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“AÑO DE LA UNIDAD, LA PAZ Y EL DESARROLLO”

UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA AMAZONIA PERUANA


Facultad de Ciencias Económicas y de Negocios

ECONOMÍA

TEMA:

EL DERECHO ECONOMICO Y EL SISTEMA JURIDICO. RELACIONES CON


OTRAS RAMAS DEL DERECHO. DERECHO CONSTITUCIONAL
ECONOMICO: ATECEDENTES.
DOCENTE : ECON. GOMES BARRERA, AMERICO.

CURSO : DERECHO ECONOMICO.

CICLO : SEPTIMO CICLO

NIVEL : CUARTO NIVEL

INTEGRANTES :
 CHAVEZ IMAINA, ROLANDO ERNESTO

 AHUANARI VALLES, ALEN RIQUELME

 CARTAGENA ASPAJO, MIGUEL FRANCISCO

 VASQUEZ GARCIA, CARLOS ALEJANDRO

 SALDAÑA TANCHIVA, GRETTEL NICOLE

IQUITOS – PERÚ
2023

1
ÍNDICE
INTRODUCCION...........................................................................................................................................3
I. CONCEPTOS FUNDAMENTALES DE DERECHO ECONÓMICO..................................................................4
CLASIFICACIÓN DOCTRINAL DEL DERECHO ECONÓMICO........................................................................5
A. DOCTRINAS GENÉRICAS.......................................................................................................................5
II. DOCTRINA DEL MÉTODO SOCIOLÓGICO-JURÍDICO..........................................................................7
III. DETERMINACIÓN UTÓPICA.............................................................................................................8
B. DOCTRINAS TÉCNICAS.........................................................................................................................8
I. DIFERENCIACIÓN POR EL OBJETO.....................................................................................................8
II. DETERMINACIÓN POR EL SUJETO DE LA NORMA..........................................................................10
SISTEMA JURIDICO.....................................................................................................................................12
DERECHO ECONOMICO, RELACIONES CON OTRAS RAMAS DEL DERECHO................................................13
DERECHO CONSTITUCIONAL ECONOMICO DEL PERU................................................................................14
ANTECEDENTES.........................................................................................................................................14
LA CONSTITUCIÓN ECONÓMICA............................................................................................................16
Características de la constitución económica peruana..........................................................................18
BIBLIOGRAFIA............................................................................................................................................20

2
INTRODUCCION

El derecho económico es una rama del derecho que se encarga de regular las relaciones jurídicas
que emergen de la actividad económica. Está estrechamente relacionado con el sistema jurídico
en su conjunto, ya que interactúa con otras ramas del derecho para establecer un marco legal que
fomente el desarrollo económico y proteja los derechos de los actores involucrados en la
actividad económica.

El sistema jurídico es el conjunto de normas, principios e instituciones que conforman el


ordenamiento jurídico de un país. Comprende diversas ramas del derecho, como el derecho civil,
penal, administrativo, laboral, entre otros. El derecho económico se integra en este sistema,
aportando las normas y principios que regulan las actividades económicas y comerciales.

El derecho económico se relaciona con otras ramas del derecho de diversas formas. Por ejemplo,
con el derecho civil, establece las normas que rigen los contratos y las obligaciones derivadas de
las transacciones económicas. Con el derecho administrativo, se vincula en la regulación de las
actividades de las empresas y los controles ejercidos por las autoridades competentes. También
se relaciona con el derecho laboral, en relación a los derechos y obligaciones de los trabajadores
y empleadores en el ámbito económico.

Además de estas relaciones con otras ramas del derecho, el derecho económico tiene una
estrecha conexión con el derecho constitucional económico. Este último se refiere a las normas y
principios económicos establecidos en la Constitución de un país. Estas disposiciones
constitucionales tienen antecedentes históricos que han influido en el desarrollo del derecho
constitucional económico.

Los antecedentes del derecho constitucional económico se remontan a las primeras


constituciones que establecieron principios económicos básicos, como la protección de la
propiedad privada y la libertad de comercio. Sin embargo, fue en el siglo XX cuando se
consolidó como una rama del derecho constitucional con mayor relevancia. En este período
surgieron constituciones que establecieron derechos económicos y sociales, como el derecho al
trabajo, a la seguridad social y a la vivienda digna.

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DERECHO ECONÓMICO

I. CONCEPTOS FUNDAMENTALES DE DERECHO ECONÓMICO


El derecho, como conjunto de normas coactivas que el Estado impone a la sociedad,
constituye un fenómeno histórico en constante evolución.

En su tarea reguladora, el Estado democrático recurre al derecho para:

a. reglamentar las relaciones económicas


b. definir la organización de la sociedad y del propio Estado
c. crear los mecanismos que resuelvan los conflictos y controversias de
intereses dentro de un contexto de paz social.

En dicho contexto es posible discernir las relaciones que se dan entre el sistema
económico y las instituciones jurídicas, en cualquier sociedad, donde opera una interacción
dialéctica entre el derecho y la economía.

Existen diferentes concepciones sobre el derecho económico. Autores como Moore


agrupan las diferentes doctrinas sobre su concepción en dos grandes partes: una denominada
determinación sociológica del concepto y otra designada determinación técnico-jurídica del
concepto, en donde se agrupan las concepciones más dispares.

La falta de unanimidad en la clasificación de las distintas corrientes se origina en la


dificultad de agruparlas de una manera más sistemática; y ello se debe a que una cantidad
considerable de autores no se preocupó por exponer de forma concatenada sus ideas.

Así, muchos textos, aun los contemporáneos, tratan de las más variadas cuestiones, que
van desde el método aplicable hasta la ideología política que ha de privar, pasando por una
enumeración de normas con contenido económico.

Pero lo que debe buscarse es el contenido, pues todas las normas que tengan un contenido
económico pertenecen al derecho económico, siempre que guarden unidad en tomo a la
regulación de la actividad económica. Esa unidad es la que da una connotación ius económica al
derecho.

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En efecto, la actividad económico-administrativa tampoco es una noción jurídica; no
obstante, no hay discusión en tomo a la unidad e independencia del derecho que la tiene por
objeto.

En este contexto, entendemos por actividad económica, los distintos comportamientos


realizados por los agentes económicos, en tres grandes vertientes o sectores:

a. Producción de bienes y mercancías


b. Prestación de servicios o intangibles
c. Consumidores

Sobre este concepto unitario actúa el Derecho, y específicamente, el derecho económico,


mismo que podemos conceptuar como: conjunto de normas jurídicas de diversas jerarquías que
regulan la actividad económica en las tres vertientes o sectores antes dichos.

CLASIFICACIÓN DOCTRINAL DEL DERECHO ECONÓMICO


En un esfuerzo de clasificación nos permitimos ordenar las doctrinas en genéricas y
técnicas. Dentro de las primeras situamos a aquellas que dan una concepción global y amplia, sin
llegar a precisar su autonomía e independencia como rama especializada; las segundas dan un
concepto concreto.

Doctrinas:

A. Genéricas
 Primitiva
 Del método sociológico-jurídico
 Determinación utópica
B. Técnicas
 Diferenciación por el objeto
 Determinación por el sujeto de la norma
 Determinación por el sentido

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A. DOCTRINAS GENÉRICAS
I. DOCTRINA PRIMITIVA

El representante más importante de esta escuela es, indudablemente, el jurista Wilhelm


Hedemann. Esta doctrina tiene su comienzo en el interregno entre las dos grandes guerras,
periodo donde la delimitación académica y la nueva técnica del derecho económico alcanzaron
su etapa de mayor aceptación. Era el ciclo de adolescencia del derecho y no era recomendable
esbozar los límites de esta disciplina ni señalar el continente del concepto. La etapa de la
legislación de emergencia hacía difícil detenerse a elucubrar la doctrina y el fundamento del
derecho económico.

La permanente discusión metodológica de codificar una rama o dejarla dispersa para su


mayor desarrollo se había trasladado a la preocupación de delimitar su concepto.

Para Hedemann, en su primera etapa hacia 1922, el derecho económico es una simple
manera de enfocar y apreciar los problemas jurídicos de la época; es el ordenamiento jurídico
fundado sobre consideraciones y motivaciones de naturaleza económica actual. Posteriormente,
hacia 1939, al publicar la segunda edición de su obra, expresa que éste viene a ser el derecho de
la economía política, con lo cual propone una nueva concepción que lo lleva, incluso, a ubicarse
en otra posición que estudiaremos en otra corriente.

La contribución más interesante de la doctrina primitiva es la explicación científica de


las normas que generó la emergencia de la guerra.

Por primera vez trató importantes figuras ius económicas, como regulación de precios,
asignación y permisos, y reconoció que la investigación y el análisis jurídico habían prestado
atención absorbente al aspecto formal de las normas, dejando a un lado la auscultación de la
realidad, de los factores materiales.

Hans Kelsen y su gran aporte doctrinario al análisis de la norma influyeron


decididamente en esta consideración. El derecho económico, en tanto, procuraba que el interés se
dirigiese al plano de la realidad nacional.

La comprensión del contexto histórico en el cual surgió esta corriente no explica la


moderada solidez del concepto y sí más bien lo singular de sus figuras ius económicas. La gran
contribución de la doctrina primitiva es el impulso que dio al derecho económico, así como el

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nuevo método de la investigación jurídica: el del examen de la realidad social en la formulación
de la ius economía. Éste es el aporte más destacado del pensamiento de Hedemann, sobre el cual
volveremos posteriormente, pues, como bien apunta García Máynez, "el problema que debe
preocupar al jurista no es el enteramente inútil de la definición del derecho, sino el que consiste
en saber cómo podemos distinguir, desde el punto de vista del contenido, un sistema jurídico
nacional (necesariamente individual) de otros conjuntos individuales de normas".

II. DOCTRINA DEL MÉTODO SOCIOLÓGICO-JURÍDICO


Los principales representantes de esta corriente son Rumpt, Kronstein, Westhoff, Geiler y
Nipperdey, quienes alcanzaron renombre como ius economistas durante el decenio de los años
veinte en Alemania, conjuntamente con el citado Hedemann.

Esta doctrina conceptúa el derecho económico como resultado de la aplicación de un


método a la vida económica o, lo que es lo mismo, el derecho económico como efecto de una
técnica de método.

Para estos tratadistas, esta rama jurídica "no es sino el resultado de la aplicación del
método sociológico-jurídico a los dominios del derecho que afectan la vida económica, o lo que
es igual, el derecho actual examinado a través de perspectivas económicas'. La especialidad no
tiene, para esta doctrina, un fundamento científico y por lo tanto su delimitación conceptual está
referida al resultado que se obtenga de la aplicación de un método: el sociológico-jurídico. En
consecuencia, esta doctrina, desarrollada en una época pueril bajo la influencia del pensamiento
de Hedemann, confunde la corriente del derecho como ciencia social con el nacimiento de una
nueva rama del derecho. Para ellos el concepto del derecho económico es más bien el derecho de
estilo, de corte económico, que una rama especializada.

De esta manera, consideran un derecho examinado a través de perspectivas económicas


más que un derecho especializado. Hay una confusión entre la ideología y el continente de una
rama de la ciencia. La delimitación conceptual no se puede dar como resultado de lo que un
método concluye. El método es un instrumento para una ciencia, en todo caso una de las formas
de investigación científica de una disciplina, pero de ninguna manera el contenido mismo de ella.
El concepto del derecho económico no se agota en un método de análisis. Tiene vivencia y, por
lo tanto, concepto independientemente de su método."

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El método sociológico-jurídico es una prueba de la existencia del derecho económico.
Allí están su virtud y su propio límite. La aplicación del método sociológico-jurídico demuestra
la existencia científica de esta rama; ésa es su virtud, pero al mismo tiempo evidencia su
condición de instrumento que no puede delimitarlo conceptualmente, pues igual puede aplicarse
a otras disciplinas especializadas. Ése es su límite.

III. DETERMINACIÓN UTÓPICA


Los seguidores de esta doctrina, a la que también se le conoce como determinación, por
la inherencia con la economía, son Sinzheimer y Klaussing. Autores como Moore Merino
señalan con el nombre propio de dichos juristas a la doctrina que nosotros nos permitimos
denominar

determinación utópica, y que Darío Munera Arango llama concepción mixta. Señala
Sinzheimer que la misión y destino del derecho económico es regular y normar las relaciones
producidas por una nueva economía. Para este autor, la economía ofrece una nueva forma de
vincular jurídicamente a las personas con el Estado."

Cuando quedó atrás el régimen de la libre concurrencia en la economía y surgieron


nuevas regulaciones económicas, se planteó la necesidad de un derecho especializado: el derecho
económico.

Tanto Sinzheimer como Klaussing asignan al derecho económico la misión de encontrar


para el sistema de la economía actual un normalizador que supere la estructura de la espontánea
regulación del sistema de libre mercado. Con más detalle, el primero piensa en el futuro en un
sistema común o colectivo de la economía como tipo ideal, de allí que afirmemos su carácter
utópico. Considera que las personas son funcionarios que ejecutan una voluntad común que está
sobre ellas y en la cual no actúan solamente para sí, sino para un todo.

B. DOCTRINAS TÉCNICAS
I. DIFERENCIACIÓN POR EL OBJETO
Juan B. Siburu, profesor argentino a quien podemos considerar como uno de los
primeros ius economistas de Latinoamérica, esbozó hacia 1933 el concepto del derecho
económico; por lo tanto, se le considera como el representante de esta doctrina.

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Esta teoría, como las que posteriormente iremos detallando –sin que exista orden de
subordinación o de prelación-, presenta al derecho económico como una auténtica rama
especializada.

Siburu indica que existen hechos sociales normados por el derecho que tienen un
contenido económico. Esta característica requiere una legislación especializada que responda a la
realidad objetiva de las cosas y no una legislación que sólo atienda a su aspecto jurídico,
olvidando el aspecto económico, como acontece con la legislación común.

Dentro de esta corriente también debe mencionarse a Miguel Herrera, quien conceptúa el
derecho económico como "el conjunto de conductas jurídicas que establecen relaciones entre lo
comercial y lo fiscal estadual".

Concebido así, el derecho económico tiene tantas divisiones como las hay en el clásico
proceso económico; es decir, un derecho económico de la producción, otro de la distribución, de
la circulación y otro del consumo. Igual concepción mantiene Guillermo Cabanellas en su
diccionario cuando afirma que el derecho económico regula "las relaciones jurídicas originadas
por la producción, circulación, distribución y consumo de la riqueza" 9 Cada una de estas etapas
del proceso económico, que a su vez vendrían a ser divisiones de este derecho, se sirve de otras
ramas, como el derecho de trabajo e industrial, en la producción; el derecho tributario, en la
distribución; el derecho mercantil, en la circulación; y las ramas más variadas en el consumo, lo
que significa la presencia de una gama de otras disciplinas en la elaboración del derecho
económico, no ya como ramas conexas sino sustanciales. Además, la clásica división del proceso
económico adoptada de J. B. Say es actualmente incompleta, pues el pensamiento moderno
incluye a la inversión como una etapa más.

Autores como Olivera y Moore critican a Siburu -aun cuando es indudable su aporte a la
claridad de la ius economía- porque "... si bien ofrece la ventaja de la nitidez con que se
determina su individualidad en el sistema jurídico, no es menos cierto que adolece del
inconveniente de asociar y reunir en una misma especialidad, material jurídico extremadamente
heterogéneo...".

En Alemania encontramos a los representantes más sólidos de esta doctrina, como


Krause, quien lo define como el "conjunto de preceptos en los cuales encuentra su expresión

9
jurídica la vinculación de la economía a la comunidad nacional". Junto a él, Gieseke, Köttgen y
Merkel lo conciben como el derecho de la dirección de la economía. Asienten que la orientación
de la economía se proyecta sobre las más importantes esferas y, concretamente, sobre la
economía de la alimentación, vestido, construcción, hierro, metales, materias primas, energía,
tráfico, dinero, etc. Dentro de estas esferas, la dirección económica --de acuerdo con los puntos
de vista de la economía total- debe encauzar la entera aportación económica de los grupos
profesionales que actúan separadamente. Se forma así un derecho de la autoadministración
económica.

El pensamiento de Merkel se puede resumir sobre lo que ha de ser objeto del nuevo
derecho, primordialmente la dirección de la economía, proyectada sobre las más importantes
esferas de la actividad creadora y distribuidora de riquezas, pues esta dirección se ha de hacer
desde el punto de vista de la economía entera. Pero sometidas a esa dirección y actuando en
consideración a los intereses de toda la economía, las diferentes actividades económicas han de
disfrutar del poder de dirigirse a sí mismas. Un planteamiento interesante es el del autor
brasileño De Queiroz Nogueira, quien considera al derecho económico como "la rama del
derecho cuyas normas y principios tienen por objeto la organización, disciplina y control de las
actividades económicas del Estado y de emprendimientos privados en lo tocante a la producción,
a la circulación y al consumo de las riquezas tanto en el ámbito interno como en el ámbito
internacional".

II. DETERMINACIÓN POR EL SUJETO DE LA NORMA


Esta corriente define al derecho económico según el sujeto principal de su relación
jurídica, y considera al efecto la empresa en todas sus dimensiones.

Así, afirma que el sujeto de las regulaciones jurídicas en cualquier economía es la unidad
productiva. Quienes sostienen este planteamiento son los alemanes Kaskel y Lehmann, el francés
F. de Kiraly, siendo Hug el más representativo de ellos.

Con el mismo propósito de adaptar el derecho económico a una economía que supere los
principios del liberalismo, pero en su aspecto específico de la libre empresa, surge el
planteamiento de Lorenzo Mossa, el maestro de la Universidad de Pisa, quien marca el hito final
de los ius economistas del decenio de 1920 (escribe su obra hacia 1930), pues conceptúa el
derecho económico como el derecho de la economía organizada, pero limitado a regular y

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controlar la vida de las empresas, sus uniones y conglomerados, dirigidas a alcanzar el dominio
del mercado.'

