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ESCUELA DE DERECHO
MATERIA:
DERECHO
ROMANO
PREPARADO POR:
LIC. JUAN SANTANA JIMENEZ
DOCEN
TE:
DR. JESUS MARTINEZ
1
ESCUELA DE DERECHO
Programa de Asignatura
Modificaciones:
1ª:Fecha: Responsable:
2ª:Fecha: Responsable:
3ª:Fecha: Responsable:
CONTENIDO:
Justificación
Propósitos
Contenido de
unidades Metodología
Evaluación
Bibliografía
Octubre de 2006
2
JUSTIFICACION:
OBJETIVOS:
Los estudiantes conocerán los conceptos básicos y la importancia del Derecho Romano
y establecerán las semejanzas y diferencias del Derecho Romano con la Legislación
Dominicana.
CONTENIDO:
TEMA I:
Noción de Derecho Romano. Fuentes del Derecho Romano. Formación y desarrollo del
Derecho Romano. Los Comicios por Curias. Los Comicios por Centurias. Los Comicios
por Tribus. La Ley de la XII Tablas. Advenimiento del Imperio. Ley Regia. Los
Senadoconsultos. Las constituciones Imperiales. Ley de Citas. Trabajos de codificación
anteriores a Justiniano. Trabajos Legislativos de Justiniano. Derecho posterior a
Justiniano.
TEMA II:
Las personas. Esclavos y Libres. Los ciudadanos. Los no ciudadanos. Adquisición y
pérdida de la ciudadanía. Ingenios y Libertinos. Condición de los Manumitidos.
Personas “Alieni Juris” y “Sui Juris”. Fuentes de la Potestad Paterna. El concubinato.
TEMA III:
La adopción. La Legitimación. Disolución de la autoridad paterna. Del Mancipium. La
Tutela. La Curatela. Reglas comunes a las diferentes curatelas. La Capitis Demicas. Las
personas morales.
TEMA IV:
Las Cosas. Hechos y Negocios Jurídicos. Forma Interna y Forma Externa. Elementos
del Negocio Jurídico. Interpretación. Invalidez, Conversión y Convalidación. Extinción
de los Derechos nacidos del Negocio Jurídico.
TEMA V:
Los derechos reales. La Propiedad. La Posesión. Modos de Adquisición. La
Servidumbre. El Usufructo. Derechos Reales Pretorianos. La Enfiteusis. La Hipoteca.
La Prenda.
METODOLOGIA
Cátedra del profesor, discusiones grupales, trabajos de investigación y seminarios.
EVALUACION
2
BIBLIOGRAFIA
1. Tratado Elemental de Derecho Romano. Eugene Petit.
4
INDICE
5
Personas “Alieni Juris” y “Sui Juris”. 51
Fuentes de la Potestad Paterna. 53
Condiciones de validez del Matrimonio. 54
El concubinato. 54
6
Negocios formales o Solemnes y no formales o no solemnes 87
Negocio oneroso y gratuito. 87
Negocios causales y abstratos. 87
Negocio Morti causa e inter vivos. 88
Forma interna y externa del acto jurídico. 88
Clases de formas. 88
Elementos del Negocio Jurídico. 88
Interpretació n. Invalidez, Conversió n y Convalidació n. 89
Extinció n de los Derechos nacidos del Negocio Jurídico. 91
Modo de extinció n de las obligaciones. 91
6
TEMA I: NOCION Y FUENTES DEL DERECHO ROMANO
1
EUGENE PETIT. Tratado Elemental de Derecho Romano.
8
napoleó nicos por nuestro sistema legal, aunque pareciera innecesario
el estudio de estas leyes ya caducas, los jurisconsultos, tratadistas,
abogados y estudiantes; y por la necesidad que tenemos de conocer
la historia de la fuente principal del derecho que nos ocupa, por esto
debemos estudiar el derecho romano.
9
Fuentes escritas: Son aquellas fuentes que se encuentran plasmadas o
tipificadas en el ordenamiento jurídico, y que influyen
indiscutiblemente en la creació n de normas constitucionales.
2
EUGENE PETIT. Tratado Elemental de Derecho Romano.
1
fue por parte de los pretores que emitían un edicto que era una suerte
de listado de acciones judiciales. El ius edicendi (derecho de publicar
edictos) luego fue asumido por los emperadores.
Fuentes no escritas.
Las fuentes no escritas son aquellas que no son imprescindibles para la
creació n de un ordenamiento jurídico, las cuales no se encuentran
plasmada en ninguna norma jurídica. Y entre ellas tenemos la
costumbre los usos y tradiciones. Estas nacen de los hechos
y procesos sociales que concurren en el nacimiento del derecho y con
el tiempo se van haciendo ley.
1
3º. Del advenimiento del Imperio a la muerte de Alejandro Severo (723
a 988 de Roma, o 235 de la era cristiana).
Cada tribu estaba dividida en diez curias que comprendía cada una un
cierto nú mero de gentes, la curia era una divisió n artificial,
las Gens eran un grupo natural formado sobre la base del parentesco.
1
Cada Gens comprendía el conjunto de personas descendientes por
línea de varones de un autor comú n. A la muerte de estos, sus hijos se
convierten en jefes de familias distintas. Estas familias conservan el
distintivo de su comú n origen. Cada familia esta puesta bajo la
autoridad de un jefe paterfamilia.
1
mareadas de extranjeros venidos de los pueblos conquistados que
fueran demasiado para poder engrosar las filas de la clientela. Los
vencidos de condició n inferior aumentaron la muchedumbre de
plebeyos, quienes no tardaron entonces en hacer que sus reclamos
fueran escuchados, creando así la eterna lucha de clases entre patricios
y plebeyos.
El problema con esta organizació n era que solo los patricios sufrían la
carga de los impuestos y del servicio militar, aunque solo ellos
1
participaban en la vida política y social. La plebe permanecía extrañ ada
de las cargas pú blicas así como de la administració n de la ciudad.
1
rusticas sin distinció n de orígenes, esta divisió n es solo geográ fica y
administrativa y comprende tanto a plebeyos como a patricios.
1
los patricios le concedan ciertas concesiones; Logran tener dos
protectores de sus intereses; los tribuna pelvis, quienes
eran plebeyos. Estos fueron declarados inviolables y tenían derecho
al veto que podían oponer en Roma dentro de un radio de una milla
en torno de Roma, a las decisiones de los magistrados, có nsules y el
senado.4
1
el texto todavía es familiar a los jurisconsultos del fin de la repú blica y
de los primeros siglos del imperio. Del contenido autentico de las XII
tablas, solo han llegado al presente algunos fragmentos, conservados
en los tratados de algunos jurisconsultos que comentaron la ley, sobre
todo Gayo del que han sido insertados 18 extractos en el Digesto de
Justiniano. Desde el siglo XVII, se ha intentado reconstruir la ley de las
XII tablas, se ha logrado en gran parte por lo menos conservar el
significado de estas, mas este trabajo no descansa sobre ninguna base
seria pues en modo alguno se ha probado que cada tabla formara un
todo completo y que el contenido haya sido determinado de otra
manera que por el azar de la escritura.
Sabemos por lo que nos ha llegado de la ley dicenviral, que esta tenía
un cará cter esencialmente romano, y que ella no es, como a veces se ha
querido pretender decir, una copia simple de las leyes griegas.
1
Augusto, fue el “PRIMER EMPERADOR DEL IMPERIO ROMANO”
quedando investido de potestades con cará cter: (i) tribunicia que hace
de su persona inviolable y le otorga el derecho de veto sobre todos los
magistrados; (ii) de cará cter censorial, que le permite completar el
senado y proceder a su depuració n, y, por ú ltimo; (iii) de poder
religioso, como el que tenían los reyes en tiempos pasados.
Ley Regia.
