Está en la página 1de 5

COLEGIO PARTICULAR MIXTO EVANGÉLICO

“SAMARIA”
Jalpatagua, Jutiapa
Ciclo Básico
1º. Básico
Sección B

Historia de Moisés

Integrantes:
Pablo Rene Mayen Recinos

Catedrático: Juan Ramón


Curso: La Biblia

Jalpatagua, 15 de marzo de 2,019


LA HISTORIA DE MOISÉS

Después de que Moisés creció, y de que ya era tal vez un poco mayor que tus
padres, se estaba cansando de la forma como el Faraón trataba a su gente, ya que
aún tenían que trabajar muy duro después de tantos años.
Un día Moisés vio a un egipcio golpeando a un hebreo, uno de su propio pueblo, y
se enojó tanto que mató al egipcio. Después de eso Moisés tuvo que huir de Egipto
porque el Faraón supo lo que había hecho y estaba muy molesto con él.
Moisés terminó llegando a un lugar llamado Midian. Se había detenido a descansar
cerca de un pozo cuando siete hermanas llegaron para darles agua a las ovejas de
su padre. Mientras ellas alimentaban a las ovejas, algunos pastores llegaron y
comenzaron a ser muy irrespetuosos.
Empujaron a las mujeres para abrirse paso y les dijeron que se quitaran de en
medio, porque ellos necesitaban el agua más que ellas. Moisés vio todo esto y dijo
a los pastores: “estas mujeres llegaron primero y necesitan el agua tanto como
ustedes. Si tienen algún problema con eso, pueden entenderse conmigo, pero
déjenlas a ellas en paz y esperen su turno".
Los pastores escucharon a Moisés, y este se quedó a ayudar a las hermanas a
alimentar a sus ovejas. Cuando las hermanas llegaron a casa, su padre les
preguntó: "¿Cómo hicieron para terminar tan temprano hoy?" Ellas contestaron: "un
egipcio nos rescató de unos pastores, y hasta sacó agua del pozo y la dio de beber
a todo el rebaño."
"Por favor, vayan e invítenlo a cenar con nosotros" dijo el padre. Cuando
encontraron a Moisés y después de hablar con él por un rato, se dieron cuenta de
que no tenía un lugar para quedarse. Terminó quedándose con ellos, y más
adelante se casó con una de las hermanas que se llamaba Séfora. Moisés se
convirtió en pastor, y cuidaba de muchos animales.
Al cabo de unos años el Faraón de Egipto murió, pero los hebreos aun eran esclavos
y oraban a Dios pidiendo su ayuda. Dios los escuchó y se sintió mal por ellos, Él
sabía lo que haría después... (Después de todo Dios había planeado todo).
La historia de Moisés el pastorAhora Moisés estaba cuidando de unas ovejas en el
campo y después de un rato llegó cerca de una montaña. Estaba hablándoles a
las ovejas, como siempre lo hacía cuando no había nadie más con quien hablar, y
entonces notó una zarza que estaba en llamas. Moisés se sentó y la observo por
un rato, porque había algo inusual en ella. La zarza estaba completamente en
llamas, pero estas no la quemaban, y no había humo sino solo fuego.
Moisés decidió acercarse a observar mejor. Mientras se acercaba, oyó una voz que
venia del interior de la zarza y decía "¡Moisés! ¡Moisés!" Entonces pensó que podía
ser Dios, ya que después de todo, nadie más podía hablar desde una zarza ardiente
que no se quemaba.
Moisés contestó: "aquí estoy." Y continuó acercándose a la zarza, pero cuando
estaba más cerca Dios le dijo: "no te acerques más, quítate las sandalias porque
estas en presencia de Dios. Soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios
de Isaac y el Dios de Jacob."
Estos eran hombres sobre los que Moisés ya había oído. Sabía que Dios había
hecho grandes cosas por ellos y Moisés creía en su Dios. Así que cuando Moisés
oyó que Dios decía estas palabras, sintió temor y cubrió su rostro con su túnica.
Pensó que si veía el rostro de Dios moriría porque Dios es tan brillante y poderoso.
Entonces Dios dijo a Moisés: "he visto el dolor por el que ha tenido que pasar mi
pueblo en Egipto. He oído sus plegarias y quiero salvarlos de la esclavitud. Quiero
llevarlos a otro lugar donde hay mucha tierra buena y abundante leche y miel. Así
que, Moisés, te envío a ti para que liberes a los israelitas del Faraón".
"Esteee…perdóname Dios, pero creo que estas hablándole a la persona
equivocada. Solo soy Moisés, una persona común y corriente, el Faraón no me
escuchará" dijo Moisés con incredulidad.
Y Dios dijo: "Yo estaré contigo y te ayudaré. Así que ve donde están los israelitas
y diles que te he enviado y que he oído sus plegarias, y que los enviaré a un lugar
mejor. No te preocupes, te escucharán, pero ten paciencia porque el Faraón no te
escuchará hasta que vea muchas señales y sea castigado, pero después de eso los
dejará ir."
Moisés aun no pensaba que era el hombre correcto para este trabajo. "Pero, Dios,
que pasa si los israelitas no me creen, que tal que digan: “creo que estás mintiendo,
Dios no habló contigo.'"
Entonces el Señor le dijo: "Deja caer tu vara a la tierra." Moisés hizo lo que le había
pedido y vio como su vara se convirtió en una serpiente. Moisés se retiró de un
salto, la serpiente casi reptó sobre su pie. Entonces el Señor dijo: "tómala por la
cola" A Moisés no es que le gustaran las serpientes, pero pronto la tomó por la cola
y vio como pasó de ser una serpiente blanda y repugnante a ser su vara lisa de
madera.
Dios continuó mostrando a Moisés señales que podía mostrarle a la gente para que
creyera. Moisés podría inclusive convertir el agua en sangre porque Dios lo haría
por él. Aun después de todas estas señales, Moisés no creía que pudiera hacerlo,
y Dios había comenzado a frustrarse por su falta de confianza. Moisés podría hacer
cualquier cosa con la ayuda de Dios.
Finalmente Dios dijo a Moisés: "enviaré a tu hermano Aarón, de hecho él ya va a tu
encuentro. Yo los ayudaré a ambos, y les daré las palabras para decir." Después
de eso, la zarza dejó de arder y Dios se marchó.
Así que Moisés volvió a ponerse las sandalias y se aseguró de tomar su vara de
Dios, y luego fue por su esposa e hijos para ir a liberar a los israelitas.
CONCLUSION

La desconfianza que él manifestó cuando fue llamado a la edad de ochenta años a


acometer una empresa que él había creído desesperada cuando tenía cuarenta, le
fue perdonada por Dios. Aunque naturalmente propenso a la ira y a la impaciencia,
se dominó a sí mismo hasta el grado de merecer que se le llamara el más manso
de los hombres (Nm. 12:3); y su fe, humildad e indulgencia, la sabiduría y el vigor
de su administración, su inquebrantable celo y fe en Dios, y su desinteresado
patriotismo, son cosas dignas de toda imitación (Ex. 32: 11-14; Nm. 11:29). No
colocó a sus hijos en puestos públicos donde ejercieran poder y recibieran
provecho. Muchos rasgos de su carácter y de su vida suministran interesantes
elementos que lo hacen uno de los tipos de Cristo en sus diversas facetas, de Cristo
como el libertador, el gobernante y el gala de su pueblo, rechazado por él, pero
amándolo siempre, intercediendo por él como mediador, rescatándolo, enseñándolo
y alimentádolo hasta llegar a la tierra prometida.
COMENTARIO

El relato bíblico habla de la deslealtad del pueblo hacia su Dios, que éste castigó
haciéndole vagar por el desierto durante cuarenta años, refiriéndose probablemente
al periodo de vida nómada al que se vieron obligados los hebreos en el sur de
Palestina, mientras iban penetrando progresivamente en el territorio ocupado
entonces por los cananeos y asentándose en pueblos sedentarios. Moisés, anciano
ya cuando salieron de Egipto, moriría sin haber visto la Tierra Prometida, cuya
conquista está representada en la Biblia por Josué.

Durante la travesía, Moisés dijo haber recibido varias revelaciones directamente de


Dios, con las que dio forma a la religión judía: una alianza entre el único Dios
(Yahvé) y el pueblo hebreo, que en adelante se mantendría fiel al monoteísmo
fundado por Abraham; y un conjunto de leyes que incluían el culto del «Arca de la
Alianza», la instauración del clero y diez mandamientos de orden moral y religioso.

También podría gustarte