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HISTORIA:
CUATRO PROCESOS:
Selección natural[editar]
Artículo principal: Selección natural
Deriva genética[editar]
Artículo principal: Deriva genética
Mutación[editar]
Drosophila melanogaster
Artículo principal: Mutación
Flujo genético[editar]
Artículo principal: Flujo genético
VARIABILIDAD:
Cabe destacar, que la pérdida de variabilidad genética en las poblaciones trae consigo dos
graves problemas[cita requerida]:
COMPLICACIONES:
Epistasia[editar]
Artículo principal: Epistasia
Ligamiento[editar]
Artículo principal: Ligamiento
Sociobiología
La deriva genética
En cada generación se produce un sorteo de genes
durante la transmisión de gametos de los padres a los hijos
que se conoce como deriva genética. La mayoría de los
organismos son diploides, es decir, tienen dos ejemplares
de cada gen. Los gametos de estos organismos portan solo
uno de las dos ejemplares (alelos) de cada gen. El que un
gameto lleve un alelo u otro es una cuestión de azar,
análoga a obtener una cara al tirar una moneda, por lo que
la formación de gametos y su consiguiente unión para
formar los huevos de la siguiente generación solo puede
describirse como un proceso probabilístico. Por ejemplo, en
una población de una especie diploide de 50 individuos,
para un gen con dos alelos, A y a, que estén en la misma
frecuencia habrá 50 copias del alelo A y 50 del alelo a.
Cuando estos individuos formen la siguiente generación, es
tan improbable que la nueva generación tenga los mismos
50 alelos A y 50 a, como tirar una moneda 100 veces y
obtener exactamente 50 caras y 50 cruces. Según este
razonamiento, cada generación esperamos una fluctuación
al azar de las frecuencias alélicas en las poblaciones. Si en
algún momento durante esta conducta fluctuante un tipo
de los alelos no llega a transmitirse a la siguiente
generación, entonces este alelo se habrá perdido para
siempre. Como proceso de muestreo que es, las
fluctuaciones debidas a deriva genética serán mayores en
poblaciones pequeñas que en grandes. El resultado de la
deriva suele ser la pérdida de variabilidad genética, siendo
un proceso que contrarresta la entrada de variabilidad
genética por mutaciones.
La migración
La selección natural
La selección en acción
El astrónomo F. Hoyle afirma que es tan improbable que la
selección natural cree una molécula de hemoglobina como que un
huracán que pase por una chatarrería cree un Boeing 747
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Frecuencias alélicas
Además de las frecuencias genotípicas y fenotípicas de una población,
es importante determinar la frecuencia alélica o génica. Esta es
la proporción de un alelo específico dentro de una población. Las
frecuencias alélicas pueden calcularse a partir de las frecuencias
genotípicas.
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Mutación
Las mutaciones son la base de la variación genética, ya que es el
único mecanismo mediante el cual se producen nuevos alelos. Para
que una mutación sea heredable, debe producirse en una célula
reproductora o gameto (esperma u óvulo).
Aunque las mutaciones son importantes para crear variación genética,
no se producen con la suficiente regularidad como para afectar a la
frecuencia alélica. Sin embargo, el efecto puede ser significativo
cuando la selección natural u otros mecanismos evolutivos actúan
sobre estas mutaciones.
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Selección natural
Los individuos que cuentan con genotipos —y sus fenotipos
correspondientes— con mayores probabilidades de supervivencia y
reproducción para un entorno específico aportarán más descendencia a
la siguiente generación, producto de la selección natural. La selección
natural provoca un cambio en la frecuencia alélica que es adaptativo;
es decir, aumenta las probabilidades de supervivencia y reproducción
de la siguiente generación.
Apareamiento no aleatorio
En las poblaciones silvestres, los individuos suelen elegir a otro
individuo para reproducirse en función del fenotipo; así eligen
indirectamente el genotipo correspondiente. Por ejemplo, las hembras
de algunas especies de aves pueden preferir aparearse con machos de
coloración más conspicua o, en otras palabras, más notable y
llamativa.
Ley de Hardy-Weinberg
Cuando las frecuencias alélicas y genotípicas no cambian a lo largo de
las generaciones, significa que una población no está evolucionando.
A esto se le llama una población estable que está en equilibrio
genético, o equilibrio de Hardy Weinberg, lo cual significa que
ninguno de los mecanismos evolutivos mencionados previamente está
afectando la población.
