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Libro Blanco del Agua en España

3.8. LA ADMINISTRACIÓN trumento ágil, con capacidades y aptitudes de las que


PÚBLICA DEL AGUA en gran medida no se ha dotado a nuestra actual
Administración del agua.

3.8.1. Introducción De esta manera, los cambios legislativos de los años


80 han exigido de esta Administración una capacidad
Tras el examen de algunos rasgos básicos de la econo- de actuación en materia de calidad, aguas subterráne-
mía del agua en nuestro país, resulta conveniente repa- as, medio ambiente, planificación y economía del
sar las características y problemas principales de su agua, así como de estricta gestión del recurso en tér-
organización administrativa en materia de aguas. minos jurídicos y administrativos, que la separan, en
Sin lugar a dudas, los problemas de la Administración parte, de su ámbito tradicional de actuación, y para la
pública hidráulica, de su adecuación a los retos y trans- que, como ya se ha indicado, no se han dispuesto en
formaciones del presente, y de la eficacia y calidad de absoluto ni los medios económicos ni los personales
su gestión, constituyen fundamentales desafíos - más necesarios, a la par que no se ha hecho la necesaria
allá de la tópica irregularidad espacio-temporal o la reflexión sobre si su actual estructura orgánica y fun-
degradación de la calidad- a los que nuestro país se cional, resulta la más conveniente.
enfrenta a corto y medio plazo en materia de aguas.
Heredera y depositaria de una brillante tradición de 3.8.2. Principales problemas de la actual
servicio público, eficaz instrumento de importantísi- Administración Hidráulica
mas realizaciones en el último siglo, y decidida impul-
sora de grandes transformaciones socioeconómicas Sin perjuicio de que en próximos capítulos del Libro,
del pasado reciente, la crisis del modelo tradicional de al hablar de la crisis del modelo tradicional y de los
política hidráulica, a la que nos referimos extensa- fundamentos jurídicos de la nueva política hidráulica,
mente en otros epígrafes de este libro, así como las se haga un análisis más detallado de los problemas y
dificultades y falta de medios para adaptarse efi- cambios a introducir en nuestra Administración
cientemente a las nuevas coyunturas del presente, han hidráulica, se pueden enumerar aquí algunas de sus
situado a la Administración hidráulica en una situa- insuficiencias más notorias para el tipo de gestión que,
ción problemática que requiere de urgente atención y con toda seguridad, en los próximos años se le va a
diagnóstico. requerir:
Por supuesto que esta afirmación ha de acotarse en su a) Insuficiencia de efectivos personales y de medios
justa medida, y no debe inducir un alarmismo infun- tecnológicos para hacerse cargo de forma directa
dado: lamentablemente esta crisis no es una extraña y de la elaboración y ejecución del ingente número
singular anomalía en el contexto de la Administración de proyectos que de hecho se le encomiendan. Ello
Pública española, pudiendo afirmarse sin duda alguna conduce a la proliferación de asistencias técnicas y
que el nivel de eficacia en la gestión de la a la progresiva destecnificación y desincentivación
Administración hidráulica es absolutamente equipara- de los cuadros profesionales, finalmente reconver-
ble - cuando no francamente superior - al de muchas tidos en gestores de contratos. Esto último podría
otras unidades sectoriales similares o instituciones no ser malo en sí mismo, pero, si se opta por este
públicas. Pero ello no es suficiente. Ni la urgencia y modelo, requiere ser tenido en cuenta explícita-
gravedad de los problemas planteados, ni los manda- mente a la hora de diseñar las organizaciones admi-
tos legislativos, ni las exigencias sociales, ni la fideli- nistrativas y sus distintas funcionalidades.
dad a la memoria y los esfuerzos tenaces y rigurosos
b) Normativa sobre contratos poco adecuada a la rea-
del pasado permiten contemplar esta situación con
lidad de la obra pública hidráulica y a la capacidad
resignación o con indiferencia.
de asunción directa de responsabilidad sobre los
Así, es evidente que el poder político con capacidad proyectos por parte de los funcionarios.
y competencia sobre esta Administración hidráulica
c) Regulaciones de contratos y de procedimientos
no impulsó decididamente, tras promulgar la Ley de
administrativos excesivamente prolijas y rígidas,
Aguas, su adecuación a las nuevas exigencias, ni pro-
inadecuadas para responder con la necesaria agili-
pició la reconversión de sus estructuras, objetivos y
dad y eficacia a los cambiantes problemas y reque-
capacidades al ritmo que exigía esta nueva legisla-
rimientos sociales.
ción y, muy singularmente, las demandas sociales.
Esta situación de desajuste plantea un serio problema d) Insuficiencia del sistema económico-financiero de
de cara al futuro por cuanto las nuevas políticas del la Ley de Aguas para dar soporte a las altas res-
agua exigen, para su desarrollo y ejecución, un ins- ponsabilidades que en materia de protección del

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La Situación Actual y los Problemas Existentes y Previsibles

dominio público hidráulico y de la calidad de las que no se corresponden ni con los medios ni con las
aguas se le atribuyen a la Administración. estructuras que se han habilitado para hacer frente a
e) Falta de medios humanos cualificados en las espe- estas nuevas responsabilidades.
cialidades distintas de las tradicionalmente propias Así pues, la Administración hidráulica está soportan-
de esta Administración, para hacerse cargo eficaz- do, gracias en buena medida al sentido de la responsa-
mente de las nuevas funciones que la Ley atribuye bilidad de sus funcionarios, una tensión que no les
a la Administración del agua (economía, derecho, corresponde asumir y que es responsabilidad de todos
química, geología, biología, etc). eliminar, haciendo proporcionales los medios de que
f) Falta de procedimientos internos claros, que perfi- se dispone y las exigencias que se plantean.
len con nitidez los mecanismos de funcionamiento
y las responsabilidades personales y corporativas
3.8.4. Las comunidades de usuarios
en materia de proyectos y obras y de defensa del
medio ambiente. Una clásica polémica doctrinal en el derecho de aguas
español es el de la naturaleza jurídica de las comuni-
g) Excesiva atención, desproporcionada, al regadío
dades de usuarios, oponiendo el criterio de que estas
del Estado, según una vocación tradicional cuya
comunidades son verdaderamente y de modo principal
vigencia resulta hoy más que discutible.
Administración, o personas jurídico públicas, al crite-
h) Subsistencia de un sistema de gestión administrati- rio de que son de modo principal personas jurídicas
va de concesiones y registros, que se ha demostra- privadas. La Ley de Aguas se ha decantado por la pri-
do poco eficaz para reflejar la realidad de los usos mera de estas interpretaciones, y las ha reconocido
del agua, no adaptándose al nuevo marco legislati- expresamente como entidades de derecho público, lo
vo y competencial con la necesaria agilidad y efi- que permite inscribirlas sin duda dentro de este bloque
cacia. dedicado a la Administración del agua.
i) Mantenimiento de estructuras en los órganos cen- Depositarias de una larga y fructífera historia, inicial-
trales del Ministerio que se solapan parcialmente mente definidas como de regantes y extendidas a
con las de las Confederaciones Hidrográficas, mer- usuarios por la nueva ley, estas organizaciones están
mando la eficacia conjunta, la necesaria autonomía llamadas a desempeñar un papel decisivo en la gestión
de los organismos de cuenca, y la clara definición del agua, y todos los esfuerzos que se hagan en la
de los mecanismos de cooperación y responsabili- dirección de su mejora, apoyo y colaboración mutua
dades mutuas. resultarán, sin duda, eficaces y provechosos.
j) Inexistencia de una verdadera integración de los Son múltiples las dificultades y problemas que aque-
anteriores órganos administrativos con competen- jan a estas organizaciones, y muy complejo su trata-
cia sobre las aguas (Comisarías de Aguas y miento dada la enorme diversidad de casos y circuns-
Confederaciones) en el seno de las nuevas tancias particulares. De entre las dificultades y cues-
Confederaciones Hidrográficas, y existencia, en la tiones detectadas, y sin ánimo de exhaustividad, pue-
práctica, de una mera yuxtaposición de ambos den resaltarse los siguientes aspectos.
Organismos, con funcionamiento similar al ante-
rior pero con medios inferiores dado el incremento Una preocupación constante y reiterada por parte de
de responsabilidades, y la figura del Presidente las comunidades y sus órganos representativos (la
como única e importante novedad con respecto a la Federación Nacional de Comunidades de Regantes) ha
situación previa. sido siempre la del régimen económico del agua.
La posibilidad de que se impusiera un precio más allá
de su coste, revisando el régimen vigente en la Ley de
3.8.3. El reto medioambiental Aguas, ha sido motivo de rechazo por estas organiza-
Una cuestión que, frente a un futuro replanteamiento ciones, argumentando, entre otras razones, que histó-
de la organización de la Administración hidráulica, ricamente nunca se había asignado tal precio; que no
merece la pena resaltar, es la de cómo la consideración se consideraba que dicho precio tuviese eficacia
medioambiental del agua que dimana de la política de disuasoria y fuera un instrumento para el ahorro de
la UE, la incardinación de la gestión de las aguas con- agua, dada la rigidez de la demanda que cubre necesi-
tinentales en el Ministerio de Medio Ambiente, y la dades y se mantiene aunque suba el precio; que su
propia demanda social, están colocando a los funcio- imposición implicaría la pérdida de competitividad de
narios de la Administración hidráulica ante unas res- la agricultura española, ya en situación de natural des-
ponsabilidades - incluso penales por delito ecológico -, ventaja frente al resto de Europa en cuanto a regula-

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ción natural del recurso agua y cuantía global de esos Por otra parte, y ya en el plano normativo y organiza-
recursos; y que además supondría una variación unila- tivo, se ha apuntado por algunos autores (v., p.e.,
teral por parte del Estado de las concesiones vigentes Jiliberto y Merino, 1997) que las Comunidades de
que tienen las Comunidades de Regantes - poco res- Regantes, a pesar de constituir un elemento impres-
petuosa con el principio de seguridad jurídica -, que cindible para fomentar una gestión eficiente del agua,
llevaría a la paradoja de que la indemnización a los cuentan con un marco jurídico muy genérico que deli-
concesionarios sería equivalente al precio del agua mita vagamente sus deberes en la gestión del patrimo-
que tendrían que pagar, etc. (V. p.e. la interesante nio público que utilizan, lo que redunda en la ausencia
exposición de Valero de Palma, 1996). de unas normas de funcionamiento que serían exigi-
bles de cara a la función social realizada. Así pues, no
Como reflexión general, y sin entrar en el análisis de existe una norma rigurosa de gestión económica que
estos argumentos, dejaremos indicado que es dudoso obligue a llevar una contabilidad transparente que per-
que puedan mantenerse en el futuro próximo, y por mita su análisis económico, lo que es causa de que las
muy diversas razones. Las propias diferencias actuales Comunidades de Regantes tengan dificultades para
entre Comunidades desde el punto de vista de sus tari- realizar una gestión económica moderna.
fas y su gestión económica son bien reveladoras de la
existencia de situaciones muy distintas - diríase que Siguiendo a estos autores, encuestas realizadas mues-
mundos diferentes -, para las que difícilmente podrán tran que el modelo de contabilidad simple de caja es el
arbitrarse criterios comunes que puedan admitirse por más extendido (probablemente en más del 50% del total
todos. Ello, además, sin considerar nuevos tipos de de Comunidades) entre las Comunidades de menos de
regadíos que, por razones histórico-jurídicas, presen- 200 comuneros, y entraña una total opacidad financiera
tan otras figuras asociativas (no suelen estar constitui- y patrimonial sin que se recojan los deberes y derechos
dos en Comunidades de Regantes), y cuyo funciona- como acreedoras y deudoras, y no pueda deducirse el
resultado económico global de la gestión.
miento económico y capacidad gerencial resulta cier-
tamente bien distinto del usual en estas Comunidades. La contabilidad presupuestaria, implantada en un 13%
del total de Comunidades, aunque permite estimar el
Otra cuestión de importancia, también reiteradamente
balance de ingresos y gastos y un conocimiento deta-
manifestada, es la que se refiere a la previsión legal de
llado de la gestión financiera, es insuficiente para
revisión de concesiones.
conocer el estado patrimonial y la situación real de
Para esta posible revisión se ha argumentado que endeudamiento.
debería tener en cuenta la condición histórica del rega-
Esta situación parece ser consecuencia del vacío legal
dío, las variables necesidades de agua de los cultivos,
existente en cuanto al régimen técnico y económico de
el estado de la infraestructura de riego y las condicio- las Comunidades de Regantes, lo cual resulta paradó-
nes topográficas y edafológicas de las parcelas de jico, habida cuenta de la trascendencia que tiene su
regadío, y que la revisión de una concesión como con- papel de gestoras de buena parte de los recursos hídri-
secuencia de la realización de obras debería ser poste- cos. Por el contrario, y dada la analogía existente, se
rior a su ejecución, una vez alcanzados los objetivos constata que el régimen económico de las
de aumentar la eficacia. Además, la revisión debería Cooperativas de Consumidores y Usuarios está por el
dar lugar a la correspondiente indemnización y a las contrario perfectamente regulado en la Ley General de
compensaciones adecuadas según los perjuicios cau- Cooperativas (Ley 3/1987 de 2 de abril).
sados, y que con carácter previo era necesario dar
seguridad jurídica a las Comunidades de Regantes con Una conclusión clara es, por tanto, la necesidad de
concesiones vigentes. profundizar en la normativa vigente para las
Comunidades de Regantes, de forma que puedan en el
Nos encontramos, sin duda, ante un asunto complejo y futuro desempeñar un papel de gestores modernos,
de gran relevancia global, pues del proceso de revisión cumpliendo la función social que les confiere su
podrían derivarse liberaciones de recursos nominal- carácter de Corporaciones de Derecho Público, y ello
mente comprometidos que irían, en su caso, a incre- sin perjuicio de la vieja polémica doctrinal sobre su
mentar las disponibilidades existentes. verdadera naturaleza jurídica.
Sin entrar ahora en la eficacia y posibilidades prácti- En este sentido, y como ya se ha apuntado, todo el
cas de este asunto, nos remitimos a otros epígrafes de apoyo técnico, financiero, de información, y formati-
este Libro donde se analiza con cierto detalle la cues- vo de la Administración estaría justificado, ya que las
tión de las concesiones, los registros de aguas y los mejoras que se consiguieran en la gestión del agua por
derechos históricos, y se establecen los criterios fun- las Comunidades de Regantes repercutirían en un
damentales sostenidos al respecto. beneficio para toda la sociedad.