Mossa concibe el derecho económico tal como lo hacen Sinzheimer y Klaussing, en


tanto derecho subordinado a la economía, pues en un principio el derecho regulaba las
situaciones que originaba el liberalismo; ahora, como fruto de los cambios, el derecho
económico alcanza su propio contenido --cuando no hasta su propia existencia- en tanto sea un
eficaz regulador de una economía.

El suizo Hug coloca a la empresa en el centro del mundo jurídico, "considera como
derecho económico todas las normas de derecho público y privado que disciplinan (rectius,
disciplina) la existencia y la actividad de las empresas económicas.". Centra la delimitación
conceptual del derecho en la empresa. El sujeto de esta disciplina está dado por la empresa y las
relaciones que se suscitan en ella, tanto en su proceso de gestión como en los actos jurídicos por
los que se manifiesta el ejercicio de ese ente frente a terceros. Vale decir que el derecho
económico legisla y se orienta al universo de la empresa en tanto persona jurídica, en la acepción
del derecho, y en cuanta acumuladora de capital y control, en su sentido económico. Kiraly
considera que la empresa debe constituir el punto de partida de esta rama.

Moore y Olivera critican a Hug; el último afirma que "[...] es preciso advertir que el
sujeto del derecho económico no se agota en la empresa exclusivamente, sino también abarca
regulaciones de otras actividades económicas de servicios, por ejemplo".

Kaskel imagina esta rama como el derecho de la gestión y dirección de la empresa


industrial y lo identifica sustancialmente como bien señala Munera Arango- con el derecho
mercantil. De esa manera lo insinúa como un derecho del empresario frente al derecho del
trabajador que vendría a ser. un derecho de clase, propiciando una configuración clasista de
ambos ordenamientos.

Kiraly adopta una concepción más amplia. A nuestro modo de ver, dice, para dar una
definición del derecho económico es preciso reunir los elementos de la teoría objetiva y de la que
sólo ve un método en él. Combinándolos e inspirándolos en las instituciones de la economía,
comprenderemos por derecho económico la recapitulación verificada metódicamente bajo la

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influencia del espíritu económico contemporáneo de las reglas ius económicas que reglamentan
la producción y el funcionamiento de las empresas.

Se puede incluir dentro de esta corriente a Joaquín Garrigues, pues esta rama, según él,
impondrá sus normas en un doble sector: el de la organización de los productores, empresarios,
técnicos y obreros fuera de sus respectivas empresas, y el de la organización de los elementos de
la producción en la empresa misma.

Esta concepción da carácter ius económico a dispositivos laborales y mercantiles. La


determinación por el sujeto es una teoría válida parcialmente, pues se refiere a un sujeto
importante de la economía, pero sólo a él.

Wurdinger, criticando estas doctrinas, se pronuncia por el mantenimiento de la


separación entre derecho mercantil y económico, y afirma que el derecho económico debe
responder a la cuestión de si puede actuar el empresario y en qué medida, mientras que el
derecho mercantil debe ofrecer las formas jurídicas para la realización de esta actividad.

SISTEMA JURIDICO
se entiende el conjunto de normas jurídicas, actitudes e ideologías vigentes en un país
sobre el Derecho, su función en la sociedad y la manera en que se crea o debería crearse,
aplicarse, comprenderse, perfeccionarse, enseñarse y estudiarse. De esa manera, el sistema
jurídico reúne las estructuras y las modalidades de funcionamiento de los órganos, instituciones y
componentes sociales encargados de la aplicación e interpretación de las reglas de Derecho, así
como de aquellos que las crean o influyen en su creación, interpretación y modificación.

El sistema jurídico supone el conjunto de normas jurídicas objetivas que están en vigor en
determinado lugar y época, integrando las diversas fuentes jurídicas, como las leyes, las
costumbres, la jurisprudencia de los tribunales y la doctrina, que rigen en los diversos países del
mundo, y los mecanismos de creación, modificación, interpretación y aplicación. Cada país tiene
su propio sistema jurídico y su peculiar manera de considerar el Derecho, sus fuentes y los
componentes significativos en su creación, interpretación y aplicación.

Se pueden clasificar los sistemas jurídicos en las siguientes grandes familias:

 La familia del Derecho Continental o neorromanista (en inglés, Civil Law)

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 La familia del Derecho anglosajón (en inglés, Common Law)
 La familia del Derecho socialista
 Los sistemas de Derecho religioso
 La familia jurídica mixta
 La familia nórdica
 La familia islámica

Si bien el sistema jurídico de cada país puede ser clasificado en alguna de las anteriores
familias, puede presentar variaciones dentro de ellas o bien integrar instituciones o elementos de
otros sistemas; existen pues numerosos países que tienen un sistema jurídico mixto.

