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UNIVERSIDAD DE CORDOBA
FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA
DEPARTAMENTO DE MEDICINA ANIMAL
AREA: CLINICAS
BERASTEGUI
2004
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NIVEL DE ENTRADA
2. Defina esparaván:______________________________________________________
_______________________________________________________________________
3. Un equino con ruptura de los tendones flexores muestra los siguientes signos:
_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
_________________________________________________
7. Define sinostosis:_______________________________________________________
_______________________________________________________________________
Comprende el estudio de los tejidos duros (esqueleto apendicular y axial con sus
cartílagos articulares) y blandos (tendones, ligamentos, músculos, bolsas serosas y
nervios comprometidos), debido a su integración anatómica como unidad funcional. La
conjugación de estos elementos da origen a la postura y el movimiento, coordinados por
el sistema nervioso, el desempeño de cada uno se complementa con el otro de manera
muy estrecha, por lo tanto cualquier alteración en alguno de estos componentes
provocaría forzosamente disfunción como trastornos de posición, locomoción y a veces
lesiones y deformaciones.
MUSCULOS y TENDONES.
1. Inspección:
Debe hacerse comparando las partes vecinas y especialmente con las regiones
simétricas. Deberá también tenerse en cuenta el estado de carnes.
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f.) Miositis: son afecciones musculares de tipo inflamatorio agudo o crónico. Las
agudas son dolorosas y tumefactas, mientras que las crónicas originan atrofia muscular.
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Las causas mas frecuentes son las de origen traumáticas, infecciosas (carbón
sintomático, edema maligno, actinobacilosis), y parasitarias (triquenelosis).
2. Palpación:
a) Abscesos: pueden ser “calientes” y tienen los signos de la inflamación aguda y mas
tarde un punto fluctuante rodeado de una zona dura y sensible, “fríos” que a su vez
pueden ser duros por organización del material purulento en forma de quistes,
frecuentes en el caballo hacia la región del tórax ventral, por los constantes
traumatismos con el collar (cincha muy apretada) y blandos que tienen fluctuación
uniforme pero de paredes generalmente mas espesa.
g.) Edemas: los cuales pueden ser “fríos” como en el caso de hipoproteinemias
llamados discrásicos o hidrémicos, o por disminución (éxtasis) del retorno venoso como
sucede en casos de insuficiencia cardiaca congestiva derecha (ICCD) y se denominan
estáticos centrales y periféricos en casos de obstrucción de vasos sanguíneos periféricos;
También pueden ser “calientes” como sucede en el caso de traumatismos
(inflamatorio), enfermedades como el edema maligno (infeccioso), o alrededor de una
abertura natural (colateral).
DISCRÁSICOS HIPOPROTEINEMIA
ESTÁSICOS
LOCAL EMBOLOS
EDEMAS
INFLAMTORIO TRAUMAS
h) Tumores: son de consistencia variable, según su naturaleza. A veces los lipomas dan
fluctuación uniforme, lo cual podría confundirse con los quistes.
HUESOS.
El tejido óseo maduro debe considerarse, por un lado, como una estructura interna que
sostiene al organismo animal y por otra, como un reservorio mineral muy eficaz para
mantener la homeostasis de calcio, además cumple una función de protección como
sucede en el caso del encéfalo, la médula espinal y la médula hematopoyética.
1. Inspección:
a) Posiciones anormales: En las fracturas de los miembros la pinza del pie puede estar
rechazada lateralmente o hacia atrás. En la fractura del olécranon la articulación del
codo esta descendida, el antebrazo dirigido oblicuamente hacia abajo y adelante,
estando la caña vertical. En las fracturas del ileon (ángulo externo) este parece hundido
o borrado y la grupa del lado es mas ancha, aquí se puede mencionar las “fracturas de
fatiga”, en aquellos animales con gran actividad deportiva (galgos, pura sangre ingles) a
nivel de los metacarpos, normalmente se asocian a sobreentrenamientos y a un
desequilibrio fosfo – cálcico en la dieta.
Podemos encontrar posturas anormales por que los miembros estén flexionados o en
direcciones no fisiológicas conocida como “artrogriposis”, la cual en un inicio no tiene
compromiso óseo, pero debido a la contracción prolongada desvía el radio óseo
inadecuadamente. Algunas veces podemos encontrar deformaciones en la espalda
por calcificación del cartílago de la escápula y que se puede incluir dentro del
“síndrome discondroplasico”, aunque la causa es incierta se puede presumir que se
debe a hiperplasia paratiroidea, alteraciones renales, factor genético o a dietas muy
enérgicas.
