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Introducción
El odio representa un sentimiento que motiva al ser humano a expresar rechazo
hacia alguien por considerar que dicha persona tiene maldad, mala voluntad o
bien manifiesta actitud de engaño. Existen también expresiones de odio hacia
objetos, cosas, animales, costumbres, circunstancias, entre otros. Esto se refleja
en la repugnancia o el distanciamiento.
Por otra parte, el Odio a nivel bíblico tiene una connotación positiva y otra
negativa. Esta apreciación tiene que ver con la comunión en Dios, en su fe y en
su Palabra.
Para la Biblia, el odio puede ser un sentimiento espiritual positivo si está acorde
con las cosas que Dios odia. Por lo consiguiente, según el Salmo 97:10, todos lo
que aman a Dios, deben aborrecer el mal.
La Biblia también habla del odio como un sentimiento negativo cuando esa
emoción se dirige de una persona a otra. La Biblia expresa que Dios condena ese
odio entre hermanos. En Mateo 5:22, El Señor decreta la necesidad de
reconciliarse entre los hombres si quieren salvarse del juicio final.
Por eso ante Dios, el odio es un pecado grave, tan fuerte como quitarle la vida a
alguien.
La Biblia condena al hombre que dice amar a Dios y a la vez muestra odio hacia
sus semejantes. Ese sujeto es mentiroso y no le queda más que caminar hacia
las tinieblas.
Estudio Bíblico para los Grupos de Vida del
Centro Cristiano de Fe Bethel
No es lo mismo perdonar una deuda de 50 pesos que una deuda de 5 mil pesos.
Sin duda a quien se le perdona una deuda mayor está mucho más agradecido y
valora más el gesto. No quiere decir que quien recibió el perdón por la menor
cantidad no lo valore, pero es natural que quien recibe un borrón y cuenta nueva
de algo considerablemente mayor sea más sensible al gesto. Lo mismo pasa con
el pecador arrepentido. Todos somos pecadores, y todos necesitamos del perdón
de Dios. Esto no quiere decir que es necesario cometer pecados graves para
experimentar un perdón mayor. No es cuestión de cometer grandes pecados para
experimentar la grandeza del amor de Dios, es cuestión de actitud, de la
verdadera humildad que no es otra cosa que sentir que somos criaturas en manos
del Creador, necesitados del perdón y de la misericordia.
¿Será que nos estamos saltando un paso? El primer paso en el amor no es amar
a la gente, sino amarlo a Él. Entonces el secreto del amor hacia los demás es
primero recibir y experimentar el amor de Dios en nuestra vida.
Estudio Bíblico para los Grupos de Vida del
Centro Cristiano de Fe Bethel
Dios perdona nuestros pecados –incluso los más viles que hayamos cometido. De
hecho, una vez que nos ha perdonado, dice que nunca más se acordará de
nuestro pecado.
Conclusión: