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TRATADO

DEr.

JUEGO DEL DOMINÓ,


siiti r e s J n s , «'Oni])J!ia«'ioiio* y |»reoei>!o.s

para ser buen j u g a d o r .

POR E. M A R T Í N E Z .

\-v

Vali^nci.'i:
Inijironla <1«' Í S U I Í Í K I O J - AiMcirc:<5s,
Encarniu'ion. 1G.
IS'2.
Este tratado es propiedad del autor,
^oien pefseguírá^ an($ la-ley al que
To reimprima sin su consentimiento.
PROLOGO.

Grande y estraordinario ha sido el desarrollo


que desde hace bastantes aiíos ba tenido el Jnc^o
del Dominó. Hoy, en España, es tanta la afición de
la mayoría déla gente que encuentra en este juego
un rato de recreo é inocente distracción, que, en par-
ticular en provincias, no hay casino, sociedad, café,
reunión y aun casas particulares, que no sea éste
uno de los juegos de su preferencia,
Las infinitas combinaciones que en sí reúne, los
ingeniosos cálculos que con mayor ó menor acierto
hacen los jugadores, los variados lances á que se
presta , y el creciente interés del jugador, halagado
unas veces por el buen éxito de una jugada , picado
su amor propio en otras cuyo resultado no le favo-
rece, á la que sigue desde luego la prudente adver-
tencia del compañero ó la intencionada indirecta de
sus adversarios, constituyen una serie de peripecia»
agradables que acrecientan insensiblemente la afi-
ción délos jugadores. A la amenidad de este jue§^
le siguen otras circunstancias doblemente favorables
y convenientes á la generalidad délos aficionados»
IV
porque en los continuos cálculos que precisamente
deten hacer por las diversas combinaciones Qe las
fichas, aguzan su ingenio, excitan su imagina-
ción y se predisponen para otros cálculos mas ele-
•vados é indispensables de la vida.
Si esto no bastara para demostrar tefconveniencia
de este juego y el por qué de su predilección y gran
desarrollo, nos lo probaria suficientemente la parte
de moralización que en sí tiene. Y digo que mora-
liza, porque, esceptuando rarísimas partidas en don-
detíífedlí¿thguii escaso interés pecuniario , en g e -
uerftlj' solo se interesa el importe de un refrescó 6.
toma dé c a í é ; - y , aun admitiendo eéíiá partidas de
interés entre Ibé individuos >aoostatiibrados & ello 6
viciados én'ttttfo8''íilégo8V W tóba éste , á Ti par que
él tíetíii»^; la'' intéricion Se buscar esos centros de
corrótycfó'n JAorat'que merman sué bolsillos, agbtaü
su salild y les conduce á inevitable perdición.
Demostrada,áonqüeligeramente, cuail cumpleá
un volumen'de esta especie, la conveníéücíá'de la
pro^gacion del juego del Dominó, ¿nó parece natu-
ral, necesaria y aun indispensable la puhlicacíon de
un tratado qtift-^^á conocer sus propiedades, mar-
que áús reglas é ilustre á los aficionados? ¿Pdr qué
cuando tatiííís afioB de existencia llera este jue^o
que tüenta Coa; aventajadísimos «jpaáóié'niídie selift
decidido áempi'ender este trabajo? iS6r4, tí^l vea,
poroaé su eétu(Jlo no cuenta con principios cléttOa
ni fMCiBicfúés iíK^témáticas ? Si la escasez de regían
exácíii*biisldtt1á'bausa de la privacirfti hasta el día
de Unltrátádo ^VomiaS', las personas competentes
para su formación, podían contar en éste, como en
todos los juegos de algún azar, con el mayor n é -
mero de probabilidades de buen resultado, base s u -
ficiente para sentar buenos principios; tanto mas.
cuanto que no carece de combinaciones precisas ni
de infinidad de casos que requieran prudentes
indicaciones.
Convencido, pues, de la necesidad de ilustrar en
algún tanto á los jugadores menos aventajados; de
ahorrar á los mas, cálculos que pueden ó no fundar
en buenos principios, y respondiendo á repetidas
amonestaciones de varios apiigos mios y compañe-
ros de Dominó, me atrevo hoy á ofrecer'este liJ>rito
á los aficionados. Cúmpleme manifestar á éstos que
la obra es fruto, después de muchos aüosdeprác-»
tica, de los ratos de ocio que por espacio de dos añog
he dedicado para axeriguar en cada combinación de
por si las probabilidades de ganancia, siendo éstas
la principal base en que he fundado tedas las reglas»
He creido también de indispeuHable necesidad la
formación de unas leyes basadas en la mayor justi-
cia y recta interpretación, para evitar las continuas
disputas y encontradas opinionfes que se suscitan;
para lo cual, al redactarlas, he consultado el pa-
recer de muchos jugadores y discutido después en
diversas reuniones.
Si al presentar al público este trabajo lo aceptan
los jugadores y corresponde la utilidad á sus deseos,
quedarán suficientemente recompensados todos los }
afanes de
EL AUTOS.
INTHODÜCGXQN.

El número de fichas dd que püedéi éons-


tar el juego del Dominó es de veioítíóbho,
treinta y seis, cuiarenta y oinca,'efce.-yse-
gún éste contienga. hasta el doble seis, do-
ble siete, doble ocho, etc.; pero el que ^n
general está en lasa es eV de veintiocho
fichas, el cual tomamda para nuestro, «frtu-
. dio,;por ser, como llievo. dichos el afue icasi
úfldcamente se juego, y ar<j[ué ae; prwsta
mea'or á'^lw combinacibnes por su meapr
azar. En las>localidadegidonde sé juega el
Dominó dable, se atenderán exactamente á
todas las prevenciones aquí esta<blecidas^
pjuos auDíJue^ aear eS mayor, If» probabi-
lidades de buen resultado están aMmisñio
en raaon proporcionaLL .i^-r:. ^JI
£1 Dominó se compoxi» de las fichssusi-
guientes con sus valores respectivos: doble
8
"blanco, blanco as^, blanco dos, blanco tres,
blanco cuatro, blanco cinco, y blanco seis;
üDO'doble, uno dos, uno tres, uno cuatro,
uno cinco, y uno seis; dos doble, dos tres_,
doá cuatro, dos cinco, y dos seis; tres doble^
tres cuatro, tres cinco^ y tres seis; cuatro
doble, cuatro., c^co,, y cuíjitxo seis; cinco
doble, jcúü'éveis-, y seis doble. De modo,
que de los siete palos de que consta este
Dominó hay siete fichas de cada uno, y las
veintiocho fichas que contiene componen
-urtíoiái d^ cientd sesenta y otího puhtos.
. í'EIDómintí comprende raucbtiá y T á m -
• 4fla«Iases de juegos; de los cuales^ y con
-«I fia de ino hacef voluminbso este éóm-
.pendió, sclo esplicaró con ráayor <5 menor
ostensión, aegnn lo leqtiieían, aquéllos
cnyo uso es general, r ••
:; Parafc l a esplicacron'da las j u g a d a s - q u e
«SiwnpreBde esté t r a t a d o , adopto para rúa-
• ytífisenrallez lata abrervíaturas isi^iliéíitesí
1 ^^.-—Jagádor-de la derecha? •''
''• tct** jugador de«nfrente<S'cíompañéro.
!^fí;fc—i-Jugador dó la izqoierd&k '-
. f<ífV •—Jttiada que debe¡ hacer él que ptH-
tieáí este estudios, :
La designación dé "las fichas; se éSj&résa
-poTnümerok ségtuüPíiis respectivdff valores;
9
indicando cintres cuatro, por 34; ei uno
Wanco, por 10; fetc.; dó niodOj que cuaufio
.se yea escrito ÍZ 55—c 52—¿22—y SO,'se
entenderá: que éí jug'ador déla dereclia
puso el cincel doble, el de enfrente jugó el
cinco dos, el de la izquierda el doble dos,
•y que el quo práctica debo jugar el cinco
í)lanco.^ '
Aconsejo á los que deseesn estudiar esjte
tratado, por ser el mejor modo despren-
der, qu'e se revltián por To menos dos. á
ensayar sus reglas^ y así podran con mayor
facilidad ¿¿mpreuder todas las jugadas.
Esplicacion de los nofnbres.taaa uaútÜéH.

^/¿oy«r.—Se ent)[ende. póí atiogarse tin


iíoblé, cuándo este áuéde sin ponerse y íe
Jiaya agotado yábüpd,lÓ.';'• .',
¿7a¿ar.---Cbrréspon(ieraíiíificlia con otra,
es^Jécir, áier (íe igUjil n'úilieró de puntos
en los lados que se uñen. , -"'
Cietró,—Cierre (J.qtiedár' cerrado el j u § -
go es el^a,berse agotado el j^alo ó los pa-
lo? r^iié resultan eti aitíbos lados del ju^go.
Z>eí/?<'/¿(ír^c.-jpeshacerse de fichas..
Dominó.—-tíáic^T dominó es poner Uqo
su última fítí!iá.-'' ' '
í^'
10.
Pií:
iaie.—Qúé4ar á.tactosA íguíiles en
''[' Falio.-^^%\xíX (J que49¡rse,falíó se entien-
V'déjior fálta,rle (^ ílp tener" ya de un palo
;. ^'j^/íji?p.--^e ifamá^ :l^ojo Quan4o Hay
pdCaáfichaddíS'unpalo.
, jPííCíTife.-—SeJlama^luego- fuerte cuando
se'tiéft'e muQlííisCelias áe un palo. : ^
„ (r<w'%.-7-Pot fichas gordas se entienden
las de páló alto. / / . ..,,
'/wgyo.^iias fichas.qti^ / :
Lá díépóslcion enTOdos'casosdé las fi-
l e entiende, también ^or juego, los pa-
fclQfiBz^r
} pf^jas juf^aaas. ;.'. _.
salida; y taiííp|éo1a^^^
déTá'saudá hasta! la,jt'efij^ipapion de ficha?.
M,6f<{l^X--r;^Síñé^[%^ 'barajar lajs fichas
_^fuíliaájpor el,dóí;p,;V "' . ^ -i )„ >• '.
•" J/'^wto.^^-Ck)íoCí^cion de ijn^'ficna qtíe rio
'éOWé^pónde. .'" '
ttímárfeaí
/*¿í/o.—El número depÜ'áí
11
en cada uno de los dos lados^de Ijs fichas
Se entiende por palo pequeño / f de ei
blanco al tres, y por palo alto del cuatro
' ' p t , W . . - C i e r t a mala i-tenci^^n ¿^^^
^ador qae, al mezclar, P^o^^J-Xde sa!
fichas peor'es ó mejores con el jbj^to de sa
ber poí donde van y librarse de ellas ó to
""pLr^i^^.-Elnúmero de tantos estipu-
''tsT-?£:^^^^^^^^ jue.0 en los
""''pll^El^Zt^^ien corresponde po-
ner ficba. _ •• • ^«-/.on A1 va-
PmtDs.—L^s señales que marcan el va
lor de las ficbas. 4„rra/ínrfts
Tantos.-Los puntos <1^« l^^Jf/dt las
ganan, representados por el valor de
fichas.

-^ -:(7r~'
«^- a » 1 <• «:•••» t ^ fc'v K'» I-i» (-^T vi» »''» i4» lá» 4 » ^ «¿I « * •
•t 1 r f Y Y Y Y Y ^ Y 1 T T T T T

XHATA30O
DEL

JUEGO DEL DOMIMO.

CAPÍTULO PRIMERO-
Condiciones generales dí^yiigador. •••..
Para poder adquirir la perfeccicm posible en este
juego es indispensable que el individuo que lo prac-
tica reúna muUiliTd do condiciones que, en general,
contribuyen á alcanzar el mayor éxito posible:
Aleccionado yo por una gran práctica, y después
de un minucioso examen de sus resultados, voy á
esponcr algunas observaciones que seryirán de
mucho al jugador y le prepararán para entrar en el
terreno del estudio. Tales son:
!.• Como no está en mi mano el aumentar la
capacidad del individuo, diré tan solo que este debe
tener el suficienlo dicernimienlo para Interpretar
la intención de las jugadas de los coi)tr,arios; para
lo cual le aconsejo que á cada OcV,^u.e, so i ^ g a
consulte enirc si, cual puede ser laicausa de aque-
lla jugada, pues esta puedo ser forzada, ó con in-
14
tención de buscar otra ficha, ó con la de prohibir la
entl-ada del juego contrario, ó ser la verdadera de
su juego. Esto, que en la generalidad de los juga-
dores pasa desapercibido, es de tanta importancia
que recomiendo eflcazmente no se olvide en todas
ocasiones.
2.' El buen jugador no debe dejar de apercibir
ningún iucidente del juego; para lo cual su imagi-
nación no debe estar estraviada en ajenas preocu-
paciones. Atenderá cijn especialidad á todos los
movimientos de los contrarios, con lo que se aperci-
birá fácilmente si estos juegan forzado, ó íi de-
muestran tener una ó raai lichas de los. palos en
juego, y otras observaciones que le servirán de
mucho en infiniJád de casos.
3." La serenidad en este juego es de tanta im-
portapciá, que el jugador que sabe conservarla,
cueijfe coii queíleva una considerable ventaja sobre
el que no la tiene.'Al efecto, el sugeto que, bien
porque el juego se decide en conüa suya, bien por-
que ocurra alguna disputa ó por cualquier incidente
empjeceá perder su tranquilidad, deberá procurar
rehaceríc y adquirirla calma que lo recomiendo,
taobservancia do esta condición me ha hecho ga-
nar muchísimas partidas que se calculaban ya por
perdidas.,
4." Él mejor medio de no dar á conocer su
juego á los coiilrarids es el de no tentar fichas al
íiacét- su corrésjporidiente jugada. Jugadores muy
regularte be visto qué' por defecto de tomar, dejar y
volverá loítoar Ocha, me han d£|do á conocer suücien-
15
temcnlc su juego, y les be llevado gran ventaja.
o." Como quiera. qne las probabilidades do
éxito ó desventaja la llevan siempre los buenos ó
malos juego$^ quo'wno \6ríaé, y cómo ócurr.e cbn
frecuencia no conbcec ubo t?» parte de'delicadeza eo
el jnego que puedan Ic^nci* sus adversario!?, so pro-
curar.! observar la manera con que carta ciial mezei^i
las fich.ls y el modo también con qtré las toma ó ar-
regla. Como se habrá podido observar, e.<i as Indica-"
cionessolo servirárt para cuando se juegu'e con per-
sonas desconocidas. ' ' ', '
Las observaciones precedentes constituyen en Sí
una buena parte para el bien jugar, y 'aconsejamos
al que deseé aprender, las Ichga t)rcscntes en todas
OCaSÍOft(JS. " '' '::..- • . ' •• "•

CAPÍTULO II.
De^Juego de compañeros á siete Jiehas.
El juego de conipañeroS á siete fichas bs sir) dis-
pula el mas bonilo y agrgüfeible;, el dé rtjenor árár,
el que mas se presta al éálciíld' de éómbitíacionesj
el quo mayor iatencion re<]uiere pdr par'te do los
jugadores, y en el quo picjor éxiltípOede obtóliec'
el mas aventajado. '• ' ' ' •
Son tantos y tan variados los casos que pueden
presentarse en eslc jtiegd á lófe printipianteS,' q u e '
so!(í aíiótaró, por pá'ítes, los toas ^'ehérales' y difi-
•ciles de elección, con lo <;ual podran'estos apreciar
los mas sencillos y en(i*a>'en el terreno de l^á buena
prácUca.
' ' . , ; , ; . i ... . . • ' . • .

n d Jiiesro en gicite^áü;
I^ara ser buen compa5er¿o-en c$le juego, uo debo
nunca atenerse á ningún si^(cma (íjp,,^\no á conr,
sufíar conslantémente sus varj^do? juegos, el modo
con que se presentan las jugada^, y ha^cr la suya
cofí arreglo á íós ciases; es decir, que no debo ci¿-
darsede las erróneas suposiciones de que al mano ,
se le debe sieinpire respfjtar; de que fa salida del
contrario debe taparse en todas ocasiones; de que
no debe bacerse nunca el juego contrario, etc. El
ju^^Jor debe siempre liacerse cargo de que juega
con Catorce fichas y por consiguiente debe consul-
tar á cada jugada'la probabilidad de buen éxito
entre la elección de sus siete fichas conocidas y las
del compañero por corieder. No hay que olvidar,
sin embargo, de que el roano tiene mas probabili-
dad de hacer juego, asi como tampoco deque el
mano pued^lencr pe^f juego que otro, y por con-^
siguiente menos probabiljfJad en e^le caso.
CphelJDlri de corregir.en |ó posible los defectos
de ^ue ?i^()léccn muclios en c^lé juo^o, anclo las
consideraciones siguientes:
1.* Antes do haceV la primera jng^da se debe
llevar un propósito,delcrminado, dependiente del
juego qu$ se tom,^. Si el juego es muy bu^ii^o, se
procurará atender iQaspo^r^^iiqüc PC / MT el compañero;,
si es regular, se.pernianecera ,Qn',f3spectatíva hasta,
conocer lo que sé.dofee prefoFif',, y,si os malo,, ge
decidirá á lodo trance á sacrificar ¡íu juego por ;pl
del compañero.
17
, í.* Se preferirá siempre colocaí un doble, en
plrlicularsi es de palo alio, sienápré que después
de bien meditado no se reconozca que hay peligro.
3.* Na-se deberá poHier el doble siembre q«e Se ,
pueda evitar un cierre desventajoso, la enlratja de
un j«¿go fuerte del conlraribiía probabilidad'de
ufi'pase al compañero sin ninguna ventaja conocida.
'4.* Si al tener qo© hacer su con'ésp*ndiente
jugada, esta rewlta ser de elección, es deeir, si'se
tienen do:; ó mas palos en iguales condidoties',' darán
U^feferenclaial de palo alu» los c6uti?aino9 al iii^Sr-
gador do lasaHda, y al palo coFto los compañeros
quo haya» salido.
5.* Siéínpre quo sea posible, y enlos Caisos q»e
no resulte una vesiaja muy conocida, se dará la
preferencia á los juegos de palo alto, tanto en la
protección de tos suyo» como ea hacei* h contra á
los de sus adversarios. Esta observación es de la
mayor imporiantia que darse ípuéde.
6.* Slempce que el compsSero patf^á nnpalo
conocido y sea de conveuioDcia abrir el juego, se
hará con la ficha que tenga memos de su «egundo
palo, y mas preferiDle.quedarsQ fallo. Esto se en-
tiendo cuando se tonga poca defensa en aquel palo
yMngutt ptfffpásilo do hacer juego txir el mismo.
1 .* Siempre q^ue en h mdrcba del }uego É6 tenga
qtte entregar, p&t eteccüoQ, fkfha que pueda entrad
wi juego tHcrlO del contrario, «e preferirá «1 palo
arto. -':•
8.* Cuando uno so rea precisado i dbriir SH
j«ego6 el del compaiMco, se pl^ticurarft báeérlo «éb
18
Ucha detl palo que no haya gastadoel compañero,
Ú ,4e este no se Uene un gran ju^^o., En gcneralq
siempre que se,pueda no deDcrá'ponerse floha
que haya gastado e|. ppmpañero á no reconocerle
masi/•;•, .,, ,í_, . i /^^ .•.'..
9* Cuando una do Jos contrarios ponga el juego
por aipbos Jados á un palo alto, se elegirá en igy^.
íes circunslaBcias que otro, también el palo altt)^ y
si ol cempaQerq lleva ya en el uo pase se preferirá
la ficha en que so quede fallo.
lOi <,;En ca«9i.que, sin motivo para una segurai'
preferencia, se tenga qiie poner el juego á uno; u
olro palo, ambos del contrario, se cüígirá al 4el que
iiQ haya saltdoió fl,^«« tenga ya su, 4 ^ e puesto.
11.' .Cuando'se tenga que ol^ii* entredós palos
de igual número de Ochas se preferirá aquel por
donde pueda voQir.el palo dje uno de ios domes que
se «tengan, ,, . , , ., , •,
12. Coando 0fti|¡yale9, circunstancias se tenga
que hacer bien á su juego ó bien al d#l compañero,
y que s^^ndo manp e| contrario haya puesto.el doble
á uno d^.^llosy se elegirá este. < < ,
'','. ' " ', "De las cifiU^fiB.
UD pillen ciento ochenl«: y cuatro mil eyarent»
comtHi)aoiooeS'<iifer^tes, ,de siete en siete ficltís,'
pueden,hacerse d^ Ittsveiftte y ocbo de que eonsla
el dofoip^i.BorjCojisiguieDie, ei tan .^eddíi^iiio^
el número ae juegos diferentes que uno puede
lenec, pj^rn que pon |an«glo á ellos baga la salida,
que se hace kaposibfe matoac, á cada cual la mas
19;
conveniente. Sin eml)argo, si prescindimos de las
^paucbas ,salid{jji,|^ncillísimjis a i j e ^ presentan y,quo.
están al álcaüce de todos; si aejamostasno menos
considerables que airnqné'fle'diferentes palos se
id0iUi|)caQ^e|}il, olrQs, pu#do/aSQlár suflcienle ti^-
mjBTft d9 casos, qiu« bAslarán para que el principiante
pueda apreciar sus juegos y haga la salida mas
provechosa. Tales son:
stA.. Se debííá s^Iir por la ficha doble mayor
slflmpreiquB Yepga acompañada de upa^ doa ó tres
del mismo palo, en el caso de tener dos dcIHesque
8olo'iedifej(^ci)Ein,de uBfpi^to. en j u s respectips
pelos, ¥. ^ encuenlreqen la condición espresada se
eligirá aquel cuya ficha igual tenga menos proba-
bil^a,^ de quedarse fallo. %mplo: 66-^62—3i—
liS-r-83T-30--3i. Salida., &5. ,,
ilS.ir, E n 4 caseifique, un dphle veoga acom-
pasado de cuatro fichas del mismo palo se preferirá
j^rs^.^Iidnolrt). doble acampanado, y si se halla
sploQ>BOIb hayasesaldrpporuna fíeha^delpalo<iiiei
setieBién(QiDQptV qaorepnamdyornjímero delotro..,!
3.' Se saldrá por ol doble, «B los juegos de
ciDSOj^,sei&fi^as de un palo, cnando o c ú r r a s e
para hacer otra salida 90 tcngárquoi qq^dar fallo, r
r-é-.'t En (lí caso raro: de<jSiote dOc UQ D9I0 se ele-
girá asa Scb^medianaj y nuncai?J doble. i
Si' CuiWido ocurra tio tener n'mgun doble en
CDodicioe para la salida^, ^& preferirá siempreJlfk^
ficha cuyos paloá se tengan en mayor nóoierg,.
6.* La salida por cuahiiiier doble que wS b|Ue
«elflt, Q81 enigeneríii muy loal'ív v / .
20

Ciü^ps entfí^'at pié iiú «lebc tapar la iialidá_


., . 4<il coatraria.
En general es có*avefli«nte qua el pié lape la
salida del coalrarío, escoptuando solo los casos fel-
guientes: , •
En la salida por doble:
1." Guando so lengan tres del palo de la salida,
el compañero no haya pasado y sdipUedadaríicba
sin'qaediEirse faflfo. ^
¡S;«^' Cuando se lengan cuatro do aquel palo y
adenlás un juc|^o bueno é regdlar; es decir, si no s0
tienen dobfes de difícil salida.
3." Guando siti h&bei* pasado el compañei*© sftld
so tenga una ficha del palo do la salida, y que, i e -
niendo' biwfi jue^ó, no pueda átir al ahrir con: ella
una buoda Indicación de su juego al compañero'.•
4.« Guando habiendo pasado el coní|tó8er<j''i*
tenga que qaedar fallo á dos palos. SI el compañero
DO pasó y el juego es muy malo deberá abrir jae¿;o.
• 5." • Cuando haya ó no pasado el compañero y se
puelda eolocarati doble de palo alto qué se encuen-
tre acompañado* de jíiüa ó,dos ficbos. .',•-•;
6.° Ciiahdí» pasefeloómpaflcro y 8(rf* sé teoga
una ficha de la saliía, pildlendo coloéarun doble.
. '!.'> Guando ieniendo solo una ficha de la salida
pítteda sin quedarse Callo prohibir qué el mano r ^
pila dicho iialo. •
En te salida por dos palos;
1," Cuando paso el compañero á los dOs páltffff
sa
«e pueda poBur un do,We sin- que.elmaao piieda
poner el juego áAnnoth !ós'palos de l^-salidii.v
2.** Cuando habiendo ó no pasado el compañero
íe tengan tr«s ó mas frcfias'de iñto de los palos db
Ja salida y pueda prohibir que el mano huya al olro
palo. • ;; . M
3." Cuando haya pasado el compañero, se tenga
«vuy reducido número di};í\chas de ambos palos y
pueda prohibir la repelicion de ellos, ó á lo üienos
«iel que quAda.descubierto. , :
, 4 . " Guando»pueda colocar un doW^de palo alto
y este lo tenga acompañado deuna'ú dosticfaagüa
su clase.
•'4li¿»nnert que sedehe tttjMr lairfttdíl del
coiMpa»«r«. ti
So deberá taparía salida del coiHipañei'o en los
casos fiignienles: ; ,.
' 1." Guando se tenga buen juego y quo al tapar
la ficha del contrario so quede' a dos fallos. < .
2." Cuando so tenga que entregar unaficÍMide
palo alto y se quede fallo á él. . . •: • '
3." Cuando se tengan tres fichas,del |iaio,que
puso el de la izquierda y pueda venir por él ficha
•para la eolocacioD do un doblo, f en parlie«lar si eís
de palo alto, • •
.., 4." GuanclQ tcnicndoibuen JB6go, y no'quedán-
dose fallo á dos .palos, se Icngm cuatro ó mas ñcbas
-delpaíp <nie;p!U5o el de la.iíquippdíu •' /
,, ífil^ salida p^r doíi palos:' , •
1.° Guando 80 \mg^ <l«e pasar por alguno de
los cwitrocqs^ ageriorcs. , ;;.
23
2.» Cuando elpalo qtf© queda descubierto es
alio y se tengan dosficbasdel mismo.
CM0OB eaqne«I jilé d=«ke hacer elJiie||;o del mwno.
1.*: Cuando 8o tenga buen juego y tres fichas
del palo de salida de cuyo segundapalo no se tenga
«I doble. '
' •ii'^' Cuando se tengan cuatro 4 mas fidias dé
aquel juego.
i." Cuando en igualdad de ciíHJUBslancias' se
tehga qae el^tr entro el juego de lít salida ó el que
fnso «i de lá izquierda, si es do palo alto.
Cafíoa 9a.^^fi j|^dcbe,lupart^ #u calida*
1." Cuando tenga que quedarse fallo á dos palos.
2,° Cuando se tenga que ehtragar fícbá da palo
alto y esté sola y no sea juego del compañero.
3." Cuando el compaflero pasea art p^ilo (fado
y se tenga que dar de aquel, quedándolo poca de-
fensa» • ' * -
i.° Cuando sea príjciso evitar la entrada del
juejgiociontt'ario reconocido por fuerte.
Ca^os f a qne eaalqntera de los Jwsadoreii d^M
hacer al jiicj^o contrario. i' •,
1." 'Cnatídó teniendo buen jueígo y noí recdno-
ciéndo uno supeHor al compañera, y éáétíitás út
nuevo de este, se tenga nif es fichas delpaío'Contraje
rio y sea pequeño. Si el compañero tierie indicado
páloallo'sepíisférlrásiemprie sttjtífigo.' '
2.° Cuaudo siendo ó no mm> deP cOmpañercí,
23
tenga buen juego y cuatro ó mas fichas del palo
contrario, aunque esto sea alio.
3." Cuando de hacer olro Juego se Vea amena-
zado do podcrso cerrar el juego en las jugadas si-
guientes, con probabilidad de pérdida.
4." Cuando al hacer este juego se prohiba la en-
trada do olro mas tuerto, ó do palo alto.
5." Cuando siendo j'-vogo do cierre, esto no
contenga.
CasoH ea «¡uc no <lcb« darse lu líHioiaflrba.
1." Asi como es muy ventajoso repetir ficha del
mismo palo, se tendrá buen cuidado de no dar la
última siempre que el compañero haya gastado ya
dos fichas do aquel palo y el jugador de la izquierda
no baya pasado á él.
2.° Tampoco se dará la última cuando se re-
conozca en el compañero y sea ficha qao al abrir
pueda cerrar el juego el contrario, y no sea conve-
niente el cierre.
3.» Cuando se tenga por ambas partes la úlli^
ma, y al contrario do la izquierda le quedo solo
una ficha, so abrirá con la del palo menos gastado,
si no se reconoco perjuicio.
Casos en que uno debe ahogarse el doble.
1." En todos los casos que no so reconozca
una positiva des'ícnlaja, y quo, teniendu el compa-
ñero dos fichas, sea una do ellas la última do uno
do los lados del juego.
2." Cuando el compañero y jugador de laiz-
24
quiei-da estén á licha y este último tenga asegurado
el juego por un lado. Si se reconoce no poder dar
juego al coüipañero, se pondrá la ficlia de mas
laníos.
3.» Cuando uno de los contrarios tenga la últi-
ma, y s« pueda de otro modo salvar mas tantos.
Ciisog en que ilcItc uno taparee la líllímn flelin.
1." Cuando se reconozca en el contrario do la
derecha las dos últimas fichas do un palo y se tenga
que darewtfada á'él por el otro lado sin ser lu«go
al abrir ropeticiou dejicha.
2.° Cuandoeslaodo uno con bástanlos fichas:le
quedo solo una al eompañei:o.
3." Cuando se debo evitar un cierre.
I>c los oierrcs.
Para Iiacer un cierre, y en particular de rauclios
lautos, se han de calcular prudencial y próxima-
niente los tantos que pueda tener cada cual, y ^\
no resulla una ventaja manilicsta, será siempre pre-
ferible po cerrar. Solo se aventurará esta jugada
en los casos de duda y que un gran cierre pueda
Igualar una partida atrasada; pero nunca cuando so
^ tenga la partida adelantada.
•fuegos'loma(iIo.s ni nznr, y en IOÍÍ qne c a d a cnal
liare IN mejor j u g a d a .

.luego del mano: lG-66-25-45-1a-22-23


Jugador de la derecha: 13-03-02-00-44-33-00
25
Compañero: 0Hl-li^2i^0o-5l}-}2
Jugador do la izquierda: 10-16-34-26-35-56^6:^
Salida 66-d. 60—c. 03—i. í)6-j- 61-rd- 13
T-c, pasa.—i. 36—j. ú. c. pasan,—i. 64-rj. 45—
a. pasa.—c. 5!i—i. 53—j- 32—d. 20—c. Oí—
\' .43—j. pasa.—d 30 (a)^i. 01—j. 15—d. c. pa*
san.—i. (¡ominó. . •.;.
« Debe aventurarse la jugada de ahogarse el
doblo tres, en raxon de oue está bien manifiesto el
úitimn seis en manos del compañero.-que solo le
quedan dos fichas, y que blancos npibaÁnegadO'4
sa mano. ,. -
•: 2 . ° •' '^-''^
:' I • ,• -

Juego del mano: i6^U-U-83-2o^lO-5J>


Jugador do la derecha: ,31-65-30-20-65-00-66
Compañero: , 50-53-32-43-40-60^42
Jugador do la izquierda: 54-62-31-22-21-11-61
Salida 44 {a)—á. pasa.—c, 40r-i. 45—j. 55—
(1. U{h)—c. 00-i. pasa.—j. 0 1 - J , 02 (c)—
c, 24—i. 12—j. 25—d. pasa.—c. 53—i. pasa.-^
-j., 33--d. 36—c. 43—i. 62—j,. pasa.—d. 31—
c. 23--Í. IC—j. '64—d. 30—c. doi»ÍB4.
a Es preferible la salida por clcuíilro doblften
razón á que si se sale por el doble cipQo, al abrir so
queda fallo á dos palos, mientras que al abrir el
juego de cuatro, puedo hacerse con el cuai'o uno
sin quedarse á ningún fallo
í Debe taparse al compañero para hacerle .in-
dicación del jue^o de seises; y si bien afriesgíi
que le den uii pase.al compañero con el juego Qfi
bkmeos, tiene en este 'caso un juego asegurado.
c Esta jugada está muy bien hecha; pues sisa
hacecargü de su juego se nota estar fallo á cincos
y cuiati'os, y solo sé debo pensar en quitarse tantos
en btisea de seises y en abrir juego al compañero.
Enamorarse en este casa de su juego dé blancos,
seria en oslreíao püi-judicial.
',•',"",•• 3."

Ju0¿« del mano. 52-10-63-11-31-62-54


Jugador de la dbrecha: 64-40-00-61-20-60-41
Compañero. 63-55-0(5-42-31-43-50
Jugador de la izquierda. 30-21-33-33-22-32-44
Salida 11—d. 16—c. 66~i.l2—j- 62-d.20—
o.-03-*h 8 3 - j . 51-<1. 14~-c. 31-i. 4 4 - j . 45
—d.'pasa.—c. 85—i. 53—j. 36—d. 00 (a)-c.
paia:—1 0 3 - j . 10—d. 00-c. 34—i. pasa.-^j.
pasa!—d. cierra á blancos y gana.—(c)
a Debe darse el blanco aunque es el cierro
porque ya ha puesto utio y el jugador de su dere-
•cba-doiha dado el as de salida detíorapañeio;y en
oniéüdoto, como es natural, en el mano, se debe
E uscar el bíancó tres al compañero que ha dado
dol freses. SI esta jugada salo como fundadamento
86 calcula, el mano tiene qué entregar el as blanco,
siendo'festo beneficioso á su juego.
* c Este cierre tiene su fundamento en que el
cinco-seis no lo tiene el compañero, pues ocasión
to^vo d^e ponerlo, en vé2 de haber dado dos entradas
al Juego de «alida; el dos ciííco tampoco debo te-
Berlo puesto que en este'edso débid hacer á cincos
21
00 bus(Sa del dáieé áds; debelenei* por consiguiente
el dos cualro'ódos'doMéí; qué eoneltretdoote l-e-
coDocido, resuití ó gañir el ciénré ó eni^alar los
taotos;- •"•' '•'' • • •'* •• "• • '"•''
• • •: 5 j . . , - . ; . : i •]: •••'

Juego del maBo. ./ «l-SS-SS-ii-Si-SO-il


Jugador do l a derecha. 64K40-M-32-Í2-22-11
Compañero. ' ;lii-66-61-30*51-63-68
Jugador de la izquierda. 10-2iaa^OO-^Mí4J8-«»
Salida 44—d; 42--C. «6wá. «&. (<i)H-'53.-t
d..32—c. 46—i. 21-^J! 16~d.'60—c. ^3-^i. 31
, H - 14—d. 40—0. 66-^i. 01 (¿)H- p£Ísav-*.d. U
—c. 63(c)—i. 34—j. pa3a.r--d. paía.—c. 4 S i -
i. S5—j. 52-^d: 22*-cJi)omÍBÓ. '-•
' a Es preferible en eí|e iuegoiindicar su doble
-ciDco.í^ - i -•• ' ••••;•' ^• ' ' • ••• ,
5 Deboí repetir el tetoer as pai» que llegue á
su convpaQerov y p o r ^ s c a r el as cinco. <"¡:
«>, lío debe abrir c«n el cinco por ser IS pri-
mera fidlia que indicó el cqptíario.íioff repetir el
Iros á su compaSero.

CAPITULO *|<l.