c.) Actitudes: Puede ser anormales e indicar diversas enfermedades, por ejemplo:
animales apoyando los carpos en el suelo en el raquitismo de los lechones y en la fiebre
aftosa. Los miembros pueden estar rígidos y separados en forma de burro de serrador,
en casos de tétano, en la fatiga de caballos de carrera y en el raquitismo. La flexión
permanente de alguna articulación puede indicar procesos dolorosos en esta
articulación, hueso y medula ósea. El hundimiento del raquis entre las escápulas se
observa en casos de dolorimiento, degeneración o parasitismo de los músculos del
cinturón escapular.
d.) Taras óseas. Son muy frecuentes en el caballo las salientes óseas o sobrehuesos o
exostosis y se presenta en la rodilla o carpo, pudiendo llegar a rodear completamente
dicha articulación de la cual se dice entonces que está cercada o coronada y a nivel del
corvejón, en la cara interna de la base de la articulación, pudiendo la lesión estar situada
mas abajo, sobre la extremidad superior del metatarsiano, llamándosele esparaván.
2. Palpación:
Permite la delimitación de las taras óseas. Las taras viejas, bien pronunciadas y
fácilmente apreciables a la inspección son frías e indoloras e intervienen en la
producción de cojeras por su acción mecánica.
a.) Fracturas: puede palparse una movilidad anormal de los huesos. Para apreciarlas
convenientemente se inmoviliza la parte superior del radio óseo y se imprimen a la
región movimientos variados limitados. Puede haber crepitación ósea perceptible por el
oído y sobre todo por el tacto. La crepitación ósea no es constante en las fracturas,
puede haber falta en las fracturas intraperiósticas o cuando entre los cabos óseos se
interponen tejidos blandos. La crepitación se debe al roce de los extremos óseos
fracturados.
d.) Periostitis: se define como la inflamación del periostio, puede ser aguda o crónica y
séptica o aséptica.
e.) Sinostosis: unión de los huesos adyacentes por medio de materia ósea. La
“anquilosis”, que es la unión anormal de los huesos de una articulación o limitación de
los movimientos de una articulación movible, es muy común su presentación en las
extremidades de los caballos de carrera o de salto que conlleva a lesiones periosticas y
estiramientos ligamentosos.
ARTICULACIONES.
Es importante prestar mucha atención para determinar cuales son las estructuras
comprometidas en la articulación, agrupamos aquí las bolsas serosas y las bolsas
tendinosas y articulares.
Bolsas serosas:
1. Inspección:
Este paso es importante para el diagnostico, pues la simple localización puede indicar la
naturaleza de la tumoración que se observa.
Las bursitis ocupan las siguientes localizaciones: en el codo en la parte superior del
olécranon; en el carpo, en la cara anterior en el caballo y buey, alcanzando en este
ultimo el tamaño de una cabeza humana; en la caña, casi siempre en los miembros
anteriores en la cara interior y anterior; en del menudillo que es generalmente pequeño;
en el ángulo externo del ileon especialmente en los bovinos es pequeño; en el trocánter
en las vacas flacas al nivel del tracanter mayor del fémur; en el rotuliano o prepateliano
del caballo en la cara anterior de la rotula; en los bovinos se localiza fuera del
ligamento externo de la articulación femorotibial; el sobrerotuliano se localiza en el
punto de inserción del ligamento rotuliano medio; el del corvejón que empieza en el
vértice del calcáneo y que se extiende hacia abajo; el atlantoideo o de la nuca a nivel del
atlas que es raro y se presenta en caballos y perros en forma de una dilatación
bilobulada en cada lado de la cuerda cervical; el de la punta del esternón que es
excepcional y ocurre en los animales flacos.
2. Palpación.
Permite darse cuenta de su superficie, pues los higromas son siempre subcutáneos y si
se desplazan o no permite darse cuenta si son:
a.) Agudos: serán calientes y dolorosos, pueden ser a su vez edematosos, dando a la
palpación la sensación de infiltración o supuración y son comparables a abscesos
calientes.
b.) Crónicos: A su vez pueden ser quisticos con paredes delgadas y de fluctuación
uniforme o fibrosa, caso en el cual la cavidad está muy reducida y limitada por una
masa espesa, fibrosa y a veces hasta calcárea y aun osificada parcialmente y limitada
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externamente por una masa espesa y queratinizada. Por la punción podrá dar cuenta de
si los higromas son hemorrágicos, serosos o purulentos.
1. Inspección:
Ocupan sitios precisos lo que permite una orientación diagnostica con la observación.
Las sinovitis tendinosas se denominan “Vejigones”. Hay que tener en cuenta que la
sinovitis tendinosa es alargada y se localizan a lo largo de los tendones, puesto que lo
que se inflama es la vaina que envuelve al tendón en más o menos la longitud a su paso
por la articulación. Pueden ser agudas o crónicas.