Las siguientes condiciones deben cumplirse en una población para
satisfacer el principio de Hardy-Weinberg:
AA = p2
Aa = 2pq
aa = q2
Donde se cumple: AA + Aa + aa = 1
O, lo que es igual:
p2 + 2pq + q2 = 1
frecuencia frecuencia frecuencia suma de todos
de AA de Aa de aa los individuos
El principio nos proporciona una ecuación matemática (p2 + 2pq +
q2 = 1 ), que establece la relación entre las frecuencias alélicas y
genotípicas en una población que no evoluciona. Por lo tanto, nos
permite calcular las frecuencias alélicas, a partir de las frecuencias
genotípicas, y viceversa.
doi: http://dx.doi.org/10.7705/biomedica.v34i2.1540
doi: http://dx.doi.org/10.7705/biomedica.v34i2.1540
La genética es una rama de las ciencias biológicas que en los últimos
años ha tenido un avance rápido, continuo y contundente en
diferentes ámbitos relacionados con la biología molecular, la
proteómica y la genómica (1,2). Su aportación es fundamental en la
educación médica y tiene aplicaciones importantes en la medicina
clínica, la salud pública y la investigación aplicada (2). El
reconocimiento de la importancia de la genética ha generado un
verdadero problema para ubicarla en los currículos de la carrera de
medicina, un problema que solo se ha resuelto de forma parcial en la
mayoría de las facultades, aun cuando desde 1962 se ha puesto de
manifiesto la necesidad de desarrollar cursos especializados que den
cuenta de los avances en la materia (3).
Variación
El hecho de que dos individuos sean diferentes implica que cada uno
puede tener herramientas distintas para afrontar el mismo problema
adaptativo, y es por ello que la variabilidad genética representa el
potencial evolutivo de las especies (5). Lo más importante es saber
de dónde viene esa variación y cuáles son los factores que podrían
aumentar o disminuir tales diferencias.
Toda esta información solo nos dice si las poblaciones y los individuos
son distintos genéticamente, pero no esclarece las causas de dichas
diferencias. Para ello necesitamos entender varios factores y
procesos, entre ellos los biológicos, los sociales y los económicos.
Causas y consecuencias
Las causas de estas diferencias tienen que ver con fuerzas evolutivas,
como la selección natural, la endogamia, las mutaciones, la deriva
genética y el flujo génico (8), así como con cuestiones meramente
sociales, como la preferencia sexual, el racismo, el aislamiento
geográfico y la migración histórica (11,12). Como resultado de estos
procesos , hoy se encuentran diferencias importantes en la frecuencia
de ciertos alelos en las poblaciones humanas (cuadro 1).
La mayoría de estas diferencias se debe a procesos de migración y
aislamiento (13) o a la eliminación de la variación por el efecto
fundador (14) y a los llamados ‘cuellos de botella´ (17), situaciones
que pueden fluctuar a lo largo de la historia de las poblaciones,
aunque no acarrean ningún peligro para los portadores o sus familias.
Es en el contexto de ciertas enfermedades genéticas que las
diferencias cobran importancia. Algunos grupos raciales tienen una
mayor propensión a padecer trastornos hereditarios que deben
tenerse en cuenta en el momento de hacer la historia clínica (cuadro
2).
Se podría pensar que el uso de esta teoría es inocuo, dado que nunca
se cumple, pero estos supuestos deben abordarse desde una visión
popperiana, en la que su negación nos confirma la existencia de
fuerzas evolutivas y nos ayuda a definir cuáles son las más
importantes cuando actúan en conjunto.
Para que una mutación pueda fijarse en una población, debe mejorar
las expectativas de super-vivencia o reproducción del portador y debe
poder transferirse a su descendencia, lo que raramente sucede. La
mayoría de las mutaciones ocurren con una frecuencia muy baja,
aproximadamente entre 0,97 y 1,8 x 10 -8 nucleótidos por
generación, ya que existen regiones en el genoma que tienen tasas
de mutación más elevadas que otras (32,33).
Como dato curioso vale la pena anotar que en pocos casos existe la
tendencia a escoger una pareja lo más alejada posible del fenotipo
parental; algunos autores creen que esta sería una tendencia
evolutiva inconsciente para aumentar la variabilidad genética
relacionada con la presencia de diferentes quimiotipos del complejo
mayor de histocompatibilidad humana (43). Esto constituye otro
ejemplo de emparejamiento dirigido pero a la inversa, lo que se
podría llamar exogamia preferencial (44).
Se puede afirmar, entonces, que los pocos indivi duos que dieron
origen a la población de Finlandia tenían, por azar, algunos defectos
genéticos que se fijaron en la comunidad porque había una mayor
probabilidad de encontrar individuos portadores.
Conclusiones