Locomotor Card.

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UNIVERSIDAD DE CORDOBA
FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA
DEPARTAMENTO DE MEDICINA ANIMAL
AREA: CLINICAS

SEMIOLOGÍA Y PROPEDEUTICA DEL APARATO LOCOMOTOR

JOSÉ ALBERTO CARDONA ÁLVAREZ


DOCENTE

BERASTEGUI
2004
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NIVEL DE ENTRADA

1. Definan claudicación: __________________________________________________


Cómo se clasifica_________________________________________________________.

2. Defina esparaván:______________________________________________________
_______________________________________________________________________

3. Un equino con ruptura de los tendones flexores muestra los siguientes signos:
_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
_________________________________________________

4. Diga tres causas importantes de laminitis: ___________________________________


_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________

5. Como se evalúa el aplomo del pie en el equino: ______________________________


_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________

6. En que consiste la prueba de lungwitz: _____________________________________


_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________

7. Define sinostosis:_______________________________________________________
_______________________________________________________________________

8. Como se evalúa una bursitis: _____________________________________________


_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________

9. enumera 3 pautas prioritarias para el tratamiento de un animal con laminitas:


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SEMIOLOGÍA Y PROPEDEUTICA DEL APARATO LOCOMOTOR

José Alberto Cardona Álvarez. M. V. Z.


Docente de Clínica de Grandes Animales
Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia

Comprende el estudio de los tejidos duros (esqueleto apendicular y axial con sus
cartílagos articulares) y blandos (tendones, ligamentos, músculos, bolsas serosas y
nervios comprometidos), debido a su integración anatómica como unidad funcional. La
conjugación de estos elementos da origen a la postura y el movimiento, coordinados por
el sistema nervioso, el desempeño de cada uno se complementa con el otro de manera
muy estrecha, por lo tanto cualquier alteración en alguno de estos componentes
provocaría forzosamente disfunción como trastornos de posición, locomoción y a veces
lesiones y deformaciones.

Es importante realizar una inspección completa de todo el animal en su conjunto,


analizando forma y constitución, ya que el esqueleto le da el soporte y estructura, y los
músculos dan forma y resistencia, que junto a las articulaciones dan la suavidad y
sincronización a sus desplazamientos.

También se debe realizar una palpación general prestando atención especial a la


sensibilidad, fluctuación, compresión y temperatura de todo el conjunto y en especial de
las zonas sospechosas (como las deformaciones, como en el caso de edemas, enfisemas,
abscesos, etc).

En algunos casos se debe realizar la percusión, como sucede en los aumentos de


volumen, así poder diferenciar cuando es aire, y debería sonar timpánico (como en el
flemón gaseoso por carbón sintomático) o si es material compacto y escucharse macizo
(como en el edema inflamatorio, hematoma, etc). Este último paso podríamos
corroborarlo a través de una punción para determinar las características del contenido
de los aumentos de volumen.

Algunos autores recomiendan realizar la auscultación de determinadas anomalías


(aumentos de volumen y deformaciones) con fin de escuchar los sonidos que en ella se
producen, como por ejemplo las crepitaciones en caso de fracturas (por roce de los
extremos rotos) y rompimiento de coágulos en el hematoma.

MUSCULOS y TENDONES.

El músculo cumple funciones muy variables en el organismo, una de ellas es cambiar la


dirección de los huesos articulados para llevar a cabo la locomoción, razón por la cual
en las disminuciones prolongadas del movimiento de determinadas zonas del cuerpo se
observa “atrofia” de los músculos comprometidos.

1. Inspección:

Debe hacerse comparando las partes vecinas y especialmente con las regiones
simétricas. Deberá también tenerse en cuenta el estado de carnes.
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Las alteraciones más relevantes que podemos encontrar en la exploración de los


músculos son:

a) Deformaciones: pueden consistir en aumentos de volumen, pudiendo ser


“localizadas” en casos de abscesos, quistes, hematomas, tumores, sobrehuesos y
enfisema (carbón sintomático) o “difusas” como en la miositis mioglobinurica del
caballo. Se puede presentar disminución del tamaño o grosor de un músculo o “atrofia”
como consecuencia de la restricción o limitación de su uso, como sucede cuando hay
fracturas, parálisis persistentes o en situaciones donde se presenta dolor prolongado que
obliga al animal a inmovilizar la zona. La atrofia muscular puede estar localizada en un
grupo de músculos como el cuadricep femoral a consecuencia de mioglobinuria
paroxística del caballo, en la grupa como consecuencia del esparavan calloso, el cual
supone cojera y por consiguiente escasa actividad muscular, pero la atrofia puede ser
extendida a toda una región del miembro como ocurre en las masas musculares que
quedan por encima de una artritis de larga duración.

b) Contracciones musculares: dentro de este grupo encontramos el “Espasmo”, el


cual es una contracción súbita y violenta, más o manos persistente e involuntaria de uno
o varios músculos, puede ser continuo y la rigidez persistir por un tiempo considerable
(espasmo tónico) como se observa en enfermedades como el tétano, o intermitente, en
el que la rigidez muscular va seguida inmediatamente de una relajación (espasmo
clónico).

c) Tetania: síndrome caracterizado por una contracción tónica dolorosa de los


músculos voluntarios, con sacudidas musculares, calambres y convulsiones, dentro de
esta categoría se encuentra las tetanias hipomagnesémicas e hipocalcémicas.

d.) Temblor: son contracciones espasmódicas involuntarias y repetidas muy finas de


los músculos voluntarios, se observan en casos de desequilibrios electrolíticos producto
de una deshidratación, fase de ascenso (titiriteo) de los estados febriles.

e.) Miodistrofias: son procesos de tipo degenerativo, no inflamatorio e irreversible que


afectan al músculo esquelético, son localizadas primordialmente en los miembros
posteriores, originando cambios continuos de postura, debilidad, incoordinación y
dificultad para el movimiento. El los casos agudos los músculos aparecen abultados,
duros y dolorosos y en los crónicos se tornan blandos y sin dolor. Se produce como
consecuencia de una carencia de minerales (selenio, vitamina E, cobre), o
secundariamente a procesos isquémicos, traumas, intoxicaciones, etc. Dentro de este
proceso se encuentran la “miodistrofia enzoótica de los rumiantes o enfermedad del
músculo blanco” por deficiencia de vitamina E y selenio y la “mioglobinuria
paralítica de los équidos o rabdomiolisis o azoturia o enfermedad de los lunes” se
presenta cuando los équidos son sometidos a trabajo y ejercicio fuerte después algunos
días de reposo y buena alimentación, lo que ocasiona necrosis de fibras musculares de
los glúteos y lumbares provocando disfunción, dolor, rigidez y tumefacción, marcha
envarada, sudoración profusa y mioglobinuria (orina color rojiza).

f.) Miositis: son afecciones musculares de tipo inflamatorio agudo o crónico. Las
agudas son dolorosas y tumefactas, mientras que las crónicas originan atrofia muscular.
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Las causas mas frecuentes son las de origen traumáticas, infecciosas (carbón
sintomático, edema maligno, actinobacilosis), y parasitarias (triquenelosis).

g.) Miastenia: llamada también debilidad músculo esquelética, es reversible, con


manifestación de paresia, parálisis o incoordinación. Obedece a una alteración a nivel de
la placa neuromuscular o placa motora, estas alteraciones pueden ser congénitas
(miastenia gravis) o adquiridas (intoxicación por órganofosforados, carbamatos),
provocando un déficit de receptores funcionales de acetilcolina en la membrana
postsináptica.

2. Palpación:

Con el objeto de apreciar el calor, la sensibilidad (reacción dolorosa), la consistencia,


fluctuación, compresión, etc. Pueden ponerse así de manifiesto:

a) Abscesos: pueden ser “calientes” y tienen los signos de la inflamación aguda y mas
tarde un punto fluctuante rodeado de una zona dura y sensible, “fríos” que a su vez
pueden ser duros por organización del material purulento en forma de quistes,
frecuentes en el caballo hacia la región del tórax ventral, por los constantes
traumatismos con el collar (cincha muy apretada) y blandos que tienen fluctuación
uniforme pero de paredes generalmente mas espesa.

b) Hematomas: son ligeramente sensibles a la palpación y presentan crepitación suave


por la ruptura de los coágulos en su interior.

c) Quistes: son pequeñas cavidades de paredes delgadas indoloras y de fluctuación


uniforme.

d) Enfisema: en el carbón sintomático se presenta una zona fría central enfisematosa


que es reemplazada hacia la periferia por una zona caliente y edematosa. Podemos
encontrar enfisemas como el “autóctono” (flemón gaseoso) en el caso del carbón
sintomático y el “adquirido” como en casos de ruptura de algún órgano con contenido
gaseoso (traquea, pulmón), heridas en sitios móviles (axila, ingle).

e) Hernias abdominales: en las que son recientes, la palpación permite apreciar el


anillo herniario y las características del contenido, siendo este reducible en la mayoría
de los casos, el contenido puede ser fluctuante, reducible y con borborigmos en caso de
hernia intestinal y puede ser dura y pastosa en el epliplocele. Para ver la reductibilidad
de las hernias, conviene colocar al paciente en una posición adecuada, de modo que la
hernia quede en la parte mas alta operándose por gravedad su reducción. Después de
algún tiempo la ingurgitación inflamatoria no permite la apreciación del anillo, sino que
la palpación encuentra material duro y fibrosado producto de la adherencia. Después de
los primeros 8 a 10 días, vuelve a palparse como al principio pero los bordes están un
poco engrosados.

f) Tendonitis: puede ser aguda o crónica, apreciándose por la inspección engrosamiento


de la parte posterior o flexora a nivel del metatarso y metacarpo y por palpación dolor y
fluctuación liquida a lo largo del tendón flexor digital. También podemos encontrar
Ruptura de tendones perfectamente apreciable cuando la ruptura es más o menos
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completa. Como en casos de la ruptura del tendón de Aquiles denotándose deformación


de la zona con dolor intenso o como en el caso de ruptura de los tendones flexores,
donde se nota a la inspección la caída completa del menudillo.

g.) Edemas: los cuales pueden ser “fríos” como en el caso de hipoproteinemias
llamados discrásicos o hidrémicos, o por disminución (éxtasis) del retorno venoso como
sucede en casos de insuficiencia cardiaca congestiva derecha (ICCD) y se denominan
estáticos centrales y periféricos en casos de obstrucción de vasos sanguíneos periféricos;
También pueden ser “calientes” como sucede en el caso de traumatismos
(inflamatorio), enfermedades como el edema maligno (infeccioso), o alrededor de una
abertura natural (colateral).

DISCRÁSICOS HIPOPROTEINEMIA

FRIOS CENTRAL ICCD

ESTÁSICOS

LOCAL EMBOLOS
EDEMAS

INFLAMTORIO TRAUMAS

CALIENTES INFECCIOSO EDEMA MALIGNO

COLATERAL QUEMOSIS, CONJUNTIVITIS

h) Tumores: son de consistencia variable, según su naturaleza. A veces los lipomas dan
fluctuación uniforme, lo cual podría confundirse con los quistes.

HUESOS.

El tejido óseo maduro debe considerarse, por un lado, como una estructura interna que
sostiene al organismo animal y por otra, como un reservorio mineral muy eficaz para
mantener la homeostasis de calcio, además cumple una función de protección como
sucede en el caso del encéfalo, la médula espinal y la médula hematopoyética.

1. Inspección:

a) Posiciones anormales: En las fracturas de los miembros la pinza del pie puede estar
rechazada lateralmente o hacia atrás. En la fractura del olécranon la articulación del
codo esta descendida, el antebrazo dirigido oblicuamente hacia abajo y adelante,
estando la caña vertical. En las fracturas del ileon (ángulo externo) este parece hundido
o borrado y la grupa del lado es mas ancha, aquí se puede mencionar las “fracturas de
fatiga”, en aquellos animales con gran actividad deportiva (galgos, pura sangre ingles) a
nivel de los metacarpos, normalmente se asocian a sobreentrenamientos y a un
desequilibrio fosfo – cálcico en la dieta.

b) Deformaciones óseas: como sucede en la “osteodistrofia” (dys – difícil y trophe –


alimento) la cual es una enfermedad degenerativa de los huesos con un componente
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nutricional o metabólico, mostrando signos como arqueamientos, torceduras y


engrosamientos, dentro de este grupo cabe el raquitismo, la osteomalacia, osteofibrosis
o enfermedad del salvado, mientras que la “osteodisplasia” (dys – difícil y plassen –
forma) resulta de trastornos de la actividad plástica formativa o formación embrionaria
defectuosa de origen genético. En las luxaciones hay deformación, por ejemplo en la
luxación coxofemoral, hacia arriba habrá salientes a nivel del trocánter mayor en forma
anormal.

En la actinomicosis del maxilar inferior éste está hipertrofiado y afectado de osteítis


rubefaciente supurante, pudiendo haber fístula que se abre en la superficie cutánea por
bocas más o menos granulosas por la que sale pus, fluido fétido y con granos calcáreos
en suspensión.

Las “enfermedades proliferativas” como la osteopetrosis (calcificación ósea


anormalmente intensa), los tumores óseos (osteosarcoma y condrosarcoma), la
osteoartropatia neumónica hipertrófica o síndrome de caliot (acropaquia) también entran
dentro de este grupo

Podemos encontrar posturas anormales por que los miembros estén flexionados o en
direcciones no fisiológicas conocida como “artrogriposis”, la cual en un inicio no tiene
compromiso óseo, pero debido a la contracción prolongada desvía el radio óseo
inadecuadamente. Algunas veces podemos encontrar deformaciones en la espalda
por calcificación del cartílago de la escápula y que se puede incluir dentro del
“síndrome discondroplasico”, aunque la causa es incierta se puede presumir que se
debe a hiperplasia paratiroidea, alteraciones renales, factor genético o a dietas muy
enérgicas.

Podemos encontrar estados de “raquitismo” por mineralización deficiente del tejido


osteoide, atribuida a la falta de exposición a la luz solar, que es necesaria para la
activación de las provitaminas y su transformación en vitamina D, deficiencia de calcio
en la dieta, alteración en la absorción intestinal, etc.

c.) Actitudes: Puede ser anormales e indicar diversas enfermedades, por ejemplo:
animales apoyando los carpos en el suelo en el raquitismo de los lechones y en la fiebre
aftosa. Los miembros pueden estar rígidos y separados en forma de burro de serrador,
en casos de tétano, en la fatiga de caballos de carrera y en el raquitismo. La flexión
permanente de alguna articulación puede indicar procesos dolorosos en esta
articulación, hueso y medula ósea. El hundimiento del raquis entre las escápulas se
observa en casos de dolorimiento, degeneración o parasitismo de los músculos del
cinturón escapular.

La depresión de la pared toráxica se observa en el raquitismo y en la osteomalacia. La


xifosis, lordosis y escoliosis se observan en los mismos casos, siendo esto la desviación
de la columna hacia arriba, abajo y a los lados respectivamente. La estrechez pélvica
con actitud de los miembros posteriores hacia adentro en la osteomalacia y en el
raquitismo. La posición baja o lateral de la cabeza o la imposibilidad de tomar alimento
del suelo, puede observarse, en casos de fracturas, osteodistrofias y caries de las
vértebras cervicales.
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d.) Taras óseas. Son muy frecuentes en el caballo las salientes óseas o sobrehuesos o
exostosis y se presenta en la rodilla o carpo, pudiendo llegar a rodear completamente
dicha articulación de la cual se dice entonces que está cercada o coronada y a nivel del
corvejón, en la cara interna de la base de la articulación, pudiendo la lesión estar situada
mas abajo, sobre la extremidad superior del metatarsiano, llamándosele esparaván.

e.) Acropaquia: también llamada osteartropatía hipertrófica, consiste en el


abultamiento extenso de las diáfisis de algunos huesos, especialmente en el perro, rara
vez en el caballo, debido a periostitis osificante, ya sea por tuberculosis, granulomas
parasitarios en esófago toráxico (spirocerca lupi) o neoplasias malignas especialmente
localizadas a nivel toráxico. Aparecen los huesos de las extremidades más toscas desde
las porciones dístales hacia el tronco y apenas con ligera sensibilidad y cojera.

f.) La Tuberculosis Ósea: Se localiza especialmente en las costillas y en el cráneo. Se


presenta en forma de abultamiento algo doloroso y a veces con abscedación y
fistulización.

g.) Actinomicosis: producida por la bacteria Actinomyces bovis, causando lesiones


granulomatosas, en su mayoría afecta ala mandíbula inferior, el mecanismo de infección
es a través de lesiones de la mucosa bucal con periostitis, ya que el agente se encuentra
como saprófito.

2. Palpación:

Permite la delimitación de las taras óseas. Las taras viejas, bien pronunciadas y
fácilmente apreciables a la inspección son frías e indoloras e intervienen en la
producción de cojeras por su acción mecánica.

Las mismas lesiones poco desarrolladas y recientes son calientes y dolorosas


(esteroperiostitis) y producen cojeras por la sensación de dolor.

a.) Fracturas: puede palparse una movilidad anormal de los huesos. Para apreciarlas
convenientemente se inmoviliza la parte superior del radio óseo y se imprimen a la
región movimientos variados limitados. Puede haber crepitación ósea perceptible por el
oído y sobre todo por el tacto. La crepitación ósea no es constante en las fracturas,
puede haber falta en las fracturas intraperiósticas o cuando entre los cabos óseos se
interponen tejidos blandos. La crepitación se debe al roce de los extremos óseos
fracturados.

b.) Blandura ósea: Puede observarse especialmente en los huesos de la cabeza,


costillas, apófisis transversas lumbares, en casos de osteofibrosis y en el raquitismo por
descalcificación debido a la falta de fijación de calcio en el intestino por deficiencia de
vitamina D.

c.) Sensibilidad ósea: se presenta en el raquitismo, osteomalacia (descalcificación de


los huesos en el individuo adulto), periostitis y osteítis. La osteítis puede ser de origen
exógeno (fracturas abiertas) y endógeno (periostitis purulenta). Los síntomas más
comunes son claudicación, eritralgia y alteraciones en la posición.
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d.) Periostitis: se define como la inflamación del periostio, puede ser aguda o crónica y
séptica o aséptica.

Dentro de las causas de “periostitis aguda aséptica” se encuentran los traumas,


presiones sobre las superficies óseas no protegidas por músculos. Entre las causas de
“periostitis aguda séptica” están la penetración de bacterias piógenas (Streptococcus
pyogenes, aureus y albus), los cuales llegan por medio de heridas de la piel y en muy
raras ocasiones vía hematógena.

En la “periostitis crónica” se inicia la resorción ósea a través de osteoclastos, la


superficie del hueso se vuelve rugosa e irregular, al mismo tiempo que se lleva a cabo
un proceso de formación de tejido óseo nuevo

e.) Sinostosis: unión de los huesos adyacentes por medio de materia ósea. La
“anquilosis”, que es la unión anormal de los huesos de una articulación o limitación de
los movimientos de una articulación movible, es muy común su presentación en las
extremidades de los caballos de carrera o de salto que conlleva a lesiones periosticas y
estiramientos ligamentosos.

ARTICULACIONES.

Es importante prestar mucha atención para determinar cuales son las estructuras
comprometidas en la articulación, agrupamos aquí las bolsas serosas y las bolsas
tendinosas y articulares.

En las articulaciones encontramos diferentes alteraciones de tipo congénito,


inflamatorio y degenerativo, que con una buena apreciación podremos diferenciar.

Dentro de los trastornos congénitos podemos observar la excesiva flexión de la


articulación metacarpo falángica, atribuidas principalmente a trastornos carenciales de
la madre en gestación y a vicios de posición del ternero, llamada “artrogriposis”.
También las displasias articulares congénitas como sucede en la displasia acetabular de
los pastores alemanes.

Los procesos inflamatorios de las articulaciones o “artritis” pueden tener origen


traumático o “artritis traumática” principalmente en pezuñas, casco, carpo y
menudillo, pero también puede tener origen infeccioso o “artritis infecciosa” siendo
ésta la mas común, debido a invasión bacteriana procedente de infecciones localizadas
en otros lugares (metastásica), como sucede en la poliartritis secundaria a una
onfaloflebitis, por el manejo incorrecto del ombligo del neonato. En la artritis crónica se
pueden presentar perdida del líquido sinovial, permitiendo la osificación y
endurecimiento de la articulación (anquilosis) como sucede en casos de la artritis
crónica deformante.

Las alteraciones degenerativas o “artrosis” son consecuencia en la mayoría de los casos


a artritis mal curadas y que modifican la forma y el tamaño de la articulación, limitando
su movimiento. Se le atribuye principalmente a traumas continuos, esfuerzos físicos y
deficiencia de calcio, fósforo y vitamina D.
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Bolsas serosas:

Morfológicamente son una forma particular de tejido conjuntivo modelado, en formas


de membranas delgadas transparentes y húmedas; su superficie es brillante, lisa y
perfectamente dispuesta para favorecer los movimientos y están constituidas por la
asociación de dos capas principales, una profunda o dermis de tejido estratificado y otra
superficial en función de endotelio de aspecto condroide. La cavidad de la bolsa
encierra normalmente una cierta cantidad de líquido, mal llamado sinovia, pues se
parece a la linfa por sus propiedades físico- químicas producto de la fluidificación de las
células condroides. Unas bolsas subcutáneas son constantes y otras son accidentales,
existen especialmente a nivel de las salientes óseas, para facilitar el deslizamiento de los
tejidos. La inflamación se denomina “Bursitis”, aunque también es llamada talpa,
testera, aguacate o mal de cruz, algunos autores consideran sinónimo el termino
“Higromas” pero no esta bien empleado por lo que este significa una colección serosa
enquistada, por lo tanto es equivalente a la bursitis crónica en su forma serosa, este tipo
de alteraciones se examinan así:

1. Inspección:

Este paso es importante para el diagnostico, pues la simple localización puede indicar la
naturaleza de la tumoración que se observa.

Las bursitis ocupan las siguientes localizaciones: en el codo en la parte superior del
olécranon; en el carpo, en la cara anterior en el caballo y buey, alcanzando en este
ultimo el tamaño de una cabeza humana; en la caña, casi siempre en los miembros
anteriores en la cara interior y anterior; en del menudillo que es generalmente pequeño;
en el ángulo externo del ileon especialmente en los bovinos es pequeño; en el trocánter
en las vacas flacas al nivel del tracanter mayor del fémur; en el rotuliano o prepateliano
del caballo en la cara anterior de la rotula; en los bovinos se localiza fuera del
ligamento externo de la articulación femorotibial; el sobrerotuliano se localiza en el
punto de inserción del ligamento rotuliano medio; el del corvejón que empieza en el
vértice del calcáneo y que se extiende hacia abajo; el atlantoideo o de la nuca a nivel del
atlas que es raro y se presenta en caballos y perros en forma de una dilatación
bilobulada en cada lado de la cuerda cervical; el de la punta del esternón que es
excepcional y ocurre en los animales flacos.

2. Palpación.

Permite darse cuenta de su superficie, pues los higromas son siempre subcutáneos y si
se desplazan o no permite darse cuenta si son:

a.) Agudos: serán calientes y dolorosos, pueden ser a su vez edematosos, dando a la
palpación la sensación de infiltración o supuración y son comparables a abscesos
calientes.

b.) Crónicos: A su vez pueden ser quisticos con paredes delgadas y de fluctuación
uniforme o fibrosa, caso en el cual la cavidad está muy reducida y limitada por una
masa espesa, fibrosa y a veces hasta calcárea y aun osificada parcialmente y limitada
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externamente por una masa espesa y queratinizada. Por la punción podrá dar cuenta de
si los higromas son hemorrágicos, serosos o purulentos.

Sinovitis tendinosa y articulares:

La inflamación de las bolsas articulares se denomina “Hidartrosis”.

1. Inspección:

Ocupan sitios precisos lo que permite una orientación diagnostica con la observación.
Las sinovitis tendinosas se denominan “Vejigones”. Hay que tener en cuenta que la
sinovitis tendinosa es alargada y se localizan a lo largo de los tendones, puesto que lo
que se inflama es la vaina que envuelve al tendón en más o menos la longitud a su paso
por la articulación. Pueden ser agudas o crónicas.

Sinovitis tendinosa:

Están localizadas; La del carpo entre la cara posterior de la porción proximal del
metacarpo. En la parte superior y externa del carpo. El vejigón precarpiano en la cara
anterior del carpo y superior del metacarpo. El tarciano uno interno y el otro externo
situado en los huesos o depresiones del corvejón, entre el perforante y el tendón de
aquiles y otro inferior a lo largo de los tendones flexores en el tercio superior de la caña.
El calcáneo que se extiende a lo largo de la cuerda del jarrete, partiendo de la punta del
calcáneo hacia arriba. Los vejigones de la gran sesamoidiana con dilataciones simétricas
situadas en la cara posterior del menudillo por encima de los semoideos y entre el
ligamento suspensor del menudillo y los tendones flexores. El de la cara anterior del
menudillo especialmente en los miembros posteriores en forma de una pequeña
dilatación redondeada y a veces bilobulada por delante del tendón del codo.

Sinovitis articulares crónicas o hidartrosis.

La del codo, es rara y se presenta en forma de una dilatación redondeada en la parte más
posterior y externa de la articulación del codo. La radíocarpiana, entre el radio y la
primera fila del carpo y la íntercarpiana entre los huesos de las dos filas del carpo. La
rotuliana por debajo y por dentro de la rótula. La tarsiana que consta de los posteriores
situadas en los huecos del corvejón y otro en la parte esterointerna de esta articulación.
Se diferencian los posteriores de los vejigones tendinosos situados más adelante y un
poco mas abajo. Los vejigones articulares del menudillo en forma de dos dilataciones
redondeadas del tamaño de un durazno pequeño, situado inmediatamente por detrás de
la articulación del menudillo, entre la extremidad inferior de la caña y el ligamento
suspensorio, se distingue de las dilataciones sinoviales tendinosas porque estas son más
alargadas, voluminosas y suben más alto. Las del pie o segunda articulación
interfalangica en forma de dos pequeñas dilataciones simétricamente colocadas, poco
voluminosas por encima de los cartílagos complementarios.

Las sinovitis agudas articulares son mas o menos bien localizadas que las tendinosas,
que son bastantes circunscritas a una zona de la periferia articular. La sinovitis aguda
tendinosa y articular pueden ser cerradas o abiertas por una o varias fístulas por las que
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sale sinovia o pus. Las sinovitis articulares pueden ser el asiento de la tuberculosis, en
este caso la articulación esta hipertrofiada, dura, sin calor aprecible pudiendo haber
supuración o no.

2. Palpación:

Permite darse cuenta de la sensibilidad y temperatura en las agudas y de la tensión de


las paredes de las bolsas, entre mas tensas mayor disturbio funcional habrá. Permite
también darse cuenta de las “intercomunicaciones”, lo que permite diferenciar los
vejigones articulares de los tendinosos, pues en los articulares es posible por medio de
la presión y sobre todo por que desaparece el contenido de la bolsa por desplazarse
hacia el resto de la cavidad articular, en cambio los tendinosos no puede hacerse
desaparecer y se mantiene a la presión, además son alargados y ascendentes.

SIGNOS FUNCIONALES.

Los signos funcionales en el aparato locomotor se investigan sea moviendo las


articulaciones u observando el animal en el desplazamiento. Los movimientos
fisiológicos dentro de ciertos límites son indoloros. Pueden obsevarse:

La supresión absoluta de los movimientos: en las luxaciones por estar modificadas en


este caso las relaciones de las superficies articulares, sin embargo en la luxación de la
articulación coxofemoral son posibles ligeros movimientos. Además las extremidades
pueden estar alargadas o acortadas según que la luxación haya sido abajo o arriba, para
esto se debe comparar con la extremidad opuesta lo que es fácil en el perro echando
hacia atrás los miembros posteriores para comparar su longitud o flexionando las
rodillas hacia delante en decúbito dorsal y determinar si estas se encuentran al mismo
nivel (prueba de galeacce), lo que permite además comparar palpando minuciosamente
las articulaciones femorotibiales para ver si están iguales o hay alguna mas gruesa, lo
que indicará una inflamación local y explicaría la cojera.

En los esguinces, los movimientos articulares están suprimidos voluntariamente por el


dolor y podrá entonces provocarse movimientos que despertaran dolor mas o menos
vivos, debiéndose tener cuenta si este dolor es mas intenso al flexionar o al extender la
articulación o al torcerla a la derecha o a la izquierda y así determinar si la lesión está en
la cara anterior o en la posterior, etc.

Prueba del corvejón:

Se utiliza para poner de maniesto la presencia de exostosis (esparaván), aún cuando


resulta positiva esta prueba en afecciones articulares de la rodilla y coxofemoral.
Consiste en levantar hacia adelante el miembro posterior afectado y sujetándola por la
pinza para mantenerlo en flexión forzada, subiendo la pinza hasta la altura de la
articulación del codo hacia la región hipocóndrica, manteniendo por uno o dos minutos,
al cabo de este tiempo se suelta el miembro y se incita al animal para que corra lo mas
rápido posible, observándose en el caso positivo, gran acentuación de la cojera y aun
marcha en tres miembros.
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Prueba de la espalda:

No es tan significativa, pero es de bastante valor para poner de manifiesto alteraciones


de la articulación del hombro (o del encuentro o escápulo humeral), consiste en:

1. Levantar el miembro anterior cogiéndolo por la caña y llevándolo vigorosamente


hacia atrás. Normalmente el caballo responde a esta maniobra retirando hacia delante
enérgicamente el miembro, la falta de ésta reacción hace suponer lesiones de la parte
anterior de la articulación.

2. Se toma el animal por la brida y se hace recular (retroceder), si uno de los miembros
presenta dificultades, como arrastrarlo sobre el suelo, puede sugerirse que hay alguna
lesión en la parte posterior de la articulación

3. Se levanta el miembro anterior flexionándolo por el carpo provocando la abducción


más o menos forzada, el animal debe oponerse normalmente a este movimiento, si no lo
hace puede suponerse lesión de la parte interna de la articulación. Siempre es
conveniente comparar con el miembro sano, para no sacar malas conclusiones.

En la artritis cerrada aguda con distensión de la bolsa articular durante el reposo hay una
semiflexión de la articulación por corresponder esta posición a la máxima capacidad de
la bolsa e impedir por consiguiente la excesiva distensión de sus paredes, lo que
provoca dolor.

En el esparaván el corvejón está en semiflexión y apoyando en pinza. En las


sensaciones dolorosas muy vivas hay lancinaciones o dolor lancinante (del griego lanza,
lancetazos) lo que se manifiesta por la lenta contractura del miembro que separan cortos
periodos de apoyo y son muy frecuentes en los miembros posteriores. Durante el
movimiento, la amplitud de los movimientos articulares en los procesos dolorosos de las
articulaciones, son menores, de modo que el miembro enfermo llega al apoyo antes de
lo normal o bien, se presenta movimientos anormales.
14

EXAMEN CLÍNICO DEL PIE EQUINO

José Alberto Cardona Álvarez. M. V. Z.


Docente de Clínica de Grandes Animales
Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia

“El pie equino tiene tanta importancia como el cerebro en el hombre.


Sin pie no hay caballo, sin cerebro no hay hombre”
Miguel Cárcamo.

Fisiología del apoyo:

Está regulado por el aparato fibroelástico del pie, el cual esta constituido por la
almohadilla plantar y los cartílagos alares o complementarios de la tercera falange.

Este aparato fibroelastico del pie por intermedio de la ranilla soportan las fuerzas de
choques producidas por las gravitaciones y contrareacciónes que aplastan la almohadilla
plantar, desplazando lateralmente los fibrocartílagos complementarios de la tercera
falange, gracias a la expansión que sufre la ranilla. Este trabajo del citado aparato
constituye, en forma muy especial, a mantener la forma de las partes posteriores del pie.
Por lo tanto, toda disminución o pereza funcional del cojinete plantar condiciona su
atrofia y el estrechamiento de las partes posteriores del pie, (ejemplo en el mal herraje,
donde las herraduras son clavadas hasta los talones, no permiten la expansión de la
ranilla y se produce la encastilladura, mostrándose un pie angosto en la parte posterior
del casco haciendo que se presente con más facilidad un trastorno podal).

La frecuencia de las enfermedades del pie se explica con más facilidad si tenemos en
cuenta:

1. El permanente contacto de este órgano con el suelo.


2. La complejidad anatómica del mismo.
3. Su importante papel fisiológico.
4. Sus exigencias higiénicas
5. La influencia de posibles defectos de conformación y aplomos.
6. El herrado a que es sometido por el hombre.
15

1. Inspección:

Los muchos y variados los factores que se deben tener en cuenta para la inspección del
pie del caballo se concretan en:
a.) Tamaño o volumen.
b.) Conformación.
c.) Calidad del estuche córneo.
d.) Dirección y aplomos.
e.) Desherrado y blanqueo

a.) Tamaño o volumen del pie:

El tamaño del pie es un atributo de la raza, puede ser grande o pequeño. Es obvio decir
que el pie grande es propio de caballos corpulentos, pesados, mientras que el pie chico
es característico de los caballos livianos y de algunas razas. Un solo requisito importa,
que el volumen, el tamaño del pie, armonice con el “todo”, con la constitución
anatómica del animal, y que el pie este debidamente conformado. Los cascos
desproporcionadamente grandes, aún bien conformados, condicionan posibles
contusiones (caballos que se rozan o se alcanzan) y traumatismos en la cara plantar del
pie, especialmente cuando trabajan en suelos pedregosos.

Los cascos pequeños (adquiridos) en relación con el tamaño del animal, se observan en
caballos que están forzados a cumplir constantemente un determinado trabajo donde el
apoyo se firma más en la parte anterior del pie que en la parte posterior. Alterada la
función se producen trastornos tróficos del pie, atrofia de la ranilla, modificación de la
forma del pie (pie estrecho, cilíndrico). Son fenómenos de adaptación anatómica que
termina afectando la función, el pie se adapta a las circunstancias, al tipo de trabajo y a
las condiciones del medio, así por ejemplo, el pie estrecho (muleño) que se desarrolla en
los caballos que trabajan en terrenos montañosos con sus cascos de pared fuerte y poca
inclinada, ranilla pequeña, palma cóncava (topino fisiológico), se ensancha y se ablanda
si el animal es llevado a zonas de suelos húmedos, blandos, pantanosos, donde el grado
de humedad del casco es mayor y la almohadilla plantar cumple un trabajo mas intenso.

b.) Conformación:

Según se modifiquen los diámetros del pie (diámetro transversal y diámetro


longitudinal), se modifica la forma. La disminución de estos diámetros determina el pie
estrecho (casco muleño), el pie hipoconico, el pie cilíndrico y el pie cónico (inverso)
mientras que el aumento de los diámetros soleares define al pie ancho, al pie
hiperconico, al pie desparramado, con la característica de que en estos casos la suela
pierde su concavidad (pie plano o palmitieso de primer grado), y aún tiende a ser
convexa y sobresalir de los bordes de la tapa (pie colmado o palmitieso de segundo
grado), éste defecto posibilita las lesiones traumáticas del pie (contusiones y clavos
halladizos) e incide desfavorablemente en la ambulación del pie, se explica entonces,
que en estos casos, se aconsejen herraduras cubiertas en la medida que el defecto lo
requiera, que den asiento a la pared del casco y dejen luz entre ellas y la palma.

Otro defecto de forma está relacionado con la rotura de determinadas porciones que se
consideran propias y fundamentales del pie bien conformado, tales como la longitud de
16

los talones, la longitud del casco en la región de las lumbres y la relación entre esas
alturas, según como se modifiquen estas medidas, tendremos un pie alto de talones o
bajos talones.

Por otro lado, la mayor parte de las afecciones del pie determinan modificaciones de
forma, así, un casco estrecho, cilíndrico, puede tener su origen en algunas formas de
osteítis angulares de la tercera falange, en la osteítis sesamoidea distal crónica
(enfermedad del navicular), un casco grande (ancho, hiperconico, plano, colmado) se
observa como consecuencia de osteítis dorsales difusas de la tercera falange, de
infusoras crónicas; una mayor convexidad en el perfil del casco en pinzas puede ser
causada por un querafilocele o por una osteítis o fractura del piramidal, un casco
desparramado se observa en los casos de procesos inflamatorios crónicos, vegetantes y
exudativos de la membrana queratógena del pie, etc.
El casco que se prolonga hacia delante puede producirse cuando se descuida el pie y la
uña tiene poco desgaste, generalmente se produce cuando el apoyo tiende a realizarse
con la parte lateral o media del casco, ésta situación se observa en algunas formas de
osteítis de la tercera falange, también en pies infosados se alarga el casco, debido a que
el apoyo se realiza principalmente con las partes posteriores del pie, mientras que las
lumbres y mamillas trabajan poco o no trabajan.

Son innumerables las posibilidades de dimorfismo del pie, “toda afección del pie se
expresa con deformidad y disfunción” y crea un problema potencial de adaptación a las
nuevas circunstancias imperantes.

El problema que se plantea es determinar si el defecto de conformación del pie es


primitivo o secundario, congénito o adquirido; y si la deformidad del casco, por
ejemplo, es el resultado de un defecto de conformación de la extremidad o viceversa. En
algunos casos es suficiente un herrado defectuoso que modifica la curva de oscilación
de un miembro y el aplomo para determinar modificaciones de forma.

c.) Calidad del estuche corneo del pie:

El espesor y la dureza del casco son cualidades fundamentales a la función que se debe
cumplir como elemento protector de los elementos vivos que encierra en su interior y
como parte del pie receptiva de gravitaciones que llegan desde arriba y de
contrareacciónes que recibe desde el suelo, que debe neutralizar (fuerza de choque).

El espesor de la uña depende, en primer lugar, del espesor del rodete, en el cuerpo
mucoso de Malpighi se cumple el proceso de noviformación córnea, por lo que una
alteración persistente en esta parte condiciona una uña defectuosa.

El espesor de la pared (mas o menos un centímetro normalmente) es mayor en las


lumbres, desde donde disminuye gradualmente hacia los talones y las barras, siendo
generalmente el lado externo de la tapa mas grueso que el lado interno.
El herrado ejerce una influencia negativa en la queratogénesis de la uña, con respecto al
factor dureza, la herradura ha modificado sustancialmente esa cualidad por que el
estimulo directo (pie sin herradura) es mayor, y mayor también es el crecimiento del
casco, mejor y mas intensa la funcionalidad del aparato fibroelástico y de la ranilla, y
17

son menos las posibilidades de alterar aplomos que desvían gravitaciones hacia unos
elementos del pie en perjuicio de otros solidarios en la función.

Por otra parte, el pie con pared cornea falta de espesor y de dureza, está más expuesto a
lesiones traumáticas (contusiones, picaduras, clavaduras, fracturas de la uña) y crea
problemas en el momento de herrar.

Al herrar un casco débil, el herrero debe tomar todas las precauciones para no herir el
corion (clavadura), debe colocar la herradura (que sea liviana) utilizando clavos muy
finos, la función queratogénica del rodete se estimula con fricciones, irritantes, masajes
y ejercicios en pista de arena.

La vigilancia de las cualidades del casco es una forma de prevenir enfermedades y de


contribuir a la mejor utilización del caballo.

d.) Aplomos del pie:

Aplomos normales del pie:

1. Por delante:

La línea que baja de la caña, forma dos ángulos rectos con la línea horizontal de la
corona, debe dividir el pie en dos partes iguales.

2. Por detrás:

La línea horizontal que pasa por la cerneja y cae en la separación de los pulpejos; debe
formar dos ángulos rectos con la línea horizontal que pasa por la corona.

3. De lado:

La altura de las lumbres ha de ser el doble que la de los talones.

• Casco topino: si es menor del doble. Ej. En casos de podotroclitis.


• Casco pando: si es mayor del doble. Ej. En casos de laminitis

Defectos de aplomo del dedo:

1. Chueco hacia fuera (izquierdo) y chueco hacia adentro (estevado): el eje podal, el
eje flalagico o ambos están quebrados hacia fuera o adentro respectivamente.

2. Rampinismo: Desviación permanente hacia atrás del dedo o parte del dedo.

* Rampinismo de primer grado o topino: El pie presenta su perfil anterior menos


oblicuo de lo normal, a veces esa línea es ligeramente convexa.

* Rampinismo de segundo grado: Cuando el apoyo del pie se realiza en pinza, los
talones no llegan al suelo y el perfil anterior del casco no llegan a la perpendicular con
respecto al suelo. El ángulo es menor de 90 grados.
18

* Rampinismo de tercer grado: Cuando el ángulo tiene 90 grados.

* Rampinismo de cuarto grado: Cuando el ángulo supera los 90 grados y el casco


apoya en el suelo una parte o todo su perfil anterior.

* Rampinismo de quinto grado: cuando se dan las condiciones anteriores en forma


exagerada.

e.) Desherrado y blanqueo:

En el examen del pie el desherrado y blanqueo, son absolutamente indispensables y no


puede concebirse un examen completo sin estos requisitos. Antes de sacar la herradura
se observara la altura de la salida de los clavos, que deberán percutirse, retirados los
clavos se examinaran para ver si tienen pus o sangre, se observa la herradura para ver
su desgaste y se procede al blanqueo y limpieza rigurosa de la palma hasta que quede
más o menos blando, ésta limpieza debe ser total, ordenada y metódica, se observa la
ranilla ya que puede tener vegetaciones con secreción caseosa o de olor fétido en el caso
de sapo o higo (cáncer de la ranilla), o que puede estar atrofiada y hundida entre los
talones, al hacerse el blanqueo pueden verse las hemorragias de la capa cornea o
escarzas, si se observa algún punto negruzco en la suela, blando, húmedo, deberá
seguirse con el descallador, porque puede constituir el punto de partida de una infección
del podófilo, éstos traumatismos penetrantes pueden dar lugar a la salida de una
secreción negruzca y fétida en casos benignos y hemorrágicos y purulentos en los
graves, puede salir también secreción sinovial si hay comunicación con la articulación
del pie. En la infosura crónica se observara en la palma una deformación consistente en
un abombamiento hacia la parte anterior y debida a un basculamiento (rotación) por
dislocación de la tercera falange.

2. Palpación:

Se realiza colocando la palma de la mano en al casco apreciándose así la temperatura,


estando elevada en la infosura y otros procesos inflamatorios del pie, debe siempre
compararse con los miembros sanos, la palpación profunda del sesamoideo distal acusa
dolor en casos de inflamación del miembro y levantando el pie se coloca el casco sobre
la rodilla y luego se introduce los dedos de ambas manos en el hueco existente encima
de los talones y procurando introducirlos profundamente, se debe comparar siempre con
el lado sano, para no atribuir importancia a reacciones que presentan los sujetos
normales.

Comprensión del casco: se realiza por medio de pinzas especiales (narigueras), una de
cuyas muelas se aplica en la muralla y la otra en la palma, éste sistema permite localizar
y graduar la fuerza de la presión, lo que no se puede realizar con la percusión. Tiene por
objeto buscar reacciones de dolor, para efectuarla se levanta el miembro hacia delante o
hacia atrás y al comprimir con la pinza se observara la reacción muscular que efectúe el
animal, en el caso de una quemadura en la suela, se notara un dolor a todo lo largo de la
línea blanca o saúco, en casos de rotación del tejuelo se observará dolor en el ápex de la
ranilla.
19

3. Percusión:

Tiene por objeto especial, explorar la sensibilidad y el sonido característico del casco,
para practicarla se levanta si es posible, el miembro sano y con un objeto apropiado se
golpea suavemente las diversas partes de los lados y frente de la muralla, se debe
comparar con el miembro sano.

El dolor se manifiesta por contracciones musculares y movimientos de retracción del


miembro. También puede percutirse la palma o suela, después de haber levantado el
miembro y observando los tendones y músculos del mismo (si hay dolor, hay
contracción mas o menos enérgica). Hay vivo dolor generalizado en la infosura aguda y
es menos neta y más discreto en la osteítis de la tercera falange.

En las fisuras o grietas profundas el dolor es intenso y localizado, en cambio en las


superficiales, la percusión no provoca dolor o lo hace muy poco, estas grietas profundas
se acompañan frecuentemente de movimientos de arpeo por aproximación de los bordes
córneos y pellizcamiento de los tejidos vivos en el momento del apoyo.

Los clavos de las herraduras deberán percutirse con el martillo para ver si se provoca
dolor, lo que podría ocurrir cuando uno de los clavos quedo demasiado profundo,
interesando los tejidos vivos. La percusión es también dolorosa en el caso de escarzas o
hemorragias subcórneas en la región de los ángulos de la palma.

Es importante tener en cuenta que al percutir el casco el sonido normal debe ser macizo,
lo encontraríamos hueco en la muralla en casos de laminitis debido a la separación de
las laminas coriales del corión laminar, gracias a la poca irrigación del tejido, dato
importante para determinar el grado de lesión del tejido y su cronocidad, ya que entre
más crónico sonaría más hueco y más generalizado en el casco.

EL DOLOR EN EL DIAGNOSTICO DE LAS ENFERMEDADES DEL PIE

El dolor consecuencia de una excitación mecánica o traumática de las terminaciones


nerviosas sensibles o de alteraciones patológicas es el síntoma subjetivo más frecuente,
a veces predominante y en ocasiones único, en las disfunciones del sistema locomotor,
además, es el factor claudicógeno más importante.

Las formas y variedades del dolor, sean espontáneas (cuando son naturales) o
provocadas (cuando son una respuesta a las maniobras explorativas) son innumerables y
no siempre fáciles de definir.

Expresión de dolor:

El dolor repercute sobre el modo de ser y la conducta del sujeto. Junto a la “sensación
de dolor” tendremos la “expresión de dolor”, este aspecto es de interés en medicina
veterinaria ya que no cuenta con la expresión hablada “directa” del sujeto enfermo.
En algunos casos, la estructura afectada es palpable y puede establecerse el origen del
dolor y alguna de sus características, en otros escapa a las posibilidades de la palpación
y se requiere el buen uso de métodos indirectos para localizarlo y definirlo. Como el
caballo no habla, expresa el dolor a su manera, “la cojera”, con sus modalidades y la
20

aptitud postural de alivio, son su lenguaje; Interpretarlo, enriquecerlo y completar la


historia clínica es el camino que conduce al diagnostico, de donde se deduce cuánto
significa el talento, la sabiduría, la experiencia, la metodología y paciencia del clínico
para cumplir a satisfacción ese complejo itinerario.

El dolor del pie tiene modalidades distintas de localización, intensidad, duración,


distribución, etc. Se ha optado por la siguiente clasificación de dolor:

1. Por su localización.

a) Superficial
b) Profundo

2. Por su extensión.

a) Localizado o circunscrito.
b) Generalizado.

3. Por su lugar de origen en:

a) Homotópico: Dolor en el mismo punto de la lesión causal.


b) Heterotópico: Dolor en lugar distinto de la lesión causal. Este a su vez puede ser
referido o irradiado (reflejo).

4. Por su intensidad:

a) Muy intenso (lancinante).


b) Intenso.
c) Moderado.
d) Sordo o poco intenso.

En la semiotécnica del dolor claudinogeno es necesario evidenciar, calificar e interpretar


el dolor, para tener un alcance de su ubicación y origen.

En las afecciones dolorosas del pie, el animal expresa el dolor:

1. En estación, con la actitud postural del miembro problema.


2. En la ambulación, con la disfunción locomotora.
3. Dando respuestas evidentes y orientadoras en las maniobras exploratorias manuales e
instrumentales de la parte enferma y al empleo de otros recursos semiotécnicos

1. Actitud postural:

En estación el caballo con dolor coloca el miembro dolorido en una postura antiálgica,
obedeciendo a un arco reflejo que tiene su punto de partida en la inervación sensitiva de
la parte enferma que reclama de los músculos vinculados al órgano afectado, una acción
de “simpatía y vigilancia” que se traduce en la relación de unos y en la contracción de
otros. El animal procura derivar las gravitaciones hacia los miembros sanos
colocándolos debajo del tronco.
21

Cuando se trata de un pie dolorido de la extremidad toráxica, el sujeto tiende a mantener


el dedo del pie en semiflexión (flexión posterior a las articulaciones del carpo, nudo y
pie) apoyando en pinza y “pinzando” intermitentemente, con la pinza raspa suavemente
el suelo para apoyarlo adelante, a nivel o por detrás de la línea de aplomo normal.