Sinovitis tendinosa:
Están localizadas; La del carpo entre la cara posterior de la porción proximal del
metacarpo. En la parte superior y externa del carpo. El vejigón precarpiano en la cara
anterior del carpo y superior del metacarpo. El tarciano uno interno y el otro externo
situado en los huesos o depresiones del corvejón, entre el perforante y el tendón de
aquiles y otro inferior a lo largo de los tendones flexores en el tercio superior de la caña.
El calcáneo que se extiende a lo largo de la cuerda del jarrete, partiendo de la punta del
calcáneo hacia arriba. Los vejigones de la gran sesamoidiana con dilataciones simétricas
situadas en la cara posterior del menudillo por encima de los semoideos y entre el
ligamento suspensor del menudillo y los tendones flexores. El de la cara anterior del
menudillo especialmente en los miembros posteriores en forma de una pequeña
dilatación redondeada y a veces bilobulada por delante del tendón del codo.
La del codo, es rara y se presenta en forma de una dilatación redondeada en la parte más
posterior y externa de la articulación del codo. La radíocarpiana, entre el radio y la
primera fila del carpo y la íntercarpiana entre los huesos de las dos filas del carpo. La
rotuliana por debajo y por dentro de la rótula. La tarsiana que consta de los posteriores
situadas en los huecos del corvejón y otro en la parte esterointerna de esta articulación.
Se diferencian los posteriores de los vejigones tendinosos situados más adelante y un
poco mas abajo. Los vejigones articulares del menudillo en forma de dos dilataciones
redondeadas del tamaño de un durazno pequeño, situado inmediatamente por detrás de
la articulación del menudillo, entre la extremidad inferior de la caña y el ligamento
suspensorio, se distingue de las dilataciones sinoviales tendinosas porque estas son más
alargadas, voluminosas y suben más alto. Las del pie o segunda articulación
interfalangica en forma de dos pequeñas dilataciones simétricamente colocadas, poco
voluminosas por encima de los cartílagos complementarios.
Las sinovitis agudas articulares son mas o menos bien localizadas que las tendinosas,
que son bastantes circunscritas a una zona de la periferia articular. La sinovitis aguda
tendinosa y articular pueden ser cerradas o abiertas por una o varias fístulas por las que
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sale sinovia o pus. Las sinovitis articulares pueden ser el asiento de la tuberculosis, en
este caso la articulación esta hipertrofiada, dura, sin calor aprecible pudiendo haber
supuración o no.
2. Palpación:
SIGNOS FUNCIONALES.
Prueba de la espalda:
2. Se toma el animal por la brida y se hace recular (retroceder), si uno de los miembros
presenta dificultades, como arrastrarlo sobre el suelo, puede sugerirse que hay alguna
lesión en la parte posterior de la articulación
En la artritis cerrada aguda con distensión de la bolsa articular durante el reposo hay una
semiflexión de la articulación por corresponder esta posición a la máxima capacidad de
la bolsa e impedir por consiguiente la excesiva distensión de sus paredes, lo que
provoca dolor.
Está regulado por el aparato fibroelástico del pie, el cual esta constituido por la
almohadilla plantar y los cartílagos alares o complementarios de la tercera falange.
Este aparato fibroelastico del pie por intermedio de la ranilla soportan las fuerzas de
choques producidas por las gravitaciones y contrareacciónes que aplastan la almohadilla
plantar, desplazando lateralmente los fibrocartílagos complementarios de la tercera
falange, gracias a la expansión que sufre la ranilla. Este trabajo del citado aparato
constituye, en forma muy especial, a mantener la forma de las partes posteriores del pie.
Por lo tanto, toda disminución o pereza funcional del cojinete plantar condiciona su
atrofia y el estrechamiento de las partes posteriores del pie, (ejemplo en el mal herraje,
donde las herraduras son clavadas hasta los talones, no permiten la expansión de la
ranilla y se produce la encastilladura, mostrándose un pie angosto en la parte posterior
del casco haciendo que se presente con más facilidad un trastorno podal).
La frecuencia de las enfermedades del pie se explica con más facilidad si tenemos en
cuenta:
1. Inspección:
Los muchos y variados los factores que se deben tener en cuenta para la inspección del
pie del caballo se concretan en:
a.) Tamaño o volumen.
b.) Conformación.
c.) Calidad del estuche córneo.
d.) Dirección y aplomos.
e.) Desherrado y blanqueo
El tamaño del pie es un atributo de la raza, puede ser grande o pequeño. Es obvio decir
que el pie grande es propio de caballos corpulentos, pesados, mientras que el pie chico
es característico de los caballos livianos y de algunas razas. Un solo requisito importa,
que el volumen, el tamaño del pie, armonice con el “todo”, con la constitución
anatómica del animal, y que el pie este debidamente conformado. Los cascos
desproporcionadamente grandes, aún bien conformados, condicionan posibles
contusiones (caballos que se rozan o se alcanzan) y traumatismos en la cara plantar del
pie, especialmente cuando trabajan en suelos pedregosos.
Los cascos pequeños (adquiridos) en relación con el tamaño del animal, se observan en
caballos que están forzados a cumplir constantemente un determinado trabajo donde el
apoyo se firma más en la parte anterior del pie que en la parte posterior. Alterada la
función se producen trastornos tróficos del pie, atrofia de la ranilla, modificación de la
forma del pie (pie estrecho, cilíndrico). Son fenómenos de adaptación anatómica que
termina afectando la función, el pie se adapta a las circunstancias, al tipo de trabajo y a
las condiciones del medio, así por ejemplo, el pie estrecho (muleño) que se desarrolla en
los caballos que trabajan en terrenos montañosos con sus cascos de pared fuerte y poca
inclinada, ranilla pequeña, palma cóncava (topino fisiológico), se ensancha y se ablanda
si el animal es llevado a zonas de suelos húmedos, blandos, pantanosos, donde el grado
de humedad del casco es mayor y la almohadilla plantar cumple un trabajo mas intenso.
b.) Conformación:
Otro defecto de forma está relacionado con la rotura de determinadas porciones que se
consideran propias y fundamentales del pie bien conformado, tales como la longitud de
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los talones, la longitud del casco en la región de las lumbres y la relación entre esas
alturas, según como se modifiquen estas medidas, tendremos un pie alto de talones o
bajos talones.
Por otro lado, la mayor parte de las afecciones del pie determinan modificaciones de
forma, así, un casco estrecho, cilíndrico, puede tener su origen en algunas formas de
osteítis angulares de la tercera falange, en la osteítis sesamoidea distal crónica
(enfermedad del navicular), un casco grande (ancho, hiperconico, plano, colmado) se
observa como consecuencia de osteítis dorsales difusas de la tercera falange, de
infusoras crónicas; una mayor convexidad en el perfil del casco en pinzas puede ser
causada por un querafilocele o por una osteítis o fractura del piramidal, un casco
desparramado se observa en los casos de procesos inflamatorios crónicos, vegetantes y
exudativos de la membrana queratógena del pie, etc.
El casco que se prolonga hacia delante puede producirse cuando se descuida el pie y la
uña tiene poco desgaste, generalmente se produce cuando el apoyo tiende a realizarse
con la parte lateral o media del casco, ésta situación se observa en algunas formas de
osteítis de la tercera falange, también en pies infosados se alarga el casco, debido a que
el apoyo se realiza principalmente con las partes posteriores del pie, mientras que las
lumbres y mamillas trabajan poco o no trabajan.
Son innumerables las posibilidades de dimorfismo del pie, “toda afección del pie se
expresa con deformidad y disfunción” y crea un problema potencial de adaptación a las
nuevas circunstancias imperantes.
El espesor y la dureza del casco son cualidades fundamentales a la función que se debe
cumplir como elemento protector de los elementos vivos que encierra en su interior y
como parte del pie receptiva de gravitaciones que llegan desde arriba y de
contrareacciónes que recibe desde el suelo, que debe neutralizar (fuerza de choque).
El espesor de la uña depende, en primer lugar, del espesor del rodete, en el cuerpo
mucoso de Malpighi se cumple el proceso de noviformación córnea, por lo que una
alteración persistente en esta parte condiciona una uña defectuosa.
son menos las posibilidades de alterar aplomos que desvían gravitaciones hacia unos
elementos del pie en perjuicio de otros solidarios en la función.
Por otra parte, el pie con pared cornea falta de espesor y de dureza, está más expuesto a
lesiones traumáticas (contusiones, picaduras, clavaduras, fracturas de la uña) y crea
problemas en el momento de herrar.
Al herrar un casco débil, el herrero debe tomar todas las precauciones para no herir el
corion (clavadura), debe colocar la herradura (que sea liviana) utilizando clavos muy
finos, la función queratogénica del rodete se estimula con fricciones, irritantes, masajes
y ejercicios en pista de arena.
1. Por delante:
La línea que baja de la caña, forma dos ángulos rectos con la línea horizontal de la
corona, debe dividir el pie en dos partes iguales.
2. Por detrás:
La línea horizontal que pasa por la cerneja y cae en la separación de los pulpejos; debe
formar dos ángulos rectos con la línea horizontal que pasa por la corona.
3. De lado:
1. Chueco hacia fuera (izquierdo) y chueco hacia adentro (estevado): el eje podal, el
eje flalagico o ambos están quebrados hacia fuera o adentro respectivamente.
2. Rampinismo: Desviación permanente hacia atrás del dedo o parte del dedo.
* Rampinismo de segundo grado: Cuando el apoyo del pie se realiza en pinza, los
talones no llegan al suelo y el perfil anterior del casco no llegan a la perpendicular con
respecto al suelo. El ángulo es menor de 90 grados.
