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La planta del tabaco pertenece al género Nicotiana, familia botánica de las Solanáceas. Esta planta tiene grandes hojas y hermosas flores, además de una gran altura, igual o mayor que la de una persona adulta.
Esta planta es la única que sintetiza y luego conserva en sus hojas secas un potente alcaloide que recibe el nombre de nicotina y que da el nombre a su género vegetal
La planta del tabaco pertenece al género Nicotiana, familia botánica de las Solanáceas. Esta planta tiene grandes hojas y hermosas flores, además de una gran altura, igual o mayor que la de una persona adulta.
Esta planta es la única que sintetiza y luego conserva en sus hojas secas un potente alcaloide que recibe el nombre de nicotina y que da el nombre a su género vegetal
La planta del tabaco pertenece al género Nicotiana, familia botánica de las Solanáceas. Esta planta tiene grandes hojas y hermosas flores, además de una gran altura, igual o mayor que la de una persona adulta.
Esta planta es la única que sintetiza y luego conserva en sus hojas secas un potente alcaloide que recibe el nombre de nicotina y que da el nombre a su género vegetal
La planta del tabaco pertenece al género Nicotiana, familia botánica
de las Solanáceas. Esta planta tiene grandes hojas y hermosas flores, además de una gran altura, igual o mayor que la de una persona adulta. Esta planta es la única que sintetiza y luego conserva en sus hojas secas un potente alcaloide que recibe el nombre de nicotina y que da el nombre a su género vegetal. Existe una gran diversidad de variedades del género Nicotiana (más de 60). Las dos más importantes son la Nicotiana Tabacum, de la que se extrae el tabaco comercial y la Nicotiana Rústica, que no se utiliza tanto por su sabor menos agradable. Durante años, las hojas de esta planta se consumían aspirada en polvo muy fino (rapé), o se mascaban (tabaco de mascar). También se pueden fumar en forma de puros: cigarro formado en su integridad por tabaco, tanto en su contenido como en su envoltura, en forma de cigarrillos: con el contenido de tabaco, pero el envoltorio de papel o en las pipas de fumar. Pero no solamente el tabaco se utiliza para fumar, con sus hojas pueden hacerse cuadernos, hojas, libros, agendas, etc... Es similar al papel y el perjuicio sobre el medio ambiente es menor. Los componentes del humo del Tabaco: 1. Los Alquitranes: Son las sustancias responsables de la aparición de los diferentes tipos de cánceres atribuibles al tabaquismo; se clasifican en tres categorías diferentes según su papel en el desarrollo de éstos cánceres: Iniciadores: sustancias cancerígenas que, por sí mismas, tienen capacidad para generar células tumorales; entre ellos el alfa benzopireno Promotores: sustancias que actúan estimulando la acción de las células tumorales; Cocarcinógenos: sustancias que son incapaces por sí mismas de desarrollar una acción cancerígena, pero favorecen el desarrollo de las células tumorales producidas por los iniciadores.
2. Monóxido de carbono (CO):
Se trata de un gas incoloro, muy tóxico, que se desprende de la combustión del tabaco y del papel que envuelven al cigarrillo. El CO penetra en la sangre a través de los alvéolos pulmonares, y se une a la hemoglobina desplazando al oxígeno, con lo que la oxigenación de los tejidos se ve muy dificultada. Por su toxicidad se está empezando a tener en cuenta la aparición de la concentración de CO en los paquetes de tabaco. 3. Nicotina: Es la responsable de la adicción. Además, es el principal alcaloide del tabaco, presente en las hojas de la planta y en el humo procedente de su combustión. De naturaleza volátil, es la sustancia que da al tabaco su olor característico. En los cigarrillos se encuentra en forma de sal ácida, por lo que no se disuelve en la saliva y no se absorbe por la mucosa bucal. El fumador de cigarrillos se ve obligado a inhalar profundamente el humo para que llegue a los alvéolos pulmonares y a través de ellos pase a la sangre. Por el contrario en los puros y en tabaco de pipa se encuentra en forma alcalina, por lo que se disuelve en la saliva, y se absorbe bien por la mucosa de la boca y de la faringe. Esta diferencia explica que los fumadores de puros o pipas no tengan que inhalar el humo para experimentar los efectos de la nicotina. Una vez en el torrente sanguíneo la nicotina llega al cerebro en siete segundos. La nicotina se clasifica farmacológicamente entre los estimulantes menores del S.N.C. Tiene no obstante, un efecto bifásico, pudiendo el fumador regularlo para que sea estimulante o relajante (básicamente, controlando la frecuencia y la profundidad de las aspiraciones). La nicotina tiene una vida media aproximada de unas dos horas. A partir de este tiempo, a medida que su concentración sanguínea (nicotemia) va disminuyendo, el fumador comienza a experimentar deseos de fumar. Se metaboliza en el hígado y se elimina por el riñón, siendo facilitado este proceso por la acidificación de la orina. ¿Qué efectos produce? La nicotina es una sustancia estimulante, pero la mayoría de los fumadores creen que el fumar les relaja, pero en realidad es porque calma la ansiedad provocada por la falta de nicotina en el cuerpo (un síntoma del síndrome de abstinencia). Desde el momento que un individuo se convierte en un fumador habitual, los componentes tóxicos del humo del tabaco comienzan una lenta pero infatigable labor. Un gran número de enfermedades, en diversos sistemas de nuestro organismo, resultan provocadas o favorecidas por el tabaquismo. Aparecen, en un principio, esas "pequeñas" señales de alarma a las que el fumador se habitúa a pesar de que van progresivamente mermando su calidad de vida (cansancio, tos, expectoraciones, etc...). Son el principio de unos efectos negativos de los que se pueden destacar estos: Efectos a corto plazo: Fatiga prematura. Mayor riesgo de anginas. Aumento de constipados. Tos y expectoraciones. Pérdida de apetito. Alteraciones del ritmo del pulso. Color amarillento de los dedos y dientes. Mal olor que se desprende de la boca y del aliento.
