COLEGIO PRIVADO MIXTO “MAYA”, MAZATENANGO VIVIMOS PARA EDUCAR

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CONTENIDO No. 1 PARA EL DESARROLLO DEL CURSO DE FILOSOFÍA – III BIMESTRE

Grado de aplicación: 4º. Bach. en CCLL, Secciones: A, B, C Y D.
Docente: Alejandra Maythé López Muñoz.

SAN AGUSTÍN DE HIPONA

San Agustín nació en el año 354, en Tagaste (hoy Argelia). Aunque en su juventud llevó una vida turbulenta, más tarde se
hizo cristiano por la influencia de su madre, Santa Mónica, y de San Ambrosio. Llegó a ser obispo de Hipona y murió en
el año 430, poco tiempo después de que los vándalos invadieran la ciudad. Sus principales obras son La Ciudad de Dios y
las Confesiones.

El tema central en el pensamiento de San Agustín es la relación del alma con Dios. Decía que, a partir de su propia
interioridad, el alma podía elevarse hacia Dios, en un sentido ascendente, como el de la dialéctica de Platón. De hecho, las
ideas platónicas ejercieron una influencia considerable en las de San Agustín, quien decía que el filósofo es el que
busca la verdad partiendo de sí mismo para trascender hasta Dios.

Vemos que San Agustín combina los principios teológicos con las herramientas racionales de la filosofía, buscando
unir así las dos facultades que mencionábamos al principio: la fe y la razón. Ambas son medios que se complementan en
la búsqueda de la verdad. Es decir que creer no es irracional, ni el conocimiento racional de Dios atenta contra la fe.

Sin embargo -según San Agustín- aunque son complementarias, la fe debe guiar a la razón. La fe puede servirse de la
razón, puesto que, si se utiliza correctamente, lejos de contradecirla, la reforzará.

El conocimiento, la verdad y la iluminación

Decía San Agustín que o verde dobe buscarse en el interior del ser humano: que no la proporcionan los sentidos sino la
actividad racional, la verdad es eterna e inmutable, es Dios y sus ideas. Aquí puede apreciarse nuevamente la influencia
de Platón, pero en este caso San Agustín relaciona a las Ideas con Dios.

Para que el intelecto pueda alcanzar la verdad, es necesaria la iluminación divina. Con este principio San Agustín
sustituye las ideas innatas de Platón, ya que el conocimiento se adquiere por- que Dios concede a los seres humanos esa
luz especial que ilumina su entendimiento. Aquí encontramos otra asociación con el platonismo y su afirmación de que el
bien era como el sol del conocimiento intelectual.

El problema del ser humano

Al igual que Platón, San Agustín piensa que el alma está unida al cuerpo, pero es superior a él (recordemos la
comparación platónica sobre que el cuerpo es la cárcel del alma). Sobre el origen del alma, en un principio propuso que se
transmitía de padres a hijo en el momento de la concepción. Más adelante propone otra explicación, conocida como
"creacionismo en la que el alma es creada por Dios, por eso manifiesta su imagen y semejanza con el Creador. Por su
misma naturaleza, el ser humano necesita y puede encontrar a Dios en su interior.

Según San Agustín, el alma es una unidad indisoluble que posee tres facultades: memoria, entendimiento y voluntad, que
corresponden con la Trinidad de Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Actividad: Análisis de casos

Lea detenidamente los siguientes casos. Identifique en cada uno cómo se manifiestan las tres facultades del alma de las
que hablaba San Agustín (memoria, entendimiento y voluntad).

1) El primer día de clases Enrique vio a un compañero que llegaba por primera vez al colegio. Estaba apartado, nadie le
hablaba y se veía que lo estaba pasando muy mal. En ese momento Enrique recordó cómo se había sentido cuatro
años antes, cuando él era el alumno nuevo; imaginó cómo se sentía ese chico, entonces fue a hablar con él y lo integró
en el grupo de sus amigos.

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2) Mariana estaba haciendo sus tareas en la mesa del comedor y tenía un gran desorden de libros y papeles. Entonces
regresó su madre de trabajar y la regañó por el desastre que había hecho. Al principio Mariana se molestó mucho por
esa reacción, le iba a reclamar, cuando recordó todo lo bueno que su mamá hacía por ella y pensó que seguramente
había llegado muy cansada del trabajo. La chica ordenó la mesa y le preguntó a su madre si quería que le preparara
una taza de té. Las dos se sintieron muy bien y se dieron un abrazo.

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