La intención y pericia del jugador en d juegoite


Comjíañeros á sei3fltfSfe,dettó^iéf, «^tt'poca dife-
rencia, la ihiima ¡qué en el dé étÍHSír^añerók á iálíete
fichas. Hay quien' le dátais }iilportáociaíi|aé síBle,
y sostiene que requiere íáíis capicidúd eir el júga-
28
dor; perft.y'í^iftuejífi^oftí^id^lai-pfeipiasparüdias
por í^pacjí),-,*!^ ip,^lMj^,a6|iw. de ftmbaa clases de
Juego, «p ppe^^,KienQá 4fi!6üsítei«r<juc, si el,de
siete precisa mas el cálculo do las combinacioiieis,
el de seis rcquier.} mucUajinas prudencia en las ju-
gadas; si aquel necesila Bias pericia en c! jugador
|)drd<}el&Tiiiitvar:lavprofaÉbilidad del eue puédate-^
tér una á magfiabas;^né inlei'osaa para un calculó
dado^' éste^tiecéátáí 'tíÉnbien csla circunslanifia v
alcnd&r.idémái: ralas Üchari deV móoto-/una' malA
jugada 4» iguiSis éenÜticioHes co ambos ju^os
tfiac caaá siorapre'niás pérjufcio en el de seis íicbaá;
V;en ésle, los cierr«s son masespueslós y requiereHí
Bflas pteffiedUacioíJiKiue co aq4iel.' .
Pocas son las obseryifciones'qíieibay que anotar
áe ásie- jite^v puesté «fue casi todos se relacionan
con las cspucstas en el capítulo anterior, sin ero-
barg^i ge delwrán lener presentes, por su rnucba
importancia laá que.á conUauacipn se espresan:
!^.f,' 'Ioda»|las;obsérvaáonésidel capilulú antc-
cior.Ber'Virfln para este ¡juego ésccpto aquellas ;cuyo
espíritu so relacione con las preseotes..
2.' Se preferirá casi siempre el juego del cora-
pañero que sea.WInC' j UT: ^ ''
3.* Guando no se tenga una salid^i bien marcada
y se tenga uii'doble soto de palo alio, se deberá
J. i * . Enfilas iuegjp^j^ Bpq/ppntq, sise lienep
'ma^io cfiíi el doílft, ^ sep?^l4?^,por ü, siempfo que
pú^tla¿acerseolrvi,sáliib^íijí,q"ucídar8efall«. ,;,
$.* 'E|nlodas,l^¿ ol^i^j-.yátciqnesdai capitulo an-
29-
teriorque trata de ios ca'sWteflqíié eí pié detd ó no^
Ispav la salida'del éóktrario, stí deberl tener pre-'
senté quo eri esto Jitó^o conviene muc&(!i'evitar'ür
P*s.e al compáñer»; ' .' '- ' ,' '
6."' En las obscrVacíoniés dé los caéds etí que
se debe lapar la salida dá ctiiripaQero, sé CÍcmsoUará
la'conveniencia entre segtfir sus preoeptoá ó la"
mavor ventaja que tiene el aíafto en esté juego.
• í . ' El juego' de «orapjifieros ít seis flcüás no
lí^he tanta espera como ,el ^de sifelé'; fior coisl-'
guíente so dará, tan proiito co'mose poeda,. ficha
del' palo indicado por el comoaíiíífo, y se tapará con
ma# frecuencia el juego del cotiti'ario. :
' 8 / Se tendrá suma prijdctiéia'antós de elílrégar
ficha muy gastada'qiie pueda «slár «tt el monté lá
falla de aquel palo^ queda pof consiguiente cer-
rado el juego. . ' ' '
D.^ So atenderá muvesp6^ia^itieitte¿ al conocer
tatlo el juégó de los ddntrariós Cómo el del cotn-
palero, á los palos que respecllVamenilo. llegan á'
todos y qtte no entran ftor éÍ4ó8'áujüegó'indicado,'
ccfñ lo cuál 88 podrAn conocer, con algnt>a probabi-
lidad, lasfichasáóí monte, yltoVarcoa ello eslríaor-
dinaria ventaja. * t. • h• ; •
,,.,,^cAPiTMi;ri^i-:.:"•;'"..'"
Juego de •mmo^.ámdno 4iC(i^^^^^-
El Juego entre doá de cátortS'ficbUs 'á cada uno,
nó está en nso, oscé|jiluando:é,n*lgonásí provincias,
por baber muy poéos qde W 'sepan jtfgar; y aují» ea
aquellas donde se juega, tót toas c*é«un es hacer la
30
guerra -injicaíBiaiile á un 4oble (jup de antemano de-
signa ei que lie pertenece la salida.' En esle capítulo
«^¡tratará. d^ ^sle juegf», c^on toda la eslension que
requiere y con referencia á los mas tantos quo so
puedan ganar; pues sabido e^te,; cuya complicación
es mas esicnsa^ seiwmpjfeiyjerifácilm^ple ia mar-
cha que (jebe «eg^jírsej cuando pl jupgo esté redu-
cido-1 ahogar ÚD doble. ,i
Anlcs.defiDlr^ «pljjsobsíirvacitínes ¡convenien-
tes para jv^gat bien, ^1 ^ catorce ücUas debo con-;
signar r^.^recer sohr^ las cond.)[ciofles que rpune.
Esl^,ju()go es siipi disputa el mas djficil de todos
Ibs cora prendidos en el votpioó: su: coniplic^oioB es
tanta^isu^. jpe^fi,'táo variados y sus combinaciooos
tan preqisaf, gue la m^fii ins^gniUca^te falla de pre-
visión, coniluce siempre á iii>' resultado nojable-
menle desfavorable. Ésta c\rciinstancia que tanlp
favorece al jugador, le bace. inveni^ible cuando su
contrario desconócelos medioe de defensa. Conven-;
cido, piíes, de la verdad de esle aserto, por el res^lr;
tado práctico que durante,uíuchos atos tengo de-
)bslradb entre jugadoras y por los recientes eslu-
S ÍQS que he.hecho, ne«.c&aiips,parfl la formación.(je
este capitulo, puedo decir terrainanlcraenle: quio.en
este juego, mas gue^n.ninguno otro del Dominó,
reconozco gran vfentajíí éit el buén jugador; ventaja
que se f5oed%'calélilaf en un clnciuáíla por ciento la
probabilidad 4^' gani^ncii) del j.^gadQr sobre el oue
nolo.es, y que a«í¡/P^PI9.^P oúojaegp e\ chpmdon
^anacon fiíecuenc)a al í^amrfspada, en esle no se,
puea^coniará^ocomoGasoraroí 1
Pasando á la parto recreativa do eslejuflgp, « a -
nUesbré que, jugado entie dos que qo compr«ndMí
Ja verdadera marcha, se hace;.pí|sídoi, inonólono y
hasta fasVidioso; pero entre conocedores de.las bon-.
dades de sus cambinaciones, es el que mas receea,
€l que mas interesa y el que mas satisfacción pro-
duof!,al jugador el resultado de un cálculo aoortóda-
nief)l$.;meditado. Este juego es á los d ^ á s , ^ » !
Dominó lo que el ajedrez á Tos demás juegos: el ju-
gador de ajedrez no conoce otro juego mejor; el
jugador de catorce fichas se le hacen insulsos los
demás del Dominó.
He aqui sus principales reglas: > ¡M
í . ' Existen cuatro clases de combinaciones eov
este juego en que, el mano que tome una de ellas,,
puede contar con la precisión de un cierre, y son
las siguientes:
Forma l.'.-00-01-02-03-14-15-16 Salid»: 00)
Forma 2.«.-.ii-oi-14-02-03-05-06 (SalkJaMl)
Forma 3.'.-00-Ol-oa-03-t4-15-16-ll (Salidas;íl,90, 01*
Forma4.»:-00-01-02-03-04-05-16-ll (S»ljdaí 11).
Estas combinaciones no han de ser preósameole
idénticas para que el resultado sea el mismo: con
tal que conserven la misma forma po implica nadita
si, por ejemplo, en; la primera combinación cam-
biase el blanco dos por el uno dos y el uno cuatro
por el blanco cuatro. La única ficlá qu© no puede
cauíbiar es la que contiene los dos palos; es decir,
el blanco a?.
Observando las cuatro formas anotadas hallaremos
que la 1 / contiene cuatro de uo palo con eldobley
38
caatPo del ólrosio el doble; quo la 2," so corapoho
dé cincOI'de un palo sin el doblo y tres de olro
sto«l doble» qm lá 3'.* es de cualro de xm pakí y
cifleo'de otro eón sus respectivos dobles, y que la
4;''8on seis'de un palo con el doble y tres do otrqí'
con su doble. Vemos lanabion qué \i3 cualro Oslan
cdmbiDadas de modo quo niio de los palos contiene
én'sus segundos todos los' quo al olio faltan. Efetíli-
vaaente, sipor ejemplo nosfijarúiosen iapiitíiéra,
obsemmos que la coinpono blanco doblo, blanco
as,' blanco doS y blartco tres, y quo faltando lo.')
blancos cuatro, cinco y seis para Componer los sielo
del palo, están suplidos po'r los ases, que contienen
el cualro, cinco y sois; y así las demás formas. De
esta observación pdderóos deducir quo, cambiando
fichas, pueden^ hacerse diez combinaciones de la
forma 1.*; cinco de la 2.'; diez do la 3.* y cinco
de la 4.*; ó 'seaii trcinla 'eombinacioncs entro dos
palos. Uechas»estas deduccioueS,' nos maniíieslan
también que lo misma se efcctúaneti los demás pa-
los; puesto 'qiie gdardando las formas espresadas
para los blancos y asés;'existen también para blan-
dwsydoses^ Ireáosj Cuatros, cincos y seises; unos y
dtíses, Iréw», CHÜIVOS, cincos y seises; doses y Iré-
ses, cuatros, Clticos y seifetíi; troaes y cuatros, oin-
eoá y seises. Cuatros y cincos y seises, y cincos y
seiíesi resaltando ser vcinfo y uno los palos com-
btnadoS dos á* dos, que multiplicado por treinta,'
número do combinaciones entro dos patos, d'i un
producto ííe seiscientas treinta; y comoquiera quo
fesallan las mismas formas de blancos y ases que
33
ases j blancos, lo mismo uno-s y üoses que doses y
unos etc., soni doblo deeslc producto, ó sea el total
Je 1^1 doscientas sesenta combinaciones.
2 ' Conocidas las combinaciones forzosas que
¡copiieno este juego, se liaco indispensablo allomar
,Wnp 4e¡ejjas averiguar si es ó no convenienla pro-
jieder al cierre; para lo cual so iian de conocer do
*n,tei)amio los laníos que quedan al contrario (]es-
,pues de agolados jos dos palos de la combinación.
Al efec.to anoto los
Tantos que 4|iiednn íl«'!spn«>(i de los ulprpo» ©nlre
' dos pnlni4.
Cierres á blancos y ases 12.0
Bla.uc()s y dosos tlí
Blancos y U-escs 10
Blancos y cuatros 10
Blancos y cincos í)6
Blancos y seises 90
unos y doses. 108
Unos y trosi'S. 102
Unos y cuatros, 9tí,
üuos y cincos. 90
UOí|s y seises. 84
Dü»ciS y trcscs. %
0asco y cuatros. í)0
Poses y cii)cos. 8Í
.Düsij.s y seises. "i^
Trescs y cuatros U
itresíis y cincos, 78
Trcses y seises.,
34
, Cuatros y cincos. . . . . ; -l^'
Cuatros y seises 66" '
Cincos y" seises ' ." . 60
La labia anterior nos demuestra que es ign'áf él
número de Untos (^ue quedan en las combinsciótics
entre dos palos siempre que eslos formen igual
número de puntos; de manera (jue lo mismo dá (j^ie
la combinación sea á blancos y cincos qilc áfla^fe
y treses; igual á trescs y cincos que á doscs' y
seises; etc. Hecha esta observación nos conduce ¿
determinar un medio muy sencillo y fácil de relcucr
en la memoria para averiguar con prontitud los
laníos que quedan al contrario, de la manera si-
guiente: se multiplicará constantemente píófljlrcs el
nún;cro do puntos menos uno que componen los
dos palos de la combinación; es decir, que .si es á
doses y treses, que componen cinco, quedará cua-
tro; si es á cualiüs y seises, que hacen ditíi, que-
dará en nueve, etc.; este producto se /-bstará de
sesenta, cuyo resto representa la mitad de los tan-
tos que quedan después del cierre. Para averiguar
los tantos del contrario , separaremos todas las
fichas de !a combinación y contaTemos lüs laníos
de las rcslanies: todos los laníos que fallen, á esta
suma para igualar al resto averiguado, lótidrá el
contrario de más, y los tendrá de menos cuando
nuestra suma pase de dicho resto. Ej'étnplo: su-
pongamos sea el cierre á cuatros y cincos, que
componen nueve, diremos: ocho por tres veinticua-
tro; sesenta menos veinte y cuatro restan treinta y
'seis'. eontáKbittdíi mibiÍFOíiiWn[iafe¡ijiM{:sttpWdrem<is
íSÉ8«i"V-aiiHe'y »cbo, qué) hasta tréjniaf-yí iseisiivan
<)cfe¿(^(iliego!©l' Crontra^io liiebaoíilreinla' y seis mas
•-íicfeayíciMfnsritíi'yiclialroiii) h o!tii\ V i,.