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2. Palpación:
Comprensión del casco: se realiza por medio de pinzas especiales (narigueras), una de
cuyas muelas se aplica en la muralla y la otra en la palma, éste sistema permite localizar
y graduar la fuerza de la presión, lo que no se puede realizar con la percusión. Tiene por
objeto buscar reacciones de dolor, para efectuarla se levanta el miembro hacia delante o
hacia atrás y al comprimir con la pinza se observara la reacción muscular que efectúe el
animal, en el caso de una quemadura en la suela, se notara un dolor a todo lo largo de la
línea blanca o saúco, en casos de rotación del tejuelo se observará dolor en el ápex de la
ranilla.
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3. Percusión:
Tiene por objeto especial, explorar la sensibilidad y el sonido característico del casco,
para practicarla se levanta si es posible, el miembro sano y con un objeto apropiado se
golpea suavemente las diversas partes de los lados y frente de la muralla, se debe
comparar con el miembro sano.
Los clavos de las herraduras deberán percutirse con el martillo para ver si se provoca
dolor, lo que podría ocurrir cuando uno de los clavos quedo demasiado profundo,
interesando los tejidos vivos. La percusión es también dolorosa en el caso de escarzas o
hemorragias subcórneas en la región de los ángulos de la palma.
Es importante tener en cuenta que al percutir el casco el sonido normal debe ser macizo,
lo encontraríamos hueco en la muralla en casos de laminitis debido a la separación de
las laminas coriales del corión laminar, gracias a la poca irrigación del tejido, dato
importante para determinar el grado de lesión del tejido y su cronocidad, ya que entre
más crónico sonaría más hueco y más generalizado en el casco.
Las formas y variedades del dolor, sean espontáneas (cuando son naturales) o
provocadas (cuando son una respuesta a las maniobras explorativas) son innumerables y
no siempre fáciles de definir.
Expresión de dolor:
El dolor repercute sobre el modo de ser y la conducta del sujeto. Junto a la “sensación
de dolor” tendremos la “expresión de dolor”, este aspecto es de interés en medicina
veterinaria ya que no cuenta con la expresión hablada “directa” del sujeto enfermo.
En algunos casos, la estructura afectada es palpable y puede establecerse el origen del
dolor y alguna de sus características, en otros escapa a las posibilidades de la palpación
y se requiere el buen uso de métodos indirectos para localizarlo y definirlo. Como el
caballo no habla, expresa el dolor a su manera, “la cojera”, con sus modalidades y la
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1. Por su localización.
a) Superficial
b) Profundo
2. Por su extensión.
a) Localizado o circunscrito.
b) Generalizado.
4. Por su intensidad:
1. Actitud postural:
En estación el caballo con dolor coloca el miembro dolorido en una postura antiálgica,
obedeciendo a un arco reflejo que tiene su punto de partida en la inervación sensitiva de
la parte enferma que reclama de los músculos vinculados al órgano afectado, una acción
de “simpatía y vigilancia” que se traduce en la relación de unos y en la contracción de
otros. El animal procura derivar las gravitaciones hacia los miembros sanos
colocándolos debajo del tronco.
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2. Disfunción locomotora:
En términos generales orientan hacia el pie (diagnóstico topográfico): las cojeras que se
intensifican en pista dura, cuando el apoyo es fugaz, cuando la marcha es enclavijada,
rígida y el paso es largo.
* Una respuesta positiva a determinada maniobra, por muy conveniente que sea debe ser
sometida a juicio crítico, calificándola frente a las características de la cojera y de la
enfermedad sospechada.
CLAUDICACIONES O COJERAS
DEFINICIÓN:
CLASIFICACIÓN:
b.) Grado 2: El caballo empieza a mostrar signos de cojera al caminar (se muestra
torpe) pero las patas pueden ser levantadas por el clínico sin causar mucho dolor al
animal.
c.) Grado 3: El caballo no muestra deseos para moverse y se resiste cuando se le trata
de levantar la pata.
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d.) Grado 4: El caballo tiene que ser forzado a moverse y pasa la mayor parte del
tiempo echado.
3. Según su localización:
a.) En terrenos duros: suelen deberse a lesiones bajas y corresponden con las cojeras
de apoyo.
b.) En terrenos blandos: suelen deberse a lesiones altas y se corresponden con las
cojeras de elevación.
a.) Por sensación dolorosa o álgida (cojera verdadera): se presenta por dolor físico,
cuando existe alguna compresión de un órgano o tejido móvil o cuando hay un proceso
inflamatorio ya sea agudo o crónico de músculos, huesos o tendones. Este tipo de
cojeras se presenta en osteítis, artritis, tendonitis, podotrocleítis y laminitis.
c.) Por parálisis genéricas: se presenta cuando hay afección del sistema nervioso,
especialmente de los nervios periféricos, cuando estos no llevan los impulsos a
los músculos o cuando un músculo pierde parte de la innervación.
ETIOLOGÍA:
I. Causas predisponentes:
Dentro de las causas predisponentes se incluyen todas aquellas alteraciones que lo hacen
más susceptibles a sufrir de cojeras:
c.) Cascos de calidad deficiente: las uñas secas, duras perturban el grado de elasticidad
del pie. Los cascos excesivamente blandos, quebradizos son también patológicamente
lábiles. Los cascos despigmentados (blancos), poseen menos túbulos córneos y más
sustancia íntertubular, la cual es higroscópica y atrae agua, haciendo que aumente la
humedad del casco por encima del 30 %, lo debilita y lo hace susceptible.
d.) Defectos de conformación del pie: facilitan los traumatismos (palma plana o
convexa), perturban el trabajo del aparato fibroelástico al no permitir la expansión
adecuada de la ranilla (encastilladura) y lo predisponen a enfermedades crónicas.
e.) Sitio de trabajo: suelos escabrosos, duros, helados, resbaladizos, anegadizos, sucios
con abundantes elementos duros, cortantes y punzantes, condicionan a que se presenten
con más facilidad situaciones patológicas.
f.) Actividad: la índole de trabajo que el animal realiza (tracción, paso, trote, salto,
polo, carrera) tiene influencia en el predominio de determinadas afecciones laborales
(enfermedades profesionales).
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h.) Herrado defectuoso: si persiste el tiempo suficiente puede producir las lesiones en
el lugar y aun a distancia (cojeras a distancia o colaterales).
a.) Acción solidaria de causas predisponentes: las causas antes mencionadas cuando
suman sus potencialidades y superan los márgenes de resistencia, actúan como factores
determinantes, como por ejemplo:
Análisis:
Diagnóstico integral:
El diagnóstico está muy lejos de constituir el simple y artificioso arte de dar un nombre.
La enfermedad como reacción, en la que el organismo pone el sello de su peculiar
individualidad, reclama:
a.) Que se precise la etiología, no solo el factor etiológico especifico, sino el conjunto de
factores etiológicos secundarios, predisponentes o determinantes, alejados o próximos,
directos e indirectos. “Diagnóstico etiológico”.
Interpretación clínica:
Se determina con base a una anamnesis precisa y a una buena apreciación durante el
examen clínico general.
a.) Anamnesis:
Los signos mínimos son apreciados en general, por quienes manejan y utilizan el animal
y se han identificado con él. Son sutiles cambios en la ambulación y apoyo de algún
miembro durante el trabajo, tales como: el pie que tropieza sin razón aparente, la
basculación que se modifica, el paso que se acorta y se altera con pasos que parecen
normales, un brusco cambio de mano sin haberlo solicitado, el apoyo menos franco que
a veces se acompaña con la brusca e inesperada elevación de la cabeza o de la grupa, el
apoyo mas ruidoso que pronuncia una herradura suelta o rota, el animal que se resiste,
se niega o no obedece a las ordenes normales en él.
También es importante observar los huesos planos de la nariz, cresta facial, columna
vertebral y aplomos para determinar si hay un proceso de descalcificación.
Cuando el animal se somete a movimiento debe llevarse de la mano con ronzal largo y
flojo para que realice los movimientos de la cabeza libremente. Debe ser llevado por un
auxiliar para que el medico veterinario pueda apreciar bien los movimientos.
En las cojeras del miembro anterior se debe observar “el movimiento de la cabeza”
aquí el animal levanta la cabeza y la dirige hacia el miembro sano en el momento del
apoyo del miembro enfermo, con el objeto de quitarle peso, así mismo el apoyo del
miembro enfermo se hace con suavidad, de modo que produce ruido menos fuerte que
cuando apoya el miembro sano. En el momento del apoyo del miembro sano el caballo
baja la cabeza del mismo lado.
En las cojeras del miembro posterior se debe observar “la dislocación vertical de la
tuberosidad coxal”, donde al apoyar el miembro enfermo, el animal levanta la cadera
del mismo lado y se observa una asimetría en la altura máxima de la musculatura glútea
durante el apoyo.
Es conveniente en algunos casos hacer subir o bajar al animal por una pendiente, ya que
al subir se recargan los miembros posteriores y al bajar se recargan los miembros
anteriores. Al bajar pendientes por la relativa relajación del tendón flexor digital
profundo o perforante se puede disminuir las cojeras del sesamoideo distal, en cambio
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El suelo tiene importancia para los datos recogidos durante los movimientos del animal:
En el suelo blando sea de barro o recubierto de estiércol se acentúan mas las cojeras de
elevación o altas (afecciones del carpo y tarso hacia arriba) debido al esfuerzo o tracción
que tienen que hacer los grupos musculares para levantar el miembro, aquí el paso se
hace mas corto. En el suelo duro se manifiestan más las cojeras de apoyo o bajas
(afecciones del carpo y tarso hacia abajo), debido a que las fuerzas de choque son
mayores, por lo que el paso se hace mas largo.
