufrimientos de Pablo fueron de gran expresión10. Él sufrió naufragios, fue encar-
celado, perseguido, golpeado, experimentó dificultades físicas y emocionales y, sin
embargo, declara que nada de esto era comparable a la excelente gloria que le espe-
raba. Esa gloria a la que se refiere es la promesa de la redención de todas las cosas.
Lo que permitirá a los cristianos, como Pablo, abrazar el discipulado y tener una estruc-
tura de vida mesiánica de sufrimiento en esta época es, precisamente, la comprensión
correcta del evangelio como el evangelio del reino. Sin una visión clara de las promesas
que les esperan11, no hay suficiente voluntad para recorrer el camino de la peregrinación.

LA VISIÓN DEL PROPÓSITO Y LA


VOCACIÓN ETERNA DEL CREYENTE

A la gente, en general, le gusta escuchar buenas historias. Y la buena narrativa, ya


sea en películas, libros o series, cuenta historias de personas que se involucran en
un propósito mayor que sus propias vidas. Esta implicación les permite ser capaces
de hacer sacrificios en aras del gran objetivo que tienen ante sí.
Contribuir al cumplimiento de este objetivo, a pesar de los sacrificios que conlleva
la meta final, produce una satisfacción personal y una sensación de sentido. Esto se
debe a que ven que su vocación, su llamada personal y su misión contribuyen a la
realización del propósito que es más grande que sus propias vidas.
De este modo, si todavía hay alguna dificultad y resistencia en la vida del creyente
que le impida vivir los sacrificios y el sufrimiento por la causa evangélica, proviene
de la falta de una visión clara del propósito eterno.
El evangelio del reino es la narración que nos dará la comprensión adecuada para
recorrer el camino de peregrinación que se nos ha planteado, y que nos permitirá

10. Fp 4.12
11. Rm 8.23

77
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

vivir una vida como la de los héroes de la fe en Hebreos 11. Observar la estructura
del desarrollo del plan de Dios en las Escrituras es lo que nos aportará visión y au-
mentará nuestra fe en el glorioso cumplimiento de su propósito.
Aunque muchos creyentes tienen dudas sobre cuál es su verdadero llamado y voca-
ción, si miramos de cerca hay un claro llamado ante nosotros para ser representan-
tes y embajadores del reino venidero12. Y participar en este reino es infinitamente
superior a cualquier placer, éxito o logro que podamos tener en esta época.
Los autores del libro “El Evangelio Explícito”, afirman:
“Si eres un profesor, si eres un político, si eres un empresario o un agricultor, si eres
un constructor o un tecnólogo, si estás en el campo de las artes, no debes decir: ‘Debo
descubrir mi propósito en este trabajo’, sino más bien: ‘Debo llevar el propósito de
Dios a este trabajo’.”13

Así que, independientemente de la actividad que estés llevando a cabo en este mo-
mento y de tu papel vocacional, el Señor te invita a abrazar tu próxima identidad,
por medio de Cristo, de ser rey y sacerdote.

REYES Y SACERDOTES

La identidad del pueblo de Dios como reyes y sacerdotes está plenamente relacio-
nada con la expresión del evangelio del reino de Dios. Porque, aunque el evangelio
es una narración amplia con varios aspectos importantes, culmina con el regreso
de Jesús para reinar y gobernar sobre la tierra. En este sentido, el Señor quiere que
su pueblo abrace su nueva identidad de reyes y sacerdotes para actuar junto a él en
el siglo venidero.
Así que el evangelio es también un mensaje que anuncia que hemos sido compra-
dos por Cristo, por su sangre14, para ser reyes y sacerdotes ante el Dios Altísimo.
A continuación comprenderemos mejor lo que esta identidad representa:

12. 2 Co 5.20
13. WILSON, Jared. CHANDLER, Matt. op. cit. p 1175.
14. 1 Pe 1.1914

78
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

SACERDOTES

¿Qué significa ser sacerdote?


El sacerdocio es, ante todo, un llamado a la comunión. Cuando Adán disfrutaba de
una relación íntima y continua con Dios en el Edén, en realidad estaba ministrando
al Señor a través de su sacerdocio. Sin embargo, este acceso directo al Padre fue
roto por la caída, haciendo necesario el derramamiento de sangre (para la purifica-
ción de los pecados) que permitiera el acceso a la presencia de Dios.
Cuando Jesús se sacrificó en la cruz, su sangre, derramada por nosotros, nos compró
para Dios. Es decir, para que se restablezca la comunión, el acceso al Padre y nuestra
identidad eterna como sacerdotes. Por lo tanto, el mensaje del evangelio del reino
vuelve a colocar al pueblo de Dios en su papel original de tener comunión con él.
Siguiendo con lo que es ser sacerdote, veamos algunos aspectos importantes que
ayudarán a entender y desarrollar esta vocación:
1º - El sacerdocio es comunión:
Ser sacerdote es estar ante Dios, a semejanza de Adán - el primer sacerdote - tratando
de servir al Señor a través de una relación íntima de comunión.
2º - El sacerdocio en la Biblia:
En el Antiguo Testamento vemos que los sacerdotes fueron llamados a ministrar
ante Dios como se ve en la figura del sacerdocio levítico.
3º - El sacerdocio es un acto de servicio:
Ser sacerdote es servir al prójimo como representante de Dios. En otras palabras, al
servir a nuestro prójimo ante Dios, le estamos ministrando adoración.
4º - El sacerdocio y su recompensa:
En la ocasión en que el Señor define que parte de la herencia de la tierra de Canaán cor-
respondía a cada tribu, elige y separa a la tribu de Leví para el trabajo sacerdotal y declara:

“La tribu de Leví, a la que pertenecen los sacerdotes levitas, no tendrá patri-
monio alguno en Israel. Vivirán de las ofrendas presentadas por fuego y de la
herencia que corresponde al Señor. Los levitas no tendrán herencia entre sus
hermanos; el Señor mismo es su herencia, según les prometió.” (Dt 18.1-2)

79
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

Ya ves que no hay recompensa para el sacerdote en esta época, su herencia es el


Señor. Los sacerdotes son peregrinos que esperan la verdadera recompensa, su he-
rencia real, que no sólo está relacionada con la tierra sino con el Dios que la habita.
Del mismo modo, no debemos esperar ningún tipo de recompensa o herencia en
esta tierra. No hay nada que el sistema de este mundo pueda ofrecernos. ¡Nuestra
esperanza está en el reino que viene!

REYES

¿Qué es ser un rey?


En contraste con la idea actual de que un rey es alguien a quien se sirve, las Escri-
turas nos muestran que Jesús - el rey esperado por los judíos - vivió sus días en esta
tierra sirviendo a todos los que pasaron por su camino y, sobre todo, al Padre.
Veamos más aspectos de lo que significa participar en el reino de Dios como rey:
1º - El reino de Cristo no es de esta época:
El reino de Cristo no es de esta época, por lo que nuestra identidad como reyes
tampoco es de esta época. Por lo tanto, a pesar de que este es nuestro llamado y
nuestra identidad en Cristo, nuestra mentalidad no debe ser la de ejercer el gobier-
no y el dominio en esta época o sobre el sistema de este mundo. Más bien, nuestra
postura debe ser similar a la de Jesús en sus días en la tierra, que aunque tenía au-
toridad real sobre sí mismo, vino como un siervo sufriente.
2º - Reinar significa servir:
Durante los tres años que duró el ministerio de Jesús, su autoridad quedó demos-
trada al servir al prójimo y hacer la voluntad de su Padre. En ningún momento su
actitud fue la de usurpar la gloria que le correspondía15. Es muy escandaloso pensar,
por ejemplo, en la escena en la que Jesús lava los pies a sus discípulos16. Este era un
acto común a los esclavos de la época, ellos eran los que lavaban los pies de sus amos.
La autoridad gobernante del reino de Dios será reconocida en nuestras vidas a
través del servicio, nunca a través de un dominio imponente de nuestros valores y
creencias. La iglesia que da testimonio del carácter y la autoridad de Jesús es una

15. Fp 2.6
16. Jn 13.12

80
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

iglesia que toma partido por los que la rodean, renunciando a la comodidad y al
individualismo que rigen a la humanidad.
La paradoja es precisamente esta: reinar, en el reino de Dios, significa servir17. Y
este principio del reino es inmutable. Dios ha determinado que sea así en esta épo-
ca y en la venidera. Esa es la lógica de su reino. Y aunque en los tiempos actuales
esto se vea como algo denigrante y despreciable o como algo que apunta a una re-
gresión, el servicio tiene un gran valor y gloria para el Señor y para su reino.
Por lo tanto, aunque hoy tu postura de servicio sea vista con malos ojos o de manera
despectiva, en la era venidera se revelará la realeza que estuvo sobre ti en cada uno
de estos tiempos. Todas las recompensas y premios obtenidos a lo largo del viaje
de servicio se manifestarán de adentro hacia afuera cuando se produzca la transi-
ción de esta era al reino. En última instancia, todos serán testigos de la gloria y la
majestuosidad en el pueblo de Dios por haber abrazado la humildad y el servicio de
Cristo como vocación de vida.
3º - El reinado como servicio a la creación (Mandato Cultural):
Hasta ahora hemos visto que reinar con Cristo está relacionado con servir a los
demás. Sin embargo, no se limita a servir a las personas, sino que está vinculado a
servir a Dios en medio de su propia creación.
En el Edén, Adán escuchó el claro mandato de establecer la cultura a través del cul-
tivo y la conservación de la tierra. Este cultivo corresponde a convertir la materia
prima de la creación de Dios en lo que originalmente debía ser para su propia gloria.
Hoy en día, hay culturas imperantes que son totalmente contrarias a la gloria de
Dios. Sin embargo, no será dominándolos de forma imponente como transforma-
remos nuestro entorno. El medio por el que Dios estableció que traería su gloria a
la tierra está relacionado con el servicio a la creación de tal manera que se consti-
tuye una cultura. Es decir, mientras sus hijos sirven a la tierra, dan testimonio del
reino de Dios y de su voluntad.
El mandato cultural - el mandato dado a Adán en el jardín de cultivarlo y guardarlo
- debe ser abrazado por el pueblo de Dios. Sin embargo, el corazón correcto ante
este mandato debe ser siempre el de servir primero. De esta manera, el reino se
verá y también sus valores. Esa es la única manera. E incluso si los que rechazan
estos valores también lo rechazan, aún así, el pueblo de Dios debe seguir sirviendo.
La consecuencia de vivir este estilo de vida es que aquellos que siguen el sistema
de este mundo ciertamente lo malinterpretarán, y rara vez producirá algún honor o