Después del mandato del Emperador Augusto, sus sucesores reciben
los mismos poderes, no ya por concesiones sucesivas, sino de una sola
vez, por efecto de una ley, renovada a cada advenimiento, y
denominada lex regia o lex de imperio.5
1
criminal en Roma y en el radio de cien millas, y llega después a tener la
civil, siendo juez de apelació n de los demá s Tribunales de la ciudad,
incluso del Pretor; (ii) el Praefectus praetorii, que al principio solo tuvo
funciones puramente militares, pero después tuvo participació n en
todas las medidas políticas y concurrió a la decisió n de los juicios que
se sometían al Emperador; (iii) el Praefectus annonae, encargado de la
policía de las subsistencias, y de juzgar de los delitos a ella referentes;
(iv) el Praefectus vigilium, que cuidaba de evitar los robos e incendios
y de castigar a sus autores; (v) y los Praefecti aerarii, que
reemplazaron a los cuestores en los asuntos de hacienda.
Los Senadoconsultos.
El Senadoconsulto (en latín: Senatusconsultum) es una de las fuentes
del derecho romano. En la época republicana consistía en un parecer u
opinió n de cará cter consultivo y no vinculante dado por el Senado a un
magistrado.
2
Los senadoconsultos fueron en el Derecho Romano opiniones del
Senado, que tuvieron a partir del Imperio, fuerza de ley. Son definidos
por Gayo, en sus Institutas, como “lo que el Senado ordena y establece”.
Las relaciones del emperador con sus sú bditos permitían que éstos
pudieran proponerle una apelació n directamente. Las decisiones del
emperador se plasmaban normalmente en forma
de epístolas (epistulae).
2
Decreta, son las decisiones de controversias judiciales, referidas extra
ordinem al conocimiento de los emperadores, en primera instancia o
en apelació n.
Ley de Citas.
Es una época de decadencia del derecho, solo queda la costumbre y las
constituciones imperiales, los emperadores eran asesorados por los
jurisconsultos, pero primaba la decisió n del emperador "Quod
principis placuit Tegis habet vigorem" (lo que el pincipe quiere tiene
fuerza de ley).
6
ANTONIO ORTEGA CARRILLO DE ALBORNOZ. Derecho privado romano
2
qué juristas podían ser invocados y los criterios para la decisió n
del juez cuando éstos habían expresado opiniones diversas.
2
Constituciones y las otras partes del Derecho, llevá ndolas con mayor
facilidad a conocimiento del pú blico, que ante todo distingue este
período, y que después de haber llegado a ensayos de codificació n má s
o menos imperfectos só lo fueron llevados a buen fin bajo Justiniano”.
2
A partir de este momento, Teodosio y sus sucesores hasta llegar a
Justiniano, publicaron tanto en Occidente como en Oriente,
Constituciones que recibieron el nombre de Nuevas Teodosianas y
Post-Teodosianas.
7
ANTONIO ORTEGA CARRILLO DE ALBORNOZ. Derecho privado romano
2
Código de Justiniano
Es una compilació n legislativa llevada a cabo por el emperador de
Bizancio Justiniano I (527-565). Bajo sus auspicios se realizaron cuatro
importantes obras que, a partir de la edició n completa publicada en
1583 por Dionisio Godofredo en Ginebra, se denominaron Corpus Iuris
Civilis. En esta obra podemos distinguir cuatro partes.
Las Instituciones
Etimoló gicamente significa instituciones. Contienen una síntesis de
preceptos y doctrina en cuatro libros de reducida extensió n que
abordan las siguientes materias: el primero, de las personas; el
segundo, de la divisió n de las cosas, de la propiedad, de los
demá s derechos reales y del testamento; el tercero, de la sucesió n
intestada y de las obligaciones que proceden del contrato; y el cuarto,
de las obligaciones ex delito y de las acciones, con un apéndice de
publicis iudiciis. La obra es fruto del encargo que Justiniano hizo a los
juristas Triboniano, Teó filo y Doroteo: realizar una obra
de lenguaje accesible que pudiera sustituir a las Instituciones de Gayo
en las escuelas. Así fue promulgada el 21 de noviembre de 533
dedicada a la juventud estudiosa y má s tarde, el 30 de diciembre del
mismo añ o, adquirió fuerza de ley.
El Código
Justiniano dictó el 13 de febrero del añ o 528
una constitució n denominada " Haec quae necesrio" , por ser estas las
palabras iníciales de su texto, en la cual designó una comisió n a la que
encomendó la tarea de proceder a la recopilació n de las leyes, o sean
las constituciones imperiales vigentes en la época, que habrían de
tomar de los có digos Gregorianos, Hermogeniano y Teodosiano,
agregá ndole las constituciones posteriores del mismo Teodosio II y las
llamadas novelas post-teodosianas.
2
finalidad: facilitar la aplicació n del derecho, transcurrido unos meses
la comisió n presentó su proyecto al emperador. Quién el 7 de abril del
añ o 526 publicó una constitució n que fijaba el día 16 de abril de ese
mismo añ o la entrada en vigencia del " Novus Iustiniano Codex" , o sea
el " Nuevo Có digo" , que fue nuevo con relació n a los có digos que se
habían tenido en cuenta, pero que dejó de serlo , cuando
posteriormente el mismo Justiniano ordenó en el añ o 534 la redacció n
de una nueva recopilació n, que fue aprobada por el emperador con el
título de " Codees repetitae praelectionis" y que es, el " Nuevo Có digo
Justinianeo" .
El Digesto
Nombre tomado en tributo al anterior Digesto, que etimoló gicamente
significa enciclopedia, compuesto por Juliano. Dividido en 50 libros, es
la parte má s voluminosa del Corpus y está formada por una reunió n de
fragmentos procedentes de las obras de los grandes juristas,
armonizando una edició n oficial de los má s selectos de
la jurisprudencia romana.
2
aspectos contradictorios de la ley existente e incluso variar el tenor
literal de todos los documentos, si hacía falta para lograrlo.
Las Novelas
Nombre cuyo origen es el de Novellae constitutiones post Codicem.
Contienen las constituciones promulgadas por Justiniano después de
publicar la compilació n integrada por las tres secciones ya descritas. A
diferencia de las partes anteriores, las Novelas no está n recopiladas
como unidad formal que responda al designio de un soberano, sino que
se conocen a través de colecciones particulares.
8
ANTONIO ORTEGA CARRILLO DE ALBORNOZ. Derecho privado romano
2
un profesor de Constantinopla, llamado Juliano. Se cree que fue
compuesta en tiempos de Justiniano, aproximadamente en el añ o
555. Estas se transmitió en manuscritos en el siglo VII.9
Las Auténticas (Authenticum): Esta es una colecció n de 134 novelas,
que fueron publicadas entre los añ os 535 y 556, estas está n ordenadas
cronoló gicamente hasta el No. 124. Su traducció n al latín no se realizó
de manera fiel, y su nombre proviene por haberse otorgado
autenticidad por los juristas de Bolonia, tras tenerlas por falsas, se
hicieron aproximadamente en el siglo XI.
Sus obras se aprecian a través del tiempo al ser estudiadas por todos,
ya que sobresale su inteligencia y la voluntad perseverante de sus
obras que al pasar del tiempo son estimadas.
2
la época clá sica en razó n que no só lo se codifican las clá sicas
constituciones imperiales promulgadas desde el reinado de Adriano,
sino que también se codifica la jurisprudencia, es decir, todas las
obras escritas y publicadas por los jurisconsultos clá sicos que habían
obtenido el ius publicae respondendi, es decir, la facultad de responder
consultas jurídicas con fuerza de leyes.
Por haber tenido la intenció n, aparentemente, de transmitir a los siglos
futuros lo esencial del derecho romano y a su vez el ingenio de
aplicarlo a la vida y a las costumbres de su tiempo.
" Los trabajas de Justiniano tiene un doble cará cter: a) en primer lugar
es una obra de codificació n, obra completa abrazando todas las partes
del derecho, el jus y las leges; b) es también una obra de legislació n.
Justiniano no se contenta só lo con codificar; da fuerza de ley a todas
sus compilaciones, a las Institutas, al Digesto y al Có digo. Prohíbe
el comentario del Digesto con el objeto de evitar controversias y
ú nicamente permite traducir su texto al griego con tal de que la
traducció n sea literal; hacer sumarios (índices) o en fin, completar las
disposiciones de un título.
3
legislador, que hay que examinarlo. En este punto de vista es justo
reconocer que Justiniano es el autor de excelentes reformas.
3
vencidos continuaron rigiéndolos por gracia de los vencedores: así se
puede decir que ocurrió allí una cosa muy semejante a lo acaecido en el
imperio de Occidente, en que los bá rbaros dejaron a los naturales el
libre uso de sus leyes introduciéndose de este modo el derecho de
castas. La ciencia del Derecho quedó reducida a la nulidad: revestido el
clero de la confianza del pueblo, decidía las cuestiones de derecho
privado que entre los particulares se suscitaban. Grecia, después de
reconquistar su independencia, ha tratado de reconstruir el Derecho
revisando las Basílicas; pero en la redacció n de la obra se ha arreglado
a la forma que se da a los có digos má s modernos. 10
10
AHERENS, E, Compendio de la historia del derecho romano, tr. F. Giner, G. de Ascárate y A.C. de
Linares, Madrid 1879.
3
CUESTIONARIO UNIDAD I
3
7.- Explique sobre las Fuentes no escritas.
3
13.- Explique sobre el Advenimiento del Imperio.
3
20.- Explique sobre los Trabajos Legislativos de Justiniano.
3
27.- Explique sobre Epidome Iuliani.
3
TEMA II: LAS PERSONAS.
Las personas.
La palabra persona designaba, en el sentido propio, la má scara de la
cuales servían en escena los actores romanos dando amplitud a voz
(personare). De ahí que se la empleara en el sentido figurado para
expresar el papel que un individuo pueda estar llamado a representar
en sociedad; por ejemplo, la persona del jefe de familia, la persona del
tutor. Pero esta personas solo interesan a los jurisconsultos en el
sentido de los derechos que pueden tener y obligaciones que les está n
impuestas. De donde surge otra significació n mas extensa, segú n la
cual se entiende por persona todo ser susceptible de derechos y
obligaciones.
Persona física:
En Roma para ser considerado persona física tenías que tener tres
status; status libertatis (ser libre), status civitatis (ser ciudadano)
y estatus familiae (no estar bajo ninguna potestad. 11
11
AHERENS, E, Compendio de la historia del derecho romano, tr. F. Giner, G. de Ascárate y A.C. de
Linares, Madrid 1879.
3
el conocimiento de la representació n directa, nació la persona jurídica
con características propias y definidas tales como las corporaciones y
fundaciones, dá ndoles categoría de sujetos de derecho aptas para
adquirir derechos y contraer obligaciones. La capacidad de estas
personas jurídicas está n limitadas específicamente a la adquisició n y
ejercicio de derechos patrimoniales, los cuales son susceptibles de
apreciació n pecuniaria y de lucro, Poseen bienes comunes y fondos
propios, intervienen en las relaciones sociales por medio de un
representante.
Las personas morales.
El derecho romano clasificó al igual que la doctrina moderna a las
personas jurídicas en personas jurídicas de derecho pú blico y de
derecho privado. Entre las personas jurídicas de derecho
pú blico tenemos al Estado, los Municipios y las Ciudades. Las personas
de derecho privado son: las Corporaciones y las Fundaciones.
Las Corporaciones son un conjunto de personas que se reú nen para
realizar fines comunes de utilidad general persiguiendo la obtenció n
de lucro. Las corporaciones estaban constituidas por directores y
administradores, miembros asociados , un síndico o representante
legal y una caja comú n.
3
También tenían establecidos las causa de extinció n de la sociedad ( el
cumplimiento del término, la pérdida del patrimonio social, el mutuo
disentimiento, la renuncia de uno de los socios).
Esclavos y Libres.
La esclavitud es la condició n de las personas que está n bajo la
propiedad de un amo. En vigor en todos los pueblos antiguos, fue en
ellos considerada esta institució n como de derecho de gentes. Era un
elemento esencial de las sociedades antiguas, y se ve con sorpresa que
los má s grandes filó sofos aceptasen este principio como necesario y
natural.
En Roma la persona física tenía que tener tres estatus: Status libertatis,
status civitatis y status familiae. En este capítulo abordaremos los
concerniente al primer estatus mencionado.
4
En Roma los hombres se dividían en libres y esclavos. Só lo los libres
tenían capacidad jurídica. El esclavo era la persona la que la norma
positiva privaba una situació n de libertad. Só lo se terminaba cuando se
declaraba una institució n de libertad.
4
comparecer en justicia. Siendo una "res, puede ser objeto de propiedad
exclusiva o colectiva. Pertenece a una persona que ejerce sobre él la
"Dominica potesta".
Causas de la esclavitud.
a) Nacimiento: Nacía esclavo el hijo de madre esclava aunque hubiera
sido concebido por un hombre libre. En un primer momento se atendía
a la condició n de la madre en el momento del parto pero el derecho
clá sico estableció que el hijo sería libre si la madre fue libre durante
algú n momento de la gestació n.
4
d) Sustraerse al censo.
Clases de esclavos.
En el hecho, existen numerosas variedades de esclavos. Los unos
empleados en los trabajos de los campos, los otros dedicados a las
profesiones manuales, al comercio, a la industria, o al estudio de las
artes liberales.
4
dedicados a empleos de un orden elevado: como la conservació n de los
caminos, la guardia en las prisiones, la recaudació n de los impuestos .
Estos esclavos pueden poseer un peculio y disponer de la mitad de sus
bienes por testamento.
Los esclavos libres por destinació n (statu liberi). Ejemplo: Flavio hace
un testamento por el cual libera a un esclavo bajo la condició n que
levante, a su muerte, un mausoleo. Producido como haya puesto la
ú ltima piedra del mausoleo quedara libre. Hasta el momento hay una
esperanza de libertad que constituye un espacio de derecho.
13
AHERENS, E, Compendio de la historia del derecho romano, tr. F. Giner, G. de Ascárate y A.C. de
Linares, Madrid 1879.
4
por la herencia de conceder la libertad a un esclavo determinado. La
persona a quien se le dirige el ruego (heredero, legatario,
fideicomisario) viene obligadamente a la manumisió n del esclavo, y
hecha que sea esta, se convierte en liberto suyo.
14
ÁLVAREZ SUÁREZ, URSICINO, curso de derecho romano, Madrid, revista de derecho privado,
1955.
4
- Los esclavos manumitidos que hubieran sufrido penas infamantes no
se convertían en ciudadanos sino que integraban una categoría de
libres que eran peregrini dediticii.
Los ciudadanos.
La distinció n de ciudadanos y no ciudadanos es de suma importancia
en época en que el derecho de ciudadanía confería a sus titulares el
acceso a las instituciones del derecho civil. Pero con el correr del
tiempo, circunstancias de toda índole (políticas, econó micas, sociales,
etc.), le hicieron perder paulatinamente su interés, hasta que,
finalmente en Edicto de Antonio Caracalla, sancionado en el añ o 212
d.J.C., hizo desaparecer definitivamente esta distinció n al conceder a
todos los habitantes del Imperio la ciudadanía romana.
4
A estas esenciales ventajas en derecho privado, el ciudadano unía en el
orden político:
Adquisición de la ciudadanía.
La ciudadanía se adquiere por nacimiento, disposició n de las ley y
concesió n del poder pú blico.