Forraai.':-0ü-0t-Ü2-ü3-04-15-16-ía-24-22-2íint5-43-(iai$)
-5«rmíl2.»í-.üttiUL-02-ü3-14-15-16-í3-;8M3^,4í}-53-6?^:í44)
•»O8máai":*t.|'-ftlfH-()2703-e4-ü5H2-1ií-23-43-ti3('63-(5|6)
'FíWáW Í5':4'0()-í0fíWlWT(üf05r Í4-1«-Util2^S2-S3-43-5aT6*
'f '•i)kset**Mú& las íorriiBS de ld»t «r^írres secundíj-
'ridd^'ifaltóteos que tos cóokituyoldog combinacio-
nes on quo á cada una lo sobra una ficha y que
-«^'áni pPftiigatrlé'nto i-elacrontidafe'en ambas fcóm-
'ttlnÉÍci<Mi««C* Vdn mayor. cJaTiKJbdi^iHialicemos el
•'CiW^od'felji foiTM» p r i m e r a . ' ; ' ' i ! : ' ' . :'
"'^•íVíiÉofe'qutíial *aGoi':|:a fioéibiriatáon de blancos y
ases, nos sobra una liciía, que puede s'ei'icl blanco
^ í s r ó el iüiíf)'dwi;"lfl«^'o atagfclafpiol contrario ái*bo»
^áíos; Se • tóhdtó qn«i abtir' el-juogo con un do?.
W'tefcottlfbif/at;io{í'd»"'d«se8 y (Hialios nos sabrá
•flf!>rtAeí*%l bteww» oiííitro; pero-corto «eisla liuha.tlia
;te*áC«mos''fai; gaHiadütií.do.fíiquí elfepuHaído de ün
ciWl-^Wríosoitnlré-iosiflfcMblHiípaioriíij i¡'j o. <• :i(,
''' El nónaiei-o d« los cieh«s seciitidáirios os <lo Ites
mil seiscienlos selenla y cincenBb quo lomeuno
•flé^eSlóí jiííígfts no tiene notedidad de sabor.loüitan-
"l^áque -quedan para averiguar ¡la .conveniencia «
no del cierro, pues por prectsioé tendrá mas laníos

•'' ^4."' ''El Bjanó'qiiolíOTtté uri jioagoídéucstaíonma:


36
^0-01-*ft^«3-0l^ñ-16,ws«drá d* 01; pae» si
tanto d pr'micipio soisd después «I contrario fx^ne
^ UM doble, se jpoodrá entonbes blanco diobik^ y
se liene asegurado el cierro. La defeirsaide éste
juego consi^le,en no poner el doblaos en ninguna
ocasión, y*'gasiiar Con'|)reférencia tos dos blancos
' q u e lii«*e.^--•••'-'••• • '•; -- •• , > •;• •
' "K* Cuando al mauose le presenteiestafórmu-
fa: 00-01-03-d4-22-25-2«, saldrá par el felaom
doblév'para pro4)a» 'sl en la priUMira é sigiürate
jugada se despneftdd «I íionli-arjo dul blanco (ítos, y
«Dionces poniendo el idoble j e tiene>i$ifi9ict^dx) $1
ciprrc. . ••? / ; > u ( i ^ ,;, .' '., ,, :,:-¡> • • :¡
<-'E\ conli-ari» deijdráiéefender.,est« iméo pr«c«-
'ran^lo no despréoíierB^ nunca deldiJs blaofio hasia
que, habiendo puesto yasusibiaoeos, pueílabaqer
fosluna á esle.i^te/íifij'emplo.' ^O-Oo-Sg-MV&a-
83**80, á Wancos. 1 . •
m En Ja forma; 18.áíHa5-65)-64-60-^i veiwií
q»e nos falla el cüioo doble óseis dtíbí* y quo DOS
igotern el seis do8;ó el cinc« do« para ser í<wn»a ¡(josic
.píela,En este caso S' O salo bies, por ei ¡eincH) dujüórpor
al seis iibá;.'poir laiijoliá quo mas interés ¡teng« el
contrario en cotocar ei di(H>lo; si lo pone, 8^ l a ^ el
otro Isdo con í i ficha de la combinación^, y > q.ueda
asegnrado .el diárroj i. ( • , '
Como seíiabráriotadfi, este caso sol© pa^fá ser-
vir cuando el.coiUrario desconozca las OQmbinacio^
nes, ó en oí do pa^tíefiHolítbl^ dQ$<}uidoi' ' ;, '
'7." Cuando se tengan todas las fichas de; uo -palo
y'.«na ftfenUinaefisa' hscbaá- oíros dos, .con solo
a7
la-bftlia-cflliaguieDle del d» la;flGfeaquo se licft«'
siete, se hará la combtnac¡ion'. «WíiOHeonespopdo f
a^^Uéimaifioha flo ponedolfpalo db losj siete y
el oieiTé-qineiiariefeciuadtt. i H. ,
8.^i .Citaoóofse leagan siete 4« un palo, se sal-
drá por otro (iabte aunque no yaya acompafiaUíi,
"•*s ^«»*:dei dos licbas, y sobie! lá que venga se
eWrafa el jueg» de «ÍQ*O eomieivobjelo ie< hacec
^ ^ a i ! álcüDlrario el patodla salida; y na gastando
hasta la.opertuoidad la foljadet palo de lasisiete
«jue eonÉiene el de salida, teiBueai;* ol.juego preci-^
s»«|cnte;«h ciérreí! •: ; •'
•oi.' Goí»di) de&pues de bienusncdilado el juego
n*lseMTÓftíRguBacooibinaoion y se oola que el COD-
lí^iioilieDe una, s» procurará salifftpíf la licb^i. ea
que BOdpucda eíitpor-dicha íccBíbjnauion, y sea de
JasF'qflc/ae'pHedan repelíi'i'ouaaíli» sea, íwzcso ojbe-t
d«fc«»lá aquel;palo,.nunque pai* elW.afi'íftiopi'üme-
tjiiWBjdüb&i' ;-. ' "! v)¡ •:• .^.^í'un ;.
•'l«ft. lEni todas «easione», anlep de poéeniioaa, m
aténdei^ espeetalmenle al ¡mgo 4el eoaUnm y »\
pe$aUado que pueda d&r la que seiprefiera,! eyh
tatído así.Jos oierrcs "que suotea presenijrsei^e-!
pendientes de jugadas anteriores. Al efecloi, se re^
pesarán Ios-palos ya jugados,y m combitiaráo los
ci«ÍTe8 secundarios que .pucdaO'¡quedar. á(in de
eviiar eo Jo posible la pérdida dn mayaí númeri^ de
tantOfli.))! , , •• .•.'fi- :„ ^
11.' Cuandosataogafta^[UDo»pal(»|seini-coQ)7
binados,<e8;(le gran ventaja '^)af lis Gdias,del;coflh
trario siq repaínc elqu^ars&iítUo; pués^sucedecoii
írecúencia preséhfársé nii cierre' sin" haber pbáldo
ct contrario desftchar su juego. 'i ;> . d =
t2'.'J- Guandb pdr .nóÁcomproraeter uflídéWeise
se salga por él, no se deberá segriiínpeír preferencia
este juego, si no Myüna ventaja conotada, sinddti-,
tfát'desde lueg» en los palosfucrlcs.' ••;' : ><! ,
' 1 <-{. Cuando BOlo' se tenga un juego fuortey UBaí
ó nías dí)blos comprometidos, y el «flntrarjo tanga;'
dfts juegos fuerteá, 's« debe»á salir por el íloble üd,
palo fircrtCf y níunca poifsrtio do Id» compirometidos'
srfempfe quéide antemano no se vea úii bne» resulr-.
lado. En csle juego es también preferible hacer q«e^
gAslo: el heiU¡i!año-]ak licliasude •ntlestró'jue^o,
aunque para conseguirlos sea indispensable agotU:
kís q'ue-so l(»gan de los paks fuerles del coBtnaraoJ
' í i.' Cuand» eii'íambo's jucgog !no oxistamingunai
cóiííbiflacidií \<;írcsirtfce ser sjolaraentó'idp ataque-jól
defensa áe»al^«! doble, se gastarán primeroiíaia.fi»*i
chas (jue menos se tengan del palo del dobfe.iqíMíSQ
proponga akíngat; pero con su»» prfadfendia, ptfes
áslá píáetica suele condjicir á nnicierre-jíieapeíadiOB
fArandott«i'soilft'veasartVacibn átmnidobje, 'Ibróejon
espiar ficha deatfoel pato'para qiio cuhnto ohlia}
qttede ahogado. ''••'• ' -: -i •;" ;>i, '^.IJIÍ'Í)
' 15- Cuándo «1 que áalE¡len¿'a iros joegoiíd^
clcu'x)ficíiais<,ÍJ8iff)lendrgin o)n|)ap^() nln^niia ccaubii-
titrclon'do tl»rf«> y ¿1 í^wbtrario lengoftartibieattres
palos en iguales condiciones, saldrá por cldobio da
nflüde losr.iíitígas-,"y'Wulai»apá"la saHüaiiálnediaia-
' nt''«nt¿,^>pu«s (Josstá üi^Dt'ra so ascgubaca^iui/dd
l«S<idbks^el)flontráifio, au«qu? íeaneli^B peqoéño;
39.
ií:í>. Cuando se tenga solo un palo fuerte y el
contrario lo,Jenga á dos ó tres palos, se cuidará de
no entrar en dicho juego fuerte mientras no haya
precisión,.dando por consiguiente primerolás fichas
de los palos flojos.
• 1'?. , Cuando so tengan dos juegos fuertes y la
ü.cha que conlicne á ambos, no se gaslará hasta
qiiíi no sea absolutamente indispeu.sable-es dqcir,
que si los juegas son do doscs y li-eses, so deberá
retener el dos'tres, para cuando convenga un
cierre.
18. So preferirá hacer gastar al contrario, al-
lernativamenlc, las iichas de nuestros palos fuertes,
y no solo, la de un pí|lo dado. .'
19. Cuando tengan cada uno de los dos juga-
d,Qf(}s las tros ficbas últimas de un palo, cada ctial
h^j-á por no (jritrar primero, á no ser que se ob-
ser\;9i quOj de no hacerlo a^f, hay desventaja. Este
(¡380 fcquiere mucha medila'cioi), pues es muy fácil
presentarse el ciíjrre,
,.iÍ),, ,^ji últimas ficlífjs, cuaqdó se vea que no
hay peligro, es bueno (lar pases ál contrario.

7. ', ' ,;; CAPITULO V.