17. Mc 10.43-45

81
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

gloria en el tiempo presente. Incluso puede producir persecución y martirio. Pero


el punto es que servir de esta manera, testifica y señala el reino de Dios. En conse-
cuencia, a las personas se les abren los ojos y sus vidas se transforman al ser trans-
portadas del imperio de las tinieblas al reino del Hijo de su amor.
4º - Reinar es ejercer juicio:
El papel de un rey no consiste únicamente en gobernar o tomar decisiones e indi-
caciones. Bíblicamente, un rey está llamado a juzgar las causas del pueblo. De este
modo, nuestra identidad como reyes está relacionada con la función de ejercer el
juicio sobre las personas, las situaciones e incluso la creación.
Hay una mentalidad arraigada en algunos, que dice: “no debemos juzgarnos unos
a otros”. Lo que no debe pensarse, sin embargo, es que tu vida puede servir indi-
vidualmente como vara de medir, como patrón para encuadrar a los que te rodean.
Sin embargo, la Biblia llama a la iglesia a ejercer el juicio, en primer lugar, incluso
en su propio entorno.
Veamos con atención la exhortación de Pablo a la iglesia de Corinto:

“Si alguno de ustedes tiene un pleito con otro, ¿cómo se atreve a presentar
demanda ante los inconversos, en vez de acudir a los creyentes? ¿Acaso
no saben que los creyentes juzgarán al mundo? Y, si ustedes han de juzgar
al mundo, ¿cómo no van a ser capaces de juzgar casos insignificantes?
¿No saben que aún a los ángeles los juzgaremos? ¡Cuánto más los asuntos
de esta vida! Por tanto, si tienen pleitos sobre tales asuntos, ¿cómo es que
nombran como jueces a los que no cuentan para nada ante la iglesia? Digo
esto para que les dé vergüenza. ¿Acaso no hay entre ustedes nadie lo bas-
tante sabio como para juzgar un pleito entre creyentes? Al contrario, un
hermano demanda a otro, ¡y esto ante los incrédulos!” (1 Co 6.1-6)

Pablo está criticando a esa iglesia porque sus miembros no ejercieron su función guber-
namental de juzgar las causas que ocurrían entre ellos. Por lo tanto, no debemos juzgar
como individuos, sino que como cuerpo de Cristo debemos ejercer esa función.
Greg Gilbert dice en su libro ¿Qué es el Evangelio? que: “La iglesia es el escenario
que Dios ha elegido para, sobre todo, mostrar su sabiduría y la gloria del evangelio”.18
¿Por qué, entonces, debemos ejercer el juicio sólo como cuerpo de Cristo? Veamos
a continuación las características de esta posición:

18. GILBERT, Greg. ¿Qué es el Evangelio?. São José dos Campos, SP: Editora Fiel, 2015. p.132.

82
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

El cuerpo de Cristo
1. En él hay una unión mística y orgánica con Dios.
2. En él hay diferentes funciones y diferentes dones.
3. En él hay comunión personal e interdependencia.
a) En el cuerpo de Cristo cada miembro está conectado a la Cabeza - Cristo.
b) En el cuerpo de Cristo los miembros tienen una relación de sumisión y depen-
dencia mutua.
5º - El reinado sacerdotal:
Cuando el cuerpo de Cristo ejerce un juicio sobre un individuo, no debe hacerlo
para que haya desprecio o rechazo hacia la persona juzgada. La intención debe ser
mantener las normas bíblicas del reino de Dios en medio de su pueblo.
Así que es en el contexto de la exhortación que Pablo declara: “Ni siquiera debes
comer con este hombre.”19, él no está fomentando el rechazo de los hermanos, él está
discerniendo quien es o no es verdaderamente parte del cuerpo de Cristo.
La gran cuestión es que si no entendemos nuestro papel sacerdotal como nuestra
identidad principal, el juicio que se ejercerá dentro de la iglesia, si es fuera del con-
texto de la comunión con Dios, será un juicio nublado, empañado y contaminado.
Observa lo que dice Pablo a la iglesia de Éfeso:

“El fin de todo esto es que la sabiduría de Dios, en toda su diversidad, se


dé a conocer ahora, por medio de la iglesia, a los poderes y autoridades
en las regiones celestiales, conforme a su eterno propósito realizado en
Cristo Jesús nuestro Señor. En él, mediante la fe, disfrutamos de liber-
tad y confianza para acercarnos a Dios.” (Ef 3.10-12) [énfasis agregado].