2. Disfunción locomotora:

En movimiento, el caballo cojo trata de reducir en todo lo posible el trabajo del


miembro problema y de la “parte” enferma, trasladando a las extremidades sanas el
máximo caudal de energía para el avance y la mayor parte del peso de las gravitaciones
y de las contrareacciónes que se transmiten desde el suelo, así, mientras la extremidad
enferma apoya poco, la sana lo hace con más fuerza y con más ruido. Cuando se trata
del bípedo anterior, este problema dinámico lo resuelve con el balanceo cervical,
levantando la cabeza cuando apoya el miembro enfermo y bajándola cuando apoya la
extremidad sana, y con el balanceo de la grupa cuando se trata del bípedo posterior.

En términos generales orientan hacia el pie (diagnóstico topográfico): las cojeras que se
intensifican en pista dura, cuando el apoyo es fugaz, cuando la marcha es enclavijada,
rígida y el paso es largo.

3. Exploración manual e instrumental:

Para localizar el dolor y calificarlo, determinar la zona dolorida y el órgano afectado, se


recurre a dos procedimientos:

1. Exacerbando el dolor: para provocar una reacción expresiva de la parte enferma,


esto se hace aumentando las gravitaciones y el contragolpe colocando a caminar al
animal en terrenos duros e irregulares, forzando el apoyo levantando el miembro
opuesto y realizando movimientos pasivos manuales e instrumentales.

2. Aboliendo el dolor: restableciendo transitoriamente los andares normales del caballo


y se hace a través de los bloqueos terapéuticos de la conducción nerviosa (perineurales e
intra articulares).

Interpretación del dolor:

Interpretar el dolor, definirlo, calificarlo y evaluarlo es el paso hacia el diagnóstico


definitivo y la operación más compleja y exigente que tiene el clínico.

* Una respuesta positiva a determinada maniobra, por muy conveniente que sea debe ser
sometida a juicio crítico, calificándola frente a las características de la cojera y de la
enfermedad sospechada.

* Una afección dolorosa puede enmascarar otra vecina o alejada.

* Tratándose del pie, respuestas negativas no descartan su posible culpabilidad de la


disfunción.
22

CLAUDICACIONES O COJERAS

José Alberto Cardona Álvarez. M. V. Z.


Docente de Clínica de Grandes Animales
Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia

“Sobre un pie defectuoso, descuidado o maltratado por el hombre


se edificará con el tiempo, un miembro enfermo y un caballo disminuido”
Antonio pires

Cuando el hombre decidió domesticar los caballos, contribuyo fundamentalmente a


crear nuevas razas y mejorarlas para adecuarlas a sus necesidades, satisfacciones y
placeres, pero así mismo enriqueció la patología equina (Miguel Cárcamo).

DEFINICIÓN:

Se llama cojera y mas correctamente claudicación a un síntoma funcional caracterizado


por la desarmonía de una o varias extremidades durante el movimiento de traslación de
todo el animal, lo que supone un anormal reparto del peso del cuerpo sobre una o varias
de ellas.

En sentido clínico la cojera denota incapacidad o restricción del movimiento producto


del “dolor” y cuando un miembro no puede realizar un movimiento por el dolor, es
suplido, compensado y reemplazado por otro durante el apoyo, lo que se manifiesta
como arritmia por propulsión vicariante.

CLASIFICACIÓN:

1. Según el grado (Clasificación de Obel):

a.) Grado 1: El miembro no muestra signos de cojera al caminar pero si al trotar,


cuando se encuentra de pie en reposo, cambia el peso de un miembro a otro
incesantemente.

b.) Grado 2: El caballo empieza a mostrar signos de cojera al caminar (se muestra
torpe) pero las patas pueden ser levantadas por el clínico sin causar mucho dolor al
animal.

c.) Grado 3: El caballo no muestra deseos para moverse y se resiste cuando se le trata
de levantar la pata.
23

d.) Grado 4: El caballo tiene que ser forzado a moverse y pasa la mayor parte del
tiempo echado.

2. Según sus características:

a.) En frío: Se manifiestan en el reposo, cuando el animal deja de hacer ejercicio, se


presenta en casos de alteraciones musculares.

b.) En caliente: Se manifiestan durante el ejercicio, al tiempo de estar trabajando, se


borran cuando entran en reposo, como en casos de exostosis (esparaván).

3. Según su localización:

a.) De elevación o altas: Se evidencian al levantar la extremidad durante la marcha,


apoya rápidamente (se acorta el paso). Se corresponden con lesiones en el aparato
muscular y los tendones flexores.

b.) De apoyo o bajas: Se evidencian cuando la extremidad llega al suelo y soporta el


peso, levanta rápidamente (se alarga el paso). Se corresponden con lesiones del carpo y
tarso hacia abajo (articulares y podales).

c.) Mixtas: La lesión dificulta la elevación y el apoyo.

4. Según la superficie en que se manifiesta:

a.) En terrenos duros: suelen deberse a lesiones bajas y corresponden con las cojeras
de apoyo.

b.) En terrenos blandos: suelen deberse a lesiones altas y se corresponden con las
cojeras de elevación.

5. Según su etiología (Clasificación de Müller):

a.) Por sensación dolorosa o álgida (cojera verdadera): se presenta por dolor físico,
cuando existe alguna compresión de un órgano o tejido móvil o cuando hay un proceso
inflamatorio ya sea agudo o crónico de músculos, huesos o tendones. Este tipo de
cojeras se presenta en osteítis, artritis, tendonitis, podotrocleítis y laminitis.

b.) Por obstáculos mecánicos: se producen debido a anquilosis o pseudoanquilosis en


las que la articulación pierde movilidad o se encuentra limitada por un acortamiento de
los tendones o de los ligamentos de la misma.
24

c.) Por parálisis genéricas: se presenta cuando hay afección del sistema nervioso,
especialmente de los nervios periféricos, cuando estos no llevan los impulsos a
los músculos o cuando un músculo pierde parte de la innervación.

ETIOLOGÍA:

I. Causas predisponentes:

Son causas potenciales de afección del pie:

1. Las que restan tenacidad a la uña.

2. Las que perturban la elasticidad del pie.

3. Las que acrecientan las gravitaciones y la contrareacciónes y desvían en algún


sentido.

4. Las que facilitan los traumatismos.

Dentro de las causas predisponentes se incluyen todas aquellas alteraciones que lo hacen
más susceptibles a sufrir de cojeras:

a.) Herencia: es marcada la influencia en la transmisión de defectos constitucionales,


como defectos de aplomo, cascos débiles (blancos), etc.

b.) Nutrición: la nutrición inadecuada, incompleta, carencial y tóxica no contribuye


favorablemente en la osteogénesis y onicogénesis, y puede determinar trastornos
gastrointestinales y shock endotóxico que conduce a la infosura o a fenómenos de
disqueratogénesis por carencia de vitamina A.

c.) Cascos de calidad deficiente: las uñas secas, duras perturban el grado de elasticidad
del pie. Los cascos excesivamente blandos, quebradizos son también patológicamente
lábiles. Los cascos despigmentados (blancos), poseen menos túbulos córneos y más
sustancia íntertubular, la cual es higroscópica y atrae agua, haciendo que aumente la
humedad del casco por encima del 30 %, lo debilita y lo hace susceptible.

d.) Defectos de conformación del pie: facilitan los traumatismos (palma plana o
convexa), perturban el trabajo del aparato fibroelástico al no permitir la expansión
adecuada de la ranilla (encastilladura) y lo predisponen a enfermedades crónicas.

e.) Sitio de trabajo: suelos escabrosos, duros, helados, resbaladizos, anegadizos, sucios
con abundantes elementos duros, cortantes y punzantes, condicionan a que se presenten
con más facilidad situaciones patológicas.

f.) Actividad: la índole de trabajo que el animal realiza (tracción, paso, trote, salto,
polo, carrera) tiene influencia en el predominio de determinadas afecciones laborales
(enfermedades profesionales).
25

g.) Fatiga: constituye un factor importante en la patología de la locomoción del caballo,


y el pie no escapa a sus consecuencias (marchas prolongadas, entrenamientos
agotadores, trabajo exagerado, competencias exigentes). El trabajo excesivo rompe el
equilibrio entre fuerza y trabajo (capacidad y exigencia).

h.) Herrado defectuoso: si persiste el tiempo suficiente puede producir las lesiones en
el lugar y aun a distancia (cojeras a distancia o colaterales).

i.) Estabulación: si es prolongada en pisos inapropiados y con falta de higiene


constituyen factores de influencia negativa en la salud del pie.

II. Causas determinantes:

a.) Acción solidaria de causas predisponentes: las causas antes mencionadas cuando
suman sus potencialidades y superan los márgenes de resistencia, actúan como factores
determinantes, como por ejemplo:

• Joven + Trabajo excesivo + Fatiga

• Estabulación prolongada + Pisos duros + Alimentación excesiva en granos

• Herrado defectuoso + Mayor tiempo + Aplomo desviado en algún sentido

• Cascos blandos + Suelos escabrosos, irregulares y pedregosos.

b.) Traumatismos externos: contusiones violentas, repetidas y heridas. El herrador


inexperto, apresurado o distraído puede maltratar el pie, cuerpos físicos con superficie
de choque agudas que superan la capacidad de resistencia de la uña, choques violentos
de la palma con cuerpos duros fijos o herraduras irregulares (contusión plantar),
defectos de aplomo y vicios de la locomoción que facilitan las contusiones (alcances).

c.) Mecánicas: por desplazamientos exagerados o anormales de la tercera falange y el


conjunto anatómico que integra la articulación del pie (traumatismo de los ligamentos
por función excesiva o anormal), por exceso de gravitaciones o movimientos anormales
exagerados que superan la capacidad fisiológica de los elementos que constituyen el
dedo.

d.) Infecciosa: de orden microbiano, generalmente tiene su punto de partida en heridas


del pie, localizadas en la suela (clavadura, clavo halladizo), o en los tejidos blandos
(pododermitis).

e.) Medicamentosa: el uso inconveniente o persistente de medicamentos aplicados a la


región del rodete que alteran la función queratogénica de la matriz de la uña. También
es conveniente precisar que el uso indiscriminado de corticosteroides como la
dexametazona, betametazona y la acetonida de triamcinolona disminuyen la circulación
del podófilo por vasoconstricción periférica, ocasionando laminitis medicamentosa.
26

Análisis:

Los defectos de aplomo y el herrado defectuoso son factores importantes en la


distribución de las gravitaciones que en el momento del apoyo, a la altura del menudillo
se distribuyen parte hacia el aparato suspensor y parte hacia el dedo (esta ultima
neutralizada por el pie y por el suelo). Es evidente la importancia y el papel fisiológico
del aparato fibroelástico y de la podotróclea, y de la naturaleza del suelo (duro o blando)
en la amortiguación de las gravitaciones y contrareacciónes del suelo (contragolpe). En
esta situación, la influencia de la fatiga es destacable, ya que aumenta el porcentaje de
gravitación que se derivan al dedo y a los tendones (forzando su propia resistencia
anatomo fisiológica) y condiciona posibles desplazamientos exagerados y anormales de
las articulaciones del pie. Estalla el elemento anatómico menos capacitado para
neutralizar la dosis de esfuerzo, ya sea un ligamento articular o el hueso en el punto en
el punto de inserción de algún ligamento (fracturas por arrancamiento) o la membrana
queratógena del pie (escarza, infosura). El problema puede agravarse si
simultáneamente juegan otras causas como el suelo irregular, plegado de charcos y
piedras, lo que facilita e intensifica el grado de contusiones y perforaciones permitiendo
la entrada de agentes infecciosos.