4
c) La ciudadanía se otorgó también por el poder pú blico, esto es, por el
pueblo o sus delegados, durante la Repú blica, y por los emperadores,
después. La concesió n se hacía tanto a personas singulares, cuanto a
los habitantes de un ciudad o de una regió n entera. Circunstancias de
varia índole determinaron que unas veces la ciudadanía fuese
completa, mientras otras venía limitada a algunos de sus elementos
constitutivos. Así por ejemplo, hay ciudades que no participan del
derecho de voto (civitatis sine sufragio).15
Pérdida de la ciudadanía.
El ciudadano romano perdía el derecho de ciudadanía:
1.- Por todas las causas de reducció n a esclavitud, pues la perdida de la
libertad arrastra la pérdida de la ciudadanía.
2.- Por el efecto de ciertas condenas como la interdicció n del agua y del
fuego y la deportació n.
Los no ciudadanos.
Los nos ciudadanos carecen del derecho de ciudadanía. Su rango, en el
orden jurídico-social, no es uniforme. Así, pueden distinguirse dos
categorías: los peregrinos, que se hallan privados en forma absoluta
(salvo en concesiones especiales) del ejercicio de los derechos civiles, y
los latinos, a quienes se conceden algunas prerrogativas del jus
civitatis. Los latinos se subdividen en: veteres, coloniarii y junianos.
4
significa el enemigo; y los extranjeros que no tienen el derecho de
ciudadanía y con los cuales Roma no está en guerra, se califican
de peregrini. Sin embargo su condició n no es uniforme. Así y todo, los
hay má s favorecidos que ocupan un rango intermedió entre los
ciudadanos y el comú n de los peregrinos: éstos son latinos. Pero hay
que distinguir los peregrini propiamente dichos y los latini.
Los peregrinos son los habitantes de los países que han hecho tratados
de alianza con Roma, o que se han sometido má s tarde a la dominació n
romana reduciéndose al estado de provinvia. Había gran nú mero de
peregrinos que llegaban y fijaban su residencia en Roma; si afluencia
hizo necesaria la creació n del practor peregrinus.
Ingenuos y
Libertinos. Ingenuos
Ingenuo es aquel que es libre desde que nació , haya sido procreado por
el matrimonio de dos ingenuos o de dos libertinos, o bien de un
libertino y otro ingenuo: y aunque nazca de madre libre y padre
esclavo, será sin embargo ingenuo, del mismo modo que el que nace de
madre libre y padre incierto; pues ha sido habido del vulgo.
Basta que la madre haya sido libre al tiempo del nacimiento aun
cuando en el de la concepció n fuere esclava; y por el contrario, si en el
de esta fue libre y después pariere siendo esclava, no obstante será
libre el que naciere pues la calamidad de la madre no debe perjudicar
al que está en el vientre.
4
Libertinos.
Los libertos o libertinos eran esclavos liberados. Muchos de ellos
seguían ligados a sus antiguos dueñ os pero ahora en una relació n
llamada o denominada de “clientes”, es decir, una especie de
dependencia “simbó lica”.
Algunos seguían ocupándose de los asuntos del que había su amo pero con
la diferencia de que ahora tenían más dignidad y percibían un sueldo a
cambio. Un liberto podía ganar dinero, casarse, formar un patrimonio y
heredar bienes a sus hijos. Casi todos los libertos se dedicaban al comercio
y había muchos artesanos, tenderos o negociantes. No era extraño que un
liberto hiciera fortuna pero eso le traía el odio de la mayoría de los hombres
nacidos libres porque estos consideraban injusto que alguien que había sido
esclavo tuviera más riqueza que ellos y como consecuencia de este
sentimiento, no tenían un lugar definido en la sociedad; podían ser muy
ricos pero despreciados por su condición de libertos.
Adquirían tal carácter quienes dejaban de ser esclavos mediante las formas
establecidas, denominadas manumisiones, que podían ser solemnes o,
privados o menos solemnes.
16
ÁLVAREZ SUÁREZ, URSICINO, curso de derecho romano, Madrid, revista de derecho privado,
1955.
5
Vindicta. La vindicta implicaba un proceso ficticio tendiente a
reivindicar la libertad. Para ello ante el magistrado comparecían el
esclavo, el dueñ o y el assertor libertatis, quien provisto de una varita
(vindicta), con la que tocaba al primero, hacía la afirmació n de que ese
esclavo era libre, sin que el amo contradijera ese aserto; y el supuesto
juicio concluía con el reconocimiento de la condició n libre del esclavo
por parte del magistrado, ante el cual su comparecencia ú nicamente
había sido como objeto materia del fingido litigio.
5
libertos imperiales, que por el sistema de promoció n social, así como
por su excepcional riqueza o experiencia, alcanzaron la cima de la
escala social llegando a desempeñ ar cargos políticos gracias al apoyo
de la aristocracia romana. Pero lo má s habitual era que se les siguiera
viendo como siervos, no permitiéndoles olvidar su pasado, y la mayor
parte de los libertos simplemente subieron un peldañ o en la
estratificació n social romana, pasando a formar parte de la plebe y con
ello la necesidad de ganarse la vida con su trabajo, por lo que muchos
de ellos siguieron trabajando para sus anteriores propietarios, ahora
patronos.
5
2do. La patria potestad;
17
AHERENS, E, Compendio de la historia del derecho romano, tr. F. Giner, G. de Ascárate y A.C. de
Linares, Madrid 1879.
5
a) La Filiación.
Es el lazo natural que relaciona a un infante con sus autores, produce
efectos segú n la naturaleza de la unió n de donde resulta. La filiació n
má s plena es la que emana de las "iustae nuptiae" y que vale para los
hijos la calificació n de "liberi iusti" (hijos legítimos). La filiació n para
producir efectos, debe ser legalmente cierta; esta certidumbre existe
siempre con respecto a la madre, porque el parto es un hecho fá cil de
constatar. La paternidad es naturalmente incierta, pero el matrimonio
la suministra y éste es su gran fin social.
5
familia. Desde el principio, la pubertad se fijó a los doce añ os para las
hijas; en cuanto a los hijos, solo se les reconocía pú beres en la edad que
el padre de familia encontraba en ellos, por el examen de su cuerpo, las
señ ales de la pubertad.
El concubinato.
Los Romanos dan el nombre de concubinatus a una unió n de orden
inferior, pero duradera, y que así se diferenciaba de las relaciones
pasajeras consideradas como ilícitas.
5
reputació n, acudía al concubinato y tomaba una concubina; en la
misma situació n se encontraban los soldados, quienes desde Augusto
no podían contraer matrimonio hasta que hubiesen finalizado el
servicio militar, y dado que su duració n era muy dilatada, resultaba
inevitable que recurriesen al concubinato. Esta injusta prohibició n
auspiciada por Augusto, fue derogada doscientos añ os má s tarde por
Septimio Severo.
18
AHERENS, E, Compendio de la historia del derecho romano, tr. F. Giner, G. de Ascárate y A.C. de
Linares, Madrid 1879.
5
CUESTIONARIO UNIDAD II
6.- En Roma la persona física tenía que tener tres estatus que son:
5
8.- Explique sobre la situació n de los esclavos.
5
14.- Toda persona que no sea esclava es libre. Pero hay diferencias
muy importantes en la condició n de las personas libres. Como está n
dividida.
16.- Cuá les eran las ventajas que resultan de condició n de ciudadano
en el orden privado y explique.
5
19.- Explique sobre la Pérdida de la ciudadanía.
6
27.- Explique sobre Modos privados.
6
33.- Explique cuá les son las Condiciones de validez del matrimonio y
explique.
6
TEMA III: LA ADOPCION
6
Formas de la Adrogación.
Existe la creencia de que la adrogació n es el género de adopció n má s
antiguo. Sus formas y caracteres primitivos permiten considerarla
como contemporá nea del origen mismo de Roma.
