Oración de consagración al sagrado corazón de Jesús
Señor Jesucristo, arrodillados a tus pies, renovamos alegremente la
consagración de nuestra familia a tu Divino Corazón. Sé, hoy y siempre, nuestro guía, el jefe protector de nuestro hogar, el rey y centro de nuestros corazones.
Bendice a nuestra familia, nuestra casa, a nuestros vecinos, parientes y
amigos. Ayúdanos a cumplir fielmente nuestros deberes, y participa de nuestras alegrías y angustias, de nuestras esperanzas y dudas, de nuestro trabajo y de nuestras diversiones.
Danos fuerza, Señor, para que carguemos nuestra cruz de cada día y sepamos ofrecer todos nuestros actos, junto con tu sacrificio, al Padre.
Que la justicia, la fraternidad, el perdón y la misericordia estén presentes en
nuestro hogar y en nuestras comunidades. Queremos ser instrumentos de paz y de vida.
Que nuestro amor a tu Corazón compense, de alguna manera, la frialdad y la
indiferencia, la ingratitud y la falta de amor de quienes no te conocen, te desprecian o rechazan.
Sagrado Corazón de Jesús, tenemos confianza en Ti.
Oración de consagración al sagrado corazón de Jesús
Doy y consagro al Sagrado Corazón de Nuestro Señor
Jesucristo mi persona y mi vida, mis obras, dolores y
sufrimientos, para no usar ninguna parte de mi ser excepto
para amarlo, honrarlo y glorificarlo. Es mi voluntad
irrevocable ser todo Suyo y hacer todo por Su amor,
renunciando con todo mi corazón a todo lo que pueda
desagradarle. Te tomo, pues, oh Sagrado Corazón, como único
objeto de mi amor, protector de mi vida, garantía de mi
salvación, remedio de mi inconstancia, reparador de todos los
defectos de mi vida y refugio en la hora de mi muerte. Sé pues,
oh Corazón de bondad, mi justificación ante Dios Padre y
aparta de mí los rasgos de Su justa ira. Oh Corazón de Amor,
pongo toda mi confianza en Ti, porque temo todo de mi
debilidad, pero espero todo en Tu bondad. Consume en mí, por
lo tanto, todo lo que pueda desagradarte o resistirte, y que Tu
amor puro se imprima tanto en mi corazón que nunca pueda
olvidarte, ni separarme de Ti. Te suplico, por toda Tu bondad,
que mi nombre sea escrito en Ti, ya que quiero hacer consistir
toda mi felicidad en vivir y morir como Tu esclavo. Amén