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Pérez Grovas Zapiain / 1

CRW 5380
2 de diciembre del 2022
Emiliano Pérez Grovas Zapiain

Las vacas de Minecraft

1.
Durante mi infancia, mi hermano pequeño y yo compartimos
cuarto. Teníamos camas gemelas, un buró con balones de
fútbol y muñecos de acción y un escritorio con la computadora
que compramos entre los dos. Ahí es donde pasábamos la
mayoría de nuestras noches, mirando videos de Youtube,
haciendo canciones en GarageBand y, sobre todo, jugando
Minecraft. Hubo una temporada en la que incluso pasamos
más tiempo en ese mundo paralelo que en el nuestro.
Al principio, Minecraft puede parecer aburrido. A diferencia
de otros videojuegos, no tiene un tutorial. El juego solo te
arroja en un mundo inhóspito construido por cubos. Hay
montañas, mares, ríos, desiertos, bosques y selvas plagadas de
animales; algunos inofensivos, como las vacas y los pollos, y
otros no tanto. Te persiguen arañas, esqueletos, zombis y los
temibles creepers (por lo menos son temibles para un niño de
11 años). Los primeros días en Minecraft se tratan de no
ahogarse, caerse por un acantilado o ser asesinado por alguna
de estas criaturas. Básicamente, el objetivo es la supervivencia.
Y, como en la vida real, es una tarea que con el tiempo se
vuelve intuitiva. Minecraft no tiene reglas ni instrucciones de
uso, pero sí una mecánica que se aprende casi por intuición
(yo la aprendí cuando me atacó un zombi en la noche y no tuve
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más remedio que defenderme): puedes destruir los cubos,


animales y monstruos y obtener algo a cambio. Si rompes la
montaña, consigues piedra, si talas un árbol, madera y, cuando
matas a un borrego te dan lana. Con un poco de
experimentación en el juego, descubres que con estos objetos
puedes construir un montón de cosas como, por ejemplo, una
cama.
Ese fue el primer objeto que mi hermano y yo descubrimos en
Minecraft. En nuestra primera noche, hicimos un hoyo en una
montaña y emulamos el interior de nuestra habitación real,
pero hecha con cubos de tierra. Fue nuestro primer refugio.
Después matamos a una vaca y descubrimos el cuero y la
carne. Resultaba que la segunda mecánica fundamental de
Minecraft era que el personaje necesitaba comer porque si no
también se moría. Bajo ese principio, mi hermano y yo
dividimos tareas. Yo me encargué de explorar el inmenso
mapa en buscar de más recursos y él construyó una casa
(después resultó ser arquitecto) y una granja con recursos
suficientes para los dos.
Así, emprendí un viaje de dos días con el objetivo de llegar al
fin del mapa y mi hermano encerró a todas las vacas que pudo
en un corral.
En un momento llegué a lo que parecía ser el límite del
mundo. A la distancia ya no había cubos, sino un vacío
inmenso. Pero, para mi sorpresa, cuando llegué al límite, un
nuevo pedazo de tierra cargó. Esto me sucedió en más de tres
ocasiones. Caminé por valles, islas de hongos, tundras,
montañas gigantes y ríos infinitos, pero nunca encontré el
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final del mapa. Eventualmente, decidí regresar con mi


hermano.
Después de mucho tiempo en Minecraft, mi hermano y yo
teníamos un imperio. Contábamos con dos casas, una fábrica
de vacas, una pirámide, un zoológico, un faro, un pueblo,
cuatro minas de diamantes e incluso un tren de alta velocidad
en otra dimensión (es muy difícil explicar aquí cómo
funcionaba, pero en el juego hacía sentido). Una noche,
mientras intentaba dormir (en el mundo real) mi hermano me
dijo que si podía preguntar una cosa sin que me burlara de él.
Yo, como el mayor, ya estaba acostumbrado a responder sus
preguntas extrañas. Pensé que me hablaría de alguna niña de
su salón o cómo se hacían los bebés o algo al respecto, pero me
preguntó si las vacas de Minecraft estaban vivas. Le dije que
obviamente no y me fui a dormir.
Pero mi hermano no estuvo satisfecho con mi respuesta y en
los siguientes días decidió volverse vegetariano en Minecraft,
lo cual a mí me pareció una tontería porque si no matas a las
vacas no tienes carne para comer. Además, sin ellas no
consigues cuero y sin cuero no puedes hacer libros y sin libros
no puedes hacer pociones ni libreros (que son muy
importantes para una mesa de encantamientos). Sin
encantamientos, no puedes volverte más fuerte ni matar al
dragón. Básicamente, sin matar vacas ya no tenía sentido
seguir jugando Minecraft. Entonces mi hermano dejó de jugar
y yo decidí ir a matar a una vaca.
Caminé a la granja, me encontré con una y saqué mi espada. El
animal se me puso enfrente y me vio directamente. Aunque
intenté evitarlo, la pregunta de mi hermano se me vino a la
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cabeza. Vi los ojos de la vaca y tuve que apagar la


computadora.