Defectos de aplomo del tren anterior

Defectos de aplomo del tren posterior


27

SEMIOLOGÍA Y PROPEDEUTICA CLÍNICA DE LAS COJERAS

José Alberto Cardona Álvarez. M. V. Z.


Docente de Clínica de Grandes Animales
Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia

“En el dominio de la técnica, en el arte de manejar los métodos de exploración


e interpretar sus respuestas, en los buenos hábitos del clínico,
en sus conocimientos, entrenamientos, capacidad de razonamiento,
intuición, perspicacia y experiencia, está el itinerario
del diagnóstico claro y preciso, del pronóstico firme y certero
y del tratamiento mas adecuado a cada enfermo”.
Antonio Pires

Diagnóstico integral:

El diagnóstico está muy lejos de constituir el simple y artificioso arte de dar un nombre.
La enfermedad como reacción, en la que el organismo pone el sello de su peculiar
individualidad, reclama:

a.) Que se precise la etiología, no solo el factor etiológico especifico, sino el conjunto de
factores etiológicos secundarios, predisponentes o determinantes, alejados o próximos,
directos e indirectos. “Diagnóstico etiológico”.

b.) Que se controlen, observen y califiquen las reacciones funcionales desencadenadas


por el proceso mórbido. “Diagnóstico funcional”

c.) Que se establezcan las alteraciones estructurales determinadas por la enfermedad en


el lugar u órgano alejado. “Diagnóstico anatomopatológico”.

Interpretación clínica:

1. Determinar si el animal claudica.


2. Localizar el miembro claudicante.
3. Determinar la zona anatómica afectada.
4. Determinar la naturaleza o causa.
5. Establecer posibilidades terapéuticas y pronósticas.

1. Determinar si el animal claudica:

Se determina con base a una anamnesis precisa y a una buena apreciación durante el
examen clínico general.

a.) Anamnesis:

• Que ocurre, desde cuando y a que se lo atribuye.


• Tiempo de claudicar, para saber si el proceso es agudo o crónico.
• Si hubo resbalones o caídas, en casos de distensiones ligamentosas y musculares.
28

• Si el herraje es reciente, se puede pensar en una clavadura o quemadura de la palma.


• Si el herraje es viejo, podemos sospechar de osteítis de los ángulos de la tercera
falange, ya que la herradura está más gastada en las lumbres y se recargan los
talones, además amortigua menos y puede despertar mayor sensibilidad de las partes
inferiores de la extremidad.
• Tipo de trabajo y terreno, el trabajo violento y prolongado en terrenos duros puede
hacer sospechar de infosura por distensión podofiliana en los talones o por golpe.
• Determinar la presentación de algunas enfermedades como neumonía, gurma,
retención de placenta, por lo que podríamos sospechar de laminitis secundaria a un
periodo endotóxico.
• Si los animales han sido sometidos a factores estresantes por largo tiempo como
viajes largos o ferias, ya que en el estrés la producción de catecolaminas puede
llegar a producir laminitis.
• Si la cojera aparece después de días festivos o después de cabalgatas, para explicar
mal tratos, contusiones o la enfermedad de pentecostés (enfermedad de los lunes).
• Si aparece en reposo o en los primeros momentos del ejercicio, podríamos sospechar
miositis, mioglobinuria, etc.
• Si aparece al tiempo del ejercicio podríamos sospechar de alteraciones vasculares o
exostosis (esparaván, coronada).
• Si el animal que cojeaba de un miembro, ahora cojea del opuesto, podríamos
sospechar de infosura colateral por la congestión debido al recargo del trabajo.
• Higiene del pie, el pie que se cuida todos lo días (examen, limpieza, estado de la
herradura, grado de humedad, elasticidad de la uña) tiene mejores probabilidades de
salud, que el que no se cuida. “La vigilancia del pie es una necesidad”.

b.) Signo mínimo:

El diagnóstico precoz de la causa de la disfunción locomotora puede evitar


consecuencias serias. El signo mínimo adquiere así su importancia.

La práctica equina se tropieza con la dificultad de que no es fácil de entender el


“lenguaje” con que el caballo expresa esas manifestaciones mínimas que
“preanuncian” disfunciones locomotoras que se harán evidentes cuando se produzcan
lesiones mas graves. Entonces, lo que no era nada o solo poco en su principio, ha
adquirido verdadero valor patológico.

Los signos mínimos son apreciados en general, por quienes manejan y utilizan el animal
y se han identificado con él. Son sutiles cambios en la ambulación y apoyo de algún
miembro durante el trabajo, tales como: el pie que tropieza sin razón aparente, la
basculación que se modifica, el paso que se acorta y se altera con pasos que parecen
normales, un brusco cambio de mano sin haberlo solicitado, el apoyo menos franco que
a veces se acompaña con la brusca e inesperada elevación de la cabeza o de la grupa, el
apoyo mas ruidoso que pronuncia una herradura suelta o rota, el animal que se resiste,
se niega o no obedece a las ordenes normales en él.

Si estas manifestaciones son observadas y tratadas de inmediato se evitarían posibles


complicaciones que impedirán la utilización temporaria del animal, por lo tanto es
preciso educar y entrenar a los operarios de las explotaciones equinas sobre este tema.
29

2. Localizar el miembro claudicante:

Se debe observar el animal en reposo (en estática) y en movimiento (en dinámica), y es


necesario observar el animal de frente, de lado (izquierdo y derecho) y de atrás; De esta
manera determinar cual es el miembro o los miembros claudicantes.

a.) En reposo o en estática:

La inspección en estación se inicia cuando se logra conseguir que el animal se cuadre o


posicione bien. Se debe mirar por delante, detrás y lateralmente. Se toma nota de cómo
el animal se mantiene de pie, si tiende a elevar algún miembro o lo cambia
incesantemente, si el peso está uniformemente repartido o si recae sobre los miembros
posteriores.

Se observa si el animal tiende a cambiar frecuentemente de posición, se registrará si el


pie está parcialmente elevado en el talón o si muestra tendencia a descansarlo sobre la
uña.

Se debe establecer si la línea de aplomo es normal o si por el contrario está modificada


hacia delante o hacia atrás, si hay abducción o aducción, si esta semidoblado en el
carpo, menudillo, corvejón o roza el suelo con la cara anterior de la tapa o si apoya el
casco solo por las lumbres para evitar el dolor.

Si el trastorno claudicante se manifiesta en la marcha, el miembro enfermo puede estar


aplomado en la estación. Si la cojera reside en el miembro anterior o en el posterior, el
animal coloca cada miembro alternativamente en las actitudes que le proporcionan
descanso (elevándolas y descendiéndolas).

La inspección del animal en reposo es suficiente muchas veces para determinar la


extremidad que cojea, máxime si ésta presenta atrofias de los músculos, heridas,
abultamientos, fístulas, lesiones evidentes que se corroboran por medio de la palpación.

El apoyo en pinzas con flexión del menudillo y del corvejón se encuentran


especialmente en casos de cojeras de las partes inferiores, pero si el apoyo se hace con
el pie plano, quizás la cojera este por encima del carpo y del corvejón. En el caso de la
infosura de los miembros anteriores, éstos estarán dirigidos hacia delante (plantado de
adelante) y si es de los miembros posteriores, éstos estarán debajo del cuerpo dirigidos
hacia delante (remetido de atrás), debido a que el dolor se encuentra en la parte anterior
del casco (muralla) y para desviarlo se apoya en los talones. En casos de luxación de
rotula y en general de las articulaciones superiores, el miembro estará extendido
ligeramente en abducción y un poco dirigido hacia atrás.

También es importante observar los huesos planos de la nariz, cresta facial, columna
vertebral y aplomos para determinar si hay un proceso de descalcificación.

La palpación permite complementar los datos obtenidos en la inspección, verificando


si hay aumento de la temperatura y sensibilidad en zonas concretas, consistencia de las
deformaciones, incremento del pulso arterial en las arterias metatarsianas,
metacarpianas o digitales, en caso de inflamaciones o alteraciones del casco.
30

b.) En movimiento o en dinámica:

Cuando el animal se somete a movimiento debe llevarse de la mano con ronzal largo y
flojo para que realice los movimientos de la cabeza libremente. Debe ser llevado por un
auxiliar para que el medico veterinario pueda apreciar bien los movimientos.

En las cojeras intensas o medianamente intensas la simple inspección en reposo puede


ser suficiente para localizar el miembro cojo, pero cuando la cojera no es intensa o es en
caliente se necesita hacer efectuar al animal movimientos que intensifiquen o hagan mas
evidentes los dolores, para lo cual es conveniente hacerlos caminar al paso, llegando a
necesitar el trote, que es el que intensifica mas los dolores y aún puede llegar a necesitar
hacerlo galopar y correr rápidamente para que manifieste claramente el dolor. Para esto
el animal será conducido sin atirantar la brida, para permitir amplios movimientos de su
cabeza. El examen del animal cojo requiere ausencia de arneses, rodilleras, que pueden
enmascarar signos interesantes.

El observador deberá ver el animal en la marcha, de frente (o verlo venir), de ambos


lados o (verlo pasar) y de atrás (o verlo alejarse). De frente se ven mejor los
movimientos de lateralidad y balanceo de la cabeza y el arco del pie en vuelo para
determinar alteraciones como el remo (en casos de cascos izquierdos) o la comba (en
casos de cascos estebados), por detrás se ven las herraduras y el balanceo del anca y de
lado se ve la amplitud del paso, características del apoyo, la flexión y extensión de las
extremidades y los componentes del paso o batida (elevación, suspensión, avance y
apoyo).

Durante la locomoción puede notarse movimientos de arpeo, que consisten en flexiones


bruscas del corvejón, especialmente en caso de esparaván calloso y en casos de grietas
en la región de la pinza.

Se encuentran suprimidos los movimientos de flexión arrastrando la pinza sobre el suelo


y el miembro en abducción en las luxaciones articulares altas como la de la espalda y
rotula.

En las cojeras del miembro anterior se debe observar “el movimiento de la cabeza”
aquí el animal levanta la cabeza y la dirige hacia el miembro sano en el momento del
apoyo del miembro enfermo, con el objeto de quitarle peso, así mismo el apoyo del
miembro enfermo se hace con suavidad, de modo que produce ruido menos fuerte que
cuando apoya el miembro sano. En el momento del apoyo del miembro sano el caballo
baja la cabeza del mismo lado.

En las cojeras del miembro posterior se debe observar “la dislocación vertical de la
tuberosidad coxal”, donde al apoyar el miembro enfermo, el animal levanta la cadera
del mismo lado y se observa una asimetría en la altura máxima de la musculatura glútea
durante el apoyo.

Es conveniente en algunos casos hacer subir o bajar al animal por una pendiente, ya que
al subir se recargan los miembros posteriores y al bajar se recargan los miembros
anteriores. Al bajar pendientes por la relativa relajación del tendón flexor digital
profundo o perforante se puede disminuir las cojeras del sesamoideo distal, en cambio
31

al subir se incrementa la cojera por ponerse en tensión el tendón profundo y comprimir


el aparato podotroclear (navicular distal, bolsa podotroclear).

Se deben realizar giros cortos hacia la derecha e izquierda (movimiento de picadero o


torneo), debido a que así las presiones mas fuertes recaen en el miembro que se
encuentra al interior del círculo y se altera más la lesión, se exacerba más la cojera y se
ve mas claro a que miembro corresponde.

El suelo tiene importancia para los datos recogidos durante los movimientos del animal:
En el suelo blando sea de barro o recubierto de estiércol se acentúan mas las cojeras de
elevación o altas (afecciones del carpo y tarso hacia arriba) debido al esfuerzo o tracción
que tienen que hacer los grupos musculares para levantar el miembro, aquí el paso se
hace mas corto. En el suelo duro se manifiestan más las cojeras de apoyo o bajas
(afecciones del carpo y tarso hacia abajo), debido a que las fuerzas de choque son
mayores, por lo que el paso se hace mas largo.

3. Determinar la zona anatómica afectada:

Evaluando el miembro claudicante para ubicar la zona donde radica la lesión, aunque
por la inspección anterior podríamos tener idea a cerca de la ubicación de la lesión, por
ejemplo el apoyo en pinza, la cojera de apoyo en terrenos duros nos orienta hacia las
partes bajas del miembro cojo, así como la presencia de aumentos de volumen,
deformaciones, lesiones, heridas, secreciones, fístulas, etc.

Se debe evaluar el miembro cojo de abajo hacia arriba de la siguiente manera:

Lo primero que se hace es el blanqueo del casco para observar la suela, la ranilla, las
lagunas, tratando de buscar puntos oscuros o secreciones que deben seguirse con un
descallador para tratar de encontrar cuerpos extraños. Se mira la línea blanca (saúco o
línea clavera) para ver su desarrollo o si no hay secreciones o aberturas fistulosas.

Se palpa la temperatura del casco con el dorso de la mano, que normalmente es frió,
pero si se encuentra caliente no puede indicar un proceso inflamatorio del pie.
32

Se hace presión del casco con una pinza para determinar la sensibilidad que se
manifiesta con temblores de los músculos anconeos.
Se toma el pulso en la arteria colateral del a caña para determinar si se encuentra mas
lleno y fuerte, como sucede en los procesos inflamatorios e isquemicos del corion.

Se hace palpación de los pulpejos que normalmente son blandos, elásticos e indoloros,
pero que se pueden encontrar dolorosos, osificados, con heridas y necrosis.

Luego se hace el examen de la articulación interfalàngica distal por medio de extensión


forzada del tendón flexor profundo, ya que así se presionan los sesamoideos y estos a su
vez presionan la articulación, en casos de artritis responderá al dolor con reacción de
defensa, también se puede determinar por medio de la prueba de la cuña.

Posteriormente se examina la articulación interfalángica proximal por medio de


movimientos de extensión, flexión y rotación.

Sigue el examen del metacarpo y metatarso por medio de la palpación a lo largo de ellos
para encontrar deformaciones, temperatura y sensibilidad. Al estar en pie, los tendones
se encuentran tensos, pero al levantarlo se palpan blandos.

Por ultimo se examina la rodilla y hombro por medio de palpación y de movimientos de


abducción y aducción para determinar si hay dolor, el cual se manifiesta al bajar el
miembro, hacer recular el animal y este no puede, por lo que lo arrastra.

Después de realizado este proceso se realizan una serie de pruebas para aumentar la
respuesta álgica y así afianzar la ubicación de la lesión, dentro de estas tenemos:

a.) Examen funcional o test de movilización pasiva y activa: consiste en forzar la


flexión, extensión y contraextensión de las articulaciones y ver si presenta reacción de
defensa como respuesta al dolor.

b.) Forzar el apoyo de la extremidad en estación: se realiza aumentando las


gravitaciones con el objeto de evaluar el aparato suspensor, tendones y aparato
podotroclear. Sirve para detectar problemas en el sistema de apoyo.

c.) Prueba de la cuña o de lungwitz: se utiliza en cojeras de apoyo para evaluar la


parte posterior del pie (tendones, vainas tendinosas, aparato podotroclear, inserción del
tendón flexor profundo, talones y cartílagos alares del tejuelo).

Se utiliza una cuña de madera con una inclinación de 20º a 30º, apoyamos el casco
sospechoso sobre la cuña y forzamos el apoyo levantando la extremidad contralateral,
para producir hiperextensión del aparato ligamentoso posterior. Si presenta algún tipo
de alteración, este se defiende con reacción de defensa “es considera positiva”.

d.) Prueba de chamberlain (esparaván): Consiste en levantar hacia adelante el


miembro posterior afectado y sujetándolo por la pinza para mantenerlo en flexión
forzada por dos o tres minutos. Al cabo de este tiempo se suelta el miembro y se incita
al animal para que corra lo mas rápido posible, observándose en el caso positivo, gran
acentuación de la cojera y aún marcha en tres miembros.
33

e.) Prueba de la venda de franela: se venda la zona donde suponemos que existe la
lesión (vendaje compresivo de contención y ascendente) y hacemos caminar al animal.
Si la cojera es por exostosis disminuye con el vendaje, debido a que este inmoviliza el
ligamento y al no desplazarse sobre el hueso, no hay dolor.

f.) Prueba de la espalda: es de bastante valor para poner de manifiesto alteraciones de


la articulación del hombro, se debe levantar el miembro y extenderlo hacia delante,
luego hacia atrás (o hacerlo recular) y por ultimo hacer movimiento de abducción y
aducción. El animal responderá con reacción defensiva cuando le duela la parte
hiperextendida de la prueba.

g.) Radiografía: se utiliza una vez localizada la zona de la lesión, para el diagnóstico de
los procesos patológicos que afectan fundamentalmente al soporte óseo de las
extremidades (fracturas, exostosis, periostitis osificante, osteosarcoma, etc). También es
importante para determinar el grado de rotación o desplazamiento del tejuelo en la
infosura crónica, ya que es un aspecto importante para establecer las posibilidades
terapéuticas y pronósticas de este tipo de pacientes.

h.) Ecografía: proporciona una forma muy útil de conseguir imágenes de estructuras de
tejidos blandos, en particular para evaluar lesiones de tendones y ligamentos. Se pueden
producir imágenes transversales y longitudinales pudiendo observar los tendones
flexores digital superficial y profundo, así como el suspensorio y el anular. Cada
estructura se debe valorar en cuanto a su tamaño, perfil, posición y ecogenicidad.

i.) Artroscopia: permite mediante la introducción de una fibra óptica y dilatación de


una articulación (con líquido o gas), visualizar perfectamente las estructuras de las
cavidades sinoviales incluyendo articulaciones y vainas tendinosas, así convertirse en
un procedimiento terapéutico de carácter escasamente invasivo. Permite comprobar el
estado de las superficies cartilaginosas, membranas sinoviales y ligamentos intra
articulares y detectar patologías como la osteocondritis disecante, alteraciones de
meniscos y artrolitos, etc.

j.) Anestesia de la conducción o bloqueos: Consiste en dejar en hipo o disfunción el


nervio responsable de la zona lesionada, inoculando anestésicos locales como la
lidocaína al 2%. El fundamento es que al inyectar un anestésico se suspenden las
sensaciones dolorosas por debajo del sitio anestesiado y por consiguiente desaparecerá o
disminuirá la cojera. Se pueden realizar bloqueos “perineurales” cuando se trata de
anestesiar un nervio e “intra articulares” cuando el anestésico se aplica directamente
en una articulación.

k.) Estudio del líquido sinovial: proporciona datos de gran interés para el
conocimiento del estado de la articulación en cuestión, requiere drásticas medidas
asépticas y agujas a la medida de la profundidad y situación de la articulación a estudiar.

Las características del líquido sinovial de una articulación son las siguientes: es incoloro
o amarillo opalescente, algo filante y sin olor, no coagula espontáneamente, a 4º C
permanece líquido por 48 horas (por lo que es conveniente recogerlo con
anticoagulante, ya que el anómalo si coagula), el contenido proteico es bajo, el numero
de células que contiene es bajo.
34

CARACTERÍSTICAS DEL LÍQUIDO SINOVIAL

Sinovial Sinovitis Aséptica Sinovitis


Sana Aguda Séptica

Color Incoloro o ligeramente Amarillo Pardo amarillento


Amarillento rojizo Rojizo

Viscosidad Levemente filante Levemente Disminuida


variable disminuida
No coagula
Coagulación espontáneamente Coagula a los Coagula
(a 4º a las 48 horas) 10 – 20 minutos Con rapidez

Contenido
Menos de 2 g/100 ml Mas de 4 g/100 ml Mas de 8 g/100 ml
proteico

Células Menos de 300/mm3 Menos de 5000/ mm3 Mas de 100.000/ mm3

4. Determinar la naturaleza o causa de la lesión:

Se determina el tipo de tejido comprometido en el proceso, ya sea de tipo “Óseo” como


en casos de exostosis, fisuras, osteosarcoma; “Musculares” como en casos de miositis
traumática, desgarros, heridas; “Articulares” como en artritis, osteocondritis disecante,
luxaciones; “Tendinosas” como en la tendovaginitis; “Vasculares” como en la
obstrucción mesentérica e infosura; “Nerviosa” como en parálisis directa, compresión
medular y neuritis.

También es importante determinar la causa, si es “Aséptica” como en el caso de


fracturas, contusiones y luxaciones, o si es “Séptica” como en la pododermatitis
séptica, abscesos de la línea blanca, perforaciones contaminadas por bacterias
(Fusobacterium necróphorus y Bacteroides melaninogenicus).

5. Posibilidades terapéuticas y pronósticas:

“Las causas son un complejo de factores,


Las soluciones son un complejo de estrategias”
Noirtier Cano Guzmán

Las deriva el clínico con base a un buen diagnóstico, a la etiología, al grado de la lesión,
a las posibilidades de curación, a las facilidades de tratamiento, a la duración del
tratamiento y a las facilidades económicas.

Si conviene agotar todos los recursos terapéuticos, cualquiera que sea su costo por que
los factores anteriores reúnen meritos suficientes, se debe hacer, pero si es el caso
contrario donde el animal no tiene ninguna posibilidad de curación o quedará
35

disminuido, es mejor no medicarlo e informar al propietario con criterio firme y certero


la decisión de sacrificio para evitar que el paciente siga sufriendo.

Bibliografía:

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2004.
37

LAMINITIS EQUINA

José Alberto Cardona Álvarez. M. V. Z.


Docente de Clínica de Grandes Animales
Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia

Definición:

También llamada infosura, aguadura, hordeadura y pie de agua, ha sido definida como
un “síndrome” caracterizado por manifestaciones locales por alteraciones vasculares
periféricas, con disminución del riego sanguíneo de la dermis podal, cuyo origen es de
carácter sistémico, principalmente de orden metabólico y se caracteriza por claudicación
y deformación del pie en el equino.

Etiología:

La laminitis se considera como un proceso multicausal, por lo que se hace difícil


precisar y hablar de una sola etiología, sin embargo existen una serie de factores
predisponentes y etiológicos, y presume que su interacción puede desencadenar el
mismo mecanismo fisiopatológico. Las causas principales de laminitis equina podemos
agruparlas de la siguiente manera:

• Mal manejo dietético: se considera como la principal causa el suministro repentino


y excesivo de alimento rico en carbohidratos. Esta causa ha sido usada como
modelo experimental.

• Estados endotoxémicos: ocasionados por infecciones localizadas, donde las


bacterias o sus toxinas ingresen al torrente sanguíneo (metástasis infecciosa) y
desencadenar la producción de mediadores químicos, los cuales estimulan la
secreción de catecolaminas con la consecuente disminución del riego sanguíneo de
la dermis podal. Dentro de éstas tenemos: cólicos, enteritis, retenciones de placenta,
metritis, colitis, tiflitis, neumonía, distocia, etc.

• Medicamentosa: el mal uso de drogas como glucocorticoides por tiempo


prolongado y a dosis e intervalo no indicados, puede llegar a producir laminitis
debido a la vasoconstricción provocada por estimulación de los receptores α1
adrenérgicos en los vasos sanguíneos periféricos, lo que disminuye potencialmente
la circulación y nutrición del corion laminar del pie. También los efectos tóxicos y
alérgicos de algunas drogas.

• Traumática: ejercicio prolongado en terrenos duros y pedregosos, clavaduras y


quemaduras en el proceso de herraje, herrajes defectuosos, etc. Los cuales
predisponen a concusión, con la consecuente inflamación.
38

Fisiopatología:

El modelo experimental usado para estudiar la patogenia de la laminitis, es el consumo


de cantidades tóxicas de alimentos a base granos y concentrados (propuesto por Do y
Stephen. 1981, citado por Oliver, O. 1996).

La fisiopatología de la laminitis para una mejor comprensión se ha dividido en tres (3)


fases: fase prodrómica o de desarrollo, fase aguda y fase crónica.

1. Fase prodrómica o de desarrollo:

Es considerado como el tiempo transcurrido entre el contacto con el factor etiológico


que desencadena el proceso y la primera manifestación de cojera. Este proceso dura
entre 24 y 72 horas, presentándose al momento del primer signo de cojera dos
mecanismos íntimamente relacionados: un proceso vasoactivo y una coagulopatía local
o sistémica. Estos eventos son iniciados por tres factores: endotóxinas, ácido láctico e
histamina, todos ellos producto de la disminución del ph cecal ocasionado por la
ingestión excesiva de carbohidratos.