En consecuencia, es de suma importancia que la iglesia se ponga a disposición de


Dios, para encontrarse con él y escuchar de él como quiere purificarla. Porque es en
esta dirección en la que está trabajando antes de regresar para establecer su reino.
En este sentido, meditemos sobre los aspectos de lo que es ser una iglesia pura, la
novia por la que Cristo volverá:

19. 1 Co 5.11b

83
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

La Novia de Cristo
La identidad de la novia es el cumplimiento del propósito de la humanidad.
a) Ser novia es una posición y no tiene nada que ver con la feminidad.
b) Como auxiliar, es corregente.
c) Tiene acceso al gobierno y a la intimidad.
Por lo tanto, nuestra comprensión del evangelio del reino de Dios determinará si
podemos entender realmente lo que significa la redención en Cristo. Por lo tanto,
el propósito de este estudio y su conclusión se resume en las palabras de Jesús a
sus discípulos en Mateo, capítulo 28: conocida por todos como la Gran Comisión.

LA GRAN COMISIÓN

“Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: —Se me ha dado toda autori-
dad en el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas
las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espí-
ritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes.
Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.” (Mt
28.18-20)

La gran comisión es básicamente el acto de la iglesia de abrazar su llamado a predicar


y dar testimonio del evangelio del reino de Dios a todas las naciones. Pero no sólo
eso, Jesús también manda a su pueblo a hacer discípulos. Su deseo es que su reino no
se proclame sólo con palabras, sino a través de un estilo de vida que apunte a ello. De
este modo, el mensaje de la inminente venida del rey no sólo se escucha, sino que
también se ve a través de un pueblo que se prepara a la espera de este reino.
La gran comisión, la predicación del evangelio del reino y la renuncia a esta época:
Predicar el evangelio del reino significa anunciar la venida del Rey, la instauración
de su reino y su gobierno en la tierra. Pero más allá de eso, el mensaje del evange-
lio del reino denuncia el sistema de este mundo. Por lo tanto, abrazarla significa
renunciar a esta época20. Esto se debe a que los verdaderos discípulos viven en
obediencia a las normas del reino venidero, aunque les cueste todo. Incluso si son

20. Mt 16.25

84
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

desaprobados y tienen pérdidas en este momento, todavía lo hacen porque tienen


la revelación de lo que es verdaderamente valioso en el reino.
La invitación: un llamado al martirio
Como hemos visto antes, forma parte de la gran comisión dar testimonio del reino
venidero. Ser testigo, en el sentido original de la palabra, significa convertirse en
mártir. Es decir, dar testimonio del reino no es sólo morir para este mundo, sino
que es, sobre todo, morir por este mundo. Para que los que aún no conocen el
mensaje de la redención lo vean a través del testimonio de los discípulos de Cristo.
El llamado: hacer discípulos
Tal vez tengas dudas sobre cuál es tu vocación, en qué área trabajarás o a qué estás
llamado. Sin embargo, cuando Jesús declaró esas palabras en Mateo, capítulo 28, dejó
claro su deseo: hacer discípulos. Por lo tanto, cualquier cristiano, independientemente
de lo que haga como actividad, debe centrarse en discipular a los que le rodean median-
te el testimonio de un estilo de vida que apunte a la venida del rey y del reino.
El objetivo: llegar a todas las naciones
El objetivo de la gran comisión es que todas las naciones sean alcanzadas por la pre-
dicación y el testimonio del evangelio del reino. Todas las naciones abarcan diver-
sas etnias, tribus, culturas, lenguas y nichos sociales. Y es por ello que no debemos
limitar el reino de Dios a nuestra “cultura evangélica”. La iglesia necesita renovar
su mente y tratar de transmitir el evangelio de las formas más variadas posibles.
Porque aunque el mensaje es uno, las formas de compartirlo pueden y deben ser
diversas si se quiere llegar a todas las naciones.
Su lugar en la gran comisión
Por lo tanto, tu pregunta debe ser: “¿Dónde y a quién estoy llamado a dar testimonio y anun-
ciar este mensaje?”. Este es el núcleo de nuestra acción ante el mensaje del reino de Dios.

PREPARANDO EL CAMINO

Dios quiere un pueblo:


1. Estas personas tienen que ser y estar preparadas.
2. El medio para prepararlos es anunciarles el evangelio.
3. El pueblo se prepara en el contexto de las naciones.
4. La estructura de la preparación son las relaciones de alianza.

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EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

CONCLUSIÓN

A medida que nos acercamos al final de este curso, es importante tener en cuenta
que cada uno de los aspectos que hemos visto y estudiado hasta ahora deben inte-
grarse para formar el mensaje completo del evangelio del reino. Además de estar
vinculados entre sí, estos aspectos deben ser abrazados por el pueblo de Dios.
El evangelio puede ser sencillo y posible de proclamar para cualquiera, pero no de-
bemos confundir su sencillez con una falta de profundidad en su mensaje. A pesar
de la posibilidad de ser entendido incluso por los niños, el evangelio debe ser el ob-
jeto de nuestra meditación para el resto de nuestras vidas. Hasta nuestros últimos
días debemos conocer las riquezas de este mensaje redentor.