'^'" '' Juego de >mano d mano al robo.)
El .juego del robo requiere bastante capíicidacl
.Woljugador, yenpl cual, por su mucho azar,
Qbliertc menos resultados favorables. No bay ouo
uudar, sin embargo,.que en éste como en lodos los
Ju^g9^,l|p,va,.siempre gran ventaja, el que mejor
40
juega; t s' "' azar Favorece, nías véHlaJa aun i^e
en cualquiera clase áq los juegos del doihinó.
ÁlroDo (Juede jugarse entre dos, treS ó cvtdltó
jugadores; pero lo tíias regalar y lo que conaun^
mente se juega es enire dos; así como; en csle
caso, el número de fichas que se toman ?ou siete;
uedaindo por consigulctitd catorce cti raüttlé dé
^ onde vá robSrtíIo fichas, hasta- énconlrar, el jtifa-
dpr que no tiene de los palos puestos en juego.
Este juego, por la influencia del azar y por la
multitud dp variaciones que presenta, el buen éxito
de las jugadas es mas bien dependiente de la pert-
cia y sagacidad del Jugador que de la sujeción á
una marcha general y determinada. En éste mas
que en olrd es'dondo'el|ügador no debe dejaf de
apercibir el menor movimiento de su advorsártíy,
ni dejar de re^cordar perfeciamentc todas las fichas,
quién y la poslhilidaa d'e por qué las puso en jiíégd.
Hay, sin embargo, algunas observaciones qu6
pueden contribuir suficientemente á alcanzai* buen
éxito en la generalidad dejos caaos, y son la^si-
guientes:
1.* Existen también en esle juego dos clases
de combinaciones en que, el rifailo que loma una
de ellas gana precisamente algo mas de ciento
veinte,, tantos. Tales son con sus correspondiftples
salidas: ,
Forma l.':-00-Ol-Oá-05-06-14-13-Salld!/;'OO.
Forma 2.':-0l-O2^Ó3-O4-0S-06-ll-Salida, 11;
.cuando veíiga OÓ fo hará á tlnfts.
Éstas (sombihábloúes puedeh tatlai'en v i r ^ á
41
las alteraciones qne pueden tener, segutí tengo
mahife^ladii' en el capítulo' éfWeriof, pudiéndose
ganar por consiguiente menos tantos á medida qiVo
aiútiohla eí valoi' de los palos combinados. El líu-
rntíl-o de'combinacioftes que existen deístas do*
formas es de cuatMcierltas seseóla y dos. ' '
2." Así como líl anleritti* ólworvacionidáf á cono-
cer las combinaciones precisas que no debefi dés-^
perdicíar ios fumadores, deberán estos twier pfe-
schlo que también suelen habfir cotnbinacianéS é 1%;
mitad del jtiego, cii virtud á Ibsíicliírsva'gastadas!
y á las que puedan haberse robado. 4I efédtú- séf
t&ndrá buen cHtrfado en todas ocasiortes de rcjiíisar
los palos con elfiVide averiguar si liay ó nó posn
bllidad de un cierre. Esto eslndio deníoslrara á la
vez los cierres secundarios que dt3 olrtí' modo no
pueden estar á ftuésíró ídcanee, y I» C6)yvenieftcla
ó péfjuicio de aveiltó-fár Una jugada detéi^tainada.
3.' Cuando paWíiallrse tfcngflh dos ó mas do^
bles se preferirá, eri ig^kles circunstancias, él de
palo alio.
i.' Cuando se lengá'nn doble acompañado de
dos fichas y olio úoompa'fiítdo de una ticha, ie ¿ál^^
dcá por este último, siempre qne tío sé recoilóz**
uésvéntíija. . ., ,
5.* Cuando se leftgan' tres ó cuatfo fichas de
uh palo y'dos dobles acompañados de una JQcha. se
debefS ^alir por aquel qiie esté acotopañiado del
palo fuerte. ' '
6.' En cuatro do un palo con el doble,, no se de-
berá salir por éste sino f eslilla una vénffija conocida.
42
7.* En general, an(cs de salir se deljerá medi-
tar, l^ien el juego y fioptar con las fichas que pijedan
.8.° El buen jj^gadoi," no debe, por sistema, se-
guir siempre su ju?go, sino co,nsultar á cada jugada
las fichas que pueden venir ;por los palos en juego y
elegir los que naas \Q convengan, aunque sean del
contrario. - •.
9." : Cuando haya jaecesidad de hacer á uno de
1»6,palos deljQontrario se preferirá al del juego que
haya demostrado prip>ero, y, en particular al que
haya puesto ya el doble, ,
•• 10.. , Se c'ousidera de gran defensa en esle juego
la ríjpelicioii dq fichas do. un mismo palo.
, 11. A úHimas fichas, y en particular cuando sa
hayan robadlo ranchas, se observarán, lodos los pa-
los" y se averiguará si el contrario tiene algún doble
que se pueda, ahogar, y en osle caso se declarará el
alaqueiií este doble, y cuanto antes mejor.
IS. Cuando se,lengau;muchas fichas á última
hora y al contrario lo queden muy pocas, ge pro-r
curará averiguar cqales s¡on y cual de ellas so debe
preferir que la queíÍQ,¡i)ara liliima, con el fin de
pagar los menos tantos posibles. Al electo se pro-
curará dar ficha aiile lodo para que so agoicn las
que interesan, y una vez conseguido, so separarán
a uv\,larin todas,l|iísíi^as quo contenga», QI palo, ó
palo^ |jje.-la quo joqupíw.pl qjmtrarip; sp.gaslarán
todas las demás y por úlllmo se dará ta fi,q'ha .mayor
ílij,lentos. ; , , ., ,, • ' '
,.J^,;„,Ea,ie,lc3s§.4e,,HV^e,iUí\rse un cierre y que
43,
para^ conocer si;es convcnieiUo haya necesidad do
averiguar los laníos del conlrario, se proceder^ á
^lloiiíia la luaiuicía que so hace en ol ejemplo si-
guienle;. Se Aceran primera los seises jugados, que
Suponiendo sean Iros .Qon el doble, se dirá: iros ,y
dios que longo son cinco, al conlrario le quediia
dos, que son doce laníos; cincos: jugados cualro y
uno que lengü sdn cinco, le quedan dos con el doble
flue son quince^ luego doce y quince son veinlisíelc;
cuatros: jugados cinco y dos que tengo siele; Irc-
sesf jugados dos y dos que tengo con el dublo son
cualro, íajlanlijf^s quo son nueve, y veinlisiele,
tfeinla y sois;'doscs: jugados lodos; unos: jugados
Qinco y uno que longogí^is, luego falla uno y Ireinla
y-iseis ,son ireinla y SÍQI» los laníos del contrario.
íEsle os el ní)odo'u>ap sencillo de contar los,tan-
tos: el ir comando' íiohapor ficha todas las del con-
líaiiiú, á mas do serwas enlreienido cslá uias cs-
pnoslo á una oquijiíocacion; y el conlar lus' l.'^ntoa
juigailos y los suy(ífi,y reslar do 168 es mas.pcjíaup
todavía. •.
CAPÍTULO, VI.
•fi.

-t.E^ jiiogBi llamado (C'owíeícío, puede sor enúc tros


^eMo^ cualrtt ju^adoroi,, pero, por Jv rogt'lS'i'.'h'Js
«Dlre euiatroj asi cofno lambiwvcasi siempre modla
Í«lt?rés,;En esle juogo cada cual procura ía'V'J'.rcceí
cl-auyo y auedarse;*n:k>>s,menos laníos posibles;
pabfl!**l níMiLées caxla m;)no abona á los düiu^s los
44
tant(W ,!?ñ que so f|!iMla, y ré'Oibd tlá éstos los qnwi
íes quétiatt. Üómodo q»e, suponiendo quo ai^ler-
miniií' lí^rtiano niw cücrntiümos ccnvfiwe-voptifilos:
si á uno (lo los jugadores le quedafiti'cs, le abo-»
n&rtios seis; si u olr^ io quedan calofco nos abona
cinco, y si otro ífá lie'clio d'()minó ó le quoda e<
blanco (li»l)lt»'V lé íihoníimos nitet*;
Ed cslo jif'go cuya marcha eg'bien sencilla y
qilc Hó exigij gr;in Capacidad para sor un foguiaif
jugador, he iwilido observar, duranto largos años
que lo he prdcricüdo, qne son' muy [IÓCÜS los qa©
han sabido apí(,('ÍHr rrfuMIlfid de ciríiiB.'ílaní.-ias (jue
reúne y que indispulíriilemetíle contrihiiyon 'd unát
segura ganancia, listas oironniftanGias las anoto Gtv
las corrospDniliintf'H olisiirvaciiones, dcbietidoiad^
vertir al >tue ias nucesile apfemJer que no dejo de
apreciar ni la mas insi^iplfibánto de ellas puos todas
son intrisponsubles f)ara adqmrir la pyopic<lad dd
buen jugadol", y como (]uior*qüoon osle jue^o se
interesa más que el importe de: im'refresco, so hai«o
lias sensible descuidar su estudio en éste que en
otro, de los juegos de! dominó.
Todos los que es!í'n-'<^ acostumbrados á jugar
el comercio, dcboisn bacer lo posible por corregir
los defectos de que en general adolecen: consisten
éstos en que unos'íibn deraasihdci'itiedofios y pío-
curan primero di'shacerse de las fiehas fondas;
otros se fornian I* prevención de qii» puééen estar
los d<>bl€s de palo aHo en el jugador de su derech»^
y sbn poco aficronados á entregar licha de palo alto;
otros son muy alicionadcJS á repetir íiclia siií a*eB(ter
45
á SUS consecuencias;,(^Aros se dodicaii HM á liacer la
caalr^..^ j u g l a r de su,derecha; oiros bucen la
contra al mano, ele. eto.j lo cual só!o conduce á
H^'ÍWdiW((á:unospaR íavorocer a oíio;? con nola-
We perjuicio de sus inlereso.s. A liii (h corregir
o^los düfticlos y poder cpnocer algunas ¡)io|(ic(!ades
d«! «file juegofijCtendrán prescJiics las observacio-
nes que siguen: , :
I-" So deberá salir por el dohie üiayor: 1."
cuando sea 4e pab alio,y vaya acouijiariado; 2."
,<?iya|¡ido no ^tanflo.acompai^ad'» se icDiran oíros tam-
bién Sttlos, V 3." cuando s^,l.ejiga otro de ;)alü curio
y osle po vapacompañado de dos ó mas iiclias.
2_':HToda»,; las salidas aiioladas en el capUnlo
;del juego de coí«papero,s, y no conliarias al cípi-
f'dtí de í^anlerior observación, sirven ¡uHiÍjien piira
esle jíiegQ y ae Mndrán presenten para hacer ta
•conA'tó^e,n!e salida según tos casos.
; 3 / EsíjonvenienL&.queel pie de lidia al mano,
i)ara quo éste pueda,repetir el pjilo de su salida,
.siempre que, .teniendp do csle ju^p), no entregue
íiolia que se quedo fallo á dos palos iCortos.
•/u- Cinaodu so iPüga un doble,, y en particular
^ .evj de. palo aúo, so procurariji dar cniraiia á esto
jJHepyfavorccientíü al jugador (¡uo lo iiulipie.
) .!?." Por regla generfil, en igualdad ílc circuns-
M'íifciaf? se pondrá ia liclia que contení,;;! mayor uú-
.nifiro (Je puntos,,,, ,
-if <>.' ¡E^ la piiíjci^un de, quedarse fallo á uno de
í4f'S palos da(l(>$,;'e^;SÍ«mpre convenienle «luedarse
(•lio,al pafoiftlto. ,
'ir.
' 1.' Cuando se tengan pífeos tantos se procurará
favorecer á aquel (lueina^'j)íonttt pnSda dominar ó
cerrar el juego.
8.' Todas las olxserNlícuHiPS ánlé*-iéré8.'i»í)tisll-
luycn una t)uena marelfá en este j^Vgó'y'Soo iffs
que por lo regular guanlail los' tpre íreen enleii-
"derlo algún tanto; pero Vo voy'a iifdit'ár la marcha
que sieui¡iro lie seguido, la que me lia heelio irivt'n-
ciblc. Consisto ésta en qu»','iin1(! t<)dn','se observo la
manera de apreciar el juego'lqi!'ft''l9u'Jíi ('Matrno di!
los jugadores quocoTnfiÍ6iielí|a parMá^-ycoii ai^ífeglo
al modo (lo jugar dé cacfa'caaíl, '•ié prociirb"'eonlra'r-
roslar la intluencia q(te én perjiiitíib'nKestrd puedan
tener sobro nuestro juego Al efecto so observará
ante todo el juego del jugídor ilc fa' izquierda: si'es
'amigo de dar lidias do palo á1lo, debéroslos fios-
' otros retenernos algún tanto'feri alarlas (Ib esta clase;
si, al contrario, es poco dispuesto á ettlí-ei^r ficba
gorda, deberemos deshaCe'rnos de éstas ián pronto
so presente ocasión; si cS artii'go í3« repetir palo, y
la repetición no nos convicílfe; se procurará poner
fichas nuevas (') aquellas cuyo ^e'gdrido palo pueda
entrarla repetición del juego que quíéi'emoí |>rbhi-
bir su entrada. Si el jugador de núdslra derecha os
aficionado á repetir licha so le dl|cá entrada á úi
juego, siempre que no' petjudi^ll'c ' áV nuestro á
fin de (jue dó un pase arjugadoí- (l6 su déreéhs,
pues es muy convenienl(> procurar pases á todó.s.
'Con masra/.on debemos áp6y9i*'írl'*jugaid^r, de en-
frente, si es aliciortadci Sf't^épiertií^íieftíi', {(inís qiio así
hace jugar mas forzado al do nlicálfai'izíiuierdi,
il
y por consiguiente' es' íavortílilé a nuestro juc;:a.
Todas estas indicaCAonés y las qi/e podrán ob-
servarse con la práctica de'oíílas, so'ní áúficienles
para cambiar favorabtemcnt'e Ifls conibinactones de
Ids pliegos y constituir lite buena marcea que apre-
ciarán los jugadores por sus bilínips restiltados.

CAPÍTULO V i l .
Del ühunieleío. -. - .Í
Este nombre de CVíf/ime/íJOYS^ püeüe decir que
es genérico del reino de Valcíñcia, y en parllcular
de la misma capilai, pites cri mílcítas provincias
dondd se usa parecida triareba de juego, en niítgu-
na se le designa con tal nombre.
Se juega entro cuatro, perrti'lpié no jucígá'SÍ'RO
con la cotidieion que esplii-af-c enseguida. De modo
que annqne son cuatro ilos jugadores de la partida,
solo tres juegan. Sale el mano, y el pié, con arre-
glo á la salida y al ¡negó que tiene, dice páfeft si no
lefconvienejugar, y no jrtcga, ó dicosi tiene bue-
nas fichas: cbamelo ó jutigo, y en esto caso, "fel se-
gundo mano dice por Tríí, y se va si tiene mal
juego, ó por mi no, si lo tiene bueno; que eti esto
ñUimo caso puede irse el otro jugador o no, según
h convenga. En tin, el pió, si le conviene pide en-
MVar orí juego y le dejan ó no los otros jugadores,
segntl Sus juegos. Concluida, la partida, el que hace
dominó, ó tiene menos taploá, cobra lodos los de ios
otros dos jugadores. El que cliamela p a ^ doble
los tantos.
48
Heniiw hecho ya Implas observaciones para que
se jue¿íV,o con arregla i los buejj"í principos de
cada uno de bs variados juegos (luí dominó, ([uo
en cada jaegD difefienli8 i\% ^ai^tíiamos nos cnco,ulra-
«ws con que iíi,uch3s observaciones yai hedías sir-
ven lambiea para-el úUimo. En efecto, en el capi-
tulo uíilfiíior, del Comercio, hay una porción de
advertencias indispensables también para este
juego. Las anotaré ligeramente c indicaré tam-
bién otras propias de eslíe juego; laios son:
, 1 . ' Se tendrá muy e,o cuenta el último preám-
bulo, antes do entrar en las obsüivacioues del
capítulo anterior, que trata del comercio.
2;* So tendrán presentes, del mismo capítulo,
las observaciones: 1.', 2.', 4.°, ii.', ti.' y en parli-
jC^lai; la 8.° con lodo aquello que pineda relacio-
narse on el juego do tres.
í}.* Al tomar su corrcspondienlo juego, so debe
meditar sobre él, y estudiar la manoi a con que so
podrá despejar mayor número de lichas ó tantos.
Al efecto no se deberá cuidar eo si se dá licha
gord» ó de palo corto, sino esclusivamoute en pro-
¡cyrar ir deshaciéndose de, l^is fichas de más difícil
salida.
i." Cuando no so tenga la coinpb'ia seguridad
(Je que se tiene puerta por un laJo, se preferirá
lc(par dicho palo, en particular si D^ alio; |)ues su-
cede con frocuancia taparlo uno do los jugadores,
y, en este caso, queda ücba de difieil salida, ó
quizá de imposible entrada, por liabcrse agotado
dicho palo.
49
5.' Hay quien asegura formalmente en que de-
be hacerse guerra al mano; v sefunda en que si no
se le da un pase, él nunca puede dominar. iNo deja
de loner su fundamento; pero la marcha de hacer
determinada guerra al mano, l'-ivoreoe al do su
izquierda, en perjuicio de su juego. Mi opinión es,
y la tengo fundada en los buenos residtados do la
practica, en que se debe dar íiclia al matio para
que repita su juego, hasta que consiga dar nn jiaso
al de su derecli;»; que es mas conveniente esta
tnareha si además lo ef.'ctna con fichas de palo
alto, cui(!andi\ desde hn-go no estropear el juego
quedándose muchos fallos. La guerra que debo
hacerse al mano consiste, después do logiar el paso
al otro jugador, en repetirle ficha que haya gas-
Jado, a iin do hacerle pasar ó abrir el juego.
Esta marcha tiene la ventaja de que sino se dumi-
na, se pagan pocos tantos, y si se domina, se suele
pillar cargado al do su izquierda.
C Si para no tapar la salida es preciso que-
darse fallo a palo muy bajo, se decidirá ilesde lue-
go a tapar la salida.
7.' Sucede con bastante frecuencia el pillar
fallo á dos palos á uno de los jugadores, y en su
consecuencia no dejar do recibir muchos pases. En
este caso es conveniente aunarse los otros dos juga-
dores y combinar el juego do manera que si es
posible no ponga ficha. Lleva la ventaja osla mar-
cha en que cuando mas fichas le quedan mas tantos
aseguramos, y no cabe duda que uno de los dos
tiene que donijnar ó ganar caso de cierre. Al acón-
so
sejar esta combinación no puedo menos de adver-
tir que se tenga siempre reservada una juga-
da para que á úllima hora no domine aquel cuya
protección canibialiamos. lín caso de no |)ndcr do-
minar se debe dar juego al mas atrasado en el
dcsliche. En juego de elección debe hacerse casi
siempre el del jugador de la izquierda, que es de
quien se debe operar ficha.
8." El que es muy aticionado a characlar suele
ganar muy poco. I'ara cliamclar con alguna ven-
taja es necesario tener muy buen juego y que sea
ú palo corlo. El cliamelador debe tener presente
que paga doble; que los dos jugadores le han de
hacer la guerra, y que por lo regular son muy
pocos los tantos que puede pillar por la protección
que en este caso se dispensan los otros.
9.' Para ciíanielar bien, es conveniente tener
el blanco doble, v si es jwsible, también el blanco
as; es indispensable que por la (icha de la salida .se
pueda entrar en su juego, ó deshacerse de una íieha
que sea la que estorbe para quedar un juego muy
bueno.
10. Es de rigor en los dos jugadores el ir con-
tra el chamelador, pues éstos lo han de suponer
muy buen juego y deben procurar que no domine.
Esto supone también que caca cual haga abstrac-
ción de ridiculas prevenciones y procure protegerse
mutuamente como si jugasen a compañeros: dicho
esto, no debo añadir mas para que sigan mi con-
sejo.
51
CAPITULO VIII.
Bel pase.
Esto juego por lo regular es entre cualro, y
cada cual para sí. Se estipula de antemano e¡
valor del (Inminó, del cierre y del pase, y el juga-
dor tiene e! iiilorés, además de procurardominar,
de dar el mayor núm(>ro de pases a lodos, puesto
qne recibe ¡lor cada pase que dá el tanto estipu-
lado.
El juego del ]mse es bastante conocido en casi
todas las provincias y se juega poco ó rancho on
todas ellas. Hay que notar, sin embargo, que en
pocos puntos so juega de igual manera. En unos,
se cobran los ¡¡a.ses que so dan, poro el dominó ó
cierre solo lo abona aquel que se queda con mas
tantos; en otras parles cobra también el pase a([uel
que lo dá, poro el dominó lo abonan todos; y en
otras los pases no se cobran sino que van á un
depósito ó pozo, y los relira aquel que domina ó se
(jueda con menos tantos. Hay también la diferencia,
que en unas parles hay monto y en otras no.
Con arreglo, pues, á estas variaciones, debere-
mos ajuslar nuestra marcha en este juego; pues
sabido es que no es lo mishio jugar, por ejemplo, á
librar pases ó quedarnos con pocos tantos para no
abonar el dominó, qne jugar con el interés eschisi-
vo de poder dominar para llevarse el pozo,
Los quo han seguido el curso de este tratado y
comprendido sus muchas observaciones, habrán
52
adquirido una multitud de lances y jugadas inten-
cionali'S (iu(! les servirán de mucho para ju;§ar bien
el pase. El principal propósito que debe guiar
siempre nuestra intención en este juego es el con-
sultar constantemente ia conveniencia entre seguir
una marcha conservadora de todos los palos ó la de
esponerse á sufrir algunos pases con tal dp reser-
varse juego para dar pases generales á última hora,
lo que es muy lucrativo. Al efecto, y después de
advertir que en este juego puedo mas la pericia del
jugador con sus fundados caprichos, que una mar-
cha determinada, paso a demostrar algunas obser-
vaciones, que son, sin embargo, uidispensables.
Tales son:
ÍJ Las salidas son casi las mismas que se
aconscjao para los juegos el comercio y el cbamc-
leo; con la única diferencia, de (lue se preferirá
«iempre el doble mayor para salida, cuando solo
abone el dominó f). que su queda con mayor nú-
mero de tantos; y se di,rá la preferencia al doble
¡lue sea mas díficíl quedarse falio, cuando el do-
minó lo abonen lodosa se juegue á religar el
pozo.
2.' En el juego del pozo se procurará .llevar
una marcha muy ordenada; se evitará todo capri-
cho de reservarse determinadas fichas con el fln do
poder dar p^ses ó con la. ilusiou de que en aquellas
dejie bacer juego. ,JS1 úi^co propósito que debe
llevarse es el de coo8ervar^ti|do lo posible el tpayor
número de palos^ es de^ir, pu^ quedarse fallo bas-
ta quo ño.sea mdi$pcn6i|ble;,el ir desfichándóse
53
ordenaclaihento procurando deshacerse cada vez de
'a ficiia que db no ponerla se haga de mas difícil
salida, y en fin dedicar mas la preferencia á procu-
rar dominar que á dar pases y evitarse alguno.
3.* Cuando los pases los eobfa el individuo
que los dá, es muy conveniente dedicarse á repetir
ficha y tapar el juego del dé su" derocha, siempre
que n"o:sea posible hacer el juego que se indica en
lasigaienle ol)servacioR.
í'} Es muy conTenienle respetar un juego
¡lcl(Mrainado, en particular el del jugador do su
izouierda, ymáíaun, si posible es, reservarse el
doble; pues á últimas jugadas, coando ya está
ai^otado aquel palo, sirve para dar tin pase gene-
ráis que es lo mas lucratiro, y el doWe entonceá
hace otro pase general.
B;* Según el espíritu de la anterior observa-
ción, se vé que lo esencial de los pases es que
sean generales; en su consecuencia se procurará mas
bien reservarse palo gastado paralo último que no
ponerlo con lainlenciondecobrar tin solo pase al de
su derecha. He yistó jugadores muy afidiotiados á
procurai'se ganar* algunos pases del de su deretíha;
ésto^ poco pueden prosperar si el juego no íé
decide estremadamenle á su favor: liay otros JIH-
gadores, de mas inteilcióB, que rtose contentan'
con mezquindades y se restrvítn para mejor ocasión
fiefaas que de seguro lograran dar u n pase; su
propósito es mayor,'y por lo reguláír Sutflen conseí'^
cuir los pa^és generales que dearean, q(i&'es la^due
fiaceí ganancia, como suele dedríé.
54
6.' Cuando por elección se debe hacer bien al
juego del jugador de la izquierda bien al de lá
derecha, se preferirá al de la izquierda si los pases
se cobran, y al de la derecha si estos van a! pozo.
Esto se entiende cuando por ninguno de tos pak)s
se pueda esperar juego íavorable.
"í.* Cuando se tenga algún doble de palo alto,
que interese desdQ luego su pronta salida, se pro-
curará favorecer el juego de aquel que indique
dicho palo, y si no está indicado, se preferirá pro-
teger el juego del jugador de la izquierda.
8.' Cuando exista monte, y so cobren los pa-
ses, debe sacriñcarse toda clase de juego aun á
riesgo de recibir al^un pase, para conseguir reser-
varse palo gastado; pues es casi seguro el buen re-
sultallo do esta decisión con los pases generales que
probablemente suelen darse en las últimas jugadas.
.^9.* Cuando el juego es muy malo, y que en
veZ de poder elegir so juega por lo regular'casi for-
zado, se,consultará á cada ficha que se ponga la
convemencia entre desprenderse del mayor número
de tantos paf^ probar si se liJbr? del pago del domi-
nó ó el de xonserv^r monos fallos para evitarse
p^ses. Cuando la perdida es ioevUable se dei^e pro-
curar sea lo menor posible; ppr tanto si se balcula
íy^ podfirse librar de] pago del dominó, se decidirá
á.t()49 trance p defediíerse lo mejor posible eviláo-
dpse pases y procurando dar loKque pueda con el fin
de recuperar algo de la,pérdida de aquella mano.^.
,10., £ni3|,(ra8cursodoeStaobritabay una mul-
titud de reglas é indicaciones quescidentifícaofon
55
csle juego, las cuales sirven para completar las
inslrucciones ancladas, que no reproduzco para no
nacer voluminoso este tratado, y porque debo su-
poner al aflcionado al estudio de este juego, iniciado
ya en lodas ellas, y por consiguienle con la pers-
picacia necesaria para jugar bien el juego del pase.
CAPITULO IX.
Del juego de mamo á mamo sin robo.
No me ocuparía del juego de mano á mano si no
íucra jiorque es bástanle usual en casi lodas las
provincias. Influye lanío el azar en las jugadas; son
tan inciertos los resultados que se buscan, y tan
aventuradas las combinaciones que se forman, que
con razón he oido dar á esle juego el epilelo de
traidor. Sin embargo, como todos los juegos, nece-
sita su algo de inteligencia, y no hay duda que
siempre lleva ventaja el que mejor juega. Esla cir-
cunstancia me obliga á decir algo de sus propieda-
des i, probabilidades de buen éxito en algunas juga-
das, si bien voy á limitarme á aquellas observa-
ciones puramente indispensables. Por otra parlo,
tratados ya con mayor ó menor cslension, 8<igun lo
requici'cñ, diferentes juegos del dominó, el campo
ile las observaciones se puede decir está ya agotado,
y preciso es reducirse á aquellas propias del juego
üe que se trata. Esle juego puede ser de seis,ó siete
-fichas cada uno, y las demás quedan por monte:
1.* La salida será por el doble mayor acompa-
ñado, ó por otro doble cuya diferencia sea solí», de
se

