MÓDULO 1 - ¿QUÉ ES LA MEDICINA

ESTÉTICA?

1.1 CONCEPTOS
La medicina estética es la práctica médico-quirúrgica que aplica las técnicas necesarias para
la restauración, el mantenimiento y la promoción de la estética, de la salud y del bienestar. La
motivación para someterse a tratamientos estéticos es muy personal, generalmente se hace
para aumentar el atractivo y la autoestima (SECPRE, s.f.;a y SEME, s.f.;b).

Otra de las definiciones, propuesta desde la Sociedad Argentina de Medicina Estética (s.f.), es
la siguiente:

La Medicina Estética es la rama de la medicina que privilegia la relación entre la

salud y la belleza con un abordaje terapéutico clínico. Tiene como objetivo el
mantenimiento de la “salud estética” en condiciones fisiológicas como la
restauración de la misma en situaciones patológicas. Es una disciplina de la calidad
de vida, que se ocupa del bienestar psicofísico de la persona y no como la simple
ausencia de enfermedad. Se basa fundamentalmente en la prevención y, cuando
esto no es posible, en la corrección de situaciones o alteraciones mal aceptadas o
consideradas “no estéticas”.

Para conseguir dichos fines, utiliza prácticas médicas y de pequeño intervencionismo en las
que se emplea anestesia tópica o local y en régimen ambulatorio (SEME, s.f.;a).

Nunca se utilizan técnicas de cirugía mayor, ni aquellas que requieran anestesia general. No
obstante, este tipo de tratamientos siempre deben ser practicados por un personal médico
cualificado, y atendiendo al marco legislativo de cada región (SEME, s.f.;a).

La medicina estética es una actividad médica especializada , porque reúne los tres criterios
que definen una especialidad médica (SEME, s.f.;b):

• Objetivo unificado. Restauración, mantenimiento y promoción de la estética, de la salud y

del bienestar.

• Existencia de una base científica . Formación específica y cuerpo de doctrina sólido,

refrendado por la existencia de tratados, monografías y revistas especializadas en medicina
estética.

• Demanda social. La respuesta a la demanda se refleja en el número de profesionales que

ejercen este tipo de tratamientos. Además, existen sociedades de médicos estéticos a nivel
nacional e internacional que realizan congresos, reuniones y actividades científicas específicas.

Es importante no confundir la medicina estética con la especialidad de Cirugía Plástica,

Estética y Reparadora. Esta tiene varias vertientes (SECPRE, s.f.;a):

• La cirugía plástica es “una especialidad quirúrgica que se ocupa de la corrección de todo

proceso congénito, adquirido, tumoral o simplemente involutivo, que requiera reparación o
reposición, o que afecte a la forma y/o función corporal”.

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• La cirugía plástica estética “trata con pacientes, en general, sanos y su objeto es la
corrección de alteraciones de la norma estética con la finalidad de obtener una mayor armonía
facial y corporal o de las secuelas producidas por el envejecimiento”.

• La cirugía plástica reparadora “procura restaurar o mejorar la función y el aspecto físico

en las lesiones causadas por accidentes y quemaduras, en enfermedades y tumores de la piel
y tejidos de sostén y en anomalías congénitas, principalmente de cara, manos y genitales”.

Tanto la cirugía estética como la reparadora o reconstructiva forman parte de la cirugía

plástica. De hecho, tal como se ha apuntado, la especialidad se conoce como Cirugía Plástica,
Estética y Reparadora (SECPRE, s.f.;a).

1.2 ORIGEN, EVOLUCIÓN Y OBJETIVOS

Ya desde la antigüedad, y según la cultura de la época y cada país, se han aplicado técnicas
para el mantenimiento y la promoción de la estética y de la belleza, tanto del hombre como de
la mujer (SEME, s.f.;b).

La cirugía estética sitúa su origen en el año 600 a.C., cuando Sushuruta describió varias
intervenciones para la reconstrucción nasal, ya que la amputación de la nariz, junto con la de
orejas, era uno de los castigos más frecuentes en las antiguas civilizaciones.