86
8 Leccion
´

v.1.0.0

LA
CONSUMACIÓN
“Presten atención, que estoy por crear un cielo nuevo y una tierra nueva. No vol-
verán a mencionarse las cosas pasadas, ni se traerán a la memoria.” (Isa 65:17)

En esta última lección del curso “Evangelio de Dios”, estudiaremos sobre el último
aspecto del evangelio del reino: la consumación de todas las cosas. Es importante tener
en cuenta que, como toda buena narración, el evangelio tiene una conclusión. Cada
historia particular en el plan de Dios apunta al final que el Señor ya ha decretado.
Además, algo que se ha señalado hasta ahora es que la buena noticia es una narración
con varias partes que juntas e integradas forman el todo. En otras palabras, el evan-
gelio no está completo cuando sólo se aborda un aspecto en detrimento de otro. Así
que repasemos lo que hemos estudiado hasta ahora:

87
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

LOS OCHO ASPECTOS DEL EVANGELIO

Durante la primera mitad de la lección, examinamos el aspecto personal del evan-


gelio, o lo que Matt Chandler llama el “evangelio en el suelo”. Esta perspectiva nos
muestra quién es Dios, quiénes somos, quién es Jesucristo y cuál es nuestra res-
puesta a estas preguntas. El aspecto antropológico tiene como núcleo la redención
personal del hombre y el papel de Dios en todo el proceso.
Pero también hemos estudiado los aspectos que los autores del libro “El Evangelio
Explícito” llaman el “evangelio en las alturas”. Es decir, hemos visto que el evangelio
se entiende a través de la creación, la caída, la redención y en esta clase estudiare-
mos la consumación del plan de Dios.

EL EVANGELIO

En el suelo (aspecto personal) En las alturas (aspecto cósmico)

1. Dios 1. Creación
2. Hombre 2. Caída
3. Cristo 3. Redención
4. Respuesta 4. Consumación

Estos ocho aspectos del evangelio dejan claro el mensaje que Dios tiene para
nosotros a través de las buenas noticias. Por lo tanto, meditar en cada uno de ellos
es fundamental. En primer lugar, tener una comprensión correcta del objetivo que
tenemos ante nosotros, y luego saber como nuestras vidas, individual y colectiva-
mente, contribuyen al plan redentor de Dios.
De este modo, no se debe descuidar ni enfatizar ningún aspecto más que otro. El evan-
gelio es un mensaje completo cuando aborda cada uno de estos ocho puntos. Veamos
que ocurre cuando se hace mayor hincapié en un aspecto en detrimento del otro:
Enfatizar el aspecto personal en detrimento del aspecto cósmico:
El peligro inminente, y a veces incluso sutil, de enfatizar los cuatro primeros
aspectos personales de las buenas nuevas es que se convierte en un evangelio
excesivamente centrado en el hombre. Por lo tanto, es un mensaje que responde y
suministra sólo preguntas personales, por ejemplo: ¿como se pueden satisfacer las
necesidades de mi vida en Dios?

88
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

Tal énfasis puede hacer que se descuide la misión de Dios. Ya que una correcta visión
del evangelio te incluye en la participación activa de lo que Dios está haciendo en la
historia a partir de lo que está haciendo en tu vida individualmente.
Enfatizando el aspecto cósmico sobre el personal:
También hay quienes enfatizan demasiado el evangelio en su aspecto cósmico. En
este sentido, el peligro radica en que algunos priorizan la contribución a la misión de
Dios en detrimento incluso de llevar una vida santa ante él. Es decir, los que enfati-
zan este aspecto creen que ser un cristiano comprometido y activo en la obra de Dios
es más importante que dejarse transformar interiormente por Él.
Sin embargo, aunque el Señor nos ha llamado a contribuir a su propósito eterno, lo
hace a través de la obra redentora de Jesús en nuestras vidas. Por lo tanto, la cruz tiene
que ser el punto de conexión entre los aspectos personales y cósmicos del evangelio.

LA CRUZ EN EL CENTRO

Veamos a continuación lo que afirma Greg Gilbert en su libro “¿Qué es el Evangelio?”:

Para proclamar verdaderamente el evangelio, debemos explicar en este


punto la muerte y resurrección de Jesús y la respuesta que Dios exige a los
pecadores. Si nos limitamos a decir que Dios está redimiendo a un pueblo y
rehaciendo el mundo, pero no decimos cómo lo está haciendo (a través de
la muerte y resurrección de Jesús) y cómo una persona puede ser incluida
en esta redención (a través del arrepentimiento y la fe en Jesús), no pro-
clamamos las buenas noticias. Nos limitamos a contar la narración bíblica,
siguiendo un esquema amplio, y dejamos a los pecadores sin información
suficiente para asimilar el evangelio.¹

Además:

La Escritura deja claro que la Cruz debe permanecer en el centro del


Evangelio. No podemos apartarla, ni sustituirla por ninguna otra ver-
dad como centro, núcleo y fuente de la buena nueva. Hacerlo significa
presentar al mundo algo que no salva y, por tanto, no es realmente una
buena noticia.²

1. GILBERT, Greg. ¿Qué es el Evangelio? São José dos Campos, SP: Editora Fiel, 2015. p.145
2. GILBERT, Greg. op. cit., p. 145.

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EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

Por lo tanto, la cruz es el vínculo entre los aspectos personales y cósmicos del evan-
gelio. Es a través del sacrificio de Jesús que tenemos la redención. Y es a través del
testimonio de su vida, muerte y resurrección que el mundo conocerá el mensaje
transformador del evangelio.

