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APRENDIENDO A LLORAR

Devocional

UN HECHO INCREIBLE: Los estudios muestran que las mujeres lloran de 30 a 60 veces al año,
mientras que los hombres lloran de 6 a 17 veces al año. Sin embargo, no hay diferencia entre
géneros hasta la adolescencia, lo que indica que las lágrimas emocionales son una respuesta
aprendida. Otro estudio mostró que los bebés captan señales sobre cómo llorar del idioma de sus
padres: los bebés franceses tienden a gemir con un tono creciente, mientras que los bebés
alemanes lloran con un tono decreciente. Después de ver las abominaciones de la ciudad de
Jerusalén, Ezequiel ve entrar en el templo a seis hombres armados, uno de los cuales también
lleva un tintero de escribano.

El Señor instruye a este hombre a poner una marca en “la frente de los hombres que gimen y
lloran por todas las abominaciones” en la ciudad (Ezequiel 9:4). Luego instruye a los otros cinco
para que lo sigan y maten a todos los que no reciban la marca. Esta idea, que el pueblo de Dios se
lamenta por los pecados de los demás, se repite a lo largo de las Escrituras. El salmista registra:
“Ríos de agua corren de mis ojos, porque los hombres no guardan tu ley” (Salmo 119:136).

Jeremías, esperando que el pueblo no se volviera de su maldad, dijo: “Mi alma llorará en secreto a
causa de su orgullo; Mis ojos llorarán amargamente y se derramarán en lágrimas, porque el
rebaño del Señor ha sido llevado cautivo” (Jeremías 13:17). La razón de estas lágrimas santas es
doble: no solo se ha violado la ley de Dios, sino que los pecadores pronto sufrirán las
consecuencias.

Cuando Jesús lloró por Jerusalén, este fue Su lamento: “¡Si supierais… las cosas que contribuyen a
vuestra paz! Pero ahora están ocultos a tus ojos. porque vendrán días sobre vosotros, cuando
vuestros enemigos os rodearán de murallas” (Lucas 19:42, 43). Jesús estaba de luto porque su
pueblo se negaba a conocerlo y que pronto sufrirían las consecuencias de rechazarlo. En última
instancia, Jesús quiere que Sus seguidores aprendan a hacer suyas Sus lágrimas por Su pueblo.

TEXTOS BÍBLICOS CLAVE

"Mis ojos corren ríos de agua para la destrucción de la hija de mi pueblo".

Lamentaciones 3:48

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