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EL AMOR DE DIOS
¡Dios te ama! Y su amor por ti es divino, es perfecto, eterno, generoso, perdonador e
incondicional. ¿Lo crees? Dios no te ama ahora que eres cristiano, más de lo que te amaba
cuando eras pecador. La diferencia es que ahora, que has nacido de nuevo, tú lo puedes
amar a Él. Leamos la Biblia, que es la palabra de Dios y contestemos:
En eso difiere el amor de Dios (amor “ágape” en griego) del amor que suele dar el hombre
(amor “filio” en griego). El amor humano es condicional y temporal. Solemos amar a los
que nos aman y rechazar o aborrecer a quienes no nos aman. Solemos decir también que
hemos dejado de amar. Si has pasado por momentos en los que has pensado que Dios no
te ama o si has temido que deje de amarte es porque desde pequeños hemos sido amados
en forma condicional.
Es bastante común que los padres digan a los niños cosas como éstas: “si no te portas
bien, ya no te vamos a querer”, “Si no comes tu comida, ya no te quiero”, “Mira que fea
estás cuando lloras, ya no te voy a querer si sigues llorando así” etc. Esto no suele ser
dicho en serio por los padres; sin embargo, el niño no lo entiende así. Él les cree, y es por
eso que les causa mucho daño es muy importante, por ello, que creas la palabra de Dios y
lo que Dios dice en ella antes que a tus propios sentimiento o pensamientos.
(1Juan 4:16) “Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con
nosotros. Dios ES amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.”
Dios te amó, te ama hoy te amara siempre no porque tú hayas hecho algo para merecer
ese amor, no porque te lo hayas ganado sino por pura gracia.
(Efesios 2:4-7) “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos
amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con cristo (por
gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los
lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros “las abundantes
riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en cristo Jesús.”
Tú eres la obra maestra de Dios. Él no creó al hombre de la misma forma que a los animales,
a través de su palabra. (Génesis 1:20-25) al hombre lo creo amorosamente con sus manos
y soplando sobre él su aliento divino. (Génesis 2:7) y fue su amor el que diseño para el
hombre un paraíso: el Huerto del Edén. Y cuando el hombre cayó en pecado, fue el amor
de Dios quien inspiró un plan para rescatarlo, Dios te amo y por eso tú debes amarte a ti
mismo… porque eres el amado de Dios.
La más grande y maravillosa expresión del amor y la gracia de Dios para el
hombre es Jesucristo
(Juan 3:16) “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel en el Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
Muchas veces medimos el amor de Dios por las circunstancias que nos han tocado vivir,
por cómo nos ha ido en la vida. Si nos ha ido bien, creemos que eso demuestra que Dios
nos ama; y si pensamos que nos ha ido mal, entones es que dios no nos ama tanto. Pero
esto es errado. La única manera de medir el amor de Dios, lo que constituye su evidencia
por excelencia, es que siendo pecadores Dios nos dio a su Hijo amado, a su unigénito, para
que muriera por nosotros en la cruz.
(Romanos 8:32) “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos
nosotros ¿cómo no nos dará también con Él todas las cosas?”
¡Aleluya! Ese es el dulce amor del Señor. Y ahora que has sido hecho hijo de Dios, ¿crees
que algo te podría separar del amor de Dios?
El hombre desde que nace tiene el corazón vacío que trata de llenar con diferentes cosas:
unos con el amor de un hombre o de una mujer, otros con la fama, con el poder, con un
deporte o hobby, con la fortuna, con los hijos, con el trabajo, con el estudio, etc. Pero el
vacío que todos tenemos dentro sólo puede ser llenado con el tierno amor del Señor.
(Jeremías 2:13) “Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua
viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua.”
Dios ES amor y siempre que acudamos a Él podremos beber de ese amor porque Él es la
fuente inagotable. En cambio el hombre es como una cisterna, como vasija cuyo fonda está
roto o rajado por el pecado o por heridas del pasado, y por más que pongamos amor en
esa vasija, por más que creamos que la hemos llenado, cuando tenemos sed y vamos a
beber nunca encontramos amor en la misma medida en que lo pusimos y eso nos hace
sentir mal. Vayamos, pues, sin juzgar directo a la fuente, Dios, y entonces tendremos amor
de sobra para repartir a los demás; porque sólo podemos dar lo que hayamos recibido.
¿Quieres saber cómo es el amor según Dios? Leamos 1 Corintios 13:4-8 y anotemos sus
características ………………………………………………………………………………………
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Por otro lado Jesús, además de mandarnos a permanecer en su amor, también nos mandó:
(Mateo 22:37-39) “Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu
alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es
semejante Amarás a tu prójimo como a ti mismo”
Muchos a lo mejor podrán decirme que aman a Dios, que siempre lo han amado. Pero,
¿Cómo demostramos nuestro amor a Dios?
Eso lo vamos a ver en un taller o actividad
ACTIVIDAD: Se dividirá la clase en grupos. Todos leerán Juan 14:21-23. Unos deberán decir, ¿cómo
dice la Biblia que le demostramos nuestro amor a Dios? Y otros deberán decir ¿qué promesas ha hecho
Dios a aquellos que le aman? Una persona de cada grupo lo representará y compartirá las conclusiones
a que ha llegado su grupo
Por lo tanto, como hemos visto, no podemos decirle a Dios: “Soy un adúltero, Señor, es
verdad pero yo te amo.” Jesús es bien claro en Juan 14:15 “si me amáis, guardad mis
mandamientos.”
Pero para amar a Dios tenemos primero que conocerle, pues nadie ama a quien no conoce.
Por ello oramos, leemos la Biblia, estudiamos la Palabra y nos congregamos para alabar y
adorar a Dios y para escuchar las prédicas. Cuando empezamos a conocer a Dios es
imposible no amarle porque Él es maravilloso; y el amor al prójimo es una consecuencia
del amor de Dios presente en nuestras vidas. Romanos 5:5 dice que el amor de Dios ha
sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo. ¡Esto es maravilloso!
(1 Juan 4:11) “Amados, Si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos
unos a otros”
Cuando una persona ha recibido el amor de Dios y ha conocido y creído que Dios lo ama;
entonces, y sólo entonces, podrá amar a quienes le rodean con un amor tan especial que
no es humano. Este amor nos capacita para amar a quienes nos ofendieron, incluso a
nuestros enemigos. Este es el milagro del amor ÁGAPE en nuestra vida. Si aún no ha
sucedido así en ti y quieres que Dios obre ese milagro en tu vida, pídeselo de todo corazón,
ten fe y él lo hará. Entonces estarás en condiciones de cumplir Mateo 5:44-48:
“Pero yo (Jesús) os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que maldicen, haced
bien a los que os aborrecen, y orad por lo que os ultrajan y os persiguen; para que seáis
hijos de vuestro padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos,
y que hace llover sobre justos e injustos, porque si amáis a los que os aman, ¿qué
recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a
vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles?
Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.”
Parece que no tuviera sentido el devolver bien por mal, uno hasta teme que lo temen por
tonto, pero el amor es el arma más poderosa del cristiano, ya que DIOS es amor y a Él
nadie se le puede resistir.
¿Cómo crees que a partir de ahora la gente que te rodea podrá darse cuenta que eres
cristiano? ¿Por la Biblia bajo el brazo? ¿Por qué alabas a Dios y dices palabras como
Aleluya o Gloria a Dios? ¿Por qué vienes a esta iglesia y dices ser cristiano?
(Juan 13:35) “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, su tuviereis amor los
unos con los otros.”
Es precisamente el amor que recibimos de Dios y damos a los demás, lo que hará que nos
reconozcan como discípulos de Cristo. Y podemos amar sencillamente porque Dios, que
es amor vive en nuestro corazón. ¡Gloria a Dios!
Notas y Apuntes……………………………………………………………………………………
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Te animamos a memorizar
Juan 3:16
LECCIÓN 02
LA SALVACIÓN
(I Timoteo 1:15)
Dios creó al hombre a su imagen y semejanza ¿te has preguntado alguna vez para que lo
creó?
Para tener comunión con él, para amarlo y ser amado por él; para que el hombre sea
una extensión de su carácter.
Dios es Padre Eterno ¿Puedes imaginarte eso? Y el corazón de un padre ¿Qué desea?
Tener muchos hijos. Dios ES amor y por su misma naturaleza desea tener a quienes amar
y bendecir. Por eso cuando creo a Adán y a Eva los puso, nada menos, que en un Paraíso.