EL EVANGELIO COMPLETO Y LA PLENA


REALIZACIÓN DEL PLAN DE DIOS

El evangelio completo es, por lo tanto, un mensaje que llega a los individuos de forma
personal, pero que también abarca todos los aspectos de la creación. Por lo tanto, ne-
cesitamos conocer este mensaje día a día. Porque revela el corazón de Dios al revelar
como consumará su plan eterno sobre todas las cosas.
El plan cósmico de Dios encuentra su plena realización en su consumación. Y ese
aspecto lo aborda la escatología. En consecuencia, el evangelio se conecta de forma
directa y práctica con la escatología.

LA IMPORTANCIA DE LA ESCATOLOGÍA

¿Qué es la escatología?
La escatología es el estudio que se refiere a los tiempos finales. Y aunque la intención
de esta lección no es estudiar este tema de forma exhaustiva y sistemática (lo veremos
más adelante en el curso), es importante señalar su relevancia dentro del evangelio.
Piensa en la figura de la boda: una novia que no se interesa por el día y los aconteci-
mientos que preceden a su unión con el novio, es como un cristiano que no se inte-
resa por el regreso de Jesús y el fin de los tiempos.
Los apóstoles vivían con la profunda convicción de que verían, mientras vivían, como
se cumplían los acontecimientos escatológicos. Esto no sucedió, pero debemos en-
tender que los asuntos escatológicos deben despertar en nosotros la esperanza y la
expectativa de que Dios completará plenamente su plan.

90
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

TRES RAZONES PARA ENTENDER


CORRECTAMENTE LA CONSUMACIÓN

Los autores del libro “El Evangelio Explícito³ cita Anthony Hoekema en su libro“La
Biblia y el futuro”4 para reforzar la importancia de una correcta comprensión de la
enseñanza sobre las cosas del fin. En él, Hoekema dice que hay tres razones princi-
pales para entender la doctrina de la consumación:
1. Comprensión correcta de lo que está por venir.
2. Conocimiento del alcance total del plan redentor.
3. Comprensión de las profecías del Antiguo Testamento.

Así que el evangelio y la escatología están unidos en varios aspectos. El primero que des-
tacaremos tiene un tono más personal, ya que trata de la resurrección de los muertos.

LA PROMESA DE LA RESURRECCIÓN

Varios pasajes de la Escritura hablan de la resurrección. Pero, quizás, el que trata este
tema con más detalle es 1 Corintios, capítulo 15, donde Pablo argumenta y toca varios
puntos relativos a la resurrección. Veamos:

“Lo cierto es que Cristo ha sido levantado de entre los muertos, como
primicias de los que murieron. De hecho, ya que la muerte vino por me-
dio de un hombre, también por medio de un hombre viene la resurrección
de los muertos. Pues así como en Adán todos mueren, también en Cristo
todos volverán a vivir, pero cada uno en su debido orden: Cristo, las pri-
micias; después, cuando él venga, los que le pertenecen. Entonces vendrá
el fin, cuando él entregue el reino a Dios el Padre, luego de destruir todo
dominio, autoridad y poder. Porque es necesario que Cristo reine hasta
poner a todos sus enemigos debajo de sus pies. El último enemigo que será
destruido es la muerte.” (1 Co 15:20-26)

3.WILSON, Jared. CHANDLER, Matt. El Evangelio Explícito. São José dos Campos, SP: Edi-
tora Fiel, 2013.
4. HOEKEMA, Anthony. La Biblia y el futuro. Cambuci, SP: Editora Cultura Cristã, 2019.

91
EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

1. El evangelio apunta a la resurrección:

Este curso se llama “Evangelio de Dios”, y desde el principio de las clases estamos
definiendo las buenas noticias como un mensaje amplio, con múltiples partes que
conforman el todo. En este sentido, debemos entender que el evangelio no es sólo
un mensaje para librar a las almas del infierno.
El objetivo de Dios, demostrado a través del evangelio, no es conseguir que vivamos
como un espíritu incorpóreo por toda la eternidad. Por el contrario, Dios creó al
hombre y lo colocó en el Jardín del Edén para que viviera allí, cultivando la tierra,
sirviendo a Dios y teniendo comunión con el Altísimo.
Incluso después de la caída5, y a pesar de que Adán pecó y fue en contra de la volun-
tad del Señor, todavía Dios permanece con su propósito original. Es decir, lo que se
estableció al principio se consumará al final.
Cristo murió y resucitó para que el propósito original de Dios - tener comunión con
el hombre - volviera a ser posible. Nuestra comunión no es sólo en espíritu, nuestras
almas y cuerpos serán regenerados para que adoremos al Señor con todo lo que so-
mos. Por eso Cristo fue el primero en resucitar y su resurrección garantiza la nuestra.