El adrogado cae bajo la potestad del adrogante con el mismo título que
un descendiente nacido "ex iustis nuptiis" , también pasan a la nueva
familia sus descendientes y todos pierden los derechos de agnació n
inherentes a su antigua familia, tomando el nombre de la familia del
20
AHERENS, E, Compendio de la historia del derecho romano, tr. F. Giner, G. de Ascárate y A.C. de
Linares, Madrid 1879.
6
adrogante; los bienes del adrogado pasan a poder del adrogante,
posteriormente Justiniano dispuso que só lo tuviera el usufructo de
ellos, quedando la "nuda proprietas" para el adrogado. El adrogado
queda obligado a las cargas del municipio del adrogante. Si má s tarde
fuera emancipado, dejará de ser hijo del adrogante y ciudadano de
aquella ciudad.
La Legitimación. Legitimatio.
Presupone una relació n natural de padre a hijo, que excluye la idea de
una potestad adquirida por efecto del nacimiento. Constituye para el
padre unas manera de obtener la potestad paterna sobre sus hijos que
han nacido "sui iuris". Es la legitimació n má s plena en sus efectos que
la adopció n, pues engendra en principio relaciones idénticas a aquellas
que resultan del nacimiento "ex iustis nuptiis". Implica la certidumbre
legal de la paternidad, por lo que no se extendía a los hijos vulgo
"quaesiti"-espú rios.
6
1. La muerte del paterfamilias, en cuyo caso los que estaban sometidos
directamente se hará n "sui iuris". 2. la pérdida de la ciudadanía del
padre. 3. la reducció n a la esclavitud del padre. 4. la elevació n del hijo a
ciertas dignidades tanto religiosas como políticas. 5. La caída en
esclavitud del hijo. 6. la hija por caer "in manu"
Del Mancipium.
Fue otro de los poderes extrañ os a que pudieron estar sometidas las
personas físicas o naturales en Roma y se producía cuando un pá ter
optaba por dar en venta a uno cualquiera de los sometidos a su
21
ANTONIO ORTEGA CARRILLO DE ALBORNOZ. Derecho privado romano
6
potestad, con lo que el adquirente pasaba a ser titular de un poder muy
parecido al de la patria potestad.
Esa mancipatio también fue empleada para la venta de los hijos con la
consecuencial adquisició n por parte del comprador del poder del
mancipium, el cual no impedía que el hijo vendido siguiera siendo
jurídicamente libre, pero con la obligació n de trabajar para la persona
compradora.
La Tutela.
Por el só lo hecho de ser "sui iuris" no todas las personas son capaces,
algunas son incapaces bien por: 1) Falta de edad; 2) o por razó n
de sexo (las mujeres en el derecho antiguo estaban en tutela perpetua);
3) por locura; y 4) por pró digos. En los dos primeros casos se les asiste
6
de un tutor, en los dos ú ltimos se les nombra un curador, lo mismo que
al menor de veinticinco añ os.
El Tutor.
Son aquellos que tienen esta autoridad y este poder y su nombre
deriva de la naturaleza misma de su misió n: se les llama tutores, es
decir, protectores y defensores, del mismo modo que se llama sacristá n
al que guarda los templos.
6
Tutela Testamentaria. En la ley de las Doce Tablas se permitió que los
padres nombrará n tutores para sus hijos impú beres en el testamento,
con tal que éstos estuvieran bajo su potestad, por tanto, nadie puede
nombrar tutor en su testamento si no para el que al morir tenía como
heredero de propio derecho, o le tendría si viviera. El tutor
testamentario debía ser señ alado nominativamente y en forma
imperativa y el heredero también podía ser nombrado tutor.22
2) los esclavos;
22
ANTONIO ORTEGA CARRILLO DE ALBORNOZ. Derecho privado romano
6
La Curatela.
La curatela, como la tutela, es una carga pú blica establecida para
proteger a las personas que no pueden hacerlo por sí mismas, aunque
cuenten con la mayoría de edad; pero difiere de la tutela tanto por su
naturaleza cuanto por las personas a las cuales se aplica.
El tutor se da a la persona, el curador se da para los bienes; esto
significa que el curador está investido de los mismos poderes
de gestió n que el tutor, pero él no autoriza, la "auctoritatis interpositio"
está remplazada por un simple "consensus" que da a la persona en
curatela cuando figura en un acto jurídico. Este "consensus" no tiene
nada de solemne y puede ser dado antes, en o después del negocio, en
este ú ltimo caso vale como ratificació n. Por otra parte, a diferencia del
tutor, el curador se ocupa tanto de los bienes como de la persona física
del incapaz, por tanto, si éste se encuentra enfermo debe procurar los
medios para su restablecimiento.
Clases de Curatela.
La curatela pude ser legítima, cuando la ley la otorga al agnado má s
pró ximo y a falta de éste a los gentiles; o bien puede ser honoraria,
cuando el magistrado, a falta de curador legítimo, hace las
designaciones.
Por disposició n de las Doce Tablas, se da un curador a las personas
pú beras y "sui iuris" afectadas de locura o interdictas por prodigalidad.
Después esta curatela fue extendida a los sordos, mudos, "mente capti"
y a los enfermos graves. Comú nmente se da también curador a los
menores de veinticinco añ os y excepcionalmente a los pupilos.
7
1) Cuando el tutor logra excusarse temporalmente da lugar al
nombramiento de un curador, que só lo administra; si hiciere falta
autorizar, entonces se procede a nombrar un tutor especial.
3. Las garantías concedidas al loco, al pró digo y al menor, eran casi las
mismas que las del pupilo, tenían efecto:
7
El privilegium exigendi. Constantino otorgó una hipoteca tá cita para
los menores.
La Capitis Deminutio.
La capitis deminutio supone siempre una salida de la familia civil a la
que se pertenecía, sea por caer en esclavitud definitiva o perder la
ciudadanía romana, sea por cambiar de familia, sea por la
emancipació n, que libera de patria potestad. El cautiverio de guerra no
suponía una capitis deminutio definitiva, por la razó n de que el
prisionero podía recuperar su derecho por el regreso (posliminium).
23
ANTONIO ORTEGA CARRILLO DE ALBORNOZ. Derecho privado romano
7
Las personas morales.
La persona moral, llamada en derecho moderno persona jurídica, era
distinta de la persona física o natural. La personalidad existía en el ser
humano libre, por el hecho de serlo; la personalidad moral, o jurídica,
radicaba en ciertas entidades pú blicas o privadas, como el Estado, los
municipios, las corporaciones, etcétera, que si bien se hallaban
integradas por seres humanos y se manifestaban por medio de estos,
eran, como personas, distintas de aquellos seres humanos, y tenían un
patrimonio propio con el cual desarrollaban sus actividades. En los
textos se utiliza el término universitas para designar a la persona
moral.
Su reconocimiento.
En un principio la persona moral surgía con dicha calidad por la sola
voluntad de las personas físicas que entraban a formarla. Pero
habiéndose llegado a considerar peligrosa aquella libertad ilimitada, se
7
estableció que solo una ley, un senadoconsulto, o una constitució n
imperial, podían conferir personería jurídica a la respectiva entidad.
Por lo demá s, la persona moral era una persona real y verdadera con
todos los atributos de la personalidad civil. Solo que para ejercer esos
atributos necesitaba de la actividad de los seres humanos. Esa
actividad podía ser desarrollada por los esclavos pertenecientes a la
persona moral, considerados no como persona, que no lo eran, sino
como instrumentos de gestió n econó mica. O bien podía confiarse la
administració n del patrimonio a una persona física, que obraba a
manera de ó rgano de la persona moral y que se designaba con el
nom¬bre de actor, syndicus o magister.24
24
ANTONIO ORTEGA CARRILLO DE ALBORNOZ. Derecho privado romano
7
CUESTIONARIO UNIDAD III
7
7.- Explique sobre el Tutor.