2.
La Tierra tiene una extensión aproximada de 510 millones de
kilómetros cuadrados. En esta superficie se encuentra toda la
vida que jamás se ha descubierto y todo lo que alguna vez se
ha construido (menos alguno que otro satélite). En una
diminuta parte de esa superficie están todas las personas que
he querido, todos mis recuerdos y casi todos los lugares que he
conocido. Ahí están mis padres, mis abuelos, mi novia y mis
hermanos; la escuela donde estudié, la calle donde di mi
primer beso y el cuarto compartido donde jugué videojuegos
por tantos años. Ahí, sin embargo, se encuentra otro lugar, el
único otro pedazo de tierra que guardo firmemente en mi
memoria y que no ocupa espacio dentro de esos 510 millones
de kilómetros cuadrados: mi casa de Minecraft. Y, si no está
en la Tierra, ¿dónde está la casa?
El mapa de Minecraft tiene una extensión de 3600 millones de
kilómetros cuadrados. Más o menos siete veces más grande
que la tierra. ¿Dónde está todo este espacio? ¿En mi
computadora? Y, si la respuesta es sí, ¿entonces la Tierra
cabría en mi computadora?
Minecraft es gigante. Sería imposible que un equipo de x
número de personas creara a mano una superficie tan grande.
Mojang, el estudio que desarrolló Minecraft, tiene
aproximadamente 600 empleados. Cuando originalmente
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liberó el juego, en 2009, tenía mucho menos, pero el número


exacto no importa. Lo que importa es que ni 600 personas
podrían haber diseñado el mapa (ni una computadora como la
que yo tenía en mi cuarto podría haber almacenado tanto
peso). Entonces, ¿cómo lo lograron?
Minecraft es un mundo generado arbitrariamente por un
algoritmo. Eso también significa que ese mundo no existe todo
el tiempo, pues se necesitaría una enorme capacidad de
procesamiento en la computadora. En cambio, el mapa carga
solo cuando se está lo suficientemente cerca de él. Sin entrar
en mucho detalle, está divido por una serie de porciones más
pequeñas, conocidas como chunks. Cada chunk se carga
individualmente cuando el personaje llega al límite del chunk
anterior. Eso significa que el mundo se crea cuando el
personaje está en él. El mapa no es un lugar, sino un
algoritmo. El algoritmo es matemáticas y las matemáticas son
un lenguaje. Por lo tanto, el mundo de Minecraft no es tanto
un lugar como un lenguaje que se construye cuando
interactuamos con él. En el momento en que mi personaje se
encuentra al borde de un chunk, a veces se ve un borde vacío,
una especie de infinito donde todo es posible. Enfrente existe
al mismo tiempo una montaña, una cueva y un río. Pero, de
pronto, en cuanto avanzo por el mapa, la realidad colapsa en
un pedazo de tierra que se presenta antes mis ojos.
En algún momento de mi vida, quizás por tanto jugar
Minecraft, pensé que lo mismo sucedía en el mundo real.
Imaginaba que mi cuarto no existía hasta que no entraba en él.
Quizá, si un día avanzaba demasiado rápido, me encontraría
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con un vacío, con un pedazo de tierra que todavía no había


cargado.

3.
Antes de la crisis, mi hermano y yo habíamos ido a un acuario
o un zoológico o de pesca. No recuerdo exactamente a dónde,
pero lo importante es que nos encontramos con un pez. Mi
hermano le dio de comer y el pez se acercó a él, casi tocándole
los dedos. Después, mi hermano hizo un movimiento brusco y
el pez se alejó.
Las vacas de Minecraft funcionan de una manera muy
parecida. Básicamente tienen dos tipos de comportamiento: si
les das trigo, te sigue; si lo atacas, huye. Es una mecánica muy
sencilla, pero existe. Cuando no estás en el pedazo de tierra
que le corresponde a la vaca, ésta no existe. Pero en el
momento en que llegas a su encuentro, la realidad siempre
vuelve a colapsar a un mundo donde esa vaca particular está
ahí, comiendo pasto o dando vueltas alrededor de un árbol. A
Tal vez en cuanto fuimos del acuario o del zoológico el pez que
mi hermano vio dejó de existir. Pero entonces, ¿por qué un pez
está vivo y una vaca de Minecraft no? El primer argumento
que le di a mi hermano es que al pez lo puedes tocar y a la vaca
no. ¿Eso distingue a la vida? ¿Que está físicamente en el
mismo lugar que yo? ¿Entonces un robot puede estar vivo?
A la vaca la programaron, le dije después, para que huyera o se
acercara según si tenemos espada o trigo. ¿Y eso qué? Me
respondió, al pez lo programó Dios. Y ahí ya no supe qué decir,
porque mi hermano era muy pequeño para no creer en Dios y
yo no sabía quién había programado a la vaca de Minecraft.
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Minecraft es un juego. No puedes hacer ahí lo que en el mundo


real. Es mucho más simple. Ahí no está la vida.
Y luego mi hermano, que ya no podía matar vacas, encontró
un servidor.
En pocas palabras, un servidor es un mundo de Minecraft que,
en vez de guardarse localmente en la computadora, se aloja en
internet. Por ello, muchas personas pueden entrar al mismo
mundo. El que mi hermano descubrió se llamaba Olimpocraft.
La entrada principal era una especie de ciudad griega con una
escultura gigante al centro y un montón de edificios enormes
alrededor. En ese momento yo no entendía cómo alguien
había logrado construir algo tan impresionante. Seguro, pensé,
se trataba de algún niño rata, de esos que hacía pipí en una
botella para no moverse del sillón y aprovechar todo el tiempo
posible en la pantalla. Pero eso era lo menos impresionante.
Los creadores de Olimpocraft habían diseñado una serie de
juegos dentro de Minecraft, en los cuales los demás jugadores
podían competir y ganar monedas para canjear por objetos
especiales dentro del servidor. Olimpocraft tenía su propia
economía y gran parte de ella se basaba en el juego más
exitoso (o por lo menos el que mi hermano jugaba más): los
juegos del hambre. Ese fue el primer Batlle Royale que conocí,
mucho antes de que Fortnite existiera. Las reglas eran
simples: aparecías en un escenario y tenías que matar a los
demás para ser el último con vida y ganar dinero de
Olimpocraft.
¿Pero cómo es posible que te dé miedo matar a una vaca y no a
otra persona? La otra persona la está controlando alguien
desde su casa, a la vaca no.
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En Olimpocraft, mi hermano se reunía con un primo y con un


amigo. Pasaban horas jugando mientras platicaban sobre
cualquier tontería. En realidad, no era tan diferente de lo que
yo hacía con mis amigos, solo que yo estaba con ellos
físicamente y mi hermano no. La vida para mi hermano a
veces también estaba en Minecraft.

4.
Pero Minecraft debe tener un límite. No puede ser igual a la
vida real. No importa si ya existen servidores con ciudades
enteras, con modelos a escala del universo, con bibliotecas
donde la gente se puede reunir y buscar todos los documentos
prohibidos en el mundo real, con réplicas de nuestro planeta;
Minecraft no es igual a nuestro mundo.
Es cierto. Las mecánicas son diferentes, pero no por eso
menos interesantes. En Minecraft no hay teoría cuántica ni
relatividad general, pero, por increíble que parezca, hay
posibilidad de computación. El redstone, un mineral que solo
existe en Minecraft, tiene la capacidad de conducir electricidad
y, lo que es más interesante, de apagarse y prenderse. Suena
muy simple, pero ese es el principio básico de la computación,
el lenguaje binario (unos y ceros, u ON y OFF).
Muchos jugadores alrededor del mundo han explotado esta
mecánica del juego para construir procesadores dentro de
Minecraft. Estas computadoras, aunque a veces rudimentarias
y gigantes (en nuestro mundo serían como del tamaño de un
estadio de fútbol) tienen la capacidad de procesar una
calculadora, Pong e, incluso, el mismo Minecraft. Esto
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significa que el juego puede simularse a sí mismo, que parece


no ser gran cosa, pero abre una infinidad de preguntas sobre la
complejidad de este mundo, como, por ejemplo, ¿podría
simularse Minecraft infinitamente? O, lo que es aún más
interesante, ¿podría nuestro mundo simularse a sí mismo?

5.
Resolver si la vaca de Minecraft estaba viva resultó
infinitamente más complejo de lo que yo esperaba. Lo único
que mi hermano logró fue hacerme dudar sobre mi propia
realidad, en vez de confirmarla y diferenciarla de la del
videojuego. Al final, descubrí que la pregunta se podía abordar
desde otro tipo de perspectiva. Definir si algo está vivo o no (o
si es consciente o no) es demasiado difícil para un niño de diez
años (también para mí ahora). Es más práctico seguir la teoría
de Alan Turing, quien propuso una prueba para determinar si
una computadora era inteligente. El test de Turing es una
especie de juego en la que un individuo debe de interactuar
con otros que están escondidos detrás de una pared. Así, el
“personaje principal” no sabe con quién está hablando. En el
juego, el primer individuo hace preguntas que los demás
deben de responder. En algún momento, uno de los sujetos
detrás del muro es reemplazado por una computadora. Si el
personaje no distingue a la computadora del resto de los
individuos, eso significa que la computadora tiene inteligencia
artificial. La computadora es inteligente porque convence al
humano de que lo es. No es inteligente (ni tiene vida) por sí
misma, sino en su relación con otro sujeto. Bajo estas
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condiciones es más fácil definir la vida, no como algo


intrínseco a cada sujeto, sino como una relación.
Mi hermano ( y, por un momento, yo también) estaba
convencido de que las vacas en Minecraft estaban vivas. Por lo
tanto, lo estaban.

5.
Muchos años después, he vuelto a jugar Minecraft. Caminé de
nuevo por la casa que construimos hace más de 10 años y
reviví las memorias de un lugar que no existe. Busqué los
límites del mapa y volví a escuchar la música melancólica
mientras miraba el paisaje cúbico desde lo alto de un faro. Hoy
ya no sé si Minecraft es real, pero los recuerdos que tengo de
es mundo sí que lo son. Tampoco estoy seguro de que haya
vida dentro del juego, pero, por si las dudas, ya no mato a las
vacas de Minecraft.

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