Los antecedentes primarios de la medicina estética se encuentran en la cirugía estética,

que atendía la belleza de forma directa y rotunda, y en la cosmetología, que lo hacía de forma
superficial (Amaya y Armenante, 2015).

Fruto de un vacío en medio de estos extremos, la sociedad exigía respuestas a la gran cantidad
de problemáticas estéticas, especialmente por el impacto que estas tenían, y aún tienen hoy
en día, en la autoestima y en la proyección social (Amaya y Armenante, 2015).

Amaya y Armenante (2015) citan declaraciones del Dr. Víctor García, expresidente de la
Sociedad Científica Venezolana de Medicina Estética, realizadas en entrevistas personales para
clarificar el origen, el impulso y el desarrollo de esta disciplina médica.

Según el Dr. García, la cirugía estética comenzó a tener cierta relevancia en los siglos XVII y
XVIII, pero no fue hasta el siglo XIX cuando se produjo un auge en esta disciplina.

Sin embargo, según el doctor, la mayor parte de la sociedad no estaba dispuesta a someterse
a tratamientos quirúrgicos para solucionar las inquietudes que tenían en relación a su aspecto
físico. La cosmetología, por su parte, tampoco lograba dar respuesta a dichas inquietudes.

El Dr. García también explica en la entrevista que entre el 1940 y 1950 surgió un movimiento
en Europa que quiso dar solución a la preocupación de los pacientes por su aspecto. La
respuesta fue el surgimiento de una disciplina que utilizaba procedimientos no invasivos o
mínimamente invasivos para tratar problemas estéticos. Así pues, se puede afirmar que la
medicina estética como disciplina médica es bastante reciente.

Durante los primeros decenios del siglo XX, varios factores se combinaron para formar un
cuerpo de doctrina médico sobre los conocimientos referentes al saber y el quehacer de la
estética y de la belleza. Entre otros son (SEME, s.f.;b):

• Muchas especialidades médicas no trataban afecciones estéticas.

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• Las técnicas relacionadas con la estética eran cada vez más complicadas y precisaban un
conocimiento, tanto de sus bases técnicas como de su aplicación clínica.

• La elevación del nivel de vida hizo que gran parte de la población solicitara cuidados
estéticos, requiriendo especialmente profesionales debidamente cualificados.

• El aumento de la longevidad proporcionó una base clínica de enorme importancia, al

acrecentar el número de personas afectadas de patología estética.

Aunque la medicina estética surgió a mitad del siglo XX, no se consolidó como una rama de la
medicina hasta finales de esa época. Con el paso del tiempo, consiguió mayor popularidad y
aceptación.

De hecho, comenzó a organizarse internacionalmente con la constitución de la Sociedad

Francesa de Medicina Estética en 1973, cuyo promotor y primer presidente fue el Dr. Jean
Jacques Legrand (SEME, s.f.;b).

Pronto se creó la Unión Internacional de Sociedades de Medicina Estética, UIME, que agrupa las
sociedades nacionales reconocidas. Entre muchas otras, están las de Argentina, Brasil,
Colombia, Chile, Ecuador, España, Italia, México, Puerto Rico, Suiza, Uruguay y Venezuela
(SEME, s.f.;b).

La mayoría de sociedades que forman parte de la UIME organizan un congreso anual, así como
jornadas o reuniones periódicas. El contenido de la medicina estética, además de las
numerosas publicaciones y textos de consulta, lo avalan estas sociedades (SEME, s.f.;b).

El primer compendio de medicina estética, el Manual Practique de Medecine Estetique, fue

editado en 1987, dirigido por los Doctores C. Bartoletti y J.J. Legrand y redactado con la
colaboración de treinta especialistas (SEME, s.f.;b).

Hoy en día, y de forma casi inevitable, la medicina estética es sinónimo de belleza o de mejora
del aspecto físico. No hay una fórmula mágica para detener el envejecimiento y es por ello que
esta no debería ser su finalidad.