Se ha demostrado que el exceso de granos en el ciego, aumentan el proceso de


fermentación, alterando la flora y estimulando la proliferación de bacterias productoras
de ácido láctico (Peptoestreptococcus y Lactobacilus), por lo que disminuye aún más el
ph cecal y hay muerte de un gran numero de bacterias gram negativas de la familia
enterobacteriaceae, las cuales al morir generan endotoxinas de tipo lipopolisacáridos
(LPS), por otro lado en el proceso de fermentación hay producción de grandes
cantidades de histamina por descarboxilación del aminoácido histidina. Se dice que son
tres los factores que se producen a nivel cecal para que se desencadene el proceso
“acidez cecal, endotóxinas e histamina”.

La acidez inicia un proceso de vacuolización de las células alrededor de las criptas,


avanzando a un proceso inflamatorio de la mucosa cecal, luego se produce necrosis con
áreas de descamación y esfacelación con destrucción de las uniones celulares de la
mucosa cecal, permitiendo la absorción al torrente sanguíneo de histamina,
lipopolisacáridos y ácido láctico. Por otro lado aumenta la secreción de líquidos y
electrolitos hacia el lumen intestinal, ocasionando diarrea y deshidratación.

La absorción de estas sustancias desencadena la producción en grandes cantidades de


mediadores químicos (prostaglandinas, tromboxanos, oxido nítrico, leucotrienos,
radicales libres, etc) y el factor hágeman que también genera sustancias vasoactivas
como la bradicinina y la prostaciclina en las células del endotelio vascular. La presencia
de estos mediadores en el torrente sanguíneo estimula el aumento del lecho vascular con
la consecuente disminución del volumen sanguíneo eficaz (estado de emergencia
hemodinámica previa al shock séptico), estimulándose mecanismos compensadores
como la activación del sistema renina, angiotensina, aldosterona (reacción
neuroendocrina) y la producción de grandes cantidades de catecolaminas (reacción
cardiovascular) que estimulan los receptores α1 adrenérgicos de los vasos sanguíneos
periféricos del corion, con la consecuente vasoconstricción periférica (vasoespasmo
periférico).
39

Este vasoespasmo puede ocasionar la precipitación de coágulos por la adhesión de


plaquetas y fibrina al colágeno del endotelio lesionado con la formación de trombos,
conduciendo a una disminución de la perfusión del corion podal con la consecuente
necrosis isquémica.

Debido a la isquemia se produce una congestión podal por encima del vasoespasmo o
del trombo, haciendo que se aumente la presión y se estimule la formación de
desviaciones o cortocircuitos arteriovenosos (shunts A-V) a nivel de la segunda falange,
por lo que se disminuye aún más la circulación, ya que a este nivel la sangre arterial se
desvía a través de las anastomosis a las venas sin irrigar las partes dístales del corion, lo
que ocasiona necrosis del tejido laminar, lo que propicia la separación del corion
laminar del laminillas coriales de la pared interna del casco. La densidad relativa de las
anastomosis arteriovenosas parece ser bastante alta en el pie del caballo, se han
estimado 500 anastomosis por cm3 de tejido.

2. Fase aguda:

Manifiesto el primer síntoma de dolor se produce una hipertensión arterial con


disminución de la resistencia vascular periférica, taquicardia y aumento del volumen
minuto (gasto cardiaco).

A nivel podal hay un incremento del flujo sanguíneo digital a través de las arterias
digitales, sin embargo esta se desvía a través de los cortocircuitos arteriovenosos, por lo
que la perfusión capilar se disminuye y no se irrigan las láminas del corion, ocasionando
mas isquemia y edema en la unión del corion laminar y las laminillas coriales del casco,
en este punto los tejidos empiezan a separarse con mayor acumulo de sangre y fluidos, y
los mecanismos designados para mantener la estabilidad entre la pared del casco y el
tejuelo, fallan llegando a producir necrosis laminar.

El grado de dolor es proporcional al grado de isquemia y a la presencia de mediadores


locales de la inflamación.

3. Fase crónica:

Se inicia entre 48 y 72 horas después de la fase aguda. En esta fase la necrosis laminar
se hace cada vez mas extensa, aumentando la separación con las laminillas coriales, lo
que permite el colapso de la tercera falange.

En el colapso de la tercera falange pueden presentarse dos tipos de alteración de las


fuerzas biomecánicas: “rotación y desplazamiento”.

La “rotación” del tejuelo se produce por predominio del vector de fuerza del flexor
digital profundo y de las fuerzas de rotación que se enfocan sobre el dedo, esto se debe a
que el tendón jala la tercera falange hacia atrás, como hay desprendimiento por necrosis
laminar y el casco es pando, se rota hacia atrás, cuyo ángulo de rotación depende del
tiempo, del estado del casco y de la necrosis, hasta el grado de colocar la punta del
tejuelo a nivel del ápex de la ranilla.
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El “desplazamiento” del tejuelo se produce por predominio del vector de fuerza


ocasionado por peso que comprime la almohadilla digital, ya que hay completa
separación de las laminillas coriales y el corion laminar, además el tejuelo se encuentra
rotado colocando la punta a nivel del ápex de la ranilla, haciendo mas fácil la
perforación y exungulación.

Manifestaciones clínicas:

Dependiendo del tiempo y de las manifestaciones clínicas, la laminitis se ha clasificado


en aguda y crónica.

Laminitis aguda:

Se presenta principalmente en los miembros anteriores, aunque en los casos severos


puede afectar también a los posteriores, manteniendo al animal en decúbito prolongado
debido al dolor.

A la “inspección” se observa un animal “plantado” de adelante (si es de los cascos


anteriores) o “remetido” de atrás (si es de los cascos posteriores), con el objeto de
apoyarse en los talones para desviar hacia atrás el dolor que se encuentra en la parte
anterior del casco, por lo que el desgaste del casco se hace asimétrico y mayor hacia los
talones y creciendo mas las lumbres (zapatón o casco pando). El arco del pie en vuelo
en vista lateral alcanza su punto más alto por detrás del miembro contra lateral, con el
objeto de alargar el paso y desviar el apoyo hacia los talones y hacerlo con mucha
suavidad, (el arco del pie en vuelo en un animal sano alcanza su punto más alto a nivel
del miembro contra lateral).

La cojera es bastante evidente, es de apoyo y se fortalece en los terrenos duros, Nils


Obel en el año de 1940, citado por Rodríguez, I. 1996, caracterizó el grado de cojeras
según la severidad de los signos clínicos, correlacionándolos con los daños
histopatológicos del pie y dio origen al “sistema de clasificación de Obel”.

Grado 1: en estación, levanta incesantemente el miembro sospechoso, sin embargo no


muestra signos claudicógenos al paso, ni al trote.

Grado 2: camina voluntariamente, sin embargo al paso comienza a mostrar signos


mínimos como falseos, incoordinaciones y saltos.

Grado 3: no desea obedecer órdenes de desplazamiento, lo hace de mala gana y se


resiste vigorosamente a que le levanten un miembro anterior.

Grado 4: no se mueve, hay que forzarlo, generalmente pasa echado y se queja mucho
de dolor.

A la “palpación” podemos encontrar signos locales como aumento de la temperatura y


sensibilidad a nivel de la muralla y corona, incremento del volumen y fuerza del pulso
digital.
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A la “percusión” responde vigorosamente cuando la hacemos en la parte anterior de la


muralla y corona.

Podemos encontrar signos generales como ansiedad, fiebre, mioclónias, taquicardia,


signos toxémicos en la mucosa ocular (congestivas o inyectadas, vasos episclerales
ingurgitados).

Laminitis crónica:

Aunque no esta muy bien definido, se dice que comienza 72 horas después de haber
colapsado la tercera falange. El grado de colapso del tejuelo es variable, por lo tanto el
dolor también y puede haber o no claudicación.

A la “inspección” podemos encontrar exudación filánte serosanguinolenta de la banda


coronaria. Se observan anillos divergentes en la muralla del casco atribuidos a la mala
circulación y nutrición al cuerpo mucoso de malpigi, deshidratación del casco, la suela
se torna plana y convexa con reblandecimiento.

A la “palpación” el grado de dolor es mínimo, mientras que a la “percusión” puede


responder con reacción dolorosa a nivel de la corona, dependiendo de la intensidad del
golpe, el sonido percutorio en la muralla sería “hueco”, siendo el normal “macizo”,
esto se debe a la grado de necrosis laminar y de su separación del estrato córneo.

Para determinar el grado de rotación y/o desplazamiento es recomendable realizar una


placa radiográfica, con el objeto de establecer las posibilidades terapéuticas y
pronósticas, ya que si la diferencia entre los ángulos formados por la linea que pasa por
el tejuelo y la muralla con respecto a la suela es superior 11.5º, el animal debe
sacrificarse, entre 6.5º y 11º queda disminuido en sus posibilidades y necesita de mucho
cuidado y si es menor de 6.0º se puede recuperar con tratamiento ortopédico.
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Tratamiento:

La laminitis debe considerarse como un caso de emergencia, por lo tanto la atención


médica debe ser inmediata.

1. Manejo médico: son muchos los aspectos que se pueden controlar desde el punto de
vista médico, es así como debemos tener en cuenta:

El “manejo del dolor” debe hacerse inmediatamente para que apoye y camine, de esta
manera activa la circulación del pie, podemos utilizar flunixin meglumine a dosis de 1.1
mg/kg, fenilbutazona a dosis de 4.4 mg/kg, dipirona a dosis de 22 mg/kg, todas con
intervalo de 12 a 24 horas.

La “protección de la mucosa cecal y colónica” utilizando aceite de cristal a razón 4


litros cada 6 horas por tres aplicaciones, también podemos utilizar el carbón activado
entre 60 y 240 gramos disueltos en agua (contribuye a la absorción de sustancias tóxicas
en el medio intestinal).

El “control de la hipertensión” con drogas que tengan acción alfabloqueadora,


podemos emplear el clorhidrato de hidralazina a dosis de 100 a 200 mgs como dosis
total, via intramuscular cada 12 a 24 horas, estos efectos son mejores cuando se usan en
combinación con furosemida a dosis de 1 mg/kg y metropolon a dosis de 15 mg/kg
venosos cada 12 a 24 horas. También podemos usar la acepromacina a dosis de 0.05 a
0.1 mg/kg intramuscular cada 6 horas

El “control de la histamina” principalmente en caso de laminitis aguda, se hace con


difenhidramina a dosis de 1 mg/kg cada 12 horas endovenosa.

Ha sido recomendado por algunos investigadopres el uso de “dimetil sulfoxido” al que


le han atribuido propiedades “anti isquemicas” a dosis de 0.1 a 1 gr/kg endovenoso en
solucion al 10% cada 8 a 12 horas por 4 días.

Se debe “controlar la coagulopatía” para prevenir la coagulación intravascular


diseminada, se puede usar heparina sódica a dosis 40 a 100 U.I/kg endovenoso cada 6
horas.

No es recomendable el uso de “corticoides” ya que potencian el efecto vasoactivo de


las catecolaminas.

2. Control alimenticio: se le debe retirar de inmediato el alimento concentrado y a base


de granos, suspender la sal mineralizada hasta que la presión arterial sistólica se
recupere, mientras tanto se le administra cloruro de potasio a razon de 30 grs día.

Se administra “metionina” a dosis de 30 gr diarios mezclados en el pasto o salvado,


también se debe administrar “biotina” a dosis 15 a 100 gramos diarios mezclados con
la metionina. Todo esto ayuda a la “reparación del daño laminar”.

3. Hidratación: se debe administrar la cantidad de líquido necesaria para un animal


deshidratado, acidotico y endotoxemico con lactato de ringer (solución de hartman).
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4. Manejo del aplomo del casco: cuando la laminitis pasa a la fase crónica y casco
presenta deformación (casco pando), se debe “limar” procurando recuperar los
parámetros normales (ángulo anterior 45º a 48º), también se pueden realizar “herrajes
terapéuticos y correctivos” con el fin de activar el metabolismo y circulación al dar
estabilidad a la ranilla.

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