¿Qué riesgos provoca?
Existen una serie de enfermedades que se encuentran directamente relacionadas con el tabaquismo, como son: el cáncer de pulmón, la bronquitis, el enfisema pulmonar y los problemas cardiovasculares. Hay otras enfermedades que también suelen aparecer en fumadores, como otras formas de cáncer (labio, boca, laringe, esófago y vejiga) y la úlcera gastroduodenal.
El riesgo de padecer estas enfermedades depende de cuatro factores
1. Consumo diario de cigarrillos: cuanto mayor es la dosis diaria
mayor es el riesgo. 2. Duración del consumo: Cuanto antes se empezó a fumar y más largo es, por tanto, el periodo de su vida durante el cual un sujeto consume tabaco, regularmente, mayor es el riesgo de enfermar. 3. La forma de fumar: aquellas formas que aumentan la exposición del organismo al humo (inhalación profunda y repetida, mantener el cigarrillo entre calada y calada), incrementan el riesgo. 4. Tipo de cigarrillos: los cigarrillos con filtro, y aquellos que tienen un menor contenido de nicotina y alquitrán (a igual consumo), reducen el riesgo de enfermar.
Tabaco y aparato respiratorio.
La exposición constante de las vías respiratorias a los componentes tóxicos del humo del tabaco, incrementa la producción mucosa, dificulta la acción limpiadora de las células ciliares y reduce la eficacia del sistema inmunitario. A consecuencia de este proceso, comienzan a aparecer los síntomas más frecuentes entre los fumadores (tos y expectoración), primeros síntomas indicadores de disfunción en el sistema. A medida que va aumentando la gravedad puede aparecer:
1. Bronquitis crónica: Inflamación permanente que resulta de la
irritación continuada del árbol bronquial. 2. Enfisema pulmonar: Se caracteriza por la destrucción progresiva de los alvéolos y la retención de aire en los pulmones. 3. Cáncer de pulmón: El hábito de fumar es el factor causal en la aparición de la mayor parte del cáncer de pulmón, por lo que prácticamente desaparecería si se eliminara el hábito de fumar.
Consejos para padres:
¿Qué deben hacer? 1. Primero hay que darles un buen ejemplo, si nuestros hijos nos ven fumando, aprenderán este comportamiento, sobre todo no es conveniente que nosotros abusemos en el consumo de tabaco. 2. Debemos ser críticos ante la publicidad de tabaco que aparecen en los medios de comunicación y enseñar a nuestros hijos a verlas de una manera constructiva sin caer en los mitos que de esta publicidad se derivan. 3. Debemos enseñar a nuestros hijos a resolver los problemas que les surjan de una forma adecuada y que no vean el consumo de tabaco como la forma de resolver u olvidar sus problemas o de ser como los mayores. 4. Dialogar con los hijos y mantener conversaciones claras y sin tabúes sobre el tabaquismo es una buena forma de prevenir el futuro consumo o los problemas derivados del mismo. 5. Hacer ver a nuestros hijos y enseñarles a tratar a los fumadores con respeto y que sepan que es un problema que se puede tratar e incluso animarles a ayudar a personas que tengan esta problemática.
¿Qué NO deben hacer?
1. Utilizar cualquier celebración o acontecimiento para consumir tabaco delante de nuestros hijos. 2. Animar a los niños a fumar o a simular fumar, aunque sea en un momento puntual, con algún motivo festivo o intencionado. 3. Asociar la diversión y el ocio con el consumo del tabaco. 4. Ser permisivo y dejar pasar episodios de consumo, en vez de dialogar con los hijos después de alguno de estos episodios. 5. No querer hablar del consumo de tabaco o hacerlo de una forma autoritaria. 6. Consumir habitualmente tabaco en casa Consejos para jóvenes: Como hemos visto, el tabaco es una de las drogas más consumidas, entre otras cosas, porque en nuestra sociedad se relaciona el consumo de tabaco con todo tipo de actos sociales, esta relación lleva a que en ocasiones se abuse del consumo y se realice de una forma compulsiva, inconsciente y poniendo en riesgo nuestra propia salud, por eso queremos ofrecer una serie de recomendaciones: NO consumir: 1. Si eres menor de 18 años (afecta más a tu organismo y está prohibido por la ley). 2. Si padeces o has padecido alguna enfermedad de pulmón, asma o afectaciones del aparato respiratorio. 3. Si estás embarazada. 4. Si el motivo que te lleva consumir, es porque lo hacen tus amigos. 5. Si piensas que te puede tranquilizar o animar.
Llego el momento de dejar de fumar, lo que debes saber para lograrlo y superar la adicción al cigarrillo, hazlo por ti - Como superar las adicciones - Parte 3: Como superar las adicciones, #3
Conviértete en no fumador Cómo reconocer fácilmente las causas de tu adicción a la nicotina, eliminarlas paso a paso y dejar de fumar de forma sostenible