Evaluando el miembro claudicante para ubicar la zona donde radica la lesión, aunque
por la inspección anterior podríamos tener idea a cerca de la ubicación de la lesión, por
ejemplo el apoyo en pinza, la cojera de apoyo en terrenos duros nos orienta hacia las
partes bajas del miembro cojo, así como la presencia de aumentos de volumen,
deformaciones, lesiones, heridas, secreciones, fístulas, etc.
Lo primero que se hace es el blanqueo del casco para observar la suela, la ranilla, las
lagunas, tratando de buscar puntos oscuros o secreciones que deben seguirse con un
descallador para tratar de encontrar cuerpos extraños. Se mira la línea blanca (saúco o
línea clavera) para ver su desarrollo o si no hay secreciones o aberturas fistulosas.
Se palpa la temperatura del casco con el dorso de la mano, que normalmente es frió,
pero si se encuentra caliente no puede indicar un proceso inflamatorio del pie.
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Se hace presión del casco con una pinza para determinar la sensibilidad que se
manifiesta con temblores de los músculos anconeos.
Se toma el pulso en la arteria colateral del a caña para determinar si se encuentra mas
lleno y fuerte, como sucede en los procesos inflamatorios e isquemicos del corion.
Se hace palpación de los pulpejos que normalmente son blandos, elásticos e indoloros,
pero que se pueden encontrar dolorosos, osificados, con heridas y necrosis.
Sigue el examen del metacarpo y metatarso por medio de la palpación a lo largo de ellos
para encontrar deformaciones, temperatura y sensibilidad. Al estar en pie, los tendones
se encuentran tensos, pero al levantarlo se palpan blandos.
Después de realizado este proceso se realizan una serie de pruebas para aumentar la
respuesta álgica y así afianzar la ubicación de la lesión, dentro de estas tenemos:
Se utiliza una cuña de madera con una inclinación de 20º a 30º, apoyamos el casco
sospechoso sobre la cuña y forzamos el apoyo levantando la extremidad contralateral,
para producir hiperextensión del aparato ligamentoso posterior. Si presenta algún tipo
de alteración, este se defiende con reacción de defensa “es considera positiva”.
e.) Prueba de la venda de franela: se venda la zona donde suponemos que existe la
lesión (vendaje compresivo de contención y ascendente) y hacemos caminar al animal.
Si la cojera es por exostosis disminuye con el vendaje, debido a que este inmoviliza el
ligamento y al no desplazarse sobre el hueso, no hay dolor.
g.) Radiografía: se utiliza una vez localizada la zona de la lesión, para el diagnóstico de
los procesos patológicos que afectan fundamentalmente al soporte óseo de las
extremidades (fracturas, exostosis, periostitis osificante, osteosarcoma, etc). También es
importante para determinar el grado de rotación o desplazamiento del tejuelo en la
infosura crónica, ya que es un aspecto importante para establecer las posibilidades
terapéuticas y pronósticas de este tipo de pacientes.
h.) Ecografía: proporciona una forma muy útil de conseguir imágenes de estructuras de
tejidos blandos, en particular para evaluar lesiones de tendones y ligamentos. Se pueden
producir imágenes transversales y longitudinales pudiendo observar los tendones
flexores digital superficial y profundo, así como el suspensorio y el anular. Cada
estructura se debe valorar en cuanto a su tamaño, perfil, posición y ecogenicidad.
k.) Estudio del líquido sinovial: proporciona datos de gran interés para el
conocimiento del estado de la articulación en cuestión, requiere drásticas medidas
asépticas y agujas a la medida de la profundidad y situación de la articulación a estudiar.
Las características del líquido sinovial de una articulación son las siguientes: es incoloro
o amarillo opalescente, algo filante y sin olor, no coagula espontáneamente, a 4º C
permanece líquido por 48 horas (por lo que es conveniente recogerlo con
anticoagulante, ya que el anómalo si coagula), el contenido proteico es bajo, el numero
de células que contiene es bajo.
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Contenido
Menos de 2 g/100 ml Mas de 4 g/100 ml Mas de 8 g/100 ml
proteico
Las deriva el clínico con base a un buen diagnóstico, a la etiología, al grado de la lesión,
a las posibilidades de curación, a las facilidades de tratamiento, a la duración del
tratamiento y a las facilidades económicas.
Si conviene agotar todos los recursos terapéuticos, cualquiera que sea su costo por que
los factores anteriores reúnen meritos suficientes, se debe hacer, pero si es el caso
contrario donde el animal no tiene ninguna posibilidad de curación o quedará
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Bibliografía:
• Redden, R. Clinical and Radiographic Examination of the Equine Foot. In: 49th
Annual Convention of the American Association of Equine Practitioners, New
Orleans, Louisiana, 2003. URL: http:// www.ivis.org
• Cruz, J. Tendinitis equina. Revista virtual Portal Veterinaria. 2004.