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La Situación Actual y los Problemas Existentes y Previsibles

3.9. LA PROTECCIÓN Y RECUPERACIÓN tiene como finalidad alcanzar estos objetivos (Nieto
DEL DOMINIO PÚBLICO HIDRÁULICO Llobet [1995]; Villarroya Aldea [1997]).
Ya se aludió, en los epígrafes dedicados a las asigna-
ciones y reservas, a la cuestión de los Registros admi-
3.9.2. El retorno fluvial.
nistrativos de aguas y su problemática específica.
Conservación y restauración
Como allí se indicó, y es obvio, el primer y funda-
mental requisito para una adecuada protección del 3.9.2.1. Introducción
dominio público hidráulico es el de su conocimiento, El río constituye un complejo ecosistema fluvial que
y ello supone necesariamente disponer de completos y puede albergar varios miles de especies de seres vivos
actualizados Registros administrativos de aguas, cues- y que es, por tanto, soporte de una compleja red de
tión sobre la que, sin volver a comentarla, se reitera su relaciones ecológicas. Ignorar esta realidad y conside-
importancia. rar únicamente al río como un canal que transporta
Pero además de las aguas continentales, el dominio una corriente de agua es una visión parcial y reduc-
público hidráulico está constituido por los cauces de cionista de una realidad fluvial mucho más rica y com-
las corrientes naturales, los lechos de lagos, lagunas y pleja que la meramente hidráulica.
embalses en cauces públicos, y los acuíferos a los La gran variabilidad de características de los cauces:
efectos de los actos de disposición o de afección de los rápidos y remansos, arena, roca y grava; cascadas y
recursos hidráulicos. pozas; luz y sombra; calor y frío, etc, conforma una
Todos estos componentes del dominio público hidráu- importante diversidad de microbiotopos que hacen
lico, y con frecuencia sus entornos asociados, requie- posible la existencia de cientos de nichos ecológicos
ren de especiales medidas de protección, tendentes a distintos, y que son necesarios para hacer posible la
su preservación, mantenimiento y mejora, y a las que supervivencia de toda su compleja y sensible bioceno-
nos referiremos sucintamente en los epígrafes que sis (flora y fauna).
siguen. El equilibrio de este complejo ecosistema fluvial está
condicionado por una serie de factores básicos como
son los parámetros físicos (temperatura, densidad,
3.9.1. Deslinde
tensión superficial, viscosidad, etc.), las condiciones
Como primera medida de protección, y aunque parez- dinámicas resultantes de la disipación de energía por
ca más relacionado con medidas administrativas que su movimiento descendente, y la calidad química y
medioambientales, ha de mencionarse el deslinde del biológica de las aguas. Sobre estos factores se pro-
dominio público. Es obvio que difícilmente puede pro- ducen una serie de procesos metabólicos que,
tegerse aquello que no se conoce, por lo que, en comenzando con la fotosíntesis de las algas, estable-
muchos casos, se hace necesario el deslinde del domi- cen una gran variedad de condiciones bióticas que
nio como primera y fundamental medida de protec- regulan y condicionan la biomasa de todas sus redes
ción del mismo. La extraordinaria longitud de los cau- ecológicas.
ces fluviales del país hace inviable la extensión de esta
La vida de cada especie presente en los ríos se rela-
práctica a su totalidad, por lo que es preciso priorizar
ciona con todas las demás en cada uno de los micro-
las actuaciones en aquellas zonas donde el riesgo de
biotopos del río. El primer escalón (fitoplancton)
usurpación, degradación u ocupación abusiva del
depende muy directamente de la existencia de deter-
dominio público hidráulico es mayor, y donde los pro-
minadas cantidades de gases y sales disueltas en el
blemas que pueden provocarse en relación con la orde-
agua. La existencia de las algas hace posible la del
nación del territorio y las avenidas presentan mayor
zooplancton y, sobre éste, la del complejo mundo de
gravedad.
los invertebrados y de todo el ecosistema. En la base
Particular atención merecen los tramos de ríos situa- de esta cadena se encuentran la luz solar y los ele-
dos aguas abajo de los embalses que, como conse- mentos simples que constituyen los nutrientes.
cuencia del efecto regulador y laminador de éstos, se Finalmente, el propio ecosistema es capaz también de
ven sometidos con frecuencia a un proceso de inva- reciclar materia orgánica en forma de bacterias y
sión. Por ello resulta recomendable su deslinde antes excrementos o cuerpos del zooplancton.
de la entrada en explotación de nuevos embalses que
Las condiciones de vida de un cauce natural pueden
pudieran desencadenar este fenómeno.
llegar a ser muy exigentes y cambiantes, y una mues-
El proyecto LINDE, desarrollado por la Dirección tra de ello es cómo sólo una pequeña parte del total de
General de Obras Hidráulicas y Calidad de las Aguas, especies de seres vivos ha sido capaz de colonizar las

