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KIT DE ACTIVIDADES INFANTILES

Escuela
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MATERIAL CON BASE BÍBLICA VOL 1


Escuela
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Los hermanos de José


en Egipto
Génesis 42:1-13

Después de los siete años de abundancia en Egipto, José


comenzó a tomar las reservas de los años anteriores y a
venderlas a todo el pueblo, para que nadie pasara hambre.
José era el encargado de estas ventas, y un día, vio que sus
hermanos, que lo habían vendido, estaban en la fila para
comprar comida. Ellos no reconocieron a José, pero él los
reconoció de inmediato y les dijo: "¡Ustedes son espías, han
venido a ver dónde la tierra está desprotegida!" Pero los
hermanos respondieron que no, que solo querían llevar
comida a su familia. Entonces José recordó su sueño sobre el
sol, la luna y las once estrellas, y entendió que eran sus
hermanos quienes se inclinaban ante él.
FEBRERO 01
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José desconfía de
sus hermanos
Génesis 41: 14 a 24

Después de explicarse ante José por un tiempo, uno de los


hermanos dijo que necesitaba volver con comida para su
padre, que ya estaba viejo, y su hermano menor, Benjamín.
Entonces, José ordenó que los arrestaran a todos y dijo que
solo los liberaría después de que uno de ellos fuera a buscar
al hermano menor para demostrar que no estaban mintiendo.
Estaban aterrorizados y pensaban que esto estaba
sucediendo por la maldad que habían hecho a José. Él
escuchó esta conversación y comenzó a llorar. En lugar de
arrestar a todos, solo arrestó a Simeón y permitió que los
demás regresaran con comida para su padre. Sin embargo, el
trato era que debían traer al hermano menor para que José
liberara a Simeón.
FEBRERO 02
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Los hermanos llevan a


Benjamín a José
Génesis 42:25 a 38 y 43:1 a 34

Al regresar a Canaán, los hermanos le dicen a su padre Israel


que el gobernador de Egipto ha arrestado a Simeón y solo lo
liberará después de que lleven a Benjamín. Jacob estaba muy
triste, ya que había perdido a José, su hijo Simeón estaba
encarcelado y ahora querían llevar al más joven, pero sabía
que tenían que regresar para obtener más comida y rescatar a
su hijo encarcelado, así que finalmente aceptó. Los
hermanos de José llegaron con Benjamín y llevaron muchos
regalos al gobernador para tratar de complacerlo. José liberó
a Simeón y todos se inclinaron ante él. Al ver a Benjamín,
José se emocionó y decidió ofrecer un banquete para todos.

FEBRERO 03
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La Copa de José
Génesis 44:1 a 34 y 45:1 a 13

José aún estaba molesto con sus hermanos, y ordenó a uno de


sus empleados que pusiera su copa de plata en la bolsa de
Benjamín junto con la comida que llevarían de vuelta a casa.
Cuando llegó el momento de partir, José pidió revisar las
bolsas de cada uno, y encontraron la copa, como si el más
joven la hubiera robado. Los hermanos estaban
desesperados, darían sus vidas para no perder a su hermano
Benjamín, pensaron que su padre no aguantaría tanto dolor si
no volvían con él. Muy emocionado, José vio que sus
hermanos habían aprendido la lección y les contó toda la
verdad. Todos estaban muy felices al saber que el gobernador
era su hermano José, así que mandó llamar a su padre para
que todos vivieran juntos en Egipto con él.
FEBRERO 04
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Israel va a
Egipto
Génesis 46: 1 a 4

Los hermanos regresaron corriendo para contarle a su padre


lo que había sucedido y para prepararse para ir a vivir a
Egipto. Israel se alegró al saber que José estaba vivo, y
entonces escuchó la voz de Dios que le habló: "Yo soy Dios,
el Dios de tu padre, cuidé de José hasta ahora, así que no
tengas miedo, porque en Egipto haré de tu familia una gran
nación". Y así, Israel fue al Egipto en paz.

FEBRERO 05
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Los Israelíes
Génesis 1:1 a 22

Los hijos de Israel se multiplicaron en número, pero después


de la muerte de José, un nuevo rey subió al trono que no
conocía su historia. Cuando vio que los israelitas estaban
creciendo en número y se estaban volviendo más fuertes que
los egipcios, ordenó matar a todos los bebés varones que
nacieran, con la intención de controlar a ese pueblo. Los
israelitas sufrieron mucho por eso.

FEBRERO 06
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El nacimiento de
Moisés
Éxodo 2:1 a 10

Un hombre israelita se casó con una mujer del mismo pueblo


y juntos tuvieron un hijo llamado Moisés, pero como era un
niño, ella necesitaba esconderlo para que los egipcios no lo
mataran, así que se le ocurrió la idea de ponerlo en una
canasta de madera en las orillas del río Nilo. La hermana de
Moisés, Miriam, fue siguiendo la canasta para ver a dónde
iba y finalmente llegó a las manos de la hija del faraón, quien
quedó encantada con el bebé, lo adoptó y lo crió como su
hijo.

FEBRERO 07
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La huida de Moisés
Éxodo 2:11 a 15

A pesar de que Moisés se salvó de las manos del faraón, el


pueblo hebreo todavía sufría mucho y era esclavo en Egipto.
Un día, después de que Moisés ya se había convertido en
adulto, vio a un egipcio golpeando a un hebreo, se enfureció
mucho, mató al egipcio y lo enterró en la arena. Al día
siguiente, volvió al lugar y dos hebreos estaban peleando, y
dijo: "¿Por qué golpeas a tu hermano?" El hombre respondió:
"¿Quién te crees que eres? ¿Vas a matarme como mataste al
egipcio?" Con miedo de ser asesinado por el faraón, huyó a la
tierra de Madián.

FEBRERO 08
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Moisés llega a Madián


Éxodo 2:16 a 21

Al llegar a Madián, Moisés se sentó junto a un pozo. En esa


ciudad vivía un hombre llamado Jetro, quien tenía siete hijas,
y ese día fueron a buscar agua al mismo pozo. Pero unos
pastores empezaron a expulsarlas, así que Moisés las
defendió y mandó a los pastores a irse. Cuando contaron a su
padre que un hombre las había defendido, él mandó a llamar
a Moisés para que viviera con ellos, ya que no tenía donde
quedarse. Moisés aceptó y terminó enamorándose de una de
las hijas de Jetro, llamada Séfora, con quien se casó y tuvo un
hijo llamado Guersón.

FEBRERO 09
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Dios habla a Moisés


Éxodo 2:23 y 24 y 3:1 a 21

Muchos años pasaron y el pueblo israelita todavía sufría mucho


en Egipto, pero entonces Dios escuchó el clamor de ese pueblo.
Un día, mientras Moisés cuidaba las ovejas de su suegro, vio un
arbusto ardiendo pero que no se consumía, lo que llamó la
atención de Moisés. Se acercó para ver más de cerca, y fue
entonces cuando escuchó la voz de Dios: "Moisés, quita tus
sandalias, porque el lugar en que estás es sagrado. Soy el Dios de
Abraham, Isaac y Jacob, y he visto que mi pueblo ha sufrido en
Egipto. Por eso te envío a ese lugar para librar a mi pueblo de las
manos del faraón". Moisés escuchó y tuvo miedo, pues ¿cómo el
faraón escucharía a alguien como él para liberar al pueblo
hebreo? Pero Dios le dijo: "Yo soy el que soy, no tengas miedo,
porque yo estaré contigo".
FEBRERO 10
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Los signos milagrosos


Éxodo 4:1-17

Moisés pregunta a Dios: "¿Y si ellos no creen en mí?" Entonces


Dios le dice que tome su vara y la coloque en el suelo. La vara se
transforma en una serpiente, y cuando la vuelve a tomar, se
convierte en una vara de nuevo. Más tarde, Dios pone una
enfermedad incurable en la mano de Moisés y luego lo cura. Y
continúa el Señor: "Si ellos no creen en ti después de estos dos
milagros, toma un poco de agua del río Nilo y se convertirá en
sangre". Pero aún así, Moisés no se sentía seguro de ir a Egipto,
así que Dios le dijo que su hermano de la misma madre, Aarón, lo
acompañaría en su regreso a Egipto, y que Él estaría con ellos.
Por último, recordó a Moisés que llevara su vara con él, ya que
con ella haría los milagros.

FEBRERO 11
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El regreso de Moisés
a Egipto
Éxodo 4-18 a 31

Moisés y su familia fueron al Egipto y se reunieron con el pueblo


israelita. Moisés realizó los milagros que Dios le dio el poder de
hacer, y explicó que Dios lo había enviado al Egipto para liberar
al pueblo de las manos del faraón. El pueblo estaba muy feliz
porque sabía que Dios había escuchado sus oraciones, así que
todos se postraron y adoraron a Dios.

FEBRERO 12
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Moisés y Aarón van a


hablar con el Faraón
Éxodo 5:1 a 20

Cuando Moisés y Aarón piden a faraón que libere al pueblo de


Dios, faraón dice: "¿Quién es el Señor para que le obedezca y
deje ir al pueblo?", e insisten diciendo que fue el Dios de los
hebreos quien ordenó que libere a su pueblo, de lo contrario, Él
heriría a Egipto con plagas. Pero faraón no les prestó atención y
hizo que el pueblo trabajara aún más.

FEBRERO 13
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La vara de Moisés se
convierte en serpiente
Éxodo 7:8 a 13

Moisés y Aarón volvieron a encontrarse con el faraón, como el


Señor había ordenado, pusieron su vara en el suelo y se convirtió
en serpiente, pero el faraón llamó a sus sabios y magos y ellos
también convirtieron sus varas en serpientes con sus artes
ocultas. La serpiente de Moisés se tragó a todas las demás, pero
aún así el corazón del faraón seguía endurecido y no veía el poder
de Dios.

FEBRERO 14
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Primera y segunda plaga:


sangre y ranas
Éxodo 7:14 a 25 y 8:1 a 15

Así como Dios había hablado a Moisés, si el faraón no liberaba a


su pueblo, Él castigaría a Egipto con plagas. La primera de ellas
fue transformar el agua en sangre. Dios mandó a Moisés ir al río
Nilo y poner su vara en las aguas, y al hacerlo las aguas se
convirtieron en sangre, los peces murieron y ya no era posible
beber el agua del río. Entonces Moisés pidió de nuevo que el
faraón liberara al pueblo de Dios, pero él no escuchó. Esta vez,
Dios mandó una plaga de ranas que infestaron Egipto, había
ranas en todas partes.

FEBRERO 15
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Tercera y Cuarta Plaga:


Piojos y moscas
Éxodo 8:10 a 31

Moisés volvió a hablar con faraón, pero él no dejó ir al pueblo,


entonces Dios envió una plaga de piojos, todo el polvo de la tierra
de Egipto se convirtió en piojos y atormentó la vida de todos los
animales y hombres de Egipto. Pero el corazón de faraón seguía
siendo duro y no liberó al pueblo de Dios, por lo que Dios envió
la cuarta plaga, moscas. El enjambre de moscas invadió la ciudad
y las casas de todos los egipcios que vivían allí.

FEBRERO 16
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Quinta y Sexta Plaga:


Muerte del Rebaño y Heridas
Éxodo 9:1 a 12

Faraón estaba muy molestó con todas esas plagas, pero no


renunciaba a sus esclavos, por eso Dios mandó la quinta plaga, la
muerte de todo el rebaño del pueblo egipcio, murieron todos los
caballos, burros, camellos, bueyes, ovejas y todo animal que
vivía en el campo. Entonces, Moisés una vez más fue a hablar
con faraón, pero su corazón era duro y no dejó partir al pueblo. Y
sobre el pueblo egipcio vino la sexta plaga, llagas. Dios mandó a
Moisés tomar un puñado de ceniza de un horno, y esparcirla en el
aire, se convirtió en un polvo y afectó a todo Egipto, formando
llagas en los cuerpos de los hombres y animales.

FEBRERO 17
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Séptima, octava y novena plaga:


Granizo, langostas y oscuridad
Éxodo 9:13 a 35 a 10:14, 29

"Mande meu pueblo ir", dijo Moisés, pero una vez más Faraón
dijo: "¡No!" Y la séptima plaga fue enviada por Dios, granizo. Y
cayó sobre Egipto la peor tormenta de piedras que jamás se haya
visto, Faraón aún mantenía su corazón endurecido, así que Dios
envió langostas por toda la tierra, destruyendo las cosechas y
todo lo que quedaba en Egipto. Luego vino la novena plaga, la
oscuridad. Todo Egipto quedó en la oscuridad durante tres días y
no se podía ver nada.

FEBRERO 18
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El anuncio de la
Décima Plaga
Éxodo 11, 1 a 10

Ninguna de estas plagas afectó al pueblo de Dios, pero Egipto


estaba destruido y el corazón de faraón cada vez más duro.
Entonces Moisés lo alertó de la décima plaga: "Así dijo el Señor,
cerca de la medianoche, pasaré por Egipto, y todos los
primogénitos de los egipcios morirán, desde el hijo mayor de
faraón, heredero del trono, hasta el hijo mayor de la joven que
trabaja en el molino, así como las primeras crías del ganado.
Habrá mucha tristeza en Egipto como nunca antes." Faraón no se
ablandó y mantuvo su decisión de no dejar ir al pueblo.

FEBRERO 19
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Décima Plaga:
La muerte de los primogénitos
Éxodo 12:1 a 30

Antes de enviar la décima plaga, Dios le dijo a Moisés que todo el


pueblo hebreo debía separar un cordero por familia, y deberían
pasar su sangre en el umbral de la puerta de sus casas, de esta
manera, cuando el ángel de la muerte pasara para matar a los
primogénitos, sabría que en estas casas no debía entrar. Y
entonces la décima plaga ocurrió, y todo el hijo mayor del pueblo
egipcio murió. Faraón estaba muy triste y enojado, pues su hijo
también había muerto, así que le dijo a Moisés: "Salgan
inmediatamente de Egipto, y lleven a su pueblo con ustedes,
vayan a adorar a su Dios". Y así, el pueblo hebreo fue liberado de
las manos del faraón.

FEBRERO 20
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La salida del
pueblo de Egipto
Éxodo 13:20-22

Dios le dijo a Moisés que sacaría a su pueblo de Egipto y los


llevaría a la tierra prometida después de tanto dolor y
sufrimiento. Había alrededor de seiscientos mil hombres,
además de mujeres y niños, siguiendo a Moisés y Aarón. Durante
el día, Dios iba delante de ellos como una columna de nube para
guiarlos en el camino, y de noche, en una columna de fuego para
iluminarlos.

FEBRERO 21
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El pueblo hebreo alcanza


el Mar Rojo
Éxodo 14:1 a 15

Después de dejar ir al pueblo hebreo, Faraón se arrepintió y salió


detrás de ellos con todo su ejército para traerlos de vuelta. El
pueblo hebreo tenía miedo, pero Moisés les advirtió que debían
confiar en el Señor y continuaron su camino hasta que llegaron al
Mar Rojo. Moisés no tenía otra opción, no podían pasar por el
mar y si se quedaban allí, serían alcanzados por el Faraón. La
gente decía que preferiría haberse quedado en Egipto como
esclavos, en ese momento Moisés clamó al Señor.

FEBRERO 22
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El Mar Rojo
Abre
Éxodo 14, 16 a 31

Después de orar, Moisés escuchó la voz de Dios: "Levanta tu


vara y extiende tu mano sobre el mar, y las aguas se dividirán
para que los israelitas crucen el mar en tierra seca". Y así Moisés
lo hizo, el mar se abrió y el pueblo cruzó, luego colocó su vara de
nuevo sobre el mar y las aguas se cerraron, cubriendo a todos los
egipcios que los seguían. Y el pueblo hebreo pudo ver el poder de
Dios y confiaron en Él.

FEBRERO 23
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Moisés y el pueblo
Canten al Señor
Éxodo 15:1 a 21

Moisés y el pueblo estaban muy felices de que Dios los hubiera


librado de las manos del faraón, ahora eran libres y todos juntos
cantaron al Señor: "El Señor es mi fuerza y mi canción, él es mi
salvación, Él es mi Dios y lo glorificaré. ¡Gracias Señor!".

FEBRERO 24
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Las aguas de Mara


Éxodo 15: 22 a 27

Después, Moisés llevó al pueblo desde el Mar Rojo al desierto de


Sur, pero caminaron tres días sin encontrar agua. Cuando
llegaron a Mara encontraron agua, pero era amarga, y el pueblo
inmediatamente comenzó a quejarse con Moisés. Entonces él
clamó al Señor, quien le mostró un arbusto y le dijo que lo
arrojara al agua. Obedeciendo a Dios, Moisés lo hizo y el agua se
volvió buena, y todos pudieron saciar su sed.

FEBRERO 25
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Maná y codornices
Éxodo 16:1 a 32

Después de caminar por mucho tiempo en el desierto en busca de


la tierra prometida por Dios, todo el pueblo tenía mucha hambre
y se quejó con Moisés y Aarón. Pero entonces, Dios escuchando
esto, le dijo a Moisés: "Les haré llover pan del cielo por la
mañana y al atardecer enviaré codornices para que coman
carne". Este fue el maná que Dios envió, el pueblo hebreo pudo
alimentarse de este maná durante mucho tiempo, porque el Señor
no los dejaba pasar hambre.

FEBRERO 26
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El agua sale de la roca


Éxodo 17:1 a 7

El pueblo continuó caminando en el desierto, y a pesar de ser


alimentado por Dios, aún tenían sed y volvían a quejarse con
Moisés y Aarón. Entonces, Moisés pidió ayuda a Dios, y Él le
habló: "Toma tu vara en la mano, y Yo estaré esperándote en la
cima de la roca del monte Horeb. Toca la roca con tu vara, y de
ella saldrá agua para que el pueblo pueda beber". Y así, todos
saciaron su sed.

FEBRERO 27
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Visita de Jethro
Éxodo 18:1 a 12

Cuando Jetro se enteró de todo lo que había sucedido y que


Moisés había logrado liberar al pueblo de Egipto, fue a visitarlo.
Al llegar, Moisés contó toda la historia sobre las plagas, el Mar
Rojo y los milagros diarios de Dios que no los dejó pasar hambre
ni sed durante la caminata. Jetro entonces se sintió muy feliz y,
como una forma de agradecer a Dios por todo lo que había hecho,
ofreció sacrificios al Señor.

FEBRERO 28
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El Consejo de Jetro
Éxodo 18:13 a 27

Jetro observó que Moisés estaba sobrecargado, haciendo


prácticamente todo solo. Tenía que atender las demandas del
pueblo y, al mismo tiempo, guiarlos hacia la tierra prometida. Por
eso, Jetro le dio un consejo a Moisés: "Debes ser el representante
del pueblo ante Dios, orientarlos en cuanto a las leyes, cómo
deben vivir y qué deben hacer. Sin embargo, elige entre el pueblo
a hombres capaces y confiables, y ponlos como jefes para que
puedan ayudarte y aconsejar al pueblo". Moisés siguió el consejo
de su suegro y vio que era muy bueno. Después de eso, Jetro
regresó a su casa.

FEBRERO 29

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