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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria

Universidad Nacional Experimental “Francisco de Miranda”

Área: Ciencias de la Salud

Programa: Medicina

Unidad Curricular: Morfofisiología III

TEMA #02: CEREBRO, CEREBELO Y TALLO ENCEFÁLICO

TEMA #03: HUESOS DEL VISCEROCRÁNEO

TEMA #04: LA CARA

Docente: Bachilleres:

Dr. Nelson Urbina Ferreira Diannerys V-28.738.604

Sección 02 Medina David V-28.769.995

Zarraga Carlos V-28.775.125

Cossi Robert V-30.675.437

Soto Joselys V-30.892.799

Morán Paula V-31.711.305

Julio 2023

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Introducción

El cerebro es el órgano más complejo y vital del cuerpo humano, y es responsable

de controlar y coordinar una amplia variedad de funciones corporales. El cerebelo y el

tallo encefálico son estructuras cerebrales conectadas que trabajan en conjunto con el

cerebro para regular diversas funciones corporales, desde el movimiento y la

percepción hasta la memoria y el pensamiento.

Además, los huesos del viscerocráneo, que forman la parte inferior del cráneo,

protegen y sostienen los órganos vitales de la cara, como los ojos, la nariz y la boca. La

cara es una parte importante del cuerpo humano, y es la principal vía para la

comunicación social, la expresión emocional y la identidad personal.

En este trabajo, exploraremos la anatomía y la función del cerebro, el cerebelo y el tallo

encefálico, así como los huesos del viscerocráneo y la cara. Comprenderemos cómo

estas estructuras trabajan juntas para mantener el cuerpo humano en equilibrio y cómo

las lesiones o trastornos que afectan a estas estructuras pueden tener un impacto

significativo en la salud y el bienestar de una persona.

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Tema #02: cerebro, cerebelo y tallo encefálico

El cerebro

Es un órgano complejo que se encuentra dentro del cráneo y es responsable de

gestionar la actividad del sistema nervioso, como parte esencial del sistema nervioso

central (SNC) y constituyendo la parte más voluminosa y conocida del encéfalo, se

encuentra ubicado en la parte anterior y superior de la cavidad craneal y está presente

en todos los vertebrados.

Las funciones del cerebro son fundamentales y abarcan desde la regulación de

funciones vitales como la respiración y el ritmo cardíaco, hasta funciones superiores

como el razonamiento, la memoria, la atención, el control de las emociones y la

conducta.

Hemisferios cerebrales

El cerebro es un órgano complejo que se divide en dos hemisferios, el derecho y el

izquierdo, separados por la cisura interhemisférica y comunicados mediante el cuerpo

calloso. La superficie del cerebro se denomina corteza cerebral y está formada por

plegamientos denominados circunvoluciones, que están compuestas principalmente de

sustancia gris. Debajo de la corteza cerebral se encuentra la sustancia blanca.

La sustancia gris es una capa de tejido nervioso compuesta principalmente por cuerpos

celulares y dendritas de neuronas, que se ubica en la superficie de la corteza cerebral y

en los núcleos subcorticales del cerebro. Esta capa de tejido es de color gris debido a

la gran cantidad de cuerpos celulares neuronales que contiene. La sustancia gris es

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responsable de procesar y controlar la información sensorial y motora, así como de

regular la actividad de los músculos y las glándulas.

Por otro lado, la sustancia blanca es una capa de tejido nervioso que se encuentra

debajo de la corteza cerebral y está compuesta por axones mielinizados de neuronas.

Esta capa de tejido es de color blanco debido a la mielina que recubre los axones

neuronales. La sustancia blanca actúa como un sistema de comunicación que permite

la transmisión de impulsos nerviosos a larga distancia entre diferentes áreas del

cerebro y del cuerpo, y es esencial para la coordinación y el control del movimiento.

En las zonas profundas del cerebro existen áreas de sustancia gris conformando

núcleos como el tálamo, el núcleo caudado y el hipotálamo. Cada hemisferio cerebral

posee varias cisuras que dividen la corteza cerebral en lóbulos. Estos lóbulos son el

frontal, parietal, temporal y occipital, y cada uno tiene una función específica en el

procesamiento de la información sensorial y en la realización de funciones cognitivas

complejas.

Lóbulos cerebrales

Lóbulos frontales: son los más rostrales, ubicados en la parte frontal del cerebro y

son responsables de funciones ejecutivas de nivel superior, como la atención, el

pensamiento crítico y el control de impulsos. Son la última región cerebral en

desarrollarse completamente, no completando el desarrollo hasta que los individuos

alcanzan sus 20 años. Los lóbulos frontales son también la ubicación de la corteza

motora primaria, la región del cerebro responsable de planificar y ejecutar el

movimiento.

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Lóbulos parietales: el surco central se encuentra caudal al lóbulo frontal y divide los

lóbulos frontales de los lóbulos parietales. Los lóbulos parietales son importantes para

procesar la información sensorial. La corteza somatosensorial primaria se localiza en la

circunvolución central posterior del lóbulo parietal y es responsable de la percepción del

tacto y el dolor. Los lóbulos parietales también realizan procesamiento visual de alto

nivel.

Lóbulos temporales: los lóbulos temporales se localizan en el costado del cerebro,

separados de los lóbulos frontal y parietal por el surco lateral. Al igual que el lóbulo

parietal, el lóbulo temporal juega un papel en el procesamiento sensorial,

específicamente con la audición, el olfato, el gusto y el procesamiento visual de nivel

superior. El lóbulo temporal también es importante para el habla y la memoria.

Lóbulos occipitales: son los lóbulos más caudales ubicados en la parte posterior del

cerebro. La función primaria de los lóbulos occipitales es el procesamiento de la

información visual.

Lóbulo de la ínsula: integra la información sensitiva y autónoma proveniente de las

vísceras. Desempeña un papel en algunas funciones del lenguaje, tal como queda

evidenciado por la afasia en los pacientes con algunas lesiones insulares. La ínsula

procesa aspectos de la sensibilidad termoalgésica y, posiblemente, el gusto.

Lóbulo límbico: incluye estructuras que reciben aferencias de diversas áreas del

encéfalo y que participan en comportamientos complicados e interrelacionados como la

memoria, el aprendizaje y las emociones.

Surcos cerebrales

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Surco interhemisférico: el surco o la cisura interhemisférica, también conocido como

cisura longitudinal, es una hendidura localizada en la corteza que divide al cerebro en

dos hemisferios, unidos entre sí por un conjunto de fibras nerviosas denominado

cuerpo calloso.

El surco lateral: también llamado cisura de Silvio es una de las más visibles del

cerebro, ya que recorre de forma transversal prácticamente toda la superficie de su

corteza. Se sitúa en la parte inferior de los hemisferios del cerebro, delimitando la

frontera entre el lóbulo temporal y el lóbulo parietal. Es, asimismo, una de las

hendiduras más profundas, y debajo de la misma se encuentra otra estructura

relevante del cerebro: la ínsula.

El surco central: también llamado cisura de Rolando es una hendidura situada en la

parte superior del cerebro y separa el lóbulo frontal del lóbulo temporal, lindando a un

lado con la corteza motora y, al otro lado, con la corteza somatosensorial primaria. Esta

cisura haría de puente entre la información motora y la sensorial, integrando ambas.

El surco parietooccipital: también llamado cisura perpendicular externa es una

hendidura que se origina en la cisura interhemisférica, estando presente en la cara

interna de cada hemisferio cerebral. Como su nombre indica, separa el lóbulo parietal

del lóbulo occipital.

El surco calcarino: también llamado la cisura calcarina es una hendidura localizada en

la zona occipital de la cara interna o medial de los hemisferios cerebrales, separando

en dos partes la corteza visual. Sigue una trayectoria horizontal hasta unirse al surco

parietooccipital.

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El surco calloso: se sitúa en la superficie cerebral medial y separa al cuerpo calloso

del cíngulo, que cumple funciones relevantes dentro del sistema límbico. Aunque el

cíngulo suele delimitarse como una estructura aparte, forma parte de los lóbulos frontal

y parietal.

Giros cerebrales

Giro pre central: también llamado circunvolución pre rolándica, este giro se encuentra

situado por delante de la cisura de Rolando (es decir, se encontraría más hacia el

rostro que dicha cisura). La materia cerebral que de ella forma parte corresponde al

área motora primaria.

Giro post central: al contrario que el pre central, el giro post central se encuentra

situado después o de manera posterior a la cisura de Rolando. En esta ocasión,

estaríamos ante un giro cerebral que formaría parte de la corteza somatosensorial

primaria, vinculándose a la percepción somática y a la sensibilidad corporal.

Giro dentado: circunvolución presente en la parte inferior del lóbulo temporal y que

forma parte de la formación hipocampal, conectándola con el resto de la corteza.

Concretamente actúa como puente entre corteza entorrinal e hipocampo. Sus

funciones se vinculan a la memoria, a la navegación espacial y a la integración de la

emoción en los recuerdos.

Giro cingulado: al igual que el anterior, este importante giro cerebral tiene un

importante papel en la integración y conexión del sistema límbico y la corteza cerebral.

Situado cerca del cuerpo calloso, se asocia a la percepción de ansiedad, placer, miedo,

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la iniciación de la conducta orientada a metas, el movimiento voluntario, la modulación

de la voz o la dirección de la atención y la motivación.

Giro angular: este es uno de los giros cerebrales más conocidos, especialmente por

su implicación en el lenguaje y las matemáticas. Contribuye a permitir la producción y

comprensión de oraciones con significado, así como la de comprender el lenguaje

escrito. También se encuentra implicada en la capacidad aritmética y la interpretación

de las cantidades, además de vincularse a aspectos como el control conductual, la

codificación de símbolos y la creatividad.

Giro supramarginal: presente en el lóbulo parietal por encima de la cisura de Silvio,

este es otro de los giros cerebrales más conocidos. Una de las funciones por las que

más se conoce es por su implicación a la hora de permitir la capacidad de la

lectoescritura, integrando la información de las vías visual y auditiva. También la

memoria de trabajo o la percepción táctil están influidas por esta circunvolución.

Giro parahipocampal: con un importante papel en lo que respecta a la memoria, el

giro parahipocampal puede hallarse alrededor del hipocampo. La función más asociada

a este giro es la de almacenar y recuperar la información almacenada.

Giro fusiforme: el giro fusiforme, el cual se encuentra entre el temporal y el occipital y

que puede dividirse en dos sub giros denominados giro occipitotemporal lateral y

medial, parece estar implicado en aspectos como el reconocimiento visual de palabras

y caras, así como el procesamiento de la información del color o la diferenciación entre

recuerdo y no recuerdo. También se asocia a la identificación de categorías, a la

deducción y a la comprensión del lenguaje figurado.

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Giro lingual: Este giro cerebral se encuentra junto al parahipocámpico y está en

contacto con los surcos lateral y calcarino, teniendo un papel relevante en el

procesamiento de la información visual y la transformación de la información gráfica en

información auditiva en la lectura.

Además de los anteriores podemos encontrar, entre otros, los siguientes:

Giros insulares: largos y cortos.

Giros occipitales.

Giro frontal superior.

Giro frontal medio.

Giro frontal inferior.

Giro temporal superior.

Giro temporal medio.

Giro temporal inferior.

Giro supracalloso.

Giro orbital.

Giro triangular.

Giro opercular.

Giro recto.

Giro olfatorio.

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Giro precuneiforme.

Giro cuneiforme.

Giro paraterminal.

Morfología externa del cerebelo

El cerebelo es una estructura del sistema nervioso central. Es la parte más grande del

encéfalo después del cerebro. Se sitúa en la parte posterior e inferior del cráneo. El

cerebelo tiene un peso aproximado de 150-180gr y está cubierto en su totalidad por un

líquido cerebro espinal. La función principal del cerebelo es la de integrar vías motoras

y sensitivas. En pocas palabras, recibe información y órdenes de la corteza cerebral y

las conecta con el aparato locomotor. También se encarga de algunos procesos de la

memoria, del lenguaje, de la atención, del aprendizaje entre otras funciones. Sin

embargo, el cerebelo no se encarga de ninguna de las funciones del sistema olfativo.

Hemisferios del Cerebelo

Al igual que el cerebro, el cerebelo está constituido por 2 hemisferios en cuyo centro

existe una pequeña cavidad llamada Vermis. Esta estructura estrecha tiene forma de

gusano, allí se alojan o terminan las vías nerviosas inconscientes. Estos hemisferios

constan de una corteza y presentan masas grises centrales o núcleos cerebelosos. El

Vermis y los 2 lóbulos laterales están recorridos por una serie de surcos concéntricos

transversales, que según su profundidad delimitan en la masa cerebelosa lóbulos,

lobulillos, láminas y laminillas que nos permiten estudiar los detalles morfológicos.

El cerebelo está dividido en 3 partes:

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Arquicerebelo: recibe información y participa en la regulación del equilibrio.

Paleocerebelo: interviene en el tono muscular y la postura.

Neocerebelo: trabaja en la coordinación y las diferentes variables del movimiento.

El cerebelo establece diferentes tipos de conexiones con el tronco cerebeloso mediante

unos cordones llamados pedúnculos cerebelosos. Existen 3 tipos:

Pedúnculo cerebeloso superior: son fibras motoras que provienen de los núcleos

centrales del cerebelo hasta el tallo cerebral.

Pedúnculo cerebeloso medio: son las fibras más gruesas. Conectan la protuberancia

anular con el neocerebelo.

Pedúnculo cerebeloso inferior: relaciona el bulbo raquídeo y la médula espinal.

Tallo encefálico

El Tronco del Encéfalo, o Tronco Encefálico, se encuentra inmediatamente después del

Diencéfalo, se sitúa entre la base del hueso occipital y el Cerebelo, con el que tiene un

gran número de conexiones. De arriba abajo, el Tronco del Encéfalo se divide en

Mesencéfalo, Puente o Protuberancia y Médula Oblongada o Bulbo Raquídeo.

Esta estructura contiene gran cantidad de fibras que nacen tanto en la Corteza

Cerebral como en la Médula Espinal, con lo que llevan información desde el Sistema

Nervioso Central hasta el exterior y desde el exterior hasta el Sistema Nervioso Central,

respectivamente. Además, el Tronco del Encéfalo contiene los núcleos que dan origen

a 10 de los 12 Pares Craneales, junto a una compleja maraña de neuronas llamada

Formación Reticular.

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El tallo encefálico al ser una estructura central del sistema nervioso, se encarga de dar

paso a la información que viene y va hacia el cerebro, cerebelo y la médula espinal; así

mismo interviene en la conciencia, sueño, control cardíaco, la respiración, y además

colabora en el trabajo de los nervios craneales.

Huesos del Viscerocráneo o Macizo Facial

El viscerocráneo es el conjunto de huesos que forman la cara y las estructuras que

rodean la cavidad oral y nasal. Estos huesos se originan a partir de las células de la

cresta neural y del mesénquima de los arcos faríngeos. En este sentido, el

viscerocráneo se diferencia del neurocráneo, que forma la bóveda craneal y la base del

cráneo.

Los huesos del viscerocráneo se pueden clasificar en dos grupos según su número de

unidades: los huesos pares y los huesos impares.

Los huesos pares son aquellos que presentan una unidad en cada lado de la cara y

son:

• Maxilar superior: Es un hueso par que forma la mayor parte del hueso facial y

contribuye a la formación de la órbita ocular, la cavidad nasal y el paladar duro. Tiene

una forma cuadrilátera, con una superficie facial, una superficie nasal, una superficie

cigomática y una superficie orbital. Además, tiene una articulación con el hueso

cigomático y el hueso palatino.

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1. La superficie facial es convexa y forma la prominencia de las mejillas. En ella se

insertan los músculos de la masticación y los músculos de la expresión facial.

1. La superficie nasal forma la base de la nariz y se articula con los huesos nasales

y el vómer.

2. La superficie cigomática se articula con el hueso cigomático y forma la parte

lateral de la cara.

3. La superficie orbital forma la parte inferior de la órbita ocular y se articula con el

hueso frontal, el hueso lagrimal, el hueso etmoides y el hueso esfenoides.

4. El maxilar superior contiene los alvéolos dentales, que son las estructuras óseas

en las que se insertan las raíces de los dientes superiores.

5. En la parte posterior del maxilar superior se encuentra la apófisis pterigoides,

que se extiende hacia atrás y se divide en la apófisis pterigoides lateral y medial.

6. El maxilar superior también presenta varios forámenes, como el foramen

infraorbitario, que es el orificio por el que pasan los nervios y los vasos sanguíneos que

inervan la parte anterior de la cara.

• Nasal: Son dos huesos pares que forman la parte superior del puente de la nariz.

1. Es un hueso plano y rectangular que se encuentra en la parte media de la cara,

y se articula con los huesos frontales, los huesos maxilares y el hueso vómer.

2. Tiene dos láminas óseas verticales y una superficie horizontal que forma la

cresta nasal.

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3. La cresta nasal es una estructura que se extiende desde la base del cráneo

hasta la punta de la nariz y está formada por la unión de los huesos nasales y el

cartílago nasal.

4. La superficie interna del hueso nasal está cubierta por una membrana mucosa

que ayuda a calentar y humidificar el aire que se respira.

5. El hueso nasal también presenta dos agujeros nasales, uno a cada lado, por

donde entra y sale el aire que se respira.

6. En la parte inferior del hueso nasal se encuentran los procesos frontales, que se

articulan con los huesos maxilares y forman parte de la cavidad nasal.

• Lagrimal: El hueso lagrimal es el más pequeño y el más frágil de los huesos del

viscerocráneo. Es un hueso oval, pareado, que se ubica en la porción anterior de la

pared medial de la órbita ocular.

1. Tiene dos láminas óseas: una superior y otra inferior, que se unen para formar

una cresta ósea llamada cresta lagrimal.

2. La cresta lagrimal es una estructura ósea en forma de medialuna que forma

parte del canal lacrimonasal, un conducto que drena las lágrimas desde el ojo hacia la

cavidad nasal.

3. La superficie interna del hueso lagrimal presenta una depresión llamada fosa

lagrimal, que es el lugar donde se encuentra el saco lagrimal, una estructura que

recoge las lágrimas antes de ser drenadas hacia la cavidad nasal.

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4. En la parte anterior del hueso lagrimal se encuentra el orificio lagrimal, que es el

punto donde se abre el canal lacrimonasal.

5. El hueso lagrimal también presenta una apófisis ascendente que se articula con

el hueso frontal y forma parte de la pared medial de la órbita ocular.

• Cornete inferior o concha nasal inferior: El cornete nasal inferior es el más largo

y ancho de los tres cornetes. A diferencia de los cornetes nasales superior y medio, el

cornete nasal inferior es un hueso separado.

1. El cornete nasal inferior es una lámina ósea ubicada en la pared lateral de la

cavidad nasal.

2. Tiene una forma de concha y presenta una convexidad hacia la cavidad nasal y

una concavidad hacia el seno maxilar.

3. El cornete inferior está cubierto por una mucosa nasal que ayuda a filtrar,

calentar y humidificar el aire que se respira.

4. En la parte inferior del cornete inferior se encuentra el meato inferior, que es un

espacio estrecho donde se acumula el moco nasal antes de ser drenado hacia la parte

posterior de la garganta.

5. El cornete inferior también presenta una base y una cabeza. La base se

encuentra en la parte inferior de la pared lateral de la cavidad nasal y la cabeza se

proyecta hacia el interior de la cavidad nasal.

6. El cornete inferior se articula con varios huesos, incluyendo el hueso maxilar, el

hueso lacrimal, el hueso palatino y el hueso esfenoides.

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• Cigomático o hueso malar: Son dos huesos pares que forman las prominencias

de las mejillas y contribuyen a la formación de la órbita ocular.

1. Tiene una superficie anterior, una superficie posterior, una superficie temporal,

una superficie orbital y una apófisis cigomática.

2. La superficie anterior forma la prominencia de la mejilla y está cubierta por piel y

músculos de la masticación.

3. La superficie posterior se articula con el hueso temporal y forma parte de la

articulación temporomandibular.

4. La superficie temporal forma parte de la fosa temporal y se articula con el hueso

temporal.

5. La superficie orbital forma parte de la pared lateral de la órbita ocular y se

articula con el hueso frontal.

6. La apófisis cigomática se extiende hacia atrás y se articula con el hueso

temporal, formando el arco cigomático.

• Palatino: Es un hueso plano y cuadrilátero que se encuentra en la parte posterior

de la cavidad nasal, entre el hueso maxilar y el hueso esfenoides.

1. Tiene una superficie anterior, una superficie posterior, una superficie nasal y una

superficie oral.

2. La superficie anterior forma parte del techo de la boca y se articula con el hueso

maxilar.

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3. La superficie posterior forma parte de la pared lateral de la cavidad nasal y se

articula con el hueso esfenoides.

4. La superficie nasal forma parte de la pared medial de la cavidad nasal y presenta

una cresta ósea llamada cresta conchal inferior, que contribuye a la formación del

meato inferior.

5. La superficie oral forma parte del paladar duro y presenta una cresta ósea

llamada cresta palatina, que se extiende hacia atrás y se articula con el hueso

esfenoides.

Por otro lado, los huesos impares son aquellos que presentan una única unidad en la

cara y son:

• Maxilar inferior o mandíbula: El maxilar inferior, también conocido como

mandíbula, es un hueso impar y móvil que se encuentra en la parte inferior de la cara y

forma parte de la estructura de la boca y la mandíbula.

1. El maxilar inferior es un hueso en forma de herradura que se extiende desde el

hueso temporal hasta el mentón.

2. Tiene una rama ascendente, una rama horizontal y un ángulo mandibular.

3. La rama ascendente forma la parte posterior de la mandíbula y se articula con el

hueso temporal en la articulación temporomandibular.

4. La rama horizontal forma la parte inferior de la mandíbula y presenta una línea

media llamada sínfisis mentoniana, donde se unen las dos mitades de la mandíbula.

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5. La rama horizontal también presenta dos procesos alveolares, que son las

protuberancias óseas donde se encuentran los dientes inferiores.

6. El ángulo mandibular es el punto donde se encuentran la rama ascendente y la

rama horizontal.

7. En la superficie interna del maxilar inferior, se encuentra una depresión llamada

cavidad mandibular, que alberga las raíces de los dientes inferiores.

8. El maxilar inferior también presenta varios músculos de la masticación que se

insertan en su superficie externa, como el músculo masetero y el músculo temporal.

• Vómer: Es un hueso impar que forma la parte posterior del tabique nasal.

1. Tiene una forma de lámina cuadrangular con una base superior y una cresta

ósea inferior llamada cresta esfenoidal.

2. La base superior se articula con el hueso etmoides y forma parte del tabique

nasal.

3. La cresta esfenoidal se extiende hacia atrás y se articula con el hueso

esfenoides.

4. El vómer presenta una superficie anterior, una superficie posterior y dos bordes

laterales.

5. La superficie anterior forma la parte posterior del tabique nasal y se articula con

el hueso etmoides y el hueso maxilar.

6. La superficie posterior forma parte de la pared medial de la fosa nasal y se

articula con el hueso esfenoides.

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7. Los bordes laterales se articulan con los huesos palatinos y forman la parte

posterior del paladar duro.

Los huesecillos del oído forman parte del viscerocráneo. Sin embargo, merecen una

mención a parte pues no cumplen con las propiedades de los huesos anteriormente

mencionados al no servir de apoyo a otras estructuras ni proteger de otras. Los tres

huesecillos del oído son los huesos más pequeños del cuerpo humano (en su

conformación en cadena miden tan solo 18 mm) y, de hecho, son ellos los que

requieren protección de otros huesos.

Situados en la cavidad timpánica, un espacio hueco del oído medio, estos tres huesos

(martillo, yunque y estribo) están unidos entre ellos mediante articulaciones y tienen la

función imprescindible de amplificar el sonido. De hecho, son ellos los encargados de

transmitir el sonido desde el oído externo hasta el oído interno, teniendo, por lo tanto,

un papel fundamental en el funcionamiento del sentido del oído.

Articulación Temporomandibular (ATM)

La articulación temporomandibular (ATM) es la articulación que une la mandíbula con el

hueso temporal del cráneo. Es una articulación compleja que consta de varios

componentes, a continuación se detallan:

• Cóndilo mandibular: Es la parte de la mandíbula que se articula con el hueso

temporal. Tiene una forma convexa y se encuentra en la parte posterior de la

mandíbula.

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• Cavidad glenoidea: Es la superficie articular del hueso temporal que se articula

con el cóndilo mandibular. Tiene una forma cóncava y está ubicada en la parte anterior

del hueso temporal.

• Disco articular: Es una estructura fibrocartilaginosa que se encuentra entre el

cóndilo mandibular y la cavidad glenoidea. Tiene forma biconvexa y ayuda a amortiguar

las fuerzas que se producen durante la masticación.

• Ligamentos temporomandibulares: Son los ligamentos que mantienen la

estabilidad de la articulación. Los más importantes son el ligamento lateral y el

ligamento esfenomandibular.

La función de la articulación temporomandibular es esencial en la masticación, fonación

y deglución. También es importante en la postura de la cabeza y el cuello. Además, la

ATM puede estar involucrada en diferentes patologías, como el trastorno

temporomandibular (TMD), que se caracteriza por dolor y disfunción en la articulación.

El TMD puede ser causado por diferentes factores, como trauma, estrés, maloclusión

dental, artritis, entre otros. El tratamiento del TMD puede incluir medidas

conservadoras, como fisioterapia, cambios en la dieta y medicamentos para el dolor, o

tratamientos más invasivos, como la cirugía.

Es importante destacar que la ATM es una articulación compleja y su diagnóstico y

tratamiento deben ser realizados por profesionales especializados en la materia.

Senos Paranasales

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Los senos paranasales son cavidades llenas de aire que se encuentran en los huesos

del cráneo y se comunican con la cavidad nasal. A continuación, se detallan los senos

paranasales y su función:

• Senos maxilares: Son dos cavidades que se encuentran en el hueso maxilar

superior y se comunican con la cavidad nasal a través del meato medio. Tienen una

función importante en la humidificación y calentamiento del aire inhalado, así como en

la resonancia vocal.

• Senos frontales: Son dos cavidades que se encuentran en el hueso frontal,

sobre las cejas, y se comunican con la cavidad nasal a través del infundíbulo. Tienen

una función importante en la reducción del peso del cráneo y la resonancia vocal.

• Senos etmoidales: Son varias cavidades que se encuentran en el hueso

etmoides, entre la nariz y los ojos, y se comunican con la cavidad nasal a través de los

meatos medio y superior. Tienen una función importante en la humidificación y

calentamiento del aire inhalado, así como en la resonancia vocal.

• Senos esfenoidales: Son dos cavidades que se encuentran en el hueso

esfenoides, detrás de la nariz, y se comunican con la cavidad nasal a través del meato

superior. Tienen una función importante en la reducción del peso del cráneo y la

resonancia vocal.

La sinusitis es una inflamación de la mucosa que recubre los senos paranasales.

Puede ser aguda o crónica y puede estar causada por diferentes factores, como

infecciones virales o bacterianas, alergias, desviaciones del tabique nasal, entre otros.

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Los síntomas de la sinusitis incluyen dolor de cabeza, congestión nasal, secreción

nasal, fiebre, dolor facial y disminución del sentido del olfato.

El tratamiento de la sinusitis depende de la causa y puede incluir medidas

conservadoras, como la administración de descongestionantes y analgésicos, o

tratamientos más invasivos, como la cirugía endoscópica de los senos paranasales.

Es importante destacar que los senos paranasales son estructuras importantes en el

sistema respiratorio y su función es esencial en la humidificación y calentamiento del

aire inhalado, así como en la resonancia vocal.

Conclusión

Además, es importante mencionar que el cerebro también tiene estructuras

subcorticales importantes, como el cerebelo y el tronco encefálico, que

desempeñan un papel fundamental en el control del movimiento, el equilibrio y la

coordinación.g

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