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RLA, Revista de Lingüística Teórica y Aplicada, 45 (1), I Sem. 2007, pp.

33-44

ARTICULOS

Producción de oraciones complejas en niños de 8 y 10 años

Production of complex sentences in 8 and 10 year-old children

Carmen Julia Coloma


Christian Peñaloza
Reyes Fernández
Universidad de Chile. Santiago, Chile E-mail: ccoloma@med.uchile.cl

Resumen

El propósito del estudio es contribuir con nueva información sobre el desarrollo de la producción de las
oraciones subordinadas en español en niños mayores de 7 años. Para ello se trabaja con 30 sujetos de 8
años y 29 de 10 años. Se elicita la sintaxis mediante el recontado de tres cuentos. En cada relato se
identifican las oraciones complejas y los tipos de cláusulas (sustantivas, adverbiales y adjetivas). Los
resultados indican que existe desarrollo de estos aspectos, porque los niños de 10 años producen más
estas estructuras sintácticas que los niños de 8 años. La evidencia encontrada sugiere que existe
desarrollo de la sintaxis compleja en las edades estudiadas.

Palabras claves: Desarrollo sintáctico, sintaxis compleja, oraciones complejas.

Abstract

This study was designed to contribute with new information about complex syntax development in
Spanish-speaking children. 30 children with 8 years and 29 children with 10 years participate in the
study retelling 3 different stories. The narrative samples were analysed in order to identify complex
sentences and the type of clauses (nominal, adverbial and adjective). The results showed grater
syntactic complexity in children with 10 years. The evidence suggests the existence of complex syntax
development in children between 8 years and 10 years.

Keywords: Syntactic development, complex syntax, complex sentences.

INTRODUCCION

La producción de la sintaxis compleja se evidencia en el niño cuando es capaz de combinar oraciones


simples para formar construcciones más elaboradas. Con este fin, requiere considerar una serie de
mecanismos y elementos especializados que le permiten relacionar dos estructuras para formar una más
compleja (Serra et al., 2000).
La capacidad del niño de producir oraciones complejas se observa desde los 4 años (Paul, 2001). Sin
embargo, es durante la escolaridad cuando el desarrollo de este aspecto se afianza considerablemente,
dado que este tipo de estructuras se promueven mediante la interacción con el lenguaje académico y la
lectura (Gummersall & Strong, 1999).

Específicamente, esta etapa se caracteriza por el aumento del número de unidades por oración, el
mayor uso de estructuras poco frecuentes y el incremento en la variedad tanto de oraciones
subordinadas como coordinadas (Pavez, 1999).

Así, se ha observado que entre los 6 y los 18 años aumenta la longitud oracional de las producciones
orales y escritas, con un leve mejor rendimiento en oralidad. Además, se ha advertido un desarrollo
paulatino en la utilización de estructuras subordinadas y una tendencia a usar más cláusulas sustantivas
en la oralidad, a diferencia de una mayor presencia de cláusulas adverbiales en la escritura (Nippold,
1998).

También se ha establecido que niños que están finalizando su etapa pre-escolar utilizan en sus
producciones un promedio entre 5 y 8 conjunciones diferentes, entre las cuales se encuentran si,
porque, cuando y entonces (Paul, 2001).

Otros estudios realizados con menores de diversas edades han evidenciado una mayor presencia y
variedad de conjunciones coordinantes y subordinantes, tanto en su comprensión como en su
producción (Nippold, 1998).

En relación a la comprensión de estructuras complejas, se ha demostrado (en niños de entre 7 y 12


años) que la utilización de nuevas conjunciones subordinadas se asocia a la comprensión de relaciones
semánticas más precisas y complejas. No obstante, el proceso de precisión y diferenciación del
significado de las conjunciones continúa después de los 12 años (Nippold, 1998).

Una investigación longitudinal determinó que el desarrollo de la producción sintáctica sigue su evolución
hasta aproximadamente los 29 años y permanece estable entre los 40 y 49. Además, se estableció que
los mejores indicadores de esta adquisición son la longitud de las oraciones y la cláusula relativa
(Nippold et al., 2005).

La importancia de conocer el desarrollo de la producción de la sintaxis compleja radica al menos en dos


aspectos. Por una parte, se ha observado que permite distinguir entre desempeños lingüísticos
disminuidos y rendimientos del lenguaje adecuados (Paul y Smith, 1993; Schuele y Dykes, 2005 ). Por
otra parte, se ha determinado que existe relación entre la producción de oraciones complejas y el
desempeño discursivo en narraciones y exposiciones (Alvarez, 2001; Pavez et al., 2001; Nippold et al.,
2005).

La mayoría de los trabajos mencionados, sin embargo, se han efectuado en lengua inglesa y gran
cantidad de las publicaciones en español corresponden a traducciones del inglés y en menor medida del
francés (Clemente, 2000). Por consiguiente, éste es un campo prácticamente inexplorado en lenguas
diferentes del inglés (Serra et al., 2000).

Una investigación realizada en español sobre oraciones con subordinación y coordinación muestra que
siguen una secuencia de adquisición que se divide en dos periodos: en el primero los niños producen las
oraciones coordinadas y con subordinaciones adjetivas, sustantivas y adverbiales del tipo causales y
finales. En el segundo momento comienzan a realizar oraciones con otro tipo de cláusulas adverbiales
tales como modales, condicionales y temporales. Generalmente, los primeros tipos de oración no
simples que los niños emiten son las coordinadas copulativas y las subordinadas sustantivas.
Finalmente, se reconoce que las oraciones con cláusulas adverbiales comparativas, adversativas y
aquellas que implican uso del subjuntivo son de adquisición tardía y se observan entre los 6 y 10 años
(Serra et al., 2000).

Otros estudios en español sobre desarrollo sintáctico después de los 6 años han sido realizados por Gili-
Gaya (1972), Véliz et al. (1985), Véliz (1988), Gutiérrez-Clellen & Hofstetter (1994) y Gutiérrez-Clellen
(1998) .

En líneas generales, estas investigaciones señalan que los niños de 6 años presentan un desempeño
lingüístico similar al de los de 4 y 5 años. Sin embargo, a la edad de 7 años se evidencian cambios
cuantitativos y cualitativos más notorios. En concreto, se advierte un mayor número de cláusulas,
especialmente de las adjetivas. Las adverbiales parecen no aumentar significativamente, incluso en
etapas cercanas a la adolescencia (Véliz, 1988).

Además, durante el periodo escolar el uso de la sintaxis compleja está influido por diferentes tipos de
discursos. Así, se observa que este tipo de estructuras son más frecuentes en la narración y en la
exposición que en la conversación. También este fenómeno sucede al comparar las narraciones
cotidianas y los resúmenes de libros; en estos últimos existe un mayor uso de la sintaxis compleja
(Gutiérrez-Clellen, 1998).

De acuerdo a lo anterior, el conocimiento sobre la evolución de la sintaxis compleja en español tanto a


nivel comprensivo como expresivo es aún escaso. Por ello, el propósito de este estudio es contribuir con
nueva información sobre el desarrollo de la producción de las oraciones complejas en español en niños
mayores de 7 años.

PROCEDIMIENTOS METODOLOGICOS

Selección y características de los participantes

La selección de los participantes se obtuvo evaluando las habilidades cognitivas no verbales de 90 niños
(43 de 3º y 47 de 5º básico) mediante la prueba Raven. Los sujetos que se ubicaban en el percentil 50 o
sobre él se incluyeron en este trabajo.

De este modo, la muestra se dividió en dos grupos. Uno conformado por 30 menores de 3º básico (17
mujeres y 13 hombres) con un promedio de edad de 8 años 5 meses y un rango que estaba entre los 8
años y los 8 años 10 meses. El otro grupo estaba constituido por 29 niños de 5º básico (18 mujeres, 11
hombres) con un promedio de edad de 10 años 9 meses y un rango que iba desde los 10 años 4 meses
hasta los 10 años 11 meses.

Todos eran alumnos de un colegio particular pagado y pertenecían al nivel socioeconómico medio-alto.

Evaluación de la sintaxis compleja

La evaluación requirió de dos etapas. La primera consistió en obtener un corpus lingüístico en que se
manifestara la sintaxis compleja y la segunda en el análisis de este aspecto del lenguaje.

–Obtención de la sintaxis compleja

La obtención de la sintaxis compleja se efectuó mediante el recontado de tres cuentos infantiles. Se


utilizó este procedimiento porque en estudios previos ha sido una estrategia exitosa en la elicitación de
este tipos de estructuras (Gutiérrez-Clellen, 1998; Nippold, 1998). Los relatos utilizados fueron:
Robinsón y Viernes, El tiranosaurio y La ballena gigante.

Se trabajó con narraciones porque este discurso facilita la producción de oraciones más extensas y
estructuras sintácticas complejas. Lo anterior se corroboró en un estudio con niños entre 5 y 13 años en
que se comparó la conversación con la narración. En él se observó que el discurso narrativo elicitaba
más palabras por oración (Gutiérrez-Clellen, 1998). En otra investigación con niños con Trastorno
Específico del Lenguaje se demostró que el uso de la sintaxis compleja se asocia con el desempeño de
discurso narrativo (Pavez et al., 2001).

El procedimiento específico consistió en que una de las investigadoras evaluó a todos los participantes
individualmente en la sala de recursos del colegio al que asistían los niños. Ella relataba primero El
tiranosaurio, luego, La ballena gigante y finalmente Robinsón y Viernes. Después de finalizar cada
cuento la examinadora le solicitaba al niño que lo contara y su relato era grabado. Luego que el niño
finalizaba el cuento, la evaluadora comenzaba con el siguiente. Posteriormente, las grabaciones fueron
transcritas ortográficamente por la examinadora. Se cuidó de registrar fielmente todo lo que decía el
niño y las pausas que efectuó durante la narración. Las transcripciones fueron revisadas por los otros
dos investigadores.

–Análisis de la sintaxis compleja

En primer lugar se identificaron las oraciones que constituían cada corpus. Se entendió por oración una
forma lingüística constituida por un núcleo predicativo autónomo. Este núcleo generalmente se presenta
en la forma de un verbo conjugado (estructuras bimembres). Sin embargo, puede realizarse mediante
estructuras unimembres con autonomía sintáctica, tales como interjecciones o enunciados del tipo “sí” o
“no”.

El rango de las oraciones elicitadas en los tres corpus de los niños de 8 años fluctuó entre 11 y 71
oraciones. En cambio, a los 10 años este rango varió entre 24 y 67 oraciones.

Luego se distinguió entre oraciones simples y complejas. Se entendió por oración simple la que presenta
un núcleo predicativo (verbal o no verbal) sin presencia de otros núcleos predicativos subordinados. Por
ejemplo1 , en el siguiente fragmento de un niño de 8 años se distinguieron tres oraciones simples. 1)
“Era una persona simpática”, 2) “creció bien” y 3) “se adaptó bien a la isla”.

Por su parte, la oración compleja es la que contiene un núcleo predicativo principal y uno o más núcleos
predicativos subordinados. El siguiente es un ejemplo extraído de un niño de 10 años. “Esta historia se
trata de un señor llamado Robinson que sufrió un naufragio”.

La relación de subordinación debía estar marcada por un elemento subordinante (pronombres relativos,
subjunciones, locuciones subjuntivas) o por la presencia de una forma no personal del verbo (infinitivo,
gerundio o participio). Por ello, los discursos directos referidos sin la marca de un elemento
subordinante se consideraron oraciones simples. Un ejemplo de lo anterior se observa en el siguiente
enunciado de un niño de 10 años “El tiranosaurio le dijo tú no tienes miedo de mí”, donde según el
análisis propuesto se distinguen dos oraciones. La primera “El tiranosaurio le dijo” y la segunda “tú no
tienes miedo de mí”. En cambio, el siguiente enunciado de otro menor de 10 años fue interpretado
como una sola oración de carácter compleja, dada la presencia del elemento subordinante que “Poseidón
le dijo que sí y que sería más rápido si se podía subir en su lomo para ver el mar”.

Luego de la identificación de estos dos tipos de oraciones, se procedió a clasificar funcionalmente cada
una de las cláusulas de las oraciones complejas. Así, se distinguieron cláusulas adjetivas, sustantivas y
adverbiales. A continuación se ilustra cada una a partir de cláusulas emitidas por un niño de 8 años.

Oración compleja con cláusula adjetiva: “Había una vez un tiranosaurio que vivía en un castillo”.

Oración compleja con cláusula sustantiva: “Después vio que llegaban seis botes a su isla”.

Oración compleja con cláusula adverbial: “Lo llamó Viernes justo porque había llegado un día
viernes”.

Es importante destacar que en este corpus algunas locuciones fueron tratadas de manera particular. La
locución “hasta que” no se consideró subordinante, sino un marcador pragmático porque aparecía en
oraciones simples con un carácter enfático que estaba marcado por pausa. Un ejemplo de lo anterior se
advierte en “le tenían miedo / hasta que apareció el viejito pascuero”. En este enunciado se
contabilizaron dos oraciones simples. Es necesario destacar que la locución “hasta que” apareció
escasamente en los corpus analizados.

Por su parte, la expresión para que fue analizada como locución subjuntiva de cláusula adverbial (valor
semántico de finalidad) y no como elemento subordinante de cláusula sustantiva. Este criterio se adoptó
dado que en los textos el para que funcionaría en un mismo paradigma junto a otras subjunciones y
locuciones subjuntivas tales como porque y puesto que, lo que se observa en los siguientes ejemplos:
“Robinson le disparó para que los salvajes se asustaran” y “Ellos no se atrevían porque tenían
miedo”.

A continuación se presenta el análisis completo de dos narraciones, una de un niño de 8 años y otra de
un niño de 10 años.

Análisis de un cuento recontado por un niño de 8 años:


Análisis de un cuento recontado por un niño de 10 años:
Finalmente, para el análisis estadístico se contabilizaron las oraciones simples y complejas. Luego, se
estableció el número de cláusulas totales y la cantidad de cada tipo de cláusula. Posteriormente, se
realizaron comparaciones entre los desempeños de ambos grupos y se determinó si existía correlación
entre edad y sintaxis compleja.

RESULTADOS

La Tabla I presenta la comparación entre los rendimientos de los niños de 8 y 10 años en oraciones
simples, oraciones complejas y total de oraciones. Dicha comparación se realizó aplicando la prueba t de
Student.

Tabla I. Comparación del rendimiento de los niños de 8 y 10 años en el tipo y número total de
oraciones.

En la Tabla I se observa que los niños de 8 y 10 años evidencian un desempeño similar en el total de
oraciones y en la cantidad de oraciones simples que realizan, aunque éstas disminuyen levemente su
número de aparición en los niños de mayor edad. En cambio, se diferencian en las complejas, ya que los
menores de 10 años efectúan significativamente más este tipo de estructuras que los de 8.

Además, se comparó el número total de cláusulas y los diferentes tipos de cláusulas en ambos grupos.
También en esta comparación se utilizó la prueba t de Student. La Tabla II ilustra estos resultados.

Tabla II. Comparación del rendimiento en sintaxis compleja de niños de 8 y 10 años.


En la Tabla II se advierte que los niños de 10 años presentan un mayor rendimiento en la sintaxis
compleja que los de menor edad, aunque no en todos los aspectos evaluados. Específicamente, este
mayor desempeño se observa en el número total de cláusulas, en las sustantivas y en las adjetivas. En
las cláusulas adverbiales, aunque el promedio aumenta en los menores de 10 años, las diferencias no
son estadísticamente significativas.

Finalmente, se aplicó la prueba r de Pearson para establecer si existía correlación entre edad y sintaxis
compleja. La Tabla III presenta estos resultados.

Tabla III. Correlaciones entre edad y sintaxis compleja.


La Tabla III muestra que existe correlación en la mayoría de los aspectos evaluados de la sintaxis
compleja y la edad de los niños. Así, mientras más edad tienen los niños mayor cantidad de oraciones
complejas y cláusulas efectúan en sus narraciones. Esta asociación también se evidencia con las
cláusulas adjetivas y sustantivas, sin embargo, no se produce con las cláusulas adverbiales.

DISCUSION

Los resultados de este estudio indican que existe desarrollo de la sintaxis compleja al comparar niños de
diferentes edades. Así, se observa que a los 10 años producen más oraciones complejas que a los 8.
Además, se advierte que las narraciones de los niños mayores presentan más cantidad de cláusulas
adjetivas y sustantivas.

Esta evidencia corrobora investigaciones previas (Gili-Gaya, 1972; Véliz et al., 1985; Véliz, 1988 y
Gutiérrez-Clellen & Hofstetter, 1994) en que se ha determinado que el desarrollo sintáctico en español,
a partir de los 7 años, se manifiesta principalmente a través del mayor número de oraciones complejas y
cláusulas adjetivas.

El hecho de que los niños de 10 años produzcan significativamente más cláusulas sustantivas indica que
no sólo las de relativo aumentan en este periodo. Al respecto, es importante destacar que los cuentos
utilizados permitían elicitar gran número de discursos referidos. El mayor uso de sustantivas parece
estar asociado a que los sujetos de 10 años, al relatar discursos referidos, tendieron a explicitarlos de
manera indirecta, esto es, con cláusulas sustantivas de subjunción “que”. En cambio, se observó que los
de 8 años expresaban los discursos referidos de manera directa, es decir, en oración yuxtapuesta.

Por otra parte, la existencia de correlación entre la edad y los aspectos sintácticos en que hubo
diferencias apoya la evidencia anterior, ya que se asocian las estructuras sintácticas (cláusulas
sustantivas y adjetivas) en que se observó desarrollo. Por el contrario, no se advirtió dicha relación en
las construcciones sintácticas (cláusulas adverbiales) en que ambos grupos presentaron un desempeño
similar.

Al igual que en el estudio de Gutiérrez-Clellen & Hofstetter(1994), se observó que la producción de


cláusulas adverbiales no diferenciaba a ambos grupos, lo que sugiere que el desarrollo de estas
estructuras es menos evidente, y por lo tanto, debe ser estudiado considerando otras variables. Esto
también es sustentado con el hecho de que no existe correlación entre edad y número de cláusulas
adverbiales.

Para Gutiérrez-Clellen & Hofstetter (1994), el menor desarrollo de las cláusulas adverbiales (y
sustantivas en su trabajo) se debería a que estarían asociadas a un desarrollo de cohesión
interoracional, que sería posterior a las edades estudiadas. Otra evidencia en la misma línea es la
propuesta por Nippold (1998), quien explica este fenómeno aduciendo que las cláusulas adverbiales
aparecerían más frecuentemente en textos de ámbito académico escrito.

Una interpretación diferente a este hecho es que el aumento no significativo de cláusulas adverbiales en
el corpus trabajado se debe a que no se realizó un análisis que permita diferenciar distintos tipos de
esta estructura compleja. En principio, dentro de la clasificación tradicional de “cláusula adverbial” en
español se considera un conjunto bastante amplio y heterogéneo de fenómenos sintácticos que incluyen
desde las que determinan directamente a un verbo (cláusula de lugar, causal) hasta las que determinan
adjetivos o adverbios (cláusula comparativa, cláusula consecutiva).

La manifestación de esta gran diversidad de cláusulas adverbiales no es similar en todos los tipos de
texto, lo que exigiría que cualquier trabajo en que se utilice el discurso para elicitar estructuras
sintácticas debería identificar las cláusulas adverbiales más características del tipo discursivo.
Específicamente, en las narraciones se tendría que considerar de manera particular aquellas cláusulas
que se relacionan con la acción de relatar, tales como las temporales, las causales, las consecutivas y
las de lugar. Lo anterior permitiría conocer si el tipo de texto influye en el desarrollo de las cláusulas
adverbiales.

En síntesis, esta investigación corrobora algunas evidencias de la literatura especializada con datos de
niños chilenos y también origina interrogantes que deben seguir siendo abordadas en nuevos trabajos.
Especialmente, en relación a las cláusulas adverbiales, ya que por su naturaleza heterogénea exigen un
trabajo diferenciado entre sus distintos grupos.

NOTAS

1 En los ejemplos que se presentan se destacan con negrita los núcleos predicativos, autónomos o
subordinados; se subrayan las cláusulas y se utiliza la cursiva para indicar los nexos subordinantes.

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Recibido : 27-12-2006. Aceptado : 15-03-2007.

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