URL:http://www.portalveterinaria.com
• Funtanillas, H. Podología equina: ¿como mirar y ver? Revista Visión Veterinaria.
2002. URL:http://www.visionveterinaria.com
• García, J. Osteoartritis de la Coyontura Interfalangeal Proximal (Cuartilla).
Memorias del 1er seminario internacional de medicina y reproducción equina.
Asocaba. Medellín. 2004.
• Gómez, J. Heridas de los Tendones, Bursas Sinoviales y Articulaciones en Caballos.
Memorias del 1er seminario internacional de medicina y reproducción equina.
Asocaba. Medellín. 2004.
• Gómez, J. Dermitis del origen del ligamento suspensorio. Memorias del 1er
seminario internacional de medicina y reproducción equina. Asocaba. Medellín.
2004.
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LAMINITIS EQUINA
Definición:
También llamada infosura, aguadura, hordeadura y pie de agua, ha sido definida como
un “síndrome” caracterizado por manifestaciones locales por alteraciones vasculares
periféricas, con disminución del riego sanguíneo de la dermis podal, cuyo origen es de
carácter sistémico, principalmente de orden metabólico y se caracteriza por claudicación
y deformación del pie en el equino.
Etiología:
Fisiopatología:
Debido a la isquemia se produce una congestión podal por encima del vasoespasmo o
del trombo, haciendo que se aumente la presión y se estimule la formación de
desviaciones o cortocircuitos arteriovenosos (shunts A-V) a nivel de la segunda falange,
por lo que se disminuye aún más la circulación, ya que a este nivel la sangre arterial se
desvía a través de las anastomosis a las venas sin irrigar las partes dístales del corion, lo
que ocasiona necrosis del tejido laminar, lo que propicia la separación del corion
laminar del laminillas coriales de la pared interna del casco. La densidad relativa de las
anastomosis arteriovenosas parece ser bastante alta en el pie del caballo, se han
estimado 500 anastomosis por cm3 de tejido.
2. Fase aguda:
A nivel podal hay un incremento del flujo sanguíneo digital a través de las arterias
digitales, sin embargo esta se desvía a través de los cortocircuitos arteriovenosos, por lo
que la perfusión capilar se disminuye y no se irrigan las láminas del corion, ocasionando
mas isquemia y edema en la unión del corion laminar y las laminillas coriales del casco,
en este punto los tejidos empiezan a separarse con mayor acumulo de sangre y fluidos, y
los mecanismos designados para mantener la estabilidad entre la pared del casco y el
tejuelo, fallan llegando a producir necrosis laminar.
3. Fase crónica:
Se inicia entre 48 y 72 horas después de la fase aguda. En esta fase la necrosis laminar
se hace cada vez mas extensa, aumentando la separación con las laminillas coriales, lo
que permite el colapso de la tercera falange.
La “rotación” del tejuelo se produce por predominio del vector de fuerza del flexor
digital profundo y de las fuerzas de rotación que se enfocan sobre el dedo, esto se debe a
que el tendón jala la tercera falange hacia atrás, como hay desprendimiento por necrosis
laminar y el casco es pando, se rota hacia atrás, cuyo ángulo de rotación depende del
tiempo, del estado del casco y de la necrosis, hasta el grado de colocar la punta del
tejuelo a nivel del ápex de la ranilla.
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Manifestaciones clínicas:
Laminitis aguda:
Grado 4: no se mueve, hay que forzarlo, generalmente pasa echado y se queja mucho
de dolor.
Laminitis crónica:
Aunque no esta muy bien definido, se dice que comienza 72 horas después de haber
colapsado la tercera falange. El grado de colapso del tejuelo es variable, por lo tanto el
dolor también y puede haber o no claudicación.
Tratamiento:
1. Manejo médico: son muchos los aspectos que se pueden controlar desde el punto de
vista médico, es así como debemos tener en cuenta:
El “manejo del dolor” debe hacerse inmediatamente para que apoye y camine, de esta
manera activa la circulación del pie, podemos utilizar flunixin meglumine a dosis de 1.1
mg/kg, fenilbutazona a dosis de 4.4 mg/kg, dipirona a dosis de 22 mg/kg, todas con
intervalo de 12 a 24 horas.
4. Manejo del aplomo del casco: cuando la laminitis pasa a la fase crónica y casco
presenta deformación (casco pando), se debe “limar” procurando recuperar los
parámetros normales (ángulo anterior 45º a 48º), también se pueden realizar “herrajes
terapéuticos y correctivos” con el fin de activar el metabolismo y circulación al dar
estabilidad a la ranilla.
Bibliografía: