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Patologías gástricas más frecuentes en PM.

Gastritis

Introducción

Se denomina gastritis a la inflamación de la mucosa gástrica. La gastritis puede durar sólo


por un corto tiempo (gastritis aguda) o también puede perdurar durante meses o años
(gastritis crónica).

La más frecuente en PM es la Gastritis atrófica crónica: implica cierto grado de atrofia


con pérdida de la capacidad funcional de la mucosa o metaplasia. Compromete
predominantemente el antro, con pérdida subsiguiente de las células G y disminución de
la secreción de gastrina, o el cuerpo, con pérdida de las glándulas oxínticas, reduciéndose
la secreción de ácido, pepsina y factor intrínseco.

Existen dos formas de gastritis atrófica, la más común es la gastritis atrófica multifocal
asociada a infección por Helicobacter Pylori (HP) y suele presentar metaplasia intestinal.
La otra forma es la gastritis atrófica corporal que se localiza en el fondo y cuerpo gástrico.
Causas de gastritis

Las causas más frecuentes de gastritis aguda son las infecciosas. En este tipo de gastritis
se destacan las de origen bacteriano, producidas por la ingestión de alimentos
contaminados por gérmenes o sus toxinas y las infecciosas por la bacteria HP que es la
que se lleva el mayor porcentaje, lo que hace que se lo considere el principal factor de
desarrollo de gastritis.

La gastritis por HP es causada por la infección de la mucosa antral por HP en su etapa


inicial, evento que se produce en la infancia o adolescencia precoz. Se describe como un
cuadro de presentación con dolor epigástrico, y algunas veces náuseas y vómitos.

Es causante también de ulceras pépticas, carcinomas gástricos y otras patologías extra


gástricas.

El HP es considerado como agente causal de la mayoría de los casos de gastritis crónica

Síntomas

En ocasiones, cuando el paciente se diagnostica con gastritis, no presenta síntomas, pero


lo más habitual es que se produzca ardor o dolor en el epigastrio, acompañado en algunos
casos con náuseas. La sintomatología puede estar relacionada con reflujo gastroesofágico.

También puede aparecer dolor abdominal en la parte superior (que puede empeorar al
comer), pérdida del apetito, vómitos con sangre y heces oscuras (melena) en los casos más
severos.
Diagnóstico

Es preciso y se obtiene por exploración endoscópica. En ésta se apreciará si es sólo una


parte del estómago la que está afectada o toda la esfera gástrica.

Tratamiento médico

El tratamiento va a depender de la causa que produjo la inflamación.

Algunas de las causas desaparecerán con el tiempo, pero para el tratamiento médico se
emplean medicamentos que neutralizan el ácido del estómago o bien que disminuyen su
producción, como, por ejemplo: antiácidos después de las comidas y antes de acostarse.
Se considerarán como terapias de primera línea “los inhibidores de la bomba de protones
(IBP) y los antagonistas de los receptores histaminérgicos tipo 2”, no obstante, se tendrá
en cuenta que los IBP son generalmente más efectivos que los antagonistas al
receptor H2, ya que logran sus efectos en menor tiempo.

En caso de presentar HP positivo por videoendoscopía alta (VEDA) con toma de biopsia,
se deberá erradicar dicha bacteria con un plan antibiótico.

No existe un plan alimentario específico para la gastritis, pero si podemos recomendar un


plan adecuado gástrico que cumple con las siguientes pautas y lineamientos, en caso de
que los pacientes refieran síntomas:

● Masticar adecuadamente las comidas, procurando evitar comer

apresuradamente.
● Conservar los alimentos a temperaturas templadas

● Llevar a cabo una alimentación lo más variada posible. Excluir sólo

temporalmente aquellos alimentos que causan molestias y los que aumentan


la sintomatología.
● Realizar cocciones sencillas: plancha, grill, horno, hervidos.
● Realizar entre 4 a 6 comidas por día con volúmenes reducidos.

● Consumir preparaciones a temperatura templada. Evitar temperaturas

extremas de alimentos y bebidas.

● Asegurar un adecuado aporte calórico, con distribución normal de

macronutrientes (hidratos de carbono 50-60 %, proteínas del 15-20%, grasas


30%) y fibra según tolerancia.

Se considerará que estas restricciones o modificaciones en la selección de


alimentos, son para mejorar la digestión y disminuir los síntomas de los
individuos enfermos.

La eficiente acción de los medicamentos optimiza rápidamente la tolerancia


alimentaria, dejando sólo unos pocos alimentos y/o preparaciones referidos
como críticos, picantes, alimentos con alto contenido en grasa y frituras entre
otros por los pacientes. Ante esto toma especial importancia una detallada
anamnesis alimentaria para identificarlos, y así no realizar restricciones
innecesarias.

Úlcera péptica gástrica duodenal


Introducción

La úlcera péptica (UP) se define como una lesión crónica que puede aparecer en cualquier
nivel del tracto esófago-gastro-duodenal expuesto a la agresión del jugo péptico en
concentración y tiempo suficiente como para producir en la pared del órgano afectado una
lesión de la mucosa que, a diferencia de las erosiones, penetra más allá de la capa muscular
de la mucosa, sin sobrepasar la serosa. La “úlcera gástrica” (UG) se localiza
predominantemente sobre la curvatura menor del estómago, en la unión del cuerpo y el
antro, y la “úlcera duodenal” (UD) ocurre mayoritariamente en la primera porción del
duodeno (> 95%), y la mayoría de ellas se localizan a 3 cm del píloro.
Epidemiología

Su prevalencia es elevada, pues afecta al 10% de la


población en algún período de la vida, con una prevalencia de úlcera activa en un momento
determinado del 1%.

