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SISTEMA INMUNE DE LA GRIPE

La relación entre el virus de la gripe y el sistema inmune humano es una demostración


de adaptación continua. El virus va mutando y cambiando entre tipos y subtipos de tal
forma que cada invierno podríamos decir que es casi un virus nuevo ante el cual se
debe diseñar una nueva respuesta inmunológica.

El virus de la gripe se reproduce en las células epiteliales del tracto respiratorio superior
(nariz, senos paranasales, faringe y laringe) donde desarrolla normalmente un cuadro
autolimitado de fiebre, tos, rinitis, dolor de garganta y dolor de cabeza. En algunas
ocasiones puede llegar al tracto respiratorio inferior (tráquea y pulmones) donde puede
evolucionar a una neumonía de consecuencias graves.

RESPUESTAS INMUNE DE LA GRIPE:

La respuesta inmune comienza su acción gracias a la capa mucosa rica en mucina,


proteínas surfactantes y defensinas que se encuentra sobre el epitelio. En ella los virus
quedan atrapados y difícilmente llegarán a infectar las células subyacentes.
La inmunidad natural, innata o inespecífica están presentes desde el nacimiento
cuando el virus de la gripe infecta a las células del tracto respiratorio, la respuesta
innata se pone en funcionamiento rápidamente y controla la replicación viral
durante las primeras fases de la infección. Las células epiteliales pulmonares
infectadas por el virus inician la respuesta inmune mediante la liberación de
citocinas y quimiocinas que movilizan las células inmunes al foco de infección.
El reconocimiento de patógenos virales por la interacción de las células del sistema
inmune innato dará lugar a la activación de la inmunidad adaptativa que
reconocerá antígenos virales específicos para su eliminación 11. La respuesta
inmune adaptativa es específica frente a un determinado antígeno y crea
memoria. La acción coordinada de las células TCD4, TCD8 y B efectoras
(plasmáticas) será la encargada de eliminar la infección y de proteger contra la
reinfección.
 Cuando una persona queda expuesta a un virus de la influenza (ya sea por
infección o a través de la vacunación), su sistema inmunitario produce
anticuerpos específicos contra los antígenos de ese virus de la influenza en
particular. El término "propiedades antigénicas" se usa para describir la
respuesta inmunitaria desencadenada por los antígenos de un virus en
particular. La "caracterización antigénica" hace referencia al análisis de las
propiedades antigénicas del virus para conocer cuán relacionado está con
otro virus.

La inmunología de la gripe, también conocida como influenza, es un campo de estudio


que se centra en cómo el sistema inmunológico del cuerpo humano responde y se
defiende contra el virus de la gripe.
Cuando una persona se expone al virus de la gripe, este ingresa al cuerpo a través de las
vías respiratorias, generalmente a través de la inhalación de gotas de saliva o
secreciones de una persona infectada que estornuda o tose. Una vez que el virus ingresa
al cuerpo, se adhiere a las células epiteliales en las vías respiratorias superiores y
comienza a multiplicarse.
La respuesta inmunológica frente a la gripe comienza con el reconocimiento del virus
por parte del sistema inmunológico. El sistema inmunológico identifica ciertas proteínas
en la superficie del virus de la gripe, llamadas antígenos, como extrañas y
potencialmente dañinas. Estos antígenos activan las células del sistema inmunológico,
incluidos los macrófagos y las células dendríticas, que desempeñan un papel crucial en
la presentación de antígenos a otras células del sistema inmunológico.
Las células dendríticas capturan el virus y presentan fragmentos de los antígenos virales
a los linfocitos T y B. Los linfocitos T, específicamente los linfocitos T colaboradores
(CD4+) y los linfocitos T citotóxicos (CD8+), desempeñan un papel fundamental en la
respuesta inmunológica contra la gripe. Los linfocitos T colaboradores ayudan a
coordinar y regular la respuesta inmunitaria, mientras que los linfocitos T citotóxicos son
responsables de destruir las células infectadas por el virus de la gripe.
Por otro lado, los linfocitos B producen anticuerpos específicos contra el virus de la gripe.
Estos anticuerpos se unen a los antígenos virales y pueden neutralizar el virus
directamente o ayudar a la eliminación del virus al facilitar su reconocimiento y
destrucción por parte de otras células del sistema inmunológico.
La respuesta inmunológica contra la gripe también puede generar memoria
inmunológica. Esto significa que si una persona se vuelve a infectar con una cepa similar
de gripe en el futuro, su sistema inmunológico puede responder de manera más rápida
y eficiente, lo que generalmente resulta en una enfermedad menos grave.
Sin embargo, la gripe puede ser un desafío para el sistema inmunológico debido a la
capacidad del virus para mutar con frecuencia. Las mutaciones en las proteínas de
superficie del virus de la gripe pueden permitirle evadir parcialmente la respuesta
inmunológica y dificultar la efectividad de las vacunas antigripales.
En resumen, la inmunología de la gripe implica una compleja interacción entre el virus
de la gripe y el sistema inmunológico humano, que involucra múltiples tipos de células y
moléculas. Comprender cómo funciona la respuesta inmunológica contra la gripe es
fundamental para el desarrollo de estrategias de prevención y tratamiento efectivas.

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