Eso es lo que siempre quiso para nosotros. Se paseaban Dios y Adán en el huerto y
conversaban como dos amigos. Si uno ama alguien ¿no disfruta acaso de su compañía?
Igual es Dios. Él que es bueno y nos ama no planeo para nosotros el sufrimiento, la
enfermedad, el dolor, la muerte, etc. Él siempre ha querido darnos una vida abundante.
Lamentablemente, hay que admitir que este mundo no es más un lecho de rosas. ¿Quién
no se ha enfermado nunca de nada? ¿Quién no ha tenido problemas? Como vemos esa
enorme felicidad para la que fuimos creados se acabó apenas Adán y Eva desobedecieron
a Dios y el pecado entro en el mundo, en rebelión a Dios comieron del árbol de la ciencia
del bien y del mal y a partir de entonces el hombre empezó a guiarse de su propio criterio
y no por la Palabra de Dios. No es que Dios nos dejara solos en este mundo, sino que el
pecado hizo separación entre Dios y el hombre, y la comunión entre ambos no fue posible.
(Isaías 59:2) ” Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro
Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír”
Dios es el eterno YO SOY No es que tenga vida. Él es “la vida” no es que sea bueno, Él
es “el bien”. No es que sane, Él es “la sanidad”. Él es “nuestro amigo”, “nuestro ayudador”,
etc. Por eso el hombre separado de Dios, perdió todo lo que valía la pena; perdió todo lo
bueno.
(Jeremías 5:25) “Vuestras iniquidades han estorbado estas cosas, y vuestros pecados
apartaron de vosotros el bien”.
Si se separa al hombre del bien, éste está en el mal, si se aparta de la sanidad, queda
preso de la enfermedad, si se aleja de la fuente de vida, el hombre muere espiritualmente,
por ello el hombre hoy en día tiene una naturaleza pecadora, por eso tiende a padecer
enfermedades, a sentirse solo, etc. Ha perdido el bien supremo: A Dios. Si tenemos a
Dios lo tenemos todo. Si no tenemos a Dios no podemos tener todo y no tenemos
nada. La palabra de Dios dice que cuando uno peca se produce una consecuencia.
(Romanos 6:23) “Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida
eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”
De manera que Adán y Eva al pecar murieron espiritualmente y, como consecuencia de
esto, murieron, luego, también físicamente. Esto, además nos afectó a todos los seres
humanos.
(Romanos 5:12) “Por tanto, como el pecado entro en el mundo por un hombre, y por el
pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres por cuanto todos pecaron”.
Todos, pues, como raza humana nos vimos afectados por lo que se conoce como “el
pecado original”.
Si una persona inventa un juego y fija unas reglas, esa persona no podría cambiarlas a
mitad del juego porque entonces eso sería una injusticia. Dios ES la justicia misma y en
su justicia Él no puede invalidar su palabra; y su palabra, hemos visto, la que señala que la
paga del pecado es la muerte, y que el pecado hace separación entre Dios y nosotros. De
manera que Él debía cumplir esta Palabra y castigar al hombre, por otro lado, Dios ES
Padre Eterno y ES amor y no desea condenar al hombre a la muerte eterna como pago a
su pecado. De manera que aquí se presenta un dilema. Dios en su justica, debía castigar
al hombre; pero en su amor de Padre deseaba perdonarlo. ¿Qué hacer?, ¿cómo resolver
esto?
Dios necesitaba un hombre al cual aplicarle todo el peso de su ley y que pudiera morir en
representación de la humidad. Si un hombre (Adán) había pecado en representación de
todos; un hombre, en representación de toda la humanidad, podría igualmente salvarnos.
Ahora ese hombre no debía haber pecado nunca. Porque si ese hombre hubiera pecado,
ya no hubiera podido morir por la humanidad de manera sustitutoria, sino que hubiera tenido
que morir por su propio pecado. Era, sin embargo, algo imposible de encontrar. ¿Quién no
ha pecado nunca de pensamiento, palabra, obra u omisión?
(Romanos 3:23) “por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios.”
(Filipenses 2:5:7) “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
el cual siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
sino que se despojó de sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombre;
y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta
la muerte, y muerte de cruz.”
El verbo se despojó de su naturaleza divina y se hizo hombre, porque como hombre tenía
que representarnos y morir sustitutoriamente por nosotros. Ahora, para no heredar el
pecado original. Él no pudo tener un papá humano. Por eso Jesús no pudo ser hijo de José.
Si hubiera nacido de José (cosas que no hubiera tenido nada de malo, porque el sexo lo
inventó Dios y es una bendición dentro del matrimonio), Jesús hubiera heredado el pecado
original; que se hereda del papá al hijo. Por eso Jesús tuvo que ser concebido
sobrenaturalmente por la virgen María, cuando vino sobre ella el Espíritu Santo y el poder
del Altísimo la cubrió con su sombre. (Lucas 1:35) Además, Jesús nunca peco.
(1 Pedro 2:21,22) “Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por
nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado ni se
halló engaño en su boca.”
Si Jesús hubiera pecado alguna vez, no hubiera podido ser el sacrificio perfecto, el Cordero
de Dios que quita el pecado del mundo, por eso lo tentó el diablo en el desierto, para que
pecara y no pudiera salvar a la humanidad. Como Jesús nunca pecó y la paga del pecado
es muerte, Él no debía morir; pero Jesús fue voluntariamente a la muerte, reemplazándote
a ti y a mí y recibiendo el castigo que, tanto tú como yo, merecíamos por nuestros pecados.
(1 Pedro 2:24) “quien llevo él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para
que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; Y por cuya herida
fuisteis sanados”.
Al morir Jesús en la cruz, Él cargó nuestros pecados, tomó sobre sí toda la culpa y destruyó
la barrera que nos separaba de Dios; de manera que nuestra relación con Él puede quedar
restablecida. (Colosenses 1: 20-23) Además, cuando Jesús nos salvó, lo hizo a nivel de
espíritu, alma y cuerpo. Él también proveyó para nuestra sanidad.
Hay personas que dicen que cada religión es un cambio para ir a Dios, pero la Biblia señala
que sólo Jesucristo es el camino.
(Juan 14:6) Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre,
sino por mí.”
(Hechos 4:11,12) “Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual
ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro
nombre bajo el cielo, dado a los hombre, en que podamos ser salvos.”
No podemos ser salvos en ningún otro nombre, porque sólo Jesús pudo reemplazarnos en
la cruz. No usemos tampoco otras personas como mediadoras para obtener la salvación.
Solo hay salvación en Jesús Y Él es el único que puede actuar como nuestro mediador ante
Dios.
(1Timoteo 2:5-6) “Pero hay son sólo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres,
Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio
testimonio a su debido tiempo”
(Efesios 2:8:9) “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros,
pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”.
Si fuéramos salvos por nuestras obras, nosotros seríamos nuestros propios salvadores y
no Jesús. Igualmente si fuera posible obtener la salvación por las obras, entonces por
demás murió Cristo en la cruz. Cuando él estaba en el Huerto de Getsemaní, él le dijo al
Padre:
(Lucas 22:42) “diciendo: Padre si quieres, pasa de mi esta copa; pero no se haga mi
voluntad, sino la tuya.”
Sabemos que el Padre no hizo que la copa de sufrimiento pasara, sino que Jesús tuvo que
beber de ella. Si hubiera habido otra manera de obtener salvación, el Padre hubiera
actuado y Jesús no hubiera padecido la cruz.
La salvación es, pues, gratuita e inmerecida; esto es lo que significa la palabra “gracia”
Mucha gente cree en Jesús, pero cree en el Jesús histórico y piensa que fue un
gran hombre. Porque uno puede creer que colón descubrió América a pesar de
no haberlo presenciado, basado en la evidencia histórica. Pero eso no quiere
decir que yo piense que Cristóbal colon puede hacer algo por mí hoy. Para ser
salvo es necesario creer, no sólo en el Jesús histórico, sino que él era quien dijo
ser: EL HIJO DE DIOS VIVIENTE y que como tal resucitó de los muertos y puede
salvarme a mí hoy por lo que Él hizo más de 2,000 años atrás
(Lucas 12:8:9) “Os digo que todo aquel que me confesare delante de los
hombres, también el Hijo del Hombre le confesará delante de los ángeles de
Dios; más el que me negare delante de los hombres, será negado delante de los
ángeles de Dios.”
(1Juan 4:15) “Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios
permanece en él, y él en Dios.”
(1 Juan 4:2) “En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que
Jesucristo ha venido en carne, es de Dios”.
MODELO DE ORACIÓN
“Mi Dios, en este día me reconozco pecador y te pido perdón, pues me arrepiento
de todos mis pecados. Creo que Jesucristo es tu Hijo y que resucitó de los muertos
para darme la vida eterna. En este día, voluntariamente y de todo corazón, me acojo
a tu gracia, me vuelvo a ti y te recibo como mi único y suficiente Salvador y como mi
Señor y te invito a reinar en mi vida haciendo tu voluntad. Vive tu vida en mí. Sé tú
mi Buen Pastor y guíame, Señor, más allá de la muerte. Séllame mi Dios con tu
Santo Espíritu, de manera que se pueda cumplir tu propósito en mí. Te lo pido en
el nombre de Jesús. Amén”
(Marcos 13:13) “Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que
persevere hasta el fin, éste será salvo.”
A esto se refería Jesús cuando habló con Nicodemo. Leamos Juan 3: 3:8
(Lucas 12:8-9) “Os digo que todo aquel que me confesare delante de los
hombres, también el Hijo del Hombre le confesará delante de los ángeles de
Dios; mas el que me negare delante de los hombres, será negado delante de los
ángeles de Dios.
(Juan 1:12-13) “Mas a todos lo que le recibieron (a Jesús), a los que creen en
su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son
engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de
Dios.”
(Filipenses 4:3) “Asimismo te ruego también a ti compañero fiel, que ayudes a éstas
que combatieron juntamente conmigo en el evangelio, con clemente también y los
demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.”
5. NUESTRO ESPÍRITU MUERTO POR EL PECADO RENACE A UNA VIDA NUEVA
Y SOMOS HECHOS PARTICIPES DE LA NATURALEZA DIVINA:
(2 Corintios 5:17): “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las
cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”
(2 Pedro 1:4) “Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas
promesas para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina,
habiendo huido de la corrupción que ha en el mundo a causa de la concupiscencia.”
(Juan 17:3) “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti el único Dios verdadero,
y a Jesucristo, a quien has enviado”
(Ezequiel 36:26) “Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de
vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de
carne.”
NUESTRA SEGURIDAD:
(1Juan 5:11-12) “Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna, y esta
vida está en su Hijo. Él que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de
Dios, no tiene la vida.”
Notas y Apuntes……………………………………………………………………………………
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Te animamos a memorizar
2 Corintios 5:17
LECCION N° 3
EL PERDÓN
(Mateo 18: 21-22)
¿Qué es el perdón?
El agravio
Todos nosotros pecamos dice la Biblia en Romanos 3:23 “Por cuanto todos pecaron, y
están destituidos de la gloria de Dios
La deuda
Por lo tanto, había una deuda que pagar y esa deuda se cancelaba con nuestra vida, según
Romanos 6:23 “Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida
eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”.
La cancelación de la deuda
Pero Jesucristo canceló la deuda cuando derramó su preciosa sangre por nosotros, tal
como lo señala Romanos 3:24-26.
Ahora que eres hijo de Dios y has sido perdonado, es necesario que por fe en su palabra
sepas cuál es tu condición delante de él. Leamos y anotemos 1 Juan 1: 9: …………………
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Jesús es el único que pudo borrar nuestros pecados con su preciosa sangre y dejarnos
limpios como si nunca hubiésemos pecado.
Isaías 1: 18 nos habla del poder y los efectos del perdón de Dios en nuestra vida. Anótalo:
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Dios además no solo nos perdona, sino que olvida nuestros pecados. Leamos Miqueas 7:
18-19
¿Qué hace Dios con nuestras iniquidades?...........................................................................
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¿Qué es la Gracia?
¿Qué es la Justificación?
(Romanos 3:28) “Concluimos, pues, que el hombre es justificado por la fe sin las obras de
la ley.”
Dios ha perdonado nuestros pecados y no nos ha dado por gracia el castigo que
merecíamos. Sin embargo, en esta vida todos los humanos herimos y somos heridos; así
que todos somos agresores y víctimas. Y somos heridos; así que todos somos agresores
y víctimas. Y ambas cosas dejan heridas, y estas heridas pueden convertirse en pesadas
cadenas que aprisionan nuestro corazón y que nos impiden seguir disfrutando del perdón
de Dios. ¿Y quién no necesita de él todos los días? Además, un corazón así herido no
puede desarrollar la visión, ni puede cumplir el propósito de Dios para su vida.
Las personas que están más cerca de nosotros y que nos conocen más íntimamente, son
quienes saben cómo herirnos y, además, los que tiene más oportunidad de hacerlo. Por
ello, son frecuentes las heridas entre padre e hijos, entre hermanos, entre esposos,
compañeros de trabajo, o entre amigos. Y también, ¿por qué no? Entre hermanos en la fe.
Después de todo pasamos muchos tiempos juntos y no es raro que surjan discrepancias,
roces, malentendidos.
Los cristianos no nos diferenciamos de la gente del mundo por el hecho de no tener nunca
conflictos con la gente que nos rodea; y es que el único perfecto es Dios. Tampoco
podemos fingir que somos “tan espirituales” que no nos afecta lo que hagan los demás. La
gran diferencia está en la actitud que toma el cristiano cuando estos problemas se le
presentan. La gente del mundo se resiente, murmura, se aparta, las relaciones se truncan
y queda uno preso de la amargura y de la falta de perdón. Pueden así pasar años y la
herida está intacta como si hubiera ocurrido ayer. Por ello, las familias se distancian, los
matrimonio se separan, la amistad se acaba, etc. En cambio los cristianos cuando somos
heridos sabemos que hacer:
La Biblia también da instrucciones precisas sobre qué hacer cuando el que nos hiere
es otro cristiano:
(Mateo 18:15-17) “Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él
solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. Mas si no te oyere, toma aún contigo a unos
o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. Si no los oyere a ellos,
dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.”
En vez de orar e ir y hablar de frente con quien nos ha lastimado, vamos primero donde dos
o tres amigos y les contamos todo lo que nos ha hecho esa persona, buscando así en ellos
Consuelo y apoyo. Muchas veces, la última persona en enterarse del problema, y siempre
por otros, es quien nos causó la herida. Eso no está bien. Lo que debemos hacer es ir de
frente donde la persona que nos ofendió y no dejar pasar ni un día sin restaurar nuestra
relación.
(Efesios 4:26-27) “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni
deis lugar al diablo”.
Este es un versículo que debiera estar en la cabecera del cuarto de todo matrimonio.
Cuando dejamos pasar tiempo y no acudimos donde la persona que nos lastimo, cuando
no queremos perdonarla, ya no somos dos en el problema, sino tres. Y ya se imagina quién
es el tercero en discordia, el acusador, el diablo. En una iglesia sana y madura, “el
acusador” no tiene cabida, porque la gente vive pidiéndose perdón y perdonándose todos
los días.
(Jeremías 17:9) “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿Quién
lo conocerá?”
Las obras de la carne son: (Gálatas 5: 19-20) “y manifiestas son las obras de la
carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías,
enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías
(Gálatas 5:22-23) “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza, contra tales cosas no hay ley.”
Es casi imposible tener falta de perdón y poder vivir en gozo, paz y amor
permanente, tarde o temprano el resentimiento nos hará perder el dominio propio,
nos robará la paz y el gozo, y ya no andaremos en amor, perderemos así la
comunión con Dios; porque tarde o temprano terminaremos culpándole de lo
sucedido. “¿porque conmigo? ¿Por qué no me defendiste o me respaldaste cuando
fulanito me agredió?, etc.” De allí también la importancia de obedecer lo que dice
la Biblia
2. SE PRODUCEN ATADURAS:
(Mateo 18:18-19) “De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en
el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo. Otra vez os
digo, que si dos de vosotros se pusieran de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera
cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.
Estos versículos dentro del pasaje titulado “como se debe perdonar al hermano” nos
hablan que las ataduras pueden romperse si dos se ponen de acuerdo. ¿Cuáles
dos? No, no son tú y tu confidente. Se trata de ti y de la persona que te ofendió. Si
ambos se ponen de acuerdo y deciden a amarse y oraren en unidad al Padre, Él en
ese momento será el mediador entre ambos hijos” allí estoy yo en medio de ellos”,
y toda atadura quedar quebrada.
Leamos en el mismo Mateo 18 “La Parábola de los Dos deudores” Vs 23-30. Jesús
nos dice aquí que Dios es aquel Señor que movido a misericordia nos hizo libres
nos perdonó el equivalente a una fortuna. Esta representa todas las veces que
nosotros pecamos contra Él y contra el prójimo, ya que 10,000 talentos equivalen a
10 millones de dólares, sin embargo, nosotros habiéndonos perdonados tanto, le
retenemos el perdón a quienes nos han herido, para Dios su ofensa está
representada en la Biblia por apenas 100 denarios, que equivalen tan sólo a 150
dólares. Nosotros, con tan insignificante cuenta a nuestro favor, en vez de soltar,
cogemos del cuello a quien nos debe algo, y lo ahogamos, negándonos a
perdonarlo. Y es que perdonar es el acto de liberar a alguien de una obligación
que han contraído con nosotros por habernos causado un agravio. Es
extender la gracia y la misericordia que hemos recibido inmerecidamente de
Dios.
El perdón es una decisión, como nos muestra este pasaje. Porque el siervo no
quiso perdonar a su consiervo. No es que no puedo o no sintió el hacerlo. Puede
que alguien diga que ha perdonado, pero mientras persista en retener el amor y las
bendiciones que antes daba, no hay perdón.
Jesús llamó malvados a aquel que se negó a perdonar y lo castigó
severamente:
(Mateo 18: 32-35) Muchas veces tenemos misericordia con aquel que cayó en
fornicación, y a la idolatría o al brujo les hablamos de la gracia y los restauramos
con amor. Pero a quien pecó contra nosotros; a esa persona ni hablar. Ha
cometido el pecado imperdonable! Con esa actitud estamos demostrando que
consideramos más grave pecar contra nosotros, que contra Dios. El no querer
perdonar implica orgullo porque el fondo lo que estamos diciendo es: “Yo nunca
hubiera hecho lo que esa persona me ha hecho a mí. Soy mejor que ella. Además,
tengo que castigarla yo de alguna manera, aunque sea con mi indiferencia, porque
no confió en la justicia de Dios”
(Mateo 6:12) ¿En qué se basa nuestro derecho a pedir perdón a Dios?
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(Mateo 6:14-15) ¿Cómo se muestra la ley de reciprocidad en este pasaje?
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Muchas veces aun quienes tenemos misericordia para las faltas de todos, somos
muy duros con nosotros mismo. “¿cómo puede descuidarme de esta forma y no
darme cuenta que mi hijo tomaba drogas? He estado ciego. He fallado como
Padre”. O “cómo puede yo, siendo líder, haber caído en un pecado así”. Tenemos
que dejar de lado el orgullo y reconocer que el único perfecto es Dios. A lo mejor
también alguna vez nuestros padres nos dijeron: “No, si tú no tienes perdón de dios.
Tú nos vas a matar un día del disgusto a tu madre y a mí.” Y aun cuando nos hemos
hechos cristianos, nos seguimos viendo como alguien a quien ni dios podría
perdonar. Otros, vivimos lamentando el pasado con los famosos “si no hubiera”.
Hechos caso de lo que me decían mis amigas, no hubiera abortado y hoy tendría
un lindo bebé.” “si no hubiera” manejado borracho ese día, hoy estaría viva mi
hermana”. La verdad es que el pasado no lo podemos cambiar, así que es mejor
dejarlo atrás. Recordemos que cuando Jesús murió en la cruz ninguno de nosotros
vivía, así que cuando él nos perdonó, todos nuestros pecados estaban en el futuro.
¿Qué dice la Biblia?
(Romanos 8:1) “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que estamos en
Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”
Perdonar es, pues, decidir extender la gracia recibida por Dios. Es poner
la ofensa a la cuenta de Jesús. Todos los días los cristianos debemos ir a la
cruz en oración y entregar esas heridas que nos han hecho y recibir la sanidad
y la bendición de Dios, para poder ser así bendición para otros. Recordemos una
vez más que perdonar no es una sugerencia. Es un mandato.
La Biblia por eso nos manda en colosenses 3:12 “Vestíos pues, como escogidos
de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de
humildad, de mansedumbre, de paciencia”. Con esos ingredientes podremos
amar a quienes nos ofenden.
Hacer todo lo que esté a nuestro alcance para restaurar la comunión y el amor
con aquellos que nos han herido y no retenerles lo que antes de producido el
conflicto les dábamos: afecto, confianza, etc. Estos es posible si dejamos a
Cristo actuar.
Pídele al Espíritu Santo que hoy te lo muestres. ¿Cuántas personas te han herido en el
transcurso de tu vida, y aún no consigues trasmitirles el perdón de Dios? A lo mejor
estuviste luchando para perdonar a alguien y cuando al fin pudiste hacerlo, la persona te
volvió a ofender, y has llegado a la conclusión de que te ofenden más rápido de lo que tú
puedes perdonar. Quizás por la falta de perdón, aún continúas atado a personas del pasado
y no puedes avanzar en tu vida cristiano. Habiendo entrado al tercer milenio, en realidad
en tu corazón aún vives en 1978, porque fue el año en que tu esposo te dejó, y como no
has podido perdonarlo. Revives una y otra vez en tu mente lo sucedido. Es triste, pero
cuando nuestro corazón está herido no podemos retener en él el amor de Cristo, y cuando
la gente se acerca a nosotros nos encuentra secos y vacíos. Todo lo que recibimos del
Señor se escapa por nuestras heridas.
Ahora, el perdón no es una emoción, no es algo que “siento” hacer. Es una decisión
y un mandato de Dios, pero también es un acto de fe. Y si no perdonamos no seremos
perdonados ¿puedes tú vivir un solo día sin disfrutar del perdón de Dios? Todos los días
necesitamos de su gracia.
2. Nos será más fácil aceptar como son a quienes nos han agraviado, sin sentir la
necesidad de cambiarlos
3. Veremos lo sucedido desde otro punto de vista y entenderemos mejor por qué
actuaron así. Nuestra preocupación será más por ellos, que por nosotros
TALLER DE PERDÓN
Ahora vamos a pedirla al preciosos Espíritu Santo que nos redarguya de pecado y nos
muestra el estado de nuestros corazón. ¿Está tan herido que no tenemos amor para dar?
Pidámosle al señor que vive fuera del tiempo, que traída a nuestra memoria las palabras y
hechos con los que hemos sido heridos y los rostros de las personas que nos lastimaron.
Que nos revele también si aún hay cosas por las que no nos perdonamos, y también si
hemos estado culpando a Dios de algo, si tenemos algo pendiente que debemos arreglar
con Él.
Ahora que el Espíritu Santo te ha mostrado a quienes tienes que perdonar, quiero que
vayamos con los ojos de la fe a la cruz de Cristo y quiero que te pongas justo debajo de
ellas. Ahora quiero que mires al Señor, Jesús está allí en medio del más cruel e inmerecido
sufrimiento, ya que él jamás pecó. En cambio tú sí, la sangre mana de sus heridas y el
pecho se le oprime porque no puede respirar. Entonces él levanta la cabeza y ter mira.
Sus ojos se encuentran con los tuyos y su mirada de amor te traspasa. Y haciendo un gran
esfuerzo él dice: “Padre perdona a mi hijo, perdona a mi hija, porque no sabe lo que hace.”
Cuando el Señor pronunció estas palabras él lo hizo por fe, porque tu aún no habías nacido,
ni te habías arrepentido de tus pecados. Sin embargo, hoy, por esas palabras disfrutas de
la gracia de su perdón. El Señor quiere que extiendas esa gracia y esa misericordia suya
a todos los que te hirieron.
PERDONA A DIOS
Primero, quiero que lo perdones a él, al Señor: y también pídelo tú perdón. Quiero que
sepas que si has sufrido, él no ha estado indiferente, él ha llorado junto contigo. Dile así:
Señor Jesús, te perdono de todo corazón por las veces que hiciste cosas que yo no entendí
y que mal interpreté dudando así de tu amor. Te perdono por las oraciones que hice y no
respondiste como yo hubiera deseado. Por las circunstancias dolorosas que rodearon mi
vida y por las cuales yo te culpaba.
Toda culpa, toda condenación, toda maldición, toda pobreza, muerte, tristeza y juicio que
haya venido a mi vida por causa de estos pecados, yo lo pongo por fe sobre la cruz de
Cristo y reclamo para mí los beneficios de la obra redentora de Cristo en la cruz: la paz, el
gozo, la sanidad, la prosperidad, la bendición, la libertad, por fe recibo tu perdón. Amén
PERDÓNATE A TI MISMO
Ahora, quiero que decidas también perdonarte a ti mismo y sé específico ante el Señor.
Toda condenación, todo castigo, toda enfermedad, toda pobreza, toda maldición y toda
muerte que vino a mi vida y a mi descendencia por causa de este pecado y de mi falta de
perdón con Dios, hoy por la fe la pongo en la cruz de Cristo y así me reconcilio por su sangre
preciosa con Dios, conmigo mismo y con mi prójimo. Y reclamo los beneficios de la obra
redentora de Cristo en la cruz: El gozo, la paz, la prosperidad, la sanidad divina, la vida
eterna, la justificación y la bendición. Todo espíritu inmundo al cual le haya abierto puertas
por causa de estos pecados, yo renuncio a ellos y los echo fuera en el nombre de Jesús.
Ahora, quiero que nombre por nombre empieces a perdonar a todos aquellos que te
lastimaron, y con los ojos de la fe diles que los estás perdonando y cuéntales el dolor que
te han causado. Diles que por amor a Dios has decido extender la gracia y el perdón de
Dios a ellos.
Igualmente ordeno a todo espíritu inmundo al que haya abierto puertas por mi falta de
perdón que se vaya de mi vida para siempre y lo ato, lo amordazo y lo echo fuera en el
hombre de Jesús. Cubro mi vida y la vida de quienes me hirieron con la sangre de Cristo
Asimismo, Señor, te pido que me concedas el poder restaurar mi relación con las personas
a quienes he perdonado delante de ti. Gracias, señor, porque tú has perdonado mis
deudas, así como o he perdonado a mis deudores. Amén
Notas y Apuntes……………………………………………………………………………………
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Te animamos a memorizar
Mateo 6: 14-15
LECCIÓN N° 04
LA BIBLIA
(Lucas 21:33)
Todos alguna vez hemos leído un libro; y al hacerlo, hemos podido trasladarnos a otra
época, a otros lugares; y de la mano de sus personajes hemos podido vivir las más
increíbles situaciones y emociones… sin siquiera haber salido de nuestra habitación. Basta
que un ser humano acomode palabras y consigue hacernos soñar, reír, reflexionar y hasta
llorar. Si eso produce un libro cualquiera, producto de la mente cualquiera ¿se imagina lo
que es leer un libro escrito especialmente para usted, que sea la verdad misma y que haya
salido de la mente y el corazón de Dios?
La Biblia es libro más vendido del mundo y el primero que se imprimió al inventarse la
imprenta en 1456 y que si bien ha sido escrito en hebreo, arameo y Griego, es el que ha
sido traducido a más idiomas o dialectos que cualquiera: más de 2,800. Fue escrito por 40
hombres en épocas y circunstancias muy distintas; sin embargo, exhibe una perfecta unidad
al revelar a Jesucristo. Algo imposible a menos que hay tenido un solo autor: EL ESPÍRITU
SANTO.
Los cristianos creemos lo que la biblia dice de sí misma, y es que no sólo creemos
en Dios, sino que le creemos a Dios.
4) PORQUE ES EL MANUAL DE NUESTRO FABRICANTE
Mucha gente se siente estafada por la vida, les parece que vivir es como jugar un
juego en el cual las reglas no están claras y donde el destino las empuja sin piedad.
Algunos hoy están cosechando penas, tristezas, enfermedades, desgracias y
fracasos, sin saber en qué momento sus metas, sus sueños y ambiciones se
echaron a perder. ¿Qué pasó, qué hice?, se pregunta muchas gente unos, en esas
circunstancias culpan a Dios y se enojan con él o terminar ignorándolo. ¿Quieren
saber qué fue lo que ocurrió? Lo que sucedió es que vivimos nuestras vidas de
espaldas a Dios, de espaldas a su palabra. En ella están las reglas del juego, las
leyes espirituales; que al igual que las naturales, inexorablemente se cumplen. Por
ejemplo, si alguien viola la ley de la gravedad y se arroja sin paracaídas y sin red
del doceavo piso de un edificio, caerá y se matará. No importa si la persona conocía
o no cómo operaba la ley de la gravedad, igual sufrió sus efectos. Dios no tuvo que
estar allí para hacer que cayese. La ley natural fue dado y se ejecutó
inevitablemente, igual es con las leyes espirituales contenidas en la Palabra de
Dios. El ignorarlas no hace en modo alguno que dejemos de sufrir sus
consecuencias.
(Isaías 55:11) “Así será mi palabra que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, sino
que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para lo que le envié”
(Salmo 33:6-9) “Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el
ejército de ellos por el aliento de su boca. Él junta como montón las aguas del mar;
Él pone en depósito los abismos. Tema a Jehová toda la tierra; teman delante de él
todo los habitantes del mundo. Porque él dijo, y fue hecho; Él mando, y existió.”.
Y es que como decía Jesús “las palabras que os he hablado son espíritu y son
vida” (Juan 6:63)
(Romanos 10:17) “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.”
Igualmente, la Palabra de Dios en nuestra boca, dicha con fe, puede cambiar
nuestro entorno. ¿No está conforme con sus circunstancias? Empiece a “confesar
o proclamar” la palabra de Dios sobre ellas.
6) LA BIBLIA ES TAN IMPORTANTE PORQUE ALGÚN DÍA TODOS LOS SERES
HUMANOS SEREMOS JUZGADOS DE ACUERDO A SU CONTENIDO
(Juan 12: 47- 48) “Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque
no he venido a juzgar al mundo, sino al salvar al mundo. El que me rechaza, y no
recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le
juzgará en día postrero”.
Llamándote cristiano. ¿Te atreverías a no leerla por lo menos una vez de tapa a
tapa? No dejes que nadie te cuente lo que allí está escrito, averígualo por ti mismo
y te sorprenderás.
(Lucas 4:4) “Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está; No solo de pan vivirá el
hombre, sino de toda palabra de Dios”.
Después de saber esto, ¿nos atreveríamos a tenerla tan sólo de adorno o dejarla
empolvándose en casa sin leerla? Es que no nos damos cuenta que por medio de ellas es
que podemos conocer a Dios. ¿Habrá algo más grande? ¿Algo mejor en qué emplear
nuestro tiempo? ¿Verdad que no?
Cómo usar la Biblia
2. La Biblia se divide en Antiguo y Nuevo Testamento y luego para una fácil lectura, se
ha dividido en capítulos y versículos. Los capítulos corresponden a los números
grandes y los versículos a los números pequeños que están en el margen izquierdo
de cada columna. Por ejemplo el Evangelio de Juan, capitulo 3, versículo 16, se
escribe: Juan 3:16.
4. Hay dos libros que representan una enorme ayuda a la hora de estudiar la Biblia.
Uno es una concordancia y el otro un Diccionario Bíblico ¿Qué es una
concordancia? La concordancia es un libro donde al buscar una palabra o nombre
se nos muestra todas las ocasiones en que este aparece en la Biblia. Así si
queremos aprender sobre “alabanza” podemos ir y leer todo lo que la Biblia nos
habla de ella. Hay Biblias que en la parte de atrás tiene una pequeña concordancia
incluida. Solo tienen las partes más importantes dónde aparece una palabra, pero
suelen ser de gran utilidad. A veces uno se acuerda una parte de un versículo. Pero
no sabe dónde encontrarlo y con buscar una de las palabras de ese versículo en la
concordancia es posible ubicar la cita.
5. También veremos en nuestra Biblia que a veces aparecen unas letras minúsculas
en cursiva junto a alguna frese. Luego en la parte baja de la página aparece una
letra con una cita bíblica. Esto es para indicarnos que en otra parte de la Biblia se
menciona algo similar o que tiene relación con el pasaje en mención y que sería
importante que lo leamos.
Actividad
(Lee y con tu Biblia llena los espacios en blanco)
B) Los siguientes 12 libros son históricos y describen la relación de Dios con Israel, su
pueblo. Fueron escritos entre 1,100 y 600 AC. Abre el índice de tu Biblia y escríbelo en
orden:
1) ......................................................... 1) .........................................................
2) ........................................................ 2) ........................................................
3) ........................................................ 3) ........................................................
4) ........................................................ 4) ........................................................
5) ........................................................ 5) ........................................................
6) ........................................................ 6) ........................................................
C) Los cinco libros que siguen en el índice de tu Biblia son poéticos y describen a
manera de cantos y poesías la grandeza de Dios y su trato con los hombres. Escríbelos
7)
en orden.
D) Entonces luego 5 libros, a los que se les llama los “Profetas Mayores”. Profeta es
aquel que ha sido llamado por Dios para dar mensajes a los hombres. Estos libros se
llaman “mayores” porque son más extensos que los otros profetas. Fueron escritos
entre 750 al 550 A.C anótalos a continuación en el orden en que aparecen en tu Biblia
1) ……………………………………………….. 4) ……………………………………………………….
2) ………………………………………………… 5) ………………………………………………………..
3) …………………………………………………
E) Los últimos 12 libros del antigua Testamento se conocen como los “Profetas Menores”,
escritos en un periodo que comprende entre el 800 y 400 AC escríbelos en orden.
1) ………………………………………………………. 8) ……………………………………………………….
2) ……………………………………………………….. 9) ………………………………………………………..
3) ……………………………………………………….. 10) ………………………………………………………..
4) ……………………………………………………….. 11) ………………………………………………………..
5) ……………………………………………………….. 12) ………………………………………………………..
6) ………………………………………………………..
Completamos así lo 39 libros del Antiguo Testamento. Los católicos romanos incluyen el
Antiguo Testamento otros 6 libros conocidos como “Deuterocanónicos”. Estos no son
considerados de inspiración divina, ni por los cristianos ni por los judíos; y además en el
tiempo en que Jesús vivió, no estaban incluidos en las Escrituras. Jesús tampoco los citó
nunca cosas que sí hizo con todos los demás libros del Antiguo Testamento.
Tengamos presente, además, que como dice la Biblia fue a los judíos a quienes se les
confió la preservación de las Sagradas Escrituras, y ellos no consideran estos 6 libros como
parte del Antiguo Testamento
(Romanos 3: 1-2) “¿Qué ventaja tiene pues, el judío? ¿O de qué aprovecha la circuncisión?
Mucho, de todas maneras, primero, ciertamente, que les sido confiad la palabra de Dios.
Y para ellos estos libros no son inspirados por Dios, si bien se les reconocer valor histórico.
El Nuevo Testamento
Entre el Antiguo y el Nuevo Testamento hay un silencio de aproximadamente 400 años. En
el Nuevo Testamento encontramos la vida de Jesús, el camino de salvación e instrucción
para la vida cristiana, etc.
A) Los 5 primeros libros son “Históricos” Anótalos
B) Los siguientes 21 libros que siguiente son “Cartas o Epístolas” que fueron
escritas a personas o iglesias, tocando la fe y la responsabilidad cristiana. Anota
los nombre en orden:
1) ……………………………………… 8) ………………………………………
2) ……………………………………… 9) ………………………………………
3) ……………………………………… 10) ………………………………………
4) ……………………………………… 11) ………………………………………
5) ……………………………………… 12) ……………………………………
6) ……………………………………… 13) ……………………………………
7) ………………………………………
1) ………………………………………… 6) …………………………………………
2) ………………………………………… 7) …………………………………………
3) ………………………………………… 8) …………………………………………
4) …………………………………………
5) …………………………………………
C) El último libro del Nuevo Testamento y de la Biblia es profético y describe
acontecimientos futuros, incluyendo el retorno del Señor Jesucristo y la condición
futura por la eternidad de creyente e incrédulos; además también describe el destino
final de Satanás.
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¿Tenemos miedo?
2 Timoteo 1:7; 1 Juan 4:18; Salmo 91; Salmo 56:11; Proverbios 3:25-26
Te animamos a memorizar
2 Timoteo 3:16
LECCION N° 05
LA ORACIÓN
Uno de los grandes privilegios como hijos de Dios es el tener libre acceso a su presencia,
por medio de la sangre de Jesús y de la oración.
Orar es conversar con Dios, abriéndole tu corazón con la misma libertad y confianza
como lo aráis con tu mejor amigo. Y algo maravilloso sucederá. ¡Él te hablará también
a ti a través del a lectura de la Palabra de Dios, a través de las circunstancias; incluso, a
través de suelos! Y es que la oración no es un monólogo, sino un diálogo. Nunca lo olvides.
Ten en cuenta que cundo oráis no es que Dios te escuche desde el cielo, sino que Él está
presente contigo porque vive en tu corazón. En la medida que llegues a comprender esto,
tu vida de oración se incrementará al igual que tu fe.
(Hebreos 11:6) “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que él se
acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.”
Es decir, Dios nos recompensa por buscarle. Nadie sale de la presencia de Dios con las
manos vacías.
Sin embargo, antes de seguir hablando sobre la oración echemos primero por tierra
algunas creencias erradas que hemos venido arrastrando y que nos han robado bendición.
Con la Biblia vamos a demolerlas una a una.
(Mateo 6:7) “Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que
piensan que por su palabrería serán oídos.”
Cuando Jesús enseñó lo que conocemos como el Padrenuestro, solo nos estaba
dando un modelo para establecer ciertos principios a la hora de orar. Él quería que
primero pensáramos quién es Dios, luego que le alabáramos, que en nuestra
oración buscáramos primero el hacer su voluntad, que dependiéramos en forma
diaria de Él para nuestras necesidades cotidianas, que viviéramos bajo su
protección, etc. Por ejemplo, a ninguna esposa le gustaría que su esposo le repitiera
siempre la misma poesía, vez través vez y no lo conversara nada. Eso sería
aburridísimo. La esposa preferiría mil veces que el esposo no dijera lo que siente
él en su corazón, no importa si no tiene el mismo valor literario. Igual es con Dios.
Quiere que nos expresemos ante él con libertad y con palabras que dejen traslucir
nuestros más profundos sentimientos.
Muchas personas ven a Dios no como una persona y menos como a un Padre
amoroso, sino como a una fuerza impersonal y distante que siempre está ocupada
y a la que se acude tan sólo por asuntos de interés mundial. Para pedir cosas
cotidianas, o que son importantes tan sólo para nosotros, pensamos que es mejor
acudir a alguien que haya sido un seres como nosotros, creemos que ellos nos
pueden entender mejor y tener misericordia. Esto es absurdo, en primer lugar
porque NADIE NI EN EL CIELO NI EN LA TIERRA ES MÁS BUENO, NI TIENE
MÁS MISERICORDIA, NI NOS AMA MÁS QUE DIOS GRÁBATELO.
Por último, si Dios no deseara concedernos una oración en nadie en el cielo podría
ir en contra de su voluntad, así que para que insistir. El un único Padrenuestro que
tanto se ora no dice acaso: “Hágase Tu voluntad así en el cielo como en la tierra”.
Así que no busquemos humanamente un padrino, una vara, vamos a aquel que dio
lo más valioso que tenía por cada uno de nosotros.
(Romanos 8:32) “El que no escatimó ni a su propio hijo, sino que lo entregó por
todos nosotros, ‘¿cómo no nos dará también con Él todas las cosas?”
(1 Timoteo 2:5) “porque hay un sólo Dios, y un solo mediador entre Dios y los
hombres, Jesucristo hombre:
Una frase muy común de escuchar en medio de una tragedia es; Lo único que queda
es orar”. Pareciera que el ser humano intenta resolver toda situación por si mismo
y cuando se da por vencido, Intenta resolver esta situación por sí mismo y cuando
se da por vencido entonces es tiempo de acudir a Dios. Lo que tenemos que hacer
en cualquier situación es acudir PRIMERO a Dios.
¿Cómo Orar?
(Salmo 46:10) “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las
naciones; enaltecido seré en la tierra.”
Hay también personas que puede que estén orando, pero no al Dios de la Biblia.
Ellos por ejemplo dicen: “Yo sé que tú nunca has querido que yo sea feliz, por
eso me ha ido mal con todos mis enamorados, tú siempre me castigas así porque
yo nunca me acuerdo de ti a no ser para pedirle algo, pero siquiera por una vez
escúchame porque, porque necesito que hagas que Gerardo deje su esposa y
vuelva conmigo. Si me has mandado esta enfermedad al menos a él no me lo
quites…..” y yo te pregunto, ¿ a quién le estas orando?¿ a Dios o al diablo? Y es
que hay personas para las que Dios y el diablo se parecen bastante. Dios nunca te
va a ayudar a pecar, quien viene a robar, a matar y a destruir es el diablo y Cristo
es quien desea darnos una vida abundante (Juan 10:10) “El ladrón no viene sino
para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengas vida eterna y en
abundancia.
Por eso es bueno recordar que estamos delante de la persona que más nos ama,
delante de la persona que es la sabiduría delante de un ser que es EL AMOR y que
es tres veces santo.
Si no tenemos presente que es Dios mismo quien está con nosotros, cuando oremos
terminaremos como el fariseo de Lucas 18:9-14 orando consigo mismo “El fariseo
puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera:
Démosle las gracias, por ejemplo, por Jesús, por su perdón, por el donde la vida,
por la salud, por nuestra familia, por lo alimentos, por el techo que nos cobija, por
nuestros hermanos en la fe, por nuestros amados pastores, por los ángeles que nos
cuidan, por las favores recibidos, etc.
Como ya estás en la presencia de Dios y él es 3 veces santo, pídele perdón por tus
pecados. Pídele al espíritu Santo que sea Él quien te redarguya de pecado. Dios
ha prometido perdonarnos si le confesamos nuestros pecados. (1 Juan 1: 9-10)
4) ORAR CON FE
Un requisito indispensable para que nuestra oración se respondida o prevalezca es
que sea una oración de fe a, recuerda, no son tus necesidades, ni la urgencia de tu
pedido lo que moverá a Dios responderte. No es la validez, ni la justicia que encierre
tu petición. La fe es lo que mueve la mano de Dios, sin fe, es imposible agradarle.
Pero no tengas fe en tus oraciones, sino aquel que las responde.
Allí viene el problema dirán algunos. No tengo fe. Bueno, todos hemos recibido una
medida de fe que nos ha dado Dios.
(Romanos 12: 3C) “……conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno”
Todos hemos recibido, sólo que hay gente que le tiene fe a una medicina, otros a
un método para bajar de peso, otros a un médico determinado. Etc. De lo que se
trata es que su fe tendrá valor dependiendo dónde la enfoques y debes enfocarla
en Dios. Ahora si insistes en decirme que tu fe no te alcanza para obtener algo,
déjame decirte que puedes tener una fe tan pequeña como un grano de mostaza y
con ella trasladar montes.
(Lucas 17:5-7) “Dijeron los apóstoles al Señor: auméntanos la fe. Entonces el Señor
dijo: si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro
(árbol): desarráigate y plántate en el mar; y os obedecería”
(Juan 14:13-14) “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el
Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.”
Tampoco Dios concederá una oración que se haga con motivaciones erradas. Por
ejemplo, si alguien le pide al Señor un carro último modelo, pero no porque lo
necesite, sino porque quiere alardear ante sus familiares corriendo a gran velocidad,
y humillar a un cuñado con el que tiene rivalidad, ¿crees que el Señor querría
concedérselo?
(Santiago 4:3) “Pedís y no recibís, porque pedís mal, para gastar en nuestro
deleites”
En cambio, cuando usamos el nombre de Jesús para pedir conforme a la voluntad
de Dios; es decir, conforme a lo que nos enseña su palabra, tenemos la certeza de
obtener lo pedido.
(1Juan 5:14-15) “Y esta es la confianza que tenemos en Él, que si pedimos
algunas cosa conforme a su voluntad, Él nos oye. Y si sabemos, que él nos oye
en cualquier cosas que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le
hayamos hecho”.
Esto es fundamental para poder conocerle más, y para nuestro propio crecimiento
espiritual. Le conoceremos mejor por la relación personal que mantenemos con Él,
que no por todo la información que podamos recibir de terceros, porque ese tiempo
de intimidad en la presencia del creador queda sellado en nuestro corazón. Esto
también santifica nuestro carácter.
Mucha gente sale apurada de mañana a sus trabajos sin haber tenido tiempo
para dedicarle al Señor y una vez allí todo parece salirnos al revés y perdemos
tiempo valioso porque nada sale como esperábamos. En cambio cuando le
damos al Señor el primer lugar, él nos abre puertas y despertamos por las
mañanas, nosotros no sabemos qué nos depara el día, ni lo que tendremos que
enfrentar. Por ello es bueno, antes de hablar con ninguna persona, que
busquemos la presencia del Señor pues allí encontraremos la fortaleza, la paz y
el gozo necesario para enfrentar lo que vendrá allí recibiremos un toque de Dios.
Allí él nos hablará al leer la Biblia, quizás, para empezar, podamos apartar del
20 a 30 minutos. Luego este tiempo ser irá incrementando.
(Mateo 6:6) “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora
a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará
en público.
Como vemos, no se trata de ir a un lugar determinado para orar. Se trata de
buscar privacidad. En marcos 1: 35, vemos que Jesús escogía un lugar donde
orar sin ser molestado. Esto es importante pues nada debe distraernos de la
comunión con Dios, impedir aun el alabar y cantar a Dios con libertad.
3. LEE LA BIBLIA
a) Antes de empezar a leer, siempre es bueno pedirle al Señor que nos hable de
manera personal en su Palabra y que el Espíritu Santo nos dé revelación de
las Escrituras. Debemos acostumbrarnos a leer la Biblia ordenadamente,
sugerimos comenzar por el Nuevo Testamento, con el Evangelio de Juan y
seguir leyendo en orden, retomando siempre la lectura donde nos quedamos
el día anterior. También podemos intercalar la lectura del Nuevo Testamento
con los salmos. Hay guías útiles para el devocional en las librerías cristianas.
También hay métodos que nos facilitan leer toda la Biblia en un año.
b) Lee el pasaje o porción de la Biblia que hayas escogido por lo menos 2 veces
y una de ellas, de ser posible, en voz alta, ya que tenemos memoria auditiva.
(Lucas 4: 4) “no sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios”.
Nosotros debemos ser creyentes de primera, no de segunda,, u un creyente
de primera es el que va directamente a la biblia para que dios le hable a
través de lectura.
4. ORA
Notas y Apuntes……………………………………………………………………………………
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Te animamos a memorizar
1 Juan 5: 14-15
LECCIÓN N°06
PRINCIPIOS DE LIBERACIÓN
Si la Biblia menciona a satanás es porque el Señor ha querido que conozcamos a su
enemigo, que también es el nuestro, y es que muchas gente vive culpando a Dios de todo
lo que él hace, muchos dicen: “¿por qué Dios permite que los niños nazcan con sida?
¿Cómo Dios hace que los niños en África mueran de hambre? ¿Cómo Dios hizo que un
camión matara a mis dos hermanitos y que mi mamá no tuviera ni para darme de comer?
Etc. Y es que la mayoría hemos culpado a Dios de muchas de las cosas que ha hecho el
diablo; y es por ello que muchos no nos hemos acercado a él con confianza, ni hemos
podido amarle con todo nuestro corazón.
(Juan 10: 10) “El ladrón (el diablo) no viene sino para hurtar y matar y destruir, yo (Jesús)
he venido para que tengas vida, y para que la tengas en abundancia.”
“satanás” fue un querubín bellísimo de nombre “Lucero” que a causa de su hermosura cayó
en soberbia, orgullo y rebelión, y quiso ser más que Dios.
(Ezequiel 28: 12-15) “Hijo de hombre levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: así ha
dicho Jehová el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría y acabado
de hermosura. En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu
vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo, ónice, de zafiro de carbunclo,
esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en
el día de tu creación. Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de
Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en
todo tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad”.
Es este pasaje reconocemos a satanás, porque ningún rey de Tiro ha estado en el Paraíso.
Allí sólo estuvieron Adán y Eva, y luego satanás usando el cuerpo de una serpiente.
Además el mismo pasaje habla de un querubín hermoso y perfecto, y que luego se halló en
él maldad. Indudablemente este pasaje se refiere al él.
La soberbia lo condujo a la rebelón, pero, por su soberbia, ¿a qué aspiraba este querubín?
(Isaías 14:12-14) “¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por
tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: subiré al cielo; en
lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio
me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré
semejante al Altísimo.
Él quería ser semejante a Dios. Sentarse en el trono del Señor y tener dominio sobre la
creación, por lo tanto, no es difícil imaginar cómo se sentiría este ser cuando luego que
Dios pronuncia juicio sobre él y lo arroja del monte santo, Dios crea al hombre, ‘cómo lo
crea? Nada menos que a su imagen y semejanza, para tener comunión con él y encima le
da poder para señorear sobre la creación. Es decir, todo lo que satanás había querido,
Dios lo pone espontáneamente en manos de su nueva creación: El hombre. Es entonces
que el hombre, por el hecho de ser amado por Dios, se convierte en objeto del odio y la
envidia de satanás. Pensemos nada más en el hecho que los ángeles caídos no han tenido
un redentor. Quizás entenderemos en una nueva dimensión (Juan 3: 16) “Porqué de tal
manera amó Dios al mundo (al ser humano) que dado a su Hijo Unigénito, para que todo
aquel que en el crea, no se pierda, mas tenga vida eterna”
¡Verdaderamente tenemos tanto que agradecerle a nuestro Señor! ¡Nos ama tanto, aunque
no lo merezcamos!
A quienes crean que no existe satanás, que no existen los demonios, sino que éstos son
una representación de la maldad existente en el ser humano, podemos decirles que hay
infinidad de pasajes en la Biblia que hablan de la existencia de satanás y de que satanás
no existe es hacer mentiroso a Jesús.
Leer Marcos 1:23-27, 1:34; 3:11; 5:7-13; 13; 6:13 Lucas 11:14,24-24-26
A quienes vivan pendientes de él, a quiénes le teman, es bueno decirles que si bien Jesús
dijo que el ladrón viene a robar, a matar a ya destruir. El que un ladrón venga, no quiere
decir que logre su cometido. En lo natural, un ladrón puede venir, y no necesariamente
llevará a cabo su fechoría. Puede que suene la alarma, que un policía lo sorprenda, que
sea descubierto, que tenga tropiezos, etc, y con las mismas tenga que irse. Lo que el Señor
quiso decirnos, es que robar, matar y destruir es lo que él va a intentar hacernos. Pero hay
una verdad mayor que reclamar.
(Isaías 59:19b) “Porque vendrá el enemigo como río, más el Espíritu de Jehová levantará
bandera contra él.”
¿Qué es liberación?
Es ejercer la autoridad que Dios nos ha dado, para que en el nombre de Jesús
podamos echar fuera todo demonio de la vida de una persona, a fin de que sea libre
de su influencia y opresión.
(Marcos 16:17) “Y éstas señales seguirán a los que creen: En mí nombre echarán fuera
demonios; hablarán nuevas lenguas.
(Lucas 10:19) “He aquí os doy potestad y hollar serpientes y escorpiones y sobre toda
fuerza del enemigo, y nada os dañara.
(Lucas 4:40,41) “Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades
los traían a él; y él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba. También
salían demonios de muchos, dando voces y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero él los
reprendía y no les dejaba halar, porque sabían que él era el Cristo”.
(Lucas 13:10-13) “Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo; y había allí una
mujer que desde hacía 18 años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y de
ninguna manera se podía enderezar. Cuando Jesús la vio la llamó le dijo: Mujer, eres libre
de tu enfermedad. Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a
Dios.
Uno no debe tener temor de ser liberado; por el contario es una maravillosa oportunidad de
ver lo real, que es el poder de Dios y el nombre de Jesús. Además, si uno ha venido
padeciendo por años querrá obtener una sanidad tan inmediata como la que se produce
luego de una liberación. Claro que no todas las enfermedades son señal de presencia
demoniaca, ni mucho menos. Hay enfermedades que vienen por no haber cuidado
debidamente nuestro cuerpo; otras, porque vivimos en una naturaleza caída, etc.
(Hechos de los Apóstoles 10:38) “Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a
Jesús de Nazaret, y como éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos
por el diablo porque Dios estaba con él.”
Los apóstoles y discípulos hicieron uso de la autoridad que cristo nos ha dado y los
resultados fueron evidentes.
(Hechos de los Apóstoles 19:11,12) “Y hacia Dios milagros extraordinarios por mano de
Pablo de tal manera que aún se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su
cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían.”
¡Hay gloria para Dios cuando un ser humano es liberado! El Señor Jesús es nuestro
Libertador y Él vino a traer libertad a los cautivos y a los presos apertura de cárcel. El hecho
que alguien necesite una liberación no significa que sea más pecador que aquel que no la
necesita. Simplemente es que hay actividades o circunstancias a través de las cuales le
abrimos puertas al enemigo.
b) También oyendo rock pesado o heavy metal y conservando objetos que hayan sido
pactado con el diablo.
Una maldición afecta hasta la tercera y cuarta generación. “Maldecir” significa “decir
mal” o hablar mal de. Hay maldiciones que están en la biblia y que viene como
consecuencias del pecado, otras se reciben por terceras personas y por último están
las que nosotros mismo nos auto conferimos. No en vano la Biblia dice en
(Proverbios 18:21) “La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama
comerá de sus frutos”.
a) El que hayamos abierto puertas en una de las actividades que anteriormente hemos
detallado.
b) El que actuemos compulsivamente pasando de la ira a la depresión, sin motivo
aparente.
c) El que deseemos morirnos y pensemos siempre en la muerte, y no sepamos el por
qué.
d) El que oigamos voces que nos impulsan al mal, o tengamos continuamente
pensamientos autodestructivos.
e) El que no podamos dejar de hacer cosas que sabemos nos lastiman.
f) El que hayamos descuidado notoriamente nuestro aspecto y pulcritud.
g) Si nunca hemos hablado palabra inmunda y vulgar, y de pronto empecemos a
hacerlo.
h) Si sufrimos de pesadillas constantes y tenemos temores que no nos dejan vivir en
paz.
En los “Encuentro” que ofrece nuestra iglesia muchas son las personas que experimentan
una liberación y regresan gozosas a sus casas a contar cuán grandes cosas ha hecho el
Señor en medio de ellas, a partir de entonces, muchas quedan capacitadas para
experimentar la vida abundante que nos ofrece el Señor.
¿Cómo retener la liberación?
Como todo lo que recibimos del Señor hay que cuidarlo. Retendremos la liberación:
1) Permaneciendo en el Señor (Juan 15: 1-11) y viviendo en comunión con el Espíritu
Santo.
2) Siendo bautizados en el Espíritu Santo. Necesitamos estar llenos del Señor.
3) Confesando nuestros pecados ni bien los cometemos. (1 Juan 1:9).
4) Estando bajo la cobertura espiritual de una iglesia cristiana. (Santiago 4:7 y
Romanos 13:1).
5) No dejando de congregarnos (Hebreos 10:24-25).
6) Aplicando el poder de la sangre de Jesús sobre nuestras vidas, todos los días
(1Pedro 1:2)” Elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del
Espíritu; para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os
sean multiplicadas.
Cristo, al morir por nosotros en la cruz, triunfó sobre el diablo y lo despojó, anulando toda
acusación contra nosotros.
(Coloneses 2:14-15) “anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos
era contraría, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los
principados y a las potestades. Los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en
la cruz.
(Mateo 28:18) “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: toda potestad me es dada en el
cielo y en la tierra.”
Ahora, si Jesús tiene toda potestad; es decir, todo el poder, ¿qué poder le queda al diablo?
Ninguno. Así que sólo puede engañarnos para hacernos caer en el temor, que es fe en lo
malo.
Cuando se proclamó la abolición de la esclavitud en el Perú, todo siguió igual para muchos
esclavos. Ni se enteraron. Otros, sabiéndolo, se quedaron encadenados al temor que
provocaba en ellos sus antiguos dueños. Igual sucede con algunos cristianos. Viven aún
en la esclavitud de satanás, cuando ya fueron liberados por Cristo.
Leamos entonces juntos (Lucas 11:20) “Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los
demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros”.
(Marcos 16:17-18) “Y éstas señales seguirán a los que creen; en mi nombre echaran fuera
demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa
mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos y sanarán”.
(Isaías 61:1) “El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová: me
ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de
corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel.
(1 Juan 3:8b) “Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.”
Leamos también efesios 1: 19b-23 “ Según la operación del poder de su fuerza, la cual
operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares
celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre
que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas
las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual
es su cuerpo, la plenitud de aquel que no lo llena en todo.”
Ahora que ya sabemos nuestra posición en Cristo, recordemos que somos su cuerpo y que
todo demonio está debajo de nuestros pies y que luchamos desde la victoria y no para la
victoria.
Notas y Apuntes……………………………………………………………………………………
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Te animamos a memorizar
Marcos 16:17-18