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aguas dulces. Existen en el mundo apenas 14.000 3.9.2.2. Cauces, riberas y márgenes
especies de algas, 1.100 de plantas superiores y casi
En el marco de la protección y recuperación del entor-
14.500 de metazoos, adaptados a las aguas de nuestros
no fluvial, los conceptos de cauces, riberas y márge-
ríos y lagos, cifras muy reducidas si se las compara nes, sin olvidar sus definiciones legales, pueden y
con el casi millón y medio de especies de seres vivos deben ser tratados desde un punto de vista funcional,
conocidos. Las especies que se han adaptado a las de tal manera que a los cauces se les considere como
duras condiciones mencionadas dependen ahora del el soporte físico por el que discurre el agua de la que
río para su supervivencia y, en este sentido, es funda- dependen los ecosistemas acuáticos; a las riberas
mental que el río conserve unas características lo más como el espacio físico donde se asientan las plantas
próximas posibles a las naturales. que viven sumergidas o junto a las aguas, y a las már-
La gestión tradicional del agua y el aprovechamiento genes como los terrenos donde se asientan las plantas
intensivo de los suelos de las vegas de los ríos, debido dependientes de suelos húmedos (en términos geo-
a su alta fertilidad, han producido a lo largo de la his- morfológicos, llanuras de inundación). En definitiva,
toria, junto con innegables beneficios socioeconómi- que se perciban estas realidades con un enfoque eco-
cos, un patente deterioro de los elementos del medio sistémico e integrador (González del Tánago [1998]).
natural que conforman el río y su entorno, con el fre- La figura 322 muestra esquemáticamente los concep-
cuente correlato de un empobrecimiento de la biodi- tos y relación entre cauces, márgenes y riberas de un
versidad de sus ecosistemas. Lamentablemente, allí río según la reglamentación vigente.
donde la accesibilidad lo permite, los bosques ribere-
ños han sido con frecuencia eliminados o profunda- La vegetación que ocupa los cauces y terrenos ribere-
mente modificados, produciéndose la alteración de los ños en los ríos españoles está compuesta por un 20%
ecosistemas naturales o la aparición de especies forá- de bosques de ribera, un 30% de cañaverales, zonas
neas y, en el mejor de los casos, su reducción a una pantanosas y comunidades turbófilas, y el 50% res-
estrecha banda junto al cauce. En buena parte se han tante corresponde a saucedas, zarzales, etc. (Sánchez-
visto sustituidos por cultivos agrícolas y forestales Mata y de la Fuente, MOPU, 1986).
(choperas) que, de manera especial en los ambientes Con carácter general en los tramos altos de las cuen-
mediterráneos, encuentran en las vegas condiciones cas se pueden encontrar abedules, chopos temblones,
óptimas de desarrollo. Además, las llanuras de inun- tilos, sauces de montaña, etc., mezclados con especies
dación de los ríos han sufrido el efecto a menudo más propias de esos tramos como son los abetos, hayas,
devastador del pastoreo y de las extracciones de ári- robles, brezos, etc. En los tramos medios aparecen las
dos. Sin embargo, algunos bosques de ribera se con- típicas formaciones de ribera como alisedas, olmedas
servan sin alteración aparente, debido a la inaccesibi- o choperas, acompañadas de las formaciones arbusti-
lidad de los valles en los que se encuentran, aseguran- vas de sauces. Finalmente, en las zonas bajas de los
do así su naturalidad. ríos aparecen con mayor frecuencia las alamedas de
Una síntesis del papel del agua en los ecosistemas es álamo blanco y los sauces de tipo arbóreo. Un com-
la ofrecida por Prat (1995), mientras que una descrip- plemento de arbustos y plantas herbáceas completan
ción del estado ecológico en que se encuentran dife- un marco de extraordinaria belleza, calidad ambiental
rentes tipos de ecosistemas acuáticos en España puede y paraíso para la contemplación.
verse, p.e., en Prat (1998). En los próximos epígrafes Además de un importante efecto en la laminación de
se pasa revista a algunas de estas cuestiones básicas. crecidas por desbordamientos del cauce a las márge-

Figura 322. Márgenes,


cauces y riberas de
una corriente fluvial

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