DERECHO ECONOMICO, RELACIONES CON OTRAS RAMAS DEL DERECHO

Efectuada una revisión general de las técnicas legislativas utilizadas por el derecho
económico, corresponde ahora abocarnos al análisis de la relación existente con otras ramas del
derecho.
a) El derecho económico y el derecho comercial. La primera relación que estudiaremos es
aquella que conecta al derecho económico con el denominado derecho comercial. Al
respecto, cabe considerar que dicha relación se aprecia precisamente a nivel de alcances
conceptuales de ambas disciplinas, y no, por tanto, en todo aquello que dice relación con
las materias que puedan ser consideradas como parte de una u otra especialidad.
De hecho, a nivel de contenido, lo que para una realidad legislativa puede ser considerado
como parte del derecho comercial, para otros en cambio, perfectamente podría ser
considerado como parte del derecho económico.
Luego, de lo que se trata es si el derecho económico en tanto rama de la ciencia jurídica,
es o no diferente y por tanto autónoma, de lo que podamos entender como derecho
comercial.
b) El derecho económico y el derecho administrativo. En segundo término, encontramos la
relación existente entre el derecho económico y el derecho público, y más
específicamente, entre el derecho económico y el denominado derecho administrativo.
Sin perjuicio del análisis que haremos más adelante en torno al origen público de la
cátedra de derecho económico en tanto sucesor natural de la otrora asignatura

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denominada “política económica” por ahora, nos limitaremos a señalar y reconocer la
necesaria independencia que entendemos presenta el derecho económico respecto del
denominado derecho administrativo.

c) El derecho penal económico. Finalmente, quisiéramos efectuar una breve reflexión


acerca de la relación existente entre la ciencia penal y el aspecto económico, o, en otras palabras,
acerca del denominado derecho penal económico.

Sobre este asunto, traemos a colación la opinión de Tiedemann, para quien el derecho
penal económico no sería otra cosa que la arista económica de la ciencia jurídica penal, o en
palabras del propio autor: “De lo dicho se extrae, para resumir, en primer término, un concepto
limitado de derecho económico y de derecho penal económico. Tal concepto abarca aquellas
partes del derecho Penal que tutelan primordialmente el bien constituido por el orden económico
estatal en su conjunto, y, en consecuencia, el flujo de la economía en su organicidad, en una
palabra, la economía nacional.

En tanto este organismo económico se halla, como valor supraindividual,


preponderantemente institucionalizado y ordenado, dirigido y vigilado por vía de las medidas
administrativas con lo cual se verifica la política económica, la materia alcanzada por la
definición es el derecho penal económico administrativo”.

DERECHO CONSTITUCIONAL ECONOMICO DEL PERU

ANTECEDENTES

El presente artículo tiene como finalidad brindar algunos alcances sobre cómo se
encuentra regulado el Régimen Económico en nuestra Magna Lex, ya que como sabemos en
nuestra historia constitucional la regulación de aspectos económicos en una constitución no ha
sido una práctica que haya existido siempre, muy por el contrario, una parte económica se
incluye en una constitución recién en el siglo XX, sumándose a aquellas dos partes tradicionales
de componen la misma, que vienen a ser la parte dogmática referida a los derechos y deberes de
la persona o del ciudadano, y, una parte orgánica, es decir, aquella dedicada a tratar lo

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relacionado a la organización del Estado y las diferentes funciones que cumplen todos y cada uno
de sus organismos que lo componen.

Toda Constitución debe de contar con tres partes: preámbulo, parte dogmática y parte
orgánica. El preámbulo suele tener un conjunto de enunciados solemnes de introducción que
señalan quien hace la Constitución, cuáles son sus fines, cuál es la tendencia y el espíritu del
texto constitucional; no tiene carácter normativo vinculante, pero tiene el carácter inspirador de
una declaración de principios y valores que sirve de guía para la interpretación y la elaboración
de normas. La parte dogmática contiene los derechos fundamentales de las personas y precede a
la parte orgánica como mensaje de su supremacía sobre la sociedad y el Estado. La parte
orgánica contiene las normas que determinan la forma de Estado y de gobierno, su organización,
funciones, competencias, responsabilidades y demás aspectos. Esta división no es estricta, pues
en la parte dogmática podemos encontrar algunos dispositivos de carácter orgánico y en la parte
orgánica podemos encontrar algunas disposiciones de carácter dogmático. Si nos enfocamos en
la Parte Orgánica existen un conjunto de dispositivos que se distinguen de los demás por estar
relacionados a la actividad económica del país. Así tenemos, aquellos que limitan la actividad
económica del Estado; le imponen obligaciones y responsabilidades en materia económica;
regulan su actividad recaudadora y distributiva de los recursos públicos; así como establecen
derechos y libertades económicas en favor de los particulares. Estos conjuntos de dispositivos
constitucionales han sido agrupados en lo que se denomina la “Constitución Económica”; no se
trata de una Constitución distinta a la que conocemos, sino un aspecto de ella, que se diferencia
por su especialidad, importancia y organicidad. A decir de nuestro máximo intérprete de la
Constitución, el mismo que viene a ser el Tribunal Constitucional del Perú2 también ha ensayado
definiciones; por una lado dice que son “normas orientadas a establecer las pautas básicas sobre
las que se fundan el régimen económico de una sociedad”; por otro lado, que son “disposiciones
que suponen el establecimiento de un plexo normativo que tiene como finalidad configurar el
ámbito jurídico en el cual se desarrollarán la actividad económica de nuestro país, y cuyo
propósito es que la actuación del Estado y los ciudadanos sea coherente con la naturaleza y los
fines del Estado social y democrático de Derecho”.

En la historia de las trece constituciones que ha tenido el Perú, ninguna hasta la


Constitución de 1979 tuvo un capítulo específico sobre el régimen económico. Como casi la

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totalidad de constituciones latinoamericanas contemporáneas, las normas en materia económica
estuvieron reguladas en las secciones sobre derechos de las personas o de las garantías
constitucionales.

La Constitución de 1979 por primera vez incluyo un capítulo específico sobre el régimen
económico, el mismo que se ha mantenido en la Magna Lex de 1993.

ALCANCES SOBRE ¿QUÉ ES EL DERECHO CONSTITUCIONAL


ECONOMICO?

El derecho de la economía desde una perspectiva sustantiva, confluye las normas e


instrumentos jurídicos a través de los cuales el Estado dirige la actividad económica,
fundamentalmente la Constitución económica.

La Constitución entre otros posibles significados, es la norma suprema que, inspirada en


valores superiores, determina la ordenación jurídica de la sociedad. Y dado el alcance y
trascendencia que tiene la economía en la vida social, es fundamental que la Constitución recoja
los principios jurídicos más importantes a los que debe someterse la ordenación de esa realidad
más aún, cuando, en momentos como los actuales, el Estado asume roles que tienen gran
incidencia en su quehacer y configuración. En ese orden de ideas, compartimos el criterio de que
la participación y las prerrogativas del Estado en la vida económica constituyen en nuestros días
uno de los problemas centrales del constitucionalismo.

LA CONSTITUCIÓN ECONÓMICA
Los orígenes

El constitucionalismo económico tiene como sustento político al Estado social de


derecho63. En efecto, es en el siglo XX, con el paso del Estado liberal de derecho al Estado
social de derecho, que comienza propiamente el derecho constitucional económico. En las
primeras décadas del siglo XX se da inicio a una más amplia intervención económica del Estado,
sea en la determinación de las condiciones de seguridad y de salud en los centros de trabajo, en
la protección del medio ambiente y el uso del suelo, etc., hasta llegar a la regulación
administrativa de actividades cuya prestación es esencial para atender las necesidades vitales de
la comunidad mediante la concesión de servicios públicos. Así, pues, es preciso recordar que en

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su origen histórico el concepto de «constitución económica» (Wirtschafstverfassung) y del
llamado derecho constitucional económico estuvieron directamente conectados por el fenómeno
de la socialización, cuyo instrumento principal es la intervención del Estado en la economía
(Lojendio, 1977, p. 85).

Lo cierto es que la Constitución económica, en lo que constituye la herencia del Estado


liberal de derecho, se concreta en los derechos y libertades constitucionales de contenido
económico, como la garantía de la propiedad y de la libre iniciativa, y en los elementos propios
de una economía de mercado. La otra idea fuerza está contenida por la evolución del Estado
constitucional a lo largo del siglo XX, que se concreta en los valores de igualdad y solidaridad
como una nueva y enriquecida comprensión de la libertad, incorporados al orden constitucional a
través de la fórmula del Estado social de derecho. Como es de prever, estas ideas fuerza, que se
relacionan entre sí, también entran periódicamente en conflicto prevaleciendo una sobre la otra,
pues ambas tienen el mismo rango (Arroyo Jiménez, 2004, p. 25).