No obstante, practicada con ética y rigor, la medicina estética puede conseguir mejorar y
recuperar las formas anatómicas deseadas, todo sin dejar de ser fiel a la anatomía del
paciente. A continuación, se exponen algunas consideraciones al respecto sobre esta
disciplina (Carrascosa, s.f.):

• Corrige los defectos o inestetismos físicos originales. No es su campo específico retocar

imperfecciones secundarias de traumatismos o de secuelas de enfermedades (este es el
ámbito de la cirugía plástica y reparadora).

• Por su misma naturaleza, su objeto tiene mucho de subjetivo.

• Mejora lo que ya existe, completando así la naturaleza del individuo, y contribuye a la

obtención de la belleza física.

• La medicina estética alivia una dolencia o sufrimiento, aunque no se trate de un defecto

físico objetivo. Suele mejorar sustancialmente el complejo psicológico secundario asociado a
ese “defecto” físico.

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• Es un acto médico en donde las ganancias psicológicas obtenidas, grandes o pequeñas, con
frecuencia tienen un impacto considerable en el estilo de vida del paciente.

La medicina estética puede tener varios objetivos, principalmente se distinguen cuatro (SEME,
s.f.;b):

● prevenir y tratar patologías estéticas;

● aplicar técnicas para mejorar la estética y la belleza;
● prevenir el envejecimiento;
● promover la salud y el bienestar físico y mental.

Estos objetivos siguen la misma línea que los fijados por la Organización Mundial de la Salud en
el ámbito de la medicina: prevenir enfermedades, tratarlas y promover la salud (Vega, s.f.).

Las exigencias de la era actual obligan a la medicina estética a innovar y renovarse

constantemente. Su notable crecimiento ha contribuido al desarrollo científico tecnológico, que
ha ido a la par con las demandas estéticas de la sociedad (Amaya y Armenante, 2015).

1.3 MITOS
La medicina estética siempre ha estado rodeada de muchos mitos . Lo cierto es que puede
haber centros que no tomen el código ético y de conducta en serio y que prometan resultados
no del todo realistas.

Cada paciente es “un cuadro diferente, con hábitos distintos, causas distintas y respuestas
totalmente diferentes, por lo que no se puede decir con exactitud en cuánto tiempo ni en qué
grado se podrá solucionar un problema, por ejemplo, de celulitis, cuando sabemos que es un
problema crónico” (ConSalud, 2018).

El periódico ConSalud, especializado en el sector de la salud, recoge varios de los mitos sobre
tratamientos estéticos detectados por la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME).
Estos serían algunos ejemplos:

• Con el bótox se inflama la cara – Mito. No, la toxina botulínica no rellena ni inflama y
tampoco provoca esos labios hinchados o abultados que a lo largo de los años hemos visto en
algunas celebridades. Lo que sí es cierto es que el bótox actúa sobre la placa neuromuscular
provocando la relajación del músculo afectado, y provocando en consecuencia la desaparición
o difusión de las arrugas de expresión.

• La celulitis no se elimina – Cierto. Se trata de una enfermedad crónica producto de

muchos factores. Los más importantes son los trastornos en la microcirculación, los problemas
hormonales y los malos hábitos de alimentación y ejercicio. Es una patología que se presenta
en varios grados o etapas y, si no se trata, con el tiempo se va agravando. Lamentablemente
no tiene cura, pero podemos detener y revertir el proceso de la enfermedad hasta conseguir
unos resultados más que aceptables.

• Todos los rellenos se notan y son de por vida – Mito. Los rellenos faciales colocados
respetando la expresión de los pacientes no quedan mal ni tienen por qué resultar evidentes.
De hecho, el talento, la práctica y la experiencia de un médico estético son los factores
fundamentales para conseguir unos resultados rejuvenecedores y totalmente naturales. El
médico, por su parte, tiene la obligación de poner freno cuando el paciente pide más volumen
donde no quede estéticamente correcto. En el mercado no existe un relleno facial que dure
para siempre. Los rellenos nobles tienen una duración determinada. Su médico le indicará la

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misma, pues varía en función de muchos factores y de la zona donde sea aplicado. Lo que
conocemos como autorrelleno, que se realiza con la propia grasa del paciente, tiene una
durabilidad que depende de la edad y del estilo de vida que lleve el paciente.