«.ce,l6 con ba™ Me ffecúcncia'ní^'il"" ,"'• P"«'


g™b™cnciü,ler,u¿.salc " " ' ' "¡"'i'' "»
pr«ñrart"„''SÍ; ^¡.ll'^^^rSZ "°"=""^' '»
solo c„a„<l<,so .n,ga„"„';yo""/„t" '"" '" '™«''

l-ario: ,1 er«lo .1 n V « p " í " „ « " * ' f ' • ™°-


en «ollar licba Je i)alo al o a m . " í' f " ? " ™
M Icaga un crMJdo nüm™ ' '>'"'''"' ""^"'»

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fá.Jtae,«e do lo. palos qío" « r / " 5 a ' K « T

úe lo. palo. qu. ma. iJfT^LflZJ^ "'""'


d.Ld„^'„JSp;" ;:*»- „>;, »-*„« Í»».»
»o» awmrada pira •»»«, «..i? í l " f PT'»•»•-
i»««)a. Eíla obsí'.ac «ooldj f a n A ™ i n T " " "
fc^pi'óíiiiiajugada. " ' '^ a«*¿"'«''ílo
57
Ho dado termino á este pequeño trabajo, y tengo
la confianza de que los alicionados al estudio^ cu-
vas observaciones tendrán presentes, sabrán apre-
ciar el anhelo con que be procurado ir introduciendo
los buenos principios para ir modificando los de-
fectos de algunos jugadores y poner a los mas en
6l verdadero (crrono de la buena praclica.
Se habrá notado que cada juego que ba ido es-
plicándose, tas observaciones han ido fscaseandoV
esto es muy nalural si se atiende que, tratados al-
gunos juegos de importancia, corto e^ el do com-
paBeros, con toda la eslensiou requerida, los demás
juegos casi están subordinados á aquellos princi-
pios, salvo algunas modificaciones de mayor ó
meiwr relación entre ambos.
Mi propósito, como digo en el prólogo, ha sido el
de llenar un vacio que no [)odia menos de notarse en
el (Jaropo del juego del dominó. ¿Lo he llenado? El
qii« estudie creo que no me dirá que ha sido in-
fructuoso este trabajo.
58

Leyes qae riges ei el jaego dei Dominó.

1.' En toda clase do los vanados juegos del


dominó corresponde salir la primera mano ni que
tenga la ficha doble mayor, y precisameule por ella.
Si ninguno de los jugadores tuviera ficha doble,
lo que puede suceder en los juegos de mucho mon-
te, saldrá el que tenga la ficha de mayor número
de puntos, también por ella.
i.* Concluida la primera mano, corresponderá
salir alternativamente en las demás, al jugador do
la üececba; siendo libre en la elección.
3.' Al final de cada parlkla seguirán las mis-
mas leyes para la salida, que las espresadas en las
dos reglas anteriores.
i.* En el caso que, empezado el juego, se ad-
virtiese haber salido uno de los jugadores sin cor-:
responderle, se deshará el juego siempre que é3te
no liaya hecho segunda jugada; efectuada ya, se-
guirá el juego, saliendo en la próxima mano el ju-
gador á quien correspondía.
5." Corresponde mezclar las fichas al jugador
que salió la última majio, ó sea el pié. Tiene asi
mismo derecho á mezclarlas el jugador que asi lo
eslime, quedando á voluntad del que le corresponde
el volvljrlas ó no á mezclar.
6.' Si al tiempo de dejar por bien mezcladas
lasfichasocurriese el volverse alguna, los jugadores
optarán entre hacerlas mezclar de nuovu ó quedar
59
ésla en el monte. En los juegos sin monte se deberá
precisamente volver á mezclar.
7.* El mano tiene el privilegio de ser el pri-
niero en tomar fichas, y por la derecha sucesiva-
mente los demás jugadores.
8.' A cada jugador le asisto el derecho de
tomar fichas del lado que estime siempre que, con
una mano, lo haga de una vez ó que á lo sumo le
falte una ficha. En caso contrario se le puede obli-
gar á quedar último.
9.' El jugador que tomo una ú mas fichas de
las que le corresponde, quedará obligado á que los
demás le quiten las que le sobran en el caso que
haya monte, y enjuego que no le baya, escogerá
el jugador á quien le falten.
10. Las reglas anteriores 7,', 8.' y 9.* tienen
aplicación cuando ne se arreglan las fichas; en
las provincias donde se acostumbra arreglarlas, se-
guirán la costumbre tle tomar porma,no un nú-
mero determinado de fichas, y no al antojo del ju-
gador. Se aconseja esta marcha con el fin de evitar
que el mano escoja el número que quiera de fichas,
librándose de este modo de alguna ficha ;Conocida
y poco conveniente.
11, Si al tooiar cada cual sus correspondientes
fichas se descubre una, quedará eo el monte, y si
redescubriese mas,de.una so volverá á mezclar.
Esto se entiende en los, juegos de monte; cuando no
le baya^ las tomará f I jugador que las descubra.
\2. El jugador que, al tiempo de pQiier Qcba,
d^ermina baicer otra jugada, 90 podrá rcVirarla sin
co
permiso de los jugadores contrarios, .«ienipre que
éstos hayan apercibido su cla*e. Si fa ficha ha to-'
cado ya nno de fos lados, aun sin dejarla, no iiodrá
variar la jugada ni siquiera para colocarla, si cabe,
al «ilro lado.
1?. Si ai colocar ficha por un lado del juego se
observa que no cbrres^nde su cfose, se coloc^ará,
si casa, en el otro lado; y si tampoco con'esponde,
la retirará el jugador y elegirá la que estime con-
veniente. ' -
14. Si en el trascurso del juego se observa ha-
berse colocado algon raioriíio, so averiguaríf quien
lo puso y se le obligara á poner, caso que la tenga,
la ficha que allí corresponda y cuya clase sea lá
misma de su segundo palo; ¿a.'ío de-"no tener la es-
presada ficha, queda á elección de los contrarios el
oacerla cambiar 6 seguir el juego.
15. E! jugador que directa ó indirectamente
con ó sin inléncion de á conocer alguna de sns íf-
chas al compañero, y esfo causara algún perjuicioi
á los contrarios, no tendrá derecho á ¡ostanios que
gane ni á evitar los que aquellos pudieran ganar.
16. El jugador que pasaré teniendo ficha que-
dara obIi¿'ado bien a no poner ya del palo en que
pasó ó á qne Ic elijan la que baya de poner, á elec-
ción délos contrarios.
17. Ninguno dé los jugadores tendrá derecho á
prefOnlar quien safio ni qtüeft puso tal d cual tieha-
pués obligación tiene de esfár al corriente dé teda^
fwjwgadas.
}8. Es obíigiácion de eada boal él tener las fi«
61
chas sobre la mesa para evitar preguntas sobre el
númiTo de días; queda, pues, terminanlemente
prohibido toda clase de preguntas que se presten á
interprelnciones diversas.
lf>. En los casos de empato en los cierres, gana
el mano cuando media interés en la partida; pero
cuando solo se interese el importe del refresco,
Volverá á saür el que salió.
20. Todas las dispulas sobre jugadas deben
Ser allanadas según las reglas ó leyes precedrintes;
en el caso de no estar comprendidas en ellas, se
sujetaran á la decisión de los espectadores.

FIN.
•53

MATERIAS QOE CONTIENE ESTE TBATADO.

Ptgin».
PKÓLOfíO I
INTRODUCCIÓN • ^
—Esplicacibn de los nombres mas
usuales ^
CAPITULO L—Condiciones generales del j u -
gador '"
'."APITULO II.—Del juego de compañerosá siete
fichas 15
—Del juego en general 16
—De las salidas 1^
—Casos en qvie el pié no debe ta-
par la salida del contrario. . . 20
—Casos en que ^e debe tajiar la
salida del compañero 21
—Casos en que el pié debe hacer
el juego del mano 22
—Casos ;en que uno debe taparse
su salida 22
—Casos en que cualquiera de los
jugadores debe hacer al juego
contrario 22
—Casos en que no debe darse la
última ficha 23
— Casos en que uno debe ahogarse
el doble.. . '. •*'
—Casos en que uno debe taparse
la última ficha; 24
—De los cierres 24
—Juegos tomados al; azar y en
los que cada cual hácO la mejor
jugada . . . . . . . . . 24
64
PígíflM.

CAPITULO III. —Juego de compañeros á seis


fichas. 27
CAPITULO rv. — J n e ^ de mano ti mano á ca-
torce fichas 29
-Tantos que quedan después de
los cierres entre dos palos. . . 33
CAPITULO V.- -Juego de mano á mano al robo. 39
CAPITULO VI. -Dol (/'omercio 43
CAPITULO VIL.—Da Chameleo 47
CAPITULO VIH.1.—Del pase. . . . . . . . 51
CAPITULO IX. — Del juego de mano á mano sin
robo 50
LE^-BS QUE BiaEN EN EL JüEáO tl'X DOMINÓ. . . , 58

KRR.mS NOTABLES.

Vág. Linet. Dice. Debe decir.

ai 5 que el mano huya que el mano haga


22 25 nuevo de este mano de éste
26 30 y 21 en poniéndolo suponiéndolo
«9 16 y queda por consi- y quedar por con-
guiente siguiente
30 10 ívigHT bien el de jugar bien el juego
catorce fichas de catorce fichas

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