Definiciones

Según afirma García Echevarría (1978), en torno al contenido de la constitución


económica existen varios planteamientos, más aún cuando varios autores le han dado diversas
acepciones y contenidos debido a la interdependencia entre lo económico y lo jurídico. Afirma
que puede señalarse la existencia de dos grandes áreas: la primera que afecta a la determinación
de las decisiones fundamentales que afectan la vida económica y social, esto es, las libertades
básicas de elección y de actividad, las garantías de propiedad y el régimen de competencia, lo
que se ha venido en denominar «orden económico». La segunda área afecta lo que puede
definirse como Baldo Kresalja y César Ochoa 189 «administración de la economía», que recoge
las instituciones y normas jurídicas que regulan legalmente las consecuencias del orden
económico. «La primera de las áreas define un marco de ordenación de la vida económica como
sistema político-económico; la segunda traduce y da flexibilidad para ajustar a la realidad legal la
norma constitucional. De esta manera se puede conseguir la exigencia constitucional de facilitar
la norma con carácter más permanente y la exigencia de la realidad de poder ajustar y adaptar la
dinámica socioeconómica regulando los procesos reales del marco constitucional» (p. 16).

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La importancia de la constitución económica se manifiesta entonces cuando pensamos
que la Constitución, en cuanto norma jurídica, es la garantía de los derechos de los ciudadanos y,
consecuentemente, el límite de la actuación de los poderes públicos. Una de las típicas
manifestaciones de la intervención del Estado en la economía es la regulación del inicio de las
actividades económicas privadas; por esta razón el tema de la regulación del acceso al mercado
es uno de los puntos de partida para el estudio y aplicación de la llamada Constitución
económica. Por tanto, los agentes económicos y la sociedad civil organizada recurrirán a la
Norma Suprema y a sus valores y principios para la defensa de sus intereses particulares y
colectivos, respectivamente, y el respeto a los derechos económicos, sociales y culturales.

Características de la constitución económica peruana


Los principios que rigen la constitución económica del Perú tienen que partir, a su vez, de
los principios constitucionales considerados en su integridad, pero con especial atención a los de
mayor incidencia en el ámbito económico, bajo el supuesto de que lo que se persigue es el
crecimiento y desarrollo económico; la estabilidad de las finanzas públicas; la mejora de la
competitividad y el fomento de la capacidad innovadora, la protección y fomento del empleo y,
en general, el logro de un nivel de vida de calidad para toda la población, buscando lograr el
pleno empleo y disminuir la informalidad.

Entre los principios que se encuentran establecidos en la Constitución peruana podemos


incluir, en primer término, el principio de la unidad de mercado, que supone la libertad de
circulación de bienes, capitales y mano de obra en condiciones iguales, salvo contadas
excepciones, en todo el territorio de la república. Otro principio fundamental es la determinación
del rol del Estado, que busca estimular la creación de riqueza y garantizar la libertad de trabajo y
empresa, brindando oportunidades de superación a los sectores que sufren mayor desigualdad. A
ello se suma su papel como orientador del desarrollo del país, lo que puede obligarlo a actuar de
variadas formas, en determinadas áreas esenciales como la salud, la educación y la seguridad.
Además de ello, el reconocimiento a la iniciativa privada y el respeto y garantía a una economía
social de mercado que reconoce un conjunto de libertades y derechos de los agentes económicos,
así como su protección, pero a la vez su subordinación a los intereses generales del país. Otro
principio es el de la protección de los consumidores y usuarios, que significa garantizar la

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confianza y seguridad en la adquisición de productos y en la prestación de servicios, asumiendo
los poderes públicos las potestades de supervisión, inspección y sanción a las empresas
involucradas. La protección del medio ambiente y los recursos naturales, así como la
conservación de la diversidad biológica, constituyen una columna vertebral de la ordenación
económica en la que participan los poderes públicos. También, por cierto, el reconocimiento a
nuestro pluralismo económico, la coexistencia de diversas formas jurídicas de empresa, la
subsidiaridad de la actividad empresarial pública y la promoción y vigilancia de la competencia,
evitando el abuso de las posiciones dominantes. Finalmente, otro principio fundamental es el de
brindar seguridad jurídica, es decir, que la normativa aplicable a las actividades económicas
tenga la necesaria estabilidad en el tiempo para crear confianza y certidumbre a los agentes
económicos.

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BIBLIOGRAFIA
 https://es.wikipedia.org/wiki/Sistema_jurídico
 https://scielo.conicyt.cl/pdf/rdpucv/n44/a12.pdf
 https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/15/7166/14.pdf

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