• Cuando las estrías son rojas pueden revertirse – Cierto. Cuando las estrías todavía
tienen un color rojo vino, tenemos la posibilidad de hacerlas desaparecer en casi un 80%, ya
que las estrías son cicatrices, pero al estar rojas están indicando que todavía hay circulación
por debajo de ellas y que no se ha formado el tejido fibroso cicatricial, momento en el que
vemos la estría cambiar su color al blanco. En este caso se pueden atenuar, pero no borrarlas.

• La medicina estética está orientada a personas mayores – Mito. Dentro del mundo de
la medicina estética existen múltiples tratamientos para pacientes con distintas patologías,
que van desde tratamientos para el acné juvenil hasta tratamientos anti arrugas. Es más, más
del 50% de los pacientes tienen edades comprendidas entre los 25 y los 60 años. De hecho, los
médicos estéticos recomiendan asistir a consulta en el momento que un problema estético
causado por el envejecimiento o por alguna enfermedad o por los malos hábitos nos empieza a
molestar, porque la medicina estética es, ante todo, una herramienta de prevención activa.

RESUMEN
• La medicina estética es la práctica médico-quirúrgica que utiliza las técnicas necesarias para
restaurar, mantener y promocionar la estética, la salud y el bienestar. Se basa en la
prevención, pero cuando no es posible, en la corrección de alteraciones consideradas “no
estéticas”.

• Es importante no confundirla con la especialidad de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora.

• Los orígenes de esta práctica se sitúan a mitad del siglo XX, cuando se forma un movimiento
en Europa para dar respuesta a las quejas estéticas de los pacientes. No obstante, los
antecedentes de este campo médico se sitúan en la cirugía estética en el año 600 a.C.

• La primera organización de medicina estética fue la Sociedad Francesa de Medicina Estética

en 1973, cuyo promotor y primer presidente fue el Dr. Jean Jacques Legrand.

• Los principales objetivos de la medicina estética son:

◦ prevenir y tratar patologías estéticas; ◦ aplicar técnicas para mejorar la estética y la

belleza; ◦ prevenir el envejecimiento; ◦ promover la salud y el bienestar físico y mental.

• Algunos de los mitos que ha detectado la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME)
sobre la medicina estética son:

◦ con el bótox se inflama la cara; ◦ todos los rellenos se notan y son de por vida; ◦ la
medicina estética está orientada a personas mayores.

• No obstante, hay algunos lemas que sí son ciertos, como por ejemplo:

◦ la celulitis no se elimina; ◦ cuando las estrías son rojas pueden revertirse.

AUTOEVALUACIÓN

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Contesta las siguientes preguntas y practica las bases teóricas de este capítulo. No olvides
analizar y responder de acuerdo a lo que entendiste.

1. ¿Qué es la medicina estética?

2. ¿Por qué se define como una actividad médica especializada?

3. ¿Qué disciplina es el antecedente de la medicina estética?

4. ¿Cuáles son los principales objetivos de la medicina estética?

5. ¿Qué mitos existen sobre esta rama de la medicina?

SOLUCIONARIO
1. ¿Qué es la medicina estética? La medicina estética es la práctica médico-quirúrgica que
emplea las técnicas necesarias para restaurar, mantener y promover la estética, la salud y el
bienestar. Se basa en la prevención, pero cuando no es posible, en la corrección de
alteraciones consideradas “no estéticas”.

2. ¿Por qué se define como una actividad médica especializada? Porqué reúne los
criterios que definen una especialidad médica, que son: un objetivo unificado, la existencia de
una base científica y una demanda social.

3. ¿Qué disciplina es el antecedente de la medicina estética? La cirugía estética.

4. ¿Cuáles son los principales objetivos de la medicina estética? Prevenir y tratar

patologías estéticas, aplicar técnicas para mejorar la estética y la belleza, prevenir el
envejecimiento y promover la salud y el bienestar físico y mental.

5. ¿Qué mitos existen sobre esta rama de la medicina? La Sociedad Española de

Medicina Estética ha detectado los siguientes mitos: • con el bótox se inflama la cara; • todos
los rellenos se notan y son de por vida; • la medicina estética está orientada a personas
mayores.

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