7
13.- Explique sobre las Reglas comunes a las diferentes curatelas.
7
TEMA IV: LAS COSAS
Las Cosas.
El patrimonio es el conjunto de bienes y derechos susceptibles de
valoració n econó mica que pertenecían al paterfamilias.
25
ANTONIO ORTEGA CARRILLO DE ALBORNOZ. Derecho privado romano
7
que la refirieron al objeto material (corpus) en oposició n de los actos
del hombre. Denota una cosa corporal, físicamente delimitada y
jurídicamente independiente.
Clasificación de las cosas.
En las fuentes romanas encontramos una clá sica divisió n de las cosas
que las distingue en RES Intra patrimonium y en RES extra
patrimonium, segú n que se encontraran entre los bienes econó micos
de los particulares o fuera de ellos.
7
derecho divino) o por causa humana ( res humani iuris: cosas de
derecho humano).
Res incommercio.
La gran categoría de cosas que podrían servir de objeto a relaciones
jurídico- patrimoniales era la res incommercio, es decir, las cosas
susceptibles de apropiació n individual.
8
Res mancipi y res nec mancipi, cosas corporales e incorporales,
muebles e inmuebles, consumibles y no consumibles, fungibles y no
fungibles, divisibles e indivisibles, simples y compuestas, principales y
accesorias, y fructíferas y no fructíferas.
8
b) Cosas corporales e incorporales.
Distinguían las fuentes romanas (Gayo, 2, 12 a 14 – inst. 2, 2, 1) las
cosas corporales de las incorporales, clasificació n que habría
obedecido a la influencia de la filosofía helénica sobre el derecho
romano.
Las primeras eran aquellas cuya materialidad eran percibidas por los
sentidos, es decir, las cosas tangibles ( quae tangi possunt), como un
fundo, un esclavo, al paso que eran incorporales, por el contrario, las
que son producto de una abstracció n, esto es que no pueden palparse
(quae tangi non possunt), como un crédito, el derecho de propiedad de
servidumbre, etcétera.
Así son muebles (res mobiles) las cosas inanimadas que pueden
trasladarse de un lugar a otro por una fuerza exterior, sin ser
deterioradas en su sustancia o su forma, al paso que son inmuebles las
que de acuerdo con su naturaleza, físicamente es imposible que
cambien de lugar dentro de la clase de los mobilia se encuentran los
semovientes (se moventes), como los animales que se mueven de un
sitio a otro por sus propìos medios.26
26
ANTONIO ORTEGA CARRILLO DE ALBORNOZ. Derecho privado romano
8
Dentro de los fundos cabía también la distinció n en itá licos y
provinciales. Los primeros eran los situados en Italia o en ciudades a
las que se les hubiera concedido el ius italicum; los segundos los que
estaban enclavados en provincias. Sobre los fundo itá licos el titular
tenía el derecho civil o quiritario, en tanto que sobre lo fundos
provinciales solo una posesió n sometida al pago de un tributo
(tributum o estipendium).
8
Esta distinció n carece en gran parte de precisió n, porque así como la
fungibilidad es una cuestió n objetiva, la determinació n genérica es
subjetiva, pues depende exclusivamente de lo que opinen las partes.
Los esclavos no eran cosas fungibles pero nada impedía que un
vendedor se comprometiese a entregar a un nú mero de ellos sin
individualizarlos.
En este caso se estaba frente a una obligació n genérica, que se
cumpliría entregando el genus.27
8
unió n de los componentes simples fuera inmaterial y cada uno de ellos
conservara su independencia, como por ejemplo un rebañ o o
una biblioteca caso en el cual se habla de universalidades de cosas
(corpora ex distantibus o universitas rerum distantium).
8
en poder del poseedor de la cosa y consumidos o consumpti si han sido
consumidos, transformados o enajenados.
Hechos no voluntarios
Hechos no voluntarios son los independientes de la voluntad del
hombre, como el nacimiento o la muerte de una persona, el transcurso
del tiempo, la caída de un edificio. Mayor significació n e importancia
tienen los hechos traídos a la vida por una determinació n de la
voluntad, como la aceptació n de una herencia, el matrimonio, la
ocupació n o el abandono de una cosa.
Negocios Jurídicos.
El negocio jurídico es una manifestació n de voluntad encaminada a la
consecució n de un fin prá ctico permitido y protegido por la ley.
8
Consecuencia del negocio jurídico es la adquisició n, la modificació n o la
pérdida de un derecho subjetivo, segú n conformidad con el fin
prá ctico. Si todavía no cabe hablar de identificació n entre el fin
prá ctico apetecido por el sujeto y el efecto del negocio jurídico, debe
señ alarse la progresiva tendencia del Derecho a cohonestar uno y otro.
Los juristas romanos no han elaborado una teoría general del negocio
jurídico. El mismo término negotium no tiene, ni mucho menos, el
significado que actualmente le atribuimos. La teoría general del
negocio jurídico es fruto de un proceso de abstracció n, llevado a los
términos en que hoy se nos ofrece por obra primero de los
pandectistas, y luego de los civilistas.
8
Negocios formales o solemnes y no formales o no solemnes
Se dicen formales o solemnes aquellos negocios respecto de los cuales
está prescrita por el ordenamiento jurídico la observancia de una
forma precisa y taxativa. No formales o no solemnes son los negocios
en los que la manifestació n de voluntad puede tener lugar de cualquier
modo. En el á mbito del ius civile, todos los negocios está n dominados
por el imperativo de la forma. El principio de la libertad formal o, si se
quiere, el de la no exigencia de una forma determinada y rigurosa,
encuentra su reconocimiento en las corrientes del ius honorarium y
del ius gentium.28
Negocios onerosos y gratuitos
Los primeros importan la adquisició n de un derecho o de una ventaja
econó mica mediante una contrapartida. Se trata, en todo caso, de un
cambio de prestaciones, de un recíproco desprendimiento patrimonial,
como ocurre, por ejemplo, en la compraventa. En los negocios
gratuitos, la adquisició n se verifica sin una pérdida correspondiente,
como en la donació n.
Este fin prá ctico, que técnicamente se llama "causa", no aparece en los
negocios abstractos. Tal no significa, sin embargo, que no exista, sino
que se prescinde de su inmediata consideració n, habida cuenta de que
el acto sirve a varios fines. En la stipulatio, por ejemplo, se hace una
promesa –centum dari spondes? spondeo–, pero no se indica el fin de
la misma. No se dice aquí si la promesa obedece a una donació n, a un
pago, a una prestació n de garantía a una constitució n de dote, etc.
8
El negocio causal no produce efecto alguno cuando resulte probada la
ilicitud del fin o su propia falta; el negocio abstracto, en iguales
circunstancias, es llevado a sus ú ltimas consecuencias, si bien sea dable
neutralizar o paralizar con remedios particulares sus efectos.
Clases de forma.
La forma del negocio jurídico se clasifica de acuerdo a tres pará metros,
a saber;
a) Por la fuente que la exige; la forma puede ser voluntaria o legal,
segú n lo determinen las partes de acuerdo a un convenimiento intuitu
personae o bien acogiéndose a lo dispuesto en la ley.29
29
AHERENS, E, Compendio de la historia del derecho romano, tr. F. Giner, G. de Ascárate y A.C.
de Linares, Madrid 1879.
8
Elementos del Negocio Jurídico.
Voluntad: Para que los Negocios Jurídicos se puedan efectuar es
necesario que existan declaraciones de voluntad, por lo tanto la
voluntad es la esencia, el elemento bá sico y primario del mismo. Para
que la voluntad sea la base del negocio jurídico es necesario que
cumpla con ciertos pará metros como lo son:
Interpretación.
Interpretar un negocio jurídico es "indagar" su significado y su alcance.