2. La venida de Jesús y la recompensa de la resurrección:

Cuando Jesús regrese para establecer su reino en la tierra traerá juicio y condenación
a los malvados, pero no sólo eso. También dará recompensa a los justos que estén
vivos y a los justos que hayan caminado con Dios durante su vida y hayan muerto en
la esperanza de la resurrección. Entre ellos: Abraham, Isaac, Jacob y tantos otros que
han pasado por la historia. Y para ello resucitará a estos justos de entre los muertos.
En la resurrección, todos los justos tendrán sus cuerpos renovados por la gloria de
Dios, estarán libres de la influencia del pecado, revestidos de inmortalidad y, en con-
secuencia, vivirán para siempre en plena comunión con él.

3. La esperanza de la resurrección

Nuestro cuerpo presenta limitaciones porque ha sido contaminado por el pecado.


Del mismo modo, nuestra mente es atacada por deseos distorsionados y corruptos.
Sin embargo, tenemos la esperanza de recibir un cuerpo nuevo, resucitado y glorifi-
cado para liberarnos de la realidad que vivimos hoy.

5. Gn 3.6-8

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EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

Cuando el Mesías regrese, seremos libres de todas las cosas que nos afligen y nos
impiden vivir una vida que glorifique el nombre del Señor. Sí, este nuevo cuerpo ya
no estará sujeto a la corrupción, la decadencia, las tentaciones, el pecado y, especial-
mente, la muerte. Esa es la esperanza de la resurrección.

4. El plan original de Dios y su desenlace:

El propósito original de Dios era que la realidad del jardín del Edén se expandiera por toda
la tierra. Y como vimos antes, su propósito no fue abandonado por el pecado. Más bien, a
través de la redención en Cristo, el hombre puede volver al propósito original de Dios.
El resultado de su plan es que toda su creación se llenará de su gloria, reflejando en
la tierra su belleza, majestuosidad, santidad y todo lo que él es. Por lo tanto, la con-
sumación de todas las cosas es la seguridad de que el conocimiento de quien es Dios
llenará la tierra como las aguas cubren el mar.6

5. El propósito de Dios en la consumación de su plan:

Uno de los principales aspectos de la consumación del plan de Dios es restaurar el


propósito original en cuanto a como debería vivir la humanidad. La intención de
Dios no era que Adán estuviera atado y limitado sólo al Jardín del Edén. Sin embargo,
tampoco quiso dejar al hombre fuera del jardín en su estado caído tras la caída.
Así mismo, Dios nunca quiso que viviéramos una vida llena de pecado en cuerpos
frágiles y corruptibles, pero tampoco quiso que viviéramos como almas incorpóreas
desconectadas de la tierra que él creó.
El propósito de Dios siempre ha sido que tengamos vidas llenas de su gloria y, al mis-
mo tiempo, conectadas con su creación para que su nombre sea glorificado a través de
como la tratamos. Por lo tanto, es importante que fijemos nuestra comprensión de que
la consumación del plan de Dios concierne tanto al hombre como a toda la creación.

6. Hc 2.14

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EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

LA CONSUMACIÓN Y LA CREACIÓN

La esperanza de la consumación de todas las cosas es que, al ser redimidos y glorifi-


cados en Cristo, toda la creación también lo será. Porque tal como hemos estudiado
en las lecciones anteriores, el Señor sometió la creación a los hombres - como vemos
en el orden del mandato cultural en el Génesis.7
Por lo tanto, si Dios dio el gobierno de la creación al hombre, su destino está total-
mente ligado al destino del planeta tierra. Por lo tanto, mientras la humanidad sigue
caída y esperando que se consuma el plan de Dios, la creación está sujeta a la vanidad
y la inutilidad, como vemos en Romanos:

“Porque fue sometida a la frustración. Esto no sucedió por su propia


voluntad, sino por la del que así lo dispuso. Pero queda la firme espe-
ranza de que la creación misma ha de ser liberada de la corrupción que
la esclaviza, para así alcanzar la gloriosa libertad de los hijos de Dios.
Sabemos que toda la creación todavía gime a una, como si tuviera dolo-
res de parto. Y no solo ella, sino también nosotros mismos, que tenemos
las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, mientras aguardamos
nuestra adopción como hijos, es decir, la redención de nuestro cuerpo.”
(Ro 8:20-23)

Por lo tanto, cuando fuimos privados de la cobertura de gloria que había en el princi-
pio y comenzamos a vivir una vida degenerativa, bajo la influencia del pecado, todo
lo que estaba sujeto a nosotros también se dañó y degeneró. Y es por ello que la
consumación de todas las cosas incluye a todas las cosas creadas y no sólo al hombre.
Sin embargo, en la consumación del plan de Dios, todo lo que fue afectado por el
pecado y causó la destrucción (contaminación, injusticia, muerte, corrupción, entre
otros males) será totalmente restaurado y lleno con su gloria.
Por eso, el deseo de Dios es que, así como nos llenamos de su gloria, todo lo que pro-
ducimos, tocamos y vivimos también se llene de su gloria. Desea, por ejemplo, que
la música que creamos esté revestida de su gloria, al igual que el fruto de los árboles
está lleno de su gloria.
Esta restauración tendrá lugar durante el período en que Jesús regrese para gobernar
la tierra junto con su pueblo. Ese período durará mil años.

