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Una vez cuando yo tenía seis años vi en

un libro sobre un bosque primitivo, decía


que la boa constrictor se tragaba su
presa
entera,
sin

masticarlas.

Luego ya no puede moverse y duermia


durante los seis meses que dura su
digestión".
Reflexioné profundamente y en ese
momento hice mi primer dibujo.
Mi dibujo número 1 era de esta manera:

Les mostré mi obra maestra a los adultos,


y les pregunte si mi dibujo les daba
miedo.

-¿Miedo? ¿Quién podría tenerle miedo a


un sombrero?

Aww adultos, ellos nunca entienden por


nada por sí mismos.
Así que hice otro dibujo.

Dibujo numero 2 era de esta manera:

Y dijeron: - te aconsejo que estudies


aritmética, geografía, historia y
gramática.

Seguí sus consejos…. Y crecí.

“Olvide por completó como ser un niño”.

“Hasta que algo milagroso sucedió.”

Siempre quise encontrar alguien con quien


compartir su historia, pero…. No lose… yo
creo que este mundo se ha vuelto
demasiado adulto.
Y yo he vivido mi vida solo, sin nadie con
quien poder hablar. Así que aprendí a
volar aviones.

Volé casi por todo el mundo, hasta que


tuve un accidente en el desierto del
Sahara.
La primera noche me dormí sobre la
arena, a unas mil millas de distancia del
lugar habitado más próximo. Estaba más
aislado que un náufrago en una balsa en
medio del océano. Imagínense, pues, mi
sorpresa cuando al amanecer me despertó
una extraña vocecita que decía:

r
f

..

n
c

—¡Píntame un cordero!
Me puse en pie de un salto como herido
por el rayo. Me froté los ojos. Miré a mí
alrededor. Vi a un extraordinario
muchachito que me miraba gravemente.
Ahí tienen el mejor retrato que más
tarde logré hacer de él.
Cuando un misterio es demasiado
profundo, uno no se atreve a
desobedecer.

“dibujar, yo no sé dibujar”.
-Eso no importa dijo, el.
La primera oveja que le dibuje era muy
debilucha.

Y la segunda tampoco le gustó mucho.

-se rio el principito,


-No lo ves, esa no es una oveja es un
carnero, mira, tiene cuernos.

esta era!

-El principito…. Es muy vieja.


Quiero una oveja que viva por mucho,
mucho tiempo.

Así que le dibuje esto.

Y le respondí, tu oveja esta en esta caja.

-El principito dijo: es exactamente como


la quería.
¿Crees que la oveja coma mucha hierba?

Porque donde yo vivo todo es muy


pequeño.
Seguro que habrá hierba suficiente. Es
una oveja muy pequeña.

No es tan pequeña.

¡Mira!, ya se fue a dormir.


Cada día yo aprendía algo nuevo
sobre el planeta, sobre la partida y sobre
el viaje. Esto venía suavemente al azar de
las reflexiones. De esta manera tuve
conocimiento al tercer día, del drama de
los baobabs.
Fue también gracias al cordero y
como preocupado por una profunda duda,
cuando el principito me preguntó:

—¿Es verdad que los corderos se


comen los arbustos?

—Sí, es cierto.

—¡Ah, qué contento estoy!

No comprendí por qué era tan


importante para él que los corderos se
comieran los arbustos. Pero el principito
añadió:

—Entonces se comen también los


Baobabs.
Le hice comprender al principito que
los baobabs no son arbustos, sino árboles
tan grandes como iglesias y que incluso si
llevase consigo todo un rebaño de
elefantes, el rebaño no lograría acabar
con un solo baobab.

Pero con suerte había semillas buenas.


Un día apareció una semilla diferente. Un
nuevo retoño.

Dijo el principito: serás milagrosa… estoy


seguro.
Los días pasaron ese retoño creció y se
convirtió en una rosa.

Dijo el principito: ¡Que hermosa eres!

La rosa le respondió: ¡Perdona, me acabo


de levantar!
El principito dijo: Eres Perfecta,
mientras la rosa le decía, ¿Verdad que sí?

Nací al mismo tiempo que el sol. Dijo la


rosa.
Fue entonces cuando compartieron su
primer amanecer y su primer atardecer.
Tu hogar es muy frio dijo la rosa.
Entonces le consiguió una esfera de
cristal.
En ese momento la rosa dijo: tendrías la
bondad en pensar en mis necesidades….

Pero rápidamente comenzó a


atormentarlo con su vanidad.

Rosa: supongo que no tienes como


protegerme, por la noche, quiero que me
cubras, mis necesidades….mi belleza, hace
frio, mis necesidades…
Lo peor del asunto es que realmente se
amaban, pero eran muy jóvenes y no
sabían cómo amar

Muy confundió……con la duda, decide irse.

Mientras la rosa le decía, te amo, si no


sabías es mi culpa. Por favor perdóname.
Y de un momento a otro se encontraba en
la región de los asteroides 325, 326, 327,
328, 329, 330….

En eso llega a un asteroide había un rey.

El rey dijo:
oww un súbdito, acércate.

Señoría, que es lo que gobierna usted,


dijo el principito.
Dijo el rey: yo lo gobierno todo.

El principito le pregunta. ¿Las estrellas le


obedecen?

Responde el rey: Naturalmente, yo no


permito subordinación.

Me gustaría mucho ver una puesta de sol,


me recordaría a mi rosa, dice el
principito.

El responde, tendrás una puesta de sol,


pero cuando las condiciones sean
favorables, en esta tarde 20 para las
ocho.

En ese instante continua el principito su


viaje. Y llega a otro asteroide.

Donde se encuentra a un señor muy


vanidoso.
Dice el príncipe “buenos días, sr.”, está
usando un sombrero muy raro.

El responde: es un sombrero para saludar,


en realidad para levantarlo para cuando
me realicen una alabanza; realmente me
admiración, por ser el más guapo, el más
rico y el más inteligente.

Responde el principito: Pero eres el único


hombre en este lugar.

En ese momento decide continuar su viaje


y llega a otro asteroide donde se
encuentra el hombre de los negocios.
Dice el sr. De negocios, yo administro las
estrellas, las cuento y las vuelvo a contar.

Pregunta el principito y ¿eso que le sirve?

Pues me beneficia en hacerme rico.


Pregunta el principito y para que le sirve
hacerse rico.

Responde el hombre de los negocios: eso


me permite comprar más estrellas o
cualquier cosa que quiera.

En ese instante se da cuenta de algo el


principito, “los adultos son muy, muy
raro”. Mientras continúa su viaje.

En eso llega a un lugar, y le pregunta a


una criatura.

¿Qué lugar es este?

El responde: este es el planeta tierra,


estas en el desierto de Sahara.

¿Dónde están los hombres?, es muy solo


el desierto. Menciona el principito.

También hay soledad entre los hombres


responde la criatura.

Y pregunta el principito ¿Qué animal


eres?, no eres más grueso que un dedo.
Responde la criatura: pero tengo más
poder que el dedo de un rey.

Menciona el principito: No tienes pies y ni


siquiera puedes viajar.

Responde
el: soy una serpiente, y puedo llevarte
más lejos que cualquier nave, podría
ayudarte si un día de estos echas de
menos tu planeta.

Ha creo que ya te entiendo responde el


principito.
Pero entonces después de caminar, y
caminar, atra vez de rocas, arena y nieve,
apareció el zorro.

Oye juega conmigo dice el príncipe.

El zorro le responde: no puedo jugar


contigo, debes domesticarme.

¿Qué es eso?, pregunta el principito.

Significa crear un lazo, para mí, tú no


eres más que otro niño, entre otros moles
de niños.
Tú no me necesitas y yo no te necesitó.
Para ti, solo soy un zorro, entre otros
miles de zorros.

Pero si me domésticas, nos necesitaremos


el uno al otro.

Para mí, tú serás único en el mundo.


Y para ti seré único en el mundo.

En ese momento su lazo era muy fuerte,


jugaban, se cuidaban y se apoyaban.
Ahora, ya hace seis años de esto. Jamás
he contado esta historia hasta este
momento.
Al correr del tiempo me he consolado un
poco, pero no completamente. Sé que ha
vuelto a su planeta.
Y por las noches salgo a ver las estrellas,
e imagino que está sentado junto a su
rosa.

Y durante el día cierro los ojo logro


Escuchar su risa.
Y ahí está el gran misterio. Para ustedes que quieren al
principito, lo mismo que para mí, nada en el universo habrá
cambiado si en cualquier parte, vas estar solo, porque
estará siempre contigo una rosa y un buen amigo como el
zorro.

FIN

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