Como dice ENNECCERUS, la interpretació n como misió n es "averiguar
9
el sentido que en una declaració n de voluntad es decisivo para el
Derecho". Y como a todo negocio ha de serle atribuido un sentido,
todas las declaraciones de voluntad especialmente las má s dudosas u
oscuras, exigen y presuponen una funció n interpretativa.
9
así acaece, por ejemplo, cuando el testador dispone que
el testamento nulo como tal surta efectos como codicilo.
30
AHERENS, E, Compendio de la historia del derecho romano, tr. F. Giner, G. de Ascárate y A.C. de
Linares, Madrid 1879.
9
CUESTIONARIO UNIDAD IV
9
7. –Explique sobre Res incommercio.
9
14.- Explique sobre Cosas simples y compuestas.
9
21.- Explique sobre Clases de negocios jurídicos en Derecho romano.
9
28.- Explique sobre la Clases de forma.
9
TEMA V: LOS DERECHOS REALES
31
AHERENS, E, Compendio de la historia del derecho romano, tr. F. Giner, G. de Ascárate y A.C. de
Linares, Madrid 1879.
9
Es claro, pues, que si bien en el antiguo Derecho romano no existía la
moderna contraposició n entre Derechos patrimoniales (derechos
reales y derechos de obligaciones) y Derecho de familia, en el derecho
clá sico se presentan estas esferas como completamente distintas. La
antítesis se refleja, también nítidamente en las Instituciones
Justinianeas.
Se ha dicho que res (o incluso corpus), son términos que en las fuentes
designan la propiedad, y ius in re el derecho sobre las cosas ajenas (lo
que la doctrina moderna denomina, siguiendo la terminología
medieval, iura in re aliena). Sin embargo, tanto res como ius in re son
usados con bastante vaguedad en los textos y sería peligroso
equipararlos a nuestras actuales categorías de derechos reales.
9
Distinción entre derechos reales y personales.
Dicha distinció n la contemplaron desde el punto de vista del proceso,
trasladá ndola al campo de las acciones: la actio in rem como tutela de
los derechos reales; la actio in personam para proteger los derechos
subjetivos de obligació n.
El objeto de la actio in personam lo constituye una persona
determinada, una prestació n y el derecho a exigirla. La acció n personal
se ejercita cuando se pretende del demandado el cumplimiento de un
deber jurídico.
1
obligació n) no puede existir el cumplimiento má s que al deudor
(mutuario y sujeto pasivo), en base al contrato de mutuo
perfeccionado entre ellos.
Contrariamente, el titular de un derecho real tiene la facultad de exigir
una conducta (siempre negativa) frente a un sujeto o sujetos
determinados en base, no a una relació n personal, sino a una relació n
entre dichos sujetos y la cosa. La conducta negativa que el titular de un
derecho real tiene derecho a exigir puede consistir:
1
propietario como el usufructuario se encuentran en relació n inmediata
con la cosa. Pero también el arrendatario está en relació n directa con la
cosa y, es má s, de ella obtiene una ventaja inmediata y, sin embargo,
tanto los juristas romanos como el derecho moderno incluyen esta
figura dentro del derecho de obligaciones y protegen al titular con
una actio in personam y no con una actio in rem.
Ademá s, las mismas facultades sobre una cosa pueden ser atribuidas a
un individuo, tanto en virtud de un derecho real, como en base a un
derecho de obligació n. Pongo un ejemplo: yo puedo conceder al vecino
la facultad de hacer derivar el agua hacia su fundo, desde el mío donde
nace un manantial. Ahora bien, esta facultad puede concedérsela, o
bien constituyendo a su favor una servidumbre de aquae ductus, o a
través de un contrato.
En primer lugar, que el titular del derecho obtenga una ventaja (no
necesariamente econó mica) directamente de la cosa sin necesidad de
cooperació n activa por parte de otro u otros sujetos.
1
Finalmente, que frente al titular de un derecho real se encuentre
vinculado, no un sujeto específicamente determinado (como ocurre en
el derecho de obligaciones), sino un nú mero indefinido de personas.
Así, si me hago conceder la facultad de pasar por el fundo vecino
mediante un contrato, só lo estará obligado a dejarme paso el actual
propietario del fundo, esto es, aquél de quien me he hecho conceder la
facultad a título puramente obligacional. Si por el contrario ha
constituido a mi favor el derecho real de servidumbre de paso estará
vinculado, no só lo el propietario actual del fundo a través del cual paso,
sino también todos los sucesivos propietarios que en un fundo puedan
adquirir el fundo.
Este hecho justo a las exigencias prá cticas hizo surgir, frente al
Derecho de propiedad, otros derechos protegidos por actiones in
rem que se presentaban como derechos limitadores de la propiedad de
otro sujeto: son los comprendidos por los intérpretes bajo la
33
AHERENS, E, Compendio de la historia del derecho romano, tr. F. Giner, G. de Ascárate y A.C. de
Linares, Madrid 1879.
1
denominació n iura in re aliena, término éste no romano, pero acuñ ado
Los má s antiguos derechos reales sobre cosa ajena son las servitutes,
el ususfructus y el usus. Es muy posible que estos derechos fueran
configurados en un principio sobre el modelo del derecho de
propiedad y protegido por la misma acció n real (reivindicatio). Só lo
má s tarde, en época clá sica, se presentan como figuras típicas y
determinadas que separadas de la propiedad se conciben como
derechos reales sobre cosa ajena. Por ejemplo, si tenemos la propiedad
de un fundo podremos conceder a un vecino la facultad de pasar a
través del mismo. Es claro que nuestra propiedad ha sufrido una
limitació n y nuestras facultades una disminució n, pero el derecho de
propiedad subsiste y continuamos siendo propietarios.
La Propiedad.
El término propiedad proviene del vocablo latino propietas, derivado,
a su vez, deproprium, o sea, “lo que pertenece a una persona o es
propia de ella, locució n que viene de la raíz prope, que significa cerca,
1
con lo que quiere anotar cierta unidad o adherencias no físicas sino
moral de las cosas o la persona”.
34
ANTONIO ORTEGA CARRILLO DE ALBORNOZ. Derecho privado romano
1
c) EI señ orío no requiere que el titular del derecho esté en contacto
inmediato y permanente con la cosa, sino que es suficiente la
posibilidad de ejercerlo libremente, con lo cual dicho derecho conserva
toda su plenitud.
1
sujeto a las restricciones impuestas por la ley y defendible por la
acció n reivindicatoria.
Evolución Histórica
En los primeros tiempos de Roma la ú nica propiedad conocida era la
propiedad quiritaria que se le denominaba “dominium ex iure
quiritium”, por estar sancionada por el derecho civil, requiriéndose
para ser propietario:
1) Que se tratara de una cosa mancipi;
1
1) La llamada “acció n publiciana”, para cuando el propietario quiritario
le arrebatara la posesió n de la cosa trasmitida pudiera recuperarla
ejerciendo esta acció n, que es parecida en sus efectos a la acció n
reivindicatoria concedida por el derecho civil al propietario quiritario.
La Posesión.
Etimoló gicamente, el término posesió n deriva de la locució n latina
possessio, que a su vez proviene de possidere, palabra compuesta de
sedere y el prefijo pos y que equivale a poder sentarse o fijarse.
1
La posesió n consiste, en el hecho de tener bajo nuestro poder una cosa,
con la intenció n de conducirse con ella, como verdadero propietario.
1
2) Posesión sin propiedad: cuando se tiene la cosa sin á nimo de
dueñ o, sin el derecho a su propiedad.
Naturaleza Jurídica
¿Es la posesió n un hecho o un derecho?
Algunos sostienen que la posesió n es un hecho amparado por el
ordenamiento jurídico, otros, como lHERING, exponente de la doctrina
objetiva de la posesió n, afirman que la posesió n es un derecho,
integrado por un interés el cual es el elemento sustancial y el amparo
jurídico al mismo, sus medios de defensa.