En la actualidad la incidencia de la úlcera gástrica anual es inferior a la de la úlcera


duodenal. Rara vez se presenta antes de los 40 años de edad y su pico de incidencia se
sitúa entre los 55 y los 65 años, siendo similar en ambos sexos.

Etiología

La UP es inducida mayoritariamente por infección de HP o por daño secundario al consumo


de AINEs, y que luego persiste por la acción ácida péptica del jugo gástrico. En la UD la
acción del ácido supondría el factor agresivo, mientras que en la úlcera gástrica fracasarían
los factores defensivos.

Factores exógenos:

o AINEs: inhiben las prostaglandinas y pueden provocar úlcera porque disminuye el


bicarbonato e inhibe la regeneración, y el flujo gástrico-duodenal.

o Estrés: este factor puede causar daño de la mucosa o aumentar la producción del HCL

y pepsina.

o Tabaco. La úlcera péptica es más frecuente en personas fumadoras que en no


fumadoras; los fumadores tienen dos veces más posibilidades de padecerla que la
población control. La relación entre la úlcera y el tabaco es muy clara. El tabaco retrasa la
cicatrización de la úlcera, favorece la aparición de recidivas, puede disminuir la eficacia de
alguna pauta erradicadora, incrementa las complicaciones y posiblemente la mortalidad.
También inhibe a las prostaglandinas, altera el vaciamiento gástrico y disminuye la
producción de óxido nítrico

o Café: se dice que tiene un efecto inductivo sobre la producción de ácido gástrico, varios

estudios no detectaron ninguna asociación entre el consumo de café con úlcera gástrica
ni úlcera duodenal.

Síntomas

La úlcera gastroduodenal (UGD) viene asociada a un dolor que se concentra en la parte


alta del abdomen y suele aparecer entre los 30 y los 60 minutos posteriores a las comidas,
se exacerba por el ayuno y mejora con alimentos o antiácidos.

Objetivos terapéuticos

La primera línea de tratamiento corresponde al tratamiento médico farmacológico.

Es necesario el uso de neutralizadores e inhibidores de la secreción ácida, para permitir la


regeneración del epitelio, controlar el estrés emocional y los factores ambientales que son
los más determinantes para el desarrollo de UP.

El objetivo es promover la curación de la úlcera, disminuir los síntomas, prevenir las


recidivas sintomáticas, evitar las complicaciones (hemorragia en un 20% y perforación
entre 6-10%) y eliminar el HP en caso de presentarlo. El tratamiento quirúrgico es sólo
para las complicaciones.

Diagnóstico
Análisis de laboratorio para detectar la presencia de H. pylori. determina si la bacteria
H. pylori está presente. Se puede pedir un análisis de sangre o heces, o la prueba del
aliento, para detectar la bacteria H. pylori. La prueba del aliento es la más precisa. Por lo
general, los análisis de sangre suelen ser poco precisos y normalmente no se los debería
pedir.
Para la prueba del aliento, el paciente toma o come algo que contiene carbono
radioactivo. La bacteria H. pylori descompone la sustancia en el estómago. Luego, se sopla
en una bolsa, la cual se sella. Si está infectado con H. pylori, la muestra de aliento.

Endoscopía. Si se detecta una úlcera, se pueden extraer pequeñas muestras de tejido


(biopsia) para su análisis en un laboratorio. Una biopsia también puede identificar la

presencia de H. pylori en el revestimiento del estómago.

El tratamiento se dirige a evitar los factores que pueden influir negativamente en la


evolución de la enfermedad, en particular el tabaco, el estrés y los AINEs, y al control de la
acidez gástrica y/o el aumento de la resistencia de la barrera mucosa. En caso de presentar
HP el tratamiento médico estará dirigido erradicarlo con ATB.

Tratamiento médico
Se emplean habitualmente:

• Antagonistas del receptor H2 de la Histamina:

Antiácidos que neutralizan el ácido estomacal

• IBP: omeprazol, pantoprazol, lanzoprazol, esomeprazol, dexlanzoprazol,

etc. La erradicación con antibióticos de la bacteria HP, reduce las recidivas

de la UP.


En la actualidad la eficiencia de la medicación ha contribuido a que las indicaciones
dietoterápicas no sean tan rígidas.

Lineamientos nutricionales

● Actualmente debemos considerar al plan de alimentación adecuado gástrico como

una herramienta, siempre teniendo en cuenta tolerancia y presencia de síntomas


del paciente, para así poder acompañar al tratamiento con los fármacos en el
manejo de la úlcera.

● El objetivo principal es realizar una anamnesis adecuada y exhaustiva para así

poder aliviar los síntomas presentes que refiere el paciente.

● Se deben eliminar aquellos alimentos que producen un estímulo mayor de la


secreción gástrica de ácido y los que exacerban los síntomas según lo referido por
el paciente.

Algunos estudios se focalizaron en distintos alimentos y sustancias, y en el

fraccionamiento de la dieta.

Bibliografía:

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