7. Gn 1.28

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EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

EL GOBIERNO MESIÁNICO

El gobierno mesiánico en la tierra corresponde al período de mil años que se inaugu-


rará con el regreso de Jesús. Este período se conoce como el Milenio. En ese momen-
to, Jesús liberará a su creación del cautiverio y la influencia del pecado, y restaurará
todas las cosas a su propósito original de perfección.
En ese período de restauración de todas las cosas, los que tienen sus cuerpos glo-
rificados también gobernarán y reinarán sobre la tierra, sirviendo a la creación para
glorificar el nombre de Dios.

1. El Milenio y la redención de todas las cosas

Durante los mil años de reinado y gobierno del Mesías, él restaurará todo lo que ha
sido destruído por el pecado en todo el período de la historia desde la caída del hom-
bre. Ese es el objetivo de Jesús durante ese período.
En la consumación de todas las cosas, los ríos hoy contaminados serán purificados,
la corrupción será aniquilada, la justicia será ordenada y toda la creación convivirá en
plena armonía. Vea lo que el profeta Isaías profetizó sobre este período:

“La justicia será el cinto de sus lomos y la fidelidad el ceñidor de su cin-


tura. El lobo vivirá con el cordero, el leopardo se echará con el cabrito,
y juntos andarán el ternero y el cachorro de león, y un niño pequeño los
guiará. La vaca pastará con la osa, sus crías se echarán juntas, y el león
comerá paja como el buey. Jugará el niño de pecho junto a la cueva de
la cobra, y el recién destetado meterá la mano en el nido de la víbora. No
harán ningún daño ni estrago en todo mi monte santo, porque rebosará
la tierra con el conocimiento del Señor como rebosa el mar con las aguas.”
(Isa 11:5-9)

Este es el deseo de Dios: ver su creación restaurada y llena de su gloria. Jesús re-
dimirá la tierra para el Padre, pero el mensaje del evangelio nos llama a participar
con él en esta misión. Su pueblo santo, que ha abrazado las buenas nuevas del
evangelio y ha sido el primer objetivo de su redención, gobernará y reinará junto a
él. No sometiendo y dominando la creación, sino sirviéndola, para que su nombre
sea glorificado a través de su testimonio entre las naciones.

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EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

2. El Milenio y la consumación de todas las cosas

La restauración de la creación, que se lleva a cabo mediante el gobierno del Mesías


y el pueblo que reina junto a él, crecerá y se expandirá hasta que el mundo entero se
transforme. Y no sólo para asemejarse a la realidad del Edén, sino para permitir que
la misma montaña de la morada de Dios llegue a la tierra.
La Biblia dice que al final del período de mil años del gobierno de Cristo en la tierra,
la Nueva Jerusalén, que es la ciudad que desciende del cielo - esa misma ciudad de
cimientos firmes que Abraham esperó toda su vida8- vendrá a la tierra.
Veamos lo que las Escrituras declaran sobre ese momento:

“Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo


y la primera tierra habían dejado de existir, lo mismo que el mar. Vi
además la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, pro-
cedente de Dios, preparada como una novia hermosamente vestida para
su prometido.” (Ap 21.1,2)

Es decir, el cielo y la tierra serán uno. La morada de Dios estará entre nosotros y
el trabajo realizado por el gobierno de Cristo y sus redimidos permitirá al Padre
habitar en medio nuestro.
Experimentaremos los nuevos cielos y la nueva tierra y todo lo bueno de ambos, lo
que glorifica a Dios, se potenciará en la consumación, para producir aún más gloria
para él. En otras palabras, la tierra no será como el cielo o viceversa. De hecho, la
experiencia futura de la consumación de todas las cosas unirá la realidad de todo lo
que Dios creó en la tierra y vio que era bueno con todo lo que es glorioso en el cielo.
Por lo tanto, la experiencia venidera de la consumación es algo totalmente diferente
de lo que se ha experimentado hasta ahora. Y eso no significa que el hombre vaya a
perder su humanidad y lo que hoy disfruta de bueno. Por el contrario, significa que el
placer que Dios nos permite disfrutar en nuestras vidas será perfeccionado y mejora-
do para que en todas las cosas se vea su gloria.

7. Hb 11.10

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EVANGELIO DE DIOS
Las buenas noticias desde una perspectiva personal y cósmica

EL EVANGELIO Y LA CONSUMACIÓN

Esta anhelada realidad - por Dios y por nosotros - comienza con el mensaje del evan-
gelio. Las buenas nuevas transforman primero el interior del hombre y luego se ex-
panden transformando personas, comunidades, ciudades e incluso naciones enteras
mediante un servicio que apunta hacia el reino de Dios.
El final de este plan, o lo que llamamos la consumación, consiste en la redención de
toda la realidad que nos rodea. Y es precisamente a través del evangelio que conoce-
mos quien es ese Dios maravilloso que redimirá todas las cosas, cual es la realidad
venidera que nos espera y que hemos de hacer ante este mensaje.
El evangelio de Dios es el evangelio que queremos investigar, estudiar y seguir pro-
fundizando. Este es el mensaje que deseamos que se conozca en toda la tierra.
Por lo tanto, al ser el objetivo de las buenas nuevas, sólo hay una respuesta a este
mensaje: confiar en el Dios que es lo suficientemente poderoso como para llevar a
cabo, en plenitud, la redención de esta tierra y de toda la humanidad caída.

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