Modos de Adquisición.
Modos Originarios de adquirir la Propiedad
Se entiende por adquisició n de la propiedad el modo de convertirse en
propietario de una cosa conforme al derecho.
La adquisició n de la propiedad puede tener lugar de las siguientes
Formas:
1
1) En forma originaria o derivada
La forma originaria, es el modo de adquirir la propiedad de una cosa
que no pertenecía a nadie, sin que haya trasmisió n de propiedad de un
propietario anterior al adquirente. Ejemplo, lo que ocurre en la
ocupació n.
36
ANTONIO ORTEGA CARRILLO DE ALBORNOZ. Derecho privado romano
1
3) Del derecho civil y del derecho de gentes
Adquisiciones del derecho civil, eran los modos de adquirir
establecidos por el derecho civil romano, tales eran: la mancipatio, la in
iure cessio, la usucapio, la adiudicatio y la lex.
4) Convencionales y No Convencionales
Las adquisiciones convencionales, son aquellas que resultaban de un
acuerdo de voluntades entre el enajenante y el adquirente, como
ocurría por ejemplo: en la mancipatio, en la in iurecessio, en la
tradició n.
Occupatio
La “occupatio” u ocupació n, era un modo de adquirir la propiedad del
derecho de gentes, y consiste en tomar posesió n de una cosa que no
pertenece a nadie, de una res nullius. La adquisició n de la posesió n y
de la propiedad son concomitantes.
Los requisitos para que tenga lugar la ocupació n son los siguientes:
a) Que el sujeto sea capaz;
1
Pueden ser adquiridas por ocupación:
1) Las cosas que no han pertenecido nunca a nadie, por ejemplo: la
caza y la pesca.
2) Las res derelictae, o sea, aquellas cosas que han sido abandonadas
por su dueñ o, con la intenció n de no seguir siendo propietario de ellas.
3) Los animales salvajes, los peces y las aves, que pasan a ser
propiedad del primer ocupante, así sean tomados en fundo propio o en
fundo ajeno; pero el propietario del fundo ajeno puede impedir al
cazador o al pescador entrar en su fundo, y si este viola esa prohibició n
puede ser perseguido por la acció n de injuria.
La Servidumbre.
La servidumbre, que segú n el derecho romano se comprendía bajo la
denominació n general de “ius in re aliena”, era un derecho real sobre
una cosa ajena, en beneficio de un fundo o de una persona
determinada.
1
Tal clasificació n no ha sido seguida por el derecho moderno, segú n el
cual no hay sino servidumbres prediales, esto es, sobre un predio y en
beneficio de otro predio de distinto dueñ o.
1
Otra clasificació n tradicional de las servidumbres ha sido la de
continuas y discontinuas, aparentes e inaparentes. Continuas las que
implican una acció n continuada, o inacció n, sin necesidad de un hecho
actual del hombre para su ejercicio; discontinuas, las que necesitan
para su ejercicio un hecho actual del hombre; aparentes las que se
manifiestan por señ ales exteriores permanentes; inaparentes las que
no ostentan tales señ ales.37
37
ANTONIO ORTEGA CARRILLO DE ALBORNOZ. Derecho privado romano
1
estipulaciones. Se convenía por las dos partes en constituir
determinada servidumbre y el dueñ o del predio sirviente ponía al
dueñ o del predio dominante en posibilidad física de ejercerla. Era, por
así decirlo, la entrega o tradició n del derecho de servidumbre (quasi
traditio).
3) El testamento.
4) La usucapió n.
Servidumbres personales
Segú n el derecho romano, las servidumbres personales eran: el
usufructo, el uso, la habitació n y los servicios de los esclavos o de los
animales ajenos (operae servorum).
1
y tiene dos de los elementos o atributos del dominio: el usus y el
fructus (ius utendi y ius fruendi).
38
ANTONIO ORTEGA CARRILLO DE ALBORNOZ. Derecho privado romano
1
de ese elemento del derecho de propiedad, lo que al propio tiempo
llevaba en sí el beneficio para el titular de este derecho de servidumbre
personal.
El Usufructo.
El usufructo, se origina del latín usus que significa uso y de fructus que
quiere decir frutos y es el derecho de usar de la cosa ajena y
aprovecharse de todos sus frutos sin deteriorarla.
1
El Compendio señ ala que los pretores podían confirmar, complementar
o apoyar el derecho civil, o sea, el derecho romano fundamental basado
en la ley estatutaria. Debido al formalismo inherente, la ley civil no fue
capaz de adaptarse al rá pido desarrollo de las relaciones econó micas
de una sociedad esclavista, y por lo tanto, a finales de la época
republicana, el derecho pretoriano se había convertido esencialmente
en un sistema judicial independiente.
La Enfiteusis.
La enfiteusis, palabra que procede del griego (plantar, sembrar), nació
del arrendamiento de tierras incultas, a largo plazo o a perpetuidad,
que los emperadores solían dar a los particulares, con la obligació n
1
para el colono de cultivarlas y plantarlas. Esta prá ctica fue igualmente
seguida por los grandes propietarios y dio origen al derecho real del
colono sobre las tierras, creado por el pretor y denominado enfiteusis.
En la época de JUSTINIANO se refundieron el ius in agro vectigalis y la
enfiteusis en una misma situació n y se sometieron a un mismo régimen
legal.39
La Hipoteca.
Segú n el derecho romano, la hipoteca era un derecho real accesorio
sobre una cosa mueble o inmueble, destinado a garantizar el pago de
una deuda.
39
AHERENS, E, Compendio de la historia del derecho romano, tr. F. Giner, G. de Ascárate y A.C. de
Linares, Madrid 1879.
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Vino en seguida un progreso en la institució n. Mediante convenio entre
arrendador y arrendatario de un predio rú stico, el primero quedaba
investido de un verdadero derecho real sobre los ganados y utensilios
agrícolas del arrendatario, el cual podía hacer efectivo no solo contra
este, en caso de no pagar, sino contra toda persona que hubiera
adquirido las cosas afectadas al pago. Ese gravamen sobre las cosas
acompañ aba, pues, a estas en cualquier poder en que se hallaran, y
daba lugar a que el acreedor obtuviera su posesió n si no se le pagaba la
deuda. Esta acció n del acreedor para hacerse a la posesió n de las cosas
gravadas, en caso de no ser pagado, se denominó acció n serviana.
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De este modo vino a consagrarse en las instituciones jurídicas de Roma
el derecho real de hipoteca con los mismos caracteres generales que lo
distin¬guen en el derecho civil moderno, salvo su extensió n en cuanto
a las cosas susceptibles de él, que era mayor en el derecho romano,
pues tenía lugar sobre los bienes muebles e inmuebles, al paso que en
el derecho moderno solo tiene lugar sobre los inmuebles.
La Prenda.
La prenda (pignus datum) es el Derecho real constituido por el deudor
(pignorante) a favor del acreedor (pignoraticio) sobre una cosa propia
o de un tercero con su consentimiento, transmitiéndole ademá s la
posesió n de la misma como garantía del cumplimiento de la obligació n.
La transmisió n de la posesió n de la cosa pignorada al acreedor, es
también requisito de la prenda en el artículo 1863 del Có digo Civil
españ ol.40
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AHERENS, E, Compendio de la historia del derecho romano, tr. F. Giner, G. de Ascárate y A.C. de
Linares, Madrid 1879.
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CUESTIONARIO UNIDAD V
2.- Haga algunas Precisiones terminoló gicas sobre los derecho reales.
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7.- Explique sobre la Evolució n Histó rica.
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14.- Explique la Adquisició n a título universal y a título particular.
18.- Los requisitos para que tenga lugar la ocupació n son los
siguientes:
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21.- Explique sobre Servidumbres Prediales ("Servitutes Praediorum").
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28.- Explique sobre La Enfiteusis.
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BIBLIOGRAFIA